El Arte de Diagnosticar y Prescribir R. Perez

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VII CONGRESO NACIONAL

DE TERAPEUTAS FLORALES

“ABORDANDO LA VIDA”
Habilidades terapéuticas en Terapia Floral

23 y 24 de Noviembre 2013

Santiago – Chile

El arte de diagnosticar y prescribir en Terapia Floral

Lic. Raúl E. Pérez

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El arte de diagnosticar y prescribir en Terapia Floral
Lic. Raúl E. Pérez
[email protected]

Introducción

El objetivo de este trabajo es aportar reflexiones y nuevos conceptos que


nos permitan profundizar la tarea diagnóstica y terapéutica en la utilización
cotidiana de las esencias florales.
Independientemente de los sistemas florales con que se trabaje, hay otro
tipo de conocimientos técnicos de la tarea terapéutica, que deben manejarse por
parte de quienes nos dedicamos a esta actividad.

El motivo fundamental que me llevó a realizar esta presentación es la


continua observación de “desniveles” en los conocimientos teórico-prácticos
entre quienes se dedican a la terapia floral. Ello es debido a las diferentes
formaciones que cada uno ha podido obtener a lo largo del tiempo.
Son muchas las dificultades que hacen a la formación del terapeuta floral.
Cuando comencé a interiorizarme en estos temas junto a otros colegas, hace ya
más de veinte años, solo existía un único libro como referencia en idioma
español, el de la Dra. María Luisa Pastorino, quien introdujo las esencias
florales de Bach , en Argentina.

Pasaron algunos años para que se pudiera conseguir bibliografía de otros


autores. Simplemente no había quien escribiera libros.
Sin embargo, nuestro afán y entusiasmo nos llevó a organizarnos en
grupos de estudio y reflexión e intercambio de experiencias, para tratar así de
conocer más sobre las esencias florales. Paralelamente, íbamos aplicando
“tímidamente”, las esencias en nuestros pacientes, y familiares o amigos que
aceptaban utilizarlas.
Los resultados que obteníamos, aún con una mínima experiencia en este
campo, eran sorprendentes.

La terapia floral basa sus resultados clínicos en un correcto diagnostico


que permitirá luego formular una adecuada prescripción, ajustada a las
necesidades del paciente.
Por ello el terapeuta floral, además de conocer las propiedades de las
esencias, debe desarrollar una aguda capacidad de observación para ver “entre
líneas” lo que su consultante necesita, más allá del motivo puntual de consulta.
En esta ponencia exploraremos el desarrollo de habilidades en el manejo
de la entrevista floral, la lectura del simbolismo emocional expresado en los
síntomas corporales y la visión holística que debe utilizar el terapeuta para
conducir un tratamiento a buen puerto. Reflexionaremos además, sobre la
incorporación de nuevas herramientas clínicas que enriquezcan dicha labor.

El diagnóstico en terapia floral

 ¿Desde dónde diagnosticamos?

Este primer interrogante lo planteo tomando en consideración que, a la


terapia floral, cada uno de nosotros ha arribado desde distintas formaciones y
con posterioridad, hemos incorporado los conocimientos específicos de este
sistema terapéutico.
De manera que si un terapeuta floral es médico, tiene una formación
diferente de quien es psicólogo, homeópata, kinesiólogo, psicopedagogo,
químico, etc.
Además la terapia floral permite el acercamiento a otras personas que no
necesariamente tengan una formación académica y que, sin embargo, pueden
desempeñarse de forma eficaz, si tienen un sólido conocimiento de su
metodología.
Esto implica, que si bien suponemos que cada terapeuta floral tiene los
conocimientos florales necesarios para realizar su tarea, cada uno de ellos tendrá
una mirada diferente frente al paciente, de acuerdo a su formación,
conocimientos previos y experiencia anterior.

En mi experiencia como terapeuta floral y formador de terapeutas florales,


me he encontrado con la sorpresa, que muchísimas veces aquellas personas que
no poseen una formación académica o universitaria, suelen desempeñarse, en el
ámbito de la terapia floral, con más criterio que otros con formación profesional
previa (terciaria o universitaria).

Parece muy lógico y sensato, que los psicólogos debieran ser quienes
pueden sacar mayor partido de la terapia floral, considerando que el
conocimiento y manejo del mundo emocional facilita la lectura diagnóstica. Y
como esta es una terapia donde fundamentalmente se toma en cuenta este
aspecto, traducir las emociones y los estados mentales a flores, debe resultar
sencillo para estos profesionales.
Sin embargo me he encontrado con colegas que si bien se interesaban por
acercarse a este sistema terapéutico, no pudieron realizar este proceso antes
descripto y terminaron desistiendo de utilizarlo. En otras palabras: “no pudieron
aprender a pensar floralmente” , a pesar de la “ventaja” profesional.

En otros casos el impedimento es una gran resistencia (rigidez) a “cambiar


el modelo de pensamiento” aprendido en los “sacrosantos claustros
universitarios” e incorporar nuevas pautas, simples, eficaces y comprobables en la
aplicación clínica del día a día.

A veces, algo similar ocurre con los médicos, pero aquí existe la disculpa
que en su formación, hay escasos conocimientos psicológicos como para
aplicarlos en esta tarea.
En cambio los médicos homeópatas, que aplican la terapia floral, no tienen
ningún inconveniente en realizar esta “traducción floral del mundo
emocional”, dado que es muy similar, y mucho más simple, que el diagnóstico
homeopático.

Puse estos pocos ejemplos para explicarles que nuestra mirada diagnóstica,
aunque demos por descontado que se tiene una buena formación en terapia
floral, será diferente porque estará condicionada por la diferente formación de
cada uno.
Otro tema importante a considerar hoy en el desarrollo de nuestro
quehacer es el de la formación específica de los terapeutas florales, no
importando ya, desde qué formación previa (o no) acudan al estudio de esta
terapéutica.

En la actualidad existe la posibilidad de estudiar terapia floral en distintas


instituciones. Sin embargo hay que considerar qué tipo de programas y
capacitación se brinda.
Más aún, qué tipo de conocimientos (de posgrado) debe profundizar cada
terapeuta, de acuerdo a sus necesidades, a fin de “redondear” su formación.

Si bien en la filosofía del Dr. Bach, el lema principal era la simplicidad, este
enfoque de lo simple, debe quedar limitado al “uso doméstico” de la terapia
floral. Así, una madre cuyo pequeño hijo se accidentó jugando, no necesita hacer
un curso especializado para poder prescribir Rescue Remedy.
Muy distinto es el abordaje de situaciones complejas de la vida: fobias,
estados depresivos, afecciones psicosomáticas, etc. Aquí se necesita alguien
entrenado no solo en el conocimiento de las esencias florales, sino en el
diagnóstico, pronóstico y acompañamiento del consultante. Alguien capaz de
incluir, si es necesario, otras medidas terapéuticas, más allá de lo floral.
Recordemos que el Dr. Bach decía que: “las flores no vienen a sustituir el arte
de curar”.
Como bien dice la Dra. Pastorino, “comprender las propiedades de las
Flores de Bach, es simple, lo que no es fácil es comprender a los seres
humanos”.

Uno de los pilares de todo tratamiento (floral o no), lo constituye el


diagnóstico. Debido a la variedad de pacientes que acuden por diversos motivos,
a consultar a los terapeutas florales, nos encontramos que en un mismo acto
terapéutico convergen varios y diferentes diagnósticos.

 El motivo de consulta.

Lo primero que tomamos en cuenta es el motivo de consulta que trae


nuestro paciente. Si bien la terapia floral, apunta fundamentalmente a la vida
emocional, ello no impide que se pueda abordar el tratamiento de afecciones
“físicas” u “orgánicas”. He resaltado entre comillas estos términos, porque soy
consciente, como creo lo son la mayoría de ustedes, que no existen las
enfermedades puramente “físicas” ni exclusivamente “psíquicas”.

Precisamente la visión holística nos enfoca hacia una mirada mucho más
integral del ser humano. Y la terapia floral, apunta fundamentalmente en este
sentido.
Pero, para simplificar las áreas de diagnóstico, podemos apelar a esta
división arbitraria.

Cuando hablamos de afecciones físicas, nos referimos a síntomas que


tienen fundamentalmente su expresión en el cuerpo (soma) y que los pacientes
suelen describirnos pensando que es “solo eso” lo que tienen. A nosotros como
terapeutas florales, nos interesan estos datos porque también nos ayudarán a
“leer”, el significado de la emoción oculta en el cuerpo.
En algunas oportunidades los pacientes conocen su diagnóstico físico,
porque han consultado al médico, o porque sufren su afección (por ejemplo
reumatismo), desde hace años.

En otros casos, pueden venir a consultar por otro tema (ej.: depresión), y
sin embargo, desde nuestra observación diagnóstica, escuchando y levantando la
historia clínica, podemos presumir, que, paralelamente a los temas emocionales
que abordaremos, hay manifestaciones orgánicas, que el paciente no ha
considerado.
Aquí es donde juega nuestra formación previa a la capacitación en terapia
floral, lo que les decía antes: ¿desde dónde diagnosticamos? Si somos
médicos sabremos qué estudios o análisis complementarios pedirle a nuestro
paciente, para despejar esta duda. Si no lo somos, le preguntaremos cuanto hace
que no visita a su médico de cabecera o le sugeriremos que lo haga, para despejar
la incógnita.

Si bien esto no me impide realizar una receta floral en ese momento, es


importante tener toda la información necesaria y no meras suposiciones a
la hora de conocer integralmente al paciente.

No es lo mismo un dolor estomacal producido por estrés emocional, sin


que se haya producido aún una somatización, que conocer la existencia de una
úlcera estomacal, u otra afección ya instalada.
En algunos casos, hay pacientes muy negligentes, que se niegan a realizar la
interconsulta y nos piden “unas flores para ese dolor de estómago”.
El terapeuta floral, no debe ser cómplice de estas actitudes del paciente,
dado que se corre el riesgo de estar perdiendo de vista alguna manifestación
importante que puede quedar “enmascarada” y cuando se descubra puede ser
tarde.
Aunque las esencias recetadas le hayan hecho bien, si esa manifestación
orgánica es importante, se debe considerar una consulta médica adecuada.

O sea, que es posible hacer “alopatía floral”, aun cuando esta no sea la
filosofía terapéutica de ningún sistema floral.

 En segundo lugar, e independientemente del motivo de consulta,


vamos a tratar de diagnosticar qué tipo de personalidad posee este
paciente .

Hay pacientes que así como conocen sus diagnósticos físicos, han
concurrido o concurren a psicoterapia y conocen sus rasgos básicos de
personalidad. Otros están familiarizados con algunos conceptos psicológicos y
saben que son “fóbicos”, “ansiosos”, “depresivos”, etc.
No obstante debemos verificar esta información por nuestros propios
medios, dado que muchísimas veces los pacientes utilizan mal los conceptos o
confunden unos con otros, por lo que no se puede tomar esto siempre al pie de
la letra.
Este diagnóstico de la personalidad es importante en casos muy delicados,
porque pueden significar que a lo mejor detectemos que es un paciente que no
está a nuestro alcance, por ejemplo un psicótico, que aunque se le pueda aplicar
terapia floral, debe estar en manos de un médico psiquiatra que determine la
medicación farmacológica (siempre necesaria en estos casos) y la internación, si
correspondiere.
Lo mismo en casos de adictos. La terapia floral es muy importante en estos
pacientes, pero en ellos no es recomendable la terapia ambulatoria (en
consultorio). Lo ideal es que estén contenidos y sean abordados con un enfoque
múltiple en instituciones especializadas.
Por ello el terapeuta floral debe tener (sobre todo si no es psicólogo),
algunas bases no solo de psicología, sino de psicopatología. Y, de todas maneras,
si existen dudas con respecto a este diagnóstico, queda la posibilidad de realizar
una supervisión clínica, con un terapeuta floral de cierta experiencia,
especializado en ese tema.

 Ahora vamos a pensar en el diagnóstico de personalidad pero desde


la óptica de la terapia floral.

O sea, cuales son los “rasgos estructurales”, sobresalientes en este


paciente. Como ustedes saben, estas y otras características, se mencionan con el
nombre de la flor que se relaciona con el estado emocional o mental
correspondiente.
En el sistema del Dr. Bach, las “flores de personalidad” son los Doce
Curadores , los primeros remedios que él investigó.

Así, el paciente tenso e irritable ante la espera es un Impatiens , el que es


vehemente con sus puntos de vista y se exaspera por las injusticias es un
Vervain , el inestable emocionalmente, que fluctúa anímicamente sin motivos
desencadenantes es un Scleranthus , etc.
He mencionado exclusivamente ejemplos correspondientes al sistema
floral del Dr. Bach, por ser el más conocido por todos.

 Otro aspecto a considerar es el diagnóstico situacional .

Nosotros podemos conocer y saber el diagnóstico físico si lo hubiera,


hemos despejado el tipo de personalidad, lo hemos traducido al tipo de
personalidad o rasgo emocional correspondiente floralmente, pero debemos
considerar además de todo esto en qué situación acude este paciente, a
consultarnos.

Por ejemplo: llega después de haber vivido un duelo y todavía está


afectado por el mismo (Star of Bethlehem).
Hace un tiempo que se separó, pero extraña a su ex pareja
(H oneysuckle).

O bien, se encuentra muy preocupado por problemas laborales y esto le


provoca insomnio (White Chestnut) .

Al margen de la estructura de personalidad hay otros componentes como


los aquí descriptos que “complican” el cuadro del consultante y nuestra mirada
diagnóstica, debe abarcar todas estas circunstancias.

Este diagnóstico situacional nos habla fundamentalmente del “aquí y


ahora” . Muchas veces no será la causa fundamental del padecer del sujeto, pero
suele formar parte del factor desencadenante de su trastorno.

 “Las lecciones de vida” , como fuente de diagnóstico.

Hay quienes sugieren utilizar, para detectar las flores que se aplicarán en la
consulta, las “lecciones de vida”, que desde la filosofía del Dr. Bach, necesita
aprender el paciente, de acuerdo a su personalidad y situación que está viviendo.

Algunos ejemplos:

¿Es egoista y debe aprender a brindarse sin exigir nada a los demás?
(Chicory-Holly) .

¿Es orgulloso, reservado y se aísla de los demás, perdiendo la capacidad de


comunicarse? (Water Violet).

¿Debe desarrollar la tolerancia con aquellos que no piensan como el?


(Vervain-Beech).

En muchos casos este “aprendizaje” debe traducirse desde la


manifestación de síntomas físicos, dado que no siempre será nítidamente
detectable a través del diálogo con el paciente.

Veamos otros ejemplos en este sentido:

Las “alergias” o “irritaciones en la piel”, típicas de los Vervain y los


Beech , (irritables, vehementes, intolerantes, quejosos), encuentran en estos dos
síntomas una de las vías posibles de expresión somática.
La rigidez en cervicales de los Vervain , cuando se ponen “inflexibles”.

El acné en el rostro, como expresión de conflictos con la imagen y


autoestima (rechazo de sí mismo, típico en los adolescentes y en algunos adultos):
Crab Apple.

 El “Mapa Emocional”.

Para poder realizar la lectura del simbolismo emocional oculto en el


cuerpo, tal como en los ejemplos citados anteriormente, debemos aprender a leer
lo que suele denominarse el “Mapa Emocional” , que se transforma así en otra
forma de diagnóstico.

Para entender mejor este concepto citaré textualmente al Dr. Edward


Bach , quien en los Capítulos 3 y 4 de “Cúrese usted Mismo” (Edición de
1931) , dice:

“...Ahora podemos ver como cualquier tipo de enfermedad que


podamos sufrir nos llevará a descubrir el defecto que yace bajo nuestra
aflicción. Por ejemplo el Orgullo, que es arrogancia y rigidez de la mente,
dará lugar a esas enfermedades que producen la rigidez y el
endurecimiento del cuerpo.
“...El Dolor es el resultado de la crueldad, ya que el paciente
aprende por medio de su sufrimiento personal a no infligirlo en los demás,
desde un punto de vista físico y mental...”
“...La Ignorancia y la falta de sabiduría traen sus dificultades
propias a la vida cotidiana, y, además, si se produce una persistencia en
negarse a ver la verdad cuando se nos brinda la oportunidad, la
consecuencia es la miopía y el desgaste de la vista y el oído. La
inestabilidad de la mente conduce al cuerpo a la misma cualidad, con
todos los distintos desórdenes que afectan el movimiento y la
coordinación...”
“...Por otra parte, la propia parte del cuerpo afectada no es
accidental, sino que concuerda con la ley de causa y efecto, y una vez más
será una guía que nos ayudará. Por ejemplo, el corazón, la fuente de la
vida y por tanto del amor, se ve atacado cuando especialmente el lado
amoroso de la naturaleza frente a la humanidad no se ha desarrollado o se
lo ha utilizado erróneamente; una mano afectada denota una acción fallida
o errónea; si está afectado el cerebro, que es el centro de control, esto
indica falta de control personal. En cuanto se establece la ley, todo se
acomoda a ésta...”
“...De este modo vemos que no hay nada accidental en la
enfermedad, tal como parece, ni en su tipo ni en la parte del cuerpo que es
afectada; tal como otros resultados de la energía sigue la ley de causa y
efecto...”

Vemos además, que mediante esta lectura del “Mapa Emocional” , se nos
facilita traducir el concepto de “lección de vida”, señalado anteriormente.

Hoy existe adecuada bibliografía que permite profundizar el apasionante


significado de los síntomas y su significado corporal, entendiendo que el ser
humano es una unidad y debe ser “leído” como tal. Los síntomas físicos son, al
fin y al cabo, la expresión visible de conflictos, y nos muestran en forma
simbólica lo que el paciente desconoce en su conciencia.

“Lo visible es expresión de lo invisible”. (concepto esotérico)

Cuando prescribimos un remedio floral, la finalidad no es exclusivamente


la erradicación del síntoma, sino además, tomar conocimiento de aquellos
aspectos desconocidos, expresados a través del mismo, que se deben integrar en
la conciencia.

Es a lo que Freud, al hablar del principio básico del psicoanálisis se refería


como:
“hacer consciente lo inconsciente”

 Diferencias en la tarea diagnóstica entre el sistema Bach y los


demás sistemas.

Cuando un terapeuta recién formado, comienza a trabajar con el sistema


del Dr. Bach , si no tiene algo de experiencia en la lectura del “Mapa
Emocional”, o el conocimiento de los aspectos psicosomáticos, se le hace
complejo el abordaje de síntomas físicos, que manifiesten los pacientes, dado que
la descripción de los Remedios Florales de Bach , siempre habla de rasgos
emocionales y mentales. Nunca vamos a encontrar en la explicación de sus
remedios, indicaciones para su aplicación en este tipo de síntomas.

Sin embargo, con el correr de los años, las investigaciones de distintos


autores profundizando el conocimiento del sistema Bach, han aportado
información útil sobre este tema.
En cambio, todos los demás sistemas posteriores a Bach, nos brindan en
su descripción diferentes “entradas” para realizar el abordaje, tanto de rasgos
emocionales, mentales y espirituales, como de aspectos físicos donde ese remedio
floral puede aplicarse.

Veamos algunos ejemplos:

Chamomile (California, Pegasus, Deva, etc.): Sujetos hiperactivos,


presos de trastornos emocionales, que padecen cambios de humor bruscos e
intensos. Esto generalmente les provoca insomnio, trastornos digestivos,
dispepsia, dolores cardíacos.

Yerba Santa (California): Personas que tienen sentimientos de opresión,


sufren de una profunda tristeza y guardan en su memoria recuerdos traumáticos,
padeciendo en silencio. Tienden a sufrir enfermedades respiratorias (sobre todo
asma) y digestivas. Actúa como dilatador pulmonar.

Dolor del alma / Sturt Desert Pea (Body & Emotion - Australia):
Similar a Yerba Santa , son personas que guardan un pesar profundo y antiguo
que no pueden liberar (pena y dolor profundo que se prolonga en el tiempo). La
expresión somática fundamental de este síntoma es en afecciones pulmonares.

Lavender (California, Pegasus, Deva): Para personas desarmonizadas,


agobiadas por exceso de estímulos, desequilibrados, inquietos, irritables, sobre
todo a nivel mental. Calmante de dolores en: torceduras, neuralgias, afecciones
reumáticas, cefáleas. Mejora la capacidad para meditar.

Desapego y cambio / Bottlebrush (Body & Emotion - Australia):


Esencia que permite procesar los cambios y etapas evolutivas de la vida (como
Walnut de Bach). A nivel físico tiene incidencia en el colon. Es aplicable en
síntomas tales como: retención de líquidos, hemorroides, desintoxicación en
general, candidiasis, espasmo de colon, constipación, etc.

Con estos remedios florales, llamados de “Segunda Generación ” es más


sencillo el abordaje integral del padecer humano. Sin embargo, el terapeuta floral
no está eximido de capacitarse en la lectura psicosomática de los síntomas.

Independientemente del o los sistemas florales con que trabajemos, si


aprendemos a traducir el sentido simbólico de los síntomas, después decidiremos
cuál o cuales esencias florales específicas aplicaremos.
Lo verdaderamente importante en el proceso diagnóstico, es poder
establecer con precisión cuál es la problemática que aqueja al consultante
desde los distintos niveles en que esta pueda manifestarse.
Por ello, junto a otros colegas con los cuales me inicié en esta actividad,
solíamos decir que, en lugar de pensar en distintos sistemas florales, debíamos
aprender a pensar en “las flores como un sistema”.

La naturaleza nos ofrece una enorme cantidad de especies florales, muchas


de las cuales ya han sido suficientemente estudiadas como para considerarlas
“confiables” (me refiero siempre a los sistemas posteriores a Bach, dado que éste
ya ha dado sobradas muestras de su eficacia al cabo de 70 años).

Si bien en la práctica, resultaría imposible para cualquier terapeuta, el uso


simultáneo de todas las esencias florales disponibles, el utilizar además de Bach,
dos o tres sistemas, que estén a nuestro alcance, o con los que nos sintamos más
cómodos, podremos pensar globalmente en forma mucho mas amplia que si
utilizamos uno solo, y asimismo, poseeremos herramientas mas especializadas
para nuestro trabajo, enriqueciendo las posibilidades terapéuticas.

Otra ventaja de trabajar con los sistemas florales de “Segunda


Generación”, es la cantidad de variantes y especificidad que nos permiten
para su utilización en situaciones cotidianas.

Veamos otro ejemplo: Si un paciente sufre una quemadura y yo tengo que


abordarlo desde el sistema Bach, siguiendo las enseñanzas del mismo, deberé
tomar en cuenta el modo de reaccionar del paciente frente a esa situación. A nivel
individual no tengo ninguna esencia para tratar una quemadura. Podría pensar en
Rescue Remedy o en Star of Bethlehem , por el shock y por el carácter
traumático que implica dicha situación. Agregaría además Crab Apple , por su
acción a nivel cutáneo y para facilitar la cicatrización. Finalmente se podría
incorporar Elm , si veo que el dolor de la quemadura, abruma.

Paralelamente, podría sugerirse la aplicación del Rescue Cream o Crema


de Bach (Rescue Remedy + Crab Apple) en uso externo.

Si el abordaje lo realizo desde el sistema de California, puedo pensar en


Arnica , por el contenido traumático, en Aloe Vera , por su aplicación en diversas
afecciones de la piel, incluidas las quemaduras, en Self-H eal para estimular la
capacidad curativa del organismo y en Lavender, para atenuar el dolor y brindar
calma. Puedo sugerir esta fórmula en uso oral y local (externo).
Y si lo veo desde el sistema Body & Emotion (Australia), aquí me
encuentro con una esencia extraordinaria y específica para todo lo que sea calor,
fuego, o haberse quemado: Quemaduras / Mulla Mulla.

¿Ven la cantidad de variantes hasta llegar a lo puntual o específico de un


tema? Esto solo es posible integrando nuestra visión floral con las perspectivas
que nos brindan otros sistemas.

 Trabajando con las Flores de Bach: estructuración del sistema.

Si bien el Sistema Bach consta de 38 esencias, es muy importante observar


como se fue estructurando el mismo, de acuerdo al orden cronológico en que
fueron halladas las flores.
Al principio, el Dr. Bach se había abocado a estudiar los rasgos
característicos y básicos de las personas, lo que solemos llamar “su modo de ser”.
Realizó entonces una clasificación de los distintos tipos de personalidad de
acuerdo a sus observaciones y encontró que había personas tímidas e inseguras,
otras que fluctúan anímicamente sin conocer su motivo, aquellos que son muy
apasionados y vehementes en sus opiniones, están los apurados e irritables, etc.
Cuando decide dejar Londres e irse al campo a investigar las propiedades
de las flores, lo hace tratando de buscar en ellas los remedios para tratar los
desequilibrios y trastornos de esos tipos básicos de personalidad que
había clasificado y que eran doce . Por ello a esos remedios (los primeros que
descubrió e investigó), los llamó los Doce Curadores .

Estos son:

Impatiens Clematis Chicory


Cerato Scleranthus Gentian
Mimulus Agrimony Vervain
Centaury Water Violet Rock Rose

Estas primeras doce flores corresponden a un tipo básico de


personalidad congénita , que tiene que ver con la lección que se ha venido a
aprender a este mundo. Obedecen a una cualidad determinada del alma humana.
En un comienzo, el Dr. Bach trataba a sus pacientes con estos remedios
solamente y obtenía interesantes resultados.
Sin embargo, observó que algunos de ellos no respondían al tratamiento a
pesar que se le había administrado el o los curadores correspondientes.
Y entonces se dio cuenta que esas personas tenían padecimientos
crónicos , que se habían consolidado a través del tiempo.
En ese momento, se encontró con la necesidad de investigar nuevos
remedios para poder tratar esos casos.

A este nuevo lote de remedios los llamó: los Siete Ayudantes.

Gorse Wild Oat


Oak Olive
Heather Vine
Rock Water

Estos Siete Ayudantes corresponden a rasgos de los Doce Curadores


que se han cronificado o potenciado. También pueden ser el resultado de la
interacción negativa de las doce tipologías negativas con circunstancias vitales.
Veamos un ejemplo: Nadie nace Gorse u Olive. Sin embargo una
personalidad Gentian , depresiva, pesimista por naturaleza, puede agravarse y
pasado cierto tiempo, entrar en la desesperanza, estado correspondiente a Gorse .
En este caso necesitará estos dos remedios y no solamente Gentian .
Lo mismo para una persona Olive , es evidente que este estado no es
natural en un individuo, pero puede ser el resultado de haber padecido diversas
enfermedades durante un tiempo prolongado que lo llevan a estar totalmente
agotado.

Hasta ese momento, el Dr. Bach había hallado diecinueve esencias (la
mitad de su sistema completo). Todos estos remedios se preparan con el método
solar (exponiendo las flores a la luz del sol).
Voy a detallar ahora las últimas diecinueve flores , las cuales se
consideran más espiritualizadas y que se preparan por medio del método de
ebullición o cocción, salvo White Chestnut, que se realiza por medio del
método solar.

Cherry Plum Walnut


Elm Chestnut Bud
Pine White Chestnut
Larch Red Chestnut
Willow H olly
Aspen Wild Rose
H ornbeam Honeysuckle
Sweet Chestnut Star of Bethlehem
Beech Mustard
Crab Apple
Estas diecinueve últimas esencias, no se relacionan con una cualidad
esencial del alma, sino más bien con nuestra respuesta ante la vida .
Representan una forma de reaccionar de acuerdo a situaciones que son
desencadenadas desde el medio ambiente (así como los Doce Curadores
representan nuestro modo particular de ser, lo que traemos en forma congénita).

Por ejemplo, no existe una personalidad Star of Bethlehem , este estado se


produce cuando ocurre algún evento traumático que se desencadena sobre una
persona. Lo mismo puede decirse de Elm ; un estado transitorio de abrumación,
en respuesta ante una situación externa. Una manifestación Larch , se aprecia
cuando algunas personas se encuentran en una situación donde debe ponerse en
juego su protagonismo y temen fallar ante la tarea.
Esta triple división floral es determinante al momento de estructurar la
terapia. Si yo prescribo para un paciente solamente flores pertenecientes al tercer
grupo (las últimas diecinueve), podré estar tratando situaciones que afectan al
mismo, pero no me estoy ocupando de sus rasgos estructurales de personalidad.
Se me está “escapando” un aspecto fundamental que es nada más y nada menos
que la base de esa persona.

Con respecto a los Doce Curadores , no debemos pensar que es necesario


recetar sólo uno de ellos. Cada paciente puede necesitar 3 o 4, pues son rasgos,
que si bien definen el modo de ser de una persona, pueden no alcanzar para
abarcar por completo todas las características del paciente.
Ejemplo: Chicory , me habla de su modo de relacionarse afectivamente
(posesivo, controlador, sensible a la exclusión, etc.), pero la misma persona puede
ser además Mimulus: (temerosa, hipersensible, fóbica, etc.). E incluso Gentian ,
pesimista, inseguro, depresivo.
Sin embargo, es lógico que estos tipos de personalidad pueden asociarse
con otros estados de origen externo o pueden hallarse cronificados por el paso
del tiempo y en ese caso utilizaremos remedios del grupo de los Siete
Ayudantes y de las diecinueve últimas flores.

Quiere decir entonces que una receta tiene que estar “equilibrada”, debe
tener sentido, y no ser una interminable cantidad de esencias destinadas a cubrir
una determinada lista de padecimientos.

 La importancia de la entrevista. El arte de interrogar.

La información del paciente se obtiene a través de la entrevista. Una


entrevista floral calificada no es muy diferente a la que se realiza en el abordaje
psicológico. Nosotros tenemos que conocer en profundidad todo lo qué le
ocurre a quien nos consulta, y para ello no solo me debe describir sus sensaciones
o síntomas; también debemos saber su historia, aunque lo hagamos de a poco, ya
que es muy probable que no se pueda conocer completamente a un paciente en
un primer encuentro.

Lógicamente, esto implica trabajar con método clínico.

Sin embargo, nos vamos a encontrar en la práctica de los terapeutas


florales a quienes se basan en otros sistemas diagnósticos de tipo intuitivo,
perceptivo, que manejan el péndulo (radiestesia), o que utilizan el testeo
muscular, para determinar las esencias que el paciente necesita.

Ahora bien, sin descartar por completo esta forma de trabajo, debemos
considerar que además e independientemente de poseer capacidades perceptivas
e intuitivas, o manejar otras vías de diagnóstico, la entrevista es una
herramienta que debe conocerse y manejarse.

La palabra clínica viene del griego klynos = cama , porque los primeros
médicos, al pie de la cama de los pacientes, observaban e indagaban sobre los
signos y síntomas de sus padecimientos. Está búsqueda no se realizaba al azar,
guardaba un sentido que les permitía “comprender” la forma en que las
enfermedades se manifestaban y, de esa manera, comenzaron a organizarse los
“cuadros clínicos”, que definen las características específicas de determinada
patología. Así se originó la clínica médica.

El mismo método clínico se puede aplicar a otras áreas relacionadas con la


curación, como por ejemplo la esfera de lo psicológico y ahí tenemos la
psicología clínica.

Cuando comenzó a divulgarse la terapia floral, no se desarrollaron


metodologías de trabajo profundo con el paciente, dado que el Dr. Bach, si bien
poseía profundos conocimientos clínico-médicos (y también psicológicos), así
como una aguda percepción e intuición, pretendía “simplificar” al máximo la
manera en que gente común pudiese utilizar sus remedios.

No pensó Bach, el alcance y posterior desarrollo que tendría su sistema


terapéutico. Por eso en la actualidad, debemos desarrollar una metodología de
trabajo para la tarea del terapeuta floral y a ese método, adaptado de la medicina y
la psicología, lo llamamos clínica floral .
Clínica floral es entonces, el pensamiento clínico aplicado y
adaptado a nuestro quehacer floral. Es la forma de indagar y de buscar sentido
al enfermar y al padecer.

Implica una búsqueda mucho más personalizada de los signos y


síntomas que la que hace la clínica médica o la psicología clínica, ya que en esas
especialidades se buscan generalidades que permitan clasificar el “cuadro clínico”.

Veamos un ejemplo tomado de la psicología clínica: Un paciente


manifiesta sentir temor cada vez que debe salir a la calle. La intensidad del mismo
fue en aumento, a punto tal de impedirle esta acción. Ahora permanece recluido
y, ni siquiera se atreve a salir hasta la esquina de su casa. Todo esto comenzó
después de haber sufrido un asalto al volver de su trabajo, donde además de ser
robado, fue agredido.
La descripción de estos síntomas permite diagnosticar un cuadro de fobia
simple , que se originó a consecuencia de una situación de estrés
postraumático.

Desde la mirada clínico-floral, estos datos son importantes, pero


insuficientes para el diagnóstico final. Necesitaremos saber si ese miedo ¿se calma
permaneciendo en su casa y sólo se activa si debe salir? o, ¿aún permaneciendo
en su hogar también siente temor? ¿Se producen pesadillas donde se
reexperimenta la vivencia traumática? Antes de vivir esta experiencia ¿existían
miedos? ¿Qué acciones lo calman cuando aparece el temor? ¿Necesita hablar de
ello permanentemente? ¿Se tranquiliza en compañía de familiares y amigos?, etc.

Como podemos apreciar, se debe individualizar la forma en que


cada paciente sufre su padecimiento, esto se logra por medio de la entrevista,
yendo de lo general a lo particular.
De esta “individualización” surgirá la receta floral “personalizada” y
ajustada de acuerdo a los requerimientos del consultante.

Bach, nos dio una serie de pistas interesantes, para buscar las causas
profundas y subyacentes. La descripción de sus remedios, enriquece la visión
psicológica, cuando se trata de descubrir la causa, o el principio por el cual puedo
pensar que esa persona es de tal o cual manera.

Además Bach, habla de lección y aprendizaje, dándole un nuevo sentido a


eso que llamamos enfermedad.
Hay un comentario interesante en “La enfermedad como camino” . En
esta extraordinaria obra, clave para comprender el sentido profundo de las
enfermedades, sus autores (Dethlefsen y Dalhke) dicen que hay varias
categorías causales y yo me puedo perder en una maraña de causas enlazadas la
una con la otra haciéndome planteos como ¿quién nació primero el huevo o la
gallina?
Ellos hablan de que hay causas eficientes y hay causas finales. Para
comprender este concepto de distintos niveles causales, podemos utilizar el
siguiente interrogante, planteado como ejemplo:

¿Por qué de una máquina expendedora se puede obtener un café?

Se puede responder, “porque puse una moneda” . Y es verdad, pero


también podríamos ver que existe otra causa: “la máquina tiene un complejo
dispositivo que está programado para servir el tipo de café que se la ha
solicitado”.

Y puede haber incluso otra causa: “hay gente que bebe café, porque de
lo contrario, no habría máquinas que sirvan café”.

¿Cuál de estas causas es la verdadera?, las tres son verdaderas, pero su


evaluación dependerá del nivel que nosotros queremos analizar.

En el análisis de las posibles “causas” de una enfermedad, ocurre lo


mismo, hay varios niveles causales interrelacionados. No hay que perder de vista
esta perspectiva.

Cuando procedemos a entrevistar a un paciente, no nos interesa obtener


una mera descripción de los síntomas como hacía la vieja psiquiatría, que relataba
pormenorizadamente todas las características del cuadro clínico hasta el más
mínimo detalle, pero no podía dar cuenta del por qué, o cómo se producían esos
síntomas y mucho menos qué significaban dentro de la vida del paciente.
Necesitaremos además un modelo que nos permita “comprender” el
sentido de los síntomas, de su enfermedad.

Solo cuando apareció la psicología dinámica, basada fundamentalmente en


los conceptos psicoanalíticos, se puso el acento en descubrir ¿por qué pasa esto?,
y ¿cómo se conecta con episodios de la vida del paciente?

En lo floral vamos a tomar prestados esos conceptos de la psicopatología,


del psicoanálisis y de la psicología clínica, pero lo vamos a enriquecer con la
visión de las bases teóricas que dicta Bach, que son muy simples y a la vez muy
profundas.
Sin embargo, cuando ustedes leen a Bach por primera vez, parece tan
poético que podemos pensar: “este se deliró” . Pero realmente, si buscamos esas
características a través de la entrevista en nuestros pacientes, nos encontramos
con la sorpresa que sus conceptos tan “etéreos” se cumplen en forma concreta y
fehaciente.

Además, los postulados filosóficos que se desprenden de su obra nos dan


la clave de nuestro aprendizaje, por ejemplo: si soy un Centaury tengo que
aprender a no dejarme esclavizar por los demás, a seguir mi propio camino con
fuerzas y convicción.
Observen que claro es este mensaje y como, si no cambian esta actitud,
viven la vida las personalidades Centaury .

Puedo entonces reconocer las emociones del paciente con conocimientos


básicos de psicología, pero también puedo utilizar para “categorizar al paciente”
los aspectos psicológicos descriptos por Bach. (De acuerdo a los Doce
Curadores, los Siete Ayudantes y los últimos diecinueve remedios).

En definitiva, yo debo transformar la personalidad, emociones y


pensamientos del paciente a “flores”, haciendo la lectura clínica correspondiente
y considerando los distintos tipos de diagnósticos. Finalmente, todo ello se
plasma en la prescripción floral.

Bach, nos decía que toda enfermedad es consecuencia de un conflicto


entre el alma y la mente. ¿Qué hacer entonces con el cuerpo? Porque el paciente
nos trae síntomas corporales muchísimas veces.

El cuerpo siempre es la pantalla donde (a la manera de un film), se


proyectan los síntomas de quien padece, pero el conflicto que los está generando
siempre tiene como sede a la mente , por eso ella es el único lugar donde
puede producirse la curación, (la toma de conciencia). En el cuerpo no hay
mucho que hacer, o en todo caso, hay algo parcial que reparar (por ejemplo una
fractura, realizar una intervención quirúrgica, etc.) Sin embargo, todos los
esfuerzos de la medicina académica se dirigen hacia el cuerpo, casi
exclusivamente.

La curación completa debe abarcar todos los planos del paciente y


no solo lo material o visible.
Aclaremos este concepto con un ejemplo:

Si una persona presenta una afonía a consecuencia de una laringitis, esa


será la “causa material”, con que su organismo expresó la manifestación de un
conflicto que, evidentemente, se relaciona con la comunicación (se vio afectada
la garganta, la voz, y desde lo energético el chakra laríngeo).
¿Por qué esa persona quedó afónica?, ¿tiene temor de decir algo?,
¿quedó muda transitoriamente de rabia e impotencia? o ¿siente culpa de expresar
algo y se inhibe?
Estas serían algunas preguntas que un buen terapeuta floral, trabajando
con sentido clínico y holístico, se haría. Y para tener esas respuestas debo
indagar, y conocer al paciente que viene a consultar.

Todavía hay terapeutas (de todo tipo, incluyendo a los florales), que creen
que hay manifestaciones “casuales” o “producidas por azar” de ciertos síntomas.
Reservan la lectura de temas emocionales para otros síntomas donde la
conexión mente-cuerpo es clara y estrecha, pero no pueden leer esta sutil
conexión cuando los síntomas se enmascaran en temas físicos, como el citado en
este ejemplo.
Al fin y al cabo, el frío, y los gérmenes, son las “causas” que pueden
producir una “infección”.
Sin embargo se puede apreciar que haciendo frío y tomando contacto con
agentes infecciosos, otras personas no contraen la infección. Estas son
condiciones necesarias, pero no suficientes.
Queda el recurso de culpar al “sistema inmunológico” (defensas) de no
estar cumpliendo adecuadamente su función.

En la actualidad, se conoce cada vez más la estrecha relación de la


capacidad inmune con la mente, la vida emocional del individuo y como los
“impactos” que se pueden padecer a este nivel afectan el organismo humano.
Esta moderna ciencia se denomina: psicoinmunoneuroendocrinología
(PINE), y permite explicar las conexiones entre procesos sutiles como los
correspondientes a las emociones y pensamientos, con las transformaciones
fisiológicas del organismo, así como lesiones orgánicas del mismo.

Cuando el Dr. Bach concibió su sistema terapéutico, y percibió las que,


para su punto de vista, eran “las verdaderas causas de enfermedad” y cómo estas
influyen en el cuerpo, se adelantó casi cincuenta años a los modernos conceptos
que hoy reconoce la psicoinmunoneuroendocrinología.
Además de ello, nos legó un sistema curativo sencillo y eficaz para hacer
frente a estas problemáticas.
Volviendo al ejemplo citado de la afonía producida por laringitis, es obvio
que toda infección necesita un “antibiótico” (en algunos casos un antiviral); con
ello se logrará, a veces, la “curación”, en el plano material, pero quedarán sin
resolver, los otros niveles causales (conflictos), por lo que no nos debe
sorprender la reiteración de episodios infecciosos a corto plazo, debido a que los
conflictos se siguen expresando aunque el paciente no los quiera ver y los rechace
de su conciencia.

“El síntoma es el retorno de lo reprimido”

Este concepto clásico extraído del psicoanálisis, es aplicable a todo tipo


de síntoma y no solo a los de índole psicológica.
En una enfermedad psicosomática clásica, por ejemplo el asma, cualquier
persona que no es terapeuta floral ni psicólogo ya sabe que hay una conexión con
lo emocional. Pero están las enfermedades orgánicas, donde también hay un
conflicto aunque es muy difícil apreciarlo de forma manifiesta, porque está
mucho más alejado de la conciencia. Entonces ya no es tan fácil detectarlo, tanto
para el terapeuta como para el paciente.
En general estas personas no harían nunca un tratamiento psicoanalítico o
psicológico. Tomemos por ejemplo a un reumático, ¿qué reumático va a ir al
psicoanalista? Y si va, lo hace por otra problemática, no por sus huesos.

Sin embargo puede venir a nosotros y entonces vamos a preguntar, e


interrogar por características Rock Water, Vervain, Water Violet y/o
Agrimony en primer lugar. ¿Por qué? Porque aunque en este trabajo no se puede
razonar como en las ciencias exactas, donde siempre se cumplen las mismas
premisas, hay presupuestos básicos de la clínica floral que me orientan hacia estos
temas.

Como expresé anteriormente, el modo de preguntar, de buscar, no es al


azar.

Estos rasgos y características personales desde el enfoque Bach,


mencionadas anteriormente, tienen que ver con características clásicas de la
personalidad del paciente reumático, la rigidez y el agarrotamiento (Water
Violet, Vervain, Agrimony) , la cronificación del síntoma y también la rigidez
extrema (Rock Water).
Todo esto es una lectura analógico-clínica. En “La enfermedad como
camino”, sus autores recomiendan ejercitar el pensamiento lateral, analógico y
trabajar el simbolismo del órgano donde se produce la enfermedad, para
“descubrir las causas profundas” de la misma.
Conocer la función del órgano afectado, o el lugar donde aparece el
síntoma, es muy revelador de lo que pasa. No es lo mismo somatizar en el dedo
gordo del pié, que en el estómago o en la espalda. Lo interesante del enfoque
floral es que, sin entrar en especulaciones complicadas, la lectura que podemos
hacer es concreta y objetiva.

Sigo razonando floralmente, ahora desde la mirada de otros sistemas


florales:

Lavender es un gran calmante y relajante físico y mental, pero sin


embargo, más capacidad de relajación en lo físico tiene Dandelion , mientras
Lavender actúa más en lo mental. No obstante, la combinación de ambos puede
ser muy interesante para tratar afecciones reumáticas con dolor.
Esta esencia tiene una acción calmante, purificadora, diurética y es
apropiada para las cefaleas. No necesito, como en el sistema Bach, tener una
“personalidad Lavender”. Si alguna de las propiedades de Lavender es
apropiada para los síntomas que cubre, la utilizamos.
En cambio sí nos duele la cabeza y tenemos que utilizar las esencias Bach,
pensamos: “si tiene un gran enojo, que no pudo descargar adecuadamente le doy
Holly ”, “si tiene pensamientos torturantes o preocupaciones doy White
Chestnut”, “si presenta tensión en las cervicales y es una persona muy
vehemente, puedo pensar en Vervain ”; siempre hay que buscar el factor mental
o emocional.

Una gran ventaja de la terapia floral, es que el mismo diagnóstico se


convierte en la terapia que aliviará al paciente.

En efecto, una vez que logré obtener todos los datos necesarios y pude
armar la receta correspondiente, volcando cada emoción y estado mental a las
esencias florales correspondientes, al entrar estas en acción comienza el proceso
curativo.
Por ejemplo: alguien nos consulta por un insomnio persistente, y dolores
en su columna cervical. Interrogándolo, observamos que es una persona que se
siente “llena de preocupaciones todo el tiempo”, que se “habla
mentalmente y se contesta a sí mismo”, y aunque quiera parar ese parloteo
mental, no lo logra, además es hiperactivo, hace muchas cosas, su carácter es
fuerte y decidido, tiende a dar consejos y le gusta imponer sus puntos de vista.
Estos dos estados brevemente descriptos corresponden claramente a White
Chestnut y Vervain , ambos del sistema Bach.
Este será el diagnóstico y al mismo tiempo la terapia. Como es
sabido, en terapia floral, los estados emocionales y mentales, así como los tipos
de personalidad, se denominan con el nombre de las flores que se corresponden
con ellos, y esas esencias administradas comenzarán a brindar el equilibrio a esos
estados que se encuentran afectados.
Muy distinto sería este enfoque desde una perspectiva exclusivamente
psicoterapéutica. El diagnóstico se podría esbozar más o menos así:

“Es un paciente que padece insomnio y tensión en la zona cervical,


por su alto nivel de estrés mental y físico, el cual le provoca rumiación
mental, lo que implica rasgos obsesivos”.

Sin embargo habrá que ver por medio de qué técnicas psicoterapéuticas
podrá lograrse la remisión de este cuadro. Esto llevará tiempo y también hay que
considerar si el paciente tendrá la paciencia necesaria para completar el
tratamiento.
Si los síntomas son muy intensos, habrá que apelar a medicación
psicofarmacológica.

Se puede hacer mucho con las flores; más que con la palabra . Esto es
importante, porque mucha gente, influida por largos años de psicoterapia, creen
que la palabra “todo lo puede” y que, en todo caso, las flores (cuando las
aceptan), son un simple “complemento” y “apoyo” a una terapia “profunda”.
No es que la palabra no sirva. Debemos tener absolutamente claro, que si
nosotros no modificamos la estructura energética del paciente no vamos a
curar a nadie. Por ejemplo, podríamos hablar muchísimo con un paciente
Scleranthus y, sin embargo, por la acción de la palabra, este tipo de
personalidades no podrán jamás, equilibrar su clásica fluctuación anímica
(ciclotimia), debido a que es un rasgo estructural, y necesita un remedio como
este que permite trabajar en esa estructura cíclica.

Entonces, la palabra es importante, pero no es el único recurso, además


hay un concepto de la homeopatía que, aunque no les guste a los psicólogos, es
una gran verdad: la palabra no modifica la desarmonía de la fuerza vital .
Aclaremos brevemente, el concepto de fuerza vital desde la homeopatía,
ya que en terapia floral, también trabajamos con ella.

“En principio, la fuerza vital , es una energía que ejerce una influencia
oculta sobre el organismo. Sin embargo no debe ser confundida con el
psiquismo, dado que la fuerza vital rige al psiquismo y al cuerpo físico”.
“Psiquismo y cuerpo físico son, para la homeopatía, una sola cosa pero
con distinta manifestación. La fuerza vital es algo anterior, por así decir, al
psiquismo. A través del psiquismo, la fuerza vital se manifiesta, en equilibrio o
desequilibrio. Y lo mismo ocurre a través del cuerpo”.

“La fuerza vital posee además una serie de propiedades que pueden
resumirse más o menos así:

1) Tiene un sentido eferente (o sea que se manifiesta desde adentro hacia


afuera).

2) Tiene la finalidad fundamental de preservar la vida.

3) Carece de la posibilidad de armonizarse por sus propios medios cuando


está desarmonizada.

4) Es automática, no inteligente. Entonces hace esfuerzos por sobrevivir y


superficializar la enfermedad, pero su esfuerzo es imperfecto. Traslada su
desequilibrio al cuerpo y aparece la enfermedad que por esta razón
siempre es psicosomática, o sea que abarca psiquismo y cuerpo material
porque ambos sufren simultáneamente el desequilibrio vital”.

Para la concepción homeopática, hay una sola enfermedad que es el


desequilibrio de la fuerza vital. Ese desequilibrio se manifiesta a través de
síntomas mentales y físicos, dado que por ser el psiquismo más sensible, es
allí donde se manifiesta antes el desorden. Pero ambas instancias (psiquismo
y cuerpo físico) enferman simultáneamente. Recordemos que el Dr. Bach, por
ser un gran conocedor de la homeopatía, aplicó el mismo concepto (guiarse por
los síntomas mentales) para conocer el grado de desarmonía y poder encontrar
así los remedios florales correspondientes.

“La enfermedad crónica se perpetúa, porque la fuerza vital


es incapaz de reequilibrarse por sí misma”

Por ello, cualquiera de ustedes pueden conocer ejemplos como este: ¿por
qué alguien que se psicoanalizó durante 10/15 años (utilizando exclusivamente
esta terapia) presenta tiempo después una úlcera (u otra patología importante)?
Si este paciente está en armonía, después de un tiempo considerable de
tratamiento, no tendría que tener semejante patología después de ese proceso.
Si se analizaron sus “regresiones”, los mecanismos autoagresivos, etc., ¿por
qué todo esto no se traduce en todos los niveles del ser?
Una de las características fundamentales para hablar de curación, es que
ésta debe ser duradera , sino estamos hablando de supresión de síntomas.

Este pequeño ejemplo que les comento he podido apreciarlo


personalmente en muchos pacientes, no solo con manifestaciones de
enfermedades orgánicas, sino también con procesos psíquicos complejos,
(depresión, fobias), que no habían cedido a largos años de psicoterapia. Esto nos
lleva a plantearnos que el proceso curativo es algo mucho más amplio y
complejo, donde no puede estar en juego exclusivamente la palabra.

Freud, consciente de la difícil tarea psicoterapéutica, dijo que hay tres


profesiones condenadas al fracaso: gobernar, educar y psicoanalizar.

Ahora bien, la fuerza vital es influida por remedios vibracionales


específicos como los homeopáticos, antroposóficos, florales, elixires de gemas,
etc. También puede ser estimulada por otras técnicas donde no se utilizan
remedios como la acupuntura, el shiatzu, el reiki, etc.

Las palabras, cobran un nuevo sentido con el paciente, cuando este


se va equilibrando interiormente merced a la acción de las esencias
florales.
En esos momentos, será posible “llegar” al interior del mismo y tener un
diálogo terapéutico que puede ser fecundo y esclarecedor.

 Diagnóstico diferencial.

Cuando estamos sumergidos en la tarea diagnóstica, transformando los


rasgos de personalidad, estados emocionales y mentales a flores que finalmente,
conformaran la receta que prescribiremos, se hace necesario no confundir un
tema floral con otro, así como tener muy en claro las diferencias y matices
que hay entre las esencias de un mismo sistema o de varios sistemas
florales entre sí.
Lógicamente esta tarea es mucho más sencilla cuando trabajamos con un
único sistema. Aun así, y pensando en el sistema Bach, que cuenta con un
número bajo de esencias, este diagnóstico diferencial , implica conocimiento y
experiencia en el uso de las esencias.
En todo trabajo clínico (médico y psicológico) es esencial el diagnóstico
diferencial, dado que muchas patologías presentan síntomas comunes que se
imbrican con otros pudiendo generarse confusiones a la hora de hacer un
correcto diagnóstico.
En la terapia floral se hace también necesario incorporar este tipo de
diagnóstico pero adaptado (tal como la aplicación del método clínico) a nuestro
quehacer.
Y la clave que nos permitirá hacer un buen diagnóstico diferencial,
(además del adecuado conocimiento floral), está en el correcto manejo de la
entrevista, dado que debemos aprender a escuchar lo que el paciente nos
dice para poder “ver las diferencias”.

Es verdad que muchas veces el paciente pronuncia textualmente la


“palabra clave” que identifica al remedio floral (sobre todo en el sistema Bach).
Sin embargo, no debemos apresurarnos e inmediatamente “traducir” el
significado floral.
Si por ejemplo el paciente dice: “soy muy ansioso...”, esto no significa
automáticamente que su esencia sea Agrimony . Hay muchos estados capaces de
producir esa “ansiedad”. Además, ¿cuál es el concepto de ansiedad que maneja el
paciente? Otra frase muy común es decir “estoy nervioso...”, esto también puede
tener muy diversos significados.
Por ello debemos seguir interrogando hasta clarificar. Así, ante el primer
ejemplo podríamos preguntar:

¿cómo se manifiesta su ansiedad?

Supongamos entonces que me responden:

“Bueno... ocurre que cuando estoy solo no me siento cómodo,


enseguida prendo la televisión y me pongo a comer (o a fumar)...”

Esta “ansiedad” es la que corresponde a Heather (no tolera la falta de


compañía, y tiene características de dependencia oral, por eso la necesidad de
comer o fumar, sobre todo en soledad).

Analicemos otro tipo de respuesta:

“Yo me voy a acostar, en la cama estoy inquieto, me cuesta conciliar


el sueño, entonces necesito levantarme e ir a la heladera y comer algo.
Recién ahí me puedo dormir”...

Este tipo de ansiedad con su insomnio, corresponde a Agrimony . Es un


tipo de ansiedad difusa, y puede obedecer a varios motivos, que son
“enmascarados” por la personalidad Agrimony , generando esa “tortura interna”,
que se disfraza con un rostro amable ante el mundo. En algunos casos se puede
“sostener” este mecanismo durante el día, pero a la noche aflora con intensidad
dificultando el sueño. La necesidad de comer, (puede ser también beber algo de
alcohol, o recurrir sistemáticamente a la ingesta de un psicofármaco), son
“refuerzos” que la personalidad Agrimony necesita para seguir “sepultando” sus
conflictos que pugnan por aflorar.

Otra respuesta válida para distinguir a un “ansioso” o un “nervioso”:

“Soy muy acelerado, hago todo rápido, me tensiono en todo mi


cuerpo. A la hora de ir a dormir soy muy inquieto en la cama..., me cuesta
relajarme”.

Esta es una respuesta Impatiens (tensión generalizada, dificultad para


relajarse, ritmo acelerado). Si trabajamos con otros sistemas además de Bach,
podría utilizarse Dandelion o Serenidad interior / Black-eyed-Susan (Body
& Emotion – Australia), para este síntoma.
En otros casos se nos puede presentar la duda, no tanto del estado
emocional que debemos diagnosticar, sino entre esencias florales. Veamos otro
tipo de ejemplos:
Una persona nos comenta rasgos de aceleración, tensión e irritabilidad,
similares a los descriptos anteriormente. Puedo plantearme la duda si
corresponde a Impatiens o a Vervain , dado que, en algún punto, son esencias
similares.

Nuevamente profundizando el interrogatorio se develará la clave.


Preguntaremos:

¿a usted le afectan las injusticias? ¿trata de imponer sus puntos de


vista u opiniones?

Si la respuesta es sí, a cualquiera de las dos preguntas, la esencia será


Vervain, dado que Impatiens es solamente una persona acelerada, tensa, e
irritable, pero que no posee la ideología ni la sensibilidad ante las injusticias de
Vervain .

También puede ser posible, que una persona posea características definidas
de estos dos tipos de personalidad, debiendo en ese caso administrarse las dos
esencias.

En la actualidad hay excelente bibliografía que permite conocer a fondo


los distintos matices de un remedio floral y apreciar las diferencias de las esencias
entre sí. El resto es experiencia. El uso permanente de los remedios florales, el
verlos en acción, nos “mostrará” a fondo sus características.

Cuando a Albert Einstein, le preguntaron cuál era el secreto para ser un


científico brillante, este contestó:
“Se requiere un 5% de inspiración y un 95% de transpiración”

 Otras formas de diagnóstico.

Además de las formas más clásicas y habituales de diagnosticar, habrá


terapeutas que conociendo otras metodologías quieran incorporarlas a su
quehacer. No puedo mencionar todas las variantes posibles de diagnóstico, pero
si voy a expresarme sobre algunos métodos o sistemas bastante usuales.

En primer lugar me referiré a la radiestesia (empleo de péndulo o varillas)


para la medición energética tanto del paciente como de los remedios a utilizar
con éste.

Muchos terapeutas utilizan con preferencia y exclusividad este sistema.


¿Cuáles serían los pro y contras de hacerlo? En primer lugar tener un adecuado
entrenamiento en esta metodología, dado que si el terapeuta es una persona
inestable emocionalmente (como Scleranthus ) o manifiesta dudas constantes
(como Cerato), influirá en el movimiento del péndulo o varilla de acuerdo a sus
creencias en el primer caso, y no estará nunca seguro del diagnóstico en el
segundo. Por lo tanto la respuesta obtenida no será fiable.
En segundo lugar y aunque se posea una capacidad y práctica adecuada
con estos instrumentos, se debe tratar de corroborar, una vez producido el
diagnóstico, si esos remedios son realmente aplicables a ese paciente, y no
administrarlos ciegamente.

Y es imposible conocer al consultante sin la entrevista, aunque sea mínima.


Hago esta aclaración, porque muchos terapeutas que utilizan este sistema
prescinden de la entrevista, en muchos casos porque no se sabe manejar esta
metodología.

El diagnóstico floral no consiste solamente en “acertar las flores” que se


deben prescribir.

Ya hemos visto la importancia de conocer el modo de ser y de sentir


absolutamente individual de cada paciente.
Más aún, con el diálogo y el interrogatorio, en entrevistas posteriores
vamos a ir corroborando el modo en que actúan los remedios.

Personalmente he visto recetas efectuadas exclusivamente por medio de la


radiestesia, sin ningún interrogatorio hecho al paciente, que no tenían ninguna
relación con los síntomas que este manifestaba, con la situación vivida
que dio origen a esas manifestaciones, ni con el tipo de personalidad del
consultante.

Con ejemplos como este, ¿qué eficacia puede esperarse de ese tratamiento
floral?

Es verdad, que una vez obtenidos los datos de un paciente, el armado de la


receta puede hacerse por distintos caminos y siguiendo determinada estrategia,
personal, de cada terapeuta, por lo que es posible, con distintas prescripciones
tratar un mismo problema. Pero es evidente, que cualquiera que haya sido el
método usado para el diagnóstico, deben coincidir los aspectos básicos y
estructurales del paciente .
O sea, no se pueden hacer dos o tres diagnósticos totalmente diferentes y
desintegrados entre sí. Si este es el resultado de trabajar con distintos métodos
diagnósticos, alguno (o todos), deben estar equivocados.

Mi punto de vista entonces con respecto a la radiestesia, es que puede


utilizarse, si se la conoce y maneja adecuadamente, pero de ninguna manera en
forma exclusiva y como único sistema diagnóstico.

En cambio, hay aplicaciones muy interesantes de la radiestesia sobre todo


cuando es necesario comparar esencias florales de distintos sistemas que se
pueden haber ido seleccionando a través de los datos obtenidos por la entrevista.

Veamos un ejemplo: He obtenido una lista de los estados emocionales que


debo trabajar con un paciente y me encuentro con flores de distintos sistemas
para tratar un mismo tema y además, algunas de ellas son muy similares entre sí.
Ya no puedo, por más que realice la entrevista, percibir cuál de ellas sería la más
“exacta” para ese paciente.

Supongamos que en una persona depresiva hemos pensado en Gorse


(Bach) y Scotch Broom (California). Ambas son bastante parecidas y aunque
teóricamente presentan algunas diferencias, podemos encontrarnos en la
situación que no tenemos datos suficientes del paciente para hacer el diagnóstico
diferencial.
Aquí el chequeo por radiestesia puede ser gran ayuda, tratando de
“sintonizar”, cuál de las dos energías es más compatible.

Otra aplicación posible de la radiestesia sería para medir el nivel de


vibración energético de un concentrado o una preparación floral. Y también para
hacer mediciones en los chakras del paciente.

Astrología: La información que de una persona y sus circunstancias,


puede obtenerse mediante un adecuado estudio astrológico, es –en mi opinión-
uno de los medios más ricos y valiosos como elemento diagnóstico y de
planificación terapéutica.
No soy astrólogo, pero hace ya varios años que he sabido apreciar y
valorar, a través de experiencias personales y de otras realizadas con pacientes, la
importancia del enfoque astrológico y la valiosísima información a distintos
niveles que se puede obtener.
En efecto, sería un error creer que la astrología podría aportar solo el
conocimiento de los aspectos psicológicos del consultante. Si bien lo puede hacer
y con mayor variedad de matices que un estudio psicológico clásico (mal que les
pese a los psicólogos), también puede brindar conocimiento de todas las áreas de
vida del consultante (trabajo, familia, salud, amistades, viajes, pareja, tendencias,
economía, períodos favorables y desfavorables, etc.)

Claro que aquel que quiera internarse en estos conocimientos no podrá


pretender hacer un “curso breve”. La astrología tomada en serio, (como muchos
estudios profundos que tienen como objeto la vida y el ser humano), exigen de
quien se aboque a ellos, una dedicación permanente.
En la actualidad, nos encontramos con el fenómeno de muchos astrólogos
que se encuentran estudiando (o ya lo han hecho) terapia floral.
Ello es importante, dado que si bien como ya he expresado en los párrafos
anteriores, la información que puede obtenerse para el conocimiento del
consultante es amplia y valiosa, debe disponerse además de una “técnica”, y de
“herramientas” para que el paciente pueda “procesar” y “digerir” toda esa
información.
Y la terapia floral es un medio extraordinariamente versátil para que,
guiado por un terapeuta-astrólogo, el paciente acceda a los cambios y
conocimientos de esa “nueva información”. Porque, en definitiva, todo vínculo
terapéutico es un proceso de comunicación, por parte del terapeuta, de “aquella
información” que el paciente desconoce de sí mismo.

Eugenio Carutti, un respetado astrólogo argentino, utiliza una definición


sobre el destino que me parece sumamente interesante:
“Destino, es todo lo que ignoro de mí mismo”

Personalmente utilizo la información astrológica, cuando es posible


acceder a la misma. En principio hay que ver si el paciente desea o puede
realizarse una carta natal, porque puede ocurrir que no le interese el tema, “no
crea”, o le “asuste conocer su destino”.
Si está de acuerdo, le recomiendo un astrólogo de mi confianza y una vez
conocida su carta natal, trabajo floralmente sobre la misma.
En otros casos, hay pacientes que con anterioridad se han realizado un
estudio astrológico y traen esta información.

 Medicina Tradicional China.

La medicina tradicional china (MTC), también conocida simplemente


como medicina china o medicina oriental tradicional, es el nombre que se da
comúnmente a un rango de prácticas médicas tradicionales desarrolladas en
China a lo largo de su evolución cultural milenaria. Los principales fundamentos
teóricos médicos de la MTC se basan en esta larga experiencia, y queda reflejada,
en la teoría del yin-yang y otras, como la doctrina de los cinco elementos. Los
tratamientos se hacen con referencia a este marco filosófico.

Esta medicina se basa en el concepto de chi (o energía vital) equilibrado,


que recorre el cuerpo de la persona. Quienes practican esta medicina proponen
que el chi regula el equilibrio espiritual, emocional, mental y físico y está afectado
por las fuerzas opuestas del yin («energía» negativa) y el yang («energía» positiva).
Según la medicina tradicional china, la enfermedad ocurre cuando se altera el
flujo del chi y se produce un desequilibrio del yin y el yang. Los componentes de
este tipo de medicina comprenden terapias de hierbas y alimentación, ejercicios
físicos que restituyen la salud, meditación, acupuntura y masajes reparadores.

Tiene como base filosófica la observación y el conocimiento de las leyes


fundamentales según las cuales estas gobernarían el funcionamiento del
organismo humano, y de su interacción con el entorno, siguiendo los ciclos de la
naturaleza; buscando de tal manera aplicar esta comprensión al tratamiento de las
enfermedades y el mantenimiento de la salud con métodos diversos.

Sus técnicas de diagnóstico

 Meridianos.
 Toma del pulso de la arteria radial del paciente en seis posiciones
distintas para evaluar el flujo de la energía en cada meridiano.
 Observación de la cara del paciente.
 Observación del aspecto de los ojos del paciente.
 Observación del aspecto de la lengua del paciente.
 Observación superficial de los oídos del paciente.
 Escucha atenta del sonido de la voz del paciente.
 Palpación del cuerpo del paciente, especialmente del abdomen.
 Comparación de la temperatura en diversas partes del cuerpo del
paciente.
 Comprobación de la vena del dedo como indicador en niños pequeños.

En general todo aquello que pueda ser observado, sin uso de instrumental
que pueda herir al paciente, como tener una conversación, detallando el paciente
una descripción actual de su salud y sus problemas más importantes.
Para trabajar con los sistemas diagnósticos de la medicina tradicional
china, es necesario desarrollar la capacidad de observar aspectos sutiles, para
poder captar aquellos aspectos del paciente, que se le escapan a la observación de
la mayoría de la gente. En la China actual, cada vez más, la diagnosis con la
medicina tradicional china se nutre recíprocamente con los métodos occidentales
de diagnóstico, acercándose gradualmente, con el fin de alcanzar una integración
entre los dos sistemas. Frecuentemente los médicos practicantes, combinan los
dos sistemas para evaluar con más amplitud lo que sucede a los pacientes.

 Diagnóstico por el iris.

El iridodiagnóstico o iridoanálisis, al igual que otros sistemas terapéuticos


holográficos existentes, se basa en las representaciones de la totalidad del
organismo en cada una de sus partes, como es el caso de la auriculoterapia que
representa todo el organismo en la oreja, o la reflexología que ubica una
representación de todo el cuerpo en la planta de los pies.

El iris del ojo es otro holograma y su estudio nos permite conocer el


estado de los órganos internos así como también su predisposición congénita a
tener patologías, denominadas también debilidades inherentes.

El diagnóstico por el iris revela los desórdenes funcionales de cada órgano


en el cuerpo humano por medio de líneas, puntos y pigmentaciones anormales en
el iris del ojo.
En el iris se puede observar el estado de las principales macrofunciones,
como por ejemplo:

• La macrofunción de eliminación: que se observa en la zona representativa


del intestino grueso (colon), en el riñón y en la zona cutánea (piel).

• La macrofunción de respuesta, al revisar la densidad trabecular del iris el


cuál puede ayudar a saber cómo va a responder la persona al tratamiento
que vamos a recomendar.

• La macrofunción de circulación: Al observar el borde periférico del iris, se


puede ver si un órgano está mal irrigado o si la persona tiene mala
circulación en general.

En general es una práctica utilizada preferentemente por médicos


naturistas y homeópatas y si bien no permite “individualizar” los remedios
específicos para cada consultante, revela las causas orgánicas y fisiológicas que
subyacen a los distintos padecimientos. También puede brindar indicadores de
tipo emocional.
Es importante señalar, que este tipo de diagnóstico de ningún modo
sustituye a otros estudios clínicos, sino que los complementa.

 La importancia del enfoque holístico.

Una vez que todas las pautas del proceso diagnóstico se van cumpliendo,
con ese cúmulo de información variada se procede a establecer una síntesis que
concluirá en la primera prescripción floral. Sin embargo para llegar a integrar los
variados datos diagnósticos se necesita desarrollar una visión con sentido
holístico. Esta palabra, que está muy de moda, no es comprendida por muchos
que la utilizan.

“Holos”, significa “todo” o “entero”. Desde este enfoque los procesos


que se estudian son considerados integrados a una totalidad. Por ello la necesidad
de desarrollar “distintas miradas diagnósticas” para percibir todos los niveles
desde donde se puede manifestar el padecer.

Es un error creerse “terapeuta holístico”, porque ante afecciones físicas, se


tome en cuenta “la influencia del psiquismo”. Este nivel, si bien es importante,
no es exclusivo. El ser humano no es solo una interrelación mente-cuerpo.
Hay mucho más, el ambiente donde vive, su estilo de vida, su
alimentación, el sentido que le da a su vida, la dimensión espiritual, etc. Todo ello
debe ser apreciado en conjunto y no en forma separada.

Por eso hay disciplinas o metodologías, que si bien son muy importantes y
valiosas, pierden gran parte de su efectividad al no incorporar “la visión
holística” .

Es evidente que un terapeuta no puede manejar absolutamente todas las


especialidades que implica la “visión holística”, así como tampoco se pueden
manejar todos los sistemas florales. Pero desde esta mirada se logra una
comprensión mucho más profunda que desde un solo punto de vista.

Hace unos años tuve la oportunidad de realizar un curso de medicina


naturista y diagnóstico por el iris. Personalmente, no practico estas dos
especialidades, pero, sin embargo lo que aprendí en ese curso, me sirvió para
comprender aspectos de las enfermedades orgánicas con las que habitualmente
me encuentro en mis consultas cotidianas y aprendí a “ver” los conceptos que
nos enseña la medicina naturista, para luego poder integrarlos con el resto de mis
conocimientos.
Así comprendí, que muchas veces, no alcanzan solo las esencias florales, o
los remedios homeopáticos, o la acupuntura, como exclusivo sistema terapéutico.

Si bien cada una de estas terapias tiene implícita una visión holística del ser
humano, cuando es necesario, deben complementarse con otros recursos
(de ahí lo de terapias complementarias). Sin embargo, para la elección
personalizada de esos “otros recursos”, debe poseerse la “visión holística”.
Agregar un conjunto de técnicas naturales a un paciente, no significa
poseer un enfoque integral.

Mucho más importante es saber cuál o cuáles de ellas pueden ser las más
adecuadas y porqué.

Desarrollaré para clarificar esta exposición, algunos ejemplos clínicos:

Un paciente viene a terapia floral con un diagnóstico confirmado de


“hernia de disco”, porque le han dicho que las esencias florales le van a hacer
muy bien y además, no quiere seguir tomando antiinflamatorios.
Como ustedes saben existen en los distintos sistemas florales esencias
específicas para patologías óseas, articulares y de columna como es el caso del
ejemplo. Sin embargo, además de pensar primero en una esencia floral como
Lilac / Lila de clara acción en temas de columna vertebral, detectaremos por
medio de la entrevista todo otro estado que pueda estar incidiendo en la vida de
este paciente.

Hecha la receta, una recomendación terapéutica importantísima sería la


derivación a un osteópata , que con técnicas manuales suaves, “corrija” la postura
corporal. Recién ahí estará “completo” el trabajo terapéutico.

Si bien las esencias florales pueden disminuir la tensión, y aliviar el dolor


de espalda, no podrán colocar esa vértebra desviada en su lugar, si este desfasaje
es pronunciado. En cambio, la esencia de Lilac / Lila (y otras que asociaremos),
facilitaran la tarea del osteópata y evitarán que, con el paso del tiempo, ese
paciente repita la postura incorrecta que lo llevó a generar esa patología.

Un dato clínico adicional. Las personas que sufren discopatías, (discos


intervertebrales aplastados por las vértebras) no siempre sienten dolor, pero si es
muy probable que el disco intervertebral, “pellizque” alguno de los nervios
raquídeos situados a lo largo de la columna, provocando un hormigueo o
adormecimiento en piernas o brazos (parestesia), según corresponda.
Ese puede ser un dato clínico de una discopatía. Puede confirmárselo
mediante un análisis del iris del paciente que mostrará: aplanamiento pupilar en la
zona del iris donde se refleja la columna y la zona vertebral correspondiente a la
discopatía.

Otro ejemplo: Paciente que consulta por afecciones en la piel, presenta


una serie de eczemas que le provocan picazón y, en cierta medida, nerviosismo.
Toda afección en piel implica un inadecuado drenaje de toxinas por parte
del organismo, que de esta manera y para compensar este déficit trata de
exonerar esas toxinas por un medio tal como la piel, a la que se la ha llamado “el
tercer riñón”. Esto se denomina “función vicariante”, (cuando un órgano asume
una función que debería realizarse en conjunto).

Desde una visión naturista se sospechará que tanto el hígado, como los
riñones y probablemente el intestino grueso no estarán funcionando
adecuadamente o en forma integral, dado que estos órganos, junto a la piel, y los
pulmones componen lo que se denomina el “sistema emuntorial”, encargado de
purificar toxinas (hígado y riñones) así como expulsar los desechos tóxicos al
exterior (riñones, intestino grueso y piel).
Para despejar esta sospecha interrogaremos al paciente sobre su
alimentación, y casi con seguridad veremos que elige comida pesada (del tipo de
la comida chatarra o similar). Esto obviamente complica la ya exigente tarea del
hígado. Y si interrogamos por su ritmo evacuatorio intestinal, nos encontraremos
casi con seguridad que hay constipación.

Si se los interroga en general, los pacientes suelen decir que su intestino


funciona “normalmente”.

Es necesario preguntar cuántas veces por día evacúa su intestino. Se


encontrarán con sorpresas tales como: 1 vez cada 3 o 4 días, 1 vez cada 5 días, y
únicamente, si toma laxantes.

Otros más “normales”, dirán: una vez todos los días. Sin embargo, esta
última respuesta, si bien es de mejor pronóstico que las anteriores, también habla
de un nivel insuficiente. Para la medicina naturista, el ideal es 3 veces por día. Y
los chinos, dicen que debería ser equivalente el número de evacuaciones, a
las ingestas diarias.

Después del interrogatorio clínico, quien maneje técnicas de diagnóstico


por el iris, realiza una revisión de los órganos y sistemas del cuerpo en ambos
ojos para “confirmar” lo apreciado en la entrevista y/o para detectar otros
posibles factores que se encuentran condicionando el cuadro clínico. Esto es muy
importante, porque este tipo de diagnóstico puede brindar información que no
surge en otros estudios clínicos.
Vamos a detenernos aquí en el examen del diagnóstico físico; supongamos
que los riñones funcionan aceptablemente (todavía), pero algo exigidos en su
función por las deficiencias a nivel hepático e intestinal.

Es muy probable que este paciente esté sufriendo un proceso alérgico,


producido en principio por una inadecuada alimentación que recarga su trabajo
hepático y digestivo, debiendo drenar por piel.

El enfoque naturista se basaría en una dieta desintoxicante que permita la


depuración del organismo y alivie la tarea de los órganos que están sobrecargados
en su función.
Agregaría el uso de algunas hierbas, en infusión (podría ser una tisana
colagoga), que estimule hígado, riñones, procesos digestivos e intestino. También
podrían prescribirse algunas fórmulas en tinturas madres, de extractos vegetales,
con la misma finalidad.

Si lo vemos desde la visión de la terapia floral, podremos apreciar que es


una persona con carácter irritable, tendiente a la queja, pero que no obstante si
bien tiene muchos motivos para “enojarse” y o “quejarse”, no manifiesta todo lo
que siente y se “guarda” mucho de lo que le pasa. Además no se siente a gusto
con “esas manchas”.

Voy a ir enumerando las flores que serían posibles para este caso, y las voy
a ir fundamentando tanto en su función emocional como física, para cubrir
ambos aspectos que están en juego.
Puedo pensar en Beech , en primer lugar porque es una esencia típica para
alergias, y además porque se corresponde con su rasgo de irritabilidad y queja, y
con sus problemas digestivos (los Beech no “digieren” bien otros conceptos u
opiniones y desplazan este proceso a su estómago e intestinos).
Beech le permitiría además mejorar su capacidad de tolerancia con
personas o situaciones. La alergia es (a nivel físico) una reacción de intolerancia
exagerada a nivel del organismo, que generalmente se corresponde con otro
aspecto de intolerancia que se encuentra en otros planos (mental/emocional).

Al respecto recordemos el clásico principio de correspondencia, de la


filosofía hermética:

“Como es arriba es abajo, como es abajo es arriba”

Agregaría Holly , porque ese nivel de irritabilidad llega al enojo y su


“agresividad” se expresa fundamentalmente a través de la crítica y queja. Además,
si el hígado es un órgano comprometido en el proceso alérgico, la emoción clave
que afecta a éste (desde la visión de la medicina china) es la ira, que se trata con
esta esencia, la cual le permitirá manejar su enojo e ira en forma adecuada.
Otra esencia en la que pensaría puede ser Agrimony , dado que si bien se
permite expresar parte de su queja, “guarda” en su interior gran parte de esta y de
sus enojos. Ese bloqueo de su vida emocional, “ese aferramiento”, “ese no
soltar” sus contenidos emocionales no solo afecta su hígado, sino que se traduce
además en otro síntoma clave: la constipación intestinal que, a nivel físico
acumula toxinas y a nivel psíquico simboliza los contenidos “inaceptables” y
“reprimidos” que no quiere que salgan a la luz.
Asimismo, el incremento de la picazón también se relaciona con
Agrimony, simbolizaría “un tormento oculto” que pugna por salir afuera. El
rascado representa el tratar de “penetrar” en lo profundo y tratar de “ver de qué
se trata”, por eso produce un alivio parcial, pero en la medida en que no se
conoce claramente todo el contenido reprimido va a seguir existiendo el síntoma.

Precisamente Agrimony le permitiría a este paciente tomar conciencia de


todos sus conflictos, no bloquearlos solo parcialmente, poder enfrentarlos y
resolverlos para no desplazarlos a su cuerpo.
Por último, puedo pensar en Crab Apple . Para ello tengo varios motivos.
En primer lugar su importante acción depuradora del organismo. Evidentemente,
esta esencia puede utilizarse en todo tema dermatológico, dado que no solo
ayudará a mejorar la piel, sino que estimulará los canales naturales de eliminación
del organismo (hígado, riñones, intestino e inclusive la propia piel). Y además,
restaurará la autoestima del paciente que ha manifestado sentirse incómodo con
sus “manchas en la piel”.

Con estos ejemplos he pretendido mostrar los enfoques correspondientes


al naturismo y a la terapia floral, razonando desde el punto de vista de cada uno e
integrándolos en un trabajo holístico. Ambos trabajan en forma diferente, pero
no son excluyentes, lo ideal sería su asociación para trabajar en todos los planos
donde se manifiesta el padecimiento.
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Material consultado en internet

http://es.wikipedia.org/wiki/Medicina_china_tradicional

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