Empoderamiento Femenino en La Obra de UEMURA SHONEN
Empoderamiento Femenino en La Obra de UEMURA SHONEN
Empoderamiento Femenino en La Obra de UEMURA SHONEN
Uemura Shōen
Ana Galán Sanz
Universidad Autónoma de Madrid
Presentación
En esta intervención presento a la pintora japonesa Uemura Shōen (1875-
1949) sobre la que actualmente desarrollo mi tesis doctoral. Basándome tanto
en su obra artística como en su diario personal, pretendo revalorizar a esta
mujer que supuso un punto de inflexión con respecto a la inclusión de mujeres
en la historia del arte japonés. Del mismo modo, pretendo realizar una crítica
al sistema patriarcal y el eurocentrismo que ha dominado todas las disciplinas,
y que ha consentido que mujeres como Shōen sean invisibles en la historia.
Aquí quiero dar a conocer la vida artística de esta pintora y presentar cuatro
de sus obras imprescindibles por su valor a favor del empoderamiento de las
mujeres que Shōen defendía. Por último, me gustaría realizar un inciso acerca
de cuáles son las líneas de investigación hacia las que me dirijo.
1 Yamada N., y Merrit, H., «Uemura Shōen. Her Paintings of Beautiful Women», Woman’s
Art Journal, vol. 13, Nueva Jersey, Old City Publishing, 1993, p. 12.
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284 Las mujeres y el universo de las artes
esta manera, Shōen, que desde niña mostraba un gran interés hacia la pintura,
se matriculó en la Escuela de Pintura de la Prefectura de Kioto. A pesar de que
algunos de sus familiares la criticaron por elegir la carrera artística, su madre se
convirtió en su pilar de apoyo. Es en esta escuela donde conocería a su primer
maestro, Suzuki Shōnen (1849-1918), quien también le dio el seudónimo de
«Shōen» 2. En el año 1890, elaboró su primera obra expuesta, Bellezas de las
Cuatro Estaciones (en japonés Shiki Bijin-zu), que fue adquirida por un príncipe
inglés de viaje por Japón 3. Tras varios años bajo la tutela del maestro Shōnen
y debido a discrepancias de estilo, excesivamente rudo para el gusto de Shōen,
acudió al taller de KōnoBairei (1844-1895), con un estilo de pintura más deli-
cado y sensible. En este momento se produce una transición en su estilo, pero,
tras dos años aprendiendo de Bairei, este falleció en 1895 y Shōen eligió a uno
de sus discípulos como su nuevo maestro, Takeuchi Seihō (1864-1942) 4. Bajo la
tutela de este último, se desarrolló siguiendo su propio estilo y comenzó a elabo-
rar sus cuadernos de bocetos. Gracias a la influencia de estos tres, Shōen alcanzó
un estilo de pintura centrada en la representación de mujeres bellas o bijinga 5.
A pesar de la dificultad de ser valorada por la mayoría de sus compañe-
ros varones, pronto su trabajo fue reconocido y Shōen, gradualmente, fue
haciéndose un nombre en las esferas artísticas, especialmente en las de Kioto, y
comenzó a recibir premios por sus trabajos expuestos en exhibiciones de Japón
y también del resto del mundo, como en la Exposición Universal de Chicago.
Es importante destacar aquí Floración (Hana zakari), de 1900, donde se repre-
senta a una madre y su hija instantes previos al matrimonio de esta última 6. Esta
pintura ganó el tercer premio en la Exposición de Bellas Artes de Japón mientras
que su primer maestro, Shōnen, quedó en el quinto. Este acontecimiento en
el que un gran hombre de la pintura pierde ante uno de sus discípulos, mujer,
marca a Shōnen, quien felicita a la ganadora y retoma el contacto. Esto tendrá
una vital importancia en el desarrollo personal y profesional de Shōen 7.
8 Idem.
9 Morioka, M., Changing Images of Women: Taishō-Period…, op. cit., p. 68.
10 Yamada, N., y Merrit, H., «Uemura Shōen. Her Paintings of Beautiful Women»,
op. cit., pp. 13-4.
11 Idem.
12 Morioka, M., Changing Images of Women: Taishō-Period…, op. cit., p. 74.
286 Las mujeres y el universo de las artes
Tras este análisis de su vida, voy a destacar cuatro obras que son referentes
del empoderamiento femenino del que es protagonista. Tal y como menciona
Shōen en estas últimas palabras, aquí pretendo dar el lugar que Shōen merece
en la historia del arte no solo japonés sino universal.
Antes de comenzar con el comentario, es necesario recordar que Shōen se
dedica exclusivamente a la representación de mujeres. A pesar de que la mayo-
ría de artistas contemporáneos a Shōen y anteriores a ella, como los maestros
de ukiyo-e, centraban sus trabajos en la representación femenina, Shōen se
desvincula de ellos pues sus mujeres no son objetos pasivos, sexualizados y a
disposición de un hombre, como sí reflejan muchas pinturas de arte mascu-
lino, sino que Shōen aporta la otra mirada, la mirada femenina, tan olvidada
en el mundo del arte, para crear mujeres reales que sean sujetos de acción y
las únicas que decidan en sus vidas. En estas figuras femeninas, Shōen vierte
sus ideales y reivindicaciones relacionadas con el empoderamiento de la mujer,
especialmente en el sistema del arte japonés. Esto se debe a que Shōen no lo
tuvo fácil a la hora de dedicarse al arte precisamente por su condición de mujer,
por lo que en todas y cada una de sus obras aspira a realizar figuras de mujeres
fuertes que como ella o como su madre puedan superar las adversidades que
se presenten a fin de lograr sus aspiraciones de vida.
Para esta ocasión, he seleccionado las siguientes obras:
13 Yamada, N., y Merrit, H., «Uemura Shōen. Her Paintings of Beautiful Women»,
op. cit., p. 16.
14 Idem.
Empoderamiento femenino en la obra de Uemura Shōen | Ana Galán Sanz 287
La llama [fig. 2]:
Presentada en el Bunten de
1918, he decidido incluirla aquí
por suponer un punto de inflexión
en su obra artística. Con ella mues-
tra que, al igual que la dama repre-
sentada Rokujō de la obra El cuento
de Genji (Genji Monogatari) se
venga del príncipe Genji por la falta
de atención que le presta, Shōen
demuestra a sus críticos que ella
es capaz de innovar en la pintura
y alcanzar un alto grado de expre-
sividad 17. No se trata, por tanto, de
una alegoría a los celos femeninos
como muchos han defendido.
La historia está inspirada en una
canción yōkyoku, llamada Aoi no Ue
y aquí se representa el espíritu ven-
gativo de la dama Rokujō, amante
de Hikaru Genji. Tras la pérdida de
interés de este último y el posterior
acercamiento a la dama Aoi no Ue,
Fig. 2. Uemura Shōen, La llama (en japonés Rokujō entra en trance y se trans-
Honoo 「焔」) 1918, Tokyo National forma en un espíritu que aniquila
Museum. el alma de Aoi no Ue. Shōen repre-
senta el instante en el que Rokujō aparece como fantasma ante su víctima 18. A fin
de crear esta atmósfera de misterio, la artista recurre a tácticas como el empleo de
tonalidades grisáceas que componen el fondo o la escasez de colores cálidos que
facilitan la inmersión en este ambiente espectral. Por otro lado, detalles como la
ausencia de pies de la figura, así como los dientes afilados que asoman de su boca,
reproducen el rencor de este personaje. Otro aspecto a destacar que podría pasar
desapercibido es el estampado del kimono. En él, la flor de glicinia, una alegoría
del verano japonés, se intercala entre la tela de araña, lo cual es una metáfora
de la historia del cuadro: en este caso, la araña, que se corresponde con Rokujō,
atrapa a su presa, la flor de glicinia, que representa a la dama Aoi no Ue 19.
Sin embargo, no puede malentenderse esta obra como una mera representa-
ción de los celos femeninos, ya que se establecer la siguiente comparación: del
mismo modo que la dama Rokujō se venga de Genji ante su falta de interés,
Shōen demuestra a los críticos que la tachan de superficial que ella es capaz
de innovar y reproducir sentimientos reales. Shōen se venga de algún modo de
aquellos que ignoran su arte y no le prestan atención argumentando que sus
obras son repetitivas y anacrónicas. Con esta obra que alcanza un alto grado de
expresividad, Shōen se supera en técnica y dominio del color sin salirse de su
ideal de belleza y de mujer con carácter. Para finalizar con este análisis quiero
recurrir a las palabras de su propia creadora: «Al pintar La llama, probé los lími-
tes entre mí misma y lo extraño. Este trabajo tan atrevido pudo ser la ruptura
de la situación de punto muerto en la que me encontraba» 20.
Crepúsculo [fig. 4]:
Esta última obra, elaborada en
1941, es una pintura dedicada a la
figura de su madre fallecida pues sin
su apoyo incondicional Shōen no
podría haberse dedicado a su gran
pasión. Esta obra no es una alego-
ría a la maternidad como único fin
de la mujer sino un recuerdo que
honra a su madre, como muestra de
agradecimiento. Precisamente, aun-
que Shōen fue madre, ella siempre
antepuso su vida como artista a su
labor como madre. Sus opiniones
con respecto a la maternidad diver-
gen mucho del ideal de la figura de
su madre, y la realidad con su hijo.
Crepúsculo muestra una figura
central de una mujer, ataviada
con un moño sencillo y un sobrio
kimono, que enhebra una aguja
aprovechando la luz antes del ano-
checer. Esta figura conecta con los
recuerdos de la infancia de Shōen, en
los que observaba cómo su madre,
tras finalizar su trabajo en el nego-
cio familiar, se dedicaba a labores de
costura para otras familias a fin de Fig. 4. Uemura Shōen, Crepúsculo (en
obtener recursos que permitieran a japonés Yūgure 「夕暮れ」) 1941, Instituto
sus dos hijas llevar una vida cómoda. Ohki de Kioto.
Conclusiones
Con esta intervención he introducido brevemente a esta artista, así como
también su obra y algunas de sus reflexiones más reivindicativas. Cada una de
24 Hata, K., «Haha no Shōen», Uemura Shōen-ten. Bi no Seika, Osaka, Asahi Shinbun-sha,
1999, p. 134.
25 Ibidem, pp. 135-6.
Empoderamiento femenino en la obra de Uemura Shōen | Ana Galán Sanz 293
las obras que han sido comentadas aquí es también un punto a analizar desde
la perspectiva de género, y la teoría y arte feministas. Asimismo, con este tra-
bajo, pretendo dirigir una crítica al sistema patriarcal y al eurocentrismo que
ha dominado la historia del arte y ha olvidado a las mujeres, más aún si se
trata de Uemura Shōen que no pertenece al Occidente dominante. El arte es
cultura y sin las mujeres, está incompleto. Pero es necesario que comiencen a
incluirse todas ellas: las africanas, las sudamericanas o, en mi caso, las japone-
sas, pues solo de esta manera puede lograrse una historia del arte inclusiva que
cree referentes para las próximas generaciones.
Es por esto por lo que mi trabajo aquí puede significar un punto de
inflexión y abrir camino a otras investigadoras que decidan visibilizar a otras
mujeres artistas que han sido menospreciadas, tanto ellas mismas como su arte,
y minusvaloradas con respecto a sus coetáneos varones. Es importante trabajar
en el presente, sobre todo en la educación, para lograr un futuro igualitario,
pero también es esencial echar la vista atrás para reconocernos en otras mujeres
que dieron su vida y sus esfuerzos en dedicarse a su gran pasión a pesar de las
adversidades. Creo que todas ellas se merecen no ser olvidadas.
Bibliografía
Monografías:
Morioka, M., Changing Images of Women: Taishō-Period Paintings by Uemura Shōen (1875-
1949), ItōShōha (1877-1968) and Kajiwara Hisako (1896-1988). (tesis doctoral dirigida
por Paul Berry y Glenn T. Webb), University of Washington, 1990
Uemura S., Seibishō. Seibishō sono go, Tokio, Kyūryūdō, 2010.
Catálogos de exposición:
Hata, K., «Haha no Shōen», Uemura Shōen-ten. Bi no Seika, Osaka, Asahi Shinbun-sha,
1999.
Artículos de revista:
Yamada, N., y Merrit, H., «Uemura Shōen. Her Paintings of Beautiful Women», Woman’s
Art Journal, vol. 13, Nueva Jersey, Old City Publishing, 1993.
Yoshimura, K., «Uemura Shōen Honoo ni mirufujitokumo no su mon-yo», FukushokuBi-
gaku, vol. 48, KōgakuShuppan, 2009.
Páginas web:
Zeami, M., Aoi no Ue. The-noh.com, http://www.the-noh.com/en/plays/data/program_006.
html (consulta 15/05/2019).