Derecho Penal I - Kelly Cotrina Colunche

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Principios de Igualdad

Aplicación personal en el código penal.


Art. 10: La ley penal se explica con igualdad se aplica con igualdad las prerrogativas
que por razón de la función o cargo se reconoce a ciertas personas de estar
taxativamente previstas en las leyes o tratados internacionales.
El principio de la igualdad presupone el reconocimiento irrestricto de los derechos
fundamentales, no solo es una noción de difícil determinación, sino porque en la
realidad se advierte que ella representa una situación de excepción, incluso inexistente
en las relaciones humanas y no permite que establezcan excepciones o privilegios que
excluyan a uno de los que se concede a otros, en idénticas circunstancias esto es, que
todos los habitantes sean tratados del mismo modo, siempre que se encuentren en
iguales circunstancias y condiciones, la ley penal, es la aplicación igualitaria, ósea la
realización del principio de igualdad formal de todas las personas ante la ley. Esto
implica la abolición de rangos, estirpes y privilegios sociales o personales para todos
los destinatarios de las normas penales. La igualdad jurídicamente no se refiere a una
identidad real entre todos los seres humanos, sino a una igual dignidad atribuible a
todas las personas, el estado tiene el derecho de proscribir tratos diferenciados
respecto a sus ciudadanos, contrario sensu.
Algunas personas reciben un tratamiento especial que lleva a que no sean
judicialmente perseguidos por ciertos hechos, por ejemplo, de los congresistas por sus
votos y opiniones, o a que solo sean juzgados, como garantía de imparcialidad,
mediante reglas de competencia y procedimiento.
Entre nosotros este principio adquiere rango constitucional, encontrándose legislado
en el inicio 2 del articulo 2 la constitución, en donde se declara que ‘’Toda persona
tiene derecho a la igualdad ante la ley, nadie debe ser discriminado por motivos de
origen, raza, sexo, idioma, religión, opinión, condiciones económicas o de cualquier
otra índole’’.
Sin embargo HURTADO POZO indica que este principio se ha convertido en elementos
esenciales de la idea de justicia, debe ser observado en su realización concreta, ya que
la simple exigencia formal de igualdad no tiene mayor importancia en si misma, debido
a que la demanda de justicia, en la práctica, depende de presupuestos que están fuera
del principio de igualdad; es decir, las circunstancias sociales y los criterios decisivos
para igualar o diferenciar las personas y las condiciones en que se aplica la ley.
En relación a la función que la persona ejerce, nuestro ordenamiento jurídico penal
acepta diversos tipos de acepciones, que pueden ser clasificadas en relaciones al
ordenamiento publico interno (la inmovilidad y el antejuicio) y las exenciones que son
de carácter internacional.
En este articulo puede referirse al llamado por nosotros principios de responsabilidad
por el hecho propio. En sentido amplio implica atribuirle a una exteriorización de la
voluntad humana, es decir a una conducta objetiva, atribuida a una persona ilícito
penal. Con la aplicación personal de la ley se refiere a la culpabilidad del agente es
decir el reproche jurídico penal.
Consideramos también que, de acuerdo a la forma en que está redactada la cláusula
constitucional de extensión, que señala la imposibilidad, se obtiene como efecto el
bloqueo de la punibilidad impidiendo la perseguibilidad, por tanto, el hecho en sí no
pierde su carácter delictivo; sigue siendo una conducta típica, antijuridica, culpable y
abstractamente castigada con pen. Por eso contra ella cabe anteponerse la legitima
defensa y los participes que no posean la condición de beneficiados con tal
prerrogativa pueden ser imputados y sancionados por el delito.
Las prerrogativas que se establecen por motivo de función o cargo varían según lo
dispuesto en las diferentes Constituciones nacionales.

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