Tecnologías Modernas para El Uso Racional y Eficiente de La Energía-1

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SECRETARIA DE EDUCACION PÚBLICA

TECNOLOGICO NACIONAL DE MEXICO


INSTITUTO TECNOLOGICO DE VERACRUZ

TECNOLOGÍAS MODERNAS
PARA EL USO RACIONAL
Y EFICIENTE DE LA ENERGÍA

INTEGRANTES:
FACUNDO CORDOBA BRANDO
AGUILERA MADRIGAL MARGARITO
ALAVEZ JIMENEZ RAUL
GUERRA MENDOZA LUIS FELIPE
RODRÍGUEZ MURILLO ANDRÉS
LOZANO RAMOS ROGELIO ABRAHAM

CARRERA:
INGENIERÍA MECÁNICA

CATEDRÁTICO:
DR. GUILLERMO EFRÉN OVANDO CHACÓN
SISTEMAS DE GENERACIÓN DE ENERGÍA

ENERO-JUNIO 2018
Índice

Biomasa como fuente de energía.......................................................3


1. La biomasa....................................................................................3
2. Tipos de biomasa..........................................................................4
3. La biomasa como fuente de energía.............................................5
4. Formas que tenemos de aprovechar la biomasa..........................5
5. Biocombustibles sólidos................................................................6
6. Biocombustibles líquidos...............................................................7
7. Biocombustibles gaseosos............................................................8
8. Producción de biocombustibles...................................................10
BIOMASA COMO FUENTE DE ENERGÍA

La carestía de los combustibles fósiles, la preocupación por su agotamiento, la


protección ambiental (CO2 principalmente) y la dependencia energética de países
con escasos recursos energéticos convencionales impulsan el desarrollo de las
energías renovables. Según la Agencia Internacional de la Energía, la energía
renovable es la que deriva de procesos naturales que se reponen constantemente,
es decir, la que se obtiene de las continuas corrientes de energía recurrentes en el
entorno natural.
El sol es el origen de la mayoría de las fuentes de energía renovable que están
disponibles con abundancia y variedad para que la humanidad pueda utilizarlas.
En nuestro planeta incide una cantidad de energía solar que es,
aproximadamente, cuatro órdenes de magnitud mayor que nuestra actual tasa de
uso de combustibles fósiles y nucleares. La radiación solar puede emplearse
directamente para proporcionar calefacción, alumbrado y agua caliente en
edificios; y para generar electricidad. El sol también mueve los sistemas climáticos
mundiales y es por tanto la fuente indirecta de la energía hidráulica, eólica y
mareomotriz.
Como la fotosíntesis es un proceso que utiliza la energía solar para transformar
dióxido de carbono y agua en carbohidratos, es la fuente subyacente de los
biocombustibles en sus distintas formas. Las plantas transforman la energía
luminosa en energía química y retienen el dióxido de carbono para formar la
biomasa. Toda la alimentación de las especies animales depende de un modo o
de otro de esta biomasa. Además, puede utilizarse directamente como materia
orgánica en el tratamiento de suelos (por ejemplo, el uso de estiércol o de
coberturas vegetales). La madera, residuos agrícolas y estiércol continúan siendo
la fuente principal de energía y, en parte, de materias primas para muchas
actividades en países poco industrializados.

1. LA BIOMASA
Biomasa y materia viva son la misma cosa. Cuando nos referimos a ella como
fuente de energía de lo que hablamos es del conjunto de la materia orgánica, tanto
de origen animal como vegetal, que puede ser utilizada con fines energéticos. La
biomasa es una fuente de energía renovable, de hecho, es la fuente de energía
renovable que más aporta en la actualidad a las necesidades de la humanidad. La
energía de la biomasa proviene del Sol a través del proceso de la fotosíntesis.
Ésta es el proceso por el cual las células vegetales son capaces de formar
sustancias orgánicas a partir del CO2 presente en el aire y de otras sustancias
simples, aprovechando para llevar a cabo el proceso la energía procedente del
Sol. De las sustancias formadas, que llamamos carbohidratos, se puede extraer
energía bien quemándolas directamente, bien convirtiéndolas en un líquido
combustible como el alcohol o el aceite, o incluso transformándolas en gas.

2. TIPOS DE BIOMASA
La biomasa que podremos usar como fuente de energía se encuentra,
principalmente, de dos formas:
 Como cultivos con un aprovechamiento claramente orientado a la
producción de energía
 Como un residuo de los trabajos forestales y agrícolas, o de sus industrias
asociadas.

Cultivos energéticos
Las plantas que se cultivan con el fin de convertirlas en energía se llaman cultivos
energéticos y como hay tantas plantas distintas pueden ser de tantas formas como
uno se pueda imaginar. En la práctica, los cultivos energéticos se adaptan al clima
y al suelo de cada lugar y así en lugares como los países nórdicos hay bosques
orientados a producir madera que se quema en centrales eléctricas, mientras que
en nuestras tierras (occidente) los cultivos energéticos se orientan a plantas
herbáceas. Así, por ejemplo, cereales y oleaginosas como la colza, son cultivados
de forma expresa con el objetivo de producir, respectivamente, alcohol o aceite,
que tras un tratamiento podrán ser empleados en motores de automóviles.
Biomasa de los residuos
La mayoría de las plantas tienen un fin que no es el energético como por ejemplo
alimentar el ganado o producir madera para los muebles. Pero de todos esos
procesos siempre se genera un residuo que sí tiene un aprovechamiento
energético.
Residuos forestales: los residuos del aprovechamiento de nuestros bosques son
una fuente muy importante de recursos de biomasa. Entre ellos se encuentran
restos de las podas, serrín, virutas, recortes y cortezas, que se generan tanto en el
campo como en las industrias donde se aprovecha la madera, que son las
principales consumidoras de este recurso con fines energéticos.
Residuos agrícolas: son de muchos tipos, desde las podas de olivos, vides y
frutales hasta los residuos de cultivos herbáceos, como la paja de cereales. Parte
de estos residuos se queda en el campo, para recuperar los nutrientes de la tierra,
pero otra parte puede ser usada como combustible.
Dentro de este grupo se incluyen los residuos que se generan en las industrias
que tratan los productos agrícolas, como el orujillo en el caso de la producción de
aceite de oliva o las cáscaras de almendra en el caso de las industrias de frutos
secos.
3. LA BIOMASA COMO FUENTE DE ENERGÍA
Esta fuente energética se basa en la utilización de la materia orgánica formada por
vía biológica en un pasado inmediato o en los productos derivados de esta. En
consecuencia, también tiene consideración de biomasa la materia orgánica de las
aguas residuales, los lodos de depuradora y la fracción orgánica biodegradable de
los residuos sólidos urbanos, aunque dadas las características específicas de
estos residuos se suelen considerar como un grupo aparte.
La biomasa como materia orgánica originada en un proceso biológico, espontáneo
o provocado, tiene carácter de energía renovable porque su contenido energético
procede en última instancia de la energía solar fijada por los vegetales en el
proceso fotosintético. Al romper los enlaces de los compuestos orgánicos, por
combustión directa de biomasa o por combustión de productos obtenidos de ella
mediante transformaciones físicas o químicas, para dar dióxido de carbono y agua
como productos finales, se libera energía.
La biomasa puede proporcionar energía mediante su transformación en materiales
sólidos, líquidos y gaseosos. Los productos procedentes de la biomasa que se
utilizan para fines energéticos se denominan, en general, biocombustibles y
específicamente, a todos aquellos, generalmente sólidos y gases, que se aplican
con fines térmicos y eléctricos.
El nombre de biocarburantes se reserva para los productos, normalmente líquidos,
que proceden de la biomasa y se destinan a la automoción. Este tipo de productos
tienen una importancia especial debido al gran consumo de carburantes derivados
del petróleo para el transporte. Los actuales motores, Diesel y Otto, requieren
combustibles líquidos cuyo comportamiento sea similar al del gasóleo y al de la
gasolina.

4. FORMAS QUE TENEMOS DE APROVECHAR LA BIOMASA


Se utilizan diferentes criterios para clasificar los biocombustibles que pueden
obtenerse a partir de la biomasa. Considerando el proceso de transformación de la
biomasa en biocombustible, existen varias opciones como las que se comentan en
los siguientes ejemplos.
Únicamente transformaciones físicas antes de la combustión, caso de la madera,
de la paja o de residuos procedentes de otras actividades que emplean biomasa
(poda de árboles, restos de carpintería, etc.). Fermentación anaeróbica de una
mezcla de azúcares y agua para obtener una mezcla de alcohol y agua con
emisión de dióxido de carbono. Esta mezcla se destila para eliminar el agua y
obtener el alcohol con la concentración de agua que exige su empleo como
carburante.

La combustión: generando calor y electricidad Quemar la biomasa para obtener


calor con el que abastecer directamente las necesidades de una industria o de
viviendas, o bien producir electricidad en una central térmica es la forma más
habitual de obtener energía a partir de la biomasa. Pero hay más.
Digestión anaerobia: el biogás La digestión anaerobia es el proceso natural de
descomposición de la materia orgánica en ausencia de aire a través de bacterias.
Uno de los subproductos de ese proceso natural es el llamado biogás, que es una
mezcla de gases en los que aparece el metano junto con otros incombustibles
como el CO2 y que como consecuencia tiene un poder calorífico menor que el gas
natural. Aunque sea un gas más pobre que el que utilizamos de forma habitual,
tiene a su favor que se genera a partir de un residuo, que es tratado de esta
forma, y que se puede producir de forma local y próxima al consumo
Biocombustibles líquidos: Los biocombustibles líquidos se emplean en los
motores de vehículos, dentro del sector del transporte, e incluyen tanto al biodiesel
como al bioetanol. La inclusión del prefijo “bio-” delante de las palabras Diesel o
alcohol no indica otra cosa que el origen biológico de la materia prima empleada
en su elaboración. Y hablando de materias primas, las que se usan para producir
el biodiesel son los aceites, bien puros (girasol, colza o soja, por ejemplo) o bien
usados (los llamados aceites de fritura). Estos se someten a una transformación
química para obtener el biodiesel, que luego es utilizado en los vehículos en
sustitución del gasoil. Por su parte, el bioetanol se produce a partir de plantas que
contienen gran cantidad de azúcar, como la remolacha azucarera o la caña de
azúcar, o almidón, como los cereales, y se emplea como sustituto de la gasolina.
Un buen número de productos agrícolas que asociamos a la alimentación tienen
también una aplicación energética y su uso es bastante más común de lo que
suponemos. Así, cada vez es más frecuente encontrar puntos de venta de
mezclas de biodiesel con gasoil al tiempo que, poco a poco se extiende el uso de
bioetanol mezclado con la gasolina, bien puro o bien como aditivo.

5. BIOCOMBUSTIBLES SÓLIDOS
Los biocombustibles sólidos más importantes, combustibles de tipo primario, son
los constituidos por materiales lignocelulósicos procedentes del sector agrícola o
forestal y de las industrias de trasformación que producen este tipo de residuos.
La paja, los restos de poda de vid, olivo o frutales, la leña, las cortezas y los restos
de podas y aclareos de las masas forestales son materia empleada en la
elaboración de biocombustibles sólidos de origen agrario. Cáscaras de frutos
secos, huesos de aceitunas y de otros frutos, residuos procedentes de la
extracción del aceite de orujo en las almazaras, restos de las industrias del corcho,
la madera y el mueble, constituyen una materia prima de calidad para utilizarla
como biocombustible sólido.
Mediante la combustión de esta biomasa se obtiene energía que se aprovecha
directamente como energía térmica o se transforma en energía eléctrica. El poder
calorífico inferior, variable con la humedad del combustible, es la característica
más representativa de su calidad.

En la tabla 1 se muestran valores del poder calorífico de algunas biomasas con


distinta humedad. Otras características importantes para su comercialización son
la densidad, la dispersión en el terreno y la distancia al lugar de aprovechamiento.

6. BIOCOMBUSTIBLES LÍQUIDOS
La denominación de biocombustibles líquidos o biocarburantes se aplica a una
serie de productos de origen biológico utilizables como combustibles de sustitución
de los derivados de petróleo o como aditivos de éstos para su uso en motores.
Actualmente sólo son comerciales los de primera generación, etanol (y etilterbutil
éter obtenido a partir de él) y biodiesel. En ambos casos las materias primas de
las que proceden tienen también uso alimentario.
Evitar que la obtención de biocarburantes compita con las fuentes de alimentación
y aprovechar la mayor parte del vegetal es la razón que guía el trabajo para
disponer de biocarburantes de segunda generación. Tanto la ruta bioquímica
como la ruta termoquímica ofrecen caminos apropiados para transformar el
material lignocelulósico en productos destinados a sustituir los carburantes
derivados de los combustibles fósiles para lo que es preciso superar varias
dificultades antes de implantar esta tecnología.

Figura 1. Diagrama
de flujo del proceso de
obtención de bioetanol
a partir de diferentes
materias primas.

7. BIOCOMBUSTIBLES GASEOSOS
A partir de la biomasa se pueden obtener varios combustibles gaseosos como
biogás, gas de gasógeno y gas de síntesis e hidrógeno. El hidrógeno es un sector
energético que se presenta como una alternativa a la estructura energética actual
debido fundamentalmente a sus ventajas ambientales y a su aplicación en pilas de
combustible. Su combustión produce agua y una gran cantidad de energía (27.000
kcal/kg) por lo que resulta idóneo para múltiples aplicaciones industriales,
domésticas y de transporte.
La obtención de hidrógeno a partir de compuestos orgánicos se realiza mediante
un proceso, denominado “reformado”, que consiste en romper las moléculas
hidrocarbonadas mediante reacciones con vapor de agua en presencia de un
catalizador. Este combustible, hidrógeno, presenta importantes problemas
logísticos debido a su inflamabilidad y baja densidad. La alternativa de licuar el
gas tropieza con el elevado consumo energético y las grandes inversiones
necesarias para la distribución directa. Debido a que su utilización se justifica
fundamentalmente por razones ambientales, las fuentes de energía renovables
constituyen la materia prima ideal para obtenerlo.
Entre las moléculas orgánicas procedentes de la biomasa con posibilidades para
ser fuente de hidrógeno, el bioetanol es la opción que presenta menores costes y
mayor versatilidad. Es adecuado para satisfacer diferentes aplicaciones porque la
generación de hidrógeno a partir de etanol puede oscilar entre pocos kW y varios
MW.
La producción de hidrógeno utilizando etanol como materia prima tiene la misma
logística que la existente para los combustibles fósiles lo que supone un
importante descenso de los costes de distribución del hidrógeno.
Fermentación anaeróbica: biogás
La digestión anaeróbica es un proceso empleado en la depuración de aguas
residuales y efluentes orgánicos de industrias agrarias o de explotaciones
ganaderas. Este tipo de transformación se produce de manera espontánea en
pantanos o fondos de lagunas y lagos en los que haya depósitos de materia
orgánica. El metano, denominado “gas de los pantanos”, también se produce en
los vertederos de RSU, pudiéndose extraer mediante perforaciones y redes de
transporte adecuadas. La aplicación de este procedimiento a la biomasa da lugar
a biogás, en cantidades de unos 300 m3 por tonelada de materia seca, con un
poder calorífico de unos 5,500 kcal/m3. El biogás está formado principalmente por
metano (55-65%) y CO2 (35-45%); y, en menor proporción, por nitrógeno (0-3%),
hidrógeno (0-1%), oxígeno (0-1%) y sulfuro de hidrógeno (trazas). El poder
calorífico del biogás está determinado por la concentración de metano (9.500
kcal/m3). Para aumentar este parámetro es necesario eliminar todo o parte del
CO2 que le acompaña. El proceso de fermentación anaeróbica de la materia
orgánica se realiza en cuatro etapas en las que intervienen diferentes tipos de
bacterias.
En la etapa de hidrólisis, las bacterias hidrolíticas son responsables de degradar
las complejas moléculas orgánicas en fragmentos más sencillos como ácidos
grasos y glicerina de los lípidos, péptidos y aminoácidos de proteínas y
monosacáridos de los polisacáridos. Sobre estos compuestos actúan las bacterias
acido génicas para transformarlos en ácidos de cadena corta (acético, propiónico,
butírico,etc.), alcoholes, amoniaco, hidrógeno y dióxido de carbono.
La tercera etapa, acetilénica, es responsable de la transformación de los
productos intermedios de la etapa anterior (propiónico, butírico), que no pueden
ser metabolizados por los organismos metalogénicos, en acético, hidrógeno y
dióxido de carbono.
En la última etapa, etapa
metalogénica, unas bacterias
transforman el ácido acético en
metano y dióxido de
carbono (el 70% del metano procede de esta vía) y otras, el dióxido de carbono e
hidrógeno en metano y agua:

8. PRODUCCIÓN DE BIOCOMBUSTIBLES

La producción de Biodiésel

Virtualmente, cualquier persona puede fabricar biodiésel debido a que se trata de


un proceso simple a menudo comparado con la elaboración de la cerveza. Esto
hace que el auto abastecimiento de combustible sea posible para cualquiera.
Además, todos los días se inventan nuevas máquinas y métodos para la
elaboración de biocombustibles.

¿Cómo se fabrica el biodiésel?


El Biodiésel se produce gracias a una reacción química denominada
transesterificación, lo que significa que el glicerol contenido en los aceites es
sustituido por un alcohol ante la presencia de un catalizador. En nuestro caso
utilizaremos Metanol y NaOH (soda cáustica) o KOH (hidróxido de potasio). Este
es sólo un método posible para la elaboración de biodiésel, pero existen otras
formas y trucos para preparar biodiésel de buena calidad. Puede encontrar más
sobre esto en otros sitios relacionados con este interesante tema.

Los 3 Ingredientes Necesarios


Aceite. El primer ingrediente es el aceite o la grasa. El aceite vegetal que puede
tratarse como desecho en la mayoría de los hogares o que puede recolectarse
gratis de muchos restaurantes.

Uno puede, por supuesto, plantar girasol o soja y luego de cosecharlo, prensarlo
para extraer el aceite, como sucede en muchos lugares del mundo donde se
produce el biodiésel.

Muchos productores rurales están convirtiéndose actualmente en


económicamente independientes con respecto a la energía. Utilizan biodiésel en
tractores y otras maquinarias agrícolas y muchas veces se utilizan los excedentes
de biodiésel para generar electricidad.

Las personas que preparan biodiésel en una escala más grande son capaces de
utilizar la grasa usada de freír, aceite de pescado, grasa animal y otras clases de
aceites. Una ventaja acerca de la elaboración de biodiésel es que se puede hacer
de muchas sustancias diferentes, en su mayor parte, desechos.

Alcohol. El segundo ingrediente es el alcohol. El Metanol se usa generalmente


para la elaboración con aceites vegetales reciclados. Cuando se utilizan aceites
nuevos, es posible la mezcla con etanol.

Hay que aclarar que tanto el metanol como el etanol son materiales muy
peligrosos. Hay que evitar inhalarlo y el contacto con la piel y los ojos. Siempre
utilice guantes aptos para la manipulación de estas sustancias, protectores
para los ojos y máscara para la cara, además de trabajar siempre en lugares
bien ventilados.

Catalizador. El último ingrediente es el catalizador. Se pueden utilizar tanto el


KOH (hidróxido de potasio) como el NaOH (hidróxido de sodio o soda caustica).
La ventaja del KOH es que la glicerina que queda del proceso es mucho menos
tóxica que cuando se utiliza NaOH. En este caso, es posible procesar la glicerina
para producir un fertilizante artificial. El KOH tiene también la ventaja de que se
disuelve mucho mejor en metanol. Sin embargo, la ventaja del NaOH es que es
muy simple y barato de conseguir porque se lo utiliza normalmente como
destapador de cañerías y a su vez es fácil de manipular.

Asegúrese de utilizar NaOH con una pureza de por lo menos el 96%. El KOH de
esa pureza es bastante difícil de encontrar, pero uno de entre el 92% y el 85%
puede funcionar bien. Ambos, el NaOH y el KOH son químicos muy
peligrosos. Hay que tomar precauciones cuando se utilizan estos químicos.

Reacciones de transesterificación de triglicéridos


Aunque la esterificación es un proceso posible, sin embargo, el método utilizado
comercialmente para la obtención de biodiésel es la transesterificación (también
llamada alcohólisis).

Se basa en la reacción de moléculas de triglicéridos (el número de átomos de las


cadenas está comprendido entre 15 y 23, siendo el más habitual de 18) con
alcoholes de bajo peso molecular (metanol, etanol, propanol, butanol) para
producir ésteres y glicerina (que puede ser utilizada en cosmética, alimentación,
farmacia, etc.).

La reacción de transesterificación, que se presenta en la figura 1, se desarrolla en


una proporción molar de alcohol a triglicérido de 3 a 1, reaccionando en el
metaanálisis 1 mol de triglicérido con 3 moles de alcohol (aunque se añade una
cantidad adicional de alcohol para desplazar la reacción hacia la formación del
éster metílico). El triglicérido es el principal componente del aceite vegetal o la
grasa animal. Además, la formación de la base de la glicerina, inmiscible con los
ésteres metílicos, juega un papel importante en el desplazamiento de la reacción
hacia la derecha, alcanzándose conversiones cercanas al 100%.

Figura 2. Reacción de transesterificación.


Figura 3. Reacciones implicadas en la transesterificación.

En la figura 2 se presentan las diferentes reacciones que tienen lugar en la


transesterificación, la cual consiste químicamente en tres reacciones reversibles y
consecutivas. El triglicérido es convertido consecutivamente en diglicérido,
monoglicérido y glicerina. En cada reacción una mol de éster metílico es liberado.

En la reacción de transesterificación se utiliza un catalizador para mejorar la


velocidad de reacción y el rendimiento final, amen que sin él no sería posible esta
reacción. Los catalizadores pueden ser ácidos homogéneos (H2SO4, HCl,
H3PO4, RSO3), ácidos heterogéneos (Zeolitas, Resinas Sulfónicas, SO4/ZrO2,
WO3/ZrO2), básicos heterogéneos (MgO, CaO, Na/NaOH/Al2O3), básicos
homogéneos (KOH, NaOH) o enzimáticos (Lipasas: Candida, Penicillium,
Pseudomonas); de todos ellos, los catalizadores que se suelen utilizar a escala
comercial son los catalizadores homogéneos básicos ya que actúan mucho más
rápido y además permiten operar en condiciones moderadas. En el caso de la
reacción de transesterificación, cuando se utiliza un catalizador ácido se requieren
condiciones de temperaturas elevadas y tiempos de reacción largos, por ello es
frecuente la utilización de derivados de ácidos más activos.

Sin embargo, la utilización de álcalis, que como se ha comentado es la opción más


utilizada a escala industrial, implica que los glicéridos y el alcohol deben ser
anhidros (<0,06 % v/v) para evitar que se produzca la saponificación. Además, los
triglicéridos deben tener una baja proporción de ácidos grasos libres para evitar
que se neutralicen con el catalizador y se formen también jabones.

De esta manera las reacciones secundarias que se pueden dar son las siguientes:

1. Reacción de saponificación.

2. Reacción de neutralización de Ácidos grasos libres.

El triglicérido reacciona con el catalizador básico, consumiendo éste, en presencia


de agua dando lugar a la formación de jabones (reacción de saponificación), tal y
como se puede ver en la figura 3.

Figura 4. Reacción de saponificación.

La saponificación está favorecida cuando se utiliza el hidróxido potásico o sódico,


ya que sus moléculas contienen los grupos OH responsables de esta reacción.
Así, cuando se utilizan estos catalizadores, se debe tener especial precaución con
las condiciones de reacción, especialmente la temperatura y la cantidad de
catalizador básico, para reducir al máximo la saponificación. Sin embargo, los
metóxidos sólo contienen el grupo OH como impureza, por lo que su utilización no
produce prácticamente jabones por saponificación.

En cualquier caso, se deben utilizar aceites y alcoholes esencialmente anhidros,


ya que el agua favorece la formación de jabones por saponificación. Por este
motivo, se debe eliminar el agua, mediante evaporación, en los aceites con altos
contenidos en humedad antes de llevar a cabo la transesterificación.
Por otra parte, hay dos maneras de eliminar los ácidos grasos libres presentes en
el aceite. Así, se puede proceder a su neutralización, ya que los ácidos grasos
presentes en el aceite vegetal pueden reaccionar con el catalizador básico
(fundamentalmente NaOH) en presencia de agua, ocurriendo asimismo una
reacción indeseable, produciendo como en el caso anterior jabón, tal y como se
puede ver en la figura 4.

Otra manera de eliminar los ácidos grasos libres es mediante una reacción de
esterificación con un catalizador ácido con lo que se formaría el éster metílico.

Figura 5. Reacción de neutralización de ácidos grasos libres.

Reacciones de esterificación de ácidos grasos

El proceso que se utiliza para la producción de biodiésel es la transesterificación,


sin embargo, la esterificación se viene aplicando combinándolo con la
transesterificación de cara a aprovechar el subproducto de ácidos grasos y
producir asimismo biodiésel.

Dada la importancia de los ésteres se han desarrollado numerosos procesos para


obtenerlos. El más común es el calentamiento de una mezcla del alcohol y del
ácido correspondiente con ácido sulfúrico, utilizando el reactivo más económico en
exceso para aumentar el rendimiento y desplazar el equilibrio hacia la derecha
(esterificación de Fischer). El ácido sulfúrico sirve en este caso tanto de
catalizador como de sustancia higroscópica que absorbe el agua formada en la
reacción. A veces es sustituido por ácido fosfórico concentrado.

En la práctica este procedimiento tiene varios inconvenientes. El alcohol puede


sufrir reacciones de eliminación formando olefinas, esterificación con el propio
ácido sulfúrico o de formación del éter, y el ácido orgánico puede sufrir de
carboxilación.

La reacción de esterificación aparece desarrollada en la figura 5.


Figura 6. Reacción de esterificación.

Los catalizadores que se utilizan en este tipo de reacción, al contrario que en el


proceso de transesterificación que habitualmente son hidróxidos, son ácidos o
enzimáticos. En el caso de la esterificación, al contrario que en la reacción de
transesterificación, al utilizar catalizadores ácidos no es necesario recurrir a
trabajar con temperaturas elevadas y tiempos de reacción largos.

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