May - Torpezas Del Destino PDF
May - Torpezas Del Destino PDF
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Primera parte
Nunca en mi corta existencia creo que había corrido tan rápido hacia
casa como en esa ocasión.
*****
-¡Tranqui chavala!
-Jajaja, así que es eso… ¿.y que edad tiene la nueva hermanita?
-Creo que 17
-Abusona…
-Jaja…gracias Andi...
-Y yo a ti paranoica…nos vemos.
*****
- Un tiempo chiquito
- Si, como tú
- Aun un ratito
- ¿Tamben chiquito?
PIPIPIIIIIIIIIIIIIIII
*****
*****
*****
*****
- Miguel, quizás sea esa chica. ¿¿No dijiste que era morena??-
preguntó mi madre mientras señalaba a una chica alta y morena que
justo en ese momento cruzaba la puerta de salida.
*****
El sonido del gentío llegó a mis oídos nada mas atravesar la puerta.
La salida estaba que no cabía ni un alfiler “¡¡Toma ya!!¡¡Clamor de
multitudes a mi llegada!!…Ni el bisbi...¡¡me adoran!!”. Me bromeé a
mi misma mientras intentaba buscar entre la multitud una cara que
me resultara vagamente familiar. Hacia al menos 15 años que no
veía a mi tío pero si era hermano de mi padre al menos algo debería
de parecérsele, ¿o no? Pues iba a ser que no.
*****
- Si mamá…
*****
por patas antes de que sea demasiado tarde…” Y justo estaba por
hacer lo que mi otro yo se me solicitaba con tanto empeño cuando…
- Nicole!!!
**
“Eso papi, que se note que eres de mundo” pensé para mi misma
mientras observaba con vergüenza ajena tan entrañable escena.
trataba de autoconvencerme.
- Jeje, que tierno- rió Nic mientras se limpiaba como podía las babas
que aun le colgaban de la cara.
*****
*****
*****
*****
*****
- Has estado muy callada durante todo el camino. Nat, ¿hay algo
que no me hayas contado?
- Bueno…
- ¿No me crees?
- Anoche tuve un pequeño altercado con Nic- dije tan rápido que ni
siquiera estaba segura de que Andi hubiese sido capaz de
entenderlo.
- Agghh…ya sabia yo que algo había pasado, ¿es por eso que no os
dirigís la palabra?
- Tratas de decirme que por una mísera vez que habéis hablado…
¿lo habéis empleado para discutir?
- Es necesario, ¿verdad?
*****
- Gracias.
Lo siento mucho.
*****
- ¡¡Papá!!
- Jajaja, ok ok…ya veo que cada día queréis menos a este viejo…
supongo que tendré que acostumbrarme a que me rompáis el
corazón…aish, cést la vie…venga, daos prisa o llegareis tarde a
clase, que tengáis suerte chicas.
- Gracias tío- dije mientras salía del coche y miraba al viejo edificio.
- Eso parece.
- Bueno, no te preocupes, sé que la pasaras, tienes cara de chica
inteligente.
- Supongo.
Nada mas abrir la puerta el ruido del interior del aula invadió
nuestros oídos. Mientras fuimos avanzando a través de la sala pude
oír susurros y voces que aunque me empeñara en ignorar no podía
evitar escuchar gracias a la agudeza de mi oído.
Giré mis ojos ante la credibilidad que le daban aquellas niñas a sus
fiables fuentes mientras seguía avanzando tras mi prima por el aula
hasta llegar a un par de pupitres vacíos.
Estaba rodeada por 3 chicas más con las que parecía estar
hablando. No tardó demasiado en despedirse de ellas y acercarse a
nosotras.
Poco mas pudo ser dicho pues el profesor hizo de inmediato acto de
presencia.
*****
Ni que decir tiene que anduve dando más vueltas que un trompo por
esos malditos pasillos por lo menos durante cinco minutos, hasta
que al fin conseguí dar con el aula 10, o debiera decir aula 1
Miré a la dueña de tal voz. Era una chica alta, aunque algo menos
que yo, rubia de bote y de tez más bien morena. Sus ojos marrones
me miraban entre burlones y desafiantes.
- Vaya, vaya, pero que ven mis ojos, gafitas granulado y miss doy
paseitos al pasillo.
- Así como tu ¿verdad?, pero que pena que no siempre todo lo que
se espera se cumpla.
- Cierto, podría haberte partido la cara aquí mismo, pero mira que
piadosa fue que te dejó la oportunidad de hacerlo a la salida y con
un aforo de espectadores menos limitado.
*****
Como acordé con Andi y mi prima, Iván y yo nos reunimos con ellas
a la hora del almuerzo. El comedor no podía ser menos que los
pasillos y las aulas, así que mejor os evito el trauma y lo dejo a la
imaginación. Nat y Andi nos esperaban sentadas en una mesa,
debido a nuestra tardanza habían comenzado a comer y mejor así,
porque después de lo que oyeron, exceptuando la saliva, no se
quedaron con ganas de tragar mucho más.
- No sufras, sé cuidarme
*****
- ¿Debería?
- Hija de…- soltó Nat antes de que apenas pudiera sujetarla para
evitar que hiciera una tontería de la que se lamentara luego.
*****
- ¿Sucedió algo?
*****
- Cabrón.
- Vaya, gracias.
- Lo siento Andi…me enerva, no lo puedo evitar…
*****
Toc toc
- ¿Que lees?
- Hamlet.
- ¿Te gusta Shakespeare?
- No me gusta, me encanta.
- ¿Y romper el equilibrio?
- Nic…
- ¿Si?
- Pero no es lo mismo.
- ¿Entonces?
- Eso yo no lo elegí.
- ¿Aun lo dudas?
- Es el código, Nat.
*****
- Lo siento.
- ¿Te ayudo?
- Sí, algo así. ¿Te parece bien que te recoja a las diez?
- ¿Pero porque?
*****
- Gracias- me agradeció.
- Si, se nota lo crecidita que estas que mira el escándalo que estas
armando, además, ya dije que no y es no, te quedaras en casa con
Nic y que no me entere yo que sales, ¿estamos?
- ¿Estamos?
*****
- ¿Si?
- Andi…
- Con mi pá no funciona.
- Si, pero mas vale pájaro en mano que ciento volando, lo cual no
tienes que tomarlo en el sentido literal, ¿eh?
**
“Si insistes…”
PLOF
- ¿Todo bien?
*****
- ¿Si?
- Hasta luego.
“Los zapatos, que mira que soy capaz de irme en pantuflillas con las
prisas…”me dirigí al mueble zapatero donde saqué unas sandalias
con un tacón algo alto para mi gusto.
PLOF
- Hola, sin duda seré la envidia de todos esta noche- dijo a la par
que me miraba de arriba abajo.
- Si, mejor salgamos ya. - “¡¡que necesito aire fresco con urgencia!!”
*****
- Igualmente.
Nunca antes había estado en una fiesta, pero no supuse que sería
muy difícil, solo tenía que acercarme a la mesa, pedir una bebida y
bailar hasta no sentir los pies.
*****
- ¿La trajiste?
*****
Apenas me había acabado mi bebida cuando vi acercarse a Guille
con un vaso en cada mano.
- Toma, te lo cambio.
- Pero…
- Está buena.
*****
TOC TOC
TOC TOC
estaba en ello cuando noté bajo mis pies algo que crujía.
- ¿Eh?
- ¿Durmiendo?
- Ya…y los pájaros tienen vértigo… ¿me dices de una puñetera vez
o tengo que ir a sacártelo a golpes?- contesté perdiendo la poca
paciencia que de por sí tengo.
- Se fue a la fiesta.
- No sé más…
- Nicole no i…
*****
- Si…necesito aire…
Ya fuera…
- ¿No que?
- ¿Y si no me da la gana?
- ¿Y si te parto la boca?
- ¿Quieres probarlo?
- Sí…
*****
- ¿Supones?
- Tú sabes, no todos los días el chico que crees mas maravilloso del
planeta te invita a salir…
*****
Dos calles mas abajo dos sombras discuten en un callejón.
*****
El sonido de los albores del nuevo día hizo que poco a poco fuera
abriendo mis ojos. Pronto me vi sorprendida por los suaves reflejos
del sol en el espejo de enfrente de la cama obligándome a cerrarlos
de nuevo de forma involuntaria. Me cubrí con la mano la cara,
mientras intentaba recordar donde estaba. Pronto la cercanía y
calidez de otro cuerpo junto al mío me hizo recordar.
*****
Sentí los calidos rayos del sol sobre mis parpados y a alguien
moverse debajo de mí. Abrí los ojos lentamente, claramente
desorientada, pero el dolor que sentí en mis sienes nada mas
abrirlos me hizo cerrarlos de nuevo.
“Nat, que has hecho…que gilipollez mas grande has hecho…” fue
mi pensamiento antes de que las lagrimas empezaran a invadir mis
mejillas casi sin poder evitarlo.
*****
- Lo siento, no llores por favor, shhh, todo está bien, solo necesitaba
ir al baño- intenté calmarla.
- Shh, tranquila, todo está bien- le dije sonriendo mientras volvía con
mi mano su rostro hacia arriba e intentaba a hacer que me mirara a
los ojos.
- Te lo prometo.
******
Apenas habíamos hablado desde lo sucedido en la mañana.
Después de eso, se había ido y se había encerrado en la habitación
de su hermano no apareciendo hasta la hora del desayuno, en el
cual tan solo se había limitado a comer y a agachar la cabeza.
- Era tu padre.
- ¿Es por eso que te pasaste por ahí abajo lo que te dijo tu padre?
¿Porque sabias que no me chivaría?
- Nat…
- ¿Es eso de allá arriba lo que buscas?- pregunté con tono ausente
mientras le señalaba con la mirada un estuche que había en la parte
alta del mueble.
- Jaja, eso es solo un mito, ¿tu crees que con esta carita que tengo
puedo intimidar lo mas mínimo a alguien? – cuestioné mientras
ponía cara de no haber roto un plato en mi vida.
- Bueno, esto es mejor que lo tengas al aire para que seque antes
pero…visto donde está, creo que lo mejor será que la lleves tapada
por unos días…no me gustaría que se volviera a infectar…-
******
- No, tranquila, estoy bien, ya te dije que Nicole llegó justo en ese
momento…
- Dios, es tan… ¿de verdad que estas bien?
- Ya, no bromees…
- ¿Y Nicole?
- Uno de Inglaterra.
- ¿Y esta arriba?- abrió sus ojos tanto que parecía que sus orbitas
fueran a salir rodando por el suelo.
- ¿Y es guapo?
- ¿Porque será que sabía que esa sería la siguiente pregunta?
- ¡¡Andi!!
- ¡¡Aaahh!!
- Sabia que era fea, pero no que fuera pa tanto- respondió Nic al
grito.
¿Vas a salir?
**
*****
- Ajam.
- Entiendo, y es comprensible.
- ¿Entonces? ¿Puedo?
*****
*****
“Nat, Nat, si juegas con fuego te quemas… ¿se puede saber en que
andabas pensando? por dios, es tu prima, no puedes andar
coqueteándole así porque si solo porque te agrade estar con ella…
un momento, ¿agradarme?”
Abrí mis ojos todo lo que pude sorprendida del inesperado rumbo de
mis propios pensamientos mientras me sentaba en el suelo aun
apoyada en la puerta.
*****
- Uhm, a ver…
Me levanté del suelo y me sacudí la ropa, más por hacer algo que
por sacudirme realmente.
- ¿Ahora?
*****
- Olvídalo- Nat giró sus ojos y se cruzó de brazos mirando hacia otro
lado en un gesto claro de abatimiento.
- Dos para la sala 4- dije casi lamiendo el cristal de lo cerca que tuve
que situarme.
- Por el centro, si puede ser- gritó Nat a mi lado mientras pegaba sin
ningún tapujo su nariz al cristal y me agarraba de la manga de la
chaqueta- Tu cuello me lo agradecerá- dijo dirigiéndose ahora hacia
mi.
- Jaja, loquis…
- ¿Quieres comprobarlo?
- ¿Te atreverías?
- ¿Aun lo dudas?
- Eres todo un enigma…lastima que juegues en el otro bando -La
chica me miró con una sonrisa sardónica colgada en los labios.
*****
- Ey Nat.
- Guille…
- Ya…la bebida…
******
Me miré al espejo y unos gélidos ojos azules mas fríos que el hielo
me devolvieron la mirada.
- Nicole…está fuera…
- Tengo miedo…
*****
- Pues si, me temo que aun te queda por soportarme un rato largo-
contesté mirando su perfil.
*****
“No hay duda de que les importo, estaban mas nerviosos por mi
partida ellos que yo. Los extrañaré, mas de lo que hubiese
imaginado”.
- ¡Nicole!
- Bueno…era de esperar.
- Egocéntrica.
- Jaja, ¡noo!
- ¡¡Si!!
- Pobres vacas…
- Ya ves que valiente te salí. Todo por ti, mi amor, para comprarte al
fin esa casita en la playa- me lanzó un beso al aire.
- ¡Oh! No tengo palabras a eso…me siento tan halagada…¿Y
cuanto duraste?
- Media hora…
- ¿Y que es lo de siempre?
*****
- ¡Nat!
- Ey Andi, ¿que hay?
- ¿Tas bien?
- Ya…
- Ahh, así que eso es…No te preocupes de seguro debe estar tan a
gusto que se le olvidó.
- Si, imagino.
- Si, segurísima.
- ¡¡Andi!!
- Jaja ok ok, tenía que intentarlo por ultima vez.
- Jaja, ¡¡bobaa!!
- A su servicio.
- ¿Y a donde iréis?
- Bah, ya la he visto…
- ¿Hubo sangre?
- Jaja ¡¡noo!!
- Uhm…puede…
- Agghh…¡¡vamos!!¡¡Yaa!!¡¡cuéntame!!...to be continued…
- A ambos.
- Os llevaríais bien…
- ¿Con quien? ¿Con Robert o la señora Norman?- le devolví la
jugada.
- No adelantes acontecimientos.
- ¿Me retas?
- ¿Y bien?
- Si bueno…pero me gusta…
- Menos mal…gracias.
- Por nada.
- Nah…ni te preocupes.
*****
- Lo siento…
- Upss…
- Jaja.
- Gracias.
- Gracias.
*****
“Estas como una chota Nicole…mírate, con ojeras y aquí tan pancha
dando vueltecicas a la manzana como las imbéciles con el frío
calándote los huesos”.
Seguí caminando calle abajo, mis pies parecían tener vida propia.
Giré a la derecha y me encontré en el último lugar al que hubiera
deseado ir durante mi estancia allí. La pesada puerta me dio la
bienvenida al lúgubre lugar. Pasé por debajo, aun no demasiado
consciente de lo que pretendía hacer allí. Nada más pasar una
gitana se abalanzó sobre mí intentando hacerme el agosto…y para
mi sorpresa consiguiéndolo.
Agarré las flores, las pagué y seguí caminando por el largo pasillo
central. Lapidas y mas lapidas se abrían paso ante mi a cada
zancada. Giré a la derecha no demasiado segura de ir a donde se
suponía que debía ir. Avancé unas losas más y me detuve.
- ¿Por que?- fue lo único que salió de mis labios. Los apreté con
fuerza, como intentando que no saliera nada mas. – ¿Por que me
abandonasteis? ¿Porque cuando mas os necesitaba?- cerré los ojos
permitiendo que las lagrimas se pasearan con total libertad por mis
mejillas.
y ahora lo cierto, es que siento que faltan…y tal vez las mas
importantes…me siento perdida…-admití al fin.
Me quedé largo rato allí callada, mirando las losas sin realmente
verlas mientras la lluvia acariciaba mi piel ya sin ningún tipo de
tapujo.
*****
años, siempre había estado segura de ello, y vamos que si hay algo
que le sobra a esta niña es la seguridad que siempre parece tener
en todo. Seguridad que se vio en apuros cuando yo le confesé en su
momento que muy a pesar de lo que ella pensara de mi yo no era
como ella quería que fuera. Es cierto que a veces me he fijado en
chicas, pero no exactamente de esa forma. Si hay algo que he
tenido lo suficientemente claro hasta ahora eso ha sido mi
sexualidad. Y aunque siempre hubiera andado jugando con chicos,
lo cierto es que me gustaban los chicos. Lo de que no hubiera tenido
demasiadas citas era otra cosa que ahora no me da tiempo a
explicar.
Toc toc.
- ¿Se puede saber que rayos te ha pasado para que vengas pasada
por agua? no llueve tanto.
- Uhm…tal vez…
*****
*****
- Un libro…
- ¿Qué es que?
- Crees que…
- ¿La conociste?
- Sin duda.
- Tal vez…
El momento fue roto cuando los dos miraron hacia el interior del
cuarto y nos vieron a mi amiga y a mí observándoles.
- Pero…
**
- ¿Y quien te dice que sea para esta noche?- me miró coqueta antes
de darse la vuelta y mirarse al espejo. Me quedé observando su
espalda desnuda por unos instantes.- Eres peor que papá…pareces
una monja de clausura- elevé mi mirada y vi su reflejo sacándome la
lengua.
- ¿Que te juegas?
*****
- Yo no…
- Jaja…Y yo que creía que lo hacías solo por cenar conmigo- intentó
fingir indignación.
- Si, unos tíos que creo que prácticamente no han querido saber de
mi existencia hasta el día de hoy…
- Nicole, Nat, mamá dice que vayáis bajando- nos avisó Dani
apareciendo en el marco de la puerta.
*****
- ¿Entonces?
- El truco está en que todo te entre por un oído y te salga por el otro.
Venga Nat, no dejes que disfruten amargándote la noche.
- ¿Luego?
- Gracias pero va a ser que paso- hice una mueca que se ganó una
sonrisa por su parte.
- Y pija.
- Sin duda…
- Uhm… ¿rara?
- ¿Estas bien?
- Así que ese es el plan- la observé mientras sacaba las copas del
mueble.
- Sip, el plan A.
*****
*****
“Muy bien Nat, creo que tu y yo tenemos una charla pendiente y con
urgencia. No puedes seguir con esto. No es viable. Es…es…es
imposible” me tiré hacia atrás en la cama y me tapé los ojos.
- También… ¿vamos?
- Vamos.
*****
- Vamos, pero si solo son los tíos- le recordaba las palabras que
antes de cenar ella misma me había
dicho.
- Exageras…
- Tal vez…
- ¿Como que tal vez?- detuve mi marcha, cosa que no pareció notar
ya que siguió caminando.
- Pss…tal vez…
- Eso es un no.
Entrecerré mis ojos intentando fingir enfado y adopté una pose que
a mi parecer era de lo más intimidatoria. A mi parecer, claro, porque
la niña no tardó mucho en soltar tremendas carcajadas.
- De ti.
- ¿Que?- pregunté.
- Tal vez…
- Me parece bien.
- ¿Está Andi?
- Igualmente…
- ¡¡¡Andiiii!!!- volvió a gritar- Agg, esta niña está mas sorda que una
tapia, seguidme...
- Eso parece…
- Jaja, bueno, parece que están diciendo por ahí de irnos a continuar
la fiesta a una disco o no sé…
- ¿Y tu Nic?
*****
- Papá…
“Bien bien Natalia, veo que le gané a tu curiosidad por esta vez…”
- ¿Que buscas?
- Estas fatal…
- Tal vez…
- Tal vez…
- Que impaciente…
- De nada…
Me miró antes de comenzar a destrozar el papel.
- Ya veo cuanto admiras ese bonito papel rojo con ese precioso lazo
azul que puse con tanto cariño y que destrozaste en dos milésimas
de segundo…
- Que sentida…
De sobra está decir que al final consiguió abrirlo, aunque eso sí, mis
tres minutitos de recochineo nadie me los quitó.
- Resentida…
- Jaja, si, ahora finge que no te gusta…oh, ¡hay mas! ¡Entre dos
rollos mas de celo!- exclamó percatándose de que entre el jersey
había algo mas envuelto.
- Si claro- se la puse.
- Solo di Feliz Navidad, espero que lo hagas por muchos años mas-
traté de buscar su mirada. No me costó demasiado, su sonrisa fue
mayúscula.
*****
- Uhm, sip…
- ¿Segura?
- Fatalmente mal…
- Que vengativa…
*****
- ¿Entendiste ya?
- Si…
- Uhm…tal vez…
- Te gusta alguien.
- No te pregunto…lo afirmo.
- Aguafiestas...
¿no?
- No…no es nada…
- Trato de decirte que sea lo que sea que pase por aquí y por aquí-
señaló mi pecho y mi cabeza- me importa…porque tú me importas…
- No hables tonterías…
- Nicole…
- Tal vez…
- Solo contesta.
- ¿Y eso no es raro?
- Eso es como insinuar que entre tu y yo hay algo solo por el hecho
de que puedo ser tu tipo…que por cierto, ¿lo soy?- se me acercó
sugerente.
- Que sepas que no has herido mis sentimientos sino que te los has
cargado directamente.
- Lo superaras.
- Y que remedio…
Unos niños pasaron frente a nosotras corriendo tras un balón, los
observamos jugar por unos instantes.
- ¿Tenían el libro?
- ¿Lo necesitabas?
- ¿Volvemos a casa?
**
- ¡Sii! ¡¡Yo quero jugar con Pipo!!¡Tata! ¡¡Voy a jugar con Pipo y
Nico!!-se me acercó.
años…¡Yaa!¡¡Paraloo!!”
“Al que quiera que haya allá arriba… ¿tan mala cristiana soy para
que me tortures en vida así?”
- Jiji- reía Alex mientras se revolvía en el abrazo en un intento por
volver a tomar posesión del ratón.
- ¡Oyee! que el solito lo asoció…- seguí jugando con Pipo mas para
evitar girarme y encontrarme con esos ojos que por propia diversión.
Si, ya, porque rayos no se me ocurrió levantarme ahora que el
inocente causante de mi tortura ya se había marchado, ¿no? Pero
pss…caí cómoda.
- Si…
“Esta claro que no tiene ni idea del efecto que me causa…O eso o
que le encanta torturarte Natalia…”
Unas calidas manos taparon mis ojos. Elevé las mías, palpándolas,
sabiendo de inmediato por el tamaño, el tacto y algo de lógica a
quien pertenecían.
*****
- Vamos que nos vamos, vamos que nos vamos, vamos que nos
vamos.
- Como no… ¿como puedes pensar en dormir? Nat, ¡pero mira que
paisaje tenemos ante nosotras!-
- ¡Vamos que nos vamos! ¡Vamos que nos vamos! ¡Vamos que nos
vamos!- alguien me gritó desde el otro lado.
- Jajaja, menos mal que te pusimos el cinturón antes que sino tocas
el techo- me miraba burlona mi amiga desde su asiento. Solo me
limité a echarle una mirada asesina que para mi resignación no
pareció funcionar.
- No te preocupes- me sonrió.
*****
- Algún día- pude ver ese brillo en su mirada antes de que esta se
dirigiera hacia mis labios. Casi sin darme cuenta yo estaba haciendo
lo mismo. Me levanté rápidamente bastante turbada por lo que
acababa de hacer y… ¿desear?
- ¿Que haces?
*****
No pude evitar que mi vista se paseara por ese cuerpo, que le voy a
hacer, si a fin de cuentas soy humana. Lo que si que me asombró
fue el hecho de que cuando llegué a sus ojos pude notar como ellos
también se paseaban libremente por mi cuerpo solo cubierto por
otro bikini, en este caso amarillo.
- Bonito bikini…-comentó apartando la mirada al verse sorprendida.
- ¿Y si no me lo pusiera?
- Mucho mejor.
*****
- Creí que dijiste que los demás también iban a salir…- le comentó
mi prima a su amiga.
- Reprimida…-intentó provocarme.
- ¡¡Pesquemos patitos!!
- ¿Entonces cual?
- ¡¡El patitooo!!
Tal fue mi insistencia esta vez que el chico asustado me dio un
patito amarillo.
- Gracias…
- Si, pobre…jajaja
- Jajaja
*****
- Shhh…
- Andi…
¡¡Pedazo pivón!!
- No me mira a mí…
- ¡¡Entonces me mira a mi!!
- Porque a ti no se te ve.
- ¡¡Como va a verla!!
- Oh...
- Si bueno, soy Adrián, ellos son Iker y Luismi- dijo señalando a los
otros dos chicos, los cuales hicieron un movimiento con su cabeza
al ser nombrados.
“Oye, que libertades se toma la gente por estos lares. Ahora resulta
que para besar a alguien tienes que sujetarla de las caderas. ¿A
que rayos vienen esas confianzas?”Entrecerré mis ojos bastante
mosquis.
- Gracias.
- Yo no voy.
¿verdad?
*****
- Nat, ya es mayorcita…
- ¡¡Se voló!!
pensamientos y sentimientos.
- ¡¡Nic!!- me miró a través del culo del vaso vacío- ¡¡Que lejos!!
¡¡Pero acércatee!! Jiji, es tímidaa-le comentó al chico que atendía la
barra y que en ese momento fregaba algunos vasos.
Jiji.
- Verdad.
- ¿Quien?
- ¡¡Ella!!
- Me alegro.
- ¿Puedo ser la madrina?¡¡Me hace iluuuu!!
- ¿Del besugo?
- No, el besugo será el plato principal del banquete, así que tenéiss
que casaross en temporada.
- Si señora.
al aire.
- ¡Si! ¡Eso significa que estamos junto a la piscina!- pude ver el brillo
en su mirada, si la niña estaba alucinando no iba a ser yo la que la
trajera de vuelta a la tierra.
- No creo…huele a cloro…
- ¡¡Dios!!¡¡Donde vamos a llegar!! ¡¡ ¿Que estamos haciendo con el
planeta?!!- exclamé mientras dramatizaba exageradamente con mis
manos. Se quedó boquiabierta a mi lado, mirándome con una
mezcla de pasmo y miedo.
- ¡¡Socorrooooo!!
- ¡¡Se ahogaa!!
- ¡¡Nicole!!- se hundió como un plomo. Paré mis risas y me quedé
mirando fijamente su cuerpo inerte bajo el agua.
*****
Suspiré.
- ¡Andi!
*****
- Cof cof.
- Ya ya…tranquila, respira…
- Oh, si… ¿me has besado?- abrió sus ojos de forma exagerada,
casi cómica.
- ¿Por qué las chicas de aquí siempre sois tan crípticas?- sonreí
haciéndola sonreír.
- No te preocupes, lo haré.
- Gracias…
*****
“¿Que diablos les pasa a los tíos? ¿Que acaso llevo un cartel en la
frente que diga chica fácil con lucecitas de neón y música?”
¿que querías?
- No…
- Sí, ella está esperando una respuesta por tu parte. Y sabes que es
justo que se la des. Justo para ti, y justo para ella- la miré entre
lágrimas solo para encontrarme con esos cálidos ojos que parecía
que nunca dejarían de sorprenderme.
*****
“¿Pero esta niña de que coño va? Primero nos hecha la bulla
porque según ella estuvimos bailando y luego resulta que ella acabó
haciendo lo mismo…y con ese…ese…¡¡ese mamarracho!! ¡Por dios!
- Yo…
**
- Shh, no llores, todo está bien- me susurró con lagrimas en los ojos
e intentando sonreír.
- Estas confundida.
- Tú dijiste, parezco.
- Si…resulta paradójico…
- Lo intentaré…
- No…- sonreí.
- Las cosas no son fáciles ni difíciles, somos nosotros las que las
hacemos de una forma u otra.
- Yo no me sonrojo…
- ¡Eres cruel!
- ¡Y además egocéntrica!
- No es tan sencillo.
- Te lo prometo…
*****
- Estoy bien…
- Genial, estaría bien que llamara al medico del hotel, creo que le
subió la fiebre.
asustada.
- Eres la monda…
- ¿Que querías?
- ¿Por qué?
- Yo bueno pensé…
- ¿Quien era?
- Nadie que esperáramos. Parece que cada vez está mas caliente-
comenté acercándome y tocándole la cara.
- Parece que realmente está mal, ¿desde cuando lleva así?- nos
preguntó la profesora.
- La temperatura le ha subido por momentos…pero desde hace
como diez minutos que está inconsciente.-me apresuré a responder.
- Si…me quedo.
- Andi, no es necesario…además, bien sabemos lo ilusionada que
estabas con poder ver ese castillo…-traté de convencerla.
- Pero…
- Nada de peros, hazte unas buenas fotos del lugar y luego nos
cuentas. No te preocupes por Nic, la cuidaré bien- le besé la mejilla.
*****
- Ajam…
- ¿Nat?
- Yo…
*****
¡barroquísimo!
- ¡Al fin solas! ¿Qué ha pasado aquí hoy? con pelos y señales,
cuenta- me atacó Andi en cuanto Nic estuvo lo suficientemente
lejos.
- Pss…que me besó.
- ¿Entonces que?
- ¿Debería?
- ¡Pues te besó!
- ¿Y?
- En sueños…
- En sueños.
- ¿Seguro que la que deliraba hoy era solo ella? no tendrás fiebre…-
comenzó a palparme la cara.
- ¡Me besó! Estaba leyendo tu asquerosa novela al borde de la
sobredosis por tanto empalago cuando se despertó…se acercó a
mi…y me besó.
- Claro, por fiebre alta. Mira Andi, fue un beso nada mas…no voy a
ponerme a hacer castillitos al aire solo por eso, no quiero más falsas
ilusiones. Lo mejor es que me olvide de lo que pasó y que trate de
olvidarme de ella.
- No sé…no me presiones…
- Lo siento amiga, pero veo que aquí hay algo más que cariño
fraternal por su parte. No te digo que esté locamente enamorada de
ti pero de sentir, siente algo… ¡y voy a averiguarlo como que me
llamo Andrea Estrada Carmona!
*****
Caminé de regreso a la habitación casi en piloto automático. Mi
cabeza seguía aún en el comedor donde Natalia y Andi se habían
quedado.
- Como no…tu...
- Ella no es…
- ¿Que te picó ahora?- pregunté nada mas abrir. Unos ojos verdes
me miraron confusos al otro lado del pasillo.
- ¿Que le dijiste?
Su cara fue todo un poema. Elevó mas las cejas, desvió la mirada
hacia un lado y volvió a mirarme arrugando el ceño.
- ¿Y se lo tragó?
- Ni idea…
- ¿Y eso no te molesta?
- ¿No es Andi?
- Si, entiendo…
- No exactamente…pero bueno.
- Solo deja que todo siga su curso- bostezó- Y usted señorita
debería irse yendo a la cama ya, mañana será un laaargo día.
- Sí, mamá…
*****
“¡Esta bien! ¡Lo admito! ¡Los celos me consumen! ¿Y qué? Esa niña
me gusta mas de lo que creía.
Lo que siento por ella me rompe todos los esquemas que creía tener
bien asentados…va mas allá de una relación puramente fraternal,
pero ¿y qué? No hay nada que hacer al respecto, porque
“¡Maldita sea! ¿Por qué tiene que ser tan complicado solo fingir que
no pasa nada? ¿Y si le digo?”
Paré todo movimiento “Sí, claro, como no… ¿pero tu eres lela o que
te pasa? Como si no tuviera ya bastante con sus quebraderos de
cabeza pa que encima tu le eches mas”
*****
Abrí los ojos consciente del movimiento y el ruido que había al otro
lado de la cama en la que me encontraba tumbada. Me giré
lentamente descubriendo a la causante de mi despertar. Estaba
echada a mi lado, inmersa en la lectura de un grueso libro que
apenas podía sujetar entre sus pequeñas manos mientras roía
ausente una chocolatina. Decidí acercarme al darme cuenta de que
no se había percatado de mi despertar.
- Uhm…no pares…
- Virgen santísima…estas…estas…
Toc toc
- ¿Que es?
Rodé mis ojos, este chico estaba claro que no era de este planeta.
- Por todos nosotros…y por la amistad que nos une, que no acabe
nunca… ¡Amen!- gritó Andi
- Yo…
- Natalia…- la seguí.
- Es una locura…
*****
- No, sobre las cinco o así. Estuvo bastante bien, al menos nos
divertimos un rato- comencé a desayunar.
- Mamá, ¡Alex está metiendo los dedos en los cereales de Nic!- gritó
Dani al otro lado de la mesa haciendo sus deberes.
- ¡Mamá! ¡Miralaa!
- ¿Dormiste bien?
¿verdad?
“Será que…”
por aquel entonces las lagrimas rodaban no solo por mis mejillas,
también por las de mi tío.
- No entiendo…
Sé feliz cariño.
Tu padre, Ricardo.
- ¡Nicooo!
*****
- Pletórica es la palabra.
- ¿Tanto se nota?
- ¿Ya llegó tu amorcito ?pásamela le pongo los puntos sobre las íes.
- Jaja, ¡pasamelaa!
- Luego luego
- ¿Y Nicole?
- Salió.
- Hola- fue todo lo que dijo. Siguió subiendo las escaleras sin
detenerse. Me quedé pétrea en el sitio viéndola entrar a la
habitación.
“¿Qué diablos sucede aquí?”
- Dime.
- Vuelvo a Londres.
**
papá, lo había sido para mí, y seguiría allí, acabando el puzzle que
él comenzó tantos años atrás. Era lo menos, sentía que se lo debía
después de todo este tiempo.
- Ya…pero también sabes que no fue tanto así- lo miré- Vine aquí
con un propósito, ¿y que he conseguido? nada…
- Ya no sé que esperaba…
- Podrías.
- ¿Y eso no es mentir?
- Estamos.
- Gracias…
“Cariño, llamé hace unos días para ver como estabas pero no sé,
supongo que no oíste el mensaje.
Supongo que tal vez simplemente es que estas ocupada con tus
estudios. Por favor, llámanos cuando tengas un rato…te quiero,
cuídate”
BIIIIPPP
- ¿Si?
- ¿Si?
- ¿Hola?
- ¡¿Hoooolaaaaaa?!
- Bien, como voy a estar…aunque supongo que no tan bien como tu,
debes de estar muy ocupada,
¿verdad?- comentó irónica y con un tono dolido que la delataba.
- ¿Está tu padre?
- No.
- ¿Tu madre?
- No.
- Claro.
- Está bien, gracias. Me alegro que estés bien. Intentaré llamar otro
día. Hasta luego.
*****
- ¿Eh?
- Sí, supongo…
- No pero…
- ¿Entonces la llamaras?
¡¿Hoooolaaaaaa?!
- Hola…
Quedé petrificada en el sitio al oír el sonido de esa calida voz de
nuevo. El estupor momentáneo dio paso al enfado conmigo misma
por seguir siendo incapaz de controlar el efecto que me causaba.
- Bien, como voy a estar…aunque supongo que no tan bien como tu,
debes de estar muy ocupada,
- ¿Está tu padre?
- No.
- ¿Tu madre?
- No.
- Claro.
- Está bien, gracias. Me alegro que estés bien. Intentaré llamar otro
día. Hasta luego.
- Nada, quería hablar con mis padres. Dijo que llamaría otro día…
que esta ocupada y yo que sé que cosa…claro, de seguro con su
noviecito. Estoy segura de que viven juntos.
- Eso espero…
*****
- ¿Está seguro?
- Si, de hecho el dato me lo confirmó una de sus compañeras
durante su estancia en Brighton.
- No, aun no, parto en tres días hacia allí, en cuanto averigüe algo
se lo comunico. Tenga, aquí tiene todos los datos de mi viaje a
Brighton- me tendió el sobre que instantes antes había sacado.
- Eso espero, nos vemos, que tenga un buen día- metió las manos
en el bolsillo de su chillona chaqueta y comenzó a caminar
perdiéndose calle abajo.
- ¿Y?
- Y nada, no estaban.
- ¿Y qué te dijo?
- Se le pasará…
- No, mamá quería que fuera con ella a visitar a la abuela cuando
saliera de trabajar. Ya debe de estar a punto de llegar.
- ¿Nicole?
- ¿Sí?
- Tío…
- Nicole, ¿cómo…?
- Eso no importa ahora- me agaché y la abracé- Se va a poner bien,
lo sé- dije mirándola a los ojos y sin saber realmente muy bien por
qué había vocalizado eso.
- Cariño, voy a llevar a Diana a casa para que aliste a los niños,
Andi se quedó la noche allí y tendrá que ir a clase…
- Gracias…
- De nada, tranquila, se pondrá bien, es una chica fuerte- comentó
mientras me tocaba el brazo en un claro gesto por consolarme.
- No está permitido pero, por hoy haré una excepción, puedes pasar
a verla unos minutos…al menos hasta que llegue el doctor.
*****
- ¡Nat!- se abalanzó Andi sobre mí, peor que mis propios hermanos.
- ¿Y tu no recuerdas nada?
- No, de ese día solo recuerdo que salí de casa y poco mas…
- ¿Nat?
- Las tiré- mentí- Pensaba que no formaba parte nada mas que de
una broma pesada.
- ¿Cómo?
- Yo no…
- ¿Te has dado cuenta de que las notas están todas impresas por la
misma máquina?- levantó los papeles agitándolos al aire.
Pude ver el odio en sus gélidos ojos azules antes de que saliera de
la habitación. La oí bajar las escaleras seguido por el ruido de la
puerta de la calle al abrirse y cerrarse.
Cerré los ojos y comencé a rezar a quien quiera que estuviera allá
arriba.
*****
“No me puedo creer que sea tan inocente… ¿Qué acaso el golpe le
afectó? Oh, si. No la denunciaré, pero a esa Iris no le van a quedar
ganas de acercársele nunca mas”
- Supones bien.
- ¿Ella te lo dijo?
- ¡No sigas! ¡No soy una asesina! ¡Solo fue un accidente! Yo no hice
que tropezara y se golpeara contra el bordillo.
- ¿Sí?
- ¡Nicole!
- No gracias…
- Tu me…
Sonaba dolido.
- No, yo…solo tenia que volver, pensé que de esa manera era lo
mejor para ambas, reconozco que me equivoqué.
¿verdad?
- ¿Y qué sientes?
- Algo que nunca antes había sentido por nadie, algo que me hace
sentir la persona más feliz y más desgraciada a la vez.
- Quiero ser algo más que un recuerdo en tu vida, que una ilusión.
- No voy a permitir que dejes todo por mí- me levanté y fui hacia la
ventana.
- Uhm…tal vez…
*****
- Adelante.
- Yo…
- ¡¿Y ahora resulta que encima hay que agradecerle que te haya
pisoteado?! Tú estas mal, ¡muy mal!
- Y yo a ti, te quiero…
**
- ¿Y cuándo me la presentaras?
- ¿Si?
- No es lo que he oído…
- ¿Quieres conocerle?
- ¿Y?
- Pues eso, ¿y?
- Que te quiero.
- Ah y yo no…
- Que no se preocupe.
*****
- ¡Ahiii!!- alzó los brazos intentando llegar sin éxito a la cúspide del
gran árbol.
- Jijiji.
- Pues mira, no es mala idea, a ver que dice Nicole, porque dudo
que quiera quedarse en casa.
- Hola Miguel.
- Pues nada, aquí a traer unos bultos para la cena para luego no
venir tan cargados, si me permitís voy sacarlos del coche.
- Si, ¿y?
¡éramos niños!
- Sí, gracias.
- Si… ¿y que hay de ti? no has cambiado tanto desde la ultima vez
que te ví…
- Y lo sigue haciendo…
- ¿Eso es un si?
- Si, ¿venís?
- ¡Buu!
- Ah, por eso…- torció la boca pensativa- Pues déjame decirte que
tu tampoco lo has intentado, ¿no te hace eso pensar que tal vez lo
esté esperando?
la sacudió- ¡Desperta!
- No te iras a…
- Y el David ese…
Toc toc
- Al menos alguien educado… ¡adelante!- grité a quien fuera que
estuviera al otro lado del pasillo.
- ¿Y tú Natalia?
- Anda, ven…
- No, mejor otro día… ¿si? De verdad tengo aun cosas que hacer.
- Eres mala, mira que darle calabazas al pobre chico- comentó Nic
comenzando a ordenar de nuevo su ropa.
- Pues si…
*****
- No seas estúpida…
Me giré y la encaré.
- No pero…
- Si de él.
- Sí.
- ¿Y ella te lo ha dicho?
- No, pero basta entrar ahora mismo ahí dentro y mirarla a los ojos
para ver que se encuentra herida.
- Adelante.
*****
Rodé mis ojos mientras intentaba por tercera vez centrar la atención
en el libro que sostenía en mis piernas. Serían algo más de las seis
de la tarde. De nuevo el sonido del par de energúmenos que tenía
delante me distrajo de mi cometido. Elevé mi vista hacia el televisor
donde dos pequeños monigotes intentaban ganar la Segunda
Guerra Mundial ellos solitos.
- ¡Palomitas!
- Hola… ¿que hay? ¿Está Natalia?- el sonido de esa grave voz hizo
que de un salto me levantara del sofá.
- Sí, pasa…
- Hola, no te esperaba…
- Bueno, yo…estaré en la cocina. Dani, ¿por qué no vienes y me
ayudas con esas palomitas?
- ¿Ahora? joo…
- Andaa…por fáa…
- ¿Era importante?
- Si- siguió enzarzada con los papeles hasta que pareció encontrar
aquello que tanto buscaba. Estuvo un rato leyéndolo antes de coger
de nuevo el teléfono y llamar.- Señor Stevens, no puede ser…-
- No, tengo que verificarlos con los que yo tengo en mi poder antes.
- Pero...
*****
- Hacia el cementerio.
del coche, alegre por librarme de los malditos muelles del asiento
del copiloto, y comencé a estirarme intentando colocarme todos los
huesos en el sitio. El desgraciado me había tenido en esa tartana
viajando durante toda la noche.
- No, ¿cómo descubrió que esta mujer era mi abuela? ¿Qué le llevó
hasta aquí?-pregunté sin mirarle aun acariciando el frío mármol.
- Si, y cumplí con mi parte del trato, el trabajo está hecho, que usted
no quiera aceptar la realidad es otra cosa bien diferente.
Ni que decir tiene que el muy cerdo me dejó ahí mismo. Salí del
cementerio y comencé a caminar hacia la ciudad. Con un poco de
suerte tal vez pudiera averiguar algo que me ayudara a llegar hasta
la familia de esa mujer.
- Muchas gracias.
- Gracias.
- Mi abuela también viajó por casi toda Europa. ¿Cree que…?- dije
sin poder apartar la mirada de la fotografía aun en mis manos.
- Si, claro.
- Sí, era una mujer muy ordenada, le gustaba tener todos sus
papeles clasificados. Creo que debo de tenerlo por ahí en algún
lado, si quieres cuando lo encuentre puedo ponerme en contacto
contigo.
- No la es, pequeña.
¿verdad?
*****
- Si, claro…
- Que está muy bueno- respondí risueña tras tomar el primer sorbo
de mi caliente brebaje.
- ¿Ya pensando en Semana Santa? Por Dios Andi, si faltan casi dos
meses.
- Pues si, pero febrero es muy corto- replicó antes de volver a beber-
¿Va a venir Nicole?
**
- ¡No quiero! ¡No pienso volver a casa! ¡Me quedo aquí! Como mi
amiga que eres estas en la obligación de acogerme- cruzó los
brazos sobre su pecho y arrugó el ceño.
suplicantes.
- ¿Hola?
- Gracias…
- Al fondo a la derecha.
- ¡Hostia! ¡Como en las pelis!- afirmó Andi divertida mientras seguía
la dirección dada.
Rodé mis ojos y le pedí que bajara. Ya a nuestro lado hice las
pertinentes presentaciones.
Se besaron cortésmente.
- ¡Oyee!- me quejé.
- Si…no sé por qué, pero intuyo que esos dos se van a llevar muy
bien.
- Te extrañé…- admití.
- Oh, ¿y tu no querías?
- Ya veo…lo que viene a decir que no soy suficiente excusa para ti.
- ¿Y eso?
- Si, me gustaría.
- Por tu bien espero que siga como está para cuando vuelva.
*****
Otro ruido, esta vez más fuerte, seguido de risas llamó mi atención.
- Juro que los mato… - se separó con desgana. Reí ante su cara
malhumorada.- ¿Qué?- cuestionó mirándome.
- Si, y creo que será mejor bajar antes de que desarmen toda la
cocina...o peor, que haya que llamar a los bomberos…- hizo una
mueca que me hizo reír.
- No, gracias.
- Bueno, parece que nos toca limpiar la zona cero- comentó Nic
dejando a un lado su vaso de vacío y levantándose del sitio.
- Si, por cierto, ¿a que quedé guapo?- dio una vuelta sobre si mismo
mostrándonos su nuevo look.
- Hasta luego.
- Si, pero entra tu antes, de mientras hago unas llamadas que tengo
pendientes.
- ¿No me acompañas?- cuestioné provocativa apoyándome en el
marco de la puerta del baño y comenzando a desabrochar los
botones de la camisa de mi pijama.
- Graciosilla...
Entró directa a la cocina donde dejó la bolsa que traía y luego pasó
a la sala.
- Una amiga de España, vino junto con Nat a pasar unos días- me
señaló con una sonrisa asomando a sus labios.
- Encantada.
- ¿Y qué me trajiste?
*****
- ¿Lo sientes? Por favor, aluniza ya…no quiero acabar esta tarde en
la morgue- seguí mirando la pantalla de mi móvil.
- ¿Para qué? No te sirve nada más que para confirmar que esa
mujer estuvo con tu abuela- comentó aparcando el coche sobre el
bordillo y apagando el motor.
- Si, y también para confirmar todos los lugares por los que pasaron.
- Claro, y por eso te veo babear y beber los vientos por ella.
- Yo no babeo…
- Si, supongo.
*****
- Unas fotos. Mira que ricura.- le mostré a una mini Nic con un
chupete y una muñeca entre sus pequeños brazos.
- Ha cambiado tanto…
- Pues si, con un año no levantaba un palmo del suelo y ahora mide
metro ochenta, lo que hacen los petisuis, ¿eh?
- Nat…
- ¿Tú crees?
- Lo que has hecho estos días pasados. Disfrutar y estar con él.
Deja que siga su curso. Si tiene que surgir algo, surgirá.
*****
Cerré los ojos y apreté fuertemente los labios. Las lágrimas que
había estado evitando comenzaron a recorrer mis mejillas. Abrí los
ojos y miré la fotografía de papá. Me miraba con la misma sonrisa
de siempre. Esa sonrisa que aun en los momento difíciles me
recordaba que solo era algo pasajero y que todo pasaría. Cerré los
ojos de nuevo y me senté sobre la silla, ocultando mi rostro entre
mis manos mientras me apoyaba sobre la mesa, sabiendo a ciencia
cierta que esto no era algo pasajero, y que desgraciadamente ya no
había vuelta atrás.
- Hola- contestó una voz que hizo que automáticamente una sonrisa
se instalara en mi rostro.
- Uhm, regular…
Salí a la sala, pensando como ultimo intento que tal vez lo había
dejado olvidado ahí en la mañana cuando había desayunado. Lo
que encontré me hizo detenerme en mis pasos, dejándome más
parada que un gato de escayola.
*****
- Lo harás…
- No…
- Nicole por Dios, no seas cría- coloqué las manos en mis caderas a
la vez que la miraba.
- A casa de Robert.
- Mala señal…
*****
- Te lo prometo.
- ¿Y me prometes que no volverás a saltarte clases? ¿Que te
alimentaras en condiciones y trataras de dormir algo mas?
- Muy bien, pues que sepas que no pienso pasar mas mis apuntes a
limpio, así que sino los entiendes después, arreando que es
gerundio…- intentó fingir enfado, pero su sonrisa lo delató. Me
acerqué y lo abracé.
- Gracias…
- Bueno, ya, quita, que me vas a hacer llorar como una magdalena y
tó…
- Lo siento, yo…
- Vaya vaya…
*****
- ¿Zumo?
- No te escapes…
- Jaja, si claro, como si tuviera muchos lugares donde ir- rodé mis
ojos. Lo último que vi fue su sonrisa antes de que se perdiera por la
puerta.
*****
- Natalia, entiende, necesito hablar con ese hombre por última vez…
**
Bueno, ya que más da, han pasado ocho años desde aquello…
Ocho años que me han llevado a todos lados y a ninguno. Cuando
acabé la carrera me asocié con Robert y unos compañeros mas y
montamos un bufete. Quizás éramos inexpertos al principio pero
poco a poco y con la ayuda de colegas con reputación que se
unieron a nosotros conseguimos que el negocio pronto prosperara y
consiguiera el prestigio suficiente como para hacerse un hueco
importante entre los mejores del gremio a escala nacional.
Robert seguía con Andi, vivían juntos…y yo, a pesar de las múltiples
citas que tanto uno como otro se empeñaban en conseguirme,
seguía sola.
- La cena es a las nueve, espero seas puntual por una vez- dijo
saliendo antes de que pudiera replicar.
- ¿Sí?
- ¿Nico?
- ¿Cuándo?
- ¿Nicole?
- Si, ya la avisé.
- Si, no te preocupes.
- Vale, en un rato os veo.
*****
- Hola…venía a…
- No, Dani me dijo que creía que había sido un infarto, pero que no
estaba seguro.
*****
- ¿Nicole?
- ¿Recuerdas a David?
Sabía que por instinto me rodearía la cintura con sus brazos, y así
fue. Me separé un poco y la miré a los ojos esperando encontrar,
pobre de ella, la señal que necesitaba. El verde azulado que tantas
veces atrás había visto en sus ojos me indicó lo que necesitaba
saber en ese momento. Le sonreí sinceramente, acercando mis
labios a su oído.
- Asuntos familiares.
- Ya veo…pues deben de ser realmente importantes y graves
cuando te hacen perder la compostura
de tal forma.
- Trabajo aquí.
- Lo siento no he…
*****
Abrí los ojos notando los calidos rayos del sol golpeando sobre mi
cara. Miré a mi alrededor mientras trataba de acordarme donde
estaba. El sonido de mi móvil hizo que alargara la mano y lo cogiera.
- Seguid soñando.
- ¿Por qué? Nicole, no seas boba, tomate unos días para estar con
la familia. El trabajo puede esperar.
- ¿Viste a Natalia?
- Vaya, ya veo.
- Tú lo sabías, ¿verdad?
- Bueno, sabía que estaba con alguien, pero no que fuera a casarse
con él. ¿Estas segura de que era su prometido? Es raro, Andi no me
ha dicho nada…
- No te preocupes.
Atentamente…Iris
Cerré los ojos intentando contener las lágrimas. Unos fuertes brazos
me rodearon de inmediato.
“Si supieras que no lloro por el…si supieras que lloro porque a pesar
de todo sigo enamorada de ella…”
justo ahí.
- Tal vez te siente bien, vamos- dije a la vez que sin pensar la
agarraba de la mano y la dirigía hacia la puerta- Ahora regresamos
papá, ni te muevas de ahí- le bromeé a la vez que salíamos del
cuarto.
- Natalia espera…
No pude decir mas, mis labios pronto se vieron apresados por los
suyos. Intenté resistirme al principio, pero la calidez de su cuerpo
unida a la pared que me sostenía a mis espaldas hizo imposible mi
huida. Pronto su lengua comenzó a pedir permiso para entrar a mi
boca, se lo di, abriendo mis labios, rindiéndome a ella.
Se separó aturdida, sin dejar de mirarme, tal vez buscando algo que
desconfirmara mi afirmación.
- ¿Qué?
*****
Ni que decir tiene que volví a Londres ese mismo día, y como
siempre, y para tratar de no pensar, me sumergí de nuevo en mi
trabajo. Habían pasado ya dos meses desde mi regreso.
- Es el dependiente, no el modisto.
- Ni lo pienses, ¿no te han dicho que trae mala suerte ver a la novia
vestida antes del día?
- Bueno, pero tienes que llevar vestido, y tiene que ser elegante.
Tienes que estar a mi altura.
- No hay problema…
- ¿Qué merienda?
- La que me debes desde…que te dejé el juego de la nintendo… ¿te
acuerdas?
- Algún día…
- ¿Si? ¡Guayy!
- Gracias Nico.
- Está bien, aun no trabaja, así que está todo el día en casa.
- Jaja
- No, salió hace un rato con sus amigos. ¡Al fin aprobó el examen
práctico!
- Si, me llamó esta tarde para decirme, que pena no haberlo podido
encontrar.
- Si cariño, es fabuloso.
- Si, pero creo que es un secreto. Aun no han dicho nada, solo se lo
escuché hablar a papá y mamá.
- Claro, yo lo hago.
- Terminal B, numero 2.
- Hasta mañana.
Al otro día, a las doce, como había acordado con Iris, ahí estaba en
el aeropuerto esperándola. No tardé mucho en divisarla a lo lejos,
percatándose de mi presencia al instante.
- ¿De qué te ríes?- cuestionó curiosa con una sonrisa en sus labios.
La miré antes de responder.
- ¿Tu casa?
- No, tal vez más tarde, pero no ahora. Por cierto, bonita casa-
comentó señalándola con su cabeza antes de sonreírme.
- Gracias, entremos.
- Creo que será mejor que empiece a contarte cosas- se puso seria.
- Soy toda oídos.
- Muy bien…
- Sí, muchas gracias por todo Iris, yo…- colocó un dedo sobre mis
labios silenciándome.
- Bueno, solo quería ver como estaba y hablar con usted un rato.
- No puede ser…
- ¿Por qué no? Compruébalo, pero mis datos son claros al respecto.
Esa mujer es tu abuela.
- No...- le sonreí.
- Si, algo así. ¿No le entristeció dejar todo por su trabajo? ¿Dejar a
su familia por ayudar a los demás?
De nuevo bajó la mirada antes de responder.
- Ella se casó.
- No, a pesar de todo el dolor que sentía, de las ganas que tenía de
odiarla por todo lo que dejé, por todo lo que perdí…nunca pude
hacerlo…
**
Papá siempre me decía que todo en la vida sucede por una razón…
que para todo hay un motivo de ser…Entonces, ¿qué sentido tenía
tener a su madre al lado sin ni siquiera saberlo? ¿Qué sentido tuvo
que mi madre muriera precisamente la tarde en la que
inexplicablemente yo no viajaba con ella? ¿Por qué papá tuvo que
dejarme tan pronto? ¿Por qué bajo la tutela del tío Miguel en lugar
de la señora Norman? ¿Por qué cuando encontré el amor no fui
capaz de conservarlo? ¿Por qué…?
¿Por qué…?
*****
- Hecho.
- Pos si, yap. Te dije que el trato estaba cerrado. Solo faltaba la
confirmación.
- Dios, no me lo creo…España…
*****
- Natalia por favor, déjame explicarte- me siguió David al interior de
la habitación.
- No, ¡no es lo mejor! No voy a permitir que mi hijo se críe con esa
zorra, ¡¿me oyes?!- me zarandeó.
*****
- ¿Entonces te gusta?
*****
- Trabajando- mentí.
- ¡Sii! ¡Me dijo que si hacia los deberes durante la semana podría ir
a bañarme este finde!
-Pues si, solo que llegas ocho meses antes…y teniendo en cuenta
que tu siempre llegas tarde a todos lados…- tiró la piedra y escondió
la mano.
- Jajaja.
- ¿Qué ángulo y que ocho cuartos? Dani por Dios, que la barriga de
tu hermana no es como uno de tus planos de arquitectura.
- Hola- la saludé.
- Sip, aún estoy trasladando cosas pero llevo viviendo aquí como
dos semanas ya.
- Sí…
Nos quedamos unos instantes en silencio sin saber que mas decir.
La presencia de mi madre y mi hermano a mis espaldas
interrumpieron la calma.
- ¿Y eso?
- ¿Y por qué rayos todos los hombres de esta casa creen que es un
niño?- cuestioné cruzándome de brazos y apartándome de sus
dedos.
*****
- Pues supongo que a lo mismo que tú- me sonrió aun sin separarse
de mi.
Hizo una mueca antes dirigir su mirada por primera vez a mí desde
que estaba en la cocina. Estaba por hablar cuando pegó un salto
separándose del hornillo por instinto.
- Muy bien- elevé mis manos en son de paz- Como quieras…ya veo
que los años no te han cambiado, sigues igual de cabezota que
siempre.
- Gracias.
- Está ahí.
- Gracias.
- De nada.
- ¿Qué?
- Jaja, nada, que tal parece que nunca has visto unas bragas- siguió
riendo divertida.
- Pues no, en un botiquín como que no- las tiré con cara de asquillo
a la bañera.
- Sí…será mejor.
Me disculpé del grupo de gente con los que estaba y fui a su lado.
- Eres mala…
Comenzó a reír.
- Nic yo ya me voy…
- Espera y te llevo.
- ¿Qué sucede?
- ¿Qué se le debe?
Rodó sus ojos antes de cerrar la puerta que aun sostenía abierta y
comenzar a caminar a mi lado. Me acerqué a mi coche abriéndolo
con el control remoto y abrí su puerta, entró susurrando un gracias.
- Quien sabe, tal vez algún día… ¿no quieres tener hijos?- la noté
que seguía mirándome.
Me miró confusa durante unos instantes, sus ojos, al igual que había
sucedido otras tantas veces en la noche, se dirigieron hacia mis
labios. La noté tragar pesadamente antes de oír el suave clic de la
puerta al abrirse. Coloqué mi mano sobre la suya.
*****
- Pues nada, que al novio le dio por tomarse un trago antes de firmar
la sentencia de muerte. Y no lo iba a meter en un antro para que
luego no quisiera salir…al menos aquí hay pies suficientes para
sacarlo a patadas.
- Robert.
- Creo que será mejor irnos moviendo, que conociendo a Andi esa
ha llegado una hora antes.
*****
- Vaya vaya, mira nada menos quien está aquí. La madrina mas
guapa del año- comentó Rachel mientras por mi parte tomaba
asiento al lado de Nat.
- Bueno, hay que admitir que hacen buena pareja- sonreí- Aunque
hace unos años hubiera pensado que era un suicidio- hice una
mueca.
*****
- Bien, después de unos días algo agitadas las aguas al fin parece
que vuelven a calmarse.
- Si, pero no creo que deba ser yo quien te lo diga. Sé que te quiere
mucho y confía en ti, por eso te lo contará- comenzó a levantarse.
Lo miré desde abajo.
- ¿Tío?
*****
- Mire, mejor me bajo aquí, donde voy está a apenas cinco minutos.
- ¿Tú?
*****
- Muy bien, les iré trayendo unos entremeses para ir abriendo boca.
Nada mejor que llenar el estomago para verlo todo con mas
claridad- comentó el tipo consciente de que poco caso le
Hola cariño,
Miguel
PD: Ponte bella para mí.
- Si, solo estaba pensando. Creo que ya sé porque tu padre nos citó
aquí.- admití dejando el papel sobre la mesa.
- Por favor, algo mas nutritivo, que ese pobre niño tiene que
desarrollarse- intercedí yo también.
- Y a mucha honra.
- Tal vez…
- Tú dirás…
- Lo que quiero decir es que lo que dice esa nota podría aplicarse a
mí…y a ti.
- ¡Sabia que ese día había sucedido algo ahí dentro! ¿Por qué
nunca me lo dijiste? ¿No confiabas en mí?
- Claro que si confiaba…pero tu padre me hizo prometerle que no lo
haría. El pensaba que no era necesario.
- Sí, solo fue una patada. Al parecer Dani tendrá suerte y saldrá
futbolista.
- Sus platos.
- Buen provecho.
- ¿Otra?
- Lo siento…
salimos.
- ¿Estas bien?
*****
- ¡Dile a esos pitufos que empujar es lo que hago!- agarré a Nic del
cuello de la camiseta poseída por el dolor.
*****
Los calidos rayos del sol sobre mi cara hicieron que poco a poco
fuera abriendo mis aun pesados parpados. Miré alrededor del
blanco y aséptico cuarto intentando recordar como había llegado
hasta allí. El cuerpo de Nicole acurrucado en el sillón de al lado de
mi cama me hizo recordar la agitada noche que habíamos tenido.
- Histérica es mas bien la palabra- hice una mueca con mis labios.
- Ey, claro que no…lo hiciste muy bien- dijo bajando mi defensa
contra el mundo.
- ¿Llamaste a casa?
- ¿Pero ganaría?- susurré con sus labios casi pegados a los míos.
- A ti no te…
*****
- ¿Entonces?- continuó.
- ¿Entonces que?
- ¿Resolvisteis lo vuestro?
- Si, ¿cómo lo sé?- sonrió antes volver la vista hacia su nieta- Tengo
ojos Nicole. Solo hace falta mirar los suyos o los tuyos para verlo.
Siempre lo he sabido y lo cierto es que nunca me ha importado. Al
contrario. Me sorprendió tanto como a ti que Nat se comprometiera
con David,
incluso que aceptara salir con el. De sobra era conocido que parecía
buen chico y me gustaba, pero también sabia que ella no lo amaba.
No sé si comenzó algo con él por soledad o simplemente por
agradarme a mi. A pesar de todos los años que habían pasado, a
pesar de evitarte…nunca dejó de quererte, por mucho que tratara de
negar la evidencia seguía enamorada de ti. ¿Sabes? me arrepiento
de haberte pedido hace años que no le dijeras nada, me culpo a mi
mismo por no haber sido capaz de contárselo personalmente…Ese
secreto acabó con vosotras, destruyó su felicidad, tu felicidad…- una
lagrima comenzó a caer por su mejilla.
- Tío, no tienes la culpa de nada. Cuando las cosas no se dan, no se
dan. No importa lo que hagamos por cambiarlas, por evitarlas. Si
sucedió así, es porque tenía que ser así.
- Tal vez lo sea, pero de nada sirve atormentarse por algo que no
sabes siquiera si hubiera funcionado. Sí, ha sido doloroso…pero
también lo que ha sucedido nos ha hecho crecer, madurar…
más ahora que sabe que ella no está sola.- colocó una mano en mi
brazo intentando calmarme.
- Gracias Nicole.
- ¿Por qué?
- Por todo…por…
Apenas tres horas mas tarde, tras ir a casa y hacer unas llamadas a
la oficina, estaba entrando de nuevo a la habitación del hospital. La
escena que encontré me resultó de lo más tierna.
- Si…
Salí del cuarto para apenas diez minutos más tarde volver a entrar.
- Para nada. Será la niña mas afortunada del planeta. Así como lo
es su madre- afirmó mirándome a los ojos mientras decía esto
ultimo.
Fue lo último que dijo antes de que sus labios conquistaran mis
labios y mi corazón de forma absoluta.
¿Sabéis? No fue hasta ese día que comprendí el por qué de las
torpezas de mi vida, el por qué de las torpezas del destino. Sin duda
el camino había sido largo y tortuoso, pero había llegado a mi
destino, a mi meta, había llegado a mi anhelado queso...Nadie me lo
había robado…todo el tiempo estuvo ahí, esperándome…
FIN