La Delfina
La Delfina
La Delfina
DELFINA
Susana Poujol
Personajes
DELFINA
NORBERTA CALVENTO
ANA, la criada
2
Esta obra fue escrita con una Beca para Creación Teatral del Fondo Nacional de
las Artes (1995).
ADORNADA CON UN LAZO QUE OSTENTA LOS COLORES FEDERALES. CERCA DEL
VESTIDO, UNA JOFAINA Y UN EQUIPO DE MATE DE PLATA. MÁS ATRÁS Y HACIA LA
IZQUIERDA, DONDE SE SUPONE ESTÁ LA
NORBERTA VISTE DE NEGRO, COLOR QUE ADOPTÓ PARA SIEMPRE DESDE EL DÍA EN
QUE PANCHO RAMÍREZ LA ABANDONASE, ANTES DE SU BODA, CON EL TRAJE DE
NOVIA SIN USAR. AHORA ESTÁ EN SU MECEDORA, PERDIDA LA MIRADA EN ESE
VESTIDO Y EN SUS RECUERDOS. TIENE UNOS VEINTIOCHO AÑOS. TOMA EL TUL Y
LO PASA POR SUS MEJILLAS. SUSPIRA. LA APARENTE PLACIDEZ DE LA ESCENA ES
INTERRUMPIDA POR
VOCES Y GRITOS QUE SE OYEN AFUERA, CADA VEZ MÁS CERCANOS Y FURIOSOS.
IRRUMPE EN LA SALA ANA, LA CRIADA. ES JOVEN E IMPULSIVA, CON MUCHA
PRESTANCIA. HA SIDO CRIADA EN LA CASONA DESDE NIÑA. VIENE SIN ALIENTO.
ARRASTRA DEL BRAZO A UNA MUJER HERMOSA Y DESGREÑADA, SUCIA POR EL
POLVO DE LOS CAMINOS, CON EL VESTIDO ROTOSO Y EN ESTADO DE
AGOTAMIENTO. LA EXTRAÑA, QUE TIENE
NORBERTA: Sin mirarla, sigue acariciando el tul. NO SON ESTOS AÑOS DE PIEDAD.
A la mujer. ¿QUIEN SOS? Delfina agazapada como un animal, no responde y
tampoco suelta los jirones de la bandera.
NORBERTA: TE CONOZCO...
La criada regresa. Se oyen más ruidos. Ana quiere hablar, pero Norberta la
detiene con el gesto.
NORBERTA: De nuevo sin mirar a Delfina. TENIA QUE SER ASI. EL CIELO ME IBA A
HACER JUSTICIA...
NORBERTA: ¡AQUI NO HAY LUGAR PARA PUTAS! ESTA ES UNA CASA DECENTE.
Marcos vacila.
NORBERTA: ¡FUERA! ¡FUERA DE MI CASA! Con fiereza, toma la lanza que está en
el tiesto y la clava
contra la puerta.
Marcos sale dando grandes pasos, no sin antes recorrer, ávido, el cuerpo de
Delfina. La criada se persigna y sale tras él. Ese oye la voz de Marcos. Las otras
voces se van acallando poco a poco. Pausa. Norberta y Delfina se miran y se
miden. Norberta va hacia el traje de novia.
NORBERTA: Sin mirar a Delfina, casi dulce. ESTE ERA MI TRAJE DE BODAS. EL
QUE IBA A LUCIR PARA
CASARME CON PANCHO, CUANDO EL ME DEJO POR VOS... Como sin querer. ¿TE
GUSTA? QUEDO AQUI COLGADO...
6
NORBERTA: ¡YEGUA! Se abalanza sobre ella. La tira del pelo, Delfina responde.
Luchan, jadean. Poco a poco Delfina pierde terreno y cae, vencida por el
agotamiento. ¡ASI TE QUERIA VER! ¡EN EL SUELO! ¡ARRASTRADA! Tomándola con
fuerza del pelo. Y AHORA ME VAS A CONTAR TODO... ¡AHORA ME VAS A
DECIR QUE HACIAS CON EL, PORQUE YO NUNCA PUDE GOZAR DE SU CUERPO, DE
SU PIEL, Y DEL CALOR DE SUS SABANAS!..
DELFINA: ¡PIEDAD!
DELFINA: Con débil voz. MIS PEZONES SE ENDURECIAN CON EL SOLO SONIDO DE
SU VOZ... CON SU OLOR A HOMBRE... ¡Y SU CORAJE! Se ahoga.
NOCHES ERA UNA FIESTA! ¡AH, SUBLIME EMBRIAGUEZ DEL PLACER! ¡VIVIAMOS...
VIVIAMOS CABALGANDO
Baja luz sobre Ana, que lleva casi arrastrando a Delfina hacia el “lugar” del
baño. Por unos instantes la luz sólo alumbra a Norberta que se lava lentamente
la cara, vertiendo el agua de la jofaina. Se seca mientras va recobrándose. Al
bajar la toalla de su rostro, ve el traje de novia.
La luz baja un poco sobre Norberta e ilumina suavemente la tina, donde Delfina
se baña, ayudada por Ana. El agua corre por su cuerpo. Suspira de placer.
A Delfina le cuesta salir de ese estado, pero Ana la urge a abandonar el agua.
Cuando va saliendo de la tina, Norberta no puede evitar mirarla, casi espiándola.
Ana ayuda a Delfina a subir la escalerilla, con el pelo mojado, y el albornoz
pegado a sus formas húmedas. Delfina trastabilla, y Ana la sostiene.
Las dos mujeres llegan a la habitación de arriba y se las ve tras el voile. La sala
está en sombras.
DELFINA: Con un hilo de voz. POR FAVOR, ABRIME LA VENTANA. NECESITO MIRAR
LAS ESTRELLAS...
ANA: NO PUEDO.
DELFINA: Con otro tono. ¿NO SABES QUE LOS ASTROS Y LAS CONSTELACIONES
RIGEN EL DESTINO DE HOMBRES Y MUJERES?
DELFINA: CON MAGIA... ¡MAGIA DE LUNA! Más bajo. ¿A VOS NO TE GUSTA NINGUN
HOMBRE?
Sale corriendo y cierra con llave. Delfina se derrumba sobre su camastro, hasta
quedar dormida, presa del agotamiento. Pausa. La luz va iluminando la sala,
donde Norberta teje y Ana limpia. Han pasado unas horas. Otra luz, tenue,
ilumina a Delfina, que duerme, inquieta.
NORBERTA: NADA.
ACERCARTE!
NORBERTA: ES MIA.
SEPARE LA MUERTE.
escalerilla y la habitación de arriba, donde yace Delfina. Ana entra y sube con un
tazón humeante y un vestido floreado algo viejo. Oculto está Marcos, que siguió
a Ana, y las espía.
DELFINA: ALGO...
DELFINA: Tocándolo, pero con los sentidos en otra parte. ANA, ¿ALGUNA VEZ
AMASTE HASTA SENTIR
TEMOR?
ANA: NO SE. PERO ACA TENEMOS QUE ESTAR TODOS BIEN LIMPIOS. Más bajo. Y A
USTE HAY QUE
10
PURIFICARLA...
ANA: Como en gran secreto. ¡SE MORIA POR EL! ERA SU REY... SU DIOS...
Delfina tiembla.
La criada hace ademán de bajar. Marcos huye. Ana baja rezongando y se olvida
de poner llave. Baja luz. Silencio en la casa. Delfina deja el tazón y escucha. No
oye a nadie. Se pone de pie y escucha
Marcos se introduce en la sala sin hacer ruido. Trae una guitarra. Mira para
comprobar que no hay nadie. No ve a su hermana, que se mece en un oscuro
rincón. Sube unos tramos de la escalerilla y espía a
DELFINA: Desde arriba, incorporándose con enojo. ¡YA LE DIJE QUE NO QUIERO
OIRLO!
ANA: A Marcos, con rencor. ¿POR QUE LE CANTA A ELLA? ¡ES UNA PRISIONERA!
12
DELFINA: ¡SOLTAME!
Irrumpe Ana.
NORBERTA: NADA. Por Delfina. Y A ESTA ENCERRALA SIN COMER... ¡HAY QUE
BAJARLE LOS HUMOS!
La luz se hace más tenue sobre Norberta, mientras se ilumina la escalerilla, por
donde Ana sube
Han pasado nueve años. Se ilumina lentamente la sala donde Norberta arregla
unas puntillas deslucidas del traje de novia y suspira. Lleva un vestido negro
cerrado en el cuello y los puños, y el pelo, con algunas canas incipientes, tirante
y recogido. Ana ordena algunas cosas a su alrededor. También se le nota el paso
de los años. Lleva delantal sobre el vestido y tiene la mirada más adusta. Se va
iluminando también, más tenuemente, la habitación de arriba. Allí está Delfina,
que lleva vestido rojo con escote y el pelo
LA MINHA FACE?
ANA: Tratando de romper ese clima, a Norberta. ¿VIO, NIÑA? DICEN QUE A ROSAS
LE HAN DADO LAS
15
DELFINA: LA MEMORIA NOS TRAICIONA... Alto, hacia abajo. HOY HACE NUEVE
AÑOS QUE LLEGUE. ¡NO SE SI ALGUIEN SE ACUERDA EN ESTA CASA!
DELFINA: Alcanzándole a Ana uno de los frascos. PREPARE ESTE JARABE PARA LA
TOS DE TU NIÑO...
ANA: ¿DONDE APRENDIO ESTAS COSAS? ¿TAMBIEN TIENEN QUE VER CON SUS
ESTRELLAS?
DELFINA: Suspirando. CUANDO YO ERA NIÑA, EN RIO GRANDE, HUBO UNA NEGRA
QUE SUPO SER COMO MI MADRE...
Delfina tiene un ligero estremecimiento. Pone una mano sobre el hombro de Ana.
Pausa. Se ilumina lentamente la figura de Norberta en la sala.
Delfina baja lentamente. Se acerca a Norberta y roza con sus dedos el vestido.
No se miran. Hablan como en un ritual eternamente repetido.
NORBERTA: Retirando los dedos de Delfina del vestido, con rabia contenida.
NUNCA ENTENDI POR QUE.
DELFINA: Sabiendo donde toca. ¿POR QUE LE PERMITISTE QUE TE DEJARA? ¿POR
QUE NO PELEASTE POR EL?
NORBERTA: Con rabia. ¡PORQUE NO PUDE! Con lágrimas en los ojos. ¡PORQUE
ESTABAS VOS!
DELFINA: Sin mirarla. DECIA QUE ERAS UNA MUJER FUERTE Y NOBLE, FIEL A LA
CAUSA... QUE MUCHAS VECES TE HABRIA PEDIDO PERDON POR DEJARTE.
TOTALMENTE...
Con este último diálogo, Ana escondida en su rincón, como perdida en su propio y
lejano deseo, se
NORBERTA: Muy dura. ¿QUE TE CREIAS? ¿UNA DIOSA? ¡EL AMOR NO DEBE ESPERAR
RECOMPENSA!
NORBERTA: Envolviéndose casi sin querer entre los tules del traje de novia. ¿ASI?
¿LOCAMENTE? ¿SIN
NORBERTA: ¡BASTA! Tapándose los oídos. ¡NO QUIERO OIRTE! Abandonando los
tules y abrazándose el cuerpo, como buscando consuelo. ¡ME VOY A BAÑAR! EL
AGUA ME CALMA...
Delfina sólo se aleja un poco mientras Ana, presurosa, trae el agua. Norberta se
oculta tras el biombo y comienza a desnudarse.
DELFINA: La mira un instante. Luego, hablando como para sí. A LA VIDA HAY QUE
CORAJEARLA, DECIA PANCHO... PERO EL ESTABA ALLI, POSIBLE E IMPOSIBLE
COMO UN SUEÑO... Sus brazos caen en
mudo gesto.
DELFINA: Acercándose cada vez más a la tina. YO LE PEDI QUE HUYESEMOS... ¡SI
HUBIESEMOS IDO AL
NORBERTA: Se cubre el torso, excitada, pero habla con dureza. ¿QUE PRUEBA DE
AMOR ERA ESA? ¡APARTARLO DE SU PATRIA Y DE SUS IDEALES!...
Se oye un lejano galope que Norberta y Delfina no registran. Ana se cubre y sale
apresurada.
SEGUIR PAGANDO...
DELFINA: Sin querer alejarse, pero volviéndose para no mirarla. ¿POR QUE ME
RECIBISTE, ENTONCES? ¿POR QUE?
VOLUPTUOSA ESCLAVITUD?
NORBERTA: Saliendo a medio vestir, con el pelo suelto y húmedo. PERO ESA
PASION NO PODIA SER UN FIN EN SI MISMA... Tomándola violentamente por los
hombros. ¡¡ESE FUEGO NO PODIA ARDER LEJOS DEL HOGAR!!
DELFINA: Muy excitada. ¡ESE FUEGO ARDE EN CUALQUIER PARTE! PENAR POR
AMOR ES TENER EL
PRIVILEGIO DE SUFRIR...
NORBERTA: Con oscura ternura, hacia el traje de novia. LA VIDA HUBIERA SIDO
DULCE ESPERANDOLO...
paralizada. Marcos sube hacia donde está Delfina, que grita. En la penumbra
vemos que sigilosamente Ana le ha abierto la puerta.
Delfina, irguiéndose fiera toma con una mano un frasco de “sus” venenos y con la
otra, un puñal. Ana sube corriendo y le arranca el veneno de la mano. Baja
llevándolo fuera del alcance de Delfina, mientras
Marcos logra sacarle el puñal y comienza a besarla con arrebato. El puñal cae a
los pies de Norberta.
NORBERTA: Con un hilo de voz. POR QUE EL TE AMO... CON LA DULCE LIBERTAD
DE MOSTRARTE A LA LUZ DEL DIA...
DELFINA: Restregando sus lágrimas, a Ana. ¿QUE TOMO? Se apodera del frasco y
mira.
ANA: Corriendo hacia ella. ¡SALVELA! ¡NO PUEDEN MORIR LOS DOS! Tomándola
del brazo. SALVELA CON UNO DE ESOS BREBAJES DE SU TIERRA, QUE SACAN EL
MAL DEL CUERPO...
Tras el voile se ve a Delfina, muy desmejorada y con las huellas del paso de los
años. Cuando llega arriba, Ana, ocultándose, echa algunas gotas de un “brebaje”
de Delfina, en el contenido del tazón. Deposita
DELFINA: GRACIAS...
NORBERTA: Desasosegada. ¿QUE PASA, ANA? CADA DIA ESTA PEOR, A PESAR DEL
MEDICO...
ANA: Ocultando la mirada. NO SE, NIÑA... SERAN ESOS BREBAJES QUE TOMA.
Sube a ayudar a Delfina para que baje con cuidado. La sienta en un sillón y le
tapa las rodillas. Ana limpia sin mirarla.
24
GUALEGUAYCHU...
DELFINA: Con cierta dificultad. TODAVIA SE LO QUE DIGO... Pausa. ¿SERA CIERTO
QUE DESEMBARCARAN CERCA DE AQUI?
25
DELFINA: Con algo del antiguo fulgor, abriendo los brazos. SIEMPRE HABRA UNA
LUNA HEMBRA
TERMINABA EL CUENTO... Con más acento portugués que el habitual, que ha ido
perdiendo con los años. ”ELLAS IBAN A SER REINAS... E IBAN A LLEGAR AL MAR...”
Norberta ríe.
DELFINA: SI...
AMBAS: CA...CHI...VA...CHE
Norberta no puede negarse. Trae un frasco, vierte unas gotas en un vaso y se las
alcanza a Delfina, que las toma.
DELFINA: Con intención. SON MEJORES QUE LOS TES DE ANA... Pausa. ME SIENTO
DEBIL, UNA NADA ME HACE TEMBLAR... SIEMPRE FUI... En confidencia. ...UN DON
HECHO MUJER, COMO SI NO ME
DELFINA: CUANDO ABRIMOS LA BOCA... Con poca energía. ¿QUE FLUYE? ¿QUE
OLA, QUE SANGRE VA A HUIR POR ALLI?
extendiendo los brazos como si Pancho estuviese delante de ella, pero tambalea.
ME ARRANCARON DE SUS BRAZOS PARA HUIR... Cae en brazos de Norberta, que la
sostiene.
Delfina se deshace de sus brazos. Solo parece ver su catarata de recuerdos, que
la impulsan y sostienen.
DELFINA: Vacilante. ¡NO QUIERO MORIR TODAVIA! En un suspiro. ¡ES TAN GRATA
LA LUZ!...
NORBERTA: Con lágrimas en los ojos, sosteniendo a Delfina entre los tules del
traje de novia. EL TAMBIEN SE LLEVO MI ILUSION, CON SU PONCHO ROJO, HACIA
LOS PALMARES...
DELFINA: Sonríe levemente. Luego, casi en un susurro. AY, CARNE DEL SOL,
GUIADA POR LOS RIOS...
ESTOY POR IRME... ¿AL MAR? Su cabeza cae sobre el regazo de Norberta, que
grita.
NORBERTA: Sin inmutarse. ¡YA NO HAY NADIE AQUI! Acariciando a Delfina y a los
tules del traje de novia, habla para sí. ELLA YA SE FUE... CON SU PASION, Y MIS
SUEÑOS...
NOTA: Los poemas que canta Delfina son “Terra” de Olga Savary y “Retrato” de
Cecilia Meireles, ambas poetas brasileñas.
SUSANA POUJOL
He estrenado, entre otras, “La rompiente” (1992), dirigida por José María
Paolantonio en el Ciclo de
Teatro Semimontado del Teatro San Martín. Esta obra obtuvo el 2° Premio
Municipalidad de Córdoba. “Visitantes veraniegos”, estrenada en la Manzana de
las Luces en 1993, en coproducción con el Teatro San Martín. Obtuvo el Primer
Premio de Dramaturgia de la Fundación Cultural Universitaria, y Mención
www.celcit.org.ar