Género Dramático Guía Docente

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GÉNERO DRAMÁTICO

“El teatro es un espejismo, que no lleva en sí mismo ni sus fines ni su realidad”.

Antonin Artaud

Orígenes del drama

Ya sabemos, por el nivel de séptimo año, que las primeras manifestaciones teatrales
en occidente nacieron en la antigua Grecia, aunque se han encontrado ruinas de
anfiteatros anteriores al siglo V a.C. en las culturas azteca e inca, pero sin registros
de obras ni de representaciones escénicas.
De las fiestas en honor a Dioniso surgió el Género Dramático. Recordemos que se
trataba de sacrificar un macho cabrío al mismo tiempo que los más jóvenes
disfrazados de sátiros danzaban alrededor del fuego rociando la tierra con vino. A un
costado, frente a un altar, se formaba un coro de ancianos

Ya señalamos en una guía anterior que, “con el tiempo, filósofos y artistas vieron en
este ritual un trasfondo relacionado con los pesares del ser humano y la posibilidad
de ser representado públicamente. Así, de un modo muy primario, se dio origen al
drama”.

En Grecia, actualmente, se conservan las ruinas


de los anfiteatros en los cuales se llevaban a
cabo dichas representaciones y constituyen uno
de los principales atractivos turísticos.

Tragedia y Comedia

En este nivel de octavo año solo abordaremos dos tipos de obras. Otros tipos, serán
revisados durante la enseñanza media.

Tragedia antigua

Corresponde a una forma dramática, característica de la antigüedad clásica, (esto


es, Grecia principalmente) en la que el protagonista lucha contra su destino. Siempre
vence el destino, en manos de los dioses, y en ese punto radica el sentido esencial
de la tragedia. Las fuerzas en conflicto son desiguales y desproporcionadas. Nada
puede hacer un mortal contra el poder de los dioses y, aunque hace el esfuerzo para
cambiar su destino, a veces predestinado, finalmente es derrotado. Eso explica por
qué las tragedias generalmente terminan en muerte o destrucción.

La tragedia antigua se representaba para un público culto capaz de entender su


sentido y emocionarse con un tema serio y trascendente.

Algunas obras y autores, por ejemplo, son: “Edipo Rey”, “Edipo en Colono” Sófocles;
“Prometeo encadenado” Esquilo; “Hipólito” Eurípides.
Tragedia moderna

Corresponde a una forma dramática que surge con posterioridad a la cultura clásica
antigua, durante el Renacimiento con la figura de William Shakespeare.

En ellas, el protagonista ya no lucha contra el destino impuesto por los dioses puesto
que ya no se vive una época de politeísmo sino de monoteísmo. Dios, para el mundo
creyente, no predestina al ser humano sino que le brinda libre albedrío, es decir, la
voluntad para decidir por sus propias acciones. Sin embargo, en ocasiones, las
personas terminan mal debido a que eligen mal o actúan mal y sufren las
consecuencias de la “arquitectura de su propio destino”. En esos casos, se impone la
fatalidad (en términos familiares, la mala suerte). Así sucede, por ejemplo, con
“Macbeth”, ”Romeo y Julieta”, “Hamlet” del citado autor.

Durante el siglo XX aparece la figura del español Federico García Lorca que escribió
“Bodas de sangre” y “Yerma” que se consideran tragedias modernas, para diferenciar
la época de las antiguas.

Obra dramática y obra teatral

La obra dramática se enmarca dentro del ámbito literario.


Se trata de una creación de lenguaje o un mundo creado
por un autor, que llamaremos dramaturgo, tal como se
especificó en el nivel de séptimo año, y que puede ser
representado ante un público, es decir, que tiene una
virtualidad teatral. Es posible decir, en sencillos y
cercanos términos para un estudiante, que la obra
dramática es el texto que podemos leer, hojear,
releer y que ofrece la posibilidad de ser representado.

Si la obra dramática llega a ser representada, entonces estamos frente a una obra
teatral. Por lo tanto, la representación de la obra dramática, su puesta en escena
frente a los espectadores, es lo que se conoce como obra
teatral.
Estructura dramática

La palabra estructura, ya revisada en una unidad anterior, se refiera a las partes que
conforman un todo. Si aplicamos ese significado a la obra dramática, apunta a las
partes en que se divide.

Distinguiremos dos tipos de estructura: externa e interna.

a) Estructura externa: Se advierte claramente con la sola revisión general del


texto. Su división mayor es en actos y, dentro de ellos, cuadros y escenas.

La mayoría de las obras dramáticas constan de tres actos. Sin embargo, no existe
una norma única que obligue a los dramaturgos a considerar solo tres. Por cierto,
hay obras que registran un acto o dos, tres o más, hasta cinco -muy
excepcionalmente incluso más- como ocurría en los primeros siglos de la historia del
drama. (Recuérdese que el español Lope de Vega, en su obra “Arte nuevo de hacer
comedias”, rebajó el número de actos de cinco a tres, por razones que no viene al
caso revisar en esta oportunidad, y que muchos dramaturgos han seguido hasta
nuestros días).

En consecuencia, un acto corresponde a la mayor división que presenta una obra


dramática. En la lectura de una obra dramática aparece en forma explícita; en la
obra teatral, está dado por el cierre de cortinas o por un apagón de luces.

Cuadro corresponde a la ambientación física. Los cambios de la escenografía,


durante la puesta en escena, indican los distintos cuadros.

Escena corresponde a cada fracción de la obra dramática que está dada por la
entrada o salida de los personajes. Por tanto, cada vez que aparece interviniendo un
personaje en el desarrollo de la acción, se produce una escena. Si se agrega otro o
se retira alguno, hay cambio de escena.
b) Estructura interna: Se relaciona con la organización del desarrollo de la acción,
que debe tener coherencia o hilo conductor que permite que el conflicto de la obra
dramática se acreciente hasta el final.

Las partes son las siguientes:

Presentación del ambiente, personajes y conflicto: Aparece al comienzo de la


obra. El lector o espectador (recuérdese que el fin de la obra dramática es su
representación) aprecia en qué lugar se desarrollará el conflicto y la época. Conoce
los primeros personajes que aparecen en escena y que darán vida al problema que
se enuncia. En suma, adquiere una ubicación general respecto del texto o de la obra
teatral.

Nudo o desarrollo del conflicto: Toda obra dramática presenta un conflicto


humano. Si no hay conflicto, no hay obra. (Quizá la única excepción podría
encontrarse en algunas obras del teatro del absurdo).

Finalizando la presentación se vislumbra el conflicto que se desarrolla en forma


progresiva y ocupa el espacio más amplio de toda la obra. De a poco prepara el
instante de mayor tensión, hacia el final.

Clímax: Momento culminante de la acción o de mayor tensión entre las fuerzas que
se oponen. Normalmente se presenta hacia el final de la obra y prepara al
espectador (o lector) para el desenlace.

Desenlace: Final de la obra. La palabra “desenlace” tiene el prefijo destacado que


apunta desasir el “nudo”. Puede ser que el o los protagonistas triunfen y eliminen los
obstáculos o, por el contrario, que su energía se vea anulada por una fuerza
opositora, en cuyo caso, hay un triunfo del antagonista. Todo depende de la
intención comunicadora del dramaturgo.

Podemos comparar la estructura dramática interna con una ola marina que se
levanta y crece de a poco, arrastrando la misma corriente, llega a un punto que se
eleva y revienta.
Así podemos graficar esta idea:

Los personajes

Para que exista una obra dramática, es fundamental e ineludible que existan los
personajes. Ellos son seres ficticios que transportan las ideas concebidas por el
dramaturgo y, que en la obra teatral, son encarnados por los actores.

Generalmente, en la obra dramática aparecen dos fuerzas en conflicto, tal como ya


se puntualizó anteriormente. En ese caso, surge el protagonista, alguien que lucha
por conseguir algo y que ocupa un papel destacado de la acción. Por otra parte,
surge alguien que se opone a la acción de aquel y lucha para que no cumpla sus
objetivos: se trata del antagonista.

Los estudiantes apreciarán, muy fácilmente, lo que sucede con el personaje Batman
(protagonista que lucha por el bien) y Wason (antagonista que lucha por impedir que
él logre sus objetivos).

El lenguaje dramático

La estructura característica del lenguaje dramático es dialógica, en directa


concordancia con la función apelativa del lenguaje.

El mundo creado en la obra dramática llega al lector (o espectador) a través de las


distintas formas que suele presentar el discurso de los personajes. A saber: diálogo,
monólogo, soliloquio y aparte.

Diálogo: Igual que en la vida real, se trata de la plática que establecen dos o más
personajes para expresar sus ideas, sus sentimientos o afinidades. En otros casos,
puede producirse una discusión o controversia.
En la obra escrita, el parlamento aparece señalado con la identificación del
personaje. Veamos un ejemplo sacado de un pasaje de la obra “El delantal blanco”:

La playa.

La señora: (gritando hacia su pequeño hijo, a quien no ve y que se supone está a la


orilla del mar, justamente, al borde del escenario) - ¡Alvarito!¡Alvarito! ¡No le tire
arena a la niñita! ¡Métase al agua! Está rica…¡Alvarito!,no! ¡No le deshaga el castillo
a la niñita! Juegue con ella…Sí,mi hijito…juegue.

La empleada: - Es tan peleador…

La señora: - Salió al padre… Es inútil corregirlo. Tiene una personalidad dominante


que le viene de su padre, de su abuelo, de su abuela…¡Sobre todo de su abuela!

La empleada: - ¿Vendrá el caballero mañana?

La señora: (se encoge de hombros con desgano) – ¡No sé! Ya estamos en marzo,
todas mis amigas han regresado y Álvaro me tiene todavía aburriéndome en la playa.
Él dice que quiere que el niño aproveche las vacaciones, pero para mí que es él quien
está aprovechando. (Se saca el blusón y se tiende a tomar sol). - ¡Sol! ¡Sol! Tres
meses tomando sol. Estoy intoxicada de sol.(Mirando inspectivamente a La
empleada) - ¿Qué haces tú para no quemarte?

La empleada: - He salido tan poco e la casa…

La señora: - ¿Y qué querías? Viniste a trabajar, no a veranear. Estás recibiendo


sueldo, ¿no?

La empleada: - Sí, señora. Yo solo contestaba la pregunta


Monólogo: Se presenta cuando un personaje, estando solo en el escenario, en voz
alta expresa sus sentimientos o pensamientos sobre dudas o decisiones que luchan
en su fuero de la conciencia, sin esperar respuesta.

Recuérdese, a modo de ejemplo, el conocido monólogo de Hamlet, de la obra del


mismo nombre, que en parte citamos a continuación, o bien, el monólogo de
Segismundo, de la obra “La vida es sueño”.

Hamlet: - Ser o no ser, he aquí la cuestión. ¿Que es más elevado para el espíritu,
sufrir los golpes y dardos de la insultante fortuna o tomar armas contra el piélago de
calamidades y, haciéndoles frente, acabar con ellas? Morir..., dormir; no más ¡Y
pensar que con un sueño damos fin al pesar del corazón y al los mil naturales
conflictos que constituyen la herencia de la carne! ¡He aquí un término devotamente
apetecible! ¡Morir... dormir, tal vez soñar! ¡Si, ahí está el obstáculo! Pues es forzoso
que nos detenga el considerar qué sueños pueden sobrevivir en ese sueño de la
muerte, cuando nos hayamos liberado del torbellino de la vida. ¡Esta es la reflexión
que da tan larga vida al infortunio!

Soliloquio: Es muy parecido al monólogo, pues, un personaje que se encuentra solo


en el escenario, pero expresa en voz alta el acontecer, las situaciones que le rodean,
(no sus dudas internas) como dirigiéndose a un interlocutor cuya presencia no es
visible y no claramente identificable.

Recuérdese este ejemplo:

Don Juan: ¡Buen lance, viven los cielos!


Estos son los que dan fama;
mientras le soplo a la dama,
él se arranca los pelos
encerrado en mi bodega.
Con él... ¡ja,ja!... Oh, y quejarse
no puede; limpio se juega.
A la cárcel lo llevé
y salió; llevóme a mí.
y salí;

Aparte: Consiste en que un personaje se expresa en voz alta suponiendo o dando a


entender que los otros personajes, que están junto a él en el escenario, no lo
escuchan. Se dirige al público estableciendo una complicidad.

Acotación: Corresponde a las indicaciones que entre paréntesis escribe el


dramaturgo para señalar algún asunto relativo al escenario o a la acción o
movimientos de los personajes.
Ejemplo tomado de cita anterior:

Acotación

La señora: (gritando hacia su pequeño hijo, a quien no ve y que se supone está a la


orilla del mar, justamente, al borde del escenario) - ¡Alvarito!¡Alvarito! ¡No le tire
arena a la niñita! ¡Métase al agua! Está rica…¡Alvarito!,no! ¡No le deshaga el castillo
a la niñita! Juegue con ella…Sí,mi hijito…juegue.

Elementos teatrales: personas, espacio y ambientación.

Personas: en la obra teatral intervienen una serie de personas que hacen posible su
puesta en escena:

- Director: es el responsable de toda la puesta en escena, sin embargo, nunca


aparece frente al público. Dirige a los actores, sus ensayos, pone énfasis en
aspectos que puedan interpretar mejor la intención comunicadora del dramaturgo
asignando un sello personal a su propio trabajo, da indicaciones generales y
específicas no solo sobre la actuación, sino, además, respecto de la intervención
de otros elementos como la iluminación, la música, etc.

- Actores y actrices: son los encargados de encarnar a los personajes, de dar vida
a sus pasiones, alegrías o tristezas. Se dice que los actores “prestan su cuerpo”
para que los personajes puedan darse a conocer en un escenario. De esa manera,
los actores dejan de ser ellos mismos, durante el tiempo de la representación,
para ser otros, con otro modo de expresarse, de vestirse, de relacionarse, etc. La
preparación de actores y actrices es muy rigurosa. Exige conocimiento y dominio
del cuerpo y de las emociones. Así, por ejemplo, en el primer caso, si le toca
representar un personaje cojo, debe dejar la impresión que en él (o ella) es algo
natural; si llega a la emoción, en el segundo caso, y terminada la escena o el
acto, pasa a una situación alegre, debe ser capaz de controlar esas emociones.
Nada fácil. Sin embargo, existen textos de apoyo para lograr aquello que los
profesores de teatro conocen y aplican en su trabajo.
- Diseñador teatral: Tiene un conocimiento integral de la visualidad teatral,
especialmente, de la escenografía, el vestuario, la iluminación, el maquillaje y
la utilería. Responde a una carrera o formación universitaria que lo habilita
para poner su talento artístico al servicio de la obra teatral.

- Técnicos: encargados de la iluminación, el vestuario, el maquillaje, la música.


También carpinteros especializados en la construcción de la escenografía.

- Sobre “las personas”, ¿Conocen nuestros estudiantes nombres destacados?


¿Saben qué directores o actores (actrices) han alcanzado el Premio Nacional
de Artes de la Representación? ¿Saben cuál ha sido su aporte que los ha
hecho merecedores de tal distinción?

Espacio: corresponde al lugar en donde se llevará a cabo la obra teatral. Puede ser
un teatro cerrado tradicional, como ocurre
en la mayoría de los casos. Sin embargo,
se pueden emplear escenarios temporales
o adaptados y también teatros al aire libre.

Los actores deben conocer muy bien el


espacio en el que actuarán para dejar la
impresión que corresponde al sitio familiar
del personaje. De ese modo, puede
desplazarse cómodamente aun a oscuras
como cuando alguien, en su propia casa, camina durante la noche con las luces
apagadas, pues, sabe de memoria en qué lugar se encuentran los muebles u otros
objetos.

Ambientación: corresponde a la decoración adecuada a la obra empleando objetos,


luces, etc. que sugieran rasgos sociales,
históricos o locales, que logren convencer al
espectador con el propósito de que participe
con su imaginación. Aquí cabe la
participación específica del diseñador teatral
cuyo trabajo debe estar en concordancia con
las intenciones artísticas del director de
escena.

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