5 Irrupción Del Coloquialismo en Internet
5 Irrupción Del Coloquialismo en Internet
5 Irrupción Del Coloquialismo en Internet
1. Introducción
Estamos asistiendo a una transformación en todos los órdenes de la vida —y, sobre todo,
en el de la comunicación— gracias a la revolución tecnológica que ha venido gestándose
a lo largo de los siglos y, con mayor intensidad e impacto, en el XX. Habría que decir que
la electrónica ha originado una auténtica modificación de las tradiciones más arraigadas
mediante el aprovechamiento y el ajuste de las ondas hertzianas, de los satélites
espaciales, del láser, de la fibra óptica, de los chips o de los microchips
(microprocesadores), de la videocámara, del vídeo, de la televisión digital, del teléfono
celular, del CD-ROM, del DVD, de la cibernética, de las redes de información (Internet),
del escáner, del módem y de la webcam (incorporación de la cámara al ordenador).
Estamos en la era de la comunicación electrónica, es decir, de la comunicación sin
fronteras, sólo limitadas por las barreras que nos impone la exigencia de adaptarse a las
reglas propias de las nuevas técnicas en cada momento.
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permanente. A ella remitimos cuando nos interesa conocer lo que no hemos visto ni
hemos vivido ni experimentado.
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corresponden, al igual que sucede entre la representación gráfica (letra, tilde y
puntuación) y la expresión fónica (sonido distintivo o fonema, acento, entonación y
pausas). «Nunca ha habido escritura sin oralidad», dice W. J. Ong9, y añade: «el habla
es inseparable de nuestra conciencia». La escritura intensifica la oralidad. Ambas se sitúan
en planos diferentes, según J. J. de Bustos10, aunque «no estén forzosamente disociados».
Eso sí, hay una gradualidad en el manejo de las técnicas de escritura: si en el mundo
clásico la técnica de la escritura estaba asociada a la retórica y con la imprenta el texto
escrito se difunde hasta adquirir el formato de libro comercial, con la escritura electrónica
los textos se multiplican gracias a la manipulación digital.
La conversación habría que entenderla como una actividad oral de carácter interactivo
organizada en turnos19 de habla y como una manifestación de la oralidad con
características situacionales y contextuales propias. La proximidad entre la comunicación
oral y la escrita está marcada por la tradición histórico-literaria que responde al intento
de escribir de la manera llana y natural del habla cotidiana. Desde el intento de Juan Ruiz
por reproducir el habla popular del castellano medieval en el Libro de Buen Amor se ha
venido repitiendo la máxima en la rica trayectoria de la literatura escrita en el español
que compartimos: La Celestina, el Lazarillo, el Quijote, La Busca, La Colmena, El
Jarama, Cien años de soledad, La ciudad y los perros, etc., hasta tal punto que muchas
novelas se analizan y se catalogan con el rasgo de coloquiales. Habría que entender la
cercanía entre lengua hablada y escrita como un intento de nivelación por el sentido
democratizador generado en la sociedad de nuestro tiempo. A este respecto podemos
decir que hay una relación estrecha y una implicación interdependiente entre oralidad y
escrituridad e incluso un trasvase de una a otra de manera constante. Cabe reconocer
que ambas modalidades —oral y escrita— responden a espacios comunicativos distintos,
tal como lo entiende P. Chauraudeau, para quien el espacio de la escritura es obra del
sujeto hablante y el espacio de la oralidad corresponde a un mundo compartido al menos
entre dos. Para A. L. García20 hay manifestaciones de conciencia metalingüística
ortofónica que las aproxima: los ideófonos, como correlatos de los ideogramas (tics
3
verbales); los tipos de fonía, como correlatos de tipos de letras; los intervalos pausales,
como correlatos puntuarios; y el multilingüismo fónico, como correlato icónico-simbólico.
De ahí deduce que la oralidad sólo es posible con un código metalingüístico implícito que
se representa mediante un cierto tipo de metalenguaje explícito.
También se acepta que en los textos escritos permanece el habla, como forma de
comunicación en el tiempo y en el espacio reflejado por un solo sujeto. Cabe, entonces,
hablar de textualización en el discurso conversacional cuando se recurre en la codificación
del texto oral a rasgos textualizadores de carácter gramatical, semántico y pragmático,
como construcción sintáctica, fraseología, variedad léxica, precisión, referencia y deixis.
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situacionales y contextuales, que determinan la estructura de la comunicación, entre
ellos: la deixis, la referencia, la intención, la inferencia, la cohesión, las presuposiciones
y las implicaturas28. Es en el acto de conversar donde mejor concurren la mayor parte de
los fenómenos pragmáticos, porque requiere interactuar, negociar, argumentar y
cooperar (Briz, 1998:44).
En todo acto discursivo —oral o escrito— hay una relación interlocutiva que puede
aproximarse o distanciarse de una u otra en función del grado de coloquialidad o
textualidad que contenga en cada momento. La oralidad y la escrituridad están vinculadas
a las tradiciones textuales más enraizadas en la historia cultural. En todas las épocas ha
habido interés por plasmar la oralidad en el texto escrito como reflejo de modos de vida
y costumbres de los pueblos. Con el desarrollo de las nuevas tecnologías se ha fomentado
esta tendencia de seguir la máxima de «escribo como hablo» e incluso, yendo más lejos,
«escribo como pienso». Habrá que recurrir a las variaciones de uso de la lengua y a las
peculiaridades de estilo del habla reflejadas en el espacio del texto escrito. En este
proceso de imbricación niveladora quizá se vislumbre un nuevo registro que sintetiza
formas procedentes de otros tantos registros, modalidades e innovaciones idiomáticas.
Pero, aunque estamos asistiendo a una transformación en las técnicas de comunicación,
acierta W. J. Ong (1996:84-85, 130) cuando manifiesta que «lo que ve el lector son
símbolos codificados que evocan en su conciencia palabras reales». Considera la escritura
como un sistema secundario de modelado al que califica de «tecnología». En realidad, la
técnica de la escritura permite la comunicación sin la presencia inmediata de los
interlocutores que precisa la oralidad ni la distancia espacio-temporal. La diferencia entre
la escritura tradicional y la electrónica estriba en que la primera es estable, en tanto que
la segunda es cambiante e incluso virtual. El procesador informático facilita la alteración
en el proceso de codificación y descodificación textual. La red de Internet y de telefonía
móvil nos predispone a la confección de una escritura que reactualiza la comunicación de
base oralizada. A esta operación, siguiendo el planteamiento de Ong (1996:134), habría
que llamarla «oralidad electrónica». Esto propicia una forma nueva de composición
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tipográfica en relación con el procesamiento, la distribución y el manejo de la palabra
situada en un entorno espacial y en un soporte, distintos.
Desde hace unos cuantos años nos hemos familiarizado con sistemas de grabación y
reproducción en vídeo, CD-ROM34, memoria RAM35, memoria ROM36, DVD37, sonido
estéreo, sonido tridimensional, imagen digital... y, sobre todo, con la telefonía móvil e
Internet, vías de conexión a distancia y medios de relación multiculturales (cibercultura)
y globalizadores (ciberespacio). Los usuarios nos hemos convertido
en internautas, movilautas y cibernautas, al contar con la existencia de la realidad
virtual. La integración de aplicaciones de distintas tecnologías como ordenador, telefonía,
televisión, vídeo, DVD, módem e Internet nos permite navegar por las autopistas de la
información o superautopistas de la información, siguiendo el criterio norteamericano de
liberalizar todos los servicios de comunicación existentes.
La red de Internet38 y las demás tecnologías se han convertido en una fuente inagotable
de recursos, medios y campos de referencia. Y es la lengua el instrumento capaz de
amoldarse a los usuarios mediante la integración de procedimientos léxicos tomados de
registros idiomáticos diferentes; procesos lingüísticos propios (acronimia, abreviaciones,
cambios de significado de palabras usuales, configuraciones morfológicas, formas siglares,
palabras y expresiones coloquiales...); incorporación de tecnicismos y de palabras
préstamo —principalmente anglicismos—; procedimientos innovadores mediante
símbolos, iconos, códigos gráficos, tipográficos, alfanuméricos, puntuarios, alteraciones
de las formas y del espacio de la escritura...; y otros que reflejan la libertad creativa y
expresiva de los hablantes.
Pero la lengua es el vehículo que mejor refleja todos los recursos, movimientos y cambios
que ofrece la tecnología de la información. Las nuevas tecnologías nos brindan vías de
comunicación más rápidas que las tradicionales (telegrama, fax o carta). Desde Internet
podemos consultar o copiar páginas web y establecer comunicaciones interactivas. A
través de la telefonía móvil39 conectamos con otros usuarios o navegamos por Internet si
están provistos de tecnología WAP40, lo que ha llevado a utilizar los SMS41 habituales entre
quienes manejan el móvil. Precisamente es en los correos electrónicos, en las
páginas web42, en los chats43 y en los SMS donde la lengua adquiere formas peculiares e
integra la nueva dinámica de la expresión electrónica. El usuario, con el marco y las
prestaciones que el soporte le permita, inventa grafos, símbolos, iconos, palabras y frases
que rompen con las convenciones de la lengua normatizadas e irrumpen formas que
fluyen como expresiones espontáneas y libres.
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decir que todas las lenguas cultas de hoy se internacionalizan e incluso pierden su carácter.
Parece que cada año las tecnologías generan unos 1 000 términos, de los que muchos de
ellos son anglicismos adaptados en nuestra lengua en forma de calco o préstamo.
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la minipimer y los pubs, las snuff-movies ¡vaya flash!
(repetición de estribillo).
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El mayor problema de la publicidad estriba en la mala fama creada por los spam48, lo que
ha hecho recapacitar a los anunciantes y prever el envío autorizado49 de e-mails a
internautas que manifiestan en formularios de web sus preferencias publicitarias. Esta
idea se basa en la estrategia de todos ganan para dar cumplida respuesta a la máxima
de «usuario satisfecho, cliente seguro». Actualmente el mercado se guía por las letras de
las siglas CRM50. Este sistema ofrece un servicio personalizado, que pone en contacto a
vendedor y a comprador y facilita información de los precios de la competencia.
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tecnológico converge en una modalidad de registro ecléctica en la que podemos encontrar
convenciones sistemáticas y asistemáticas, nuevos campos de referencia, léxico renovado,
vocabulario innovador, formas simbólicas, expresiones reducidas, alteración de las
palabras y diálogos apretados y superpuestos.
Está muy extendida la idea de que el paso de la oralidad a la escritura con la proliferación
de las nuevas tecnologías se ha reducido ostensiblemente, tanto que habría que hablar
de «texto escrito oralizado» (Yus, 2001:139) por contener estrategias propias de la
expresión oral y por los desajustes que la escritura rechaza. Pero no todos los modos de
comunicación se prestan al mismo tipo de expresión, como sucede con los géneros
tradicionales, por tener una intención y una finalidad distintas. Entre las formas de
comunicación electrónica no es lo mismo configurar una página web que escribir un e-
mail, comunicarse a través de chats, participar en foros o enviar mensajes a través del
móvil. Y, aparte de la ausencia espacial y de la asincronía comunicativa, en la composición
de los mensajes intervienen también el grado de conocimiento existente entre los
supuestos interlocutores y la predisposición a la hora de enviar los mensajes.
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Internet (Cafassi, 1997:90). Conectar con Internet es entrar en la Red mediante un
ordenador, un módem, un software de conexión a Internet, una línea telefónica o una
RDSI56 y un proveedor o servidor. Una vez dentro disponemos de variados servicios, entre
ellos: entrar en una página web57 sin que ello signifique que haya interacción sincrónica
como sucede entre el escritor de un libro y el hipotético lector heterogéneo; navegar 58 a
través de un medio informático e inscribirse en listas de distribución para recibir mensajes
del resto de componentes del grupo. Pero caben otras operaciones, como:
En el correo electrónico los interlocutores afrontan una información escasa del entorno
cognitivo, se sitúan en espacios físicos diferentes, la comunicación es escrita por teclado
y es difícil obtener plenamente las connotaciones paralingüísticas y los datos de las
personas referidos a sexo, raza, grupo social, nivel económico e ideología. Hay una
aparente despersonalización y una creación de espacio simbólico construido por la
interacción (Yus, 2000: 62). Los usuarios suelen compartir algunos supuestos, es decir,
se produce algo cercano al feedback, procedimiento propio de la interacción. Está
integrado por la dirección electrónica (22) [email protected]
/[email protected] / [email protected]: nombre del usuario individual,
símbolo de @59, nombre familiar-grupo o dominio del servidor separado por puntos y el
código de la extensión del país .es, .it o la extensión generalizadora .com u otros
dominios como el de la red .net y la ventana Mensaje60 que incluye: Desde (from): campo
que contiene la dirección del remitente; Para (to): campo que contiene la dirección del
destinatario; Asunto del mensaje: es opcional; Área del mensaje: texto que se envía;
Barra de herramientas donde se hallan las funciones de escritura; y Barra de herramientas
de formato: funciones de procesador de textos.
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Se trata de verdaderos programas de Internet que presentan la interacción virtual de
actos de habla entablados entre personajes ocultos tras un seudónimo. La identidad
virtual se obtiene a través del intercambio de escritos para mantener los temas de debate
en la comunicación asincrónica. En los foros se exige un conocimiento compartido por los
usuarios, que suele venir dado —son frecuentes los debates propuestos en radios— por
el planteamiento de un tema para su discusión. Lo característico es que no establecen
turnos de habla, sino que los participantes envían sus opiniones en mensajes, a modo de
multílogo simultáneo o sucesivo, aunque se secuencian por orden de intervención. Es éste
un modo de participación e intercambio informativo capaz de constituir grupos de
discusión (news) abiertos. En esta relación interactiva hay que contar con varias de las
estrategias discursivas, entre las que destaca el principio de cortesía63.
En el FORO2 aparecen enunciados para solicitar ayuda, criticar o presentar quejas acerca
del funcionamiento de la Red (25) (a) >Re: Problemas con los bandalos ayudaaaa / (b)
> Re: Estoy hasta el moño de Terra / (c) > Re: Sacarme de una duda... / (d) > Re: ¿Terra
o navegalia-airtel xa tarifa plana? / (e) > Re: Terra se pasa mogollón con lo del correo.
Dominan en (25) las expresiones breves, pero dotadas de un alto valor expresivo y
coloquial, hay rasgos fonéticos, como la prolongación de vocales en (a), frase inacabada
en (b), abreviación de palabras “xa=para” en (d) y valor intensificador de palabras en (a),
(b) y (e) claramente coloquiales «bándalos, hasta el moño (‘harto’) y mogollón». Algunas
de las expresiones están construidas dentro de la formulación coloquial: (a) «problemas
con los bandalos» (sin tilde), (b) «estoy hasta el moño», (c) «sacarme de un duda» por
«sacadme de una duda» al tener el infinitivo valor de imperativo y (e) «Terra se pasa
mogollón», que tiene un valor semántico equivalente a «Terra abusa o se excede». A su
vez arraiga en los mensajes el vocabulario de nombres de empresas, portales o
servidores: Terra, navegalia-airtel, e incluso formas nominalizadoras constituidas por
«sustantivo + adjetivo» como «tarifa plana». A ello se une la arbitrariedad en las grafías
(mayúscula-minúscula) y la constante ruptura o ausencia de puntuación: el signo de
cierre de admiración e interrogación, la repetición de dos o cuatro signos correlativos y la
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secuencia de palabras sin ningún signo de puntuación (coma, punto y coma...) que oriente
la acertada interpretación de frases. Tal como constatamos el usuario de Internet en los
foros se comporta como un hablante que maneja la lengua coloquialmente en la
configuración fónica de palabras y frases (alargamiento de vocales, abreviación de
palabras); en la construcción sintáctica (adecuación al modus, brevedad, nominalización,
frases inacabadas); en la utilización de un vocabulario directo, intensificador y expresivo;
en la ruptura o ausencia de puntuación y acentuación; y en el orden pragmático, la
incompleta cohesión interlocutiva va ligada a la presencia de los actos ilocutivos del
lenguaje. La relevancia informativa de estas conversaciones se sitúa en el interés por
resolver dudas, opinar o protestar. Aunque no haya una interacción plena, la relación
entre los usuarios de estos foros está marcada por el descuido en la expresión, la ausencia
de componentes de grosería y el cumplimiento básico del principio de cortesía.
Son charlas orales en soporte escrito, que en el argot de los internautas se conocen
como chats. Estas charlas permiten en tiempo real una interacción viva entre los usuarios
que se conectan. La conversación debe ser breve y directa, de tal manera que en la
ventana de conversación no se suele escribir más de tres líneas; por eso la brevedad es
esencial. La identidad virtual se consigue a través del intercambio de escritos con otras
personas; esto se logra respetando los turnos de habla (o texto escrito), aunque requiere
un reajuste en la efectividad de nuestras inferencias y en la validez de supuestos
compartidos.
Con los chats65 pueden establecerse relaciones interactivas a modo de comunidad virtual,
cuyo análisis nos permitirá conocer las implicaciones pragmáticas que concurren en una
forma de oralización textualizada preferida por los usuarios de Internet. Tener que
comunicarse de manera textual en el chat marca la diferencia con respecto a la
conversación cara a cara, pero otorga un carácter de texto escrito oralizado. La
comunicación en los chats está marcada por la disminución de la información del contexto
social, del entorno físico, de la impersonalidad y de la falta de compromiso por parte de
usuarios desconocidos que se enmascaran en el anonimato. En el chat las estrategias de
conversación y el recurso a los turnos de habla están condicionados por el software que
gestiona la interacción virtual (Yus, 2000: 93). Pero, si en las conversaciones en que los
interlocutores están presentes físicamente se producen interrupciones, solapamientos,
rupturas temáticas y tonales...; en los chats se pueden seguir enviando textos sin que los
mensajes de los demás se vean interceptados.
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convenciones de signos gráficos que reflejan en la escritura la expresividad de la oralidad.
Por eso, la ausencia de elementos auditivos en el chat se compensan con recursos
tipográficos, puntuarios, iconográficos y simbólicos. En las manifestaciones verbales y no
verbales de los chats hay siempre una intencionalidad. La conexión entre intencionalidad
y conducta no verbal se presenta —esquema de Ekman y Friese, 1969, reproducido en
Yus, 2000: 125-138— en forma de emblemas, ilustradores, expresión de sentimientos,
reguladores y adaptadores. En el chat se combinan rasgos del uso oral y del escrito.
Una de las peculiaridades de los chats está representada por los apodos o seudónimos
(nickname) que envuelven la identificación de las personas (Yus, 2001:73-78). Esta
identidad viene determinada por el grado de interacción y de pertenencia a una
comunidad real o virtual68. El apodo suele ser esencial y está dotado de características
como: instantáneo, breve, de natural interpretación, sin limitación entre emisor y receptor,
con entonación y pausas, expresiones faciales y rasgo expresivo cercano a lo oral
(Jonsson, 1997). El apodo no sólo es una forma frecuente en Internet, sino incluso un
requisito para participar en las charlas. Y es tal la variedad de apodos que pueden
establecerse tipologías de categorías relacionadas con personajes de la literatura, cine,
televisión, ciencia, tecnología, cultura, fama o relacionados con el sexo, el parecido, el
lugar o bien la creación onomatopéyica o provocativa. Así pues, el apodo obedece a
razones muy diversas, de las que pueden deducirse algunas de las implicaciones
contextuales.
En el CHAT2 se repiten muchos de los procedimientos del anterior: (27) (a) Shira16: JE
JE JE JE JE JE JE / DESCUIDATE Y VERAS O IGUAL SI LO SON; (b) Motorito: jarjarjarjarjar;
(a) Shira16: Q FIERA; (c) Nela16: hola a todo el mundo; (b) Motorito: viva el Betis; (c)
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Nela6: hola motorito ; (a) Shira16: VAMOS Q SOY LA MEJOR; (c) Nela16: hola Shira16;
(b) Motorito: hola Nela16; (d) Rebelde: Joder Shira16; (e) reina: pues yo no soy una
perra; (c) Nela16: que tal os va??; (a) Shira16: hola Nela; (f) Kris: hola; (d) Rebelde:
HOLA NELA; (a) Shira16: ¿Q CUENTAS?; (c) Nela16: pues no mucho tia; (a) Shira16):
YO Q HOY LOS SAN FERMINESSSSSSS; (b) Motorito: hola Kris; (c) Nela16.: hace un frio
aquiiii...; (a) Shira16: LA HOSTIA COMO RAYO; (f) Kris: hola motorito; (a) Shira16: AQUÍ
LLUEVE PERO MAÑANA NO; (c) Nela16: aquí llueve tb; (a) Shira16: Y CON LLUVIA SON
MAS EMOCIONANTES; (c) Nela16: d dnd eres?de pamplona?; (a) Shira16: DE DONDE
ERES NELA / SI; (c) Nela16: yo soy de burgos / pero no capital; (a) Shira16: HOY LA
PRIMERA BORRACHERA DEL PRIMER DIA DE LOS SAN FERMINES 2001; (e) reina: nadie
me cuenta nada, estoy aburrida; (c) Nela16: hola reina, cuenta tu algo / d dnd eres
reina?; (g) trompe: alguna tia de 14 o 15 quiere hablar conmigo / ??????; (c) Nela16:
me das una envidia Shira...; (a) Shira16: YA SI CLARO / JEJEJE; (d) Rebelde: que no te
de envidia porque es una creida; (c) Nela16: mi hermana si que va a ir; (a) Shira16: YO
TAMBIEN ME EMBIDIO; (c) Nela16: jajajaja.
A lo largo del chat se combinan de manera aleatoria las mayúsculas y las minúsculas. Los
nombres de identificación resultan llamativos: unos evocan aire oriental (Shira16,
Nela16); otros manifiestan expresividad Motorito, Reina; alguno mantiene el valor
coloquial determinado por la apócope k©ris(tina) o por la sonoridad Trompe; e incluso,
alguno contiene la idea juvenil Rebelde. No se respetan las normas puntuarias (que tal
os va?? por «¿qué tal os va?»), ni de acentuación (cuenta tu algo por «cuenta tú algo»; ya
si claro por «ya, sí, claro») ni ortográficas (me embidio por «envidio», pamplona por
«Pamplona»). Tienden a abreviar palabras y reducirlas a
consonantes: q (que), tb (también) o d dnd eres reina?, a repetir sílabas de carácter
expresivo mediante formas interjectivas jejeje, jajaja o jarjarjar y a alargar sonidos San
Ferminessss. Algunos de los interlocutores emplean un estilo descuidado en la
construcción sintáctica de sus expresiones: (a) «descuidate y veras o igual si lo son» /
«yo q. hoy los San Fermines». También recurren a un vocabulario altamente expresivo y
de gran valor coloquial: disfemismos en (d) joder Shira16, (a) La hostia; significado
peyorativo (e) yo no soy una perra; tratamiento genérico (c) pues no mucho
tía, (g) alguna tía de 14 o 15 quiere hablar conmigo; de uso coloquial (a) la primera
borrachera; de significado metaforizado (a) La hostia como rayo por «La hostia cómo
repito», (d) que no te dé envidia porque es una creída. Aparte de expresividad de los
sonidos y de las frases, es importante reconocer el carácter intensificador que aportan las
apoyaturas (a) vamos que soy la mejor, (d) que no te dé envidia; reafirmadores (a) yo
también me envidio; puntualizadores espaciales o temporales (c) hace un frío
aquíiii / aquí llueve pero mañana no, (c) aquí llueve también; negadores absolutos
(c) nadie me cuenta nada; e incluso el impuesto por el tono (c) me das una envidia
Shira.... Aunque la charla es de contenido superficial, las referencias espaciales,
temporales y las implicaciones contextuales nos permiten conocer el grado cultural, el
grupo social, el ámbito geográfico y el tono distendido, jovial y coloquializador con que
hablan los participantes.
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En el CHAT371 nos muestra también la capacidad coloquializadora de los hablantes (28)
(a) LA fiera: AVER DIME Y QUIEN ES ESE O ESA; (b) Fina: 18 pitufiaños / ya regrese
chingo yo chingas tu chinga tu pitufimadre (aprece un icono de risa); (c) verde4: JAJAJAJA
NO EMPIECES OTRA VES; (d) JAM: AMORRRRRR / DONDE ESTAS; (b) Fina: 18 pitufiaños;
(e) Gonzo: reeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeee cccccccccuuuuuuueerrrrrdaaaaammeeeeeee
vvon¡¡¡¡¡ttttttooooooo; (c) verde4: FINA YA TE HIBAS NO?; (d) JAM: MAÑANA TE VEO /
OK; (f) Intrigado: QUE ONDA CON FINA ESTA MEDIO SFADA, ¿NO? / SE LE VAN LAS
CABRAS; (b) Fina: verde me quedan veinticinco pitufisegundos; (e) Gonzo:
ammmmmoooooorrrrrrrr mmmeeeeeee vvvooooooyyyy mmmeeeeeee vvvooooooyyyy
mmmeeeeeee vvvooooooyyyy; (a) LA fiera: DIME LA VERDAD ME PONES EL CUERNO DE
ESTE VUELO (icono de un hombre volando); (c) verde4: YA LARGATE FINA; (b) Fina: es
el efecto de pitufialcohol; (f) Intrigado: gozalos y no vuelvas; (a) LA fiera: VERDAD; (c)
verde4: QUE NO FIERA YA TE DIJE QUIEN / TU ERES LA NICA; (b) Fina: chingo yo chingas
tu chinga tu pitufimadre (icono de risa) chingo yo chingas tu chinga tu pitufimadre (icono
de risa) chingo yo chingas tu chinga tu pitufimadre (icono de risa) chingo yo chingas tu
chinga tu pitufimadre (icono de risa) chingo yo chingas tu chinga tu pitufimadre (icono
de risa)...; (c) verde4: UNICA.
Aunque está dotado el CHAT3 de notas de humor, contiene rasgos coloquiales similares
a los observados en los CHAT1 y 2. La identificación de personajes parece ajustarse a
calificativos La fiera, Fina, verde4, Intrigado; forma simplificada de evocación extranjera
Jam; y reducción por síncopa Gonzo por «Gonzalo». La expresión de todos los
participantes se adecua a la coloquial, pero descuidada y vulgar. Son generales las
incorrecciones ortográficas y gramaticales: (a) aver (a ver) dime y quien (quién) es ese
o esa, (c) Ya te hibas no? por «Ya te ibas, ¿no?». Lo mismo que sucede con la puntuación,
está ausente la acentuación esta por «está», donde estas por «dónde estás», tu por
«tú», gozalos por «gózalos», unica por «única». Aparecen elementos interjectivos y
reiteración de sonidos: jajaja, reeee, oooo, amorrrr y alteración de palabras por el uso de
procedimientos fonéticos sustractivos: síncopa sfada por «safada», Gonzo por «Gonzalo»
y aféresis nica por «única» y la combinación arbitraria de mayúsculas y minúsculas. A ello
se unen formas de apoyo coloquial (a) La verdad me pones, (c) que no Fiera, (f) que
Onda con Fina está medio safada; elección de términos cercanos a registros
jergales chingo, pitufo en constantes recurrencias chingo yo, chingas tú y combinaciones
compuestas pitufiaños, pitufimadre; y expresiones combinadas con iconos (a) La verdad
me pones el cuerno de este vuelo. Dominan las recurrencias, la recreación expresiva, el
acompañamiento icónico y el tono coloquial distendido, humorístico y vulgarizante.
Los chats, como acabamos de ver, están dotados de estilo informal (incorrección
ortográfica y expresión defectuosa), ortografía fonética (distorsiones textuales, como
(29) imeil, d’estas); rasgos sociolectales; representación prosódica (repetición de letras,
mayúsculas, signos de puntuación, tipografía); manifestación interlingüística
(adaptaciones de préstamos); equivalencia homofónica mediante sustituciones léxicas y
grafémicas (30) qu>k, ll>y, ch>tx; abreviaciones, acrónimos y siglas (31) tb., xa., e-
mail, e-banco, www, EMS como formas peculiares de chat; frases truncadas y elipsis. Así
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tanto las estrategias compensatorias de la ausencia de información no verbal como las
estrategias textuales conforman el nuevo texto electrónico representado en el chat.
Este afán por escribir mensajes, al menos entre jóvenes, ha ocasionado una rápida
evolución en el diseño funcional de los aparatos y ha generado un lenguaje con una
dinámica de codificación propia, basada en la expresión comprimida, frase abreviada y
tendencia a la consonantización de las palabras. Así han surgido representaciones
tipográficas que emulan la pronunciación fonética: (32) que, ca> k; porque> xq,
también>tb, x=por o ch, d=de, la-el=l, m=me, n=no, t=te, cuenta=cnt; frases o
expresiones reducidas (33) que te vaya bien > qtvb, qué tal>qt, por qué no vienes>xqnv,
mañana quedamos a las seis de la tarde>mq6t, quedamos a las 6= kdms a ls 6;
asociación con números: (34) salu2, bienv2; fusión de palabras: (35) menkanta, talegras,
semefue, sinhablar; signos y símbolos (36) j = chicos, O =chicas, +=más, -=menos;
emoticones o smileys: (36) J feliz, J) muy feliz, L triste,$-) enfadado. Los smileys72 se
usan para representar las caras expresivas (los dos puntos simbolizan los ojos, el guión
simula la nariz, la tristeza se refleja con un guión bajo equivalente a la boca y la alegría
con un paréntesis. Los emoticones sirven para presentar un estado de ánimo o reflejar
un gesto en la conversación escrita.
Los mensajes SMS son combinaciones de caracteres alfanuméricos —un total de 160—
que son enviados por un usuario emisor a través de un teléfono móvil a un usuario
receptor. Se obtienen mediante la pulsación de teclas multicarácter73. La limitación de
caracteres, el coste de cada uno de ellos, la rapidez y el grado de empatía entre emisor
y receptor hacen que los mensajes se acomoden a las exigencias de los usuarios; de ahí
que hayan surgido formas convencionalizadas de abreviaciones de mensajes que han
llevado a constituir diccionarios de estructura abierta, como el difundido por Genie74, que
constituyen repertorios léxicos de las nuevas formas de comunicación electrónica. Para
escribir los SMS ya se han establecido algunas líneas indicativas75 por puro uso que
rompen las estructuras normativas de la lengua escrita: no se acentúa; los signos de
interrogación y admiración sólo al final; desaparece la h y la e inicial de palabra; se tiende
a suprimir las vocales en palabras comunes o a la consonantización (37) bss=besos,
dnd=donde; se abrevian las frases corrientes (38) qtlv=qué tal vas, tqk=te quiero,
cariño; se utilizan signos y símbolos matemáticos (39) estupen2, +, -, <, >; reducción
de partículas (40) x=por, xa=para, xo=pero; se aceptan abreviaturas inglesas (41)
ok=vale, u=tú; y se utilizan las representaciones icónicas gestuales (emoticones)
(42) :-)=contento, :-D =sonriente, :-O=asombrado, :-P= guiño, ;-)=pícaro, :-(=triste, :-
17
S=amargado. Se trata, en definitiva, de fórmulas y representaciones de lenguaje
abreviado.
La frase de El Roto78: «cada vez nacen más niños enchufados a Internet», contiene la
ironía propia de un humor incisivo. Pero se trata de un hecho real. Al igual que sucede
con el acercamiento a las tecnologías, parece pasar con el manejo de la lengua cada vez
más coloquializada. La modalidad coloquial es una manifestación oral entre los miembros
de una comunidad de hablantes partícipes de intercambios y de mensajes comúnmente
compartidos.
18
alteraciones, deformaciones, arritmias y cambios asistemáticos por influjos desbordantes,
desacelerados, contagiados y mezclados. Es así la lengua un instrumento capaz de
amoldarse a los hablantes mediante procedimientos propios, unos sistemáticos, otros
arbitrarios y algunos impuestos por influencias aguerridas externas.
19
aunque siempre está presente. Pero si resiste, sobrevive y se enriquece. Otra cosa será
buscar los medios adecuados para canalizar tan dispersos, y a la vez tan fuertes e
insistentes, oleajes que abren los diques y las compuertas de la expresión usual práctica,
cambiante y efímera, aunque se represente en forma de texto escrito. La adaptación de
la lengua a los cambios ha sido algo natural y en la actualidad se hace aún más necesaria
ante el ritmo acelerado79 impuesto por Internet y las demás tecnologías de la
comunicación. Por muchas innovaciones que se produzcan —formación de palabras
mediante seudoprefijos e- (e-comercio), prefijos ciber- (ciberp@ís), tele- (telemática) o
sufijos -dor (neavegador), -auta (internauta) -ata (ordenata); el signo @ como morfema
integrador de masculino/femenino; la reducción de palabras; la alteración del sistema
normativo de signos puntuarios y de acentuación; la simplificación sintáctica y la
coloquialización expresiva— la lengua tiene resortes suficientes para sobreponerse a tan
desconcertantes transformaciones. Lo deseable sería que nosotros como usuarios
fuésemos capaces de amoldarnos en cada momento al registro, al género y al soporte
elegido. Escribir es una tarea que requiere un estilo acorde con la intención, el destinatario
y el espacio discursivo que va desde el tradicional hasta el electrónico. La idea
generalizada de que vivimos un proceso de erosión de la lengua escrita se contrarresta
con la más amplia predisposición de los usuarios a escribir. Se escribe más que nunca;
luego, busquemos el modo de canalizar este desgaste que produce la informalidad y la
arbitrariedad expresiva del hablante.
Siempre se ha producido este vaivén, más o menos sostenido, y los escritores han sido
testigos de esta oscilación, como se puede comprobar en los textos literarios repletos de
fórmulas, de expresiones, de técnicas vanguardistas, de palabras desusadas y de
términos nuevos e innovadores (arcaísmos, neologismos, tecnicismos y coloquialismos).
Internet se ha convertido en un macrocosmos del conocimiento por los innumerables
temas tratados de manera continua y, a la vez, las nuevas tecnologías ayudan a que haya
líneas de confluencia y de intercambio. Al abarcar toda la gama de temas posibles,
Internet puede convertirse en la fuente de conocimiento del ciberespacio, la cibercultura
y la ciberhistoria. Es un escaparate para el desarrollo tecnológico y la transformación
social, pero a la vez para la configuración de diccionarios semánticos y pragmáticos
abiertos y para el dominio de la publicidad que servirá de soporte económico y de
controlador de expectativas.
20
transformaciones dadas. Pero, pese a que se han alterado muchos de los usos tipográficos
y simbólicos de la lengua y se recurre cada vez más a la expresión informal en los textos
electrónicos, no podemos llegar a la convicción de la degradación lingüística. Es un hecho
que ha aumentado el campo referencial léxico con la incorporación, formación y
deformación de palabras o expresiones, a la vez que se ha procedido a la adaptación de
la palabra al nuevo espacio dentro de un orden global requerido por la Red de
comunicación. Ciertamente la Red permite, dice Nóbile82, «un libre flujo de comunicación
textual», donde concurren innumerables tipos de comunidades. El español ha de
responder —con el dinamismo histórico propio, con la pujanza creativa y literaria de que
goza y con el vigor adquirido por todos los hablantes de habla hispana— a estos nuevos
retos a que nos somete la fuerza de la tecnología en una competencia desajustada con el
inglés y a las expectativas de expansión por el mundo entero.
Notas
21
Humboldt concibe el lenguaje como la contrapartida de un dominio infinito e
ilimitado, puesto que integra todo lo pensable. Por la idea que brinda de la lengua
como sistema productivo y de sus posibilidades infinitas puede considerársele como
un pregenerativista.
4. Bustos, José Jesús de: «De la oralidad a la escritura», en Luis Cortés Rodríguez
(coord.) El español coloquial. Actas del I Simposio sobre análisis del discurso
oral, Universidad de Almería, 1995, pp. 9-28. Utiliza el término escrituridad como
forma de comunicación escrita que tiene unas propiedades particulares frente a la
oralidad y las propias como comunicación oral. Joaquín Garrido retoma el término
en su artículo «Oralidad, escritura, imagen: discurso y texto», en La lengua y los
medios de comunicación, I, Madrid, UCM, 1999, pp. 65-73. Y también es empleado
por A. Briz: El español coloquial en la conversación, Barcelona, Ariel, pp. 19-24.
5. Calsamiglia, Helena y Tusón, Amparo: Las cosas del decir, Barcelona, Ariel, 2000,
p. 29.
6. Halliday, Michael A. K. (1985): Spoken and written language, Oxford University
Press, 1990, pp. 29-58.
7. Marías, Julián: «La palabra hablada y la palabra escrita», en ABC, 12/11/1998.
8. Salinas, Pedro: Defensa del español, Madrid, Alianza editorial, 1992, pp. 30-31.
9. Ong, Walter J. (1982): Oralidad y escritura, México, Fondo de Cultura Económica,
1999, p. 18.
10. Bustos Tovar, José Jesús de: «Aspectos semánticos y pragmáticos de la
comunicación oral», en Actas del II Simposio sobre análisis de discurso
oral, Universidad de Valencia, 1996, pp. 37-49.
11. Saussure, Ferdinand de: «Lingüística de la lengua y lingüística del habla» y
«Representación de la lengua por la escritura», en Curso de Lingüística
general, Buenos Aires, Losada, 1971, pp. 63-75. Pone de manifiesto que el habla
es necesaria para que la lengua se establezca y haga evolucionar a la lengua; por
lo demás, la lengua tiene una tradición oral independiente de la escritura y es la
razón de que la escritura representa lo oral.
12. Benveniste, Émile (1966): Problemas de Lingüística general, I, México, Siglo XXI,
1974, pp. 63 y 179-183. Para él, el lenguaje, en tanto que hablado, es empleado
para transportar lo que queremos decir; está marcado por la subjetividad, pero a
la vez por una proyección intersubjetiva al provocar una reacción en el receptor.
13. Coseriu, Eugenio (1967): «Dos problemas en la Lingüística del hablar», en Teoría
del lenguaje y Lingüística general, Madrid, Gredos, 1969, pp. 282-323. También en
(1988) Competencia lingüística, Madrid, Gredos, 1992, pp. 72-92. Considera que el
hablar es más amplio que la lengua y contiene dos niveles: el biológico y el cultural.
Concibe la forma hablada y escrita como variedades diafásicas.
14. Ducrot, Oswald (1984): El decir y lo dicho. Polifonía de la enunciación, Barcelona,
Paidós, 1986, pp. 156-170. En la línea de É. Benveniste entiende que la lengua
adquiere su verdadero sentido en las relaciones intersubjetivas manifestadas a
través de las unidades discursivas.
15. Charaudeau, Patrick: Langage et discours. Eléments de sémiolinguistique (Theoríe
et pratique), Paris, Hachette, 1983, pp. 37-57. Habla del desdoblamiento del Yo y
22
del Tú, convertidos en sujetos interpretante y destinatario, enunciante y enunciador.
Ambos recurren a estrategias que les sirvan para convenir acuerdos y establecer
relaciones sociales.
16. Dijk, Teun A. van (1983): «Lengua, comunicación e interacción», en La ciencia del
texto, Buenos Aires, Paidós, 1989, pp. 249-283.
17. El texto es el resultado organizado del acto de comunicación y pertenece al sistema
de la lengua; en tanto que el discurso se sitúa en el plano de la actividad de los
hablantes (uso de la lengua) y pertenece a la comunicación intencional. Ambos
conceptos se relacionan y se suponen mutuamente. De acuerdo con J. Garrido
(1999:70) el discurso es una unidad sintáctica superior a la oración por ser de
naturaleza gramatical o supragramatical; el texto es una unidad de organización
del discurso, de naturaleza pragmática o de pertenencia cultural.
18. Bobes, M.ª del Carmen: El diálogo, Madrid, Gredos, 1992, pp. 33-48. Trata de
distinguir entre «diálogo», que tiene un valor pragmático, y la «conversación», que
es abierto y puede tener un valor lúdico. Para T. A van Dijk (1989: 257), el diálogo
es una interacción de tipo general referida a conversación, a coloquio y demás
formas bilaterales. La conversación está dotada del rasgo de oralidad y presenta
varios tipos: cotidiana, planificada, privada, pública, abierta y cerrada.
19. Hidalgo, Antonio: La entonación coloquial. Función demarcativa y unidades de habla.
Los turnos de habla, Cuadernos de Filología, Anejo XXI, Universidad de Valencia,
1997, pp. 32-33. El turno vendría a ser la unidad estructural limitada por los
cambios del hablante. No coincide, pues, con «intervención», que es una unidad
monologal. Según la relación que se establezca entre los hablantes pueden darse
turnos colaborativos, competitivos y transicionales. Y T. A. van Dijk (1989:257-
267) define el turno como unidad de conversación (enunciado) y de coloquio (acto
de habla).
20. López García, Ángel: «El espacio de la escritura frente al espacio de la oralidad»,
en Análisis del discurso oral, 3, Madrid, Arco/Libros, 1998, pp. 7-20.
21. Briz, Antonio: El español coloquial: situación y uso, Madrid, Arco/Libros, 1996, pp.
18-31. Intenta acercarse al concepto de coloquial referido a modalidad, registro,
nivel, habla y uso; lo pone en relación a popular, tal como aparece en W. Beinhauer
(1963), M. Seco (1973), J. Polo (1976), A. M.ª Vigara (1992) y L. Cortés (1994),
entre otros.
22. El concepto «pares de adyacentcia» en Van Dijk equivale al de «unidades
dialógicas» en cuanto a la relación de complementariedad existente entre las dos
partes (o enunciados) de los interlocutores: pregunta-respuesta, invitación-
aceptación, etc.
23. Además de los rasgos primarios propios del registro de habla (interlocución,
inmediatez, ausencia de planificación, expresividad e informalidad), existen
los coloquializadores determinados por la igualdad entre interlocutores, relación
vivencial y cultural próximas, ambientación distendida y tratamiento no
especializado de temas.
24. El concepto de coloquialidad está vinculado a la falta de planificación, a
espontaneidad y a informalidad en la expresión, al intercambio desenfadado,
23
acumulativo y redundante. La coloquialización vendría a ser el proceso a través del
cual un acto de habla, enunciado, conversación o texto se impregna de rasgos
pertenecientes al registro de habla coloquial, aunque no sea un texto prototípico
del nivel coloquial.
25. Reyes, Graciela: La pragmática lingüística, Barcelona, Montesinos, 1990, pp. 15-42
y El abc de la pragmática, Madrid, Arco/Libros, 2000, pp. 23-62. También Escandell
Vidal, M.ª Victoria: Introducción a la pragmática, Barcelona, Anthropos-UNED,
1993, pp. 15-29. La pragmática se centraría en el estudio de las condiciones del
uso humano del lenguaje determinado por el contexto de la sociedad. Tomando la
referencia de Dan Sperber y Deirdre Wilson (Visor, 1994) la pragmática estudiaría
la interpretación de los enunciados.
26. Austin, John (1962): Cómo hacer cosas con palabras, Barcelona, Paidós, 1982.
27. Searle, John (1969): Actos de habla, Cátedra, Madrid, 1990, pp. 31-61. Se centra
en la idea de que hablar consiste en realizar actos conforme a reglas.
28. Las implicaturas son independientes de las estructuras sintácticas, forman parte del
significado léxico de las palabras y van unidas a otros fenómenos pragmáticos como
la presuposición y la inferencia (proceso deductivo del sentido mediante el
establecimiento de relaciones con la finalidad de los enunciados). Son significados
adicionales (o implícitos) que están incluidos en el contenido de las expresiones.
Las implicaciones convencionales son separables; en cambio, las presuposiciones
no son separables.
29. Grice, Paul (1975): «Lógica y conversación», en L. M. Valdés (ed.), La búsqueda
del significado, Tecnos-Universidad de Murcia, 1991, pp. 511-30. Para que una
conversación interactiva discurra de acuerdo con unas reglas de cooperación se
precisa el cumplimiento de cuatro máximas: cantidad (decir sólo lo necesario),
cualidad (información verdadera), relación o pertinencia (información relevante) y
modo o manera (expresar con claridad).
30. Leech, Geoffrey: Principles of Pragmatics, Londres, Longman, 1983. La cortesía
está regulada socialmente y contribuye a la buena dinámica de la comunicación.
Éstas son las seis máximas: tacto, generosidad, aprobación, modestia, unanimidad
o acuerdo y simpatía. Escandell Vidal, M.ª Victoria: Introducción a la
Pragmática, Barcelona, Anthropos, 1993, pp. 169-173. Para ella la cortesía es el
principio regulador de la dostanacia social y su equilibrio.
31. Dan Sperber y Deirdre Wilson en su obra (1986): Relevancia. Comunicación y
procesos cognitivos, Madrid, Visor, 1994. Lo que hacen es explicar la 3.ª máxima
de Grice, «pertinenecia o relevancia», para puntualizar que en la cooperación
hemos de esperar efectos cognitivos (conocimiento del mundo) y mediante la
inferencia debemos de interpretar más adecuadamente los enunciados.
32. Tannen, Deborah: Talking voices. Repetition, dialogue and imagery in
conversational discourse, Cambridge, University Press, 1992, pp. 36-58. Explica las
funciones de la repetición en la conversación: producción, comprensión, conexión
e interacción. Incluye también la importancia de la coherencia y el interés de la
variación.
24
33. Dijk, T. van: Texto y contexto, Madrid, Cátedra, 1988, pp. 36-40, 163-164, 188,
197-198 y 311.
34. CD-ROM (Compact Disk Read Only Memory, es decir, disco compacto de memoria
de sólo lectura): es un tipo de almacenamiento basada en la grabación digital de la
información y en el uso de la tecnología láser para la lectura de datos escritos en
los discos.
35. Memoria RAM (Random Acces memory o Memoria de Acceso Aleatorio): es la
memoria del ordenador donde se almacenan los programas y datos.
36. Memoria ROM (Read Only Memory o Memoria de Sólo lectura). Es una memoria
denominada de acceso directo que contiene los programas que son importantes
para el funcionamiento del sistema.
37. DVD (Digital Video Disk o Video Disco digital): tiene un sistema de almacenamiento
parecido al CD-ROM, pero con una capacidad de grabación mucho más elevada.
38. Internet: es una red de redes informáticas conectadas por todo el mundo que
permiten la comunicación entre todos los usuarios que utilicen una clave y un login
proporcionado por el suministrador que les da acceso a la Red.
39. Telefonía móvil: es una operadora que permite usar teléfonos móviles, dotados de
dispositivos portátiles para que los usuarios puedan comunicarse oralmente con
otros. Funcionan mediante el envío y recepción de la voz mediante la red digital de
radio frecuencia GSM (Groupe Special Movile).
40. WAP (Wireless Application Protocol): es una técnica diseñada para acceder a la Red
de Internet desde las redes GSM (Goupe Special Movile) de telefonía móvil. Está
dotado de aplicaciones inalámbricas.
41. SMS (Short Message Service o Servicio de Mensajes Cortos). Es un servicio que
ofrecen las operadoras de telefonía móvil y actualmente también se pueden mandar
mensajes SMS a teléfonos móviles desde páginas web de Internet.
42. Página web (simplificación del inglés World Wide Web o Gran Red Mundial). Es uno
de los servicios más usados en la Red Internet. Para acceder se necesita un
programa de navegación (por ejemplo Internet Explorer) para visualizar su
contenido (texto, sonido, música, vídeo...) que está codificado en un lenguaje
llamado HTML (Hipertext Markup Language o Lenguaje de Marcas de Hipertextos)
que, utilizado en la www, sirve para crear páginas web con información en formato
hipertexto. La página web puede ser personal, si contiene información propia del
usuario.
43. IRC (Internet Relay Chat), conocido popularmente como chats o conversaciones en
línea. Más concretamente, son conversaciones o tertulias en línea con otros usuarios
de la red. Permiten el establecimiento de vínculos sociales interactivos en forma de
«comunidad virtual», tal como aparece en Yus,
Francisco: Ciberpragmática, Barcelona, Ariel, 2001, p. 79. Probablemente, por ello,
los chats son considerados como conversaciones virtuales.
44. Lapesa, Rafael: «La lengua desde hace cuarenta años», en Revista de
Occidente, Madrid, 1963, n.º 8-9, pp. 193-207.
45. La canción pertenece al disco La otra orilla del grupo musical Reincidentes, grabado
en Estudios Central de Punta Paloma (Tarifa) en noviembre de 2000.
25
46. Medina López, Javier: El anglicismo en el español actual, Madrid, Arco/Libros, 1996,
pp. 33-34. Trata de resaltar la idea de renovación del lenguaje ante el intenso influjo
del potencial del inglés, parejo en la actualidad al de los medios tecnológicos.
47. Los datos son ofrecidos por un estudio de Agencias y Centrales de Infoadex y
recogido en Miguélez, Eva: «Nuevos servicios para los anunciantes»,
revista Ganar.com, 19 y 20, julio 2001.
48. Spam se usa para señalar que se recibe gran cantidad de publicidad a través del
correo electrónico.
49. Este envío autorizado se conoce con la expresión inglesa permission e-mail
marketing.
50. CRM (Customer Relationship Management o gestión de las relaciones con el cliente).
61. Ibáñez, Álvaro: «Internet y el correo electrónico en español», en Página del Idioma
español, 5/12/2000, http://www.idg.es/world, ITP/Paraninfo/. Refiere diez
consejos para mejorar el correo electrónico; por ejemplo: usar con propiedad
mayúsculas y minúsculas, separar los párrafos mediante espacios en blanco,
26
marcar las citas con el signo > a la izquierda, utilizar asteriscos y subrayados, incluir
iconos y emoticones, etc.
62. MUNDs (Multi-User Domains o entornos virtuales multi-usuario).
63. La estrategia de cortesía ha sido estudiada por Leech, (1983), Levinson (1987) y
otros. Está recogida en M.ª Victoria Escandell (1993) y aplicado por Tusón Vallas,
Amparo: Análisis de la conversación, Barcelona, Ariel, 1997, 48, 80 y ss. La cortesía
es una actitud de comportamiento saludable ante los demás. Hay quien la define
como conjunto de normas de comportamiento que regulan las relaciones sociales.
64. El Foro1 está extraído de MisForos.Ya> Deportes > Amigos del ciclismo. El Foro2
pertenece a MisForos.Ya.com>Informática e Internet. En la transcripción de los
enunciados de los foros se respetan las grafías, la puntuación y la acentuación de
los textos originales.
65. En los chats concurren: interacciones escritas; relación social pública o privada;
forma conversacional (diálogo, multílogo); asincronía en tiempo real y ausencia
física de los interlocutores; información anónima, cuya identidad queda encubierta
con apodos o seudónimos; inmediatez en los intercambios; y función cognitiva y/o
lúdica (Jonsson, 1997:12-17).
66. Polo, José: «Sistemas de puntuación y tradición literaria», en Manifiesto ortográfico
de la lengua española, Madrid, Visor, 1990, pp. 49-65.
67. Poyatos, Fernando: «La lengua hablada como realidad verbal-no verbal: nuevas
perspectivas», en Pragmática y Gramática del español hablado, Universidad de
Valencia, 1996, pp. 215-224. Incluye la transcripción fonética, ortográfica,
paralingüística (voz, risa, gritos, llanto, tos, titubeos...), kinegráfica y
parakinegráfica (movimientos del cuerpo, posturas, cara, mirada...), kinésica
audible (ruidos y fricciones de objetos), reacciones externas (sonrojo, palidez,
sonrisa...), notación proxémica (posición de los participantes, caracteres del
espacio, distribución del mobiliario...), notación cronémica (postura, estado y
actitud en cada momento), descripción contextual (físico, ambiental, cultural,
económico-social) y otras actividades interfirientes condicionadas por la conducta
(portazo, timbre, teléfono...).
68. Se habla de comunidad virtual cuando entre los interlocutores mantienen un
entorno cognitivo mutuo o un interés común. Al igual que en la real se utilizan
estrategias de contextualización, de expresión y de intención comunicativa e
informativa.
69. El chat1 está incluido en Ya.com.canalMadrid. El chat2 procede de Ya.com-canal:
amigos. En la reproducción de los chats se han respetado las grafías, la puntuación
y la acentuación de los textos originales.
70. Además de la relación familiar, tío se utiliza con sentido popular en el tratamiento
«vamos a casa de tío Antonio», tal como ser recoge en el Diccionario de María
Moliner, de ahí ha pasado a designar una persona en un tratamiento genérico entre
personas jóvenes que mantienen una relación de amistad.
71. El chat3 pertenece a Starmedia-canal de humor.
27
72. Se denomina smilie = sonrisa (del inglés smiley) y emoticón (del
inglés emoticon < emotive icon) suelen utilizarse de manera indistinta, aunque es
se ha popularizado emotión-emoticones para representar las caras y gestos
expresivos en los SMS mediante dibujos obtenidos al combinar algunos signos de
puntuación.
73. Las de multicarácter son teclas de que están dotadas los móviles para el desempeño
de varias funciones.
74. Wan2tkl? Ltle Bk of Txt Msgs, 2000, traducción Javier Guerrero: QRS ABLR? Pqño
lbro d msj txt, Barcelona, Ediciones B, 2001. Genie es el portal de servicios para
Internet móvil de British Telecom.
75. Sánchez Juárez, Ana: «Un jeroglífico en el móvil», El País Semanal, 18/3/2001, pp.
30-35.
76. X. de Sandoval, Pablo: «Aprender a desescribir», El País, 10/6/2001, p. 29.
77. EMS (Enhanced Messagging Service o servicio de mensaje reforzado). Es un avance
con respecto a los SMS, porque es un nuevo sistema que incorpora imágenes
animadas y sonido a los mensajes cortos del móvil. Aunque este sistema es
compatible con los móviles actuales, se cree que pueden ser más eficaces con los
móviles de 3.ª generación (CiberP@ís, 26/7/2001, p. 5).
78. El Roto, El País, 30/6/2001.
79. Rebolleda Díaz, José Manuel: «Bienvenidos al e-españ@l», en Gaceta
Complutense, 5/4/2001. Pone de manifiesto que la invasión de formas y palabras
resulta inevitable, pero controlable. No deja de ser divertida la grafía popular para
indicar masculino y femenino del símbolo @.
80. La escritura electrónica es una forma de presentar la palabra procesada mediante
microprocesadores (chips).
81. Lázaro Carreter, Fernando: «Escritura electrónica», El País, 3/10/1999.
82. Nóbile, Nicolás: «Escritura electrónica y nuevas formas de subjetividad», en Cafassi,
Emilio: Internet: políticas y comunicación, Bs. As., Biblos, 1998, p. 116.
28