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Y1 P1 6008 Bereshit 1:1-2:3

DESPERTANDO EN LA PALABRA
Por Glenn McWilliams

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Información general

El primer libro del Torá es conocido por varios nombres diferentes. El nombre Hebreo del primer libro
sigue la costumbre antigua del cercano oriente de nombrar un libro de acuerdo con su palabra de
apertura. La primera palabra del Torá es la palabra Hebrea Bereshit, que significa “En el principio.”
Como que este libro abre con la narrativa de la creación, también se le llama Sefer B’ri’at Ha-Olam, lo
cual significa “Libro de la Creación del Universo.” Otros nombres Hebreos para este libro son Sefer Ha-
Yashar o Sefer Ha-Y’sharim, “El Libro de los Correctos,” que se refiere a la vida de los patriarcas, cuya
historia se menciona en este libro. Este primer libro también es llamado Selfer Toldot, “El Libro de las
Generaciones,” con referencia a las diez veces que la frase “Estas son las generaciones de…” es
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usada. El título en ingles “Génesis” es derivado de títulos del Griego y Latín encontrados en la
Septuagésima y la Vulgata respectivamente, lo cual puede ser traducido como “Orígenes.”

Es posible discutir que los versos en esta porción particular del Torá son verdaderamente los versos más
importantes en las Escrituras. Es en estos versos de apertura del Torá donde nos encontramos por
primera vez con el Creador del universo y descubrimos Su identidad y carácter. Toda historia tiene su
origen en el comienzo de esta narrativa de la creación. Nosotros también descubrimos la realidad de que
el universo no es un accidente por azar de la naturaleza o por serepididad, sino el fruto de la expresada
voluntad de un diseñador infinitamente inteligente. Por esta revelación es que nosotros llegamos al
entendimiento de que la creación ha sido dotada con valor, significado, y propósito. En la estructura de
esta narrativa nosotros presenciamos igualmente que este valor, significado, y propósito son
especialmente y con énfasis dotados sobre la humanidad en un llamamiento muy extraordinario. Es en
estos versos de apertura del Torá que el árbol genealógico de toda la humanidad tiene sus raíces y
origen.

Resumen
Bereshit 1:1-2 La creación de la substancia de los cielos y la tierra
Bereshit 1:3-5 La creación de la luz
Bereshit 1:6-8 La creación del firmamento
Bereshit 1:9-13 La creación de lo seco y vida vegetal
Bereshit 1:14-19 La creación del sol, la luna, y las estrellas
Bereshit 1: 20-23 La creación de peces y aves
Bereshit 1:24-25 La creación de otra vida animal
Bereshit 1:26-31 La creación de la humanidad
Bereshit 2:1-3 La creación del Sábado

Estudio Sugerido de Tópico y Preguntas

1. ¿Por qué YHWH esperó hasta el Sinaí para revelar Sus instrucciones a Moisés?
2. ¿Quién es el Creador?
3. ¿Cuál es el significado de Elohím, y por que es plural?
4. ¿Cuál es la naturaleza y carácter del Creador?
5. ¿Por qué es la primera letra del Torá significativa?
6. ¿Cuál es el propósito de la creación?
7. ¿Cuál es el propósito del hombre? ¿Cuál es el propósito de Israel?
8. ¿Cuál es la significancia de la narración de la creación a los hijos de Israel?
9. ¿Qué significa decir el ser hecho en la imagen de Elohím?
10. ¿Cuál es el significado del Sábado?

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Antes de continuar con nuestro profundo estudio de la narrativa de la creación, hay ciertas verdades
básicas que debemos llegar a entender. Si uno acepta la realidad que Moisés fue el autor o escriba del
Torá, incluyendo el libro de Bereshit, entonces debemos aceptar igualmente el hecho de que este libro
fue escrito mucho tiempo después de que los acontecimientos de que hace constar ocurrieron.
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4004 BCE Creación
2348 BCE El Diluvio
1996 BCE El nacimiento de Abraham
1894 BCE El nacimiento de Isaac
1836 BCE El nacimiento de Jacob
1571 BCE El nacimiento de Moisés
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1491 BCE El Éxodos

Si Moisés recibió la revelación de los acontecimientos de la creación de YHWH mientras estaba en el


Monte Sinaí, esto significaría que más de 2,513 años habían pasado entre el tiempo de los
acontecimientos y el tiempo en que se hicieron constar en el libro de Bereshit. Dos acontecimientos muy
significativos que transcurrieron durante este tiempo son el Diluvio y la Torre de Babel. Mientras que el
cuento de la creación puede haber sido pasado de generación en generación en la moda oral, el
acontecimiento catastrófico del diluvio habría cesado la tradición oral en sus vestigios. Aquí debemos
considerar la certeza de que el testimonio de Adán y Eva se mantuvo intacto por más dos mil años. Fui
bendecido de conocer cuatro de mis ocho bisabuelos, y aun son pocos los cuentos de sus padres y
abuelos que se dicen dentro de mi familia extendida hoy en día – y esto es sin la interrupción de un
diluvio catastrófico.

El segundo evento que interfiere con la posibilidad de trasmitir cuentos antiguos de la creación era la
confusión de idiomas, que llevaron al desarrollo de las diversas culturas y grupos étnicos. No nos debe
sorprender el descubrir que cada grupo étnico tiene en su literatura cultural una variación de la narrativa
de la creación. También no nos debe sorprender el descubrir que varios de estos “mitos de la creación”
contienen modelos y detalles semejantes a los de la narración bíblica.

De África vienen los siguientes cuentos:

El Anciano Uno, conocido como Unkulunkulu, es el creador Zulú. El salió de los juncos y
de ellos él diό a luz a la gente y el ganado. El creó todo lo que es: montañas, las
corrientes, las serpientes, etc. El le enseñó al Zulú como cazar, como hacer el fuego, y
como sembrar alimentos.

Al principio solo había obscuridad, agua y el gran dios Bumba. Un día Bumba, con gran
dolor de estomago, vomitó el sol. El sol secó parte del agua, dejando la tierra. Todavía
en gran dolor, Bumba vomitó la luna, las estrellas, y entonces algunos animales: el
leopardo, el cocodrilo, la tortuga, y finalmente, algunos hombres, uno de los cuales, Yoko
Lima, era blanco como Bumba.

Al principio no había nadie más que Nzame. Este dios en verdad es tres: Nzame,
Mebere, y Nkwa. Nzame fué la parte del dios que creó el universo y la tierra, y le trajo
vida. Mientras que las tres partes de Nzame estaban admirando la creación, decidieron
crear un gobernante para la tierra. Así es como fue creado el elefante, el leopardo y el
mono, pero se decidió que algo mejor debía ser creado. Entre ellos tres hicieron una
nueva criatura en su imagen, y le llamaron Fam (poder), y le dijeron que gobernara la
tierra. Al poco tiempo Fam se volvió arrogante, él maltrató los animales y dejó de venerar
a Nzame. Nzame, enojado, diό a luz al relámpago y el trueno, y destruyó todo lo que
existía excepto a Fam, a quien le habían prometido inmortalidad.

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Al principio, el mundo no era más que un pantano. Nada podía vivir allí. Pero en los seis
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cielos encima y en los seis mundos debajo moraban dioses, demonios y animales.

De Japón:

Antes de que los cielos y la tierra existieran, todo era un caos, imposible de imaginar sus
limites y sin forma o figura definidas. ¡Eón tras eón entonces, aquí! De esta masa sin
forma o límites definidos algo ligero y transparente se levantó y formó los cielos. Esto era
la Llanura de los Altos Cielos, en la cual se realizó una deidad llamado Ame-no-Minaka-
Nushi-no-Mikoto (el Dios-de-Agosto-Centro-del-Cielo). Entonces los cielos dieron a luz y
nació una deidad llamado Takami-Musubi-no-Mikoto (el Alto-Agosto-Produce-
Maravilloso-Dios), seguido por un tercero llamado Kammi-Musubi-no-Mikoto (el Divino-
Produciendo-Maravilloso-Dios). Estos tres seres divinos son llamados las Tres Deidades
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Creadoras.

De China:

En el principio los cielos y la tierra todavía estaban unidos y todo era un caos. El
universo era como un huevo negro y grande, que llevaba a Pan Gu dentro de si.
Después de 18 mil años Pan Gu se despertó de un sueño largo. El se sintió asfixiado,
así es que tomó un hacha ancha y ejerció todo su esfuerzo para agrietar el huevo y
abrirlo. La luz, la parte clara de este flotó y formó los cielos; la fría, materia túrbida se
quedó abajo para formar la tierra. Pan Gu se paró en el centro, su cabeza tocando el
cielo, sus pies plantados firme en la tierra. Los cielos y la tierra comenzaron a crecer a la
velocidad de diez pies por día, y Pan Gu creció con ellos. Después de otros 18 mil años,
el cielo estaba más alto, la tierra más gruesa, y Pan Gu estaba de pie entre ellos como
una columna 9 millones li de estatura para que ellos más nunca se vuelvan a unir.
Cuando Pan Gu murió, el aliento llegó a ser el viento y las nubes, su voz el trueno
rodante. Un ojo se convirtió en el sol y uno en la luna.

De los Maya:

En el principio solo eran Tepeu y Gucumatz. Estos dos estaban sentados juntos y
pensaron, y lo que pensaron se hizo realidad. Ellos pensaron la tierra, y así fué. Ellos
pensaron las montañas, a así fueron. Ellos pensaron los arboles y el cielo y los animales.
Cada uno logró ser. Porque ninguna de estas criaturas los podía alabar, ellos formaron
seres de arcilla más avanzados. Porque estos seres de barro se deshacían cuando se
mojaban, ellos hicieron seres de madera, sin embargo éstos causaron problemas sobre
la tierra. Los dioses enviaron un gran diluvio para erradicar estos seres, y así ellos poder
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empezar de nuevo.

En todos estos variados cuentos nosotros presenciamos acontecimientos semejantes a ésos en la


narrativa bíblica de la creación, tal como el caos primordial, división de las aguas, vientos revoloteando
sobre el agua, la creación de seres de arcilla vivientes, etc. Mientras algunos eruditos modernos pueden
usar estas similitudes para desafiar la autenticidad de la versión bíblica, yo discutiría que estos detalles
similares ayudan a establecer la veracidad de la versión bíblica. Lo que se hace evidente de estos
diferentes cuentos es de que en algún punto en la historia de cada cultura, sus miembros se pararon en
el presente y preguntaron de donde vinieron. Es la respuesta a esta pregunta del origen lo que establece
el carácter, significado, y propósito de una cultura, así como también su dirección futura.

Mientras que muchas culturas pueden haber luchado con la respuesta a ésta pregunta sobre su origen
de los varios cuentos antiguos y de las evidencias aparentes en la naturaleza, esto no se puede decir del
pueblo de Israel. Mientras los elementos de la narrativa bíblica se pueden haber conocidos y haber sido
pasados a través de Noé y sus descendientes, la versión que nosotros conocemos y estudiamos en el
Torá fué revelada a Moisés unos 2,000 años después de los acontecimientos.

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Mientras que nosotros podemos muy fácilmente imaginar la verdad de este cuento que cambia con el
idioma de la cultura y circunstancias, estas variaciones se corrigen en el Monte Sinaí.

Nosotros debemos también recordar de que todos los antepasados de éstos diversos grupos de
personas proceden de Noé y sus hijos. A cierto punto en su historia todos ellos conocieron y creyeron en
Un Elohím Verdadero. Sin embargo, con el tiempo, la mayoría de estos grupos de gentes cayeron en la
superstición, mitos, y politeísmo. Algunos se pueden sorprender al descubrir que aun los antiguos
pueblos Hebreos asimilaron las culturas a su alrededor y sostuvieron variadas creencias acerca de la
creación y el número de los elohim. Nosotros debemos recordar que los antiguos pueblos Hebreos no
fueron siempre monoteísticos.

Génesis 31:30-32 Y ya que te ibas, porque tenías deseo de la casa de tu padre, ¿por
31
qué me hurtaste mis elohim? Respondiό Jacob y dijo a Labán: porque tuve miedo;
32
pues pensé que quizá me quitarías por fuerza tus hijas. Aquel en cuyo poder hallares
tus elohim, no viva; delante de nuestros hermanos reconoce lo que yo tenga tuyo, y
llévatelo. Jacob no sabía que Raquel los había hurtado.

Génesis 35:2-4 Entonces Jacob dijo a su familia y a todos los que con él estaban:
Quitad los elohim ajenos que hay entre vosotros, y limpiaos, y mudad vuestros vestidos.
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Y levantémonos, y subamos a Betel; y haré allí altar al Elohím que me respondió en el
4
día de mi angustia, y ha estado con migo en el camino que he andado. Así dieron a
Jacob todos los elohim ajenos que había en poder de ellos, y los zarcillos que estaban
en sus orejas; y Jacob los escondió debajo de una encima que estaba junto a Siquem.

Josué 24:2 Y dijo Josué a todo el pueblo: Así dice YHWH Elohím de Israel: Vuestros
padres habitaron antiguamente al otro lado del río, esto es, Taré, padre de Abraham y de
Nacor; y servían elohim extraños.

Por causa de derivar lejos de la verdad hacia mitos politeísticos y leyendas con respecto al comienzo del
universo, nosotros podemos comprender el deseo del Creador de restablecer la verdad en el Monte
Sinaí. Nosotros podemos preguntar por qué el Creador esperó hasta Sinaí para revelar la verdad de Su
identidad como el único Creador del universo. Tal como hemos expresado anteriormente, la respuesta a
esta pregunta de origen establece el carácter de la cultura, significado, propósito, y dirección. Por esta
razón nosotros debemos ver en esta revelación del cuento de la creación una relación directa entre el
Creador y los hijos de Israel, de su carácter, identidad, significado, propósito, y futuro. También en
cuestión en el cuento de la creación está la soberanía del Creador. Como apoyo para libros alrededor de
los detalles de la narrativa de la creación es la proclamación que Elohím es el único Creador de todo lo
visible e invisible.

Génesis 1:1 En el principio creó Elohím los cielos y la tierra.

Génesis 2:3 Y bendijo Elohím al día séptimo, y lo santificó, porque en él reposό de toda
la obra que Elohim había hecho en la creación.

Esta singular declaración establece Elohím como el único Creador, Dueño, y Soberano del universo.
Elohím creó el universo, ordenó el universo, y es libre de hacer lo que él quiera con esto, tal como es
evidente más tarde en la narrativa posterior con respecto al diluvio.

Génesis 6:5-7 Y vio YHWH que la maldad de los hombres era mucha en la tierra, y que
todo designio de los pensamientos del corazón de ellos era de continuo solamente mal.
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Y se arrepintió YHWH de haber hecho hombre en la tierra, y le dolió en su corazón. Y
dijo YHWH: Raeré de sobre la faz de la tierra al los hombres hasta la bestia, y hasta el
reptil y las aves del cielo; pues me arrepiento de haberlos hecho.

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Igualmente el salmista declara elocuentemente la soberanía del Creador.

Salmo 24:1 De YHWH es la tierra y su plenitud; el mundo, y los que en él habitan.

Salmo 50:12 Si yo tuviese hambre, no te lo diría a ti; porque mío es el mundo y su


plenitud.

Salmo 89:11 Tuyo son los cielos, tuya también la tierra; el mundo y su plenitud, tú lo
fundaste.

Salmo 95:3-5 Porque YHWH es Elohím grande, y Rey grande sobre todos los elohim.
4
Porque por su mano están las profundidades de la tierra, y las alturas delos montes son
5
suyas. Suyo también el mar, pues él lo hizo; y sus manos formaron la tierra seca.

Es en la realidad de la soberanía del Creador que nosotros vemos la importancia de Moisés recibir esta
revelación correctiva en el Monte Sinaí. Si el Creador del universo es igualmente el Soberano del
universo, entonces Él tiene derecho de prorratear Su creación como quiera, cuando quiera, y a quien Él
quiera.

Rashi cita Rav Yitzchak, quien dice que desde que el Torá es principalmente un libro de
leyes, debe haber comenzado con el mandamiento de la luna nueva (Éxodo 12:2), la
primera ley que fué dirigida a todos los Judíos como una nación. Él explica que la razón
para la narrativa de la creación del Torá es para establecer que Dios es el Soberano del
universo: “El poder de su obra manifestó a su pueblo, dándole la heredad de las
naciones (Salmo 111:6).” Si las naciones acusan a Israel de bandolerismo por
apoderarse de las tierras de las siete naciones de Canaán, Israel puede responder, “El
universo entero le pertenece a Dios. Él lo creó y Él lo otorgó a quien Él estimó apto. Su
deseo fue de dárselo a ellos y cuando fue Su deseo, se los quitó a ellos y no los diό a
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nosotros.”

Aquí presenciamos la conexión intrínseca entre la narrativa de la creación y los hijos de Israel. Dado que
la revelación de la creación le fué dada a Moisés en el Monte Sinaí indica claramente que la verdad de
esta narrativa específicamente intentó influenciar, formar, y dirigir el propio carácter, propósito, y misión
de aquellos que entrarían en el pacto y se identificarían a si mismos como los hijos de Israel. Para
aquellos que se identifican a si mismo como haber “cruzado hacia” el pacto esta narrativa de la creación
no es meramente un anticuado cuento de nuestra historia, sino un marcador de navegación para
dirigirnos en el futuro. Mientras que en efecto esta narrativa reveladora hace el recuento verdadero de la
creación de toda la humanidad, nosotros debemos entender que el propósito de YHWH al revelar esta
narrativa a Moisés fué para instruirnos sobre nuestra misión extraordinaria como el pueblo del pacto con
YHWH Elohím. Por lo tanto, cuando nosotros estudiamos este cuento paguemos atención particular a la
revelación de nuestro Creador, Su carácter, Sus maneras, y Su mente, así también como nuestro
extraordinario propósito y llamamiento en la creación.

Nosotros hemos expresado que el propósito primario de la narrativa de la creación es el revelar y


establecer la soberanía de YHWH Elohím sobre el universo entero. La narrativa establece el hecho
claramente indicando que solamente Elohím es el único Creador de lo visible e invisible. Contrario a los
mitos de la creación de otras culturas, la narrativa bíblica claramente indica que nada existía antes del
Creador. La narrativa bíblica no habla del origen del Creador, de este modo declarándolo a Él eterno; ni
tampoco habla de ningún otro elohim además de Él que creó los Cielos y la Tierra. Esto levanta, por
supuesto, una pregunta interesante con respecto a la identidad del creador o creadores del universo. El
primer verso de esta narrativa comienza:

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Génesis 1:1 En el principio creó elohim los cielos y la tierra.

Intencionalmente he dejado la palabra elohim en letras minúsculas con la intención de señalar un punto
específico. Ya que reclamamos que la narrativa de la creación establece la soberanía de un solo Creador
nosotros debemos dirigir esta cuestión del término Hebreo elohim (aleph, lamed, hey, yud, mem), los
cuales aparecen a través de la narrativa de la creación en forma plural. El termino Hebreo elohim es un
termino genérico que se refiere a uno con el poder o la autoridad. Elohím no es tampoco un nombre ni
necesariamente un titulo. Una inspección rápida de la versión King James de la Biblia nos ayudará a
apoyar este hecho.

La palabra elohim es traducida en la versión King James de la Biblia como “Dios” 2,346 veces; “dioses,”
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242 veces; “dios” dos veces; “el juez,” 5 veces;”Dios,” una vez; “bondad,” dos veces; “magnifico,” dos
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veces; “poderoso,” dos veces; “ángeles,” una vez, “exceder,” una vez; “el barrio de Dios,” una vez;
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“santo,” una vez. Los ideόgrafos Hebreas antiguos también ayudan a justificar esta definición. Tal
como hemos expresado, la palabra elohim puede ser el plural de la palabra el (aleph, lamed), la cual
significa “poderoso” o “fuerte.” El ideόgrafo para la letra aleph es un dibujo de la cabeza de un buey,
transmitiendo la idea de “poder,” “fuerza,” “apacible,” o “primero.” El dibujo de la letra lamed es un
cayado o cuerva de pastor, transmitiendo la idea de autoridad, protección, o movimiento. Juntas estas
dos imágenes se leen como “poderosa autoridad,” “autor principal,” o “protector apacible,” todos los
cuales se pueden entender como atributos del Creador. Sin embargo, la pregunta que nosotros debemos
encarar, no es el significado de la palabra, sino su número. Si esta narrativa de la creación ha sido dada
a Israel entonces debe ser acerca de la deidad de Israel, quien se declara Él mismo como uno.

Deuteronomio 6:4 Oye, Israel: YHWH nuestro Elohím, YHWH uno es.

Nosotros ahora debemos preguntar, “¿Si el Creador es uno, entonces por qué usar una terminología
plural? Hay varias respuestas posibles a esta pregunta. Joel M. Hoffman, en su libro En el Principio: Una
Historia Corta del Idioma Hebreo, examina extensivamente esta pregunta.

Un detalle problemático, por supuesto, es que los Hebreos, muy conocidos por su
insistencia en “un Dios,” parece que han basado el nombre de su deidad en la palabra
plural “dioses.” ¿Por que no tomaron ellos la palabra singular el y le añadieron en lugar
un heh a eso?

Una posibilidad es que la palabra puede haber venido de la antigua palabra ilum de
Acadia o Fenicia, que, relacionada al Hebreo el, significaba “dios, no “dioses.” Si ese es
el caso, elhym es el ilum Hebreo; esto es, el Dios Hebreo, y no hay enigma. Por otro
lado, si de hecho elhym representa la versión plural Hebrea de la palabra elim, “dioses,”
nosotros no solamente encontramos un enigma pero dos posibles soluciones, ambas
sostenidas por evidencia.

Una teoría, extensamente aceptada, es que la palabra elhym retrocede a un tiempo más
temprano en la historia Hebrea, antes que ellos adoptaran el monoteísmo… Como apoyo
adicional a esta teoría, a menudo se nota que la otra palabra para “Dios,” /Adonaí/,
semeja los sonidos de la palabra “mis dioses.” Tal parece que ambas palabras comunes
para Dios parecen ser plural. Pero esta teoría es problemática, porque por lo que hemos
visto, el heh no pudo haber sido agregado antes que los Hebreos comenzaran a usar
vocales en sus escrituras, en ese tiempo sus escrituras aparentan indicar una vista mono
teística (aunque el tiempo de adopción del monoteísmo es también cuestión de debate).

La segunda posibilidad es que el Dios de los Hebreos era percibido como el equivalente
de otros muchos dioses en otras culturas. En otras palabras, los Hebreos no fueron
(¿solo?) tratando de expresar el concepto de “dios,” pero también “dioses.” Todas las
culturas tenían sus “dioses,” y así también los Hebreos. Una pregunta obvia, entonces,
era cuántos dioses había en el grupo “dioses.” Para algunas culturas, la respuesta puede

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haber sido un vago “muchos,” o cierto número. Para los Hebreos, la respuesta era “uno.”
Esta segunda teoría está sostenida por un pasaje muy conocido de Deuteronomio (6:4),
generalmente traducido: “Oye, Israel: Jehová nuestro Dios (elyhm), Jehová Uno es.”
Esta simple línea ha recibido atención desmesurada, debido en parte a su centralidad
en las prácticas religiosas Judías. Hay muchos problemas con esta línea. Esta línea
tendría mayor sentido si se leyera, “…el Señor solo.” Y, verdaderamente, esto es otra
traducción común. Pero oponentes de esta traducción rápidamente indican que la
palabra Hebrea para “uno” (/exad) no significa “solo.” (A esto, los defensores de la teoría
contestarían que aquí hay un error de los escribas.)

En el corazón del problema esta el aparentemente absurdo (o por lo menos, tautológico,


y así que superflua) declaración que “Adonaí” es “uno.” Considere una declaración
similar a esta: “John Smith es uno.” Por supuesto “John Smith” es “uno,” porque un
nombre siempre representa una persona. Aún cuando muchas personas comparten el
mismo nombre, el uso particular del nombre se refiere a una persona en particular. Si “el
Señor” es el nombre de Dios o una referencia a Dios, la frase “el Señor es uno” parece
tan impar como “John Smith es uno,” (si “el Señor” es el nombre de Dios) o como “el
presidente es uno” (si “el Señor” es el titulo de Dios).

Pero si, basado en lo que hemos visto anteriormente, elhym significó no solamente
“Dios” sino que también el equivalente Hebreo de otras culturas “conjunto de dioses,”
entonces la declaración tiene sentido. Reclama primero que Adonaí es “el conjunto
Hebreo de dioses,” y entonces, reconoce que un conjunto de dioses generalmente
contiene más de un miembro, agrega que este grupo en particular contiene un solo
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miembro.

Dándole apoyo a la idea de que la terminología elohim está atentando de comunicar la idea de un grupo
de uno contra un grupo de muchos elohim, tal como en otras culturas, es la frase “Dios de dioses y
Señor de señores.”

Deuteronomio 10:17 Porque YHWH (vuestro) eloheycha es elohey (de) ha-elohim y


adonai (de) ha-adonim, un gran el, poderoso, y temible, que no hace acepción de
personas, ni toma cohecho.

Salmo 136:2 Alabad al elohay ha elohim: porque para siempre es su misericordia.

Es también posible que el término elohim es de hecho la forma plural de la palabra Hebrea eloahh, la
cual corresponde con el termino Arameo elahh, el cual significa “dios” o “deidad” igualmente. Si esta es
la etimología de la palabra elohim, entonces es también posible que la forma plural sea simplemente el
plural de “majestad” o “grandioso.” Nahúm M. Sarna, en su comentario sobre Bereshit, escribe,

El término usado aquí para Dios y a través del presente cuento de la Creación es
“elohim.” Este no es un nombre personal, sino la palabra Hebrea generalmente usada
para deidad. Puede aún referirse a dioses paganos. Aunque en forma plural, solo
raramente no es construida con un verbo o adjetivo singular. La forma plural puede
significar majestad, o sirve para intensificar la idea básica. La preferencia para el uso de
“elohim” en este capítulo en vez del nombre sagrado y divino YHWH puede que sea
condicionado bien por consideraciones teológicas; el término “elohim,” connota
universalismo y abstracción, es lo más apropiado para el Dios trascendente de la
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Creacion.

Aquí Sarna menciona un indicio dominante para ayudar a discernir cuando nosotros debemos entender
la palabra elohim en sentido plural como “dioses,” y cuando en un sentido singular y majestoso como
“Dios.” Nosotros debemos notar que el verbo “creó” usado en el verso de apertura está en la tercera
persona forma singular, identificando claramente al Creador como uno.

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Génesis 1:1 En el principio elohim (plural de majestad) (Él) creó (tercera persona del
singular) los cielos y la tierra.

Por lo tanto, una cuidadosa lectura de las Escrituras en su idioma original nosotros empezamos a
desplegar la revelación de la naturaleza del Creador soberano del universo. El nombre El o Elohim son
descriptivos de ambas naturalezas creadora y soberana del Creador. En virtud de su propiedad soberana
del universo, Elohim es ambos justo y correcto en juzgar la tierra. Los nombres El o Elohim son más
frecuentemente asociados con el atributo del justo juicio del Creador.

Hay algunos eruditos que procuran separar Elohim de YHWH como si fueran dos atributos mutualmente
exclusivos de un ser infinito. Ya que el nombre YHWH es tan íntimamente conectado con la liberación y
redención de Israel, este nombre tiende a ser usado para expresar los atributos de fidelidad,
misericordia, y amor del Creador. Mientras que estos dos nombre expresan diferentes aspectos del
Creador son utilizados para propósitos literarios separados, por temor a que demos la impresión que
Elohim y YHWH son dos seres diferentes, nosotros debemos ser cuidadosos de no exagerar la
diferencia entre los dos nombres. El testimonio de las Escrituras es bien claro. YHWH es de hecho el
nombre conmemorativo del Creador del universo.

Éxodos 20:11 Porque en seis días hizo YHWH los cielos y la tierra, el mar, y todas las
cosas que en ellos hay, y reposό en el séptimo día; por tanto, YHWH bendijo el día de
reposo y lo santificó.

Éxodos 31:17 Señal es para siempre entre Mi y los hijos de Israel; porque en seis días
hizo YHWH los cielos y la tierra, y en el séptimo día cesό y reposό.

2 Reyes 19:15 Y orό Ezequías delante de YHWH, diciendo: YHWH Elohim de Israel, que
moras entre los querubines, solo Tú eres Elohim de todos los reinos de la tierra; Tú eres
Elohim de todos los reinos de la tierra; Tú hiciste el cielo y la tierra.

Salmo 115:15 Benditos vosotros de YHWH, que hizo los cielos y la tierra.

Salmo 121:2 Mi socorro viene de YHWH, que hizo los cielos y la tierra.

Salmo 134:3 Desde Sion te bendiga YHWH, el cual ha hecho los cielos y la tierra.

Isaías 37:16 YHWH de los ejércitos, Dios de Israel, que moras entre los querubines, solo
Tú eres Elohim de todos los reinos de la tierra; Tú hiciste los cielos y la tierra.

Debemos notar el hecho que el nombre de “YHWH” no aparece en la apertura de la narrativa de la


creación. En vez, la narrativa usa sólidamente el más genérico “Elohim.” El nombre “YHWH” aparece
primero al principio de la segunda porción de la narrativa de la creación en Bereshit 2:4. Hay muchos
eruditos que usan primordialmente estos dos nombres del Creador para identificar lo que ellos creen son
dos tradiciones o fuentes diferentes para el cuento de la creación. Esta teoría se llama “Teoría
Documental.” Estos “cultos” eruditos niegan que Moisés es el autor, enseñando en vez que el Antiguo
Testamento fué escrito por un numeroso grupo de personas de diferentes orígenes: los Yahwistas, los
Elohistas, los Sacerdotales, y los Historiadores de Deuteronomio. Esta teoría es frecuentemente
identificada simplemente como J, E, P, y D. El refutar esta teoría está más allá del alcance de esta
enseñanza. En breve, déjenme señalar el uso de los nombres “Jacob” y “Israel” para describir la misma
persona. Estos dos nombres aluden a dos aspectos del mismo hombre. “Jacob “tiende a referirse al
hombre terrenal, mientras que “Israel” se refiere al hombre espiritual.

Génesis 48:2 Y se le hizo saber a Jacob, diciendo: He aquí tu hijo José viene a ti.
Entonces se esforzó Israel, y se sentó sobre la cama.

Aquí presenciamos que el hombre terrenal, Jacob, está en su lecho de muerte en Egipto, más es Israel,
el hombre espiritual, que se fortalece con el propósito de bendecir a su hijo. Los dos nombres

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representan claramente dos atributos de la misma persona, y ambos son parte de la misma tradición y
fuente. Ningún erudito acreditado reclamaría que estos dos títulos representan dos tradiciones
separadas con respecto al patriarca: la fuente J (Jacob) y la fuente I (Israel).

Lo mismo puede ser dicho de YHWH y Elohim. Ya que YHWH es más asociado con la redención y
liberación de los hijos de Israel, parece apropiado que el nombre más genérico “Elohim” se usaría en el
cuento de apertura de toda la creación del universo, indicando que el Creador es elohim o “Soberano” de
todas las personas, y no solamente el eventual pueblo de Israel. También es evidente en el uso del
termino genérico “Elohim” la idea de que el Creador está hasta cierto punto escondido o velado por Su
creación. Para la mayor parte del mundo el Creador permanece anónimo, nebuloso, y Su poder
anónimo, conocido solamente por la evidencia de Sus obras.

Romanos 1:19-20 Porque lo que de Elohim de conoce les es manifiesto, pues Elohim se
20
lo manifestó. Porque las cosas invisibles de Él, Su eterno poder y deidad, se hacen
claramente visibles desde la creación del mundo, siendo entendidas por medio de las
cosas hechas, de modo que no tienen excusa.

Tristemente, esta combinación de la ignorancia por parte del hombre y la naturaleza velada del Creador
condujo a la idolatría celebrada por la mayoría de la humanidad.

Romanos 1:21-23 Pues habiendo conocido a Elohim, no le glorificaron como a Elohim,


ni tampoco dieron gracias, sino que se envanecieron en sus razonamientos, y su necio
22 23
corazón fue entenebrecido. Profesando ser sabios, se hicieron necios, y cambiaron la
gloria del Elohim incorruptible en semejanza de imagen de hombre corruptible, de aves,
de cuadrúpedos y de reptiles.

Lo que se ve claramente en esta primera narrativa de la creación es el hecho que el Creador invisible
desea revelarse a Él mismo y ser manifiesto en Su universo. Con cada pensamiento, acto de voluntad, y
palabra dicha YHWH comienza a destapar el velo para revelar Su naturaleza invisible en la realidad
visible. Esta realidad es totalmente aparente desde la primera letra del Torá.

El alfabeto hebreo contiene veintidós consonantes, la primera de ellas es aleph y la última es tav
(hablaremos más de esto en un momento). Anterior al estilo actual de letras Hebreas que nosotros
estamos acostumbrados a ver en el Tanaca, cada letra era un dibujo o ideόgrafo que transmitió un
significado. Como hemos dicho anteriormente en la discusión sobre el nombre de Elohim, la primera de
estas letras, aleph, es un dibujo de la cabeza de un buey; y es cercanamente asociada o identificada con
Elohim. Lo que es hasta cierto punto sorprendente es el hecho que el Torá no comienza con la primera
letra aleph, pero con la segunda letra bet. Yo sugeriría dos razones posibles para este hecho.

Mientras que la letra aleph es verdaderamente la primera letra del alfabeto Hebreo, esta letra es
silenciosa o aspirada suavemente. Así podemos ver la letra aleph como representante del desconocido,
no revelado Creador antes de Él mencionar al universo en existencia. Hasta que el Creador hiciera,
actuara, y hablara, Él permaneció invisible, silencioso, y desconocido. Diez veces en la narrativa de la
14
creación nos dice que Elohim creó hablandolo, así es que la revelación del Torá comienza con la letra
bet, porque es la primera letra que tiene un sonido palpable. En el primer sonido de la primera letra de la
primera palabra, aquello lo cual era potencialmente la creación escondida dentro del Creador invisible
llegó a ser una realidad palpable y conocida. Así queda que el Torá comienza no con el aleph silencioso,
pero con la palpable y audible letra bet.

No solamente comienza el Torá con la letra bet, pero que esta letra es más grande que todas las otras.
Los no iniciados pueden asumir que esto es simplemente un detalle decorativo, tal como se ha visto en
los manuscritos medievales iluminados; pero a diferencia del inglés y otros idiomas, el Hebreo no emplea
letras mayúsculas y minúsculas en su sistema de escritura. No hay letras mayúsculas en el Hebreo. El
hecho de que esta letra es más grande es para llamar nuestra atención hacia ella. Recordando que cada

9
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letra es un dibujo o ideόgrafo que transmite un mensaje, ahora debemos preguntar, “¿Que es lo que
comunica la letra bet?” La letra bet es un dibujo de una casa o tienda. De la primera palabra del Torá
nosotros debemos entender que YHWH construye una morada para Él mismo. Aquí comenzamos a
entender el propósito de la creación. Nosotros también debemos entender que en la forma Hebraica de
pensar, “construir una casa” es más que erigir un edificio. Cuando un hombre Hebreo quiere construir su
casa, él lo hace tomando a una esposa. Este es el comienzo del hogar de un hombre. Para
verdaderamente entender la significancia de esta revelación en la narrativa de la creación, nosotros
debemos mirar más adelante para entender el significado de una esposa.

Génesis 2:18 Y dijo YHWH Elohim: No es bueno que el hombre esté solo; le haré
ayuda idónea para él.

Génesis 2:23 Dijo entonces Adán: Esto es ahora hueso de mis huesos y carne de
mi carne; ésta será llamada Varona, porque del varón fue tomada.

En estos dos pasajes nosotros vemos que la esposa debía ser una compañera de carne y hueso para su
esposo. Si la creación, y particularmente la humanidad, debe ser la “casa de” (bet) Elohim, entonces
nosotros debemos ser los compañeros de carne y hueso del Creador. Esto quiere decir que la creación,
incluyendo a la humanidad, debe ser la carne y huesos, la palpable, manifestación del Creador. Si
Elohim es un Espíritu invisible, para Él ser conocido requiere que Él sea revelado en forma palpable. La
creación entonces es la revelación de la expresada voluntad del Creador manifestada en elementos
palpables. Cada realidad de la creación es la revelación de la expresada voluntad del Creador. Toda
creación comienza dentro del corazón, la mente, y voluntad del Creador. Esta idea o pensamiento de
crear es el aleph – la silenciosa, potencial creación. Pero una vez que el Creador actúa, ejercita su
voluntad, o habla – una vez que su corazón, mente, y voluntad se realizan –esto es el bet de la creación:
la primera letra con sonido. El apóstol Saúl esta correcto al señalar el hecho de que nosotros podemos
aprender mucho acerca del Creador invisible e intangible por su creación palpable. Yeshύa señaló
igualmente a la creación como revelación del Creador.

Mateo 6:26-30 Mirad las aves del cielo, que no siembran, ni siegan, ni recogen en
graneros; y vuestro Padre celestial las alimenta. ¿No valéis vosotros mucho más que
27
ellas? Y quién de vosotros podrá, por mucho que se afane, añadir a su estatura un
28
codo? Y por el vestido, ¿Por qué os afanáis? Considerad los lirios del campo, cómo
29
crecen: no trabajan un hilan; pero os digo, que ni aun Salomón con toda su gloria se
30
vistió así como uno de ellos. Y si la hierba del campo que hoy es, y mañana se echa en
el horno, Elohim la viste así, ¿no hará mucho más a vosotros, hombres de poca fe?

Nosotros entonces debeos verdaderamente considerar los lirios del campo, las aves del cielo, así como
también el resto de la creación para descubrir numerosas revelaciones acerca de nuestro Creador. Haré
una lista y discutiré las diez tales revelaciones recogidas de esta porción de la narrativa de la creación.

1. El Creador es pre existente.


2. El Creador es Uno y por lo tanto Soberano.
3. El Creador es Espíritu.
15
4. El Creador crea ex nihilo.
5. El Creador pone orden en el caos.
6. El Creador hace las distinciones.
7. El Creador hace juicios.
8. El Creador crea vida y no hay muerte en Él.
9. El Creador desea ser conocido.
10. El Creador es amoroso y bueno.

Vamos ahora a dirigirnos a cada una de estas diez revelaciones.

Como hemos podido ver de los extractos breves tomados de los mitos sobre la creación de varias
culturas, muchas de estas narrativas incluyen un cuento acerca del nacimiento de un creador o lo que

10
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existό antes que los dioses vinieran a existir. La narrativa bíblica comienza y finaliza con la realidad de
que toda creación proviene del Creador; por lo tanto, nada existió antes del Creador. La narrativa bíblica
no puede hablar del origen del Creador, ya que Él es eterno; por lo tanto, todo lo que se puede decir es
lo que el Creador hizo en un momento de tiempo. Si todo era creado por el Creador, entonces nada
precede al Creador. La realidad es que YHWH creó el todo de la nada lo que lo distingue a Él de muchas
de las otras deidades paganas, que en sí mismos, vinieron de algún universo eterno. Lo que lo distingue
a Él también de la humanidad, la cual ejercita su facultad creadora sobre materia existente. El testimonio
de las Escrituras es que YHWH creó todo absolutamente de la nada.

Nosotros ya nos hemos dirigido a la cuestión de la forma plural de elohim como siendo el plural de
“majestad.” Muchos han tratado de afirmar que el lenguaje plural usado en la creación del hombre es la
base para la doctrina cristiana de la Trinidad.

Génesis 1;26 Entonces dijo Elohim: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme
a nuestra semejanza; y señoree en los peces del mar, en las aves de los cielos, en las
bestias, en toda la tierra, y en todo animal que se arrastra sobre la tierra.

En otras palabras, ellos creen que el lenguaje plural de este texto es una discusión entre el Padre, el
Hijo, y el Espíritu Santo. Otros afirman que el Creador le está hablando a la muchedumbre angelical y
otros seres espirituales. Este pensamiento es apoyado generalmente usando el Salmo 8:5 como texto
de prueba.

Salmo 8:5 Le has hecho (al hombre) poco menor que los ángeles, y lo coronaste de
gloria y de honra.

El problema con este argumento es el hecho de que la palabra para “ángel” (mal’ach) no aparece en
este texto. En lugar, el texto Hebreo se lee,

Salmo 8:5 Le has hecho poco menor que elohim, y lo coronaste de gloria y honra.

Nosotros podemos tomar nota de que en toda la narrativa de la creación no hay mención de la creación
de ángeles u otros seres espirituales. Algunos postulan que ellos fueron creados en el tiempo de
Génesis 1:1 con los cielos, pero esto es un argumento del silencio y no puede ser defendido.

Para refutar le debate de la Trinidad nosotros solamente tenemos que mirar al próximo verso de la
narrativa de la creación.

Génesis 1:27 Y creó Elohim al hombre a Su imagen, a imagen de Elohim lo creó Él,
varón y hembra los creó Él.

Claramente todos los verbos masculinos en tercera persona indican que la persona que está actuando
es de naturaleza singular. Si YHWH es de hecho el Elohim de la creación, tal como ha sido identificado
por las numerosas referencias a las Escrituras enlistadas anteriormente, entonces nosotros debemos
aceptar igualmente el testimonio de Su propia revelación que Él es en realidad UNO.

Deuteronomio 6:4 Oye, Israel: YHWH es nuestro Elohim, YHWH es UNO.

Por lo tanto el uso del nombre plural Elohim y del lenguaje plural en Génesis 1:26 es meramente
el plural de “majestad” y no una indicación de un conjunto celestial o de una naturaleza de tres-
partes del Creador. Si YHWH es UNO, entonces Él solo creó todo lo que es visible y lo invisible,
y es por lo tanto el soberano dueño y gobernante del universo.

El soberano creador es también un Espíritu.

Génesis 1:2 Y la tierra estaba desordenada y vacía, y las tinieblas estaban sobre la faz
del abismo, y el Espíritu de Elohim se movía sobre la faz de las aguas.

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La palabra Hebrea Ruach (resh, vav, chet) puede significar viento, el aliento, o el espíritu. En todas estas
variadas definiciones está claramente descrito una fuerza, invisible y sin forma. Es el testimonio de
Mesías Yeshύa el que justifica esta realidad.

Juan 4:24 Elohim es Espíritu: y los que le adoran, en espíritu y en verdad es necesario
que adoren.

Como un Espíritu sin cuerpo, Elohim está sin la limitación del tiempo o el espacio y es por lo tanto
verdaderamente eterno. Mientras que no tiene forma o substancia, el Creador no está sin voluntad o
propósito. Es igualmente evidente de Su obra que el Creador desea ser conocido. Cada acto de la
creación es una expresión de la voluntad del Creador. El hecho que Sus obras son palpables revela que
el Creador desea existir en una manera que se le conozca. Por Su creación YHWH se revela como un
Elohim de orden, distinción, y juicio moral.

Debemos notar que en el principio YHWH creó la substancia de los cielos y la tierra.
2
Génesis 1:1-2 En el principio creó Elohim los cielos y la tierra. Y la tierra estaba
desordenada y vacía, y las tinieblas estaban sobre la faz del abismo, y el Espíritu de
Elohim se movía sobre la faz de las aguas.

Aquí presenciamos que la creación original era substancial, pero sin forma o distinción. El resto de la
narrativa de la creación pasa a describir al Creador haciendo divisiones y distinciones.

Génesis 1:4 Y viό Elohim que la luz era buena; y separó Elohim la luz de las tinieblas.

Génesis 1:6 Luego dijo Elohim: Haya expansión en medio de las aguas, y separe las
aguas de las aguas.

Génesis 1:18 Y para señorear en el día y en la noche, y para separar la luz de las
tinieblas. Y viό Elohim que era bueno.

Dentro de la creación misma los animales y las plantas se reproducirían de acuerdo a su propia clase.

Finalmente, el Narrador emplea el artefacto del simbolismo numérico, el (heptad – grupo de siete), para
acentuar la idea básica del diseño, de la terminación, y de la perfección. La proclamación inicial contiene
siete palabras; las descripción del caos primordial es expuesta dos veces en siete palabras; las siete
unidades literarias de la narrativa representan siete veces la formula para efectuar la voluntad divina y el
comentario de aprobación divina; y los seis días de la creación culminan en el descanso y santificación
climática séptimo.

También podemos reconocer una relación extraordinaria entre los tres primeros días de la creación y los
últimos tres días de la creación, todos los cuales culminan descansando en la celebración y santificación
de la creación en el séptimo.

Grupo I Los Recursos Grupo II Los Usadores


Día Acto Creativo Día Acto Creativo

1 Luz 4 Las luminarias


2 Cielo, dejaron aguas terrestiales 5 Peces y aves
3 Tierra firme 6 Creaturas de la tierra
Vegetación Humanidad
17
(Bajo nivel de vida orgánica) (Alto nivel de vida orgánica)

12
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También establecido dentro de los acontecimientos y el orden de la creación están las raíces del
calendario bíblico. Está claro que es la voluntad del creador el ordenar y medir el tiempo por varias
unidades mensurables.

Génesis 1:14 Dijo luego Elohim: Haya lumbreras en la expansión de los cielos para
separar el día de la noche; y sirvan de señales para las estaciones, para días y años.

Es aquí en el funcionamiento de los planetas que vemos evidencia de orden y diseño. El ciclo del sol nos
dá la división entre el día y la noche. El ciclo de la luna nos dá la división de los meses. El ciclo de las
estaciones nos dá la división de años. Como el mecanismo de relojería, estos ciclos correlativos
declaran la naturaleza ordenada del Creador. Lo que nos llama la atención como algo raro en este verso
es la ausencia de una división de tiempo importante. ¡En este pasaje está ausente la medida de las
semanas! El periodo de siete días no encontraría su lugar en la creación hasta el fin de la creación. No
es hasta que los seis días de la creación están completos que el Creador puso Su sello o firma sobre su
obra poniendo aparte el séptimo día como un tiempo especial para el descanso.
2
Génesis 2:1-3 Fueron pues, acabados los cielos y la tierra, y todo el ejercito de ellos. Y
acabó Elohim en el día séptimo, y lo santificó, porque en él reposό de toda la obra que
3
hizo. Y bendijo Elohim al día séptimo, y lo santificó, porque en el reposό de toda la obra
que había hecho en la creación.

Debemos ser cuidadosos de observar que no se le diό al hombre ningún mandamiento de observar
continuamente el Sábado. La observación del Sábado no aparece en el Torá hasta que le fue dada a los
hijos de Israel como una señal de su participación en el Pacto de Sinaí.

Éxodos 16:25 Y dijo Moisés: Comedlo hoy, porque hoy es el día de reposo para YHWH;
hoy no hallareis en el campo.

Éxodos 16:29 Mirad que YHWH os diό el día de reposo, y por eso en el sexto día os da
pan para dos días. Estése, pues, cada uno en su lugar, y nadie salga de él en el séptimo
día.
9
Éxodos 20:8-11 Acuérdate del día de reposo para santificarlo. Seis días trabajarás, y
10
harás toda tu obra; mas el séptimo día es reposo para YHWH tu Elohim; no hagas en
él obra alguna, tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu siervo, ni tu criada, ni tu bestia, ni tu
11
extranjero que está dentro de tus puertas. Porque en seis días hizo YHWH los cielos y
la tierra, el mar, y todas las cosas que en ellos hay, y reposό en el séptimo día; por lo
tanto, YHWH bendijo el día de reposo y lo santificó.

Éxodos 31:13 Tú hablaras a los hijos de Israel, diciendo: En verdad vosotros guardéis
mis días de reposo; porque es señal entre Mí y vosotros por vuestras generaciones, para
que sepáis que yo soy YHWH que os santifico.

Mientras que el sustantivo “Sábado” no aparece en este pasaje, solo su raíz verbal, es bien claro que
esto es la base del mandamiento posterior de guardar el Sábado. Esto se hace evidente por la
referencia a los acontecimientos de la creación en otras referencias posteriores.

La institución bíblica del sábado semanal es incomparable en el mundo antiguo. De


hacho, el concepto de una semana de siete días, es único de Israel, como lo es también,
hasta ahora, la tradición cosmogónica de los siete días. Ambos fenómenos son
extraordinarios en vista del uso esparcido de una unidad cosmogónica de siete días
esparcidos, ambos como convención literaria y como aspecto de la observancia cultica
del antiguo cercano oriente. A esta admiración se añaden datos adicionales. Las otras
unidades importantes de tiempo, día, mes, y año se basan uniformemente en la fase de
la luna y el movimiento del sol, y los calendarios del mundo antiguo se arraigan en las
manifestaciones estacionales de la naturaleza. Notablemente, la semana Israelita no

13
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tiene tal unión y es enteramente independiente del movimiento de cuerpos celestiales.


Así el sábado subraya la idea fundamental del monoteísmo Israelita: ese Dios está
completamente fuera de la naturaleza.

De ese modo podemos celebrar sinceramente el sábado como la firma y sello de YHWH el único
Creador del universo y Soberano de toda la creación.

Por estas varias diferencias y distinciones se hace conocida la voluntad y naturaleza del Creador.
También podemos tomar nota en este momento que el Creador no solo hizo divisiones y distinciones,
sino que también los juicios morales.

Génesis 1:4 Y vio Elohim que la luz era buena; y separó Elohim la luz de las tinieblas.

Génesis 1:10 Y llamó Elohim a la seco Tierra, y a la reunión de las aguas llamó Mares.
Y vio Elohim que era bueno.

Génesis 1:12 Produjo, pues, la tierra hierba verde, hierba que da semilla; árbol de fruto
que dé fruto según su genero, que su semilla está en él, según su genero. Y vio Elohim
que era bueno.

Génesis 1:18 Y para señorear en el día y en la noche, y para separar la luz de las
tinieblas. Y vio Elohim que era bueno.

Génesis 1:21 Y creó Elohim los grandes monstruos marinos, y todo ser viviente que se
mueve, que las aguas produjeron según su genero, y toda ave alada según su especie.
Y vio Elohim que era bueno.

Génesis 1:25 E hizo Elohim animales de la tierra según su genero, y ganado según su
genero, y todo animal que se arrastra sobre la tierra según su especie. Y vio Elohim que
era bueno.

Génesis 1:31 Y vio Elohim todo lo que había hecho, y he aquí que era bueno en gran
manera. Y fue la tarde y la semana el día sexto.

Debemos reconocer en estas divisiones, distinciones, y juicios morales las propias semillas y origen del
Pacto de Sinaí. Podemos recordar aquí que el gran propósito de llamar a Israel era para que ellos
personificaran a YHWH ante los ojos de las naciones a través de mantener el Torá, con todas sus
distinciones y juicios morales.

No hay otro lugar más evidente donde el Creador expresa su deseo de ser conocido que enla creación
de la humanidad. En la creación de Adán y Eva, YHWH creó seres capaces de saber y hacer conocer al
Mismo Creador.

Génesis 1:26-28 Entonces dijo Elohim: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme
a nuestra semejanza, y señoree en los peces del mar, en las aves de los cielos, en las
27
bestias, en toda la tierra, y en todo animal que se arrastra sobre la tierra. Y creó Elohim
28
al hombre a su imagen, a imagen de Elohim lo creó; varón y hembra los creó. Y los
bendijo Elohim, y les dijo: Fructificad y multiplicaos; llenad la tierra, y sojuzgadla, y
señoread en los peces del mar, en las aves de los cielos, y enlodas las bestias que se
mueven sobre la tierra.

Es por Adán y Eva que el Creador verdaderamente sería manifestado en Su creación, declarando al
hombre como la imagen de Elohim. Aquí debemos cuidadosamente tomar nota que el hombre fue
creado expresamente para ser la imagen de Elohim. Para ser la presencia manifiesta del Creador era

14
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requerido que ese hombre estuviera vivo y lleno de la presencia del Espíritu de Elohim; que él tendría un
cuerpo palpable, habilidades creadoras, voluntad propia, y la capacidad de hacer distinciones y juicios
morales. Nosotros también debemos entender claramente que la manera en la cual Adán sería la
imagen de Elohim no era por su apariencia física, sino en la forma que él ejercitara dominio sobre la
creación. Era en la manera de gobernar que Adán cumpliría su propósito de ser la imagen creada de
Elohim. Mientras que numerosos atributos del Creador se pueden discernir a través del velo del resto de
la creación, es en el vivir, respirar, y la libre voluntad para gobernar del hombre que el Creador es más
claramente revelado. Es en este honor y bendición extraordinariamente concedidos sobre Adán y Eva
que la humanidad fue separada del resto de la creación. Es el enturbiar de esta distinción lo que condujo
al decreto de cambios dietéticos después del diluvio.

Génesis 9:1-6 Bendijo Elohim a Noé y a sus hijos, y les dijo: fructificad y multiplicaos, y
2
llenad la tierra. El temor y el miedo de vosotros estarán sobre todo animal de la tierra, y
sobre toda ave de los cielos, en todo lo que se mueva sobre la tierra, y en todos los
3
peces del mar; en vuestra mano son entregados. Todo lo que se mueve y vive, os será
4
para mantenimiento: así como las legumbres, y plantas verdes, os lo he dado todo. pero
5
carne con su vida, que es su sangre no comeréis. porque claramente demandaré la
sangre de vuestras vidas; de mano de todo animal la demandaré, y de mano del hombre;
6
de mano de varón su hermano demandaré la vida del hombre. El que derrame sangre
de hombre, por el hombre su sangre será derramada; porque a imagen de Elohim es
hecho el hombre.

Aquí presenciamos una vez más al Creador que está estableciendo la distinción que debía existir entre
hombre y animal. Mientras que ahora era aceptable matar un animal, era inaceptable para un animal o
un hombre el matar a un hombre. Claramente al hombre le fue otorgado honor y protección especial.
Este extraordinario privilegio y honor están explícitamente arraigados en la realidad que el hombre fue
creado para ser la imagen de Elohim.

Otras dos revelaciones que debemos indicar son que no hay mención alguna de la muerte en conexión
con el Creador; ni tampoco hay mención del mal. Ni la muerte y el mal son parte del Creador. Mientras
que presenciamos como YHWH declara que Su creación es “buena” e incluso “muy buena,” nosotros no
presenciamos una declaración de parte de Él que sea malévola. Nosotros podemos llegar a la
conclusión que la realidad de la muerte y el mal son contrarias al Creador y a Su naturaleza, y son por lo
tanto el resultado de la separación del Creador o la oposición a Su voluntad. Miraremos el significado de
esta realidad en porciones postreras. Por ahora dejemos que sea suficiente el decir que la muerte y el
mal no son atributos del Creador, ni deben ser parte de la imagen transmitida por el hombre.

_____________________________________
1
Génesis 2:4, 6:9,11:10,11; 27, 25:12, 25:19, 36:9, 37:2
2
Las abreviaciones “BCE” significan “Antes de la Era Común,” y se refiere a tiempo antes de Mesías.
“CE” significa “Era Común,” se refiere a tiempo desde Mesías hasta el presente.
3
The Companion Bible, Apéndice 50, E.W. Bullinger, Kregel Publications, Pp. 43-53.

15
Y1 P1 6008 Bereshit 1:1-2:3

4
Posteado en http://www.dreamscape.com/morgana/uranus.htm hay narrativas de la creación de
muchas culturas.
5
Vea http://www.bibliotecapleyades.net/mitos creacion/esp mitoscreacion 9.htm
Japan-Creational Myths
6
http://www.dreamscape.com/morgana/ariel.htm
7
http://www.dreamscape.com/morgana/cordelia.htm#MAY
8
The Schottenstein Edition Interlinear Chumash, Bereishis/Genesis, Messorah
Publication, Pg.2
9
Usado en Éxodos 21:6, pero puede ser una referencia al Creador.
10
Usado en Salmos 8:5, pero es, en la opinión de este autor, una traducción errónea.
En ningún otro lugar de las Escrituras está la palabra Elohim traducida como “ángel.”
Yo creo que el salmista esta citando que el hombre fue creado un poco menos que el Creador,
Lo que tiene sentido contextualmente.
11
The New Strong’s Expanded Exhaustive Concordance of the Bible, Red Letter Edition.
James Strong, LL.D., S.T.D., Thomas Nelson, Pg. 17
12
In the Beginning: A Short History of the Hebrew Language, Joel M. Hoffman, New York
University Press, Pp. 42-43
13
JPS Torah Commentary Genesis, Nahum M. Sarna, The Jewish Publication Society,
Philadelphia, 1989, Pg. 5
14
Génesis 1:3, 6, 9, 11, 14, 20, 26, 28, 29, 30
15
Ex nihilo es Latín para “de la nada.”
16
JPS Torah Commentary, M. Sarna, Jewish Publication Society, Pg.4
17
Ibíd.
18
La creación o origen del mundo o universo.
19
JPS Torah Commentary Genesis, M. Sarna, Jewish Publication Society, Pg. 15

16

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