Cullen de Las Competencias A Los Saberes Socialmente Productivos
Cullen de Las Competencias A Los Saberes Socialmente Productivos
Cullen de Las Competencias A Los Saberes Socialmente Productivos
Entrañas éticas de la
identidad docente. Buenos Aires: La
6 De las competencias a los
saberes socialmente
productivos, políticamente
Crujía Ediciones ernancipadores y culturalmente
inclusivos
Aportes de la Filosofía lntercultural a la
educación
histórica de los saberes, y conviritiendo ahora el valor-sujeto en tas, apostando al ttalgún día te servirá'\ y haber separado por
valor-de cambio. abismos insalvables lo ciencia, la ética y la estética, es decir: la
Sin duda que este viraje de las calificaciones por puestos de objetividad de! conocimiento, la rectitud de las acciones, el gusto
trabajo, roles en las organizaciones y resultados, hacia el 11 capi- de la creación.
tal social", o el ucapital humano", tiene mucho que ver con e! En el modelo "tecnocrático'J se sospecha del poder del cono
paso de una economía industrial a un capitalismo financiero y cimiento dejado a sí mismo (el progreso material y moral como
especulativo 1 con altísimos niveles d�Jlexibilidad y adaptación 1. consecuencia lineal de la enciclopedia), y se busca poner e! acen
(con fuerte incorporación del desarrollo tecnológico y marcada to en los objetivos riécesarios, desde un planeamiento controla
globalización de los mercados) ble y evaluable de las conductas: lo poiético (lo técnico) se se
En la educación podemos decir que el viraje que se produjo para de lo cognitivo y se busca reducir lo práctico (lo social y
de los objetivos 1 conductas observables, resultados 11 mediblesj/ 1 ético) simplemente al control de las conductas. No importa con
hacia las ncompetencias 11 1 tiene mucho que ver con el paso de un qué contenidos lo hagamos, lo importante es que se 11 cambie la
modelo educativo tecnocrático y del planeamiento a un modelo conducta'\ se logren los 11objetivos'\ se 11cumplan las planifica
educativo de "capital disponible" o de capacidades a la mano o ciones11 , se produzcan efectos.
de <\resolución de problemas". En realidad 1 las competencias
fNT!lAÑA! ÉTICAS Df LA /DfNTIDAD DOCENTE I CAPiTULO 6 Hablé del ttfetichismou de las competencias. Esto quiere de 119
cir algo simple: creo que el auge y la universalización planetaria
En la etapa actual, y criticando fuertemente al enciclope de la educación por competencias, tiene que ver con i por lo me
dismo y al tecnocratismo1 se postula una enseñanza npor com nos, tres cuestiones "falaces":
petencias ¡¡ . La primera: confundir conocimien'to con información, e in
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Esto implica centrarse más en los sujetos (el capital huma formación con mero valor de cambio", es decir: mercancía. No
l
no) que erflos conocimientos (modelo enciclopédico) o en las es lo mismo conocer que estar informados. Conocer, ciertamen
conductas (modelo tecnocrático).Pero son los sujetos en cuan te, necesita información, pero la mera información no es conoci
to capaces 1 hábiles, preparados, para hacer uso de sus conoci miento, aunque pueda servir para resolver problemas concretos.
mientos en una diversidad de situaciones que aparezcan como En este sentido, hay dos riesgos en relación con las compe-
problemáticas. Y por lo mismo son sujetos que se saben valiosos, tencias:
porque saben resolver situaciones 1 y en este sentido ganan au Presentar el conocimiento descontextualizado de sus
toestima y responsabilidad. contextos de producción y circulación, lo cual quiere de
No es lo mismo ser ignorante, que ineficiente, que incompe cir que podemos prescindir) mientras sea l\útil n , de la re
tente. lación necesaria de conocimiento con e! deseo de saber y
Esta línea evolutiva me parece más que significativa. En las con las complejas relaciones del saber con el poder, aque
crisis educativas hemos aprendido a no ilusionarnos ni con los llo que Foucault llamaba: la microfísica del poder.
meros conocimientos, sin importar las producciones y las accio Estandarizar las necesidades de aprendizaje desde una es
nes, ni con las meras conductas, sin importar los conocimientos. trategia etnocéntrica de pensamiento único¡ que busca
Aparentemente, al menos, hemos llegado a entender que im globalizar los programas de estudio y las pruebas de eva
portCI el conocimiento en relación a lo que podemos producir y a lo luación, de modo tal de poder ingresar fácilmente al mer
que podemos actuar. Es decir, entendimos, por fin, que importan cado mundial del conocimiento (legitimando exclusiones),
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las competencias 1 más que !os saberes aislados o las conductas y poder también medir el 'riesgo" de incompetencia, a tra
controladas. Como si finalmente hubiésemos logrado reunir el co vés de las evaluaciones educaf1vas de países y regiones
nocer, el actuar¡ el imaginar, tan marcadamente separados en la (legitimando segmentaciones corporativas).
ilustración y tan obscenamente reprimidos en !a educación tec
nocrática. La segunda: confundir potencia de actuar con capacidad de
Pero resistamos con inteligencia a una comprensión tan en resolver problemas dados, y esta capacidad con "mera adapta
tusiasta. Porque más allá del "progreso" pedagógico (si es que ción y legitimaciónn , es decir, ideología. No es lo mismo la po
podemos hablar así), que significa haber ganado la noción de, tencia de actuar que resolver problemas. Actuar, ciertamente,
competencia, se esconden algunas 11 fa!acias". Como lo expfesó necesita, resolver problemas, pero no es lo mismo, porque ac
Virgilio al contar In historia de la destrucción de Troya: "Timeo tuar implica conocimiento, saberse agente y no mero receptor
danaos, et dona ferentes 11 • Tengo mucho temor a los griegos, aun de variables dadas, y, por lo mismo, actuar es también transfor
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que me traigan presentes o regalos, Claro, el regalo era el caba mar y abrir alternativas, porque se sabe que un ' problema es
llo que escondía las fuerzas destructoras de la ciudad. aquello que en las soluciones que vamos dando, insiste y persís-
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ENTRAMAS f!TICAS DE LA !DfNT/DAD DOCENTE I CAPiTULO 6
nacimiento, pero que es de la informadóncomo valor de cambio, 121
y de la aparente necesidad de competitividad, que es excluyente Y
te", es decir: en lo planteado hay siempre algo no planteado que
jerárquica.
da que pensar.
En este sentido, hay también dos riesgos en relación con las
competencias
· 2. Saberes socialmente productivos, políticamente
Despolitizar la acción, enmarcándola sólo en una lógica
emancipadores y culturalmente inclusivos
de medios y fines, despojándola de todo sentido ético
político.
Dado este contexto de gestión empresarial en el cual se origi
Reducir la noción de problema a la de mera demanda del
nó la noción de competencia, es pertinente relacionar el temacon
mercado.
la problemática de educación y trabajo. J ust¡:¡mente en el contex
to de resignificar -histórica y conceptualmente- el dispositivo
La tercera: confundir el dejarse interpelar por la alteridad
educación-trabajo, el grupo APPEAL ha acuñado la categoría de
en cuanto tal con la mera tolerancia de la diversidad o diferen
11 saberes socialmente productivos", como 11 aquellos saberes que
cia, y esta tolerancia con un npluralismo'1 que al incluir excluye,
modifican a los sujetos enseñándoles a transformar la naturaleza
es decir discrimina
y la cultura, a diferencia de los conocimientos redun dantes, que
Aquí los dos riesgos en relación con las competencias pue- ;1
sólo tienen un efecto de demostración del acervo material Y cul
den formularse así:
tural ya conocido por la sociedad."3 Avanzando sobre esta noción,
Confundir diálogo con negociación disimétrica.
que ciertamente resiste a los riesgos señalados del fetichismo de
Divorciar la subjetividad competente de las identidades
las ucompetenciasJJ , vemos necesario explicitar las dimensiones
diversas, como forma de seguir colonizando desde supues
política y cultural, ya que no basta enmarcar el problema en el di
tas jerarquías culturales.
lema t1 modificación" vs "efecto demostración de lo dado'\ sino
que tenemos que plantear el sentído de líberación u opresión, y de
La sospecha más fuerte es que las competencias pueden ser,
diálogo incluyente o inclusión excluyente y discriminadora.
si no atendernos a estos elementos críticos, una estrategia pode
El núcleo del problema, nos parece, radica en cómo compren
rosa para depotenciar el saber de aquello que en última instancia
demos este uviraje" a la subjetividad, que es quizás el elemento
lo justifica, es decir, lo hace justo: la responsabilidad ante la in-
más significativo en la noción de competencia.
terpelación del otro en cuanto otro1 es decir: !ajusticia. 1...
Ciertamente que se trata de un "giro hacia la subjetividad",
Es acá donde quisiera aportar algunas reflexiones que pue
pero no a la meramente funcional o flexible, pero tampoco o una
dan ayudar a resignificar la noción educativa de competencias, supuesta racionalidad trascendental de miembros de una comu-
resistiendo su uso fetichista
Es central que no separemos las competencias de saberes so
cialmente productivos, políticamente emnacipudores y cultural 3 El equipo APPEAL (Alternativas Pedagógicas y Prospectiva Educativa en Améric� La
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mente inclusivos, es decir, de mayor justicia, porque el problema tina) está integrado desde 1981 en México y desde 1985 en la Argentina. Ha real1zado
que insiste y persiste es la interpelación del otro en cuanto otro, el numerosas investigaciones sobre historia reciente y prospectiva de la educación. Cfr.:
Puiggrós, A.; Gogliano, R. (dirección): La fábrica del conocimiento. Los saberes social
rostro del otro, que es el excluído de la sociedad llamada delco-
mente productivos en América Latina. Horno Sapiens. Buenos Aires, 2004.
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ENTRAÑAS ÉTICA'> DE LA IDENTIDAD DOCENTE I CAPITULO 6 fs acá donde creo significativo sumar los aportes de Paula 123
Freire, que nos aporta elementos más que valiosos para des
nidad ideal de habla, o que 1 contrafácticamente, estaría guiada montar el fetichismo de la u educación por competencias", y nos
por un interés de! conocimiento emancipatorio. permite también trascender la polémica reconsti:ucción-de
En ambos casos hay un supuesto común: la descontextuali construcción, permitiendo abrir la categoría de inter-moderni
zación de los saberes, sea por abstracción estructural o por re dades (frente al simplismo de contraponer modernidad a pos
ducción trascendental. Y no es que confundamos las cosas: es modernidad).
claro que una racionalidad comunicativa se opone a una mera La educación para la libertad implica la pedagogía del opri
mente instrumental, y permite que los saberes enseñables se abran mido. Y esto contextualiza fuertemente el udiálogo 11 la upregun
,
así a una posible crítica de lo dado, en función de supuestos fines tall y la uesperanza'' Es acá donde quisiera aportar algunas refle
supremos de la razón humana. xiones que puedan ayudar a resignificar la noción educativa de
Ciertamente, para entender que los saberes socialmente competencias, resistiendo su uso fetichista.5 Es decir, sin duda
productivos han de ser también políticamente emancipadores, que es una reivindicación fuerte de la subjetividad, contexto en el
las enfoques de las éticas dialógicas y de la acción comunicati cual nos pone la educación por competencias, pero no se trata de
va (Apel, Habermas) pueden contribuir a superar la supuesta flexibilidad estructural, ni de competencia comunicativa a priori
"neutralidad estructural" de muchos planteas de la educación ni del asedio de los fantasmas11 6 Se trata de una subjetividad
11 •
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ENTRAÑAS ÍTICAS DE LA IDENTIDAD DOCENTE I CAPfTULO 6 Son saberes que aumentan nuestra potencia de actuar, nos 125
hacen más llbres y permiten liberar alternativas de una hu
A manera de conclusión manidad incluyente.
que las competencias se justifican desde algo anterior a
Es aquí donde quisiera terminar (con aportes de la filosofía cualquiera de ellas, que es la responsabilidad, en el sen
intercultural, en cuyo enfoque pienso) mostrando otra forma de tido levinasiano de la vulnerabilidad a la interpelación
entender !a:crisis de la ecuación rnodernidad-educación 1 que es del otro en cuanto otro .. Porque actuar es siempre una
una alernativa a la mera adaptación al "mandato" de educar respuesta la interpelación del otro. Somos desde siempre
por competencias, peró porque es también una alternativa a la , guardianes de nuestros hermanos, vulnerables a su inter
superación de !a crisis encorsetados en el dilema: o deconstruc pelación, y por lo mismo responsables de su inclusión.
ción (postmodernidad) o reconstrucción (neomodernídad). ¿Seremos capaces de resignificar la competencias desde los
ya insinuamos la idea de competencias culturalmente den saberes productores de inclusividad? Esto quiere decir, ¿sere
sas, y esto se contextualiza en poder plantear la alternativa de mos capaces de enseñar resistiendo con inteligencia responsa
pensar la crisis abriéndonos a la intermodernidad, es decir, al ble a todas las máscaras de la exclusión?
diálogo de permanentes intentes de las diversas culturas (tam Situemos el pensamiento, aumentemos la potencia de ac
bién la hegemónica) de encontrar su sujeto.8 Y ese encuentro no tuar, seamos responsables. Entonces enseñar por competencias
será uun fundamento inconmovible de la verdad'', sino, y no es incluirá, necesariamente1 saberes productores de inclusividad
poco, un acierto fundante que permita encontrar sentidos y dia social. Y seguiremos con la educación apostando con esperanza a
logar con otros sentidos posibles. una mayor justicia. Porque en definitiva 11 resistimos con inteli
Desde aquí, entonces. gencia responsable u .
Ni enciclopedia, ni tecnocracia, ni mera competencia: ense
ñemos saberes socialmente productivos1 políticamente emanci
padores y culturalmente inclusivos. Pero esto implica
que el pensamiento no se ve ni se toca, pero pesa. Hay una
geocultura del pensamiento, y tenemos que estar dis
puestos a acoger los modos diferentes de estar1 mera
mente estar, y desde ahí pensar. Aprendamos a traducir,
en el sentido de ser capaces de ponernos en lo que el otro t
piensa y me puede enseñar
que I as conductas se insertan en contextos de significación
cultural, que sostienen su potencia de dar sentido i y que,
al mismo tiempo, las transforman en verdaderas acciones.
8 Rodlfo Kusch definición a la filosofía, justamente, "como una cultura que encuentra
su sujeto". Cfr. Geocultura del hombre americano, BUenos Aires, García Cambeiro,
1976, p.123.