Estudio de La Dinámica Del Humor Acuoso Mediante Fluorofotometría en El Glaucoma de Ángulo Abierto.

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Estudio de la dinámica del humor acuoso

mediante fluorofotometría
en el glaucoma de ángulo abierto.

Pedro Beneyto Martin

Departamento de Oftalmología
Facultad de Medicina
Universidad Complutense de Madrid
Madrid, 1991
Universidad Complutense de Madrid

Facultad de Medicina

Estudio de la dinamica del humor acuoso mediante

fluorofotometría en el glaucoma de ángulo abierto.

TESIS DOCTORAL

Pedro Beneyto Martin

Madrid, 1991.
Don Pedro Corsino Fernandez Vila, Profesor Titular de la Facultad de
Medicina de la Universidad Complutense de Madrid,

CERTIFICO: Que don Pedro Beneyto Martin ha realizado bajo mi

dirección el trabajo de investigación correspondiente a su

tesis doctoral sobre: «Estudio de la dinámica del humor

acusoso mediante Fluorofotometría en el glaucoma de

ángulo abierto”. Revisado el presente trabajo, queda

conforme con su presentación para ser juzgado, y para que

conste, firmo el presente certificado en Madrid, a veinte

de enero de mil novecientos noventa y uno. ——

P.C. Fernández Vila


A mis padres

A Teresa
AGRADECIMIENTOS

- Al Prof. P.C. Fernandez-Vila, glaucomatólogo, lector y cinéfilo, actividades por

las que imagino gusta ser recordado.

- Al Prof. 3. García Sánchez, por los estímulos y las facilidades dados para el

desarrollo de este trabajo.

- A los doctores .J.M. Benítez del Castillo y D. Aliseda Perez de Madrid, por su

ayuda y amistad a lo largo de todo nuestro empeño común.

- A la Cátedra de Oftalmología de la Universidad de Medicina de Coimbra y en

particular a los doctores E. Leite, C. Motta y al Prof. 3. Cunha-Vaz, por su

generosa enseñanza e interés.

- A J.M. Samper y P. Silvestre, por su impagable ayuda en el campo informático

y por su amistad.

- A los Prof. Vizmanos y 3. Brita-Paja, por el asesoramiento en el análisis

estadístico de los datas.


- A todos cuantos trabajan en el departamento de Oftalmología del Hospital

Universitario San Carlos, que de una u otra forma colaboraron en el desarrollo

de esta tesis.
Índice.
ÍNDICE

1. INTRODUCCIÓN 1

1. Dinámica del humor acuoso y glaucoma 1

a) Formación y composición del humor acuoso 1


Anatomía de los procesos ciliares 1
Formación del humor acuoso 5
La bomba de Na/K lo
Composición del humor acuoso 15

b) Vías de drenaje. Resistencia a la salida 16


Vía convencional, canalicular o presión dependiente 16
Vía no convencional, uveoescleral o presión independiente. 21
Resistencia al flujo de salida 22

c) Mecanismos de control en la dinámica del humor acuoso. . . . 26


Sistema colinérgico 27
Sistema adrenérgico 28
Mecanismo de acción de los fármacos adrenérgicos 33
El Sistema Nervioso Central. 39
Otros factores que afectan a la formación del humor acuoso. . 41
d) Alteraciones dinámicas en el glaucoma 45
Cambios morfológicos en las vías de salida 45

2.- Métodos de estudio de la dinámica del humor acuoso 49

a) Metodas clínicos 49

b) Métodos invasivos y experimentales 51


Medida de la producción del humor acuoso 51
Estudio de las vías de salida 54

c) La Tonografla

i
3.- Fluorofotometría del segmento anterior 62

a) Introducción a la Fluorofotometria. . . 63

b) Bases físicas de la prueba 66


La fluoresceina 66

c) Fluorofotometría de segmento anterior 72

d) Métodos de estudio de la dinámica del humor acuoso. 81

II. JUSTIFICACIÓN E HIPÓTESIS 86

1K MATERIAL Y MÉTODOS 89

1. Selección y grupos de pacientes 90

2. Exploración clínica 92

a) Historia clínica 92

b) Campimetria 93

3. Estudio de la dinámica del humor acuoso 94

a) Fluorofotometria 94
El Fluorotron Master 94
El cabezal óptico 95
El Micrordenador 98
La pantalla y la impresora 100
Indices de medida 101

b) El protocolo de Yablonsky 101


Expresión matemática del método 101
Realización de la prueba 109
El volumen de cámara antenor 110
Rectas de regresión y obtención del flujo 113

u
c) Tonografla 115
4. Tratamiento estadístico 118
5. Hojas de protocolo 119

lv. RESULTADOS 124

a) Estudio de la dinámica del humor acuoso... 125


Fluorofotonietria en la población normal. 125
Fluorofotometria en el GAA 127
Relación de F, PíO y C 131

b) Estudio de la dinámica del humor acuoso tras la administración de


fármacos 133
Maleato de timolol 133
Combinaciones de fármacos 136
Timolol y pilocarpina 137
Timolol y dipivanilepinefrmna. 137
c) Endotelio y GAA 138

V. DISCUSIÓN 149
1. El flujo del humor acuoso en población normal 150
a) Valores y técnicas de medida 150
b) Valores obtenidos con Fluorofotometria. Influencia de la edad. 153
2. Expresión clínica y dinámica del GAA 161
a) Análisis de la dinámica del humor acuoso en el GAA 161
Valores de F obtenidos mediante fluorofotometría 161
F y edad en el GAA 164
b) Correlación clínica 166

iii
3. Relación de F y PIO. La pseudofacilidad 170

a) Valores y técnicas de medida 170

b) Secreción y ultrafiltración 174


Factores implicados en el control de la dinámica del humor
acuoso 185

4. Mecanismos de control en la dinámica del humor acuoso 178

5. Dinámica del humor acuoso y fármacos antiglaucomatosos 188

a) Maleato de timolol 188

b) Combinaciones de fármacos 19$


Timolol y pilocarpina 195
Timolol y dipivanilepinefrmna 197

6. Endotelio y glaucoma 200

VI. CONCLUSIONES 203

BIBLIOGRAFÍA 206

INDICE ALFABÉTICO 234

iv
1. Introducción.
1. Dinámica del humor
acuoso y Glaucoma

a) Formación y composición del humor acuoso.

El humor acuoso es una solución incolora que circula de manera continua

desde la cámara posterior del ojo a la cámara anterior. Tiene una fisiología

compleja, que regula su composición y su dinámica. Entre sus funciones pode-

mos señalar sus propiedades ópticas, la determinación de la presión ¡ntraocular

(Pb), la conservación de su propia transparencia, el intercambio de merabolitos

con córnea, cristalino y vitreo y la eliminación de restos hemáticos y productos

de la inflamación.

Anatomía de los procesos ciliares.

La formación del humor acuoso tiene lugar en los procesos ciliares, que

en número de 70 u 80 se encuentran en la porción anterior del cuerpo ciliar o

pars plicata Están formados de una densa red capilar, un estroma conectivo y
.

una doble barrera epitelial que los separa de la cámara posterior.

La disposición vascular en los procesos ciliares es compleja. Su irrigación

depende del cfrculo arterial mayor (CAM), formado por ramas anastomóuicas de

1
las arterias ciliares posteriores largas y las arterias ciliares anteriores perforantes.

Técnicas de angiofluoresceingrafia de secuencia rápida, moldeado vascular y

microdisección han revelado una abundante circulación colateral.1W166 (Fig. 1).

CAM
Anudolas pastadoma

comidas

FIg 1. DIsposición vascular de los procesos ciliares. Las arteriolas anteriores y las posteriores /brman plexos
capilares que comunican entre st a los procesos mayores y a estos con los procesos menores. Ci U: Círculo
Arterial Mayor.

La red capilar se extiende hasta la proximidad del epitelio ciliar. El

endotelio de los vasos presenta un grosor disminuido y abundantes poros y

fenestraciones. Están rodeados por una capa muy fina de tejido conectivo laxo.

2
El epitelio ciliar lo forman dos planos celulares, uno interno pigmentado

y otro externo no pigmentado (Fig. 2).

El epitelio pigmentado, continuación del retiniano, está formado por

células de forma cuboidea. Contiene numerosos melanosomas y escaso número

de mitocondrias y retículo endoplásmico rugoso. La superficie en contacto con

la membrana basal está plegada.

Causa pouharlor

Membrana basal
Interna>

EPITELIO NO
PlO tsÉN 17.00

EPITEIJO
P lOhEN 1700

Mnbgn basal

Estros ciliar

FIg. 2. DibuJo esquemeflico de las das capas del epitelio ciliar.

3
Las células del epitelio no pigmentado son tambien cuboideasy miden de

10 a 12 micras de altura. La superficie que mfra hacia el humor acuosó contiene

numerosos plegamientos y está cubierta por una membrana basal, la membrana

limitante interna. Existen otras interdigitaciones laterales, cerca de las cuales se

localizan las enzimas adenosina trifosfatasa Na-K activada (ATPasa) y la anhi-

drasa carbónica. Esta última se localiza tambien en la zona apical. No contiene

melanina, pero sí una gran riqueza de mitocondrias y retículo endoplásmico

rugoso. Estos hallazgos, indicativos de gran actividad metabólica, son mayores

en las células de la porción anterior de la pars plicata. Ambos tipos celulares

están conectados por desmosomas, al igual que cada plano celular entre sí. Las

uniones son permeables y pueden constituir la principal ruta para el paso de agua

e iones. Otras uniones, tipo “gap-junction”, permiten el intercambio de pequeñas

moléculas mediante la apertura de canales intercelulares de aproximadamente 1,5

nm. Esta circunstancia permite a los dos tipos histológicos operar como un

sincitio. En algunos procesos patológicos, como la hipotensión postinflamatoria,

existe una deplección de estas uniones en el epitelio ciliar.68

Los procesos ciliares tienen una rica inervación: se observan fibras simpá-

ticas y parasimpáticas por debajo del epitelio ciliar, en tomo a los capilares y en

el músculo ciliar. Algunos autores admiten la existencia de terminaciones libres

en el epitelio ciliar.’33

4
La difusión de ciertas substancias hacia cámara anterior a través del

epitelio ciliar no se realiza libremente. A este fenómeno se le conoce con el

nombre de barrera hematoacuosa. Dada la gran permeabilidad de los capilares

de los procesos ciliares, las moléculas pueden escapar facilmente hacia el estro-

ma. La membrana basal, las uniones intercelulares de las dos capas epiteliales

e incluso la membrana limitante interna pueden contribuir a establecer una ba-

rrera. Sin embargo son las uniones tipo “ocludens” entre las células no pigmenta-

das las que en mayor grado dificultan un libre paso de substancias hacia la

cámara anterior. Estas uniones se localizan cerca de su polo apical y forman un

retículo sobre la superficie de cada célula.’48

Formación del humor acuoso.


El mecanismo biológico responsable de la formación del humor acuoso ha

sido objeto de un largo debate. En la actualidad se admite la posibilidad de un

doble mecanismo, mediante secreción y ultrafiltración plasmática.

Se denomina difusión pasiva de una substancia al paso de esta a través

de un medio en respuesta a sus diferencias de concentración. La ultrafiltración

es el paso a través de poros a consecuencia de un gradiente osmótico o hidrostá-

tico. La secreción es un fenómeno biológico especializado para el transporte de

5
substancias, que se realiza muchas veces en contra de gradiente y que consume

energía.

Los datos a favor de una u otra hipótesis se han dado a conocer a lo largo

de este siglo. En 1900, Leber, Henderson y Starling suponen que el humor

acuoso es un trasudado del plasma.’8 La producción es proporcional a la diferen-


cia entre la presión en los capilares oculares y la PíO. Sin embargo varias

observaciones se oponen a esta teoría: el flujo es demasiado lento y las concen-

traciones relativas de algunas substancias, como la urea y el ácido ascórbico, son

claramente diferentes en humor acuoso y plasma. Seidel’7 propone otras alternati-

vas, como la secreción o la ultrafiltración.

En 1926 Duke-Elder63 cree que son las fuerzas físicas, principalmente a

través de un mecanismo de ultrafiltración, las responsables de la producción del

humor acuoso. Estudios bioquímicos en conejo y caballo muestran que la con-

centración de solutos es diferente en plasma y en humor acuoso. Se halla un

déficit relativo de sodio y un exceso de cloro que sugiere que este y el plasma

están en un equilibrio osmótico según la ley de Gibbs-Donnan. Otros datos

apoyan esta teoría. Se encuentra un gradiente osmótico entre ambas soluciones

(de aproximadamente 20 mosm/L a favor del plasma) y la presión observada es

comparativamente mayor en los capilares ciliares. Sin embargo, el mismo Duke-

Elder señala que existe una escasa relación entre la tensión arterial y la PIO.

6
Tampoco por este mecanismo se explican los casos de glaucoma secundarios a

una obstrucción del flujo, como indica Friedenwald70’71, ya que al invertirse el


gradiente de presiones el flujo simplemente se detendría y no existiría aumento

de la PíO. Este mismo autor, mediante canulación de ojos de perro y mante-

niendo la PIO en limites normales, calculé un flujo del humor acuoso de aproxi-

madamanete 1 j.tVmin ~

En los años treinta se realizan observaciones más precisas acerca de la

composición del humor acuoso. Adíer’ encuentra un 25% menos de urea en

humor acuoso que en plasma. Benhan,” en 1938, observa que la presión osmóti-

ca del humor acuoso es mayor que la del plasma (contrariamente a lo admitido

hasta entonces) y que no existen diferencias en la presión osmótica entre sujetos

normales y afectos de glaucoma, proceso que no puede ser considerado como

una alteración osmótica. Hodgson90 confirma que la concentración de iones cloro

en humor acuoso es mucho más alta que lo determinado por un equilibrio Gibbs-

Donnan. Friedenwald7’ observa que el paso de fluido desde plasma hacia cámara

anterior es unidireccional (permeabilidad unidireccional del cuerpo ciliar al

agua).

A la luz de estos datos se admite que debe existir un mecanismo de

secreción, si bien se desconoce su funcionamiento. La hipótesis de una acción

metabólica se confirma al observar el diferente comportamiento de fármacos

administrados por vía intravenosa. Substancias aniónicas, ácidas, tales como la

7
eosina o el rosa de bengala, se acumulan en el estroma ciliar; en cambio substan-

cias de carácter básico o catiónico, verde de malaquita o violeta cristal, se

acumulan en el epitelio ciliar. Existe entre el estroma y el epitelio ciliar un

potencial redox de unos 230mV y Friendenwald69 predice, en consonancia con


estas observaciones, que un mecanismo especializado de transporte iónico se

localiza en el cuerpo ciliar. Además tal sistema, al actuar en contra de un gradi-

ente osmótico, debe consumir energía.

En 1942 Kinsey”2 utiliza agua pesada para la medida del flujo acuoso. Un

periodo de vida media de 3 a 7 minutos sugiere un volumen de unos 50 Ml/minI

Sin embargo la rápida difusión del agua pesada plasmática en el ojo no es igual

a la producción del humor acuoso, que es de rango mucho menor. Al emplear

radioisótopos de sodio, cloro y fósforo, la vida media se alargaba hasta 40

minutos y el flujo equivalente era de unos 4 MVmin7’

Kinsey y Grant”2 determinan las concentraciones de un radioisótopo en

plasma y humor acuoso. Proponen la utilización de modelos matemáticos para

cuantificar el grado de transferencia a través del epitelio ciliar a fin de deducir

si una substancia es secretada o ultrafiltrada. Utilizan sodio, cloro, tiocianato,

litio, bromuro y urea. El modelo matemático previsto para un mecanismo de

ultrafiltración supone una producción de humor acuoso mucho mayor que la

obtenida experimentalmente. La hipótesis secretoria para estas substancias

obtiene un valor de flujo del humor acuoso verosimil, de unos 4 ul/miri’

8
Davson62 idea en 1950 un sistema de diálisis in vitro para plasma y humor

acuoso. Comprueba que sodio y cloro se mueven de forma constante desde

humor acuoso a plasma, lo que implica una concentración mayor en el primero

de estos medios y un gradiente negativo para estas substancias.

Bárány y Kinsey’3 desarrollan un método más preciso de medida del flujo

utilizando radioisótopos. Determinan el descenso de la substancia marcadora en

plasma y humor acuoso mediante dos medidas realizadas alternativamente en uno

y otro ojo. La diferencia sirve para hallar una constante de aclarado en la cámara

anterior, cuyo valor es corregido según la cantidad del marcador que aún persiste

en plasma. Utilizan ácido paraaminohipúrico y i’3’ y el valor medio obtenido es

de 2,75 ul/min -‘.

En 1950 Kinsey’~ propone un sistema de transporte que consume energía

y cuyo ión fundamental es el bicarbonato. Su hipótesis se basa en las altas

concentraciones de este ión en cámara anterior y posterior del conejo y en la

diferencia con el valor de la concentración plasmática. Sin embargo estudios

realizados en otras especies no muestran diferencias tan significativas. En 1956

Davson6’ señala: “El factor esencial en la producción del humor acuoso puede

ser el exceso de sodio.” Y en 1960, Kinsey”0: “ La hipertonicidad del humor

acuoso indica que el mecanismo comprende una bomba de sodio y que probable-

mente la difusión del agua es el resultado de fuerzas osmóticas.”

9
La bomba de Na/K.

En 1957 Skou’59 encuentra en fragmentos de membrana de células nervio-

sas periféricas una enzima que es capaz de desdoblar la molécula de ATP. Su

actividad depende de las concentraciones relativas de Na, K~, Mg y Ca y se

piensa que puede regularlas concentraciones intracelulares de estos iones. En la

actualidad se conocen tres enzimas que están relacionadas con el transporte

iónico activo. Son la Na/K-ATPasa, H/K-ATPasa y Ca-ATPasa. Estas enzimas

son capaces de convertir energía química en trabajo osmótico.

La Na/K-ATPasa es una cadena polipeptidica de 900 a 1200 aminoácidos

formada por dos subunidades. La subunidad alfa es hidrofóbica y tiene poderes

enzimáticos. La subunidad beta es una sialoglicoproteina. Se cree que la unión

de ambos fragmentos forma un canal por donde se introducen los cationes, Na

y Kl La enzima puede presentarse en dos formas espaciales y la diferencia entre

ambas reside en pequeños cambios en la geometría del canal y en su comporta-

miento iónico. La ruptura de la molécula de ATP deja libre una molécula de

fósforo que se une a un residuo de ácido aspártico de un polipéptido. Es necesa-

ria la presencia de Na para que se produzca esta unión, pero en presencia de K

la fosforilación es hidrolizada. La configuración llamada E


1 (forma fosforilada)

permite la entrada de los iones desde el interior de la célula; la conformación E2

10
(forma no fosforilada) permite el paso desde el exterior. Funcionalmente, la

Na/K-ATPasa crea un gradiente electroquímico para el Nt

Bonting’7 en 1961 encuentra que el 31 % del total de la actividad ATPasa


en cuerpo ciliar es una Na/K-ATPasa, aunque probablemente esta cifra sea

mayor. Riley’ 52, mediante suspensiones celulares, encuentra una actividad Na/K-

ATPasa treinta veces mayor en epitelio que en estroma. Estudios con técnicas

de fragmentación indican que las células del epitelio ciliar tienen enzima en su

membrana plasmática y que su actividad en las células no pigmentadas es mayor

que en las pigmentadas. Mediante técnicas histoqulmicas se encuentra que la

localización predominante de la Na/K-ATPasa está en las regiones basales y

laterales de las células epiteliales no pigmentadas y tambien en los numerosos

repliegues de la membrana basal. A partir de estos hallazgos el modelo secretor

más comunmente aceptado se esquematiza en la Fig. 3.

Se representa un espacio intercelular con forma de canal entre dos células

epiteliales no pigmentadas. En su interior existe un gradiente hiperosmódco de

Na producido por la actividad Na/K-ATPasa (flechas gruesas). El exceso de Na

permite establecer un flujo osmotico pasivo desde el espacio celular (flechas

discontinuas). El paso de soluto hacia el estroma, al lado izquierdo de la figura,

es impedido por las uniones ocluyentes de los extremos superiores de las células

11
pigmentadas (A) y el fluido se difunde pasivamente hacia el final del canal,

hacia cámara posterior (B).

Flujo osmatlco.

aGua y
sohutos.
A

Camara
Tranaooá. motivo posterior
a ¡
de solutos.
4.
¡
4.
-

Fig. 3. Representación del proceso de secreción del humor acuoso. Se representa un canal inhercelWar que va
desde las uniones ocludens intercelulares (A> y el epitelio pigmentada hasta cámara posterior (8).

Es dudosa la actividad Na/K-ATPasa del epitelio pigmentado. Al micros-

copio electrónico se encuentra actividad ATPasa en los espacios intercelulares

de las células no pigmentadas y tambien entre el epitelio pigmentado y no

pigmentado.

Existen numerosas pruebas de la responsabilidad de la bomba NAIK-

ATPasa en la producción del humor acuoso. Inhibidores como ouabaina vanada-

to, dinitrofenol o fluorocetamida producen descensos del flujo del humor acuoso

y de la PIO. En la Fig. ~ se muestran los descensos que produce la ouabaina,

12
inhibidor selectivo de la Na/K-ATPasa, en la diferencia de potencial plasma/a-

cuoso, la formación del humor acuoso y la secreción de Na hacia cámara ante-

rior. (Administración de una dosis de 0,05 M/min de ouabaina intravenosa, según

Cole).’7

e
dlhmiala de potencial
4 salve-aucco
(mv>
a
a
4 Focmaclon de sano.
- mkrcllahi
2

a
0.8 Ftula d Nc.
mIcroEqImI
0.4
0.2
a
15<

141
1 a a 3

-so -20 -10 o 10 20 30 40 50 60


(minutos)

FIg. 4 ModIficaciones de diferentes parámetros ¡ras la administración arterial de Ouabaina (Según Cole>.

Los estudios in vitro muestran que la inhibición de la Na’K-ATPasa

suprime por completo el transporte iónico a nivel de la membrana celular epite-

13
lial. La cantidad necesaria de substancia inhibitoria que se precisa para eliminar

la diferencia de potencial en el epitelio ciliar se denomina SCC (short-circuit cu-

rrent). Basado en el efecto SCC de la ouabaina se ha encontrado un efecto ATP-

asa en la región basal del epitelio pigmentado. Este hallazgo sugiere que existi-

rían dos poblaciones geográficas de enzimas Na/K-ATPasa, de las cuales una

sería accesible desde el estroma y otra desde la cámara posterior.

Existen probablemente otras enzimas que intervienen en el proceso de

formación del humor acuoso, pero no han sido estudiadas de manera semejante

a la Na/K-ATPasa. Inhibidores de la anhidrasa carbónica disminuyen el flujo del

humor acuoso cuando neutralizan la actividad de la enzima situada en los proce-

sos ciliares en una proporción mayor a un 90 %•~75 Se cree que actúa como

facilitador de la bomba de Na, tal vez manteniendo un pH adecuado para que se

produzca la excisión de la molécula de ATP. Si inhibimos en su totalidad la

anhidrasa carbónica de los procesos ciliares, el Na presente en la cámara poste-

rior desciende 1,3 mmoVmin mientras que la concentración de bicarbonato

aumenta 0,7 mmoVmm.

Otros iones son transportados pasivamente. Un pequeño pofcentaje de CF

parece ser tambien transportado de manera activa, dependiendo de la presencia

de Na y del pH.

14
Otras substancias, como aminoácidos o ácida ascórbico, son secretadas

con gasto d¿ energía, gracias a mecanismos de transporte localizados en protei-

nas globulares de membrana. Existen al menos tres sistemas de transporte para

los aminoácidos, dependiendo de que estos sean ácidos, básicos o neutros. El

ácido ascórbico es secretado contra una gran concentración de gradiente.

El aporte neto de la ultrafiltración en la producción total del humor acuoso

es contravenido. Según Buí, la ultrafiltración supone de un 10 a un 20 % en

condiciones normales.27’30 Green y Pederson83 opinan que produce hasta el 70 %


del humor acuoso total.

Composición del humor acuoso.

La composición del humor acuoso depende de su producción y de los

intercambios metabólicos que se producen a lo largo de su reconido intraocular.

El metabolismo del cristalino no produce cambios apreciables, lo que se puede

observar comparando ojos fáquicos con afáquicos. Los estudios en conejo

muestran que la osmolaridad y el pH son iguales en cámara anterior y en poste-

rior, pero no así la composición real. Esta diferencia parece deberse a la permea-

bilidad de los vasos del iris, sobre todo a los compuestos aniónicos.

El acuoso en ambas cámaras es levemente hipertónico y ácido (pH de 7,2)

con respecto al plasma. Su composición iónica varía entre las diferentes especies.

15
El humor acuoso humano tiene un exceso de ácido ascórbico, con una concentra-

ción quince veces superior al nivel plasmático y una ausencia casi total de

proteinas (0,02 %, en comparación con un 7 % en plasma). Tiene exceso de C¡,

N& y ácido láctico y déficit de glucosa, urea y ácido carbónico. Los amino-

ácidos se encuentran en cantidades variables.

b) Vías de drenaje. Resistencia a la salida.

El humor acuoso fluye a través de la cámara posterior hasta alcanzar la

pupila por donde pasa hacia cámara anterior. Abandona esta última de forma

pasiva por una de las vías siguientes:

a) Vta convencional o trabecular: A través del tejido trabecular difunde

hacia el canal de Schlemm y más tarde a los canales colectores, venas del

acuoso y circulación venosa general.

b) Vía uveoescleral, extracanalicular o no convencional: El humor acuoso

fluye a través de la raiz del iris y la cara anterior del músculo ciliar se desplaza

hacia el tejido conectivo perimuscular, el espacio supracoroideo y la esclera.

Vía convencional, canalicular o presión dependiente.


El ángulo iridocorneal está delimitado por el endotelio corneal y por el

cuerpo ciliar y la raiz del iris. El tejido trabecular, situado cercano al vértice, se

16
extiende desde la zona endotelial, donde desaparece la membrana de Descemet,

hasta el espolón escleral y cuerpo ciliar (Fig. 5).

La parte más interna del tejido trabecular, llamada porción uveal, está

formada por bandas o fibras entrecruzadas de unas cuatro micras de diámetro.

Cada banda o trabécula consta de una sola capa de células endoteliales, que

rodea un qentro de colágeno. Los espacios intertrabeculares tienen una forma

irregular y su tamaño varia de 25 a 75 micras. Las trabéculas se agrupan en

capas o lamelas que están interconectadas entre si. Ocasionalmente saltan hacia

la raiz del iris, formando los procesos indianos.

La parte más externa del trabeculum, llamada porción corneoescleral, tiene

trabéculas más aplanadas, de unas 3 micras de diámetro y de 3 a 20 micras de

longitud. Los espacios intertrabeculares son más pequeños (10-30 micras) y

tienen forma elíptica. LLegan a ser de 1-2 micras en las capas cercanas al canal

de Scblemm. Se encuentran vesículas pinocitósicas en las células endoteliales,

cuya función es desconocida.

Algunas de las fibras del músculo ciliar tienen su inserción en el rabecu-

lum y su contracción podría tener un efecto valvular.

Existen terminaciones nerviosas en el tejido trabecular. Nomura’4’ encuen-


tra fibras sensitivas, simpáticas y parasimpáticas.

17
Flg. 5. Esquema de las vías de evacuación del humor acuoso. A, cdmora anterior. B, ruta canalicular, C
ruta uveoescleral. D, procesos cilIares. 1, canal de Schlemm, 2, conducto colector, 3 espacio supracoroideo, 4,
músculo ciliar, .5, cámara posterior.

El canal de Schlemm es un anillo irregular, que se encuentra alojado en

el espesor del limbo esclerocorneal. En ocasiones es doble. Histológicamente

posee las características de un canal venoso y está constituido por una capa de

fino tejido conectivo laxo que delimita una barrera de filas endoteliales que están

en contacto con la luz del canal.

18
Entre el endotelio de la pared interna del canal de Schlemm y el endotelio

trabecular existe tejido conectivo compuesto por fibras de colágeno, substancia

fundamental y algunos leucocitos, macrófagos y basófilos.

La membrana basal endotelial está mal definida y las células se unen entre
ti
sí por medio de uniones ocludens”. En las células de la pared interna existen

vesículas y vacuolas de hasta 15 micras de diametro. Poros de 0,8 a 1,8 micras

se ven en las células no vacuoladas.

La existencia de estos poros y vacuolas ha servido para especular acerca

del mecanismo de transporte del humor acuoso hacia el canal de Schlemm. El

hecho de que se encuentren en células unidas por sistemas ocluyentes es difícil

de explicar. Algunos autores, como Shabo’58, creen que se trata de un artefacto


técnico y otros sugieren que dichas vacuolas son un método de transporte activo

de grandes moléculas desde el tejido trabecular. Bilí y Smelser” han mostrado

que hematíes, leucocitos y partículas de látex mayores de una micra entran en

el canal de Schlemm a través de las vacuolas. Bilí y Svedberg” suponen que un

total de 20.000 poros mayores de tres micras pueden ser responsables del paso

de la totalidad del humor acuoso. Cole y Tripathi52 usando ferritina como marca-

dor y observando su paso a través de las vacuolas endoteliales calculan que estas

liberan volumen suficiente en la luz del canal para ser responsables del flujo del

humor acuoso.

19
En la actualidad la opinión más generalizada es que la mayor parte del

humor acuoso se elimina por medio de un mecanismo de canales transcelulares.

Estos comienzan como invaginaciones en el lado trabecular del endotelio y se

van elongando progresivamente. De manera simultanea, el citoplasma se adelga-

za en el extremo canalicular. Eventualmente se forma una vacuola gigante, que

forma un verdadero canal a lo largo de la célula y se abre mediante poros en sus

dos extremos (pero no necesariamente al mismo tiempo). Es un proceso dinámi-

co que depende de la PíO, pero que probablemente no es energía dependiente.

Se observan fenómenos de fagocitosis en las células endoteliales de

substancias y elementos formes procedentes del humor acuoso. Este mecanismo,

que es importante en estados inflamatorios, no parece serlo en situación normal.

Johnstone97 señala la existencia de túbulos en las células endoteliales


internas. Con PíO normal pueden actuar de manera semejante a poros, pero con

PIO baja son responsables del colapso del canal de Schlemm a través de la

distensión del tejido trabecular y el prolapso del endotelio. Grierson y Lee85

encuentran un aumento de la vacuolización del endotelio a medida que aumenta

la PíO.

Una vez en la luz del canal, el humor acuoso fluye por unos canales, en

número de 25 a 35, revestidos de células endoteliales y que están repartidos

20
irregularmente por su pared externa. Algunos de estos canales colectores desem-

bocan directamente en el plexo venoso escleral profundo. Otros atraviesan la

esclera y alcanzan el sistema venoso epiescleral, desde donde drenan al sistema

venoso general.

Vía no convencional, uveoescleral o presión independiente.

El humor acuoso difunde virtualmente a todas las estructuras oculares. En

posible por tanto que tejidos como retina y córnea participen en la eliminación

del humor acuoso en pequeñas cantidades. En 1965, Bill32 encuentra que agua
y grandes moléculas (como albúmina, mioglobina o gamma globulina) pasan al

interior del cuerpo ciliar a través de su cara anterior y desde allí se dirigen al

espacio supracoroideo, siendo evacuadas finalmente por los vasos coroideos o

por vía transescleral hacia circulación venosa (Fig. 5). La permeabilidad relativa

del músculo ciliar ha sido determinada mediante estudios con diversos marcado-

res. Una molécula pequeña, como la fluoresceina, pasa rapidamente a] espacio

supracoroideo en gatos, conejos y monos. También penetra en los vasos indianos

del estroma, en el músculo ciliar y en la coroides anterior hasta alcanzar las

venas vorticosas (flujo uveovorticoso). Grandes moléculas, como eslérulas de

latex de 0,1 micras son encontradas en el espacio supracoroideo cerca del nervio

óptico en 20 minutos. Esférulas de 1 micra alcanzan la región supracoroidea

macular en tres horas.

21
Mediante estudios semejantes se ha determinado que esta vía puede ser

responsable del 20-25 % del total del flujo del humor acuoso. Sin embargo no

existe un método clínico que permita determinar el flujo uveoescleral. La fluoro-

fotometría puede medir el flujo total desde cámara anterior. El flujo por vía

convencional puede ser determinado a partir de la facilidad de salida tonográfica,

la PTO y la presión epiescleral. La diferencia entre ambos valores teoricamente

tendría que coincidir con el valor del flujo uveoescleral, pero tal hipótesis no es

siempre correcta.

Esta vía es aparentemente independiente de los cambios en la PIO, y tiene

un valor constante de unos 0,5 pl/min, si bien varía en especies diferentes. El

flujo uveoescleral disminuye tras la instilación de pilocarpina y aumenta con la

atropina. Bill34 sugiere que la pilocarpina, al causar la contracción del músculo,


disminuye los espacios intersticiales dificultando el paso de liquido. La adminis-

tración de atropina producirla el efecto contrano.

Resistencia al flujo de salida.

Grant72 demostró en 1961 que una incisión de 3600 en el trabeculum de

un ojo humano enucleado elimina el 75 96 de la resistencia al flujo de salida del

humor acuoso. La distribución de esta resistencia en las diversas estructuras

encargadas del drenaje es algo aún no suficientemente aclarado. Goldmann habia

22
ya determinado el gradiente de presión entre venas del acuoso y venas epiescle-

rales en 1946 y Perkins, en 1955, intenta la canulación directa y la micromano-

metria del canal de Schlemm. Pederson, Jocson y Sears’43, con técnicas similares
a las utilizadas por Grant, determinan en 1971 que la malla trabecular es respon-

sable del 60 96 de la resistencia total. La parte más externa de la esclera no

produce más del 10 96 y el 25 % restante se localiza en la porción más profunda.

Pequeñas secciones de la malla producen un gran descenso de la Pb, lo que se

explica por la circulación circunferencial a lo largo del canal.

Nesterov’39 en 1969 sugiere que el colapso del canal de Schlemm produce

un aumento de la resistencia, fenómeno que observa en ojo de cadáver.

Los estudios con marcadores muestran un paso relativamente libre a través

de los espacios trabeculares y una gran acumulación del marcador sobre- la

superficie interna del canal de Schlemm y tejido yuxtacanalicular, sugiriendo que

ese es el punto de máxima resistencia.

Hemos visto que existen evidencias a favor de un sistema de poros y

vacuolas en la pared interna del canal de Schlemm, que se abren en respuesta a

la presión para transportar el acuoso desde el tejido conectivo yuxtacanalicular

al canal de Schlemm. No está clara la verdadera resistencia al flujo que ofrece

este sistema, pero probablemente no representa más del 10 al 25 96 del total.

Según Bil131, la mayor parte de la resistencia a la salida del humór acuoso reside

en la región yuxtacanalicular del trabeculum, en su porción cribiforme.

23
Los cambios dependientes de la presión en la facilidad del flujo de salida

sí pueden estar relacionados con el colapso del canal de Schlemm. Estudios

histológicos en ojos perfundidos a diversas presiones sugieren que la disminución

de la luz del canal se debe a la distensión del trabeculum, al hinchamiento de las

células endoteliales de la pared interna del canal y al aumento en el número de

vacuolas. La resistencia se puede incrementar por la presión de la pared interna

del canal sobre la pared externa y el posterior bloqueo de los canales colectores.

La resistencia disminuye al reexpandir el canal, ya sea mediante la profundiza-

ción de la cámara anterior, por depresión posterior del cristalino o por tensión

traccional sobre la coroides. Se han encontrado importantes diferencias en las

diversas especies animales estudiadas, lo que sugiere que diversos factores

pueden estar implicados.

La inyección de hialuronidasa disminuye la resistencia al flujo en especies

no primates. Existen glucosaminoglicanos (mucopolisacéridos ácidos) en grandes

concentraciones en la red trabecular, en la superficie endotelial de las trabéculas

y en el tejido yuxtacanalicular. Son basicamente el ácido hialurónico, el condroi-

tín fosfato y el dermatán fosfato. Se ha sugerido que, en unión de compuestos

proteicos, forman grandes polimeros que ejercen fuerzas osmóticas que mantie-

nen la hidratación del trabeculum. Una fuerte carga negativa puede determinar

además el transporte iónico. Las enzimas catalíticas, de origen lisosómico o

24
administradas por vía exógena, despolimerizan estos compuestos reduciendo así

la resistencia al flujo’4. Estos hallazgos no han podido ser extrapolados a prima-


tes ni al hombre.

Se han encontrado receptores para glucocorticoides en trabeculum humano

y estos podrían tener un efecto directo sobre la resistencia89. Tal acción consis-

tiría en un aumento de la síntesis del colágeno, una disminución de la síntesis

de glucosaminoglicanos, glucoproteinas o glucolipidos o un efecto inhibidor

sobre las prostaglandinas (hipertensoras a altas dosis).

La perfusión de ojos de mono con citocalasina-B o citocalasina-D reduce

de manera significativa la resistencia al flujo98. Estas substancias destruyen los

microfilamentos contractiles que se hallan en el endotelio trabecular y canalicular

e histologicamente producen distensión trabecular y rupturas de la pared interna

del canal de Schlemm.

Quelantes iónicos, tales como EDTA o EGTA, producen tambien una

disminución de la resistencia. El EDTA actúa sobre el Mg y Ca y el EGTA

es específico para el Ca. El Ca~ parece ser, según estas experiencias, un lón

importante en el mantenimiento de la integridad funcional y estructural de la vía

convencional.

25
Las prostaglandinas son sintetizadas por las células endoteliales trabecula-

res y posiblemente tengan tambien un papel en la regulación metabólica del

sistema de drenaje. La administración de PgF-2-alfa en monos produce un

marcado descenso de la PIO, en dosis muy bajas. Su efecto se produce funda-

mentalmente a través de un incremento del flujo de la vía uveoescleral.”

c) Mecanismos de control en la dinámica del humor acuoso.

El flujo del humor acuoso no es constante. Dentro de unos límites estre-

chos existen variaciones horarias, diarias y a lo largo de todo el ciclo vital. La

causa de estas variaciones es desconocida. Muchos factores influyen en este

proceso y algunos de ellos pueden estar implicados en la regulación de su

dinámica. Entre ellos se incluyen el sistema nervioso central, el sistema nervioso

autónomo, influencias hormonales, el sistema vascular y la propia actividad

metabólica.

Los procesos ciliares poseen inervación simpática y parasimpárica en el

estroma y en su sistema vascular, aunque no se han encontrado terminaciones

libres en el epitelio ciliar. Existe una inervación similar en las células del tejido

trabecular. Por tanto, el sistema autónomo puede actuar sobre la dinámica del

humor acuoso a diferentes niveles de forma simultánea.

26
Sistema colinérgico.
Los agonistas colinérgicos disminuyen la resistencia al flujo del humor

acuoso. Igual efecto tiene la estimulación del III par, la acomodación, o el

desplazamientio posterior del cristalino. En ojos de primates en los que se ha

desinsertado por completo la raiz del músculo ciliar, el efecto de los agonistas

colinérgicos desaparece, lo que sugiere que su efecto es mediado por una con-

tracción del músculo ciliart”05 No se han encontrado receptores colinérgicos


en cultivos in vitro del trabeculum humano. Mediante microscopia electrónica

se ha demostrado que los fármacos colinérgicos modifican el tamaño y la forma

de los espacios intertrabeculares, al tiempo que producen un incremento de las

vacuolas en la pared interna del canal de Schlemm. Estos cambios se supone

que son secundarios a un aumento en la evacuación del humor acuoso.86 La

administración de atropina, que produce una relajación del músculo ciliar, no

revierte del todo estos efectos posiblemente debido a la escasa elasticidad del

trabecu1umY~

El efecto de los agentes colinérgicos sobre la producción del humor acuoso

no se conoce con precisión. Utilizando diversas técnicas de medida se ha obser-

vado aumento y en ocasiones descenso de la secreción del humor acuoso’~~”’ ‘~.

Producen además vasodilatación a nivel de los procesos ciliares y ruptura de la

barrera hematoacuosa. Tambien incrementan la presión venosa epiescleral.

27
Sistema adrenérgico.
El sistema adrenérgico actúa sobre todas las estructuras encargadas de la

regulación de la dinámica del humor acuoso: producción, salida, vía uveoescleral

y microcirculación ocular.

La investigación en pacientes con síndrome de Horner unilateral nos

muestra un flujo del humor acuoso y una PTO normales, sin presentar mayor

frecuencia de glaucoma. ‘~ Así, la existencia de un sistema adrenérgico intactó

no parece esencial para mantener una PTO normal. Sin embargo, mediante

simpatectomía quirúrgica o química con guanetidina o 6-hidroxidopamina - se


-

obtiene un descetiso marcado pero transitorio de la PTO y un incremento de la

facililidad de salida trabecular. Taxnbien desaparecen las variaciones horarias del

flujo del humor acuoso, particularmente la disminución que ocurre durante el

sueño. ‘~ Todos estos sucesos se han relacionado con la liberación inmediata de

noradrenalina por las neuronas simpáticas postsinápticas. Este efecto puede ser

inhibido bloqueando el acúmulo del transmisor en el terminal presináptico, por

ejemplo administrando previamente reserpina.

En el músculo ciliar la mayoría de los receptores adrenérgicos son de tipo

8 y median su relajación. En el mono, la inyección subconjuntival de isoprotere-

nol produce una relajación de la acomodación en tomo a las 10 D. Este efecto

28
puede ser inhibido por el propanolol, un li-bloqueante. En el ojo humano se

observa un efecto fi semejante. La estimulación con agonistas a no produce

ningún efecto sobre la acomodación en el músculo ciliar, si este está relajado por

atropinización previa.

La utilización de radioligandos fi, como el hidroxibenzilpindolol radiactivo,

han demostrado la existencia de receptores fi en el epitelio ciliar.l«P Sus carac-

terísticas funcionales responden al complejo receptor-adenilciclasa presente en

otras localizaciones del, organismo:4 Existe un nivel basal de AMPc en las


células del epitelio ciliar que no es relevante Cuando interacciona un agonista
.

beta, se produce un aumento rápido de AMPc, que actúa como segundo mensaje-

ro intracelular y se produce la respuesta efectora.

La toxina colérica activa la adenilciclasa y es capaz de producir grandes

diarreas acuosas por este mecanismo actuando a nivel del epitelio intestinal. Por

ello se la ha tomado para el estudio del sistema adenilciclasa en otros sistemas

fisiológicos. Al ser administrada de forma intravenosa produce un descenso en

la producción del humor acuoso del 50 96. Existen otros fármacos capaces de

activar la adenilciclasa, como los fluoruros orgánicos y el forskolin y compuestos

hormonales, como la GCH, TSH o LH. Todos ellos producen un descenso en la

producción de humor acuoso. En base a estos datos, Sears y Mead’5t en 1983,

29
proponen que son las variaciones de AMPc intracelular en las células epiteliales

de los procesos ciliares las que regulan la secreción humor acuoso.

Ra’ R1
Ga —e Ga’
+GTP +GTP
~1~

AMPc

‘it
A- Kiauus.

Flg.6. Esquema simplificado del receptor JI. El receptor de tipo activador (Ra> mediante la proteina Ga activa
la adenilcílasa (AC> y la producción de AMPc. El receptor inhíbíto rio a-2 (Rl>, acoplado a la proteína GI.
disminuye el AMPc.

En la actualidad nuestra comprensión de los receptores adrenérgicos es

mejor y comprende toda una cascada de procesos enzimáticos. En el caso del

receptor beta, estos sucesos se esquematizan en la Figura 6. Tras la activación

del receptor, el paso siguiente comprende a las proteinas G, que son reguladores

enzimáticos específicos o de canales iónicos. Los receptores 11-1 y 11-2 se asocian

al subtipo Ga, que es un estimulador de la adenilciclasa. Esto genera el segundo

30
mensajero, el AMPc y la fosforilización proteica mediante la activación de una

proteinkinása AMPc dependiente (A-Kinasa). Para la activación de la proteina

Ga es necesario GTP.

En la Fig.6 aparece tambien el efecto inhibidor sobre el AMPc que mues-

tran los receptores del subtipo a-2 (Rl).

Sin embargo, referencias posteriores no concuerdan con ese modelo.

Jumblatt’0’, en 1986, encontró que los efectos del forskolin, un activador puro
de la adenilciclasa, eran abolidos mediante simpatectomia, lo que no es consis-

tente con la idea de una acción directa del AMPc sobre la producción de humor

acuoso. Tambien se han encontrado receptores postsinápticos «-2 en los procesos

ciliares que son capaces de producir un descenso del flujo del humor acuoso que

no está ligado al aumento de AMPc.’3’ El mismo comportamiento muestran los

fi-bloqueantes utilizados normalmente en la clínica para el tratamiento del

GAA.

En el trabeculum existen receptores 8-2 que pueden intervenir de forma

directa en la facilidad de salida modificando los niveles de AMPc.¡# El isoprote-

renol, 11-agonista, aumenta la facilidad de salida y su efecto es abolido por un fi-

antagonista, como el propanolol’~4’. Clasicamente se ha venido aceptando un

efecto a trabecular para justificar la acción de la adrenalina y su e (cao de

mejora sobre la facilidad de salida. La inyección de adrenalina incracamerular

31
aumenta la facilidad de salida, efecto que puede ser suprimido con a-bloquean-

tes. Sin embargo, en la actualidad no está clara la existencia de la acción alfa

trabecular. Fármacos agonistas a-1 y «-2 no producen un efecto consistente en

la facilidad de salida y tampoco se han encontrado receptores alfa en cultivos de

células trabeculares (Polansky, 1981, 1985)’~~’~~. Algunos autores han encontrado

un bloqueo de la acción de la adrenalina producido por el timolol, lo que sugiere

un efecto beta predominante. Otros trabajos no logran obtener ese bloqueo.

La estimulación de neuronas noradrenérgicas o la aplicación tópica de

epineftmna produce vasoconstriccción a nivel de los proceos ciliares. Esta acción

podría disminuir en pequeña medida el flujo del humor acuoso. Una acción de

tipo 8-2 contribuye además a mantener el tono vascular.

En la actualidad se aceptan los siguientes receptores adrenérgicos en

relación con el control de la dinámica del humor acuoso:

1. Receptores 8-2 del músculo ciliar, que relajan las fibras muscula-

res y pueden abrir la vía uveoescleral.

2. Receptores fi (probablemente 8-2) a nivel de segmento anterior

que aumentan el nivel de AMPc en humor acuoso e incrementan la facilidad de

salida.

32
3. Receptores fi del epitelio ciliar, que mediante la activación de la

adenilciclasa y el aumento de cAMP disminuyen la producción de humor acuoso.

4.- Receptores «-2 en el epitelio ciliar, que disminuyen la produc-

ción de humor acuoso por un sistema diferente al de la adenilciclasa.

5.- Receptores a y fi en la microcirculación de los procesos ciliares

y la circulación venosa de salida.

Mecanismo de acción de los fármacos adrenérgicos.

Los efectos de los fármacos adrenérgicos sobre la dinámica del humor

acuoso y la PIO, así como su posible mecanismo de acción se resumen en la

Tabla 1. Describimos las pautas generales para cada grupo.

Los agonistas 8-2 no selectivos, tales como el isoproterenol y los selecti-

vos, terbutalina o salbutamol, producen un descenso en la PTO. Existen tres

niveles de actuación: la musculatura lisa de los vasos de los procesos ciliares y

del sistema de drenaje, receptores en el trabeculum y receptores en el epitelio de

los procesos ciliares. Los hallazgos más consistentes se refieren a un descenso

en la PIO, principalmente a través de un descenso en la formación del humor

acuoso mediado por el sistema receptor 8-2 de los procesos ciliares ligado a la

adenilciclasa.51 Un efecto menor se produce mejorando la facilidad de salida.

33
Fánna freto Dinámica del Sitfoymecarnsmo
PTO humor cuoso de ácción.
8-2 agonistas Baja. Aumenta C. 8-recept. en trabeculum
Disminuye F. y en epitelio ciliar.
«-2 agonistas Baja. Disminuye F. Tnhib. presinaptica
y de adenilciclasa.
«-1 agonistas Baja. Vasoconstricción
arterial.
DA-2 agonist. Baja. Disminuye F. ¿Mismo que para «-2?
DA-1 agonist. Baja.
11-2 antagon. Baja. Disminuye F.
«-2 antagon. Baja. Aumenta C
uveoescleral.
«-1 antagon. Baja. Disminuye F.
¿AumentaC
uveoescleral?
DA antagon. Baja. ¿Sube C?
¿Baja_F?

Tabla 1. Acción de los fármacos adrenérgicos en la dInámica del humor acuoso y su hipotético mecanismo de
acción.

Los fármacos agonistas a- 1, tales como la fenilefrmna o la metoxamina,

producen cambios mínimos sobre la PIO, sobre todo a través de su efecto

vasoconstrictor o activador de la musculatura ocular extrínseca. No se han

detectado cambios a nivel de la producción de humor acuoso o de la facilidad

de salida.

Los fármacos agonistas «-2 incluyen substancias como la clonidina, p-

amino-clonidina, BHT-920 o UK-14301. Su administración produce un descenso

34
de la producción del humor acuoso y una disminución de la PTO. Existe también,

aunque en menor medida, una aumento en la facilidad de salida y un descenso

en la presión venosa epiescleral. El mecanismo de acción no es bien conocido.

Los receptores «-2 presinápticos descienden el nivel de norepinefrina liberada en

las terminaciones sinápticas y causan vasodilatación. Los receptores «-2 postsi-

nápticos, encontrados en epitelio ciliar, no se unen al sistema adenilciclasa y son

capaces de bloquear el aumento de AMPc que producen los 8-agonistas.’3’ A


este respecto, son semejantes a los 8-2 antagonistas, que disminuyen la PTO

mediante reducción de la producción del humor acuoso y no producen aumento

de los niveles de AMPc en las células del epitelio ciliar.

La dopamina reduce la producción del humor acuoso, causa vasodilatación

sin midriasis y disminuye la PTO. Otras drogas dopaminérgicas, tales como los

derivados hidroxiaminotetralin, pergolide, lergotril, bromocriptina y LY-141865,

tienen el mismo efecto. Estos productos tienen una elevada afinidad por los

receptores a adrenérgicos (más «-2 que «-1) y sus efectos son bloqueados en

parte par «-2 antagonistas. Además su acción requiere un sistema adrenérgico

intacto, por lo que se supone que su mecanismo de acción es predominantemente

a través de receptores a. Se han encontrado algunos fármacos con actividad DA,.

Uno de estos, el fenoldapam, causa activación de la adenilciclasa, descenso de

la PTO y vasodilatación.

35
Los fármacos fi-bloqueantes se han convertido en la terapeutica más usada

en el tratamiento del GAA. Su efectividad parece estar más en relación con sus

propiedades farmacocinéticas que con su afinidad con los dos subtipos de recep-

tores beta. Así el timolol tiene una alta potencia pero no es selectivo. El levobu-

nolol es más 8-2 selectivo, mientras que el betaxolol lo es 8-1. Todos causan una

disminución en la producción de humor acuoso y un descenso de la Pb, pero

el mecanismo de actuación es aún hoy desconocido. Al igual que ocurre con los

beta agonistas, no tienen ningún efecto sobre la facilidad de salida trabecular,

pese a que han sido encontrados receptores 8-2 en el trabeculum. A nivel de los

procesos ciliares, inhiben el efecto de los beta agonistas, pudiendo bloquear el

incremento de AMPc y el descenso de la producción de humor acuoso que estos

producen. Por sí solos no activan la adenilciclasa ni producen alteración en el

nivel de AMPc intracelular, aunque si disminuyen la producción del humor

acuoso. Para salvar esta aparente contradicción, se han propuesto múltiples

explicaciones.

Una de ellas sugiere que un posible descenso de los niveles de AMPc

causa un estado de desensibilización molecular y de hiporespuesta de los recep-

tores beta (Boas, 1981)26

Otra hipótesis sugiere que el fármaco actúa de forma directa sobre el

proceso de secreción del epitelio ciliar, independiente de su acción beta antago-

nista o del AMPc (Gregory, 1981)Y4 Esta teoría se basa en el hecho de que la

36
dosis administrada, su concentración intraocular o su afinidad por los beta recep-

tores, factores que configuran su capacidad como bloqueante beta, no se correla-

cionan con su respuesta farmacológica.

Se ha señalado una posible acción sobre el SNC (Elliot, 1975).66

Por último se ha sugerido que los antagonistas beta tienen su acción

fundamental en la microvasculatura ciliar (Bartels, 1980).¡6

Recientemente se ha observado que los antagonistas beta tienen un efecto

inhibitorio sobre las indolaminas, particularmente la serotonina, que es un meta-

bolito activador de la bomba Na/K (Martin, 1990).I2á

Fármacos «-1 bloqueantes, como el prazosin o la timoxamina, o «-2

bloqueantes, como la rauwolscina, pueden causar descenso de la PTO en animales

de experimentación y en el hombre. Como el mismo efecto tienen los fármacos

«-2 agonistas, se plantea la misma contradicción que señalamos para los recepto-

res 8-2. Sin embargo existen evidencias que parecen indicar que la accción de

los fármacos «-2 antagonistas se realiza a través de un aumento de la salida de

humor acuoso a través de la vía uveoescleral (Serle, 1984).’~~ El efecto de los

fármacos «-1 bloqueantes muestran un bloqueo alfa, con signos de miosis e

hiperemia, que no muestra correlación en dosis ni en potencia con el efecto

hipotensor ocular. Su acción principal sobre la dinámica del segmento anterior

parece ser el descenso de la producción del humor acuoso, si bien causan tam-

37
bien vasoconstricción arterial y reducción del tono venoso. En la actualidad, la

discusión sobre los efectos de los fármacos que actúan sobre los a-receptores es

meramente especulativa, ya que aún no existe un conocimiento completo acerca

de los subtipos existentes de receptores alfa y su localización.

Existen pocos estudios acerca de fármacos antagonistas dopaminérgicos.

El haloperidol, antagonista no selectivo, produce un ligero aumento de la PTO

seguido por una caida. La domperidona, un antagonista DA2, no tiene apenas

efecto sobre la PTO. Como sucedía con sus respectivos agonistas, muestran una

marcada afinidad por los receptores «-2.

La epinefrina continúa siendo un fármaco importante en el arsenal terapeú-

tico contra el GAA. Es un agonista no selectivo, que actúa sobre todos los

subtipos de receptores alfa y beta. En la actualidad se utiliza una prodroga, la

dipivalilepinefrmna, con las mismas propiedades farmacológicas.

Existen tres acciones de la epinefrmna sobre la dinámica del humor acuoso:

disminuye su producción, reduce la resistencia del trabeculum y aumenta la

salida por la vía uveoescleral. La importancia relativa de estos factores depende

de la dosis, el tiempo de acción y de las especies animales estudiadas. Los

resultados no siempre son concordantes. En particular existe un húmero creciente


35”55”68
de trabajos que apuntan a un incremento del flujo del humor acuoso.’

38
Desde un punto de vista práctico, el efecto terapeútico más significativo de la

epinefrmna parece estar en relación con un aumento de la facilidad de salida.

El mecanismo exacto por el cual disminuye la resistencia trabecular no

está claro. Como ya hemos señalado anteriormente puede deberse a un meca-

nismo tipo alfa o beta. La epinefrmna induce cambios en la morfología, en la

fagocitosis y en el número de mitosis de las células trabeculares. Se ha docu-

mentado un fenómeno muy conocido de desensibilización al fármaco en animales

y en el hombre.

Se han encontrado fibras nerviosas en el ojo que responden a otros

neurotransmisores y neuropéptidos. Así en el ángulo y tejido trabecular existen

terminaciones de dopamina, VTP, neuropéptido Y, substancia P, colecistoquinina,

calcitonina y galanina. En los procesos ciliares se han encontrado tambien

terminaciones de serotonina.

El Sistema Nervioso Central.

Algunos autores consideran un control de la dinámica del humor acuoso

mediado por el SNC. Presuponen que existe un centro que integra la información

aferente ocular y programa las respuestas a través del sistema autónomo. La

estimulación estereotáctica de áreas grises cerebrales produce variaciones de la

PTO en gatos. La estimulación del hipotálamo posterior ventral produce alteracio-

39
nes de la PTO simultáneas a cambios en la presión sanguínea. Otras áreas, como

el hipotálarho dorsal y el tálamo ventral, inducen cambios en la PTO sin alterar

la presión sanguínea. La estimulación de un área circunscrita cerca del fornix

produce variaciones de la PTO y de la presión arterial de manera inversamente

proporcional.

Los estudios de estimulación con bajos voltajes de los diferentes tractos

nerviosos no provocan cambios sobre la Pb. Otro grupo de experimentos

estudia las variaciones de PTO tras la administración de fármacos en el líquido

cerebroespinal. Se han encontrado variaciones en relación con agentes hiperos-

móticos, hipoosmóticos, prostaglandinas, ácido araquidónico, calcio, clonidina,

substancia P, TSH y vasopresina. Estos ensayos no muestran un sitio preciso de

actuación del fármaco y algunas de estas substancias son capaces de cruzar la

barrera hematoencefálica y pasar a la circulación periférica.

Es importante señalar que en estos estudios el parámetro medido es la PTO

y no la formación o el drenaje del flujo del humor acuoso. Como refiere Sto-

ne 65: “Considerando las influencias estimulatorias e inhibitorias potenciales de

un parámetro tan complejo como la PTO, no es extraño que estos trabajos fraca-

sen en demostrar la existencia de un centro de regulación.”

40
Otros factores que afectan a la formación del humor acuoso.
La producción de humor acuoso parece tener un ciclo a lo largo del día,

si bien existen grandes diferencias interindividuales. La variación mejor estable-

cida es una reducción de casi el 50 96 durante el sueño.’50 No se ha comprobado


si estas variaciones son secundarias a ritmos circadianos, semejantes a los

hormonales. Kaufman sugiere que tales variaciones son secundarias a un tono

simpatico disminuido.

La formación de humor acuoso varía directamente con la presión sanguí-

nea carotídea. Un descenso en la presión produce un descenso en el flujo y

viceversa. La ligadura de la carótida produce una gran disminución en la forma-

ción del humor acuoso.28

Se habla supuesto que la producción del humor acuoso disminula con la

edad. Brubaker47, mediante fluorofotometria, confirma este hallazgo si bien en

una menor medida de la supuesta, siendo de solo un 2 % (0,06 Ml/mm) por

década de vida. En realidad es un parámetro mucho más estable que la PíO con

respecto a los cambios de la edad.

La hipotermia produce un descenso en la secreción del humor acuoso. Un

descenso en la temperatura corporal de 70 C causa una reducción de la produc-

ción del humor acuoso de casi el 50 96. Posiblemente el efecto es debido al

descenso de la actividad metabólica a nivel del cuerpo ciliar.

41
La inflamación del segmento anterior tambien causa un descenso en la

producción del humor acuoso. Este efecto puede ser secundario a la liberación

de prostaglandinas a través de una barrera hematoacuosa rota. Otros procesos

clínicos que tienen el mismo efecto hiposecretor son el desprendimiento de

retina, el desprendimiento de coroides y la ciclodiálisis.

El descenso en la osmolaridad plasmática, como sucede tras una rápida

ingestión de grandes cantidades de agua, produce un incremento en la produc-

ción del humor acuoso. Este efecto se debe probablemente a que la fuerza

osmótica empuja el liquido a través del epitelio ciliar, coincidiendo e no con un

aumeto del transporte activo de Nal Un incremento de la osmolaridad plasmáti-

ca causa un descenso de la formación de humor acuoso por el efecto contrario

y una reducción paralela de la PTO, probablemente secundaria a una pérdida de

agua por difusión desde los compartimentos oculares.

La adrenalectomía produce un descenso en la producción de humor acuo-

so, al igual que el uso de espironolactona, un inhibidor de la aldosrerona. El

efecto en ambos casos es muy pequeño. La progesterona y las prostaglandinas

producen un incremento en la salida del humor acuoso, mientras que estrógenos

y corticosteroides producen el efecto contrario.

Un aumento de la PTO produce un descenso en la producción del humor

acuoso, lo que se denomina pseudofacilidad. Este proceso, muy conocido a

42
A. Generales.

1. Edad.
2. Nocturno.
3. Ejercicio.
B. Sistémico.

1. Disminución tensión arterial o carotidea.


3. Estimulación simpática.
4. Estimulación diencefálica.
5. Hipotermia.
6. Acidosis.
7. Anestesia general.
8. Adrenalectomla.
C. Local.

1. Pseudofacilidad.
2. Inflamación.
3. Desprendimiento de retina.
4. Anestesia retrobulbar.
5. Desprendimiento coroideo.
D. Farmacos.

1. 11-2 agonistas.
2. 8-2 antagonistas.
3. «-2 agonistas.
4. «-1 antagonistas.
5. Agonistas dopaminérgicos.
6. Tnhib. anhidrasa carbónica.
7. Activadores AMPc.
8. Derivados morfinicos.
9. Otros (es pironolactona, guanetidina...)
E. Cirugía.

1. Ciclodiálisis.
2. Cicbocrioterapia.
3. Ciclodiatermia.

Tahiti II. Factores que disminuyen la producción de humor acuoso.

44
través de la práctica clínica de la tonografla, tiene una fisiopatología poco

conocida. Existen algunos receptores nerviosos en el cuerpo ciliar, pero no

parecen ser del tipo presión-dependientes. Sin embargo, el componente de

ultrafiltración de la formación del humor acuoso es presión-dependiente y dismi-

nuye con el aumento de la PTO.

Mediante técnicas de tonografla o de perfusión del globo a presión cons-

tante, fue estimada en un 15-35 96 del flujo total’8”’5. Técnicas de dilución de


isótopos, más fisiológicas, sugieren que la pseudofacilidad es más baja, del orden

del 5 al 10 96,28 Esto parece ser consistente con el papel principal de la secreción

activa en la producción del humor acuoso. En situaciones que provocan la

ruptura de la barrera hematoacuosa, como la inflamación ocular, la pseudofacili-

dad aumenta debido al aumento de la filtración par el epitelio ciliar.

En pacientes con una larga historia de PTO elevada, en ocasiones se

objetiva una franca hiposecreción de humor acuoso. No se conoce si este efecto

se debe al mismo mecanismo. La hipótesis más aceptada incluye un deterioro

significativo de los procesos ciliares.

En la tabla IT se muestra un resumen de los factores 4ue afectan a la

dinámica del humor acuoso.

43
d) Alteraciones dinámicas en el glaucoma.
La mayor parte de los estudios realizados sobre la dinámica del humor

acuoso en el glaucoma analizan las alteraciones que se producen secundariamen-

te en la PTO o en las vías de drenaje. Los que se refieren a producción y flujo

del humor acuoso son, comparativamente, mucho menos numerosos.

Cambios morfológicos en las vías de salida.


Existe controversia acerca de la localización del punto de aumento de la

resistencia en el glaucoma primario de ángulo abierto (GAA). Algunos autores

creen que está localizado distalmente al canal de Schlemm, principalmente en los

canales colectores y venas del acuoso (Aschcr, 1942, Krasnov,1953, 1966,

Dvorak-Theobald y Kirk, 1956, Larina, 1967)72 En contra de esta hipótesis están

los cálculos físicos, basados en la ley de la resistencia de Poiseuille de flujo

laminar y los trabajos de Grant72, que demuestran que la resección de los dos
tercios externos de la escicra no producen modificación apreciable de la resisten-

cia a la salida. Tripathi (1971 )~ cree que la causa de este aumento de resistencia

se debe a una disminución en el número de vacuolas de la pared interna del

canal de Schlemm. Fink (1972)61 no encuentra ninguna diferencia en el número

de vacuolas, poros o espacios intercelulares entre ojos normales y glaucomatosos.

Nesterov (1969, 1972, 1974)138.139 desarrolla el concepto de colapso del

canal de Schlemm en la patogénesis del glaucoma. Sin embargo solo se ha

45
observado este fenómeno con elevaciones importantes de la PTO, mas allá de 50

ó 60 mm Hg. Moses, en 1979134, basándose en cálculos de flujo circunferencial

en ojos enucleados, sugiere que el defecto primario es un incremento de la

resistencia en la pared interna del canal de Schlemm, con colapso secundario de

sectores del mismo.

Chaudry59 utiliza por primera vez en 1979 microscopia electrónica de


barrido y observa material de naturaleza desconocida que recubre el trabeculum

uveal de los pacientes afectos de GAA.

Rohen y Witmer’54 describen placas de material en el trabeculum cercano

al canal de Schlemm, que parecen derivar directamente de la degradación de

fibras elásticas subendoteliales. Estos hallazgos han sido confirmados posterior-

mente por otros autores (Segawa, Rodriguez, McMenamin, Lee).’~ En secciones

sagitales se ve avanzar estas placas hacia la pared interna del canal de Schlemm,

en forma de bandas trabeculares hialinizadas. Estos hallazgos están tambien

presentes en el ojo añoso normal y aumentan progresivamente con la edad, pero

los hallazgos se incrementan notablemente en ojos afectos de GALA.

Se han encontrado placas hialinas semejantes en la pared externa del canal

de Schlemm, pero no se conoce su significado. Un acúmulo excesivo de las

mismas pudiera ocluir parcialmente los conductos colectores.

46
Estudios citoquimicos han demostrado en el GAA la presencia de finas

fibras adheridas a fibras elásticas y colágenas.124 Estas fibras, que no han sido
vistas en ojos normales, son de naturaleza desconocida. Se ha especulado que

pudieran constituir la matriz sobre la cual se deposita el material hialino respon-

sable del incremento de la resistencia al flujo.

Se han desrito tambien cambios bioquímicos en el espacio extracelular de

las trabéculas. En ojos afectos de GAA existe una mayor proporción relativa de

queratán sulfato en las vainas conectivas perivasculares.

En la parte más cercana al canal de Schlemm se han encontrado vesículas

en la matriz de las trabéculas, lo que constituye un signo citopático de degenera-

ción celular. Existen dos tipos de vesículas: lisosómicas y no lisosómicas. Las

vesículas que tienen un origen no lisosómico tienen probablemente un contenido

citoplasmático que está rodeado de excedentes membranosos. Las vesículas

lisosómicas contienen enzimas activas, que tienen la capacidad potencial de

lesionar el tejido adyacente. Vesículas semejantes han sido halladas tambien en

varias enfermedades sistémicas, como la arterioesclerosis o en la hipertensión

arterial.

Alvarado (1984)~ encuentra una gran pérdida de células trabeculares

(internas y externas) en el GAA. Cree que los cambios patológicos comienzan

en el trabeculum adyacente al canal de Schlemm. Existe una pérdida celular

similar, pero menor, en ojos añosos.

47
En casos avanzados de glaucoma se encuentra una gran hialinización en

el tejido trabecular. Rohen’54 describe además un adelgazamiento endotelial y


eventual contacto de la membrana basal con el humor acuoso. Las trabéculas

están muy engrosadas y muestran inclusiones de colágeno degradado. Las

trabeculas denudadas pueden fusionarse entre si y obliterar los espacios intertra-

beculares.

48
2.- Métodos de estudio en
la dinámica del humor
acuoso.

a) Metodos clínicos.

Las técnicas desarrolladas para estudiar el proceso de producción del

humor acuoso comprenden la visualización directa de los procesos ciliares

(cicloscopia) y la medida de la producción del humor acuoso. La salida del

humor acuoso puede ser estudiada mediante visión directa del ángulo camerular

por gonioscopia, la estimación de la resistencia al flujo por técnicas tonográficas,

el análisis de la salida de substancias marcadoras y la medida de la presión

venosa epiescleral.

De todos estos métodos solo la gonioscopia es utilizada en la actualidad

de forma rutinaria en la práctica clínica.

La cicloscopia permite la visión directa de los procesos ciliares en condi-

ciones especiales, iridectomía, retracción amplia del iris, aniidia y en algunos

afáquicos. Se ha diseñado una lente de contacto especial para la práctica de esta

49
técnica que puede ser importarte en tratamientos que persiguen la destrucción

parcial de los procesos ciliares.

La gonioscopia es un método de exploración clínico que permite la visión

del ángulo de la cámara anterior. En 1907, Trantas visualizó el ángulo en un ojo

con queratoglobo mediante la indentación del limbo y acuñó el término de

gonioscopia. Salzmann introdujo la goniolente en 1914 y Koeppe diseñó cinco

años más tade una lente más angulada. En 1938 Goldmann construye el gonio-

prisma.

Los rayos de luz provenientes del ángulo son reflejados nuevamente a la

cámara anterior impidiendo su visualización debido al efecto refractivo de la

interfase córnea-aire. Este efecto desaparece si eliminamos la córnea opticamente

mediante la interposición de una lente de contacto (goniolente o gonioprisma)

(Fig. 7). Esta técnica permite establecer la forma clínica del glaucoma y visuali-

zar las alteraciones de las estructuras del ángulo.

El parámetro estimativo de la dinámica del humor acuoso en clínica

continúa siendo la medida de la PTO. Esta depende del equilibrio entre la forma-

ción del humor acuoso, la salida y la presión venosa epiescleral.

50
Flg 7. Forma de acción del gonioprisma.

b) Métodos invasivos y experimentales.

Medida de la producción del humor acuoso.


Se basa en la introducción de una substancia marcadora en cámara ante-

rior. Se puede introducir de forma directa, pero la paracentesis rompe la integri-

dad de la barrera hematoacuosa y altera de forma significativa los resultados de

la prueba (Raviola, 1974)’~. Se han utilizado soluciones salinas, marcadores

radiactivos o ácido Para-aminohipúrico (PAH).

Un método más fisiológico es inyectar la substancia en plasma y realizar

la medida de su concentración en humor acuoso. Esto nos permite estudiar el

patrón de secreción de ese compuesto por el epitelio ciliar y realizar una estima-

ción del flujo midiendo el efecto de aclarado producido por el humor acuoso. Se

inyecta una substancia como el PAH o la fluoresceina en plasma y tras un

51
tiempo, una cantidad pequeña pero mensurable difunde en humor acuoso. La

curva plasmática declina, debido a la excrección renal, mientras que la curva en

humor acuoso se mantiene estable y decrece más tarde, cuando los valores son

ya muy bajos en plasma y no existe secreción por el epitelio ciliar (Fig. 8).

Flg. & Curva plasmótica y en humor acuoso de PAH tras administración intravenosa.

La formación del humor acuoso puede ser calculada midiendo el descenso

en la concentración en cámara anterior. Esto se realiza en tiempos diferentes en

ambos ojos en el caso del PAH o mediante métodos ópticos con la fluoresceina.

52
El método fue desarrollado por Barany y Kinsey para el PAH en 1949” y

Goldman extendió su uso para la fluoresceina76. Tambien se han utilizado isóto-


pos radiactivos.

Se han desarrollado métodos para visualizar de forma directa el volumen

del humor acuoso formado. El método de Smith-Leber-Niesnamoff consiste en

la canulación de ojos en los que se mantiene una PTO constante. Se bloquean las

vías de salida mediante la inyección de una substancia viscosa intracamerular y

finalmente se inyecta una burbuja de aire. El flujo hacia cámara anterior se mide

determinando el desplazamiento de la burbuja en un capilar calibrado que se

situa fuera del globo70.

Holmes9’ introduce fluoresceina en cámara antenor, que mezcla cuidadosa-

mente con rápidos movimientos oculares. El humor acuoso neoformado no

contiene fluoresceina y delimita una pequeña burbuja transparente en el borde

pupilar. Se realizan múltiples cortes de la burbuja en la lámpara de hendidura

que son fotografiados de forma seriada (Fig. 9).

El volumen del humor acuoso contenido dentro de la burbuja puede ser

calculado midiendo la desviación entre los cortes sucesivos e integrando el área

de todas las desviaciones. El proceso se realiza varias veces para calcular el

cambio de tamaño sufrido par la burbuja progresivamente creciente en un perio-

do de tiempo determinado.

53
FIg. 9: Método de Holme; medida directa del volumen de
la burbuja del humor acuoso neoformado. Se introduce
fluoresceina en cómara anterior que es mezclada con nl-
pidas movimientos oculares. Seguidamente se realizan foto-
grajtas seriadas de lo burbuja de humor acuoso neoformado,
que es transpirente. La ¡megral de la curva obtenida nos da
_________________________________________ su volumen.

Este método tiene varias fuentes de error, ya que es necesario que la

pupila esté en miosis farmacológica y precisa de una gran cantidad de fluores-

ceina, introducida por paracentesis.

Estudio de las vías de salida.


El análisis funcional de las vias de drenaje del humor acuoso se realiza

mediante la utilización de marcadores y ha sido empleado fundamentalmente

para el estudio de la vía uveoescleral. En principio cualquier substancia puede

54
difundir desde el humor acuoso a estructuras contiguas, como iris, córnea,

esclera, cristalino, cuerpo ciliar, humor vitreo, retina y coroides. Sin embargo

solamente difunde en cantides apreciables siguiendo las vías de evacuación del

humor acuoso. De esta forma se han logrado evaluar los sistemas de drenaje y

su importancia cuantitativa.

Como moléculas de fácil difusión se utilizan la fluoresceina y la nitrote-

trazolina. En gatos, conejos y monos penetran rapidamente en espacio supraco-

roideo y en los vasos del iris y del cuerpo ciliar (vía uveovorticosa).

Se observan diferencias anatómicas entre especies para moléculas de

mayor tamaño, como dextrano marcado con fluoresceina, peroxidasa de rábano,

ferritina, thorotrast o albúmina radiactiva. Algunas penetran al espacio supraco-

roideo, pero otras no sobrepasan el limbo esclerocorneal.

Las esferas de latex tienen una penetración variable en las estructuras

oculares dependiedo de su diámetro y de la especie que se estudie.

c) La Tonografla.

A finales del siglo XTX ya se conocía el hecho de que el masaje ocular

produce un descenso de la PIO (Pagenstecher, 1878). En 1905 Schi4xz informa

que la tonometria repetida tambien disminuye la PTO, aunque el efecto ocurre en

menor medida en los pacientes con glaucoma. Basándose en este hecho Polak-

Van Gelder (1911) describe una técnica de aplicaciones tonométricas para

55
diferenciar el ojo normal del glaucomatoso. Schoenberg modifica la técnica

mediante uña aplicación continua del tonómetro. Grant, en 1950,82 introduce el


concepto moderno de tonografía, utilizando parámetros cuantitativos y técnicas

electrónicas de medida.

El flujo de salida del humor acuoso sigue la ley de Poiseuille para el flujo

de líquidos en tubos capilares de pequeño diámetro. Según esta ley el flujo es

directamente proporcional a la diferencia de presión en los extremos del tubo y

al radio del mismo e inversamante proporcional a la viscosidad del fluido que

lo atraviesa. Goldmann en 1949 aplica la ley al tejido trabecular y propone que:

F= Po-Pv
R

Siendo F el flujo, Po la PíO, Pv la presión venosa epiescleral y R la

resistencia del tejido trabecular. Tal proposición se demuestra errónea, ya que

el incremento de flujo en el trabéculo no sigue un ascenso lineal dependiente de

la presión, como sucedería en un tubo rígido. Sin embargo, para los valares de

la PíO, la fórmula constituye una buena estimación. Grant llamó C (coeficiente

de facilidad de salida) al valor inverso de la resistencia. Según esta:

F=Cx(Po-Pv)

56
En un ojo en reposo, la entrada y la salida del humor acuoso son iguales

y la PTO y el volumen intraocular son valores estables. Cuando se coloca el

tonómetro su peso indenta la córnea y distiende el globo. Un cierto volumen de

humor acuoso es expulsado fuera de la cámara anterior y los tejidos oculares se

expanden en un grado que depende de su rigidez para compensar el volumen

desplazado por la indentación corneal. De manera simultánea la PTO aumenta

desde un valor basal (Po) a otro más elevado (Pt).

A diferencia de lo que sucede en el ojo en reposo, durante el transcurso

de la prueba la salida de fluido supera a la entrada y el volumen del ojo dismi-

nuye. Debido a este hecho, se suceden otros dos cambios: la PTO disminuye y

el volumen de indentación corneal aumenta.

Matematicamente:

AV=CxAPxt

Siendo V el volumen, P la presión y t el tiempo.

Si buscamos el valor de C:

AV
APxt

Para comprender el significado del incremento de V y P, es necesario

conocer el mecanismo de medida del tonómetro de indentación. En toda medida,

57
por breve que sea, el ojo se distiende y Po sube a un valor mayor, Pt. Para cada

lectura del tonómetro de indentación, Friedenwald determinó por manometria los

valores de Po y Pt, así como la indentación corneal y la distensión del globo.

Como en la prueba tonográfica el tonómetro permanece en contacto con el ojo,

estos valores van variando de forma continua en el tiempo. La variación de

volumen (el volumen desplazado fuera del ojo) es la diferencia entre el volumen

de la indentación corneal y el de la distensión del globo. Grant, a partir de los

datos obtenidos por Friedenwald, obtiene el valor de la variación del volumen

a partir de las lecturas iniciales y finales de PTO. Como AP y AV están cons-

tantemente cambiando en el curso de la prueba, Grant determiné a efectos

prácticos realizar la media de las medidas de AP (Pt-Po), realizando una cada

medio minuto. En la tonografla clínica, t es igual a cuatro minutos. Con los

valores estimados de AP, AV y T, C puede ser calculado en Ml/mm/mm Hg.

En la práctica clínica, el valor de C es obtenido mediante tablas como las

introducidas por Moses y Becker o por programas de ordenador.

Los calculos tonográficos asumen que el único cambio inducido por el

incremento de la PTO es un aumento en el volumen de salida del humor acuoso.

Esa suposición es errónea. Existen muchos otros parámetros que varian y pueden

influir en el resultado de la prueba.

58
La producción del humor acuoso disminuye con el aumento de la PIO.

Este efecto, llamado pseudofacilidad, produce una caida de la PIO y crea una

falsa estimación del flujo. El porcentaje en que C se ve influido por este efecto

está sujeto a discusión, pero se suele aceptar que está en torno a un 20 96 del

flujo tonográfico total.

La resistencia al flujo de salida tampoco es constante y varía con las

modificaciones de la PTO. No se conocen las variaciones que produce la tonogra-

fía sobre el flujo en la vía uveoesclera.l.

Durante la tonografía, la presión venosa epiescleral aumenta aproximada-

mente unos 1,25 mm Hg. Esto suele ser compensado añadiendo 1,25 al valor de

la Po. El aumento es mayor durante la primera parte de la prueba.

La rigidez escleral es una parámetro ocular dificilmente medible y que

tiene amplias diferencias interindividuales. En algunas pruebas tonograficas se

utiliza un valor medio de 0,0125 , lo que es una fuente de error. En aparatos

computarizados el valor de la rigidez se infiere por las medidas tomadas utilizan-

do dos pesos diferentes en el tonómetro de indentación. Un modo más sencillo

consiste en tomar una lectura de la PTO con tonómetro de aplanación y compa-

rarla con el valor Po obtenido con el tonómetro de indentación. Si no existe un

valor de rigidez demasiado alto o bajo, ambas lecturas han de ser coincidentes.

El tonómetro de indentación produce una expulsión de contenido sanguí-

neo uveal, cuyo efecto sobre los valores de la tonografla no se conoce.

59
Durante la realización de la prueba, una gran cantidad de factores influyen

en el resultado. Un buen trazado tonográfico tendrá finas oscilaciones y una

suave pendiente descendente (Fig 10).

o--o

—- -rNa —. -ni

.1

N- -a

1~ y ~2 ~ II

1, .x{j; 1K

mM --

2171 —t -m::rx.
—-—- ... - -~ —— zx-;x—-- - -- -

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~ •~k - ... -— ‘Ni
——.. — 1 —

~•-- -.--

-.- ----~~- —1———————


~ ——
~—. —
:e~ -

-..-.--I-..-
—-. —
-- w.

Flg. 10. Trazado tonográfico.

Las variaciones en la curvatura corneal, el movimiento del ojo, la mala

limpieza o calibración del instrumento, una colocación incorrecta o el defectuoso

cálculo del trazado pueden dar lugar asimismo a falsas medidas.

60
El valor de C puede ser tambien determinado por otros medios. Los

tonómetros de aplanación producen menos cambios en la PTO y en la fisiología

ocular. Se ha evaluado su uso en tonografia, manteniendo la PTO en valores

constantes, pero su utilización clínica aún está en fase experimental.

Volúmenes conocidos de fluido pueden ser perfundidos en el ojo bajo

presiones conocidas. Po es la PTO previa y Pt se determina durante la inyección

de liquido. En el ojo enucleado, Po = 0. Este método se utiliza de forma expe-

rimental en el laboratorio, pero la introducción de la cánula en cámara anterior

y la perfusión continua produce una alteración significativa de la anatomía y de

la fisiología ocular. Además en el ojo enucleado, los cambios sucedidos post-

mortem hacen que los valores sean diferentes a los del ojo vivo. Pese a ello, los

resultados obtenidos con estas técnicas se correlacionan bastante bien con los

tonográficos’62

Si se aplica una copa de succión en el área perilimbica, la PíO aumenta

de forma abrupta debido a la oclusión de las venas epiesclerales y a la disminu-

ción de la salida de humor acuoso. Analizando el incremento y sucesiva caida

de la PIO se puede inferir el valor de la facilidad de salida. De forma esquemáti-

ca, el aumento de PTO durante los primeros instantes se correlaciona estadistica-

mente con la tasa de producción de humor acuoso, mientras que el descenso que

61
se produce al retirar la copa será más pronunciado cuanto más alto sea el valor

de C. Las alteraciones oculares producidas con este método son mayores que las

descritas para la tonografía. La variabilidad de los valores individuales es muy

grande y ocasionalmente, grandes discrepancias han sido descritas entre este

método y las mediciones tonográficas.’62

62
3.- Fluorofotometría
del segmento
anterior.

a)Introducción a la Fluorofotometria.
La Fluorofotometría determina por métodos ópticos no invasivos la con-

centración de fluoresceina en los tejidos y compartimentos oculares (Fig 11). La

fluoresceina puede ser administrada de forma tópica o sistémica (por vía oral o

intravenosa).

La fluorescencia es la capacidad que muestran algunas substancias de

absorber luz de una determinada longitud de onda para despues emitiría en una

longitud de onda superior. En el espectro visible, esto se traduce como un

cambio de color. Fue Ehrlich, a fmales del s. XTX, quien introdujo la fluorescei-

na en Oftalmología para el estudio de lesiones del segmento anterior. En 1882

inyecta fluoresceina por vía subcutánea a un conejo y observa su presencia en

humor acuoso en forma de una leve nube coloreada. LLama línea de Ehrlich

aquella que delimita la fluoresceina entre la cara anterior del iris y el borde

pupilar. La técnica no supone utilidad clínica ni experimental en su época.

63
Weekers, en 1921, considera que la fluoresceina inyectada según este método,

proviene de la cámara posterior.

Flg. 11. Curva fluorofotomésrica de pilo posterior.

En 1946, Amsler, Verrey y Huber4 inician el primer estudio sedado de


permeabilidad ocular a la fluoresceina. Tras inyección intravenosa, determinan

la cantidad del colorante en cámara anterior en función del tiempo. Para ello

utilizan una lámpara equipada con un amperímetro y un reostato. Cuando apare-

ce la fluoresceina, el reostato gradua la intensidad luminica hasta que la fluores-

ceina sea apenas perceptible y se mantiene en este umbral mínimo descendiendo

progresivamente la intensidad de la corriente. Tales descensos se cuantifican con

64
el amperímetro y son anotados cada cinco minutos. Su objeto era observar la

alteración de la permeabilidad de los capilares uveales en patología ocular.

Goldmann76 en 1950 establece el primer modelo matemático de la cinética


ocular de la fluoresceina administrada por Vía intravenosa. Fue Maurice, en

1963, el que crea el primer fluorofotómetro tal como es entendido en la actuali-

dad, capaz de cuantificar la fluoresceina contenida en las estructuras oculares.

Junto con Jones~, en 1966, desarrolla un método de análisis matemático para el

estudio de la hidrodinámica del humor acuoso, calculando los coeficientes de

difusión entre los compartimentos oculares. Abandona la administración TV e

introduce la fluoresceina en cámara anterior mediante iontoforesis, técnica que

consiste en el paso de una pequeña corriente eléctrica por la superficie corneal.

Es el primero en medir con este método el flujo del humor acuoso en humanos.

Cunha-Vaz y Maurice” estudian el paso de la fluoresceina a través de la

barrera hemato-retiniana en 1967. Cunha-Vaz, en trabajos sucesivos, establece

las bases de la fluorofotometría de polo posterior y aplica el método a la patolo-

gía que afecta a la microcirculación retiniana, particularmente como método de

evaluación precoz de la retinopatia diabética56. Actualmente existen estudios

fluorofotométricos de numerosos procesos que potencialmente afectan la integri-

dad de la barrera hematoretiniana.

65
b) Bases fisicas de la prueba.

La fluoresceina.
Es un derivado xanténico, sintetizado por Von Baeyer en 1871. Su fórmula

química como sal disódica se representa en la Fig. 12. Tiene un color rojo ana-

ranjado y un peso molecular de 376,27 g. Su tamaño es de 11 Amstrdngs (ex-

traordinariamente pequeña). Capta fotones con energía (longitud de onda) cuanti-

ficada y emite fotones a su vez de longitud de onda mayor, lo que la convierte

en fluorescente. Su pico máximo de absorción es de 490 nm (500 en plasma) y

emite luz a 525 nm. Estas franjas corresponden respectivamente al azul cobalto

y verde del espectro visible (Fig 13).

Flg. ¡2. Fórmula de la fluoresceína.

66
La fluorescencia es proporcional a la concentración de fluoresceina presen-

te en una disolución, aunque en concentraciones superiores a 1W molesi. la

progresión no es estrictamente lineal. Es un compuesto de fluorescencia alta,

(0,92 fotones emitidos por cada fotón absorbido), lo que hace fácil su rastreo y

medida.

100

go
80

70

60

80

40

30

20

10

o
200 400 600 800
Longitud de onda (ngr)

Flg. 13. Curvas de absorción y emisión de la fluoresceina.

No es tóxica. Se puede administrar por vía oral o TV, pero en este caso se

liga a proteinas plasmáticas en un 80-90%. La sal ligada a proteinas es menos

67
fluorescente y no es capaz de superar las barreras oculares y penetrar en el ojo.

Se metaboliza en forma de glucurónido de fluoresceina y se elimina por vía

renal. Dos horas y media despues de la inyección intravenosa, un 80 96 se ha

convertido en glucurónido de fluoresceina.

En forma de colirio, se utiliza normalmente en la clínica en concentracio-

nes del 2 96 (2 x 102 gr/mí). Una gota instilada en saco conjuntival permite una

penetracion de unos 500 ngr en epitelio y estroma corneal, en donde difunde y

crea un reservorio. Penetra en estructuras corneales profundas en unos 15 minu-

tos, pero no se alcanza una distribución uniforme hasta al menos tres horas más

tarde. La vida media en cornea (tiempo en que la concentración desciende a la

mitad) es de cuatro horas. Desde el estroma difunde a endotelio, epitelio y

limbo. El endotelio es 1000 veces más permeable a la fluoresceina que el epite-

lio, por lo que la pérdida por éste último hacia película lagrimal es insignificante.

La pérdida por limbo es mucho más tardía que la difusión hacia cámara anterior,

que es la ruta principal utilizada. Desde cámara anterior, si la barrera iris-cristali-

no está intacta, tan solo una porción muy pequeña difunde a cámara posterior.

Otra pequeña cantidad difunde muy lentamente a través de los vasos indianos

y- más de un 90 96 es evacuado junto con el humor acuoso.

La farmacodinámica ocular de la fluoresceina tópica puedé ser estudiada

mediante un modelo bicompartimental (Fig. 14). Existe un reservorio, que es el

68
estroma corneal, del que se libera lentamente hacia cámara anteriot Desde allí

escapa junto con el humor acuoso por un mecanismo de llenado y drenaje cons-

tante (secreción por los procesos ciliares y vías de evacuación).

CORNEA ÓF
9,

ka. ca
CAMARA
<sca
ANTERIOR

4
ENDOTELIO 1 Ko

Flg. 14 Modelo farmo.cocinérico para la fluoresceina.

El fluorofotómetro.
El fluorofotómetro registra la concentración de fluoresceina a lo largo de

un eje anatómico que se extiende desde película lagrimal y córnea hasta retina

y coroides (Fig 11)

69
Consta de una lampara azul cobalto y un sistema óptico capaz de recoger

la luz emitida por la fluoresceina en el lugar anatómico elegido. En los fluorofo-

tómetros primitivos la emisión y recepción de luz estaban incorporadas a una

lámpara de hendidura, pero en los aparatos más modernos se realizan mediante

un cabezal óptico con un sistema automático de barrido a lo largo del eje ocular.

La luz recogida se pasa por un filtro que seleccione la radiación cercana a 500
nm y se cuantifica finalmente el número de fotones mediante un tubo fotomulti-

plicador. Los resultados se muestran en una pantalla osciloscópica o son procesa-

dos por un microcomputador.

Los parámetros que determinan la calidad de un fluorofotómetro son los

siguientes:

- Limite mínimo de detección: Es la concentración más baja de fluores-

ceina que puede determinar y medir separadamente del ruido de fondo.

- Error de medida: Es la diferencia entre la medida y la concentración

real de una disolución. Se mide en

- Resolución axial: Es la capacidad de discriminar dos puntos próximos

con concentraciones de fluoresceina diferentes.

- Ruido de fondo: Corresponde a la medida de una solución de agua

destilada.

70
0S2900/J?MT
t9502
FLUOROTRON .METRIC. OS DR2/PMT
46b
0S40
Fabricante COHERENT METRICON GAMMA Sci.
Palo Alto, Cali- Ltd. San Diego.
fornia. Mountain View California.
California.
Lámpara. Halógeno. Tungsteno. Halógeno.
Adaptación. Cabezal óptico Hagg-Streit 360 Hagg-Streit 360
ó900 ó900
Tamaño de la 1,9 mmx 100 3mmx4SOMm 2,5 mmx 150
hendidura. pm
Lentilla de con- + +
tacto.
Fijación. Punto rojo. Ven
tana para el
técnico.
Barrido. Automático. Atutomático. Manual.
Salida de datos. +

Archivo y trata- +
miento de datos.

Tabla III. Fluorofotómetros comerciales.

Se han comercializado basta hoy tres clases de fluorofotómetros. Son los

siguientes:

- METRICON (METRICON LTD).

71
- Grupo de Fluorofotómetros de GAMMA SCTENTTFTC

TNC. , todos ellos de caracteristicas similares:

o QS 2900/PMT 9502

o GSDR2./PMT46B

o GS 4000

- FLUOROTRON (COHERENT).

En la Tabla TTI se esquematizan las características técnicas de los tres

modelos.

c) Fluorofotometria de segmento anterior.

Para su análisis fluorofotométrico el segmento anterior del ojo comprende

la película lagrimal, la córnea, el humor acuoso, el cristalino y el vitreo anterior

(Fig 15). Para ello se utiliza un objetivo que enfoca selectivamente estas estruc-

turas. A fin de individualizar cada una por separado, la resolución axial del

fluorofotómetro ha de ser la máxima posible.

El cristalino tiene una gran autofluorescencia propia, cercana a los 200

ngrtml, que aumenta si disminuye su transparencia. El humor acuoso y el vitreo


tienen una autofluorescencia cercana a cero. Los valores que se obtienen, próxi-

mos a 4-5 ngr/ml, se deben en parte al efecto del mido de fondo y en parte a

la contaminación de las estructuras próximas, el cristalino y la córnea. La córnea

72
muestra un pico de unos 15 ngr/ml, que corresponde a estroma. La autofluores-

cencia de la película lagrimal no es distinguible del pico corneal, pero in vitro

alcanza valores menores a 0,2 ngr/ml.

a CRISTALINO
lo

1
lo
CAMARA ANTERIOR

CORNEA
lo

Ftg. 15. Curva de segmenu> amerior sin fluoresceína.

Si instilamos fluoresceina en el saco conjuntival, se produce una modifica-

ción en la curva que depende de la concentración de la solución, del número de

gotas y de la adición o no de anestésico tópico. En la Fig. 16 observamos los

cambios producidos tras una instilación repetida de un colirio de fluoresceina al

0,2 96, mezclada con benoxinato (la fluoresceina normalmente utilizada en

clínica tiene una concentracion del 2 %). El vitreo anterior y el cristalino apenas

73
han variado, ya que no han captado contraste, pero la cámara anterior y la córnea

han incrementado notablemente sus valores (a 150 ngr/ml y 300 ngr/ml respecti-

vamente).

-s
lo
CÁMARA ANTERIOR

-a
lo

lo

Fig. 16. Curva de segmento anterior tras una instilación tópica de fluoresceína. Los valores en córnea y cámara
anterior se incrementan.

La fluorofotometría del segmento anterior es un instrumento versátil y

exacto para el estudio del ojo normal y patológico. Con él se han cuantificado

la magnitud de parámetros fisiológicos oculares como el flujo lagrimal, la inte-

gridad del epitelio y el endotelio corneal, el flujo del humor acuoso o la magni-

a~d de la barrera hematoacuosa. Muchos de ellos se alteran por patologías

74
oculares o por la administración de fármacos y tales modificaciones pueden ser

medidas cuantitativamente.

1000

Pb
Vb Pb
mt
PS

100
Fd

10

fd

o
0 10 20
minutos
Flg. 17. Determinación del volumen de la pél(cula lagrimal y de su flujo. La fluorescencia delfilm lagrimal (Fd>
se mide mediana fluorofotomeirta. La masa total de jfuoresceina es mt En el diagrama de la iquierda se
objetiva el descenso de la fluorescencia producido por el efecto de aclarado de la lágrima. Mediante fórmulas
sencillas se puede inferir el valor del flujo lagrimal Ud) y el volumen de la lágrima (lid)

El volumen de lágrima que se encuentra sobre la superficie corneal y los

sacos conjuntivales puede ser estimado mediante la dilución de una microgota

de fluoresceina, instilada con una micropipeta. La medición del flujo lagrimal

75
requiere la medida adicional del efecto de lavado producido por la lágrima. El

estudio tarda 20-30 minutos, con un número variable de medidas según los

autores. Se han encontrado variaciones individuales importantes y tambien dentro

del mismo individuo (hasta del 16%). La técnica método ha sido aplicada por

muy pocos grupos de investigación80”27. En la Fig. 17 se puede ver en forma

gráfica un resumen del método empleado.

Para determinar la permeabilidad del epitelio corneal se debe poner en

contacto la superficie corneal con una alta concentración de fluoresceina (Fig.

18). La cantidad que penetre en estroma corneal será función de la permeabilidad

de la barrera epitelial.

Para evaluar la permeabilidad epitelial puede realizarse una instilación

directa o utilizar una solución de fluoresceina en un baño ocular (De KruijO’27.

En este método se comienzan las medidas tras 15 minutos de espera, que es el

tiempo necesario para lavar la película lagrimal. El tiempo total utilizado en la

prueba es de unos 20 minutos. La medida es bastante fiable, con una variación

del 50 96 entre individuos y del 10 96 en el mismo individuo. No se ha realizado

de forma sistemática en población normal ni se ha empleado en investigación

clínica en patologías que potencialmente pueden afectar a la integridad del

epitelio corneal.

76
Q Fa
Rl Va

0 4 8
horas
FIg. 18. Determinación de la permeabilidad del epitelio cortical. Se utiliza una gran concentración defiuorescei.
no en película lagrimal y se mide la penetración en segmento anterior. El díagrama inferior condene su análisis
matemático.

La Fig. 19 expresa el método de medida de la permeabilidád del endotelio

corneal. Por sus características técnicas se suele hacer junto con la medida del

77
flujo del humor acuoso. Necesita varias horas de espera tras una administración

tópica repetida y medidas sucesivas en córnea y cámara anterior. El indice del

paso de fluorescencia corneal hacia cámara anterior es un parámetro preciso de

la permeabilidad endotelial.

F (ngr/mI)

1000

Fc
¶ 00

qo
10

o
0 4 8
horas
Flg. 19. Determinación de la permeabilidad del endotelio corneaL La fluoresceína difrnde desde el estroma
corneal hacia cámara anterior (Pen: Coeficiente de permeabilidad endotelial. A: Coeficiente de p¿rdida del
globo ocular).

Es muy reproducible en un mismo individuo y presenta una variación de

un 30 96 en población normal. Se ha utilizado para estudiar la repercusión de la

cirugía del segmento anterior sobre el endotelio: catarata, queratoplastia o quera-

78
totomia radial, así como en enfermedades corneales que lo afectan (cornea

gutatta).
F (ngr/ml)

1000

100

lo

o
0 4 8
horas
flg. 20 Determinación del coeficiente de salida del humor acuoso (fo), según el método de Jones y Maurice.
En el diagrama de la derecha observamos las cunas de fluorescencia de córnea y cámara anterior, así como
la de la masa total de fluoresceina. Vemos que son semejantes a la gráfica anterior.

La cuantificación del flujo del humor acuoso se deriva de los trabajos de

Jones y MauriceY Modificaciones posteriores fueron realizadas por Coakes y

Brubake90 y Yablonsky.’” Junto con la medida de la permeabilidad endotelial


requiere pacientes medidas que se prolongan durante varias horas (Fig 20). El

efecto de lavado del humor acuoso sobre la fluoresceina contenida en cámara

anterior es un índice fiable del valor de su flujo.

79
Los valores obtenidos son muy reproducibles en el sujeto individual. Se

ha utilizado para estimar el flujo del humor acuoso en población normal y en

pequeños grupos afectos de diversos tipos de glaucoma. Tambien ha sido em-

pleado para medir la acción de fármacos.

La Fig. 21 ilustra el uso de fluoresceina sistémica para medir la permeabi-

lidad de la barrera hemato-acuosa.


— mt

F (ngr/mI)

1000.
pa
Pp
O

a
100- Fa
mt

O
10- O o
O

o
o 4 8
horas

Flg. 21. Determinación de la barrera hematoacuosa. Vemos la entrada de la fluoresceína a cdnura anterior
desde la circulación general. El estudio requiere medidas de la fluorescencia en plasma y en cártara anterior.

80
Se necesita conocer el valor de la fluorescencia plasmática en teoría, pero

puede no ser necesario si se facilitan dosis estándar a un mismo paciente para

comparar los resultados entre sí. Se cuantifica el grado en que la fluoresceina

plasmática entra en cámara anterior, que depende de la integridad de la barrera

hematoacuosa para retener la fluoresceina dentro de los capilares y el estroma

de los procesos ciliares. Se ha empleado en la cuantificación de la gravedad de

uveitis anteriores (iidociclitis) y en inflamaciones secundarias a cirugía. En el

caso del afáquico el modelo farmacocinético del ojo varia, con una mayor

difusión de la fluoresceina hacia cámara posterior y en ocasiones hacia el com-

partimento vítreo.

d) Métodos de estudio de la dinámica del humor acuoso.

Los distitos métodos fluorofotométricos utilizados en el estudio de la

dinámica del humor acuoso se basan en el mismo supuesto: la presencia de

fluoresceina en cámara anterior crea un depósito que es lentamente movilizado.

La rapidez con la que disminuye su concentración es una estimación precisa de

la formación del humor acuoso.

Estas técnicas se dividen en dos tipos según el modo de administración

de la fluoresceina: la vía local corneal (iontoforesis o instilación) o la vta general

81
(intravenosa u oral). El análisis cinético del colorante varia según la vía de

administración.

Goldmann (1950)76 diseña un modelo cinético simplificado para la fluores-

ceina administrada por vía intravenosa. Se basa en los intercambios entre plasma

y cámara anterior.

Postula que:

ACA
—=KzxCp-KoxCa
At

Siendo Ca la concentración de fluoresceina en cámara anterior, Cp la

concentración en plasma total, Ki el coeficiente de entrada de la fluoresceina en

cámara anterior y Ko el coeficiente de salida.

El flujo del humor acuoso es:

F=KoxVa

(Va es el volumen de la cámara anterior).

Jones y Maurice (1966)~~ utilizan la iontoforesis. Se realiza el paso de

fluoresceina hacia estroma corneal mediante una corriente de 200 pA aplicada

10-15 sg entre un electrodo corneal, embutido en gel y fluoresceina al 10 %, y

82
otro indiferente. El modelo cinético es bicompartimental. Considera los intercam-

bios entre córnea y cámara anterior y los autores proponen dos métodos de

cálculo para hallar el valor del flujo del humor acuoso. Este método matemático,

simplificado por YABLONSKY, es el que se utiliza en este trabajo (Ver Material

y Métodos).

Nagataki (1975)’~~ utiliza la vía IV y mide las concentraciones de fluores-


ceina en plasma y cámara anterior. En este modelo, el segmento anterior tiene

dos compartimentos: la cámara anterior y la posterior, a los que hay que aiiadfr

el compartimento plasmático. Considera la concentración en área pupilar seme-

jante a la de cámara posterior. Para el análisis cinético utiliza la ecuación de

Kinsey-Palm:

ACa =K4pa>c(Cu-.Ca) -Ko x(Ca-Ch)


¡It

Siendo Cu la concentración de fluoresceina en plasma ultrafiltrado, Ch la

concentración en el área pupilar y Kdpa el coeficiente de transferencia a nivel

del cuerpo ciliar e iris. La medida se realiza en plasma ultrafiltrado a fin de

separar la fluoresceina libre, que si traspasa la barrera hematoacuosa, de la ligada

a proteinas, que no es capaz de hacerlo.

El flujo del humor acuoso es

F=VaxKo

83
Coakes y Brubaker (1979)50, utilizan la técnica de iontoforesis, pero el

análisis matemático es diferente del de iones y Maurice. En él intervienen las

masas de fluoresceina y no sus concentraciones.

Si Mo es la masa de fluoresceina depositada sobre la córnea en un tiempo

t = O y Mc y Ma son las masas de fluoresceina en córnea y cámara anterior en

un tiempo t, tenemos que:

ilMa =KaxMc-Ka~xMa-Ke,cMa
¡It

AMc = K’a >< Ma - Ka x Mc


¡It

Donde: Ka: Coef. de transferencia de masa de fluoresceina de córnea a

cámara anterior.

K’a: Coef. de transferencia de masa de cámara anterior a córnea.

Ke: Coef. de eliminación de la cámara anterior.

Conociendo la masa de fluoresceina cuando t = O y las medidas de la

fluorescencia en la cámara anterior cuando t = 2 horas, Ma, y cuando t = 7

horas, M’a, Coakes y Brubaker calculan las proporciones:

xa=Ma Xa’ Ma’


Mo Mo

84
Este par de valores permiten obtener los valores de Ka y Ke (existen

tablas publicadas pr Brubaker al respecto). El flujo del humor acuoso es:

F=KexVa

ARAIE y SAWA (1980)6 utilizan un método de administración oral, que

presenta menos efectos sistémicos indeseables que la vía IV y es mejor aceptada

por el enfermo. Al igual que Nagataky, utiliza la ecuación de Kinsey-Palm.

Araie realiza tambien una modificación de la fórmula para ojos afáquicos, en

donde el segmento anterior forma una sola cámara. En ese caso:

= Km x - Kout x Ca
¡It

Cp y Ca representan las concentraciones de fluoresceina en plasma total

y en cámara anterior. En este caso tanto la fluoresceina libre como la ligada a

proteinas pasan libremente hacia cámara posterior porque la barrera hematoacuo-

sa se ha roto por el trauma quirúrgico. El flujo del humor acuoso es:

F=KfaxVa

85
II. Justificación e
hipótesis de trabajo.
Los fundamentos sobre los que se basa en la actualidad el estudio de la

fisiopatología y tratamiento del glaucoma son en ocasiones demasiado ¿mpíricos.

La PíO es un parámetro complejo, que depende en última instancia de la

producción del humor acuoso y del estado de las vías de salida y la delicada

homeostasis de este microsistema nos es casi por completo desconocida. Por otro

lado, aún no sabemos cual es el mecanismo de acción de los 8-bloqueantes o la

forma en que mejora la facilidad de salida una trabeculectomía.

El avance en el conocimiento de la dinámica del humor acuoso se ha

producido paralelo al desarrollo de sus técnicas de estudio. Todas han encontrado

dos obstáculos fundamentales: la necesidad de una extrema precisión en las

medidas (al trabajar con unidades del orden de microlitros) y la de que el méto-

do respete en lo posible la fisiología normal del ojo. Muchas de las cifras y

conceptos que se encuentran en los libros generales que tratan sobre glaucoma

fueron obtenidos con técnicas demasiado sujetas a error, como por ejemplo la

canulación directa de globos oculares, la utilización de marcadores radioactivos

o la tonografla.

La fluorofotometria del segmento anterior nació en 1969 con los trabajos

de Jones y Maurice como una nueva técnica que presenta frente a otros métodos

una serie de ventajas: es inocua, respeta la fisiología ocular (excepto por la

87
instilación de fluoresceina) y permite realizar tantas medidas como se desee.

Además es considerablemente más precisa en sus medidas que las técnicas que

utilizan otros marcadores (su límite de detección es de 0,6 nanogramos de

fluoresceina en 1 ml de disolvente). Sus mayores inconvenientes son la laboriosi-

dad del método (de hasta seis horas para obtener el valor del flujo del humor

acuoso) y la necesidad de un aparataje complejo y caro. Estos motivos han sido

los que han impedido una mayor difusión de la técnica.

A fin de emplear la fluorofotometría en el estudio de la dinámica del

humor acuoso en el glaucoma de ángulo abierto, se proponen las siguientes

hipótesis de trabajo:

1.- Medida del flujo del humor acuoso en población normal. Relación con

factores como edad, sexo y PíO.

2.- Medida del flujo del humor acuoso en pacientes con glaucoma de

ángulo abierto. Relación con factores:

a) De la dinámica del humor acuoso. PíO y facilidad de salida (obtenida

mediante tonografla).

b) Patrones clínicos del glaucoma: Estadios evolutivos del campo visual

e índice excavación/papila. Otros datos clínicos.

d) Generales: Edad, sexo y tensión arterial.

88
III. Material y Métodos.
1.- Selección y grupos de
pacientes

Se estudian un total de 154 ojos, que se distribuyen en varios grupos (tabla

IV). Consideramos que un paciente tiene hipertensión ocular (HTO) cuando

muestra lecturas de la PíO superiores a 21 mm Hg al menos tres veces a lo largo

de su historia clínica y su campo visual es un estadio O de la clasificación de

Aulhorn. En el caso de que fuera mayor lo consideramos como GAA.

Sin tto. Timolol. Timolol y Timolol y


pilocarpi dipivanil
na. epinefrmna
Normales. 40
Hipertensión 14 7 - -

ocular
GAA 36 33 12 ¡2
HTO-’-GAA 50 40 12 12

Tabla IV: Grupos seleccionados y número de ojos.

90
Las características de cada grupo son las siguientes:

1) 40 ojos corresponden a 20 personas normales, sin patología

ocular previa, de las cuales 11 son hombres y 9 mujeres. La edad media es de

55,4 ±20,6 años.

2)114 ojos corresponden a 61 pacientes que muestran PíO elevada,

de los cuales 26 son hombres y 35 mujeres. La edad media es de 61,2 ±12,1

años. De ellos, 21 ojos son hipertensos oculares y 93 están afectos de GAA. Se

distribuyen de la siguiente forma:

a) 50 ojos no han recibido tratamiento antiglaucomatoso alguno al

menos tres semanas antes de la realización de la prueba. De ellos, 36 están

diagnosticados de GAA y 14 de HIO.

b) 40 ojos han sido tratados con maleato de timolol 0,5%, a razón

de una gota cada 12 horas. De ellos, 33 tienen GAA y 7 HIO.

c) 12 ojos han sido tratados con maleato de timolol 0,5 %, una gota

cada 12 horas junto con pilocarpina al 2 %, una gota cada 8 horas.

d) 12 ojos han sido tratados con maleato de timolol 0,5%, una gota

cada 12 horas junto con dipivanilepinefrina, una gota cada 12 h.

En todos los casos, el tratamiento tiene una duración mínima de una

semana.

91
2.- Exploración clínica

a) Historia clínica.

Se realiza en los pacientes con de PíO elevada, tengan afectación o no del

campo visual. De la anamnesis y exploración clínica se reseña:

- Edad, sexo y tiempo de evolución conocido del GAA.

Existencia o no de tratamientos antiglaucomatosos previos. Historia

cronológica del fármaco o combinaciones de fármacos.

- A.V. y corrección esférica utilizada.

- Biomicroscopía con lámpara de hendidura. Signo de Vena.

- Diámetro pupilar expresado en mm.

- Gonioscopía en los cuatro cuadrantes (de O a IV).

- Biometría ultrasónica, que incluye longitud axial del globo, profun-

didad de la cámara anterior y paquimetría central.

- Media estadística de los valores de la PíO tomados a lo largo de la

historia clínica.

- PIO de la última revisión efectuada antes de realizar la fluorofoto-

metría.

92
- Valor máximo y mínimo de la PíO recogidos en la historia clínica.

- Fondo de ojo con oftalmoscopia directa o lente de Goldman de tres

espejos. Indice excavación/papila.

- Tensión arterial.

b) Campimetría.

Se realiza en todos los casos una perimetría con el perímetro compu-

tanzado OCTOPUS 500, utilizando el programa 36 supraumbral de estrategia

rápida. Sus características son las siguientes:

- Exploración de los 300 centrales.

- 78 puntos explorados con mala de 60.

- Duración de exAmen 10-12 minutos.

- Tiempo de exposición 0,3 sg.

Se desestima el primer campo que realiza el paciente con objeto de evitar

el efecto aprendizaje. Se determinan el número de puntos con defectos de sensi-

bilidad inferiores a 9 db, entre 9-21 db y mayores de 21 db y el estadía evoluti-

vo del GAA según la clasificación de Aulhorn (0 a V).

93
3.- Estudio de la dinámica
del humor acuoso.

a) Fluorofotometría.

El Fluorotron Master.
Utilizamos un fluorofotómetro FLUOROTRON MASTER <Fig. 22),

comercializado por Coherent (Palo Alto, California).

1
1~

yi

FIg.22. El Fluoroirvn Masrer.

94
Consta de los siguientes elementos: cabezal óptico,miaoordenador, panta-

lía e imprtsora.

ng. 23. Cruce de los fascículos de acización y de emisión.

El cabezal Óptico.

Como fuente de luz utiliza una lámpara halógena de tungsteno, que permi-

te obtener una alta luminosidad al soportar mejor temperaturas elevadas. Emite

un haz de 1 x 1.9 mm. de luz azul cobalto (con longitud de onda de 480 nanó-

metros) que excita la fluoresceína intraocular. En estas condiciones, la fluorescei-

na emite a su vez luz verde de unos 520 nm. El cruce dentro del ojo de los

95
rayos de excitación y de emisión determina un volumen donde se mide la con-

centración de la fluoresceina (Fig. 23). La longitud del cruce depende del ángulo

entre ambos fascículos luminosos y de la anchura de ambos y determina el

índice de resolución axial del fluorofotómetro (Fig. 24>.

Fig.24. Resolución axial del fluorofo¡óme¡’ro <ver teno).

El haz emitida es llevado a un contador de fotones (tubo fatomultipli-

cador) y finalmente los impulsos son digitalizados por el ordenador y expresados

de forma numérica.

96
La Fig. 25 representa la cabeza del Fluorotron Master. La luz de la lámpa-

ra halógena pasa primero a través de un filtro azul y un espejo dirige el haz

hacia el sistema de lentes L1/L2. Siendo Li fija, el movimiento anteroposterior

de L2 permite realizar un recorrido focal a lo largo del eje del globo. Un peque-

ño motor permite ajustar el número de medidas, habitualmente 4/mm.

Lente calibrada
Punto de fijación
del paciente
Espejo — — Lente móvil
ke’fldidUra ¡

ej Lentes Lente f’ja

4-
ts~ejO
Haz de luz Filtro de barrido

Pantalla

Lentes 4r Hendidura

Filtro
excitador
Fuente de
Ventana de tungsteno
alineación

Fig. 25. Esquema de la cabeza del Fluorotron Masíer.

97
El haz de emisión sigue un camino inverso. La luz proveniente del cruce

con el fascículo de excitación pasa a través de L2 y Li y se dirige al fitro de

emisión y al tubo fotomultiplicador, donde es convertido en impulsos eléctricos.

El objetivo L3 está diseñad o para cambiarse según sea el objeto de la explora-

ción. El objetivo de segmento anterior incrementa la resolución axial aumentando

el ángulo de cruce de 140 a 280.

El Micrordenador.

Es un COMMODORE CBM, versión 4032. Tiene la misión de digitalizar

las medidas realizadas y presentarlas en forma gráfica y numérica. Además

analiza los resultados obtenidos y aplica programas de cálculo.

El “software” comprende dos programas, según se desee analizar segmento

anterior o posterior. Cada uno de los programas tiene una parte de medida y una

parte de análisis.

El programa de segmento anterior permite realizar las siguientes operacio-

nes:

1.- Medida de la fluorescencia punta por punto a lo largo del eje ocular.

2.- Archivo en discos magnéticos (diskettes de 5 ‘/O de las medidas -o

scan- realizadas).

98
3.- Cambio de parámetros para la realización de la prueba (tiempo de

realización, número de puntos medidos por cada mm del eje ocular y factor de

calibración para el lote de fluoresceina empleado).

4.- A partir de los datos obtenidos, aplica el protocolo de Yablonsky.

Otros programas realizan una correcta calibración del aparato, miden el

nivel de “ruidot’ ambiente, y comprueban que la alineación es correcta.

lo

•1
lo

Flg. 26 Curvas fluorofo¡omflricas de segmento posteriorexpresadas en forma lineal y logarúmica.

99
ql

Fig.27. Valores de fluorescencia expresados de j<brma numérica a lo largo del eje ocular

La pantalla y la impresora.
Recogen ambas la misma información. Las curvas se dibujan en una

gráfica en donde las abscisas indican el eje ocular en mm y las ordenadas la

fluorescencia en nanogramos/mí. Esta última suele expresarse en forma logarít-

mica, aunque puede expresarse linealmente (Fig. 26).La forma numérica nos da

en forma cuantitativa la concentración de fluoresceina punto por punto, lo que

100
en una exploración normal supone una hoja impresa de más de 30 cm (Fig. 27).

Recogen tambien los resultados de los diferentes programas utilizados.

Indices de medida.

El límite mínimo de detección es de 0,6 ngr/ml (Zeimer). El error de

medida se considera inferior al 11 % en concentraciones inferiores a 1 ngr/ml

y del 8 % si esta se encuentra entre 1 y 5 ngr/ml. Cifras superiores tienen un m-

argen de error de menos de un 1-2 %. En una solución de agua destilada se

observa un ruido de fondo de 0,2 ng/ml. La resolución axial es de 1,4 mm.

b) El protocolo de Yablonsky.

Expresión matemática del método.


La fluoresceina se administra por vía tópica, mezclada con un anestésico

local (Por ejemplo: benoxinato) con objeto de aumentar la permeabilidad del

epitelio corneal. El análisis matemático de Yablonsky’” se deriva del realizado

por Jones y MauriceY9 Considera al segmento anterior como un modelo bicom-


partimental (Fig. 28), en el cual existe un paso constante de colorante desde

córnea a cámara anterior y una eliminación debido al aclarado producido por el

humor acuoso. Se considera que el 90-95 % del colorante va a seguir las vías de

evacuación del humor acuoso.

101
Fig. 28. Modelo bico~nparUmental del segmento anterior ocular.

La evolución en el tiempo de las concentraciones de fluoresceina en

córnea y cámara anterior se expresa en la Fig. 29. Las expresiones cinéticas que

regulan este intercambio son:

dC

x (C
0 — C~) (1)

102
dC
a
—&xC~ +K >< (C~ ~Ca)
(2)
dt

dm,
-~Ca XV~XK0 (3)
dt

Donde:

- tes el tiempo.
- Cc es la concentración de fluoresceina en la córnea.
- Ca es la concentración de fluoresceina en la cámara anterior.
- mt es la masa total de fluorescma.
- Kc.ca es el coeficiente de transferencia de córnea a cámara anterior.
- Ka.ca es el coeficiente de transferencia de cámara anterior a córnea.
- Ka es el coeficiente de salida de la fluoresceina de cámara anterior.
- Va es el volumen de cámara anterior.
- Vc es el volumen corneal.

La solución de las tres ecuaciones adopta una forma biexponencial (Fig.

29). Los coeficientes de transferencia de los dos compartimentos están relaciona-

dos por la fórmula:

VxK
a ata =VxK
e ea <4)

Las curvas tienen una primera fase de subida exponencial (pendiente B)

y otra lenta descendente (pendiente A). Pueden ser expresadas mediante ecuacio-

nes de la forma siguiente:

103
Para humor acuoso:

C~=C x (5)

Fluorescencia

1000

10

Tiempo.

Flg. 29. Curvas de evolución de la masa toral de fluoresceina (mt> y de la concentración de fluoresceína en
córnea (Cc) y cómara amerlor (Ca). Las pendientes de subida y descenso <A> y <B> adoptan formas exponencia-
la.

En donde:

+ A;, (6)

104
A xB = x Kcm
(7)

C es una constante corneal.

A y B son las pendientes de las curvas A y B.

Para la córnea:

C c.ca) x
- (A - Kcca) >< c”] (8)

Para la masa total de fluoresceina:

¡‘exCa
ni,- Kcm x(BxeÁt -A xe~ (9)

En la fase lenta de calda, la fase exponencial B es nula y Cc / Ca es

constante. Las ecuaciones pueden ahora ser escritas:

A= dC~ dCa - dmt (10)


CcXdt C0xdt mtxdt

105
Y además:

dCc = (lag Ca)’


C~xdt (11)

dCa = (log C0)’


(12)
C0xdt

dmt mt)’
= (1o~ (13)
mt x dt

Las pendientes de las tres curvas son iguales a A. A su vez:

= constante = cta (14)


Ca

Si en la ecuación (3) dividimos los dos términos por mt, tenemos:

dmt C0xV~xI%
(15)
mt x tú mt

106
Sustituyendo (15) en (10):

A= ~CaXVaXJ4 (16)
mt

Por otro lado, la masa total de fluoresceina es igual a:

mt = x Cc+VaxCa (17)

De (16) y (17) tenemos que

x
= —Ax[l + V4xC4 (18)

Jones y Maurice demostraron que Fc y Fa, la fluorescencia en córnea y

cámara anterior es proporcional a la concentracion de fluoresceina,Cc y Ca. La

proporción incluye una constante r~= 1.2.

(19)
C0 F0xl,2

Y por lo tanto, Ko se calcula:

107
Si dividimos (1) por Cc se obtiene:

dC~ Kc.cn x (Ca -Cc)


Ccxdt (21)

De donde:

C
A=Kc~x(~±~1] (22)

De donde:

Kcc. = A - -A (23)
4/CC - 1 1 - cJC0

De donde:

A partir de las ecuaciones (4) y (24) se calcula:

108
Y el flujo del humor acuoso es igual a:

F=K0x V~ (26)

Realización de la prueba.

Utilizamos un colirio compuesto por fluoresceina al 0,2 % mezclada con

benoxinato al 0,4 % (fórmula magistral proporcionada por los laboratorios

CUSD. Este colirio es instilado en fondo de saco conjuntival a razón de una gota

cada dos minutos durante treinta minutos. Cuatro horas después de la instilación,

las pendientes de caida de la fluoresceina en córnea y cámara anterior son

semejantes (Fig.29). A partir de entonces se comienzan a hacer medidas fluoro-

fotométricas seriadas.

(Antes de la obtención de las curvas, el Fluorotron ha sido preparado para

realizar 4 medidas por mm, con una duración de 1,30 sg cada una. Se ha intro-

ducido tainbien un factor de calibración para el lote de fluoresceina que está

siendo utilizado.)

Se coloca el paciente sobre la mentonera del cabezal y el observador

enfoca el segmento anterior desde la ventana accesoria. En ese momento una luz

roja sirve al paciente como fijación. Cada medida dura aproximadamente medio

minuto se realiza en completa oscuridad.

109
Una curva de calidad ha de permitir distinguir claramente córnea, cámara

anterior y cristalino (Fig. 16). El fracaso se produce normalmente por mala

fijación o por parpadeo. En estos casos la prueba ha de ser repetida.

Se realizan cinco medidas, con un intervalo de media hora. Una vez

realizadas, las curvas quedan recogidas en discos de ordenador. Se puede proce-

der a su análisis cuando se desee.

Para aplicar el protocolo de Yablonsky, es necesario conocer el espesor

corneal, el volumen corneal y el volumen de la cámara anterior, así como la

constante rca = 1,2. Utilizamos paquimetría ultrasónica para medir el grosor

corneal. El volumen corneal se considera constante, igual a 70 pl. (Esta constante

es la utilizada en la totalidad de los trabajos fluorofotométricos consultados).

El volumen de cámara anterior.

El flujo estimado del humor acuoso es directamente proporcional al

volumen de la cámara anterior (Fórmula 26), por lo que su cálculo adquiere gran

importancia. Puede ser estimado de dos maneras:


1.- Mediante fórmulas geométricas, a partir de la profundidad de la cámara

anterior y del diámetro corneal.

110
2.- Por métodos ópticos (Jones y Maurice, Brown, Johnson)96’99. Estos últi-
mos son más exactos, pero son técnicamente más dificiles de llevar a cabo y en

fluorofotometría no se han utilizado.

En la literatura hemos encontrado tres fórmulas diferentes utilizadas en

fluorofotometría para estimar el volumen de cámara anterior:

Va = 8 it
1 x LI3
- — —
(1)
2 3

(Coulangeon, LM, Menerath, JM, Sole, P, 1987).

V~,=ir D
D2x(r——) (2)
3

(Gullstrand, 1987).

Va = 1 ir LI x +
3 x d2)
— —
(3)
6 4

(Brubaker, 1982).

(D es la profundidad de la cámara anterior, r es el radio corneal, d es el

diámetro corneal).

111
En la práctica, se suele utilizar una constante, que varía según los autores.

(Yablonsky: 174 pI, Brubaker: 200 pl, Menerath, 210 pl).

A fin de comparar los resultados de las tres formulas, hemos calculado el

volumen de la cámara anterior con los tres métodos en un total de 50 ojos. Los

resultados fueron los siguientes:

* Va = 256,46 ±41,6 pl (Coulangeon)

* Va = 187,18 ±27,4 pl (Gullstrand)

* Va = 203,69 ± 19,1 pl (Brubaker)

Hemos elegido el método de Brubaker por ser el que mejor se ajusta a la

literatura (volumen de la cámara anterior obtenido por medios ópticos y anatómi-

cos). Su valor se encuentra además entre los otros dos valores y es el que menor

desviación típica presenta.

Calculamos asimismo las diferencias que se producen en el flujo del

humor acuoso de esos 50 ojos si utilizamos las medidas obtenidas individual-

mente para la cámara anterior o bien si este valor se sustituye por una constante

Va = 203,7. pl. Los ojos utilizados muestran diversos estadios evolutivos de

GAA y están sometidos a diferentes tratamientos, pero de ellos nos interesa tan

112
solo el valor comparativo del flujo obtenido de ambas formas. El valor absoluto

carece de sentido y no es representativo de ningún tipo de población. Los resul-

tados obtenidos fueron muy semejantes:

* Flujo aplicando la fórmula de Brubaker:

F = 1,5904 ±0,65 pl ¡mm.

* Flujo para Va = 203,7 Mí:

F = 1,5883 ±0,60 pl ¡mm.

No existe diferencia estadisticamente significativa. De hecho, la diferencia

es tan solo de 0,0021 pVmin. Adoptamos por esta razón para todos nuestros

cálculos un valor para Va de 2O3,7pl.

Rectas de regresión y obtención del flujo.

Introducimos de nuevo las cunas en el ordenador, centrando cuidado-

samente el pico corneal de cada una de ellas sobre una línea-guía. El programa

nos proporciona ahora las rectas de regresión lineal de la fluorescencia en córnea

y cámara anterior (Fig. 30).

Para aceptar como válido un protocolo es necesario:

113
- Que los puntos sean concordantes. Se aceptan las rectas cuyo factor de

regresión, hallado por el método de mínimos cuadrados, sea igual o superior a

0,8.

4
~10

15 16 17’ 18 19
ANTERIOR CMA&WER 8WPE • - 3.25-03
CORREL&TION OOEFFICIENT • 0.936
CORNEA tOPE • - 3.365-03
CORRELATION COEFFICIENT • 0.867
FLOW • 2.34289
1< <A.~) • 3.77 E-OS

Flg. 30. Rectas de regresión de las medidas defluorescencia en córnea y cámara antcriar a lo largo del tiempo.
Valores fluorofotomñricos obtenidos (Siopes: pediemes de las rectas. F:flujo de humor acuoso. kc.ca: coeficien-
te de poso de córnea a cámara anterior. kca.c: coeficleme paso de cámara amerior a córnea D: disfancia
entre ambas rectas).

114
- Que las rectas sean paralelas (el valor de la pendiente debe ser semejan-

te). Este valor es siempre negativo (puesto que el valor de la fluorescencia

decrece siempre).

El protocolo de Yablonsky nos proporciona los siguientes valores: (Ecua-

ciones 20, 24, 25, 26) (Fig.30).

- F: Flujo del humor acuoso.

- Ko: Coeficiente de salida.

- Kc.ca: Coeficiente de permeabilidad entotelial (Paso de fluorescei-

na desde córnea a cámara anterior).

- Kca.c: Coeficiente de paso de cámara anterior a córnea.

e) Tonografla.

Se efectúa después de la Fluorofotometria. Utilizamos para ello un toné-

grafo computarizado GLAUKON, (OPTIKON, Roma) (Fig.32).

Antes de comenzar la prueba, se realiza una calibración autómatica del

aparato. Seguidamente se efectúa una lectura de la PíO mediante indentación con

el peso de 5,5 gr y otro con el de 10 gr. La diferencia entre ambas nos da una
estimación de la rigidez escleral, en una escala de valores entre 0.010 y 0.030.

Una vez introducido este dato, se realiza una medida tonográfica estándar duran-

te 4 minutos. Si el tonómetro está incorrectamente colocado sobre la cúpula

115
corneal, se dispara una alarma luminosa que se detiene cuando la colocación es

de nuevo correcta. Estas lecturas alteradas se cuantifican en un dato numérico

(número de errores). Desestimamos las lecturas tonográficas con un número de

errores superior a 500.

Fig. 31. Tonó~raf~> compurarizado GlauKon Oprikon.

A partir de las lecturas de la PíO y mediante la formulación de Grant (82),

se obtienen los siguientes índices tonográficos (Fig. 32):

- C : Es el valor estimado de la facilidad de salida.

- R : Resistencia. Es la inversa de C.

116
- F : flujo de Humor Acuoso

- Q : Coeficiente de Becker: Po/C.

GRANT TONOGRAPHY
WEIGHT •10.0 G
PO • 23 INDENT
K-O..021
LEFT EVE
**fl*fl*.*. ***.*t*t***

F•02.34
Q•0128
R-O5.56
o. o. la
ERROR NO- 0224
T•000 R-08.126
T•010 R-084375
T-020 R-08.376
T-030 R-08.825
T-040 08.8 75
T-O6O R-09.126
T•06O R-09.126
T-070 R•09.376
T•080 R-09.825

Fig. 32. Resultado de una prueba ¡anográfica.

117
4.- Tratamiento
estadístico.

Las muestras correspondientes a los distintos grupos de pacientes se

sometieron a las pruebas de Kolmogorov-Smirnov y de Agostini para comprobar

si la distribución de frecuencias se ajusta a una curva normal. Se utiliza para la

comparación de medias el método de análisis de la varianza (ANOVA). En el

caso de que las muestras sean pequeñas (n < 30), se utiliza la t de Student.

Para la relación de dos variables cuantitativas se realiza una correlación

lineal por el método de mínimos cuadrados. La bondad del ajuste se expresa por

el coeficiente de regresión (r) y mediante p, conseguida por análisis de la varian-

za de los resultados obtenidos. Se intentan tambien en todos los casos regresio-

nes no lineales que comprenden las opciones siguientes: exponencial, logarítmi-

ca, potencial, hiperbólica, recíproca, racional y polinómica (hasta el grado

cuarto).

118
5.- Hojas de protocolo.

A fin de resumir en el menor espacio posible los resultados de todas las

pruebas realizadas utilizamos unas hojas de protocolo, que son las que se mues-

tran a continuación.

119
Caso OD E
o’ E
Hiatoria .

Nombre

Daulcillo .

Edad . Sexo H E n E Tsíef .

AnaMnesis.
Tiempo de Euolucion (en meses) .

0bser~,acIanes .

Tratamiento preulo - SI E NO E

Farmaco a comhinacion de farmacos:

Refracc ion.
tan

B 1 OMi cr’oscopi a.
Uena Diametro pupilar <en u.) ....

Ohscruacioncu
Gon 1 oscopi a.
Superior Nasal

Inferior Temporal
Obuaryaciones

Di oMetri a.
OPTICA: Paqulmetria mm.

Profundidad C.A a..

ULTRASONICA. Paquimetria mm.

Profundidad C.A mm.

Longitud axial mu.

PIQ.

PíO media mm Hg.

PíO maxima mm Hg.

PlOminima uuHg.

PíO durante scan mu Hg.

CaMpo Ulsual u
Tonograf la.
Fecha

1’ q

E C

Numero de errores

Fondo de Ojo.
Papila

Descripcian

Otras alteraciones F.O

Tension Arterial.

NOTAS.
Caso 1-loja

Fi ucrofotoMetrí a.

Fecha de la prueba

Volumen camara anterior (u icro 1 ¡tras)

Volumen corneal (mlcralitros)

Pío mm Hg.

Tension Arterial e mm Hg.

Numero diuca

Numero de scan ..... 1 u ¡


¡ 1

Anterior Chamber s lope

Correlation Coetf icient

Carnea Siope

Correlation Cacftici.nt

D (Aucrage)

E (0)

5< (a.ca) (mm’)

1< (c.ca) (mAn1)


IV. Resultados.
a) Estudio de la dinámica del humor acuoso.

De los 154 ojos se han efectuado fluorofotometrías válidas en 133, por lo

que la rentabilidad de la prueba es del 86%.

La comparación del flujo del humor acuoso (F) entre los dos ojos de un

mismo individuo se ha realizado en 55 personas (110 ojos). Existe una correla-

ción estadisticamente significativa entre ojo derecho y ojo izquierdo sea cual sea

el estado de sujeto estudiado (normal, afecto de GAA sin tratamiento, GAA

tratado en ambos ojos). (r = 0,61, p < 0,01, sin diferencias significativas entre

grupos) (Tabla V).

OK» F (gVmi4 correlacion KO.


Normales. OD: 2,16 r = 0,7
01: 2,11 p<O,01
GAA sin tto. OD: 2,29 r = 0,6
01: 2,18 P < 0,05
GAA con y sin OD: 1,84 r = 0,4
tto. 01: 1,75 p <0,05

Tabla V: Correspondencia entre ambos ojos.

Fluorofotometria en la población normal.

Se ha medido el flujo del humor acuoso mediante fluorofotometria en 35

ojos normales. Los resultados obtenidos son los siguientes:

125
Flujo del humor acuoso (F) = 2,142 ±0,51 p1/min~ ~.

(Rango: 1,15 a 3,15)

Se trata de una distribución normal (Prueba de Kolmogorov-Smirnov)

(Tabla VI).

La distribución por sexos es la siguiente:

Hombres: F = 2 172 + 0,58 MVmin7’.

Mujeres: F = 2 101 + 0,42 pVmin7’.

(Estadisticamente no significativo).

Con relación a la edad, existe una correlación estadísticamente significati-

va (r = - 0,46) (n =31 ojos). La relación es estrictamente lineal y se ajusta a la

fórmula:

F = 2,705 - 0,011 x edad(en años) (1)

(p < 0,01).
Eso significa que existe una disminución del flujo del humor acuoso de

0,011 MI/min?1afIo (error estadístico medio ±0,003)

126
No existe relación estadisticamente significativa entre F y la PíO en

sujetos normales.

Fluorofotometria en el GAA.

Se han analizado 46 ojos afectos de GAA que no habían recibido ningún

tratamiento al menos tres semanas antes de la prueba. Los resultados son los

siguientes:

F = 2,234 ±0,72 ¡.íVmin7’

(Mínimo: 0,78. Máximo: 3,91)

Se trata de una distribución normal (Tabla VI).

«.Yi~nin) Normales. GAA


<1,5 5 8
1,5-2 5 8
2-2,5 18 13
2,5-3 5 11
>3 2 6

Tabla VI: Distribución delflujo del humor acuoso en población normal y afecta de 044

127
Se ha realizado tonografia válida en 33 de los 46 ojos analizados. El resul-

tado es:

C = 0,13 ±0,05 pVmini’/mm Hg.

Existe una correlación múltiple entre F, PíO y la edad de estos sujetos,

que responde a la fórmula (n = 25 ojos):

F = 5,88 - 0,03 x Edad(en años) - 0,086 x PIO(en mm 14) (2)

(r = 0,57, p <0,05).

Es, decir, que F disminuye con respecto a la edad en el paciente con GAA

0,03 pVmin’ por año (Error estadístico ±0,01) y en relación a la PIO 0,086

pVmin7’ por mm Hg (Error estadístico ±0,04).

C tambien presenta una correlación múltiple con la edad y la PIO, que

sigue la fórmula (n = 23 ojos):

C = 0,53 - 0,01 x PíO - 0,003 x Edad (3)

(r = 0,7, p < 0,05)

128
La relación con respecto a ambos sexos es la siguiente:

Hombres: F = 2,46 pI/mm4


Mujeres: F = 2,06 pVmin7’

Existe una diferencia estadisticamente significativa (p < 0,05) entre ambos

valores. Sin embargo, las dos poblaciones difieren en edad (58,6 años los varo-

nes, 60,3 las mujeres) y en Pío (18,9 mm Hg en varones, 20,3 las mujeres). Si

corregimos el flujo obtenido en las mujeres teniendo en cuenta ambos paráme-

tros, según la ecuación (2), tenemos:

F = 2,06+0,086420,3 —18,9) +0,03460,3—58,6) = 2,31

Este valor no muestra diferencias significativas con respecto a F = 2,46,

encontrado en varones.

Comparando los ojos normales con los afectos de GAA, encontramos:

F (normales) = 2,14 ±0,51 pl/mili’.

F (GAA) = 2,23 t 0,72 pl/min7’.

129
No existen diferencias estadisticamente significativas. (La edad en ambos

grupos es semejante).

Si obtenemos el valor del flujo para los GAA y lo comparamos con

pacientes afectos de HTO, tenemos:

F (HTO) = 2,300 ±0,9 pVmin7’ (14 ojos)

F (GAA) = 2,205 ±0,6 pVmint (32 ojos)

No existen diferencias estadisticamente significativas entre ambos grupos.

La relación del flujo del humor acuoso con el índice excavación-papila y

con el estadio del campo visual, se expresa en las Tablas VII y VIII. En ambos

casos, las diferencias entre los grupos presentados no son significativas.

El flujo del humor acuoso no se correlaciona con ninguno de los siguien-

tes parámetros: agudeza visual, corrección esférica, gonioscopia, diámetro pupi-

lar, longitud axial del globo y tensión arterial.

130
tadio CV F(pl/xnin
0 2,30
1 2,21
II 2,49
III 1,96
IV
V 1,82

Tabla VII: Relación de F con el estadio del campo visual.

dice E’? c F4U/miil

<0,3 2,21
0,3-0,5 2,18
0,5-0,7 2,38
> 0,7 2,06

Tabla VIII: Relación de F con el Indice excavación/papila.

Relación de F, PIO y C.

Se busca una correlacion del valor del flujo del humor acuoso obtenido en

pacientes con GAA con la media de las PíO consignadas a lo largo de la historia

clínica, la PíO máxima y mínima, la PíO de la revisión anterior a la prueba y

la PTO del mismo día de la realización de la prueba.

131
Solo existe significación estadística de F con la PíO tomada el día de la

prueba. Ambos parámetros están ligados por la siguiente ecuación (para n = 25


ojos):

F = 4,25 - (0,095 x PíO) (4)

(r = - 0,41, p <0,05)

Eso supone una disminución en el flujo del humor acuoso con respecto a

la PIO de 0,095 MVmifl’/mm Hg. (El error estadístico es de ±0,04).

La relación entre F, C y Pb está expresada en la fórmula de Goldmann.

Con objeto de confirmar la validez de la fórmula, así como la de nuestros

sistemas de medida, determinamos los valores de C (tonografía) y PíO con

tonómetría de aplanación en un total de n = 15 ojos de pacientes afectos de

GAA que no estaban siendo sometidos a tratamiento. De acuerdo a la fórmula

propuesta:

F=Cx(PIO-9)

(Damos a Pu un valor constante de 9 mm Hg.)

132
Si se compara ahora el valor de F obtenido mediante la fórmula de GoId-

mann, con F obtenido mediante fluorofotomería, se observa que ambos valores

se correlacionan con una significación estadística de r = 0,4 y p < 0,1.

b) Estudio de la dinámica del humor acuoso tras la admi-


nistración de fármacos.

Maleato de timolol.
El valor del flujo del humor acuoso (fluorofotometria) y de la facilidad de

salida (tonografía) para los grupos de pacientes tratados con los diferentes

fármacos se muestran en la Tabla IX.

( (pVmiríVmm
GAA sin tto. 2,23 0,13
Tto. con timolol. 1,56 0,10
Tto. con timolol y 2,04 0,13
pilocarpina.
Tto. con timolol y 1,61 0,07
dipivanil
epinefrmna

Tabla IX: C y F de los diferentes grupos de GJ4A.

133
Se han estudiado un total de 30 ojos tratados con maleato de timolol a una

concentrtación del 0,5 %. En ellos se han obtenido el siguiente resultado:

F = 1,568 t 0,64 MI/mili’

Existe una diferencia de~ edad y de PíO entre esta muestra y la de glauco-

matosos que no habían recibido tratamiento. Para hacer comparables los datos

de ambas muestras utilizamos la ecuación 2. Calculamos el valor de F que sería

esperable para una población afecta de GAA de 68 años y con PíO de 21 mm

Hg (que son los valores de la muestra tratada con timolol). Así:

F = 5,88-(O,08x21,2)—(O,03x68,3)= 2,13

Y la diferencia entre pacientes tratados y no tratados es de:

F = 2,15 - 1,56 = 0,59 pI/muí’ (Un 29 %).

Existe una diferencia estadisticamente significativa para p < 0,001.

La C encontrada mediante tonografía en pacientes tratados con timolol fue

de:

= 0,105 ± 0,05 MI/min?’/mm Hg.

134
Si aplicamos la fórmula (3), tenemos:

C = 0,53 —(0,01 x21,2) -(0,003xáS,3) = 0,104

No hay diferencias significativas en el valor de C en este caso (0,105 por

0,104). En la Tabla X se resumen las diferencias entre GAA sin tratamientto y

tratados con timolol.

F (pVmin1) C (pl/mm’
¡mm Hg)
GAA sin Tto. 2,15 0,105
GAA con timolol. 1,56 0,104
Diferencias. (p < 0,001) No

Tabla X. Diferencias en el flujo del humor acuoso y en la facilidad de salida de pacientes con GAA sin no y
¡rotados con maleato de timolol (para una población de 68,3 anos y PíO de 21.2 mm Jlg>

No existen diferencias estadisticamente significativas entre sexos en

pacientes tratados con timolol. Con respecto a la edad, existe una relación que

no es lineal en el origen, de tal forma que F aumenta 0,032 pl/mini/alio, con una

variabilidad de * 0,01 (r — 0,42, p <0,05).

No existe relación de F con los siguientes parámetros: PIO (inmediata o

PíO media de la historia clínica), estadio del campo visual e indice excavación-

papila.

135
No existe correlación significativa del flujo del humor acuoso con el

tiempo de tratamiento con timolol. Además, si comparamos el valor medio de

F en los pacientes con tratamiento farmacológico durante un periodo inferior a

seis meses y aquellos que han estado en tratamiento durante más de tres años,

observamos que:

F (t < 6 meses) = 1,55 MI/mm’


F (t> 3 años) = 1,59 MVmifl’

Estos valores no difieren estadisticamente.

Combinaciones de fármacos.
Los resultados se resumen en la Tabla XI:

F (pl/mini) C (Ml/mini
¡mm Hg
GAA en no con 1,56 0,105
timolol
GAA con timolol 2,04 0,13 1
y pilocarpina (no signif.) (no signif.)
GAA con timolol 1,61 0,075
y dipivanilepine- (no signif.) (no signif.)
fina

Tabla XI: Flujo del humor acuoso y facilidad de salida en los diversos grupos de pacientes con tratamiento
farmacológico.

136
Timolol y pilocarpina.

Se han examinado 10 ojos tratados con la asociación de maleato de timolol

y pilocarpina. Los resultados obtenidos son los siguientes:

F = 2,045 ±1,02 pl/mini

C = 0,13 1 ±0,04 pl/mini/mm Hg.

No existen diferencias estadisticamente significativas con pacientes trata-

dos sólo con timolol. (Ambas muestras tienen edades y PíO semejantes). Siguen

una distribución normal.

Timolol y dipivanilepinefrmna.

Hemos estudiado 12 ojos en tratamiento con timolol y dipivanilepinefrmna.

Los resultados son los siguientes:

F = 1,611 ±0,61 pVmiff’

C = 0,075 ±0,04pl/min?’/mm Hg.

No existen diferencias estadisticamente significativas con los pacientes

tratados solo con maleato de timolol. Ambos parámetros siguen una distribución

normal.

137
c) Endotelio y GAA.
El coeficiente de permeabilidad endotelial (Kc.ca) en los diferentes grupos

se expresa en la Tabla XII. No existen diferencias estadisticamente significativas

entre los grupos.

Existe una disminución de Kc.ca con la edad en personas normales. De tal

forma que:

Kc.ca (edad < 40 años) = 4,02 ±0,6 . í0~ min~’.

Kc.ca (edad > 40 años) = 4,94 ±1,1. iW miff’.

La diferencia es estadisticamente significativa para p <0,05

~ ~rwtÉrr1..

Normales. 4,51
GAA sin tto. 4,92
Tto timolol 4,20
Timolol + pi- 5,00
locarpina
Timolol + di
pivalilepinefrmna 4,38

Tabla XII: Coeficiente de permeabilidad enórnelial (Kc.ca) en los diversos grupos de pacientes. Un Kc.ca alio
indica un mayor grado de detefloro endotelial.

138
En personas diagnosticadas de GAA ocurre lo mismo. Así:

Kc.ca (edad < 60 años) = 4,36 ±1,3 10’ miii’

Kc.ca (edad> 60 años) = 5,29 ±1,9 10’ miii’

La diferencia es estadisticamente significativa para p < 0,05.

Las relaciones de Kc.ca con la edad no se ajustan a ninguna curva de las

que se han intentado.

En pacientes diagnosticados de GAA que no han recibido tratamiento

farmacológico, el coeficiente de permeabilidad endotelial no se correlaciona con

ninguno de los parámetros clínicos del glaucoma.

139
V. Discusión.
1.- El flujo del humor
acuoso en población
normal.

a) Valores y técnicas de medida.


El valor del flujo del humor acuoso en el grupo de población normal es

de 2,144 ±0,51 MI/mm’. Sigue una distribución normal, en la cual el 51 % de

los ojos tienen un flujo entre 2 y 2,5 pl/mili’ (Fig. 32).

Los métodos que se han utilizado de forma experimental y clinica para

determinar el flujo del humor acuoso han sido los siguientes (Pag. 51):

- Métodos fotométricos.

- Utilización de isótopos radiactivos.

- Perfusión de ojos a PíO constante (método de Smith-Leber-Niersnamoff).

- Tonografía.

- Fluorofotometria.

150
De ellos, sólo los dos últimos se siguen utilizando actualmente y son los

únicos empleados en humanos. Los valores obtenidos varian según las técnicas

y autores, pero la mayor parte de los trabajos refieren unos valores comprendidos

entre 1 y 4 MVmifl’ (Tabla XIII).

Método, (pVmin )
Friedenwald Canulación de ojos.(Método de
(1932) Smith-Leber-Niesnamoft)
Kinsey (1942) Marcador: agua pesada. 50
Kinsey (1943) Isótopos radiactivos: Nat C1, 4
P.
Kinsey y Grant Marcadores: Nat CF, tio
(1945) cianato, Litio, bromo, urea. 4
Bárány y Kinsey PAH, 1 2,7
(1949)
Grant (1950) Tonografia. 1,6
Prijot (1952) Tonografía. 1,6
Becker (1958) Tonografla. 1,7
Kupfer (1971) Tonografía. 0,9

Tabla XIII: Valor del flujo del humor acuoso, en pl/min,obtenido con d¿feren¡es técnicas.

Todas los métodos descritos tienen errores derivados de su dificultad

técnica y de las alteraciones que producen sobre la fisiología ocular. Entre ellas,

la perfusión a presión constante y la tonografla tienen el inconveniente de

someter al globo a alteraciones mecánicas importantes. La perfusión continua de

151
globos oculares (técnica de Smith-Leber-Niesnamoft) modifica significativamente

tres de los parámetros de la ecuación de Goldmann: la PIO, la resistencia a la

salida y la presión venosa epiescleral. Además Raviola’48 demostró que la simple


paracentesis de la cámara anterior provoca una ruptura significativa de la barrera

hematoacuosa, a la cual sigue una modificación del valor del flujo.

Ya hemos apuntado (Pag. 56) las objecciones teóricas a la prueba tonográ-

fica. El valor que se obtiene del flujo del humor acuoso se modifica por un gran

número de factores durante la prueba. Entre ellos destacamos:

a) El aumento de la PTO disminuye el valor de F. Esto se interpreta como

un valor falsamente elevado de la facilidad de salida trabecular (pseudofacilidad).

b) Se desconoce su repercusión sobre la vía uveoescleral.

c) La presión venosa epiescleral aumenta aproximadamente 1,25 mm Hg

durante la prueba.

d) La rigidez escleral tiene amplias diferencias interindividuales y es un

parámetro de difícil medida.

e) El tonómetro produce una expulsión del contenido sanguíneo uveal que

puede disminuir la ultrafiltración plasmática.

O Un grao número de elementos interfieren en la realización de la prueba


(curvatura corneal, movimientos oculares, limpieza y calibración del instrumento,

colocación del mismo e interpretación del trazado obtenido).

152
Los trabajos que utilizan isótopos radiactivos se basan en el mismo

supuesto que la fluorofotometria, el descenso de la concentración del marcador

en el tiempo. Por este método, Kinsey”3~”’~”2, Grant”’ y Bárány’3 realizaron en


los años cuarenta determinaciones cada vez más exactas del flujo del humor

acuoso en conejos. Pero esta técnica asimismo presenta serios inconvenientes:

no discrimina las estructuras oculares (necesidad de paracentesis para obtener

medidas en humor acuoso), la cuantificación es menos precisa y el número de

medidas es limitado y su realización altera sensiblemente la fisiología normal del

humor acuoso.

El método fotométrico de Holmes9’ (Pag. 53) precisa de una técnica com-

pleja, a fin de evaluar visualmente el volumen de una burbuja de humor acuoso

de nueva formación. Requiere tambien de paracentesis previa y muestra grandes

variaciones individuales. Desde su descripción, en 1968, no ha vuelto a ser

utilizado en la investigación oftalmológica.

b) Valores obtenidos con Fluorofotometría. Influencia de la


edad.
Mediante fluorofotometría, se han obtenido los siguientes valores del flujo

del humor acuoso para la población normal (Tabla XIV).

153
La fluorofotometria ofrece frente a otras técnicas las siguientes ventajas:

una mínima alteración de la fisiología ocular, derivada de la instilación o de la

administración sistémica de fluoresceina, la posibilidad de su utilización en

humanos, una cuantificación más precisa del marcador, utilización de métodos

ópticos que no suponen contacto con el globo ocular y la posibilidad de realizar

tantas medidas como deseemos. Entre sus inconvenientes destacan su larga

duración (unas 6 horas para obtener el valor del flujo del humor acuoso), la

necesidad de un equipo costoso y complicado y la aplicación de un protocolo

matemático complejo. Además existen varias técnicas, que varían según los

autores, aunque los valores entre sí son concordantes.

Observamos que el flujo del humor acuoso oscila entre 1,5 y 2,8 pI/mili’.

(a = 0,2 - 0,8). Los valores obtenidos con fluoresceina administrada por vía

general (oral o intravenosa) son más bajos que aquellos obtenidos mediante

instilación o iontoforesis. Brubaker42 propone dos posibles explicaciones:


- La fluoresceina administrada por vía general se metaboliza con rapidez

a glucurónido de fluoresceina. Esta es de menor poder fluorescente y atraviesa

dificilmente la barrera hematoacuosa. El coeficiente de salida es menor y lo

mismo ocurre con el valor estimado del flujo del humor acuoso.

154
- El papel de los vasos limbares e indianos, despreciable en el caso de

la administración tópica, puede aumentar su importancia en el caso de adminis-

tración por vía sistémica.

Con la administración local (instilación o iontoforesis), los valores oscilan

entre 2 y 2,9 MVmifl’ (a = 0,2-0,7). Las variaciones aquí son pequeñas y pueden

ser debidas al método, al fluorofotómetro empleado (comercial o mediante

lámpara de hendidura modificada), al número de pacientes y a la edad media de

los mismos.

Autoxx Vladadmi- ‘<Y


nistración. (pimir’)
Goldmann (1951) Intravenosa 2,1
Jones y Maurice lontoforesis 2,4
(1966)
Nagataki (1975) Intravenosa 1,9
Bloom y Levene Tópica 2,8
(1976)
Yablonsky (1978) Tópica 2,5
Brubaker (1982) Tópica 2,4
Araie (1980) Oral 1,2
Araie (1983) Tópica 1,6
Coulangeon (1987) Tópica 2,9
Actual (1990) Tópica 2,1

Tabla XII: Obtención de F mediate la utilización de la fluoresceína como marcador y vta de admjntnracíón.

155
No encontramos diferencia en el valor del flujo del humor acuoso entre

sexos ni tampoco se consigna en ninguna serie consultada.

El flujo del humor acuoso tiene en nuestra muestra una correlación lineal

negativa con la edad (Fig. 33). El descenso estimado es de 0,11 MI/mm’ por cada

década de vida, (Error estadístico medio: ±0,03, r = - 0,46, p c 0,01). Eso

supone que a los 20 años el flujo medio estimado del humor acuoso es de F =

2,48 pl/muí’. A los 70 años ha disminuido hasta F = 1,93 Ml/mm?’. A lo largo

de todo el ciclo vital, disminuye aproximadamente un 30 %.

Flg. 33: DIstribución de F con la edad en población normal.

156
Autor. «Método»’ F(Wniiif~)
Becker (1951) Tonografía <44) años: 2,0
40-60:1,9
> 60 años: 1,2
Kupfer (1971) Tonografía 19 -23 años: 1,1
50-81 años : 0,8
Gaasterland (1978) Tonografia Jóvenes: 1,0
Viejos: 0,8
Goldmann (1951) Fluoresceina - 0,003 pl/min%’año

(no significativo)

Bloom (1976) Fluorofotometria - 0,015 pl/min?’/aflo

(no significativo)

Araie (1980) Fluorofotometria Jóvenes: 1,4


Viejos: 1,7
Brubaker Fluorofotometria - 0,006 plt~t/año

(1982) (p < 0,01 )

Actual (1990) Fluorofotometría - 0,011 pVmin?’/año

(p<O,O1)

Tabla XIII: F y edad en población normal. Estudios realizsdos.

La mayor parte de los trabajos consultados no tienen en cuenta la edad

media de la muestra, ni el descenso que en el valor de F se produce con la edad,

por lo que los resultados son dificilmente comparables entre sí. En la Tabla XIII

se muestran los autores que han investigado la relación entre F y edad.

Todos ellos (con excepción de Araie6), observan una hiposecreción de


humor acuoso en el ojo aftoso. Becker’9 determina mediante análisis tonográfico

157
que después de los 60 años existe un descenso acusado de F, en torno a un 40%.

Brubaker en 1982~~, realizó fluorofotometría de segmento anterior a 113 sujetos

a los que había instilado diversos fármacos en un ojo, mientras que el otro,

utilizado como control, fue tratado con un colirio placebo. El flujo obtenido en

este ojo muestra una correlación estadisticamente significativa con la edad (p <

0,014). Sin embargo, sabemos que la instilación de un colirio hipotensor en un

ojo causa a menudo un efecto hipotensor similar, aunque no tan intenso, en el

ojo contralateral. Es el caso del maleato de timolol’6”30”78. Previsiblemente esto


sucede por una disminución del flujo del humor acuoso; Como veremos más

adelante, la relación de F con la edad en el paciente tratado con timolol no es

la misma que en el ojo sin tratamiento e incluso se invierte (Fig.49) y este hecho

resta validez a las conclusiones de Brubaker. En este sentido el descenso del

flujo que acontece con la edad (0,06 Ml/mm?’ por década), es probablemente

mayor. La serie que más se aproxima metodologicamente a la nuestra es la de

Bloom y Levene3’ Estos autores encuentran un descenso de F de 0,15 Ml/mm’

por década, que no es significativo debido al pequeño número de ojos analiza-

dos.

El descenso del flujo del humor acuoso con relación a la edad puede

deberse a dos mecanismos, que no son excluyentes:

158
a) Disminución de la ultrafiltración plasmática: La PíO tiende a incremen-

tarse moderadamente con la edad por un aumento en la resistencia de las vías

de salida’9. Esto altera el equilibrio hidrostático y puede disminuir el compo-


riente de ultrafiltración plasmática. Sin embargo, el aumento de PTO observado

con la edad es inconstante y además la presión sanguínea de los capilares de los

procesos ciliares sufre una elevación semejante, que puede equilibrar de nuevo

el proceso.

b) Disminución de la secreción activa: Con la edad existe una alteración

de los procesos ciliares: los vasos muestran esclerosis hialina y adelgazamiento

de la membrana basal, existe una alteración del estroma con degeneración de las

fibras de colágeno de las fibras de colágeno y se observa un proceso de atrofia

del epitelio ciliar. Como en todo el organismo, los sistemas de transporte activo

disminuyen.

Podemos, a la luz de estos datos, esbozar un modelo dinámico del humor

acuoso en el ojo anciano. Becker’9 encuentra, realizando tonografías en 909 ojos

de personas sanas, que la facilidad de salida disminuye de manera significativa

con la edad. Esta resistencia trabecular aumentada se compensa parcialmente con

un flujo de humor acuoso disminuido. En la ecuación de Goldmann ambos

parámetros casi se equilibran, de modo que la PíO sube de forma moderada (la

159
presión uveoescleral es casi independiente de la edad)”’2”6’. El ojo añoso resulta
ser un ojo con PíO normal o ligeramente elevada a costa de un humor acuoso

que se renueva más lentamente. Las consecuencias que esto puede tener sobre

la fisiología ocular y sobre estructuras que dependen metabolicamente del humor

acuoso, como el cristalino y el endotelio corneal, son desconocidas.

160
2.- Expresión clínica y
dinámica del GAÁ.

a) Análisis de la dinámica del humor acuoso en el GAA.

Valores de F obtenidos mediante fluorofotometria.

Son relativamente raras las investigaciones que utilizan la fluorofotometria

para el estudio de la dinámica del humor acuoso en el glaucoma. El número se

reduce aún más si nos ceñimos al estudio del GAA (Tabla XIV).

Los estudios realizados sugieren que el glaucoma se asocia con un valor

normal de flujo del humor acuoso y ocasionalmente con un flujo reducido. No

se ha observado hipersecreción en ningún caso. El estudio de procesos clínicos,

oculares y extraoculares, asociados a una PíO elevada ofrece el misma resultado:

el flujo del humor acuoso se mantiene inalterado y las variaciones en la PíO son

debido a cambios en la resistencia de las vías de salida.

El valor medio del flujo del humor acuoso en pacientes con diagnóstico

de GAA es en nuestro estudio de 2,23 ±0,71 Ml/mint No hay diferencias

161
estadisticaniente significativas con el valor medio obtenido en población normal.

(No hay diferencias significativas en la edad media de ambos grupos).

utor y ciad ~ (pl/minE’) y cqrn


fl~lrbflÓfl con’ntnales
Bloom y Levene: GAA (1976) 38 2,7
(no significativo)
Brubaker: GAA 9 2,6
(1982) (no significativo)
Pham-Duy: GAA 15 2,3
(1989) (no significativo)
Actual: GAA 46 2,2
(1990) (no significativo)
Anselmi: Glaucoma por este- 5 (no significativo)
roides_(1968)
Brubaker: Glaucoma pigmen- 3 3
tamo_(1982)
Johnson: Glaucoma 10 (
exfoliativo (1982) (significativo)
Brubaker: Glaucoma en Sy 3 1,8
iidocorneales_(1989)
Jonihson: Uveitis con Sy de 10 3,2
Fuchs_(1983)
Wenworth: Sy de Horner 21 2,2
(1981) (no significativo)
Walker: Distrofia miotónica 26 2,5
(1982) (no significativo)

Tabla XIV: Valor de F en distintos cuadros oculares y extroaculares.

162
¡ 20 Casos

10 -

o HHFiH
< 0.75
1,50 2 2.5 3 as 4>4
E (m¡aoI/mir~

FIg 34: Distribución de 9 en población normal (número de chsos: 35).

Canoa
20

16 -

12

e m

H
4

o
~ir9F1F1H
Hmmrnm
< 0.75 1.50 2 2,5 3 3.5 4 >4
F <microl/m¡rQ.

FIg. 35: DIstribución de E en el GAA (número de casos: 46).

Sin embargo, la desviación típica es mayor en el grupo de GAA (a — 0,71

por a = 0,51). Si observamos la distribución de frecuencias para ambas series

vemos que la correspondiente al GAA muestra una curva normal claramente más

163
aplanada y extendida (Fig.34 y 35). Esto sugiere que la variabilidad y el rango

del flujo del humor acuoso en el GAA es mayor que en población normal.

F y edad en el GAA.

No existe una correlación lineal simple entre F y edad en el GAA, como

sucede en la población normal. Por otra parte, F es inversamente proporcional

a la PíO y este heccho ha de ser tenido tambien en cuenta. F depende de la edad

y de la PíO según una fórmula de correlación múltiple (ecuación 3, pag. 130),

de modo que para una PíO dada, el flujo del humor acuoso disminuye en una

proporción de 0,03 Ml/min?’/aiflo (con una error estadístico medio de ±0,01)

(r0,57, p <0,05). Esta cifra puede verse además inaementada por el aumento

de PíO secundario a la progresión de la enfermedad. Este descenso es casi tres

veces mayor que el observado en la población normal.

En realidad se puede afirmar que esto es cierto sólo a partir de una edad

de 40-45 años, edad habitual de inicio del GAA. No hay referencias en la

literatura sobre el valor de F en casos de glaucoma congénito o juvenil.

Cabe preguntarse por qué no se encuentran diferencias de flujo entre

personas normales y glaucomatosas, si en estas últimas este parámetro disminuye

de forma más acusada en relación con la edad y con el aumento de PíO. La

164
respuesta es que este descenso es pequeño en términos absolutos. En la Fig. 36

se indican los cambios estimados de F en una persona normal y en otra que

comienza a desarrollar un GAA a los 45 años de edad. Si suponemos que la PTO

media es de 25 mm Hg a lo largo de su historia clínica, a los 60 años (la edad

media de nuestra muestra), la diferencia con el sujeto normal es de 0,17 Ml/mili’.

A los 80 años, tras 35 de evolución de la enfermedad, la diferencia aumenta a

0,49 pl/mu’, diferencia en todo caso pequeña y difícil de detectar.

FIg. 36: Evolución de 9 en un sujeto normal y en otro afecto de GASA

Hemos encontrado una diferencia significativa de F entre ambos sexos en

pacientes con GAA. Creemos que este hecho se debe a la disparidad de ambas

muestras, tanto en edad (58,6 años para varones, 60,3 para mujeres), como en

165
PíO (18,9 mm Hg en varones, 20,3 en mujeres). Si corregimos el valor de F

según la influencia de ambos parámetros, (ecuación 3), tenemos:

F = 2,054-0,086420,3 -18,9) +0,03460,3—58,6) = 2,31

Y entonces tenemos:

- Mujeres: 2,31 pl/mili’

- Varones: 2,46 pl/mili’

Estos valores no muestran diferencias estadisticamente significativas.

b) Correlación clínica.

Si relacionamos el flujo del humor acuoso con los estadios evolutivos del

campo visual (CV), observamos que F disminuye lentamente a medida que

progresan las alteraciones del CV (Fig. 36).

Las variaciones no son estadisticaniente significativas y pueden ser secun-

darias a las diferencias de edad o de PíO entre los grupos. Asimismo, el flujo

en el grupo de pacientes hipertensos oculares que muestran un CV intacto no

difiere estadisticamente del grupo de GAA (2,3 y 2,2 Ml/mili’ respectivamente).

166
Fig. 36: Variación de F en relación con las alteraciones campimétricas.

‘1

o
c ca 0.3—OZ O.5—0Y ‘ 0.7
Indice EF

FIg. 37: VarIación de F en ralción con el (ndlce excavacIón/papIla.

Un hecho similar ocurre al relacionar el flujo con el índice excavación/pa-

pila (E/P). El valor de F desciende lentamente con la gravedad del daño papilar

167
(Fig.37), pero ambos valores muestran una mala correlación estadística. En este

caso la dificultad de objetivar la medida exacta de E’P hace menos fiables los

cálculos.

Estos resultados parecen indicar que las alteraciones dinámicas que se

producen en el segmento anterior (F y PIO) tienen un reflejo sólo aproximado

en el daño producido en segmento posterior a nivel de las fibras nerviosas. No

obstante existe un problema metodológico importante. A nivel del segmento

anterior, la PíO y el flujo del humor acuoso pueden ser calculados con un

margen de error que, creemos, no es mayor de un 10-15 %. En cambio, la

excavación papilar y los parámetros utilizados en el campo visual son aún más

imprecisos como reflejo del daño producido en los axones de las células nervio-

sas ganglionares. Ambas pueden ser consideradas como pruebas tardías, que solo

muestran hallazgos positivos cuando existe ya un grado considerable de deterioro

neuronal.

Aún así existen buenas razones para pensar que esta disparidad tiene una

base real. En efecto: sabemos que la PíO ejerce un efecto variable sobre la

cabeza del nervio óptica en función de un número indeterminado de factores. Y

muchos de ellos se encuentran fuera de la influencia de los parámetros de la

dinámica del humor acuoso.

168
El valor de F no muestra relación estadística con los siguientes parámetros

clínicos: agudeza visual, corrección refractiva esférica, diámetro pupilar, longitud

axial del globo ocular y tensión arterial.

169
3.- Relación de Fy PIO.
La pseudofacilidad.

a) Valores y técnicas de medida.

Una relación inversa de la PíO y el flujo del humor acuoso fue observada

en los primeros trabajos sobre tonografía y recibe el nombre de pseudofacilidad.

El nombre se debe a que el aumento de PíO inducido por el tonómetro disminu-

ye el valor de F y esto se objetiva como una falsa elevación de la facilidad de

salida.

.4

o
lo 13 15 18 20 23 25 28 30

Pío

FIg 38: Relación de F y PíO en en GASA.

170
En nuestra muestra, existe una correlación negativa entre Pb y flujo del

humor acuoso en sujetos con GAA, de tal forma que F desciende 0,095 pl/mili’

por cada mm Hg (con un error estadístico medio de ±0,04) (r = - 0,41, p<O,O5)

(Fig.38).

Se han utilizado diferentes técnicas para intentar medir la pseudofacilidad.

Kupfer”5, en 1968, utiliza la copa de succión para estimar el descenso de F


secundario al incremento de la PíO (Ver Métodos de estudio del humor acuoso),

pero el sistema tiene una utilidad práctica limitada. En 1956, Becker” compara

los valores de F obtenidos con tonográfia con los obtenidos mediante canulación

directa del globo ocular. Así estima la pseudofacilidad en un 15-35 % del total

de la facilidad de salida (unos 0,06 pVmin’/mm Hg)¡W. Este tipo de técnicas

invasivas permiten tambien la introducción de marcadores, cuya desaparición en

el tiempo bajo PíO diferentes proporcionan una estimación de la pseudofacilidad.

Con esta técnica se han encontrado valores de unos 0,02 Ml/miliYmm Hg.ÍW. La
mayor dificultad de las técnicas invasivas es que tanto la anestesia general como

la paracentesis, inherentees al método, modifican de forma amplia el parámetro

a medir, la pseudofacilidad.

Yablonsky’73, en 1985, emplea fluorofotometria y tonografla y afirma que

la facilidad de salida medida por tonografia es una suma de la C real y la pseu-

171
dofacilidad. Si la C determinada por fluorofotometria se corresponde con la C

real, entonces:

Cps = Cton - Cfi

Yablonsky utiliza el método en un grupo de pacientes afectos de GAA en

tratamiento con timolol y acetazolamida. Encuentra que la pseudofacilidad es de

0,10 sl/min7’/mm Hg. En voluntarios sanos la cifra es aproximadamente igual.

Pham-Duy’45, en 1989, utiliza de nuevo este método con resultados contradicto-


rios. La dificultad de este sistema teórico es la equiparación de los datos obteni-

dos con dos técnicas diferentes y en que cada una está sujeta a sus propias

fuentes de error. En la práctica totalidad de las series consultadas, incluyendo

nuestra propia muestra, el valor del flujo del humor acuoso hallado con fluo-

rofotometría es mayor que el flujo determinado por tonografla (Tablas XIII y

XIV). Eso significa que la C fluorofotométrica es tambien mayor que la C

tonográfica y que por tanto la pseudofacilidad, según la fórmula expuesta, adop-

taría valores negativos.

Las cifras de PíO en los pacientes con GAA de nuestra muestra varian

desde 12 mm Hg (que corresponde a un caso de glaucoma de baja tensión) hasta

172
27 mm Hg. El tratamiento estadístico no nos permite inferir las variaciones del

flujo del húmor acuoso con PíO que estén fuera de ese intervalo.

En nuestra muestra no existe relación entre F y la PíO en población

normal. El mismo resultado obtienen Brubaker40 y Levene y Bloom35. Cabe


preguntarse por qué esta correspondencia existe en en pacientes afectos de GAA

y sin embargo no puede ser detectada cuando la PíO está en límites de normali-

dad. Una explicación es de índole metodológica. Se acepta que el valor de la

PíO tomado mediante tonometria de aplanación puede variar ±2-3 mm Hg con

respecto a la PíO real. En nuestra muestra, la población normal tiene un rango

de PIO comprendido entre 12 y 16 mm Hg. En este caso el error de medida

cubre más de la mitad del intervalo de valores y semejante proporción invalida

cualquier tratamiento estadístico empleado.

La correlación de F y Pío es peor cuanto más alejada se encuentre la


determinación de la PíO del día de la prueba. Así hemos visto que r = - 0,5 si

la toma se realiza inmediatamente después de la fluorofotometría. Consignando

la PíO de la última revisión efectuada (aproximadamente de dos a cuatro meses

antes), esta correlación es de r = 0,2 y para la media de las PíO consignadas


-

a lo largo de su historia clínica r = - 0,016. No guarda relación con la PíO

máxima y mínima encontradas.

173
b) Secreción y ultrafiltración.

El mecanismo por el cual un incremento de la PíO disminuye el valor del

flujo del humor acuoso es desconocido. Caben dos hipótesis, que no son exclu-

yentes:

- La PTO elevada modifica el gradiente de presiones entre los capilares,

el estroma ciliar y la PíO. Esto supone un descenso de la ultrafiltración plasmáti-

ca.

- La PTO forma parte de un mecanismo de feed-back biológico que es

capaz de actuar sobre la bomba Na/K del epitelio ciliar, disminuyendo su activi-

dad y la secreción del humor acuoso.

Según hemos visto en el apartado anterior, la variación media de F para

un valor de la PTO comprendido entre 12 y 27 mm Hg (nuestro rango muestral),

es de 1,2 pxVmin?’/mm Hg. (desde un valor de 3,1 en PTO = 12 hasta 1,9 en PTO

= 27). Eso supone un descenso de un 38 % del total de F, que puede deberse a

un descenso de la ultrafiltración, de la secreción o de ambas.

Existen varias razones que apoyan que la pseudofacilidad se realiza a

expensas del componente de ultrafiltración plasmática. F y PTO se relacionan de

174
una forma lineal, lo que sugiere una acción debida a la modificación del gradien-

te hidrostático, como se refleja en las leyes de Poiseuille y de Goldmann. Los

mecanismos biológicos de feed-back suelen tener unos patrones de respuesta que

no son lineales. Tampoco se han encontrado receptores de presión en el cuerpo

ciliar ni en ninguna otra zona del segmento anterior y la influencia del SNC y

de otros factores metabólicos u hormonales no se ha demostrado que sea presión

dependiente. Bilí” y Kaufman’t~t entre otros, apoyan la hipótesis de que el


descenso de F se debe al descenso de la ultrafiltración plasmática.

Existe un amplio debate sobre el papel de la ultrafiltración en la produc-

ción del humor acuoso, pero las pruebas en muchos casos son solo indirectas.

Bilí” encuentra en ojos de primates que mediante perfusión continua F disminu-

ye muy moderadamente con el aumento de la PTO (unos 0,02 pI/mixí’/mm Hg.)

Ya hemos visto que otros trabajos semejantes dan descensos mayores, de alrede-

dor de 0,06 pl/minI/mm Hg. (aproximadamente un 30 % en nuestro rango de

PíO). Bill30 señala tambien que la presión oncótica del tejido intensticial de los

procesos ciliares es de unos 14 mm Hg. Para que exista un flujo pasivo desde

los capilares ciliares hacia cámara posterior, la presión hidrostática de estos debe

ser mayor que la PTO en al menos 14 mm Hg. Basándose en estos datos Bill

supone que la ultraflítración no supone más de un 10-20 % del total de F. Esta

hipótesis es apoyada por autores como Kaufman’~ o Yablonsky’75. Otros auto-

175
res, basados en valores más elevados obtenidos con técnicas invasivas, creen que

la ultrafiltración es responsable de hasta el 70 % de la formación del humor

acuoso. Es el caso de Weinbaum o Green y Pedersen83.

Sin embargo, si suponemos que todo el descenso de F en nuestra nuestra

muestra es debido a un descenso de la ultrafiltración plasmática, esta debe ser

alrededor de un 40 % del total. Una serie de hechos apoyan esta mayor partici-

pación de la ultrafiltración plasmática.

Como hemos explicado, la técnica de perfusión continua de globos ocula-

res hace variar enormemente la fisiología ocular y no es un buen instrumento

para medir pequeñas modificaciones de F. Lo mismo ocurre con los métodos que

utilizan isótopos radiactivos. Pese a ello, el valor hallado para lapseudofacilidad

por otros autores tambien es mayor que el consignado en los trabajos de Bilí.

Los fármacos que inhiben la ATPasa Na/K, tales como la ouabaina,

disminuyen el gradiente eléctrico plasma’acuoso hasta un valor casi igual a cero,

lo que supone la práctica desaparición del mecanismo de secreción activa (Ver

Fig. 4). Sin embargo solo disminuyen el valor de F en tomo a un 40 % ‘~.

Inhibidores del AMPc intracelular, como la toxina colérica o el forskolin, lo

hacen hasta casi un 50 % y los inhibidores de la anhidrasa carbónica oscilan del

50 al 55 %. En cambio la ligadura de la arteria carótida provoca una disminu-

176
ción de de F alrededor de un 40 % , posiblemente por una supresión del meca-

nismo de ultrafiltración plasmática28”6t.


La ultrafiltración es mayor en los casos de inflamación y ruptura de la

barrera hematoacuosa, como ocurre en las iidociclitis o agresiones como el láser

o la cirugía. En pacientes pseudofacos, el valor de F encontrado por nosotros es

más elevado que en población normal (aproximadamente 0,8 Ml/mili’)22, posible-

mente debido al incremento de la ultrafiltración plasmática, secundario a una

ruptura de la barrera hematoacuosa tras el acto quirúrgico.

177
4.- Mecanismos de control
en la dinámica del
humor acuoso.

El descenso de F inducido por un aumento de la PTO supone de hecho un

mecanismo de regulación tendente a amortiguar los incrementos de PTO produci-

dos por alteraciones en las vías de salida. La dinámica del humor acuoso puede

ser considerada de acuerdo con el esquema de la Fig. 40.

FIt 40: Relación de E, PíO y C. Las variacIones del flujo y de la facilidad de salIda modifican la PíO de
acuerdo con la ley de Goldmann. Pero a la vez los cambIos de la PíO influyen sobre el flujo de manera
inversameme proporcional, lo que recibe el nombre de pseudofacilídad.

178
La relación del flujo del humor acuoso y de la facilidad de salida sobre

la PíO se expresa en la ley de Goldmann. Es decir:

F=Cx(PIO-Pu)

La modificación de F o C hace variar inmediatamente la PTO. Además

hemos visto en el apartado anterior como la PTO afecta tambien a F, posiblemen-

te mediante una disminución de la ultrafiltración plasmática. Tambien las altera-

ciones de la PTO influyen en el valor de C. (Por mero sentido físico, a mayor

presión, una misma sección transversal ofrece más resistencia, según se expresa

en la ley de Poiseuille).

C y F no muestran entre si correlación estadística. Eso supone que no

parece existir una regulación directa que actúe sobre F a partir de las modifica-

ciones de C o viceversa. Ambos parámetros se interrelacionan a través de las

modificaciones en la PTO.

La fórmula de Goldmann, obtenida a partir de la ley de Poiuseille, se

refiere al comportamiento de un fluido que atraviesa un sistema rígido que ofrece

resistencia. Esto no es por completo aplicable al ojo, ya que el trabeculum no

puede ser considerado un sistema rígido. Sin embargo, para las cifras habituales

de PíO, la fórmula constituye una buena aproximación.

179
Para comprobar que esto es cierto, así como para verificar los sistemas de

medida utilizados, hallamos los valores de F (mediante fluorofotometría), de C

(mediante tonografla) y de la PíO (mediante tonometría de aplanación). Las

medidas fueron realizadas sucesivamente en cada paciente en un píazo de tres

horas. Tenemos así que:

F = C (tono graf(a) x (Pb - 9)

(Damos a Pu un valor constante de 9 mm Hg.).

ae

e
2
ee
e
e e
e
c• •
e
• e

o
0 1 2 3 4
E Cflucrofotornétríco)

FIg. 41: Valores de F obtenidos mediante ia fórmula de Goldmann y por Fluorofotometría.

Comparamos F’ con el valor de F obtenido mediante fluorófotometría. El

resultado se puede observar en la Fig. 41. Observamos que existe una tendencia

180
lineal, como la señalada por la fórmula, pero de significación estadística discreta

(r = 0,4, p < 0,1).

Creemos que esta dispersión de los valores es debida a los errores de

medida, que se amplifican al utilizar tres técnicas diferentes. En este sentido la

prueba tonográfica tiene menor precisión que la fluorofotometría.

El sistema homeostático dependiente de una variación de F actúa en todas

las circunstancias en que. C o la Pb varien. Si C disminuye, como ocurre en los

diversos tipos de glaucoma, la PTO aumenta y F disminuye proporcionalmente

a este aumento de la PTO. El descenso de F baja de nuevo la PíO, aunque no

llega a compensar por entero la subida anterior. Este sistema solo amortigua

parcialmente los efectos del aumento de la resistencia trabecular y según la resis-

tencia va aumentando, F disminuye su valor de una forma que cada vez compen-

sa peor el aumento y existe un limite más allá del cual no puede disminuir más.

Hagamos una suposición teórica:

Tenemos el caso de un sujeto que tiene una PTO de 16 mm Hg. Su valor

de la facilidad de salida es de C —0,3 Ml/minI y tiene un flujo de F =2,2

181
pl/mm?’ (valores típicos de una persona de unos 50 años). Un súbito incremento

en la resistencia de sus vías de salida lleva a C a descender de 0,3 a 0,2.

Si aplicamos la fórmula de Goldmann, el nuevo valor estimado de la PTO

será de:

pio 2,2 +9=2OmmHg


0,2

La PíO se ha incrementado 20 - 16 = 4 mm Hg. Esto, de acuerdo con la

pseudofacilidad producirá una disminución de F. La media de esta disminución

nos la proporciona la ecuación (2):

F = 2,2 — (4 x 0,08) = 1,88

Y esto, de nuevo por la fórmula de Goldmann, producirá un efecto estima-

do sobre la PíO:

rio= 1,88 ~s =18 mm Hg

Es decir, la PíO, que habla subido a 20 mm Hg, bajó a 18 por este meca-

nismo homeostático. La disminución se realiza a expensas de un descenso del

flujo del humor acuoso de 2,2 a 1,88 Ml/mili’ (Fig. 42).

182
Este ejemplo teórico no implica un cumplimiento estricto de las ecuaciones

empleadas. La ley de Goldmann es una aproximación de la ley física de Poiseui-

lle a la dinámica del globo ocular y no sabemos en que medida es exacta. Las

ecuación (2), que relaciona el flujo en función de la PTO (y no al revés) es una

correlación estadística y los valores que se manejan son medias numéricas, por

lo que su aplicación a casos particulares está sujeta a error. Sin embargo ambas

fórmulas nos proporcionan una estimación numérica de las relaciones de estos

parámetros entre sí.

Pb 18
7 11,8
C04

FIg. 42: Ejemplo de homeostasis dependiente del descenso de F. Cuando C baja, la PíO se eleva y F descIende.
Esto hace dismInuir en parte el valor de la PíO. Las cifras son valores medios estadistlcos y no can tldades
absolutos.

Siguiendo con nuestro ejemplo, podemos calcular ahora que ocurre cuando

C va disminuyendo en este sujeto de forma progresiva. La Fig.43, muestra dos

curvas diferentes, según la fórmula de Goldmann:

183
1.- F es constante.

2.- E disminuye en función de la PTO.

En un paciente afecto de GAA (zona izquierda de la curva, con C bajo),

pequeñas modificaciones de C aumentan notablemente la PTO. El flujo es bajo

y cuando F no es capaz de disminuir más, pequeños descensos de C producen

grandes aumentos de la PTO.

flg. 43: RelacIón de C y pía

Existe una curva diferente para cada grupo de valores iniciales de F, C y

PTO. Una persona joven tiene valores de F y de C más elevados y una PíO por

lo general menor. Sin embargo, para un mismo valor de C, la PTO será mayor

en el joven que en el anciano, debido a un valor de F tambien mayor. Como ya

184
señalábamos, la hiposecreción que acontece con la edad es un factor protector

para el incremento de la PTO secundario a un aumento de la resistencia de las

vías de salida (Fig. 44).

FIg. 44: Curvas de C y PíO en un sujeto joven y uno maduro. La PIO, en un mismo valor de C. es mayor en
el joven, debido a un valor de 9 mayor. Si C es bajo (como en el GASA), pequeflos descensos de C aumentan
mucho la PtO.

Factores implicados en el control de la dinámica del humor acuoso.

La dinámica del humor acuoso no se basa tan solo en un juego de presio-

nes, sino que se ve influido por un número indeterminado de factores. El papel

que estos factores ejercen en su regulación es desconocido.

El sistema nervioso autónomo puede modificar el flujo del humor acuoso

actuando directamente sobre el componente secretor o indirectamente a través

185
de la ultrafiltración plasmática, mediante variaciones en el tono vascular. Tam-

bien actúa sobre la facilidad de salida. No existe ninguna prueba de que la

acción del SNA sea del tipo presión-dependiente (al menos en los niveles norma-

les de PíO). Es posible que el SNA sea el encargado de mantener un nivel de

flujo aceptable y controlar el equilibrio a largo plazo. Parece ser también respo-

sable de las variaciones horarias ~. Los pacientes con síndrome de Horner

unilateral muestran un F y una PTO normales y no tienen mayor incidencia de

GAA’72, lo que parece indicar que no es necesario un sistema adrenérgico intacto


para mantener una correcta dinámica del humor acuoso. Posiblemente futuras

investigaciones aclaren el papel exacto del SNA en la fisiología del humor

acuoso.

Otros mecanismos, de tipo metabólico u hormonal tienen una función aún

menos conocida.

Existe una prueba indirecta de un control superior de la dinámica del

humor acuoso, que es la correspondencia entre ambos ojos. En nuestra muestra

todas las poblaciones (normales, GAA sin tratamiento, GAA con tratamiento

farmacológico) muestran una correlación altamente positiva en el valor del flujo

del humor acuoso entre ambos ojos (Ver Tabla V). Como en ocasiones las

186
condiciones oculares eran muy diferentes es preciso un tipo de control no local

para explicar esa uniformidad.

187
5.- Dinámica del humor
acuoso y fármacos
antiglaucomatosos.

a) Maleato de timolol.

El valor medio obtenido en nuestra muestra en pacientes tratados con

timolol es de:

F = 1,56 t 0,63 pl/mirÉ’

El valar de C es de:

C = 0,105 ±0,05 pl/minI/mm Hg.

Ambos parámetros siguen una distribución normal.

Estos valores no son comparables a los encontrados en nuestra muestra de

pacientes con GAA que no hablan recibido tratamiento, puesto que la diferencia

de edades y de Pb de ambas muestras es estadisticamente significativa Para

188
hacer comparables ambas muestras, utilizamos las ecuaciones (4) y (5). Obtene-

mos así los valores de F y C equivalentes a una población glaucomatosa de 68

años y con una PIO de 21 mm Hg (valores medios correspondientes a la muestra

de pacientes tratados con timolol). Así:

F = 5,88 — (0,0841,2) — (0,03x68,3) = 2,15 pl/mirf’

Y el descenso de F es:

F = 2,15 — 1,56 = 0,59 pl/mir’ (28 %)

(Existe una diferencia significativa para p < 0,001)

Además:

C = 0,53 — (0,0102741,2) — (0,00305x683) = 0,104 pl/mini/mm Hg

No hay diferencias significativas en el valor de C (0,105 por 0,104)

Estas cifras son concordantes con las ofrecidas por otros autores. Los

estudios tonográficos’3<>”78 y fluorofotométricos (Tabla XVII) realizados en


humanos indican que el timolol disminuye la PíO al reducir la producción de

humor acuoso. La mayor parte de los estudios tonográficos no encuentran varia-

189
ción en la facilidad de salida, si bien algunos sugieren una leve mejoría, que no

es significativa130. La cuantía del descenso de F varía según autores. En los


estudios fluorofotométricos la disminución oscila entre un 40 - 50 % tras la

inmediata administración del colirio49’60’155”” (Tabla XVI).

Descenso F
(pVmbí’hnm Hg>~.
Yablonsky (1978) De 2,5 a 1,3 47
Coakes y Brubaker (1979) De 2,6 a 1,7 34
Dailey (1982) De 2,5 a 1,4 44
Schenker y Yablonsky (1981) De 2,1 a 1,1 50
Coulangeon (1987) De 2,9 a 1,6 43
Tal,141 XVI: Disminución inmediata del flujo del humor acuoso ¡ras la adndnis¡racidn de ¡imUol según diversos
autores.

Vemos que existe una diferencia porcentual entre el descenso del flujo que

se produce de manera inmediata tras una única administración del colirio y el

efecto de una aplicación prolongada, como ocurre en nuestra muestra. Existe

asimismo evidencia de que el efecto hipotensor inmediato producido por el

timolol desaparece en parte durante los primeros días de tratamiento, hasta

alcanzar un valor intermedio estable. Boger” denomina a este fenómeno desen-

sibilización precoz y posiblemente depende de una subida progresiva del flujo

del humor acuoso.

190
Existen pruebas, tanto clínicas como fluorofotométricas, de la existencia

de este hecho. Krupin”4 demostró que la PíO tomada tras la instilación del
colirio por primera vez es más alta y muestra una mala correlación con la

obtenida 3 ó 4 semanas más tarde. Brubaker” demuestra que el flujo del humor

acuoso es menor en la primera semana de tratamiento que un año después.

No se conoce el mecanismo íntimo de este fenómeno. Se ha demostrado

que el número de receptores beta del epitelio ciliar aumenta durante los primeros

días de tratamiento con timolol, pero no existe evidencia de que la acción

farmacológica. del maleato de timolol sea debida a un antagonismo de los recep-

tores beta.

El tiempo de duración del tratamiento farmacológico no se relaciona en

nuestra muestra con el valor del flujo del humor acuoso (Fig. 45). As! no se

observan diferencias estadisticamente significativas en el valor de F entre aque-

líos individuos con más de tres años de tratamiento (F — 1,59 pJ./min7’) y los que

han tenido un tratamiento cofto, de menos de seis meses (F = 1,55 pl/ruin4 Es

decir, que el valor de F se mantiene estable en el tiempo.

No hemos encontrado referencias en la literatura que apoyen este hecho.

Es bien conocido que si bien el timolol mantiene un cierto efecto hipotensor a

lo largo del tiempo, en un número importante de casos la respúesta disminuye

con la administración crónica. Boger” denomina a este hecho desensibilización

191
tardía y admite dos posibles explicaciones. Una implica un efecto menor del

timolol a largo plazo con un aumento progresivo de F, es decir, un fenómeno de

taquifilaxia. La otra se debe a un aumento de la PíO secundario al progreso de

la enfermedad. Este última opción es concordante con nuestros resultados.

o
0 23 46 66 90 113 136

T¡etrvo Tto. &reset

Ft~43: Relación de F y tiempo de wotamiento con ¡InwloL No


e.ris¡e relación significativo,.

Existe una correlación entre F y la edad del individuo tratado con timolol

(Fig. 46), de tal forma que F aumenta 0,0227 pl/minI/año (t 0,01). Si compa-

ramos estos valores con los valores medios de pacientes glaucomatosos sin

tratamiento, vemos que el descenso medio del flujo del humor acuoso producido

192
por el timolol es más acusado en los pacientes más jóvenes. Este descenso se

reduce progresivamente con la edad.

&rricrol/min>

3- e
e
2
• e
eeC e
1 e .es •.e e e
e

o
45 55 85 75 85

Edad

FIg. 46: Relación de F y edad en el tratamiento con ¡¿mola.

El alto nivel de F en el paciente joven permite una mayor eficacia hipoten-

sora del timolol, secundaria a una disminución de la secreción del humor acuoso.

Desafortunadamente, el paciente joven tiene tambien un tiempo potencial de

evolución considerablemente más largo que el paciente anciano y el grado de

progresión de la enfermedad es mayor.

193
F y PIO no se correlacionan en el paciente tratado con timolol. Esto podría

significar significa la eliminación del mecanismo homeostático que hemos

descrito en el apartado anterior. El progreso de la enfermedad y el sucesivo

aumento de la PíO no se verá contrarrestado con una nueva disminución de F.

En la Fig. 47 se muestran las curvas de evolución de un paciente afecto de GAA

sin tratamiento y tratado con timolol.

Ftg. 47: Curvas de evolución del GJ4A con y sin timolot

194
b) Combinaciones de fármacos.

Timolol y pilocarpina.
La pilocarpina disminuye la PTO aumentando la facilidad de salida del

humor acuoso mediante la contracción del músculo ciliar y la tracción que este

ejerce sobre el espolón escleral34’73. Por este mecanismo reduce tambien la vía
uveoescleral. Es controvertido el posible efecto que ejerce sobre la secreción del

humor acuoso. Se han publicado artículos que confirman disminuciones o incre-

mentos en el valor de F con el empleo de pilocarpina34’73”36.

Su efecto combinado con el timolol produce una disminución de la PIO

mayor que ambas por separado, pero menor que la suma de sus acciones. No

hemos encontrado referencias en la literatura que estudien el efecto conjunto de

ambos fármacos en la dinámica del humor acuoso.

Los valores de F y C obtenidos en pacientes en tratamiento con timolol

y pilocarpina (en un total de 10 ojos) son los siguientes:

F = 2,04 * 1,02 pl/mirÉ’

C = 0,131 ±0,04 pl/minI/mm Hg.

195
En este caso existen múltiples interacciones teóricas: el flujo del humor

acuoso tiende a disminuir por la acción del timolol, pero aumenta de forma

refleja por la acción facilitadora de la pilocarpina sobre la facilidad de salida y

la consiguiente disminución de la PTO. La facilidad de salida aumenta por la

acción de la pilocarpina y se mantiene inalterada con el timolol.

No hay diferencias estadisticamente significativas en la edad, nivel de PTO

y tiempo de evolución del proceso glaucomatoso entre los pacientes tratados solo

con timolol y aquellos en tratamiento con timolol y pilocarpina, por lo que los

resultados son comparables entre si.

El valor de F el el grupo tratado con timolol y pilocarpina muestra un

aumento 2,04 - 1,56 = 0,48 pl/mirÉ’ con respecto a los pacientes tratados solo

con timolol. Sin embargo las fluctuaciones son mucho mayores (a = 1,02 por a

= 0,63 para timolol). Esto se debe a la acción doble y contrapuesta que sobre el

valor de F tienen el timolol y la pilocarpina, esta última por mecanismo reflejo.

Debido a esta dispersión y a lo pequeño de la muestra, ambos valores no mues-

tran diferencias estadisticamente significativas.

El valor de C en pacientes tratados solo con timolol es de 0,10 jil/min?

‘¡mm HG y de 0,13 pl/minI/mm Hg en aquellos con tratamiento con timolol y

196
pilocarpina. La diferencia no es estadisticamtne significativa. En este caso, en el

que actúa Solamente un fármaco, 1 a dispersión es parecida (a0,04, a=0,05).

Pese a la no significación estadística, (debido a una muestra pequeña, de

n = 10), la tendencia mostrada apoya la concepción clásica: ambos fármacos son

sinérgicos y actúan a diferentes niveles.

Timolol y clipivan¡Iepinefrmna.

Como ya hemos referido, la epinefrmna y su análogo, la dipivanilepinefrina,

tienen una acción compleja a diferentes niveles. Su efecto fundamental parece

ejercerse a través de un aumento de la facilidad de salida y un descenso modera-

do de F’30.

Los valores obtenidos (para una muestra de 10 ojos), son los siguientes:

F = 1,61 ±0,6 pl/min’

C = 0,075 ±0,04 pl/minI/mm Hg

No hay diferencias estadisticamente significativas el el flujo del humor

acuoso con los pacientes tratados solo con timolol (1,56 por 1,61). Estos datos

son concordantes con los obtenidos por Higgins45 y Schenker155, obtenidos

197
mediante fluorofotometria (obtienen un descenso de F con la asociación de

ambos fármacos semejante al encontrado solo con timolol).

Eso significa que el potencial efecto de inhibición del flujo del humor

acuoso que tiene la dipivanilepinefrina no se suma al del timolol. Por otro lado,

tampoco tiene un efecto semejante al de la pilocarpina, que incrementa el valor

de F por acción refleja.

La facilidad de salida tiene un valor anormalmente bajo, lo cual resulta

paradójico en un fármaco que teoricamente actúa mejorando este parámetro. La

diferencia, de nuevo, no es estadisticamente significativa, debido al pequeño

número de casos.’

La tendencia, aún sin corroboración estadística, no parece indicar que la

asociación timolol-dipivanilepinefrmna mejore los parámetros dinámicos de los

pacientes tratados solo con timolol. Existen más razones que justifican esta

apreciación:

1.- Farmacológicas: La dipivenanilepinefrmna es un agonista adrenérgico

de todos los subtipos de receptores a y 11. Su acción fundamental parece ser

(1) Existen en la muestra tres valores atípicos de C — 0,001, C — 0,004 y C — 0,004, que son tres de los cuatro
valores más bajos obtenidos en el cómputo total dc los valores tonográficos. La historia clínica corrnponde a
dos personas, con PíO dc 21, 20 y 18 mm Hg y que no mostraban ningún rasgo diferencia] aparente.

198
mediada por receptores fi trabeculares y del epitelio ciliar. La adición de un

fármaco beta-bloqueante disminuiría o haría desaparecer dichos efectos,

2.- Clínicas: La combinación de los dos fármacos consigue un efecto

hipotensor igual e incluso inferior (1-3 mm Hg) a la que se obtiene solo con el

maleato de timolol’~”’3. Además las diferencias individuales son muy grandes


y la eficacia a largo plazo es inconstante75.

199
6.- Endotelio y Glaucoma

El protocolo de Yablonsky nos proporciona, además del flujo del humor

acuoso, el coeficiente de permeabididad endotelial (Kc.ca) (Ecuación 25, Pag.

110). Su valor está en relación directa con la integridad del endotelio corneal;

cuanto mayor es Kc.ca, más defectuoso es el endotelio.

El valor de Kc.ca para población normal es de:

Kc.ca = 4,51 ±1,2 x iO~ mit

Existe un aumento de Kc.ca con la edad, pero que no se ajusta a ningún

patrón debido a la dispersión de los valores (Fig. 48). Existe una diferencia

estadisticamante significativa entre individuos menores de 40 años (4,02 x l0~)

y mayores de 40 años (4,94 x 10~) (p < 0,05).

El valor de Kc.ca para GAA es de

Kc.ca = 4,92 ±1,7 x iO~ min’

200
Aunque el valor es mayor, no existen diferencias estadisticamente signifi-

cativas con respecto a la población normal. Existe tambien un aumento de Kc.ca

con la edad, que tampoco sigue un modelo lineal. Existe una diferencia significa-

tiva entre menores de 60 años (0,43 x 10% y mayores de 60 (0,52 x 10 %.

a Raca b<10—3>

7
e e e
6 e
5 ~ e. 0: : a.
4

a ‘8 •

•1

o
20 30 40 50 60 70 ao go
Edad

flg. 48. Relación del coeficiente de permeabilidad endotelial <Kc.ca) y la edad en población normal. Un valor
de Kc.ca más alto Implica mayor dono endoteliaL

Kc.ca no se correlaciona con ningún parámetro clínico del GAA. Se han

descrito, mediante microspopia especular y contaje endotelial, alteraciónes en

individuos que mostraban gran excavación papilar72, hallazgo que no hemos


encontrado con este método. Otras anormalidades descritas en el contaje endote-

201
lial corresponden a pacientes que no se han incluido en nuestro estudio: sujetos

que han padecido ataques de glaucoma agudo, glaucomas asociados a síndromes

iridocorneales y en aquellos casos que han sido sometidos a cirugía.

Kc.ca belO—a)
§
e.
8
7
se
e
6 e
e e O,
• • e
5
02 • e -.
4
e e
:3 O. C • e
• e
2 • e

o
20 30 40 50 60 70 60
Edad

Fig. 49: Relación del coeficiente de permeabilidad endo¡elIal <Kc.ca> en población afecta de GA4.

202
VI. Conclusiones.
1. El flujo del humor acuoso en población normal se encuentra entre

1,15 y 3,15 pl/minI, con un valor medio de 2,14 pl/mm?’.

2. El valor del flujo del humor acuoso en población normal disminuye

linealmente con la edad.

3. El flujo del humor acuoso en pacientes diagnosticados de glaucoma

de• ángulo abierto no muestra diferencias estadisticamente signi-

ficativas con la población normal.

4. El valor del flujo del humor acuoso en pacientes diagnosticados de

glacoma de ángulo abierto decrece con la edad en mayor proporción

que en la población normal.

5. El flujo del humor acuoso en pacientes diagnosticados de glaucoma

de ángulo abierto disminuye linealmente con el aumento de la PIO

(pseudofacilidad).

6. El flujo del humor acuoso en pacientes diagnosticados de glaucoma

de ángulo abierto no muestra relación estadística con la evolución

del campo visual ni con el Indice excavación/papila.

204
7. El flujo del humor acuoso en pacientes diagnosticad¿s de glaucoma

de ángulo abierto que están siendo tratados con maleato de timolol

es significativamente menor que el de pacientes con glaucoma de

ángulo abierto que no reciben tratamiento. El valor de la facilidad

de salida, obtenido por tonografía, es semejante en ambos grupos.

8. El flujo del humor acuoso en pacientes con glaucoma de ángulo

abierto tratados con maleato de timolol no se relaciona con la dura-

ción del tratamiento.

9. El flujo del humor acuoso en pacientes con glaucoma de ángulo ab-

ierto tratados con maleato de timolol es menor en jóvenes y aumen-

tu con la edad.

205
e
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233
Índice alfabético
A
acetazolamida 172
adenilciclasa 29-31, 33-36
adrenalina 31, 32
alfa 10, 26, 32, 37-39
AMPe 29-33, 35-37, 44, 174
arteriolas de los procesos ciliares 2

B
barrera heniatoacuosa 5, 27, 42, 43, 51, 74, 80, 81, 83, 85, 152, 154, 177
Fármacos con acción beta 4-11, 16, 17, 19-21, 23-30, 32-39, 41-43, 47, 48, 5042, 57, 59, 61, 62, 63, 65, 68,
70, 81, 83. 88, 97, 98, 101, 106, 109, 111. 112, 115, 136, 137, 151, 152-154, 157-161, 163, 164, 168,
173, 175-177, 179, 181-186, 189, 191, 196-202
betaxolol 36
bicarbonato 9,14
bloqueo 24, 32, 37
bomba NaA< 12, 37, 174
bromocriptina 35

c
campo visual 89, 90, 92, 130, 131, 135, 166, 168, 204
canal
de Schlemm 16-20, 23-25, 27, 45-47
colapso del 20, 23, 24, 45
colectares 16, 21, 24, 45
capilares de los procesos ciliares 2, 4-6, 56, 65, 81, 159, 174, 175
carteolol 208
cicloscopia 49
clonidina 34
cloro 6. 7, 9, 151, 199
córnea 68, 78
coroides 21, 24, 42, 55, 69
cuerpo ciliar 1, 7, 8, 11, 16, 17, 21, 41, 43, 55, 83, 175

D
desprendimiento de reúna 42,44
diabetes 215
dipivalilepinefrmna 38, 138
dopamina 35, 39

E
edad y dinámica del humor acuoso 41, 44,46, 88, 89, 91, 92, 126, 128-130, 134, 135, 138, 139. 153. 155-160,
162, 164, 165, 166, 185, 192, 193, 196, 200, 201, 204, 205

235
endotelio 2, 16, 19, 20, 25, 68, 74, 77, 78, 138, 160, 200
epinefrmna 32, 38, 39, 90, 133, 197
epitelio ciliar 2-5, 8, 11, 12, 14, 26, 29, 33-36, 42, 43, 51, 52, 68, 74, 76, 77, 101, 159, 174, 191, 199
equilibrio Gibbs-Donnan 7
error de medida 70, 101, 173
esclera 16, 21, 23, 45, 55
esteroides 162
estroma del cuerpo ciliar 1,5, 8, 11, 14, 21, 26, 68, 69, 73, 76, 78, 81, 82, 159, 114

F
facilidad de salida 4, 2,18,22.26,31-36,39,41,44,55,56,58,61,72, 84, 87, 88,91, 105, 110,115,116,128,
132-138, 152, 159, 170, 171, 178, 179, 181, 184, 186, 188, 190, 195-198, 205
resistencia a la 22, 59
fenilefrmna 34
flujo
del humor acuoso 6-9, 11, 12, 14, 19, 21-24, 26-28, 31, 32, 34, 37, 38, 40, 41, 43, 45-47, 49, 51, 53,
56, 59, 65, 66, 74, 75, 77-80, 82, 83, 85, 88, 102, 109, 110, 112-115, 117, 125-127, 129-137, 150-159,
161, 164, 166-168, 170-175, 178, 179, 181-186, 188, 190-192, 194-198, 200, 204, 205
lagrimal 74, 75
Fluoresceina 21, 51, 52-55, 63-85, 88, 95, 96, 99-105, 107, 109, 115, 154, 155, 157
Fluorotron Master 94, 97

G
Goldmann, ley de 22, 50, 56, 82, 132, 133, 152, 155, 157, 159, 175, 178-180, 182, 183
gonioscopia 49, 50, 130

H
haloperidol 38
hialuronidasa 24
hidroxiaminotetralin 35
Holme, método dc 54
Hipenensión ocular 90, 91, 130
humor acuoso, dinámica dcl 1, 2, 1, 4-9, 12-16, 18-23, 2645, 48-59, 61, 63, 65, 68, 69, 72, 74, 77-83, 85, 87,
88, 94, 101, 104, 109, 110, 112, 114, 115, 117, 125—127, 130—133, 135, 136, 150, 151—154, 156—161,
164, 166, 168, 170-176. 178, 179, 182, 185, 186, 189, 190, 191-193, 195-198, 200, 204, 205, 210

1
iontoforesis 65, 81, 82, 84, 154, 155
iridociclitis 81, 177
iris 15-17, 49, 55, 63, 68, 83
isoproterenol 28, 31, 33

236
K
Kc.ca 138, 139, 200-202

L
lñser 208
lergotril 35
levobunolol 36
limbo 18, 50, 55, 68
LY-141865 35

M
mecanismos de control de la dinÁmica del humor acuoso 26, 178
metoxamina 34
miosis 37, 54

O
octopus 93

p
p-amino-clonidina 34
pergolide 35
permeabilidad del endotelio corneal 77, 78
permeabilidad del epitelio cornal 76, 77, 101
pH 14, 15
pilocarpina 22, 91, 133, 136-138, 195-198
Presión intraocular 1, 6, 7, 12, 20, 22, 23, 26, 28, 3343, 45, 46, 50, 53, 55-59, 61, 87, 88, 90-93, 115, 116,
127-129, 131, 132, 134, 135, 137, 150, 152, 159-161, 164166, 168, 170, 171-175, 178-186, 188, 189,
191, 192, 194-196, 198, 204
Poiseuille, ley dc 45, 56, 175, 179, 183
potasio 10, 84, 107
prazosin 37
procesos ciliares 1,2, 4, 5, 14, 17, 18, 26, 27, 30, 31, 33, 36, 39, 42, 43, 49, 50, 65, 69, Sl, 159, 161, 175
propanolol 29
proteinas y humor acuoso 15, 16, 30, 67, 83, 85
pseudo&cilidad 42-44, 59, 152, 170-172, 174, 176, 178, 182, 204
pupila 16, 54

Q
queratoplastia 78

237
R
rauwolscina 37
receptor, concepto dc 29, 30, 33
reÉma 21. 42, 44, 55, 69
rigidez escleral 57, 59, 115, 152
rigidez escleral 59, 115, 152
ruido dc fondo 70, 72, 101

5
salbutamol 33
Smith-Leber-Niesnamoff, método de 53. 151, 152

T
terbutalina 33
timolol 32, 36, 90, 91, 133-138, 158, 172, 188-198, 205
timoxainina 37
trábeculoplastia 207
trabeculum 17, 22-25, 27, 31, 33, 34, 36, 38, 46, 47, 179

U
UK-1430 134
uveitis 81, 162

y
vacuolas de la pared dcl canal de Schlemm 20
vanadato 12
viás de drenaje 54

Y
Yablonsky, ¡zotocola dc 78, 83, 99, 101, 110, 112, ¡15, 155, 172, 190,200

238
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