Disfemia o Tartamudez
Disfemia o Tartamudez
Disfemia o Tartamudez
Terapia de Lenguaje
Prácticas de Familiarización I
Docente:
Nissey Reyes Lozano
Grupo 4
Integrantes:
Dinora Ramos
Yolanda Paguay
Mario Robles
Laura Orrala
Ruth Quiñonez
Alison Pérez
José Sánchez
¿Qué es la Disfemia o Tartamudez?
Los niños y los adultos que tartamudean pueden beneficiarse con tratamientos,
como la logopedia, usando dispositivos para mejorar la fluidez o con terapia
cognitiva conductual.
2. Clónica
Se trata del tipo de disfemia que la gente generalmente conoce. En ella se dan
repeticiones involuntarias de sílabas o de palabras, habitualmente de manera
reiterada.
3. Mixta
Síntomas
Las dificultades del habla del tartamudeo pueden estar acompañadas por:
Parpadeo rápido
Temblor de los labios y la mandíbula
Tics faciales
Movimientos de cabeza
Puños cerrados
Alteraciones en la respiración
Sudoración o transpiración excesiva
Sensación de angustia, estrés o miedo
Taquicardia, hiperventilación
Nerviosismo, temblores o tics
Retraimiento, timidez o evitación de situaciones sociales
Sin embargo, la mayoría de las personas que tartamudean pueden hablar sin
tartamudear cuando hablan consigo mismas y cuando cantan o hablan al
unísono junto a otras personas.
Por otro lado, los hombres tienen mucha mayor probabilidad de desarrollar una
disfemia que las mujeres; así, por cada mujer que presenta síntomas de
tartamudez, hay cuatro hombres afectados por esta enfermedad.
Causas
Genética.
El tartamudeo tiende a ser hereditario. Aparentemente, la tartamudez puede
producirse a causa de anomalías hereditarias (genéticas). Esto no quiere decir
que la enfermedad sea trasmisible de padres a hijos, sino más bien que las
personas que cuentan con esta herencia genética tienen mayores
probabilidades de desarrollar una tartamudez, aunque esto no tiene por qué
pasar necesariamente
La fluidez del habla puede verse alterada por otras causas que no sean la
tartamudez del desarrollo. Un accidente cerebrovascular, una lesión cerebral
traumática u otros trastornos cerebrales pueden hacer que el habla sea más
lenta, o tenga pausas o sonidos repetidos (tartamudez neurógena).
La fluidez del habla también puede verse alterada en el contexto de sufrimiento
emocional. Las personas que no tartamudean pueden tener problemas de
fluidez cuando están nerviosas o se sienten presionadas. Estas situaciones
también pueden hacer que tartamudeen y pierdan fluidez.
Es frecuente que los niños de entre 2 y 5 años tengan períodos en los que
quizás tartamudean. Para la mayoría de los niños el tartamudeo es parte del
aprendizaje del habla y se mejora solo. Sin embargo, un tartamudeo
persistente puede necesitar tratamiento para mejorar la fluidez al hablar.
Factores de riesgo
Los hombres son mucho más propensos a tartamudear que las mujeres. Los
factores que aumentan el riesgo de tartamudeo son los siguientes:
Estrés.
El estrés en la familia, las altas expectativas de los padres u otros tipos de
presión pueden empeorar el tartamudeo existente.
Complicaciones