Coherentismo

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UNIVERSIDAD MAYOR, REAL Y PONTIFICIA DE

SAN FRANCISCO XAVIER DE CHUQUISACA

FACULTAD DE SOCIOLOGÍA

ESTUDIANTE: Quiroga Guerra Marcelo Leopoldo


DOCENTE: Dr. Mario Yapu
CURSO: 1ro Grupo “C”

SUCRE – BOLIVIA
2017
INDICE
La evolución del debate del coherentismo.
Conocida en la historia de la filosofía desde por lo menos Gottfried Leibniz, el
coherentismo surge como una alternativa a las epistemologías fundamentistas de
René Descartes y de los empiristas ingleses de los siglos XVI y XVII. La
motivación del coherentismo es, como ya hemos visto anteriormente, una especie
de desencanto con la tesis fundamentista de que ciertas creencias están
justificadas independientemente de cualquiera de las otras creencias del sistema
de creencias del sujeto. Además de rehusarse a aceptar tal idea, el coherentista
también aspira a mostrar a través de su exigencia de consistencia que la
justificación epistémica es una propiedad relacional global de un sistema de
creencias y no, como se hubiera podido pensar, una relación que cada creencia
mantiene apenas con las creencias inferencialmente más cercanas a ella.. En
segundo lugar, frecuentemente ocurre que una creencia nueva pasa a ser parte
de nuestro sistema de creencias por tratarse, por ejemplo, de una evidencia
nueva o un conjunto nuevo de evidencias y, como consecuencia, lo que necesita
ser revisado son creencias viejas o conjuntos enteros de creencias viejas.
Principales autores del siglo XIX
Históricamente, las teorías coherentistas de la verdad surgen con gran fuerza
a finales del siglo XIX, gracias a los esfuerzos de los neo-hegelianos, H. H.
Joachim y F. H. Bradley, y del positivista lógico, Otto Neurath. 
Brand Blanshard
El coherentismo de Blanshard descansa sobre una particular concepción sobre
la relación entre pensamiento y realidad. Rechazando la clásica distinción
radical entre pensamiento y objeto, Blanshard sostiene que pensamiento y
objeto difieren solamente en grado de realización. Según Blanshard, la finalidad
del pensamiento es desarrollarse hasta convertirse en una única entidad con la
realidad. Para Blanshard, la realidad es la realización de un sistema
máximamente completo y coherente de proposiciones. En este orden de ideas,
un juicio es verdadero si y sólo si pertenece a ese sistema máximamente
coherente de proposiciones. El sistema máximamente coherente de
proposiciones propugnado por Blanshard es comprehensivo, es decir, contiene
todos los hechos conocidos, y es un sistema en el cual todas sus
proposiciones se sostienen mutuamente. Si bien es cierto que el sistema
propuesto por Blanshard es utópico, hay que tomar en cuenta que la
coherencia es una cuestión de grado, y aún cuando una proposición no sea
absolutamente verdadera por la carencia de ese sistema utópico, puede ser
parcialmente verdadera en la medida en que pertenezca a un sistema
aceptablemente coherente de proposiciones.
Otto Neurath
Para entender decentemente la propuesta coherentista de Neurath, es preciso
hacer un breve recuento histórico. Influidos por el Tractatus de Wittgenstein,
los miembros del Círculo de Viena suscribían una teoría correspondentista de
la verdad. Motivados por preocupaciones epistemológicas, los positivistas
lógicos diseñaron una especie de test para examinar la verdad o la falsedad de
una proposición dada. El test diseñado particularmente por Carnap y Schlick
tuvo dos partes: (1) los enunciados que refieren inmediatamente a la
experiencia deben ser directamente verificables con los hechos a los cuales
estos enunciados refieren; y, (2) la verdad o la falsedad de otros enunciados
que no refieren inmediatamente a la experiencia se puede evaluar por las
relaciones lógicas que éstos guardan con los enunciados de la clase . Neurath
rechazó la primera parte del test propuesto por Carnap y Schlick, sosteniendo
que la única manera de examinar el valor de verdad de una proposición es
analizar sus relaciones con otras proposiciones. Según Neurath, la
investigación necesita de revisión y reajustes constantes, de manera que
alcancemos un conjunto comprehensivo de creencias. La metáfora utilizada por
Neurath para explicar su coherentismo es que la adquisición de conocimiento
es como reparar una balsa mientras estamos flotando en ella. En este estado
de cosas, entonces, la posición de Neurath depende de las nociones
de consistencia y comprensión, y de la tesis de que  el conocimiento humano
no descansa sobre una base sensorial incorregible.
Situación actual
Puede decirse que el Siglo XX ha sido el siglo de la Epistemología. El inmenso
desarrollo que ha tenido lugar en las ciencias formales y fácticas no podía menos
que estar acompañado de una profunda reflexión sobre el status del conocimiento
científico y de los múltiples problemas relacionados con él.
La "cuestión de la verdad" ha sido el escenario de un intenso debate  que alumbró
tanto nuevas concepciones de la verdad como sofisticadas versiones de las
concepciones clásicas.
El filósofo norteamericano Nicholas Rescher escribió el destacado trabajo: The
Coherence Theory of Truth en el que intentó remozar la vieja teoría adaptándola a
los exigentes parámetros de lenguaje de que dispone la tradición del análisis
filosófico (sobre todo gracias al impresionante desarrollo de la lógica simbólica).
Rescher sostiene una filosofía que él mismo caracteriza como "idealismo
pragmático".
Según Rescher no basta con saber qué significa un término si no tenemos una
guía segura para aplicarlo. De ahí que considere importantísima la cuestión del
criterio de verdad: es allí donde una teoría coherentista se torna imprescindible.
Si las ideas de Rescher son plausibles, debido a que las teorías correspondentista
y coherentista de la verdad no son rivales sino complementarias e incluso
equivalentes. Mientras que para los positivistas lógicos, en especial para Neurath,
adoptar la teoría de la coherencia significó abandonar la teoría de la
correspondencia, la idea de Rescher es que este abandono es innecesario. Sobre
este particular se opuso a las ideas de Brand Blanshard quien, al igual que
Neurath, sostenía que ambas teorías eran incompatibles.
Características de la Coherencia de la Verdad.

Rescher propone una serie de rasgos característicos que no deben


faltar en una teoría coherentista adecuada, un conjunto de criterios
de adecuación para cualquier teoría aceptable de la coherencia de la
verdad; esos criterios son los siguientes:

•  La verdad de una proposición debe ser aseverada en términos de


su 'coherencia' con otras: si debe o no ser clasificada como verdadera
depende exclusivamente de sus relaciones de compatibilidad o de
conflicto con las demás, correspondientemente:

•  La verdad de una proposición es una cuestión contextual en el


sentido de que no puede establecerse la verdad de una proposición
aislada, sino sólo en conjunción con otras.

•  La verdad de las proposiciones depende crucialmente de cuestiones


de sistematización , es decir de sus concatenaciones lógicas con
otras, así:

•  Las verdades deben constituir un sistema que sea consistente y


cuyos miembros estén apropiadamente conectados: deben estar
interrelacionados de forma tal que su misma cohesión excluya otras
posibilidades.

•  Esta unidad sistemática debe ser lo suficientemente amplia como


para que incluya el dominio de los hechos reales; debe exhibir una
cierta completitud: nada debe ser omitido sin la debida garantía.

•  Sin embargo, una teoría coherentista debe ser tal que ciertas leyes
de la teoría clásica de la verdad no puedan ser aceptadas en su forma
tradicional. En general las leyes de Bivalencia y del Tercero Excluido
pueden ser mantenidas siempre y cuando sea en una forma
debilitada y restringida, y no en sus versiones clásicas fuertes.

Es importante notar que la coherencia de la que se habla incluye la


nota de la comprehensividad como esencial, en esto Rescher es fiel al
pensamiento de Bradley quien afirma: "coherence apart from
comprehensivness is not for me the test of truth or reality".

La coherencia sólo puede ser una guía segura hacia la verdad en la


medida en que el conjunto de data sea el más amplio de los
conjuntos consistentes posibles.

También es digna de nota la opción por una lógica amplia, que


permita a varios conjuntos de data convivir (disyuntivamente) como
alternativas posibles de verdad. Esto es así, según creo, porque al
partir de una masa inconsistente de data , no siempre tenemos los
medios de optar epistémicamente por un conjunto u otro: hay varias
sistematizaciones posibles de los data. Se trata a mi modo de ver, de
permitir -en el mundo "real" de datos fragmentarios- la indefinición
en la asignación de valores veritativos: la verdad yace en algún lugar
de la alternativa, aunque no podamos decidir en qué lugar como sería
lo ideal. Rescher se muestra así tolerante con respecto a la riqueza de
la lógica actual, que se abre en un arcoiris de sistemas para poder
abarcar la complejidad del discurso real.

La teoría de la coherencia está asociada a la concepción idealista de que la


verdad (y con ella la realidad de la que es característica) representa un todo
sistemático inclusivo no sólo consistente sino también interconectado. La
coherencia es un rasgo que las proposiciones no tienen en forma aislada sino
solamente en grupos de varias; "ser coherente con" ( 'to cohere' , en inglés, es
un verbo transitivo) expresa una relación de al menos dos términos que tiene
dos rasgos principales:

•  un mínimo obvio de consistencia (no contradicción)

•  Conexión (lazos de implicación lógica).

Tal como Rescher la entiende, la coherencia cumple un importante


rol regulativo: partimos de un conjunto

S={P1, P2, P3, .}

de proposiciones 'dadas', esto es, de data. Estos data no nos son dados como


verdaderos sino como candidatos-a-la-verdad (truth-candidates) en
competencia los unos con los otros. La coherencia es la herramienta que
permite poner orden en este caos, pasar de la inconsistencia a la consistencia
y del desorden al sistema. Todo ocurre como si estuviésemos en presencia de
un gigantesco rompecabezas y nos fueran dadas piezas sin garantía de que
encajen todas entre sí (piezas "correctas" y "superfluas"). Discriminar entre las
piezas que ensamblan y las imposibles de ensamblar es la actividad principal
que debemos afrontar y esta actividad no puede llevarse a cabo sin la
coherencia. Cuando decimos 'p' es verdadera, lo que decimos en realidad es:

'p' es más fácilmente co-sistematizable que 'no-p' dentro del conjunto total de
proposiciones tenidas por verdaderas.

Para Rescher la teoría de la coherencia está asociada a la concepción idealista


de que la verdad (y la realidad) representa un todo sistemático inclusivo no sólo
consistente sino también interconectado.
Las ventajas y desventajas del Coherentismo

La verdad como coherencia ideal, además de superar viejas antinomias entre


teorias rjvales, permite arrojar algo de luz en torno a las dificultades

Una conocida objeción a la teoría coherentista es la que formuló Bertrand


Russell: dado que tanto una creencia como su negación guardarán coherencia
con al menos un conjunto de creencias, creencias contradictorias pueden ser
juzgadas ciertas de acuerdo con la teoría coherentista. Pero dado que ambas
no pueden ser verdaderas al mismo tiempo (por ser contradictorias), se sigue
que la teoría no puede ser válida.
La mayoría de los teóricos de la coherencia no analizan todas las creencias
posibles, sino sólo aquellas que las personas realmente sostienen. En este
caso, el problema principal de la teoría de la coherencia de la verdad es cómo
especificar este conjunto particular, dado que la verdad de las creencias que
realmente se tienen sólo puede determinarse por medio de la coherencia.

La coherencia enraíza en la idea de sistema. Rescher rescata las ideas de F.


Bradley:

“Truth is an ideal expression of the Universe, at once coherent and


comprehensive. It must not conflict with itself, and there must be no suggestion
which fails to fall inside it. Perfect truth, in short, must realize the idea of a
systematic whole.”

La teoría de la coherencia está asociada a la concepción idealista de que la


verdad (y con ella la realidad de la que es característica) representa un todo
sistemático inclusivo no sólo consistente sino también interconectado. La
coherencia es un rasgo que las proposiciones no tienen en forma aislada sino
solamente en grupos de varias; "ser coherente con" ( 'to cohere' , en inglés, es
un verbo transitivo) expresa una relación de al menos dos términos que tiene
dos rasgos principales:

•  un mínimo obvio de consistencia (no contradicción)

•  Conexión (lazos de implicación lógica).

Tal como Rescher la entiende, la coherencia cumple un importante


rol regulativo: partimos de un conjunto

S={P1, P2, P3, .}

de proposiciones 'dadas', esto es, de data. Estos data no nos son dados como


verdaderos sino como candidatos-a-la-verdad (truth-candidates) en
competencia los unos con los otros. La coherencia es la herramienta que
permite poner orden en este caos, pasar de la inconsistencia a la consistencia
y del desorden al sistema. Todo ocurre como si estuviésemos en presencia de
un gigantesco rompecabezas y nos fueran dadas piezas sin garantía de que
encajen todas entre sí (piezas "correctas" y "superfluas"). Discriminar entre las
piezas que ensamblan y las imposibles de ensamblar es la actividad principal
que debemos afrontar y esta actividad no puede llevarse a cabo sin la
coherencia. Cuando decimos 'p' es verdadera, lo que decimos en realidad es:

'p' es más fácilmente co-sistematizable que 'no-p' dentro del conjunto total de
proposiciones tenidas por verdaderas.

Para Rescher la teoría de la coherencia está asociada a la concepción idealista


de que la verdad (y la realidad) representa un todo sistemático inclusivo no sólo
consistente sino también interconectado.

1. Hacia una criteriología de la verdad

Conviene distinguir cuidadosamente, según Rescher, el problema de la


definición de la verdad del problema del criterio de verdad. Si bien ambos
conceptos pueden estar en una estrecha relación desde el punto de vista
lógico, es necesario comprender que son distintos. Así, conocemos que una
substancia es ácida, por ej., gracias al empleo del papel de tornasol, aunque
ese empleo no nos diga qué es la acidez. Lo mismo ocurre con respecto a la
verdad, saber qué es la verdad es algo diferente de estar en posesión de un
test más o menos seguro que nos permita distinguir los
enunciados 6 verdaderos de los falsos. 7

Hilando más fino distingue todavía entre criterio garantizador y


criterio autorizador:

"One further important distinction must be recognized: the difference between


a guaranteeing criterion and an authorizing criterion. The issue is posed by the
question: 'What is the relationship between passing- the-criterion- for-being-an-
X and actually-being-an-X'" 8.

En el caso del criterio garantizador tenemos una seguridad absoluta de estar


en presencia del factor que buscamos debido a que la definición excluye
lógicamente la posibilidad de que no se dé el rasgo que identifica el criterio (es
o bien una definición o bien una consecuencia lógica de la definición). Así,
entre las figuras planas, la triangularidad es un criterio garantizador de la
trilateralidad. En cuanto al criterio autorizador, en el mejor de los casos,
proporciona una base razonable para afirmar que estamos en presencia del
factor buscado, pero esta garantía racional no es infalible; el principal motivo
para esta falta de seguridad es que el criterio autorizador no es una
consecuencia lógica de la definición.

Aclaremos este punto con una observación de S. Haack al respecto:


Pero ahora bien, ¿por qué, si cualquier definición proporciona un criterio
garantizador, deseamos siempre un criterio autorizador? Pienso que la
respuesta es más bien clara, pero difícil de expresar con precisión: si se desea
averiguar si se da x , querríamos, en el mejor de los casos, un indicador fiable
de la presencia de x que sea más fácil de descubrir que se dé que el mismo x .
Una definición proporciona un indicador que es perfectamente fiable, pero
exactamente tan difícil de descubrir que se dé como el mismo x ; un criterio
autorizador proporciona un indicador que puede resultar no del todo fiable, pero
que, a modo de compensación, es más fácil de descubrir que se dé. Por
ejemplo, podríamos considerar las manchas características como un criterio
autorizador del sarampión... 9

Respecto al tema que nos ocupa, la correspondencia de una proposición con


los hechos es la definición de 'verdad', y la coherencia es el criterio de la
misma. En el caso de una coherencia ideal, esto es, de una coherencia óptima
entre la proposición y una base de datos perfecta (completa y definitiva), la
coherencia sería un criterio garantizador de la verdad. Pero sabemos que las
condiciones epistémicas reales no son ideales, no poseemos una base de
datos perfecta sino fragmentaria, en estas condiciones la coherencia se
transforma en un criterio autorizador 10.

El hecho de que la coherencia (real) sea un criterio autorizador no va en


desmedro de su importancia como criterio, al contrario, es la mejor
aproximación disponible de la verdad y a medida que las condiciones
evidenciales se acercan a las ideales, pasa a ser un criterio garantizador
equivalente lógicamente a la definición misma de verdad, como veremos en
otro apartado.

1. a) Problemas de la Teoría Correspondentista.

La teoría correspondentista de la verdad, que cumple satisfactoriamente con la


tarea de explicitar la noción intuitiva de verdad, tiene algunas dificultades a la
hora de dar cuenta de la verdad de algunos enunciados en términos de
adecuación a los hechos. Rescher considera que la concepción tradicional de
la verdad tiene serias limitaciones por el lado de la aplicación y son
precisamente estas "debilidades" de la teoría las que le han hecho decidirse a
adoptar la versión coherentista, repitiendo en cierta medida la historia
neopositivista.

La confrontación con los hechos funciona bien -nos dice- en la esfera de la


observación y sus consecuencias, pero este buen funcionamiento fracasa en
los siguientes casos 11:

•  Las proposiciones genuinamente universales: ¿cómo podríamos confrontar


con los hechos una proposición universal y sus potencialmente infinitas
instancias? ('los leones- i.e . todos los leones pasados, presentes y futuros-
son carnívoros').

•  Las proposiciones acerca del pasado, donde los hechos que importan ya no
están disponibles.
•  Las proposiciones sobre probabilidades.

•  Las proposiciones donde aparecen los operadores modales de "necesidad" y


"posibilidad". Con respecto a las proposiciones necesarias de la lógica y la
matemática, no podemos establecer su verdad mirando a los hechos actuales.
En el caso de los enunciados verdaderos sobre posibilidad (inactualizada),
estamos en peores condiciones aún de fijar su verdad examinando los hechos
presentes.

•  Las proposiciones hipotéticas condicionales. Especialmente cuando sus


antecedentes son falsos.

A estas dificultades con tipos particulares de enunciados se agrega el hecho de


que, según Rescher, los correspondentistas nunca han proporcionado una
explicación satisfactoria sobre la 'correspondencia' misma. Ciertamente las
proposiciones están lejos de ser una copia especular del mundo, del mismo
modo que los mapas son muy diferentes de los terrenos y las partituras
musicales de su ejecución.

En este punto, Rescher no va más allá de observaciones similares hechas, por


ej., por William James en 1907 12:

Primariamente, sin duda, "adecuar" significa "copiar", aunque vemos que la


palabra "reloj" hace el mismo papel que la representación mental de su
mecanismo y que de muchas realidades nuestras ideas pueden ser solamente
símbolos y no copias. "Tiempo pasado", "fuerza", "espontaneidad", ¿Cómo
podrá nuestra mente copiar tales realidades?...Copiar una realidad es,
indudablemente, un modo muy importante de estar de acuerdo con ella, pero
está lejos de ser esencial...

Pero ¿es esta crítica decisiva en lo que respecta a la teoría de la


correspondencia en su conjunto? No lo creo. Más acertada me parece la
caracterización que hace de ella Alberto Moretti:

La idea tradicional de correspondencia es, o bien una isomorfía entre oraciones


y entidades externas o, por lo menos, una asociación global entre esos objetos.
Pero también un nexo de fundamentación desde aspectos del mundo (o del
mundo como totalidad) hacia las oraciones, y no a la inversa 13.

Lo que los partidarios de la correspondencia queremos preservar es


precisamente este nexo de fundamentación, es decir, el hecho de que el valor
veritativo (cualesquiera sean los portadores de verdad) depende de la realidad
y no del arbitrio del sujeto. Así lo entendía Aristóteles cuando dijo: "No eres
blanco porque pensemos verdaderamente que eres blanco, sino que ocurre
justamente lo contrario" (Met., 1051,b,5). Por lo tanto, nuestras proposiciones
podrían ser verdaderas (o falsas) independientemente de nuestro conocimiento
y de las posibilidades de acceso a su verdad. De este modo lo entiende
también Tarski cuando afirma: "La noción de verdad nunca coincide con la de
comprobabilidad; pues todas las oraciones comprobables son verdaderas, pero
hay oraciones verdaderas que no son comprobables" 14.
Por las dificultades enumeradas más arriba, Rescher considera que la teoría de
la correspondencia está mejor diseñada para contestar a la pregunta por el
significado del término verdadero, pero fracasa a la hora de sus múltiples
aplicaciones, es por ello que las otras teorías (tradicionalmente rivales) pueden
jugar un rol importante en espitemología 15.

1. b) La Coherencia como criterio de verdad.

La teoría de la Coherencia no ha sido históricamente una doctrina monolítica


sino que ha tenido formas significativamente diferentes, en particular -según
Rescher- las siguientes:

•  una doctrina metafísica acerca de la naturaleza de la realidad (que es un


sistema coherente).

•  una doctrina lógica acerca de la definición de verdad (que la verdad debe ser
definida en términos de coherencia de las proposiciones).

•  una doctrina lógico-epistemológica acerca del criterio principal (o último) de


verdad (que el test canónico de verdad consiste en la coherencia mutua de las
proposiciones).

Rescher no discute la primera de estas doctrinas sino que se interesa por las
dos últimas. Afirma aquí categóricamente que "coherence is certainly not
the meaning of truth" 16 haciéndose eco de la observación de Bradley acerca
de que la verdad para ser verdad debe ser verdadera de algo y este algo no es
en sí mismo verdad 17. Aquí el pensador de Pittsburgh encuentra la
articulación de ambas teorías:

The matter of 'correspondence to facts' tells us a great deal about what truth is ,
but can fail badly as a guide to what is true . On the other hand, the factor of
'coherence with other (suitably determined) propositions' does not really provide
a definition of truth, but is most helpful as a tool in the process of deciding
whether given propositions qualify as truths 18.

Es necesario examinar si la coherencia es un rasgo necesario de la verdad, si


es un test de la verdad, si es una parte de la definición o si es la totalidad de
ella. A menudo estas cuestiones no recibieron demasiada atención, según
Rescher, al menos hasta Blanshard quien enfáticamente aseveró que la
verdad consiste en la coherencia, ésta no es un rasgo de la verdad sino su
misma naturaleza. Pero este punto de vista tiene una dificultad insuperable:
¿sobre qué base lógica podemos asegurar que lo que es máxima u
óptimamente coherente debe ser el caso en la realidad? 19. Para Rescher, en
cambio, la antigua tesis de que una proposición verdadera debería estar de
acuerdo con los hechos pertinentes enuncia un rasgo necesario de la verdad
que ninguna teoría debería abandonar. 20 La coherencia no se sigue
lógicamente de esta caracterización, por ello prefiere adoptarla como un criterio
epistémicamente autorizador, un test generalmente efectivo de verdad.

1. c) "Qué es la Coherencia?"
La coherencia enraíza en la idea de sistema. Aquí Rescher rescata las ideas
de F. Bradley:

Truth is an ideal expression of the Universe, at once coherent and


comprehensive. It must not conflict with itself, and there must be no suggestion
which fails to fall inside it. Perfect truth, in short, must realize the idea of a
systematic whole 21.

La teoría de la coherencia está asociada a la concepción idealista de que la


verdad (y con ella la realidad de la que es característica) representa un todo
sistemático inclusivo no sólo consistente sino también interconectado. 22 La
coherencia es un rasgo que las proposiciones no tienen en forma aislada sino
solamente en grupos de varias; "ser coherente con" ( 'to cohere' , en inglés, es
un verbo transitivo) expresa una relación de al menos dos términos que tiene
dos rasgos principales:

•  un mínimo obvio de consistencia (no contradicción)

•  conexión (lazos de implicación lógica).

Tal como Rescher la entiende, la coherencia cumple un importante


rol regulativo : partimos de un conjunto

S={P1, P2, P3, .}

de proposiciones 'dadas', esto es, de data 23. Estos data no nos son dados


como verdaderos sino como candidatos-a-la-verdad (truth-candidates) en
competencia los unos con los otros. La coherencia es la herramienta que
permite poner orden en este caos, pasar de la inconsistencia a la consistencia
y del desorden al sistema. Todo ocurre como si estuviésemos en presencia de
un gigantesco rompecabezas y nos fueran dadas piezas sin garantía de que
encajen todas entre sí (piezas "correctas" y "superfluas"). Discriminar entre las
piezas que ensamblan y las imposibles de ensamblar es la actividad principal
que debemos afrontar y esta actividad no puede llevarse a cabo sin la
coherencia. Cuando decimos 'p' es verdadera, lo que decimos en realidad es:

'p' es más fácilmente co-sistematizable que 'no-p' dentro del conjunto total de
proposiciones tenidas por verdaderas.

1. d) Rasgos característicos de una Teoría de la Coherencia de la Verdad.

Rescher propone una serie de rasgos característicos que no deben faltar en


una teoría coherentista adecuada, un conjunto de criterios de adecuación para
cualquier teoría aceptable de la coherencia de la verdad; esos criterios son los
siguientes:

•  La verdad de una proposición debe ser aseverada en términos de su


'coherencia' con otras: si debe o no ser clasificada como verdadera depende
exclusivamente de sus relaciones de compatibilidad o de conflicto con las
demás, correspondientemente:
•  La verdad de una proposición es una cuestión contextual en el sentido de
que no puede establecerse la verdad de una proposición aislada, sino sólo en
conjunción con otras.

•  La verdad de las proposiciones depende crucialmente de cuestiones


de sistematización , es decir de sus concatenaciones lógicas con otras, así:

•  Las verdades deben constituir un sistema que sea consistente y cuyos


miembros estén apropiadamente conectados: deben estar interrelacionados de
forma tal que su misma cohesión excluya otras posibilidades.

•  Esta unidad sistemática debe ser lo suficientemente amplia como para que
incluya el dominio de los hechos reales; debe exhibir una cierta completitud:
nada debe ser omitido sin la debida garantía.

•  Sin embargo, una teoría coherentista debe ser tal que ciertas leyes de la
teoría clásica de la verdad no puedan ser aceptadas en su forma tradicional. En
general las leyes de Bivalencia y del Tercero Excluido pueden ser mantenidas
siempre y cuando sea en una forma debilitada y restringida, y no en sus
versiones clásicas fuertes 24.

Es importante notar que la coherencia de la que se habla incluye la nota de la


comprehensividad como esencial, en esto Rescher es fiel al pensamiento de
Bradley quien afirma: "coherence apart from comprehensivness is not for me
the test of truth or reality" 25.

La coherencia sólo puede ser una guía segura hacia la verdad en la medida en
que el conjunto de data sea el más amplio de los conjuntos consistentes
posibles.

También es digna de nota la opción por una lógica amplia, que permita a varios
conjuntos de data convivir (disyuntivamente) como alternativas posibles de
verdad. Esto es así, según creo, porque al partir de una masa inconsistente
de data , no siempre tenemos los medios de optar epistémicamente por un
conjunto u otro: hay varias sistematizaciones posibles de los data. Se trata a mi
modo de ver, de permitir -en el mundo "real" de datos fragmentarios- la
indefinición en la asignación de valores veritativos: la verdad yace en algún
lugar de la alternativa, aunque no podamos decidir en qué lugar como sería lo
ideal. Rescher se muestra así tolerante con respecto a la riqueza de la lógica
actual, que se abre en un arcoiris de sistemas para poder abarcar la
complejidad del discurso real.

2. La Verdad como Coherencia Ideal

Blanshard sostiene, como ya vimos, que la verdad consiste en la coherencia.


Él arguye que si ésta fuese un mero criterio, la grieta lógica que existe entre
definición y criterio (específicamente entre definición y criterio autorizador) sería
insalvable. No hay ninguna garantía (lógica) de que lo que es coherente deba
ser también verdadero; por ello reclama una continuidad entre definición y
criterio. Para responder a estas críticas Rescher escribió en 1985 el artículo "La
Verdad como Coherencia Ideal" donde afirma que

es posible demostrar rigurosamente que la verdad equivale a la coherencia


ideal (esto es, que la verdad de una proposición equivale de hecho a la
coherencia óptima de ésta con una base de datos ideal). Dado que están
efectivamente en condiciones de responder a este requisito de continuidad, los
coherentistas cumplen con lo exigido por la concepción tradicional de la verdad
como concordancia con los hechos ( adaequatio ad rem). 26

Rescher intenta demostrar que, si se considera a la coherencia desde una


perspectiva idealizada (coherencia óptima con una base de datos perfecta), se
pone de manifiesto el vínculo esencial entre la verdad y la coherencia; de esta
manera la coherencia quedaría legitimada como criterio de verdad. 27 Es por
esto que hay que poner en evidencia este vínculo esencial incluso para que
una teoría coherentista meramente criteriológica sea viable.

Lo que hay que demostrar es que las dos implicaciones siguientes valen para
todos los enunciados:

•  verdadero-------> idealmente coherente

•  idealmente coherente-------> verdadero

Pero ¿qué significa "ser coherente de forma óptima con una base de datos"?
(en símbolos: 'E' c B). Por un lado, quiere decir que la base de datos
es completa y comprehensiva , tanto como para poder permitirnos decidir entre
un enunciado 'E' o su negación '-E' (que 'E' o '-E' es coherente de forma óptima
con los datos). Esta base de datos debe ser además adecuada , lo que
significa atribuirle la capacidad de delimitar lo que es real. Así, si la base de
datos es perfecta y el enunciado es coherente de forma óptima con ella,
entonces lo que el enunciado afirma se da en la realidad, en símbolos:

Si perf(D), entonces: si 'E' c D, entonces, R(E) 28

Mientras "la completud exige capacidad para decidir , la adecuación


requiere facticidad . Estas condiciones son inherentes a la noción misma de
"perfección" de una base de datos" 29. Una base de datos perfecta es,
además, única:

Para todo enunciado 'E', si 'E'cB 1, entonces 'E'cB 2 30

De los requisitos arriba expuestos se sigue inmediatamente que B debe


satisfacer las condiciones expresadas en los siguientes principios:

(P1) 'E' c B------->R(E)

(por el requisito de adecuación, si 'E' es óptimamente coherente con la base de


datos perfecta (B), entonces debe darse realmente el estado de cosas 'E')
(P2) ¬('E' c B)------->'no-E' c B

(por el requisito de completud, si 'E' no es óptimamente coherente con B,


entonces se sigue que 'no-E' será óptimamente coherente con B)

Para Rescher la realidad tiene que "decidirse" entre 'R(E)' y 'R(no-E) porque
ello es inherente al significado mismo de "realidad". Vale entonces el principio
de tertium non datur:

(LTE) ¬R(E) si, y sólo si, R(no-E)

Veamos cómo se obtienen las Tesis I y II sobre estas bases:

Dado que la verdad (por definición) está sujeta al principio de concordancia con
los hechos, vale la siguiente afirmación:

(A) 'E' es verdadero------->R(E)

y dado el principio: (P1) 'E' c B------->R(E)

se sigue inmediatamente: 'E' c B------->'E' es verdadero

esta es la tesis II, que queda entonces demostrada. Resta ahora obtener la
tesis I:

Partimos del principio (P1), para el caso especial del estado de cosas no-E:

(1)  ¬R(no-E)------->¬('no-E' c B)

Por la Ley del tercio Excluso: (LTE) R(E)------->¬R(no-E)

De (1) se sigue: (2) R(E)-------> ¬('no-E c B)

Teniendo en cuenta (P2), de esto se sigue que:

R(E)------->'E' c B

Y, dado (A), llegamos a que: 'E' es verdadero -------> 'E' c B que es la tesis (I).

Llegamos así a una equivalencia entre la verdad como adecuación y la


coherencia ideal, con lo cual se cumple con el principio de continuidad
requerido por Blanshard entre definición y criterio, partiendo de los principios
relevantes generales que la cuestión requiere.

3. Conclusiones: verdad, objetividad y consenso.

El trabajo de Nicholas Rescher sorprende agradablemente por su sensatez en


lo tocante a la verdad, esta cualidad lo mantiene alejado de caer en las modas
filosóficas y le permite oponerse a ideas que ya circulan a manera de dogmas
entre los pensadores que en la actualidad tratan el tema de la verdad. Una de
esas libertades que se permite es la de insistir en el hecho de que la verdad,
para ser verdad, debe ser dependiente de los hechos, sean o no conocidos por
el hombre. Verdad "objetiva", verdad "genuina", son expresiones que utiliza sin
temor, aún a sabiendas de que no estamos en las condiciones epistémicas
ideales. Su idea es que el esfuerzo racional del hombre debe estar encaminado
a acortar la brecha entre verdad supuesta y verdad indubitable, ideal. A
diferencia de T.S. Kuhn, quien niega que la ciencia se aproxime en ningún
sentido a la verdad, Rescher afirma categóricamente que "la empresa científica
tiene como objetivo y aspiración final alcanzar la verdad genuina" 31.

Es más discutible su pretensión de equiparar coherencia y verdad, si lo logra


es, creo yo, porque previamente ha definido la coherencia en relación a una
base de datos "perfecta", comprehensiva con respecto a los hechos. En
general creo que entre los partidarios de la verdad correspondentista puede
aceptarse la coherencia como criterio sobre la base de otra tesis ontológica
"fuerte": la de que "lo real es racional". Sinceramente yo no veo cómo eludir
esta tesis fuerte a la hora de conectar verdad y coherencia. Así lo entendían
también famosos coherentistas como Hegel y Bradley. Y no es necesario ser
idealista para conceder esta tesis: dentro de la concepción de la verdad como
trascendental del ser -de la escolástica- se da también esta equiparación (entre
ser e inteligibilidad) sin necesidad de reducir el ser a la idealidad.

Dejando de lado esta opción de Rescher por evitar en lo posible la doctrina


metafísica de la coherencia, quisiera finalizar rescatando otra idea del pensador
norteamericano que es digna de nota. Se trata del papel que juega aquí el
consenso, o más bien del papel que no juega, respecto a la verdad. "En contra
de la demanda de consenso" hecha por Habermas, Rescher escribió en 1993
el libro Pluralism 32; en esta obra afirma que el consenso no constituye un
rasgo inherente a la definición de la verdad ni tampoco un criterio de ella. Dado
que la verdad "es una", es de esperar que, a medida que los hombres se
aproximan a la verdad, logran un acuerdo de las opiniones de unos y otros. Es
decir que el consenso está atado al vagón de la verdad, mas no a la inversa.
Trae en defensa de esta idea el ejemplo de la historia de la ciencia: es la
historia del cambio de mentalidades. Pensemos en el consenso que había
entre los científicos de hace tres siglos acerca de los humores de Galeno, el
éter o el espacio newtoniano absoluto... el progreso consiste en un cambio de
opinión, y no es de esperar que en futuro este progreso se detenga en un
acuerdo final. Dondequiera que miremos hay variedad y disenso, aún en las
ciencias "formales" 33.

A pesar de lo anterior, la ciencia no es una empresa fútil, en su búsqueda de


mayor adecuación empírica y de más y más coherencia, se acerca a la verdad
del mismo modo que un círculo dibujado puede acercarse al círculo perfecto.
Aceptar esta inadecuación, aún en medio del perenne ademán de apresar el
ideal, es aceptar nuestra condición humana.

1.1-.La evolución del Coherentismo


La teoría del coherentismo al estar vinculado a una interpretación más allá del mundo sensitivo,
nos remontamos aún viejo debate: La corriente “idealista” guiada por características racionales y
la corriente “materialista” guiada por un empirismo.

Para la comprensión acerca de una verdad inmutable, los presocráticos incursionaron en el campo
de la especulación filosófica, se hizo la distinción entre lo “aparente” y lo “real”- para los
presocráticos, la verdadera a naturaleza del cosmos no era tal como aparecía a los sentidos
humanos sino que se hallaba oculta detrás de la forma en que aparecía y solo era accesible a los
seres humanos mediante una manera más profunda y reflexiva de interpretarla.-Neil Turnbull
el coherentismo al ser una teoría de la justificación del conocimiento, parte de alcanzar una
verdad mediante un proceso de configuración de creencias detrás del mundo sensitivo.

Imaginemos que este sistema de creencias al igual que un cuadro se configura por todos sus
detalles hasta lanzarnos un imagen integra la cual se puede comprender o reflejar un
significado ,de la misma manera del coherentismo emana una concepción o interpretación del
mundo, mediante más clara se ha configuración de creencias, más concisa se desarrolla el
sistema de creencias, por esta vía estaremos acercándonos a la verdad.

El desenvolvimiento de la teoría coherentista se da de la mano de la “razón” como medio por la


cual alcanzamos un nivel superior de conocimiento esto implica

1.2-. Principales autores


Como los pensadores resaltantes acerca de la concepción guiada por la razón para dar a al
sistema de creencias del coherentismo una base para validar un conocimiento auténtico, nos
enfocamos en tres autores:

Platón habla del mundo de las ideas, hay una esencia inalterable, que llevamos en
nuestro interior estas son las ideas que antes de venir al mundo las concebimos, estas
pueden ser modelos auténticos que escapan a nuestros sentidos. Para vislumbrar la
autenticidad de las ideas será necesario utilizar la razón y no los sentidos las
matemáticas se validan por la razón, 4*4=16, un resultado matemático no se pone a
dudas en cambio un el color rojo es o no es rojo no tiene cabida a la Razón.

El mito de la caverna es una parábola que nos enseña cómo podemos vivir en las
sombras sin darnos cuenta que las figuras proyectadas son en verdad auténticas.

Immanuel Kant, hizo una clara separación entre la” cosa en sí” y la “cosa para mí”
nunca podremos saber del todo cómo son las cosas en sí. Sólo podemos saber cómo
las cosas aparecen ante nosotros. En cambio antes de cada experiencia podemos decir
algo sobre cómo las cosas son percibidas por la razón del hombre. (pág.395) copia

Georg Wilhelm Friedrich Hegel nació en Stuttgart en (1770-1881) vive el romanticismo


alemán en su prosperidad, este filósofo se centra en el estudio de la historia analiza
como se desencadenan las contradicciones y dan surgimiento a un nuevo
planteamiento Hegel denominaría este método en “dialéctica” este proceso se
dividiría en tres: tesis, antítesis y síntesis.
2-.La situación actual

BIBLIOGRAFÍA

Pinto, Silvio. Coherentismo versus confiabilismo. Revista de Filosofía revista. 2004; Volumen
(29):133-151. Disponible en:

https://revistas.ucm.es/index.php/RESF/article/viewFile/RESF0404220133A/9618

Hynes, Catalina. La teoría coherencial de la verdad de Nicholas.Instituto de


Epistemología.2003. Disponible en:

http://paideiapoliteia.com.ar/docs/ch004.htm

García, P., Salvatico L. ÁREA LOGICO-EPISTEMOLÓGICA DE LA ESCUELA DE FILOSOFÍA CENTRO


DE INVESTIGACIONES DE LA FACULTAD DE FILOSOFÍA Y HUMANIDADES UNIVERSIDAD
NACIONAL DE CÓRDOBA. EPISTEMOLOGÍA E HISTORIA DE LA CIENCIA. 2007;Volumen
(13).Disponible en:

https://rdu.unc.edu.ar/bitstream/handle/11086/3084/37-los%20%20ecos.pdf?sequence=1

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