Novena Sagrado Corazón

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NOVENA AL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS, DEL 14 AL 22 DE

JUNIO 2017

NOVENA MEDITADA
AL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS
DÍA PRIMERO
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.

ORACIÓN PREPARATORIA
Ven, Espíritu Santo, inflama nuestro corazón en las ansias
redentoras del Corazón de Cristo, para que ofrezcamos de
veras nuestras personas y obras, en unión con Él, por la
Redención del mundo. ¡Señor mío y Dios mío Jesucristo!,
por el Corazón Inmaculado de María me consagro a tu
Corazón y me ofrezco contigo al Padre en tu santo
Sacrificio del Altar, con mi oración y mi trabajo,
sufrimientos y alegrías de hoy, en reparación de nuestros
pecados y para que venga a nosotros tu Reino. Te pido en
especial por el Papa y sus intenciones, por nuestro Obispo
y sus intenciones, por nuestros Párrocos y sus intenciones.

BREVE REFLEXIÓN
Nos asomamos con esta novena a tu sagrado Corazón
¡Ábrenos las puertas de tu Corazón una vez más!
Jesús, tan humano y tan divino. Tan humano que quieres
vivir y habitar permanentemente dentro de nosotros,
porque tú nos comprendes, conoces nuestra fragilidad,
conoces nuestros más íntimos deseos de adorar,
corresponder y reparar, y de amar a nuestro prójimo. Tú
sabes qué difícil esto resulta a veces. Tú conoces tantos
corazones secos y arrugados porque se han cerrado al
amor gratuito del Padre, porque han hecho una fe al
margen de la que Tú, a través de la Iglesia, nos has
donado.
Jesús, tan divino porque tu costado traspasado sigue día a
día, hora a hora, segundo a segundo, derramando el agua
para purificarnos y la Sangre para salvarnos.

DE LAS INVOCACIONES AL CORAZÓN DE JESÚS


¡Dulzura del Corazón de Jesús! ¡Penetra nuestro corazón!
Ablándanos para que creamos en tu presencia,
dulcifícanos para acoger tus inspiraciones en estos días de
novena y toda nuestra vida, para acoger por igual a cada
hermano, penétranos de tu amor, ternura y dulzura para
querer amar y reparar tu Corazón por tantas ofensas,
ingratitudes, omisiones e indiferencias hacia Ti y Tu
Iglesia.

ORACIÓN FINAL AL PADRE ETERNO


¡Oh Padre Eterno! Por medio del Corazón de Jesús, mi
vida, mi verdad y mi camino, llego a Vuestra Majestad;
por medio de este adorable Corazón, os adoro por todos
los hombres que no os adoran; os amo por todos los que
no os aman; os conozco por todos los que,
voluntariamente ciegos, no quieren conoceros. Por este
divinísimo Corazón deseo satisfacer a Vuestra Majestad
todas las obligaciones que os tienen todos los hombres; os
ofrezco todas las almas redimidas con la preciosa sangre
de vuestro divino Hijo, y os pido humildemente la
conversión de todas por el mismo suavísimo Corazón. No
permitáis que sea por más tiempo ignorado de ellas mi
amado Jesús; haced que vivan por Jesús, que murió por
todas. Presento también a Vuestra Majestad, sobre este
santísimo Corazón, a vuestros siervos, mis amigos, y os
pido los llenéis de su espíritu, para que, siendo su
protector el mismo deífico Corazón, merezcan estar con
vos eternamente. Amén.
Hacer aquí la petición que se desea obtener con esta
novena- Tres Padrenuestros y Avemarías.
Sagrado Corazón de Jesús ¡En Vos confío!
Inmaculado Corazón de María ¡Sé la salvación mía!
DÍA SEGUNDO
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.

ORACIÓN PREPARATORIA
Ven, Espíritu Santo, inflama nuestro corazón en las ansias
redentoras del Corazón de Cristo, para que ofrezcamos de
veras nuestras personas y obras, en unión con Él, por la
Redención del mundo. ¡Señor mío y Dios mío Jesucristo!,
por el Corazón Inmaculado de María me consagro a tu
Corazón y me ofrezco contigo al Padre en tu santo
Sacrificio del Altar, con mi oración y mi trabajo,
sufrimientos y alegrías de hoy, en reparación de nuestros
pecados y para que venga a nosotros tu Reino. Te pido en
especial por el Papa y sus intenciones, por nuestro Obispo
y sus intenciones, por nuestros Párrocos y sus intenciones.

BREVE REFLEXIÓN
Nos asomamos este segundo día de la novena a Tú
Sagrado Corazón ¡Ábrenos las puertas de Tú Corazón una
vez más! Jesús, tan humano y tan divino. Tan humano
porque tuviste una Madre como nosotros, tan divino
porque has hecho a María, Madre de Dios y Madre
nuestra.

DE LAS INVOCACIONES AL CORAZÓN DE JESÚS


Humildad del Corazón de Jesús ¡Anonada mi corazón! La
manera de La Virgen es hacer silencio y escuchar, la
manera tuya en los albores de la Pasión fue silenciar ante
el insensato Herodes, y sentenciar ante Pilatos: “Tú lo has
dicho: Yo soy Rey. Para esto nací, para esto vine al
mundo, para ser testigo de la Verdad” (Jn 18, 36-37).
A nuestro orgullo y amor propio les da miedo anonadarse,
silenciarse, humillarse. En la familia, en el trabajo, con los
amigos o enemigos, si los tuviéramos. Tú desde la
Eucaristía silencias y ahí estás anonadado, pero… ¡cómo
nos hablas! Ayúdanos a ser humildes ante Ti, ante los
demás, ante nosotros mismos y así ofrécenos al Padre para
reparar, agradarte y amar en verdad.

ORACIÓN FINAL AL PADRE ETERNO


¡Oh Padre Eterno! Por medio del Corazón de Jesús, mi
vida, mi verdad y mi camino, llego a Vuestra Majestad;
por medio de este adorable Corazón, os adoro por todos
los hombres que no os adoran; os amo por todos los que
no os aman; os conozco por todos los que,
voluntariamente ciegos, no quieren conoceros. Por este
divinísimo Corazón deseo satisfacer a Vuestra Majestad
todas las obligaciones que os tienen todos los hombres; os
ofrezco todas las almas redimidas con la preciosa sangre
de vuestro divino Hijo, y os pido humildemente la
conversión de todas por el mismo suavísimo Corazón. No
permitáis que sea por más tiempo ignorado de ellas mi
amado Jesús; haced que vivan por Jesús, que murió por
todas. Presento también a Vuestra Majestad, sobre este
santísimo Corazón, a vuestros siervos, mis amigos, y os
pido los llenéis de su espíritu, para que, siendo su
protector el mismo deífico Corazón, merezcan estar con
vos eternamente. Amén.
Hacer aquí la petición que se desea obtener con esta
novena- Tres Padrenuestros y Avemarías.
Sagrado Corazón de Jesús ¡En Vos confío!
Inmaculado Corazón de María ¡Sé la salvación mía!
DÍA TERCERO
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.

ORACIÓN PREPARATORIA
Ven, Espíritu Santo, inflama nuestro corazón en las ansias
redentoras del Corazón de Cristo, para que ofrezcamos de
veras nuestras personas y obras, en unión con Él, por la
Redención del mundo. ¡Señor mío y Dios mío Jesucristo!,
por el Corazón Inmaculado de María me consagro a tu
Corazón y me ofrezco contigo al Padre en tu santo
Sacrificio del Altar, con mi oración y mi trabajo,
sufrimientos y alegrías de hoy, en reparación de nuestros
pecados y para que venga a nosotros tu Reino. Te pido en
especial por el Papa y sus intenciones, por nuestro Obispo
y sus intenciones, por nuestros Párrocos y sus intenciones.

BREVE REFLEXIÓN
Nos asomamos este tercer día de la novena a tú sagrado
Corazón ¡Ábrenos las puertas de tu Corazón una vez más!
Jesús, tan humano y tan divino. Tan humano que nos
enseñaste que no viniste a ser servido, sino a servir (Mt
20,28), tan divino que como Sumo y Eterno sacerdote no
dejas de servirnos en nuestras muchas y pobres
necesidades. Siempre estás con nosotros, en el Papa, en tus
pastores, sacerdotes, en cada uno de nosotros miembros de
tu Cuerpo Místico.

DE LAS INVOCACIONES AL CORAZÓN DE JESÚS


Reino del Corazón de Jesús ¡Establécete en mi corazón!
Tú nos dices que aquel que no cumpla lo más pequeño de
la Ley del amor que nos enseñaste, será el más pequeño en
el Reino de los cielos. Tú mismo, Jesús, vivo, presente y
resucitado eres aquí y ahora el Reino de los cielos. “Será
el más pequeño”… pero no echado, ni desechado. Porque
Tú eres así de magnánimo, incapaz de contradecirte a Ti
mismo, Dios de amor y verdad. Y también nos dijiste que
el que viviera y cumpliera con amor la Ley de plenitud
que nos trajiste, ¡ese será grande en el Reino de los cielos!
Esto te pedimos, ser grandes en el Reino de Tú Corazón,
sabiéndonos niños y pequeños ante Ti. Ayúdanos a crecer
en nuestra vida interior, tu misma vida en nosotros;
ayúdanos a tomarnos en serio la vida espiritual, a vivir y
necesitar de Ti en tus sacramentos, a perseverar día a día
en nuestra vida de piedad, sólo así Jesús, Tu Reino se
establecerá en nuestros corazones.

ORACIÓN FINAL AL PADRE ETERNO


¡Oh Padre Eterno! Por medio del Corazón de Jesús, mi
vida, mi verdad y mi camino, llego a Vuestra Majestad;
por medio de este adorable Corazón, os adoro por todos
los hombres que no os adoran; os amo por todos los que
no os aman; os conozco por todos los que,
voluntariamente ciegos, no quieren conoceros. Por este
divinísimo Corazón deseo satisfacer a Vuestra Majestad
todas las obligaciones que os tienen todos los hombres; os
ofrezco todas las almas redimidas con la preciosa sangre
de vuestro divino Hijo, y os pido humildemente la
conversión de todas por el mismo suavísimo Corazón. No
permitáis que sea por más tiempo ignorado de ellas mi
amado Jesús; haced que vivan por Jesús, que murió por
todas. Presento también a Vuestra Majestad, sobre este
santísimo Corazón, a vuestros siervos, mis amigos, y os
pido los llenéis de su espíritu, para que, siendo su
protector el mismo deífico Corazón, merezcan estar con
vos eternamente. Amén.
Hacer aquí la petición que se desea obtener con esta
novena- Tres Padrenuestros y Avemarías, Gloria.
Sagrado Corazón de Jesús ¡En Vos confío!
Inmaculado Corazón de María ¡Sé la salvación mía!
DÍA CUARTO
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.
ORACIÓN PREPARATORIA
Ven, Espíritu Santo, inflama nuestro corazón en las ansias
redentoras del Corazón de Cristo, para que ofrezcamos de
veras nuestras personas y obras, en unión con Él, por la
Redención del mundo. ¡Señor mío y Dios mío Jesucristo!,
por el Corazón Inmaculado de María me consagro a tu
Corazón y me ofrezco contigo al Padre en tu santo
Sacrificio del Altar, con mi oración y mi trabajo,
sufrimientos y alegrías de hoy, en reparación de nuestros
pecados y para que venga a nosotros tu Reino. Te pido en
especial por el Papa y sus intenciones, por nuestro Obispo
y sus intenciones, por nuestro párroco y sus intenciones.

BREVE REFLEXIÓN
Nos asomamos este cuarto día de la novena a Tú Sagrado
Corazón ¡Ábrenos las puertas de Tú Corazón una vez más!
Jesús, tan humano y tan divino. Tan humano que aun
viendo la huella del Padre en cada criatura, viviste rodeado
del pecado y de la obstinación del mal. Tan divino que nos
enseñaste a no juzgar, a ser compasivos y misericordiosos,
a que nunca hay ‘nuncas’ Contigo, ni con el Padre. En Ti,
siempre hay ‘siempres’, siempres para levantarnos,
siempres para buscar tu perdón, siempres para ser prontos
a perdonar, siempres para pedir perdón, siempres para
disculpar, siempres para callar la crítica, siempres para
nunca hablar mal de nuestros hermanos.
Nosotros, como Tú, también vivimos rodeados del pecado
de una sociedad mortecina, triste, dividida y sin referente
de eternidad. Del pecado de una Iglesia que es Madre y
Maestra, pero también pecadora en muchas partes de Su
Cuerpo. Te pedimos que aún en medio de la verdad del
mal, nos eleves la mirada para saber mirar desde la tuya.

DE LAS INVOCACIONES AL CORAZÓN DE JESÚS


Hermosura del Corazón de Jesús ¡Cautiva mi corazón!
Cautiva nuestros corazones, no para mirar a otro lado, sino
para saber descubrir la inmensidad de la belleza escondida
en nuestra Fe, en nuestra Iglesia, en cada persona, en
nosotros mismos. Cautívanos, Tú que eres el más hermoso
de los hombres, cautívanos desde la fealdad aparente de tu
cruz, como desde la eternidad aún velada a nuestros
sentidos, pero no a nuestras almas.

ORACIÓN FINAL AL PADRE ETERNO


¡Oh Padre Eterno! Por medio del Corazón de Jesús, mi
vida, mi verdad y mi camino, llego a Vuestra Majestad;
por medio de este adorable Corazón, os adoro por todos
los hombres que no os adoran; os amo por todos los que
no os aman; os conozco por todos los que,
voluntariamente ciegos, no quieren conoceros. Por este
divinísimo Corazón deseo satisfacer a Vuestra Majestad
todas las obligaciones que os tienen todos los hombres; os
ofrezco todas las almas redimidas con la preciosa sangre
de vuestro divino Hijo, y os pido humildemente la
conversión de todas por el mismo suavísimo Corazón. No
permitáis que sea por más tiempo ignorado de ellas mi
amado Jesús; haced que vivan por Jesús, que murió por
todas. Presento también a Vuestra Majestad, sobre este
santísimo Corazón, a vuestros siervos, mis amigos, y os
pido los llenéis de su espíritu, para que, siendo su
protector el mismo deífico Corazón, merezcan estar con
vos eternamente. Amén.
Hacer aquí la petición que se desea obtener con esta
novena- Tres Padrenuestros y Avemarías, Gloria.
Sagrado Corazón de Jesús ¡En Vos confío!
Inmaculado Corazón de María ¡Sé la salvación mía!
DÍA QUINTO
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.

ORACIÓN PREPARATORIA
Ven, Espíritu Santo, inflama nuestro corazón en las ansias
redentoras del Corazón de Cristo, para que ofrezcamos de
veras nuestras personas y obras, en unión con Él, por la
Redención del mundo. ¡Señor mío y Dios mío Jesucristo!,
por el Corazón Inmaculado de María me consagro a tu
Corazón y me ofrezco contigo al Padre en tu santo
Sacrificio del Altar, con mi oración y mi trabajo,
sufrimientos y alegrías de hoy, en reparación de nuestros
pecados y para que venga a nosotros tu Reino. Te pido en
especial por el Papa y sus intenciones, por nuestro Obispo
y sus intenciones, por nuestro párroco y sus intenciones.

BREVE REFLEXIÓN
Nos asomamos este quinto día de novena a las puertas de
Tú Sagrado Corazón ¡Ábrenos las puertas de Tú Corazón
una vez más! Jesús, tan humano y tan divino. Tan humano
que te quedaste tres días en el templo sin avisar a tus
padres, “porque estabas en las cosas de Tu Padre”. Tan
divino, porque de esa forma misteriosa abriste aún más los
ojos de la Fe a José y a María, ellos, al asomarse a Tu
Templo y encontrarte allí y, escucharte… Se les debió
abrir los ojos y oídos interiores para ver y descubrir ¡A la
Trinidad misma! Quizá por eso: “María meditaba y
guardaba todo en su corazón”.
Tu Corazón, ya desde Niño nos enseña la obediencia
interior, esa que va más allá del propio estado de vida; esa
obediencia dócil, discreta y humilde que busca solamente
agradar al Padre, -“Porque tu Padre que ve en lo secreto, te
recompensará”-. Esa obediencia positiva que nace por
amor, para amar y desde el amor. La obediencia sujeta y
sometida llanamente al depósito de la Fe recibida. La
obediencia que Tú nos muestras es muy amable a los ojos
de Dios, quizá incomprensible a los ojos humanos.
La obediencia del detalle; la obediencia del corazón
paciente; la obediencia del corazón que no busca
imponerse; la obediencia del corazón abierto a otras
posibilidades y perspectivas.
La obediencia del corazón reparador, sensible a tus
dolores y a nuestro pecado. La obediencia que escucha a
Tú Corazón y a su conciencia. Porque Dios, Tú Padre,
Nuestro Padre, siempre renueva y nos regenera con su
novedad inspiradora.

DE LAS INVOCACIONES AL CORAZÓN DE JESÚS


Obediencia del Corazón de Jesús ¡Somete mi corazón!
Ayúdanos como a María a sumirnos en Tú Corazón y
desear abandonarnos a tus designios tan personales sobre
cada uno:
Amar a Jesús como María,
Dios en Ella y Ella en Dios
Sin más seña de identidad que su fe,
Sin más norma ni ley que el amor.
La norma sin amor… mera tradición.
La Madre de Dios entre los hombres paseaba,
Nadie… de Ella se admiraba,
Solo Dios, solo Dios.

ORACIÓN FINAL AL PADRE ETERNO


¡Oh Padre Eterno! Por medio del Corazón de Jesús, mi
vida, mi verdad y mi camino, llego a Vuestra Majestad;
por medio de este adorable Corazón, os adoro por todos
los hombres que no os adoran; os amo por todos los que
no os aman; os conozco por todos los que,
voluntariamente ciegos, no quieren conoceros. Por este
divinísimo Corazón deseo satisfacer a Vuestra Majestad
todas las obligaciones que os tienen todos los hombres; os
ofrezco todas las almas redimidas con la preciosa sangre
de vuestro divino Hijo, y os pido humildemente la
conversión de todas por el mismo suavísimo Corazón. No
permitáis que sea por más tiempo ignorado de ellas mi
amado Jesús; haced que vivan por Jesús, que murió por
todas. Presento también a Vuestra Majestad, sobre este
santísimo Corazón, a vuestros siervos, mis amigos, y os
pido los llenéis de su espíritu, para que, siendo su
protector el mismo deífico Corazón, merezcan estar con
vos eternamente. Amén.
Hacer aquí la petición que se desea obtener con esta
novena- Tres Padrenuestros y Avemarías, Gloria.
Sagrado Corazón de Jesús ¡En Vos confío!
Inmaculado Corazón de María ¡Sé la salvación mía!
DÍA SEXTO
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.

ORACIÓN PREPARATORIA
Ven, Espíritu Santo, inflama nuestro corazón en las ansias
redentoras del Corazón de Cristo, para que ofrezcamos de
veras nuestras personas y obras, en unión con Él, por la
Redención del mundo. ¡Señor mío y Dios mío Jesucristo!,
por el Corazón Inmaculado de María me consagro a tu
Corazón y me ofrezco contigo al Padre en tu santo
Sacrificio del Altar, con mi oración y mi trabajo,
sufrimientos y alegrías de hoy, en reparación de nuestros
pecados y para que venga a nosotros tu Reino. Te pido en
especial por el Papa y sus intenciones, por nuestro Obispo
y sus intenciones, por nuestro párroco y sus intenciones.

BREVE REFLEXIÓN
Nos asomamos este sexto día de la novena a las puertas de
Tú Sagrado Corazón ¡Ábrenos las puertas de Tú Corazón
una vez más! Jesús, tan humano y tan divino. Tan humano
que nos enseñas el Reino de los cielos en parábolas, con el
lenguaje de la creación, echando mano del día a día, de la
realidad de quienes te escuchaban. Tan divino que tus
palabras engendran vida, y vida eterna. Elevas a los
incultos e ignorantes llenos de sencillo espíritu y muestras
su ignorancia a los eruditos sin espíritu.

DE LAS INVOCACIONES AL CORAZÓN DE JESÚS


Sabiduría del Corazón de Jesús ¡Conduce mi corazón! Tu
sabiduría es la escuela de la cruz, la que mana de tu
Costado abierto, condúcenos ahí, enséñanos a contemplar
y escuchar la verdadera sabiduría, esa que minimiza y
ridiculiza nuestras más íntimas pasiones contrarias al
espíritu de Dios; esa sabiduría que nos amansa, llena de
gozo y conforma plenamente a Tu Voluntad. La sabiduría
del que perdiendo en lo humano, lo gana todo. La
sabiduría del corazón que relativiza lo inmediato y
antepone la vida interior al mundo exterior. La sabiduría
del corazón apóstol que se abandona en la aparente
pasividad aguardando tu iniciativa y se presta a sembrar
para que sólo Tú coseches y salves a las almas para
llevarlas al cielo, a Tú cielo. La sabiduría del corazón que
busca que prevalezca el ser en Dios, antes que el hacer
ante los hombres.

ORACIÓN FINAL AL PADRE ETERNO


¡Oh Padre Eterno! Por medio del Corazón de Jesús, mi
vida, mi verdad y mi camino, llego a Vuestra Majestad;
por medio de este adorable Corazón, os adoro por todos
los hombres que no os adoran; os amo por todos los que
no os aman; os conozco por todos los que,
voluntariamente ciegos, no quieren conoceros. Por este
divinísimo Corazón deseo satisfacer a Vuestra Majestad
todas las obligaciones que os tienen todos los hombres; os
ofrezco todas las almas redimidas con la preciosa sangre
de vuestro divino Hijo, y os pido humildemente la
conversión de todas por el mismo suavísimo Corazón. No
permitáis que sea por más tiempo ignorado de ellas mi
amado Jesús; haced que vivan por Jesús, que murió por
todas. Presento también a Vuestra Majestad, sobre este
santísimo Corazón, a vuestros siervos, mis amigos, y os
pido los llenéis de su espíritu, para que, siendo su
protector el mismo deífico Corazón, merezcan estar con
vos eternamente. Amén.
Hacer aquí la petición que se desea obtener con esta
novena- Tres Padrenuestros y Avemarías.
Sagrado Corazón de Jesús ¡En Vos confío!
Inmaculado Corazón de María ¡Sé la salvación mía!
DÍA SÉPTIMO
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.
ORACIÓN PREPARATORIA
Ven, Espíritu Santo, inflama nuestro corazón en las ansias
redentoras del Corazón de Cristo, para que ofrezcamos de
veras nuestras personas y obras, en unión con Él, por la
Redención del mundo. ¡Señor mío y Dios mío Jesucristo!,
por el Corazón Inmaculado de María me consagro a tu
Corazón y me ofrezco contigo al Padre en tu santo
Sacrificio del Altar, con mi oración y mi trabajo,
sufrimientos y alegrías de hoy, en reparación de nuestros
pecados y para que venga a nosotros tu Reino. Te pido en
especial por el Papa y sus intenciones, por nuestro Obispo
y sus intenciones, por nuestro párroco y sus intenciones.

BREVE REFLEXIÓN
Nos asomamos este séptimo día de la novena a las puertas
de Tú Sagrado Corazón ¡Ábrenos las puertas de Tú
Corazón una vez más! Jesús, tan humano y tan divino. Tan
humano que al ver el cortejo fúnebre del hijo de la viuda
de Naim, te conmoviste, sentiste compasión y así te
mostraste ¡Tan divino! que sólo Tú podías realizar el
milagro de resucitarle.

DE LAS INVOCACIONES AL CORAZÓN DE JESÚS


Misericordia del Corazón de Jesús ¡Perdona mi corazón!
Perdónanos cuando nos mostramos inmisericorde, tu
misericordia no conoces límites, más aún comienza donde
acaba el límite del mal. Ayúdanos a no temer mostrarte un
corazón contrito y humillado, porque tú no lo desprecias.
Enséñanos el camino de la misericordia redentora y no
permitas que nos salgamos de esa senda, sólo así
podremos ser instrumentos dóciles en tus manos, sólo así
repararemos tu Corazón dolido y mostraremos la alegría
de Tú rostro a quienes aún no te conocen.
ORACIÓN AL PADRE ETERNO
¡Oh Padre Eterno! Por medio del Corazón de Jesús, mi
vida, mi verdad y mi camino, llego a Vuestra Majestad;
por medio de este adorable Corazón, os adoro por todos
los hombres que no os adoran; os amo por todos los que
no os aman; os conozco por todos los que,
voluntariamente ciegos, no quieren conoceros. Por este
divinísimo Corazón deseo satisfacer a Vuestra Majestad
todas las obligaciones que os tienen todos los hombres; os
ofrezco todas las almas redimidas con la preciosa sangre
de vuestro divino Hijo, y os pido humildemente la
conversión de todas por el mismo suavísimo Corazón. No
permitáis que sea por más tiempo ignorado de ellas mi
amado Jesús; haced que vivan por Jesús, que murió por
todas. Presento también a Vuestra Majestad, sobre este
santísimo Corazón, a vuestros siervos, mis amigos, y os
pido los llenéis de su espíritu, para que, siendo su
protector el mismo deífico Corazón, merezcan estar con
vos eternamente. Amén.
Hacer aquí la petición que se desea obtener con esta
novena- Tres Padrenuestros y Avemarías.
Sagrado Corazón de Jesús ¡En Vos confío!
Inmaculado Corazón de María ¡Sé la salvación mía!
DÍA OCTAVO
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.

ORACIÓN PREPARATORIA
Ven, Espíritu Santo, inflama nuestro corazón en las ansias
redentoras del Corazón de Cristo, para que ofrezcamos de
veras nuestras personas y obras, en unión con Él, por la
Redención del mundo. ¡Señor mío y Dios mío Jesucristo!,
por el Corazón Inmaculado de María me consagro a tu
Corazón y me ofrezco contigo al Padre en tu santo
Sacrificio del Altar, con mi oración y mi trabajo,
sufrimientos y alegrías de hoy, en reparación de nuestros
pecados y para que venga a nosotros tu Reino. Te pido en
especial por el Papa y sus intenciones, por nuestro Obispo
y sus intenciones, por nuestros Párrocos y sus intenciones.

BREVE REFLEXIÓN
Nos asomamos este octavo día de la novena a las puertas
de Tú Sagrado Corazón ¡Ábrenos las puertas de Tú
Corazón una vez más! Jesús, tan humano y tan divino. Tan
humano que tus silencios siempre muestran la verdad.
Aquella mirada silenciosa entre tu Madre y tú cuando
exclamaste: “Dichosos más bien los que escuchan la
Palabra de Dios y la guardan” (Lc 11, 27-28), porque sin
duda, mirarías a Tú Madre aunque fuera de soslayo, no
preocupado por Ella, pues ya sabía en Quien había puesto
toda su confianza, ni Ella preocupada por las miradas
ajenas, ya te conocía, no le importaba quedar en segundo
plano. Tan divino que desde el silencio de la Eucaristía
nos hablas y transformas.

DE LAS INVOCACIONES AL CORAZÓN DE JESÚS


Silencio del Corazón de Jesús ¡Habla a mi corazón!
Muchas veces silencias en nuestras almas tu divina
presencia, así nos enseñas lo que dijiste a la Samaritana:
“Dios es espíritu” y aquello de que “Dios busca
adoradores en espíritu y en verdad” (Jn 4, 23-24).
Enséñanos a escuchar a Tú Corazón, háblanos y
conviértenos en adoradores humildes poniendo todo
nuestro espíritu al servicio de Tú verdad. Fortalécenos
pues tú mejor que nadie sabe cómo somos, cómo
arrastramos las heridas del pecado original, cómo nos
alejamos cuando atisbamos a algo o a alguien de espíritu
elevado, no permitas que el demonio tire de nosotros hacia
abajo, ennoblece nuestro corazón y háblanos, grítanos de
esa forma suave que sólo Tú sabes para transformar
nuestro corazón y hacerlo semejante al Tuyo.

ORACIÓN FINAL AL PADRE ETERNO


Por medio del Corazón de Jesús, mi vida, mi verdad y mi
camino, llego a Vuestra Majestad; por medio de este
adorable Corazón, os adoro por todos los hombres que no
os adoran; os amo por todos los que no os aman; os
conozco por todos los que, voluntariamente ciegos, no
quieren conoceros. Por este divinísimo Corazón deseo
satisfacer a Vuestra Majestad todas las obligaciones que os
tienen todos los hombres; os ofrezco todas las almas
redimidas con la preciosa sangre de vuestro divino Hijo, y
os pido humildemente la conversión de todas por el mismo
suavísimo Corazón. No permitáis que sea por más tiempo
ignorado de ellas mi amado Jesús; haced que vivan por
Jesús, que murió por todas. Presento también a Vuestra
Majestad, sobre este santísimo Corazón, a vuestros
siervos, mis amigos, y os pido los llenéis de su espíritu,
para que, siendo su protector el mismo deífico Corazón,
merezcan estar con vos eternamente. Amén.
Hacer aquí la petición que se desea obtener con esta
novena- Tres Padrenuestros y Avemarías.
Sagrado Corazón de Jesús ¡En Vos confío!
Inmaculado Corazón de María ¡Sé la salvación mía!

DÍA NOVENO
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.

ORACIÓN PREPARATORIA
Ven, Espíritu Santo, inflama nuestro corazón en las ansias
redentoras del Corazón de Cristo, para que ofrezcamos de
veras nuestras personas y obras, en unión con Él, por la
Redención del mundo. ¡Señor mío y Dios mío Jesucristo!,
por el Corazón Inmaculado de María me consagro a tu
Corazón y me ofrezco contigo al Padre en tu santo
Sacrificio del Altar, con mi oración y mi trabajo,
sufrimientos y alegrías de hoy, en reparación de nuestros
pecados y para que venga a nosotros tu Reino. Te pido en
especial por el Papa y sus intenciones, por nuestro Obispo
y sus intenciones, por nuestro Párroco y sus intenciones.

BREVE REFLEXIÓN
Nos asomamos este último día de la novena a las puertas
de Tu Sagrado Corazón ¡Ábrenos las puertas de Tu
Corazón una vez más! Jesús, tan humano y tan divino. Tan
humano que no dudaste en echar a los vendedores y
farsantes de Tu templo, de la Casa de Tu Padre. Tan
divino que sólo Tú puedes tolerar y perdonar tantos
sacrilegios, infidelidades, mentiras, saqueos,
manipulaciones de tus hijos y hermanos redimidos.
En estos tiempos de zozobra para la humanidad, donde
aún permanece la oscuridad del pecado en el seno de Tu
Iglesia. Donde la mediocridad, la acedia y la tibieza
dominan a tantos corazones buenos de católicos, pero fríos
en su piedad y amor a Ti, ¡muéstranos el verdadero celo de
Tú Corazón! En estos tiempos donde el sentido de lo
sagrado, la verdadera religiosidad la viven unas minorías,
revélanos la ciencia del verdadero celo por el amor al
Padre, por el ansia de eternidad, abominación del pecado y
deseo sincero de salvación eterna en correspondencia y
gratitud a tanto amor tuyo.

DE LAS INVOCACIONES AL CORAZÓN DE JESÚS


Celo del Corazón de Jesús ¡Devora mi corazón! Aquí nos
tienes, que Tu celo lleno de santidad, mansedumbre,
coherencia, valentía y humildad nos devore. Destierra de
nuestros espíritus la somnolencia e incredulidad ante el
mensaje del Evangelio. Sacúdenos con tu amor y alegría
llena de paz para entregarnos de veras a Ti y a Tu obra
redentora. No sólo nos has redimido, en tu magnanimidad
sin límites, nos has hecho poderosos en el orden de la
Gracia, nos asocias a Tu intercesión constante, y a la de tu
Madre María. Concédenos la Fe para creer y renovarnos
en las Promesas de tu Sagrado Corazón. Sacúdenos para
que seamos sin complejos devotos de tu Sagrado Corazón
y extender la verdad de Tu Reinado. Señor, que la
presencia de tu Corazón nos abrase en amor a Ti y a la
salvación de la humanidad.

ORACIÓN AL PADRE ETERNO


¡Oh Padre Eterno! Por medio del Corazón de Jesús, mi
vida, mi verdad y mi camino, llego a Vuestra Majestad;
por medio de este adorable Corazón, os adoro por todos
los hombres que no os adoran; os amo por todos los que
no os aman; os conozco por todos los que,
voluntariamente ciegos, no quieren conoceros. Por este
divinísimo Corazón deseo satisfacer a Vuestra Majestad
todas las obligaciones que os tienen todos los hombres; os
ofrezco todas las almas redimidas con la preciosa sangre
de vuestro divino Hijo, y os pido humildemente la
conversión de todas por el mismo suavísimo Corazón. No
permitáis que sea por más tiempo ignorado de ellas mi
amado Jesús; haced que vivan por Jesús, que murió por
todas. Presento también a Vuestra Majestad, sobre este
santísimo Corazón, a vuestros siervos, mis amigos, y os
pido los llenéis de su espíritu, para que, siendo su
protector el mismo deífico Corazón, merezcan estar con
vos eternamente. Amén.
Hacer aquí la petición que se desea obtener con esta
novena- Tres Padrenuestros y Avemarías.
Sagrado Corazón de Jesús ¡En Vos confío!
Inmaculado Corazón de María ¡Sé la salvación mía!

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