Jehova Peleará Por Vosotros
Jehova Peleará Por Vosotros
Jehova Peleará Por Vosotros
¿EXISTE EL DESTINO?
de mi propio destino.
5. Orar siempre.
Ojalá siguiésemos el ejemplo de Daniel, quien “...se arrodillaba tres
veces al día, y oraba y daba gracias delante de su Dios, como lo
solía hacer antes”. Daniel 6:10.
6. Tener fe.
¿Por qué son importantes las reuniones? Porque por medio de ellas,
aumenta nuestra fe, pues “La fe es por el oír, y el oír por la palabra de
Dios”. (Romanos 10:17). Nos ayudarán a crecer en gracia y en
conocimiento. Allí adoramos a Dios, alabamos su nombre (Salmos
107:32), y compartimos el pan espiritual.
8. Perdonar y amar.
No hay cosa más eficaz para mantenerse firme, para lograr triunfos en la
vida espiritual, para desarrollar los talentos y experimentar una profunda
satisfacción, que trabajar para el Señor. Esto fortalece los músculos de la
fe y nos hace sentir verdaderamente útiles. Comienza hoy mismo a
compartir con otros lo que has aprendido y recibirás los beneficios.
“Entonces Jesús les dijo: Aún por un poco está la luz entre
vosotros; andad entre tanto que tenéis luz, para que no os
sorprendan las tinieblas; porque el que anda en tinieblas, no sabe
adónde va. Entre tanto que tenéis luz, creed en la luz, para que seáis
hijos de luz”. Juan 12:35-36.
Sufrió una angustia indecible, soportó los crueles azotes que le hicieron
sangrar, la burla grotesca de la turba enardecida, el desprecio amargo de
los que había ayudado, la traición cruel del que había andado con él.
Soportó el peso aplastante de la cruenta cruz, las heridas sangrantes de
las espinas punzantes y el sufrimiento insoportable de aquellos grandes
clavos mortales y el dolor atroz de las heridas que se desgarraban
mientras levantaban el madero. Sintió el peso de los pecados de esta
infiel humanidad en ese cuerpo lacerado, despreciado y probado hasta lo
sumo.
Él hizo todo para salvarnos y hoy espera una respuesta nuestra ¡Que sea
favorable! Nos ofrece el cielo y la vida eterna y nos pide muy poco:
¡Nuestro corazón! ¿Se lo daremos?
Al que venciere...