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El Equipo Loco y Las Porristas

Secuaces Presentan:
Antología Omega
Aiden Bates

Destinado al Alfa
Destinado al Alfa
ADVERTENCIA DE CONTENIDO
El siguiente libro contiene escenas explicitas de sexo entre personajes del
mismo sexo, Hombre/Hombre. Si no está de acuerdo con esta temática o no
le gusta este tipo de lectura, se aconseja no continuar leyendo este archivo.

Solo
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2 ES SOLO PARA MAYORES DE 18 AÑOS


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reciben alguna compensación económica.
Esperamos que lo disfruten. Y no olviden comprar a los autores, ya que
sin ellos no tendríamos estas maravillosas historias.
Destinado al Alfa
Antología Omega
Aiden Bates
Omega: Destinado al Alfa 01

3
Destinado al Alfa
Capítulo Uno
Lágrima de la Luna
Andy miró hacia la belleza de diecinueve años que se sentaba a su lado. Había
encontrado a esa sexy cosita en el bar, intentando pasar con un carnet de identidad falso, de
modo que pudiera beber. Se presentó como Michael. Ese no era el nombre en su carnet así que
tenía que ser el verdadero. No era el chico más inteligente del mundo, pero era definitivamente
uno de los más sexys que había visto en mucho tiempo. El Alfa estuvo muy contento de darle un
jalón a casa. Su erección saltó de arriba abajo durante todo el camino mientras manejaba a través
del espeso bosque a medianoche. Tenía el cabello marrón oscuro, emperifollado en un perfecto
pompadour que se veía fantástico a la suave luz de la luna.
El Alfa miró hacia abajo y su polla se retorció ante la fantasía de los suaves labios del
muchacho envueltos en torno a ella. —¿Por qué no te acercas un poquito más?— El Omega

4 sonrió regodeándose y se acercó más a la palanca de cambios de la camioneta azul de Andy.


Bajó la mirada y vio la erección del Alfa. Estiró la mano y la agarró fuerte mientras el
hombre cambiaba de velocidad. —¿Quieres chuparla? Puedes hacerlo si quieres.
—Está bien—. El chico abrió la bragueta y metió la mano para sacar la verga del Alfa.
Estaba firmemente erecta y el muchacho se lamió los labios para que se deslizaran
perfectamente, mientras recorría con su pulgar la piel de la parte de arriba del prepucio.
El Alfa vio su boca y decidió que necesitaba que el chico lo tomara hasta la última pulgada.
Bajó de golpe la cabeza del chico y el sintió náuseas mientras le tocaba la parte de atrás de la
garganta. Gruñó suavemente mientras la sensación de hormigueo corría por su polla y a través
de su cuerpo. La boca del Omega era tibia y suave. Su lengua lamía de arriba abajo la vaina
mientras Andy lo empujaba más y más hacia abajo.
Andy podía sentir la presión aumentando justo bajo su polla y furiosamente machaco la
cara del muchacho contra su ingle para acelerar el estallido de pasión. Observó su polla moverse
hacia adentro y afuera. Sus estocadas llevaron su verga hacia la parte de atrás de la boca del
chico y sostuvo la cabeza del muchacho abajo mientras sentía arcadas. Sus ojos se encontraron
Destinado al Alfa
y Andy sintió una explosión de éxtasis moviéndose de arriba a abajo por su cuerpo mientras que
la tibia leche salía a raudales dentro de la boca del muchacho. Sostuvo la cabeza del Omega abajo
para asegurarse de que recibía hasta la última gota.
El chico se sentó y Andy levantó la vista para ver una criatura marrón oscura tan grande
como un carro correr hacia la carretera. —¿Qué fue eso?— Michael preguntó.
—¿Yo qué mierda se?
Otro más con el pelaje negro corrió hacia la carretera tras aquel, y de ahí viraron hacia la
derecha. La siguiente cosa que supieron era que estaban boca arriba en una zanja. Michael echó
un vistazo, solo para ver la pálida piel de Andy cubierta de sangre y sintió una tibieza extendiéndose
por su cara. Justo antes de desmayarse vio un peludo brazo cubierto de pelaje negro metiéndose
por la ventana rota.

5
Estaba cabalgando a través del bosque en el lomo de una malvada bestia, saltando sobre
ramas y árboles caídos. Más adelante había un claro donde la luna relucía brillante en el césped.
Había flores salvajes de color violeta que brillaban en la luz. Contenían un secreto, pero también
lo hacía la bestia. Era gigantesco, casi tan grande como un elefante mediano, pero su pelaje era
suave y se sentía bien entre las manos. Conocía a esta criatura. La amaba. Se habían visto antes,
pero Michael no tenía idea de dónde.
La luz de la luna brillo aún más mientras se echaba en el césped, abrigado en unos brazos
fuertes y musculosos. Se estremeció suavemente mientras la brillante luz salía desde atrás de
sus parpados. El rítmico sonido de un monitor cardiaco aporreaba su cabeza y estiró la mano
hacia arriba para sentir la gasa que cubría su frente. Michael trató de sentarse, pero una fuerte
mano lo detuvo.
Destinado al Alfa
—No te sientes. Descansa—. La voz profunda calmo a Michael y se volvió a hundir en el
sueño.
Cuando se despertó, vio a un hombre con cara severa y cuerpo esculpido mirando hacia
él. Su sonrisa lo hizo sentir mejor con respecto a lo que estaba pasando. —¿Quién eres?—
preguntó.
—Shhh. Pronto lo descubrirás. ¿Por ahora hay algo que pueda darte? No has comido o
tomado agua por al menos dos días. Toma—, levantó una jarra de plástico y sirvió un vaso con
agua al chico. —Bebe esto.
Michael bebió el vaso completo de un golpe. No fue suficiente. Terminó agarrando la jarra
y tomando todo el contenido. Pudo sentir un hueco en su estómago y decidió que necesitaba algo
de comida. Habían dejado algunas galletas para él en la mesa de noche y el Alfa abrió
cuidadosamente el paquete para él. Se veían ridículas en sus gigantescas manos.
Se las comió de un bocado y su estómago se calmó un poquito. —¿Por qué me estas
cuidando?
—Te veías tan tierno mientras estabas durmiendo que no pude evitarlo.
—¿Cuál es la verdadera razón?

6 —Duerme.
—No estoy cansado.
El hombre se dio la vuelta y salió, con su culo meneándose sensualmente.
Destinado al Alfa
Capítulo Dos
La Oferta
Michael estaba desenvolviendo una barra de caramelo que aquel hombre le había traído.
Era su favorita, de la clase que estaba hecha con maní y caramelo. Miró hacia arriba a medias y
preguntó, —¿Quién eres?— El hombre suspiró. —Me cuidaste mientras dormía, Duermes a mi
lado en la silla. Puedo decir que algo está pasando. Cada vez que insisto para que me lo digas, te
marchas y regresas unas horas después. Ahora o me dices que carajo estás haciendo aquí o le
digo a las enfermeras que te saquen a rastras. Si te vas, les voy a decir que no me puedes ver
de nuevo—. Le dio un mordisco a la barra de caramelo. —Y si piensas que este delicioso pedazo
de caramelo es suficiente para refrenarme de hacerlo, entonces estas equivocado.
—Tan solo tenía que verte de nuevo.
—¿Cuándo fue la primera vez que me viste?
7 —Mi nombre es Gabriel.
—No has contestado mi pregunta.
—Dirijo un bar en el lado este.
—¿Dónde fue la primera vez que me viste?— Había algo ahí.
—¿Por qué quieres saber eso tanto? Yo no te voy a hacer daño. ¿No es eso lo que
importa?— No, no era todo lo que importaba. Lo que importaba era que Gabriel hacía sentir bien
al chico. El modo en que lo miraba y lo protegía. El modo en que el Alfa lo cuidaba. Quería saber
todo acerca de este Alfa. Quería saber qué era lo que había detrás de todo esto. Sabía, sí, que el
hombre no le iba a hacer daño. De hecho sabía que el hombre estaría ahí, si le hacían daño a él.
La forma en que miraba a Michael decía que había algo ahí.
—Lo sé—, Michael susurró. —Pero no es suficiente.
Destinado al Alfa
Gabriel tomó la mano del Omega con cariño y la acarició con su pulgar. —Sé que estás
curioso y que necesitas respuestas. Y sé que esta situación es difícil para ti, pero no te lo puedo
decir y lo siento.
Michael se enojó. Jaló su mano y se dio la vuelta. Debería llamar a las enfermeras, pero
entonces no sería capaz de sentirse así de nuevo. Había observado al hombre con cuidado y
había decidido ahí mismo lo que iba a hacer.

Una enfermera y un doctor de bata blanca asomaron la cabeza mientras el Alfa se dirigía
8 a la cafetería.
—Hola. ¿Te sientes bien hoy?— la enfermera preguntó.
—Sí. Gracias.
—Este es el doctor Wang. Y va a hablar contigo de tu condición.
—Señor Reed, recibió un golpe en la cabeza, y porque vino inconsciente decidimos
mantenerlo aquí para hacerle pruebas. Se le hizo rayos-x en donde encontramos que tiene una
fractura que sigue la línea de su pelo en la parte de atrás del cráneo. No parece ser de mucha
preocupación y la fractura deberá sanar fácilmente con el tiempo. Le voy a dar de alta, pero tiene
que tener a alguien que lo lleve a casa, porque tiene un montón de medicina para el dolor.
—No sé quién m...
—Está bien, yo lo puedo llevar—, el hombre entró al cuarto
—¿Y usted es...?
—Su novio—. Las palabras sonaron correctas, pero la audacia de Gabriel enojó a Michael.
Destinado al Alfa
—Genial— la enfermera sonrió y ambos salieron.
—¿Qué quieres decir con novio?
Gabriel se rio de él y se volteó para inclinarse sobre el un poquito. —¿Te gusto?
A Michael no le gustaba la manera en que este hombre se estaba entrometiendo.
Necesitaba descubrir qué es lo que estaba pasando antes de quedar atrapado en una situación
en la que no quería estar. De pronto Gabriel tomó al chico en sus brazos y Michael trató de
soltarse golpeando el pecho del Alfa.
—¡Oye! ¡Suéltame!— El hombre se rio y miró a Michael con una sonrisa dulce. Michael se
encontró anidando entre los hombros del hombre antes de recobrarse y sentarse con la cabeza
derecha. Gabriel pretendió no notarlo.
Estaban sentados en la inmensa camioneta negra de Gabriel y Michael estaba tratando de
no echarle una mirada a los musculosos brazos del hombre. —¿A dónde vamos?
—Ya vas a ver.
—No puedes llevarme a donde sea que tú quieras.
Gabriel lo miró y le enseñó los dientes. Dejó salir un gruñido bajo y se abalanzó sobre
Michael. Sus labios se juntaron en un choque y los misteriosos brazos del hombre estuvieron en

9 torno a su cuello, con una mano acariciando la barbilla del Omega. La fuerza de su asalto resultó
en una explosión de adrenalina que condujo la lengua del Omega a la boca del hombre. El Alfa
mordió el labio del Omega y sonrió. Miró hacia abajo y vio la polla levantándose derecha y el Alfa
la agarró.
—No pelees—, Gabriel dijo. —Te voy a enseñar cosas que no sabías que fueran posibles.
Le sacó la camisa y dejo correr sus labios por el cuello del Omega mientras que jadeaba ante la
sensación de los tiernos besos que estaban haciendo su camino hacia abajo por su pecho. Su
voz tembló por el modo en que la mano de Gabriel se sentía en su larga polla y su lengua contra
su endurecida tetilla.
Cada vez que los dientes del Alfa lo mordisqueaba enviaba una ráfaga de placer. Michael
vio una verga tan larga como un brazo sacudiéndose dentro de los pantalones de Gabriel y estiró
la mano para cogerla.
Gabriel estiró su mano y dio vuelta a las llaves para encender el motor, Michael casi le dio
una bofetada cuando retrocedió y puso el carro en marcha. El hombre se rio y sacó su gruesa
verga del pantalón mientras mantenía a raya los intentos del chico por tocarlo.
Destinado al Alfa
—¡Déjame tenerlo!
—¿Así que ahora la quieres? Bueno eso es condenadamente muy malo, vamos, deja que
me concentre en el camino—. Gabriel vio hacia abajo por un segundo mientras pasaba sus dedos
a lo largo del prepucio. Michael estaba lívido, pero decidió que era mejor no poner a prueba al
hombre que acababa de conocer. Él era muy extraño y el chico no tenía idea de lo que era capaz.
Las calles no eran familiares. Estaban yendo por la ruta equivocada.
—Tú ni siquiera sabes dónde vivo.
—Sí, lo sé.
—Pero estas yendo en la ruta equivocada—. El hombre permaneció en silencio y pasó la
mano por su eje simplemente para mantener la atención del muchacho en el premio. Éste fue a
meter sus manos dentro de su pantalón y el hombre lo detuvo.
—¡Vete a la mierda!
—No—. Gabriel sonrió ante eso mientras subía lentamente su pulgar por el eje y entonces
deslizo su mano de arriba a abajo por la cabeza.
—Quiero salir—. Gabriel puso el seguro a las puertas.
Salieron de la ciudad y Gabriel frotó su verga todo el tiempo. Cuando se aceraron a una

10 gran mansión en medio del bosque, las bolas de Michael dolían de la presión. —Aquí no es donde
vivo.
Gabriel levantó a Michael y lo llevó hacia el recibidor de solido concreto. Su decoración
moderna se veía en extraño contraste con las facciones rudas de Gabriel. Las manos del Alfa se
movieron un poquito y Michael aprovechó la oportunidad para estirarse y deslizar su mano sobre
la polla del hombre.
—Oh, Dios, eso se siente tan jodidamente bien—. Gabriel tiró al chico en un sofá modular
frente a un sistema de cine-en-casa. Le quitó el pantalón al Omega de un solo tirón y recorrió con
sus dedos la húmeda raja de Michael.
—Tú quieres mi polla. Puedo sentirlo en todo tu cuerpo—. Bajó su cara y absorbió las
dulces feromonas del chico.
—La quiero como la mierda—. El Alfa se sentó y comenzó a masajear su polla. Un ardiente
deseo centelleó dentro de Michael y amenazó con explotar. —¡Métemela!
Destinado al Alfa
Feliz, el Alfa lo complació y se metió de golpe en el húmedo agujero del muchacho. —Oh,
Dios estas tan apretado—. El Alfa dijo mientras su nudo crecía y él se movía dentro y fuera como
un martillo neumático1. —Te gusta la puta verga, ¿eh?
—¡Follame!— El placer y el dolor combinados en una mezcla profana de éxtasis era una
hoguera a punto de estallar dentro del agujero de Michael. El Alfa meció sus caderas dentro y
fuera, acariciando la próstata del chico y volviéndolo loco. Podía sentirlo retorcerse dentro de él
y el sonido de las bolas del Alfa golpeando contra sus muslos lo hizo gritar de pasión.
Un rayo cayó contra sus cuerpos apretados y sus mentes se conectaron por un único
instante. El Alfa bajó la cabeza y lamió el cuello del chico. Su saliva fue absorbida al instante por
su piel, marcándolo con el aroma nocivo del Alfa. Estaban corriendo por el bosque hacia un claro
iluminado por la luna. El chico rodo para ver la cara de un lobo en el pasto. De repente la imagen
y el universo se rompieron en un millón de piezas mientras una explosión de apasionada felicidad
rebasó a los hombres. El fluido lechoso del Alfa salió disparado y el semen de Michael se derramó
por todo el pecho de Gabriel.
—¿Qué fue eso?— Michael pregunto cuándo Gabriel lo sostuvo mientras su nudo decrecía.
Gabriel se puso de pie y su culo se movía al ritmo de sus pasos. —Sígueme.
Pasaron por una puerta doble de vidrio llegando a un claro en el bosque. —¿Qué está
11 sucediendo?
Gabriel tomó al muchacho en sus brazos y lo abrazo bajo el verde follaje. Miró hacia el
Omega y Michael pudo sentirlo dentro de su cabeza.
Por favor confía en mí.
La voz era de Gabriel sin embargo sus labios no se movieron. Alguna fuerza invisible
estaba cambiando a su alrededor. Gabriel se encorvó y le comenzó a crecer pelo por todo el
cuerpo que crecía cada vez más rápido. Su boca comenzó a cambiar en un hocico del tamaño de
una pelota de playa. Sus manos se transformaron en enormes patas con garras como cuchillos
de cocina.
Michael no estaba asustado ni un poquito. Podía sentir a su amante dentro de la bestia. Lo
que emergió de la ondulación del aire fue un gigantesco lobo del tamaño de un elefante mediano.

1 . Herramienta de percusión movida por aire comprimido, que se usa especialmente para perforar el asfalto o el pavimento.
Destinado al Alfa
—¿Qué eres?— Preguntó Michael gritando.
Un hombre lobo.
—¿Pero los hombres lobo no cambian solo durante la luna llena?
Yo soy diferente. Soy el jefe de mi manada así que puedo cambiar en el momento que
quiera. Algunos de nosotros podemos cambiar a voluntad durante la luna llena, otros no tienen
opción, pero los jefes de manada son los únicos que pueden cambiar aunque la luna no esté llena.
El aire volvió a ondularse y Gabriel estaba de pie en su forma humana otra vez. —Eres
el único humano al que le he mostrado esto. No puedo creer que no te asustaras.
—Sé que nunca me harías daño. Hemos estado el uno en la cabeza del otro. Puedo sentir
cuán tierno eres, cuán dulce y compasivo. Lo he sentido todo este tiempo, pero no de esa manera.
—Eres una persona muy valiente, Michael.
—Soy cuidadoso. Los Omegas tenemos que serlo. Ahora, ¿por qué estoy aquí?
—No podemos dejar que nadie sepa de nosotros. He jurado mantenerte en secreto, pero
estamos en guerra con una manada de lobos vecina y ellos te cazaran si no te protejo.
—¿Me matarán?
—No. Peor.

12 —¿Qué quieres decir?— Gabriel estaba detrás de Michael en un instante. Bajo sus manos
hacia el estómago del chico.
—Tú eres muy especial. Puedo sentirlo. Puedes darnos cachorros. Los reproductores
Omega son un tesoro raro.
—¿Es por eso que te gusto?
—No. Yo puedo encontrar reproductores si quisiera uno.
—¿No quieres uno?
—Quiero al correcto. No es tu capacidad de procrear lo que me gusta, Michael, es tu
personalidad.
—¿Entonces me vas a mantener encerrado aquí?
—Eres libre de irte, pero necesitaras mi protección. Había planeado contarte todo una vez
que te trajera aquí de modo que pudieras decidir la mejor manera de manejar las cosas.
—Necesitaré ir y venir como me plazca, pero quiero estar aquí, contigo—. Michael estiró
la mano y agarró la de Gabriel.
Destinado al Alfa
Caminaron de vuelta a la sala y Gabriel fue con pasos largos hacia la repisa de la chimenea.
Movió la figurilla de madera de un lobo y la pared se abrió para revelar un arsenal impresionante.
Había pistolas, rifles y hasta explosivos. Había suficientes granadas como para hacer bolar la
mitad de la ciudad.
Cogió un pequeño revolver plateado. Se lo pasó a Michael. —¿Sabes cómo disparar?
—No perfectamente, pero puedo hacerlo.
—Si por alguna razón, alguna vez nos separamos, úsala—. Gabriel le pasó un puñado de
balas. —Tienes que usar estas balas en los hombres lobo. Son de plata.
—Está bien.

13 Estaban parados en un prado verde claro al borde del espeso bosque.


—Se lo que se siente ser un hombre lobo—, Michael dijo.
—Tú naces siendo un hombre lobo. Nadie puede cambiar eso.
El aire ondeo alrededor de Gabriel y se convirtió en una descomunal bestia. Michael pasó
sus manos por el suave y espeso pelaje.
Salta. El lobo se echó para permitir que el muchacho se subiera.
Michael rio. Podía sentir los músculos de la espalda de Gabriel moviéndose bajo él.
Agárrate fuerte. Gabriel saltó sobre troncos, árboles caídos y ramas que colgaban bajas.
Estaba en casa en los bosques. Michael pudo darse cuenta que era su hábitat natural. Se
movía a una velocidad no humana y Michael apenas podía salir bien librado de las ramas que
colgaban de los árboles que pasaban zumbando a una velocidad vertiginosa mientras cruzaban el
bosque. La emoción de moverse tan rápido era insoportable.
—¡YUHUUUUU!
Destinado al Alfa
Su cuerpo saltaba de arriba abajo al mismo tiempo que el de su compañero. Se detuvieron
en un claro de flores violeta que brillaban al sol. —¿Qué es este lugar?
Es nuestro santuario.
—Lo vi cuando estaba echado en la cama del hospital—. Michael se bajó de un salto.
El aire ondeo y Gabriel dijo, —Los criadores tienen una conexión con nosotros. No la
entendemos. No entendemos nada acerca de nuestra naturaleza.
—¿No tienes alguna idea?— Michael se sentó en el pasto.
—Magia quizás. Creo que es algo como una radiación o electricidad que aún no
entendemos. Yo la llamo magia por falta de una mejor palabra. Siempre le hemos dicho así.
—Quizás sea inexplicable.
—Quizás. No quiero que sea explicada. La manera en que trabaja es extraña. Si la gente
la entendiera la usaría y yo no confió en la gente como para que usen algo tan poderoso.
Gabriel se echó en el pasto con su verga completamente erguida y Michael se volteó para
maravillarse con ese cuerpo tan perfecto. El pecho del Alfa era amplio. Cuando Michael pasó sus
manos a través del suave pelo, sus dedos cosquillearon de excitación. Gabriel se estiró y acaricio
el suave rostro del Omega. Sonrió y se besaron. La lengua del hombre entraba y salía rápido de

14 la boca del chico y Michael se sentó para quitarse su camiseta. El Alfa mordió su cuello con un
suave gruñido, y el chico chillo.
—Oh, Dios. Eso se siente tan bien—, susurró suavemente.
La lengua del Alfa se deslizó lentamente hacia abajo por el abdomen del muchacho mientras
sus dedos alcanzaban y acariciaban la dura polla de Michael que saltaba de arriba a abajo de
excitación. Jadeó cuando el Alfa le desabotonó el pantalón y lentamente se encontró con los ojos
del chico mientras abría la cremallera. La abultada polla salto al aire frío y la tibieza de la boca del
Alfa la acarició mientras el Omega temblaba de excitación. Podía sentir la ardiente lengua
enroscándose en torno a su eje y el sonido del Alfa relamiéndose los labios cuando dejó salir la
polla de su boca. Michael tembló de frío.
El chico acarició los hombros de Gabriel mientras su cabeza subía y bajaba furiosamente.
Podía sentir la presión trepando por sus bolas y se salió un poquito cuando el Alfa bajó su cabeza
de golpe y se atragantó con la gruesa verga del Omega.
—Oh, mi Dios. Me voy a venir.
Destinado al Alfa
El Alfa se levantó y Michael sintió su vello púbico contra su húmedo agujero. Sintió la verga
del Alfa saltando arriba abajo mientras se impulsaba hacia adelante y hacia atrás a lo largo de la
húmeda raja del muchacho. La cabeza rozó el borde de su hueco y Michel se mordió el labio para
mantener a raya la arrolladora ansia que estaba sintiendo. Gabriel sonrió y pasó la cabeza de su
verga por el agujero mientras Michael jadeaba por el modo en que lo hacía palpitar con excitación.
Necesitaba sentirla. Su polla estaba lista para estallar y si no la sentía pronto iba a explotar.
—Métemela.
El Alfa metió la punta lentamente. Michael pudo sentir el prepucio retroceder un poquito
cuando la cabeza estiró su hueco. La boca de Gabriel cayó sobre los labios de Michael y su verga
se hundió en él. El chico se echó hacia atrás y gritó su excitación. Sus jadeos y el sonido que hacía
el Alfa al perforar su agujero dieron serenata al dulce éxtasis de la polla de Gabriel acariciando su
santuario interior. Michael quería sentir cada pulgada hundiéndose en él y, sintiendo el deseo del
chico, Gabriel hundió su verga tan profundo como pudo. Su inflamado nudo estiró el agujero del
muchacho más de lo que nunca creyó posible y el Omega gritó ante el abrasador dolor.
Te amo. Gabriel había penetrado su cuerpo y ahora penetraba su mente.
Su verga latía y saltaba ida y vuelta al mismo tiempo con los gritos de súplica de Michael.
Sus pieles se unieron y su sudor se mezcló. El olor de las flores salvajes se juntó al aroma

15 almizclado de sudor y pasión. Cuando sus mentes se fundieron juntas sintieron una explosión de
lava estallar y sus volcanes erupcionaron, expulsando Gabriel líquida leche en el agujero del chico
y Michael tirándola por todo el pecho del Alfa.
Los dos seres unidos en un éxtasis infinito y otro orgasmo se desprendió de la explosión.
Gabriel se dobló sobre el chico, con el nudo aun firme en su lugar y besó el vientre del Omega.
¿Cómo deberíamos llamarlo?
Destinado al Alfa
Luis echó la cabeza para atrás con fuerza y olfateó el aire. Había estado cazando un
conejo en el bosque, pero lo dejó ir. Había un aroma dulce impregnando sus fosas nasales y sintió
el deseo consumiéndolo.
Estaban aquí. Podía sentirlo. Estaban en el bosque a menos de una milla de distancia. Corrió
tan rápido como pudo a través de la vegetación.
Las dos manadas habían estado en guerra por más de treinta años. No es que tuvieran
una pelea. Los lobos eran criaturas territoriales, ¿por qué no lo serian? Los humanos eran de la
misma manera. Tenían sus límites y nadie los cruzaba. No tenía nada que ver con que alguien no
les gustara, todo era por los recursos naturales.
Si otros lobos corrían por sus campos de caza, no había ninguna gracia en cazar. Si
tomaban a todos los reproductores entonces no habría nadie con quién reproducirse y la manada
desaparecería. Tenían que cuidar de sí mismos y para lograrlo tenían que luchar. Ese era el modo
en que el mundo funcionaba.
Si no protegías lo que era tuyo entonces alguien más se lo iba a llevar. Al mismo tiempo,
si tú no tomabas de los demás entonces no podrías estar por delante de los demás. Con el
propósito de ser el mejor y el más fuerte tenías que estar dispuesto no solo a proteger lo que
era tuyo, sino a ser lo bastante fuerte para tomar lo que necesitabas. Esos eran los puntos
16 básicos para sobrevivir, pero además Luis quería ser rico. No solo quería sobrevivir o tener
éxito. Y para lograr eso, tenía que coger cualquier cosa y todo lo que podía encontrar.
Los humanos también lo hacían. Agarraban todo el petróleo que podían encontrar.
Comenzaban guerras por eso. Cortaban todos los árboles que veía para vender la madera.
Cultivaban más comida de la que necesitaban para luego venderla El mundo era un lugar en donde
la avaricia y la glotonería eran recompensadas.
Los lobos nunca fueron muy comunes. Tenían que vivir en secreto, y esconderse en los
bosques. La gente los cazaba y los acusaba de atrocidades. Se puso tan mal que ya no quedaban
muchos, y los reproductores eran asesinados junto con ellos. Desesperadamente necesitaban
continuar sus linajes. Así que para los lobos, un reproductor era el recurso más valioso de todo
el planeta.
La manada de Luis crecería a pasos agigantados si encontraba a un reproductor, así que
necesitaba encontrar a Michael. Mataría a Gabriel si necesitaba hacerlo.
Los dos jefes de manada habían estado yendo por lo mismo por décadas. Estaban parejos.
Ninguno podía atrapar al otro. Ninguno sobrepasaba al otro. Se habían herido el uno al otro más
Destinado al Alfa
veces de las que Luis podía contar. Tendría que llevarse al chico cuando Gabriel estuviera con la
guardia baja.
Los acechó por el bosque y los vio uniéndose en un nudo. El Alfa había tenido la audacia
de tomar al chico antes de que lo hiciera él. El lobo gruñó celoso. Se contuvo hasta que vio al
chico chorrear semen por todo el pecho de Gabriel.
Comenzaron a quedarse dormidos.

Un aullido se escuchó a través del silencio y Michael abrió los ojos de golpe para ver a
17 un enorme lobo que mantenía a su amante en el suelo. Miró hacia atrás y gruño mientras sus
garras golpeaban a Gabriel hasta aplastarlo contra el suelo. El aire ondeo, y en un instante éste
estaba en su forma de lobo lanzándose contra el otro hombre lobo.
Corre, Gabriel ordenó.
¡NO!
Michael se puso de pie y se mantuvo firme. Estaban corriendo ida y vuelta, tratando de
evitar las garras del otro. Gabriel tiró al hombre lobo al piso arremetiendo con maldad. El lobo se
paró y lo atacó con las garras tan fuerte como pudo. La sangre comenzó a caer por el pecho
de Gabriel y Michael gritó. Recogió su pantalón y agarró el revólver.
El hombre lobo fue hacia Gabriel otra vez y Michael apuntó con su arma. Justo antes de
que las garras del lobo alcanzaran su cara, una bala fue directamente a través de un ojo a su
cerebro. El lobo cayó al instante. Su cuerpo sin vida cambio de vuelta a su forma humana y
Michael se acercó para ver a un sucio hombre pálido con el ojo atravesado por una bala.
Destinado al Alfa
No se sintió mal. La mayoría de la gente se encoje cuando ve un muerto, pero Michael
miró a su Alfa, sabía que había hecho lo correcto. Que haría cualquier cosa por mantener con
vida al padre de su hijo no nacido.
Gabriel cambió a su forma humana y corrió hacia Michael. —¿Estás bien?
—¿Estoy bien? Mírate tú. Tienes sangre corriendo por tu frente y un tajo de dos pulgadas
en el rostro—. Tan pronto como Michael se calló, las heridas comenzaron a curar. —¡Dios mío!—
Todo lo que quedó de las heridas de Gabriel fue sangre seca. —Eres mágico—. Y Michael se
estiró para besarlo.

18 Tipos musculosos en chaquetas de cuero se pararon en el claro en donde Michael se


sentaba sosteniendo a su dulce niño. La luna brillaba e iluminaba el pequeño rostro del bebé. Su
nombre era Noah y sería el siguiente jefe de la manada. Era un príncipe en una blanca manta de
bebé.
El aire en el claro se agitaba con gran euforia y uno tras otro los lobos aparecieron en el
círculo. Su jefe estaba de pie en su forma humana al centro. Sus brazos estirados hacia la luna.
Michael sintió frio. El aire estaba cargado de electricidad. Allí había magia. Se agachó y recogió
una flor violeta del pasto y se la dio a su amante.
—¡Esta es una bendición! Esta noche se la dedicamos a mi heredero Noah.
El Alfa cambió de pronto y los lobos tiraron hacia atrás la cabeza y aullaron. El sonido
pudo ser escuchado a través de todo el bosque y la misma tierra pareció gritar de alegría.
Sin un nuevo jefe que los guiara, la manada de Luis fue forzada a unirse a la de Gabriel
cuyo territorio se duplicó, lo que significaba que la manada era dueña de la mitad del estado. La
Destinado al Alfa
desesperación de Luis por aumentar su territorio y encontrar un compañero había terminado en
tragedia.
Los dos amantes vivieron la felicidad y el amor que se merecían cómodamente. La guerra
entre manadas se había terminado y una nueva era de prosperidad comenzaba. Gabriel estaba
seguro de que Noah sería el primero de una larga línea de líderes que guiarían a los lobos lejos
del punto de extinción que alguna vez enfrentaron.

Fin

19
Destinado al Alfa
Antología Omega
Aiden Bates
Omega: Destinado al Alfa 02

20
Destinado al Alfa
Capítulo Uno
La arboleda estaba tan hermosa como siempre lo había sido. Las flores violetas aún
brillaban a la luz de la luna, y las luciérnagas revoloteaban como hadas. La oscuridad más adelante
estaba moviéndose más allá de la línea de los arboles proyectando una sombra macabra sobre
el pequeño santuario.
Dos amantes desnudos se abrazaban en la hierba, sus cuerpos disfrutando de las caricias
del otro. Sus cremosas pieles blancas estaban brillando, justo como las flores. El viento frío les
puso la piel de gallina, y Noah observaba desde su sitio invisible, de vista privilegiada, cuando una
luciérnaga se posó en una flor y puso a arder la arboleda. Los amantes fueron atrapados en un
círculo de llamas que amenazaba con rebasarlos. Sus gritos perforaron el mundo y Noah se
sentó rígido.
Estaba de vuelta, sentado en la mansión de su padre, No importaba cuán bien se sentía,
cada vez que se quedaba dormido los veía. Habían muerto diez años atrás, pero sus espíritus aún
lo perseguían por la noche. Durante el día, él era Rey.
21

Marley apenas tenía dieciocho, y sus padres sentían que era tiempo de que encontrara
un empleo. Él no quería trabajar como esclavo en una fábrica o restaurante. No quería ganarse
la vida atendiendo mesas o dejando que la gente le gritara. No era el chico de los recados o un
saco de boxeo, y con certeza no era una mula de carga.
Destinado al Alfa
Desafortunadamente, los derechos de los Omega aún no habían quedado establecidos y
sus oportunidades de trabajo eran limitadas. Esas eran sus únicas opciones y fue forzado a
escoger las peores porque era muy joven. Macon’s Bacon2 era el paraíso del bacon3. Tenían
emparedados de bacon, ensaladas de bacon, hamburguesas de bacon, inclusive batidos de bacon.
Marley tenía puesta una inmaculada camisa blanca muy gruesa, aunque tenía el cuerpo
cubierto de sudor, éste no se filtraría a través de la tela. Su grueso pantalón Kakhi intensificaba
el efecto. Cuando entró por la puerta fue asaltado por el enfermizo hedor del bacon cocinándose.
—¡Hey!— Un hombre de pelo grasoso con una camisa manchada salió de la cocina y lo
confrontó. —Ve allá atrás. Necesito tu ayuda— le tiró una redecilla para pelo, —ponte esto. La
gente encuentra un pelo en su comida y harán cerrar este lugar.
El Omega se amarró el renegrido pelo y se limpió la frente de un blanco lechoso, que ya
estaba de un brillante rojizo por el abrasador calor que venía de la sofocante plancha de cocinar
y de las chisporroteantes freidoras.
—Toma— el cocinero le tendió una esponja al chico y le mostró de dónde sacar una
cubeta. —Comienza limpiando bajo el horno. Está asqueroso.
Marley se agachó y vio una capa de una pulgada4 de grosor de grasa de bacon pegada
bajo el mastodonte de acero inoxidable.
22 —Bueno, no te quedes ahí parado, mierda. ¡Ponte a trabajar!
Con la primera pasada, la esponja estuvo completamente sucia. Con una segunda, el agua
ya tenía una gruesa capa de aceite cubriéndola y Marley tuvo que cambiarla. Fue ida y vuelta más
de treinta veces, pasando la esponja y cambiando el agua. Después de tres horas, tenía como la
mitad terminada.
El cocinero no estaba del todo feliz. A cada rato se agachaba y le decía a Marley cuán mal
lo estaba haciendo. Le decía que limpiara ciertos puntos y lo hacía apurarse. Toda la camisa de
Marley estaba tan empapada de grasa que era prácticamente transparente. Decidió dejar todo
por un segundo y salir al patio por un poco de aire fresco.

2 Nombre propio. Se puedo traducir como “El Tocino de Macon”


2. Bacon: Tocino, beicon.
3 Una pulgada: 2.54 cm
Destinado al Alfa
Sus fosas nasales se habían irritado tanto con el humo de la cocina y el asqueroso olor
que apenas podía darse cuenta del olor del pino en el aire, pero sí se dio cuenta del canto de los
búhos y del murciélago que voló cuando fue hacia el contenedor de basura.
Sintió un escalofrió y se abrazó a sí mismo. El bosque siempre lo asustaba. Solía imaginar
que vivía en un mundo mágico en donde cualquier cosa podía pasar y en donde él era el héroe
buscando entre los árboles su espada mágica. El bosque era su santuario.
Entonces, cuando tenía doce años, pasó algo que nunca pudo olvidar. Estaba caminando
por las montañas siguiendo un sendero de venados hacia su lugar favorito de moras. Estaba en
un claro, no muy lejos de donde estaba parado ahora. Estaba mirando hacia el sol que se movía
a través de los árboles y veía la manera en que se reflejaba en el pasto a sus pies.
De pronto una bestia, de casi seis pies de altura5 con afilados colmillos y cara de lobo saltó
de entre las sombras y lo tumbó. Su pelaje era negrísimo. Nunca podría olvidar ese color. Era tan
negro que se veía casi azul. Sus ojos estaban rojos de la furia. Lo sostuvo allí casi por un minuto,
mirándolo fijamente. Esa cosa no era un animal, había pensado entonces. Era inteligente. Lo había
podido reconocer solo como un humano podía hacer. Mostró sus dientes afilados como cuchillas
y soltó un aullido antes de huir.
Marley no volvió a poner un pie en el bosque por más de cinco años después de eso, y

23 aún ahora solo por necesidad. Algo vivía en esos bosques. No sabía qué o quién era, pero sí
sabía que había algo que no era humano en él.
Se dio la vuelta para volver a entrar cuando creyó ver una mancha de pelo negro en su
visión periférica. Escuchó un aullido y volvió a girar para ver que había ahí y vio un montículo de
bronceada carne que se movía lentamente. Se acercó y ahí había un hombre echado en la tierra.
Estaba completamente desnudo, y Marley no pudo evitar notar su suave trasero de burbuja y
sus bolas asomándose desde atrás. Debía tener más de seis pies y sus brazos eran tan grandes
como un muslo humano.
—¿Estás bien?
El hombre se levantó inmediatamente y se quedó mirando a Marley fijamente. Su polla
parecía colgar a menos de tres pulgadas de sus muslos. Marley pudo notar que se estaba
poniendo duro mientras veía al Omega de arriba abajo. De ahí huyó hacia el bosque. Marley lo

5 Aproximadamente 1.82 m
Destinado al Alfa
persiguió en un segundo. Se imaginó el largo pelaje negro moviéndose sobre su pecho mientras
el hombre lo perforaba. Vio la larga verga palpitante dentro de su boca.
El Omega ya sentía un intenso calor recorriendo sus muslos, haciendo su agujero palpitar,
y su corazón latir aún más rápido cuando entró en el bosque y vio un claro más adelante. Tan
pronto como la luz de la luna brilló sobre él, una bestia lo tiró al suelo.

24
Destinado al Alfa
Capítulo Dos
Sus dientes afilados brillaron en un lado de su cara cuando gruño. Marley cerró los ojos
y esperó a que su vida llegara a término, pero sintió una onda de aire atravesándolo, y cuando
abrió los ojos vio al hombre encima de él, aún antes de sentir su tibia piel. Sus labios su juntaron
intensamente. Sus suspiros fueron una suave brisa que se agitó a través de sus cuerpos y envió
una suave explosión que atravesó el agujero de Marley.
Él estaba palpitando de excitación, y su polla estaba llena de sangre. El hombre gruñó y
mordió el cuello del Omega. Las caricias del Alfa dispararon chispas a través de los dos. Encendió
un fuego que se deslizó por ambos, alimentando la pasión e intensificando las caricias del Alfa.
Éste estaba frotando sus dedos en las tetillas del chico a través de la camisa mientras bajaba sus
manos por el pantalón del muchacho y las movía de arriba abajo por su polla endurecida.
—Te quiero—. El Alfa desgarró la camisa de Marley y mordió sus tetillas. El intenso dolor
mezclado con el eléctrico placer fue una extática explosión de sensaciones. El Omega estiró la
mano y la deslizó a lo largo del eje del hombre, y éste tembló ante el suave toque. Ambos cuerpos
25 en llamas. El hombre se irguió y comenzó a jalar el pantalón del Omega, se agachó y empezó a
besar el pecho del chico. Era salvaje y tierno. El sonido de los besos, mezclado con la mano del
hombre bajando por su pecho fue suficiente para hacerlo expulsar chorros desde dentro de él.
Los grandes labios del Alfa estaban tan cerca de su larga polla. Quería empujarla hasta el fondo
por la garganta del hombre, y éste enterró su barbilla en el suave vello del chico. Movió su cabeza
hacia adelante y hacia atrás, mientras su mano se deslizaba de arriba abajo por el eje del Omega.
La incipiente barba se frotaba por su piel, haciéndolo estremecerse.
Entonces el Alfa se sentó y movió la verga a lo largo del muslo del muchacho.
—Fóllame— el chico gritó.
La verga del Alfa estaba cerca y el sedoso prepucio se frotaba por la curva de sus
mejillas, cerca de su agujero. Marley estiró los brazos y extendió sus mejillas, entonces levantó las
piernas y dijo: —estoy mojado para ti.
El Alfa bajó la cabeza, con sus labios muy cerca de la polla del muchacho. Le dio una buena
olida a los testículos del Omega y entró en frenesí. Su verga se hundió de golpe en la entrada del
Destinado al Alfa
chico. Los gritos de Marley hicieron volar a las aves en los árboles cuando el inmenso nudo del
Alfa estiró su agujero y se impulsó hacia adelante con los brazos, quedando trabado en un
indefenso abrazo. No podía moverse. No podía parar el dolor de la polla que perforaba su hueco
y entonces el Alfa meció sus cadera de un lado al otro, en un sensual ritmo que produjo un éxtasis
tan profundo que estuvo convulsionando del impacto.
La polla del Alfa se hundió más y más y ambos estuvieron jadeando mientras sus
corazones se salían del pecho y se fundían el uno en el otro.
Fue ahí cuando Marley lo vio. Vio el claro desplegado ante él. Era un santuario sagrado
para dioses profanos que tenía que ser destruido.
La pasión y el placer fueron tan intensos que ambos hombres aullaron. E hizo erupción
en una fuente que soltó chorros del caliente esperma de ambos hombres. El Alfa sostuvo al chico
y sonrió. Vio al Omega a los ojos como si hubiera logrado una victoria. Entonces, cuando su nudo
se deshinchó, huyó hacia el bosque.

26

— ¿A dónde se fue?— Mark preguntó.


—Corrió hacia un estacionamiento y ya no lo pude atrapar— replicó Noah.
Estaban sentados en un carro en el estacionamiento de un restaurante. Los vidrios
polarizados los cubrían de cualquier entrometido. Mark estiró el brazo hacia la consola central y
tomó un trago de una botella de vodka barato. Una gota cayó en su rubia barba y el la secó.
—¿Qué es lo que sabes de él?— preguntó Noah.
—Sólo que no lo había visto antes.
Destinado al Alfa
—Muy bien. Vamos por un emparedado. No me gusta esto, Mark.
Entraron a Macon´s Bacon y tomaron asiento en una cabina cerca de la puerta de la
cocina. Ambos ordenaron BLT6 y el mesero regresó a la cocina. Un joven Omega salió corriendo
con una escoba. Aunque su camisa estaba cubierta de grasa, el olor del misterioso lobo aún se
aferraba a él.
Noah, se lanzó contra el chico y lo agarró del brazo. Lo arrastro al baño. Parecía estar
temblando de la conmoción. —No te preocupes. Solo quiero saber que pasó.
Marley estaba vacilante. Vio al hombre. Su pelo estaba alborotado y aceitoso. Llevaba una
barba de varios días, pero tenía un aire autoritario y carismático. No confiaba en el hombre. Era
demasiado agresivo, contundente, y su mirada era intensa, Su cabello rubio estaba matizado con
mechones dorados y sus brillantes ojos azules podían ver a través de él como si fuera de cristal.
—No sé qué pensar de usted, señor. ¿Qué está pasando? Necesito que me diga que es lo
que vi en primer lugar.
—No sé qué es lo que viste. Eso es lo que estoy tratando de descubrir.
—Bueno, con certeza sé que no confió en usted— Marley ya se iba, pero el otro hombre
le agarró la mano. Lo jaló y levantó al chico.
—Está bien, vámonos— sacó un arma de sus pantalones. —Si dices siquiera una palabra,
27 te dispararé en la cabeza y me iré como si nada.
Marley le creyó. Simplemente movió su cabeza hacia el pecho del hombre. Olía como a
menta. El aroma le sentaba perfectamente. Era cortante y un poquito áspero.
Los tres hombres salieron del restaurante y lo arrojaron a la parte de atrás del carro.
Bajaron por la autopista del bosque y el Alfa estaba de cara a él con la pistola en su rostro/
—¿Qué es lo que van a hacer conmigo?
—Interrogarte.
—¿Me liberarán después?
—No lo sé.
—¿Eres uno de ellos?

6 BLT, bacon, lettuce and tomato: Tocino, lechuga y tomate.


Destinado al Alfa
El hombre estuvo en silencio el resto del viaje y también lo estuvo Marley. Se detuvieron
frente a una mansión hecha de concreto y vidrio que daba cara al bosque. No era el tipo de lugar
al que imagino que sus captores lo llevarían. Era elegante y moderna. Era probablemente la casa
más grande en toda el área urbana. Esto era mucho peor de lo que Marley había pensado.
Lo sujetaron de nuevo y una vez más el chico estaba en los brazos de su captor tratando
de permanecer callado. Se mordió el labio mientras caminaban hacia la casa. Marley estaba
temblando, y para su sorpresa el hombre lo abrazó más fuerte. Lo hicieron salir por la puerta
trasera de vidrio hacia un claro que estaba directamente en frente, se colocaron ahí y lo miraron
con los brazos cruzados sobre el pecho.
—¿Qué está pasando?
—Necesitamos saber qué es lo que viste— respondió el rubio.
Marley no estaba seguro de qué hacer. Estos Alfas podían hacerle daño. De hecho, lo
matarían en un segundo si no hacía lo que querían. Estaba seguro de que por eso lo habían traído
aquí. Tenía que contárselo y no quería. Nunca se había anudado con alguien hasta esta noche, y
no quería traicionarlo. Sabía, sin embargo, que si no hablaba seguramente lo matarían.
—Está bien— suspiró. —Vi una mancha de pelo a través de mi visión periférica, así que
me volteé a ver que había allí. Cuando miré, era un hombre. Lo perseguí por el bosque, pero una
28 criatura me tiró al suelo. Cerré los ojos y cuando los volví a abrirlos había un hombre otra vez.
—¿Se anudaron?— preguntó el Alfa.
—Sí—, respondió el Omega dócilmente.
—¿Te importaría quedarte aquí mientras descubrimos que está pasando?
—¿Me están pidiendo permiso?
—Tan solo necesitamos que nos lo digas.
A Marley no le parecía bien que lo trataran así. Necesitaba respuestas. Estaba tratando
con cosas que nunca se había encontrado antes. Se suponía que cosas como estas no eran
posibles. Necesitaba tener algún tipo de punto de referencia para poder tomar una decisión.
—Ustedes saben que nunca había visto algo así. Necesito saber que está pasando—. Sus
ojos fueron de uno al otro, siguiendo sus reacciones.
—Déjanos, Mark— dijo el rubio. Su voz sonó sombría. El otro hombre se fue y el rubio
estuvo detrás de él en un instante. Su aliento caliente soplaba sobre la parte de atrás del cuello
Destinado al Alfa
del chico. —Necesitas calmarte y permanecer calmado cuando te enseñe esto. Si entras en pánico
o haces alguna cosa loca, quizás tenga que matarte.
Se miraron fijamente a través del claro, y Noah retrocedió al borde del bosque. El aire
estaba reluciente y el cuerpo de Noah se fue distorsionando con cada sutil cambio en el aire. Se
encorvó y le creció pelo por todo el cuerpo. Cayó al piso y una cola salió de atrás. Tiró la cabeza
hacia atrás para aullar, y era la cabeza de un lobo.
Marley se giró para correr, pero Mark estaba en la puerta bloqueándola.

29
Destinado al Alfa
Capítulo Tres
Marley gritó y cayó al suelo. Se cubrió los ojos con un brazo y esperó a que la bestia
se lanzara sobre él, pero eso nunca pasó. Esperó sentir las garras desgarrando su piel, pero no
pasó. Todo lo que sintió fue el aire frío que enviaba escalofríos por su cuerpo.
Sacó su mano y miró a la bestia. Ésta estaba echada y miraba a Marley. Tenía la misma
mirada inteligente y los mismos ojos penetrantes que Noah tenía. La bestia se levantó y Marley
retrocedió. Caminó lentamente hacia donde estaba y Marley pudo sentir su corazón latiendo de
prisa. Estaba curioso, pero algo le decía que esta bestia podía despedazarlo sin inmutarse.
La bestia estaba ahora a menos de un pie7 de distancia. Marley gritó mientras lo levantaba
por el cuello, y lo lanzaba a su espalda. Estuvieron corriendo por el bosque en un instante. La
criatura saltó y corrió a pasos agigantados a través del bosque como si aquel fuera su ambiente
natural. Se podía mover a una velocidad nunca vista, y Marley batalló para mantenerse encima.
La sensación de ir tan rápido sobre un extraño monstro era muy emocionante y sintió que todo
su cuerpo hormigueaba de excitación.
30 De pronto, se detuvieron y la criatura caminó hacia un claro. Había una arboleda y unas
hermosas flores violetas salpicaban toda el área. Marley le dio una vuelta. A estas alturas ya se
había recuperado de su miedo y estaba emocionado de haber descubierto algo tan asombroso.
Necesitaba saber todo sobre lo que estaba pasando.
El aire ondeó y Noah estaba parado detrás de él. —¿Qué eres?— Marley preguntó
mientras se echaban en el pasto.
—Soy un hombre lobo.
Esa fue la única cosa en la que Marley pudo pensar, así que tenía sentido.
—¿No es que ustedes solo cambian con la luna llena?
—Algunos lo hacen. Yo soy el líder de mi manada así que puedo cambiar cuando quiera.
—¿El otro lobo estaba en tu manada?

7 Pie: 30.48 cm
Destinado al Alfa
—No. Y se anudó con un humano en nuestro territorio. Eso es en contra de nuestras
leyes.
—¿Por qué? Eso es raro.
—Bueno, por décadas nuestro número declinó al punto de extinción, y ahora que estamos
empezando a entrar en un periodo de paz, mi manada está tratando de expandirse.
—¿Entonces el anudarse no es bueno?
—No entiendes.
—Pareciera que estas favoreciendo a un grupo más que a otro, a pesar de lo
desesperada que es la situación.
—No entiendes.
—Es como si China se negara a salvar a Estados Unidos porque no quiere. Son cosas
que no tienen sentido en lo absoluto, pero que la gente hace a pesar de las consecuencias.
—No es así.
—Dame una razón por la que la gente tiene que aparearse dentro de territorios especiales
y sólo si son parte de un grupo de elite.
—Queremos asegurarnos de que otros lobos no toman cosas de más.
31 —¿Tú crees que somos de tu propiedad, verdad?
Noah estaba furioso. Este era el bosque de su familia. Había traído al chico para que viera
algo sagrado. Pensó que el chico estaría maravillado por cuán hermoso era, pero en cambio había
comenzado a cuestionar la moralidad de las leyes de los lobos y su forma de vida.
—No quiero que hables de esto con nadie—. ¿Cómo es que tan hermoso humano podía
llevarlo a la locura?
Se quedaron echados en el pasto por un rato, pensando en silencio. Marley le echó un
vistazo. Este hombre era una criatura rígida que se aferraba a una extraña tradición como un
bebe a su mantita. No sabía que pensar de él, excepto de que claramente, él no pensaba por sí
mismo.
—¿Qué es lo que ese hombre quiere que pienses, Noah?
—Cuando un niño de una manada nace dentro del territorio de otra manada, el padre Alfa
de ese niño tiene derecho de lanzar un reto a muerte por el liderazgo de la otra manada. Quien
sea que gane toma las riquezas de la manada del otro.
Destinado al Alfa
—Ustedes están viviendo en la edad de piedra. Eso es barbárico.
—Nuestras tribus son más viejas que los asentamientos americanos. Vinimos aquí en
barcos vikingos siglos antes que ustedes.
—¿Cuánto tiempo tiene tu manada viviendo en esta área?
—Probablemente desde que los vikingos llegaron al Nuevo Mundo.
—Bueno, de cualquier modo, la manera en que haces las cosas es equivocada. Tú eres
un hombre moderno.
El Alfa se volteó y dijo: —bueno, soy un hombre—. Su polla estaba completamente parada
y la estaba acariciando de arriba abajo. A Marley le gustó la manera en que el prepucio se veía
cuando se plegaba sobre la cabeza. Quería alcanzarlo y pasarle la mano. Necesitaba ver la el
rostro de Noah mientras el placer lo recorría como un maremoto.
En su lugar, vio cuando el hombre le sonrió. Noah se estiró y besó al Omega que gimió
suavemente. Su toque fue gentil y tierno. Quizás se equivocaba acerca de este hombre. Y aunque
no lo estuviera, no le importaba. Era una hermosa criatura. Recorrió con sus dedos el pecho del
Alfa y de ahí los deslizó hacia abajo, observando cómo se abrió su boca y comenzó a gruñir.
El Alfa se colocó encima de él y el chico pudo sentirlo moviendo sus caderas hacia adelante
y hacia atrás mientras pasaba su verga por el estómago del Omega, haciéndolo temblar de
32 excitación. El aire se movía rápido alrededor de ellos, al igual que su pasión. El Alfa se estaba
acariciando a sí mismo y se movía más hacia arriba. Marley quería pasar su lengua por el prepucio
del Alfa. Quería saber que se sentía al tener la verga del hombre entre sus húmedos labios.
El Alfa se estaba acercando y Marley bajó sus manos y las metió en su pantalón. Quería
explotar ya, y ni siquiera se había sacado la polla. Dejó escapar un tembloroso grito cuando el Alfa
pasó la dura punta de su verga por las tetillas del muchacho. El Alfa se deslizo hacia atrás y
comenzó a abrir la cremallera del pantalón del chico. Sus manos sujetaron la larga polla de Marley
y se movieron de arriba abajo, haciéndolo gemir.
La verga se fue acercando y su mano se movió más rápido. El chico trató de estirar la
cabeza. Necesitaba sentirla en su garganta. Anhelaba el sabor dulce y salado. Quería complacer
a la sensual bestia encima de él. Estiró su mano, pero el Alfa le dio un manotazo.
Su polla estaba ahora directamente sobre su cabeza, y los gritos amortiguados del chico
aumentaron cuando la verga pegó en la parte posterior de su garganta y comenzó a atragantarse.
Sabía tan bien. El sabor salado mezclado con el rostro contorsionado de Noah condujo su placer
Destinado al Alfa
a lugares que nunca creyó posibles, mientras los dedos del Alfa se cerraban sobre la punta de su
polla.
Noah levantó la cabeza del chico y la sostuvo mientras se atragantaba furiosamente. Pudo
sentir una creciente explosión justo bajo la superficie y necesitó que terminara, pero su
compañero aún se la frotaba furiosamente. Trató de gritar, pero no pudo por el modo en que el
Alfa metía y sacaba la verga de la boca del chico.
Se salió y pasó la punta por los labios de Marley. Este le dio una lamida a la cabeza,
adolorido por sentirla de vuelta en su garganta. En su lugar el Alfa lo levantó, y girándolo lo dobló.
Se agachó y olió los testículos del chico y entró en frenesí. Sin perder tiempo hundió la verga en
el húmedo agujero del chico. Tan pronto como su nudo se hinchó, estirando el hueco de Marley,
entró y salió con fuerza del chico tan rápido como podía.
Los dos estaban jadeantes y agitados. El Omega sentía como si lo estuvieran apuñalando,
pero tan pronto como el Alfa meneó las caderas, sintió una mágica sensación que abrumó el resto
de sus sentidos. Su agujero se retorcía y el chico gritaba. El sonido hizo eco a través del bosque.
Amaba como se sentía el saber que esa polla se deslizaba dentro y fuera de él, y el que tan
hermosa criatura quisiera encontrar su placer junto a él.
Su verga lo estaba taladrando más y más rápido y un rayo los golpeó por dentro. Sus

33 mentes se combinaron y Noah vio la imagen de la arboleda que Marley había visto. Marley era el
arma con la que el hombre planeaba hacerles daño. Odiaba sus tradiciones tanto como Marley. Él
era un revolucionario.
Su semilla estaba destinada a cambiar el mundo de los hombres lobo. Lucharía y crearía
una nueva dinastía. Con ese pensamiento, ambos explotaron y el Alfa lo sostuvo abajo mientras
escupía el caliente semen por todas partes como una fuente de placer.
Destinado al Alfa
Capítulo Cuatro
Esa noche la manada se juntó en el claro. Se sentaron alrededor de Noah, cada uno en
su forma de lobo. Una gran porción de los hombres querían cambiar de todas maneras la forma
en que las cosas funcionaban. Estaban cansados de patrullar la tierra y mantener a quien fuera
lejos. Querían vivir una vida normal, pero no podían porque estaban atascados en un sistema
barbárico.
El principal argumento con el que vinieron fue la idea de que los lobos no tenían que
matarse entre ellos innecesariamente. No había razón para que los lobos murieran si dejaban de
patrullar. La gente encontraría reproductores y compañeros entre ellos según su libre albedrío.
Las viejas costumbres estaban raídas en los extremos y uno a uno los hombres dieron
un paso adelante. Todos habían perdido a alguien. Un lobo de pelaje gris que caminaba cojeando
tuvo el testimonio más conmovedor. Había visto a sus padres morir en las manos de una manada
rival cuando tenía nueve. Su tío lo acogió y también fue asesinado. El muchacho fue forzado a
vivir en las calles y mendigar para conseguir siquiera un poquito de lo que pudiera.
34 Los hombres asintieron con la cabeza. Un hombre habló acerca de lo terrible que fue
perder a sus padres. Otro contó la historia de él tío que lo protegió cuando era niño. Estaba
comenzando a hacerse evidente cuán brutales habían sido sus vidas.
Noah se dio cuenta que probablemente sus padres no habrían muerto si no fuera por las
guerras entre manadas. Cada vez que los lobos entraban en posesión de otra manada, alguien
moría. Si tan solo pudieran comunicarse con las otras manadas, entonces los lobos tendrían una
mejor oportunidad de sobrevivir. Se paró en el círculo, he hizo una declaración.
Destinado al Alfa
Fernand estaba cazando cuando sintió a su Omega por ahí cerca. Él estaba en el claro
en donde los lobos se habían reunido. Se dio la vuelta y se movió tan rápido como pudo. Ahora
era el momento de actuar. La manada nunca aprendería a vivir solo por vivir. Tenían que estar
peleando constantemente, y eso no iba a cambiar.
Tenían que morir. No había vuelta atrás. Tenía un fuego encendido no muy lejos de donde
estaba parada la manada. Sabía que podían ver el humo, pero suponía que ellos pensarían que
era solo un excursionista acampando en el bosque. Camino hacia el claro y observó por entre
los árboles con una antorcha en la boca.
—De ahora en adelante— Noah dijo —la única ley verdadera es la del amor.
Los lobos echaron hacia atrás las cabezas y aullaron a la luna. Fernand no le creyó. Los
lobos estaban tan apegados en sus costumbres que no sabrían que hacer consigo mismos.
Sostuvo la antorcha contra una hoja y ardió inmediatamente. Las llamas llegaron rápidamente a
la rama y eventualmente a los demás los árboles.
Fernand se abalanzó sobre el líder de los Alfas mientras el fuego se elevaba más arriba.
Lo arrastró al bosque y lo arrojó contra un árbol. Aún estaba débil por la inhalación de humo y lo
hacía alucinar. Tenía una retorcida sonrisa de locura cuando se lanzó contra el líder y le arranco

35 la garganta.
Los lobos se habían acercado por detrás. Él ni siquiera se había dado cuenta hasta que
fue muy tarde. Media docena de ellos cayeron sobre él y destrozaron el cuerpo en pedacitos
hasta que no quedó más que un montículo de carne desecha.
Destinado al Alfa
Fernand estaba en lo cierto. Todo lo que sabían era pelear. Los humanos serían el
ejemplo a seguir. Vivían en paz entre ellos, comparado con los lobos cuyas vidas estaban
constantemente en peligro. No sabían cómo decírselo a las otras manadas y esparcir la revolución
porque los lobos evitaban a otras manadas en la medida de lo posible.
No había un gobierno central. Todo era manejado tras puertas cerradas -algo que nunca
podía ser bueno.
Su naturaleza barbárica estaba enraizada más profundamente de lo que creían posible.
Lo que único que podían hacer era inspirarse en los humanos. No sabían cómo comunicarse
sencillamente. Sabían cómo matar y alejarse de otra gente; sabían cómo atrapar a sus parejas,
pero no sabían cómo atraerlas. Básicamente sabían tomar las cosas, pero no dar a cambio.
Ya que Marley estaba preñado con un bebé Alfa que era el hijo del revolucionario, los
lobos decidieron colocarlo como el señor de la manada. Era un buen líder y sabía lo que quería
que la manada hiciera. Nunca se había escuchado que se hiciera a un Omega, mucho menos a un
reproductor, gobernar su manada, pero sabían que estaban en buenas manos.
Mandó a los lobos a buscar otras manadas de tal manera que pudieran encontrarse en
su forma humana, en lugares públicos, para evitar problemas. Muchas de las manadas vieron el
mérito en lo que esta manada estaba haciendo. Quisieron tomar esa filosofía y hacerla propia.
36 Tampoco les gustaban las debilitantes matanzas y si podían encontrar solaz en el mundo moderno,
sería mejor para ellos. No querían seguir peleando más, y quizás, en algún momento su sueño se
haría realidad.

Fin
Destinado al Alfa

Traducción & Corrección


Formato y Diseño
37
Mireio
Suseth C.

Noviembre 2016

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