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BASILEA

UNIVERSIDAD NACIONAL DEL ALTIPLANO – PUNO


 
 

FACULTAD DE CIENCIAS CONTABLES Y


ADMINISTRATIVAS
ESCUELA PROFESIONAL DE ADMINISTRACIÓN

I, II Y III

CURSO: BANCAS Y SEGUROS


DOCENTE: LIC: HUGO, ATENCIO
PRESENTADO POR:
 Kenly, Jallo Huancavilca
 SEMESTRE: VII GRUPO: B
PUNO - PERU
2014
BASILEA I, II Y III

Tabla de contenido
INTRODUCCION.......................................................................................4
LA FORTALEZA FINANCIERA..............................................................5
COMITÉ DE BASILEA...............................................................................6
DECLARACIÓN DE PRENSA................................................................6
BASILEA I..................................................................................................7
PRINCIPIOS DE BASILEA I...................................................................7
Condiciones previas para la el Control Eficaz de Bancos...................7
Concesión de licencias y estructura....................................................8
Reglas y requisitos prudentes.............................................................8
Métodos para el Control Bancario en Curso.....................................11
PILARES DE BASILEA I...................................................................12
- Pilar 2 – Proceso de revisión del supervisor..............................14
- Pilar 3 – Disciplina de mercado..................................................15
- Cobertura de riesgos.................................................................15
BASILEA II...............................................................................................15
Pilar I - Riesgo de Crédito....................................................................18
Riesgo de Crédito – Método Estándar..................................................19
RIESGO DE CREDITO - – Clasificación Interna Fundamental y
Clasificación Interna Avanzada.........................................................23
Pillar I – Riesgo Operativo....................................................................29
Pillar II – Supervisión............................................................................30
(1) Riesgo de Crédito -......................................................................33
(2) Riesgo Operativo -.......................................................................33
Revisión de Supervisión de la Conformidad con los Estándares
Mínimos:...........................................................................................37
Pillar III – Disciplina del Mercado......................................................38

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BASILEA I, II Y III
BASILEA III..............................................................................................41
Implicaciones previstas de Basilea III...............................................45
Impactos causados por las tres áreas de enfoque (cont.).................46
Impactos sobre los estados financieros...................................................46
Cambios y Repercusiones................................................................47
Principales cambios del nuevo..........................................................47
Acuerdo (Basilea III).........................................................................47

BANCAS Y SEGUROS 3
BASILEA I, II Y III

Basilea I, II Y III
INTRODUCCION
Mucha gente se pregunta: ¿Qué es el índice de Basilea?  ¿Será una
norma que controla a los bancos?¿Un índice financiero de la banca
Suiza?. Bueno; tal vez tenga un poco de cada cosa , pero es importante
que conozcamos por qué su procedencia.
La banca, después de la II Guerra Mundial buscó y generó su expansión.
La banca comercial en Francia se desarrolló increíblemente al igual que
los bancos italianos, alemanes, suizos, holandeses, ingleses, suecos y
daneses. Paralelamente a esto, la banca norteamericana fue ejemplo de
ayuda internacional y se consolidó en los años sesenta y setenta como
los pioneros de la banca corporativa, mencionando al Chase Manhattan
Bank, First Nacional City Bank (hoy Citigroup), Bank of New York,
Manufacturers Hannover Trust, Bank of America. . . etc.
Entrada la década de los ochenta, llamada la década perdida de América
Latina, muchos bancos norteamericanos poseían excedentes en dólares,
llamados comúnmente petrodólares, para ser colocados fuera de su país.
Empezaron y se dispersaron los préstamos con intereses blandos por
ciento de empresas y entidades financieras de casi toda América Latina.
Simultáneamente a esto, la banca europea también prestaba para
proyectos en la región, pero fueron más conservadores y desde mediados
de los años ochenta se aglomeraron los más importantes bancos de
Europa Occidental para crear desde la ciudad de Basilea, Suiza, las
primeras normas para fortalecer cualquier institución financiera. Ya en
Diciembre de 1974, los gobernadores del G-10 (de los diez grandes
bancos centrales europeos) crearon el Comité de Supervisión Bancaria de
de Basilea con el fin de mejorar la colaboración entre las autoridades de
supervisión bancaria.
El comité de Basilea constituye un foro de debate para la resolución de
problemas específicos de supervisión. Coordina la distribución de las
competencias supervisoras entre las autoridades nacionales, a fin de
garantizar una supervisión eficaz de las actividades bancarias, y con el

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BASILEA I, II Y III
paso del tiempo sus normas de supervisión transfronteriza se ha
convertido en un referente en todo el mundo.
Las pautas recogidas en el I Acuerdo de Basilea, ó sea, Basilea I de 1988
de adecuación de capital para la banca son de enorme importancia. Las
reglas han demostrado su valía, sobretodo la regla principal, por la cual
los bancos deben mantener un volumen de capital que, por lo mínimo,
sea del 8% del valor total de sus activos, ponderado por su nivel de
riesgo.
Bueno; en 1994 reventó una crisis financiera que hizo que muchos de los
bancos norteamericanos, pequeños y medianos, que prestaron dinero por
toda América Latina, se fueron al traste, siendo absorbidos por bancos
más grandes y teniéndose que negociar las liquidaciones de los
préstamos con emisiones de bonos denominados Brady, por el antiguo
Secretario del Tesoro de los Estados Unidos llamado James Brady quien
les dio el respaldo para poder recuperar, a mediano y largo plazo, las
colocaciones efectuadas. De ahí, el famoso y sonado efecto tequila de la
quiebra de bancos en México, así como, por ejemplo, Venezuela en 1994
que le costó en la quiebra de más de 16 bancos la suma de más de US$
8. 000. 000. 000 en bonos de la República.

LA FORTALEZA FINANCIERA
Después de la crisis de 1994, ya los bancos fueron capitalizándose
aceleradamente para soportar en 1997 la crisis financiera asiática al igual
que la crisis rusa, brasilera y de Turquía.
El acuerdo de Basilea I ha jugado un papel importante en el
fortalecimiento de los sistemas bancarios. La repercusión de ese acuerdo,
en cuanto al grado de homogenización alcanzado en la regulación de los
requerimientos de solvencia ha sido extraordinaria.
Mientras Basilea I ha sido diseñado para bancos con actividad
internacional y para los entonces 11 países representados en el Comité
de Basilea, más de 130 países lo han adoptado. Además, cuenta con el
reconocimiento del Fondo Monetario Internacional y del Banco Mundial
como buena práctica internacional.

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BASILEA I, II Y III
COMITÉ DE BASILEA
El Comité de Basilea sobre el Control de los Bancos es un comité de
superintendencias bancarias, establecido en 1975 por los gobernadores
de los bancos centrales del Grupo de Diez países. Está integrado por
altos representantes de las superintendencias y de los bancos centrales
de Alemania, Bélgica, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón,
Luxemburgo, Holanda, el Reino Unido, Suecia, Suiza. Generalmente se
reúne en el Banco de Pagos Internacionales en Basilea, donde se
encuentra su secretaría permanente.
A continuación una traducción extraoficial de la declaración de prensa del
Comité de Basilea sobre Control de Bancos, del Banco de Pagos
Internacionales, en ocasión de la publicación de los "Principios Esenciales
para el Control Bancario Eficaz". La declaración de prensa, dada a
conocer el 22 de septiembre de 1997, describe la labor del Comité y
enumera 25 principios de control eficaz.

DECLARACIÓN DE PRENSA
El Comité de Basilea sobre Control de Bancos, con la aprobación de los
gobernadores de los bancos centrales del Grupo de Diez países, publica
hoy los Principios Esenciales de Basilea para el Control Bancario Eficaz.
Este documento, que es una versión revisada de un informe consultivo
dado a conocer en abril de 1997, establece un conjunto de veinticinco
principios básicos que en consideración del Comité de Basilea deben ser
adoptados para lograr un sistema de control eficaz.
Los Principios Esenciales de Basilea fueron redactados por el Comité de
Basilea, en estrecha colaboración con las superintendencias bancarias en
quince países de mercados emergentes y después de extensas consultas
con muchas otras superintendencias bancarias en todas partes del
mundo.
Estos Principios constituyen los elementos básicos de un sistema eficaz
de control. Son amplios en su alcance, comprenden las condiciones
previas para un control bancario eficaz, la concesión de licencias
y estructura, las reglas y requisitos de prudencia, los métodos de control
en curso, los requisitos de información, las facultades reglamentarias de
las superintendencias bancarias y la banca transfronteriza.

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BASILEA I, II Y III
Los Principios Esenciales de Basilea tienen por objeto servir de referencia
básica para que los superintendentes y demás autoridades públicas en
todo el mundo los apliquen en el control de todos los bancos en su
jurisdicción. Se invitará a las superintendencias bancarias de todas partes
del mundo a que den su aprobación a los Principios Esenciales a más
tardar para octubre de 1998. Dicha aprobación incluirá la tarea de revisar
los arreglos para el control en vigencia tomando como guía los Principios.
La rapidez con que se puedan introducir los cambios variará,
dependiendo de las facultades reglamentarias necesarias ya en manos de
las superintendencias. En casos en que se requieran modificaciones
legislativas, se solicita a los legisladores nacionales considerar,
con carácter urgente, los cambios necesarios para lograr que los
Principios puedan ser aplicados en todos sus aspectos substanciales.
Los Principios Esenciales de Basilea tienen por objeto servir de referencia
para los superintendentes y demá autoridades públicas dentro de los
países e internacionalmente. Es cuestión de las superintendencias
nacionales, muchas de las cuales buscan fortalecer su actual régimen de
control, utilizar el documento adjunto para revisar los arreglos de control
que estén en vigencia e iniciar un programa para remediar cualquier
deficiencia tan rápidamente como sea práctico dentro de sus facultades
legales.

BASILEA I
PRINCIPIOS DE BASILEA I
Condiciones previas para la el Control Eficaz de Bancos
1. Un sistema eficaz de control bancario asignará responsabilidades
y objetivos claros a cada uno de los organismos involucrados en el
control de las organizaciones bancarias. Todos estos organismos
deberán tener independencia para funcionar y los
debidos recursos. El control bancario también requiere un marco
jurídico apropiado, incluyendo disposiciones relativas a la
autorización de organizaciones bancarias y su control en curso;
facultades para atender al cumplimiento de las leyes, así como las
cuestiones de seguridad y solidez, y protección jurídica para los

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BASILEA I, II Y III
superintendentes. Deberá contarse con arreglos para el
intercambio de información entre los éstos y para la protección de
la reserva de tal información.

Concesión de licencias y estructura


1. Deberán definirse claramente las actividades que se permiten a
las instituciones autorizadas para funcionar como bancos, sujetas
a control. La utilización del nombre de "banco" deberá controlarse
tanto como sea posible.

2. El organismo que expide la licencia deberá poder fijar criterios y


rechazar las solicitudes de establecimientos que no satisfagan
las normas fijadas. El proceso de la concesión de licencia deberá
consistir, por lo menos, de un evalúo de
la estructura del capital social de la organización bancaria, sus
directores y personal directivo superior, su plan de operaciones y
controles internos y de sus expectativas financieras, incluyendo su
base de capital; cuando el propietario o
la organización matriz propuesta sea un banco extranjero, deberá
obtenerse de antemano el consentimiento de la superintendencia
bancaria del país de origen.

3. Las superintendencias bancarias deberán tener la facultad de


examinar y rechazar cualquier propuesta para transferir a otras
entidades una porción considerable de la propiedad o participación
mayoritaria de bancos ya establecidos.

4. Los supervisores bancarios deberán tener la facultad de


establecer criterios para examinar las adquisiciones
e inversiones importantes que haga un banco, con el objeto de
asegurarse que las afiliaciones de la entidad o su estructura social
no exponen al banco a riesgos indebidos o entorpecen
el control eficaz.

Reglas y requisitos prudentes


1. Las superintendencias bancarias deberán fijar requisitos prudentes
y apropiados en cuanto a la suficiencia legal de capital para todos
los bancos. Tales requisitos deben considerar los riesgos que

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BASILEA I, II Y III
toman los bancos y deben definir los componentes de capital,
teniendo en cuenta su capacidad para absorber pérdidas. Por lo
menos en lo que se refiere a bancos con actividades
internacionales, estos requisitos no deben ser menos que los
establecidos en el Acuerdo de Basilea sobre Capital y sus
enmiendas.

2. Parte esencial de todo sistema de control es la evaluación de


las políticas, prácticas y procedimientos del banco relacionados
con la concesión de préstamos y sus inversiones y la
administración corriente de las carteras de préstamos e
inversiones.

3. Las superintendencias bancarias deberán asegurarse de que el


banco establezca y observe políticas, prácticas y procedimientos
para evaluar la calidad de los haberes y la suficiencia de las ???
reservas para pérdidas por préstamos.

4. Las superintendencias bancarias deberán cerciorarse de que el


banco tenga un sistema de información para la administración que
permita a ésta detectar concentraciones en la cartera y deberán
fijar límites prudentes para restringir el monto de préstamos
vigentes otorgados a un sólo prestatario o grupos de prestatarios
relacionados.

5. Con el fin de prevenir los abusos que pueden originarse de


operaciones crediticias conexas, los superintendentes deberán
establecer requisitos según los cuales los préstamos que los
bancos otorguen a compañías o individuos relacionados tengan
como base la independencia mutua de las partes, que sean
vigilados en forma eficaz y que se tomen otras medidas
apropiadas para controlar o disminuir los riesgos de los mismos.

6. Las superintendencias bancarias deberán asegurarse de que los


bancos tengan establecidas políticas y procedimientos apropiados
para precisar, vigilar y controlar el riesgo representado por un país
y el riesgo de transferencia en sus actividades internacionales

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BASILEA I, II Y III
crediticias y de inversión y para mantener las reservas apropiadas
para tales riesgos.

7. Las superintendencias bancarias deberán cerciorarse de que los


bancos establezcan sistemas que midan con exactitud, vigilen y
controlen debidamente los riesgos de mercado. Las
superintendencias deberán tener facultades para imponer límites
específicos y/o un cargo específico de capital
por exposición crediticia de mercado, si se justifica.

8. Las superintendencias bancarias deberán asegurarse de que los


bancos establezcan un proceso general para la gestión de los
riesgos (que incluya vigilancia por parte de la junta y el personal
directivo superior) a fin de precisar, medir, observar y controlar
todos los demás riesgos importantes y, si es del caso, retener
capital para cubrir esos riesgos.

9. Las superintendencias bancarias deberán fijarse que los bancos


tengan los controles internos adecuados a la naturaleza y alcance
de sus actividades. Estos deben incluir arreglos claros para
delegar autoridad y responsabilidad; separación de
las funciones de contraer compromisos en nombre del banco,
desembolsar ? sus fondos y responder por sus haberes
y obligaciones; así como la armonización de estos procesos; la
salvaguardia de sus haberes y la debida auditoría independiente
interna o externa y tareas ? que implican acatamiento con el fin de
poner a prueba la observancia de estos controles y de las leyes y
reglas aplicables.

10. Las superintendencias bancarias deben asegurarse de que los


bancos establezcan las políticas, prácticas y procedimientos
apropiados, incluso la regla "conozca a su cliente", para fomentar
normas éticas y profesionales en el sector financiero y evitar que
los bancos sean utilizados, voluntaria o involuntariamente, por
elementos delincuentes.

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BASILEA I, II Y III
Métodos para el Control Bancario en Curso
1. 16. Un sistema eficaz de superintendencia bancaria deberá
constar de alguna forma de control tanto en el establecimiento
como fuera de él.

2. 17. Las superintendencias bancarias deberán tener contactos


regulares con las gerencias de los bancos, así como una
comprensión a fondo de las operaciones de éstos.

3. 18. Las superintendencias bancarias deberán tener


los medios para recoger, recibir y analizar informes de prudencia e
informes estadísticos de los bancos en forma individual y global.

4. 19. Las superintendencias bancarias deberán contar con los


medios para confirmar la veracidad de la información que reciban,
bien sea mediante una revisión en la institución o por medio de
auditores externos.

5. 20. Un elemento esencial del control bancario es la capacidad de


las superintendencias para supervisar el grupo bancario en forma
global.

6. Requisitos de Información

7. 21. Las superintendencias bancarias deberán asegurarse de que


cada banco mantenga los registros debidos, llevados conforme a
políticas y prácticas contables coherentes que permitan a la
superintendencia obtener un cuadro real y justo de la situación
financiera del banco y de la rentabilidad de sus actividades, y que
publique periódicamente estados financieros que reflejen en buena
forma su situación.

8. Facultades Reglamentarias de las Superintendencias

9. 22. Las superintendencias bancarias deberán tener a su alcance


medidas de control apropiadas a fin de lograr en forma oportuna
una intervención correctiva cuando los bancos no cumplan con
requisitos de prudencia (como coeficientes legales de suficiencia
de capital), cuando haya violaciones fiscales o cuando los

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BASILEA I, II Y III
depósitos corran algún otro riesgo. En circunstancias extremas,
ello deberá incluir la posibilidad de revocar la licencia del banco o
de recomendar su revocación.

10. Banca Transnacional

11. 23. Las superintendencias bancarias deberán realizar control


mundial consolidado sobre sus organizaciones bancarias con
actividades internacionales, vigilando y aplicando debidamente las
normas de prudencia a todos los aspectos de las actividades que
llevan a cabo estas organizaciones mundialmente, especialmente
en sus sucursales extranjeras, empresas conjuntas y subsidiarias.

12. 24. Un componente clave de la supervisión consolidada es


establecer contactos e intercambio de información con las otras
superintendencias involucradas, especialmente las del país
anfitrión.

13. 25. Las superintendencias bancarias deberán exigir que las


operaciones locales de los bancos extranjeros se realicen
acatando las mismas normas elevadas que se aplican a
las instituciones nacionales y deberán tener la facultad de
compartir con el país de origen de esos bancos la información que
necesite su superintendencia para llevar a cabo un control
consolidado.

PILARES DE BASILEA I
- Pilar 1 – Requerimientos de capital

El primer pilar establece cuáles son los requerimientos mínimos de


capital que debe tener una entidad financiera para cubrir los
riesgos de crédito y operativo, principalmente.

- Riesgo de crédito

Con relación a Basilea I, la nueva versión del acuerdo representa


un avance en la medición de riesgo de crédito, al tornar más
sensibles los requerimientos de capital del riesgo en las
operaciones activas, y permitir para

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BASILEA I, II Y III
su cálculo, métodos estadísticos desarrollados en los últimos años
en la comunidad académica. BII propone que los bancos puedan
escoger entre dos alternativas para estimar el capital mínimo
requerido para cubrir este tipo de riesgo: un método estándar y el
método de clasificaciones internas.

- El método estándar

La primera alternativa se basa en las evaluaciones del crédito que


realizan agencias calificadoras, las cuales han sido previamente
reconocidas por las autoridades de regulación, cumpliendo
algunos requerimientos de objetividad, independencia, divulgación
y credibilidad, entre otros.

Estas agencias son las encargadas de calificar los activos de


acuerdo con parámetros objetivos y siguiendo procesos
estadísticos de alto valor técnico. Para efectos de asignar la
ponderación de cada activo, éstos se dividen en grupos de
acuerdo con los sujetos pasivos de la operación y la calificación.

- Calificaciones internas

La segunda alternativa que contempla el Acuerdo es que las


entidades creen sus propias metodologías para medir los cargos
de capital derivados de su exposición al riesgo de crédito, definida
en función de cuatro variables: la probabilidad de incumplimiento
(PD); los recursos comprometidos en el momento del default
(EAD); la pérdida dado el incumplimiento; y el plazo
al vencimiento de la obligación (M).

Las entidades deberán cumplir con algunos requisitos mínimos


antes de entrar a operar con sus modelos internos. En primer
lugar, el banco estará obligado a demostrar que
su metodología tiene un buen poder de predicción y que sus
requerimientos de capital no quedan distorsionados. Deberá
contar con un proceso de examen de los datos que se incorporan
como argumentos de los modelos, demostrando que son
representativos del universo de sus prestatarios.

BANCAS Y SEGUROS 13
BASILEA I, II Y III
- Riesgo operativo

El otro tipo de riesgo que se incluye en el Pilar 1 para estimar el


nivel de capital adecuado, es el riesgo operativo (operaciones
internas del banco). Este se define como aquella pérdida
resultante de manejos inadecuados o provocados por eventos,
fallas en los procesos internos, las personas, los sistemas, o
eventos externos. A pesar de que este tipo de riesgo siempre
ha estado presente en todas las líneas de negociosde las
entidades bancarias, lo novedoso de BII es que lo incorpora en la
medición de capital adecuado.

- Pilar 2 – Proceso de revisión del supervisor


Este pilar complementa lo que las entidades financieras iniciaron
con el análisis de los requerimientos de capital. Recomienda dar al
supervisor las herramientas legales y técnicas, para que pueda
evaluar qué tan bien se están midiendo los riesgos en las
entidades financieras y si el nivel de capital es adecuado para sus
operaciones activas.

El pilar se fundamenta en los siguientes cuatro principios de


supervisión:

o Los bancos deben contar con procesos para establecer el


nivel de capital asociado con su perfil de riesgo y
las estrategias para mantenerlo a niveles adecuados.

o Los supervisores deben revisar y evaluar los


procedimientos de los bancos y las estrategias para
cumplir con los requerimientos de capital.

o Los supervisores deben procurar que las entidades operen


con niveles de capital por encima de los mínimos
requeridos.

o Los supervisores deben tener la capacidad para intervenir


anticipadamente con el fin de prevenir que los niveles de

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BASILEA I, II Y III
capital de las entidades caigan por debajo de los mínimos
requeridos.

- Pilar 3 – Disciplina de mercado


El último pilar establece una serie de principios de divulgación de
información para que los participantes del mercado estén en
capacidad de evaluar el perfil de riesgo de un banco y su nivel de
capitalización. Esto permitirá fomentar la disciplina que pueden
imponer los acreedores a las entidades financieras. La amenaza
latente que éstos puedan subir las primas de riesgo o reducir el
monto de financiación a los bancos, crea los incentivos necesarios
para que las instituciones financieras se comporten de manera
prudente, reduciendo el azar moral que conlleva la existencia de
un sistema de seguro de depósitos o la falta de información
pública sobre el monto de riesgos y la estructura de capital.

El pilar 3 pretende que los bancos hagan pública la información


relacionada con su capital regulatorio, con su exposición al riesgo
y con su nivel de capital, medido a través de los activos
ponderados por riesgo de acuerdo con las metodologías del Pilar
1.

- Cobertura de riesgos
Los riesgos de pérdidas que asumen los bancos al intermediar
fondos y prestar servicios financieros se pueden clasificar en los
que toman en forma deliberada y en aquellos que asumen en
forma involuntaria. La principal característica de los primeros es
que los bancos los pueden medir y gestionar.

BASILEA II
El Nuevo Acuerdo de Basilea es una revisión del Acuerdo de 1988, que
introduce orientaciones a los órganos de supervisión bancaria,
relacionadas con disciplina de mercado, independientemente de las que
están relacionadas con las prácticas de gestión y administración de
riesgos.

BANCAS Y SEGUROS 15
BASILEA I, II Y III
Después de la publicación del Acuerdo de 1988, el Comité de Basilea
continuó realizando debates y análisis sobre gestión de riesgos en
instituciones financieras, especialmente los bancos, manteniendo, sin
embargo, el enfoque en la actividad de supervisión bancaria.

Aún después de la publicación del Acuerdo de 1988, continuó el proceso


de debates y análisis sobre gestión de riesgos en instituciones financieras
y bancos, en vista de la necesidad de un enfoque regulador a ser
adoptado por los órganos de supervisión bancaria de los países
miembros. Paralelamente, muchos países que buscan seguir las
orientaciones del Comité de Basilea tienen igual necesidad de un enfoque
regulador, que tenga por objeto el fortalecimiento de la solidez y la
estabilidad de los sistemas bancarios existentes, de modo que los
resultados que se obtengan puedan repercutir positivamente en el
sistema bancario internacional.

ESTRUCTURA DEL NUEVO ACUERDO DE BASILEA CUADRO I –


PRINCIPALES ASPECTOS DEL NUEVO ACUERDO DE BASILEA

BANCAS Y SEGUROS 16
BASILEA I, II Y III

El Cuadro I presenta los tres pilares fundamentales del Nuevo Acuerdo de


Basilea. El Pilar I resume las orientaciones del Comité referente a las
actividades de gestión de riesgos, debiendo observar que,
necesariamente, la Exigencia de Capital Mínimo contempla los resultados
verificables debido a la práctica efectiva de gestión del Riesgo de Crédito,
Riesgo Operativo y Riesgo de Mercado.

Además, con relación al Pilar I, es necesario destacar que las


orientaciones del Comité de Basilea contemplan, de modo significativo, la
necesidad de esfuerzos por parte de las instituciones, para desarrollar
internamente estructuras, procesos de captura de datos, metodologías y
algoritmos para las actividades relacionadas a la gestión de riesgo, así
como también para la medición de las exigencias de capital mínimo
relativas al Riesgo de Crédito, Riesgo Operativo y Riesgo de Mercado

El Pilar II se refiere a la Supervisión Bancaria y representa las


orientaciones del Comité de Basilea a los órganos responsables por esa
actividad, en cuanto a la necesidad de una implementación sólida y a la
reglamentación, seguimiento y revisión de las actividades relacionadas al
Pilar I, desarrolladas por las instituciones supervisadas.

La Disciplina de Mercado se presenta en el Pilar III, que, de acuerdo a las


orientaciones del Comité de Basilea, le indica a los órganos de
supervisión bancaria las prácticas relacionadas a la divulgación de
informaciones, sobre las actividades internas relativas a la gestión de
riesgos, datos cuantitativos sobre el cálculo de las exigencias de capital
mínimo y las interacciones inherentes a datos contables. En el Pilar III,
también se consideran las orientaciones a los órganos de supervisión
bancaria en cuanto a la necesidad de bases reglamentarias aplicables a
las instituciones, teniendo por objeto aspectos relacionados a la
frecuencia y al modo de divulgación de las informaciones, así como
también a su relevancia.

A continuación se presentan de modo resumido los principales aspectos


del Nuevo Acuerdo de Basilea para Gestión de Riesgo de Crédito, Riesgo
Operativo y Riesgo de Mercado.

BANCAS Y SEGUROS 17
BASILEA I, II Y III
Pilar I - Riesgo de Crédito
El Nuevo Acuerdo de Basilea presenta la propuesta del Comité de Basilea
para permitirle a las instituciones la elección entre tres enfoques, siendo dos
considerados metodologías amplias para fines de comprobación de la
exigencia de capital para Riesgo de Crédito. En resumen, esos enfoques son:
CUADRO II – RIESGO DE CRÉDITO – PRINCIPALES ASPECTOS DEL
NUEVO ACUERDO DE BASILEA

Referente a los enfoques descritos en el Cuadro II, las orientaciones del


Comité de Basilea consideran aspectos que todavía no tienen respaldo
técnico o reglamentario en el sistema financiero de un grupo considerable
de países que, por medio de sus respectivos órganos de supervisión
bancaria, buscan seguir las orientaciones e indicaciones presentadas por
el Comité. Entre esos aspectos, vale destacar la utilización de
evaluaciones de crédito externas, representadas por los informes de
riesgo de crédito con atribución de rating, para fines de clasificación del
nivel de riesgo de un determinado deudor. El Comité de Basilea deja claro
que la hipótesis de utilizar evaluaciones de crédito externas sólo será
posible si, necesariamente, la entidad proveedora de la evaluación de

BANCAS Y SEGUROS 18
BASILEA I, II Y III
crédito fuera reconocida por el órgano de supervisión bancaria del país,
como calificada¹ para fines de capital.

Con excepción del método estándar, que contempla los aspectos de


ponderación de activos de modo semejante al que se verifica en el
Acuerdo de 1988, las instituciones bancarias que opten por el desarrollo
de la clasificación interna fundamental, o de la clasificación interna
avanzada, estarán sujetas a la aprobación formal por parte del órgano de
supervisión bancaria para la utilización de los modelos internos de
clasificación de Riesgo de Crédito. En el proceso de aprobación, el
órgano de supervisión bancaria debe considerar el análisis, evaluación y
el entendimiento de la metodología, procesos y premisas, adoptados por
las instituciones bancarias.

Riesgo de Crédito – Método Estándar


La aplicación del Método Estándar considera, además de la posibilidad de
utilizar informes de evaluación de crédito elaborados por entidades
externas reconocidas como calificadas para fines de capital, la necesidad
de clasificación del Riesgo de Crédito relativo a las exposiciones en
carteras de títulos públicos, sean ellos de emisión del gobierno central,
gobierno estatal o de provincias, y gobierno municipal, como también
aquel relacionado a carteras compuestas por títulos representativos de
deuda, tales como debentures, emitidos por autarquías o personas
jurídicas controladas, directa o indirectamente, por un ente del poder
público. De modo práctico, el riesgo representado por un ente público se
debe reflejar en el perfil de la autarquía o de la persona jurídica controlada
por él, debido a la dependencia en términos de gestión, presupuesto y,
necesariamente, a la atención de políticas públicas, cuyo efecto puede
perjudicar la situación financiera, especialmente el flujo de caja, de la
autarquía o persona jurídica emisora de los títulos.

Con relación a las exposiciones representadas por títulos de emisión de


instituciones financieras, el Comité de Basilea orienta acerca de la
necesidad de clasificación de esas instituciones para fines de ponderación
del Riesgo de Crédito y asignación de capital, permitiendo, también, la
utilización de evaluación de crédito realizada por entidad externa
calificada, para fines de capital.

BANCAS Y SEGUROS 19
BASILEA I, II Y III
Esa orientación contempla dos posibilidades. La primera permite la
utilización de ponderación de riesgo por lo menos en una categoría
inferior a aquella atribuida al gobierno del país donde está establecida la
institución emisora. La segunda considera la utilización de la ponderación
de Riesgo de Crédito basada en la evaluación externa de crédito de la
institución emisora, representada en este caso por el informe de rating,
debiendo destacar que las instituciones emisoras de títulos que presentan
evaluación externa de crédito, deberán tener su exposición ponderada en
50% para fines de asignación de capital.

Vale destacar que los órganos de supervisión bancaria son soberanos en


cuanto a la elección y definición de esas posibilidades, como también
pueden determinar criterios más conservadores relacionados a la
evaluación del Riesgo de Crédito de contrapartes financieras.

Referente a las operaciones de préstamos a personas jurídicas y


personas físicas, las orientaciones presentadas en el Nuevo Acuerdo de
Basilea contemplan la Aplicación del Método Estándar, debido a la
segregación de la cartera de préstamos y financiaciones en dos grupos:
(1) Minorista, abarcando operaciones con personas físicas y empresas de
pequeño tamaño; y (2) Corporativo, abarcando empresas consideradas
Corporate y Middle-market.

La ponderación de riesgo relativa a las exposiciones del grupo corporativo


considera, según el ejemplo presentado para exposiciones en carteras de
títulos de emisión de entes del poder público e instituciones financieras, la
posibilidad de utilizar evaluaciones de crédito externas, siendo
prerrogativa de los órganos de supervisión bancaria mantener, como se
establece en el Acuerdo de 1988, la ponderación de riesgo en 100%,
independientemente de la evaluación externa de crédito relativa al
deudor. Esa prerrogativa tiene por objeto evitar la utilización de una
evaluación de crédito más conveniente para la institución financiera, que
posee la exposición, cuando ocurra la hipótesis de existencia de dos o
más evaluaciones de crédito externas para una misma sociedad
clasificada en el grupo Corporativo.

El uso de evaluaciones de crédito externas se debe estudiar


cuidadosamente, en que pese la orientación favorable del Comité de

BANCAS Y SEGUROS 20
BASILEA I, II Y III
Basilea, pues es posible la identificación de evaluaciones de crédito
externas de una determinada empresa, cuyo rating atribuido considera el
conjunto de los análisis sobre la condición económico financiera
comprobada mediante los Estados Financieros, sus operaciones y
proyecciones de generación de caja, así como también evaluaciones de
crédito externas relativas y limitadas solamente a un programa de emisión
de títulos representativos de deuda, tales como debentures o commercial
papers, cuya formatación jurídica y estructura de garantías propuestas, a
criterio de la entidad responsable por la evaluación de crédito, puede
tener un rating distinto a aquel relativo a la evaluación de crédito externa,
que contempla la empresa y su capacidad de generación de caja.

Las exposiciones representadas por operaciones de préstamos y


financiaciones con personas físicas y empresas de pequeño tamaño,
siempre que se encuadren en una cartera de Minorista, son tratadas,
según las orientaciones del Comité de Basilea, de modo distinguido para
fines de ponderación de riesgo para destinación de capital, realizándose
esta ponderación en el 75% de la exposición, excluyéndose de esta
hipótesis las operaciones vencidas y aquellas relacionadas a financiación
habitacional.

La Aplicación de la ponderación de riesgo para cartera de Minorista, debe


seguir necesariamente los siguientes criterios:

- Exposición representada por operación de préstamo o financiación


contratada con persona física o empresa de pequeño tamaño;

- La operación de crédito, necesariamente debe haber sido


contratada bajo la forma de:

- Crédito rotativo, tal como contrato de tarjeta de crédito;

- Límites de crédito, por medio de contratos de cuenta garantizada o


cheque especial;

- Préstamo personal;

- Contratos de arrendamiento mercantil; y

BANCAS Y SEGUROS 21
BASILEA I, II Y III
- Líneas de crédito para empresas de pequeño tamaño, tales como
líneas para operaciones de Capital Circulante.

- Aspecto de pulverización de la cartera de Minorista, de modo que


no exista concentración de exposición en un grupo de deudores,
en relación al volumen total de la cartera;

- Valor máximo de exposición, por contraparte, en 1.000.000,00²


(un millón de euros).

Con relación al aspecto de concentración de exposición en la cartera de


Minorista, el Comité de Basilea entiende que es necesario establecer un
límite de ‘corte’, de modo que no sea posible la consideración, en la
cartera de Minorista, de la exposición de una contraparte en valor superior
al límite establecido de concentración.

El Nuevo Acuerdo de Basilea sugiere que el límite de concentración


corresponda al 0,2% del volumen total de la cartera de Minorista. No
obstante, los órganos de supervisión bancaria son soberanos para definir
y establecer esa clase de límite.

Considerando el establecimiento de un límite con base en un porcentaje


del volumen total de la cartera, la definición de un valor máximo de
exposición por contraparte posibilita el mantenimiento del criterio de
granulación de la cartera, independientemente del volumen total de la
cartera de Minorista.

Aún con relación al trato de la ponderación de riesgo de la cartera de


Minorista, el Comité de Basilea orienta a los órganos de supervisión
bancaria a considerar el perfil y experiencia de incumplimiento, al objeto
de ajustar la ponderación de riesgo, en caso que se aplique a niveles
superiores al 75%.

El Método Estándar también considera la ponderación de riesgo para


operaciones garantizadas por inmuebles residenciales o comerciales. La
orientación del Comité de Basilea contempla la ponderación de riesgo en
35% para las operaciones garantizadas por inmuebles residenciales. Sin
embargo, presenta indicador de ponderación del 100% para las
operaciones garantizadas por inmuebles comerciales, considerando el

BANCAS Y SEGUROS 22
BASILEA I, II Y III
historial de pérdidas en determinados países, como los problemas
verificados en el sistema financiero japonés.

Los órganos de supervisión bancaria deben establecer el perfil de


ponderación de riesgo debido a aspectos locales, los cuales deben
abarcar la formatación jurídica relativa a la constitución de garantías
basada en inmuebles residenciales y comerciales, programas específicos
de financiación habitacional relacionados con políticas gubernamentales,
historial de realización de garantías debido a incumplimiento y
complejidad jurídica para ejecución de esas garantías.

RIESGO DE CREDITO - – Clasificación Interna Fundamental y


Clasificación Interna Avanzada
Además del Método Estándar, el Nuevo Acuerdo de Basilea contempla la
posibilidad de que las instituciones financieras utilicen, mediante
aprobación del órgano de supervisión bancaria, el Método de Clasificación
Interna Fundamental o el Método de Clasificación Interna Avanzada, con
la finalidad de determinar la exigencia de capital mínimo para una
determinada exposición al Riesgo de Crédito.

La aprobación previa por parte del órgano de supervisión bancaria emana


de la utilización de estimativas internas de componentes de riesgo, que
deben contemplar necesariamente la medición cuantitativa de indicadores
como Probabilidad de Incumplimiento (Probability of Default – PD),
Pérdida Debido al Incumplimiento (Loss Given Default – LGD), Exposición
al Incumplimiento (Exposure at Default – EAD) y el Vencimiento Efectivo
(Maturity – M) de las operaciones de crédito. Es necesario considerar que
la utilización de cualquiera de los Métodos de Clasificación Interna
demanda, según orientación del Comité de Basilea, que se cumplan las
exigencias referentes a la divulgación de informaciones cualitativas y
cuantitativas, hecho que está relacionado con el Pilar III – Disciplina de
Mercado, como también la posible obligación de utilizar parámetros
preestablecidos por los órganos de supervisión bancaria referente a una
(o más) estimativa interna de componentes de riesgo.

El Método de Clasificación Interna, Fundamental o Avanzado se debe


adoptar para todas las clases de activos, alcanzando enseguida, como en
el Método Estándar, la clasificación del riesgo de contrapartes en carteras

BANCAS Y SEGUROS 23
BASILEA I, II Y III
de títulos, por ejemplo. Los enfoques relativos a las dos posibilidades de
utilizar el Método de Clasificación Interna posuen puntos comunes que se
presentarán a continuación, tratándose las características intrínsecas a
cada enfoque, en temas específicos. Es importante registrar que, según
orientación del Comité de Basilea, los activos que no estén sujetos a
tratamiento por parte de los Métodos de Clasificación Interna,
obligatoriamente deberán tener su ponderación de riesgo calculada con
base en 100%, hecho que, de forma aislada, debe ser identificado por las
instituciones financieras en el desarrollo y aplicación de la metodología.

Con relación a los puntos comunes descritos anteriormente, la adopción


del Método de Clasificación Interna, Fundamental o Avanzado, como
recomienda el Nuevo Acuerdo de Basilea, demanda de las instituciones
financieras la categorización de los activos en clases distintas,
considerando los riesgos subyacentes y atendiendo las siguientes
definiciones:

• Activos Corporativos, divididos en cinco subclases de exposiciones:

- Financiación de Proyecto, donde se considera la generación de caja del


propio proyecto como fuente de pago de la operación de préstamo o
financiación contraída con la institución financiera, así como también el
proyecto, o partes de éste, considerado la propia garantía del crédito;

- Financiación de Objeto, que contempla, por ejemplo, operaciones de


arrendamiento mercantil o préstamos con pago fraccionado, cuyos
recursos se destinan a la adquisición de bienes durables, tales como
activos fijos, al objeto de generar flujo de caja. En esa subclase, se
encuentran, por ejemplo, operaciones para adquisición de vehículos, con
finalidad de alquiler, cuya expectativa futura de generación de caja es
considerada fuente de recursos para pago de la operación de crédito. En
caso que el prestatario del recurso tenga una condición económico
financiera que le posibilite el pago de la operación de crédito, sin
necesidad de considerar el flujo de caja futuro de los bienes objeto, esta
exposición se debe tratar como una exposición Corporativa Caucionada;

- Financiación de Commodities, teniendo en cuenta el valor de la


commodity como variable de reducción del riesgo de exposición, en vez

BANCAS Y SEGUROS 24
BASILEA I, II Y III
de considerarla garantía accesoria principal para el finiquito de la
operación de crédito en caso de incumplimiento. El Comité de Basilea
considera estructurada esa modalidad de operación de corto plazo y se
utiliza para fines de estudio en operaciones con commodities negociadas
en mercados organizados, reembolsándose la exposición de crédito por el
producto generado con la venta de las commodities, pues, según
conjetura del propio Comité, el prestatario del recurso no tiene capacidad
económico financiera para pagarle la deuda a la institución financiera. Esa
subclase se aplica a las instituciones financieras que actúan en
economías estructuradas, no siendo aplicable a diversos países donde
falta un mercado futuro de commodities debidamente estructurado en
relación al plazo de los contratos y pulverización de los volúmenes
negociados. En un análisis preliminar, esa práctica representa incentivo
de recursos con instituciones financieras, con objeto de hedge, arbitraje o
especulación;

- Bien Inmueble para Generación de Renta, bastando complementar que


los activos asignados en esta subclase, en gran parte deben tener su
concesión estimulada por los flujos de caja futuros generados a partir de
contraprestaciones de alquiler o arrendamiento operativo, considerándose
al inmueble objeto de la financiación, garantía de la operación para
cobertura de situación de incumplimiento;

- Bien Inmueble de Alta Volatilidad, esta subclase considera las


operaciones de crédito en que el objeto final, un bien inmueble, presenta
posibilidad de alta volatilidad de flujo de caja futuro, mediante alquiler o
arrendamiento operativo, ante aspectos inherentes a la región geográfica,
tal como bajos índices de ocupación, entre otros, que pueden generar
incumplimiento en la cartera de la institución financiera. Cabe destacar
que, manteniendo las debidas proporciones, tal subclase de activos
también puede existir en Aseguradoras y Fondos de Pensión, dado que
éstos también poseen inmuebles al objeto de generar flujos de caja
futuros.

• Activos de Minorista, debido a la atención de criterios mínimos, tales


como naturaleza del prestatario como persona física o empresa de
pequeño tamaño, reducido valor de exposiciones individuales y gran

BANCAS Y SEGUROS 25
BASILEA I, II Y III
cantidad de exposiciones administradas de forma conjunta por las
instituciones financieras, siempre que se observen límites máximos de
exposición en relación al total de la cartera. Los activos de Minorista se
dividen en tres subclases de exposiciones

- Exposiciones Garantizadas por Propiedades Residenciales, que


contemplan las operaciones de financiación inmobiliaria, o con hipoteca
residencial, siempre que el prestatario del recurso resida en el inmueble
objeto de la hipoteca. El Nuevo Acuerdo de Basilea presenta orientación
para que un número reducido de unidades residenciales en un mismo
edificio, o conjunto de edificios, se pueda encuadrar en la categoría de
hipoteca residencial. No obstante, abre la prerrogativa para que los
órganos de supervisión bancaria definan la cantidad máxima de moradas
por exposición;

- Exposiciones Rotativas de Minorista, representadas por operaciones


de crédito (1) con límite de crédito rotativo; (2) no garantizadas; (3) no
comprometidas; (4) los prestatarios deben ser personas físicas; (5) la
exposición máxima por prestatario en esta subcartera debe ser en el valor
máximo de 1.000.000,00³ (un millón de euros); (6) los datos relativos a los
índices de pérdidas se deben mantener, con el fin de permitir el análisis
de su volatilidad; (7) las instituciones financieras deben demostrar que las
carteras presentaron baja volatilidad de índices de pérdidas; y (8) el
Comité de Basilea considera necesaria la cooperación de los órganos de
supervisión bancaria, de modo que el tratamiento de la exposición en esta
subclase presente consistencia con las características del riesgo
subyacente de la cartera;

- Todas las otras Exposiciones de Minorista, donde deben clasificarse


las operaciones que tienen relación con las características de las dos
subclases descritas anteriormente;

• Exposiciones de Soberanías (Gobiernos) y Exposiciones de


Contrapartes Financieras, deben tratarse de modo análogo al Método
Estándar;

BANCAS Y SEGUROS 26
BASILEA I, II Y III
• Exposiciones de Participación Patrimonial, en esta clase de activos se
consideran aquellos que presentan, íntegramente, las siguientes
características:

- El beneficio de los recursos invertidos es realizable apenas mediante la


venta del activo, venta de los derechos relacionados al activo, o
liquidación por parte del emisor, no habiendo hipótesis o previsión de
realización mediante rescate;

- No configurar obligación por parte del emisor;

- Proporcionar una participación residual sobre los ingresos o activos del


emisor.

Todas las clases de activos relacionadas con la Aplicación del Método de


Clasificación Interna, Fundamental o Avanzado, deben considerar tres
elementos básicos:

1) Componentes de Riesgo, que contemplan la estimación de parámetros


de riesgo elaborados por las instituciones financieras; sin embargo,
determinados parámetros pueden estimarlos los órganos de supervisión
bancaria;

2) Funciones de Ponderación, representando el método por el cual los


componentes de riesgo se convierten en activos de riesgo ponderado y,
consecuentemente, en exigencias de capital

3) Exigencias Mínimas, que consideran los estándares mínimos que se


deben cumplir íntegramente, de manera que una institución financiera
pueda utilizar el Método de Clasificación Interna, Fundamental o
Avanzado, para una determinada clase de activos.

Independientemente de los puntos comunes relativos al Método de


Clasificación Interna Fundamental y Avanzado, la diferencia entre esas
dos alternativas está relacionada a la utilización de estimativas
desarrolladas por las instituciones financieras y a otras que presentan los
órganos de supervisión bancaria.

BANCAS Y SEGUROS 27
BASILEA I, II Y III
A continuación, se presentan las principales diferencias teniendo en
cuenta las distintas clases de activos.

BANCAS Y SEGUROS 28
BASILEA I, II Y III
Pillar I – Riesgo Operativo
Según el Comité de Basilea, la definición de Riesgo Operativo es “el
riesgo de pérdida que resulta de personas, sistemas y procesos internos
inadecuados o deficientes, o de eventos externos.” Esa definición también
considera las exposiciones a multas, sanciones o indemnizaciones en
especie, que resultan de acciones de fiscalización del órgano de
supervisión bancaria, habiendo considerado el Comité de Basilea eventos
de esa naturaleza, tales como Riesgo Jurídico en el ámbito del Riesgo
Operativo.

Como ejemplo de lo que se presentó para Riesgo de Crédito, el Nuevo


Acuerdo de Basilea presenta propuesta que les permite a las instituciones
bancarias tres enfoques, con distintos niveles de sofisticación, para
verificar la exigencia de capital para cobertura del Riesgo Operativo. Esos
enfoques son:

CUADRO III – RIESGO OPERATIVO – PRINCIPALES ASPECTOS


DEL NUEVO ACUERDO DE BASILEA

BANCAS Y SEGUROS 29
BASILEA I, II Y III
Además del enfoque del Indicador Básico, el Cuadro III presenta dos
enfoques con distinta complejidad. El Comité de Basilea estimula a las
instituciones financieras para que adopten el Método de Medición
Avanzada – AMA, pues, entre otros aspectos, su utilización posibilita la
identificación de obstáculos en procesos operativos, así como también
elementos de pérdida desconocidos en relación a su origen o, aún,
controles internos preventivos o detectores ineficientes en su función.

Entre las orientaciones del Comité de Basilea para la gestión de Riesgo


Operativo, cabe destacar la necesidad de compromiso de la Alta
Administración de las Instituciones Financieras, la existencia de
estándares cualitativos, independencia del área responsable por la
Gestión de Riesgo Operativo, además de estándares cuantitativos como
modelos matemáticos analíticos y debidamente documentados.

Como ya se mencionó, con excepción del enfoque del Indicador Básico, la


adopción del Método Estándar, o del Método de Medición Avanzada,
requiere la aprobación formal por parte del órgano de supervisión
bancaria. Cabe observar que, según las orientaciones del Comité de
Basilea, no es prudente permitirle a una institución bancaria la realización
de migración del modelo inicial, después de ser aprobado, a otro de
menor sofisticación y complejidad, salvo con autorización expresa del
órgano de supervisión bancaria

Pillar II – Supervisión
El Nuevo Acuerdo de Basilea orienta sobre la actuación de los órganos de
supervisión bancaria relacionada a la revisión de los enfoques y
estructuras desarrolladas e implementadas por las instituciones
financieras, relativos al proceso de verificación de las exigencias de
capital mínimo para cobertura de Riesgo de Crédito, Riesgo Operativo y
Riesgo de Mercado.

Cabe observar que los órganos de supervisión bancaria deben establecer


las bases reglamentarias para la aplicación de las orientaciones y
principios del Nuevo Acuerdo de Basilea, tarea que es anterior al proceso
de revisión de los enfoques y estructuras desarrollados e implementados
por las instituciones financieras. Entre otros aspectos, la base
reglamentaria debe considerar las modificaciones, o complementaciones,

BANCAS Y SEGUROS 30
BASILEA I, II Y III
necesarias a la aplicación de las orientaciones del Nuevo Acuerdo de
Basilea, debido a la particularidad verificada en los distintos sistemas
financieros. Ese hecho podrá exigir de determinados órganos de
supervisión, la adopción de medidas de ponderación, como también de
indicadores de riesgo, con carácter más conservador que el que se
presentó inicialmente en las orientaciones del Comité de Basilea. Ese tipo
de adaptación debido a las particularidades, se verificó en Brasil cuando
el Banco Central publicó la Resolución 2.099, que posteriormente fue
reformada por medio de la Resolución 2.692, cuyo tenor trata de la
necesidad de capital mínimo reglamentario, debido a la adopción de los
principios relativos al Acuerdo de 1988. En resumen, la Resolución 2.692
determina el cálculo del Patrimonio Neto de Referencia; PLR para los
activos ponderados por los distintos indicadores de riesgo, mediante la
aplicación del factor del 11%, mientras el Acuerdo de 1988 prevé
originalmente la aplicación del factor del 8% sobre la misma base.

Pese a la necesidad de reglamentación por los órganos de supervisión


bancaria, su actuación, según el Comité de Basilea, tiene por fin el
reconocimiento de la responsabilidad atribuida a la Alta Administración de
las instituciones financieras, en cuanto al desarrollo de un proceso interno
de medición de exposiciones a riesgos. También incluye la evaluación y
cuantificación de la exigencia de capital regulador correspondiente y la
definición de objetivos y metas de capital que, en la debida proporción,
estén de acuerdo al perfil de riesgo de las instituciones financieras y al
ambiente de control relacionado. Por lo tanto, la Alta Administración de las
instituciones es responsable por garantizar, no sólo el cumplimiento de las
exigencias de capital regulador, sino también por mantener capital
adecuado para soportar los riesgos contraídos.

El Comité de Basilea orienta sobre la práctica de revisión por parte de los


órganos de supervisión bancaria, que deben actuar en conjunto con
representantes de los órganos de supervisión y de la Alta Administración
de las instituciones financieras. La finalidad es que las deficiencias
posiblemente identificadas, sean objeto de medidas tempestivas para su
solución en cuanto a la reducción del Riesgo o restauración de los niveles
de capital, existentes anteriormente a la identificación de las deficiencias.

BANCAS Y SEGUROS 31
BASILEA I, II Y III
Según el Comité de Basilea, la revisión por parte de los órganos de
supervisión bancaria, es formada por cuatro principios esenciales, cuyo
análisis se presenta a continuación.

1er Principio – Las instituciones financieras deben poseer un proceso


estructurado para evaluación en cuanto a su adecuación de capital global,
referente al perfil de riesgo verificado, como también estrategias de
actuación, al objeto de mantener sus niveles de capital.

Referente al 1er Principio, el Comité de Basilea presenta las siguientes


características, consideradas principales, relativas al proceso efectivo de
revisión por los órganos de supervisión:

Supervisión de la Alta Administración: teniendo en vista que la


administración de las instituciones financieras es responsable por el
entendimiento y evaluación de los riesgos a los cuales están expuestas
las instituciones, como la definición referente a la relación de esos riesgos
con los niveles adecuados de capital, también es su responsabilidad
garantizar que la formalidad y el grado de sofisticación de los procesos
inherentes a la administración y gestión de riesgos mantengan relación y
sean adecuados al perfil de riesgo contraído por las instituciones
financieras, como también a su plan de negocios. Además, cabe observar
que la administración de las instituciones financieras, en la forma del
Consejo de Administración, debe establecer los límites de tolerancia al
riesgo, tal como monitorear el cumplimiento de las políticas internas,
destacar los conceptos y la importancia de los controles internos, además
de asegurar la divulgación eficaz a todos los niveles de las
organizaciones, de las políticas y procedimientos escritos.

Evaluación del Capital: esa característica del 1er Principio considera que,
en el proceso de revisión, los órganos de supervisión bancaria deben
prestar atención a: (1) la existencia formal de políticas y procedimientos
aplicables por las instituciones financieras, para la identificación, medición
y divulgación de todos los riesgos clasificados relevantes; (2) existencia,
integridad y adecuación del proceso formal, establecido al objeto de
relacionar el capital al nivel de riesgo asumido por las instituciones
financieras; (3) debido al enfoque estratégico y al plan de negocios de las
instituciones financieras, existe la necesidad de formalizar la declaración

BANCAS Y SEGUROS 32
BASILEA I, II Y III
de los objetos relacionados con la necesidad de adecuación de capital
debido a los riesgos asumidos; (4) existencia de controles internos
estructurados que abarquen, además del propio sistema de controles
internos de las instituciones financieras, la realización de revisiones y
auditorías para garantizar la integridad del proceso de administración de
riesgos.

Evaluación Amplia de Riesgos: los órganos de supervisión bancaria


deben tener por objeto, a lo largo del proceso de revisión, la evaluación
de la capacidad de las instituciones financieras en estimar de la forma
más amplia posible, la exposición a riesgos. Como orientación, el Nuevo
Acuerdo de Basilea presenta una lista de exposiciones a riesgos que,
como mínimo, debe ser observada por los órganos de supervisión:

(1) Riesgo de Crédito - contemplando las metodologías existentes para


evaluación de las exposiciones de contrapartes;

(2) Riesgo Operativo - debiendo analizarse la estructura, procesos y


sistemas dedicados a la administración y gestión de exposiciones, cabe
destacar que la omisión o negligencia en la administración y gestión
adecuada del Riesgo Operativo, puede llevar de modo equivocado, al
análisis del perfil de las instituciones financieras en la relación
riesgo/beneficio, como también exponer a las instituciones a pérdidas
significativas; (3) Riesgo de Mercado - debiendo tenerse en cuenta los
criterios de las instituciones financieras para medición del valor en riesgo,
dado que los órganos de supervisión bancaria deben dar énfasis a las
instituciones que realicen procedimientos de stress test en el proceso de
medición de la adecuación de capital, así como también soporte a las
actividades de negociación en Tesorería; (4) Riesgo de Tasas de
Intereses - abarcando el análisis referente al proceso de medición, que
debe contemplar las posiciones relevantes de tasas de intereses y las
actualizaciones referentes a precios y vencimientos, debiendo analizarse
también la documentación pertinente a las premisas técnicas utilizadas
por las instituciones financieras; (5) Riesgo de Liquidez - demandando el
análisis y evaluación de los procedimientos y sistemas utilizados en el
proceso de gestión de liquidez, como también la existencia de planes de
contingencia aplicables para obtener recursos en situaciones de cash

BANCAS Y SEGUROS 33
BASILEA I, II Y III
squeeze; (6) Otros Riesgos - para éstos, la orientación del Comité de
Basilea a los órganos de supervisión bancaria no presenta, de modo
directo, la identificación de riesgos adicionales; sin embargo, considera
que es deber de esos órganos el desarrollo de técnicas aplicables a la
administración y gestión de exposiciones a otros riesgos, tales como
Riesgo Jurídico y Riesgo de Reputación, entre otros.

Aspectos de Monitoreo y Emisión de Informes: el Comité de Basilea


entiende que las instituciones financieras deben mantener un sistema
adecuado de monitoreo, como también de generación de informes con
informaciones pertinentes de exposición a riesgos, de modo que permita
la evaluación sobre el impacto en caso de necesidad de capital, si
ocurriera cambio en el perfil de riesgos. Los órganos de supervisión
bancaria deben analizar los aspectos de monitoreo y emisión de informes,
al objeto de concluir en relación al contenido de los informes y su
utilización por la Alta Administración de las instituciones financieras, para
permitir:

la evaluación sobre el nivel y tendencia de los riesgos, y el consecuente


efecto en los niveles de capital; (2) capacidad de evaluación en cuanto a
la sensibilidad y razonabilidad relativas a las premisas utilizadas en el
sistema de medición y evaluación de necesidades de capital; (3) la
determinación referente al mantenimiento de capital suficiente para
enfrentar los diversos riesgos, como también si el capital verificado está
en conformidad con las directrices y objetos establecidos para adecuación
de capital; (4) la evaluación de exigencias futuras de capital debido al
perfil de riesgo a los cuales están expuestas las instituciones financieras.
Cabe destacar que el proceso de monitoreo y relato de informaciones,
también debe posibilitar la toma de decisiones con relación a los ajustes
necesarios al plan estratégico de esas instituciones.

Revisión de Control Interno: la administración de las instituciones


financieras, en la figura del Consejo de Administración, es responsable
por garantizar que esas instituciones tengan sistemas y mecanismos para
evaluación de los diversos riesgos relacionados a las actividades
desarrolladas, como también por sistemas que permitan la relación del
Riesgo al nivel de capital, siendo responsable también por el

BANCAS Y SEGUROS 34
BASILEA I, II Y III
establecimiento de métodos que montaren la conformidad con las
políticas internas. Pese a lo descrito anteriormente, también le
corresponde al Consejo de Administración garantizar la eficiencia y
eficacia del sistema de controles internos, dado que la estructura de
controles internos de las instituciones financieras es un factor significativo
para el proceso de evaluación de capital. El Comité de Basilea orienta
sobre la necesidad de revisión independiente, por medio de auditorias
internas y externas, debiendo estar atentos los órganos de supervisión
bancaria, durante el proceso de revisión, al resultado de auditorias
realizadas en la administración y gestión de riesgos. Las áreas objeto de
revisión por las auditorias internas o externas abarcan: (1) el proceso
relativo a la evaluación de capital de las instituciones financieras referente
a su adecuación; para ello, se debe considerar la naturaleza, el objeto y la
complejidad de las actividades desarrolladas por las instituciones; (2)
identificación de significativas exposiciones y concentraciones de riesgo;
(3) existencia, integridad y precisión de los datos registrados en el
proceso de evaluación; (4) razonabilidad y validez de los escenarios
utilizados en el proceso de evaluación; y (5) realización de procedimientos
de stress test, como también el análisis de premisas y datos relacionados.

2° Principio – Los órganos de supervisión deben revisar y evaluar las


estrategias y evaluaciones de adecuación de capital interno de las
instituciones financieras, además de su capacidad de monitorear y
garantizar la conformidad para con los índices de capital regulador. Las
medidas de supervisión deben adecuarse, en caso que los órganos de
supervisión bancaria no estén satisfechos con el resultado de los
procedimientos utilizados.

Para aplicar el 2° Principio esencial, el Comité de Basilea orienta sobre


las actividades que deben realizar los órganos de supervisión, tales como
inspecciones y exámenes ‘in loco’, revisiones fuera del lugar, discusiones
con la Alta Administración de las instituciones financieras, revisión de
trabajos realizados por auditores externos, estando el objeto relacionado
o no a cuestiones relativas a exigencias de capital, además de la revisión
de informes de emisión periódica por las instituciones financieras.

BANCAS Y SEGUROS 35
BASILEA I, II Y III
Posibles errores en la metodología o en las premisas adoptadas por las
instituciones Financieras, pueden provocar impactos substanciales en la
verificación de la exigencia de capital, demandando, pues, procedimientos
de revisión detallados sobre las actividades pertinentes a la
administración y gestión de riesgos, desarrolladas por las instituciones
financieras.

Referente a los procedimientos de revisión por los órganos de supervisión


bancaria, deben considerarse los siguientes aspectos:

Revisión de Adecuación de la Evaluación de Riesgo: contempla el


proceso de evaluación sobre la capacidad de incorporación de los riesgos
a los cuales están expuestas las instituciones financieras, por las metas y
procesos internos relacionados a la administración y gestión de riesgos.
Cabe observar que también se debe evaluar la forma de utilizar las
mensuraciones de riesgo, para establecer límites de exposición y análisis
del desempeño de las líneas de negocios. También se deben considerar
los resultados de análisis de stress test y de sensibilidad, al objeto de
verificar la forma por la cual se relacionan esos resultados a las
exposiciones de capital.

Evaluación de la Adecuación de Capital: considera la revisión de procesos


de las instituciones financieras, al objeto de obtener evidencias sobre: (1)
si los objetos y metas de los niveles de capital elegidos son amplios,
como también si tienen relación con el ambiente operativo; (2) la Alta
Administración sigue y monitorea, de modo efectivo, los niveles de capital;

la composición de capital está de acuerdo con la naturaleza y volumen de


negocios de las instituciones financieras.

Evaluación del Ambiente de Control: teniendo en cuenta que el nivel de


capitalización de las instituciones financieras debe estar de acuerdo con
el (1) perfil de los riesgos asumidos; (2) adecuación de la estructura de
controles internos;

proceso de administración y gestión de riesgos, los órganos de


supervisión bancaria deben evaluar la calidad de los sistemas utilizados,
como también los criterios para emisión de relatos de informaciones para

BANCAS Y SEGUROS 36
BASILEA I, II Y III
la Alta Administración, la forma de agregación de actividades y riesgos
comerciales, además del modo de documentación utilizado por la Alta
Administración para el registro de acciones y respuestas a los riesgos que
surgen o cambian, debido a las actividades desarrolladas por las
instituciones financieras.

Revisión de Supervisión de la Conformidad con los Estándares


Mínimos: debido a la necesidad de que los órganos de supervisión
bancaria aseguren que la Aplicación de instrumentos específicos para
reducir las exigencias de capital presentadas en el Pilar I se realiza en
bases aceptables, el Comité de Basilea orienta a los órganos de
supervisión a evaluar y revisar las metodologías internas utilizadas por las
instituciones financieras, las técnicas para mitigación y reducción de
riesgos, especialmente el Riesgo de Crédito, como también los
estándares de administración de riesgos y divulgación, a fin de obtener
seguridad razonable sobre su adherencia en el efectivo reconocimiento de
esos aspectos para fines de capital regulador.

Respuesta de Supervisión: después de considerar el proceso de revisión,


los órganos de supervisión bancaria deben tomar medidas para orientar a
las instituciones financieras en las reformas de los procesos de
administración y gestión de riesgos, en caso que los resultados
verificados durante la realización de los procedimientos de revisión no
cumplan las expectativas y objetos reglamentarios relacionados a la
destinación de capital.

3er Principio – Los órganos de supervisión deben considerar que las


instituciones financieras operan arriba de los estándares mínimos de
capital regulador, como también que esos órganos deben tener la
habilidad necesaria para determinar que las instituciones mantengan su
capital en volumen superior al mínimo requerido.

Las orientaciones del Comité de Basilea relacionadas a ese principio,


abarcan la utilización, por los órganos de supervisión bancaria, de
diversos medios, a fin de asegurar que las instituciones financieras
operen con niveles adecuados de capital. Tales medios incluyen, entre
otros, el establecimiento de índices de capital clave y la clasificación de
las instituciones financieras ante el nivel de capitalización presentado. Esa

BANCAS Y SEGUROS 37
BASILEA I, II Y III
clasificación puede considerar escalas, tales como ‘baja capitalización’,
‘capitalización mínima atendida’, ‘capitalización adecuada’ y ‘bien
capitalizado’. Se debe observar que esa clasificación es para uso interno
de los órganos de supervisión bancaria y no para divulgación externa en
la forma de informaciones al mercado, dado que su divulgación puede
llevar, a quien no está familiarizado con los estándares de clasificación, a
concluir que instituciones clasificadas en determinadas categorías
estarían en situación de no cumplimiento de los estándares de capital
mínimo, acarreando eventos de Riesgo de Imagen y una posible fuga de
recursos depositados en esas instituciones.

4° Principio – Los órganos de supervisión deben actuar de modo


preventivo, a fin de evitar que la capitalización de una institución
financiera no quede abajo de los niveles mínimos reglamentarios, como
también deben demandar, tempestivamente, medidas correctivas en caso
que el capital no sea restaurado, o se mantenga en niveles razonables
para atender los requerimientos mínimos.

Referente al 4° Principio esencial, el Comité de Basilea considera que, en


caso que exista institución financiera con niveles de capital abajo de los
requerimientos mínimos, los órganos de supervisión bancaria deben
tomar medidas para el inmediato establecimiento del volumen mínimo de
capital, sea en la forma de intensificación del monitoreo, como en la
exigencia de plan factible para restauración de los estándares mínimos de
capital regulador o, aún, determinar el aporte de recursos en la forma de
capital. La determinación de ajustes y medidas correctivas en controles
internos o procesos también se debe considerar una medida aplicable,
aunque con resultados verificados a medio y largo plazo, no atendiendo,
necesariamente, la inmediata regularización referente a los niveles de
capital mínimo reglamentario.

Pillar III – Disciplina del Mercado


El concepto de Disciplina de Mercado presentado en el Nuevo Acuerdo de
Basilea, se refiere a la divulgación de informaciones sobre la estructura y
modelo utilizados para la administración y gestión de riesgos, a los
participantes de los mercados en los cuales las instituciones financieras
desarrollan sus actividades, como también a los demás interesados, tales

BANCAS Y SEGUROS 38
BASILEA I, II Y III
como depositantes que necesitan informaciones para basar tomas de
decisiones referente a inversiones financieras o a adquisiciones de
participaciones patrimoniales por medio del mercado de acciones.
De esa forma, el Comité de Basilea les indica a los órganos de
supervisión bancaria que adopten, basados en reglamentación específica,
principios referentes a la necesidad de presentación de informaciones por
las instituciones financieras, a respecto de la estructura, procesos y
finalidades adoptados para evaluación de riesgo y, necesariamente, su
relación con la adecuación de capital, debido a las exposiciones a riesgos.
La divulgación debe guardar relación con el modo por el cual la Alta
Administración de las instituciones financieras evalúa, sigue y administra
las exposiciones a riesgos. La práctica de divulgación de informaciones
sobre la administración y gestión de riesgos y adecuación de capital, con
base en un modelo estructurado y consistentemente claro, permite la
comparación por parte de los interesados. De modo general, se puede
concluir que el proceso de divulgación objetiva contribuye al
entendimiento de la solidez y seguridad de los sistemas financieros en los
cuales están incluidas las instituciones, y que el adecuado grado de
divulgación, según entendimiento del Comité de Basilea, está
directamente relacionado a la actuación de los órganos de supervisión
bancaria, como también la adherencia de las instituciones financieras a
sus determinaciones.
El Nuevo Acuerdo de Basilea presenta orientaciones referentes a la
interacción de la divulgación de informaciones, sobre el modelo de
administración y gestión de riesgos y la adecuación de capital a los datos
e informaciones contables. Además, también presenta reservas en cuanto
a las determinaciones relativas a las prácticas y estados financieros
presentados por autoridades reguladoras del mercado de títulos y valores
mobiliarios. Las orientaciones relativas a la Disciplina de Mercado
contemplan la posibilidad de divulgación en informes de la administración
de las instituciones financieras, websites o en la forma de nota a los
estados financieros. El Comité de Basilea estimula esta última alternativa,
una vez que las informaciones presentadas en el conjunto de los estados
financieros serían, necesariamente, auditadas.
Aún referente al proceso de divulgación, se deben observar las siguientes
orientaciones:

BANCAS Y SEGUROS 39
BASILEA I, II Y III
Frecuencia: sugiere la divulgación semestral. En caso de informaciones
de exposición a riesgos que presenten tendencia a cambios, debido a la
volatilidad de precios o condiciones de mercado, se estimula la
divulgación trimestral. Los temas relacionados a informaciones
cualitativas de objetivos, políticas de gestión de riesgos y procedimientos
de relato interno de informaciones, deben tener divulgación anual.
Relevancia: contempla el tenor de las informaciones divulgadas que se
consideran relevantes, si la omisión o falsa declaración ocasiona
interpretaciones equivocadas o influye, de modo negativo, en
evaluaciones o decisiones por parte de usuarios con intereses
económicos.
Informaciones Reservadas y Confidenciales: trata de las informaciones de
administración y gestión de riesgos de índole estratégica, tales como
sistemas y desarrollo de nuevos productos, cuya divulgación podría
debilitar la competitividad de las instituciones financieras en sus mercados
de actuación.
Principios de Divulgación: las instituciones financieras deben definir un
estándar y política formal aprobados por la Alta Administración, para la
divulgación de informaciones relacionadas a la administración y gestión
de riesgos.
Finalidad de Aplicación: el Comité de Basilea entiende que la divulgación
debe considerarse de forma consolidada, abarcando, pues, situaciones en
que la institución financiera consolidada es relevante en el contexto de los
estados financieros consolidados del grupo económico.
Referente al tipo y contenido de las informaciones cualitativas de aspecto
general, las instituciones financieras deben presentar sus objetivos y
políticas relacionados a la administración y gestión de riesgos, hecho que
debe abarcar:
Los procesos y las estrategias relativas a la administración de riesgos;
La organización y la estructura referente a la función de administración y
gestión de riesgos pertinentes al riesgo de Crédito, Riesgo Operativo,
Riesgo de Mercado, Riesgo de Tasas de Intereses y Riesgo de Liquidez;
El alcance y la naturaleza de los informes, referente a su contenido y
destinatarios, como también referente al sistema de medición de riesgos;
Políticas relacionadas a la contratación de operaciones para hedge de
posiciones, al objeto de reducción de exposiciones, como también los

BANCAS Y SEGUROS 40
BASILEA I, II Y III
procesos y estrategias adoptados para el seguimiento y evaluación
continuos de la eficacia de las estructuras contratadas de hedge.

BASILEA III
Avanzar en la mejora de la gestión de riesgos en una entidad es una
necesidad que se ve reforzada por las nuevas exigencias regulatorias, pero
que requiere de elevados esfuerzos de todas las partes involucradas.
Management Solutions entiende que compartiendo experiencias y visiones
sobre esta materia, se contribuye con el sector financiero en su conjunto a
encontrar soluciones a problemas comunes.

Con este fin, Management Solutions, firma internacional de servicios de


consultoría, ha reunido en una Convención a un selecto grupo de expertos
(reguladores, responsables de la función de Riesgos de grandes grupos
internacionales y de líderes nacionales y expertos independientes), con el
objetivo de compartir su experiencia en el proceso de adecuación a Basilea II
y su visión de los nuevos impactos de Basilea III.

Esta Convención pretende así dar continuidad a la iniciativa que en 2008, y


con motivo de la entrada en vigor de Basilea II, organizó Management
Solutions, y con ello repasar los avances producidos desde entonces.

Concebida desde una perspectiva global, la Convención se celebró durante el


pasado mes de mayo en cinco sedes: Argentina, Brasil, Chile, México y Perú,
con la intención de recoger también las diferencias que existen a nivel
nacional y con ello enriquecer el análisis. Contar con la opinión de los
supervisores nacionales, de las principales entidades financieras nacionales e
internacionales, así como de expertos independientes, hizo de la Convención
un marco único para compartir experiencias sobre los impactos de Basilea en
la gestión de riesgos de las entidades financieras.

Este documento resume las principales cuestiones abordadas a lo largo de la


Convención, donde se trataron experiencias actuales del proceso de
implantación y se analizó cómo se ha ido modificando el rol de las autoridades
supervisoras.

Basilea III (2): los pilares de la nueva regulación

BANCAS Y SEGUROS 41
BASILEA I, II Y III
El conjunto de normas de regulación financiera internacional es lo que
conocemos como Basilea III. Se trata de las directrices básicas que rigen
los requisitos de capital para la banca comercial y que se han
incrementado y endurecido a raíz de la crisis financiera que ha dejado al
descubierto algunas debilidades y fallos de bulto en el sistema financiero
internacional. Es por tanto fundamental, conocer el espectro que cubre
Basilea III y las implicaciones que se derivan de las nuevas normas de
solvencia y liquidez que previsiblemente se empezaran a implementar en
2013 y hasta 2019 (origen de muchos de los movimientos corporativos
que previsiblemente veremos en el medio-largo plazo).

El principal punto que trata la nueva regulación financiera es referente a la


mejora en la calidad del capital. De un tiempo a esta parte la sofisticación
financiera ha hecho más difusa la frontera entre lo que es capital y lo que
no: existen productos financieros llamados híbridos debido a su
naturaleza cambiante que puede funcionar como capital bajo
determinados supuestos y como deuda bajo otros. Es por eso, que el
capital de las entidades bancarias ya no es homogéneo si no que
incorpora diferentes categorías según su capacidad de absorber pérdidas,
por una parte, y por otro parte porqué su cartera de inversiones crediticias
incorpora un grado heterogéneo de riesgo. Dejando los tecnicismos de un
lado (de los que hablaremos próximamente), el Comité de Basilea ha
reforzado la definición de capital, para que este sea de mayor “calidad”,
es decir: tenga una mayor capacidad de absorber pérdidas.

Las acciones ordinarias y los beneficios no distribuidos configuran elcore


capital o capital básico que se convierte en el principal indicador de la
solvencia de un banco. Con la mejora en la calidad del capital básico
(definición que ahora acepta menos salvedades) el sistema gana
notablemente en solidez. Un segundo elemento importante, es el
incremento de los requerimientos mínimos de capital de las entidades,
llevando el mínimo obligatorio de capital ordinario hasta el 4,5% (más del
doble con respecto a Basilea II). El aumento es similar para el resto de
ratios de capital de las entidades. La normativa, además, incluye un
régimen sancionador para las entidades que no cumplan con los mínimos
con exigencias directas por ejemplo en la restricción en el reparto de

BANCAS Y SEGUROS 42
BASILEA I, II Y III
beneficios hasta que la entidad no haya asumido los niveles mínimos de
capital regulatorio.

Ha esta medidas orientadas a mejorar la capitalización de las entidades,


el nuevo marco regulatorio incluye medidas adicionales como un factor de
apalancamiento ajeno al riesgo (para evitar excesivos ratios de
apalancamiento en el futuro para el conjunto del sistema), un “colchón
anti-cíclico”, así como una nueva ponderación (más estricta) del capital
exigido en productos financieros estructurados, de manera que se
traduzcan también en más requisitos de capital. En suma, Basilea III no
sólo refuerza los ratios de capital de cada entidad sino que también añade
“colchones” adicionales a estos según el grado de apalancamineto y la
sofisticación de determinados productos de los que muchas veces ni el
regulador financiero tiene visibilidad sobre su riesgo sobre el conjunto del
sistema (como se ha visto en la pasada crisis).

El tercer elemento relevante en el nuevo marco de regulación financiera


es el que proporciona la llamada visión macro-prudencial que tiene el
ambicioso objetivo de hacer frente al riesgo sistémico. Por riesgo
sistémico hacemos referencia aquellas alteraciones en el sistema
financiero capaces por sí solas de desestabilizar la economía. Los dos
principales pilares de la nueva regulación – más y mejor capital –, ya
refuerzan la solidez del sistema pero siempre desde una óptica individual
para cada banco. Sin embargo, es necesario adoptar también medidas
genéricas para el conjunto.  En suma, y como se ha comprobado en la
presente crisis, el riesgo total del sistema es superior que la suma de los
riesgos individuales de cada entidad (en este apartado ha sido
especialmente notable las aportaciones del regulador español).

Para Jaime Caruana, máximo responsable del Banco Internacional de


Pagos y ex-Gobernador del Banco de España, Basilea III representa un
giro fundamental ya que por primera vez de forma clara el regulador
financiero complementa la regulación nivel micro con una dimensión
macro prudencial. Esta dimensión macro prudencial se articula en dos
pilares fundamentales. Por un lado se enfatiza la acumulación de capital
en la fase expansiva del ciclo para poder disponer de él, evitando que los
ratios de capital decaigan en los momentos de mayor tensión. Por otro

BANCAS Y SEGUROS 43
BASILEA I, II Y III
lado, se incorpora una política de “colchón anti-cíclico” que de forma anti-
cíclica de manera que el capital quede bloqueado en los momentos de
expansión del crédito, cuando el riesgo sistémico se agrava, que podrá
liberarse durante las fases bajistas del ciclo para aliviar tensiones y
absorber potenciales pérdidas.

Por último, aparte de las medidas limitadoras de prociclicidad, el nuevo


marco regulatorio también incluye un tratamiento con respecto a las
interconexiones y exposiciones comunes entre instituciones individuales
orientadas también a mejorar el tratamiento del riesgo sistémico en el
sistema (básicamente medidas de coordinación entre los principales
reguladores financieros y bancos centrales). El principio fundamental es
asegurar que las normas se calibran con respecto a la contribución de
cada institución al riesgo total del sistema en su conjunto.

Estas normas contemplan un calendario de implementación para el


periodo 2013-2019, de manera que las entidades puedan captar recursos,
capitalizarse y adaptar sus ratios de solvencia al nuevo marco regulatorio
(véase FROB o la modificación de la ley de Cajas de Ahorros aprobada
en julio). Cabe destacar que Basilea III es un elemento más, fundamental
pero no el único. La coordinación decidida entre las principales
economías, el no caer en la autocomplacencia, y las importantes reformas
estructurales que necesitan muchas economías para recuperar el
crecimiento, son aspectos colaterales, pero igualmente fundamentales
para facilitar la recapitalización del sistema financiero en su conjunto y
que el crédito vuelva a fluir normalmente aspecto fundamental si
queremos volver a crecer.

Avanzar en la mejora de la gestión de riesgos en una entidad es una


necesidad que se ve reforzada por las nuevas exigencias regulatorias, pero
que requiere de elevados esfuerzos de todas las partes involucradas.
Management Solutions entiende que compartiendo experiencias y visiones
sobre esta materia, se contribuye con el sector financiero en su conjunto a
encontrar soluciones a problemas comunes.

Con este fin, Management Solutions, firma internacional de servicios de


consultoría, ha reunido en una Convención a un selecto grupo de expertos
(reguladores, responsables de la función de Riesgos de grandes grupos

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BASILEA I, II Y III
internacionales y de líderes nacionales y expertos independientes), con el
objetivo de compartir su experiencia en el proceso de adecuación a Basilea II
y su visión de los nuevos impactos de Basilea III.

Esta Convención pretende así dar continuidad a la iniciativa que en 2008, y


con motivo de la entrada en vigor de Basilea II, organizó Management
Solutions, y con ello repasar los avances producidos desde entonces.

Concebida desde una perspectiva global, la Convención se celebró durante el


pasado mes de mayo en cinco sedes: Argentina, Brasil, Chile, México y Perú,
con la intención de recoger también las diferencias que existen a nivel
nacional y con ello enriquecer el análisis. Contar con la opinión de los
supervisores nacionales, de las principales entidades financieras nacionales e
internacionales, así como de expertos independientes, hizo de la Convención
un marco único para compartir experiencias sobre los impactos de Basilea en
la gestión de riesgos de las entidades financieras.

Este documento resume las principales cuestiones abordadas a lo largo de la


Convención, donde se trataron experiencias actuales del proceso de
implantación y se analizó cómo se ha ido modificando el rol de las autoridades
supervisoras.

Implicaciones previstas de Basilea III


Cuando esté plenamente implantada, se prevé que la normativa de
Basilea III tenga diversos beneficios, centrados en el incremento de la
estabilidad financiera, entre los que cabe destacar:

- La prevención de nuevas crisis sistémicas.

- La mitigación de la prociclicidad del mercado.

- El aumento de la transparencia y el refuerzo de la confianza de


los inversores.

- La mejora del modelo de medición, control y gestión de la


solvencia, la liquidez y el apalancamiento.

- La integración del riesgo de mercado y el riesgo de crédito en el


ámbito mayorista.

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BASILEA I, II Y III
- No obstante, también se prevé que la implantación de la normativa
conlleve riesgos en algunos ámbitos; entre otros:

- El encarecimiento del crédito y una posible disminución de la


actividad crediticia, a causa del mayor coste del capital y de la
liquidez.

- La contracción a corto plazo de la liquidez en el sistema y el riesgo


de que la información pública sobre liquidez conlleve una elevada
volatilidad en los mercados.

- Un posible desincentivo o encarecimiento de ciertos negocios,


como consecuencia de los mayores consumos de capital.

Impactos causados por las tres áreas de enfoque (cont.)

Impactos sobre los estados financieros


Otros impactos de estos cambios repercuten en los estados financieros,
para lo cual podemos mencionar:
• Reducción de algunas participaciones en otras entidades financieras, la
financiación interbancaria no garantizada o el diseño ynegociación de
muchos derivados.
• Se podrán identificar líneas de negocio con un ROE muy bajo que, con
los cambios, no resulten rentables para las entidades financieras.
• Las medidas estimulan previsiblemente un pricing más selectivo de los
productos y servicios prestados.
• La financiación a empresas puede verse afectada al favorecerse
relativamente las emisiones de valores con respecto al crédito bancario.
Asimismo, habrá incentivos a prestar a empresas que mantengan una
reciprocidad o vinculación más estrecha con la entidad financiera,
especialmente los que mantengan depósitos.
• Las limitaciones a la financiación interbancaria podrían obligar a los
bancos centrales a intervenir con cierta frecuencia como suministradores
de liquidez a las entidades financieras.
El cumplimiento de estos nuevos requerimientos pueden tener dos
consecuencias: Aumentar las emisiones de instrumentos financieros
computables como recursos propios básicos o reducir activos ponderados
por riesgo que consumen dichos recursos propios.

BANCAS Y SEGUROS 46
BASILEA I, II Y III
La incertidumbre económica y la volatilidad de los mercados de valores no
estimularán el crecimiento necesario de estas emisiones, por lo que será
necesario vender activos, especialmente, los que consumen más recursos
propios: participaciones en empresas financieras y no financieras,
inmuebles (afectos o no a actividades bancarias), bonos empresariales,
entre otros.
Impactos adicionales en el marco de Basilea
Pilar 1: Incremento en los requerimientos de capital y aumento del
análisis de crédito para la actividad de titularización de activos
Pilar 2: Los bancos necesitan re-evaluar el marco de la administración de
riesgo para ajustarse a los cambios requeridos
Pilar 3: Restricciones adicionales requeridas, evaluando la restricción del
marco de gobernabilidad

Cambios y Repercusiones

Principales cambios del nuevo

Acuerdo (Basilea III)


Numerosas instituciones y expertos consideran que la crisis es el
resultado de una cadena de fallas en el sistema financiero, entre las
cuales podemos mencionar una serie de errores en la gestión de riesgos,
al infravalorar los riesgos que se asumieron, produciendo así una falta de
transparencia en algunos segmentos d mercado. Asimismo, no se
valoraron adecuadamente los riesgos por parte de las agencias de
calificación crediticia y existieron fallas en la supervisión y en la regulación
financiera.

Ese conjunto de errores generó la necesidad de cambiar las reglas para


que los sistemas financieros fuesen más transparentes.

En este sentido, los principales cambios recomendados por Basilea III se


listan a continuación:

• Nueva definición de capital y mejor transparencia

• Nueva reserva de capital contra ciclos económicos

• Mayores requisitos de capital

BANCAS Y SEGUROS 47
BASILEA I, II Y III
• Medidas para aumentar la calidad, consistencia y transparencia de los
recursos propios

• Medidas para el refuerzo de la liquidez, mediante la incorporación de:

- Indicador de cobertura de liquidez a corto plazo

- Indicador de liquidez estructural • Indicador de endeudamiento

• Reservas de capital

• Medidas contra la prociclicidad

• Requerimientos adicionales para el riesgo de

Contraparte En resumen, las líneas de actuación de mayor énfasis son


tres: exigir más capital y de mayor calidad, establecer unos
requerimientos mínimos de liquidez (a corto y largo plazo) y fijar un
indicador máximo de endeudamiento.

Mientras los dos últimos aspectos mencionados son líneas de trabajo


totalmente nuevas para los legisladores, el primero supone profundizar en
una senda ya trazada.

La profunda reforma que plantea Basilea III va a exigir a las entidades


financieras más financiamiento, directamente, mediante unos
requerimientos mayores con respecto a algunos riesgos y exposiciones e,
indirectamente, mediante un indicador de endeudamiento y de unas
reservas de capital para usar en situaciones de crisis.

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