El Terrorismo en El Espejo
El Terrorismo en El Espejo
El Terrorismo en El Espejo
El terrorista en el espejo
3
Noam Chomsky
El terrorista en el espejo
4
NAC&POP
ISBN versión digital: 1-4135-6480-1
5
EL TERRORISTA EN EL ESPEJO.
6
matemáticas y, a menudo, incluso ahí. Pero deberíamos buscar
claridad suficiente para al menos distinguir la noción terror de
otras dos nociones que bordean preocupantemente sus límites:
agresión y legítima resistencia.
7
Un segundo hecho es que la guerra se declaró y se llevó a cabo
más o menos por la misma gente que estaba dirigiendo la guerra,
otra vez declarada, contra el terrorismo.
8
ció a Occidente y a la región una mejor esperanza para la
estabilidad de su país que la que podían ofrecer aquellos que
sufrieron su represión – afirmó Alan Cowell, el corresponsal en
Oriente Próximo del New York Times, describiendo el criterio de
Washington acerca de que George Bush I autorizó a Sadam para
aplastar, en 1991, la rebelión chií que probablemente habría derro-
cado al tirano.
9
en breve. De nuevo, todo eso nos está diciendo algo sobre las acti-
tudes reales de las elites frente a la plaga de la edad moderna.
Esos son varios de los hechos fundamentales y son los que sin
duda importan. Volvamos a la segunda de las directrices: los prin-
cipios morales básicos. El más básico de todos es una obviedad
auténtica: las personas decentes se aplican a ellas mismas las mis-
mas normas que aplicarían a los demás, o más estrictas aún. La
adhesión a este principio de universalidad tendría muchas conse-
cuencias útiles. Para empezar, se salvarían muchos árboles. Si se
cumpliera ese principio, se reduciría radicalmente la información
publicada y los comentarios acerca de asuntos políticos y sociales.
10
nueva con respecto a la Guerra contra el Terror. La razón es la
misma en todos los casos: se rechaza el principio de universalidad,
en la mayor parte de los casos de forma tácita, aunque en otros
explícitamente. Esas son afirmaciones demoledoras. Las he ex-
puesto crudamente a propósito para invitarles a desafiarlas y espe-
ro que lo hagan. Creo que encontrarán que aunque las afirmacio-
nes están un tanto en números rojos, sin embargo están incómo-
damente cercanas a la certeza y, de hecho, profusamente documen-
tadas. Prueben suerte Uds. mismos y verán.
11
cuidadosamente estas definiciones para que los delitos fueran con-
siderados criminales sólo si no eran los aliados los que los cometí-
an. Se excluyó el bombardeo de urbes con concentraciones de
civiles, porque los aliados habían llevado a cabo bombardeos de
forma aún más bárbara que los nazis.
12
Tomando una de esas definiciones oficiales, terrorismo es -el
uso calculado de la violencia o de la amenaza de violencia
para conseguir objetivos que son de naturaleza política, reli-
giosa o ideológica mediante la intimidación, la coacción o
inculcando temor, típicamente sobre objetivos civiles. La defini-
ción del gobierno británico es parecida: -Terrorismo es el uso, o
amenaza, o acción, de violencia, que causa daños o perturba,
y que se planea para influir en gobiernos o intimidar a pue-
blos con el propósito de hacer progresar una causa política,
religiosa o ideológica. Estas definiciones parecen ser bastante
claras y en su uso normal resultan cercanas. También parece que
hay acuerdo general en que son adecuadas cuando se trata del te-
rrorismo de los enemigos.
13
si elevan el listón hasta el crimen mucho más grave de agresión. El
concepto de agresión fue definido con mucha claridad por el Juez
Jackson en Nurenberg en términos que fueron reiterados básica-
mente en una autorizada resolución de la Asamblea General.
14
cional. Y asimismo en Líbano y, hasta llegar a la actualidad,
tantas y tantas otras víctimas que son olvidadas con total
facilidad con la excusa de que se trató de una acción
equivocada.
15
ganitas reaccionaron mediante una escalada de la guerra, aproban-
do también ataques de sus fuerzas terroristas contra -objetivos
fáciles, blancos constituidos por civiles indefensos.
16
nes Unidas de los pueblos privados a la fuerza de ese dere-
cho, particularmente de los pueblos bajo regímenes colonia-
les y racistas y ocupación extranjera Caen esas acciones bajo el
concepto de terror o de resistencia? Las palabras citadas provienen
de la denuncia más enérgica del crimen de terrorismo efectuada en
la Asamblea General de UN, en diciembre de 1987, asumida bajo
presiones Reaganitas. Por eso es, obviamente, una resolución im-
portante, incluso más aún por la casi unanimidad del apoyo presta-
do. La resolución fue aprobada, por 153 votos afirmativos frente a
2 negativos (sólo Honduras se abstuvo). Afirmaba que -nada en la
presente resolución podrá perjudicar en forma alguna el de-
recho a la autodeterminación, libertad e independencia, como
se señalaba en las palabras citadas. Los dos países que votaron en
contra de la resolución explicaron sus razones en la sesión de Na-
ciones Unidas. Se basaban precisamente en el párrafo citado.
17
robo de la tierra y los recursos y otras concomitancias familiares
para la ocupación militar, los palestinos bajo ocupación seguían
siendo todavía Samidin: aquellos que resisten silenciosamente.
18
las razones de siempre. Cuando se la invoca en alguna ocasión, la
reacción que se produce nos lleva a reflexionar: una pataleta ale-
gando que quienes hacen esta propuesta, que realmente es más
bien conservadora, culpan de todo a EEUU. Incluso saneando
cuidadosamente la discusión, los dilemas surgen constantemente.
Muy recientemente afloró uno cuando Luis Posada Carriles entró
de forma ilegal en EEUU.
19
tratado de extradición firmado entre EEUU y Venezuela. Un día
después, el director del FBI, Robert Mueller, urgió a Europa a ace-
lerar las demandas estadounidenses de extradición que habían soli-
citado: -Siempre intentamos ver cómo podemos agilizar los
procesos de extradición, dijo. -Pensamos que se lo debemos a
las víctimas del terrorismo, para que vean que la justicia se
cumple de forma eficiente y efectiva. Poco después, en la Cum-
bre Ibero-Americana, los dirigentes de España y los países lati-
noamericanos -apoyaron los esfuerzos de Venezuela para que
EEUU extraditara [a Posadas] para someterlo a juicio por el
caso del avión de CUBANA, y condenaron de nuevo el bloqueo
estadounidense de Cuba, endosando las casi unánimes resoluciones
regulares de Naciones Unidas, la más reciente votada por 179 vo-
tos a favor y 4 en contra (EEUU, Israel, las Islas Marshall, Palau).
20
terror y quienes los apoyan, porque son igualmente culpables
de asesinato, y -el mundo civilizado debe llamar a capítulo a
esos países. Esto fue lo que se proclamó con grandes aplausos en
el National Endowment for Democracy unos cuantos días después
de que se rechazara la petición de extradición de Venezuela. Los
comentarios de Bush plantean otro dilema. Ya que EEUU es parte
del mundo civilizado, debería enviar a la fuerza aérea a bombardear
Washington; o declararse a si mismo fuera del mundo civilizado.
La lógica es impecable, pero afortunadamente, la lógica ha sido
despachada hacia el fondo del agujero de la memoria, al igual que
las perogrulladas morales.
21
ras era la base principal de EEUU en la guerra terrorista interna-
cional por la que Washington fue condenado por el Tribunal In-
ternacional de Justicia y el Consejo de Seguridad (por ausencia de
veto). Conocido en Honduras como el Procónsul, Negroponte
tenía la misión de asegurar que las operaciones terroristas interna-
cionales, que alcanzaron niveles notables de brutalidad, funciona-
ran eficientemente. Sus responsabilidades en el control de la guerra
sobre el escenario sufrieron un vuelco al prohibirse la financiación
oficial en 1983, y tuvo que cumplir las órdenes de la Casa Blanca
de sobornar y presionar a los antiguos generales hondureños para
que aumentaran sus apoyos a la guerra terrorista utilizando fondos
procedentes de otras fuentes, más tarde llegaron fondos transferi-
dos ilegalmente de la venta de armas de EEUU a Irán.
22
Cuando el gobierno de Honduras trató finalmente de abordar esos
crímenes y llevar a los responsables de los mismos a la justicia, la
administración Reagan-Bush rechazó permitir que Negroponte
testificara, como requirieron los tribunales.
23
escasa prioridad concedida por los dirigentes anglo-
estadounidenses a la amenaza del terror. Los planificadores de
Washington habían advertido, incluso a través de sus propias
agencias de inteligencia, que era probable que la invasión aumenta-
ra el riesgo del terrorismo. Y así fue, como sus propias agencias de
inteligencia lo confirman.
24
no sabes quiénes están en Iraq, cómo vas a localizarles en
Estambul o en Londres? ( Washington Post).
25
más importantes y poco claras, sólo a aquellos que prefieren lo que
los investigadores en derechos humanos denominan en algunas
ocasiones -ignorancia deliberada.
Una vez más encontramos, y muy fácil facilmente, una vía para
reducir la amenaza del terrorismo: no actuar de forma que –
previsiblemente- se aumente la amenaza. Aunque se previno un
aumento del terror y de la proliferación, la invasión lo consiguió
incluso por vías imprevisibles. Se dice a menudo que no se encon-
traron armas de proliferación masiva en Iraq tras una búsqueda
exhaustiva. Sin embargo, eso no es muy exacto. Había depósitos
de esas armas en Iraq: fundamentalmente las producidas en la dé-
cada de los ochenta gracias a la ayuda proporcionada por EEUU e
Inglaterra, entre otros. Esos lugares habían sido revisados por los
inspectores de Naciones Unidas, quienes desmantelaron el arma-
mento. Pero los inspectores fueron despedidos por los invasores y
los lugares quedaron sin vigilancia.
26
Las ironías son casi inexpresables. La justificación oficial para
la invasión anglo-estadounidense fue impedir el uso de unas armas
de destrucción masiva que no existían. La invasión proporcionó
medios para desarrollar armas de destrucción masiva a los terroris-
tas que se movilizaron por culpa de EEUU y sus aliados, a saber,
mediante el equipamiento que ellos habían proporcionado a Sad-
dam, despreocupándose de los terribles crímenes que evocaron
después a fin de conseguir apoyos para la invasión. Es como si
Irán estuviera ahora creando armas nucleares utilizando los mate-
riales que para la fusión nuclear proporcionó EEUU al Irán del
Shah – lo que podría efectivamente estar sucediendo. Los progra-
mas para recuperar y obtener esos materiales tuvieron un éxito
considerable en los noventa, pero al igual que la guerra contra el
terror, esos programas cayeron víctimas de las prioridades de la
administración Bush mientras ellos dedicaban su energía y recursos
a invadir Iraq.
27
La gravedad de la preocupación de Washington acerca de los
vínculos de Siria con el terrorismo se reveló cuando el Presidente
Clinton ofreció sacar a Siria de la lista de patrocinadores del terro-
rismo si se mostraba de acuerdo con las condiciones de paz de
EEUU e Israel en la zona. Cuando Siria insistió en recuperar su
territorio ocupado, siguió en la lista. La puesta en práctica del Acta
de Responsabilidad de Siria privó a EEUU de una fuente impor-
tante de información sobre el terrorismo islamista radical para tra-
tar de lograr el objetivo mas importante de establecer en Siria un
régimen que aceptara las demandas israelo-estadounidenses.
28
Los planificadores del Departamento de Estado advirtieron
que la existencia misma del régimen de Castro es un -desafío
triunfante- a las políticas estadounidenses que se remonta a 150
años atrás, a la Doctrina Monroe; no a los rusos, sino el intolerable
desafío al dueño del hemisferio, igual que ocurrió con el caso de
Irán con el desafío exitoso en 1979, o el rechazo por Siria de las
demandas de Clinton. Supimos por documentos internos que se
consideraba totalmente legítimo castigar a la población. -El pue-
blo cubano es responsable de su régimen, decidió el Departa-
mento de Estado de Eisenhower, por lo que EEUU tiene el dere-
cho de hacerles sufrir mediante el estrangulamiento económico,
llegando posteriormente al terrorismo directo de Kennedy. Eisen-
hower y Kennedy estuvieron de acuerdo en que el embargo apre-
suraría la salida de Fidel Castro como consecuencia del -malestar
creciente entre los hambrientos cubanos.
29
A la administración Kennedy le preocupaba mucho de que la
amenaza del desarrollo consolidado de Cuba pudiera ser un mode-
lo para otros. Pero aparte de estas preocupaciones normales, el
desafío con éxito es en sí mismo intolerable, y combatirlo alcanza
un puesto mucho más alto, como prioridad, que el de luchar co-
ntra el terror. Estos son sólo unos ejemplos más de principios bien
establecidos, racionales a nivel interno, muy claros para las vícti-
mas, pero apenas perceptibles en el mundo intelectual de los repre-
sentantes.
30
tégico: forzar a los EEUU y a sus aliados estratégicos occi-
dentales a retirar sus fuerzas de combate de la Península
Arábiga y de otros países musulmanes (Robert Pape, quien ha
hecho la investigación más importante sobre los suicidas-bomba).
Serios analistas han señalado que las palabras y los hechos de Bin
Laden están muy correlacionados.
31
mente lo que bin Laden esperaba que hiciera: recurrir a la violen-
cia, particularmente con la invasión de Iraq.
32
por las que ha emprendido la guerra contra nosotros. Ningu-
na de esas razones tiene nada que ver con nuestras libertades
y democracia, sino todo que ver con las políticas y acciones
de EEUU en el mundo musulmán. La preocupación de Osama
-es cambiar de manera drástica las políticas occidentales y
estadounidenses en el mundo musulmán, Scheuer escribe: -Es
un guerrero práctico, no un terrorista apocalíptico en busca
del Armageddon.
33
llevar la democracia a las sociedades islámicas, es visto nada
más que como una hipocresía egoísta.
34
contra el desarrollo y la democracia al -apoyar a regímenes
opresores.
_________
35
NAC&POP
2006 Año del homenaje al Dr. Ramón J. Carrillo.
Spam es libertad de expresión AntiSpam es control y censura
despiadados.
- Los revolucionarios de todo el mundo somos hermanos (José
de San Martín).
La Unión Suramericana es lo Urgente
36
Si quiere dar de BAJA su dirección y no recibirnos mas, o si quiere
tramitar un ALTA o realizar una CONTRIBUCION a la distribución de
noticias, datos, mensajes, artículos o reuniones, congresos actos y espec-
táculos, envíe un mensaje a: [email protected] con la palabra baja
o alta en el asunto.
37
o pulsos de los llamados telefónicos, cuando todos sabemos que la co-
municación IP es gratuita e Internet es un territorio libre.
38
Los siete pecados sociales
Mahatma Ghandi
(1869-1948)
39