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ADVIENTO

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ADVIENTO

El Arcángel
Gabriel anuncia a Maríaque concebirá y dará luz al Hijo del Altísimo. Pintura en madera
por Robert Campin, c 1420-1440, Bruselas.

El Adviento (en latín: adventus Redemptoris, ‘venida del Redentor’)? es el primer


período del año litúrgico cristiano, que consiste en un tiempo de preparación espiritual
para la celebración del nacimiento de Cristo. Su duración suele ser de 22 a 28 días,
dado que lo integran necesariamente los cuatro domingos más próximos a la festividad
de la Natividad (celebración litúrgica de la Navidad), pero en el caso de la Iglesia
ortodoxa el Adviento se extiende por 40 días, desde el 28 de noviembre hasta el 6 de
enero.

Los fieles cristianos consideran al Adviento como un tiempo de oración y de reflexión


caracterizado por la espera vigilante (es decir, tiempo de esperanza y de vigilia), de
arrepentimiento, de perdón y de alegría. En la Iglesia ortodoxa, el Adviento incluye
como nota particular una abstinencia estricta de ciertos alimentos, que torna en un
ayuno estricto (conocido como el ayuno de la Natividad) en el caso de la Iglesia
ortodoxa copta.

Con particularidades litúrgicas propias, prácticamente todas las Iglesias cristianas


históricas celebran este tiempo: la Iglesia católica, la Comunión anglicana, la Iglesia
ortodoxa, las Iglesias protestantes (luterana, presbiteriana, metodista, morava, etc.),
la Iglesia copta, entre otras.

Durante el Adviento, se coloca en las iglesias y también en algunos hogares una


corona de ramas de pino, llamada corona de Adviento, con cuatro velas, una por cada
domingo de Adviento. Hay una pequeña tradición de Adviento: a cada una de esas
cuatro velas se le asigna una virtud que hay que mejorar en esa semana, por ejemplo:
la primera, el amor; la segunda, la paz; la tercera, la tolerancia y la cuarta, la fe.
Los domingos de Adviento, la familia o la comunidad se reúne en torno a la corona de
Adviento. Luego, se lee la Biblia y se hace alguna meditación. La corona se puede
llevar al templo para ser bendecida por el sacerdote.

Tiempo de Adviento

El Adviento es el tiempo con el cual se inicia el año litúrgico cristiano. Consiste en un


período de preparación espiritual para la solemnidad de la Natividad, nombre litúrgico de
la Navidad, en la cual se celebra el nacimiento de Jesús.

En el catolicismo, el primer domingo de Adviento que marca el comienzo del año litúrgico
tiene lugar el domingo siguiente al de la solemnidad de Cristo Rey, último domingo del año
litúrgico anterior. La duración del Adviento varía entre veintidós y veintiocho días, dado que
abarca los cuatro domingos previos a la solemnidad de la Navidad acompañados por un
número variable de días de semana. En consecuencia, el primer domingo de Adviento se
ubica entre el 27 de noviembre y el 3 de diciembre.

Si bien el Adviento precede inmediatamente al tiempo de Navidad, desde el punto de vista


espiritual tiene por finalidad la preparación del creyente para la segunda venida de Cristo y
el encuentro definitivo con Dios (ver escatología cristiana).

Historia de la celebración del Adviento

imagen de Máximo de Turín(Codice della Catena). En su predicación, este obispo asoció el tiempo
de preparación a la Navidad con la práctica del amor a peregrinos, viudas y pobres.
La liturgia del Adviento cristiano comenzó a moldearse en Galia e Hispania ya a fines del
siglo IV y durante el siglo V, como preparación ascética para la celebración de la
Navidad.1 Aquel preludio de la celebración del nacimiento de Cristo tenía una duración de
tres semanas, que se unían a la preparación de los bautismos, por entonces administrados
en la festividad de la Epifanía. De hecho, el canon 4 del Primer Concilio de Zaragoza (año
380) señalaba:2

Durante veintiún días, a partir de las XVI calendas de enero (17 de diciembre), no está permitido a
nadie ausentarse de la iglesia, sino que debe acudir a ella cotidianamente.
Citado por H. Bruns, Canones Apostolorum et Conciliorum II, Berlín, 1893, 13-14.3

Existen noticias de que en la Galia, el doctor de la Iglesia Hilario de Poitiers (siglo IV) invitó


a los fieles a prepararse al Adviento del Señor con tres semanas de prácticas ascéticas y
penitenciales.2 Nota 1 Ya en el siglo V se practicó como tiempo de preparación para la
Navidad la cuaresma de San Martín, así llamada por iniciarse el 11 de noviembre, en la
festividad de san Martín de Tours (Patrología Latina 71: 566).2 En el mismo siglo aparece
la asociación del tiempo de preparación para la Navidad con notas de índole social,
vinculando este período con la práctica del amor al prójimo, con énfasis en los peregrinos,
viudas y pobres:2
En preparación para la Navidad del Señor, purifiquemos nuestra conciencia de toda mancha,
llenemos sus tesoros con la abundancia de diversos dones, para que sea santo y glorioso el día en
el que los peregrinos sean acogidos, las viudas sean alimentadas y los pobres sean vestidos [...]
Sermón de san Máximo de Turín, Patrología Latina 57:224.234

Hay evidencias de que en la liturgia de la Iglesia de Roma existía a mediados del siglo VI
un tiempo preparativo similar, pero este preludio de la Navidad carecía de elementos
ascéticos, tales como el ayuno, y se centraba mucho más en la alegre espera de la
celebración del nacimiento de Jesucristo como anticipo de la «vuelta del Señor glorioso» al
fin de los tiempos.1 Se supone que el papa Siricio pudo instaurar el Adviento.
 La expresión latina adventus Domini («venida del Señor») se encuentra en el
Sacramentario gelasiano (Sacramentarium Gelasianum),Nota 2 que hace referencia al
Adviento como un tiempo de seis semanas preparatorio de la Navidad.1 Las seis semanas
de duración todavía perduran en el rito ambrosiano. Posteriormente se observaron algunas
oscilaciones (cinco semanas) hasta que el papa Gregorio Magno propuso para el Adviento
una extensión de cuatro semanas, duración que finalmente prevaleció.2

Personajes bíblicos del Adviento

En la liturgia del Adviento de todas las Iglesias cristianas sobresalen las figuras del profeta
Isaías, de Juan el Bautista, de María, madre de Jesús, y de José de Nazaret.4

 Las lecturas bíblicas del tiempo de Adviento están tomadas sobre todo del Libro de
Isaías (primera lectura), aunque también se recogen otros pasajes proféticos del Antiguo
Testamento que señalan la llegada del Mesías (por ejemplo, Jeremías 33:14-16). En las
lecturas semanales, Isaías aparece 15 veces.

 Juan el Bautista, presentado por los evangelios como el precursor que preparó los
caminos para la llegada de Jesús de Nazaret, se incluye en el segundo y tercer domingo
de Adviento de la liturgia católica, anglicana y protestante. La predicación de Juan el
Bautista, que se caracteriza por incorporar la frase del Libro de Isaías «Una voz grita en el
desierto: preparen los caminos del Señor, allanen sus senderos» (Mateo 3:3), hace de él
una de las personalidades propias de la liturgia del tiempo de Adviento.

 María de Nazaret se presenta en la liturgia de Adviento particularmente en los


pasajes evangélicos correspondientes al cuarto domingo, sola o acompañada por Isabel.
María también aparece acompañando a su esposo José de Nazaret en el evangelio del
cuarto domingo de Adviento, en el ciclo A de la liturgia católica, anglicana y protestante.
Se trata en todos los casos de modelos de creyentes que la Iglesia ofrece a los fieles para
preparar la celebración de la venida de Jesucristo.

San Juan el Bautista predicando(ca. 1562), obra de Paolo Veronese.


La Corona de Adviento
El Adviento es un tiempo de alegría, esperanza y purificación, en el que esperamos el nacimiento
del Niño Jesús, Nuestro Salvador. Para prepararnos a tan especial acontecimiento, podemos
fabricar una Corona de Adviento y rezar cada domingo en familia.

La Corona de Adviento lleva 4 velas que se van encendiendo una a una cada domingo previo a
Navidad, hasta llegar al último domingo y a la Cena de Navidad, con todas sus velas prendidas.
El encender progresivamente las velas, semana tras semana, indica la Luz del Padre, que es
Cristo, que está por venir y a quién nos acercamos progresivamente.

Por eso, se suele hacer una oración antes de la comida en cada domingo de adviento. Es también
recomendable que la corona esté en un lugar visible, como en medio de la mesa familiar, para que
ésta recuerde nuestros buenos propósitos que cada uno le ha ofrecido al Niñito Jesús.
 
 
Primer Domingo de Adviento
Tema:
Bendición de la corona y significado de ésta: Cristo es la Luz del Mundo, que
viene a nosotros y nuestro corazón la anhela y la busca. La familia se reúne en
torno a la Corona y se prende una vela.

Inicio:
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo: Amén. Por medio de la
bendición de la Corona, se subraya su significado religioso. Vamos a prender una
vela cada domingo al iniciar una nueva semana. Así, al acercarnos a la fiesta del
nacimiento de Jesús, habrá más luz. Porque cuanto más nos acercamos a Jesús,
tanto más Él ilumina nuestra vida y ¡somos más felices!

Oración:
Bendito eres tú, Dios nuestro Padre, Creador de todo lo que es hermoso y
bueno: Bendito seas Tú, Dios creador y Salvador. Bendita esta luz que significa el
deseo ardiente que tenemos por la venida de tu Hijo Jesús, para que nuestras
vidas y nuestros corazones sean cada vez más iluminados por su amor y su
palabra. Bendito seas Tú, Padre creador y Salvador.

Lectura Bíblica:
Marcos 4, 21-23. Esta es Palabra del Señor.

Reflexión:
Entre toda la familia tratamos de responder a estas preguntas: ¿Qué puedo
hacer en este tiempo de Adviento para dar a conocer más a Jesús y su palabra a
todos los que la necesitan?, ¿Qué puedo hacer para acercarme más a Jesús, en
este tiempo de Adviento?, ¿Puedo mejorar mi oración?

Propósito:
Ahora cada uno de los miembros de la familia expresan un propósito, con el
que se comprometen durante la semana.

Final:
Todos los miembros de la familia unidos rezan el Padre Nuestro.
 

Segundo Domingo de Adviento


Tema:
La Esperanza: Esta es la Virtud por la cual confiamos en el Padre y en sus
promesas, principal sentido del Adviento.

Se encienden dos velas.

Inicio:
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo: Amén.

Oración:
Dios Padre ayúdanos a que aprendamos a aceptar Tu Voluntad, a darnos
cuenta que todo lo que viene de Ti es bueno para nosotros y para nuestra
salvación y cuando creamos que no encontramos salida a nuestros
desalientos, sepamos apoyarnos y confiar en Ti Padre: Te lo pedimos por
Jesucristo Nuestro Señor. Amén.

Lectura Bíblica:
Mateo 11, 25-30: Esta es la Palabra del Señor.

Reflexión:
Entre toda la familia tratamos de responder: ¿He sabido aceptar con alegría y
amor la voluntad de Dios durante este año?

Propósito:
Ahora cada uno de los miembros de la familia expresa sus propósitos para la
semana.

Final:
Todos los miembros de la familia unidos rezan el Padre Nuestro.
 
Tercer Domingo de Adviento

Tema:
La Purificación: Se encienden tres velas.

Inicio:
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo: Amén.

Oración:
Concédenos, Señor Padre Nuestro, permanecer alertas a la venida de tu Hijo,
para que cuando llegue y llame a la puerta, nos encuentre velando en oración
y cantando su alabanza. Padre de bondad, Queremos pedirte un corazón
limpio y sencillo, como el pesebre en que Tú naciste. Te lo pedimos por
Cristo Nuestro Señor: Amén.

Lectura Bíblica:
Marcos 13, 33-37. Esta es Palabra del Señor.

Reflexión:
Entre toda la familia tratamos de responder: ¿Cómo puedo permanecer
vigilante a la Venida del Señor? ¿En qué aspecto puedo esforzarme para hacer
más feliz a Jesús?

Propósito:
Ahora cada uno de los miembros de la familia expresa sus propósitos para la
semana.

Final:
Todos los miembros de la familia unidos rezan el Padre Nuestro.
 

Cuarto Domingo de Adviento


Tema:
La alegría del nacimiento de Jesús: Se encienden las cuatro velas.
Inicio:
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo: Amén.

Oración:
Dios Padre de Bondad, te agradecemos infinitamente que hayas mandado a
tu Hijo a ser luz para nuestra vida.
Te pedimos que nos mantengas siempre unidos a Ti y podamos llegar
contigo a la vida eterna. Señor, quiero que mi corazón sea generoso,
compresivo y sincero para que Tú vivas en él. Jesús, quiero que nazcas en
mí, que me llenes de tu amor. Virgen María y San José, ayúdenme a conocer
más a Jesús. Te lo pedimos por Jesucristo nuestro Señor: Amén.

Lectura Bíblica:
Lucas 2, 1-20. Esta es palabra del Señor.

Reflexión:
Entre toda la familia tratamos de responder: ¿Cómo he preparado mi corazón
en este tiempo de Adviento? ¿Estoy listo para que Jesús nazca en mí?

Propósito:
Ahora cada uno de los miembros de la familia expresa sus propósitos para la
semana.

Final:
Todos los miembros de la familia unidos rezan el Padre Nuestro.

Canto:
Noche de Paz.
 
Para celebrar la Noche de Navidad con el corazón bien cerca de Jesús, aquí van
algunas ideas:

- Comienza cantando, junto a toda la familia, algún lindo villancico.


- Lee el Evangelio de San Lucas, capítulo 2, 1-14.
- Dale un beso a la imagen del Niño Jesús antes de colocarla en el pesebre.
- Pide en familia, es decir, que cada miembro de la familia haga sus peticiones al Niño
Dios.
- Al final de éstas, pronuncia las siguientes palabras: "Pidámosle al Niño Jesús que
así como es el centro de este nacimiento, sea todos los días el centro de nuestra
familia y de nuestra vida".
 

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