La Culpa La Tiene Cupido
La Culpa La Tiene Cupido
La Culpa La Tiene Cupido
de Edgar Castañeda
Personajes:
1
ESCENA 1
Cupido: ¡Otro día de trabajo maravilloso! (Se quita las alas y las cuelga. Va hacia el
escritorio.) Pero por hoy es suficiente.
Baja el sonido a su grabadora. Entra ANAEL, quien lleva documentos en las manos.
Anael: ¡Mire quien lo dice! ¡El que se la pasa hablándole de “usted” a todos!
Anael: ¡Y un caballero muy joven aún! Así que deje de tirarse para que lo levanten.
¡Ah, y hábleme de “tu”!
Anael: Ejem…
Anael: Ejem…
Cupido: Ejem…
2
Anael: Tiene“sss” hasta el archivo de Adán y Eva, los pobladores del mundo. ¡Nos
queda claro que ellos se amaron muuuuucho!
Cupido: ¿Eh?
Anael: ¡No va a pasar nada! Observa. (Saca una identificación, le toma foto con su
celular) ¿Ves? ¡Ahora nada más descargamos la información a la
computadora y ya tenemos una tanda de papeles menos en el archivo!
Cupido y Anael comenzarán a discutir tanto como lo decida el Director. Cupido será quien
interrumpa.
Cupido: ¡Que no! (Apenado) Mira, Anael, he trabajado así toda mi vida y no voy a
cambiar todo mi esquema. Discúlpame, no lo puedo permitir. Es como si
quisieras también cambiar mis métodos para enamorar a los humanos.
(Silencio breve) ¡No!
Anael: ¿Seguro?
Cupido: Seguro
Cupido: ¿¿Qué??
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Cupido: ¿Cuáles son tus bases para decirme eso, muchachita?
Anael: Mira, ya que hablas del matrimonio, por ejemplo, ¿sabías que ha
incrementado el número de parejas que se divorcian?
Cupido: ¡Pero como va a ser! Yo uno a esas personitas que tienen sueños
románticos y que desean estar juntas para toda la vida. Por ejemplo, hoy
enamoré a un chico que siempre se la pasaba solito, encerrado en su
cuarto sin hacer otra cosa que estar metido en su (con tono despectivo)
lap… lap...
Cupido: ¡Eso! A este chico, le encantaba una muchacha que es todo lo contrario a
él: amiguera, le gusta ir de compras, salir de viaje y demás. Entonces me
dije “Cupido, ¡esa mujer es la que le conviene a este hombre para que
equilibre su vida y visceversa!” Tomé mis flechas, las cargué con esencia
de ambos, le puse una dosis de romanticismo, dos más de cariño y una alta
carga de pasión y lujuria y ¡Paaaaaam! ¡Lancé mi flecha directito a sus
corazones!
Cupido: Yo no lo llamaría así, digamos que “creo la magia”. Y entonces vienen las
palabras, los detalles, las miradas… (Se quedan observando a los ojos un
brevísimo momento. Rompen) Ejem… ya sabes, todo lo necesario para que
su romance fluya
Anael: No entiendo
Cupido: La gente busca el amor ideal que conoce por la tele o el cine, está a la
espera de su príncipe azul o su princesa de cuento, sentir las mariposas en
el estómago, después casarse, tener hijos... ¡Ya sabes, el cuento clásico de
amor!
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Anael: ¡Pero podrías hacerlo antes, se ahorrarían muchas separaciones!
Cupido: ¿Y cómo?
Cupido: ¡Ja! Niña, apenas tengo tiempo para unir a todas esas personas.
ESCENA 2
Daniel: ¡Anda! Tira.... ¡Tira! ¡Vas a perder de cualquier forma! Eso es. Ahora, tiro
las últimas letras... ¡Taraaaaaan! ¡Juego terminado! ¡Yo gano, amiga!
Gaby: ¡Ten!
Gaby: De nada
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Samuel: ¡Uy, uy, uy! ¿Andas de mamón?
Daniel: ¡No manches, Sammy, hace seis meses que tronaste con mi prima!
Samuel: ¿Qué haces? (Se asoma al celular de Daniel) ¡Ya estás otra vez con tu
sopa de letras!
Samuel: ¡Lo que sea! Yo externando mis sentimientos y tu con tus cosas
Samuel: ¡Eso, eso es lo que soy! Siempre que me entrego, me lastiman. ¡Desde la
prepa! Una vez, una compañera me dijo “Oye, tenemos Química” Y yo bien
emocionado: “¿Tu crees?” Y ella: “Sí, mira el horario”. Otra me salió con el
clásico “No eres tú, soy yo... ¡Yo, que ya me encontré a otro!”
Samuel: A lo mejor ya llegó, quizá era una Testigo de Jehová y se me fue por no
abrirle. Pero, ¿sabes qué? ¡Mejor! ¡A la mierda el amor! ¡Desde hoy voy a
ser el chico soltero borracho y con lana!
Entra Lily. Trae un libro en la mano. Porta una falda ceñida. Atraviesa el escenario.
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Samuel está visiblemente impresionado. Lily se sienta en la mesa desocupada dando la
espalda a los chicos.
Samuel: ¡Ay, Diosito! (Lily cruza la pierna) ¡Ay, Santa Claus, mira lo que me enviaste!
Samuel: ¡Sí, tiene todo lo que busco! (Se toca el estómago) ¡Ay, me estoy
enamorando, siento como me gorgorea el estómago!... Ah, no, es hambre.
Me hace falta mi rico cafecito mañanero. (Llama a Gabriela) Dos
americanos, por favor.
Daniel: ¡Gané!
Gaby: ¡Ten!
Samuel: ¡Uy, ya cásate! (Guiña un ojo a Daniel y se dirige hacia donde se encuentra
Lily) ¡Hola!
Lily está a punto de dar una mordida a un sandwich, levanta y dirige la mirada hacia
Samuel.
Samuel: ¿Me puedo sentar? (Ella niega a medias con la cabeza, pero él hace caso
omiso) ¡Gracias! ¡Mira, te he comprado este café! ¡Está delicioso!
Samuel: Ah... ¡Ni a mi! Era solo para... tu sabes... poder... acercarme (Ríe. Lily no)
¿Estás leyendo a Paulo Coelho? ¡Me encanta!
Samuel: Digo... ¡Me encanta-ría que vetaran sus libros! ¿Cómo puede considerarse
poeta? (Ríe. Lily no.) Ejem... ¿Eres nueva aquí?
Lily: Sí
Samuel: ¿En qué Área trabajas? (Lily va a contestar con fastidio, pero es
interrumpida) ¡Espero que no sea en Contabilidad! ¡Me chocan los
Contadores, son tan cuadrados y obtusos! (Lily balbucea. Samuel cae en
cuenta de la situación) ¡Es bromaaaa! ¡A leguas se nota que eres
Contadora! (Ríe. Lily no. Él observa su reloj) ¡Uy, tengo que irme! Tu
tranquila, termina de desayunar. ¡Nos vemos mañana!
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Lily queda con cara desencajada. Samuel va hacia la mesa con Daniel.
Samuel: ¡No te burles! Por lo menos lo intenté, no que tu nada más estás con tu
celular y tu jueguito. (Arrebatándole el celular) ¡Oye, y siempre juegas con
la misma, no manches! Por lo menos ya te la hubieras ligado
Daniel: ¡Sí! ¡Siiiiiiiiiiiii! ¡Ja, ja! ¡Dos-cero, amiga! (Chateando) “¿Acaso crees que
puedes ganarme”
ESCENA 3
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Regresa la escenografía de la oficina de Cupido pero en esta ocasión se presentan dos
escritorios. Entra Cupido. Se asombra al ver el segundo escritorio. Se acerca a fisgonear.
No se percata que entra Anael.
Anael: Hola
Cupido: ¿Ya viste? (Señalando el escritorio) Parece ser que nos van a meter a
alguien en la oficina. ¡Ay, con lo que me gusta estar solo! ¿Pero por qué?
¿Todos mis años de servicio no valen? Espero que no sea un desconocido,
por lo menos
Anael: Ayer después de lo que me dijiste, ya sabes, acerca de contarle mis ideas a
quien le interesara
Cupido: ¿¿Al “Jefe”?? ¡Wooow! ¡Qué bien que te escuchó! ¡Es un tipo fantástico! ¿Y
qué te dijo?
Cupido: ¡Sí, así es él! ¡Le gusta echarte porras con tus proyectos! ¡Así empecé yo!
¡Qué recuerdos! Una vez llegué y le dije “Jefe, hace falta que alguien ayude
a los humanos a enamorarse, ¿me permitiría hacerlo?” Él me dijo: (Ella va
repitiendo junto con Cupido) “Sé que tienes potencial para esta labor.
Tienes toda mi confianza”. (Hacia ella) ¡Exacto! Y al día siguiente ya me
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tenía un escritorio en esta oficina... (Silencio. Cupido entiende lo que pasa)
¿¿Qué?? ¿¿Vas a ser mi competencia??
Cupido: ¡Traidora!
Anael: ¡Nunca!
Anael: ¡Basta! ¡No escuchas, eres un egoísta! ¡Cupido, el gran Ángel del Amor al
que no le importa como enamorar a las parejas, sino solo a cuantas de
ellas! (Tranquilizándose) Me apasiona esta labor y voy a hacerla
Cupido: Supongo que ahora debemos dividirnos el trabajo, ¿no? Bien. Hay girar la
tómbola, una pelotita caerá y te dirá quién es el siguiente “Prospecto”. Las
damas primero
Anael: ¿Y ahora?
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Cupido: ¿Eso para qué? ¡Ah, cierto! Tus métodos, perdón (Cupido gira la tómbola.
Toma su pelotita) Te informo que, una vez que se te asigna una pareja, no
puedes arrepentirte. Bueno, pues con permiso
Anael no responde. Cupido sale enfadado. Ella lo observa alejarse y niega con la cabeza.
ESCENA 4
Daniel: (Enojado) ¡Me cargaaaaaaaaa la chin...! ¡Dos perdidos al hilo! (Se levanta
molesto y va hacia la barra) ¡¡Un café!! ¡Ay, perdón! Un café, por favor
Gabriela: (De excelente humor y con una gran y amplia sonrisa) ¡Claro que sí! ¡En un
momento! (Daniel la observa extrañado) ¡Aquí tienes, muchas gracias y que
tengas un excelente día!
Daniel queda consternado. Entra Samuel primero y Cupido tras él. Antes de sentarse,
Samuel lanza un saludo a Lily, ella lo ignora.
Samuel: Pero va a caer, mi sangre. ¡Ya verás! ¡Te juro que me he de comer todo
eso!
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Cupido toma una pluma de sus alas y le hace cosquillas en la nariz a Samuel, quien
estornuda. Cupido toma un poco de su saliva y la embarra en una flecha. Finalmente,
apunta hacia Lily.
Gabriela: ¡Claro que sí, nena! Ten llévate una. ¡Ay, no! ¡Llévate dos! ¡Ten, llévate el
paquete completo! ¿No hace un maravilloso día hoy?
Lily: ¡Gracias, Gaby! (Lily camina con disimulo fingido. Samuel y Daniel están
inmersos en el juego de éste. Al llegar al centro, Lily deja caer una
servilleta.) ¡Oh! (Voltea hacia Samuel, quien no se ha dado cuenta. Tira un
par más y se sorprende más exageradamente) ¡Oooh! (Voltea hacia
Samuel de nuevo, quien sigue sin darse cuenta. Tira todas las servilletas
que trae y se sorprende más exageradamente aún) ¡Oooooooooooh!
Samuel: ¡Aaaaah! ¡Voy! (Se levanta y va hacia Lily) ¡Hola! ¿Se te cayeron las
servilletas?
Samuel: ¡Yo conozco una pomadita buenísima para eso! La otra vez me lesioné un
hombro... ¡Ah, ya! ¡Ya entendí! No te preocupes, Sammy las recogerá por ti
Lily: ¡Gracias!
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Cupido: Buenas tardes... ¡Hey! ¿Qué haces aquí? ¿Estás espiándome?
Daniel: Has recibido una solicitud de amistad de Anael. ¿Quién es esta? Trae una
playera del América... ¡Bienvenida a mi face!
Cupido: ¿A qué?
Cupido: ¡Gaaaay!
Cupido: ¡Chamaaaaaco! A lo mejor quiere estar como las chicas de esas fotos
Anael: No hay mucha información por aquí. Voy a tener que utilizar mi Scanner
especial
Anael lo activa.
Anael: Para saber que hace y con quién se relaciona, con eso espero obtener una
panorámica más amplia de sus gustos y aficiones
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Anael: N... no, no mucho
Cupido: ¿Y entonces?
Samuel: ¡Hasta al rato! ¡Con cuidado! (Samuel estalla de alegría) ¡Te lo dije, mi
sangre! No me odies por ser galán, ódiame porque nunca se me quitará.
Samuel: ¡No sea envidioso! Me voy a chambear, tengo que salir en punto. Sale, mi
sangre
Samuel: ¡Adiós!
Salen.
ESCENA 6
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pases mágicos y regresa la canción romántica, la pareja queda en proscenio centro
abrazados y frente a frente. Finalmente, se besan.
Lily: ¡Qué romántico eres! Planeaste todo esto para declararme tu amor
Lily: Había perdido todas las esperanzas de encontrar a alguien como tu. Todos
me decían que era una soñadora por desearlo, pero ahora me doy cuenta
que ellos estaban equivocados. ¡Sí existen los príncipes azules!
Samuel: Aaah... ¿Sí? Digo ¡Sí, sí! Yo soy azul, tu príncipe azul
Mutis.
ESCENA 7
Lily: Samuel...
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Samuel: Dime, mi amor
Lily: En serio
Samuel: (Dignísimo) ¡Oye, oye! ¡No me confundas! ¿Por quién me tomas? ¿Crees
que yo soy de esos gañanes que va coqueteando con todas las que se le
atraviesan, eh? ¿Que nomás me echan unos ojitos y ahí voy de caliente, eh?
¡No, señorita, no! ¿Acaso yo le estuve echando el calzón a usted
descaradamente antes de salir?
Lily: Sí
Samuel: Puedes estar segura de que te quiero y de que quiero estar contigo…
siempre
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Lily se lanza a sus brazos extasiada. Salen.
ESCENA 8
Pasan los días. Cupido cruza con una fecha en el calendario. Entra Lily, se coloca en
centro y observa su reloj. Entra Samuel. Ella le enseña el reloj a lo que él responde
regalándole un chocolate, se toman de la mano y salen. Cruza Anael con otra fecha de
calendario. Cruza Gabriela con el celular en mano, en centro se detendrá, hará algunos
movimientos en la pantalla del celular, sonreirá y saldrá. Cruza Daniel con el celular en la
mano, en centro se detendrá, hará algunos movimientos en la pantalla del celular sonreirá
y saldrá. Cupido cruza con otra fecha. Lily y Samuel cruzan el escenario por lados
opuestos y se encuentran en el centro, se saludan, él recuerda que tiene un obsequio
para ella y se lo da. Al retirarse, cada quien amaga hacerlo por el lado en el que entró,
rectifican y corrigen su camino dirigiéndose el uno hacia el otro, se encuentran en el
centro y salen. Cruza Anael con otra fecha de calendario. Entran Daniel y Gabriela con el
celular en la mano, cruzan el escenario por lados opuestos y casi chocan en el centro, se
sorprenden se saludan y cada quien prosigue su camino para salir por el lado contrario al
que entró.
ESCENA 9
Daniel: Bien, la última tirada. ¡No puedes ganarme, te llevo sesenta puntos de
ventaja! ¡Vamos, tira! ¡Tira!
Gabriela tira.
Comienzan a reír.
Daniel: ¡Y nunca nos dimos cuenta! (Ríen) Ejem... ¡Te deje ganar! ¿Eh?
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Gabriela: ¡Mentira, apenas puedes conmigo!
Gabriela: El viernes después del trabajo. ¡El que pierda, paga la cena!
Daniel: ¡Te tengo que contar algo de la chava con la que siempre juego! ¡Resultó
ser Gabriela, la mesera!
Daniel: ¡Tranquilo, mi sangre, tranquilo! ¡Todo va a estar bien! ¡No chille, agarre
piedra!
Lily: ¿Qué pasa? ¿Por qué no me dices “mi amor”, como siempre?
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Lily: ¿Y? ¿No quieres que nadie se entere o qué?
Lily: ¿Entonces?
Samuel: No es “correcto”
Lily: ¡No mancho! ¿O qué? ¿No quieres que te escuchen tus “amiguitas” que me
dices “mi amor”?
Samuel: ¿Qué?
Lily: ¡Eso! No creas que no me doy cuenta como saludas a Gabriela, la mesera
Samuel: ¿Yo?
Lily: ¡Pues ni modo que yo! Pero no me cambies el tema. ¿No quieres que se
enteren que andas conmigo o qué?
Samuel: ¡No!
Lily: Cla-vi-cor-“d”io
Samuel: ¡Lo que sea! Mis nachas quedaron tatudas en la butaca, nada más me faltó
ponerle “Aquí estuvo Sammy”
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Lily: Te prometo que para el sábado hacemos lo que tu quieras
ESCENA 10
Daniel: Iba a decir de cuando metí el pie en un charco, pero de eso tampoco
Daniel: (Rompiendo) Lo bueno es que ya estamos aquí. (Ella tiembla por el frío) Ya
métete, hace mucho frío
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Gabriela: Me espero hasta que llegue por ti el taxi que pedimos
Él le coloca la chamarra. Al terminar, quedan muy cerca el uno del otro. Silencio. Se
observan. Lentamente se acercan más. Se besan.
ESCENA 11
Lily y Samuel se encuentran en una sala. Están preparándose para ver un programa.
Lily: Dijiste lo mismo del anterior y la música estaba muy... ruidosa, corazón
Lily: No se, cuando dijiste que habías planeado que viéramos dos conciertos en
tu casa me imagine que eran de música romántica, para abrazarnos y
cantar los dos juntos
Samuel: ¡No hay que entenderles! Solo gruñes, colocas la mano así, sacas la lengua
y te mueves como si te dieran ataques
Samuel: ¿Nos?
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Samuel: Pero...
Lily: ¡Apágala!
Lily: ¡¡Apágala!! (Samuel la apaga de mala gana) Últimamente has estado muy
seco
Samuel: ¿Bonito?
Lily: Ajá
Lily: Sí
Lily: Sí
Lily: ¡Samuel!
Samuel: (Para sí mismo) ¡En la madre! ¿Ahora qué le digo? Cerebro, se que no nos
llevamos bien, pero es hora de trabajar juntos. ¡Aaaaaay, me está echando
ojos de león! ¡Ya se! Alguna frase de alguna película... “Why so serious?”
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¡No, no! Maldita sea, aquí es donde me arrepiento de no ver más peliculillas
románticas
Samuel: “El amor no mira con los ojos, sino con el alma"
Samuel: ¿De dónde saqué esa frase tan estúpida? ¡Idiota, lo dije muy fuerte!
Samuel: No es eso
Samuel: ¡No lo soy, solo me siento presionado por ti para hacer esas cosas!
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Samuel: ¡Con nadie!
Lily: ¡¡Más te vale que me digas en este momento con quien andas porque si no,
te voy a cortar los hue...
Samuel: (Interrumpiéndola) ¡Con Daniel! Así como lo oyes... Decidí salir del clóset.
Amo a Daniel y él ya me confesó que también me quiere
ESCENA 12
Gabriela: Hola...
Daniel: ¿¿Será tal vez porque me ocultaste que salías con alguien??
Daniel: ¡Ja! ¡Ja! ¡Ja! (Rompiendo cuarta pared) ¡Es la hora de “Búrlese de Daniel”!
¡Es gratis! ¡Pase usted y hágale añicos el corazón!
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Gabriela: Necesito explicarte
Daniel: ¡Por eso no le abría las puertas al amor, porque no es la primera vez que
me salen con una tontería!
Gabriela: Daniel...
Gabriela: Sin embargo, a pesar de no ser nada formal, tengo que terminarla para
iniciar algo contigo
Gabriela: Sí, espero que me entiendas, me gusta hacer las cosas de la manera más
correcta posible
Daniel: Pero tu... yo... Está bien, llámalo por teléfono y termínalo
Gabriela: No lo se. De hecho casi no lo veo. La última vez que nos citamos fue hace
un mes
Gabriela: Sí, tengo que llamarle para saber cuando podemos vernos. Quiero que por
favor me des tiempo
Gabriela: ¡Ya te dije! Para solucionar esto y también para acomodar cosas en mi
cabeza, la verdad no esperaba esto
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Daniel: ¿Y?
Gabriela: De comenzar algo en serio, no tenía ni la menor idea de que esto podía
pasar
Daniel: ¡Oye, oye! Todo esto me está sonando raro. ¿Tiempo? ¿Miedo? ¡Aaaaah,
ya entendí! ¿Por qué no mejor me dices directamente que no quieres nada
conmigo?
Gabriela: ¡Porque no es eso! Mira, Daniel... dame tiempo, por favor. Dame quince
días para solucionarlo
Daniel: Pero...
Daniel: Sí
Daniel: Bueno, mejor que fue ahorita y no cuando estuviera bien clavado... como
ha pasado antes
ESCENA 13
Cupido: Mucho
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Cupido: No
Anael: Y repito: ¿Qué tal si le hubieras buscado una pareja más afín?
Cupido: ¡No podemos hacer nada! Nuestra función como Ángeles del Amor es
despertarles ese sentimiento, darles esperanza y hacer que se sientan
vivos. En el amor no sabemos como van a resultar las cosas. A veces, las
parejas más afines se quedan juntas, a veces, lo hacen las parejas más
disparejas.
Cupido: Sí existe. Dura como cinco minutos y la canta Rocío Dúrcal (Ríen) La
duración del amor es subjetiva en cada persona y, por ende, en cada pareja.
Hay gente que se pudo amar como nunca en un solo segundo de su vida u
otras que han estado juntas por mucho tiempo y nunca se han amado
realmente. ¡Hay millones de parejas, Anael!
Anael: Voy a bajar a ver cómo termina todo entre Daniel y Gabriela. Gracias por la
lección
ESCENA 14
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Cafetería. Entra Daniel, observa que no está Gabriela. Se sienta en su lugar de costumbre.
Entra Samuel con un peinado distinto y lentes oscuros, se mueve sigilosamente y al llegar
a la mesa de Daniel se sienta. Entran Cupido, Anael y Gabriela.
Daniel: ¡Ah, chinga! ¡Ahora ya soy Danny! ¡Así nomás a secas! Ya no soy “tu
sangre”. ¡Claaaaro, como andas “de enamorado”…
Daniel: ¡No manches, vas superándote! ¡Ésta te duró menos! ¿Qué pasó? (Samuel
duda en contestar) ¡Cuéntame!
Samuel: La regué, wey. Me ligué a Lily porque me atrae mucho, pero una vez que
arrancamos la relación yo sabía que no debería estar con ella, no se si te
ha pasado, como que una corazonada te dice que no sigas, que debes
frenarte
Daniel: No se qué decirte, Sammy, pero ya sabes que aquí estoy para lo que
necesites
Lily: ¡Samuel!
Samuel: ¡Ay, mi sangre! Pues ahora sí que te voy a tomar la palabra porque si
necesito un paro
Lily: ¡¡Samueeeeeeeeel!!
Samuel: ¡Sí, acepto! (Lily los observa y queda confundida. No menciona una sola
palabra y sale. Samuel observa que se ha marchado) Gracias, mi sangre.
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Samuel: ¿Qué pasó, mi sangre! ¿Ya vamos a empezar con los insultos? ¿No ves
que Lily es peligrosa porque anda despechada?
Daniel: Es que muchas personas hacen idioteces por despecho pero tu, ¡por dos
pechos!
Samuel: ¡Ya no, mi sangre! ¡Ya no! ¡Éste Sammy que ves aquí ya no es el mismo!
He aprendido y madurado en esta ocasión, así que ya no voy a perder la
cabeza por unas nachas (Observando afuera) ¡Ay, chiquita! ¿Ya viste a esa
chava?
Gabriela: (Dando a Daniel un vaso con agua. Ël hace buches) ¿Así saludas a todos
tus amigos?
Gabriela: Daniel, lo siento, quiero ser honesta contigo. Olvida lo de los quince días
Se besan. Salen.
Cupido: ¡Buen trabajo, Anael! He de admitir que tus métodos resultaron muy
efectivos
Anael: Sí, también los tuyos (Ríen). Creo que he entendido lo que buscas con los
humanos
Cupido: Solamente que aprendan y, para aprender, tienen que vivir esas
experiencias. Más adelante esto les ayudará a diferenciar el
enamoramiento del amor verdadero y valorar cuando lo encuentren
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Cupido: Oye, se te ve bien el cabello así.
Anael: Gracias
Silencio. Se observan.
Cupido: Después de todo este relajo, ¿me permite usted invitarle un café?
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