La Piedra y El Fuego
La Piedra y El Fuego
La Piedra y El Fuego
LA PIEDRA Y EL FUEGO
Los primeros hombres que empezaron a utilizar instrumentos se servían de la naturaleza tal como la
encontraban. El fémur de un animal de buen tamaño o la rama arrancada de un árbol eran magníficas garrotas.
Y, ¿qué mejor proyectil que una piedra?
Con el paso de los milenios, los hombres primitivos aprendieron a tallar las piedras, dándoles un borde
cortante o una forma que permitiera asirlas fácilmente. El siguiente paso consistió en unir la piedra a un astil
de madera tallado para este propósito. Pero, de todas formas, sus piedras talladas seguían siendo piedras, y su
madera tallada seguía siendo madera.
Sin embargo, había ocasiones en que la naturaleza de las cosas sí cambiaba. Un rayo podía incendiar un bosque
y reducirlo a un montón de cenizas y restos pulverizados, que en nada recordaban a los árboles que había
antes en el mismo lugar. La carne conseguida mediante la caza podía estropearse y oler mal; y el jugo de las
frutas podía agriarse con el tiempo, o convertirse en una bebida extrañamente estimulante.
Este tipo de alteraciones en la naturaleza de las sustancias (acompañadas, como a veces descubrían los
hombres, de cambios fundamentales en su estructura) constituyen el objeto de la ciencia que hemos dado en
llamar Química. Y una alteración fundamental en la naturaleza y en la estructura de una sustancia es un
cambio químico.
El calor generado por el fuego servía para producir nuevas alteraciones químicas: los alimentos podían
cocinarse, y su color, textura y gusto cambiaban. El barro podía cocerse en forma de ladrillos o de recipientes.
Y, finalmente, pudieron confeccionar cerámicas, piezas barnizadas e incluso objetos de vidrio.
Los primeros materiales que usó el hombre eran universales, en el sentido de que se encuentran en cualquier
parte: madera, hueso, pieles, piedras... De todos ellos la piedra es el más duradero, y los útiles de piedra
tallada son los documentos más claros de que disponemos actualmente para conocer aquel dilatado periodo.
Por eso hablamos de la Edad de la Piedra.
Aún estaba el hombre en esta época de la piedra tallada cuando, unos 8.000 años a. de C, en la región que
ahora conocemos como Oriente Medio, se introdujo un cambio revolucionario en la producción de alimentos:
hasta ahora el hombre obtenía la comida cazando, igual que cualquier otro animal. Pero a partir de este
momento aprendió a domesticar y cuidar animales, disponiendo así siempre de comida abundante y segura. Y,
lo que es aún más importante, aprendió a cultivar las plantas. Como consecuencia de la acumulación de
alimentos que trajeron consigo la cría de animales y la agricultura, se registró un importante aumento de la
población. La agricultura exige fijar el lugar de residencia, y así nuestros antecesores construyeron viviendas,
desarrollándose poco a poco las primeras ciudades. Esta evolución determina literalmente el comienzo de la
«civilización», pues esta palabra viene del término que en latín significa «ciudad».
Durante los dos primeros milenios de esta civilización naciente, la piedra se mantuvo como material
característico de los instrumentos, si bien se descubrieron nuevas técnicas de manufactura. Esta Nueva Edad
de la Piedra o Neolítico se caracterizó por un cuidadoso pulido de la piedra. La alfarería fue otro de los
factores que contribuyeron al desarrollo. Lentamente, los logros del Neolítico superior se extendieron fuera de
la región de Oriente Medio. Hacia el año 4000 a. de C. aparecen características de esta cultura en el oeste de
Europa. Pero en esta época las cosas ya estaban suficientemente maduras en Oriente Medio, Egipto y Sumeria,
lo que hoy es Irak, para que se produjesen nuevos cambios.
El hombre empezaba a servirse de unos materiales relativamente raros. Alentado por las útiles propiedades de
estos materiales, aprendió a sobrellevar las incomodidades de una búsqueda tediosa y unos procedimientos
complicados y llenos de contrariedades. A estos materiales se les conoce por el nombre de metales, palabra
que expresa ella misma el cambio, ya que probablemente deriva del vocablo griego que significa «buscar».
a. De acuerdo al ensayo “la piedra y el fuego” de Isaac Asimov, ¿qué fenómeno es la primera reacción
química, propuesta en la lectura?
b. ¿Qué fenómeno químico, permitió al hombre convertirse en un químico práctico?
c. ¿Cómo la química permitió una revolución en el desarrollo de la historia de la humanidad?
d. ¿Qué parte la lectura fue la de mayor interés para los integrantes del grupo? y ¿Por qué?
3. Para los integrantes del grupo cuales son las ideas principales de la lectura.