Resumen - Lectura Ana Jiménez

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Resumen Lectura

Nuevas perspectivas en la investigación social hoy: anhelos, dificultades


y posibilidades

(Fernández Poncela, 2009) y considerando


la proximidad de un cambio en las mismas en un horizonte no muy lejano,
una transformación en paralelo a la que el planeta y la humanidad parece
que vamos a dar.

(Reig Hernández, 2012). Sin embargo, usualmente olvidamos los saberes


místicos que siempre han existido y que hoy encajan y se hermanan con
algunos descubrimientos y discursos científicos de vanguardia e intuiciones
conscientes colectivas.

La interrelación y conocimiento,
Según la cuántica el observador modifica lo observado e incluso lo crea,
y si eso es física ¿qué no harán los humanos sujetos de estudio en la
investigación social al ser observados? ¿qué no le pasará al observador
también observando y siendo observado? ¿quién observa a quién? La
ingenuidad, la inseguridad, la vacuidad, caminar sin mucho equipaje para
sentir, curiosear, oír, ver y reflexionar es clave a la hora de la investigación
afirman las epistemologías contemporáneas.
(1980), no nacemos, nos hacemos o llegamos a serlo, o como dice Prem
Dayal canalizando a Pancho López, lo que tú piensas no son tus ideas
(2012), así que la gestalt y Perls, entre otros, se quedaron cortos cuando
explicaron el modo de relación de la introyección. En resumen, y dicho
clara y coloquialmente “Cuando miras a la vida, haciéndola antepasar
por la lente coloreada de tu mente, no puedes verdaderamente vivir en
función de tu inteligencia, sino de tu cultura.
(1980), no nacemos, nos hacemos o llegamos a serlo, o como dice Prem
Dayal canalizando a Pancho López, lo que tú piensas no son tus ideas
(2012), así que la gestalt y Perls, entre otros, se quedaron cortos cuando
explicaron el modo de relación de la introyección. En resumen, y dicho
clara y coloquialmente “Cuando miras a la vida, haciéndola antepasar
por la lente coloreada de tu mente, no puedes verdaderamente vivir en
función de tu inteligencia, sino de tu cultura.

Somos seres sociales, humanos y biológicos, relacionados con otras


personas, y es que no existe lo humano fuera de la sociedad, afirman. La
realidad es una explicación en el acto mismo de observar, esto es, observar
implica explicar, pero observar también es una experiencia, ambas cuestiones
no son en modo alguno indisociables. Dentro de la experiencia de
observar es que se da el momento de reflexionar, explicar o hablar que señala
Maturana (2009), aquí añadiríamos también comprender (Morin, 1999b).
A (Kuhn, 1986), más bien hay que apuntar a una transformación de
raíz que esté ligada con la vida misma, donde no sea tan fácil dejarse caer
en las trampas de la mente, dejarse atrapar por los discursos de creencias
y mentiras que nos cuentan y nos contamos, o huir de las vivencias que
nos conectan con lo intangible e Inter dimensional.
Hay que situarse poco a poco sobre la nueva piel o vestido, de cordero o
de lobo, para reconocer lo subjetivo, el conocimiento situado y encarnado,
las emociones y necesidades de quien investiga, entre otras cosas, para ver
como aun vestidos estamos desnudos/as. Para ello el lenguaje colabora,
pero no en aclarar, más bien en empañar y nublar como informan los
especialistas desde la lingüística (Pierce, 2007, Saussure, 1980, Benveniste,
1984), se nombra y se crea más que se refleja, se reproduce y produce al
hablar (Fernández Poncela, 2012a). Así el lenguaje materia de pensamiento
y elemento de comunicación sin cuya intervención la sociedad parece que
no existe, sustituye y construye, etiqueta y encajona, más que ser fiel al
mundo y a las cosas “reales”, si es que la realidad existe (Watzlawick, 2003)
y no es una construcción social (Berger y Luckmann, 1986) pero no de la
humanidad sino de un geniecillo maligno que nos obnubila los sentidos,
esto es los laberintos de la mente, lo semiótico (afectos) y lo simbólico
(lenguajes). Así imaginarios y representaciones sociales y mentales de la
cultura se cuelan por la lente de quien investiga, experiencias y memorias
transitan su cerebro, deseos y expectativas se materializan en discursos,
y se presentan como ciencia. De la cultura no nos podemos salir, de las
emociones y de la mente no podemos escaparnos u ocultarnos. Lo que sí
podemos es correr los velos de los ojos y las cortinas de las ventanas y
mirar la vida como se dijo, primero adentro, luego afuera.
Al pensar nos hablamos y al hablarnos a veces
pensamos, claro que hay quien habla sin pensar y así le va en la vida, quizás
mejor que quienes se muerden la lengua o se bloquean, autocensuran,
retienen, y acaban expulsando la emoción a través de la enfermedad de
un órgano (Kristeva, 1986), como dice el enfoque de los síntomas de la
gestalt, la metafísica de las emociones defiende o cualquier conocedor/a
de la sanación ancestral o alternativa sabe.
Nuestra historia personal es un saco de emociones y pensamientos
que cargamos con apego y a los cuales nos aferramos e identificamos. Y es
que sólo desde la inocencia, desnudez y curiosidad, como si observáramos
y escucháramos al mundo por primera vez es que podemos aproximarnos
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Época III. Vol. XXI. Número 42, Colima, invierno 2015, pp. 109-125
Nuevas perspectivas en la investigación social hoy
a la vida tal cual es, y acercarnos a una investigación de la forma más
honesta, abierta y flexible posible.
En todo caso y a la hora de investigar conviene situarse –lo cual podría
ser extensivo para otras cosas o todo en la vida, por supuesto. ¿Quién soy?
¿Qué busco? ¿Qué quiero encontrar? ¿Desde dónde miro? ¿Qué ideología
o teoría comparto? ¿Dónde estoy en este momento? ¿Qué quiero? ¿Qué
pienso? ¿Qué siento? ¿Qué necesito? ¿Qué memorias, deseos, imaginarios
e intereses poseo? etc. En especial conocer y si es posible compartir mis
creencias y prácticas culturales, o en todo caso mis intenciones en ese
momento. Lo que dicen las autoras “situarme” (Harding 1998), la llamada
“racionalidad posicionada” (Haraway 1995)
Finalmente,
observar y admitir como señala Carlos Figari (2012), el abrirse al otro, al
entre, a la relación, a la conversación y dejarse con-mover, curioso como
el vocablo emoción en latín significa precisamente eso –mover y movimiento
(Fernández Poncela, 2011). Y no se trata de dar “voz a los otros”
o “presentar sus miradas”, como inconsciente y erróneamente he creído
en varias investigaciones, aunque hay algo de eso también, y de nuevo
Figari nos recuerda que ello es una presunción (2012), yo añadiría falta
de respeto, prepotencia y omnipotencia, ya que forzamos a los otros/as a
que se “representen” o interpretamos que nuestras interpretaciones son las
mejores y definitivas, aunque no sean ni lo uno ni lo otro. Tendríamos que
mirar más allá hacia una sociedad y una investigación decente y empática
(Margalit, 2010; Rifkin, 2010).
Por lo tanto hay que ser conscientes y confesar y confesarnos que la
investigación es una versión, o como varios autores señalan, construcción
(Berger y Luckmann, 1986), con autoría (Geertz, 1989), interpretación
(Geertz, 1995), conquista o descubrimiento (Bachelar, 1980), traducción
(Morin, 1999a). Hay que ir al encuentro del otro, los/as otras, lo otro, sin
prejuicios (Goffman, 2003), abiertos en la conversación, observadores
del entre, cercanos afectivamente, ingenuos cognitivamente y dispuestos
a movernos y conmovernos.
Hoy en día tenemos las respuestas a un click,
por lo que al parecer lo importante es saber pensar y aplicar bien las
preguntas, o también estar abiertas a la sensación y a la intuición y abrir los
interrogantes. Así para no encontrar lo que buscamos, no preguntar lo que
queremos oír, escuchar lo que podemos comprender, ver lo que nos es posible
mirar, hay que partir de la racionalidad situada y encarnada (Haraway
1995), trabajar con el otro/a para producir saberes parciales y fragmentados,
acercamientos mutuos, intercambios afectivos, pensamientos reflexivos.
Dejarse habitar por el otro/a o ser-en-la-conversación, no convirtiéndose
en el otro sino más bien en el entre y lo que hiere o entusiasma, en el flujo
de la conversación, estar-con-el-otro y ser-con-el-otro (Haber, 2011), que
el/la otro/a conmueva mis posiciones y lo que sostengo incluso sobre mi
ser yo, negociar siempre (Bhabha, 2002), conmovernos ambos, todo esto
claro está si es que se puede y se quiere.
Llegados a este punto de la reflexión hay que confesar algunas dudas
y preguntas. Los nuevos paradigmas se escuchan bonitos, las renovadas
metodologías también, pero en la práctica eso de la descolonización y la
horizontalidad a mí se me dificulta un poco y tampoco encuentro estudios
de caso que me convenzan al respecto. Tal vez tengo que ser más flexible y
darme cuenta que una cosa es la propuesta y su intención y otra la
plena implementación.
Lo que sí es que son
intentos del ser, de acercarnos a nuestra propia humanidad, despojarnos
de viejos paradigmas y ortodoxias varias y renovarnos con mensajes más
cálidos y seguir experimentando sobre la investigación y la vida, desde
la vida misma y no tanto desde el dictado de lo supuestamente científico,
verdadero y académico. Las propuestas loables como “Entre voces” de
Corona (2012) que pretende tener todas las voces presentes en un contexto
de horizontalidad enunciativa, en un intento de incorporar miradas y voces,
ajenas y propias en reciprocidad, la “construcción del conocimiento sobre
el otro y sobre la propia cultura a partir de lo que cada quien desea expresar”
(p. 109), se topa con el tema de tener que sortear el dar la voz al saber
“auténtico” de los otros, sabiendo que al fin y al cabo quien investiga elige
objeto y métodos. Y es que la persona investigadora sabe, en principio, lo
que quiere, las y los investigados ¿qué quieren? ¿quieren algo? Como señala
Corona ¿quién nombra al otro? y ¿cuál es la participación de la otra/o en
la construcción de su propio nombre? Así la reciprocidad y horizontalidad
de los estudios participativos y colaborativos intenta, y subrayamos esto
último, no reproducir del todo las relaciones de dominación en la investigación
y tener siempre presente la posibilidad de construir oportunidades
de igualdad discursiva.
“La aplicación de
la entrevista en investigación social es más que una técnica para la obtención
de información, es una forma de relación y comunicación, incluso se
podría decir que sino una suerte de terapia sí una intervención terapéutica”
(Fernández Poncela, 2013), e incluso algo más. Y esto vale para ambas
partes, quien diseña, aplica, transcribe y analiza la entrevista, así como la
persona a la cual le es aplicada. Ambos seres se encuentran, interrelacionan
e influyen. Sobre sus hallazgos, y entre otras cosas, se muestra cómo en la
aplicación de esta técnica hay:
1. Reflexión. Se piensa y reflexiona, hay un darse cuenta como conciencia
inmediata y también una reflexión de más largo aliento como conciencia
reflexiva, tanto sobre la temática de la entrevista, como y también en
cuanto a las personas que se unen para conversar, intercambiar, compartir
y construir conocimiento, así también en torno al diálogo y al entre que
acontece en el encuentro.
2. Así también se observa un reconocimiento en cuanto a la posibilidad
y el gusto de dar la opinión, expresarse y de ser escuchados, conocer,
reconocerse y compartir. La importancia del reconocimiento que hoy
se emplea para, entre otras cosas, los estudios de movimientos sociales,
y en dónde éste tiene un papel notable. La importancia también de la
escucha en un mundo que circula en automático y donde el detenerse
a compartir y sobre todo prestar atención y escuchar realmente casi
deviene poco menos que un lujo.
3. Varias son las emociones, así como los conceptos afines de las mismas
que se sienten: incomodidad, nervios, curiosidad, miedo, tranquilidad,
confianza, comodidad, aliviado, seguridad, relajación. El mundo emo119
Anna María Fernández Poncela
Estudios sobre las Culturas Contemporáneas
cional con vida propia siempre presente y que cobra también hoy auge
para la investigación de movimientos sociales y de las ciencias sociales
en general. En la entrevista se perciben las emociones propias y las de
la persona que está delante, las que se producen a lo largo del diálogo
y especialmente al inicio, en medio y fin de la entrevista, así como las
que brotan del tema en cuestión.
4. Luego está la comparación en el espejo o el espejo que devuelve el reflejo,
se aprende de uno/a misma y del otro o la otra, se aprende del ser-enla-
conversación, se observan afinidades y diferencias, introyecciones y
proyecciones. Se escuchan otras opiniones abriéndose el panorama a
percepciones, opiniones, valores, actitudes y comportamientos diversos.
Se curiosea, rastrea, piensa y amplía el menú de lo que significa estar
en el mundo, sentirlo y vivirlo desde diferentes voces y miradas varias.
5.Finalmente, en la vida todo fluye, no nos bañamos dos veces en el mismo
río según Heráclito, es más, según Osho ni siquiera una porque nunca
es la misma agua. Así también en la entrevista nunca salimos como entramos,
hay relaciones e influencias mutuas, hay intervención de quien
investiga, hay reflexiones y emociones por ambas partes, hay contacto
y por lo tanto cambio y movimiento, un darse cuenta, un estar presente,
un ser con el otro.
Si bien, y por supuesto, todo esto no es el objetivo inicial de la aplicación
de la entrevista qué duda cabe que tiene lugar, que es importante, que lo
soslayamos o desconocemos, y que ya es hora de investigar al investigador/a
y sobre todo el proceso de investigación, la construcción del conocimiento
desde el lado más humano, la responsabilidad y la conciencia de la
intervención.
Cuanto más grande es un científico, más le impresiona su ignorancia
de la realidad y más se da cuenta de que sus leyes y etiquetas, descripciones y
definiciones, son los productos de su propio pensamiento. Le
ayudan a usar el mundo para sus propios fines, a imaginarlo, más que
a comprenderlo y explicarlo. Cuanto más analiza el universo, llegando
a divisiones infinitesimales, más cosas encuentra para clasificar y más
percibe la relatividad de toda clasificación. Lo que no sabe parece aumentar en
proporción geométrica con lo que sabe. Se aproxima más y
más al punto en el que lo desconocido no es un mero espacio en blanco
en una red de palabras, sino una ventana en la mente, una ventana cuyo
nombre no es ignorancia sino maravilla (Watts, 2007: 147).
La investigación, puede ser o, es parte de una percepcíon, si bien por
supuesto es más que eso. La percepción es una forma de pensamiento,
depende de creencias y condicionamientos, tiende a corroborar creencias,
lo que inconscientemente creemos es lo que percibimos muchas veces,
a veces incluso sólo lo conocido podemos ver, olvidando nuestro poder
creativo, y eso sirve también para los experimentos científicos, no sólo
para los estudios sociales o la vida cotidiana.
La investigación social es mucho más de lo que creemos, de lo que
nos han dicho, de lo que pensamos o sentimos, la investigación no es arte
ni ciencia es una aventura (Fernández Poncela, 2012b). Y la aventura consiste
–como decimos– en investigar desde la conciencia y desde el corazón.
Abrirse a nuevos enfoques, pero y también, a nuevos temas desde miradas
nuevas. Y es que “La cultura, las cosas que sabes, son informaciones con
las cuales nutres la biocomputadora que es tu mente.
El sesgo de la percepción
no sólo afecta la observación sino y también la emoción (Tart, 2013). De
hecho, afecta a todo un continuum: sensación, percepción, pensamiento,
emoción, sentimiento, necesidad, deseo y acción –no siempre todo ni en ese
orden-. Observamos como observadores lo observado, siendo observados,
y observando que observamos y nos observan. No obstante, nos identificamos
con el ego y la forma y nos perdemos en la mente y las emociones,
incapaces de tocar nuestra esencia y la del otro/a observado/a, nuestro ser
desde la conciencia.
“importunarnos hasta que dejemos de pensar”, hasta que la
mente se olvide de trazar círculos y siga sus propios procesos, siendo
consciente de que ser en este momento es un puro milagro (Watts, 2007:147)..

Bibliografía
Fernández Poncela, A.M. (2015). Nuevas perspectivas en la investigación social hoy: anhelos,
dificultades y posibilidades. Estudios sobre las culturas contemporáneas, 21(42), 109-
125. Recuperado de http://bibliotecavirtual.unad.edu.co:2051/login.aspx?
direct=true&db=a9h&AN=111199831&lang=es&site=eds-live

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