Autismo Calidad de Vida
Autismo Calidad de Vida
Autismo Calidad de Vida
El documento tiene por objetivo contribuir como una herramienta al desarrollo de los
nuevos servicios. Asimismo la elaboración de esta publicación se basa en expresar la
gran variabilidad que caracteriza a las personas con Trastorno del Espectro Autista,
incorporando así nuevos aspectos sobre la realidad de las personas con TEA,
considerando la enorme pluralidad de sus necesidades y proponiendo diferentes
respuestas para conseguir maximizar la calidad de vida de dichas personas.
Para ello se ha tomado como punto de partida las necesidades de las personas con TEA
en relación a diferentes áreas, como la detección precoz y el diagnóstico, la educación,
la salud, la participación social y la vida independiente. También se han incorporado de
manera diferenciada las necesidades que presentan sus familias y las posibles respuestas
para satisfacerlas, destacando la necesidad de considerar a la familia como elemento
central, activo y participativo en la planificación y puesta en marcha de los apoyos a la
persona con TEA.
Todas las personas con TEA comparten las diferentes características .En algunos casos
pueden presentar aislamiento social o no manifestar mucho interés por relacionarse con
los demás, suelen presentar alteraciones de las habilidades de comunicación verbal y no
verbal, tienen un repertorio limitado de intereses y de conductas. Pueden presentar los
mismos comportamientos de forma repetitiva, y tener problemas para afrontar cambios
en sus actividades y en su entorno, aunque sean mínimos. Finalmente, sus capacidades
para imaginar y entender las emociones y las intenciones de los demás son limitadas, lo
que hace que sea difícil para ellos desenvolverse adecuadamente en el entorno social.
Estudios epidemiológicos recientes realizados en Europa apuntan una prevalencia de 1
caso de TEA por cada 150 niños en edades escolares. En ellos se confirma también que
se presentan de manera más frecuente en los hombres que en las mujeres. Es así que la
calidad de vida de la persona y la de su familia van a estar influidas por las
posibilidades de acceder cuanto antes a las intervenciones y apoyos adecuados, que se
adapten a sus necesidades individuales, y que maximicen sus oportunidades de
aprendizaje, de inclusión social y de desarrollo personal, manteniendo todos estos
elementos a lo largo de la vida de forma continua y permanente.
Actualmente, a partir de las necesidades de las personas con TEA y de sus familias, se
diseñan y desarrollan nuevos modelos de programas y servicios. Las familias han
participado tanto en el diseño como en su adaptación, teniendo en cuenta siempre las
necesidades familiares, y procurando considerar siempre como referencia, un marco
familiar gratificante. Esto supone el conocimiento de las necesidades de las personas, el
compromiso con el modelo de intervención y la adaptación a la convivencia, y una
visión de futuro. Por otro lado, el papel de los profesionales es clave tanto en los diseños
de las planificaciones como en la aplicación de la intervención. La relación entre
familias y profesionales es determinante, no sólo en el seguimiento de los programas, a
través del trabajo coordinado entre la familia y los servicios, sino en el conocimiento de
las personas, en la búsqueda de recursos, en la aplicación de los apoyos y, en resumen,
en el establecimiento de un marco enriquecedor para la persona con TEA.
Se proponen servicios que den respuesta a las necesidades de las personas con TEA. Se
habla entonces de Servicio universal (para todas las personas) y transversal a lo largo de
toda la vida de la persona con TEA, que pretende proporcionar información para la
persona o su familia, así como coordinar la planificación de los programas
individuales de apoyo y unificar criterios de actuación de todos los implicados en el
desarrollo de su plan individual. Se mantiene a lo largo del ciclo vital y su intención es
contemplar todas las áreas de la vida de una persona (educación, salud, servicios
sociales, empleo, vida en el hogar, utilización de la comunidad, etc.); y procura
fomentar en los familiares de la persona la adquisición de actitudes, conocimientos y
competencias que sean de utilidad en la vida cotidiana y en la relación con la persona
con TEA.
Es importante fomentar iniciativas formativas dirigidas a los familiares de la persona
con TEA, y a la propia persona, que faciliten la vida familiar y la comprensión de las
implicaciones del TEA. Establecer pautas, principios y protocolos de atención comunes.
Proporcionar también atención personalizada para facilitar que todos los apoyos que se
ofrecen a la persona con TEA se realicen de forma integral y consensuada. Facilitar
información sobre derechos, recursos y otros aspectos de interés, como asesoramiento
jurídico.
Servicio universal y transversal en la vida de las familias de las personas con TEA, que
se orienta a hacer compatibles las obligaciones laborales de sus miembros, con la
atención a las tareas diarias, el disfrute del tiempo de ocio, y la atención a la persona
con TEA y los demás miembros de la familia .
Estará destinada a los miembros de familias de personas con TEA (padres, madres,
hermanos, abuelos, etc.), a lo largo de todo el ciclo vital. El acceso al servicio se
efectuará a demanda de cualquiera de las personas que componen la familia. Se
realizara como:
c) Programas “padre a padre”. Encuentro entre padres de personas con TEA que ya han
recibido el diagnóstico de su hijo o hija hace tiempo, y disponen de un buen ajuste
personal y social, y otros padres que lo acaban de recibir. El objetivo fundamental es
que los padres experimentados brinden su experiencia y sus conocimientos a los nuevos,
y establezcan con ellos una relación de ayuda y apoyo emocional. En estos encuentros
debe intervenir un profesional que organice y posibilite la participación de las familias,
pero el apoyo será prestado fundamentalmente por los padres con experiencia.
Por último el Diagnóstico y evaluación de los TEA tiene como finalidad caracterizar, el
comportamiento de la persona como perteneciente a una categoría diagnóstica
específica, mediante la identificación de trastornos comórbidos y la diferenciación de
otros trastornos evolutivos o mentales. Es un proceso de carácter deductivo, en el que
profesionales especializados, clasifican y caracterizan el comportamiento de la persona
y establecen un plan de intervención apropiado a sus características individuales, que se
actualiza mediante evaluaciones a lo largo del ciclo vital.