Novena Sagrado Corazón
Novena Sagrado Corazón
Novena Sagrado Corazón
JUNIO 2017
NOVENA MEDITADA
AL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS
DÍA PRIMERO
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.
ORACIÓN PREPARATORIA
Ven, Espíritu Santo, inflama nuestro corazón en las ansias
redentoras del Corazón de Cristo, para que ofrezcamos de
veras nuestras personas y obras, en unión con Él, por la
Redención del mundo. ¡Señor mío y Dios mío Jesucristo!,
por el Corazón Inmaculado de María me consagro a tu
Corazón y me ofrezco contigo al Padre en tu santo
Sacrificio del Altar, con mi oración y mi trabajo,
sufrimientos y alegrías de hoy, en reparación de nuestros
pecados y para que venga a nosotros tu Reino. Te pido en
especial por el Papa y sus intenciones, por nuestro Obispo
y sus intenciones, por nuestros Párrocos y sus intenciones.
BREVE REFLEXIÓN
Nos asomamos con esta novena a tu sagrado Corazón
¡Ábrenos las puertas de tu Corazón una vez más!
Jesús, tan humano y tan divino. Tan humano que quieres
vivir y habitar permanentemente dentro de nosotros,
porque tú nos comprendes, conoces nuestra fragilidad,
conoces nuestros más íntimos deseos de adorar,
corresponder y reparar, y de amar a nuestro prójimo. Tú
sabes qué difícil esto resulta a veces. Tú conoces tantos
corazones secos y arrugados porque se han cerrado al
amor gratuito del Padre, porque han hecho una fe al
margen de la que Tú, a través de la Iglesia, nos has
donado.
Jesús, tan divino porque tu costado traspasado sigue día a
día, hora a hora, segundo a segundo, derramando el agua
para purificarnos y la Sangre para salvarnos.
ORACIÓN PREPARATORIA
Ven, Espíritu Santo, inflama nuestro corazón en las ansias
redentoras del Corazón de Cristo, para que ofrezcamos de
veras nuestras personas y obras, en unión con Él, por la
Redención del mundo. ¡Señor mío y Dios mío Jesucristo!,
por el Corazón Inmaculado de María me consagro a tu
Corazón y me ofrezco contigo al Padre en tu santo
Sacrificio del Altar, con mi oración y mi trabajo,
sufrimientos y alegrías de hoy, en reparación de nuestros
pecados y para que venga a nosotros tu Reino. Te pido en
especial por el Papa y sus intenciones, por nuestro Obispo
y sus intenciones, por nuestros Párrocos y sus intenciones.
BREVE REFLEXIÓN
Nos asomamos este segundo día de la novena a Tú
Sagrado Corazón ¡Ábrenos las puertas de Tú Corazón una
vez más! Jesús, tan humano y tan divino. Tan humano
porque tuviste una Madre como nosotros, tan divino
porque has hecho a María, Madre de Dios y Madre
nuestra.
ORACIÓN PREPARATORIA
Ven, Espíritu Santo, inflama nuestro corazón en las ansias
redentoras del Corazón de Cristo, para que ofrezcamos de
veras nuestras personas y obras, en unión con Él, por la
Redención del mundo. ¡Señor mío y Dios mío Jesucristo!,
por el Corazón Inmaculado de María me consagro a tu
Corazón y me ofrezco contigo al Padre en tu santo
Sacrificio del Altar, con mi oración y mi trabajo,
sufrimientos y alegrías de hoy, en reparación de nuestros
pecados y para que venga a nosotros tu Reino. Te pido en
especial por el Papa y sus intenciones, por nuestro Obispo
y sus intenciones, por nuestros Párrocos y sus intenciones.
BREVE REFLEXIÓN
Nos asomamos este tercer día de la novena a tú sagrado
Corazón ¡Ábrenos las puertas de tu Corazón una vez más!
Jesús, tan humano y tan divino. Tan humano que nos
enseñaste que no viniste a ser servido, sino a servir (Mt
20,28), tan divino que como Sumo y Eterno sacerdote no
dejas de servirnos en nuestras muchas y pobres
necesidades. Siempre estás con nosotros, en el Papa, en tus
pastores, sacerdotes, en cada uno de nosotros miembros de
tu Cuerpo Místico.
BREVE REFLEXIÓN
Nos asomamos este cuarto día de la novena a Tú Sagrado
Corazón ¡Ábrenos las puertas de Tú Corazón una vez más!
Jesús, tan humano y tan divino. Tan humano que aun
viendo la huella del Padre en cada criatura, viviste rodeado
del pecado y de la obstinación del mal. Tan divino que nos
enseñaste a no juzgar, a ser compasivos y misericordiosos,
a que nunca hay ‘nuncas’ Contigo, ni con el Padre. En Ti,
siempre hay ‘siempres’, siempres para levantarnos,
siempres para buscar tu perdón, siempres para ser prontos
a perdonar, siempres para pedir perdón, siempres para
disculpar, siempres para callar la crítica, siempres para
nunca hablar mal de nuestros hermanos.
Nosotros, como Tú, también vivimos rodeados del pecado
de una sociedad mortecina, triste, dividida y sin referente
de eternidad. Del pecado de una Iglesia que es Madre y
Maestra, pero también pecadora en muchas partes de Su
Cuerpo. Te pedimos que aún en medio de la verdad del
mal, nos eleves la mirada para saber mirar desde la tuya.
ORACIÓN PREPARATORIA
Ven, Espíritu Santo, inflama nuestro corazón en las ansias
redentoras del Corazón de Cristo, para que ofrezcamos de
veras nuestras personas y obras, en unión con Él, por la
Redención del mundo. ¡Señor mío y Dios mío Jesucristo!,
por el Corazón Inmaculado de María me consagro a tu
Corazón y me ofrezco contigo al Padre en tu santo
Sacrificio del Altar, con mi oración y mi trabajo,
sufrimientos y alegrías de hoy, en reparación de nuestros
pecados y para que venga a nosotros tu Reino. Te pido en
especial por el Papa y sus intenciones, por nuestro Obispo
y sus intenciones, por nuestro párroco y sus intenciones.
BREVE REFLEXIÓN
Nos asomamos este quinto día de novena a las puertas de
Tú Sagrado Corazón ¡Ábrenos las puertas de Tú Corazón
una vez más! Jesús, tan humano y tan divino. Tan humano
que te quedaste tres días en el templo sin avisar a tus
padres, “porque estabas en las cosas de Tu Padre”. Tan
divino, porque de esa forma misteriosa abriste aún más los
ojos de la Fe a José y a María, ellos, al asomarse a Tu
Templo y encontrarte allí y, escucharte… Se les debió
abrir los ojos y oídos interiores para ver y descubrir ¡A la
Trinidad misma! Quizá por eso: “María meditaba y
guardaba todo en su corazón”.
Tu Corazón, ya desde Niño nos enseña la obediencia
interior, esa que va más allá del propio estado de vida; esa
obediencia dócil, discreta y humilde que busca solamente
agradar al Padre, -“Porque tu Padre que ve en lo secreto, te
recompensará”-. Esa obediencia positiva que nace por
amor, para amar y desde el amor. La obediencia sujeta y
sometida llanamente al depósito de la Fe recibida. La
obediencia que Tú nos muestras es muy amable a los ojos
de Dios, quizá incomprensible a los ojos humanos.
La obediencia del detalle; la obediencia del corazón
paciente; la obediencia del corazón que no busca
imponerse; la obediencia del corazón abierto a otras
posibilidades y perspectivas.
La obediencia del corazón reparador, sensible a tus
dolores y a nuestro pecado. La obediencia que escucha a
Tú Corazón y a su conciencia. Porque Dios, Tú Padre,
Nuestro Padre, siempre renueva y nos regenera con su
novedad inspiradora.
ORACIÓN PREPARATORIA
Ven, Espíritu Santo, inflama nuestro corazón en las ansias
redentoras del Corazón de Cristo, para que ofrezcamos de
veras nuestras personas y obras, en unión con Él, por la
Redención del mundo. ¡Señor mío y Dios mío Jesucristo!,
por el Corazón Inmaculado de María me consagro a tu
Corazón y me ofrezco contigo al Padre en tu santo
Sacrificio del Altar, con mi oración y mi trabajo,
sufrimientos y alegrías de hoy, en reparación de nuestros
pecados y para que venga a nosotros tu Reino. Te pido en
especial por el Papa y sus intenciones, por nuestro Obispo
y sus intenciones, por nuestro párroco y sus intenciones.
BREVE REFLEXIÓN
Nos asomamos este sexto día de la novena a las puertas de
Tú Sagrado Corazón ¡Ábrenos las puertas de Tú Corazón
una vez más! Jesús, tan humano y tan divino. Tan humano
que nos enseñas el Reino de los cielos en parábolas, con el
lenguaje de la creación, echando mano del día a día, de la
realidad de quienes te escuchaban. Tan divino que tus
palabras engendran vida, y vida eterna. Elevas a los
incultos e ignorantes llenos de sencillo espíritu y muestras
su ignorancia a los eruditos sin espíritu.
BREVE REFLEXIÓN
Nos asomamos este séptimo día de la novena a las puertas
de Tú Sagrado Corazón ¡Ábrenos las puertas de Tú
Corazón una vez más! Jesús, tan humano y tan divino. Tan
humano que al ver el cortejo fúnebre del hijo de la viuda
de Naim, te conmoviste, sentiste compasión y así te
mostraste ¡Tan divino! que sólo Tú podías realizar el
milagro de resucitarle.
ORACIÓN PREPARATORIA
Ven, Espíritu Santo, inflama nuestro corazón en las ansias
redentoras del Corazón de Cristo, para que ofrezcamos de
veras nuestras personas y obras, en unión con Él, por la
Redención del mundo. ¡Señor mío y Dios mío Jesucristo!,
por el Corazón Inmaculado de María me consagro a tu
Corazón y me ofrezco contigo al Padre en tu santo
Sacrificio del Altar, con mi oración y mi trabajo,
sufrimientos y alegrías de hoy, en reparación de nuestros
pecados y para que venga a nosotros tu Reino. Te pido en
especial por el Papa y sus intenciones, por nuestro Obispo
y sus intenciones, por nuestros Párrocos y sus intenciones.
BREVE REFLEXIÓN
Nos asomamos este octavo día de la novena a las puertas
de Tú Sagrado Corazón ¡Ábrenos las puertas de Tú
Corazón una vez más! Jesús, tan humano y tan divino. Tan
humano que tus silencios siempre muestran la verdad.
Aquella mirada silenciosa entre tu Madre y tú cuando
exclamaste: “Dichosos más bien los que escuchan la
Palabra de Dios y la guardan” (Lc 11, 27-28), porque sin
duda, mirarías a Tú Madre aunque fuera de soslayo, no
preocupado por Ella, pues ya sabía en Quien había puesto
toda su confianza, ni Ella preocupada por las miradas
ajenas, ya te conocía, no le importaba quedar en segundo
plano. Tan divino que desde el silencio de la Eucaristía
nos hablas y transformas.
DÍA NOVENO
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.
ORACIÓN PREPARATORIA
Ven, Espíritu Santo, inflama nuestro corazón en las ansias
redentoras del Corazón de Cristo, para que ofrezcamos de
veras nuestras personas y obras, en unión con Él, por la
Redención del mundo. ¡Señor mío y Dios mío Jesucristo!,
por el Corazón Inmaculado de María me consagro a tu
Corazón y me ofrezco contigo al Padre en tu santo
Sacrificio del Altar, con mi oración y mi trabajo,
sufrimientos y alegrías de hoy, en reparación de nuestros
pecados y para que venga a nosotros tu Reino. Te pido en
especial por el Papa y sus intenciones, por nuestro Obispo
y sus intenciones, por nuestro Párroco y sus intenciones.
BREVE REFLEXIÓN
Nos asomamos este último día de la novena a las puertas
de Tu Sagrado Corazón ¡Ábrenos las puertas de Tu
Corazón una vez más! Jesús, tan humano y tan divino. Tan
humano que no dudaste en echar a los vendedores y
farsantes de Tu templo, de la Casa de Tu Padre. Tan
divino que sólo Tú puedes tolerar y perdonar tantos
sacrilegios, infidelidades, mentiras, saqueos,
manipulaciones de tus hijos y hermanos redimidos.
En estos tiempos de zozobra para la humanidad, donde
aún permanece la oscuridad del pecado en el seno de Tu
Iglesia. Donde la mediocridad, la acedia y la tibieza
dominan a tantos corazones buenos de católicos, pero fríos
en su piedad y amor a Ti, ¡muéstranos el verdadero celo de
Tú Corazón! En estos tiempos donde el sentido de lo
sagrado, la verdadera religiosidad la viven unas minorías,
revélanos la ciencia del verdadero celo por el amor al
Padre, por el ansia de eternidad, abominación del pecado y
deseo sincero de salvación eterna en correspondencia y
gratitud a tanto amor tuyo.