Liderazgo Esp.

Descargar como docx, pdf o txt
Descargar como docx, pdf o txt
Está en la página 1de 30

RESUMEN

LIDERAZGO ESPIRITUAL

AUTOR: J. Oswald Sanders

1. Una ambición honorable:

No hay duda de que los cristianos deben resistir cierta clase de ambición
y quitarla de sus vidas. Pero también debemos reconocer que hay otras
ambiciones que son nobles, dignas y honorables.

Para que nuestra ambición sea eficaz en el servicio a Dios -lograr el


máximo potencial de Dios para nuestras vidas- podemos tener presentes
estos versículos:

Si alguno aspira a ser supervisor, a noble función aspira. 1 Timoteo 3:1


(NVI)
¿Y tú buscas para ti grandezas? No las busques.... Jeremías 45:5

En la época del Apóstol Pablo enfrentaba gran peligro y preocupaciones


inquietantes. Las recompensas por el trabajo de dirigir la obra de la
iglesia eran dificultades, desdén y rechazo. El líder era el primero en
atraer el fuego en la persecución, el primero en sufrir en la línea de
combate. En las circunstancias peligrosas que prevalecían durante el
primer siglo, aun los cristianos intrépidos necesitaban aliento e incentivo
para dirigir. Por lo tanto, Pablo llama al liderazgo una «ambición
honorable».

Cuando nuestros motivos son los correctos, este trabajo produce


dividendos eternos. Durante los días de Pablo, solo un profundo amor a
Cristo y una genuina preocupación por la iglesia podría motivar a la
gente a buscar la oportunidad del liderazgo. Pero en muchas culturas de
hoy, donde el liderazgo cristiano conduce al prestigio y privilegio, la
gente aspira al liderazgo por razones totalmente indignas y egoístas.

El verdadero líder espiritual jamás hará «campaña para la promoción». A


sus discípulos «ambiciosos» Jesús les anunció una nueva norma de
grandeza: «Sabéis que los que son tenidos por gobernantes de las
naciones se enseñorean de ellas, y sus grandes ejercen sobre ellas
potestad. Pero no será así entre vosotros, sino que el que quiera
hacerse grande entre vosotros será vuestro servidor, y el que de
vosotros quiera ser el primero, será siervo de todos» (Mr. 10:42-44).

El verdadero liderazgo, se encuentra cuando el líder se dedica a servir a


otros, no a engatusar o inducir a otros a que lo sirvan a él. El verdadero
servicio jamás viene sin costo. A menudo viene con un doloroso
bautismo de sufrimiento. Pero el verdadero líder espiritual centra su
atención en el servicio que puede rendir a Dios y a otras personas.

2. La búsqueda de Lideres:

En la historia de la Biblia se puede ver que Dios también busca líderes.


«... Jehová se ha buscado un varón conforme a su corazón, al cual
Jehová ha designado para que sea príncipe sobre su pueblo …» (1 S.
13:14).
«Recorred las calles de Jerusalén, y mirad ahora, e informaos; buscad
en sus plazas a ver si halláis hombre, si hay alguno que haga justicia,
que busque verdad; y yo la perdonaré» (Jer. 5:1).
«Y busqué entre ellos hombre que hiciese vallado …» (Ez. 22:30).

Las Escrituras nos muestra que cuando Dios encuentra una persona que
está preparada para guiar, para comprometerse al discipulado total y
tomar la responsabilidad de otros, esa persona es usada hasta el límite.
Aunque inician con imperfeccione y dificultades, pero al final llegan a ser
Líderes Espirituales. Entre ello tenemos a Moisés, Gedeón y David, y en
la historia de la Iglesia, Martín Lutero, Juan Wesley, Adoniram Judson,
William Carey y muchos otros.

La Iglesia hoy, se necesitan líderes de autoridad, espirituales y


sacrificados. De autoridad, porque la gente quiere líderes que sepan a
dónde van y tengan la confianza de que llegarán a la meta. Espirituales,
porque sin una fuerte relación con Dios, hasta las personas más
atractivas y competentes no pueden guiar a las personas al Señor.
Sacrificados, porque esto sigue el modelo de Jesús, que se dio a sí
mismo por todo el mundo, y nos llama a seguir en sus pasos.

Los líderes de hoy - los que son realmente espirituales- deben pasar la
antorcha a la gente joven como un deber de primera línea.

Los líderes espirituales no son elegidos, ni designados, ni creados por


sínodos o asambleas eclesiásticas. Sólo Dios puede formarlos. La
persona no se vuelve líder simplemente porque ocupa un cargo, porque
ha tomado un curso. Una persona debe poseer idoneidad adecuada
para ser un líder espiritual.

Nuestro Señor Jesucristo explicó claramente a Santiago y Juan que los


altos cargos en el reino de Dios están reservados para aquellos cuyo
corazón -aun los lugares secretos donde ningún otro puede sondear-
está calificado. La forma soberana en que Dios escudriña nuestros
corazones, y luego llama al liderazgo, es asombrosa de contemplar, y
hace muy humilde a la persona.

3. El principio Maestro del Maestro:

... El que quiera hacerse grande entre vosotros será vuestro servidor, y
el que de vosotros quiera ser el primero, será siervo de todos. Marcos
10:43, 44
El término siervo implica poco prestigio, poco respeto, poco honor. A la
mayoría de las personas no les atrae un papel de poco valor como ese.
Sin embargo, cuando Jesús usó el término, era sinónimo de grandeza. Y
esa era la idea revolucionaria. Cristo enseñó que el reino de Dios era
una comunidad donde cada miembro servía al otro. Pablo escribió en el
mismo sentido: «... Servíos por amor los unos a los otros» (Gá. 5:13).

El agudo contraste entre nuestras ideas comunes acerca del liderazgo y


la revolución que Jesús anunció en ninguna otra parte está más claro
que en Marcos 10:42,43: «... Sabe1s que los que son tenidos por
gobernantes de las naciones se enseñorean de ellas, y sus grandes
ejercen sobre ellas potestad. Pero no será así entre vosotros, sino que el
que quiera hacerse grande entre vosotros será vuestro servidor, y el que
de vosotros quiera ser el primero, será siervo de todos.»

(Mt. 20:22). Jacobo y Juan querían la gloria, pero no la copa de


vergüenza; la corona, pero no la. cruz; el cargo de amo, pero no el de
siervo. Jesús usó? esa ocasión para enseñar dos principios de liderazgo
que la Iglesia jamás debe olvidar.

a) La soberanía del liderazgo espiritual. «... El sentaros a mi derecha y


a mi izquierda, no es mío darlo, sino a aquellos para quienes está
preparado» (Mr. 10:40). Dios asigna lugares de ministerio y liderazgo
espiritual conforme a su soberana voluntad. Jesús les dijo a sus
discípulos: «No me elegisteis vosotros a mí, sino que yo os elegí a
vosotros ...» (Jn. 15:16). La soberana elección por parte de Dios da
gran confianza a los obreros cristianos.
b) El sufrimiento del liderazgo espiritual . «... ¿Podéis beber del vaso
que yo bebo, o ser bautizados con el bautismo con que yo soy
bautizado?» (Mr. 10:38). La tarea es magnífica y difícil; los hombres y
las mujeres que guíen en esa tarea deben tener los ojos bien
abiertos, y los corazones dispuestos a seguir al Maestro hasta el
final. A la pregunta indagatoria de Jesús, los discípulos respondieron
sin reflexión: «Podemos». Jesús sabía lo que vendría después. Ellos
ciertamente beberían la copa y conocerían el bautismo. Jacobo sería
ejecutado, y Juan terminaría sus días en reclusión aislada.

La grandeza viene mediante la servidumbre, y que el liderazgo se logra


volviéndose esclavo de todos.

EL ESPÍRITU DE SERVIDUMBRE: Jesús quería impartir el espíritu de


servidumbre, el sentido del compromiso personal y la identidad que El
expresó cuando dijo: «... Mas yo estoy entre vosotros como el que sirve»
(Le. 22:27).

El Mesías tendría éxito. Y los principios de su vida serían una norma


para nosotros.

a) Dependencia. «He aquí mi siervo, yo le sostendré ...» (Is. 42:1).


b) Aprobación. «... Mi escogido, en quien mi alma tiene
contentamiento ...» (Is. 42:1)
c) Modestia. «No gritará, ni alzará su voz, ni la hará oír en las
calles» (Is. 42:2).
d) Empatía. «No quebrará la caña cascada, ni apagará el pábilo que
humeare ...» (Is. 42:3)
e) Optimismo. «No se cansará ni desmayará, hasta que establezca
en _la tierra justicia ...» (Is. 42:4).
f) Unción. «... He puesto sobre él mi Espíritu ...» (Is. 42:1).

Ninguna de estas cualidades de liderazgo - dependencia, aprobación,


modestia empatía, u optimismo-son suficientes para la tarea. Sin el
toque de lo sobrenatural, estas cualidades son tan secas como el polvo
de la tierra. Por lo tanto, el Espíritu Santo viene a descansar y morar en
el Siervo ideal.

4. El Liderazgo Natural y Espiritual:


Cuando fui a vosotros ... ni mi palabra ni mi predicación fue con palabras
persuasivas de humana sabiduría, sino con demostración del Espíritu y
de poder.... 1 corintios 2:1-4

Liderazgo es influencia, es la capacidad de una persona de influir a otras


para que sigan su guía. Bernard Montgomery, habló del liderazgo en
estos términos: «Liderazgo es la capacidad y voluntad de reunir a
hombres y mujeres para un propósito común, y el carácter que inspira
confianza.»

¿NACIDO O HECHO? Los líderes, ¿nacen o los hacen? Seguramente


que es las dos cosas. Por una parte, el liderazgo es una cualidad
«elusiva y eléctrica» que viene directamente de Dios. Por la otra, las
aptitudes de liderazgo se distribuyen ampliamente entre todas las
comunidades y deberían cultivarse y desarrollarse.

Cuando comparamos el liderazgo natural con el espiritual, podemos ver


la gran diferencia que existe entre ellos.

Natural Espiritual

 Confía en sí mismo  Confía en Dios


 Conoce a los hombres  También conoce a Dios

 Toma sus propias  Busca la voluntad de Dios

decisiones  Es humilde

 Es ambicioso  Sigue el ejemplo de Dios

 Crea métodos  Se deleita en obedecer a


Dios
 Le gusta mandar
 Ama a Dios y a los demás
 Busca la recompensa
 Depende de Dios
personal
 Es independiente
Las personas que carecen de pericias naturales de liderazgo no se
vuelven grandes líderes al momento de su conversión. Sin embargo, una
reseña de la historia de la Iglesia revela que el Espíritu Santo a veces
pone de manifiesto dones y cualidades que estaban latentes de
antemano.

Cuando el ardiente celo de la Iglesia primitiva comenzó a atraer


convertidos en proporciones extraordinarias, el Espíritu Santo enseñó
una lección maravillosa sobre el liderazgo. La Iglesia tenía muy pocos
líderes para satisfacer todas las necesidades, especialmente entre los
pobres y las viudas. Se necesitaba otra jerarquía de líderes. «Buscad,
pues, hermanos, de entre vosotros a siete varones de buen testimonio,
llenos del Espíritu Santo y de sabiduría, a quienes encarguemos de este
trabajo» (Hch. 6:3). Estos nuevos líderes debían primero y
principalmente ser llenos del Espíritu Santo. La espiritualidad no es fácil
de definir, pero se puede saber cuándo está presente. Es la fragancia
del jardín del Señor, el poder para cambiar la atmósfera a su alrededor,
la influencia que hace que Cristo sea real a otros.

John Mott captó bien el corazón del liderazgo espiritual:


Liderazgo en el sentido de rendir máximo servicio; liderazgo en el
sentido de la mayor generosidad; en el sentido de estar absortos de
modo incondicional en la más grande obra del mundo: edificando el
reino de nuestro Señor Jesucristo.

5. ¿Puede usted llegar a ser un Líder?:

Cuando Jesús seleccionaba líderes, hacía caso omiso a todas las ideas
populares de su tiempo (y del nuestro) acerca de qué clase de persona
sería idónea para la tarea. La banda de discípulos de Jesús carecía de
adiestramiento y de influencia; era un grupo heterogéneo que El usaría
para cambiar al mundo.
Jesús escogió personas con poca educación, pero que pronto
desplegaron una aptitud extraordinaria. Vio en ellas algo que nadie más
veía, y bajo su mano diestra emergieron como líderes que sacudirían al
mundo.

Las cualidades de liderazgo naturales son importantes. Muy a menudo


estas pericias yacen dormidas y no descubiertas. Si miramos con
cuidado podemos detectar el potencial de liderazgo en nosotros. Y si lo
tenemos, deberíamos adiestrarlo y usarlo para la obra de Cristo.

La forma en que manejamos las relaciones nos dice mucho de nuestro


potencial de liderazgo. R. E. Thompson sugiere estas pruebas:
• ¿Le molestan o desafían los fracasos de los demás?
• ¿Usa o cultiva a las personas?
• ¿Dirige o desarrolla a la gente?
• ¿Critica o motiva?
• ¿Trata de esquivar o de encontrar a la persona que tiene una
necesidad o problema especial?

Estas pruebas no significan mucho a menos que actuemos para corregir


nuestras deficiencias y llenar los vacíos de nuestro adiestramiento. Las
cualidades deseables en un líder estaban presentes en toda su plenitud
en el carácter de nuestro Señor. Cada cristiano debería hacer que su
oración constante sea que dichas cualidades puedan incorporarse más
rápidamente en su propia personalidad.

El agregar potencial de liderazgo a nuestras vidas generalmente


requiere que nos desprendamos de los elementos negativos que nos
sujetan.
Por ejemplo, Si somos demasiado sensibles cuando nos critican y nos
apresuramos a defendernos;
Si justificamos nuestro fracaso y tratamos de culpar a otros;
Si somos intolerantes o inflexibles;
sensación de culpabilidad falsa cuando fracasa;
Si no puede guardar un secreto, no trate de ser un líder;
Si no puede ceder en un punto de vista cuando las ideas de alguna otra
persona son mejores.

6. Discernimiento de Pablo sobre el liderazgo:

Pero es necesario que el obispo sea irreprensible, marido de una sola


mujer, sobrio, prudente, decoroso, hospedador, apto para enseñar; no
dado al vino, no pendenciero, no codicioso de ganancias deshonestas,
sino amable, apacible, no avaro; que gobierne bien su casa, que tenga a
sus hijos en sujeción con toda honestidad ... no un neófito, no sea que
envaneciéndose .... También es necesario que tenga buen testimonio de
los de afuera.... 1 Timoteo 3:2-7

La reputación de un gran líder aumenta con los años. Con seguridad que
la grandeza moral y espiritual de Pablo se hace mucho más evidente
cuando más se la estudia y analiza. A. W. Tozer lo llamó el cristiano de
más éxito del mundo.

Requisitos sociales:
El líder debe ser irreprensible. Su adversario no puede hallar una brecha
para una campaña de calumnia, diseminación de rumores o chismes.
Con respecto a fuera de la iglesia, debe gozar de buena reputación.

Requisitos morales:
La norma Bíblica es la fidelidad en el matrimonio. El líder debe ser un
hombre de moralidad impecable. Debe ser además templado, no adicto
al alcohol, que es una desgracia en todas partes.

Requisitos mentales:
Debe ser prudente, una persona con discernimiento. El carácter interior
viene de la autodisciplina diaria.
Requisitos de personalidad:
El líder cristiano debe ser afable y apacible, no un amante de la
controversia. Debe también mostrarse hospitalario. La recompensa
financiera no debe entrar en la mente de un líder en ejercicio del
ministerio.
Requisitos domésticos:
Pablo recomienda un hogar bien ordenado, donde el respeto mutuo y la
armonía sustentadora sean las notas clave. La esposa debe compartir
plenamente las aspiraciones espirituales del líder y estar dispuesta a
unirse a los sacrificios que sean necesarios.

Madurez:
Una planta necesita tiempo para echar raíces y madurar, y el proceso no
puede apurarse. La semilla tiene que echar raíces hacia abajo antes de
poder llevar fruto hacia arriba.

Un recién convertido todavía no posee la estabilidad espiritual que es


imprescindible para poder guiar con sabiduría a las personas. No es
sabio asignar cargos clave demasiado pronto, aun a los que han
manifestado poseer talentos prometedores, porque eso los puede
arruinar.

En cambio, al convertido de buen potencial se le debe dar una


oportunidad cada vez más amplia para que preste servicio en tareas
más humildes y menos prominentes que desarrollen tanto los talentos
naturales como los espirituales. Deberá evitarse que lo promuevan
demasiado rápido, para que no se enorgullezca. Tampoco deberían
refrenarlo, para que no se desaliente. Pablo no designó ancianos en
todas las iglesias durante su primer viaje misionero. A veces esperó
hasta una visita posterior, cuando ya estuvo conforme con las
cuestiones respecto al desarrollo espiritual (Hch. 14:23). Timoteo se
convirtió durante el primer viaje de Pablo, pero no fue ordenado pastor
hasta el segundo viaje.
Es una característica que acompaña a una creciente madurez y
estabilidad. La madurez se manifiesta en un magnánimo espíritu y una
amplia visión. El encuentro que Pablo tuvo con Cristo lo transformó de
un fanático de mentalidad estrecha en un líder incondicional. El Cristo
que pasó a morar en su interior, agrandó su pasión por las otras
personas, amplió su punto de vista del mundo, y profundizó sus
convicciones.

7. DISCERNIMIENTO DE PEDRO SOBRE EL LIDERAZGO


Pedro era el líder natural de la banda apostólica. Lo que Pedro hacía, los
otros hacían; a donde Pedro iba, los otros también iban. Los errores que
cometió, que surgieron de su personalidad impetuosa, fueron muchos,
pero su influencia y liderazgo fueron incomparables.
El líder espiritual debe emprender su tr abajo voluntariamente, no p or
coerción. Los líderes de la iglesia en los días de Pedro enfrentaban
desafíos que amedrentarían el corazón más intrépido. No obstante,
Pedro recomienda encarecidamente que no desmayen ni retrocedan.
Los líderes tampoco deben servir respondiendo al sentido de un mero
deber, sino por amor.
Cuando Dios nos llama, no podemos rehusamos debido a un sentido de
insuficiencia de nuestra parte. Nadie es digno de dicha confianza.
Cuando Moisés trató de disculparse, Dios se enojó (Éx. 4:14). No
carguemos la responsabilidad del liderazgo a otros porque nos
consideramos incapaces.

El líder espiritual no puede tener en cuenta el dinero cuando oye el


llamado al liderazgo. Pedro advierte que no trabajemos como codiciando
el dinero (1 P. 5:2)

El líder cristiano no debe ser dictatorial: «No como teniendo señorío


sobre los que están a vuestro cuidado …» (1 P. 5:3). La conducta
dominante, la ambición irrestringida, el hablar como tirano: ninguna
actitud semejante podría a ser menos adecuada para el que afirma que
es un siervo del Hijo de Dios.

El líder debe revestirse «de humildad» (1 P. 5:5). Este verbo se refiere a


un esclavo que se pone un delantal blanco
Pedro concluye esta sección de enseñanza mencionando la recompensa
celestial: «Y cuando aparezca el Príncipe de os pastores, vosotros
recibiréis la corona incorruptible de gloria» (1 P. 5:4). La corona de un
atleta se marchita; aun la corona de un rey puede deteriorarse. Pero el
siervo cristiano que ha escogido los tesoros del cielo en vez de las
comodidades del mundo no sufre tal pérdida.

8. CUALIDADES ESENCIALES DEL LIDERAZGO:


Jesús adiestró a sus discípulos de un modo espléndido para sus futuras
misiones. Les enseñó por precepto y ejemplo; impartía su enseñanza
«en el camino». Jesús no les pidió a los doce que se sentaran y tomaran
notas en un aula formal. Las aulas de Jesús eran los caminos de la vida;
sus principios y valores los recibieron en medio de la experiencia diaria.
Jesús colocaba a los discípulos en internados (Le. 10:17-24) que les
permitían aprender mediante el fracaso y el éxito (Mr. 9:14- 29). Les
delegó autoridad y responsabilidad a medida que podían soportarlas. La
enseñanza maravillosa de Jesús en Juan 13 al 16 fue el discurso de
graduación para ellos.

Dios les dio a estos líderes dones y talentos que eran adecuados para la
misión a la cual fueron llamados. Lo que elevó a estos hombres por
encima de sus congéneres fue el grado al que desarrollaron dichos
dones mediante devoción y disciplina.

DISCIPLINA: El líder emergente se alimenta correctamente, se para


erecto, y se p repara p ara hacer una buena guerra. Sin renuencia
emprende la desagradable tarea que otros evitan o el deber oculto que
otros esquivan porque no produce aplauso público. A medida que el
Espíritu llena s u vida, aprende a no evadir las situaciones difíciles o
alejarse de personas Impacientes. Con mucha bondad y coraje
administrará reprensión cuando sea necesario, o ejercitará la disciplina
necesaria cuando los intereses del Señor la demanden.

VISIÓN: Los hombres que influyeron sus generaciones de manera más


poderosa y permanente fueron «videntes» - personas que vieron más y
más lejos que otras-, personas de fe, porque la fe es visión. Moisés fue
uno de los más grandes líderes de toda la historia, «porgue se sostuvo
como viendo al Invisible». Su fe le impartía visión. El siervo de Elías vio
vívidamente el vasto ejército que rodeaba el lugar, pero Elías vio las
huestes celestiales. Su fe le impartió visión.
La visión involucra previsión, así como también discernimiento, El
liderazgo responsable siempre mira adelante para ver cómo el plan de
acción afectará a las generaciones futuras.

La visión incluye optimismo y esperanza. El pesimista ve la dificultad en


cada oportunidad. El optimista ve la oportunidad en cada dificultad. El
pesimista tiende a detener a la gente de visión para que sigan adelante.
La precaución tiene que desempeñar su papel. La persona precavida
ayuda al líder optimista a ser realista. Todos vivimos en. un mundo real
de limitación e inercia. Los cristianos precavidos sacan valiosas
lecciones de la historia y la tradición, pero corren peligro de quedarse
encadenados al pasado. La persona que ve las dificultades con tanta
claridad que no le permiten discernir las posibilidades, no puede inspirar
una visión en los demás.

SABIDURÍA: «La sabiduría es la facultad de hacer uso del conocimiento


una combinación de discernimiento, juicio, sagacidad, y aptitudes
similares ... En la Escritura, es el juicio correcto con respecto a la verdad
espiritual y moral. La sabiduría otorga equilibrio al líder, y le ayuda a
evitar la excentricidad y la extravagancia. Si el conocimiento viene por el
estudio, la sabiduría viene cuando somos llenos del Espíritu Santo.
Entonces el líder puede aplicar correctamente el conocimiento. «Lleno
de sabiduría» era uno de los requisitos aun para lideres subordinados en
la iglesia primitiva (Hch. 6:3).

DECISIÓN: Cuando se han acumulado todos los hechos, la decisión


pronta y clara es la marca de un verdadero líder. Un visionario puede
ver, pero un líder debe decidir. Una persona impulsiva podrá con
prontitud declarar una preferencia; pero un líder debe ponderar la
evidencia y tomar una decisión sobre premisas sanas

Una vez que esté seguro de la voluntad de Dios, el líder espiritual se


pondrá en acción de un salto, sin tener en cuenta las consecuencias.
Cuando persigue un objetivo, el líder nunca mira atrás ni calcula
estrategias de escape por si los planes se malogran. Y un verdadero
líder tampoco culpa del fracaso a sus subordinados.

CORAJE: Los líderes requieren un coraje del más alto calibre: siempre
coraje moral y a menudo coraje físico también. Coraje es esa capacidad
mental que permite que las personas enfrenten el peligro o la dificultad
con firmeza, sin temor ni desaliento. No todos son de naturaleza
valiente. Algunas personas son, por naturaleza, más tímidas que Lu tero.
Pero, aunque seamos intrépidos o reticentes, Dios llama a los líderes a
que se esfuercen y sean valientes y que no ca pi tul en al temor. Dicho
llamado al coraje sería más bien inútil si nadie temiera nada. Debido a
que el miedo es una parte real de la vida, Dios nos da el Espíritu Santo,
quien nos llena de poder. Pero debemos dejar que ese poder haga su
obra, y no temer.

HUMILDAD: La humildad es la marca de pureza del líder espiritual.


Cristo dijo a sus discípulos que abandonaran las actitudes pomposas de
los déspotas orientales, y que en cambio adoptaran el porte humilde del
siervo (Mt. 20:25-27)
La humildad de un líder debería aumentar con el pasar de los años, al
igual que otras actitudes y cualidades. Debe notarse el avance de Pablo
en la gracia de la humildad. Al principio de su ministerio, reconoció que
«... yo soy el más pequeño de los apóstoles, que no soy digno de ser
llamado apóstol…» (1 Co. 15:9). Más tarde admitió: «... Que soy menos
que el más pequeño de todos los santos …» (Ef. 3:8). Cerca del fin de
su vida habló de las misericordias de Cristo y del lugar que sabía que le
correspondía: «... Cristo Jesús vino al mundo para salvar a los
pecadores, de los cuales yo soy el primero» (1 Ti. 1:15).

INTEGRIDAD Y SINCERIDAD:
Pablo habló de sus fracasos y éxitos con una franqueza que pocos de
nosotros estamos dispuestos a imitar. Aún antes de su conversión, sirvió
a Dios con sinceridad (2 Ti. 1 :3) y con gran integridad personal. Tiempo
después escribía: «... Con sinceridad, como de parte de Dios, y delante
de Dios, hablamos en Cristo» (2 Co. 2:17). Estas dos cualidades del
liderazgo formaban parte de la ley de Dios para los israelitas (Dt. 18:13).
Dios quiere que sus siervos muestren un carácter transparente, franco, e
inocente de engaño.

9. MÁS CUALIDADES ESENCIALES DEL LIDERAZGO:

Los diáconos asimismo deben ser honestos, sin doblez, no dados a


mucho vino, no codiciosos de gana11cias deshonestas; que guarden el
misterio de la fe con limpia conciencia. Y éstos también sean sometidos
a prueba primero, y entonces ejerzan el diaconado, si son irreprensibles.
1 Timoteo 3:8-10

HUMOR: Nuestro sentido del humor es un don de Dios que debe


controlarse así corno también cultivarse. El humor limpio y sano relaja la
tensión y alivia las situaciones difíciles. Los líderes pueden usarlo para
remplazar la tensión con un sentido de lo normal.

EL ENOJO: El enojo santo es la contraparte del amor. Ambos forman


parte de la naturaleza de Dios. El amor de Jesús por el hombre que
tenía seca una mano suscitó su enojo contra los que querían negarle la
sanidad. El amor de Jesús por la casa de Dios hizo que se enojara
contra los vendedores y compradores que habían hecho del templo una
«cueva de ladrones» (M t. 21:13).
Los grandes líderes -personas que cambian la dirección de los
acontecimientos-,se han enojado ante la injusticia y el abuso que
deshonran a Dios y esclavizan a los débiles. Wilberforce movió cielo y
tierra para emancipar a los esclavos de Inglaterra y eliminar el comercio
de esclavos; y estaba seriamente enojado.

El obispo Butler enseña que hay seis condiciones que hacen que el
enojo sea pecado:

• Cuando, para favorecer un resentimiento o enemistad, nos


imaginamos un agravio que nos han hecho.
• Cuando un agravio que nos ha hecho se vuelve, en nuestras mentes,
algo más grande de lo que realmente es.
• Cuando, sin un verdadero agravio, sentimos resentimiento debido al
dolor o la inconveniencia.
• Cuando la indignación es exagerada y abruma nuestra capacidad de
restringirla.
• Cuando gratificamos resentimientos causando dolor o daño por
venganza.
• Cuando estamos tan perplejos y enojados por el pecado en nuestras
propias vidas que prestamente proyectamos enojo hacia el pecado que
descubrimos en los demás.

PACIENCIA: Los líderes espirituales necesitan una abundante dosis de


paciencia; La paciencia encuentra su prueba más difícil en las relaciones
personales. Un líder muestra paciencia no corriendo demasiado
adelante de sus seguidores para que no se desanimen. Mientras se
mantiene adelante, se queda cerca lo suficiente para que ellos puedan
verlo y oír su llamado a avanzar.

La persona que es impaciente con las flaquezas de otros será


defectuosa en su liderazgo. La evidencia de nuestra fortaleza no está en
la distancia que nos separa de los otros corredores, sino en lo cercano
que estamos a ellos, en nuestro paso más lento por amor a ellos, en
nuestra ayuda para que se recuperen y lleguen a la meta.

AMISTAD: Los líderes pueden medirse por la cantidad y calidad de sus


amigos. Al juzgar por esta vara de medir, Pablo era un genio de la
amistad. Esencialmente, era un hombre sociable. Su relación con
Timoteo era un modelo de amistad entre dos generaciones; Pablo y
Lucas son un modelo de amistad entre contemporáneos.

Los líderes deben motivar lo mejor en la gente, y la amistad lo logra


mucho mejor que el argumento prolongado o la mera lógica.

TACTO Y DIPLOMACIA: Cuando se trata de relaciones humanas, tacto


es la capacidad de tratar con las personas de forma sensible, de evitar la
ofensa, de tener un sentido de las palabras o respuestas apropiadas
para una situación delicada.

La diplomacia es la capacidad de manejar situaciones delicadas


especialmente cuando involucran personas de culturas diferentes, y
ciertamente de opiniones diferentes.
Los líderes deben ser capaces de reconciliar puntos de vista opuestos
sin ofender ni comprometer un principio. Un líder debe poder
proyectarse dentro de la vida, corazón y mente de otro y, dejando de
lado las preferencias personales, tratar con él de la forma que sea más
adecuada. Estas pericias pueden aprenderse y desarrollarse. Un líder
necesita la capacidad para negociar las diferencias, de forma que se
reconozcan los derechos e inteligencia mutuos y a la vez se logre una
solución armoniosa.

EL PODER DE INSPIRAR: El poder de · inspirar a otros para el servicio


y sacrificio marca al líder de Dios. El líder es como una luz para los que
están alrededor.
El profeta Nehemías tenía esta cualidad. La gente en Jerusalén estaba
desanimada y decaída cuando él llegó a la ciudad. En corto tiempo los
edificó y los convirtió en un equipo de obreros eficientes. Sus poderes
eran tales que poco después leemos que «el pueblo estaba animado
para hacer la obra.»

CAPACIDAD EJECUTIVA: No importa cuán espiritual sea un líder, no


podrá transformar la visión en acción si carece de capacidad ejecutiva.
Es verdad que en la organización hay peligros muy sutiles, porque si es
demasiado celoso puede ser un sustituto insatisfactorio para la obra del
Espíritu Santo. Pero la falta de método y el fracaso en no organizar las
cosas han significado la ruina para muchos pastores de gran porvenir.

Nuestro deber es tratar de reflejar el proceder metódico en todo lo que


hagamos para el Señor. El evangelismo no es cuestión de organizar a
las personas para que entren en el reino, pero tampoco se justifica que
la obra evangelística se realice sin una planificación cuidadosa.
Dependemos del Espíritu Santo para que guíe a los convertidos a la
salvación, pero también debemos planear y poner en práctica nuestros
planes por amor a la expansión del evangelio.

EL ARTE DE ESCRIBIR CARTAS: Cualquier cargo de liderazgo


involucra una cantidad considerable de correspondencia, y las cartas
revelan los sentimientos y pensamientos de la persona. Tómese el
ejemplo de Pablo. Sabemos más de su integridad moral, honestidad
intelectual y vida espiritual de sus cartas que de cualquiera otra fuente.

10. POR SOBRE TODAS LAS COSAS.

Buscad, pues, hermanos, de entre vosotros a siete varones de buen


testimonio, llenos del Espíritu Santo y de sabiduría ... y eligieron a
Esteban, varón lleno de fe y del Espíritu Santo. Hechos 6:3, 5
El liderazgo espiritual requiere personas que sean llenas del Espíritu.
Las otras cualidades son importantes, pero ser lleno del Espíritu es
imprescindible. El libro de los Hechos es la historia de las personas que
establecieron la iglesia y guiaron la empresa misionera. Es algo de
importancia más que pasajera que la principal aptitud de los que iban a
ocupar aun los cargos subordinados de responsabilidad en la iglesia
primitiva, haya sido que fuesen personas «llenas del Espíritu Santo»

DONES ESPIRITUALES: Los cristianos de todas p artes no han


descubierto ni usado los dones espirituales. El líder debe ayudar para
que esos dones sean traídos al servicio del reino, p ara desarrollarlos,
para organizar su poder. Sólo la espiritualidad no hace al líder; los dones
naturales y los que Dios le ha dado también deben estar activos.

Muchas veces, aunque no siempre, el Espíritu Santo imparte dones que


encajan naturalmente en el carácter y la personalidad del líder cristiano.
Y el Espíritu eleva esos dones a nuevos niveles de eficacia. La persona
que Dios llama al liderazgo espiritual puede tener la confianza de que el
Espíritu Santo le ha dado todos los dones necesarios para el servicio
que debe prestar.

11. LA ORACIÓN Y EL LIDERAZGO:

El líder espiritual debe sobrepasar al resto de la iglesia, sobre todo en la


oración. No obstante, aunque parezca extraño, la mayoría de nosotros
hallamos que es difícil orar. No nos deleitamos naturalmente en
acercarnos a Dios. A veces hablamos con poca sinceridad acerca de la
delicia y poder de la oración. La llamamos imprescindible, sabemos que
las Escrituras lo exigen. Sin embargo, a menudo no cumplimos con la
oración.

Al igual que todas las cosas, el dominar el arte de la oración lleva


tiempo. Para Martín Lutero, una carga extra de obligaciones era una
razón p ara orar más, no menos. De sus planes para el día siguiente,
solía decir: «Trabajar, trabajar desde temprano hasta tarde. En realidad,
tengo tanto que hacer que me voy a pasar las tres primeras horas en
oración.» Si Lutero estaba siempre ocupado, y oraba, nosotros también
podemos hacerlo.

El Señor pasaba noches enteras en oración (Le. 6:12). A menudo se


levantaba antes del alba para tener comunión ininterrumpida con su
Padre (Mr. 1:35). Las grandes crisis de su vida y ministerio comenzaron
con períodos de oración especial, como el Lucas 5:16: «Mas Él se
apartaba a lugares desiertos, y oraba», declaración que indica una
costumbre regular.

El líder espiritual debe oponerse a Satanás en oración. Satanás trata de


deprimir, crear dudas y desaliento en el líder, a fin de mantenerlo fuera
de la comunión con Dios.

Los líderes espirituales deben conocer la experiencia de orar en el


Espíritu como parte de su diario andar.
Ahora esta es una buena interrogante: ¿para qué orar?
Lo primero que debe establecerse es que Dios siempre es consecuente
consigo mismo. Cuando Dios promete contestar la oración, la
contestación vendrá, siempre de una manera consecuente con la
naturaleza divina, porque «... Él no puede negarse a sí mismo» (2 Ti.
2:13).

El segundo punto para resolver estas cuestiones es que la oración


intercesora es una ordenanza divina. Dios ha ordenado la oración, y
podemos tener la confianza de que mientras se satisfagan las
condiciones reveladas para la oración, se otorgarán las respuestas.

Tercero, podemos saber la voluntad de Dios con respecto a la oración


que elevamos.
12. EL LÍDER Y EL TIEMPO:

La calidad del liderazgo de una persona depende de lo que sucede


durante el tiempo, La forma en que usemos las horas que nos sobran
después de haber hecho provisión para el trabajo, las comidas y el
descanso determinará si nos desarrollaremos como personas mediocres
o poderosas. El ocio es una gloriosa oportunidad y un peligro sutil. Cada
momento del día es un regalo de Dios que merece cuidado, porque de
cualquier forma que se lo mida, nuestro tiempo es corto y la obra es
grande. Nuestro problema no es tener muy poco tiempo, sino el hacer
uso adecuado del tiempo que tenemos.

Jesús terminó la obra de su vida sin que ninguna parte se haya


malogrado por el apuro indebido o haya quedado medio terminada
debido a la falta de tiempo. Sus veinticuatro horas al día eran suficientes
para completar totalmente la voluntad de Dios.

El líder necesita un enfoque equilibrado del tiempo, de lo contrario


sucumbirá a su esclavitud y ruina. Sin un control firme del tiempo, el líder
trabaja bajo una tensión que no es necesaria. Aun cuando el líder haya
hecho todo lo posible para cumplir con sus obligaciones diarias, .muchas
áreas de trabajo seguirán pendientes. «Hágalo ahora» es un lema que
ha guiado a muchas personas al éxito en el mundo, y es igualmente
pertinente en los asuntos espirituales. Un método útil para vencer la
dilación es establecer fechas límites, y nunca perder ni postergar,
aunque sea una.

13. EL LÍDER Y LA LECTURA:

Trae, cuando vengas, ... los libros, mayormente los pergaminos. 2


Timoteo 4:13
El consejo de Pablo a Timoteo, «ocúpate de la lectura», seguramente se
refería a la lectura pública del Antiguo Testamento. Pero el consejo de
Pablo es más apropiado para otros temas de lectura también. Los libros
de Pablo -los que quería que Timoteo le trajera- probablemente eran
obras de la historia de los judíos, explicaciones de la ley y los profetas, y
quizás algunos de los poetas paganos que Pablo citara en sus sermones
y disertaciones. El líder que procura crecer espiritual e intelectualmente
debe leer constantemente.

LO QUE HAY QUE HACER: Si a un hombre se lo conoce por las


personas con quienes anda así también su carácter se refleja en los
libros que lee. La lectura de un líder es la expresión exterior de sus
deseos y aspiraciones interiores.

COMO LEER: Cuando leemos aprendemos. Cuando meditamos en los


temas de nuestra lectura arrancamos el fruto del árbol de los libros y
añadimos nutrición a nuestras mentes y nuestros ministerios.

14. CÓMO MEJORAR EL LIDERAZGO:

El que gobierna, hágalo con solicitud .... Romanos 12:8

Lo que es de suma importancia que haga es que:


l. Mejore el carácter del trabajo.
2. Profundice la piedad, devoción y éxito de los obreros.
3. Quite las piedras de tropiezo, en lo posible.
4. Aceite las ruedas donde se atasquen.
5. Rectifique lo que sea defectuoso.
6. Suplemente, en lo que se pueda, lo que falte.

Muchas iglesias y organizaciones se encuentran estancadas porque Jos


líderes han sucumbido a una especie de chantaje proveniente de la
retaguardia. No debe permitir que ningún elemento disidente o
reaccionario determine el plan de accion del grupo contra el consenso
de los líderes espirituales.

15. EL COSTO DEL LIDERAZGO:

¿Podéis beber el vaso que yo bebo, o ser bautizados con el bautismo


con que yo soy bautizado? Marcos 10:38

Aspirar al liderazgo en el reino de Dios requiere que estemos dispuestos


a pagar un precio más alto del que los otros están dispuestos a pagar

ABNEGACIÓN: Esta parte del costo debe pagarse todos los días. En la
senda del liderazgo espiritual hay una cruz, y el líder debe llevarla.

SOLEDAD: Aunque sea amistoso, hay aspectos de su vida donde debe


caminar solo.

CRÍTICA: «No hay ninguna otra cosa que elimine de tal forma la
eficiencia, capacidad e iniciativa de un líder que la crítica destructiva ...
Tiende a obstaculizar y socavar el proceso de la forma de pensar de un
hombre. Corta como con cincel su dignidad y destruye insidiosamente su
confianza en su capacidad de enfrentar sus responsabilidades.»

FATIGA: «Al mundo lo administran hombres cansados.» Quizás esto


sea una exageración, pero contiene un grano de realidad. Las
exigencias del liderazgo agotan a la persona más robusta. Pero los
cristianos saben dónde encontrar renovación. «Por tanto, no
desmayamos; antes, aunque este nuestro hombre exterior se va
desgastando, el interior no obstante se renueva de día en día» (2 Co.
4:16).
RECHAZO: El líder que sigue normas espirituales superiores quizás
descubra que está siguiendo a su Maestro en la senda del rechazo,
porque El «a lo suyo vino, y los suyos no le recibiera:».

16. LAS RESPONSABILIDADES DEL LIDERAZGO:

Y además de otras cosas, lo que sobre mí se agolpa cada día, la


preocupación por todas las iglesias. 2 corintios 11:28

El verdadero líder se preocupa principalmente por el bienestar de otros,


no de su propia comodidad y prestigio. Muestra compasión por los
problemas de otros, pero su compasión fortifica y estimula; no ablanda y
debilita. Un líder espiritual siempre dirige la confianza de los otros hacia
el Señor.

La disciplina es otra responsabilidad más del líder, una obligación que a


menudo no es bien recibida. Cualquier misión cristiana requiere una
disciplina piadosa y amorosa para mantener normas divinas en la
doctrina, moral y conducta.

Un líder no puede darse el lujo de ignorar el consejo de personas


cautelosas que puedan evitarle a una misión equivocaciones y pérdidas.
Pero la precaución no debe estorbar la visión y la iniciativa,
especialmente cuando el líder sabe que Dios tiene control.

El líder debe iniciar planes para el progreso o reconocer los méritos de


los planes de otros. Debe seguir al frente, impartiendo guía y dirección a
los que están atrás.

17. LAS PRUEBAS DEL LIDERAZGO:


Probó Dios a Abraham. Génesis 22:1
Entonces Jesús fue llevado por el Espíritu al desierto, para ser tentado
por el diablo. Mateo 4:1

A todos los que se les ha confiado autoridad espiritual, es inevitable que


les vengan pruebas escrutadoras.

TRANSIGENCIA: ¿Podernos renunciar a un principio para lograr un


acuerdo? El disminuir las normas es siempre un paso hacia atrás, y la
transigencia casi siempre lo requiere.
Moisés rechazó cada evasiva con un claro discernimiento espiritual,
diciendo: «No quedará ni una pezuña» (Éx. 10:26). Por lo tanto, Moisés
pasó con honores la gran prueba de su liderazgo del pueblo de Dios.

AMBICIÓN: Todos los grandes líderes -incluso Moisés- enfrentan esta


prueba. Durante la ausencia de Moisés en el monte Sinaí, el pueblo de
Israel se tornó a la idolatría, y Dios se enojó mucho, y dijo: «Yo los heriré
de mortandad y los destruiré, y a ti te pondré sobre gente más grande y
más fuerte que ellos» (Nm. 14:12).

LA SITUACIÓN IMPOSIBLE: El día actual le presenta a los líderes


problemas difíciles que nunca se vieron antes. Si los líderes han de
sobrevivir, deben ver lo difícil como cosa común, lo complejo como algo
normal. Moisés enfrentó una situación imposible cuando Israel llegó al
mar Rojo. De un lado estaba el desierto y el ejército del Faraón; del otro
estaba el agua, e Israel no tenía botes. Moisés se hallaba en un callejón
sin salida, y el pueblo se estaba poniendo nervioso. Empezaron a oírse
las quejas a medida que disminuía la moral: «¿No había sepulcros en
Egipto, que nos has sacado para que muramos en el desierto?» Moisés,
gran hombre de fe, permaneció con Dios. Su orden debe haber sonado
como pura fantasía, pero en realidad era un momento determinante en
su liderazgo.
FRACASO: Muchas personas que parecen estar en el pináculo de sus
carreras ocultan una gran sensación de fracaso en su interior. La
mayoría de los personajes de la Biblia enfrentaron el fracaso y
sobrevivieron. Aun cuando el fracaso era inmenso, los que volvieron a
encontrar el liderazgo rehusaron seguir tendidos en el polvo y lamentar
su tragedia. En realidad, el fracaso y arrepentimiento los llevó a un
concepto mucho mejor de la gracia de Dios. Llegaron a conocer al Dios
de la segunda oportunidad, y a veces de la tercera y la cuarta.

CELOS: La mayoría de los líderes en cierto momento enfrentan el


problema de un rival celoso. Dios defiende a los líderes que ha
escogido. Los honra, protege y vmd1ca. Los líderes no tienen que
preocuparse por defender sus derechos ni sus cargos.

18. EL ARTE DE DELEGAR RESPONSABILIDAD:

Escogió Moisés varones de virtud de entre todo Israel, y los puso por
jefes sobre el pueblo ... Y juzgaban al pueblo en todo tiempo; el asunto
difícil lo traían a Moisés, y ellos juzgaban todo asunto pequeño. Éxodo
18:25-26

Una faceta del liderazgo es la capacidad de reconocer las aptitudes y


limitaciones de otros, combinada con la capacidad de ubicar a cada
persona en el cargo que se desempeñe mejor. Tener éxito en lograr que
otros hagan las cosas es el tipo de liderazgo más elevada. Si el líder es
precavido al delegar responsabilidades, se ahorrará la frustrante
experiencia de ver clavijas cuadradas en agujeros redondos.

Es un gran error asumir más responsabilidades que las que podemos


cumplir. No hay Virtud en hacer más que nuestra porción justa de la
obra. El liderazgo misionero debe estar preparado para delegar
responsabilidad a la gente local en el momento que den evidencia de
madurez espiritual.

19. CÓMO REEMPLAZAR LÍDERES:

Mi siervo Moisés ha muerto; ahora, pues, levántate y pasa este Jordán,


tí y todo este pueblo, a la tierra que yo les doy a los hijos de Israel ...
como estuve con Moisés, estaré contigo; no te dejaré, ni te
desn111parnré. Josué 1:2, 5

La verdadera prueba del liderazgo de una persona es la salud de la


organización cuando el organizador ha fallecido. El liderazgo cristiano es
diferente del liderazgo del mundo. Dios selecciona y prepara líderes para
el reino (Mr. 10:40). Ninguna obra de Dios quedará destituida hasta que
se logren sus propósitos.

No importa cuán grandes hayan sido las realizaciones de un líder, nadie


es indispensable. Siempre llega el momento cuando su contribución
especial no es la necesidad de la hora. Líder de más talento tiene
desventajas y limitaciones que se manifiestan cuando un sucesor llega
para avanzar la obra. A menudo un sucesor con menos fama y prestigio
que un fundador puede desarrollar mejor la obra debido a los dones
específicos que posee.

Un cambio en el liderazgo también provee la ocasión para que Dios


demuestre su versatilidad para ajustar los medios para los fines. Sus
recursos en cualquier obra que Él inicie son inagotables. Si un hombre
que posee grandes dones no los coloca a disposición del Señor, Dios no
sufre derrota. Dios toma a un hombre de dones menores que están
plenamente disponible el Señor Y los complementa con su propio poder
extraordinario.

20. CÓMO REPRODUCIR LÍDERES:


Lo que has oído de mí ante muchos testigos, esto encarga a hombres
fieles que sean idóneos para enseñar también a otros. -2 Timoteo 2:2

Es responsabilidad de un líder de adiestrar a otros en el liderazgo. Si ha


de llevar a cabo plenamente su tarea, un líder debe dedicar tiempo para
adiestrar a otros para que tengan éxito y hasta lo remplacen.
La gente joven debe sentir el peso de las cargas onerosas, la
oportunidad para mostrar iniciativa, y el poder de la decisión final. El
líder joven debe recibir crédito generoso por sus logros. Ante todo, hay
que tenerle confianza. Las equivocaciones constituyen el precio
inevitable de adiestrar a los líderes.

El método que puede ayudar a que los líderes de mañana desarrollen su


potencia espiritual es una tarea que requiere cuidadosa reflexión, sabia
planificación, paciencia inagotable y genuino amor cristiano. No puede
ser casual ni mal concebida. Nuestro Señor dedicó la mayor parte de su
ministerio de tres años a moldear el carácter y espíritu de sus discípulos.

21. LOS PELIGROS DEL LIDERAZGO:

... No sea que, habiendo sido heraldo para otros, yo mismo venga a ser
eliminado. 1 corintios 9:27

El líder no es inmune a las tentaciones de la carne, pero los peligros


más grandes están en el reino del espíritu, puesto que Satanás el
enemigo nunca deja de explotar la ventaja en cualquier área de
debilidad.

ORGULLO
Volverse orgulloso de los dones espirituales del cargo del liderazgo es
olvidarse de todo lo que tenemos proviene de Dios, todos los cargos que
ocupamos son porque Dios nos ha designado para ellos.

EGOISMO
El egoísmo es una de las manifestaciones repulsivas del orgullo, es la
práctica de pensar y hablar de uno mismo. El líder que por mucho
tiempo ha gozado de la admiración de muchos adeptos corre el riesgo
de este peligro.

CELOS
Este pariente cercano del orgullo describe a la persona que sospecha de
sus rivales.

POPULARIDAD
No está mal que el líder se sienta alentado cuando expresen aprecio por
su servicio, pero debe rehusar totalmente que lo idolatren.

JUBILO O DEPRESION
Siempre suceden cosas malas, pero el líder espiritual debe discernir las
razones de la depresión y tratarla como corresponda. “Si tiene éxito, no
se jacte; si lo han vencido, no se queje”.

22. EL LÍDER NEHEMÍAS:

... Acuérdate de mí, Dios mío, para bien. Nehemías 13:31

SU CARÁCTER:
Nehemías era un hombre de oración. La oración fue su primera reacción
cuando oyó de la situación en que estaban los emigrantes en Jerusalén.
Su genuina preocupación por el bienestar de otros era tan evidente que
aun sus enemigos se dieron cuenta de ella (2:10). Expresó su
preocupación con ayuno, oración y lágrimas.

Nehemías exhibió una profunda prudencia. Podía tomar decisiones


claras. No postergaba el responder al llamado difícil, sino que hería en lo
vivo y pronunciaba juicio. Y sus decisiones eran imparciales; no actuaba
con favoritismo. Mostraba empatía extraordinaria para con los demás.
Era una persona realista. También un administrador vigoroso, un
gerente de calma en la crisis, un iniciador intrépido, un ejecutivo resuelto
y un líder perseverante.

SUS METODOS:

Nehemías levanto la moral de sus colegas, un aspecto importante de la


obra de cualquier líder. Reforzó la fe de ellos haciendo que su enfoque
cambiara de lo “imposible” a la grandeza de Dios.

Estableció objetivos claves, lo asigno a los líderes responsables. Otorgo


el reconocimiento adecuado a los líderes subordinados. Tenía confianza
en la integridad de los subordinados que escogía. Siempre que pudo
ignoro al adversario. Nunca permitió que la oposición desviara sus
energías de la tarea central.

También podría gustarte