Los Sacramentos
Los Sacramentos
Los Sacramentos
PRE-SACRAMENTAL
CURSO PRE-BAUTISMAL
PARA:
PAPAS Y PADRINOS
LOS SACRAMENTOS
EL BAUTISMO
INSTITUCIÓN DEL BAUTISMO (Mt 28, 16-20)
Por su parte, los once discípulos marcharon a Galilea, al monte que Jesús
les había indicado. Y al verle le adoraron; algunos sin embargo dudaron.
Jesús se acercó a ellos y les habló así: «Me ha sido dado todo poder en el
cielo y en la tierra. Id, pues, y haced discípulos a todas las gentes
bautizándolas en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, y
enseñándoles a guardar todo lo que yo os he mandado. Y he aquí que yo
estoy con vosotros todos los días hasta el fin del mundo.
MENSAJE:
El fruto del bautismo, o gracia bautismal, es una realidad rica que
comprende: el perdón del pecado original y de todos los pecados
personales; el nacimiento a la vida nueva, por la cual el hombre es hecho
hijo adoptivo del padre, miembro de Cristo, templo del Espíritu Santo. Por la
acción misma del bautismo, el bautizado es incorporado a la Iglesia, cuerpo
de Cristo, y hecho participe del sacerdocio de Cristo.
El bautismo no es un sacramento que se recibe, y allí se acaba todo. No es
una acción concluida. Todo lo contrario. El bautismo inicia una dinámica
diaria: responder a lo que es ser hijo de Dios.
El bautismo compromete totalmente la vida de quien lo recibe; es un
sacramento que hay que vivir cada día, cada hora, cada minuto, cada
instante; un sacramento que nos hace solidarios con la vida y la muerte de
Jesús. San Pablo nos dice en su carta a los creyentes de la ciudad de
Roma:
“¿O es que ustedes ignoran que cuantos fuimos bautizados en Cristo
Jesús, fuimos bautizados en su muerte? Fuimos, pues, con el sepultados
por el bautismo en la muerte, a fin de que, al igual que Cristo fue resucitado
de entre los muertos por medio de la Gloria del Padre, así también nosotros
vivamos una vida nueva” (Romanos 6, 3-4)
Bautizar es una palabra griega que significa “sumergir” bautizarse es
sumergirse en la muerte de Jesús, para resucitar con él a una vida nueva,
la vida de la gracia, la vida de Dios.
Esto quiere decir que quien recibe el bautismo no puede ser ya una
persona cualquiera, sino que tiene que hacerse uno con Jesús crucificado y
resucitado; un hombre nuevo, un hombre de Dios, y, por lo tanto, vivir como
Jesús vivió, entregarse como él se entregó, servir como él sirvió, amar
como el amo.
“los que han sido incorporados a Cristo por el bautismo, se han revestido
de Cristo” (Gálatas 3, 27).
CONFESIÓN
PODER DE PERDONAR PECADOS (Jn 20, 19-23)
"Al atardecer de aquel día, el primero de la semana, estando cerradas, por
miedo a los judíos, las puertas del lugar donde se encontraban los
discípulos, se presentó Jesús en medio de ellos y les dijo: «La paz con
vosotros.» Dicho esto, les mostró las manos y el costado. Los discípulos se
alegraron de ver al Seño. Jesús les dijo otra vez: «La paz con vosotros.
Como el Padre me envió, también yo os envío.» Dicho esto, sopló sobre
ellos y les dijo: «Recibid el Espíritu Santo. A quienes perdonéis los
pecados, les quedan perdonados; a quienes se los retengáis, les quedan
retenidos.»"
MENSAJE
El movimiento de retorno a Dios, llamado conversión y arrepentimiento,
implica un dolor y una aversión respecto a los pecados cometidos, y el
propósito firme de no volver a pecar. La conversión, por tanto, mira al
pasado y al futuro; se nutre de la esperanza en la misericordia divina.
PRIMERA COMUNIÓN
INSTITUCIÓN DE LA EUCARISTÍA (Lc 22, 14-20)
"Cuando llegó la hora, se puso a la mesa con los apóstoles; y les dijo: «Con
ansia he deseado comer esta Pascua con vosotros antes de padecer;
porque os digo que ya no la comeré más hasta que halle su cumplimiento
en el Reino de Dios.» Y recibiendo una copa, dadas las gracias, dijo:
«Tomad esto y repartidlo entre vosotros; porque os digo que, a partir de
este momento, no beberé del producto de la vid hasta que llegue el Reino
de Dios.» Tomó luego pan, y, dadas las gracias, lo partió y se lo dio
diciendo: Este es mi cuerpo que es entregado por vosotros; haced esto en
recuerdo mío.» De igual modo, después de cenar, la copa, diciendo: «Esta
copa es la Nueva Alianza en mi sangre, que es derramada por vosotros."
MENSAJE
La Eucaristía es el corazón y la cumbre de la Iglesia, pues en ella Cristo
asocia su Iglesia y todos sus miembros a su sacrificio de alabanza y acción
de gracias ofrecido una vez por todos en la cruz a su padre; por medio de
este sacrificio derrama las gracias de la salvación sobre su cuerpo, que es
la Iglesia.
CONFIRMACIÓN
LA PROMESA DEL ESPÍRITU SANTO (Jn 14, 12-17)
"En verdad, en verdad os digo: el que crea en mí, hará él también las obras
que yo hago, y hará mayores aún, porque yo voy al Padre. Y todo lo que
pidáis en mi nombre, yo lo haré, para que el Padre sea glorificado en el
Hijo. Si me pedís algo en mi nombre, yo lo haré. Si me amáis, guardaréis
mis mandamientos; y yo pediré al Padre y os dará otro Paráclito, para que
esté con vosotros para siempre, el Espíritu de la verdad, a quien el mundo
no puede recibir, porque no le ve ni le conoce. Pero vosotros le conocéis,
porque mora con vosotros."
MENSAJE
La confirmación perfecciona la gracia bautismal; es el sacramento que da el
Espíritu Santo para enraizarnos más profundamente en la filiación divina,
incorporarnos más firmemente a Cristo, hacer más sólido nuestro vínculo
con la Iglesia, asociarnos todavía más a su misión y ayudarnos a dar
testimonio de la fe cristiana por la palabra acompañada de las obras.
MATRIMONIO
La indisolubilidad del matrimonio (Mt 19, 3-7)
"Y se le acercaron unos fariseos que, para ponerle a prueba, le dijeron:
«¿Puede uno repudiar a su mujer por un motivo cualquiera?» El respondió:
«¿No han leído que el Creador, desde el comienzo, los hizo varón y
hembra, y que dijo: ¡Por eso dejará el hombre a su padre y a su madre y se
unirá a su mujer, y los dos se harán una sola carne! De manera que ya no
son dos, sino una sola carne. Pues bien, lo que Dios unió no lo separe el
hombre.»"
MENSAJE
La alianza matrimonial, por la que un hombre y una mujer constituyen una
íntima comunidad de vida y de amor, fue fundada y dotada de sus leyes
propias por el creador. Por su naturaleza esta ordenada al bien de los
cónyuges, así como a la generación y educación de los hijos. Entre
bautizados, el matrimonio ha sido elevado por Cristo Señor a la dignidad de
sacramento.
ORDEN SACERDOTAL
Institución de los doce (Mc 3, 13-19)
"Subió al monte y llamó a los que él quiso; y vinieron donde él. Instituyó
Doce, para que estuvieran con él, y para enviarlos a predicar con poder de
expulsar los demonios. Instituyó a los Doce y puso a Simón el nombre de
Pedro; a
Santiago el de Zebedeo y a Juan, el hermano de Santiago, a quienes puso
por nombre Boanerges, es decir, hijos del trueno; a Andrés, Felipe,
Bartolomé, Mateo, Tomás, Santiago el de Alfeo, Tadeo, Simón el Cananeo
y Judas Iscariote, el mismo que le entregó."
MENSAJE
La Iglesia entera es un pueblo sacerdotal. Por el bautismo, todos los fieles
participan del sacerdocio de Cristo. Esta participación se llama “sacerdocio
común de los fieles”. A partir de este sacerdocio y al servicio del mismo
existe otra participación en la misión de Cristo: la del ministerio conferido
por el sacramento del orden, cuya tarea es servir en nombre y en la
representación de Cristo cabeza en medio de la comunidad.
MENSAJE
El sacramento de la unción de los enfermos tiene por fin conferir una gracia
especial al cristiano que experimenta las dificultades inherentes al estado
de enfermedad grave o de vejez. El tiempo oportuno para recibir la Santa
Unción llega ciertamente cuando el fiel comienza a encontrarse en peligro
de muerte por causa de enfermedad o de vejez.
EL BAUTISMO
Muchos miran el bautismo como una especie de iniciación social y casi
como un pretexto para una reunión o fiesta familiar. Pero es mucho más, es
el inicio de la participación de la vida divina. Otros lo miran como un
requisito, pero el bautismo no es un pasaporte a la eternidad, como si fuera
una credencial o un boleto que nos acredite para participar en eventos
religiosos, pero el bautismo, es más: un regalo de divinidad y un
compromiso personal de sumarnos a la propuesta de Jesús. Cada día
deberíamos renovar los compromisos bautismales. Bastaría que
recordáramos las renuncias a vivir en un mundo de pecado, de egoísmo y
de muerte, y asumiéramos los compromisos de creer un Dios Padre, de
unirnos a su Hijo Jesús y de dejarnos conducir por Dios Espíritu Santo.
PARA RESPONDER
¿Qué sentido le hemos dado a nuestro bautismo?
¿Cómo estoy viviendo mi dignidad de Hijo de Dios?
¿Cómo respeto mi persona y la de los demás, sabiendo que es templo
del Espíritu Santo?
¡LO MÁS IMPORTANTE DEL BAUTISMO!
Conozcan Celebren
GÁLATAS 3, 26-29
Pues todos sois hijos de Dios por la fe en Cristo Jesús. En efecto, todos los
bautizados en Cristo os habéis revestido de Cristo: ya no hay judío ni
griego; ni esclavo ni libre; ni hombre ni mujer, ya que todos vosotros sois
uno en Cristo Jesús.
ANALICEMOS NUESTRA FE
¿PADRINOS?
SIGNOS BAUTISMALES
LA CRUZ
Signo de salvación. Jesús murió crucificado y la cruz fue instrumento de
redención. Aparece al comienzo de la celebración marcada en la frente del
que será bautizado como señal de pertenencia a Cristo y de aceptación en
la vida de la Iglesia.
AGUA
EL SANTO CRISMA
Aceite perfumado y consagrado con el que se marca al bautizado para que
viva sólo para Dios. El bautizado es perfumado para que vaya por el mundo
exhalando el buen olor de Cristo con el testimonio de su vida. Esta unción
es lo que lo consagra Sacerdote, Profeta y Rey.
VESTIDURA BLANCA
LUZ
Cirio encendido. Representa a Cristo resucitado, Señor de la vida. Así como Cristo es
Luz, el cristiano debe ser luz con el ejemplo de su vida.