11-2020-01530-00 Desierto - Javier e PDF

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AROLDO WILSON QUIROZ MONSALVO

Magistrado ponente

STC5178-2020
Radicación n° 11001-02-03-000-2020-01530-00
(Aprobado en sesión virtual de cinco de agosto de dos mil veinte)

Bogotá, D.C., cinco (5) de agosto de dos mil veinte (2020).

Se decide la acción de tutela instaurada por Uner


Augusto Becerra Largo contra la Sala Civil-Familia del
Tribunal Superior del Distrito Judicial de Pereira y el
Procurador Delegado en Acciones Populares, trámite al cual se
vinculó a las partes e intervinientes en el proceso que originó
la queja.

ANTECEDENTES

1. El promotor del amparo reclamó la protección de su


derecho fundamental al debido proceso, que dice vulnerado
por los accionados, por lo que pidió (i) se prescriba a la sede
judicial acusada que «desate la alzada presentada»; y (ii) «se
ordene al procurador delegado en acciones populares que
pruebe si solicitó nulidad o recurso alguno en derecho, del auto
que decretó desierta la alzada».
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2. Son hechos relevantes para la definición de este asunto


los siguientes:

2.1. Uner Augusto Becerra Largo promovió acción


popular en contra de Bancamía SA (radicación 2019-00052),
que, agotadas las fases pertinentes, fue desestimada por el
Juzgado Civil del Circuito de Santa Rosa de Cabal con
sentencia del 21 de agosto de 2019, decisión que apeló Javier
Elías Arias Idárraga, quien fue reconocido como coadyuvante
en el asunto criticado.

2.2. Admitida la alzada, se fijó fecha para audiencia de


sustentación y fallo, a la que no asistió el apelante, por lo que
se declaró desierto el recurso, el 9 de junio de estas calendas.

2.3. Expresó el actor popular que la sede judicial


accionada «decide declarar desierta la alzada, desconociendo
abiertamente [el artículo] 37 [de la] ley 472 de 1998…» y que
«olvida que la… CSJ SC LABORAL (sic) le ha ordenado a
saciedad que de tramite a las alzadas en acciones populares
que ya se encuentran sustentadas ante el juzgador a quo y sin
que pueda obligar a una doble sustentación».

2.4. Agregó que «el procurador delegado en acciones


populares no presenta recursos en derecho a fin que se aplique
art (sic) 37 ley 472 de 1998 y no puedan decretar desierta la
alzada en una acción CONSTITUCIONAL como lo es la acción
popular…».

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3. La Corte admitió la demanda de amparo, ordenó librar


las comunicaciones de rigor y pidió rendir los informes a que
alude el artículo 19 del Decreto 2591 de 1991.

RESPUESTAS DEL ACCIONADO Y VINCULADOS

1. La Sala Civil-Familia del Tribunal Superior del Distrito


Judicial de Pereira remitió copias del juicio criticado y,
además, tras destacar las actuaciones adelantadas en el
mismo, dijo atenerse «a lo decidido y acontecido en el proceso».

2. La Defensoría del Pueblo -Regional Risaralda- expresó


que «las pretensiones enunciadas por el accionante no vinculan
a [esa] entidad y su resolución no se encuentra dentro de [sus]
competencias, por lo cual… no ha vulnerado o lesionado derecho
fundamental alguno del accionante».

3. La Procuradora 1 Judicial II Asuntos Civiles de Bogotá


solicitó negar el resguardo, «comoquiera que no ha vulnerado
ningún derecho fundamental al tutelista (sic)».

4. Al momento de someterse al conocimiento de la Sala el


presente asunto, no se habían recibido respuestas adicionales.

CONSIDERACIONES

1. Conforme al artículo 86 de la Constitución Política, la


acción de tutela es un mecanismo jurídico concebido para
proteger los derechos fundamentales, cuando son vulnerados
o amenazados por los actos u omisiones de las autoridades

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públicas, en determinadas hipótesis, de los particulares, cuya


naturaleza subsidiaria y residual no permite sustituir o
desplazar a los jueces funcionalmente competentes, ni los
medios comunes de defensa judicial.

Por lineamiento jurisprudencial, en tratándose de


actuaciones y providencias judiciales, el resguardo procede de
manera excepcional y limitado a la presencia de una
irrefutable vía de hecho, cuando «el proceder ilegítimo no es
dable removerlo a través de los medios ordinarios previstos en
la ley» (CSJ STC 11 may. 2001, rad. nº 11001-22-03-000-
2001-00183-01); y por supuesto, se cumpla el requisito de la
inmediatez.

2. De lo expuesto en la demanda de tutela, concluye la


Corte que el accionante cuestiona el proveído de 9 de junio de
la anualidad que avanza, mediante el cual el Tribunal acusado
declaró desierta la alzada formulada frente al fallo dictado el
21 de agosto de 2019 por el Juzgado Civil del Circuito de Santa
Rosa de Cabal.

En este orden de ideas, esta acción constitucional carece


de vocación de prosperidad, habida cuenta que esta
Corporación tuvo la oportunidad de pronunciarse en relación
con la sustentación de la apelación de sentencias, en el marco
del Código General del Proceso, sobre lo cual precisó lo
siguiente:

… tampoco resulta correcto sostener, como lo hace el tutelante, que


las cuestiones aducidas en el escrito con el cual formuló la apelación
contra el fallo del a quo eran suficientes para darle curso.

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Lo esgrimido porque como lo ha aseverado esta Corte en recientes


oportunidades, quien apela una sentencia no sólo debe aducir de
manera breve sus reparos concretos respecto de esa decisión, sino
acudir ante el superior para sustentar allí ese remedio, apoyado,
justamente, en esos cuestionamientos puntuales.

(…)

4. De lo hasta ahora recapitulado, se infiere que tratándose de autos


esta Sala ha identificado como fases del recurso de apelación, en
primera instancia: interposición del recurso, sustentación, traslados
de rigor y concesión; y, en segunda: la inadmisión o admisión y
decisión. Para las sentencias, en primera instancia; interposición,
formulación de los reparos concretos y concesión; y, en segunda,
admisión o inadmisión con su ejecutoria, fijación de audiencia con la
eventual fase probatoria, sustentación oral y sentencia.

Por tanto, ningún desafuero se encuentra en la decisión del Tribunal


relativa a declarar la deserción de la alzada propuesta por el
tutelante, pues, se insiste, de un lado, aquél debió consultar el
expediente de manera directa para enterarse de las determinaciones
allí adoptadas, tales como la fecha para la audiencia de
sustentación de su recurso y, de otro, por cuanto le correspondía
acudir a esa diligencia y fundamentar el remedio vertical ante el
superior, tal y como lo prevé el reseñado canon 322 ídem.

5. Sobre ese último aspecto, esta Corte estima pertinente señalar que
el vigente Estatuto Procedimental Civil, en su Título Preliminar,
establece sin ambigüedad la forma en la cual deben surtirse las
actuaciones judiciales, esto es, de manera “(…) oral, pública y en
audiencias (…)”1, como principio neural del sistema procesal
orientador en toda la Ley 1564 de 2012.

Esa circunstancia conlleva un cambio en la estructura de los


decursos seguidos tradicionalmente por escrito y les impone a los
usuarios de la administración de justicia modificar su
comportamiento, pues ahora, entre otras cuestiones, están
compelidos a presentarse personalmente ante el juez para exponerle
sus argumentos (CSJ STC8909-2017).

1 “(…) Artículo 3°. PROCESO ORAL Y POR AUDIENCIAS. Las actuaciones se cumplirán en
forma oral, pública y en audiencias, salvo las que expresamente se autorice realizar por
escrito o estén amparadas por reserva (…)”.

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Sobre el particular, la Corte Constitucional destacó que:

En lo relacionado con el trámite del recurso de alzada contra


sentencias, es del caso anotar que el estatuto procesal civil en su
artículo 327 precisa que “[e]jecutoriado el auto que admite la
apelación, el juez convocará a la audiencia de sustentación y fallo.
Si decreta pruebas, estas se practicarán en la misma audiencia, y a
continuación se oirán las alegaciones de las partes y se dictará
sentencia de conformidad con la regla general prevista en este
código.” (…).

Bajo ese contexto, el numeral 3º del artículo 322 ibídem preceptúa


que “[c]uando se apele una sentencia, el apelante, al momento de
interponer el recurso en la audiencia, si hubiere sido proferida en
ella, o dentro de los tres (3) días siguientes a su finalización o a la
notificación de la que hubiere sido dictada por fuera de audiencia,
deberá precisar, de manera breve, los reparos concretos que le hace
a la decisión, sobre los cuales versará la sustentación que hará ante
el superior (…)”.

Seguidamente, dicha disposición dispone que “si el apelante de un


auto no sustenta el recurso en debida forma y de manera oportuna,
el juez de primera instancia lo declarará desierto. La misma decisión
adoptará cuando no se precisen los reparos a la sentencia apelada,
en la forma prevista en este numeral. El juez de segunda instancia
declarara desierto el recurso de apelación contra una sentencia que
no hubiere sido sustentado.” (…).

28. De acuerdo a los mencionados artículos del Código General del


Proceso es preciso indicar que debido a la importancia que reviste la
audiencia de sustentación y fallo, el legislador contempló como
sanción la deserción de la apelación, quedando con ello clausurada
la segunda instancia y terminado el proceso…

30. En ese sentido, el CGP dispuso que los medios de impugnación


procedentes contra providencias dictadas en el marco de un proceso
deben interponerse de manera inmediata una vez las partes y
demás intervinientes sean notificadas de la decisión proferida por el
fallador. En concordancia con ello, solo podrá darse trámite al
recurso que se invoque por el interesado si el mismo se
presenta de manera personal, verbal y se sustenta en debida

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forma ante la autoridad judicial que esté conociendo del caso,


so pena de que el mismo se declare desierto y, en
consecuencia, sea rechazado.

32. En suma, la declaratoria de desierto del recurso surge como un


castigo impuesto al apelante por no cumplir con una carga procesal
de vital importancia, lo que trae como consecuencia no dar trámite al
recurso vertical impidiéndose el conocimiento del asunto en segunda
instancia. -Resaltado ajeno al texto- (CC T-195/19).

Bajo esa perspectiva, es claro que la decisión del Tribunal


al declarar desierta la alzada, ante la inasistencia de la parte
recurrente a la audiencia fijada para su sustentación, resulta
acorde con los mandatos imperativos consagrados en el
artículo 322 (inciso 4º, numeral 3º) del Código General del
Proceso, lo que descarta la vulneración de los derechos, cuya
protección reclamó el actor.

3. Cabe añadir que, si el quejoso considera que existe


alguna actuación irregular por parte del Procurador Delegado,
está a su alcance ponerla en conocimiento de las autoridades
respectivas, asumiendo su responsabilidad por las
consecuencias derivadas de ello.

Frente a dicho punto, esta Corporación ha expresado:

… es preciso indicar que si el aquí convocante estima que alguno de


los intervinientes incurrió en conductas disciplinarias y penales que
deben averiguarse, y cuenta con los elementos y argumentos
necesarios para sostener su denuncia, está facultado para radicar
en forma directa la noticia criminal o sancionatoria respectiva,
haciéndose por supuesto responsable de su gestión y
consecuencias. Sobre el punto ha dicho la Sala: ‘En relación a la
petición de compulsar copias a la Fiscalía General de la Nación, el
peticionario queda en plena libertad de formular la correspondiente

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denuncia penal toda vez que no se cuentan con los elementos de


juicio para determinar la existencia de un delito… (CSJ
STC13871-2016 y STC14669-2016).

4. Lo anterior impone denegar la protección pedida.

DECISIÓN

Con fundamento en lo expuesto, la Corte Suprema de


Justicia, en Sala de Casación Civil, administrando Justicia en
nombre de la República y por autoridad de la Ley, deniega el
amparo solicitado.

Comuníquese por el medio más expedito a los interesados


y, si la decisión no es impugnada, remítase el expediente a la
Corte Constitucional para su eventual revisión.

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