El Desarrollo Científico y Su Impacto en La Sociedad
El Desarrollo Científico y Su Impacto en La Sociedad
El Desarrollo Científico y Su Impacto en La Sociedad
El Desarrollo Científico Y Su
Impacto En La Sociedad
Y en su relación a las ciencias administrativas y contables
Bajo este considerando, el presente documento aborda dos ámbitos de reflexión; el primero de
ellos orientado a exponer los principales elementos que sirven de base para la enseñanza del
estudio del conocimiento; el segundo, a tratar de destacar la importancia que el aprendizaje de esos
elementos tiene en la formación del profesional de la ciencias administrativas y contables. Para
ello, responderemos a algunas incógnitas planteadas a continuación.
En este campo hay mucho que investigar y se debe practicar la actitud de observar la realidad;
revisar minuciosamente el marco teórico contable administrativo y, sobre todo, responden con
sentido reflexivo, crítico y creativo a las necesidades de la sociedad globalizada.
El marco teórico sobre metodología de investigación es muy amplio y rico, se debe elegir entre
aquellos que se adecúen a los objetivos del trabajo de investigación iniciada y a la naturaleza del
problema contable administrativo a investigar. El método nos permite garantizar los resultados a
los que arribaremos durante el proceso de investigación.
La formulación del problema es el punto de partida del trabajo científico. Dicho problema
contable administrativo nos motiva a plantear un conjunto de proposiciones consistentes y
apropiadas que le darán respuesta y serán la solución del mismo; éste es el paso de la formulación
de la hipótesis.
Los sistemas hipotéticos en la investigación contable administrativa son muy variados, tal como
lo son los problemas contables, pues a cada problema contable, financiero, económico,
administrativo, tributario, etc., le corresponde un sinnúmero de respuestas y soluciones previsibles.
Respuestas o hipótesis que deberán ser contrastadas con datos de la realidad y la teoría existente
para comprobar su grado de verdad o de falsedad.
Existen muchos métodos específicos, enumeraremos aquellos que pueden ser empleados en el
campo de la investigación contable:
El Método de Estudios Evolutivos: tiene como propósito conocer, desde la perspectiva de los
datos estadísticos, la evolución histórica del problema contable, haciendo comparaciones de un
periodo económico a otro. Por ejemplo, los referidos al estudio de los niveles de recaudación
tributaria en un quinquenio, las tasas de crecimiento de la población económicamente activa
durante el período 1995 a 2000, el comportamiento de los presupuestos de una entidad
pública, etc.
En el ámbito de las investigaciones sociales, aparte la teoría general, existen diversos aspectos
aplicados de la sociología que, si bien están relacionados con los principios teóricos generales de
partida, tienen cierta independencia relativa en lo tocante a la utilización de los recursos y métodos
técnicos específicos para llevar a cabo investigaciones concretas. Ello concierne a la gran esfera
de la aplicación de la matemática en las ciencias sociales, ante todo al empleo de los métodos
matemáticos en las investigaciones económicas y en la lingüística.
Los científicos soviéticos, mano a mano con los marxistas de otros países, han realizado
una gran aportación a la elucidación materialista de los procesos que se dan en la marcha de
la sociedad.
Los progresos de las ciencias sociales constituyen una de las poderosas fuentes de desarrollo
de la moderna concepción científica del mundo. Lo mismo que el avance de las ciencias naturales,
el descubrimiento de leyes en todas las esferas de la vida social, en todas las fases de la historia de
la humanidad, enriquece la dialéctica materialista, contribuye a que se desarrolle el método
científico del conocimiento.
Disponemos de trabajos útiles en lingüística e investigación literaria, así como en el campo del
ateísmo científico, de la estética y de la ética. También en estos aspectos de las ciencias humanistas
los principios del materialismo encuentran una plasmación cada vez más concreta y profunda. En
nuestra época, la ciencia se relaciona cada día más estrechamente con la vida social. Las conquistas
–sin excepción– de la ciencia soviética se ponen al servicio de la edificación comunista, de todos
los trabajadores. En la lucha por la victoria del comunismo ven los sabios soviéticos su deber
supremo.
La Ciencia de hoy genera y alimenta todas las tecnologías que son responsables de las
transformaciones sociales, económicas y políticas. Está subyaciendo a prácticamente todos los
quehaceres del hombre y por ello, aunque la gran mayoría de la sociedad no lo perciba, forma parte
de la Cultura contemporánea.
Hasta hace unos cinco siglos la vida cotidiana era prácticamente idéntica en cualquier
pueblo de la Tierra. Nadie disponía de agua corriente, ni de cloacas, ni de escuelas ni de
comunicaciones. La medicina se basaba fundamentalmente en el uso de hierbas. Esto era así
en París, Sevilla, Londres o México. La vida, realmente corta, era dura y difícil en todas
partes. Los nobles quizá tenían algunas ventajas relativas, pero el bienestar que disponían ni
remotamente se aproximaba al que poseemos hoy en casi cualquier país.
Hace 500 años los europeos redescubrieron el pensamiento científico que había surgido
en la Jonia clásica, cuando el hombre comenzó a buscar en la propia Naturaleza y no en los
dioses, las causas de todos los fenómenos que observaba.
Estas ideas se apagaron por mil años hasta el Renacimiento y a partir de allí Europa se entera,
por los viejos textos presocráticos, que la Naturaleza podía entenderse a partir de causas naturales.
Había regularidades registrables y no todo era capricho divino. Así comenzó la diferenciación
entre Europa y el resto del mundo. Si bien en China se inventó la pólvora, no existía allí la Química
capaz de explicar la explosión...
Reinstalados con el análisis en nuestro tiempo, constatamos que la Ciencia ha pasado, durante
la última mitad del siglo que acaba de terminar, por dos períodos bien definidos. En los 60 y 70 y
sobre la base de los éxitos espectaculares del quehacer científico hasta allí, la Ciencia se transformó
casi en una “religión universal”. Se creó una ideología realmente negativa, imprescindible de
separar del método científico, que hasta podría dársele el nombre de “cientismo”. A este cientismo
adhirieron todos los países, fueran capitalistas o socialistas, desarrollados o subdesarrollados. A
pesar de ello el método científico no percolló a la sociedad en su conjunto para constituirse en bien
cultural. En ese momento, aunque parezca contradictorio y debido precisamente a la irracionalidad
del planteo dogmático, se perdió la oportunidad de instalar en los ciudadanos el pensamiento
científico con todas sus potencialidades. En efecto, cuando se pretende mal usar a la Ciencia para
sustentar un dogmatismo, lo que se consigue es aplastar a la propia Ciencia.
El otro período, el actual ligado al fin del siglo y del milenio, está marcado por el
postmodernismo y sus derivados. Nace la puesta en duda de todo y la falsa idea de que el
conocimiento científico es materia opinable. El péndulo cruzó hasta el otro extremo del
relativismo. La Ciencia como tal tampoco se constituye en el bien cultural que debiera.
La Ciencia, sin duda, ejemplifica el ideal del conocimiento. Las características propias del
trabajo de la Ciencia proveen el control de sus propios útiles de pensamiento y la determinación
de sus condiciones de validez. La estrategia científica enseña a aislar progresivamente ciertos
sectores de la realidad y especificarlos cada vez más finamente. El pensamiento científico es tan
preciso y articulado como para ofrecer contraejemplos, para servir de banco de prueba para
ensayos y para dar testimonios de la fragilidad de conclusiones demasiado generales. En una
palabra, gana el beneficio de la duda. Por eso es irónico que mientras la Ciencia intenta proveer
una imagen coherente y simple de la Naturaleza, mucha gente encuentra al conocimiento científico
inhumano y muy difícil de entender.
Es muy lamentable que esta situación sea particularmente grave entre los jóvenes. La cisura
entre Cultura tradicional y Cultura científica se hace cada vez más profunda en sucesivas
Surge de inmediato preguntarse si es posible revertir la falsa imagen de la Ciencia que tiene la
sociedad y conseguir que ésta la adopte como uno de sus bienes. Si es posible que cuando deba
tomar decisiones, el ciudadano común en lugar de leer el horóscopo, organice su vida y su
pensamiento recurriendo en la medida de lo posible al método científico. Que perciba por
ejemplo que es posible enterarse de las pseudo-predicciones del Tarot o de las inútiles de los
horóscopos por medio de teléfonos con conexión satelital, pero no se puede diseñar un
teléfono celular consultando a las pseudo-ciencias como la astrología...
Se trata sin duda de un problema cultural. La sociedad que es, en general, analfabeta científica,
describe los fenómenos usando lo que podría llamarse el lenguaje de la calle. Con éste se hace
muy difícil, si no imposible, transmitir el conocimiento científico. La ignorancia de los padres,
luego de los maestros y finalmente de los medios de difusión en general, está en la base de esa
restricción de lenguaje. Y no solamente de lenguaje, sino también del entrenamiento
imprescindible para escuchar, entender y digerir un discurso lógico con premisas y conclusiones
como lo es el de la Ciencia.
Las “verdades” científicas no son reveladas sino que surgen de contrastar teorías y
modelos con datos de la Naturaleza. Por ello son limitadas, condicionadas y relativas. La
grandeza de la Ciencia está precisamente en que no puede ofrecer un espacio donde reina la
certeza absoluta aunque su aporte al conocimiento es esencial y trascendente. La Ciencia está
basada en la objetividad, no en la creencia, permitiendo que los fenómenos adquieran una
definición racional, una descripción coherente y universal al independizarla del hombre
particular que hace la observación o la teoría.
Debemos conseguir que la sociedad identifique a la Ciencia entre sus valores culturales.
La Ciencia no termina en las tecnologías que surgen de su desarrollo, las que a veces pueden
ser responsables, por ejemplo, del incremento del desempleo que va de la mano de la
globalización de la economía. Es también la única vía para resolver este problema al proveer
educación racional a todos los ciudadanos, quienes al adquirir una formación de base
adecuada podrán estar preparados para recibir las tecnologías de punta, convivir con ellas
y encontrar mecanismos para que aparezcan soluciones originales. No existe camino más
democrático para borrar las desigualdades sociales que el que pasa por una adecuada
educación de base que incluya a la Ciencia.
Si bien la Ciencia constituye lo que llamaríamos un libro cerrado para la mayoría de la sociedad,
tiene una influencia decisiva no solamente en la tecnología que domina lo cotidiano, sino también
en la generación de puntos de vista. En efecto, hacer Ciencia implica desconfiar severamente de
los argumentos de autoridad. De hecho las autoridades (científicas y de las otras) deben, o deberían,
demostrar sus opiniones como todos los demás. Por ello la Ciencia es peligrosa para doctrinas con
pretensión de certidumbre. De la misma manera, el Arte, que en cierta medida también puede ser
un libro cerrado para muchos, contribuye, o debería contribuir, al proceso de comprensión y
Un aspecto excluye al otro aunque cada uno contribuye a la comprensión del fenómeno como
un todo. La experiencia artística parece envanecerse cuando los fenómenos son explorados
científicamente y viceversa. Es claro que no se puede experimentar simultáneamente el contenido
estético de una sonata y preocuparse por los procesos neurofisiológicos del cerebro ligados a la
audición. Sin embargo se puede cambiar a voluntad de una a otra experiencia. Convengamos
también que aunque a alguien en particular le alcance con una u otra visión del problema, ambos
aspectos son necesarios para tomar contacto total con la realidad de los fenómenos.
Así como el Arte, hoy la Ciencia debería formar parte de lo aprendido. La ignorancia de las
leyes que definen la estructura atómica, del papel de Darwin en la biología o de la importancia del
ADN debería ser considerada tan negativa para la vida plena como el desconocimiento de
Cervantes, Mozart o Picasso. Preguntar sobre el contenido de la segunda ley de la Termodinámica
debería ser equivalente a preguntar si se conoce “Fuenteovejuna”...
Convengamos como corolario que debemos conseguir que la sociedad perciba y tome
conciencia de que está perdiendo algo fundamental: el conocimiento y la práctica de la Ciencia.
No hay duda de que quien experimenta la Ciencia, la ideología científica, toma contacto con una
fuente inagotable de sorpresas y de caminos nuevos que se abren. La alternativa científica debe
formar parte de las opciones de vida de todo ciudadano ya que propende a su libertad.
La Ciencia avanza cuando aceptamos nuestra ignorancia y abrimos las puertas a las dudas.
Ninguna componente del conocimiento es absolutamente cierta. La Ciencia siembra libertad y
es esencialmente democrática por cuanto su objetividad garantiza la igualdad a priori de
oportunidades. Con la Ciencia entre su bagaje cultural, el hombre evita comportamientos
sectarios y de exclusión racial y de género. A propósito vale recordar el reciente análisis de
Sánchez Mora 5 sobre lo que ha hecho la Ciencia por las mujeres donde presenta argumentos
irrefutables para sostener: “porque si hay alguna herramienta que ha apoyado la
emancipación de las mujeres, ha sido la Ciencia”.
Los países con estructura industrial-científica son cada vez más ricos y los que no la poseen
cada vez más pobres. La separación se ensancha día a día, potenciada en muchos casos por la
El concepto de la economía del conocimiento abarca rubros tan variopintos como las
empresas tecnológicas, de investigación y desarrollo, informática, telecomunicaciones,
nanotecnología, robótica e industria aeroespacial. Esta tuvo sus orígenes a finales del siglo XX,
cuando la inversión en capital intangible comenzó a incrementar con rapidez, y a superar en medida
incluso al capital tangible.
Algo muy curioso en relación a la economía del conocimiento es que en realidad la misma no
genera valor y riqueza usando como medio la transformación de la información. Más bien crea un
valor añadido a los productos y servicios en los que participa ya sea para su creación o su
transformación.
Debido a la base de esta economía, ha sido posible un cambio estructural en las actividades
económicas, sociales y políticas. Reconfigurando así, las relaciones sociales de producción y
distribución en el mundo entero. Por lo que, el capitalismo contemporáneo presenta a una
economía del conocimiento que ha ayudado a crecer con una asombrosa rapidez a las actividades
de creación y difusión.
Para que una economía esté basada en el conocimiento es necesario que la misma invierta en
el capital humano y el capital social. La inversión en dichos factores fomenta la capacidad de
crear e innovar, dando lugar a nuevas ideas que en el futuro se convertirán en productos,
servicios, modelos de negocio, etc.
Pero también está fundamentada en otros aspectos, que representan el espíritu de su ejercicio.
Tomando en cuenta ello, estos son los factores en los que se fundamenta la definición de la
economía del conocimiento:
Estos factores no hacen más que confirmar que la economía está centrada en el conocimiento,
por lo que la economía del conocimiento está enfocada en ser una economía competitiva y
productiva. Con lo que será posible alcanzar un crecimiento económico y bienestar social.
Es útil en este apartado conocer el concepto de Fintech o Financial Technology (en español
Tecnología Financiera), que es una nueva industria financiera que en base a la tecnología mejora
las actividades financieras. Es decir, Fintech son productos, modelos de negocios, nuevas
aplicaciones puestas a disposición del público por medio de internet.
Es así como ambos términos son interdependientes, debido a que no puede existir innovación
sin la competitividad, ni un marco competitivo sin la innovación.
Este factor provoca que las personas mejor formadas puedan optar a mayor cantidad de
oportunidades de empleo de calidad. Esto dará lugar nuevamente a aumentos en la productividad
de las empresas, ya que éstas verán la innovación y el capital humano como herramientas con la
que generar ventajas competitivas en el mercado: Se necesita una mayor inversión, pero esta
inversión desembocará en un crecimiento más rápido y sostenido en el tiempo de las ganancias de
la empresa.
Como es lógico, el desarrollo de la economía del conocimiento no solo se está enfrentado con
empresas de un mismo sector a nivel nacional, sino a nivel mundial. La economía
digital y transformación digital son oportunidades para expandirse, así como para generar empleo
cualificado de jóvenes, tanto en statup/s como en empresas ya consolidadas.
Por tanto, la economía del conocimiento es una de las mejores herramientas para sobreponerse
a una crisis económica. Pero para aplicarla, será necesario invertir en investigación, tecnología y
capital humano. De esta forma podrá proporcionar resultados a medio y largo plazo.
El origen de la riqueza ha ido cambiando con el paso de los años. En el pasado la riqueza
era determinada por el valor que poseía la tierra, pasando por la era industrial, y llegando a
la economía del conocimiento, en donde se entra en una nueva etapa social y económica.
En la economía del conocimiento las principales estrellas son la creatividad, la ciencia, la teoría,
la innovación. Algo que permite que talentosas mentes se enfoquen en la creación de una economía
que esté basada en los servicios. Se trata de aprovechar lo que se tiene muchas veces e innovar.
Un ejemplo perfecto de la economía del conocimiento es Corea del Sur. Corea del Sur es
un país que carece de terrenos fértiles, minerales preciosos u otros recursos como el carbón
o el petróleo, pero en cambio en lugar de ser una nación poco desarrollada, tiene una
economía rica basada en ofrecer productos y servicios basados en la tecnología. Logrando
así, ser la cuna de grandes marcas a nivel mundial como lo son Samsung, LG, Kia o Hyundai.
"Nuestra investigación se puede aplicar para estimar rendimientos amplios, como los que
tiene la investigación en la sociedad, mediante la transformación de las ideas de las
publicaciones académicas en patentes, y en última instancia, con los resultados. Ahora somos
capaces de estimar, por ejemplo, cómo la financiación en investigación en un área concreta
afecta a la incidencia de una enfermedad, y cuáles son las consecuencias para las personas
que la padecen y el precio de estas ganancias", asegura a Sinc Barbara McFadden, de la
Universidad de Melbourne.
Desde que surge la figura de la sociedad, surge también el comercio. El hombre, desde sus
inicios, ha luchado por satisfacer sus necesidades; en su afán de supervivencia y crecimiento, se
origina el intercambio de bienes, sistema que se conoció como trueque. Tocancipá define al trueque
como una práctica de intercambio de productos, que se realizaba sobre todo en pueblos indígenas.
Con la implementación del trueque se ampliaron los mercados y mejoraron los sistemas de
transporte terrestre y marítimo, de manera que los productos de las comunidades llegaban cada vez
más lejos, así como se facilitaba poder recibirlos. Esa facilidad de intercambio dio como resultado
el desarrollo del comercio, lo que conllevó al uso de una medida común, donde aparece el sistema
monetario, el que se perfeccionó “como medida de cambio y portador de valor y posteriormente
el dinero se convirtió en acumulador de riqueza”.
El manejo del comercio era la actividad preponderante dentro de la economía de los pueblos;
la economía se convierte en la ciencia que estudia la producción, comercialización y consumo de
bienes y servicios, junto a ella, una aliada indiscutible organiza, registra y controla todos estos
movimientos, la contabilidad.
La contabilidad es formalizada por el fraile franciscano Fray Luca Bartolomeo de Pacioli, quien
incorporó en 1494 un sistema de contabilidad basado en la partida doble, que consiste en registrar
dos asientos, uno en el “Debe” y otro en el “Haber”, en el diario general y en el libro mayor, en
donde los valores registrados deben ser iguales, y expresados en la misma unidad monetaria.
Posteriormente, Fray Luca Bartolomeo de Pacioli indica que un negocio es una entidad que debe
estar desconectada de los asuntos personales de su propietario. Con esta afirmación Pacioli
incorpora al mundo contable una nueva forma de manejar y controlar las empresas, donde debe
quedar separada la entidad personal de la comercial, lo que es fundamental para el desarrollo del
negocio.
El hombre de Cromagnon aparece hace 45.000 años, como sociedades nómadas. El hombre
prehistórico, se retira a pintar en la soledad de las cuevas, como la de Altamira, a dejar constancia
del número de sus animales cobrados en cacería.
En los primeros tiempos de la Edad Antigua, cuando la lucha cotidiana por la subsistencia
arrastraba consigo el intercambio de bienes y servicios a través de la ley del más fuerte, y que
todavía no habían surgido los primeros albores de los medios de civilización del intercambio
comercial, no existía la imperiosa necesidad de hoy en día de llevar anotaciones contables como
medios de garantizar el control de las operaciones resultantes de dichos intercambios.
Hacia el año 6000 a.C., ya existían los elementos necesarios para la actividad contable: ya que
el hombre había formado grupos, inicialmente como cazadores, posteriormente como agricultores
y pastores, y se había dado ya inicio a la escritura y a los números; surge el concepto de
propiedad, un gran volumen de operaciones, las monedas y quizás, el crédito en los mercados, etc.
El antecedente más remoto de ésta actividad, es una tablilla de barro que actualmente se
conserva en el Museo Semítico de Harvard, considerado como el testimonio contable más antiguo
(en la que algunos investigadores han creído encontrar registros de ingresos y egresos, a partida
simple), originario de la Mesopotamia, donde años antes había desarrollado una civilización
llegando la actividad económica a tener gran importancia.
De acuerdo a los informes de que se dispone, estos escritos eran en forma pictórica, plasmados
en tablillas de barro y su fabricación se les atribuye a los sumerios, los cuales fueron predecesores
de los babilonios. Según los datos arqueológicos, las técnicas utilizadas por los sumerios para
llevar a cabo dichos registros, consistían en tomar tablillas de barro húmedas y con el extremo
afilado de un carrizo hacían las marcar correspondientes.
El país situado entre el Tigris y el Éufrates era ya en el cuarto milenio a.C.; asiento de una
próspera civilización. Los comerciantes de las grandes ciudades mesopotámicas constituyeron
desde fechas muy tempranas una casta influyente e ilustrada.
Se han conservado miles de tablillas cerámicas que permiten formarse una imagen acerca de la
manera en que llevaban las cuentas. Gracias a esos testigos, inmunes al paso del tiempo, sabemos
que ya en épocas muy antiguas existían sociedades comerciales, que las que las aportaciones de
capital y el reparto de beneficios estaban cuidadosamente estipulados por escrito.
La propia organización del Estado, así como el adecuado funcionamiento de los templos,
exigían el registro de sus actividades económicas en cuentas detalladas. Los templos llegaron a ser
verdaderas instituciones bancarias, que realizaban préstamos.
El instrumento material utilizado habitualmente por los egipcios para realizar la escritura era el
papiro. Las anotaciones de tipo contable, por su carácter repetitivo, llegaron a conformar un tipo
de escritura hierática que ha resultado muy difícil de descifrar para los estudios.
Los escribas especializados en llevar las cuentas de los templos, del Estado y de los grandes
señores, llegaron a constituir un cuerpo técnico numeroso y bien considerado socialmente. De
cualquier forma, y pese al papel decisivo que la contabilidad desempeño en el antiguo Egipto, no
puede decirse que la civilización faraónica haya contribuido a la historia de la contabilidad con
innovaciones o procedimientos que no hubieran sido ya utilizados por los otros.
Hacia el año 3623 antes de Cristo, en Egipto, los faraones tenían escribanos que por órdenes
superiores, anotaban las entradas y los gastos del soberano debidamente ordenados.
Los templos helénicos, fueron los primeros lugares de la Grecia clásica en los que resulto
preciso desarrollar una técnica contable. Cada templo importante, en efecto poseía su tesoro,
alimentado con los donativos de los fieles o de los estados.
Entre los años 356 al 323 antes de Cristo, período de apogeo del imperio de Alejandro Magno,
el mercado de bienes creció de tal manera hasta cubrir la península Báltica, Egipto y una gran parte
del Asia Menor (India), originando ejercitar un adecuado control sobre las operaciones por medio
de anotaciones. Los banqueros griegos, fueron famosos en Atenas, ejerciendo su influencia en todo
el Imperio. De ellos se dice: "Llevaban una contabilidad a sus clientes, la cual debían mostrar
cuando se les demandara; su habilidad, y sus conocimientos técnicos hicieron que con frecuencia
se les empleara para examinar las cuentas de la ciudad»
Para el año 5000 antes de Cristo, en Grecia, había leyes que imponían a los comerciantes la
obligación de llevar determinados libros, con la finalidad de anotar las operaciones realizadas.
En Babilonia alrededor de los 2,600 años A.C. los mercaderes de ese país ordenaban a sus
escribanos a que prepararan los registros de recibos, gastos, contratos de trueques, ventas,
préstamos de dinero y otras operaciones de índole comercial. Además de los medios antes
señalados usados para conservar las anotaciones, tenemos que también se utilizaron los llamados
cuadernos y códigos, los cuales eran fabricados utilizando de dos a diez tablillas de madera
cubiertas de cera y unidas con tiras de cuero.
Por el año 594 antes de Cristo, la legislación de Salomón, establece jurídicamente que el consejo
nombrase por sorteo entre sus miembros, diez legistas, para construir el "Tribunal de Cuentas",
destinado a encomendar a funcionarios, diversos servicios administrativos que debían rendir
cuentas anualmente.
En Roma, las personas dedicadas a la actividad contable dejaron testimonio escrito en los
"Tesserae consulare", tablillas de marfil o de otro hueso de animal de forma oblonga con
inscripciones que muestran el nombre de algún esclavo o liberto, de su amo o patrón y la fecha,
así como la anotación de "Spectavit", es decir. "Revisado por". Como fehaciente testimonio, del
año 85 antes de Cristo, se encontraron unas tabillas que textualmente una de ellas decía: "Revisado
por Coecero, esclavo de fafinio, el 5 de Octubre, en el consulado de Lucio Cinna y Cneo Papiro",
En resumen, los romanos llevaron una contabilidad que constaba de dos libros el "Adversaria"
y el "Codex". El Adversaria estaba constituido por dos hojas anversos unidad por el centro,
destinado a efectuar registros referentes al Arca (Caja), dividido en dos partes, el lado izquierdo
denominado el Acepta o Acceptium destinado a registrar los ingresos y en el lado derecho
denominado el Expensa o Expensum destinado a registrar los gastos.
El Codex estaba también constituido por dos hojas anversos unidas por el centro, destinadas a
registrar nombre de la persona, causa de la operación y monto de la misma. Se encontraba dividido
en dos partes, el lado izquierdo denominado "Accepti" destinado a registrar el ingreso o cargo a la
cuenta y el lado derecho "Respondi" destinado al acreedor.
Durante este periodo se inició el feudalismo, en el cual no cesó totalmente el comercio, por lo
que las prácticas contables debieron de ser usuales, aun cuando esta actividad se volviese casi
exclusiva del señor feudal y de los monasterios europeos.
La contabilidad en Italia, en el siglo VIII, era una actividad usual y necesaria. Tres ciudades
italianas dieron gran uso e impulso a la actividad contable: Génova, Florencia y Venecia, lugares
donde se usaba y se alentaba la contabilidad por partida doble como utilizada actualmente.
Entre los siglos VI y IX en Constantinopla, se emite el "Solidus" de oro con peso de 4.5 gramos,
que se constituyó en la moneda más aceptada en todas las transacciones internacionales,
permitiendo mediante esta medida homogénea la registración contable. Razón por la cual, no es
raro que ciudades italianas alcanzaran un alto conocimiento y desarrollo máximo de la
contabilidad.
Se conservan desde 1211 en Florencia, cuentas llevadas por un comerciante florentino anónimo
con características distintas para llevar los libros, método peculiar que dio origen a la Escuela
Florentina, donde el Debe y el Haber van arriba el uno al lado del otro en diferentes parágrafos
cada cual.
El célebre juego de libros utilizados por la Comuna de Génova se encuentra haciendo uso de
los clásicos términos "Debe" y "Haber" utilizando asientos cruzados y llevando una cuenta de
pérdidas y ganancias, la que resume el saldo de las operaciones suscitadas en la comuna.
Del año 1327, se tienen noticias del primer auditor "Maestri Racionali", cuya misión consistía
en vigilar y cotejar trabajos y conservar un duplicado de dichos libros, uno de estos se denomina
"Cartulari" (Libro mayor) escrito en pergamino data de 1340 y se conserva en el Archivo del
Estado de Génova.
La Iglesia católica la cual había adquirido carácter de religión oficial en manos del emperador
romano Justiniano, fue abarcando cada vez más seguidores a su fe y también un poder económico
y político dominante; fue esta religión la que mantuvo vivas todas las prácticas culturales, entre
ellas las de llevar cuenta de las operaciones económicas realizadas las cuales se llevaban a cabo
en los monasterios, a la tradición de los Romanos.
Durante este periodo de iniciación del feudalismo el comercio no dejó de ser una práctica
común, por lo tanto la contabilidad siguió siendo utilizada. Cuando comenzaron las invasiones
árabes y normandas fue cuando se interrumpió el comercio lo que provocó que la contabilidad solo
fuera utilizada exclusivamente por los señores feudales.
El puerto de Marsella era la principal entrada de mercancías, las cuales eran traídas de Siria y
Egipto que colmaban las necesidades de la Europa Románica; sin embargo, los musulmanes
iniciaron sus grandes conquistas en el año de 630, dominando a Siria en 633, luego a Egipto en
638, interrumpiendo el comercio del Medio Oriente y Europa. Poco a poco sus embarcaciones se
apoderaron del Mediterráneo; en 655, la flota árabe aniquilo a los bizantinos, causando
definitivamente el paso de naves mercantes por el Mediterráneo. A principios del siglo VIII se
suspendió el comercio marítimo de Marsella con Oriente.
Y comienza el feudalismo durante este Periodo continuaron los avances árabes en suelo
europeo, conquistando España el 19 de Julio de 711, en la batalla de Guadalete, venciendo a las
tropas del rey Rodrigo, siguiendo por París fueron derrotados por Carlos Martell, desvaneciendo
así la amenaza islámica en 732. (Estos musulmanes en sus conquistan también ejercían el
comercio, practicando así la contabilidad; es decir, esta actividad siempre estuvo presente, aun en
las manos de los invasores).
Europa en el Siglo VIII, sufre nuevas invasiones: los normandos, que primero destruyeron las
costas de Inglaterra, luego las de Francia, y por ultimo entraron al Mediterráneo; sin embargo
también se practicaba el comercio, particularmente vendiendo miel de abejas, ya que en esa época
no se conocía el azúcar; se establecieron el Sicilia. De esta época se conserva el antecedente de un
reglamento de Carlo Magno, Emperador del Sacro Imperio Romano Germánico, el "Capitulare de
Villis": en el cual se establece que cada año se hará un inventario de las propiedades del Imperio,
registrando en un libro todos sus movimientos por separados; es decir, los ingresos a un lado y los
egresos a otro lado; como se ve en este documento se añaden nuevas cuentas a las ya conocidas,
las patrimoniales, cuyo objeto es registrar bienes no monetarios.
La práctica Contable continuaba siendo muy eficaz en las operaciones financieras que se
llevaban a cabo en aquella época, no solo en los reyes y señores, sino también en los
monasterios que se encontraban en toda Europa.
La contabilidad en Italia, en el siglo VIII, era una actividad normal y necesaria, se tiene noticia
de que un "CONTADOR" en el años 831, FIRMÓ una escritura para el traslado de una propiedad
de un abad de San Ambrosio, a un "signore" de la ciudad de Donolo; no se conserva testimonio
sobre el detalle, pero hay datos de los "maestridellabacco", pues fue una profesión muy importante
durante los siglos VII y VIII. Se conoce que en el siglo VIII una generación se dedicó
profesionalmente a llevar cuentas del comercio, particularmente en Venecia, siendo ella la que
impulso mayormente la Contabilidad.
Durante los siglos del VIII al XII Europa Central se encontraba en plena época feudal; la
práctica contable era llevada por comerciantes nómadas y por escribanos a las órdenes de los
señores feudales, quienes no consideraban varonil ni propio dedicarse a tales ocupaciones.
Conocemos el antecedente del DOMESDAY BOOK, el cual fue mandado hacer por el Rey
Guillermo el Conquistador, de Inglaterra, este libro tenía datos informativos y material estadístico,
también contenía los Ingresos y Egresos de la Corona con el objetivo de llevar una rápida cuenta
de los bienes del Erario; este libro fue completado en 1086. Diez años después se organizó la
primera cruzada, la cual trajo muchos cambios. En efecto, las ocho Cruzadas, que comenzaron en
el siglo XI y terminaron a mediados del siglo XIII, fueron la causa de grandes cambios económicos
y sociales; a partir de la segunda cruzada, el viaje de Europa a Asia se hizo más efectivo por vía
marítima que por vía terrestre, debido a que proporcionaba mayor seguridad. Venecia fue la ciudad
que más facilitó esta actividad, por lo tanto, el antiguo comercio de esta país aumento de manera
extraordinaria.
Por lo que los cambios sociales y políticos que produjo entre los habitantes y señores feudales
en Europa fueron enorme:
El caballero de la Edad Media era un señor rural, que nunca se veía necesitado a pagar dinero
en efectivo. Sus posesiones producían todo lo que comían, bebían y vestían él y su familia. Las
piedras para las construcciones que hacia eran tomadas de las montañas cercanas, utilizaba los
arboles de sus bosques para las construcciones. Las pocas mercancías que compraban se pagaban
en géneros: miel, huevos, cereales, etc.
Pero las cruzadas alteraron la rutina de la vida rural, de una manera decisiva. Suponiendo que
el duque de Hildesheim iba a Tierra Santa. Tenía que andar miles de millas y le quedaba difícil
pagar el costo de las jornadas y la estancia en las posadas en las que se quedaba. En su Estado
podía pagar con productos de sus tierras, pero le quedaba demasiado complicado llevar consigo
Estos señores pedían dinero en efectivo, así que no le quedaba otro remedio que llevar consigo
monedas de oro, y para conseguir estas debía ir a donde los prestamistas profesionales, estos
sentados en su mesita (llamada "BANCO"), podían facilitar cientos de monedas al duque a cambio
de sus propiedades. Estas monedas serian devueltas aun si el duque falleciera en la lucha contra
los turcos).
Fue así como del siglo XI al XIV, Europa sufrió un cambio fundamental en su estructura
económica, haciendo que la contabilidad llevada por la tradición romana, por los monjes y señores
del feudo, fuera poco a poco sustituida por una práctica de esta más perfecta, debido a las nuevas
necesidades del intercambio comercial y crediticio; las grandes ferias, como la de Génova y
Champagne, la creación de empresas y de grandes "Compaignes" italianas y la "Fortuna de Mar"
que dieron origen a las grandes flotas genovesas y venecianas, así como las grandes empresas y
monopolios comerciales que se formaron en Italia hicieron que se distinguieran tres ciudades, estas
constituyeron los focos de donde partió una contabilidad a partida doble.
Fueron ellas: Venecia, Génova y Florencia; esta última como centro industrial y bancario
particularmente a partir del siglo XII, cuando la antigua ciudad agrícola se transformó en una gran
plaza de mercado; su reconocimiento se debió a la venta de sus famosos productos de algodón que
se popularizo en toda Europa; así como su moneda: "FIORINO DE ORO" generalmente aceptada
en todos los mercados europeos. La Banca de los Medici es un ejemplo de genio comercial
florentino que se agrupo en grandes unidades económicas, en forma de Compaignes en las que las
familias manipulaban grandes fortunas.
Se conservan las cuentan llevadas por un comerciante florentino (anónimo) hacia el año de
1211 con características distintivas en la manera de llevar los libros, método tan peculiar en su
época, que constituyó la llamada Escuela Florentina; el caso es que el debe y el haber van arriba
uno del otro en diferentes parágrafos cada cual; en Génova y en Venecia se asentaba ambos en el
mismo renglón, el uno frente al otro.
"Hacia 1263, en España, bajo el reinado de Alfonso el Sabio, en las célebres partidas por el
recopiladas, se impuso a los funcionarios encargados de la administración de rentas publicas la
obligación de rendir cuentas anualmente"
La inversión de la Caja no duro muchos años sin embargo, aun hoy seguimos la práctica de
asientos cruzados así como la de designar todo ingresos como "debe" y todo egreso como "haber",
si bien su significado, aun hoy, nos extraña, particularmente al ingresar al estudio de esta
disciplina. Pero es, sin duda, más conocido el célebre juego de libros llevados por la columna de
Génova que se encuentran, llevados a la usanza de la época, es decir haciendo uso de los clásicos
términos "debe" y "haber", utilizando los asientos cruzados y llevando una cuenta de Pérdidas y
Ganancias, misma en la que se resume el saldo de las operaciones de la Comuna; por lo tanto no
se tiene que recurrir a cerrar las cuentas de Caja y las Cuentas Corrientes, para determinar los
resultados financieros de la unidad económica, por cualquier aumento o disminución del
patrimonio de la comuna, con motivo de interese cobrados o gastos efectuados.
Dicha cuenta; cabe añadir que esta se denominó "ganancias y pérdidas" en virtud de la inversión
de los signos; los subtítulos de esta cuanta aun así persisten: "debe" para las perdidas y "haber"
para las ganancias.
En la Historia Económica y Social de la Edad Media, de Henri Pirenne, se nos informa acerca
de otro libro contable, llevado a la usanza de la época, y que abarca varios ejercicios comprendidos
a fines del siglo XII, donde se registra la enorme riqueza de los célebres banqueros genoveses
Zaccaria. Un nuevo avance en la contabilidad, fue la aparición de libros auxiliares: el libro de
cuentas corrientes, pues cuando el número de operaciones fue voluminoso, la información que
brinda dicho "Cartulari" dificultaba encontrar una persona determinada, particularmente debido al
hecho de que el registro se va llenando en forma cronológica; al llevarse una cuenta por cada
cliente importante, se solucionó el problema; otra innovación que presento el libro Carulari es que
se escribe en dos hojas unidas en el centro y que son tituladas en la parte superior con su "debe" y
"haber" respectivo; de hecho esta innovaciones de origen toscano, donde se implanto este sistema
"Vacchetta del Signore Poliano de Foco Paliani" (Peragallo).
El juego de libros del banquero Florentino Perrizzi, que data del año 1336, presenta un ejemplo
claro de los libros auxiliares. Se considera que por esta época había en Florencia más de 80 grandes
empresas. Presentan asimismo esta contabilidad la innovación de que abría y cerraba las
operaciones bianualmente con un estado financiero en donde claramente se estipulaba el
patrimonio de la unidad económica, informando en el mismo el resultado de la operaciones como
la participación individual de los socios, lo que se determinaba del saldo de las cuentas personales
que se le llevaba a cada socio de la propia-empresa.
En efecto este auge mercantil de los Siglos XII y XIII trajo como consecuencia que el viejo
"Corpus Juris Civilis" romano, fuese insuficiente para zanjar las controversias que surgían entre
los comerciantes, y así el poder público, unas veces por negligencia o falta de fuerza y otras por
no haber ley escrita aplicable al caso, no impartía la justicia que se requería al surgir estas Litis;
esto dio lugar a que las personas dedicadas a la actividad mercantil se agruparan, no solo para la
protección de sus intereses, sino para establecer normas de derecho que resolvieran las
controversias nacidas entre los miembros de aquellas agrupaciones: "gremios" de industriales,
"gildas" de comerciantes.
"Los comerciantes establecieron tribunales encargados de dirimir sus controversias sin las
formalidades del procedimiento: "sine strepitu et figura judicii" y sin aplicar las normas de derecho
común, sino los usos y costumbres de los mercaderes. Así fue creándose un derecho de origen
consuetudinario inspirado en la satisfacción de las peculiares necesidades del comercio. Las
resoluciones de los tribunales comerciales fueron recopiladas, conservando su forma original; eran
redactadas, en términos generales y ordenadas sistemáticamente formando estatutos u ordenanzas
que, atenta la manera en que se originaron, diferían de una a otra ciudad.
Se considera como pionero en el estudio de la partida doble a Benedetto Cotrugli Rangeo nacido
en Dalmacia, autor de "Della mercatura et del mercante perfetto", obra que termino de escribir el
25 de agosto de 1458 y publicada en 1573, se conserva un ejemplar en la Biblioteca de Marciana
– Venecia. El libro aunque toca la contabilidad de manera breve, explica de una manera muy clara
la identidad de la partida doble, el uso de tres libros: el Cuaderno (Mayor), Giornale (Diario) y
Memoriale (Borrador), afirma que los registros se harán en el Diario y de allí se pasarán al Mayor,
el cual tendrá un índice de cuentas para facilitar su búsqueda, y que deberá verificarse la situación
de la empresa cada año y elaborar un "Bilancione" (Balance); las pérdidas y ganancias que arroje
Sin lugar a duda, el más grande autor de su época, fue Fray Lucas de Paciolo, que en 1494
publica su tratado titulado "La suma de la aritmética, geometría, proporción y proporcionalidad”.
Consideró que la contabilidad en su aplicación requiere conocimiento matemático. Divido de
dos partes:
2. La segunda en Geometría, ésta última subdivida en ocho secciones, siendo la última de éstas el
"Distincio nona tractus XI" titulado "Trattato de computi e delle scritture" (Las cuentas y las
Escrituras") que incluye 36 capítulos.
En 1509, realiza una nueva reimpresión de su tratado, pero solo el "Tractus XI" sobre "Las
cuentas y las Escrituras". Se refiere al sistema de registración por partida doble basado en el
axioma: "No hay deudor sin acreedor".
Prácticas comerciales concernientes a sociedades, ventas intereses, letras de cambio, etc. Con
gran detalle, ingresa en el aspecto contable explicando el inventario, como una lista de activos y
pasivos preparado por el propietario de la empresa antes que comience a operar.
Habla del "Memoriale" (Borrador) un libro donde se anota las transacciones en orden
cronológico y detalladamente.
Explica del "Gionale" (Diario) a través de exposición sumaría al respecto: Toda operación será
registrada por sus efectos de crédito y débito, toda transacción en moneda extranjera será
convertida a moneda veneciana.Describe el "Cuaderno" denominación que recibe el libro mayor.
Llega el siglo XIX, y con él el Código de Napoleón (1808), comienza la Revolución Industrial,
Adam Smith y David Ricardo, echan las raíces del liberalismo, la contabilidad comienza a tener
modificaciones de fondo y forma, bajo el nombre de "Principios de Contabilidad", en 1887 se
funda la " Asociación Americana de Contadores Públicos ", antes, en 1854 "El Instituto de
Contadores Colegiados de Escocia ", en 1880 "El Instituto de Contadores Colegiados de Inglaterra
y Gales ", organismos similares los constituyen Francia en 1881, Austria en 1885, Holanda en
1895, Alemania en 1896.
Cuando se realiza una contabilidad se suele utilizar un sistema simple mediante el cual se van
registrando las cantidades de los gastos en columnas. Este sistema refleja la fecha de la transacción,
su naturaleza y la cantidad desembolsada. Sin embargo, cuando se lleva a cabo la contabilidad de
una organización, se utiliza un sistema de doble entrada: cada transacción se registra reflejando el
doble impacto que tiene sobre la posición financiera de la empresa y sobre los resultados que ésta
obtiene. La información relativa a la posición financiera de una empresa se refleja en el llamado
balance de la empresa, mientras que los resultados obtenidos por la empresa aparecen desglosados
en la cuenta de pérdidas y ganancias. Se incluyen a su vez los datos que reflejan los cambios en la
estructura financiera de la empresa y la situación de sus ingresos. El estado de liquidez se refleja
en el informe económico-financiero de la empresa, en una memoria por separado. Esta información
La base de todo método contable es la partida doble en la que se utiliza un sistema de doble
entrada: cada transacción se registra reflejando el doble impacto que tiene sobre la posición
financiera de la empresa y sobre los resultados que ésta obtiene. La información relativa a la
posición financiera de una empresa se refleja en el llamado balance general de la empresa, mientras
que los resultados obtenidos por la empresa aparecen desglosados en la cuenta de pérdidas y
ganancias en el estado de resultados.
Además de los datos indispensables para la declaración de impuestos, deberá llevar en todo
momento cuenta y razón de su negocio y sus actividades. Es importante contar con un sistema
contable simple y comprensible y que le brinde información al día durante todo el año. Sus libros
de contabilidad deberán ser instrumentos que le ayuden en la administración de su negocio.
Los libros y registros de contabilidad no sólo deben satisfacer las exigencias legales, sino que
deberá contar también con registros que le ayuden en sus diarias decisiones. Sus registros deberán
ser simples, inteligentes, oportunos y económicos.
El sistema contable deberá proveer los métodos para compilar, resumir, registrar y analizar los
datos. Para compilar los datos, conviene usar un libro diario. Este registro sirve para anotar las
transacciones en orden cronológico. El mayor (libro de cuentas) sirve para resumir o clasificar los
datos. En el mayor se reúnen los distintos renglones bajo encabezados genéricos: efectivo, sueldos,
renta, depreciación, seguros, etc.
El documento que aquí se presenta parte de la inquietud que dejó en el suscrito una pregunta
relacionada sobre la utilidad de materias relacionadas con el estudio del pensamiento científico
para la formación de estudiantes en el área de conocimientos de la ciencia administrativa y
contable.
En el cuerpo del trabajo se pretendió establecer algunas bases para ofrecer una de las posibles
respuestas a este cuestionamiento. Para ello, se partió de la descripción de algunos elementos que
consideré de importancia relacionados con la Filosofía como base para transitar al estudio del
conocimiento, sin pretender abundar en los conceptos que de allí se derivaron.
Con el fin de derivar algunas reflexiones que llevaran a establecer algunos lineamientos para
comprender el objeto de estudio del presente trabajo. Finalmente y con base en los dos temas
abordados, mostré algunas bases para destacar la importancia del estudio del pensamiento
científico en la formación del estudiante en ciencia administrativa y contable.
Como ya comenté, lo expuesto aquí representa sólo una reflexión orientada a ofrecer una de las
posibles respuestas al cuestionamiento que dio origen al presente escrito. Sin duda habrá muchas
respuestas más que puedan exponerse.
El conocimiento resulta ser natural y cotidiano, de diverso valor y provecho. El interés por
descubrir o saber la certeza o falsedad de lo conocido o por conocer, representa un problema a
resolver. El problema del conocimiento ha sido una motivación constante del hombre por
entender o desentrañar su mundo. Es por ello que el conocimiento es definido como un proceso
que nos llega de manera natural y como producto de una intención de conocer algo en particular.
Dentro de este contexto, el proceso de conocimiento se concibe como una relación compleja
entre dos elementos, el sujeto conocedor y el objeto o parte que se desea conocer. Este proceso
surge a partir de la abstracción y la conceptualización del objeto.
DOSI, Giovanni; NELSON, Richard y WINTER, Sydney, The nature and dynamics of
organizational capabilities, Oxford University Press, Oxford, 2000.
GREGORY, Jane and MILLER, Steve, Science in public. Communication, Culture, and
Credibility”, Basic Books, Cambridge, 1998.
IRWIN, Alan and WYNNE, Brian, Misunderstanding science. The public reconstruction
of science and technology, Cambridge University Press, Cambridge, 1996.
KIERNAN, M., Get creative, or get dead: building competitive companies for the 21st
century, Douglas & McIntyre, Toronto, 1995.
LATOUR, Bruno, Science in Action. How to follow scientists and engineers through
society, Harvard University Press, Cambridge, 1987.