Declaracion OMS 2019
Declaracion OMS 2019
Declaracion OMS 2019
1. En su 144.ª reunión de enero de 2019, el Consejo Ejecutivo tomó nota de una versión anterior del
presente documento. 1 El Proyecto de estrategia mundial de la OMS sobre salud, medio ambiente y cam-
bio climático, que fue ampliamente apoyado por el Consejo, se sometió a nuevas consultas por
los Estados Miembros en marzo de 2019 y se ha actualizado a la luz de las observaciones formuladas.
2. En su 142.a reunión, el Consejo Ejecutivo adoptó la decisión EB142(5) (2018) en la que, entre otras
cosas, pedía al Director General que elaborase un proyecto de estrategia mundial integral sobre salud,
medio ambiente y cambio climático, para someterlo a la consideración de la 72.a Asamblea Mundial de
la Salud, en mayo de 2019, por conducto del Consejo Ejecutivo en su 144.a reunión, que tendrá lugar en
enero de 2019. La Secretaría elaboró un proyecto de estrategia mundial que, tras ser remitido a los comités
regionales de la OMS y al Consejo Ejecutivo de conformidad con la decisión WHA65(9) (2012), recibió
el amplio apoyo de estos órganos. A través de este proceso, los Estados Miembros han formulado obser-
vaciones y han realizado aportaciones al proyecto de estrategia, las cuales se han reflejado en el texto del
presente documento. 2
ALCANCE
3. El presente proyecto de estrategia procura ofrecer una visión y señalar la manera en la que el
mundo y la comunidad sanitaria deben responder a los riesgos y retos sanitarios hasta 2030, además de
garantizar ambientes seguros, propicios y equitativos en lo concerniente a la salud, mediante la trans-
formación de nuestros modos de vida, trabajo, producción, consumo y gobierno.
1 Véanse el documento EB144/15 y las actas provisionales resumidas de la 144.ª reunión del Consejo Ejecutivo,
novena sesión.
2 En consonancia con lo dispuesto en la resolución WHA69.19 (2016) sobre la Estrategia mundial de recursos humanos
para la salud: personal sanitario 2030, se llevó a cabo una evaluación de las repercusiones para el personal sanitario del proyecto
de estrategia mundial de la OMS sobre salud, medio ambiente y cambio climático (véase https://www.who.int/hrh/docu-
ments/B144_HRH-links_160119-climate.pdf), consultado el 26 de marzo de 2019.
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4. En el contexto de la presente estrategia, los riesgos ambientales para la salud se definen como
todos los factores físicos, químicos, biológicos y laborales del entorno externos a las personas, así como
todos los comportamientos conexos. Se hace particular hincapié en los elementos del medio ambiente
que sean razonablemente modificables.
EL DESAFÍO
5. La actual situación y los desafíos futuros requieren un cambio en la manera de gestionar nuestro
medio ambiente en relación con la salud y el bienestar. Los enfoques actuales han sentado las bases, sin
embargo, no se han revelado suficientemente sostenibles y eficaces para reducir los riesgos ambientales
y crear ambientes propicios para la salud: de ahí el llamamiento a elaborar una nueva estrategia sobre
salud, medio ambiente y cambio climático.
7. El cambio climático afecta cada vez más a la salud y el bienestar de las personas, al igual que
otros cambios medioambientales de alcance mundial, tales como la pérdida de la biodiversidad. Está
provocando un aumento de la frecuencia y la intensidad de las olas de calor, las sequías, las grandes
precipitaciones y los ciclones intensos en muchas zonas, y modificando los patrones de transmisión de
enfermedades infecciosas transmitidas por los alimentos o el agua y enfermedades zoonóticas, lo que
conlleva enormes consecuencias para la salud. Las poblaciones vulnerables o que se encuentran en si-
tuación de vulnerabilidad corren un riesgo mayor, en particular las que viven en pequeñas islas, en el
Ártico, en zonas con carencia de agua y en zonas bajas, así como aquellas que viven en los países y
regiones menos adelantados. Las posibles consecuencias de largo alcance incluyen la escasez de agua y
las migraciones forzadas, con las tensiones políticas que ello acarrea. Estos fenómenos se enmarcan en un
amplio conjunto de consecuencias de los cambios medioambientales planetarios, como la rápida pérdida
1 Esta cifra se basa en las siguientes evaluaciones: Prüss-Üstün A, Corvalán C. Preventing disease through healthy
environments: towards an estimate of the environmental burden of disease. Ginebra, Organización Mundial de la Salud, 2006,
y Prüss-Üstün A, Wolf J, Corvalán CF, Bos R, Neira MP. Preventing disease through healthy environments: a global assess-
ment of the burden of disease from environmental risks. Ginebra, Organización Mundial de la Salud, 2016
(https://apps.who.int/iris/handle/10665/43457 y https://www.who.int/quantifying_ehimpacts/publications/preventing-disease/en/),
ambos consultados el 26 de marzo de 2019.
2 Comunicado de prensa de la OMS. Nueve de cada diez personas de todo el mundo respiran aire contaminado. Sin
embargo, cada vez hay más países que toman medidas. Ginebra, Organización Mundial de la Salud, 2018
(https://www.who.int/es/news-room/detail/02-05-2018-9-out-of-10-people-worldwide-breathe-polluted-air-but-more-countries-
are-taking-action), consultado el 26 de marzo de 2019.
3 OMS. Repositorio de datos del Observatorio Mundial de la Salud. Ginebra, Organización Mundial de la Salud, 2018
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8. A pesar de los importantes esfuerzos realizados con el fin de reducir los riesgos ambientales para
la salud, los riesgos de tipo tradicional para la salud pública (por ejemplo, el saneamiento deficiente y
el agua de bebida no salubre) persisten y menoscaban la equidad en materia de salud. Se han conseguido
importantes progresos para proteger a las personas contra los riesgos ambientales conocidos mediante
el establecimiento de normas y directrices, la aplicación de soluciones —entre ellas, medidas de regla-
mentación— y el seguimiento de las actividades. Estos instrumentos sientan las bases de la protección
de la salud ambiental, y es necesario ampliarlos. No obstante, el desarrollo desigual ha dejado rezagada
a una gran parte de la población mundial que aún carece de acceso a servicios ambientales básicos tales
como el saneamiento, el agua de bebida salubre, el aire limpio y las fuentes fiables de alimentos. Ade-
más, existen deficiencias en las capacidades institucionales para proteger la salud mediante la legisla-
ción, la gestión de los peligros químicos y de otro tipo, y la respuesta a emergencias. Los efectos de la
actividad humana sobre el medio ambiente plantean asimismo cuestiones relativas a la ética y los dere-
chos humanos, dado que esos efectos afectarán a las generaciones futuras y continuarán afectando des-
proporcionadamente a las poblaciones vulnerables y a todas las edades y los géneros y entre grupos de
determinadas condiciones socioeconómicas que, a menudo, son los que menos han contribuido a los
cambios ambientales.
9. Están surgiendo nuevos problemas ambientales, climáticos y sanitarios que requieren una pronta
identificación y respuesta. Los ejemplos más recientes incluyen la gestión de desechos electrónicos,
determinadas nanopartículas, microplásticos y perturbadores endocrinos. El mundo está cambiando rá-
pidamente a un ritmo acelerado en lo que respecta a desarrollo tecnológico, nuevas formas de organiza-
ción del trabajo (como las plataformas digitales, la subcontratación y el teletrabajo), mayores migracio-
nes, cambio climático y una creciente escasez de agua, y es necesario poder identificar esos cambios y
problemas emergentes y darles una respuesta oportuna.
10. Los colectivos interesados, las autoridades sanitarias y las comunidades deben desempeñar un
papel más activo a la hora de orientar la transición energética, guiar la urbanización y atenuar los efectos
negativos de otras importantes tendencias del desarrollo de modo que permita proteger y promover la
salud. Los cambios a gran escala que las sociedades siguen experimentando incluyen: crecientes deman-
das de energía, transporte e innovación tecnológica, con la ampliación de la gama de opciones necesarias
para satisfacer la demanda; urbanización, habida cuenta de que más de la mitad de la población mundial
vive actualmente en ciudades (esa proporción aumentará a casi el 70% para 2050); 1 y mayor movilidad
de las personas, bienes y servicios. Solo ocasionalmente, la salud ocupa un lugar central en las decisiones
que inciden en esas tendencias, lo que supone una pérdida de oportunidades para protegerla y promo-
verla. Los entornos urbanos deficientemente planificados y gestionados, con sistemas de transporte in-
sostenibles y sin acceso a zonas públicas y verdes, aumentan la contaminación del aire, el ruido y las
islas de calor, reducen las oportunidades para realizar actividad física y acceder a trabajos dignos y a la
educación, y tienen repercusiones negativas en la vida de la comunidad y la salud física y mental de las
personas. Dada la estrecha relación entre la contaminación atmosférica y el cambio climático, no com-
batir la contaminación atmosférica y no mitigar el cambio climático supone perder la oportunidad de
alcanzar los numerosos beneficios sanitarios, económicos y medioambientales que reportarían unos sis-
temas de transporte y energía más eficientes, una economía hipocarbónica y unos sistemas alimentarios
más saludables con menor impacto ambiental. Se necesitan nuevos enfoques que tengan en cuenta todas
las consecuencias de las acciones desde una perspectiva de la equidad, y a largo plazo. Por último, un
1 Naciones Unidas. World urbanization prospects: the 2018 revision – key facts. Nueva York, Naciones Unidas, 2018
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11. La sostenibilidad de los sistemas de salud se pondrá en riesgo si no se abordan seriamente los
determinantes generales de la enfermedad. 1 Aproximadamente, un 10% del producto interno bruto mun-
dial se dedica a la atención sanitaria, pero la cantidad destinada a la prevención es muy baja.2 Las ele-
vadas y recurrentes tasas de enfermedades diarreicas, infecciones respiratorias y enfermedades no trans-
misibles causadas por el medio ambiente suponen una pesada carga para los servicios de salud y los
presupuestos nacionales. Los recursos financieros y humanos asignados a la promoción y la prevención
primaria siguen siendo insuficientes para reducir la sustancial carga de morbilidad debida a riesgos am-
bientales para la salud. Mientras las estructuras de precios no reflejen los costos de todas las consecuen-
cias de las políticas, las tecnologías y los productos, estos costos seguirán transfiriéndose al sector sani-
tario y a la ciudadanía.
12. Los enfoques centrados en el tratamiento de enfermedades individuales, en lugar de atenuar los
efectos negativos de los determinantes de la salud, serán insuficientes para abordar los actuales desafíos
sanitarios relacionados con el medio ambiente. Es poco probable que mediante enfoques centrados en
determinantes individuales se alcancen las mejoras previstas en materia de equidad sanitaria y bienestar,
habida cuenta de la compleja interacción de factores en la interfase entre los países, la sociedad y los
individuos. Para afrontar los determinantes generales de la enfermedad se requieren enfoques más inte-
grados, definidos frecuentemente por políticas en sectores clave distintos del sanitario. Incluso, el hecho
de no abordar los determinantes generales de la enfermedad, así como la excesiva dependencia de me-
dicamentos e insecticidas, está generando problemas crecientes tales como la resistencia a los antimi-
crobianos y a los insecticidas, lo que podría tener repercusiones sustanciales en la salud pública.
13. Las lagunas de conocimientos siguen dificultando la aplicación eficaz de estrategias de protección
sanitaria, por lo que se precisa una comunicación más eficiente basada en pruebas científicas. Las prue-
bas concernientes a determinados riesgos para la salud son aún incompletas o inexistentes, por ejemplo,
las relativas al cambio climático, los desechos electrónicos y numerosos productos químicos o sus com-
binaciones. Es preciso evaluar mejor los efectos sanitarios derivados de las condiciones de empleo y los
riesgos relacionados con el trabajo, entre ellos los productos químicos, los peligros en el lugar de trabajo,
el trabajo sedentario, las jornadas de trabajo prolongadas, el trabajo por turnos y la migración de los
trabajadores. Asimismo, se necesitan más pruebas científicas que respalden soluciones y estrategias efi-
cientes y sus costos financieros, así como su aplicación efectiva. La comunicación de esas pruebas y la
información de salud pública se transmite cada vez más a través de nuevas plataformas, que se han de
utilizar al máximo de sus posibilidades.
14. Los actuales mecanismos de gobernanza, en particular los de ámbito local, no están abordando
eficazmente el carácter intersectorial de las cuestiones sanitarias ambientales. Dado que las políticas se
siguen dictando sin tener en cuenta sus posibles repercusiones en la salud y los sistemas de salud, debido,
en parte, a que no existen mecanismos de gobernanza global, sus beneficios generales se representarán
de manera inexacta.
1 En este contexto, por determinantes generales se entienden las políticas o actividades directamente conducentes a un
aumento de los riesgos ambientales para la salud. Algunos ejemplos son aquellas decisiones relativas a la generación de energía,
las prácticas agropecuarias, la actividad empresarial y la producción industrial, y la ordenación del territorio que supongan un
aumento de las emisiones, una exposición nociva o un aumento de la vulnerabilidad, fomenten conductas poco saludables o
aceleren el cambio climático.
2 La prevención primaria tiene la finalidad de prevenir la enfermedad o los traumatismos antes de que ocurran.
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15. La Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible aboga por un nuevo enfoque de la salud, el medio
ambiente y la equidad. Al vincular la evolución socioeconómica con la protección del medio ambiente,
la salud y el bienestar, la Agenda 2030 sirve de apoyo general para tener en cuenta los determinantes de
la salud al definir políticas o adoptar decisiones clave, de manera preventiva y sostenible, en vez de
abordar reiteradamente los efectos adversos y las desigualdades. El compromiso de adoptar hábitos sos-
tenibles de consumo y producción y de luchar contra la explotación indebida de los recursos naturales y
la generación de desechos a gran escala debería propiciar la realización de actividades económicas más
sostenibles y la obtención de progresos en materia de bienes mundiales y transfronterizos en pro de la
salud, como el aire limpio y el clima estable.
LA VISIÓN
16. La visión de este proyecto de estrategia mundial de la OMS es un mundo en el que el desarrollo
sostenible ha eliminado casi una cuarta parte de la carga de morbilidad debida a ambientes malsanos,
mediante la protección y promoción de la salud, las normas adecuadas en materia de salud pública, las
medidas de prevención en los sectores pertinentes y las opciones de vida saludables, y en el que se
afrontan los riesgos ambientales que ponen en peligro la salud. Los sectores clave incorporan plena-
mente la salud en sus procesos decisorios y maximizan el bienestar social.
17. Para hacer frente a los retos en la esfera de la salud, el medio ambiente y el cambio climático, los
gobiernos, la sociedad y los individuos deberemos seguir replanteándonos nuestras formas de vida, tra-
bajo, producción, consumo y gobierno. La transformación exigirá centrar la acción en los determinantes
generales de la salud, el medio ambiente y en los determinantes del cambio climático, en el contexto de
un enfoque coherente e integrado en todos los sectores, utilizando un marco de salud pública propiciado y
apoyado por mecanismos de gobernanza apropiados y por la voluntad política de alto nivel, adaptado a las
circunstancias de cada país. El sector sanitario debe desempeñar un nuevo papel para impulsar esta trans-
formación mediante la adopción de un enfoque sostenible y equitativo y una transición socialmente justa.
Se adoptarán medidas eficaces y equitativas en relación con factores que propician riesgos ambientales
para la salud.
18. La Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible aboga por prevenir los riesgos ambientales en
su origen, o sea, mediante un cambio hacia medidas de prevención primaria y promoción de opciones
saludables. A fin de reducir los 13 millones de defunciones que se producen cada año por riesgos ambien-
tales será preciso intensificar de manera eficiente las medidas de prevención primaria, con la participación
de todas las principales partes interesadas de todos los sectores, mediante las siguientes actividades:
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Las políticas en todos los sectores tendrán en cuenta sistemáticamente las perspectivas y pruebas cien-
tíficas, así como las ventajas de los beneficios indirectos para la salud derivados de la protección del
medio ambiente. Un ejemplo es asegurar transiciones hacia opciones de energía y transporte más
saludables.
19. La responsabilidad respecto de muchos determinantes ambientales de la salud, así como de los
instrumentos para hacerles frente, escapa al control directo de personas o del sector sanitario (véase la
figura 1). Se están realizando importantes transiciones en los ámbitos de la energía, el transporte y otros
sistemas principales, que deberían tener efectos profundos en la salud de la población. Por consiguiente,
se requiere un enfoque de salud pública más amplio, intersectorial, holístico y basado en la población.
Existen ejemplos de buenas prácticas, pero esos enfoques integrados no se aplican universalmente y
solo esporádicamente se dirigen al origen de los determinantes generales de la salud de carácter ambien-
tal y social.
1 Asamblea General de las Naciones Unidas. Resolución 73/2. Declaración política de la Tercera Reunión de Alto Nivel
de la Asamblea General sobre la Prevención y el Control de las Enfermedades No Transmisibles. Es hora de actuar: aceleremos
nuestra respuesta para hacer frente a las enfermedades no transmisibles en pro de la salud y el bienestar de las generaciones
presentes y futuras. 2018 (https://www.un.org/en/ga/search/view_doc.asp?symbol=A/RES/73/2&Lang=S), consultado el 26 de
marzo de 2019.
2 La inocuidad alimentaria se trata en la estrategia mundial de la OMS pertinente. WHO global strategy for food safety:
safer food for better health. Ginebra, Organización Mundial de la Salud, 2002 (https://apps.who.int/iris/bitstream/handle/
10665/42559/9241545747.pdf), consultado el 26 de marzo de 2019.
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ii) Obtener los beneficios sanitarios indirectos derivados de opciones políticas más soste-
nibles. Es preciso evaluar más ampliamente los perjuicios y beneficios para la salud de las medi-
das normativas, así como sus consecuencias financieras y ambientales. Se podrían obtener bene-
ficios mayores mediante la búsqueda de beneficios sanitarios indirectos y la consideración de la
salud desde el inicio de los procesos que definen las políticas.
20. Ello concierne directamente al sector sanitario, que debe tratar las enfermedades agudas y cróni-
cas debidas a los riesgos ambientales, puesto que, a menudo, es necesario repetir los tratamientos porque
las personas continúan estando expuestas a los mismos riesgos. Para reducir los costos asociados a las
enfermedades y otros costos conexos, es necesario equipar y reforzar el sector sanitario (así como otros
agentes responsables de la salud y el medio ambiente) a fin de que asuman sus obligaciones para forjar
un futuro saludable y sostenible. Los cambios progresivos no son suficientes para hacer frente a riesgos
ambientales específicos. El reforzamiento de la capacidad de los ministerios de salud y otros sectores
relevantes del personal sanitario es esencial para incorporar a otros sectores gubernamentales mediante
el liderazgo, las alianzas, la promoción y la mediación dirigidos a lograr mejores resultados sanitarios;
desarrollar su capacidad institucional y sus aptitudes para aplicar un enfoque de la salud en todas las
políticas; y proporcionar pruebas científicas sobre los determinantes de la salud y la desigualdad, así
como sobre respuestas y soluciones eficaces. A su vez, este enfoque evitará los costos económicos ac-
tuales o futuros correspondientes al tratamiento de las enfermedades relacionadas con el entorno y a sus
consecuencias, y permitirá reinvertir en salud y desarrollo sostenible.
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i) Desarrollar la capacidad del sector sanitario para abordar políticas con otros sectores.
Es necesario desarrollar aptitudes para participar en el diálogo intersectorial y en el seguimiento de
las inversiones y sus consecuencias en otras áreas de la economía, según proceda. Una mayor capa-
cidad permite promover medidas de beneficio mutuo que protejan al mismo tiempo la salud y el
medio ambiente. Los ministerios nacionales de salud, por medio del liderazgo y la gobernanza in-
tersectorial, la promoción basada en pruebas científicas, los programas operacionales y la vigilancia
y el seguimiento pueden orientar los progresos en la lucha contra los riesgos ambientales, sociales
y climáticos, con miras a obtener beneficios a corto y largo plazo. Las capacidades de participación
en las políticas del sector privado incluyen las pertinentes competencias para aplicar el enfoque de
salud en todas las políticas. Además, es importante potenciar las competencias del personal sanitario
pertinente sobre la salud, el medio ambiente y el cambio climático, en relación con la cobertura
sanitaria universal y las emergencias sanitarias.
ii) Redoblar los esfuerzos del sector sanitario para llegar a otros sectores con el fin de
proteger y promover la salud. Habida cuenta del gran alcance de las cuestiones y la amplia
gama de agentes implicados, es importante que el sector sanitario proporcione orientación y esta-
blezca marcos normativos sobre la evaluación de los riesgos sanitarios y sus efectos, la aplicación
de soluciones adecuadas y el seguimiento de los progresos en diferentes sectores.
iii) Asegurar servicios ambientales esenciales y entornos de trabajo saludables en los cen-
tros de salud y extender la perspectiva ambientalista al sector de la salud. En los países de
medianos ingresos es necesario superar la importante carencia de infraestructura en los centros de
salud, dotándolos de sistemas seguros de abastecimiento de agua, saneamiento y prácticas de hi-
giene, así como de sistemas fiables de suministro de energía, y asegurar su resiliencia ante fenó-
menos meteorológicos extremos y otras situaciones de emergencia. Por otra parte, el sector sani-
tario debe predicar con el ejemplo en lo que atañe a las políticas de adquisiciones y servicios,
gestión de desechos y opciones relativas a la energía, a fin de limitar todo impacto negativo en la
salud, el medio ambiente y el cambio climático.
Los mecanismos de gobernanza y el respaldo político de alto nivel permitirán trabajar en todos los
sectores y mantener los bienes públicos para la salud. Las demandas ciudadanas en favor de entornos
más sanos modelarán las opciones políticas. Los acuerdos multilaterales y otros acuerdos de alto nivel
harán frente a las principales fuerzas impulsoras de los riesgos para la salud y las amenazas mundiales
para la salud.
21. Los mecanismos de gobernanza, los acuerdos y la voluntad política se deberán basar en enfoques
más integrales, con cooperación intradepartamental e intersectorial, para alcanzar resultados positivos
en todos los sectores afectados. Esto conduciría a opciones normativas basadas en las repercusiones
generales en la sociedad, en particular sus consecuencias sanitarias. En la actualidad, los sectores se
orientan principalmente en función de sus objetivos específicos.
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junto con los beneficios sanitarios indirectos a largo plazo. Esos mecanismos suelen ser más sos-
tenibles que la atención sanitaria reiterada.
iii) Creación de movimientos y acuerdos políticos de alto nivel que resulten facilitadores.
Los esfuerzos mundiales a largo plazo orientados a prevenir los riesgos ambientales para la salud
han generado pruebas científicas e instrumentos importantes. Son cada vez más las pruebas cien-
tíficas sobre soluciones que permiten reducir considerablemente la carga de morbilidad debida a
los ambientes inseguros: estos éxitos notables revelan que las inversiones reportan grandes bene-
ficios, como la menor contaminación atmosférica y los consiguientes beneficios para la salud
derivados de las estrategias para mitigar las emisiones de gases de efecto invernadero, o
los 5 dólares que genera cada dólar invertido en sistemas de suministro de agua y saneamiento. 1
Esta evidencia se ha puesto de manifiesto en recientes foros políticos de alto nivel.
Se dispondrá de suficiente información basada en pruebas científicas en todas las áreas críticas para
respaldar decisiones concernientes a medidas de protección de la salud basadas en los efectos sanita-
rios, las consecuencias económicas de las soluciones, su eficacia y sus beneficios indirectos.
22. Las medidas intersectoriales reforzadas, el apoyo de alto nivel y la prevención primaria intensifi-
cada exigirán una base empírica sólida y ampliada en lo que respecta a los efectos sanitarios, los costos,
la eficacia y los beneficios sociales en general derivados de las soluciones, y deberán retroalimentarse a
través de un seguimiento periódico. Para poner en marcha las actuaciones y mantenerlas resulta esencial
fortalecer e intensificar la promoción de los beneficios derivados de las medidas relativas a la salud, el
medio ambiente y el cambio climático y comunicar y difundir dichos beneficios de forma generalizada,
ampliando las redes y los asociados.
i) Integración del seguimiento ambiental y la vigilancia sanitaria para evaluar los efec-
tos sanitarios derivados de los riesgos y los servicios ambientales. Las tendencias mundiales y
locales de los indicadores de calidad ambiental y los efectos sobre la salud seguirán proporcio-
nando pruebas científicas sobre la manera en que el medio ambiente influye en la salud y el desa-
rrollo humanos, e identificando las áreas en las que las medidas son más pertinentes.
1 OMS. Global costs and benefits of drinking-water supply and sanitation interventions to reach the MDG target
and universal coverage. Ginebra, Organización Mundial de la Salud, 2012 (https://www.who.int/water_sanitation_health/
publications/global_costs/en/), consultado el 26 de marzo de 2019.
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a fin de luchar contra el impacto del entorno en la enfermedad. Por ejemplo, una evaluación más
sistemática de la costoeficacia de las políticas destinadas a abordar las prioridades de salud am-
biental sería un elemento central para la toma de decisiones. La interacción con los encargados
de la aplicación es necesaria para optimizar la aplicación subsiguiente. Será preciso disponer de
instrumentos específicos para que las partes interesadas orienten las medidas en pro de la salud.
iv) Mecanismos y capacidad para identificar y afrontar tempranamente las posibles ame-
nazas sanitarias emergentes. Es preciso crear capacidad y desarrollar mecanismos que permitan
abordar la posibilidad de que aparezcan nuevos problemas de salud medioambiental relacionados
con las nuevas tecnologías, la organización del trabajo o los cambios en el medio ambiente. No
se conoce a ciencia cierta la amplitud ni el peligro de algunas de estas amenazas potenciales, como
las relacionadas con el cambio climático, los medicamentos que persisten en el medio ambiente,
los perturbadores endocrinos, los microplásticos, determinadas nanopartículas y los desechos
electrónicos. La creación de capacidad y el desarrollo de mecanismos exigirán un examen rigu-
roso de las pruebas científicas y una evaluación de la eficacia de las medidas de control, así como
un seguimiento ambiental selectivo vinculado a la vigilancia de salud pública. También implican
adoptar soluciones más intersectoriales, como la protección de la biodiversidad y de los servicios
relacionados con los ecosistemas y, vinculada con ella, la vigilancia de organismos patógenos en la
fauna silvestre y los seres humanos, a fin de disminuir el riesgo y aumentar la preparación frente a
amenazas para la salud derivadas de la influencia humana en los ecosistemas naturales.
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vi) Formulación de argumentos para promover una asignación de fondos adecuada e in-
fluir en las inversiones. La intensificación de las medidas de protección de la salud a través de
ambientes más seguros requiere una financiación suficiente y la reorientación de las inversiones.
La asignación de fondos, así como las estructuras de precios y las subvenciones, se deberían regir
por evaluaciones basadas en pruebas científicas, por ejemplo, en cuanto a la vulnerabilidad y la
adaptación al cambio climático, teniendo en cuenta todos los costos y todos los beneficios indi-
rectos. El costo social de la inacción a corto y largo plazo y las consecuencias de las políticas
concernientes a la salud en todos los sectores se deberán tomar en consideración plena y sistemá-
ticamente a fin de evitar la transferencia oculta de costos al sector sanitario y el menoscabo de la
sostenibilidad ambiental.
Las medidas se orientarán en función del seguimiento de los progresos en la aplicación de la prevención
primaria en entornos más sanos y seguros.
23. El seguimiento permitirá utilizar y analizar datos existentes y vigilar estrechamente los cambios
en los determinantes de la salud y sus efectos, así como su distribución en los grupos de población y
entre ellos. De esa forma, proporcionará información sobre el grado de avance con el fin de adaptar las
políticas, entre ellas las tendentes a asegurar la justicia medioambiental.
ii) Seguimiento del cambio y aplicación de estrategias pertinentes en las regiones y los
países. Es preciso realizar un seguimiento de los indicadores de efectos y resultados pertinentes,
con miras a medir el cambio en los países, evaluar los progresos y orientar las políticas.
PLATAFORMAS DE APLICACIÓN
Se utilizarán puntos de entrada específicos para aplicar medidas ampliadas relativas a los
determinantes generales de la enfermedad presentes en el medio ambiente, en el marco de enfoques
integrados.
24. La respuesta a los desafíos que plantean los riesgos sanitarios persistentes y emergentes rebasa el
ámbito del sector sanitario formal. La respuesta solo podrá afrontar esos desafíos en toda su magnitud
si la encabeza la comunidad sanitaria mediante su participación en las principales estrategias y activida-
des de planificación, en colaboración con otros agentes, con la finalidad de aplicar políticas multisecto-
riales de promoción de la salud en sectores y entornos clave. Esta respuesta deberá contar con el apoyo
público y un entorno normativo propicio, inspirado y supervisado con arreglo a las mejores pruebas
científicas disponibles. Para materializar esta visión se necesitan diversos mecanismos y plataformas de
aplicación, que se resumen a continuación.
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25. El sector sanitario formal representa una parte importante y creciente de la economía global; es
uno de los mayores empleadores del mundo y su posición es única en cuanto a la confianza y la integra-
ción en las comunidades. Por consiguiente, el sector está en una posición ideal para realizar interven-
ciones de salud medioambiental en el ámbito comunitario (directamente o en asociación con organiza-
ciones de la sociedad civil); predicar con el ejemplo para demostrar las buenas prácticas sostenibles,
mediante la reducción del efecto ambiental de las prácticas sanitarias; y asumir el liderazgo y la defensa
de la salud y el desarrollo sostenible. Esto requerirá un nuevo equilibrio de gastos en el sector sanitario
orientado a la prevención primaria a largo plazo; fondos adicionales que podrían proceder de la elimi-
nación de subvenciones nocivas y de una reconfiguración de los impuestos tendente a reflejar todas
las consecuencias de las políticas y a reducir las desigualdades; la revitalización y ampliación a escala
mundial de la disciplina de la salud ambiental con miras a abordar la magnitud y la complejidad de los
modernos problemas de salud ambiental, lo cual incluye una formación adecuada de los profesionales
sanitarios; el liderazgo del sector sanitario para promover una visión de la salud con una perspectiva a
largo plazo centrada en los determinantes de la salud; y la promoción por los profesionales de la salud
de cambios en las conductas para vivir de un modo más sostenible y saludable.
26. Unos pocos países cuentan con estructuras institucionales formales que proporcionan orientación
normativa directa sobre problemas relativos a la salud y el medio ambiente, o encargan evaluaciones
intersectoriales de las consecuencias sanitarias derivadas de las decisiones adoptadas en otros sectores.
Ese enfoque de la salud en todas las políticas debería tener una cobertura más amplia, con políticas de
tipo general (que incluyan evaluaciones estratégicas) en lugar de proyectos individuales y una influencia
más directa en las políticas (por ejemplo, con carácter jurídico en lugar de únicamente consultivo). Los
foros regionales de alto nivel también han contribuido enormemente a la promoción de la salud y la
agenda ambiental.
27. Una serie de entornos fundamentales ofrecen oportunidades para abordar los riesgos de salud
medioambiental y reducir las desigualdades en materia de salud y, al mismo tiempo, responder a los
cambios demográficos, sociales, económicos, tecnológicos y de modos de vida. A continuación, se ex-
ponen los principales entornos y los objetivos de las intervenciones.
• Hogares. Asegurar alojamiento que sea estructuralmente sólido; con temperaturas interiores
adecuadas; servicios de agua, saneamiento e iluminación; espacio suficiente; suministro de
energía asequible y fiable para cocinar, calefaccionar e iluminar; y ventilación, y que proteja
de peligros que puedan causar daños, ruidos, mohos, plagas y contaminantes en el interior de
los edificios, lo cual incluye la exposición dañina a productos domésticos y de consumo.
• Escuelas. Asegurar un entorno educativo seguro y que fomente la salud y utilizar las escuelas
como centros para crear conciencia acerca de los vínculos entre la salud y el medio ambiente,
incluidos los riesgos relacionados con productos químicos, y educar sobre enfoques más salu-
dables y sostenibles, y facilitar la adopción de prácticas óptimas en la comunidad en general.
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de trabajo, las migraciones y la organización de los lugares de trabajo, que incluya la economía
informal y los lugares de trabajo precarios.
• Empresas. Promover las medidas de mitigación y adaptación al cambio climático; las empre-
sas pueden ser agentes importantes en esta esfera.
• Ciudades. Hacer frente a los desafíos particulares de las ciudades como centros de concentra-
ción de la exposición ambiental a riesgos, incluida la contaminación del aire, las islas de calor
urbanas, los productos químicos peligrosos, el ruido, las enfermedades transmitidas por vec-
tores, 1 el saneamiento deficiente, los desechos y los riesgos ocupacionales y, al mismo tiempo,
aprovechar la oportunidad que ofrece el hecho de contar con una autoridad única, representada
por un alcalde de ciudad, con atribuciones para adoptar decisiones intersectoriales, por ejem-
plo, sobre planificación urbana, compras, suministro de energía, agua y saneamiento y gestión
de residuos. La urbanización rápida plantea un especial desafío; una planificación urbanística
estratégica será clave para crear ambientes propicios para la salud.
28. Esta lista no es exhaustiva; otros entornos pertinentes podrían ser las zonas de desarrollo agrícola,
las zonas económicas concentradas, los campamentos de refugiados, incluidos los alojamientos tempo-
rales y los albergues para migrantes, los mercados, las aldeas y las islas pequeñas.
29. Un requisito esencial para la acción es la voluntad política. Esta solo se puede lograr mediante
una amplia sensibilización social respecto de las principales amenazas sanitarias derivadas de los riesgos
ambientales y el cambio climático, y de las soluciones posibles. Los activistas, las asociaciones de pro-
fesionales de la salud y las organizaciones de la sociedad civil son cruciales para movilizar el apoyo
público en favor de opciones de desarrollo más sostenibles y saludables.
30. La mayoría de los acuerdos mundiales sobre el medio ambiente (tales como la Convención Marco
de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático y el Acuerdo de París, el Convenio sobre la Diver-
sidad Biológica y el Convenio de Minamata sobre el Mercurio y los convenios de Estocolmo, Basilea y
Rotterdam sobre los desechos y productos químicos peligrosos) así como los acuerdos regionales (en
particular la Convención sobre la contaminación atmosférica transfronteriza a larga distancia) y los con-
venios laborales internacionales sobre seguridad y salud ocupacional mencionan las amenazas para la
salud como una preocupación principal. No obstante, los mecanismos de aplicación de dichos acuerdos
no siempre toman adecuadamente en consideración dichas amenazadas para la salud ni reflejan las preo-
cupaciones nacionales, regionales o internacionales en materia de salud. Un mayor compromiso del
sector sanitario propiciaría sinergias, minimizaría consecuencias negativas no deseadas y optimizaría
toda compensación necesaria entre los objetivos sanitarios, ambientales y económicos. Análogamente,
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el hecho de que los riesgos ambientales estén plenamente cubiertos y que las medidas para combatirlos
se hallen respaldadas por la aplicación en los países de los instrumentos sanitarios internacionales, por
ejemplo, el Reglamento Sanitario Internacional (2005), fortalecerá y aumentará especialmente las capa-
cidades para prevenir emergencias ambientales, prepararse para ellas y responder a ellas. Esa integración
promovería el enfoque holístico descrito en la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible.
31. La adopción de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible dio lugar a la creación de foros
políticos de alto nivel que están mejorando los medios de aplicación y seguimiento de los compromisos
contraídos. Muchos de los Objetivos respaldan plenamente las medidas que se adoptarán para crear un
ambiente saludable, y están en total consonancia con ellas. Por consiguiente, esos foros representan
plataformas esenciales para impulsar los progresos hacia la adopción de medidas en el origen de las
causas ambientales de la enfermedad, y alentar la promoción equitativa de la salud. Los principales
Objetivos de Desarrollo Sostenible concernientes a la salud, el medio ambiente y el cambio climático
son, además del Objetivo 3 (Garantizar una vida sana y promover el bienestar para todos en todas las
edades): el Objetivo 1 (Poner fin a la pobreza en todas sus formas en todo el mundo), el Objetivo 2
(Poner fin al hambre, lograr la seguridad alimentaria y la mejora de la nutrición y promover la agricultura
sostenible), el Objetivo 6 (Garantizar la disponibilidad de agua y su gestión sostenible y el saneamiento
para todos), el Objetivo 7 (Garantizar el acceso a una energía asequible, segura, sostenible y moderna
para todos), el Objetivo 8 (Promover el crecimiento económico sostenido, inclusivo y sostenible, el
empleo pleno y productivo y el trabajo decente para todos), el Objetivo 11 (Lograr que las ciudades y
los asentamientos humanos sean inclusivos, seguros, resilientes y sostenibles), el Objetivo 12 (Garanti-
zar modalidades de consumo y producción sostenibles) y el Objetivo 13 (Adoptar medidas urgentes para
combatir el cambio climático y sus efectos) en el contexto del Objetivo 10 (Reducir la desigualdad en y
entre los países).
32. En un limitado número de países existen órganos asesores con las atribuciones y la capacidad para
establecer agendas nacionales de investigación, generar síntesis de las pruebas científicas disponibles, ha-
cer un seguimiento de los progresos nacionales en lo relativo a salud y medio ambiente, y suministrar esa
información directamente a las instancias decisorias. A nivel internacional, el Grupo Intergubernamental
de Expertos sobre el Cambio Climático desempeña esa función en lo relativo a las consecuencias del cam-
bio climático para la salud, pero las funciones institucionales similares para otros desafíos medioambien-
tales presentan una cobertura menos completa y se encuentran más fragmentadas. Otro ejemplo es el
Grupo de Trabajo sobre los Efectos en virtud del Convenio sobre contaminación atmosférica transfronte-
riza a gran distancia, del Grupo de tareas conjunto sobre los aspectos sanitarios de la contaminación at-
mosférica para la región paneuropea. Instituciones nacionales e internacionales como institutos de inves-
tigación, universidades y fuentes como revistas con revisión externa, también podrían desempeñar un pa-
pel significativo en la definición de las estrategias nacionales. La cobertura de esos mecanismos en un
mayor número de países y una gama de riesgos más amplia, bien sea de manera individual o conjunta,
promovería enormemente la formulación normativa basada en pruebas científicas. En los niveles nacional
e internacional, todos esos esfuerzos se deberían armonizar con el seguimiento de los Objetivos de Desa-
rrollo Sostenible, a los que deberían contribuir directamente.
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33. Las acciones de la Secretaría en el marco de la propuesta de estrategia mundial de salud, medio
ambiente y cambio climático se basan en las tres prioridades estratégicas del 13.º Programa General de
Trabajo de la OMS 2019-2023 (véase el recuadro 1). Las actividades básicas relativas a la salud, el
medio ambiente y el cambio climático corresponden a la prioridad estratégica «Promover poblaciones
más sanas», pero la prioridad «Abordar las emergencias sanitarias» también ha demostrado aportar una
contribución sustancial. En cuanto a la prioridad «Lograr la cobertura sanitaria universal», debería ser
la base de mecanismos de puesta en práctica de servicios básicos de salud ambiental, como el acceso a
agua potable para la bebida y a combustibles limpios.
Recuadro 1. La estrategia de salud, medio ambiente y cambio climático y el 13.º Programa General
de Trabajo de la OMS 2019-2023
1. En la estrategia institucional de la OMS hay tres prioridades estratégicas que impulsan la contribución
de la OMS a garantizar una vida sana y promover el bienestar para todos a todas las edades. A continuación,
se enumeran las tres prioridades estratégicas, con una descripción de la contribución de la salud ambiental a
cada una de ellas:
i) Lograr la cobertura sanitaria universal. Los servicios esenciales de salud ambiental y los
correspondientes conocimientos y capacidades deben constituir una parte integral de la cobertura
sanitaria universal.
ii) Abordar las emergencias sanitarias. La mayor resiliencia del sector sanitario y las
comunidades al cambio climático, la reducción de las vulnerabilidades y el fortalecimiento del grado
de preparación, de la vigilancia y de la respuesta a emergencias sanitarias prevendrán y reducirán las
consecuencias sanitarias de emergencias medioambientales.
iii) Promover poblaciones más sanas. Entre las condiciones necesarias para unas poblaciones más
sanas figuran las siguientes: ciudades más saludables; disponibilidad sostenible de agua potable,
saneamiento y prácticas de higiene; soluciones de transporte saludables; políticas energéticas limpias;
alimentación sostenible; productos, viviendas y lugares de trabajo seguros y sostenibles; y agricultura
sostenible.
34. El mandato de la OMS en materia de salud mundial se deriva de su Constitución y se expresa con
mayor detalle en su 13.º Programa General de Trabajo (2019-2023): «Se precisan esfuerzos amplios y
constantes para construir una comunidad que trabaje a favor del futuro compartido de la humanidad,
empoderando a todas las personas para que mejoren su salud, aborden los determinantes de la salud y
se enfrenten a los desafíos sanitarios». 1 Para caminar hacia el logro de esa visión, los objetivos estraté-
gicos abarcan medidas que debe adoptar el sector sanitario o centradas especialmente en él, en relación
con la prevención primaria, la acción multisectorial relativa a los determinantes de la salud, el liderazgo
en relación con los determinantes de la salud y la supervisión de las cuestiones sanitarias. Con el fin de
1 Además, en el 13.º Programa General de Trabajo se establece también lo siguiente: «La OMS promoverá la salud al
más alto nivel político», «la OMS se manifestará públicamente contra prácticas que procedan de cualquier sector o ámbito
industrial si se demuestra, con arreglo a pruebas objetivas, que son perjudiciales para la salud», «el programa de reforma de las
Naciones Unidas debería permitir a la OMS trabajar de forma más eficaz con sectores ajenos al de la salud a nivel nacional con
objeto de abordar los efectos en la salud del cambio climático, el medio ambiente y otros factores que influyen de forma decisiva
en la salud» y «en lo que atañe a la contaminación del aire (es decir, la contaminación atmosférica y del aire de interiores y de
los lugares de trabajo) y la mitigación del cambio climático, la OMS intensificará su colaboración con diferentes sectores (como
el del transporte, la energía, la vivienda, los desechos, el empleo y la planificación urbana) a nivel nacional y local, con el fin
de supervisar la calidad del aire, elaborar estrategias de transición hacia tecnologías y combustibles más saludables, y garantizar
que toda la población respire un aire que cumpla las normas y directrices de calidad del aire de la OMS, y que los datos
científicos se traduzcan en políticas eficaces».
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avanzar hacia la consecución de esos objetivos, la Secretaría se centra en prestar apoyo al sector sanitario
y en medidas multisectoriales que inciden en los determinantes de la salud. Las actividades en esta esfera
se inscriben plenamente en las funciones básicas de la OMS. 1 Por consiguiente, el mandato, la capacidad
y el poder de convocatoria de la Organización refuerzan su capacidad y sus ventajas frente a otros agen-
tes para asumir un papel de liderazgo en los asuntos abarcados por esta estrategia. En ella, las actividades
de la OMS se estructuran en: a) liderazgo y apoyo normativo; b) síntesis de pruebas científicas y pro-
moción; y c) prestación de apoyo directo a los países. Aunque las funciones básicas de la OMS siguen
constituyendo la base de su labor (véase una ilustración del papel de la OMS en la figura 2), para res-
ponder a la evolución de las necesidades es necesario realizar cambios importantes, que se detallan a
continuación. La cooperación estrecha con organizaciones pertinentes del sistema de las Naciones Uni-
das se garantizará a través de diversos mecanismos 2 y, de hecho, ya funciona en relación con varias
actividades. 3
1 Ejercer el liderazgo en temas cruciales para la salud y participar en alianzas cuando se requieran actuaciones conjuntas;
determinar las líneas de investigación y estimular la producción de conocimientos valiosos, así como la traducción y divulga-
ción del correspondiente material informativo; definir normas y patrones y promover y seguir de cerca su aplicación en la
práctica; formular opciones de política que aúnen principios éticos y fundamentos científicos; prestar apoyo técnico, catalizar
el cambio y crear capacidad institucional duradera; y seguir de cerca la situación sanitaria y evaluar las tendencias en la materia
(13.º Programa General de Trabajo de la OMS; véase http://apps.who.int/gb/ebwha/pdf_files/WHA71/A71_4-sp.pdf?ua=1,
consultado el 27 de marzo de 2019).
2 Por ejemplo, la coalición de salud, medio ambiente y cambio climático, que coordina la labor de los organismos
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35. En el marco de esta prioridad estratégica, la OMS llevará a cabo las siguientes actividades:
Ejercer el liderazgo
c) Estimular una gobernanza óptima para el desarrollo saludable sostenible de las ciudades.
d) Hacer oír la «voz de la salud». Es importante que el sector de la salud participe activamente
en la posterior aplicación de los instrumentos; por ejemplo, a través de la Hoja de ruta de la OMS
para fortalecer la participación del sector de la salud en el Enfoque Estratégico de la Gestión
Internacional de los Productos Químicos de cara al objetivo fijado para 2020 y años posteriores,
que contribuirá a alcanzar los objetivos de desarrollo sostenible a nivel mundial 1 y aplicar el
Acuerdo de París sobre el cambio climático.
g) Vigilar los cambios en los riesgos para la salud y la aplicación de soluciones (en relación
con la tasa de aplicación, los efectos, los costos financieros y la relación costo-eficacia). Es pre-
ciso realizar un seguimiento continuo para reorientar las prioridades y las estrategias de aplicación
en los países. La OMS seguirá ampliando su labor a fin de congregar a los asociados, con miras
1 OMS. Hoja de ruta para fortalecer la participación del sector de la salud en el Enfoque Estratégico de la Gestión
Internacional de los Productos Químicos de cara al objetivo fijado para 2020 y años posteriores. Ginebra, Organización Mundial
de la Salud, 2017 (https://www.who.int/ipcs/saicm/ChemicalsRoadMapbrochure_sp.pdf), consultado el 27 de marzo de 2019.
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a desarrollar plataformas de datos que integren los diversos datos necesarios para el seguimiento
de los progresos. Además, la OMS está informado acerca de algunos indicadores de salud y desa-
rrollo (en el contexto de los Objetivos 3, 6, 7 y 11).
h) Acelerar las medidas en pro de ambientes más seguros e influir en las opciones sectoriales,
por ejemplo, mediante la participación en el diálogo normativo, la prestación de asesoramiento
en materia de políticas de salud y mecanismos de gobernanza, la asistencia en la aplicación de las
normas, y el seguimiento. El tipo de participación multisectorial y del sector sanitario se adecuará
a las necesidades de los países, y su foco de atención podrá variar entre medidas preliminares
(concernientes a políticas y estrategias) y medidas ulteriores (tales como la cooperación técnica).
Estas actividades se coordinarán estrechamente con la labor de otras organizaciones pertinentes
del sistema de las Naciones Unidas (en aplicación del funcionamiento unificado de las Nacio-
nes Unidas) y de sus asociados.
i) Reforzar la capacidad del sector sanitario para permitirle cumplir sus funciones cada vez
más cruciales en las esferas de rectoría, liderazgo y coordinación, en asuntos sanitarios de ámbito
intersectorial. Ayudar a elaborar planes de aplicación de las estrategias de la OMS en materia de
salud, medio ambiente y cambio climático a nivel nacional y regional. Prestar apoyo a las medidas
conexas de movilización de recursos. Colaborar en el control de los principales riesgos ambien-
tales para la salud y en la obtención de soluciones que permitan llevarlo a cabo. También se deberá
predicar con el ejemplo a fin de limitar el impacto de las actividades del sector sanitario sobre la
salud, el medio ambiente y el cambio climático; es decir, se deberá promover la responsabilidad
ecológica del sector sanitario.
j) Ofrecer plataformas para las principales partes interesadas, con miras a desarrollar opcio-
nes saludables relacionadas con el medio ambiente y el cambio climático. Suministrar datos, in-
formación y material de promoción (como la campaña Breathelife 1) a la sociedad civil, a fin de
fomentar su participación en asuntos relativos a opciones saludables en las políticas pertinentes.
Apoyar a los alcaldes y otros agentes locales clave en la creación de ambientes propicios para la
salud, mediante el suministro de instrumentos e información sobre opciones saludables. Estable-
cer plataformas que faciliten el intercambio de datos, soluciones y experiencias entre los princi-
pales países y partes interesadas.
l) Responder en emergencias. Apoyar a los países en la creación de sistemas que les permitan
estar preparados para afrontar desastres y emergencias ambientales y proporcionar orientación
normativa y técnica. Fortalecer las redes mundiales y regionales de expertos a fin de respaldar a
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los países en sus respuestas a emergencias ambientales. La respuesta a las emergencias ambien-
tales y la prestación de servicios de salud ambiental son importantes actividades adicionales en
los países.
36. Los conflictos provocados por el hombre, los incidentes tecnológicos y los desastres naturales se
cobran un alto precio en la vida y la salud de las personas de todo el mundo, y es probable que el cambio
climático y la migración forzada agraven más aún esas situaciones de emergencia. El número de perso-
nas desplazadas que huyen en situaciones de emergencia va en aumento, y los mayores efectos se dejan
sentir en países con las peores condiciones de salud ambiental y la menor capacidad para responder a
emergencias sanitarias de origen ambiental. Prevenir esas emergencias y hacerles frente es fundamental
para la seguridad sanitaria, con el fin de velar por la seguridad de las personas.
37. Un enfoque sistemático de las emergencias ambientales, por ejemplo, un accidente químico o
nuclear, así como de los aspectos sanitarios de origen ambiental de todo tipo de emergencias y catás-
trofes, requiere que la Secretaría colabore con todos los Estados Miembros para invertir en la evalua-
ción de la vulnerabilidad y el riesgo y en la planificación de la preparación, la respuesta y la recupe-
ración. El Reglamento Sanitario Internacional (2005) es un vehículo fácilmente accesible para desa-
rrollar las capacidades nacionales y regionales relativas a las competencias básicas concernientes a la
detección de eventos de origen químico, zoonótico, radiológico y nuclear, así como a la preparación
y la respuesta ante esos eventos.
38. Los objetivos de gestión sanitaria medioambiental en situaciones de emergencia son los siguientes:
b) mejorar las capacidades de preparación y gestión eficaces en relación con los aspectos de
salud ambiental y ocupacional en emergencias por ejemplo para aumentar la resiliencia de los
sistemas y centros de salud;
c) asegurarse de que los centros de salud puedan acceder a servicios de salud ambiental bási-
cos como el abastecimiento de agua salubre, un saneamiento y una higiene adecuados y energía
limpia y fiable, que no estén emplazados en zonas de riesgo (por ejemplo, de inundación), y que
cuenten con sistemas de gestión de salud ocupacional y seguridad en el trabajo; y
d) proteger la salud de las personas contra riesgos ambientales durante todas las fases del ciclo
de gestión de la situación de desastre o emergencia.
39. En el cuadro 1 se describen las medidas prioritarias sugeridas para la gestión sanitaria ambiental
en emergencias.
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40. Una de las prioridades estratégicas de la OMS consiste en prestar apoyo a los países en sus es-
fuerzos hacia la consecución de la cobertura sanitaria universal. La cobertura sanitaria universal implica
asegurar que todas las personas tengan acceso y puedan utilizar servicios de promoción y prevención
adecuados a sus necesidades y, al mismo tiempo, velar por que el usuario no sufra penurias económicas.
Los servicios ambientales básicos dirigidos principalmente a mejorar la salud son parte integral de la
cobertura sanitaria universal. Esos servicios incluyen, por ejemplo, el abastecimiento de agua potable
de calidad, servicios de saneamiento gestionados de manera segura, energía y tecnologías limpias, y
protección del personal, tanto en los centros de salud como en las comunidades.
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41. Los servicios de salud básicos serán cruciales para reducir los brotes de enfermedades infecciosas
(lo que permitirá, por ejemplo, limitar el número de personas con enfermedades diarreicas, gracias al
mejoramiento de los servicios de agua y saneamiento) y las enfermedades no transmisibles
(por ejemplo, las enfermedades cardiovasculares y respiratorias crónicas, mediante el uso de energía y
tecnologías limpias en los hogares).
Objetivos perseguidos
42. En el recuadro 2 se ponen de relieve los objetivos perseguidos mediante el enfoque transformador
en el marco del proyecto de estrategia mundial.
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9. Lugares de trabajo. Todos los lugares de trabajo cuentan con sistemas de gestión de la salud ocupacional
y la seguridad en el trabajo y de promoción de la salud en el trabajo. Todos los trabajadores pueden
acceder a intervenciones esenciales de prevención y control de enfermedades y traumatismos de origen
ocupacional o relacionados con el trabajo.
10. Entorno mundial y regional. Cuando se necesitan, existen acuerdos y políticas internacionales que
abordan eficientemente los factores mundiales y regionales determinantes de la salud, por ejemplo, el
cambio climático y de los ecosistemas.
11. Emergencias. Todos los países tienen capacidad para gestionar servicios de salud ambiental
eficientemente en situaciones de emergencia. Los países cuentan con capacidad para responder a eventos
de origen químico, radiológico o nuclear y proteger la salud ocupacional y la seguridad en el trabajo del
personal que interviene en la respuesta a emergencias.
12. Gobernanza. Los gobiernos nacionales y locales (por ejemplo, de las ciudades) disponen de mecanismos
para facilitar la cooperación intersectorial e integrar la salud en todas las políticas pertinentes y
asegurar el cumplimiento de su obligación de crear entornos seguros para sus ciudadanos.
43. En el sitio web de la OMS se puede acceder a documentos de apoyo e información detallada sobre
las actividades concernientes a las áreas de intervención prioritaria de la Secretaría, con sus correspon-
dientes traducciones. 1
44. A continuación, se enumeran las principales metas por las que se evalúan los progresos en el
periodo 2019-2023, en consonancia con el 13.º Programa General de Trabajo de la OMS.
En el marco del Objetivo 3 (Garantizar una vida sana y promover el bienestar para todos en
todas las edades)
• reducir el número de defunciones y de personas enfermas como consecuencia de los productos
químicos peligrosos y de la contaminación del aire, el agua y el suelo.
En el marco del Objetivo 13 (Adoptar medidas urgentes para combatir el cambio climático y
sus efectos)
• duplicar la cantidad de fondos para el clima destinados a la protección de la salud en los países
de ingresos bajos y medianos; y
• reducir en un 10% la mortalidad por enfermedades sensibles al clima (a través de medidas
relacionadas con el cambio climático, y no de otros factores).
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45. Se está realizando un seguimiento adicional y más detallado en el marco de cada una de las áreas
de salud ambiental. En el recuadro 3 se enumeran los principales Objetivos de Desarrollo Sostenible y
sus indicadores relacionados con la salud.
Recuadro 3. Principales Objetivos de Desarrollo Sostenible y sus metas e indicadores relacionados con
la salud y el medio ambientea
Objetivo 1 (Poner fin a la pobreza en todas sus formas)
Meta 1.5: de aquí a 2030, fomentar la resiliencia de los pobres y las personas que se encuentran en situaciones
de vulnerabilidad y reducir su exposición y vulnerabilidad a los fenómenos extremos relacionados con el
clima y otras perturbaciones y desastres económicos, sociales y ambientales.
Objetivo 2 (Poner fin al hambre, lograr la seguridad alimentaria y la mejora de la nutrición y promover la
agricultura sostenible)
Objetivo 3 (Garantizar una vida sana y promover el bienestar de todos a todas las edades)
Indicador 3.9.1 Tasa de mortalidad atribuida a la contaminación de los hogares y del aire ambienteb
Indicador 3.9.2 Tasa de mortalidad atribuida al agua insalubre, el saneamiento deficiente y la falta de
higiene (exposición a servicios insalubres de agua, saneamiento e higiene para todos)b
Indicador 3.9.3 Tasa de mortalidad atribuida a intoxicaciones involuntariasb
Objetivo 6 (Garantizar la disponibilidad y la gestión sostenible del agua y el saneamiento para todos)
Indicador 6.1.1 Proporción de la población que utiliza servicios de suministro de agua potable
gestionados sin riesgosb
Indicador 6.2.1 Proporción de la población que utiliza a) servicios de saneamiento gestionados sin
riesgos y b) instalaciones para el lavado de manos con agua y jabónb
Indicador 6.3.1 Proporción de aguas residuales tratadas de manera adecuada
Indicador 6.a.1 Volumen de la asistencia oficial para el desarrollo destinada al agua y el saneamiento
que forma parte de un plan de gastos coordinados por el gobierno
Indicador 6.b.1 Proporción de dependencias administrativas locales que han establecido políticas y
procedimientos operacionales para la participación de las comunidades locales en la
gestión del agua y el saneamiento
Objetivo 7 (Garantizar el acceso a una energía asequible, fiable, sostenible y moderna para todos)
Indicador 7.1.2 Proporción de la población cuya fuente primaria de energía son los combustibles y
tecnologías limpiosb
Objetivo 8 (Promover el crecimiento económico sostenido, inclusivo y sostenible, el empleo pleno y
productivo y el trabajo decente para todos)
Indicador 8.8.1 Tasas de frecuencia de las lesiones ocupacionales mortales y no mortales, desglosadas
por sexo y estatus migratorio
Objetivo 9 (Construir infraestructuras resilientes, promover la industrialización inclusiva y sostenible y
fomentar la innovación)
Objetivo 11 (Lograr que las ciudades y los asentamientos humanos sean inclusivos, seguros, resilientes y
sostenibles
Indicador 11.6.2 Niveles medios anuales de partículas finas en suspensión (por ejemplo, PM2.5 y PM10)
en las ciudades (ponderados según la población)b
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muchos otros Objetivos, con sus indicadores, también están relacionados con la salud.
b Estos indicadores se incluyen en el Marco de Impacto de la OMS.
46. Se invita a la Asamblea de la Salud a tomar nota de este informe y a examinar el proyecto de
decisión siguiente.
La 72.ª Asamblea Mundial de la Salud, habiendo examinado el informe sobre salud, medio
ambiente y cambio climático: Proyecto de estrategia mundial de la OMS sobre salud, medio am-
biente y cambio climático: transformación necesaria para mejorar de forma sostenible las condi-
ciones de vida y el bienestar mediante la creación de ambientes saludables, 1 decide:
1) tomar nota de la estrategia mundial de la OMS sobre salud, medio ambiente y cambio
climático, y
2) pedir al Director General que informe a la 74.ª Asamblea Mundial de la Salud de los pro-
gresos realizados en la aplicación de esa estrategia.
= = =
1 Documento A72/15.
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