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DOCTORAL
VIOLENCIA DE
2015 GÉNERO EN
ADOLESCENTES
ANÁLISIS DE LAS PERCEPCIONES Y DE LAS
ACCIONES EDUCATIVAS PROPUESTAS POR LA
JUNTA DE ANDALUCÍA
Métodos de Investigación y
Diagnóstico en Educación
Facultad de Ciencias de la
Educación
Francisco Miguel Guzmán Sánchez Universidad de Sevilla
ANDALUCÍA
HACE CONSTAR:
En este tiempo necesario para realizar esta tesis he contado con muchas
personas e instituciones que sin sus aportaciones habría sido imposible o muy
difícil llegar a este momento.
Al mismo tiempo, quiero dar mis sinceras gracias a los más de 900
jóvenes de Andalucía que han respondido el cuestionario. Sin ellas y ellos nunca
se habría realizado este trabajo.
A la trabajadora social y antropóloga Carmen Castillo Rubio quiere
agradecerle su apoyo durante tanto tiempo. Ella defiende la igualdad de género y
lucha contra la violencia machista con conocimientos y sensibilidad y sus
aportaciones me han sido siempre de gran ayuda.
Dejo para el final a dos personas claves para haber llegado a terminar
esta investigación. Una es Lourdes Nogales Ávila, ingeniera, licenciada en
ciencias ambientales y antropóloga. Ella me ha aportado sensibilidad, rigor,
conocimiento y crítica y siempre ha estado dispuesta a colaborar durante todos
estos años desde el inicio del doctorado.
Por fin, le doy las gracias a la doctora Rocío Jiménez Cortés, directora
de esta tesis. Ella me ha enseñado a trabajar y ante su inmensa capacidad de
trabajo, lo menos que podía hacer era intentar seguirla a ella. He podido
aprender de ella lo que es el rigor científico a la vez que las ganas de hacer que
las cosas fueran útiles para las personas. Me ha aportado su gran conocimiento
tanto en metodología para realizar la tesis como en perspectiva de género. Por
diversas razones, empezó a dirigir la tesis cuando ya había un trabajo realizado
que ella ha ordenado, orientado y dirigido para lograr lo que hoy se presenta.
Dedicatoria
Este trabajo está dedicado a las personas que por cualquier motivo se ven
obligadas a soportar violencia por parte de otras personas y, en especial, a las
mujeres que sufren violencia de género, a las mujeres que son humilladas y
maltratadas por sus parejas o exparejas, a las mujeres que han sido asesinadas a
manos de hombres machistas por el hecho de ser mujer. Para que las que sufren
esta situación pasen de ser víctimas a ser supervivientes.
I
CAPÍTULO 1
1. Capítulo 1 Estadísticas sobre la violencia de género en España y Andalucía 1
1. Introducción 2
2. Análisis de la situación actual de la violencia de género en España y Andalucía 3
3. Datos sobre la violencia de género en la adolescencia 21
4. Magnitud de la violencia de género en España y Andalucía 25
1. Introducción 39
2. Creencias y estereotipos de género 40
3. Concepto de violencia de género y sus formas de expresión 51
4. Actitudes tolerantes y motivaciones de las víctimas para soportar la violencia 65
1. Introducción 79
2. Teorías de la diferencia individual 80
3. Teorías del aprendizaje social 84
4. Teorías socioculturales 87
4.1. Enfoque sociocultural 88
4.2. Teorías feministas 97
1. Introducción 102
2. Aprendizaje de estereotipos y actitudes tolerantes hacia la violencia de
género en la adolescencia 103
3. Actitudes tolerantes y percepción sobre la violencia de género 109
4. Factores sociodemográficos, estereotipos y actitudes tolerantes hacia la
violencia de género 113
5. El mito de la culpabilidad de la mujer maltratada y las actitudes tolerantes
ante la violencia de género 116
6. El debate sobre la violencia de género como “combate mutuo” 119
1. Introducción 126
2. Marco político y normativo 131
2.1. I Plan de Igualdad entre Hombres y Mujeres en Educación 131
2.2. Decretos y órdenes sobre la Cultura de Paz y la Mejora de la
Convivencia en los Centros Educativos 136
2.3. Ley 12/2007 sobre Igualdad de Género en Andalucía 142
2.4. Ley 13/2007 sobre Medidas de Prevención y Protección Integral
contra la Violencia de Género 145
2.5. I Plan Estratégico para la Igualdad de Mujeres y Hombres en
Andalucía 2010-2013 147
3. Instrumentos para la coordinación de actuaciones 152
4. Acciones educativas y recursos 157
5. Formación del profesorado y de agentes sociales 167
II
6. Capítulo 6 Metodología de la investigación 174
1. Introducción 175
2. Objetivos e hipótesis 175
3. Método y diseño de la investigación 179
4. Participantes y procedimiento de muestreo 181
5. Instrumentos y medidas 185
6. Procedimiento de recogida de datos y cuestiones éticas 187
7. Procedimiento de validación y fiabilidad de las medidas 191
8. Procedimiento analíticos y creación de nuevas variables 198
III
4. Diferencias en la valoración de las acciones educativas en función
del grado de aprendizaje de los estereotipos 265
12. Anexos
IV
Introducción
I
La presente investigación se encuadra en la línea de investigación
denominada “Investigación e intervención psicopedagógica en contextos
educativos y comunitarios” que lleva a cabo el Departamento de Métodos de
investigación y diagnóstico en educación de la Universidad de Sevilla.
Son diversos los estudios que exponen que la violencia de género está
aumentando de forma considerable entre los y las jóvenes adolescentes y que, en
muchos casos, tanto por los hombres como por las mujeres, existe una actitud
permisiva o comprensiva hacia ella. Es algo que no se explica teniendo en
cuenta que este colectivo ha recibido y recibe una educación igualitaria y
radicalmente contraria al sexismo, al machismo y a la violencia de género.
Además, parece que normalmente se piensa que el sexismo y la violencia de
género es algo casi exclusivo de personas con una cierta edad y cuando se
produce en adolescentes se achaca a fenómenos más relacionados con la poca
edad y con la inmadurez que con cuestiones de más calado y unidas a conductas
de dominación sexista.
II
El trabajo utiliza un cuestionario de elaboración propia que ha buscado
recoger los aspectos fundamentales que se pretenden estudiar. Dicho
cuestionario ha sido respondido por jóvenes de entre 14 a 19 años que estaban
cursando tercero de E.S.O., Bachillerato y F.P.
III
actitudes ante la violencia de género los estereotipos de género, el mito de la
mujer maltratada, la edad y el género.
IV
realizado por Meil Landwerlin en el 2013 con la colaboración del Centro de
Investigaciones Sociológicas. En el caso de Andalucía, se ha contado también
con los datos ofrecidos por la Dirección General de Violencia de Género y
Asistencia a Víctimas recogidos en su Informe de magnitudes en materia de
violencia de género con datos actualizados de marzo y julio de 2015. Se
obtienen datos también de investigaciones llevadas a cabo por Mª José Díaz
Aguado (2010, 2012), Verónica de Miguel (2013), Megias y Ballesteros (2014),
Seoane (2012) o la Fundación Anar de ayuda a niños y adolescentes en riesgo
(2012) con su Informe sobre violencia de género 2011, entre otros, lo que nos
permite centrar más el análisis de la violencia de género en la adolescencia.
V
instrumento de resolución de conflictos y que se lleva a cabo exclusivamente
para dominar a la mujer. En el capítulo se recoge también los ciclos por los que
se atraviesa una situación de violencia de género y el rol del agresor y como
actúa. De esta forma, pretendemos ayudarnos a comprender las actitudes y las
motivaciones que, en ocasiones, llevan a las víctimas a soportarla y tolerarla.
VI
diferenciación de las conductas de violencia de género creándose una situación
que hace progresar estos comportamientos entre la adolescencia. Los estudios
recientes se caracterizan por mostrar a una juventud que presenta un elevado
grado de estereotipos en su sistema de creencias y se perpetúan los valores y
conductas estereotipadas y alejadas de la igualdad, especialmente ellos. Sin
embargo, manifiestan en un alto porcentaje, opiniones que podríamos llamar
políticamente correctas y que inducen a suponer que se están produciendo
cambios sociales a favor de la igualdad, aunque estos no se interioricen en todos
los estamentos y edades de igual forma.
VII
Mujer, el Instituto Andaluz de la Juventud y la Dirección General de Violencia
de Género y Atención a Víctimas. Además, se ha optado por reseñar las
intervenciones que han tenido un carácter más general y global y que han ido
configurando lo que en la actualidad son ya acciones consolidadas y no tanto
programas puntuales. El capítulo pretende manifestar la necesidad de realizar un
análisis profundo de lo que está sucediendo y del papel de las instituciones
educativas para cambiar las actitudes no igualitarias y fomentar la igualdad entre
mujeres y hombres evitando las conductas machistas y la violencia. La
educación sigue teniendo un enorme poder para cambiar las cosas. En la
actualidad, otros poderes también gozan de una enorme fortaleza, y a veces, van
en dirección contraria a los esfuerzos que se llevan a cabo desde el mundo
educativo. Sin duda, los centros educativos son espacios físicos y simbólicos
fundamentales para reproducir y ver reforzados modelos dañinos de
masculinidad y feminidad, sin embargo, también pueden ser espacios que sirvan
de modelo para superar estereotipos, prevenir la violencia y la discriminación y
desarrollar comportamientos y actitudes igualitarias. La educación debe jugar un
papel crítico y de prevención para acabar con los elementos que siguen actuando
como referencia para diseñar los modelos diferenciados de hombres y mujeres
en base a la pérdida de derechos de las mujeres y su discriminación. Y en este
proceso, debe cobrar un papel fundamental lo relacionado con la violencia de
género.
VIII
consideradas y los resultados preliminares que están relacionados con la calidad
de las medidas empleadas.
IX
las actitudes ante la violencia de género, realizando el análisis con las variables
estereotipos de género, mito de la mujer maltratada, la edad y el género.
X
trabajo, se muestra la existencia de discrepancias importantes entre diversas
investigaciones realizadas sobre la adolescencia, la igualdad y la violencia de
género, entre ellos y con respecto a datos estadísticos sobre el fenómeno de la
violencia, en especial en lo que afecta al concepto de bidireccionalidad,
señalándose posibles razones que lleven a esta situación y efectuando
recomendaciones para llegar a estudios más rigurosos y fundamentados en la
materia que nos ocupa. Por otro lado, para prevenir y tratar la desigualdad y la
violencia de género se recomiendan acciones desde el terreno educativo, la
sociedad, los medios de comunicación, las Administraciones Públicas, la
participación política y el papel del hombre.
XI
CAPÍTULO 1
Capítulo 1. Estadísticas sobre la violencia de género en España y Andalucía
Estadísticas sobre la
violencia de género en
España y Andalucía
1. Introducción
2. Análisis de la situación actual de la
violencia de género en España y
Andalucía
3. Datos sobre la violencia de género
en la adolescencia
4. Magnitud de la violencia de género
en España y Andalucía.
1
Capítulo 1. Estadísticas sobre la violencia de género en España y Andalucía
1. Introducción.
2
Capítulo 1. Estadísticas sobre la violencia de género en España y Andalucía
3
Capítulo 1. Estadísticas sobre la violencia de género en España y Andalucía
Las sensaciones que han tenido estas mujeres tras los episodios de violencia
han sido la sensación de impotencia ante la situación, el 60,71%; tristeza, el 59,76%;
rabia, el 58,37%; miedo, el 51,55%; angustia, el 49,92%; vergüenza, el 38,71%;
culpa, el 30,15% y agresividad, el 19,04%.
Los hijos e hijas de las mujeres que han sufrido violencia de género, también
son víctimas de esta situación. El estudio expone que el 63,6% presenciaron o
4
Capítulo 1. Estadísticas sobre la violencia de género en España y Andalucía
escucharon estos actos violentos, de los cuales, el 92,5% eran menores. El 64,21%
sufrió también violencia.
5
Capítulo 1. Estadísticas sobre la violencia de género en España y Andalucía
hijos e hijas (8,36%), por pensar que no la creerían (8,23%), por no querer que
arrestaran al maltratador (7,39%), por no querer que sus hijos e hijas perdiesen al
padre (6,79%), porque sucedió en otro país (5,98%) o porque alguien se lo impidió o
disuadió (3,92%).
Los datos aportados por la encuesta hacen referencia a que el 86,7% de las
mujeres se atrevieron a acabar con el silencio que mantenían sobre su situación de
6
Capítulo 1. Estadísticas sobre la violencia de género en España y Andalucía
En cuanto a los factores que consideran las mujeres que más las han
protegido contra la violencia de género, los datos extraídos de la encuesta plantean
los siguientes: tener personas cercanas que se preocupan por el bienestar de la mujer
(el 91% de las mujeres que no han sufrido violencia de género afirman tener siempre
o casi siempre personas que se preocupan por ellas y por su bienestar frente al
82,2% de las mujeres que la han sufrido), el dedicar tiempo para cuidarse y sentirse
bien consigo misma (el 51,8% de las mujeres que no han sufrido violencia de género
afirma dedicar siempre o casi siempre tiempo para cuidarse y sentirse bien frente al
45% de las mujeres que la han sufrido) y compartir las tareas domésticas (el 50,4%
de las mujeres que no han sufrido violencia de género afirman compartir siempre o
casi siempre las tareas domésticas con quienes viven frente al 42,8% de las mujeres
que la han sufrido).
7
Capítulo 1. Estadísticas sobre la violencia de género en España y Andalucía
8
Capítulo 1. Estadísticas sobre la violencia de género en España y Andalucía
9
Capítulo 1. Estadísticas sobre la violencia de género en España y Andalucía
profundamente, ya que mientras que las mujeres tienden a considerar que están en
peor situación que los hombres (59% y 60% respectivamente), éstos creen en su
mayoría que las mujeres están igual o mejor que ellos (63% y 57%). Un tema en el
que no se manifiesta tan nítidamente una percepción de desigualdad es el que se
refiere al acceso a puestos de responsabilidad política.
10
Capítulo 1. Estadísticas sobre la violencia de género en España y Andalucía
(31%). Algo más de un tercio de la población (36%) se muestra tolerante con alguna
forma de maltrato en el seno de las relaciones de pareja, lo que contrasta con el 92%
que considera inaceptable la violencia de género en las relaciones de género. De ello
se deduce que una parte importante de la población no asocia el maltrato psicológico
y el control del otro con violencia de género.
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Capítulo 1. Estadísticas sobre la violencia de género en España y Andalucía
Con respecto a los recursos que se citan con más frecuencia para ser
utilizados en los casos de violencia de género, destacan el apoyo psicológico (18%)
y los alojamientos protegidos (17%) y en menor medida las pulseras electrónicas
para controlar el cumplimiento de las órdenes de alejamiento (11%), las ayudas
económicas (10%) y la atención especializada (10%). La mitad de la población
(51%) considera que hay suficientes recursos pero falta coordinación entre ellos
(92%).
12
Capítulo 1. Estadísticas sobre la violencia de género en España y Andalucía
proporción las considera también útiles para ayudar a las víctimas a tomar
conciencia de la situación en la que se encuentran (77%).
13
Capítulo 1. Estadísticas sobre la violencia de género en España y Andalucía
Se muestra una gran sensibilidad en el trato que debe darse a las noticias
sobre violencia de género planteándose que deben narrarse como un delito contra los
derechos humanos por más del 84% de las personas encuestadas en el estudio.
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Capítulo 1. Estadísticas sobre la violencia de género en España y Andalucía
opina que se debería evitar la justificación de los actos del agresor al relacionar los
hechos con traumas, enfermedades o adicciones. Al mismo tiempo se valora por el
61% de las personas encuestadas que se deberían fomentar el respeto a la privacidad
de las víctimas y la protección de sus datos.
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Capítulo 1. Estadísticas sobre la violencia de género en España y Andalucía
PERSPECTIVAS ÁREAS DE
PRINCIPALES RESULTADOS PROCEDENTES DE INFORMES TÉCNICOS
DE ANÁLISIS ANÁLISIS
La percepción de que las desigualdades de género son grandes está muy extendida en la sociedad española, no sólo
Percepción sobre
entre las propias mujeres (que en un 72% así lo estiman), sino también entre casi la mitad de los hombres (49%). Se
desigualdades de
considera que la desigualdad de género está más extendida en los ámbitos de la conciliación de vida laboral y
género
familiar y del trabajo (Meil Landwerlin, 2013)
Hay un rechazo generalizado hacia las agresiones físicas (99%) y el forzar a tener relaciones sexuales (97%). La
Percepción sobre el tolerancia hacia el uso de amenazas en las relaciones de pareja es del 6,5% y la tolerancia hacia la desvalorización
grado de rechazo a la del 9%. La aceptación de la violencia de control llega casi a un tercio de la población (31%). Algo más de un tercio
violencia de género y de la población (36%) se muestra tolerante con alguna forma de maltrato en el seno de las relaciones de pareja, lo que
grado de diferencia contrasta con el 92% que considera inaceptable la violencia de género.
entre sus diversas No hay diferencias de género en el rechazo de la violencia de género física y sexual, pero los hombres se muestran
manifestaciones más tolerantes hacia la violencia psíquica de desvalorización y de control, así como al maltrato verbal y a las
amenazas que las mujeres (Meil Landwerlin, 2013).
Se piensa que los casos de violencia de género no son casos aislados. Es un fenómeno muy extendido en España,
Percepción de la según opina un 87% de las personas encuestadas. No se tienen esperanzas de su reducción a corto plazo (IV Informe
incidencia de casos de Anual del Observatorio Estatal de Violencia sobre la Mujer)
violencia de género La mayoría de la población (66%) considera que no ha aumentado la violencia contra la mujer, sino que cada vez
salen a la luz más casos, no habiendo diferencias de género en esta valoración (Meil Landwerlin, 2013).
SOCIAL
Percepción de las
razones por las que los El 38% de la población consideran que los agresores suelen tener alguna enfermedad mental (Meil Landwerlin,
agresores ejercen 2013).
violencia de género
Percepción sobre los Los factores que consideran las mujeres que más las han protegido contra la violencia de género son tener personas
factores que se cercanas que se preocupan por su bienestar (el 91% de las mujeres que no han sufrido violencia de género afirman
consideran más tener siempre o casi siempre personas que se preocupan por ellas y por su bienestar frente al 82,2% de las mujeres
protectores contra la que la han sufrido), el dedicar tiempo para cuidarse y sentirse bien consigo misma (el 51,8% de las mujeres que no
violencia de género han sufrido violencia de género afirma dedicar siempre o casi siempre tiempo para cuidarse y sentirse bien frente al
45% de las mujeres que la han sufrido) (Macroencuesta Violencia contra la Mujer 2015)
Manifestación sobre el Sólo un 10% manifiesta tener conocimiento de la violencia de género a través de su experiencia directa (IV Informe
grado de Anual del Observatorio Estatal de Violencia sobre la Mujer)
conocimiento de la Casi un tercio de la población entrevistada refiere conocer a alguien de su entorno que es víctima de violencia de
violencia de género a género, siendo más las mujeres (35%) que los hombres (25%) quienes así lo refieren. La media de víctimas que
través de la propia conocen es de 2.05, sin diferencias por sexo. El vínculo más frecuente con la víctima es de amistad (34%), seguido
experiencia personal o del familiar (24%) y la vecindad (19%), sin diferencias según el sexo (Meil Landwerlin, 2013).
de su entorno El 12,5% de las ciudadanas mayores en España de 16 años han sufrido violencia de género alguna vez en su vida, lo
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Capítulo 1. Estadísticas sobre la violencia de género en España y Andalucía
PERSPECTIVAS ÁREAS DE
PRINCIPALES RESULTADOS PROCEDENTES DE INFORMES TÉCNICOS
DE ANÁLISIS ANÁLISIS
que supone que algo más de una de cada diez mujeres ha sido víctima de la violencia machista. De ellas, el 10,3% ha
sufrido violencia física, el 8,1% violencia sexual, el 25,4% violencia psicológica de control, el 21,9% violencia
emocional y el 10,8% violencia económica (Macroencuesta Violencia contra la Mujer 2015)
Percepción de la
Un 35,8% de las personas encuestadas creen que la violencia de género es un problema compartido ya entre ambos
bidireccionalidad o
sexos; la mayoría, un 62,7%, lo sigue viendo como algo que preocupa sobre todo a las mujeres (IV Informe Anual
unidireccionalidad de
del Observatorio Estatal de Violencia sobre la Mujer)
la violencia de género
Un 60,85% exculpa a las víctimas de la violencia de género de su situación, pero casi la mitad de los varones, un
45,3% y un 28,6% de las mujeres las consideran culpables del maltrato que sufren por seguir conviviendo con su
Percepción de la agresor (IV Informe Anual del Observatorio Estatal de Violencia sobre la Mujer)
culpabilidad en los Las personas que tienden a culpar a las mujeres maltratadas de su propia situación, bien por no querer romper la
casos de violencia de relación, bien por falta de formación; o las que tienden a exculpar a los agresores vinculando su comportamiento con
género problemas mentales, tiende a darse más entre los hombres que entre las mujeres, aunque entre éstas también hay una
proporción apreciable que mantiene este tipo de estereotipos, entre un cuarto y un tercio de las entrevistadas en el
estudio (Meil Landwerlin, 2013).
Percepción de las
La mayoría de la población rechaza la afirmación de que las mujeres que sufren o han sufrido maltrato suelen tener
razones por las que las
un nivel formativo bajo (58%), considerándolo como un problema que afecta a todas las clases sociales y tiene raíces
mujeres sufren
más complejas que únicamente la educación, aunque un 33% se muestra de acuerdo (Meil Landwerlin, 2013).
violencia de género
Entre algo menos de la mitad y dos tercios de la población consideran a las mujeres con discapacidad (64%),
menores de edad (56%), extranjeras (53%), mayores de 65 años (45%) y residentes en núcleos rurales (42%) como
Percepción sobre
más vulnerables de sufrir violencia de género que las demás mujeres (Meil Landwerlin, 2013).
cuáles son los
Se identifican dos colectivos fundamentalmente vulnerables: las jóvenes y las mujeres con discapacidad. Con
colectivos de mujeres
respecto a las jóvenes, se señala que el 25% de las mujeres entre 16 y 19 años han padecido violencia psicológica de
más vulnerables a la
control en el 2013. Por lo que se refiere a las mujeres con discapacidad, se apunta que el 23,3% de las mujeres con
violencia de género
certificado de minusvalía se han visto afectadas por la violencia de género (Macroencuesta Violencia contra la Mujer
2015)
Acciones que se En caso de presenciar una agresión o malos tratos la mayoría de la población considera que tomaría algún tipo de
llevarían a cabo en el medida y no prevé la posibilidad de no hacer nada (sólo señalan esta opción un 2% de las personas entrevistadas). La
caso de presenciar un reacción más frecuente que prevén las personas entrevistadas en estas circunstancias es llamar a la Policía (63%).
caso de violencia de Sólo en una minoría de casos se enfrentarían directamente con el agresor (18%), sobre todo si son hombres (26%)
género más que mujeres (11%) y jóvenes (Meil Landwerlin, 2013)
Percepción sobre las Los términos que se utilizan mayoritariamente para definir el maltrato de un hombre a su pareja o expareja es el de
diferencias en los violencia de género en un 65% y el de violencia doméstica en un 30%. De manera coloquial se usa violencia contra
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Capítulo 1. Estadísticas sobre la violencia de género en España y Andalucía
PERSPECTIVAS ÁREAS DE
PRINCIPALES RESULTADOS PROCEDENTES DE INFORMES TÉCNICOS
DE ANÁLISIS ANÁLISIS
términos utilizados la mujer y violencia machista (IV Informe Anual del Observatorio Estatal de Violencia sobre la Mujer)
para referirse al
maltrato contra la
mujer
En torno al 95% de la población general opina que los medios de comunicación aparecen como la principal fuente de
Percepción sobre el
conocimiento sobre la violencia de género. El 87,7% opina que los medios de comunicación son el canal de
papel de los medios de
información fundamental sobre la violencia de género. La televisión aparece como el medio al que se atribuye un
comunicación como
carácter más sensacionalista en el tratamiento del asunto de la violencia de género, un 82,3%, pero es también al que
fuentes de
se sigue percibiendo como el más efectivo para luchar contra ella, un 85%. Se opina que los medios deberían contar
conocimiento sobre
con personas profesionales especializadas en el tema, un 70,2% de los y las profesionales y 67% de los y las no
violencia de género
profesionales (IV Informe Anual del Observatorio Estatal de Violencia sobre la Mujer)
El 83% de los y las no profesionales y el 81,1% de los y las profesionales coinciden en que los medios deberían estar
Percepción sobre la
obligados al cumplimiento de una normativa específica de comunicación para tratar los casos de violencia de género.
deontología
En el tratamiento de las informaciones sobre violencia de género se deberían evitar los detalles morbosos de los
profesional de los
crímenes o agresiones, así opina un 69,9%. El 44,8% opina que se debería evitar la justificación de los actos del
medios de
agresor al relacionar los hechos con traumas, enfermedades o adicciones. En el tratamiento de las informaciones
comunicación en la
sobre violencia de género se deberían fomentar el respeto a la privacidad de las víctimas, la protección de los datos,
información sobre
los derechos de las víctimas y dónde pueden acudir si lo necesitan. Así lo manifiestan más del 61% de las personas
violencia de género
encuestadas (IV Informe Anual del Observatorio Estatal de Violencia sobre la Mujer)
Percepción sobre la
utilidad de las La mayoría de la población considera que las campañas de sensibilización son útiles para concienciar a la población
campañas de en general sobre el problema de la violencia de género (79%) e igual proporción las considera también útiles para
sensibilización contra ayudar a las víctimas a tomar conciencia de la situación en la que se encuentran (77%) (Meil Landwerlin, 2013).
la violencia de género
Percepción de la
El 81,1% se manifiesta en desacuerdo con que la mayoría de las mujeres que denuncian lo hagan en falso. El 12,3%,
veracidad de las
entre las mujeres y 16,1% entre los hombres, piensa que muchas mujeres interponen denuncias falsas (IV Informe
denuncias sobre
Anual del Observatorio Estatal de Violencia sobre la Mujer)
violencia de género
Percepción sobre la
JUDICIAL eficacia del
El 28,9% de las mujeres consideran que el endurecimiento de las penas es la principal medida. Un 17% de hombres
endurecimiento de las
opina lo mismo (IV Informe Anual del Observatorio Estatal de Violencia sobre la Mujer)
penas contra la
violencia de género
Satisfacción y Existe una satisfacción general en toda la sociedad (86%) con el hecho de que exista normativa específica en materia
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Capítulo 1. Estadísticas sobre la violencia de género en España y Andalucía
PERSPECTIVAS ÁREAS DE
PRINCIPALES RESULTADOS PROCEDENTES DE INFORMES TÉCNICOS
DE ANÁLISIS ANÁLISIS
conocimiento sobre la de violencia de género. Quienes no han oído hablar de ella están representadas entre las personas de mayor edad,
normativa vigente menor nivel de estudios, residentes en zonas rurales y económicamente no activas (Meil Landwerlin, 2013)
sobre violencia de
género
Interposición de
El 88% de la población, sin diferencias en función del sexo, sabría dónde acudir para interponer una denuncia en
denuncias por
caso de maltrato, señalando la Policía (75%) o la Guardia Civil (22%) (Meil Landwerlin, 2013)
violencia de género
El 80% de las mujeres no interpone denuncias por miedo al agresor (seguidas de los/as hijos/as (33%), un
sentimiento de vergüenza y/o querer ocultarlo a su entorno más cercano (28%) y depender económicamente del
agresor (20%)). No hay diferencias por sexo en las respuestas, así como tampoco, en función de si la mujer es
víctima de violencia de género o no (Meil Landwerlin, 2013).
Razones que impiden
Las mujeres que no denunciaron lo hicieron por considerar que: estos hechos no eran lo suficientemente graves
la interposición de
(44,6%), por miedo (26,56%), por vergüenza (21,08%), porque eran otros tiempos (13,52%), porque el problema se
denuncias por
terminó (12,01%), por carecer de recursos económicos propios (10,36%), por pensar que era su culpa (9,22%), para
violencia de género
que su pareja no la dejara (9,05%), por miedo a perder a sus hijos e hijas (8,36%), por pensar que no la creerían
(8,23%), por no querer que arrestaran al maltratador (7,39%), por no querer que sus hijos e hijas perdiesen al padre
(6,79%), porque sucedió en otro país (5,98%) o porque alguien se lo impidió o disuadió (3,92%) (Macroencuesta
Violencia contra la Mujer 2015)
Percepción de la
tipificación de los Algo más del 84% de las personas encuestadas piensan que los casos de violencia de género deben narrarse como un
delitos de violencia de delito contra los derechos humanos ( IV Informe Anual del Observatorio Estatal de Violencia sobre la Mujer)
género
Las víctimas de violencia de género destacan los alojamientos protegidos como el recurso más eficaz (23%) y el
apoyo psicológico (18%) y en menor medida las pulseras electrónicas para controlar el cumplimiento de las órdenes
Percepción sobre los de alejamiento (11%) (Meil Landwerlin, 2013).
recursos más utilizados El 28,6% de las mujeres que han sufrido violencia física y/o violencia sexual y/o miedo de su pareja o expareja ha
contra la violencia de acudido a la policía, ella misma u otra persona, o al juzgado a denunciar su situación. El 3,95% ha llamado al
género teléfono 016 (Macroencuesta Violencia contra la Mujer 2015).
El 92% se muestra de acuerdo con que los servicios públicos deberían coordinarse mejor para atender a las víctimas
y que ello se traduciría en una mayor eficacia de los servicios prestados (Meil Landwerlin, 2013)
Consecuencias en las El 42% de las víctimas sufrieron lesiones a lo largo de su vida (34,4% moderadas y 7,6% graves); el 70% ha sufrido
salud física y dolores de espalda o articulaciones; el 60,8% ha tenido cambios de ánimo; más del 50% ha padecido dolores de
SANITARIA
psicológica generadas cabeza, ansiedad, angustia o insomnio; el 45,7% presentan irritabilidad; el 43,3% ha soportado ganas de llorar sin
por la violencia de motivo. Las sensaciones que han tenido estas mujeres tras los episodios de violencia han sido la sensación de
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Capítulo 1. Estadísticas sobre la violencia de género en España y Andalucía
PERSPECTIVAS ÁREAS DE
PRINCIPALES RESULTADOS PROCEDENTES DE INFORMES TÉCNICOS
DE ANÁLISIS ANÁLISIS
género impotencia ante la situación, el 60,71%; tristeza, el 59,76%; rabia, el 58,37%; miedo, el 51,55%; angustia, el 49,92%;
vergüenza, el 38,71%; culpa, el 30,15% y agresividad, el 19,04% (Macroencuesta Violencia contra la Mujer 2015)
La mayoría de la población (89%) considera que si las víctimas aguantan es por los/as hijos/as. Un tercio de las
Percepción de las personas entrevistadas (35%) considera que si las mujeres sufren maltrato es porque lo consienten (Meil Landwerlin,
motivaciones para 2013).
continuar con la De las mujeres que denunciaron su situación, el 50,24% terminaron la relación a raíz de la denuncia, el 15,84%
relación o finalizarla afirma que la relación había acabado antes de interponer la denuncia y en el 27,47% de los casos la mujer continuó la
FAMILIAR
relación (Macroencuesta Violencia contra la Mujer 2015)
Percepción de la La gran mayoría de las víctimas convivían con menores en el mismo hogar (65%), un tercio de los cuales (34%) eran
extensión de la también víctimas de malos tratos por parte del agresor (Meil Landwerlin, 2013)
violencia a los hijos e El 63,6% de los hijos e hijas de mujeres maltratadas presenciaron o escucharon actos violentos, de los cuales, el
hijas 92,5% eran menores. El 64,21% sufrieron también violencia (Macroencuesta Violencia contra la Mujer 2015)
Cuadro 1.1. Perspectivas de análisis de la violencia de género
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Capítulo 1. Estadísticas sobre la violencia de género en España y Andalucía
Por lo que respecta a los datos sobre la población adolescente, María José Díaz-
Aguado (2010-2013) en los estudios Igualdad y prevención de la violencia de género en
la adolescencia (2010) y La evolución de la adolescencia española sobre la igualdad y
la prevención de la violencia de género (2013), encargados por la Delegación del
Gobierno para la Violencia de Género del Ministerio de Sanidad, Política Social e
Igualdad con la participación del Ministerio de Igualdad y de Educación, todas las
Comunidades Autónomas y la Universidad Complutense de Madrid, aporta datos de un
gran interés.
Los datos muestran un rechazo hacia creencias sobre los actos violentos de
género. Por ejemplo, el 98,7% de las chicas muestran rechazo hacia la creencia de que
la violencia que se produce dentro de casa es un asunto de familia y no debe salir de allí,
así como el rechazo del 98,7%, hacia la creencia de que cuando una mujer es agredida
por su marido o compañero, algo habrá hecho ella para provocarlo. También rechazan
(98,6%) la justificación de la violencia en la idea de que “un hombre agrede a su mujer
o novia cuando ella decide dejarle” (Díaz-Aguado, 2010, p.388). Se expone, en este
estudio que “El trabajo educativo específico contra la violencia de género disminuye el
riesgo de ejercerla o de sufrirla. Actualmente llega al 41% de la población adolescente”
(Díaz-Aguado, 2010, p.393).
La segunda parte del estudio, año 2013, que analiza la evolución de la violencia
de género en la adolescencia desde el 2010 hasta el 2013, compara los datos del primer
estudio con el segundo de la siguiente forma:
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Capítulo 1. Estadísticas sobre la violencia de género en España y Andalucía
facilitar las relaciones de pareja pero que también puede incrementar los riesgos”
(Díaz-Aguado, 2013, p.285).
El estudio extrae entre sus conclusiones de mayor interés que aunque las personas
jóvenes perciben menos desigualdades entre hombres y mujeres que el resto de la
población, la percepción de que la desigualdad de género es grande está arraigada entre
la juventud y es mayor en las mujeres que en los hombres manifestándose esta idea,
entre las edades de 15 a 29 años, en un 44% de los hombres y un 63% de las mujeres.
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Capítulo 1. Estadísticas sobre la violencia de género en España y Andalucía
Sin embargo, a pesar de estos avances, no parece que los estereotipos sexistas
tradicionales estén olvidados ni desaparecidos. Es muy interesante la reflexión que hace
el estudio sobre la violencia de género ya que muestra, a nuestro entender, las
distorsiones que parece manifestar la juventud sobre los aspectos que se consideran
violencia de género. El estudio plantea que:
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Capítulo 1. Estadísticas sobre la violencia de género en España y Andalucía
Los comportamientos que más se manifiestan en las llamadas son los de control,
dominio, sumisión y acoso a la víctima, seguidas de las agresiones físicas,
posteriormente los insultos y faltas de respeto, y en último lugar las amenazas. Otro
elemento de preocupación que extrae el informe es la aparición de sentimientos de
ambivalencia y contradictorios de la víctima consigo misma y hacia el agresor, lo que
lleva en muchas ocasiones a que niegue la situación y la posibilidad de pedir ayuda. Al
mismo tiempo, muchas adolescentes no terminan de reconocer las conductas de abuso
psicológico y se ven sometidas a ellas durante largos periodos de tiempo.
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Capítulo 1. Estadísticas sobre la violencia de género en España y Andalucía
ven adecuados los recursos con los que se cuenta en la actualidad ya están concebidos
para edades más adultas.
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Capítulo 1. Estadísticas sobre la violencia de género en España y Andalucía
Tabla 1.1.
Víctimas mortales por violencia de género. Evolución interanual desde el año 2003.
La tabla anterior muestra los datos sobre víctimas mortales desde el año 2003, año
en el que se produjo un cambio de criterio en la recogida de información sobre violencia
de género, especialmente en su manifestación como homicidio. En el año 2015 se han
registrado 21 víctimas mortales por violencia de género en el territorio nacional, de las
cuales un 19% se han producido en Andalucía. La Comunidad Valenciana, junto con
Andalucía, con 4 víctimas mortales cada una, son las regiones que registran el mayor
número de casos, seguidas de Cataluña (3 casos). Además, existen en el conjunto
nacional 3 casos de muerte por violencia de género en investigación, uno de ellos en la
provincia de Málaga.
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Capítulo 1. Estadísticas sobre la violencia de género en España y Andalucía
Tabla 1.2
Víctimas mortales por violencia de género. Evolución interanual por provincias. Andalucía.
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Capítulo 1. Estadísticas sobre la violencia de género en España y Andalucía
Tabla 1.3.
Víctimas mortales por violencia de género. Evolución mensual. Andalucía.
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Capítulo 1. Estadísticas sobre la violencia de género en España y Andalucía
Tabla 1.6.
Características judiciales previas del hecho.
Tan sólo en tres de los casos de muerte por violencia de género acaecidos en
España en el año 2015 había denuncia previa, existiendo tan sólo en uno de ellos
medida de protección en vigor. Respecto a los casos acaecidos en Andalucía, tan sólo
en el último caso existía denuncia previa, no existiendo sin embargo en ninguno de
ellos medida de protección.
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Capítulo 1. Estadísticas sobre la violencia de género en España y Andalucía
Tabla 1.7.
Características de las víctimas mortales.
El 33,3% de las víctimas mortales en España tiene una edad comprendida entre
21 y 30 años, el 14,3% tiene entre 65 y 74 años. En Andalucía la edad de las víctimas
es mayor el 50% entre 31 y 40 y el otro 50% tenía entre 41 y 50 años. La mayor parte
el 71,4% de las víctimas eran de nacionalidad española.
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Capítulo 1. Estadísticas sobre la violencia de género en España y Andalucía
Tabla 1.8.
Menores víctimas de la violencia de género.
Tabla 1.9
Denuncias por violencia de género. Evolución interanual.
Las denuncias presentadas durante el primer trimestre del año 2015 en casos de
violencia de género en Andalucía representan el 22,7% respecto de la totalidad de las
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Capítulo 1. Estadísticas sobre la violencia de género en España y Andalucía
Tabla 1.10.
Denuncias por violencia de género. Evolución interanual por provincias. Andalucía.
Sobre la evolución anual de las denuncias en los casos por violencia de género
presentadas en las diferentes provincias andaluzas, podemos observar que no existe un
patrón común de progresión. Cabe destacar la evolución de las provincias de Jaén, y
Córdoba, provincias que en 2014 superan los datos de todos los años de la serie
analizada.
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Capítulo 1. Estadísticas sobre la violencia de género en España y Andalucía
Tabla 1.11.
Renuncias. Casos en los que la víctima se acoge a la dispensa a la obligación de declarar.
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Capítulo 1. Estadísticas sobre la violencia de género en España y Andalucía
Tabla 1.12
Órdenes de protección en violencia de género. Evolución interanual.
Podemos observar que en España, desde el año 2008 hasta el año 2014 el
número de órdenes de protección incoadas mantiene una tendencia general de
decrecimiento, aunque, con respecto a 2013 ha habido por primera vez un incremento
de un punto porcentual. En Andalucía, a pesar de existir una disminución en el número
de órdenes de protección en el periodo estudiado, se observan incrementos puntuales en
los años 2009, 2012 y 2014. Durante el primer trimestre del año 2015, las órdenes de
protección y/o medidas incoadas en Andalucía representan el 23% de las incoadas en
España.
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Capítulo 1. Estadísticas sobre la violencia de género en España y Andalucía
Tabla 1.13
Órdenes de protección en violencia de género. Evolución Interanual por provincias. Andalucía.
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Capítulo 1. Estadísticas sobre la violencia de género en España y Andalucía
Tabla 1.14
Órdenes adoptadas y denegadas. Año 2015.
Tabla 1.15
Órdenes de protección según nacionalidad de la víctima.
Como muestra la Tabla 1.15 El 17,9% de las víctimas con orden de protección
y/o medida incoada durante el primer trimestre del año 2015 son extranjeras.
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Capítulo 1. Estadísticas sobre la violencia de género en España y Andalucía
37
CAPÍTULO 2
Capítulo 2 El estudio de la violencia de género
El estudio de la
violencia de género
1. Introducción
2. Creencias y estereotipos de género
3. Concepto de violencia de género y
sus formas de expresión
4. Actitudes tolerantes y motivaciones
para soportar la violencia
38
Capítulo 2 El estudio de la violencia de género
1. Introducción.
39
Capítulo 2 El estudio de la violencia de género
Este capítulo recoge también los ciclos por los que se atraviesa una situación
de violencia de género y el rol del agresor y como actúa, principalmente para
ayudarnos a comprender las actitudes, las motivaciones que, en ocasiones, llevan a
las víctimas a soportarla y tolerarla.
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Capítulo 2 El estudio de la violencia de género
DISCI
CONCEPTO DE GÉNERO
PLINAS
42
Capítulo 2 El estudio de la violencia de género
elementos que están interrelacionados. Estos elementos son los símbolos y mitos que
evocan situaciones diversas que pueden ser contradictorias; los conceptos
normativos que aportan las significaciones de los significados de los símbolos y que
se convierten en categorías sobre lo que debe entenderse para el hombre y la mujer;
las instituciones y organizaciones sociales de género que son diversas y van
construyendo nuestro género. Son el sistema de parentesco, la familia, el mercado de
trabajo segregado por sexos, las instituciones educativas y la política; la subjetividad
y las identidades de género femenina y masculina.
Pierre Bourdieu (1998) señala con respecto al género que existe un papel de
dominación del hombre sobre la mujer que está cimentado en la forma dicotómica y
estructural en que las personas construimos el mundo. Ello va unido a un conjunto
de comportamientos, de sentimientos, pensamientos y relaciones que se desarrollan
entre personas y entre instituciones. Estos factores de dominación van formando
parte de nuestra manera de ser, se hacen persistentes, toman carta de naturaleza y
actúan de manera diferenciada sobre una gran diversidad de aspectos sociales, entre
ellos, la división sexual del trabajo, asignando roles sociales diferenciados para
hombres o para mujeres que configura una estructura de poder del hombre sobre la
mujer que lleva a la sumisión.
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Capítulo 2 El estudio de la violencia de género
mujeres para poder defender sus intereses. Expone que los hombres tienen mayores
posibilidades de acceder a las cuestiones fundamentales de poder y decisión: los
alimentos, la tierra, puestos de mayor responsabilidad, mayor libertad de
movimientos mientras que se han liberado, en gran medida, de responsabilidades
dentro del hogar o con los hijos e hijas. Todo ello da al hombre privilegios que
fomentan las desigualdades con la mujer.
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Capítulo 2 El estudio de la violencia de género
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Capítulo 2 El estudio de la violencia de género
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Capítulo 2 El estudio de la violencia de género
Bonder (1993) plantea que los estereotipos de género constituyen las ideas
que ha construido una sociedad sobre los comportamientos y los sentimientos que
deben tener las personas en relación a su sexo y que son transmitidas de generación
en generación.
Desde que los niños y las niñas son muy pequeños se empieza a construir un
esquema de nuestro papel como hombres y mujeres a través, entre otros aspectos, de
nuestro propio cuerpo. Bourdieu (1998), manifiesta que la sociedad construye a
partir de la propia percepción del cuerpo una realidad sexuada y, por tanto,
diferenciada en función a estos elementos biológicos.
El elemento corporal; las capacidades intelectuales que asignan un mejor
desempeño al hombre en tareas técnicas y manuales, mientras que a la mujer se le
atribuyen mayores habilidades organizativas y cooperativas; la dimensión afectiva y
emocional, concediendo mayores niveles de control emocional al género masculino
y de afectividad y emotividad al género femenino y asignando, por fin, mayor
competencia comunicativa a las mujeres y mayor racionalidad al hombre son marcos
reconocidos por Ortega (1998) como identificadores de representaciones
estereotipadas de género.
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Capítulo 2 El estudio de la violencia de género
hombres no tienen inherentemente cualidades que los hagan mejores líderes, pero a
menudo, están provistos de más y mejores oportunidades que las mujeres para
aprender y practicar sus habilidades de liderazgo. Si hay más hombres que mujeres
con tales habilidades, puede parecer normal y natural que más hombres estén en
posiciones de liderazgo.
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Capítulo 2 El estudio de la violencia de género
Cabe concluir que el género es una construcción social que las sociedades
han ido creando a lo largo del tiempo desarrollando en torno a este concepto una
serie de marcos, regulaciones, ideas, estilos comportamientos y estereotipos que han
servido para definir a hombres y mujeres y determinan de forma distinta la manera
en que deben actuar y comportarse. Es evidente que los papeles asignados a hombres
y mujeres según el género que se les ha establecido, han creado importantes
desigualdades y definido situaciones que margina a la mujer a favor del hombre.
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Capítulo 2 El estudio de la violencia de género
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Capítulo 2 El estudio de la violencia de género
discrimina a la mujer. De esta forma hemos construido una identidad de género que,
basada en estereotipos falsos, ha determinado muchas de nuestras creencias y
valores.
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Capítulo 2 El estudio de la violencia de género
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Capítulo 2 El estudio de la violencia de género
en las relaciones de poder entre los sexos en los ámbitos social, económico, religioso
y político.
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Capítulo 2 El estudio de la violencia de género
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Capítulo 2 El estudio de la violencia de género
“El que habitualmente ejerza violencia física o psíquica sobre quien sea
o haya sido su cónyuge o sobre persona que esté o haya estado ligada a él por
una análoga relación de afectividad aun sin convivencia, o sobre los
descendientes, ascendientes o hermanos por naturaleza, adopción o afinidad,
propios o del cónyuge o conviviente, o sobre los menores o incapaces que con
él convivan o que se hallen sujetos a la potestad, tutela, curatela, acogimiento o
guarda de hecho del cónyuge o conviviente, o sobre persona amparada en
cualquier otra relación por la que se encuentre integrada en el núcleo de su
convivencia familiar, así como sobre las personas que por su especial
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Capítulo 2 El estudio de la violencia de género
Con la reforma de los artículos 148.4, 153.2, 171.4, 172.2 del Código Penal
se produce un hecho no muy común en temas jurídicos, como es el reconocimiento
de la discriminación positiva hacia la mujer, aumentando las penas, en las
relacionadas con delitos de violencia, lesiones o amenazas solo en aquellos casos en
los que el agresor es un hombre que ejerce estas acciones contra una mujer que es o
ha sido su pareja, lo que podemos entender como violencia de género. Sin embargo,
en aquellas mismas acciones descritas anteriormente pero realizadas por una mujer o
aquellas que realizadas por un hombre no sean contra la que haya sido o es su mujer,
se aplican las penas que ya existían en el Código Penal sin el nuevo agravamiento, lo
que se podría entender como violencia doméstica.
Ante esta diferenciación jurídica entre los delitos concebidos como violencia
de género o violencia doméstica, algunos sectores critican que el hombre, por el
hecho de serlo, reciba un aumento de su pena por iguales delitos que los que podría
cometer una mujer. En este caso, la legislación toma conciencia social y se apoya en
una importante base legal y filosófica que ya es apoyada por muchos organismos
internacionales y que parte de reconocer que no es igual la violencia de género que
otras, incluida la domestica. Sin duda, la diferenciación que se hace no es por no
considerar la gravedad de cualquier tipo de violencia hacia las personas, sino por dar
una especial importancia a una lacra tan detestable y tan rechazable desde todos los
puntos de vista que tiene como fin el control y la dominación de la mujer por el
hombre y el mantenimiento de un sistema social patriarcal.
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Capítulo 2 El estudio de la violencia de género
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Capítulo 2 El estudio de la violencia de género
La violencia que ejerce el hombre sobre la mujer funciona en los casos a los
que nos referimos como un poderoso mecanismo e instrumento de control hacia la
mujer que el hombre lleva a cabo con la intención de perpetuar su dominación y rol
de superioridad que se transmite a través de elementos culturales y relacionales pero,
además, hay elementos sociales que buscan la justificación de la violencia y que la
ocultan, la minimizan, la falsean o la atribuyen a causas que no forman parte del
fondo real de la cuestión.Los doctores Miguel Lorente y Francisco Toquero (2004)
plantean, en coincidencia con la Comisión Contra la Violencia de Género del
Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud de España, que los
principales factores determinantes de la violencia de género son la relación desigual
entre hombres y mujeres y la existencia de la cultura de la violencia como medio
para resolver conflictos y afirman que, de ellos, el principal es el hecho de ser mujer
que se ve sometida al poder de los hombres como mecanismo de sometimiento.
Los autores indican que esta violencia no es un fin en sí mismo, es, sobre todo, un
instrumento de dominación y control social.
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Capítulo 2 El estudio de la violencia de género
Económica
Física Psicológica Sexual Social Simbólica Ambiental
-Patrimonial
1.- Incluye 1.- Incluye 1.- Se 1.- Incluye 1.- 1.- Se 1.-
cualquier acto de toda conducta, verbal ejerce mediante la privación Cualquier conducta desarrolla a partir de Cualquier conducta
fuerza contra el o no verbal, que presiones físicas o intencionada, y no que implique patrones y consistente en
cuerpo de la mujer, produzca en la mujer psíquicas que justificada humillación, estereotipos que se romper, golpear
con resultado o desvalorización o pretenden imponer legalmente, de ridiculización, van reproduciendo a objetos, tirar cosas
riesgo de producir sufrimiento, a través una relación sexual recursos para el descalificación y través de mensajes, que pertenecen a la
lesión física o daño, de amenazas, no deseada mediante bienestar físico o burla en público íconos o signos que mujer, destrozar
ejercida por quien humillaciones o coacción, psicológico de la 2.- Se perpetúan la enseres
sea o haya sido su vejaciones, exigencia intimidación o mujer y de sus hijas e entiende como la desigualdad y
cónyuge o esté o de obediencia o indefensión hijos o la limitación de los discriminación hacia
haya estado ligado a sumisión, coerción, 2.- Incluye discriminación en la contactos sociales de la mujer
ella por análoga insultos, aislamiento, cualquier acto de disposición de los la mujer, alejándola 2.- Utilizar
relación de culpabilización o naturaleza sexual recursos compartidos de su familia y correos electrónicos
afectividad, aún sin limitaciones de su forzada por el en el ámbito de la amigos, de su o espacios de
convivencia ámbito de libertad, agresor o no pareja entorno y limitando mensajería virtual
2.- Se debe ejercida por quien consentida por la 2.- Acción el apoyo social para acosar, insultar
considerar violencia esté o haya estado mujer, abarcando la u omisión que con o amenazar a la
física cualquier ligado a ella por imposición, mediante manifiesta víctima. Controlar la
CONCEPTO contacto no análoga relación de la fuerza o con ilegitimidad suponga comunicación
consentido que esté afectividad, aún sin intimidación, de daño, pérdida, privada y dificultar la
destinado a convivencia. relaciones sexuales transformación, comunicación de la
menoscabar la 2.- Implica no consentidas, y el sustracción, víctima
dignidad personal o una manipulación en abuso sexual, con destrucción,
causar temor la que incluso la independencia de que distracción,
3.- indiferencia o el el agresor guarde o ocultamiento o
Cualquier conducta silencio provocan en no relación conyugal, retención de bienes,
que implique el uso ella sentimientos de de pareja, afectiva o instrumentos de
deliberado de la culpa e indefensión, de parentesco con la trabajo, documentos
fuerza contra el incrementando el víctima o recursos
cuerpo de la mujer, control y la 3.- Es toda económicos,
con intención de dominación del acción que imponga destinada a
ocasionar lesión agresor sobre la o induzca algún tipo coaccionar la libertad
física, daño o dolor víctima de actividad sexual a y la
4.- 3.- una persona autodeterminación de
Comprende cualquier Cualquier conducta mediante el uso de la otra persona
acto no accidental que atente contra la fuerza, la 3.-
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Capítulo 2 El estudio de la violencia de género
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Capítulo 2 El estudio de la violencia de género
ante los malos tratos ante los malos tratos Protocolo de ante los malos tratos
del Gobierno de del Gobierno de actuación sanitaria del Gobierno de
Cantabria (2007) Cantabria (2007) ante los malos tratos Cantabria (2007)
4.- 4.- del Gobierno de
Comisión Contra la Comisión Contra la Cantabria (2007)
Violencia de Género Violencia de Género 5.-
del Consejo del Consejo Comisión Contra la
Interterritorial del Interterritorial del Violencia de Género
Sistema Nacional de Sistema Nacional de del Consejo
Salud de España Salud de España Interterritorial del
(2007) y Protocolo (2007) y Protocolo Sistema Nacional de
andaluz para la andaluz para la Salud de España
actuación sanitaria actuación sanitaria (2007) y Protocolo
ante la violencia de ante la violencia de andaluz para la
género de la Junta de género de la Junta de actuación sanitaria
Andalucía (2008) Andalucía (2008) ante la violencia de
género de la Junta de
Andalucía (2008)
Cuadro 2.1. Categorización de las formas de expresión de la violencia recogidas en la legislación española y de otras referencias y autorías
61
Capítulo 2 El estudio de la violencia de género
• Física: puede ser percibida objetivamente por otros. Suele deja huellas
externas. Es, por tanto, más fácil de reconocer por la propia víctima y por otras personas
y facilita la conciencia sobre el problema. Se contabilizan, entre otras, los empujones,
mordiscos, patadas, puñetazos, golpes, estrangulamientos. Es una acción dirigida contra
el cuerpo de una mujer que produzca o pudiera producir dolor, lesión, daño permanente
o pasajero. Se debe considera violencia física cualquier contacto no consentido que esté
destinado a menoscabar la dignidad personal o causar temor.
Este tipo de violencia de género es reconocida, entre otros, por la Ley Orgánica
1/2004, de 28 de diciembre, de Medidas de Protección Integral contra la Violencia de
Género; Marie France Irigoyen (2006); el Protocolo de actuación sanitaria ante los
malos tratos del Gobierno de Cantabria (2007); la Comisión Contra la Violencia de
Género del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud de España (2007) y el
Protocolo andaluz para la actuación sanitaria ante la violencia de género de la Junta de
Andalucía (2008).
• Psicológica: aparece sola o siempre que hay otro tipo de violencia.
Implica una manipulación en la que incluso la indiferencia o el silencio provocan en ella
sentimientos de culpa e indefensión, incrementando el control y la dominación del
agresor sobre la víctima. Supone amenazas, insultos, humillaciones, desprecio,
indiferencia hacia la propia mujer, desvalorizando su trabajo, sus opiniones, culpabilizar
a la víctima, control de sus actos... Dentro de esta categoría podrían incluirse otros tipos
de violencia que llevan aparejado sufrimiento psicológico para la víctima, y utilizan las
coacciones, amenazas y manipulaciones para lograr sus fines.
Tiene un importante factor emocional entendido como acción u omisión dirigida
a perturbar, degradar o controlar la conducta, el comportamiento, las creencias o las
decisiones de una persona mediante la humillación, intimidación, aislamiento o
cualquier otro medio que afecte la estabilidad psicológica o emocional. Se puede
convertir en un elemento determinante en la aparición de cuadros de depresión, llevando
en ocasiones al suicidio.
Este tipo de violencia de género es reconocida, entre otros, por la Ley Orgánica
1/2004, de 28 de diciembre, de Medidas de Protección Integral contra la Violencia de
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Capítulo 2 El estudio de la violencia de género
Género; Marie France Irigoyen (2006); el Protocolo de actuación sanitaria ante los
malos tratos del Gobierno de Cantabria (2007); la Comisión Contra la Violencia de
Género del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud de España (2007) y el
Protocolo andaluz para la actuación sanitaria ante la violencia de género de la Junta de
Andalucía (2008).
• Sexual: se podría incluir dentro del término de violencia física pero se
distingue de aquella en que el objeto es la libertad sexual de la mujer, no tanto su
integridad física. Puede manifestarse como obligaciones a mantener relaciones sexuales
no deseadas, con gestos y palabras obscenas, insultos sexistas, exhibicionismo, acoso
sexual, tocamientos, violación… Es toda acción que imponga o induzca algún tipo de
actividad sexual a una persona mediante el uso de la fuerza, la intimidación, la
manipulación, amenazas o cualquier otro medio que anule o limite su libertad. Caben en
este apartado las violaciones, la obligación a ejercer la prostitución o la restricción de la
libertad para decidir, incluso dentro de la pareja o en una relación de noviazgo, cuándo
y cómo se desea relacionarse sexualmente. Alberdi y Matas (2002) exponen en su
Informe sobre los malos tratos a mujeres en España que se ejerce mediante presiones
físicas o psíquicas que pretenden imponer una relación sexual no deseada mediante
coacción, intimidación o indefensión.
Este tipo de violencia de género es reconocida, entre otros, por Alberdi y Matas
(2002), como ya hemos expuesto; la Ley Orgánica 1/2004, de 28 de diciembre, de
Medidas de Protección Integral contra la Violencia de Género; Marie France Irigoyen
(2006); el Protocolo de actuación sanitaria ante los malos tratos del Gobierno de
Cantabria (2007); la Comisión Contra la Violencia de Género del Consejo
Interterritorial del Sistema Nacional de Salud de España (2007) y el Protocolo andaluz
para la actuación sanitaria ante la violencia de género de la Junta de Andalucía (2008).
• Económica y patrimonial: acción u omisión que con manifiesta
ilegitimidad suponga daño, pérdida, transformación, sustracción, destrucción,
distracción, ocultamiento o retención de bienes, instrumentos de trabajo, documentos o
recursos económicos, destinada a coaccionar la libertad y la autodeterminación de otra
persona. El agresor intenta controlar el acceso de la víctima al dinero impidiéndole
trabajar de forma remunerada, en muchos casos, u obligándola a entregarle sus ingresos
y propiciando que, en ocasiones, el agresor deje de trabajar y viva del sueldo de la
mujer. Afecta de forma directa a la supervivencia económica de la víctima.
63
Capítulo 2 El estudio de la violencia de género
Este tipo de violencia de género es reconocida, entre otros, por la Ley Orgánica
1/2004, de 28 de diciembre, de Medidas de Protección Integral contra la Violencia de
Género; Marie France Irigoyen (2006) y el Protocolo de actuación sanitaria ante los
malos tratos del Gobierno de Cantabria (2007).
• Social: se entiende como la limitación de los contactos sociales de la
mujer, alejándola de su familia y amigos, de su entorno y limitando el apoyo social.
Este tipo de violencia de género es reconocida, entre otros, por el Protocolo de
actuación sanitaria ante los malos tratos del Gobierno de Cantabria (2007); Shorey
(2012), Viejo (2012), García Sedeño y García Tejera (2013).
• Simbólica: se desarrolla a partir de patrones y estereotipos que se van
reproduciendo a través de mensajes, íconos o signos que perpetúan la desigualdad y
discriminación hacia la mujer. A veces son sutiles y otras veces se llevan a cabo de
manera directa pero siempre parten de estereotipos machistas y discriminatorios. En la
actualidad se ha producido un aumento importante de estas situaciones a través de las
nuevas tecnologías de la información y las redes de internet. Trinidad Donoso (2014)
las denomina sobre violencias 2.0 y dice de ellas que estas violencias online toman
diferentes formas, el ejemplo más claro lo encontraríamos en el hecho de utilizar
correos electrónicos o espacios de mensajería virtual para acosar, insultar o amenazar a
la víctima.
Este tipo de violencia de género es reconocida, entre otros, por Marie France
Irigoyen (2006) y Trinidad Donoso-Vázquez; María José Rubio y Ruth Vilà Baños
(2014), como ya hemos expuesto.
• Ambiental: se entiende como cualquier conducta consistente en romper,
golpear objetos, tirar cosas que pertenecen a la mujer, destrozar enseres. Este tipo de
violencia de género es reconocida, entre otros, por el Protocolo de actuación sanitaria
ante los malos tratos del Gobierno de Cantabria (2007).
Marie France Irigoyen (2006) expone que existen formas de violencia donde uno
de los miembros de la pareja, sin necesidad de ejercer violencia física, consigue destruir
al otro. Para ella, lo que permite distinguir la violencia conyugal de un simple conflicto
de pareja no son los golpes o las palabras hirientes, sino la asimetría en la relación.
65
Capítulo 2 El estudio de la violencia de género
muchas ocasiones, las mujeres sometidas a este maltrato se sienten culpables o piensan
que conseguirán cambiar al agresor, cosa que no sucede y aumenta aun más la
frustración y la desesperación. La existencia de hijos e hijas es un factor más para
perpetuar la relación por miedo a perderlos o que queden bajo la custodia del padre
maltratador.
66
Capítulo 2 El estudio de la violencia de género
mujeres es mucho más amplio, va más allá de las parejas y de lo que se ve. Para
comprender las dimensiones relacionadas con la violencia de género y las respuestas
que se producen tanto por la víctima como por el agresor, analizaremos los ciclos o
fases por las que atraviesa este tipo de violencia.
La otra teoría es la del ciclo del maltrato. Esta autora, plantea que hay tres etapas
en lo referente a la violencia física:
67
Capítulo 2 El estudio de la violencia de género
Esperanza Bosch, Victoria Ferrer y Aina Alzamora (2006) plantean que en las
relaciones donde se entra en la dinámica de violencia de género, puede ser fácil entrar
pero romper con ellas puede ser enormemente complicado y dificultoso. Ellas llaman a
esta situación el laberinto del patriarcado en donde la mujer se puede ir metiendo cada
vez más y cuanto más tiempo dure la relación, más aumenta el riesgo y la dificultad
para salir. La relación se convierte en un laberinto y en una trampa y el tiempo de
duración en algo muy relevante para su posible solución.
68
Capítulo 2 El estudio de la violencia de género
Por fin el agresor ve que puede destruir a la víctima y se terminan las actitudes
sutiles realizando sus agresiones de todo tipo de forma más visible. Hace recaer la culpa
de todo en ella y los hijos e hijas sufren las consecuencias de este maltrato. La mujer,
por su propio miedo, la vergüenza que soporta, su sentimiento de culpabilidad y el
miedo de perder a sus hijos, se vuelve más sumisa y apreciando la crueldad de su
maltratador se somete a este para intentar evitar males mayores.
No hay dudas de que todo este ciclo y sus distintos movimientos solo pretenden
la destrucción, el dominio y el control de la víctima. Son actos conscientes y
deliberados del agresor. Las víctimas deben tener en cuenta que su agresor actúa
premeditadamente, aunque pueda tener momentos en que se le va de las manos lo que
pretende hacer. No se debe buscar su cambio por parte de la víctima. Esto es
prácticamente imposible y deben estar muy alertas en las fases de luna de miel, ya que
69
Capítulo 2 El estudio de la violencia de género
lo siguiente es más violencia y más grave, pero puede acercar volver a engañar a la
víctima y hacerla creer que ha cambiado.
70
Capítulo 2 El estudio de la violencia de género
Miguel Lorente (2004, p.18) expone con respecto a los agresores que:
71
Capítulo 2 El estudio de la violencia de género
Por otro lado, los malos tratos siguen siendo invisibles para muchos sectores de
la sociedad y se conciben como algo que afecta al entorno privado de la pareja y esto
provoca una situación de vergüenza en la mujer sometida a maltrato que propicia seguir
manteniendo la privacidad del problema. En muchas ocasiones, el miedo a no ser
creídas al solicitar ayuda y la falta de apoyo familiar y de amigos que muchas veces la
única solución que plantean es la necesidad de tener paciencia y la importancia de
preservar la supuesta unidad familiar, agudiza aun más la indefensión a la que se ve
sometida la mujer maltratada por violencia de género.
Las razones por las que, a veces, las mujeres que la sufren se ven obligadas a
soportarla, es fundamental tener en cuenta que los malos tratos son, muchas veces, un
proceso largo y complicado. Hay dos factores que hacen que muchas mujeres que sufren
maltrato, no puedan romper esta situación: la carencia de recursos económicos que se ha
visto incrementada en los últimos años como consecuencia de la crisis económica y el
temor a perder a los hijos e hijas por circunstancias unidas a la ruptura de la relación.
Por otro lado, los malos tratos siguen siendo invisibles para muchos sectores de
la sociedad y se conciben como algo que afecta al entorno privado de la pareja y esto
provoca una situación de vergüenza en la mujer sometida a maltrato que propicia seguir
manteniendo la privacidad del problema. En muchas ocasiones, el miedo a no ser
creídas al solicitar ayuda y la falta de apoyo familiar y de amigos que muchas veces la
única solución que plantean es la necesidad de tener paciencia y la importancia de
preservar la supuesta unidad familiar, agudiza aun más la indefensión a la que se ve
sometida la mujer maltratada por violencia de género.
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Capítulo 2 El estudio de la violencia de género
De alguna forma, la relación próxima agudiza la invisibilidad y hace que hasta en los
casos extremos de una violación, desde fuera, se vea como algo consensuado.
Muchas mujeres que han sufrido violencia de género describen que la violencia
a la que han sido sometidas y la ruptura de la pareja, la viven como un fracaso personal
de la que llegan a sentirse culpable y hasta merecedoras de lo que les está sucediendo.
A todo ello es necesario vincular el temor a la respuesta que pueda tener la pareja ante
la ruptura, el desconocimiento de sus derechos como ser humano y mujer, la ignorancia
sobre los recursos existentes, las dificultades que suponen la vía judicial y el peso de
una mentalidad social muy conservadora en multitud de aspectos.
73
Capítulo 2 El estudio de la violencia de género
En muchos casos, estas creencias hacen que la mujer piense que tiene que
complacer a su marido en todo lo que le pida, hacer todas las tareas de la casa a la
perfección y ser sumisa y obediente. Entiende que su marido trabaja mucho con la única
preocupación de mantener a la familia y eso debe ser recompensado con una manera de
actuar por su parte que impida que su pareja pueda llegar a pensar que si le recrimina lo
que no le guste de él, es que lo quiere menos.
Se echan sobre sus espaldas todos los problemas que se pueden generar en la
familia y desarrollan un sentimiento de culpabilidad enorme que las lleva a pensar que
son malas madres, malas esposas y malas personas.
74
Capítulo 2 El estudio de la violencia de género
Para la mujer, en este contexto cultural, la vida privada es un deber, mientras que
para el hombre es un derecho. De esta forma, funciona con un modelo y un ideal
deseado: ser ama, dueña de algo, de su casa y de sus hijos e hijas. Las mujeres
maltratadas sufren un estado donde hay una enorme confusión que impide, en muchas
ocasiones, una correcta toma de decisiones. Cuando una mujer decide consultar sobre su
situación de maltrato, Bleichmar recomienda a los y las profesionales entrenarse en la
escucha y evitar actitudes que puedan ser dañinas. En lugar de decirle ¿por qué no lo
denuncias?, ¿por qué vuelves con él?, ¿por qué toleras ese trato?, es mejor plantearle
¿qué sientes?, ¿en qué crees que te puedo ayudar?. Una parte del tratamiento debe
orientarse, según Bleichmar, a modificar esa situación de confusión. Es imprescindible
eliminar los sentimientos de culpa para pasar a sentirse víctima. Cuando se logra que
los sentimientos sean de rabia, indignación e injusticia, esa mujer ha dado un importante
paso adelante y empieza a considerarse una víctima. Este es el paso previo para superar
la situación y pasar de víctima a superviviente.
• Partir del hecho de que vivimos en una sociedad patriarcal que socializa a
las mujeres como seres subordinadas, discriminadas e inferiores. Esta
situación en la que se coloca a las mujeres implica serias desventajas en
todos los aspectos de sus vidas.
75
Capítulo 2 El estudio de la violencia de género
• Los miedos y temores reales que se producen por las amenazas de más
golpes, de que la pueda matar si lo abandona, que le quite los hijos e
hijas, que no cumpla con sus obligaciones en alimentos, no saber dónde
acudir por ayuda, no contar con el apoyo de la familia, etc.
76
Capítulo 2 El estudio de la violencia de género
77
CAPÍTULO 3
Capítulo 3 Teorías explicativas de la violencia de género
Teorías explicativas
de la violencia de
género
1. Introducción
2. Teorías de la diferencia
individual
3. Teoría del aprendizaje social
4. Teorías socioculturales:
4.1. Enfoque sociocultural
4.2. Teorías feministas
78
Capítulo 3 Teorías explicativas de la violencia de género
1. Introducción.
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Capítulo 3 Teorías explicativas de la violencia de género
más plausibles desde nuestro punto de vista para esta investigación. Así, se
analiza desde la perspectiva sociocultural, cómo se aprenden y reproducen los
estereotipos y las actitudes de género en sus manifestaciones de discriminación y
violencia hacia las mujeres.
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Capítulo 3 Teorías explicativas de la violencia de género
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Capítulo 3 Teorías explicativas de la violencia de género
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Capítulo 3 Teorías explicativas de la violencia de género
83
Capítulo 3 Teorías explicativas de la violencia de género
y Barbor; 1983) y la dificultad para tener las mismas oportunidades que sus
parejas hombres (Pfouts, 1978; Walker, 1979; Pagelow, 1981;Strube y Barbor,
1984; Aguirre, 1985).
En ningún caso parece que aisladamente, una a una, puedan ser factores
que determinen la violencia. Se parte de la idea de que la mujer que ha sido o es
maltratada permanece o reincide en relaciones sentimentales sometidas a
violencia machista, aun contando con la existencia de factores que pueden ser
predictores de violencia, produciéndose una cierta dependencia hacia ese tipo de
relaciones. Diversos estudios (Snell, Rosenwald y Robey, 1964;Faulk,
1974;Shainess, 1977) señalan que la mujer sometida a maltrato busca ese
maltrato o incluso lo llega a provocar aunque no sea de forma consciente. Este
planteamiento no parece contar con una base empírica demostrada y, además,
produce en algunas víctimas un efecto de culparse a sí mismas de lo que les
sucede. Investigaciones como las de Caplan (1984), Moss (1991), Burgard y
Rommelspacher (1992) han trabajado este aspecto.
En relación al trastorno mental, no es fácil diferenciar entre los síntomas
provocados por algún trastorno mental y el desconocimiento de las posibles
alteraciones producidas por sufrir violencia en la pareja (Rosewater, 1988;
Hermann, 1992). De nuevo, se culpabiliza a la mujer de la situación de violencia
y no se contemplan, como expone Villavicencio (1999) la posibilidad de que las
reacciones supuestamente observadas en la mujer, sean estrategias de
afrontamiento necesarias para preservar, en la medida de lo posible, la salud
mental de la víctima.
84
Capítulo 3 Teorías explicativas de la violencia de género
La teoría del aprendizaje social indica que los niños y las niñas aprenden
a relacionarse con el entorno donde viven mediante la imitación y la
observación. Las actitudes y conductas que imitan y ven, reproducen patrones
de conducta diferenciados según el género adjudicado a cada persona. Este
modelo se va reforzando positivamente si es adaptado a lo previsto socialmente,
mientras que es sancionado cuando no se ajusta a lo que se supone adecuado por
el entorno social. De esta forma, los comportamientos que obtienen un refuerzo
positivo se reproducen, se hacen naturales y parece que son los que todos y todas
deben seguir.Asimismo, Bandura (1977) establece que la situación social es más
importante para determinar la frecuencia, forma y circunstancias en las que la
violencia se produce, así como el objetivo de las acciones violentas. El autor
argumentó a su vez, que los hombres producen actos violentos porque han visto
a sus padres comportarse de manera violenta con sus madres y que las mujeres
aceptan la violencia porque han visto a sus madres sufrir dicha violencia por
parte de sus padres.
85
Capítulo 3 Teorías explicativas de la violencia de género
adulta las reproducen fruto de ese aprendizaje. Se le presta una especial atención
a la relación existente entre la violencia que se ha podido padecer en la infancia y
la agresión que se puede sufrir posteriormente en la pareja como modelo
explicativo de la relación entre la violencia familiar y el ser con más edad,
víctima o agresor (Bandura, Ross y Ross, 1961;Bandura 1973, 1975).
Gelles (1972) señala que las familias desempeñan un papel muy
importante, no sólo en exponer a los individuos a la violencia, sino que también
inculcan la aceptación y aprobación del uso de la violencia en las relaciones. En
esta línea, se ha teorizado que un método por el que la violencia se transmite, es
a través de sistemas de creencias. Quien en la infancia presencia o experimenta
violencia entre sus progenitores o de estos hacia los y las menores dentro de su
propia familia, acepta la violencia como una manera apropiada de resolución de
conflictos, y será más probable que, en su edad adulta, adopte e imite dichos
comportamientos en sus relaciones (O’Keefe y Treister, 1998;Lewis y Fremouw
2001).
86
Capítulo 3 Teorías explicativas de la violencia de género
4. Teorías socioculturales.
Estas teorías analizan las causas de la violencia de género desde una
perspectiva que atiende a los factores sociales y culturales del entorno donde nos
socializamos y señala que la existencia de estructuras sociales patriarcales,
genera autoritarismo y violencia en las relaciones de pareja.
87
Capítulo 3 Teorías explicativas de la violencia de género
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Capítulo 3 Teorías explicativas de la violencia de género
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Capítulo 3 Teorías explicativas de la violencia de género
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Capítulo 3 Teorías explicativas de la violencia de género
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Capítulo 3 Teorías explicativas de la violencia de género
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Capítulo 3 Teorías explicativas de la violencia de género
93
Capítulo 3 Teorías explicativas de la violencia de género
Simón (2005) indica que las niñas empiezan a percibir en la pubertad que
su éxito va a estar unido esencialmente a su belleza y luego a su simpatía pero no
asimilan con claridad que pueda estar asociado a sus capacidades intelectuales, a
sus habilidades deportivas o a su espíritu emprendedor. Como consecuencia de
ello, escogen con mayor frecuencia que los hombres estudios que no estén
unidos a las anteriores destrezas aunque ello suponga menor prestigio social y
profesional o menor remuneración, a pesar de haber obtenido como media
buenas calificaciones en las asignaturas relacionadas con esos estudios, que
abandonan antes de empezarlos. Ellos, continúa la autora, triunfan cuando son
fuertes, ingeniosos, deportistas, inteligentes. Aun cuando tengan resultados
mediocres en materias tecnológicas o científicas, se atreven con estas ramas,
fiados en que podrán con todo y que, de este modo, consiguiendo el éxito en el
campo profesional, aseguran su triunfo en el campo relacional.
94
Capítulo 3 Teorías explicativas de la violencia de género
Llorca Llinares (2007) apunta que no todos los niños y niñas interiorizan
de la misma forma los estereotipos de género. Plantea que en el periodo de niñez
intermedia, algunos niños y niñas alcanzan conocimiento de los estereotipos de
género, mientras otros no dan tanta consistencia a sus características, siendo en
la adolescencia cuando se empieza a relativizar estos atributos.
95
Capítulo 3 Teorías explicativas de la violencia de género
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Capítulo 3 Teorías explicativas de la violencia de género
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Capítulo 3 Teorías explicativas de la violencia de género
98
Capítulo 3 Teorías explicativas de la violencia de género
diferencias que todavía siguen existiendo entre las mujeres y los hombres en
estatus y poder.
99
Capítulo 3 Teorías explicativas de la violencia de género
100
Capítulo 4. Factores asociados a la violencia de género en adolescentes
CAPÍTULO 4
Factores asociados a
la violencia de género
en adolescentes
1. Introducción
2. Aprendizaje de estereotipos y actitudes
tolerantes hacia la violencia de género
en la adolescencia
3. Actitudes tolerantes y percepción sobre
la violencia de género
4. Factores sociodemográficos,
estereotipos y actitudes tolerantes
hacia la violencia de género
5. El mito de la culpabilidad de la mujer
maltratada y las actitudes tolerantes
ante la violencia de género
6. El debate sobre la violencia de género
como “combate mutuo”.
101
Capítulo 4. Factores asociados a la violencia de género en adolescentes
1. Introducción.
102
Capítulo 4. Factores asociados a la violencia de género en adolescentes
Los resultados de los estudios de los que surgen estas hipótesis se detallan a
continuación y están relacionados con la identificación de estereotipos en la
adolescencia; los mitos y distorsiones que se mantienen en las relaciones de pareja
que se convierten en justificaciones para la desigualdad; las creencias y roles
sociales en la juventud que perpetúan la violencia de género; la victimización de la
violencia de género en la juventud.
103
Capítulo 4. Factores asociados a la violencia de género en adolescentes
Jalón (2001, 2004, 2010), Fernández-Fuertes (2004), Muñoz Rivas (2007), Straus
(2007, 2008), Ortega-Rivera, 2008, Muñoz Reyes (2012).
Así como, también la mayoría de los estudios han tenido como marco de
referencia, especialmente, la violencia física (Fernández-Fuertes y colaboradores,
2006), y prestan una atención más limitada a la violencia sexual o al control de las
conducta. Incluso llegan a la conclusión de que cada tipo de violencia tiene sus
propios factores predictores (Shen, Chiu, y Gao, 2012).
Diversos estudios han señalado distintos factores que pueden estar asociados
a la violencia entre parejas adolescentes que muestran muchas similitudes con las
que afectan a las parejas adultas. Cabe reseñar los trabajos de Wekerle y Wolfe,
(1999), Shorey (2008), Lewis y Fremouw (2001). En el 2001, Lewis y Fremouw
muestran cinco grupos de factores indicando que se debe diferenciar entre los que
104
Capítulo 4. Factores asociados a la violencia de género en adolescentes
105
Capítulo 4. Factores asociados a la violencia de género en adolescentes
que utilizan con sus parejas; sin embargo, “sí es posible reconocer el desagrado que
sentirse víctima de estos comportamientos produce, identificando las conductas de
manos de la pareja como comportamientos agresivos”.
Parece que los comportamientos violentos se ven afectados por una serie de
condiciones, circunstancias y factores de riesgo pero, la forma de haber interiorizado
nuestros esquemas de género, son claves para la generación de futuras conductas
violentas en las relaciones de pareja. Vicenta Rodríguez y colaboradores (2006),
presentan como resultado de una investigación sobre creencias de adolescentes y
jóvenes en torno a la violencia de género y las relaciones de pareja que seguimos
configurando la realidad de hombre y mujer desde una óptica llena de estereotipos
que nos aboca a conductas y actitudes sobre lo que se supone que debe ser un varón
o mujer haciendo que estas diferencias regulen nuestras relaciones de pareja.
Viejo (2012) manifiesta que por lo que se refiere a la victimización, son las
mujeres las que asumen modelos más simples haciendo que el factor predictor de la
victimización leve femenina sean variables personales y de contexto de la pareja,
mientras que en la grave, actúa como predictor la experiencia de victimización leve
y la falta de disposición hacia la conducta delictiva. En los hombres, en lo que afecta
106
Capítulo 4. Factores asociados a la violencia de género en adolescentes
Jiménez-Cortés (2005) señala que los estereotipos son la base sobre la que se
asienta la construcción de la identidad de género desarrollando una percepción de
género interiorizada que orienta y guía nuestra representación de la realidad y las
acciones, pensamientos y comportamientos. Los estereotipos de género son
ampliamente abordados como factores que influyen en las conductas violentas
107
Capítulo 4. Factores asociados a la violencia de género en adolescentes
parte, las chicas, deberán ser sumisas, respetuosas, responsabilizarse del clima de la
pareja, y estar convencidas incluso de que pueden educar a su pareja (Ortega Ruiz,
Sánchez Jiménez y Ortega Rivera, 2008; Ortega Ruiz, Ortega Rivera y Sánchez,
2008; Ortega Rivera, Sánchez Jiménez y Ortega Ruiz, 2010; Connolly y McIsaac,
2011; Ortega y Sánchez, 2011).
En un estudio de Pilar Colás (2007) explica que los datos reflejan porcentajes
altos respecto a la interiorización de los y las adolescentes de los estereotipos de
género, en diversas dimensiones estudiadas. Esta autora muestra que en los
estereotipos que se refieren a comportamiento social, aunque las diferencias
encontradas sean menos evidentes (no llegan al 5% entre chicas y chicos), las
mujeres aceptan en mayor proporción las afirmaciones estereotipadas. Si es
destacable señalar que son ellos los que mantienen más firmes convicciones sobre
los estereotipos de género, aceptando en mayor proporción, las ideas y prejuicios
discriminatorios existentes, especialmente los que los sitúan en posiciones de
ventaja con respecto a las capacidades o competencias de las mujeres.
108
Capítulo 4. Factores asociados a la violencia de género en adolescentes
109
Capítulo 4. Factores asociados a la violencia de género en adolescentes
110
Capítulo 4. Factores asociados a la violencia de género en adolescentes
111
Capítulo 4. Factores asociados a la violencia de género en adolescentes
El acoso sexual muestra una mayor prevalencia entre hombres jóvenes que
entre mujeres jóvenes pero se produce una equiparación si hablamos de
112
Capítulo 4. Factores asociados a la violencia de género en adolescentes
113
Capítulo 4. Factores asociados a la violencia de género en adolescentes
Foshee y Reyes (2011) han apuntado que las agresiones físicas en las parejas
adolescentes comienzan al inicio del periodo adolescente y se sitúan en su punto
máximo hacia los 16 años, volviendo a decrecer durante los últimos años de
adolescencia y primeros de la juventud. Es necesario tener en cuenta, tal y como
señala Viejo (2012, p. 137), que:
114
Capítulo 4. Factores asociados a la violencia de género en adolescentes
115
Capítulo 4. Factores asociados a la violencia de género en adolescentes
116
Capítulo 4. Factores asociados a la violencia de género en adolescentes
Bosch y Ferrer (2012, p. 550) plantean tres mitos relacionados con lo que
otros estudios consideran factores predictores de la violencia de género:
Las autoras exponen evidencias en contra de estos mitos y señalan que las
mujeres que han sufrido o sufren maltrato no tienen unas especiales características
que las pueda hacer merecedoras de esa situación. Carlshamre (2005), plantea que
estas mujeres pueden ser de cualquier edad, con cualquier nivel de educación,
ingresos o posición social.
Con respecto a los supuestos gustos que puede producir en algunas mujeres
maltratadas su situación, hay que reseñar que les lleva a tener secuelas de mucha
117
Capítulo 4. Factores asociados a la violencia de género en adolescentes
Bosch y Ferrer (2012, p. 549)), coincidiendo con Peters (2008), exponen que
los mitos sobre las mujeres maltratadas, por su parte, desplazan la carga de la culpa
de ellos a ellas y responsabilizan a las mujeres de lo que les sucede, bien sea porque
algunas de sus características (de personalidad, de estatus, emocional…)
supuestamente constituye un polo atractor de la violencia, bien porque se argumenta
que consienten o solicitan esa violencia. Estas autoras (2012, p. 551), manifiestan
con respecto al mito de que las mujeres maltratadas se lo han buscado o sobre que
ellas son iguales de violentas “utilizando otras armas” que “son creencias que
desnaturalizan, minimizan y, en definitiva, contribuyen, de un modo u otro, a negar
la existencia misma del problema”.
Peters (2008) expone que los mitos sobre la violencia de género se definen
como creencias estereotipadas que por lo general son falsas pero que persisten en el
tiempo y sirven para minimizar, negar o justificar la agresión a la pareja.
118
Capítulo 4. Factores asociados a la violencia de género en adolescentes
de género es una lacra social. Se verifica, tanto en chicos como chicas, que muestran
importantes carencias en la calidad y cantidad de información y conocimientos sobre
aspectos conceptuales básicos de la violencia de género siendo preciso una
reestructuración cognitiva que modifique falsos esquemas y estereotipos y sitúe las
cosas en un plano de mayor realidad.
Se percibe la violencia de género pero se aprecia con mucha indiferencia en
el contexto vital y cotidiano del/la adolescente y se vive con escasa percepción del
riesgo de sufrirla. Una de las manifestaciones más visibles del maltrato es la
violencia física. Sin embargo, es necesario que ésta alcance un nivel elevado de
violencia o de reiteración para que muchas mujeres víctimas lo asuman como
violencia. Por lo que respecta a la violencia psicológica, sus efectos y peligrosidad,
la configuran como de especial gravedad para las víctimas siendo claramente
identificada por éstas. Su dificultad estriba en evaluarla adecuadamente ya que se
presenta normalmente con varias formas de manera simultánea y su percepción
puede llevar a confusión. Se puede comprobar que los distintos estudios sobre estos
temas ofrecen una cierta diversidad de resultados que parece estar relacionada con la
multitud de definiciones que se vienen dando a las acciones violentas, haciendo más
difícil la comprensión de lo que se está preguntando y la emisión de una respuesta
que parta de un mismo concepto. Se valora de forma muy unánime la necesidad de
seguir realizando estudios e investigaciones sobre estos temas y propiciar mejores
instrumentos de investigación que permitan eliminar dualidades de conceptos.
119
Capítulo 4. Factores asociados a la violencia de género en adolescentes
120
Capítulo 4. Factores asociados a la violencia de género en adolescentes
Martín Baró, Aron y Corne (1994) exponen que en algunos casos, se puede
considerar con el término de psicología reaccionaria cuando el reduccionismo de
constructos en las investigaciones y estudios en psicología lleva a efectos negativos
que discriminan a determinados grupos sociales contribuyendo a reforzar ideas
injustas y falsas que no sirven para hacer avanzar y mejorar a esos colectivos.
121
Capítulo 4. Factores asociados a la violencia de género en adolescentes
de manera que los datos obtenidos de esas escalas no tienen en cuenta los motivos
ni razones de los abusos, ni el impacto que genera en la relación de la pareja. De esta
forma, los instrumentos como el Tactic Conflict Scale (Straus, 1979) o la Safe Dates
Scale (Foshee y colaboradores, 2005), en sus múltiples adaptaciones y versiones,
han ayudado a apoyar los mitos que minimizan la importancia de la violencia de
género, y que consideran esa violencia como un combate mutuo en donde el hombre
y la mujer son igualmente violentos en sus relaciones (Bosch y Ferrer, 2012).
Delgado (2014) expone que si las escalas que evalúan la violencia de pareja
intentan comparar la violencia sufrida y perpetrada por mujeres y hombres, es
necesario que aseguren la igualdad de los resultados derivados de las respuestas de
ambos grupos.
122
Capítulo 4. Factores asociados a la violencia de género en adolescentes
En este orden de cosas, Peters (2008, p.1) dice: “los mitos que sirven
funciones psicológicas individuales también sirven funciones sociales relacionadas
con culpar a la víctima, exonerar el perpetrador y minimizar la violencia”. Esperanza
Bosch y Victoria Ferrer (2012, p. 551, 552), señalan los mitos siguientes:
“Los hombres y las mujeres son violentos/as por igual en la pareja. Este
mito se concreta en la consideración de esta violencia como un combate
mutuo”, “Los hombres son tan víctimas como las mujeres”. En contra de estos
mitos, las autoras exponen la conclusión del Informe Mundial sobre Violencia y
Salud donde se señala que, aunque las mujeres pueden agredir a sus parejas
masculinas y se dan actos violentos en parejas del mismo sexo, la violencia de
pareja es soportada en proporción abrumadora por mujeres e infringida por
hombres. Las autoras (2012, p. 552) concluyen que estos y otros mitos
relacionados con los estereotipos de género, si se consolidan, “producirían así
una autentica vuelta de tuerca al tema donde las víctimas (ciertas) pasarían a
ser vistas como (supuestas) culpables”.
123
Capítulo 4. Factores asociados a la violencia de género en adolescentes
Tremblay, Vitaro, Vezina y Mc Duff, 2002), y siendo muy escasos los que se hacen
desde la óptica de ellas como agresoras (Foshee y Reyes, 2011).
124
CAPÍTULO 5
Mapa de acciones
educativas de la Junta
de Andalucía
1. Introducción
2. Marco político y normativo
3. Estructuras de coordinación
4. Acciones educativas y recursos
5. Formación del profesorado y de
agentes sociales
125
1. Introducción.
126
a veces, van en dirección contraria a los esfuerzos que se llevan a cabo desde el
mundo educativo.
127
(Duru-Bellat, 1990; Tomé y Rambla, 2001; Arenas 2006; Jiménez, Alvarez, Gil,
Murga y Téllez, 2006; Blaya, Debarbieux y Lucas, 2007; Barberá, Candela y
Ramos, 2008; Rodríguez Lajo, Vila y Freixa, 2008).
Sin duda, los centros educativos son espacios físicos y simbólicos fundamentales
para reproducir y ver reforzados modelos dañinos de masculinidad y feminidad, sin
embargo, también pueden ser espacios que sirvan de modelo para superar
estereotipos, prevenir la violencia y la discriminación y desarrollar comportamientos
y actitudes igualitarias. Constituyen espacios privilegiados donde de una forma más
potente se puede influir en la construcción de la identidad personal de hombres y de
mujeres. Todos los aspectos que tienen que ver con las actitudes, comportamientos y
papeles que se reflejan en las relaciones de género se abordan de manera explícita y
oculta a través del proyecto educativo, de la normativa y de la reglamentación
educativa.
128
129
130
Es preciso señalar también que se ha optado por exponer las intervenciones que
han tenido un carácter más general y global y que han ido configurando lo que en la
actualidad son ya acciones consolidadas y no tanto programas puntuales.
131
Desde este Plan se diseñan y coordinan actuaciones que persiguen, tal y como
expone el propio Plan, favorecer el conocimiento de las diferencias entre niños y
niñas y entre hombres y mujeres, establecer las condiciones escolares que permitan
corregir las discriminaciones y estereotipos sexistas, formar al alumnado en la
autonomía personal como base para fomentar el cambio en las relaciones de género
y corregir los desequilibrios entre profesoras y profesores en la asunción de
responsabilidades escolares.
• Visibilidad: pretende hacer visible las diferencias entre chicos y chicas para poner
de manifiesto las desigualdades y discriminaciones que se producen como
consecuencia de esas diferencias.
Se persigue también dar luz a las contribuciones de las mujeres en todos los
campos, cosa que normalmente se esconde, para de este modo sensibilizar sobre
la existencia de roles discriminatorios en función del sexo.
• Transversalidad: pretende que los principios de igualdad entre hombres y mujeres
estén presentes en todas y cada una de las intervenciones que lleven a cabo las
administraciones públicas educativas y esto se pueda trasladar a los centros
educativos no de forma puntual, sino integral con capacidad de impregnar todos
los ámbitos y contenidos educativos.
En este sentido, se propiciará en la elaboración, desarrollo y seguimiento de todas
las actuaciones que afecten, directa o indirectamente, a la comunidad educativa,
que se incorpore la perspectiva de género.
• Inclusión: pretende que las medidas y actuaciones educativas se dirijan al
conjunto de la comunidad para posibilitar la corrección de los roles sexistas
estereotipados y avanzar en unas relaciones de género más justas e igualitarias.
132
OBJETIVOS MEDIDAS
I Plan de Objetivo 1. Facilitar -Todos los registros, documentación, informes y memorias que elaboren y emitan los centros recogerán los datos
Igualdad entre un mayor desagregados por sexo, de forma que permitan explicaciones diferenciadas.
Hombres y conocimiento de las
Mujeres en diferencias entre -Las memorias de Inspección incluirán los datos necesarios para comprobar el nivel de ejecución de las medidas
Educación. niños y niñas, desarrolladas por los centros en cumplimiento de este Plan.
hombres y mujeres
para evitar y corregir -En la formación inicial del profesorado deberá cursarse de forma obligatoria un módulo de coeducación cuya
las discriminaciones responsabilidad docente corresponderá a los grupos, seminarios o Institutos universitarios de investigación especializados en
que de aquellas se materia de igualdad de género.
derivan, así como
favorecer las -Se desarrollará, desde los Centros del Profesorado, formación específica para avanzar en la implantación de la asignatura
relaciones basadas en optativa de secundaria obligatoria Cambios sociales y nuevas relaciones de género, así como para el desarrollo de los
el reconocimiento y contenidos prácticos de aprendizajes en responsabilidades familiares y cuidados de las personas.
la libertad de
-Los Centros del Profesorado prestarán especial atención a la formación de los docentes con el objeto de incorporar el
elección.
desarrollo de prácticas coeducativas que favorezcan el aprendizaje y la participación activa del alumnado de ambos sexos en
condiciones de igualdad, especialmente en las áreas científico-tecnológicas.
-Los Centros del Profesorado dispondrán de profesorado colaborador para el asesoramiento y colaboración en la
planificación y diseño de líneas transversales coeducativas en el Plan de formación, actividades, cursos, etc.
-Se elaborarán guías de buenas prácticas para los cambios en las relaciones entre niños y niñas, hombres y mujeres, dirigidas
a las familias, al profesorado, al alumnado y a la administración Educativa.
I Plan de Objetivo 2. Promover -Se velará por el cumplimiento de las disposiciones relativas a la utilización de un lenguaje no sexista en todos los
Igualdad entre condiciones escolares documentos emanados de la Administración educativa y de los centros escolares.
Hombres y que favorezcan
Mujeres en prácticas educativas -Los Planes y Programas de la Consejería de Educación deberán tener en cuenta la perspectiva de género en sus
Educación. correctoras de planteamientos, principios y actuaciones.
estereotipos de
dominación y -En cada centro habrá una profesora o profesor responsable en materia de coeducación cuya dedicación será considerada
dependencia. como mérito a efectos de promoción.
-La Consejería de Educación dará las instrucciones necesarias para asegurar la incorporación de personas expertas en
materia de género en los Consejos Escolares.
133
-Los Equipos de Orientación Educativa y los Departamentos de Orientación desarrollarán e impulsarán programas y
actuaciones de orientación vocacional y profesional que potencien la eliminación de estereotipos y roles de sexo en la
formación de expectativas y opciones académicas y laborales.
-Se impulsarán las medidas necesarias para favorecer la igualdad entre hombres y mujeres en los Ciclos Formativos. En este
sentido, se promoverán medidas para incentivar una representación más equilibrada del alumnado de ambos sexos,
especialmente en aquellos donde la elección de familias profesionales esté condicionada por estereotipos de roles sexistas.
-Los Centros de Educación Permanente potenciarán la educación en igualdad entre hombres y mujeres con el objetivo de
desarrollar relaciones más igualitarias entre la población adulta. Se promoverán medidas para conseguir una representación
más equilibrada de ambos sexos entre este alumnado.
-Se trasladarán a los Consejos Escolares de todos los centros las instrucciones necesarias para que en la selección de
materiales curriculares se emplee el criterio de primar aquellos que mejor respondan a la coeducación entre niños y niñas.
-Se trasladará a las editoriales las instrucciones que se dirijan a los centros referidas a criterios de selección de materiales
curriculares para que puedan considerarlas en la edición de los mismos.
-Se dotará un premio anual para reconocer el material curricular que destaque por su valor coeducativo.
I Plan de Objetivo 3. Fomentar -Se arbitrarán las medidas necesarias para garantizar que el alumnado de los niveles obligatorios adquiera los conocimientos
Igualdad entre el cambio de las y habilidades necesarios para responder a las responsabilidades familiares y cuidados de las personas.
Hombres y relaciones de género
Mujeres en formando al -En el diseño del currículo para Andalucía se contemplará la inclusión de contenidos y actividades dirigidos a visibilizar la
Educación. alumnado en la contribución de las mujeres al desarrollo de nuestra sociedad. Asimismo, se incluirá el aprendizaje de responsabilidades
autonomía personal. familiares y cuidados de las personas por parte de los niños y las niñas.
-Se dotará a todos los centros de materiales curriculares de apoyo con el fin de facilitar la mayor implantación de la
asignatura optativa de Educación Secundaria Obligatoria Cambios sociales y nuevas relaciones de género.
-Se realizarán convocatorias de proyectos de coeducación, a través de las Asociaciones de Padres y Madres del Alumnado,
con la finalidad de promover la mayor educación a través del reparto de las responsabilidades domésticas en las familias.
-Los Centros del Profesorado promoverán en los centros educativos trabajos en grupo que incentiven la innovación en temas
de igualdad de sexos. En este sentido, se dará un nuevo impulso a la convocatoria de Proyectos de Coeducación, creando
redes de coeducación para el intercambio de prácticas y experiencias relacionadas con la igualdad entre hombres y mujeres
en el ámbito educativo.
134
I Plan de Objetivo 4. Corregir -Se promoverá la participación de las profesoras en todos los órganos gestores de la Consejería de Educación, por lo cual, en
Igualdad entre el desequilibro el marco de la normativa vigente, se analizarán los baremos correspondientes.
Hombres y existente entre
Mujeres en profesoras y -Las evaluaciones de las actividades del profesorado contemplarán el índice de participación de los profesores y de las
Educación. profesores en profesoras, a fin de recoger los desequilibrios que, en su caso, se produzcan, y proponer medidas a tal efecto.
actividades y
responsabilidades -Si no existiera candidatura para ocupar la dirección de centros docentes, los Delegados y Delegadas de la Consejería de
escolares de tal modo Educación actuarán teniendo en cuenta las Recomendaciones y Directivas del Consejo de Europa en materia de igualdad,
que se ofrezca a niños por las que se insta a los Estados miembros para que lleven a cabo las acciones necesarias para promover de forma activa la
y niñas y jóvenes representación de las mujeres en los puestos de decisión.
modelos de actuación
diversos,
equipotentes y no
estereotipados.
Cuadro 5.1. Objetivos y medidas del I Plan de Igualdad entre Hombres y Mujeres en Educación
135
136
Expone como principios generales que deben regular esa convivencia los
siguientes:
137
138
Se establece que uno los objetivos del plan de convivencia será facilitar la
prevención, detección y eliminación de todas las manifestaciones de violencia,
especialmente del acoso escolar, de la violencia de género y de las actitudes y
comportamientos xenófobos y racistas.
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141
143
144
Con el Plan se pretendía dotar de los recursos necesarios para la detección precoz
de la violencia de género dentro del ámbito educativo y, por tanto, se abordan desde las
primeras etapas educativas hasta los niveles superiores. En este sentido, se ha procurado
que participen de estas intervenciones todos los sectores de la comunidad educativa
propiciando que se arbitren formas de mejorar y aprender a convivir y resolver los
conflictos sin el uso de la violencia y con respeto. La Ley establece valores
fundamentales para el logro de estos objetivos: los que aporta la coeducación y los de la
escuela inclusiva.
145
146
147
En los aspectos educativos del Acuerdo se desarrollan seis objetivos con sus
correspondientes medidas.
148
OBJETIVOS MEDIDAS
I Plan Objetivo 1. Fomentar -Organización de acciones de sensibilización-formación en materia de coeducación, igualdad y violencia de género dirigidas
Estratégico para una mayor al profesorado, alumnado y a través de las AMPA, a las madres, padres, abuelas y abuelos cuidadores.
la Igualdad de sensibilización sobre
Mujeres y el significado de la -Organización de talleres de educación afectivo-sexual, prevención de embarazos no deseados y enfermedades de
Hombres en igualdad en el transmisión sexual, así como de educación afectiva y emocional, habilidades sociales, resolución de conflictos de forma
Andalucía contexto educativo y pacífica y dialogada y orientación académica profesional.
(Línea de los valores que
actuación permitan un reparto -Impregnar de perspectiva de género el Plan de Acción Tutorial, tanto en la Educación Infantil y Primaria como en la
educativa). de tareas y cuidados Educación Secundaria.
más igualitarios.
-Desarrollo de pautas de intervención coeducativas para la etapa 0-3 años.
-Impulso y difusión de la materia optativa Cambios sociales y Género, así como de Proyectos Integrales en temas de género.
-Elaboración de instrucciones y orientación en relación con los criterios de selección y edición de materiales curriculares,
desde la perspectiva de género, en la medida de asegurar la eliminación del sexismo en ellos.
-Incorporar a los currículum de las diferentes asignaturas un tratamiento inclusivo con las aportaciones de las mujeres a los
diferentes campos del saber, así como la reflexión sobre su ausencia o presencia sesgada como consecuencia histórica de su
exclusión.
-Reconocimiento, distinción pública y difusión del material curricular relevante por su valor coeducativo fomentando su
elaboración a través de los premios Rosa Regás, convocatoria de proyectos de investigación e innovación educativa y de
elaboración de materiales y otros.
-Incorporar la orientación académica y profesional desde una perspectiva de género, y con especial atención al fomento de la
igualdad en la diversidad (discapacidad, origen migrante, clase social, etc.).
I Plan Objetivo 2. Promover -Designación de responsables de coeducación en cada uno de los centros educativos, preferentemente con formación en
Estratégico para las competencias coeducación o en su defecto, compromiso de adquirirla a lo largo del curso escolar, con el cometido de impulsar la igualdad
la Igualdad de necesarias para de género en el centro a través del desarrollo de las actuaciones establecidas en el artículo 15 de la Ley 12/2007, de 26 de
Mujeres y incorporar la igualdad noviembre.
Hombres en de género en el
Andalucía profesorado y las -Visibilización de la Red andaluza de responsables de coeducación de los centros, a través del Portal de Igualdad situado en
(Línea de personas que trabajan la página web de la Consejería de Educación.
actuación en el ámbito
149
educativa). educativo. -Designación obligatoria de una persona con formación en igualdad de género en los Consejos Escolares. Estas personas
formarán parte de la red andaluza de coeducación y participarán del Portal de Igualdad para intercambio e información.
-Colaboración para la formación entre el Instituto Andaluz de la Mujer y la Consejería de Educación, mediante un Convenio
Marco firmado por ambas.
-Organización de actuaciones formativas dirigidas a los servicios de inspección educativa, red asesora, equipos directivos,
gabinetes provinciales de asesoramiento sobre la convivencia escolar, profesorado en general y específica para el
profesorado responsable de coeducación en los centros, en materia de igualdad de oportunidades, violencia de género,
coeducación y educación sexual.
-Actuaciones para que en los cursos de formación del funcionariado docente en prácticas, se incluya formación específica en
género y coeducación.
-Incorporación de la perspectiva de género en todos los cursos y actividades de formación que se lleven a cabo en materia de
juventud dirigidos a personas mediadoras juveniles, agentes sociales y profesionales.
-Fomentar la participación del movimiento asociativo, especialmente de mujeres, como transmisores en valores de género
en los centros educativos así como la participación en los proyectos de coeducación para las AMPA.
-Establecimiento de estrategias transversales educativas sobre resolución alternativa de conflictos, tales como el diálogo, la
conciliación, negociación o mediación, en todos los centros educativos.
-Impulsar la presencia equilibrada de mujeres y hombres en los órganos directivos y otros cargos de responsabilidad en los
centros educativos así como en la docencia de todos los niveles educativos.
I Plan Objetivo 3. Facilitar -Impulso preferente de la creación de centros infantiles en zonas rurales y en las zonas/centros de actuación educativa
Estratégico para instrumentos y preferente.
la Igualdad de recursos de apoyo a
Mujeres y las familias que -Desarrollo de medidas, desde la perspectiva de género, que afronten las causas del abandono escolar prematuro.
Hombres en garanticen
Andalucía condiciones de -Gratuidad de los servicios de atención socioeducativa, taller de juego, aula matinal, comedor escolar, actividades
(Línea de igualdad en la extraescolares y residencia escolar para el alumnado que se encuentre en situación de dificultad social extrema o riesgo de
actuación participación en el exclusión, quedando incluidos en este supuesto los hijos e hijas de mujeres atendidas en los centros de acogida para mujeres
educativa). ámbito educativo. víctimas de violencia de género.
150
-Impulso en los centros educativos de la figura de delegadas y delegados de madres y padres del alumnado.
I Plan Objetivo 4. Eliminar -Promover una presencia equilibrada de las mujeres en el material curricular y libros de texto, a través de su contribución en
Estratégico para los prejuicios las distintas facetas de la historia, ciencia, política, cultura y desarrollo de la sociedad e incluir el estudio del feminismo
la Igualdad de culturales y los como pensamiento político y movimiento social, así como la revisión del currículo, del lenguaje coeducativo y las imágenes.
Mujeres y estereotipos sexistas
Hombres en o discriminatorios en -Promover la desaparición en los materiales curriculares y libros de texto de prejuicios culturales y estereotipos sexistas o
Andalucía los libros de texto y discriminatorios.
(Línea de demás materiales
actuación curriculares. -Supervisión, por parte de la Consejería de Educación a través de la Inspección Educativa y de los Equipos Directivos de los
educativa). Centros, del cumplimiento de la normativa en las programaciones didácticas, materiales curriculares y libros de texto,
instando a las editoriales para que adapten sus textos a los criterios de selección de materias curriculares.
I Plan Objetivo 5. Favorecer -Realización de actuaciones de sensibilización tanto al alumnado como a las AMPA para promover una mayor presencia de
Estratégico para la presencia mujeres y hombres en aquellas carreras universitarias en las que cada sexo está subrepresentado.
la Igualdad de equilibrada de
Mujeres y mujeres y hombres en
Hombres en los distintos estudios
Andalucía y profesiones.
(Línea de
actuación
educativa).
I Plan Objetivo 6. -Implicar al Observatorio Andaluz para la Convivencia Escolar en la elaboración de propuestas para la formación
Estratégico para Reconocer la universitaria en materia de género, especialmente en la formación inicial del profesorado.
la Igualdad de igualdad de género
Mujeres y como materia -Impulso de la introducción de enseñanzas en materia de igualdad de género como requisito para la obtención del título de
Hombres en universitaria, Master de Profesorado en ESO, Bachillerato, FP o Enseñanza de Idiomas, en todas sus modalidades.
Andalucía investigadora y de
(Línea de gestión.
actuación
educativa).
Cuadro 2. Objetivos y medidas del I Plan Estratégico para la Igualdad de Mujeres y Hombres en Andalucía (Línea de actuación educativa
151
Para hacer posible el uso más integral y eficiente de los recursos se han ido
desarrollando una serie de instrumentos de coordinación, colaboración y
152
153
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156
157
158
TIPO DE DENOMINACIÓN
RECURSO
Materiales -Aprender a cuidar y a cuidarnos. Experiencias para la autonomía y la vida cotidiana. Consejería de Educación de la Junta de Andalucía.
curriculares Consiste en una experiencia escolar de trabajo en aula con el tema de la autonomía personal y los saberes domésticos.
-Cambios Sociales y Género. Consejería de Educación de la Junta de Andalucía. Se realiza este trabajo para ofrecer propuestas que sirvan
para adaptar los contenidos de la asignatura optativa Cambios sociales y género al aula. Además, contiene una guía para el profesorado.
-Interculturalidad, feminismo y educación. Consejería de Educación de la Junta de Andalucía. El material pretende introducir una
perspectiva feminista en las relaciones que tienen lugar en la escuela entre los miembros de distintas culturas.
-Un Mundo por Compartir. Consejería de Educación de la Junta de Andalucía y Asociación Andaluza por la Sociedad y Paz. Es un material
didáctico que ayuda a la comprensión y superación de las desigualdades de género y favorece la comprensión de la importancia de no
discriminar a las mujeres.
-Propuesta didáctica: Planta cara a la violencia. Ponle cara a la igualdad. Se pretende dotar al profesorado de una serie de actividades,
recursos y orientaciones metodológicas que posibiliten el mejor trabajo con el alumnado de Secundaria en el aula y hacerles partícipes de la
campaña paralela puesta en marcha por la Asociación Red de hombres por la Igualdad.
-Coeducación 2.0: Cuaderno de actividades para trabajar la coeducación transversalmente. El manual es un recurso para el profesorado de
los centros de educación secundaria y a la persona responsable de coeducación. Se pretende trabajar de forma transversal e interdisciplinar la
perspectiva de género en el curriculo y fomentar la sensibilidad en los temas de género. Se suministra una batería de actividades que
posibilitan trabajar la coeducación desde diversas áreas. Hace uso de las nuevas tecnologías de la información y de la comunicación para
abordar el trabajo. Cuenta con un cuaderno de actividades con 23 actividades coeducativas donde se reflexiona sobre el papel de la mujer a
lo largo de la historia y en la actualidad. Se posibilita un trabajo muy autónomo del alumnado procurando que descubra por sí mismo las
respuestas a las cuestiones planteadas.
-Hagamos visibles a las mujeres. Materiales didácticos para la igualdad. La Consejería para la Igualdad y Bienestar Social a través del
Instituto Andaluz de la Mujer hace un análisis del sexismo en los materiales escolares abarcando los conceptos explícitos, implícitos,
presentes y ausentes; el lenguaje utilizado y las imágenes e ilustraciones. Incorpora propuestas de actividades con fichas y material de
evaluación.
-Materiales didácticos de la Consejería de Educación y el Instituto Andaluz de la Mujer para la prevención de la violencia de género. Cuenta
con unidades didácticas dirigidas a educación primaria, educación secundaria y personas adultas.
o Coeducando y Compensando.
159
o Construyendo igualdades.
o E.S.O por la Salud: Propuesta para incorporar de forma curricular la Promoción de la Salud y la Coeducación.
o El alma de los cuentos: Los cuentos como generadores de actitudes y comportamientos igualitarios.
Guías -Guía de buenas prácticas para favorecer la igualdad entre hombres y mujeres en educación. Consejería de Educación de la Junta de
Andalucía. Se hace diagnóstico de la situación escolar, identificando los problemas y obstáculos existentes en los centros y se proponen
intervenciones alternativas para mejorar las condiciones de igualdad de género en esos espacios educativos.
-¿Conoces a ...? (I) Consejería de Educación de la Junta de Andalucía. Son una Guía didáctica, por un lado, y fichas de trabajo con biografías
de mujeres de diferente origen y extracción social, por otro.
-¿Conoces a...? (II) Consejería de Educación de la Junta de Andalucía. El trabajo anterior se completa con una nueva Guía didáctica y fichas
de trabajo con nueve biografías de mujeres relevantes.
-El misterio del chocolate en la nevera. Consejería de Educación de la Junta de Andalucía e Instituto de la Mujer. Esta publicación pretende
reconocer como imprescindibles para nuestras vidas los saberes de cada día en las relaciones entre las personas que conviven en una casa.
160
-Contar cuentos cuenta. Consejería de Educación de la Junta de Andalucía e Instituto de la Mujer. Se hace un análisis crítico a los
estereotipos que transmiten la literatura infantil y juvenil y se presenta también una guía de recursos para utilizar el cuento en la transmisión
de valores no sexistas.
-Guía para la participación en las Comisiones de Convivencia Escolar. Se hace una publicación en colaboración con las personas que
componen las Comisiones Provinciales de Seguimiento de la Convivencia Escolar, para ofrecer a las Comisiones de Convivencia de los
centros la información y formación que necesitan para realizar su trabajo en aras a obtener una mayor participación democrática y la
promoción de la cultura de paz y la mejora de la convivencia.
-La igualdad, un trabajo en equipo. El Instituto Andaluz de la Mujer en colaboración con la Consejería de Educación ponen en marcha un
programa que pretende favorecer, entre la población andaluza, un cambio de mentalidad que rompa los estereotipos de género para
generalizar la implicación de los hombres en la corresponsabilidad de la vida familiar y así fomentar una mayor participación de las mujeres
en el mercado laboral en condiciones de igualdad. Se edita un material denominado La igualdad, un trabajo en equipo que se compone de
tres publicaciones que van dirigidas al profesorado, el alumnado y al ámbito familiar. Se pretende sensibilizar y concienciar a la comunidad
educativa de la importancia de equilibrar las responsabilidades familiares y los trabajos domésticos.
-Guía para padres y madres con hijas adolescentes que sufren violencia de género y El novio de mi hija la maltrata. ¿Qué podemos hacer? Se
trata de dos guías editadas por el Instituto Andaluz de la Mujer, que es fruto de la experiencia vivida en los grupos de apoyo a las familias
que se ven afectadas por problemas de violencia de género con sus hijas. En estos grupos se demanda formación, apoyo y orientación ante
una situación no esperada y que es desconocida por lo que se ofrecen estas guías que, según el Instituto Andaluz de la Mujer, pretenden
convertirse en una herramienta para ayudar a otras familias a afrontar la violencia de género que sufren sus hijas, así como para ayudar a
profesionales que trabajen en este ámbito.
-Diferentes e iguales.
-Simuladores ilustrativos y formativos desde una perspectiva de género para la formación profesional inicial.
Premios -Edición de los premios Rosa Regás. La Consejería de Educación, Cultura y Deporte institucionaliza estos premios que tienen como objetivo
reconocer la calidad de materiales escolares que destacan por su valor coeducativo. Sirven para promover la elaboración y publicación de
materiales curriculares que desarrollan en el alumnado capacidades cognitivas, emocionales y éticas sin sesgos sexistas. Los premios tienen
161
periodicidad anual y es de destacar la amplia participación y la calidad de los trabajos que se presentan.
-Poesía de Mujer. Se pretende con la edición de estos materiales reconocer el trabajo poético de multitud de mujeres que, por ser
discriminadas por razones de género, no han visto publicada su actividad artística. Al mismo tiempo, se busca que en los textos escolares,
aparezcan en igualdad con los hombres las obras de estas mujeres y no sean silenciadas y ocultadas. El trabajo publicado con esta iniciativa
se compone de una antología de poetas de los años 80 y unas propuestas didácticas.
-Cuentos por la Igualdad. Se han celebrado certámenes de cuentos por la igualdad partiendo del enorme poder de crear ideas que tiene este
tipo de materiales en los más jóvenes y, además, para romper con los tradicionales cuentos que están llenos de estereotipos sexistas.
-Campaña Vivir los Cuentos en la que publicó una Guía para contar cuentos como material didáctico para coeducar.
Es una plataforma de la Consejería de Educación de divulgación de experiencias educativas en materia de igualdad. Sirve como lugar de
encuentro de toda la comunidad educativa de Andalucía. Ofrece también un catálogo de publicaciones, experiencias, normativa y enlaces de
interés, con objeto de facilitar la aplicación de los criterios de igualdad de género en el ámbito educativo.
Es una plataforma de la Consejería de Educación abierta a toda la comunidad educativa. Pretende divulgar las experiencias en materia de
convivencia. También ofrece publicaciones, experiencias, normativa y enlaces de interés. Destacan los materiales sobre prácticas evaluadas y
contrastadas para su aplicación en los centros.
Es una plataforma de la Consejería de Educación que aúna diversos portales educativos. En el terreno que nos ocupa incorpora los dos
162
portales expuestos anteriormente. Además, cuenta con materiales orientados a la coeducación en su banco de recursos.
-Área temática de Coeducación en la página web del Instituto Andaluz de la Mujer. http://www.iam.junta-andalucia.es/
Dentro de la página web del Instituto Andaluz de la Mujer de la Consejería de Igualdad y Políticas Sociales, además de mostrar una gran
cantidad de información sobre igualdad y violencia de género, se ofrece un área concreta para coeducación. Está organizada en los siguientes
apartados: Desarrollo normativo con legislación andaluza relacionada con la coeducación y Campañas realizando difusión de información
muy variada (cuadernos didácticos, publicaciones de difusión, tablas de evaluación, etc.) sobre las distintas campañas promovidas por el
Instituto Andaluz de la Mujer que se dirigen al ámbito educativo.
-Área temática de Igualdad en la página web del Instituto Andaluz de la Juventud. Dentro de la página web del Instituto Andaluz de la
Juventud de la Consejería de Igualdad y Políticas Sociales, denominada Patio Joven, existe un área llamada Mira por la Igualdad. En este
apartado se plantean aspectos informativos, de sensibilidad, de formación y otras cuestiones relacionadas con los valores de igualdad y contra
la violencia de género. Una de las partes tiene que ver con la Escuela de Igualdad que organizan el Instituto Andaluz de la Juventud y
Instituto Andaluz de la Mujer con el objetivo de formar a jóvenes en estas materias.
Proyectos y estudios -Proyecto Intercambia. En el año 2005 nace la Red Intercambia a nivel estatal. Surge por iniciativa del Instituto de Formación del
Profesorado, Investigación e Innovación Educativa, del Ministerio de Educación y del Instituto de la Mujer del Ministerio de Igualdad en
colaboración con los organismos de Igualdad y las Administraciones educativas de las Comunidades Autónomas. Se desarrolla en el Centro
Nacional de Innovación e Investigación Educativa del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, el Servicio de Convivencia e Igualdad de
la Dirección General de Participación y Equidad de la Consejería de Educación, Cultura y Deporte de la Junta de Andalucía y el Instituto
Andaluz de la Mujer. El objetivo fundamental es la profundización en la convivencia de la comunidad educativa y la defensa de los derechos
humanos propiciando el estudio y la investigación.
-Estudio Estatal y Estudio Andaluz Igualdad y prevención de la violencia de género en la adolescencia 2010. En 2010, el Observatorio para
la convivencia escolar en Andalucía presenta el Estudio estatal y andaluz sobre Igualdad y prevención de la violencia de género en la
adolescencia y juventud. Dicho estudio se realiza en colaboración con las otras Comunidades Autónomas, el Ministerio de Igualdad y de
Educación y la Universidad Complutense. Participaron más de 11.000 alumnas y alumnos de diversas Comunidades Autónomas de los que
3.236 eran de centros educativos andaluces. El alumnado pertenecía a tercero y cuarto de la ESO, Bachillerato, Ciclos Formativos de Grado
Medio, Ciclos Formativos de Grado Superior y Programas de Cualificación Profesional Inicial, También respondieron al cuestionario el
profesorado y equipos directivos.
-Proyecto Andalucía Detecta. El proyecto ha permitido la realización de dos estudios en el año 2011 de carácter educativo donde se analizan
aspectos relacionados con la violencia de género y los y las menores, adolescentes y jóvenes. El primero de ellos es Andalucía Detecta-
Andalucía Previene: Sexismo y Violencia de Género en la Juventud Andaluza. Resultados y recomendaciones para la prevención. Un
segundo estudio ha sido Andalucía Detecta-Andalucía Interviene: Las consecuencias de la Exposición a Violencia de Género en Menores.
Resultados y recomendaciones para la intervención. Ambos estudios han sido promovidos por la Consejería de Educación, Cultura y Deporte;
163
el Instituto Andaluz de la Mujer y el Instituto Andaluz de la Juventud. Se ha pretendido realizar un diagnóstico que facilite el diseño de
programas de prevención e intervención contra la violencia de género en la juventud y para menores expuestos y expuestas a esta violencia.
El Proyecto ha estado dirigido a profesionales que trabajan con jóvenes en diversos ámbitos educativos.
-Investigación Éxito escolar y Género. La Consejería de Educación, Cultura y Deporte ha sido la impulsora de esta investigación. La
Consejería ha querido estudiar las causas de la menor tasa de alumnos que de alumnas en Educación Secundaria y cuáles son las diferencias
en número de repeticiones y abandonos prematuros de los estudios.
-Informe sobre la situación de la coeducación y la prevención de la violencia de género en los centros educativos de Andalucía 2010-2012.
Este estudio hace un profundo análisis de las intervenciones realizadas desde el ámbito educativo en temas de educación y violencia de
género en los centros educativos de Andalucía durante los años 2010 a 2012. El informe está realizado por un amplio equipos de
profesionales de la educación por encargo del Consejo Escolar de Andalucía y se aprobó en reunión de su Pleno el 12 de Diciembre de 2013.
Aborda multitud de aspectos relacionados con la coeducación y la violencia de género realizando un detenido análisis en cada uno de ellos.
-Estudio sobre evaluación del I Plan de Igualdad entre hombres y mujeres en educación. Informe Ejecutivo. La Dirección General de
Participación y Equidad de la Consejería de Educación, Cultura y Deporte solicita a la Agencia Andaluza de Evaluación Educativa un
informe de resultados del Plan, en cuya elaboración Andalucía fue pionera, que se presenta en Febrero de 2015. Se prendía estudiar y valorar
los avances que se habían producido en el ámbito educativo, desde la puesta en marcha del Plan, en los niveles de concienciación y
sensibilización sobre la igualdad de género entre hombres y mujeres y en el desarrollo de un enfoque transversal de la perspectiva de género
en todas las acciones educativas.
Cuadro 3. Recursos educativos para la intervención en materia de igualdad promovidos por la Junta de Andalucía
164
165
166
167
ser algo muy demandado por estos colectivos educativos que viven continuas
situaciones que deben atender y prevenir pero no poseen la suficiente formación
específica. Además, las instituciones educativas y sociales, cada vez más apuestan por
docentes que manifiesten y defiendan roles sociales igualitarios.
En este orden de cosas, las normas legales y las acciones aprobadas por la Junta de
Andalucía en materia de formación de género, lo hacen desde el punto de vista de la
transversalidad sin olvidar actividades específicas para determinadas cuestiones que
requieren una mayor especialización y profundidad. Se han establecido una serie de
contenidos o temas prioritarios como son la educación afectivo-sexual y la inteligencia
emocional, la prevención y resolución por vías pacíficas de los conflictos, la
incorporación al currículo educativo de la visibilidad de las mujeres y de sus
aportaciones en todos los campos del saber, el uso de un lenguaje no sexista ni
excluyente donde se manifieste tanto la existencia de hombres como de mujeres en
igualdad, la educación para la corresponsabilidad y la autonomía personal en el ámbito
doméstico, y en lo que afecta de manera directa a la violencia de género, su detección
precoz.
Las actuaciones que se realizan pretenden apoyar a los profesores y profesoras que
se impliquen en grupos de trabajo, proyectos de innovación, investigación y
experimentación educativa y planes de mejora, proyectos de coeducación y acciones
relacionadas con la igualdad entre los sexos. En este sentido se han ido creando nuevas
168
Por otro lado se han incentivado líneas de colaboración para la formación entre el
Instituto Andaluz de la Mujer y la Consejería de Educación firmándose un convenio; se
ha prestado una especial atención a la formación de las personas de los servicios de
inspección educativa, red asesora, equipos directivos, gabinetes provinciales de
asesoramiento, profesorado en general y específica para el profesorado responsable de
coeducación en los centros, en materias de igualdad de oportunidades, coeducación,
educación sexual y violencia de género.
169
• Proyecto Relaciona.
Es un programa de formación realizado por el Instituto Andaluz de la Mujer
en colaboración con el Instituto de la Mujer de España que está dirigido a
profesionales de la educación. Es una actuación de sensibilización y
prevención contra la violencia de género que pretende promover la reflexión
sobre la violencia de género en los centros educativos y fomentar acciones
para su prevención y eliminación. Se realiza en centros educativos y en
todas las provincias mediante la puesta en marcha de talleres de formación
con una duración total de doce horas, divididas en tres o cuatro sesiones.
• Programa de formación para asociaciones de madres y padres que se ha
canalizado a través de las AMPAS, los Centros Provinciales del Instituto
Andaluz de la Mujer y de la red de Centros Municipales de Información a la
Mujer. Se trabaja con familias y centros educativos en la detección de
cualquier signo de violencia y ha profundizado en la coeducación y la
cimentación de una mayor convivencia pacífica e igualitaria. Se han creado
nuevos materiales de sensibilización y formación para las familias y se han
abordado nuevos temas relacionados con la corresponsabilidad y la
conciliación de la vida personal, familiar y laboral. Se han revisado los
materiales editados sobre violencia de género en el ámbito escolar editando
un importante documento denominado Propuesta de intervención en materia
de coeducación y prevención de la violencia de género y realizando una
gran cantidad de talleres en sesiones de tres horas, que contaron con la
presencia de las técnicas de los Centros Municipales de Información a la
Mujer. Además se edita un nuevo material denominado Trátame bien...
170
Se ha buscado motivar a las AMPA para que elaboren propuestas para llevar
a cabo proyectos coeducativos construyendo líneas de colaboración a largo
plazo entre las AMPA y el personal técnico del Instituto Andaluz de la
Mujer y de los Centros Municipales de Información a la Mujer en los
programas coeducativos, creándose grupos de trabajo y una gran diversidad
de intercambios de experiencias.
172
173
CAPÍTULO 6
Capítulo 6. Metodología de la investigación
Metodología de
la investigación
1. Introducción
2. Objetivos e hipótesis
3. Método y diseño de la investigación
4. Participantes y procedimiento de
muestreo
5. Instrumento y medidas
6. Procedimiento de recogida de datos
y consideraciones éticas
7. Procedimiento de validación y
fiabilidad de las medidas
8. Procedimientos analíticos y
creación de nuevas variables
174
Capítulo 6. Metodología de la investigación
1. Introducción.
Este capítulo expone los aspectos metodológicos que permiten comprender los
resultados de investigación que presentamos en capítulos posteriores. Para ello,
partimos de los objetivos científicos planteados, para abordar, posteriormente, el
método y el diseño de la investigación, la muestra de adolescentes que participan,
deteniéndonos en el procedimiento de muestreo seguido, el instrumento utilizado en
la recogida de datos, el procedimiento seguido en la recogida de datos y las
cuestiones éticas consideradas y los resultados preliminares que están relacionados
con la calidad de las medidas empleadas.
2. Objetivos e hipótesis.
175
Capítulo 6. Metodología de la investigación
176
Capítulo 6. Metodología de la investigación
177
Capítulo 6. Metodología de la investigación
178
Capítulo 6. Metodología de la investigación
2. Hipótesis 3.2: Hay estudios que ponen de manifiesto que las actitudes de
aceptación de la violencia disminuyen con la edad. Esto no ha sido estudiado
en la población adolescente, por lo que se convierte en una hipótesis para
nuestro estudio.
179
Capítulo 6. Metodología de la investigación
género y las valoraciones que realizan los y las adolescentes sobre las acciones
educativas que trabajan en pro de la igualdad y la no violencia, especialmente
aquellas que vivencian en sus centros educativos de referencia.
Para ello, el estudio combina diferentes tipos de diseño que permiten dar
cobertura a los objetivos científicos:
180
Capítulo 6. Metodología de la investigación
Hemos incluido en la tabla 6.1 datos relacionados con dos variables vinculadas
a la trayectoria vital de los/as participantes como por ejemplo el conocimiento de
casos de violencia en el entorno próximo por considerar que ayudan a comprender el
perfil muestral. La tabla 6.1 recoge una descripción detallada de la muestra.
181
Capítulo 6. Metodología de la investigación
Tabla 6.1.
182
Capítulo 6. Metodología de la investigación
NÚMERO DE NÚMERO DE
ENCUESTAS ENCUESTAS
POBLACIÓN NÚMERO DE
POR POR
GENERAL ENCUESTAS POR
MUNICIPIOS Y MUNICIPIOS,
ANDALUCÍA MUNICIPIO
GRUPO DE GRUPO DE
8.449.985 RECOGIDAS
EDAD EDAD Y SEXO
RECOGIDAS RECOGIDAS
POBLACIÓN Municipios 14,15,16 HOMBRE 128
242
ADOLESCENTE mayores AÑOS MUJER 114
ANDALUCÍA 50.000 466 HOMBRE 113
17,18,19
(UNIVERSO) habitantes 224
AÑOS MUJER 111
547.640 27
Municipios 14,15,16 HOMBRE 110
NÚMERO DE 211
menores AÑOS MUJER 101
ENCUESTAS 409
50.000 HOMBRE 107
TOTALES 17,18,19
habitantes 198
RECOGIDAS PARA AÑOS MUJER 91
41
ANDALUCÍA
(MUESTRA)
68 875 TOTAL 875 TOTAL 875
875
183
Capítulo 6. Metodología de la investigación
184
Capítulo 6. Metodología de la investigación
5. Instrumento y medidas.
185
Capítulo 6. Metodología de la investigación
186
Capítulo 6. Metodología de la investigación
Aunque hay estudios que señalan que el uso de las medidas de autoinforme para
recoger datos de estudiantes puede estar sujeto a errores, respuestas falsas y
memoria inaccesible (Shen et al. 2012) otros trabajos como el de Foshee et al.
(2004) ponen en valor los autoinformes como técnicas para medir la violencia de
género.
187
Capítulo 6. Metodología de la investigación
Tabla 6.2.
188
Capítulo 6. Metodología de la investigación
189
Capítulo 6. Metodología de la investigación
190
Capítulo 6. Metodología de la investigación
Los datos recogidos han sido analizados con el software estadístico SPSS
versión 22 y 21.
Para comprobar las características técnicas del instrumento sobre el que se basan
los resultados expuestos en capítulos posteriores se han realizado análisis de validez
y fiabilidad. Concretamente, la validación se ha realizado mediante dos
procedimientos; la validez de contenido realizada a partir del “juicio de expertos” y
la validación de constructo, a través de Análisis Factoriales Exploratorios (AFE). El
AFE proporciona criterios para establecer la estructura factorial de una escala y su
validez viene condicionada por obtener valores significativos del índice de
adecuación muestral de Kaiser-Meyer-Olkin y del test de esfericidad de Bartlett.
Validez de contenido
191
Capítulo 6. Metodología de la investigación
como afirmaciones sobre las que hay que mostrar acuerdo o desacuerdo en una
escala del 0 al 4. El instrumento principal de 45 ítems, se presenta a la validación de
personas expertas, teniendo más adelante nuevas modificaciones en base a las
pruebas a las que se le somete, quedando reducido finalmente para esta
investigación a 19 ítems (que componen dos escalas de 14 ítems y 5 ítems
respectivamente) como explicamos más adelante.
1. Una fase A con tres profesionales que, por sus conocimientos teóricos y
experiencia práctica, podían validar la pertinencia y adecuación de cada una
de las cuestiones que se plantean en el cuestionario para ver si aportaban
información útil sobre los objetivos de investigación previstos, además de
analizar la correcta redacción y comprensión del texto. Por otro lado, se
somete también a la validación de la presidenta de una Fundación de ayuda a
mujeres víctimas de maltrato para procurar eliminar cualquier elemento de
falta de sensibilidad. Las cuatro personas expertas que han realizado la
validación, en esta fase, tienen el siguiente perfil:
192
Capítulo 6. Metodología de la investigación
Para las ocho personas expertas se preparó el cuestionario para que se pudiera
exponer el grado de pertinencia y adecuación de cada ítem y se les pidió que
expusieran los comentarios que considerasen oportunos, especialmente las carencias
193
Capítulo 6. Metodología de la investigación
que habían encontrado y que, desde su puntos de vista, sería aconsejable incorporar
al cuestionario.
El resultado final sacando la media de las dos fases, nos aporta los siguientes
porcentajes:
194
Capítulo 6. Metodología de la investigación
Validez de constructo
Tabla 6.3
Prueba de KMO y Bartlett
Medida Kaiser-Meyer-Olkin ,830
Prueba de esfericidad de Bartlett Aprox. Chi-
5692,434
cuadrado
195
Capítulo 6. Metodología de la investigación
gl 171
Sig. ,000
Tabla 6.4
Estructura factorial de la Escala sobre Percepción de la Violencia de Género y las Acciones
Educativas
Factor Varianza explicada
I Aprendizaje de estereotipos de género 27,282
II Actitudes tolerantes hacia la violencia de género 11,350
III Valoración de acciones educativas igualitarias 10,034
IV Percepción del concepto de violencia de género 8,925
Como puede observarse (Tabla 6.4), todos los ítems obtienen pesos factoriales
superiores a .40 en el factor al que han sido asignados. Se observa en la tabla 6.5. La
saturación de los ítems en cada factor.
Tabla 6.5
Matriz de componente rotadoa
Factores
Ítems I II III IV
I5 Considero que los sentimientos y emociones son cosas principalmente de
,627 ,072 ,036 -,168
mujeres
I6 Considero que la valentía y el coraje son cosas principalmente de hombres ,759 ,160 -,079 -,134
I7 Considero que la mujer debe hacerse cargo de los hijos e hijas por estar más
,768 ,043 -,145 -,039
preparada para ello
I8 Considero que es el hombre el que debe dar sustento económico a la
,781 ,142 -,116 -,038
familia
I10El papel fundamental del hombre en la pareja es proteger a la mujer
,659 ,130 -,075 -,118
mientras que la mujer debe centrarse en cuidar del hombre
I11En la pareja entre hombre y mujer, el hombre debe llevar la voz cantante ,729 ,214 -,194 -,069
I25Aceptaría situaciones abusivas por parte de mi pareja por amor ,152 ,763 -,091 -,064
I26Aceptaría situaciones abusivas por parte de mi pareja por miedo ,071 ,801 -,060 -,058
I27Aceptaría situaciones abusivas por parte de mi pareja por pena ,113 ,840 -,101 -,077
196
Capítulo 6. Metodología de la investigación
197
Capítulo 6. Metodología de la investigación
acuerdo con la literatura científica y otras medidas dan lugar a las Escalas
consideradas en este estudio.
Fiabilidad
Tabla 6.6
Coeficientes Alfa de Cronbach
Coeficiente Coeficiente
Escalas Alfa de Subescalas Alfa de
Cronbach Cronbach
Aprendizaje de estereotipos de
.852
género
Escala de Percepción de Percepción del concepto de
.645 .743
la Violencia de Género violencia de género
Actitudes tolerantes hacia la
.793
violencia de género
Escala de Valoración de
la Acciones Educativas .716
Igualitarias
198
Capítulo 6. Metodología de la investigación
1. Tras la aplicación del análisis del análisis factorial una vez comprobada la
unidimensionalidad de la medida se crea una variable con la puntuación global
identificada a partir del sumatorio de todos los ítems, quedando la variable
global de Aprendizaje de estereotipos de género en una escala de 0 a 24
puntos. Para este trabajo se presentan también los resultados en una escala de
cuatro rangos: Muy bajo (0-6) Bajo (7-12) Alto (13-19) y Muy alto (20-24).
199
Capítulo 6. Metodología de la investigación
200
Capítulo 6. Metodología de la investigación
201
CAPÍTULO 7
Percepciones de
los/as adolescentes
andaluces sobre la
violencia de género
1. Consideraciones preliminares
2. Estereotipos de género que asumen los
y las adolescentes en torno a los roles
patriarcales de género
3. Concepto que tienen los/as adolescentes
de la violencia de género: Conciencia
de las conductas violentas
4. Actitudes de aceptación de la violencia
de género
5. Creencia sobre la culpabilidad de la
mujer maltratada (mito de las mujeres
maltratadas)
202
CAPÍTULO 1
1. Consideraciones preliminares.
203
Gráfico 7.1. Gráfico de frecuencias de la variable global de
Tabla 7.1. Estadísticos
Aprendizaje de estereotipos de género
descriptivos del Aprendizaje de
estereotipos (gender-role
beliefs) (0-25)
N Válidos 857
Perdidos 18
Media 3.95
Mediana 2
Desv. T. 4.811
Mínimo 0
Máximo 24
204
Tabla 7.2. Estadísticos Gráfico 7.2 . Gráfico de porcentajes del item: “Considero que los
descriptivos del ítem: sentimientos y las emociones son cosas principalmente de mujeres”
“Considero que los
sentimientos y las emociones
son cosas principalmente de
mujeres”
N Válidos 870
Perdidos 5
Media 0.64
Mediana 0
Desv. T. 1.088
Mínimo 0
Máximo 4
205
Tabla 7.3. Estadísticos Gráfico 7.3. Gráfico de porcentajes del ítem: “Considero que la
descriptivos del ítem: valentía y el coraje son cosas principalmente de hombres”
“Considero que la valentía y el
coraje son cosas
principalmente de hombres”
N Válidos 872
Perdidos 3
Media 0.63
Mediana 0
Desv. T. 1.082
Mínimo 0
Máximo 4
206
Tabla 7.4. Estadísticos Gráfico 7.4. Gráfico de porcentajes del item: Considero que la
descriptivos del ítem
mujer debe hacerse cargo de los hijos e hijas por estar más
“Considero que la mujer debe
hacerse cargo de los hijos e preparadas para ello
hijas por estar más preparadas
para ello”
N Válidos 869
Perdidos 6
Media 0.65
Mediana 0
Desv. T. 1.098
Mínimo 0
Máximo 4
207
Tabla 7.5. Estadísticos Gráfico 7.5. Gráfico de porcentajes del item: “Considero que es el
descriptivos del ítem
hombre el que debe dar sustento económico a la familia”
“Considero que es el hombre
el que debe dar sustento
económico a la familia”
N Válidos 868
Perdidos 7
Media 0.70
Mediana 0
Desv. T. 1.094
Mínimo 0
Máximo 4
208
Tabla 7.6. Estadísticos Gráfico 7.6. Gráfico de porcentajes del item: “El papel fundamental
descriptivos del ítem. “El papel del hombre en la pareja es proteger a la mujer mientras que la mujer
fundamental del hombre en la
pareja es proteger a la mujer debe centrarse en cuidar del hombre”
mientras que la mujer debe
centrarse en cuidar del
hombre”
N Válidos 870
Perdidos 5
Media 0.90
Mediana 0
Desv. T. 1.096
Mínimo 0
Máximo 4
209
Tabla 7.7. Estadísticos Gráfico 7.7. Gráfico de porcentaje del ítem. “En la pareja entre
descriptivos del ítem “En la hombre y mujer, el hombre debe llevar la voz cantante”
pareja entre hombre y mujer, el
hombre debe llevar la voz
cantante”
N Válidos 870
Perdidos 5
Media 0.49
Mediana 0
Desv. T. 0.953
Mínimo 0
Máximo 4
210
Tabla 7.8. Concepto que Gráfico 7.8. Concepto que tienen los adolescentes de la violencia de
tienen los adolescentes de la
género
violencia de género
N Válidos 859
Perdidos 16
Media 10.28
Mediana 12
Desv. T. 2.793
Mínimo 0
Máximo 12
211
Tabla 7.9. Estadísticos Gráfico7.9. Gráfico de porcentajes del ítem: Considero maltrato
descriptivos del ítem en la pareja o ex pareja los insultos, humillaciones y los
“Considero maltrato en la desprecios
pareja o ex pareja los
insultos, humillaciones y los
desprecios”
N Válidos 866
Perdidos 9
Media 3.42
Mediana 4.00
Desv. T. 1.160
Mínimo 0
Máximo 4
212
Tabla 7.10. Estadísticos Gráfico 7.10. Gráfico de porcentajes el item “Considero maltrato
descriptivos del ítem en la pareja o expareja las amenazas y las coacciones”
“Considero maltrato en la
pareja o expareja las
amenazas y las coacciones”
N Válidos 867
Perdidos 8
Media 3.52
Mediana 4
Desv. T. 1.111
Mínimo 0
Máximo 4
213
Tabla 7.11. Estadísticos Gráfico 7.11. Gráfico de porcentajes del ítem Considero maltrato
descriptivos del ítem
físico una bofetada
Considero maltrato físico una
bofetada
N Válidos 867
Perdidos 8
Media 3.31
Mediana 4
Desv. T. 1.184
Mínimo 0
Máximo 4
214
Tabla 7.12. Estadísticos Gráfico 7.12. Actitudes de aceptación de la violencia de género
descriptivos Actitudes de global
aceptación de la violencia de
género
N Válidos 862
Perdidos 13
Media 1.92
Mediana 0
Desv. T. 3.333
Mínimo 0
Máximo 20
215
Tabla 7.13. Estadísticos Gráfico 7.13. Gráfico de porcentajes del ítem Si mi pareja o
descriptivos del ítem :Si mi expareja llegara a agredirme físicamente, le perdonaría
pareja o expareja llegara a
agredirme físicamente, le
perdonaría
N Válidos 867
Perdido 8
s
Media 0.57
Mediana 0
Desv. T. 1.009
Mínimo 0
Máximo 4
216
Tabla 7.14. Estadísticos Gráfico 7.14. Gráfico de porcentajes del ítem: “Aceptaría
descriptivos del ítem Aceptaría
situaciones abusivas por parte de mi pareja por amor”
situaciones abusivas por parte
de mi pareja por amor
N Válidos 870
Perdidos 5
Media 0.44
Mediana 0
Desv. T. 0.982
Mínimo 0
Máximo 4
217
Tabla 7.15. Estadísticos Gráfico 7.15. Gráfico de porcentajes del ítem “Aceptaría
descriptivos del ítem “Aceptaría situaciones abusivas por parte de mi pareja por miedo”
situaciones abusivas por parte de
mi pareja por miedo”
N Válidos 868
Perdidos 7
Media 0.35
Mediana 0
Desv. T. 0.815
Mínimo 0
Máximo 4
218
Tabla 7.16. Estadísticos Gráfico 7.16. Gráfico de porcentajes del item: “Aceptaría
descriptivos del ítem “Aceptaría situaciones abusivas por parte de mi pareja por pena”
situaciones abusivas por parte
de mi pareja por pena”
N Válidos 870
Perdidos 5
Media 0.30
Mediana 0
Desv. T. 0.801
Mínimo 0
Máximo 4
219
Tabla 7.17. Estadísticos Gráfico 7.17. Gráfico de porcentajes del ítem: “Aceptaría
descriptivos del ítem. situaciones abusivas por parte de mi pareja por no quedarme
“Aceptaría situaciones abusivas solo/a”
por parte de mi pareja por no
quedarme solo/a”
N Válidos 871
Perdidos 4
Media 0.28
Mediana 0
Desv. T. 0.791
Mínimo 0
Máximo 4
En cuanto al ítem “Creo que las mujeres, algunas veces, se buscan que
sus parejas o exparejas les peguen, los resultados muestran que un 65.10% se
encuentra en total desacuerdo con dicha afirmación frente a un 3.444% que se
muestra totalmente de acuerdo con la misma. A pesar del importante porcentaje
que está en contra de esta afirmación, hay que reseñar que entre las personas que
se manifiestan totalmente de acuerdo con la afirmación (3,44%), las que están
medianamente de acuerdo (5,39%) y las que se declaran indiferentes (10,79%),
220
suponen un 20,62%, una de cada 4 personas encuestadas que, de alguna forma,
participan de este mito.
N Válidos 871
Perdidos 4
Media 67
Mediana 0
Desv. T. 1.084
Mínimo 0
Máximo 4
221
CAPÍTULO 8
Diferencias
estadísticas y factores
predictores de las
actitudes tolerantes
hacia la violencia de
género
1. Consideraciones preliminares
2. Diferencias en el aprendizaje de los estereotipos,
en función del género, la edad, la educación
recibida y la experiencia vital próxima a la
violencia de género
3. Diferencias en el concepto de violencia, en función
del género, la edad, la educación recibida y la
experiencia vital próxima a la violencia de género
4. Diferencias en la aceptación y tolerancia hacia
situaciones abusivas de violencia de género en
función del género, la educación sexista y el
contacto con experiencias de violencia de género
5. Diferencias en la creencia del mito sobre la
culpabilidad de la mujer maltratada en función del
género, la edad, la educación recibida y la
experiencia vital próxima a la violencia de género
6. Identificación de los principales factores
predictores de las actitudes ante la violencia de
género
222
1. Consideraciones preliminares.
En este capítulo se exponen los resultados relacionados con los objetivos que
pretenden saber si existen diferencias en los principales constructos implicados en el
estudio de la violencia de género en función a diferentes variables.
a. Conocer si existen diferencias significativas en el grado de aprendizaje de los
estereotipos, en función del género, la edad, la educación recibida y la
experiencia vital próxima a la violencia de género.
b. Conocer si existen diferencias significativas en la percepción de la violencia, en
función del género, la edad, la educación recibida y la experiencia vital próxima
a la violencia de género.
c. Conocer si existen diferencias significativas en las actitudes de aceptación de la
violencia de género en función del género, la edad, la educación recibida y la
experiencia vital próxima a la violencia de género.
d. Conocer si existen diferencias significativas en la creencia del mito sobre la
culpabilidad de la mujer maltratada en función del género, la edad, la educación
recibida y la experiencia vital próxima a la violencia de género.
A su vez, se pretende explorar e identificar factores predictores de las actitudes ante
la violencia de género.
a. Estudiar los estereotipos de género como factores predictores de las actitudes
ante la violencia de género.
b. Estudiar el mito de la mujer maltratada como factor predictor de las actitudes
ante la violencia.
c. Estudiar la edad como factor predictor de las actitudes ante la violencia.
d. Estudiar el género como factor predictor de las actitudes ante la violencia.
223
mujeres. Se aprecian diferencias en las medias en cuanto al aprendizaje de los
estereotipos (Hombres, M=5.12, DT 5.431 y Mujeres, M=2.68, DT=3.63).
Tabla 8.1. Estadísticos descriptivos para Gráfico 8.1. Gráfico de caja para aprendizaje de los
aprendizaje de los estereotipos de género en estereotipos de género en función del género
función del género
Estadísticos Mediana 3 1
El programa nos muestra las pruebas de normalidad, para tomar una decisión
sobre la adecuación de los test paramétricos a la comparación de medias. La prueba de
normalidad muestra que la variable aprendizaje de estereotipos de género no se
distribuye según una Ley Normal, ya que la “p” asociada a los contrastes de K-S (0,000)
da por debajo del nivel de significación alfa prefijado (0,05). Esto nos obliga a tomar un
camino diferente en el análisis de la relación entre estas dos variables, optando por
pruebas no paramétricas. La Prueba U de Mann Whitney permite afirmar con una
confianza del 95% que existen diferencias significativas en el aprendizaje de los
estereotipos de género según los adolescentes sean hombres o mujeres.
224
Tabla 8.2. Contraste no Gráfico 8.2. Gráfico del contraste no paramétrico entre Estereotipos de
paramétrico entre género y género
Estereotipos de género y
género
N total 857
U de 66.117,500
Mann
Whitney
W de 150.783,500
Wilcoxon
Z -7,172
Sig. .000
Asint.
Tabla 8.3. Estadísticos Gráfico 8.3. Gráfico de caja y bigotes para aprendizaje de los
descriptivos para aprendizaje de estereotipos de género en función de la edad
los estereotipos de género en
función de la edad
Edad De De 17
14 a a 19
16 años
años
Media 3.91 3.99
Media 2 2
descriptivos
Estadísticos
na
DT 4.696 4.935
Mín. 0 0
Máx. 24 24
225
recibida algo sexista” (Gráfico 8.4), la caja superior tiene un mayor tamaño y por tanto,
un mayor grado de dispersión en los valores situados entre el 50% y el 75% de los
resultados obtenidos. Observando los bigotes de la misma, el inferior es inexistente, por
lo que el valor mínimo (0), coincide con el Q1. Sin embargo, el bigote superior es el que
presenta la mayor longitud de los tres diagramas, indicando asimismo, una mayor
dispersión entre el 75% y el 100% de los resultados obtenidos (Educación recibida algo
sexista, M=4,69, DT=5,210).
226
Tabla 8.4. Aprendizaje de los estereotipos de género en Gráfico 8.4. Gráfico de caja y bigotes para
función de la educación sexista recibida aprendizaje de los estereotipos de género en
función de la educación sexista recibida
227
Gráfico 8.5. Prueba de Kruskal Wallis para aprendizaje de estereotipos de género en función a
la educación sexista recibida
228
Tabla 8.5. Estadísticos descriptivos para Aprendizaje de los estereotipos de género en función de la
experiencia vital próxima a la violencia de género
Gráfico 8.6. Gráfico de caja y bigotes sobre aprendizaje de los estereotipos de género en función de la
experiencia vital próxima a la violencia de género
229
Gráfico 8.7. Prueba de Kruskal Wallis para aprendizaje de estereotipos de género en
función a educación sexista recibida
230
Tabla 8.6. Estadísticos descriptivos Gráfico 8.8. Gráfico de caja y bigotes para el
sobre conocimiento del concepto de los conocimiento del concepto de violencia de género en
estereotipos de género en función del función del género
género
Mediana 12 12
DT 2.702 2.889
Mín. 0 0
Máx. 12 12
Tabla 8.7. Conciencia de los Gráfico 8.9. Conciencia de los estereotipos de género
estereotipos de género en función de la en función de la edad
Edad De 14 a De 17
16 años a 19
años
Media 10.10 10.47
descriptivos
Estadísticos
Mediana 12 12
DT 2.981 2.567
Mín. 0 0
Máx. 12 12
edad
231
De los resultados obtenidos referentes a la educación sexista recibida, se extrae
que existe bastante coincidencia para los gráficos que representan “Educación recibida
no sexista” y “Educación recibida sexista”. En ambos coinciden las medianas (Me=12)
con el valor máximo, dando lugar a una sola caja y bigote por gráfico con tamaño y
longitud similar en ambos casos, por lo que se deduce un grado de dispersión muy
parecido.
232
Tabla 8.8. Conciencia de los estereotipos de género en función de la educación sexista recibida
Estadísticos Mediana 12 11 12
descriptivos DT 2.557 3.138 2.891
Mín. 0 0 0
Máx. 12 12 12
Gráfico 8.10. Gráfico de caja y bigotes para el conocimiento del concepto de violencia de género en
función de la percepción sobre la educación sexista recibida
233
Si se comparan los dos gráficos anteriores con el tercero que representa
“Contacto con casos de violencia”, se observa que presenta dos cajas, siendo la inferior
mayor que la superior, indica una dispersión superior por debajo que por encima de la
mediana (Me=11). En cuanto a longitud de bigotes, el superior es inexistente al
coincidir con el valor máximo con el Q3 (75% de los datos). Al observarse el bigote
inferior, se detecta que es el de mayor longitud de los tres gráficos, lo que quiere decir
una mayor dispersión de los datos comprendidos entre el valor mínimo y el Q1 (25% de
los datos).
Tabla 8.9. Estadísticos descriptivos del concepto de violencia de género en función de la experiencia
vital próxima a la violencia de género
No conoce Conoce Conoce en
casos de algunos gran medida
Experiencia vital violencia casos de algunos casos
próxima a la violencia próximos violencia de violencia
Media 10.24 9.97 10.43
Mediana 12 11 12
Estadísticos
DT 2.919 2.699 2.635
descriptivos
Mín. 0 1 0
Máx. 12 12 12
Gráfico 8.11. Conocimiento del concepto de violencia de género en función de la experiencia vital
próxima a la violencia de género
234
Gráfico 8.11. Prueba de contraste no paramétrico para conocimiento del concepto de violencia y
conocimiento de casos de violencia en el entorno próximo
235
Tabla 8.10. Estadísticos descriptivos de Gráfico 8.12. Gráfico de caja y bigotes de la aceptación/
la Aceptación/ Tolerancia de la Tolerancia de la violencia de género en función del género
violencia de género en función del
género
Mediana 1 0
DT 3.614 2.878
Mín. 0 0
Máx. 17 20
236
Gráfico 8.13. Prueba de contraste no paramétrico Aceptación/ Tolerancia hacia la
violencia de género en función del género
237
Tabla 8.11. Aceptación/Tolerancia hacia la violencia de género en función de la educación
sexista recibida
Educación recibida Educación no Educación Educación
sexista algo sexista sexista
Media 1.55 2.53 2.16
Estadísticos Mediana 0 1 0
descriptivos DT 3.014 3.718 3.536
Mín. 0 0 0
Máx. 20 16 16
Gráfico 8.14. Gráfico de caja y bigote sobre Tolerancia hacia la violencia de género en función
de la educación sexista recibida
238
Gráfico 8.15. Prueba no paramétrica para Tolerancia hacia la violencia de género en
función de la educación sexista recibida
239
longitud de los tres gráficos, lo que quiere decir una mayor dispersión de los datos
comprendidos entre el valor máximo y el Q3 (75% de los datos).
240
Gráfico 8.17 Prueba de contraste no paramétrico para tolerancia hacia la
violencia de género y el conocimiento de casos de violencia en el entorno
241
Tabla 8.13. Creencias en el mito de la culpabilidad de la mujer maltratada
Si lo planteamos en función del género, hay más mujeres (308) que hombres
(259) que no creen en el mito. Por lo que respecta a las personas que creen en el mito, el
hombre presenta mayor aceptación que las mujeres tanto en los que creen
moderadamente (hombres, 147 y mujeres, 80) como los que creen bastante en el mito
(hombres, 49 y mujeres, 28). La prueba de Chi cuadrado (X2=28047, p=.000, C.
Contingencia, .177) indica la existencia de diferencias significativas en el mito de la
culpabilidad de la mujer maltratada en función al género, masculino o femenino de
los/as adolescentes.
242
Gráfico 8.18. Creencias en el mito de la culpabilidad en función del género
243
Gráfico 8.19. Creencias en el mito de la culpabilidad en función de la edad
244
Gráfico 8.20. Creencias en el mito de la culpabilidad en función de la educación sexista recibida
245
Gráfico 8.21. Creencias en el mito de la culpabilidad en función de la experiencia vital próxima a la
violencia de género
246
Gráfico 8.22. Creencias en el mito de la culpabilidad en función del conocimiento del concepto
de violencia de género
247
de aceptación de abuso, puedan ser incluidas, posteriormente, en modelos de análisis
más robustos (Modelos jerárquicos lineales o modelos de ecuaciones estructurales).
A continuación presentamos el modelo cuya partición explica mayor porcentaje
de la varianza en la primera segmentación. En este modelo se incluyen inicialmente
como variables independientes: el género, la edad, el grado de aprendizaje de los
estereotipos de género, la percepción sobre la educación sexista recibida, el
conocimiento del concepto de violencia de género, la experiencia vital próxima a casos
de violencia y el mito de culpabilidad de la mujer maltratada.
En cuanto al método seguido, el algoritmo utilizado es el CHAID dado que el
tipo de variables con las que contamos lo permiten aplicar (Kass, 1980) (Bigs, de Ville
y Suen, 1991) y además, este algoritmo produce mejores soluciones en el sentido de que
consigue explicar más varianza que otros como el CART. El modelo resultante explica
correctamente el 64.5% de los casos tolerantes ante las situaciones de abuso y de
violencia. El árbol es de utilidad tanto para explorar el perfil de los subgrupos como
para la construcción posterior de un modelo paramétrico más detallado.
Según Lizosoain, es recomendable validar el árbol con objeto de incrementar su
precisión (lo que se denomina validez predictiva). Además los árboles no validados
tienden a subestimar el riesgo de clasificación o predicción errónea. En este caso, como
el tamaño de la muestra es de 875 casos, no es excesivamente elevado, se emplea la
validación cruzada.
Los resultados para las actitudes tolerantes ante la violencia de género nos
indican que nos encontramos con dos variables de segmentación, el mito de la
culpabilidad de la mujer maltratada, el concepto de violencia de género y el género.
Posteriormente aparecen dos variables de segmentación, segmentando un nodo cada una
de ellas, que son: el mito de la culpabilidad de la mujer maltratada y el concepto de
violencia de género.
El árbol de decisión adopta tres niveles y cinco nodos terminales. El 47.2% de
los adolescentes muestran actitudes tolerantes ante situaciones de abuso. El mito de la
culpabilidad de la mujer maltratada aparece como la principal variable predictora de la
tolerancia hacia las situaciones de violencia de género. El nodo 1 supone que el 58,6%
de los adolescentes que creen moderadamente en el mito (un total de 222) muestran
actitudes de aceptación ante la violencia. No obstante, este nodo no es terminal, aparece
una nueva variable de segmentación: el conocimiento del concepto de violencia de
género, así en el nodo 5 el 77,4% del subgrupo con un conocimiento parcial de las
248
conductas implicadas en un acto de perpetración de violencia de género, muestran
actitudes tolerantes. En el nodo 4, el 52,7% con un elevado o escaso conocimiento del
concepto de violencia tolerarían las situaciones de abuso justificándolas. El nodo 2, es
un nodo terminal. Donde el 71.4% de los/as adolescentes que creen bastante en el mito
de la culpabilidad de la mujer maltratada (un pequeño porcentaje de 8.9%) toleran la
violencia de género. El nodo 3, está compuesto por un amplio porcentaje de
adolescentes (65.3%) que no creen en el mito mostrando el 60.6% tolerancia cero ante
la violencia. No obstante, no es un nodo terminal, por lo que interviene otra variable de
segmentación, en este caso el género. En el nodo 6 el 29.8% de los adolescentes que no
creen en el mito son hombres, de este porcentaje aproximadamente la mitad, el 51%
muestra actitudes tolerantes ante una situación de abuso. En el nodo 7 el 70.3% de las
adolescentes que no creen en el mito de la culpabilidad de la mujer maltratada, muestran
tolerancia cero ante situaciones de abuso, y por tanto no justificarían, ni perdonarían el
abuso.
249
Figura 8.1. Árbol de decisión para tolerancia de la violencia de género
250
Las tablas de riesgo y clasificación proporcionan una rápida evaluación de la bondad del
funcionamiento del modelo (Berlanga, Rubio y Vilà, 2013). En este sentido, la tabla
muestra el modelo clasifica de forma correcta, aproximadamente, al 61.6% de los/as
adolescentes en general. De forma específica para cada categoría de la variable
dependiente ofrece un “acierto” más elevado en el caso de la categoría “tolerancia de la
violencia”, con un 64.5%.
Tabla 8.14.
Tabla de riesgo
Riesgo
Método Estimación Típ. Error
Resustitución ,384 ,017
Validación cruzada ,407 ,017
Métodos de crecimiento: CHAID
Variable dependiente: Tolerancia
Tabla 8.15.
Tabla de clasificación
Clasificación
Observado Pronosticado
Tolerancia cero Toleran la Porcentaje
violencia correcto
Tolerancia cero 215 240 47,3%
Toleran la violencia 91 316 77,6%
Porcentaje global 35,5% 64,5% 61,6%
Métodos de crecimiento: CHAID
Variable dependiente: Tolerancia
251
Tabla 8.16.
Ganancia de los nodos
252
CAPÍTULO 9
Valoraciones de
los/as adolescentes
andaluces sobre las
acciones educativas
1. Consideraciones preliminares
2. Valoración que hacen los/as
adolescentes sobre las acciones
educativas en contra de la violencia
de género desarrolladas en los
centros educativos andaluces.
3. Valoración sobre la existencia de
diferencias significativas en función
del género y la edad en la valoración
de las acciones educativas
4. Diferencias en la valoración de las
acciones educativas en función del
grado de aprendizaje de los
estereotipos
253
CAPÍTULO 1
1. Consideraciones preliminares.
254
cercana al valor 0, lo que nos señala un grado positivo a la hora de valorar las
acciones que se vienen desarrollando en materia de violencia de género en los
centros educativos.
N Válidos 845
Perdidos 30
Media 16.03
Mediana 17.00
Desv. T. 3.485
Mínimo 2
Máximo 20
255
que sirven de ejemplo para extender la igualdad y no propiciar estereotipos sexistas.
Sin embargo, el ítem no plantea la cuantía de estos ejemplos, solo su existencia
(Figura 9.2).
Tabla 9.2. Estadísticos Figura 9.2 . Gráfico de barras del item: “En mi centro educativo
descriptivos del item: “En mi tengo ejemplos de profesores y profesoras que valoran la igualdad
centro educativo tengo ejemplos entre hombres y mujeres”
de profesores y profesoras que
valoran la igualdad entre
hombres y mujeres”
N Válidos 864
Perdidos 11
Media 3.36
Mediana 4.00
Desv. T. 0.949 60,3
2,1 3,2 23,1
Mínimo 0 11,2
Máximo 4
256
Tabla 9.3. Estadísticos Figura 9.3. Gráfico de porcentajes ítem: “Me parece necesario que
descriptivos ítem: “Me parece en los Centros educativos se desarrollen intervenciones que fomenten
necesario que en los Centros los valores de igualdad de hombres y mujeres”
educativos se desarrollen
intervenciones que fomenten los
valores de igualdad de hombres
y mujeres”
N Válidos 869
Perdidos 6
Media 3.51
Mediana 4.00
1,2 2,1 9,9 68,4
18,5
Desv. T. 0.843
Mínimo 0
Máximo 4
257
Tabla 4. Estadísticos Figura 4. Gráfico de porcentajes ítem “En mi Centro educativo se
descriptivos ítem: “En mi han puesto en marcha intervenciones en pro de la igualdad y contra
Centro educativo se han puesto la violencia de género”
en marcha intervenciones en
pro de la igualdad y contra la
violencia de género”
N Válidos 863
Perdidos 12
Media 2.83
Mediana 3.00
19,5
Desv. T. 1.217
26,2
Mínimo 0
9 39
6,3
Máximo 4
258
Tabla 9.5. Estadísticos Figura 9.5. Gráfico de porcentajes ítem “En el caso de haberse
descriptivos ítem “En el caso realizado esas intervenciones, me han
de haberse realizado esas gustado”
intervenciones, me han
gustado”
N Válidos 849
Perdidos 26
Media 2.94
Mediana 3
Desv. T. 1.131
Mínimo 0
Máximo 4
4,9 4,5 23,9 24,9 41,8
259
Tabla 6. Estadísticos Figura 6. Gráfico de porcentajes ítem: “Creo que en estas
descriptivos ítem: “Creo que intervenciones deben participar el alumnado, profesorado, padres y
en estas intervenciones deben madres”
participar el alumnado,
profesorado, padres y madres”
N Válidos 869
Perdidos 6
Media 3.36
Mediana 4.00
Desv. T. 0.946
Mínimo 0 3,2
1,7 60,6
Máximo 4 13,1 21,3
260
mayoritaria (39,1% está en total desacuerdo con el planteamiento de que en su
Centro educativo el machismo sea muy elevado) que solo supera levemente al tercio
de participantes (Figura 9.7).
Tabla 9.7. Estadísticos Figura 9.7. Gráfico de porcentajes ítem: “El machismo en mi Centro
descriptivos ítem: “El educativo es muy elevado”
machismo en mi Centro
educativo es muy elevado”
N Válidos 860
Perdidos 15
Media 1,06
Mediana 1.00
Desv. T. 1.092
Mínimo 0
Máximo 4
261
Tabla 9.8. Estadísticos Figura 9.8. Gráfico de caja y bigotes para la Valoración de
descriptivos de la “Valoración de acciones educativas en función del género
acciones educativas en función del
género”
Género
Hombre Mujer
262
Figura 9.9. Contraste no paramétrico de las Valoraciones de las acciones educativas en función al
género
263
Tabla 9.10. Estadísticos Figura 9.10. Gráfico de cajas y bigotes para la Valoración de
descriptivos para Valoración de acciones educativas en función de la edad
acciones educativas en función de
la edad
Edad
14 a 16 17 a 19
años años
Media 16,44 15,58
Mediana 17,00 16,00
DT 3,449 3,473
Min. 2 5
Max. 20 20
264
Figura 9.11. Contraste no paramétrico de las Valoraciones de las acciones educativas en
función al género
265
Tabla 9.12. Estadísticos descriptivos para Valoración de acciones educativas en función del
grado de estereotipos asumidos
Figura 9.12. Gráfico de caja y bigotes para la Valoración de acciones educativas en función
del grado de estereotipos asumidos
266
aprendizaje de estereotipos muy bajo valoran las acciones educativas en pro de
la igualdad y la no violencia de forma más positiva (M=16.48, DT=3.13)
Figura 9.13. Contraste no paramétrico de las Valoraciones de las acciones educativas en
función al grado de aprendizaje de los estereotipos
267
CAPÍTULO 10
Discusión de resultados
y conclusiones
268
1. Discusión y conclusiones.
269
En cuanto a los papeles que creen adecuados para hombres y mujeres con
respecto a determinadas cuestiones que podrían señalar la existencia de estereotipos
sexistas, la presente investigación muestra que no consideran que, por razones de
sexo, la mujer deba hacerse cargo de los hijos e hijas ni que los hombres sean los
que deben proveer de sustento económico a la familia. De esta forma, no se participa
de la idea de que la mujer debe estar en las tareas de la casa y los hombres deben
ocupar el espacio público y ser, en exclusiva, los que ocupen los puestos de trabajo
generados fuera del hogar.
El estudio señala que existe muy poca permisividad con el rol de género
masculino asociado a la dominación del hombre sobre la mujer y al ejercicio de la
autoridad y poder de éste dentro de la relación.
270
mayoritariamente. Se observa, a la luz de estos datos, que de la violencia no física,
psicológica, se tiene un alto grado de conciencia.
El maltrato físico como es una bofetada, que es más explícito que el maltrato
psicológico, denota una menor apreciación por parte de los y las adolescentes que el
maltrato psicológico. Casi una de cada cinco personas encuestadas no ve con
claridad que dar una bofetada sea maltrato.
Los datos extraídos de este trabajo nos muestran que existe una mayoría de
personas encuestadas que están en contra de la idea de que algunas mujeres buscan
que sus parejas o exparejas les peguen. A pesar del importante porcentaje que está
en contra de esta afirmación, hay que reseñar que una de cada cuatro personas
encuestadas, participan de este mito. En cuanto al mito de la culpabilidad de la
mujer maltratada se observa que más de la mitad de las personas encuestadas
plantean no creer en dicho mito. Sin embargo, una de cada tres personas encuestadas
muestra su creencia en él.
Por lo que atañe a las razones por las que se aceptarían situaciones abusivas
por parte de la pareja, se muestra que la perspectiva de quedarse solo/a es la
circunstancia que mayor grado de desacuerdo provoca para aceptar situaciones
abusivas. A continuación aparece la pena, probablemente como señal de perdida de
apego con la pareja. Le sigue el miedo. El amor se sitúa en último lugar,
posiblemente con la perspectiva de volverlo a recuperar. Según estos datos podemos
extraer una tendencia a la aceptación del mito romántico de que por amor se puede
271
aceptar todo y su consecuente efecto en la generación de conductas de violencia de
género.
272
existiendo opiniones que, de alguna forma, justifican algunas ideas sexistas y la
violencia como reacción.
273
Cantera, Estébanez y Vázquez (2009), en su evaluación a través de la escala
VEC de percepción de la violencia psicológica en las relaciones de noviazgo,
señalan que la percepción global de la violencia psicológica es moderada, mientras
que en nuestro trabajo aparece con un alto grado de percepción, sin apreciarse
diferencias por sexo.
Con respecto a los mitos que señalan a las mujeres como las culpables o
instigadoras de la violencia, ya hemos expuesto que se produce un amplio rechazo a
esta idea pero sigue habiendo jóvenes que participan de este mito. Es este un
planteamiento peligroso ya que como manifiestan Esperanza Bosch y Victoria Ferrer
(2012, p. 551, 552), si se consolidan estos mitos, podrían llevarnos a un cambio de
papeles donde las víctimas pasarían a ser las culpables. En términos de culpabilidad
hacia las mujeres, las evidencias plantean que a mayor número de personas que
aceptan la ideología patriarcal, mayor índice de aprobación de la violencia de género
se produce, tendiendo a verse esta violencia como beneficiosa y considerando a las
mujeres como sus responsables (Dobash y Dobash, 1979; Glick, Saklli-Ugurlu,
Ferreira y Aguiar de Souza, 2002; WHO, 2005; Haj-Yahia I Schiff, 2007).
Peters (2008, p. 3), incide en la idea de que estos mitos sirven para reducir el
apoyo social a las víctimas y convertirlas en objeto de dudas sobre las razones por
las que han sufrido violencia. No parece aceptable, por tanto, el planteamiento de
culpabilizar a las mujeres de provocar esa violencia que sufren y soportan, aspecto
que es coincidente en nuestro estudio y manifestado por las personas encuestadas.
Sin embargo, el mantenimiento de estos mitos, si parece estar relacionado con las
actitudes de aceptación de la violencia de género.
274
existen diferencias significativas en las actitudes de aceptación de la violencia de
género y si hay diferencias significativas en la creencia del mito sobre la
culpabilidad de la mujer maltratada, todo ello en función del género, la edad, la
educación recibida y la experiencia vital próxima a casos de violencia de género.
Se puede constatar que existe una mayor tolerancia a la violencia por parte
de los hombres frente a las mujeres. Con respecto a los datos de tolerancia cero a la
violencia, el porcentaje de mujeres que muestran tolerancia cero a la violencia es
mayor en oposición a los hombres.
275
El número de mujeres que no creen en el mito es más elevado que el número
de hombres. En cuanto a los/las que creen bastante o moderadamente en el mito, la
tendencia cambia y los datos obtenidos revelan que hay más hombres que mujeres
que creen en dicho mito.
Se observa que las personas conscientes del tipo de conductas que implica la
violencia son, con gran diferencia, las que manifiestan la no creencia en el mito de la
culpabilidad de la mujer maltratada. A su vez, se observa que dentro de la no
creencia en el mito, tanto el hecho de no haber tenido ningún contacto como el de
haber tenido bastantes contactos con casos de violencia, generan una menor creencia
en el mito y aunque el mismo patrón se produce también con respecto a creer
bastante y creer de manera moderada en el mito, en el caso de la no creencia, los
resultados son mucho más elevados.
276
se refiere a los estereotipos reseñando que los hombres jóvenes se muestran más de
acuerdo con todos los estereotipos sexistas salvo con el relativo a la dependencia
económica en comparación con las mujeres jóvenes.
277
el planteamiento de que los hombres tienen más arraigados los estereotipos de
género que las mujeres y en que son ellos los que mantienen más firmes
convicciones sobre los estereotipos de género. La autora señala que son los
adolescentes hombres los que aceptan en mayor proporción, las ideas y prejuicios
discriminatorios existentes, especialmente los que los sitúan en posiciones de
ventaja con respecto a las capacidades o competencias de las mujeres. Sin embargo,
en los estereotipos que se refieren a comportamiento social, aunque las diferencias
encontradas sean menos evidentes (no llegan al 5% entre chicas y chicos), se
cambia la tendencia, siendo las mujeres las que aceptan en mayor proporción las
afirmaciones estereotipadas, según Colás (2007).
278
han sido estudiados en la población adolescente (Anderson y colaboradores, 2011)
por lo que los datos extraídos en nuestro estudio pueden ser de utilidad.
279
académico sobre las medidas que se utilizan para analizar las agresiones de ellas,
escasamente sensibles a la perspectiva de género.
Foshee y Reyes (2011) han apuntado que las agresiones físicas en las parejas
adolescentes comienzan al inicio del periodo adolescente y se sitúan en su punto
máximo hacia los 16 años, volviendo a decrecer durante los últimos años de
adolescencia y primeros de la juventud, lo que tampoco es coincidente con nuestro
trabajo.
280
mujer maltratada, la edad y el género como factores predictores de las actitudes ante
la violencia de género. Determinadas investigaciones han mostrado que el grado de
internalización de los estereotipos de género (gender role beliefs) constituye un
factor predictor del aumento de los actos violentos en EEUU (Parrot y Zeichner,
2003; Reidy y colaboradores, 2009), no obstante no se había relacionado grado de
con la predisposición a aceptar conductas violentas. Nuestro estudio pone de
manifiesto que el mito de la culpabilidad de la mujer maltratada es el predictor clave
de las actitudes tolerantes del abuso en adolescentes. Aunque, el grado de
internalización de los estereotipos de género (gender role beliefs) constituyen un
factor que predispone a la aceptación de la violencia (Wade y Brittan-Powell, 2001;
Davis y Liddell, 2002).
281
al., 2004; Rojas-Solís y Carpintero, 2011). Estas manifestaciones coinciden con los
resultados obtenidos en nuestro estudio de forma parcial al hacer alusión a uno de
los mitos sobre la violencia de género (Bosch-Fiol y Ferrer-Pérez, 2012) como
creencia que actúa como predictora de la tolerancia a la violencia.
282
Con respecto a las valoraciones sobre las acciones que se vienen
desarrollando en materia de violencia de género en los centros educativos se muestra
un grado positivo sobre su desarrollo considerando las personas encuestadas de
forma mayoritaria que en su centro educativo hay ejemplos de profesores y
profesoras que valoran la igualdad entre hombres y mujeres. Parece por los datos
extraídos que hay referentes al personal docente de los Centros educativos que
sirven de ejemplo para extender la igualdad y no propiciar estereotipos sexistas. Sin
embargo, el ítem no plantea la cuantía de estos ejemplos, solo su existencia.
283
encuestadas no perciben que existan problemas de machismo elevado en su Centro
educativo.
2. Prospectiva.
284
de género, entre ellos y con respecto a datos estadísticos sobre el fenómeno de la
violencia, en especial en lo que afecta al concepto de bidireccionalidad. Es decir, de
la violencia como combate mutuo.
Hay que tener en cuenta que los hombres y las mujeres no parece que
simbolicen el constructo de manera similar cuando responden a cuestiones de abusos
sufridos o infligidos. Los hombres tienden a minimizar su conducta violenta, y las
mujeres tienden a minimizar los abusos que reciben (González y Santana, 2001;
Lorente, 2006; Walker, 2009; Moral de la Rubia, López-Rosales, Díaz-Loving, y
Cienfuegos, 2011; Roca y Masip, 2011).
285
Se recomienda, desde nuestro punto de vista, la realización de estudios
longitudinales que propicien un mayor conocimiento de las causas y del peso
relativo de cada uno de los factores que inciden en las mismas, evitando las
limitaciones que en la actualidad se mantienen, teniendo en cuenta que la mayoría de
los estudios se centran en el papel de los adolescentes hombres como agresores.
(Bank y Burraston, 2001; Lavoie, Hebert, Tremblay, Vitaro, Vezina y Mc Duff,
2002), y siendo muy escasos los que se hacen desde la óptica de ellas como
agresoras (Foshee y Reyes, 2011).
Por fin, parece muy conveniente efectuar pruebas donde existan elementos
diferenciales según sean respondidos por hombres o mujeres.
Por lo que respecta a las acciones que se deben desarrollar con personas
adolescentes para fomentar la igualdad y prevenir la violencia de género, se deben
continuar o realizar esfuerzos desde diversos ámbitos para fomentar los valores de
286
igualdad entre hombres y mujeres como mayor garantía para eliminar la violencia de
género. Solo será posible prevenir y desterrar la violencia de género entre
adolescentes si se trabajan los valores de igualdad, se producen modificaciones
cognitivas importantes en la aceptación de los roles sociales y se fomenta la
inteligencia emocional y la resolución de problemas por vías alejadas de la
violencia.
287
Por otro lado, las escuelas de madres y padres deben formar a estos para que
desarrollen en sus hijos e hijas una educación igualitaria y no sexista. Las madres y
los padres deben ejercer, en coordinación con el profesorado, un trabajo de
seguimiento de los comportamientos y actitudes sexistas que puedan plantear sus
hijos e hijas y ser proactivos en la prevención y eliminación de las actitudes no
igualitarias o que fomenten los roles de género tradicionales en la familia.
Por fin, es imprescindible buscar aliados y aliadas por la igualdad en los centros
educativos. Se debe realizar un trabajo de detección, formación e intervención de
estas personas para que sean referentes de la igualdad de género en sus centros
educativos. Al mismo tiempo, hay que desarrollar, tanto para hombres como para
mujeres, una profunda formación en temas relacionados con las emociones, la
mediación, la solución de los conflictos por métodos pacíficos, la detección del
sexismo y otros que eviten los estereotipos sexistas y fomenten la igualdad de
género.
• Por lo que se refiere a aspectos sociales, hay que potenciar en las familias, los
movimientos asociativos y los medios de creación de opinión, un nuevo diseño y
modelo de relación en pareja donde la reciprocidad y cooperación sean la línea a
seguir basándose en la igualdad. Unido a ello, es preciso hacer una apuesta por la
sensibilización en el conocimiento real de la situación de la mujer víctima de
violencia, educando, especialmente, a los y las menores.
288
En este sentido, nuestra sociedad tiene que hacer un esfuerzo de no mirar a otro lado
cuando nos encontremos con algún caso de violencia de género y es fundamental
apoyar a las victimas ayudando a no estigmatizarlas con el sello de mujer maltratada
para tratarlas con normalidad y la sensibilidad necesaria para abordar su situación.
Especial importancia requiere, en este aspecto, la atención a las menores.
• En lo que afecta a los medios de comunicación, hace falta más divulgación y mejor
tratamiento de las noticia y medidas legales más duras para los programas que
anulan o discriminan a las mujeres y que las tratan como un mero objeto al servicio
del hombre. Es fundamental incorporar en los códigos deontológicos de estos
medios los tratamientos adecuados que se deben dar a las noticias relacionadas con
aspectos de igualdad y violencia de género.
• En cuanto a las Administraciones Públicas es importante que, además de abordar el
papel que obligatoriamente les corresponde, cuenten con las entidades asociativas
que trabajan en materia de violencia de género e igualdad para fortalecer los
mecanismos de mejora y colaboración mutua y, sobre todo, se propicie el aumento
cualitativo y cuantitativo de las intervenciones y la mayor sensibilización y
participación social contra este fenómeno. Se debe dar más soporte con medios
económicos y materiales para poder abordar con más eficacia y eficiencia el trabajo
con las mujeres y fortalecer la formación en género desde los recursos con los que
cuentan las Administraciones Públicas compartiendo esta actividad con el mundo
289
asociativo. Es necesaria una mayor dotación de recursos de todo tipo para abordar la
situación que padecen las mujeres víctimas de violencia de género. (información,
formación, trabajo, protección...). Las ayudas ofrecidas por las Administraciones
Públicas constituyen un deber de éstas y un derecho ciudadano y deben actuar como
complemento al apoyo familiar considerando que la violencia de género es un
problema de toda la sociedad que debe ser erradicado.
• En el aspecto político hay que profundizar en la paridad. Las mujeres son también
parte de la sociedad, aunque esto parece que se olvida con demasiada frecuencia, y
superan en número a los hombres. No tiene sentido ni es justo perder o rebajar la
enorme riqueza que pueden aportar y es necesario ejercer un trabajo de
discriminación positiva para situar a las mujeres en el papel social que les
corresponde y beneficia, no solo a ellas, sino al conjunto de la sociedad. En el
terreno del maltrato, se debe fomentar la idea de que la mujer que lo ha sufrido no es
una víctima sino una superviviente con una enorme capacidad para acabar con las
secuelas producidas y aportar mucho en positivo a su vida y al conjunto de la
sociedad.
• Con referencia a los hombres, deben mantener una postura activa contra el maltrato
que puede ir desde no hacer ni permitir comentarios y acciones machistas hasta
potenciar su asociacionismo para concienciar a la sociedad sobre lo que supone la
lacra de la violencia de género. Es necesario un potente movimiento activo de
hombres por la igualdad que sean ejemplo del modelo de sociedad igualitario y sin
violencia que se requiere.
290
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2006, por la que se regulan y desarrollan las actuaciones y medidas
establecidas en el I Plan de Igualdad entre Hombres y Mujeres en
Educación.
Junta de Andalucía. Consejería de Educación. Orden de la de 23 de
abril de 2007, por la que se establecen las bases reguladoras de la
concesión de subvenciones para la realización de proyectos de
voluntariado y de participación de asociaciones en actividades
complementarias y extraescolares en los centros docentes sostenidos
con fondos públicos.
Junta de Andalucía. Consejería de Educación. Orden de 14 de enero de
2009, por la que se regulan las medidas de apoyo, aprobación y
reconocimiento al profesorado de los centros docentes públicos
dependientes de la Consejería de Educación para la realización de
proyectos de investigación e innovación educativa y de elaboración de
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2011, por la que se regula la participación de los centros docentes en
la Red Andaluza Escuela: Espacio de Paz y el procedimiento para
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2011, por la que se regulan los procedimientos de provisión, con
carácter provisional, de puestos de trabajo docentes así como la
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2011, por la que se adoptan medidas para la promoción de la
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regula el derecho de las familias a participar en el proceso educativo
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