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Ambrosio

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Patrología IFTIM

TRABAJO 1
Christian Alejandro Quirino Castillo 6 de abril de
2020

De spiritu sancto

Este tratado de Ambrosio de Milán, terminado en 381 y dedicado a Graciano,


completa las enseñanzas impartidas en el De fide. Ambrosio, en ésta obra
demuestra la divinidad del Espíritu Santo e ilustra el lugar que ocupa en la
Trinidad con citas bíblicas y siguiendo de cerca el tratado homónimo de Dídimo
de Alejandría. No obstante, no tiene tanta influencia del De Spiritu sancto y el
Adversum Eunomwm líber III, de Basilio, y las Epistulae ad Serapionem I y IV,
de Atanasio.

Uno de los temas fundamentales de la obra de Ambrosio es la profesión


de fe trinitaria, que es para él el centro de la profesión cristiana El autor afirma
explícitamente, contra los arríanos, la consubstancialidad del Padre ingénito,
del HIJO engendrado en vista de la creación, y del Espíritu Santo,
distinguiendo, al mismo tiempo, las funciones distintivas de cada una de las
tres personas, y en especial del Padre creador, de quien todo procede, y del
Hijo redentor Asimismo, Ambrosio defiende, contra Sabelio, la distinción de las
tres personas, afirmando que Dios es uno, pero no stngularis; es decir, no es
una sola persona Basilio muestra que el Espíritu Santo no es una creatura, ni
aun superior a los hombres como los ángeles. No es inferior en nada al Padre y al
Hijo. Es digno de la misma adoración y la misma alabanza. Participa en el mismo
honor (homótimon). Concluye en sí mismo la Trinidad, Dios único. Su silencio
sobre la consubstancialidad era una condescendencia pastoral para volver a ganar
a los que sin ser propiamente pneumatómacos no podían admitir todavía el llamar
al Espíritu Santo Dios y consubstancial.

Ambrosio confiesa y defiende con frecuencia la divinidad y humanidad


perfectas de Cristo, en oposición a Fotino y Marción La persona y la obra de
Cristo, que el autor, por lo general, designa con los títulos de Señor y Salvador
y que identifica con la potencia y sabiduría de Dios, ocupan el centro de su
construcción teológica. Cristo es Dios y goza de las mismas prerrogativas que
el Padre, es también hombre verdadero, compuesto de carne y alma, y se
encarnó para destruir la obra del diablo y manifestarse plenamente a sus
creaturas, de este modo dio cumplimiento a las profecías que anunciaban su
encarnación y su obra redentora, ejerció y sigue ejerciendo su obra de
mediación entre el Padre y los hombres, su divinidad no sufrió menoscabo ni
con la encarnación ni con la muerte, con su muerte y resurrección liberó a los
hombres del poder del demonio, su resurrección constituye, asimismo, la
suprema manifestación del Hijo de Dios a los hombres.

Basilio, en cambio, deja en claro la identidad de la tercera persona de la


Trinidad, tratando la consustancialidad de las personas del Hijo y del Espíritu
Santo con respecto al Padre. Con su doxología, Gloria la Padre, con el Hijo,
juntamente con el Espíritu Santo. Basilio, dejaba de manifiesto que tanto al Hijo
como al Espíritu Santo les correspondía el mismo honor y gloria que al Padre,
por el hecho de que mantienen una comunicación eterna y perpetua entre ellos.

Los ejes temáticos del pensamiento de Ambrosio los podemos describir


en: la unidad de la sustancia y la distinción de personas; analogías como el
Padre radix et fons del Hijo, y este fons del Espíritu. Ambrosio distingue las dos
naturalezas y dos voluntades mediante una perfecta unión.

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