Cuento Maravilloso El Paisajista
Cuento Maravilloso El Paisajista
Cuento Maravilloso El Paisajista
En un lejanísimo país, del que muy poca gente tenía conocimiento, vivía un emperador al que
sus enormes obligaciones, le impedían poder ir a descubrir las nuevas tierras conquistadas por
sus ejércitos. Apenado ante tal contratiempo, mandó llamar al mejor pintor del reino, para que
visitara sus nuevos dominios y los reflejara en tantos cuadros como fuera posible.
Tras un largo viaje, en el que nuestro pintor quedó maravillado por la belleza de aquellos
parajes, retorno al palacio del emperador, tal y como se había marchado. Al verlo regresar con
las manos vacías, el máximo dirigente montó en una terrible cólera.
Sin inmutarse lo más mínimo por los improperios lanzados por el emperador, el pintor pidió a
los sirvientes, que buscaran el cuadro más grande que pudieran encontrar. Una vez que lo tuvo
todo dispuesto, comenzó a pintar sin descanso, todo aquello que sus ojos habían visto. Acto
seguido, llamó al emperador, para contarle con pelos y señales, como era cada rincón de su
nuevo reino.
Terminada la exposición y sin que nadie se diera cuenta, el pintor se introdujo por el camino
que aparecía en primer término, desapareciendo, al igual que su obra, a los pocos minutos sin
dejar el más mínimo rastro,
Pandora fue la primera mujer humana, creada por Hefesto por orden de Zeus y siendo dotada
por los diferentes dioses de algunas de sus mayores cualidades y virtudes, pero también
incluyendo la capacidad de seducir y mentir. Su creación obedece al deseo del rey del Olimpo
que con el tiempo se casaran. Pero Pandora recibió también una caja destinada a su marido, en
la cual estaban encerrados todos los males del mundo, con instrucciones de no abrirla jamás. Sin
embargo uno de los dones que había recibido Pandora era el de la curiosidad. Un día, la mujer
abrió la caja para mirar qué había dentro, algo que provocaría que todos los males salieran de la
caja y se repartieran por el mundo. Asustada, Pandora cerró la caja, pero en ella solo quedaba la
esperanza. Entonces Pandora se dedicó a ofrecer la esperanza a los hombres, con el fin de
APAGA y VAMONOS
Esta frase ha quedado como expresión de asombro, ante un hecho absurdo y disparatado.
Indica la dificultad que entraña, a veces, investigar quién es el autor de una acción maliciosa.
Significa la pretensión de descargar sobre otro la culpa por algún delito o falta que no ha
cometido.