III Principales Aportaciones A La Ciencia Del Derecho Teoria de Los Tres Circulos PDF

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III.

PRINCIPALES APORTACIONES
A LA CIENCIA DEL DERECHO:
“TEORÍA DE LOS TRES CÍRCULOS”

Las aportaciones de Eduardo García Máynez a la cien-


cia del derecho como profesor e investigador son mu-
chas. Sin embargo, habrá que comenzar esta parte por
recordar que, además, con hechos y no nada más con
palabras —aunque no dejó discípulos directos— con-
tribuyó a la creación de condiciones que propiciarían el
desarrollo no sólo de una filosofía científica en México,
sino también a la profesionalización del quehacer filo-
sófico, en general, y filosófico-jurídico, en particular.
Con los basamentos que cimentó se generarían espa-
cios para futuras generaciones de quienes podrían con-
siderarse sus discípulos indirectos, dentro y fuera de la
UNAM; en especial, como director fundador del otrora
Centro de Estudios Filosóficos, ahora Instituto de
Investigaciones Filosóficas, así como de dos revistas
especializadas: Filosofía y Letras, primero, y Diánoia.
Anuario de filosofía, después; director de la Facultad de
Filosofía y Letras, en dos ocasiones; director del Se-
minario de Filosofía del Derecho y Sociología Jurídi-

151
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ca en la Facultad de Derecho de la UNAM; y como


fundador y rector del Instituto Tecnológico Autóno-
mo de México.
De igual forma, como autor de más de quince libros
y de un centenar de artículos es tanto creador de una
obra propia como transmisor del pensamiento de otros,
al exponer, difundir y criticar sus ideas. Asimismo, es
un gran divulgador del conocimiento filosófico-jurídi-
co, por medio de sus comentarios y críticas en estudios
preliminares, prólogos, recensiones y reseñas biblio-
gráficas, pero sobre todo al traducir al español varias
obras desde el alemán, francés, inglés e italiano.
Ahora bien, entre sus méritos están el aplicar los ade-
lantos filosóficos en algunas materias al derecho. Así, a
partir de la axiología, en general, y de la filosofía de los
valores, en concreto, es de los primeros en desarrollar
una axiología jurídica y abogar por un objetivismo
axiológico-jurídico; con aquélla, como punto de parti-
da, llega a elaborar, primero, una axiomática jurídica;
después, con el apoyo también en los avances de la on-
tología y de la lógica —como dos disciplinas filosófi-
cas diferentes— una ontología formal del derecho y
una lógica jurídica; y, finalmente, al interior de la últi-
ma sus tres lógicas: la del juicio, la del concepto y la del
raciocinio. Al respecto, es conveniente acentuar que en
materia de lógica jurídica, en realidad, es no de los pri-
meros sino de los pioneros, en todo el mundo, a la par
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de grandes figuras como Klug y von Wright, e inclusi-


ve antes de otros como Bobbio y Kalinowski.
En otro orden de ideas, decíamos que con la distin-
ción de sus maestros Caso y Hartmann en mente, es
muy probable que se consideraría a sí mismo, más co-
mo un pensador problemático que como un filósofo sis-
temático. Piénsese en algunos de sus escritos en los
cuales el título incluye la referencia a la palabra “pro-
blema” como en: “El problema del fundamento filosó-
fico-jurídico de la validez del derecho”, “El problema
de la libertad moral en la ética de Hartmann”, “El pro-
blema de la definición del derecho”, “Algunas conside-
raciones sobre el problema de las antinomias en el cam-
po jurídico”, y El problema de la objetividad de los
valores.
Si bien no existe un escrito central donde formule de
forma sistemática su propuesta teórica, consideramos
que ésta puede y debe ser identificada con su “teoría de
los tres círculos”, y reconstruida a partir y hacia ésta. Es
imperioso recordar que la misma capta no sólo la esen-
cia de su concepción del derecho y su desarrollo o evo-
lución a lo largo de los años, ya que aparece en 1940 y
lo acompaña —aunque con cambios de énfasis— du-
rante el resto de su vida, sino también que dirige su
atención a tres ámbitos: 1) el filosófico o axiológico-ju-
rídico; y, 2) el normativo o lógico-jurídico; y 3) el
fáctico o sociológico-jurídico.
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Por lo cual sus aportaciones a la ciencia del derecho


están a todo lo largo del espectro. Así, entre las contri-
buciones propias de cada uno podemos destacar:

1. La relación entre derecho y moral, al distinguirlas


que no separarlas, puesto que están estrechamente
conectadas; la diferenciación entre validez formal
o extrínseca (positiva) y validez objetiva o intrín-
seca (natural) del derecho, así como entre vigen-
cia y justicia; la distinción entre lo justo en sí (ob-
jetivo) y lo justo para mí (subjetivo); la promoción
de la tesis de la objetividad de los valores jurídicos
y de la justicia como el valor supremo del derecho;
la discusión del derecho natural como el principio
de razón suficiente del derecho o el criterio ulte-
rior de fundamento, a partir del desarrollo dialécti-
co de la idea jurídica; así como la aclaración del al-
cance y sentido del derecho de libertad.
2. La elaboración de sus axiomas jurídicos; la distin-
ción de los principios de la ontología y de la lógi-
ca e identificación de los principios supremos de
la ontología formal del derecho y de la lógica jurí-
dica; la determinación de lo principios y legalida-
des que imponen restricciones —dirigidas tanto al
legislador como al juzgador— que constituyen
una especie de “lógica interna del derecho”, con
lo cual se adelanta por más de una década a Fuller
y de tres lustros a Bobbio; y la precisión, de que
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como su lógica jurídica está fundada en (o al me-


nos es complementada por) la axiología jurídica y
como tal en la objetividad de los valores jurídicos,
es posible hablar no sólo de la única respuesta co-
rrecta para cada caso sino también de un criterio
doble para zanjar cualquier controversia entre dos
o más posibles interpretaciones, a saber: la que
mejor respete la interpretación contextual y, a la
vez, realice los principios y valores supremos,
con lo cual aventaja por más de una década a
Dworkin.
3. La conversión de las dicotomías —validez formal
o extrínseca (positiva)-validez objetiva o intrínse-
ca (natural), y vigencia-justicia— en tricotomías,
a partir de la inclusión de un tercer elemento, a la
sazón: la validez material, también extrínseca y,
por ende, positiva, así como la eficacia; la revi-
sión de la teoría del orden jurídico y su relación
con otros órdenes normativos, al grado de aban-
donar el criterio autonomía-heteronomía por no
ser del todo acertado ni aplicable al derecho; la
aclaración sobre el alcance y sentido del concepto
de “orden jurídico”, el cual tiene varias acepcio-
nes y como tal requiere de una mejor estipulación,
para ilustrarlo introduce la metáfora de la biblio-
teca: el sistema clasificatorio es equiparable al
sistema jurídico-normativo y el orden social que
resulta del mismo equivalente al orden jurídi-
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co-social; y la discusión de las funciones comple-


mentarias tanto del legislador como del juzgador
con la analogía de la tarea que realiza un maestro
de obra al construir una casa a partir de lo que el
arquitecto proyectó.

Por último, para concluir este apartado solamente


resta referirnos más explícitamente a la “teoría de los
tres círculos”, como la síntesis superadora que ofrece
García Máynez como el centro de su propuesta teórica
y de su idea del desarrollo dialéctico de la idea jurídica.
Al analizar el problema de la definición del concepto
de derecho, cuya esencia lo capta el dictum kantiano
—Noch suchen die Juristen eine Definition zu irme Be-
griffe von Recht— arriba a la conclusión, a partir del
perspectivismo de Ortega y Gasset, que las diferentes
definiciones del derecho no se refieren a un mismo ob-
jeto sino a tres objetos distintos, vistos desde diversos
ángulos, cuya primera elaboración aparece, en 1940, en
el primer tomo de su Introducción al estudio del dere-
cho, denominados: 1) “derecho intrínsecamente váli-
do”; 2) “derecho formalmente válido”, y 3) “derecho
positivo”; que representa con tres círculos secantes que
se intersecan entre sí:291

291 Véase, EGM, Introducción al estudio del derecho, t. I, cit.,


nota 2, p. 59.
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Figura 8. Teoría de los tres círculos: 1940

Ahora bien, para la segunda edición de su Introduc-


ción que aparecería en 1944, introduce dos matices: al
invertir el orden en que están representados los dos pri-
meros círculos, el primero pasa a ser el “derecho for-
malmente válido” y el segundo el “derecho intrínseca-
mente válido”, al numerar cada uno de los siete sectores
existentes. En consecuencia, su exposición de la teoría
varía en relación con la primera edición, pero la man-
tendría en las subsecuentes ediciones no sólo de su obra
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clásica sino también en las dos de La definición del de-


recho, i. e. la de 1948 y la de 1960, respectivamente:292

Figura 9. Teoría de los tres círculos: 1944-1960

Como consecuencia de que a principios de la década


de los sesenta del siglo pasado convirtiera las dicoto-
mías en tricotomías —validez formal o extrínseca (po-
sitiva)-validez objetiva o intrínseca (natural)-validez
material o también extrínseca (positiva), así como vi-
gencia-justicia-eficacia— presentaría cinco años des-

292 Véase, EGM, Introducción al estudio del derecho, cit., nota 2,


p. 45; y La definición del derecho…, cit., nota 17, p. 86 (p. 102).
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pués en su libro Positivismo jurídico, realismo socioló-


gico y iusnaturalismo, cuya primera edición data, de
1968, una nueva reelaboración que será la última, al re-
tomarla en su último gran libro Filosofía del derecho,
fechado en 1974 y en sus ediciones subsecuentes, en la
cual designa a los tres círcu los: 1) “derecho vigente”;
2) “derecho intrínsecamente válido”; y 3) “derecho efi-
caz”, respectivamente:293
Figura 10. Teoría de los tres círculos: desde 1968

293 Véase, EGM, Positivismo jurídico, realismo sociológico y ius-


naturalismo, cit., nota 56, p. 168; y Filosofía del derecho, cit., nota
57, p. 513.
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A pesar de las diferencias en su terminología y de pe-


queños matices en su exposición, el doble argumento
central de la “teoría de los tres círculos” es o puede ser
reconstruido a partir de dos artículos que aparecerían,
hacia el final de su prolífica carrera: “Vigencia, justicia
y eficacia como elementos de la estructura ontológica
del derecho”;294 y “Principales direcciones de la filoso-
fía jurídica en los años transcurridos desde la fecha de
apertura de la Universidad Nacional de México”.295
Por una parte, los tres objetos como elementos de la
estructura ontológica del derecho derivan de sendos
tipos de validez: 1) validez formal o vigencia en senti-
do lógico-jurídico; 2) validez objetiva o justicia en
sentido axiológico-jurídico; y 3) validez real o eficacia

294 Véase, EGM, “Vigencia, justicia y eficacia como elementos


de la estructura ontológica del derecho”, Jurídica, núm. 11, julio de
1979. (Publicado también en Curiel B., José Luis (coord.), Memoria
del X Congreso Mundial Ordinario de Filosofía del Derecho y Filo-
sofía Social, vol. V, México, UNAM, 1981, pp. 5-16; y en Ensayos
filosófico-jurídicos (1939-1979), loc. cit., nota 8, pp. 401-410).
295 Véase EGM, “Principales direcciones de la filosofía jurídica
en los años transcurridos desde la fecha de apertura de la Universi-
dad Nacional de México”, Revista de la Facultad de Derecho de
México, t. XXXVI, núms. 148-149-150, julio-diciembre de 1986,
pp. 101-107. (Hay una versión con algunas correcciones como:
“Principales direcciones de la filosofía jurídica en los años transcu-
rridos desde la fecha de apertura de la Universidad Nacional de Mé-
xico (1910-1986)”, Semblanzas, discursos y últimos ensayos filosó-
fico-jurídicos, loc. cit., nota 13, pp. 195-205).
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en sentido sociológico-jurídico. Asimismo, a dichos


objetos corresponden cada uno de los enfatizados por
las principales direcciones de la filosofía y teoría del
derecho de todos los tiempos: 1) iusformalismo; 2) ius-
naturalismo, y 3) iusrealismo.
Por otra parte, si bien los tres elementos u objetos de
la estructura ontológica del derecho “no se implican re-
cíprocamente, tampoco se excluyen entre sí”. Así, no
sólo “a veces coinciden en una misma regla de conduc-
ta, e incluso en un conjunto de preceptos”, sino también
es aconsejable que así sea: “una disposición legal, debi-
damente promulgada, puede ser, a un tiempo, eficaz o
justa”. Por tanto, es conveniente adoptar al mismo
tiempo los tres puntos de vista: 1) el técnico-jurídico;
2) el filosófico-jurídico; y 3) el sociológico-jurídico; así
como, apadrinar un derecho que sea a la vez: 1) formal
o vigente; 2) natural o justo; y 3) real o eficaz. Al res-
pecto, apunta:296

Si aplicamos ahora a la consideración del diagrama [de los


tres círculos] nuestra concepción del derecho como orden
normativo concreto, encontraremos lo siguiente: como
para la citada concepción la eficacia normal del sistema es
elemento integrante de todo orden jurídico concreto y, de
acuerdo con la misma concepción, los órdenes de tal espe-

296 Véase, por ejemplo, EGM, Filosofía del derecho, cit., nota 57,
p. 515.
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cie deben hallarse orientados hacia la realización de valores


colectivos como la justicia, la seguridad y el bien común, es
claro que... sólo podremos considerar como derecho co-
rrecto... al que reúna los atributos de vigencia, validez in-
trínseca [o justicia] y eficacia.

Por supuesto que las críticas a la “teoría de los tres


círculos” no se han hecho esperar; éstas van desde la
aceptación con tonalidades mínimas de Miguel Villoro y
Toranzo297 hasta la negación con tonos máximos de
Fausto E. Vallado Berrón.298 En nuestra opinión, la re-
pudiación con tornasoles intermedios del brasileño Mi-
guel Reale es la que sirve mejor para criticar, en su justo
medio, las primeras elaboraciones del “perspectivismo
tricotómico” de García Máynez, a quien se le censura
porque en lugar de alejarse del tridimensionalismo abs-
tracto-genérico y de allegarse al concreto o específico, se
limita a concluir no sólo que se trata de tres “perspecti-
vas irreductibles”, sino también que “no se trata de espe-
cies diversas de un género único, ni de facetas diferentes
de una misma realidad, sino de objetos distintos”.299

297 Véase, Villoro Toranzo, Miguel, Introducción al estudio del


derecho, México, Porrúa, 1990, pp. 124-127.
298 Véase, Vallado Berrón, Fausto E., Teoría general del derecho,
México, UNAM, 1972, pp. 185-189.
299 Reale, Miguel, Teoria tridimensional do direito, São Paulo, Sa-
raiva, 1994, pp. 21, 22, 40, 41 y 150. (Publicado originalmente en
EDUARDO GARCÍA MÁYNEZ (1908-1993) 163

En este sentido, al hablar de tres objetos diferentes,


en lugar de un mismo objeto a partir de tres enfoques,
parece que resultaría imposible relacionarlos y mucho
menos superar la tensión derecho natural-derecho posi-
tivo por la vía de una síntesis superadora. Sin embargo,
el mismo García Máynez en las últimas tres páginas de
su Filosofía del derecho afirma, en lo que sería su última
formulación y la más acabada, el desarrollo dialéctico de
la idea jurídica inicia con la idealización de los ideales
justos (tesis); conduce a la formalización de las reglas
vigentes (antítesis); y cuya superación únicamente pue-
de darse por medio de la concurrencia de los dos crite-
rios en la realización de esos ideales mediante reglas
(síntesis). Ahora bien:300

La pugna entre los dos criterios queda superada en el ter-


cer estadio del proceso, al coincidir en un solo orden jurí-
dico los [tres] atributos..., [pero] al romperse el equilibrio
y resurgir la pugna entre los dictados de la justicia y los
preceptos en vigor, inevitablemente se produce una rela-
ción en tensión... y el proceso dialéctico recomienza.
[H]abrá que admitir que el problema, insoluble en el
ámbito de la doctrina, puede, y debe, ser resuelto en el te-
rreno de la acción, cuando los miembros de la comunidad
—particulares y autoridades— movidos por un sincero

1968). (Hay versión en español: Teoría tridimensional del derecho,


trad. J. A. Sardina-Paramo, Santiago de Compostela, Paredes, 1973).
300 EGM, Filosofía del derecho, cit., nota 57, pp. 516-518.
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afán de justicia, logran el establecimiento y contribuyen a


la perdurabilidad de un orden que satisface a todos, por
coincidir en él los tres atributos: el de vigencia, el de vali-
dez intrínseca [o justicia] y el de eficacia.

En resumidas cuentas, la principal aportación de


Eduardo García Máynez a la ciencia del derecho es
ofrecer una concepción del derecho como la búsqueda
de la organización justa de una sociedad, por medio del
desarrollo dialéctico de su estructura ontológica: vigen-
cia, justicia y eficacia, a partir de una síntesis superado-
ra de la idea jurídica, a través de su constante formaliza-
ción, idealización y realización.

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