Trabajo Práctico (Sexualidad)
Trabajo Práctico (Sexualidad)
Trabajo Práctico (Sexualidad)
Es difícil delimitar el objeto de estudio de la Sociología de la Sexualidad. Pretender que se ocupa del sexo es
reducir su campo de acción y, en parte, biologizarlo3. Afirmar que estudia las prácticas sexuales supone restringir su
objeto de estudio a las técnicas. Suponer que se ocupa de conductas sexuales, también implica limitar su campo de
análisis y conlleva claras implicaciones «behavioristas» y psicológicas. Finalmente, pretender que la Sociología de la
Sexualidad se ocupa de la Sexualidad, es ampliar excesivamente su objeto de estudio. Es posible que el sexo este en
todas partes, pero no siempre es la variable principal para entender los procesos sociales. Es preciso especificar
mejor. El objeto de estudio de la Sociología de la Sexualidad es el sexo, es decir: el sexo en tanto que actividad
social. Debe ocuparse entonces de definir qué es sexo y qué no lo es, describir qué espacios y tiempos tiene
adjudicados, qué actores lo ejecutan y cuáles no, de qué modo lo hacen, y las razones y consecuencias sociales de
todo ello.
El sexo es importante. Tan importante que parece estar en el origen de la sociedad. El tabú del incesto y la ley de
la exogamia, sustituyen la consanguinidad por la alianza política. El parentesco deja paso el contrato social. Quizás
por esa razón toda sociedad regula la actividad sexual. El sexo es una actividad social. Tiene normas de cortesía y de
etiqueta. Se le prescriben y proscriben espacios, tiempos, modos y maneras. Las conductas sexuales son conductas
sociales, y como tales deben ser analizadas: obligaciones, normas, reglas, prohibiciones. Escribir sobre sexo es
escribir sobre control social. En ese sentido, la revisión crítica de la normativa sexual mediante la cual Occidente
organiza el control social del sexo, se desarrolla preferentemente analizando la génesis y la evolución de las
disidencias sexuales.