Breve Historia Del Espacio Ecuatoriano - Parte 1

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UNIDAD 1

La memoria de la naturaleza
espacio físico y ecológico

Pablo Ospina
Instituto de Estudios Ecuatorianos

1 Un trabajo de síntesis como éste tiene que beneficiarse necesariamente de trabajos anteriores sobre re-
giones o épocas específicas. Menciono los trabajos principales, la mayoría de los cuales no están publicados,
en los que desarrollé algunos de los planteamientos teóricos y también algunos de los desarrollos específicos
sobre la historia de regiones particulares. Respecto a la Amazonía del Norte, Ospina (1999); para la Amazonía
del sur en el siglo XIX, Ospina (1996); sobre la Costa, (Ospina 1995 y 1995a); sobre Galápagos (Ospina 2001).
Los estudios sobre las estructuras espaciales y los Andes, en Ospina (1999b), el trabajo sobre los Andes en el
siglo XX en Ospina (2002) y también en Guerrero y Ospina (2002).
INTRODUCCION
Hay muchas cosas importantes climáticos y biológicos, crean
que no fueron creadas por la ma- particulares asociaciones vege-
no de los seres humanos. Son he- tales y animales que distinguen
rencias de una historia anterior. localidades variadas y contrastan-
Las sociedades humanas solo tes. Esas asociaciones vegetales
pueden modelarlas y dejarles crean oportunidades y limita-
impresa la huella de su trabajo. ciones, brindan recursos, hacen
El objetivo de esta Unidad es posible el desarrollo de conoci-
examinar esas herencias natura- mientos especializados. La diversi-
les que deben ser modeladas y dad natural apunta la diversidad
que, al serlo, modelan a su vez cultural.
las formas sociales que las modi-
fican. Los hombres y mujeres Esa memoria natural, esa heren-
transforman lo que les rodea y al cia que viene de tiempos más
hacerlo se transforman ellos mis- remotos que el ser humano mis-
mos. Se hacen al hacer mundo a mo, no es estática. Cambia con
su alrededor. ritmos propios y sujeta a regula-
ridades que apenas sabemos
Empezamos mostrando los gran- descifrar. Del encuentro con la
des "datos" naturales que, a esca- historia humana, más rápida y
la nacional, configuran el espacio sujeta a distintas normas de fun-
geográfico. La cordillera andina, cionamiento, se produce una in-
la cuenca del río Guayas y las teracción constante que tiene
selvas amazónica y costera. En efectos en ambas direcciones. El
segundo lugar, desmenuzamos texto espera mostrar esas inte-
los factores que provocan varia- racciones, las constantes sociales
ciones naturales menores en tales y las variaciones culturales que
datos mayores. Mostramos la in- favorece, como un aporte al es-
fluencia de las corrientes mari- tudio de una vieja relación que
nas y los vientos en la transición apenas empieza a ser explorada.
climática que jalona el territorio
nacional desde el norte húmedo
hasta el sur seco. En tercer lugar
examinamos, a una escala menor,
las más pequeñas formaciones
que recortan esos grandes datos
naturales. La cordillera andina
no es homogénea. Se divide en
el nudo del Azuay y las formacio-
nes orográficas, tanto en la mese-
ta andina como en las vertientes
oriental y occidental, fragmentan
el espacio físico y lo diferencian.
Finalmente, factores locales,

18 UNA BREVE HISTORIA DEL ESPACIO ECUATORIANO


OBJETIVOS DE APRENDIZAJE

Al final de esta Unidad, los participantes podrán:

1. Identificar los principales factores físicos, climáticos y


ecológicos que contribuyeron a moldear el espacio ecua-
toriano.

LA MEMORIA DE LA NATURALEZA, ESPACIO FÍSICO Y ECOLÓGICO 19


LOS GRANDES DATOS
En su clásico trabajo sobre la cuya combinación determina la
formación del espacio nacional “rugosidad” de la epidermis de
(un trabajo que usamos amplia- la tierra en el Ecuador. Estos
mente), Jean Paul Deler sostenía “datos” mayores de la geografía
que había tres determinantes física tenían relaciones impor-
naturales de especial importan- tantes con las futuras estructuras
cia para el Ecuador. En su termi- mayores del espacio geográfico.
nología, había tres datos naturales

Mapa 3: Obstáculos naturales mayores y organización del espacio nacional (Tomado de


Deler 1987 [1981]: 298).

1. Límite del macizo andino (curva de nivel, 1.000 msnm)


2. Grandes volcanes y hoyas altas intramontañosas
3. Selvas ombrófilas de follaje perenne
4. Desierto costero y su límite septentrional
5. Cuenca hidrográfica del Guayas

20 UNA BREVE HISTORIA DEL ESPACIO ECUATORIANO


El primero es la presencia de la Pacífico, al oeste, y los bosques
Cordillera de los Andes. Su forma- húmedos tropicales de la vasta
ción en el eje “meridiano” está en cuenca del Amazonas, al este.
el origen de la “meridianidad” de Ambos espacios selváticos opu-
las estructuras espaciales del sieron obstáculos semejantes a
país. Y esto, por supuesto, desde la ocupación: débil densidad de
tiempos pre - coloniales. Esa su- población y tardía incorporación
cesión de montañas y tierras espacial a las estructuras domi-
altas de aproximadamente 100 nantes del territorio. No obstan-
kilómetros de ancho que atravie- te, la selva amazónica tenía una
sa todo el territorio, ha dejado desventaja adicional: su carác-
su marca de forma indeleble. ter continental y por lo tanto
Los geólogos han debatido sobre aislado, la inexistencia de ríos
su origen. El consenso es que se navegables hasta bien entrada la
produjeron dos movimientos en llanura. Por el contrario, la zona
el período cretácico: primero, selvática de Esmeraldas gozaba
un “pliegue” de la tierra a partir de su condición litoral, abierta
de los primeros movimientos que al mar y la comunicación exte-
separarían a lo que sería América rior: el puerto sería el primer
del original continente meridio- modo de integración de esta re-
nal de Gondwana; de allí surgi- gión con Ecuador y el mundo en
rían las rocas metamórficas más el siglo XIX. Las sucesivas histo-
antiguas que afloran aquí y allá rias regionales estarán informa-
en estas montañas continentales. das por esta doble semejanza y
En segundo lugar, y de manera esta diferencia.
más persistente por espacio de
unos treinta millones de años, El tercero, es la presencia del
emergieron como volcanes acti- Golfo de Guayaquil. Es el siste-
vos por el proceso de la “subduc- ma hidrográfico más extenso del
ción”: esto ocurre en tres actos. Pacífico sudamericano, entre 30
Primer acto, la placa marina del y 35 mil kilómetros cuadrados.
Pacífico se hunde bajo el peso Abre a las aguas del Pacífico una
de la placa continental; segundo extensa red de ríos de llanura,
acto, las enormes masas de roca es decir, ríos caudalosos y de dé-
se funden por el calor de las pro- bil pendiente, que penetran
fundidades de la tierra; tercer profundamente tierra adentro.
acto, afloran bajo la forma de Su situación en el centro del
magma líquido por los entresijos sub - continente y la facilidad
de las formaciones geológicas de que ofrece para el curso de las
la nueva placa que las acoge. Así comunicaciones no pasaron de-
surgió en un proceso lento y vio- sapercibidas para los pueblos
lento, la enorme cadena monta- que ocuparon su territorio. A
ñosa que marca la vida de los ello se suma la presencia de de-
pueblos andinos desde el inicio pósitos aluviales de terrenos fér-
mismo del poblamiento de Amé- tiles que albergaron una densa
rica del Sur. selva menos impenetrable por la
presencia de grandes ríos. Antes
El segundo es la presencia de de la construcción del ferroca-
dos masas de espacios selváticos rril, el Río Guayas y sus afluen-
separados por la cordillera. Las tes marcaban los itinerarios de
selvas del Chocó, en el litoral viajes y comercio entre las tierras

LA MEMORIA DE LA NATURALEZA, ESPACIO FÍSICO Y ECOLÓGICO


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altas y bajas del litoral. El manejo sociedades humanas de estos te-
de esta gran cuenca (y su control) rritorios se plantearon tempra-
es sin duda uno de los grandes namente el vínculo con la Costa
desafíos que se planteó el Estado y con la planicie amazónica como
y la sociedad ecuatoriana a lo uno de los obstáculos que debían
largo de dos siglos. La longevi- sobrellevar. La apertura de esos
dad y tenacidad del proyecto ejes de relación horizontal se
Daule - Peripa puede remitirse, superpone a los ejes verticales y
probablemente, a ese reconoci- al eje diagonal que vincula a
miento y a esa importancia car- Quito con el puerto. La ocupa-
dinal del gran Golfo y la gran ción y la reivindicación de los te-
Cuenca, en la configuración de las rritorios selváticos será una gran
estructuras espaciales del país. constante desde siglos colonia-
les: será una aspiración o más
Muchas características básicas frecuentemente una queja. El es-
de las rutas, los itinerarios y los pacio reivindicado nunca alcanzó
vínculos espaciales, pueden los límites del espacio efectiva-
remitirse a estos tres grandes mente controlado. Pero los inten-
“accidentes” físicos que marcan tos no faltaron.
el Ecuador. La expansión de la
influencia social y política de En efecto, estas grandes “fallas”
Guayaquil sigue el curso de la físicas se extienden en el tiempo
cuenca que lo alimenta, aunque largo de los siglos de la ocupa-
las fuerzas económicas y sociales ción humana del territorio del
expanden sus lazos mucho más Ecuador actual. Estos ayudan a
allá. Pero contribuye a crear un comprender las formas y deriva-
espacio y explicarse su forma y ciones de las grandes estructuras
sus dimensiones. Hemos mencio- del espacio ecuatoriano. Pero no
nado ya la meridianidad de la son completamente inmóviles y
organización del espacio (la ubi- tampoco son las únicas de rele-
cación de las ciudades andinas o vancia para armar el poliedro de
de las vías de comunicación), la ocupación y formación del
pero también eso obliga a cortar cambiante espacio nacional. Hay
el espacio meridiano en ejes otros sobre los que nos deten-
transversales: para hacerlo, las dremos.

22 UNA BREVE HISTORIA DEL ESPACIO ECUATORIANO


RECUADRO 1

Las estructuras elementales del espacio ecuatoriano


Tomado de Jean Paul Deler (1987 [1981]: 294-5)

A. El efecto andino

La continuidad del volumen montañoso, la orientación meridiana


de las grandes estructuras orográficas y la disposición axial del
macizo principal se conjugan para hacer, del efecto andino, una
clave esencial de la organización del espacio (...)

B. Las relaciones tierras altas - tierras bajas

La oposición entre los dominios de montañas y de llanuras es uno


de los corolarios del efecto andino. Más allá de la gama de varia-
ciones ecológicas que introducen los cambios de altura en la zona
tropical son, sobre todo, los datos etnológicos, la evolución de las
relaciones sociales, la génesis de las estructuras regionales, los
responsables de la formación de matrices culturales diferenciadas
y de espacios de civilización distintos (...)

LA MEMORIA DE LA NATURALEZA, ESPACIO FÍSICO Y ECOLÓGICO


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C. El tropismo marítimo y el encerramiento oriental

Cinco siglos de una historia económica fuertemente marcada por


la dependencia del área andina frente a los centros dominantes,
situados más allá de los océanos, han determinado una vigorosa
disimetría en las relaciones “latitudinales” entre las tierras altas y
los dominios de las llanuras adyacentes, situadas a una y otra parte
del macizo andino. El espacio abierto sobre el Pacífico se ha visto
progresivamente valorizado con relación al espacio amazónico; este
último ha permanecido al margen de los principales flujos interre-
gionales hasta una época tanto más reciente cuanto que a diferencia
del Perú, la Costa ecuatoriana, con sus grandes extensiones selvá-
ticas de condiciones muy semejantes a las del sector oriental, ofrecía
por sí misma vastas posibilidades de expansión a los frentes pioneros
de colonización agrícola (...).

D. El desenganche del eje nacional

Resulta de la combinación de dos fenómenos geográficos que


actúan a escalas diferentes. Por una parte, las relaciones entre
Quito y Guayaquil que han desempeñado un papel capital en la
estructuración del espacio ecuatoriano, trazan una línea de fuerza
"diagonal" en un sistema de interrelaciones donde se combinan los
ejes de comunicaciones naturales, de orientación meridiana y los
ejes "latitudinales", vueltos necesarios por las complementarieda-
des interregionales entre Sierra y Costa. Por otra parte, el eje de
gravedad de la América andina se ve afectado por un desenganche
lateral en las latitudes equinocciales que aparece como una esta-
ción "en cerradura" entre la rama septentrional del eje (Colom-
bia...) y su rama meridional (Perú...)(...)

24 UNA BREVE HISTORIA DEL ESPACIO ECUATORIANO


E. El núcleo central y las periferias

La formación del núcleo central del espacio nacional deriva direc-


tamente de la existencia del eje diagonal Quito - Guayaquil, refor-
zado por la fuerte urbanización relativa de los Andes centrales, por
una parte, y por otra, la valorización progresiva de una gran parte
de la cuenca del Guayas, transformada en zona agro-exportadora
de importancia internacional. En torno a este espacio central se
distribuyen dos tipos de zonas periféricas: las regiones selváticas
de Esmeraldas y el Oriente, todavía débilmente servidas por redes
nacionales; y los Andes australes y Manabí, zonas de antigua
implantación humana y focos demográficos importantes, presentan
condiciones socio - económicas originales en relación a las matri-
ces culturales Sierra o Costa y manifiestan grados variables de
autonomía (...).

F. La bicefalia y la polarización

La existencia de dos ciudades de importancia nacional, a la vez


complementarias y rivales en sus funciones, es un rasgo determi-
nante de la geografía del área andina equinoccial. Hoy día esta
bicefalia tiende a introducir, pese al carácter fuertemente aniso-
trópico de la organización regional (papel fundamental de los ejes
estructurales en un espacio heterogéneo), cierta división del espa-
cio nacional en dos grandes zonas en vías de polarización, sobre
una u otra de las dos metrópolis: norte del Ecuador gravitando en
torno a Quito, metrópoli andina, y sur del país gravitando alrede-
dor de Guayaquil, metrópoli costera (...).

LA MEMORIA DE LA NATURALEZA, ESPACIO FÍSICO Y ECOLÓGICO


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ESPACIO DE TRANSICIONES MULTIPLES
La meridianidad de los Andes no “cerrados” latitudinalmente
es homogénea. La gran cadena por pequeñas cadenas monta-
montañosa sufre una curiosa ñosas horizontales (en dirección
variación justo en el entresijo de este – oeste) llamadas “nudos”.
los actuales territorios ecuato-
rianos. En Colombia, los Andes Los Andes son un continuo de
se expanden horizontalmente y montañas, dentro de las cuales
se abren en tres ramales más ba- nosotros realizamos cortes, dis-
jos surcados de valles profundos tinguimos variedades y formas
(el valle del Cauca y el del Mag- distintas. ¿Dónde se opera el
dalena), donde las sociedades cambio entre el norte y el sur de
del norte han ubicado algunas de los Andes? El punto que opera la
sus principales ciudades y algunos transición entre este complejo
de los cultivos más importantes de “hoyas” interandinas y las
de exportación. En Perú, las cor- formaciones más bajas, más
dilleras ya parecen una sola, con irregulares y de valles más pe-
valles pequeños, surcados de queños y superficiales, es el
La meridianidad de ramales más irregulares que pre- “nudo del Azuay”. Al sur de la
los Andes no es ho- figuran los altiplanos del sur. No actual ciudad de Chunchi, antes
mogénea. La gran es posible en Perú distinguir ra- de llegar a la actual ciudad de
cadena montañosa
males distintos de la cordillera. Azogues. Allí donde se abre la
Hay una sola cadena de montañas ciudad de Alausí en un valle pro-
sufre una curiosa
a veces cortada por ríos peque- fundo que por la cuenca abierta
variación justo en el
ños, a veces cortada por planicies por el río Chanchán, desemboca
entresijo de los ac-
de puna. en la cuenca del río Guayas. Dis-
tuales territorios
tinguimos rápidamente allí el
ecuatorianos. En el Ecuador se produce la tran- abra profunda por la cual se eli-
sición geomorfológica desde gió tender el paso del ferrocarril
ramales distintos, claramente a inicios del siglo XX. El nudo del
diferenciados y abiertos por pro- Azuay fue siempre un formidable
fundos valles, hacia la gran rama obstáculo a las comunicaciones.
unificada de una cadena esen- Esa enorme muralla puede ser
cialmente única. En estos Andes vista de otra manera. Teodoro
casi septentrionales, los valles Wolf, a fines del siglo XIX, lo lla-
son profundos pero no tanto. Los mó inmensa “araña” que prolonga
ramales son distintos, pero no sus patas en todas direcciones.
absolutamente. En realidad se Así, pues, es como si la “obra
forman unas curiosas formacio- magna” hubiera querido desqui-
nes conocidas como “hoyas” tarse con el pasado. Paso geo-
interandinas. Las hoyas son va- gráfico pero también simbólico.
lles andinos altos (entre 1500 y
2500 msnm) flanqueados longi- No es difícil encontrar en las
tudinalmente (en dirección hoyas interandinas el perfil y los
sur – norte) por las cadenas mon- límites centrales de las actuales
tañosas más altas de los Andes y “provincias” serranas. Pero fueron

26 UNA BREVE HISTORIA DEL ESPACIO ECUATORIANO


también la sede de áreas cultu- se separan dejando un espacio
rales en el período pre – colonial. intermedio de valles más o me-
En las hoyas se aprovechaban los nos profundos (entre 1500 y
distintos climas de las distintas 2500 metros) separados entre sí
alturas para diversificar los cul- por cadenas montañosas hori-
tivos. Constituyeron “territorios” zontales (los “nudos”). Cada uno
identificables como unidades pa- de estos complejos orográficos
ra pueblos desde hace milenios. es conocido como una “hoya” in-
Recordemos que toda “hoya” terandina. Al sur del “nudo del
está abierta: tiene una salida. Azuay”, las cordilleras de vuel-
No es una celda encerrada por ven más difusas y el territorio se
montañas sin ventanas al exte- hace más “quebrado”, en una
rior. Toda hoya tiene un río que formación de transición hacia
la atraviesa (por eso, precisa- los altiplanos de los “andes de
mente, es un “valle”) y que corta puna”, típicos de Perú y Bolivia,
las cadenas montañosas hacia el donde las dos cordilleras se
este o hacia el oeste. Los pasos unen, se hacen más anchas y for-
hacia el oeste son más numerosos man grandes extensiones de
que hacia el este. Se distingue ecosistemas secos y fríos.
en esta formación una doble im-
portancia: por un lado serán los A partir del nudo del Azuay, el
pasos “naturales” entre las tierras más alto y el más abrupto, el
altas y las tierras bajas, serán más radical y profundo de todos
los lugares donde la meridiani- los nudos interandinos del Ecua-
dad del espacio andino se corta dor, las montañas se hacen más
por ejes transversales. Allí flore- bajas tanto al este como al oes-
cerán grupos étnicos “bisagra” te. Esto se debe a una actividad
que aseguraban el comercio y el volcánica distinta: en el norte
intercambio simbólico entre existe un volcanismo reciente
unos pueblos y otros. Por otro la- que acumula materiales moder-
do, esos cortes de la montaña nos de un tipo de roca deslavada
producen zonas de valle seco y que se forma a base de arena
bajo. Algo parecido a islas de ca- fina de andesita asociada a cal-
lor en medio del frío andino. Allí cita comprimida a altas presio-
se desarrollarán importantes co- nes; nos estamos refiriendo, por
lonias multiétnicas de cultivo de supuesto, a la cangagua. Esta
productos de clima cálido, como capa nueva de cangagua produc-
la coca o, luego, la caña de azú- to del volcanismo reciente no
car. Pimampiro, el Chota, Guay- existe en el sur, donde las mon-
llabamba, Patate, Paute, son tañas son más viejas y afloran
todas islas de valles secos, bajos directamente a la superficie los
y cálidos en medio paisajes andi- minerales que la forman. Se dice
nos distintos. entonces, que los suelos de la
Sierra norte son más ricos que
Entonces, retengamos que el los de la Sierra sur, donde, en
“nudo del Azuay”, entre las ac- cambio, son más visibles los ya-
tuales provincias de Cañar y cimientos minerales.
Chimborazo divide dos regiones
orográficas distintas en los Andes
ecuatorianos. Al norte, las cordi-
lleras “oriental” y occidental”

LA MEMORIA DE LA NATURALEZA, ESPACIO FÍSICO Y ECOLÓGICO


27
CUADRO
HOYAS DEL ECUADOR

Carchi (Guáitaca, Colombia) Tulcán


Chota (Mira) Central – occidental Chota
Guayllabamba (de Quito) Central - occidental Quito
Patate (Cutuchi) Central – oriental Ambato, Latacunga
Chambo (Pastaza) Central - oriental Riobamba
Toachi Lateral – occidental Santo Domingo de los
Colorados
Chimbo Lateral – occidental Guaranda
Chanchán Lateral – occidental Alausí
Nudo del Azuay
Cañar Occidental Azogues
Paute Central - oriental Cuenca
Jubones (Santa Isabel, Central - occidental Hasta Saraguro
Girón)
Zamora Oriental Loja
Puyango Lateral – occidental
Catamayo Occidental
Fuente: Terán (1966)

En el sur todavía es posible dis- En las Costas del Ecuador se pro-


tinguir algunas hoyas, pero sus duce la confluencia de dos co-
perfiles son más borrosos. La rrientes marinas, una proviene
hoya del río Paute, que se abre del sur y trae aguas frías produc-
hacia el oriente, puede todavía to del afloramiento de aguas
distinguirse con cierta claridad. profundas en el sur del continen-
Pero en Loja, El Oro y el valle te; y la otra trae las aguas cáli-
del Catamayo, las hoyas son ya das de la zona tropical y recorre
francamente irreconocibles. Así, en dirección opuesta las Costas
pues, transición orográfica. americanas. Humboldt y El Niño.
La primera se llama así en honor
Pero hay otra transición de enor- del primer estudioso que la con-
me importancia ecológica. Esta virtió en un problema de investi-
vez el cambio viene del mar. De gación a inicios del siglo XIX. La
nuevo, su origen no puede ser segunda debe su nombre a los
unilateral. El mar se combina campesinos y pescadores que la
con los vientos del este y del sur, identificaron con las lluvias de
los alisios, y con la presencia de Navidad.
la cordillera. Se trata, por su-
puesto, del país como el lugar de Ambas explican en gran medida
la transición climática entre la las condiciones lluviosas de las
zona seca de la América del Sur costas de Panamá (el Darién) y
y la zona húmeda, al norte. ¿Por de Colombia (el Chocó), que se
qué el Ecuador se encuentra jus- conocen como las zonas más hú-
to en el sitio de cambio? Y hay medas del mundo por un lado; y
que decirlo: se encuentra en el por otro, las costas desérticas
medio casi con precisión mate- del Perú y del norte de Chile,
mática, como si hubiera sido cal- donde se conocen como las zo-
culada deliberadamente su posi- nas más áridas del mundo. Dos
ción estratégica. extremos climáticos. ¿Por qué?

28 UNA BREVE HISTORIA DEL ESPACIO ECUATORIANO


Porque las aguas frías se evapo- de la evolución por selección na-
ran con mayor dificultad, mien- tural. Aunque en ellas reside un
tras que las aguas calientes lo número relativamente pequeño
hacen con mayor facilidad. Pero de especies de plantas, animales
a configurar esta dualidad con- e insectos, resalta su alto grado
tribuye el enorme macizo mon- de endemismo2 y la vitalidad de
tañoso andino. La enorme cadena sus procesos de cambio evolutivo.
montañosa opera como una Ambas características se expli-
barrera insalvable para las nubes can por el aislamiento físico en
cargadas de humedad. En los dos el que han permanecido, aleja-
sentidos. En las zonas de aguas das más de 1.000 kilómetros del
calientes si los vientos quieren continente americano, desde
seguir su ruta hacia el este, de- que emergieron en medio del
ben remontar las montañas; al océano hace 5 millones de años.
hacerlo el frío condensa la hume- Además, se encuentran en una
dad y desata tormentas intermi- zona de confluencia de corrien-
nables y constantes. En las zonas tes marinas frías y cálidas, por lo
frías, la cadena de los Andes que están en una situación de
detiene los vientos alisios prove- “frontera” ecológica, donde
nientes del este, el noreste y el coexisten climas variados y am-
sudeste y descargan la humedad bientes propicios para especies
que traen desde el Atlántico o adaptadas a condiciones muy di-
desde la llanura amazónica, an- ferentes. Conviven los famosos
tes de poder remontarlas. Como pingüinos de Galápagos con los
resultado, la Costa (y la Sierra) lobos marinos, especies polares
del norte de América del Sur es y especies tropicales. El extraor-
desproporcionadamente húme- dinario estado de conservación
da, mientras la Costa central de de los ecosistemas isleños y la
América del Sur es desproporcio- ausencia de otros archipiélagos
nadamente seca. oceánicos en similar condición
han hecho de ellas un sitio natu-
Las costas de Guayaquil y de Ma- ral de reconocida importancia
nabí son las costas donde se en- ecológica global. Así se justifica
cuentra la transición: donde las su fama mundial, el desarrollo
dos corrientes se conocen, se del turismo y la creación del
mezclan y cambian de dirección. área protegida más antigua del
Desde allí, ambas se dirigen al Ecuador.
corazón del Océano Pacífico. An-
tes de llegar, bañan las aguas de Pero las consecuencias se obser-
las islas Galápagos. Esto no care- van también en el continente,
ce de consecuencias ecológicas y aunque con menos fama. Las
humanas. Costas del norte del Ecuador son
húmedas, pertenecen a la región
Galápagos son islas mundialmen- biogeográfica del Chocó. Las
te famosas. Su fama proviene de Costas del sur, pertenecen, por
la importancia atribuida al archi- el contrario, a la región biogeo-
piélago en el origen de la teoría gráfica del desierto Tumbecino.

2 Especie "endémica" es aquella que solo existe en un sitio determinado y en ninguna


otra parte del planeta.

LA MEMORIA DE LA NATURALEZA, ESPACIO FÍSICO Y ECOLÓGICO


29
En la actual provincia de Manabí Estados Unidos. No falta relación
se producen todas las transicio- entre la decisión del Ecuador de
nes, lentas, vacilantes, entre 1952 de declarar, junto a Perú y
uno y otro. Esas son precisamen- Chile la zona de exclusividad
te las áreas más ricas biológica- económica de 200 millas náuti-
mente: aquellas que sirven de cas, y el control de las pesque-
bisagra del cambio y comparten rías de atún. En 1971 y 1972 esa
con unas y otras tanto especies lucha llevaría a lo que se conoció
como distintas poblaciones de como la “guerra del atún”. A
una misma especie. Son también fines de los años noventa, los
frágiles. Cualquier cambio brusco atunes se concentran precisa-
las hace bascular a un extremo o mente en una de esas zonas de
al otro y hace que las especies confluencia de corrientes mari-
que viven en ellas sobrevivan nas donde abunda la comida y
entre sobresaltos y catástrofes por lo tanto la pesca: las islas
inminentes. Galápagos. Sitio de confluencia
es sitio de abundancia. El mar
Estas diferentes temperaturas del Ecuador se encuentra preci-
del mar tienen también conse- samente en el encuentro de am-
cuencias sobre la misma riqueza bos: donde se pueden encontrar
del mar. Las temperaturas bajas ejemplares de varios sistemas
favorecen la presencia de cier- ecológicos alejados entre sí. Es
tas especies que se convirtieron la ventaja de encontrarse en esa
en fuentes comerciales de gran frontera múltiple.
importancia en el siglo XX: las
sardinas y macarelas. Hacia me- Pero no solo la Costa sufre de los
diados del siglo XX las grandes efectos de las transiciones climá-
flotas pesqueras se formaron ticas cuyo principal responsable
precisamente al calor de arro- es el océano. Las Sierras andinas
jarse a capturarlas para una también son distintas. También
naciente industria de alimentos aquí son ayudadas por otra tran-
balanceados. A fines del siglo sición curiosa, pero perfecta-
esas pesquerías vivían una trage- mente inter - relacionada con
dia ecológica. las anteriores; esta vez de los
vientos y las zonas de presiones
Las temperaturas altas favore- altas. La Sierra norte del Ecua-
cen, en cambio, la presencia de dor es húmeda y se va haciendo
otras especies de particular in- progresivamente seca conforme
terés comercial en el siglo XX. caminamos hacia el sur. La lla-
Por un lado los camarones. Por mada Sierra central (actuales
otro, los atunes. La flota atunera provincias de Chimborazo, Coto-
no solo sería una de las cabezas paxi y Bolívar) ya muestra mayor
de lanza de las exportaciones carencia de lluvias. Pero las co-
ecuatorianas de los años ochenta sas se vuelven drásticas con la
y noventa, sino que protagoniza- baja de la cordillera y el traspa-
ría una de las luchas más deno- so del fatídico Nudo del Azuay.
dadas de la historia por extender Las Sierras del sur del Ecuador
la soberanía económica y políti- son ya, característicamente se-
ca del Estado contra la explota- cas. Prefiguran parcialmente lo
ción de las flotas atuneras que un viejo geógrafo, Carl Troll,
extranjeras, en especial de los llamó en los años treinta del

30 UNA BREVE HISTORIA DEL ESPACIO ECUATORIANO


siglo XX, los “Andes de Puna”, Parte de la razón por la cual las
típicos de la zona central andina: Sierras andinas del norte no son
Perú y Bolivia. Por contraste, en tan secas como las del sur no
el norte dominan unos Andes puede derivarse directamente
distintos, dominados por la hu- de las corrientes marinas y de la
medad y por unos ecosistemas altura de la cordillera. Las aguas
especializados en manejarla, dis- calientes y la zona tropical pro-
tribuirla y aprovecharla: los duce una zona de altas presiones
“Andes de Páramo”. atmosféricas donde el aire circula
en la dirección de las agujas del
Algunos autores han llegado a reloj. Son los llamados “antici-
plantear que existen correspon- clones”. Y Ecuador se encuentra
dencias entre esas diferencias en la “zona de convergencia
ecológicas y las formaciones inter - tropical”, es decir, el lugar
sociales y políticas del período en el que se chocan, se encuen-
pre – colonial. En los primeros, tran y se superponen dos antici-
se desarrollaron las formaciones clones de orígenes distintos. El
estatales asentadas en los inter- que domina e influencia la zona
cambios centralizados entre norte, proviene de las zonas tro-
zonas alejadas: la estructura picales cálidas del Atlántico. Como
de “archipiélago” o de “islas” resultado, existe una inversión
discontinuas espacialmente do- climática entre la Amazonía del
minadas por grupos étnicos sur, la Sierra sur y central, por
encargados de producir para el un lado; y toda la Costa, por
centro. De esta manera el cen- otro. Es decir, mientras las llu-
tro eludía la formación de mer- vias en un lado ocurren en una
cados: los productos circulaban época del año, en el otro lado se
sin ferias y sin especialistas en el vive la sequía del “verano” tro-
comercio. En los segundos, ubi- pical (es decir, la época seca).
cados en espacios más pequeños, La inversión climática favorece
con estructura de archipiélago la complementariedad agrícola.
pero con unidades domésticas De nuevo, no obliga a las regio-
capaces de controlar sus propios nes a volverse complementarias
recursos, se inhibió la formación en sus regímenes de producción
de estructuras estatales centra- agropecuaria, pero les ofrece
les al tiempo que se desarrolla- una oportunidad adicional.
ban mecanismos de intercambio
en mercados dominados por es- Hasta ahora hemos enfatizado
pecialistas del comercio. En el una serie de algo que podríamos
norte, donde existieron estas llamar “transiciones ecológicas”
formaciones, la organización en las que el actual territorio
política no superó los señoríos del Ecuador está ubicado, para
pre – estatales. No se trata de mostrar que los grandes “datos”
establecer relaciones simples naturales presentados por Jean
entre los datos del clima o la Paul Deler, pueden ser afinados
orografía y los datos de la políti- para encontrar elementos natu-
ca y la economía. Tal vez haya rales que asociarán en diferen-
que entenderlos como datos que tes estructuras espaciales a lo
favorecen ciertas soluciones e largo de la historia. Pero hasta
inhiben otras. Pero no las hacen ahora hemos insistido en la Costa
obligatorias. y en la Sierra. ¿Hay otros “datos”

LA MEMORIA DE LA NATURALEZA, ESPACIO FÍSICO Y ECOLÓGICO


31
naturales inmediatamente rele- imponía a la ocupación humana:
vantes para la selva amazónica? débiles densidades demográficas
Recordemos que Deler había en- y tardías integraciones al espacio
fatizado la dificultad que la selva nacional.

Mapa 4: Calidad de suelos del Ecuador. Las áreas en anaranjado corresponden a suelos
frágiles. Sistema de Monitoreo Socioambiental - EcoCiencia.

32 UNA BREVE HISTORIA DEL ESPACIO ECUATORIANO


Mapa 5: Relaciones entre tierras altas y bajas en la época de integración
(Tomado de Deler 1987 [1981]: 46).

1. "Puertas del oriente" (contactos con la alta Amazonía)


2. Eje probable de difusión del uso de la coca
3. Etnias que desempeñaron un papel específico en los intercambios interregio-
nales
4. Eje principal de trueque de sal
5. Origen transoceánico común (navegación por alta mar)
6. Itinerarios de penetración hacia los Andes y etapas de los Karas
7. Itinerario de penetración hacia los Andes y etapas de los Quitus
8. Tierras andinas altas (curvas de nivel de 2.000 msnm)
9. Hoya intramontañosa (curva de nivel de 3.000 msnm)

LA MEMORIA DE LA NATURALEZA, ESPACIO FÍSICO Y ECOLÓGICO


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Ya mencionamos que los “pasos Son estos espacios “bisagra”,
naturales”3 hacia la Amazonía tanto a un lado como al otro, de
son menos numerosos que los antiquísima ocupación humana,
pasos hacia el occidente. Ya des- las áreas naturales más interve-
de muy temprano en la historia nidas en las vertientes de cordi-
nacional, estos pasos eran deci- llera. En los siglos XIX y XX
sivos debido a la importancia de fueron las primeras regiones de
los flujos interregionales; es de- ocupación en procesos de coloni-
cir, de los intercambios entre las zación, de origen serrano. Esta
tierras andinas y las tierras bajas ocupación se fue haciendo cada
orientales u occidentales. Estos vez más densa y se fue consoli-
flujos se dibujaban desde el pe- dando por la extensión de la red
ríodo formativo (es decir, cuando vial y por la consiguiente inte-
aparecen las primeras evidencias gración de dichos espacios a la
de agricultura y de vida aldeana). producción mercantil. Son estos
No obstante, a la llegada de los espacios de vínculo inter - regio-
europeos, estos espacios de con- nal los que explican las “intru-
tacto inter - regional eran muy siones” hacia las ecorregiones
precisos y desarrollados. De he- andinas más bajas y boscosas.
cho, el desarrollo social del siglo Estas intrusiones discontinuas
XIX tendió a hacer más densas están también en el origen de la
las entradas hacia la Costa dise- fragmentación de estas ecorre-
ñadas en los siglos XV y XVI y me- giones. Por último, están en el
nos densas las entradas hacia la origen de una fragmentación
Amazonía (por ello las actuales mayor de los bosques en los decli-
provincias serranas incluyen ves costeros que en los declives
zonas bajas hacia el occidente amazónicos. Evidentemente no
mientras que en el oriente se trata de una derivación exclu-
terminan en los límites más altos siva de la orografía: desde la
de la cordillera). Desde tiempos época colonial la obsesión por
pre – coloniales, existieron cua- vincular las tierras altas con la
tro pasos hacia la Amazonía: el Costa fue mucho más fuerte que
de Papallacta, en el norte, en el la de hacerlo con las planicies
área de influencia de Quito; el amazónicas.
abra del Pastaza en la Sierra
central, desde Baños; el paso de Un segundo elemento a tener
Paute, que vinculó a los señoríos presente es la diferencia entre
Cañari y su intenso comercio de la “alta Amazonía” y la “baja
concha Spondylus princeps; y el Amazonía”. La cordillera orien-
paso del río Zamora, que podría tal se caracteriza no solo por te-
haber servido de vínculo entre ner menos pasos naturales y por
los Paltas pre - coloniales (hoy ser más alta en promedio que la
desaparecidos) y los actuales occidental; sino también por ser
shuar. más abrupta en su descenso.

3 Recuerdo que los pasos naturales son las zonas en las que la cordillera oriental se
corta por el paso de un río y por lo tanto se vuelve más baja para permitir el paso de los
caminantes.

34 UNA BREVE HISTORIA DEL ESPACIO ECUATORIANO


Está surcada de mayores precipi- regiones por las que han pasado
cios y se vuelve menos amigable aguas arriba y los depositan en
con los forasteros. Cubrirla a pie llanuras aluviales durante la
es una hazaña en la que segura- época de baja de las aguas (el
mente perecieron miles de per- período de seca, o verano). Allí,
sonas. Los ríos son quebrados e en esas zonas temporalmente
irregulares y se vuelven enton- secas, es posible una agricultura
ces imposibles de navegar. La intensiva de alta productividad.
zona es más fría (por la altura) y Además, el verano deja peque-
mucho más lluviosa por razones ños (y a veces grandes) “lagos”
que ya mencionamos. Fuera de en los cuales es posible una pes-
las zonas de contacto inter – regio- ca abundante que llega a ser el
nal, la ocupación de la alta principal rubro de actividad eco-
Amazonía tuvo que hacerse nómica en muchos pueblos y
exclusivamente bajo los mil me- ciudades de la baja Amazonía
tros. Será también esa franja la brasileña. Estas zonas fueron las
zona de colonización moderna más densamente pobladas en el
más temprana: desde los años período pre – colonial, la sede de
treinta del siglo XX. Allí se con- algunos de los señoríos más cen-
centrarán los esfuerzos del esta- tralizados que se conozcan en la
do luego de la guerra con el Perú región y el lugar en el que se de-
y para los años setenta se con- sarrollaron sistemas de crianza
cluirá un ramal de una carretera de tortugas de río para comercio
que la atraviesa de norte a sur: de carne y huevos. La várzea es-
una verdadera “vía marginal de tá generalmente asociada al
la selva”. propio río Amazonas y a sus más
grandes afluentes; aunque en
En la llanura tal como se la en- Ecuador existen algunas limita-
tiende en el Ecuador actual, das zonas de várzea en el río
tampoco tienen cabida grandes Napo. Se estima que algunas so-
barcos. Apenas pequeñas embar- ciedades indígenas que vivían en
caciones artesanales. Sin embargo, la várzea, en las riberas de los
los ríos permiten una comunica- ríos, debieron retirarse hacia la
ción más fluida para quienes “tierra firme” como producto
aprenden y saben el arte de ma- del choque colonial y de la ex-
nejar en equilibrio. Esta llanura pansión de las enfermedades
tampoco es homogénea. Desde (que asolaron primero, precisa-
los trabajos de Betty Meggers y mente, las zonas densamente
Emilio Morán, sabemos distinguir pobladas de la várzea). Un caso
al menos tres grandes formacio- de ellos podría ser el de los abi-
nes ecológicas socialmente sig- jiras coloniales (los huaorani
nificativas: la “tierra firme”, la modernos).
“várzea” y el “igapó”.
La tierra firme es la zona
La várzea es un tipo particular inter – ribereña no afectada por
de sistema ecológico caracteri- las inundaciones periódicas. Es
zado por ubicarse en zonas ribe- la más extensa de las áreas eco-
reñas de grandes ríos sujetas a lógicas social y culturalmente
inundaciones periódicas. Los ríos significativas de la Amazonía.
“de aguas blancas”, llevan sedi- Aquí se cumple la conocida fór-
mentos que recogen de las mula sobre la relación directa

LA MEMORIA DE LA NATURALEZA, ESPACIO FÍSICO Y ECOLÓGICO


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entre la abundancia de vegeta- complejo amazónico de zonas de
ción y la pobreza de los suelos igapó se encuentra en el norte
ferrosos de un antiguo mar inte- del Amazonas, en el río Negro,
rior. Las hojas que caen al suelo, que desemboca en Manaus. En
las ramas, la rápida pudrición de Ecuador, en el norte de la
los materiales orgánicos por Amazonía se encuentra un com-
efectos del calor, la humedad y plejo semejante (aunque sensi-
las abundantes colonias de in- blemente más pequeño) en lo
sectos, son los que alimentan a que actualmente se conoce co-
la misma vegetación. La densa mo la Reserva Faunística de Cu-
selva vive de sí misma. Protege yabeno. Las sociedades de igapó
al suelo de una excesiva exposi- han desarrollado sutiles meca-
ción al sol y al calor, que haría nismos de aprovechamiento de
aflorar los minerales que los for- las oportunidades del medio.
man y regula la humedad y la
producción de agua dulce. La Las sociedades amazónicas pu-
selva no produce más oxígeno dieron, entonces, adaptarse y
del que consume: es, por lo ge- configurar relaciones espaciales
neral, una selva en estado climá- distintas según el distinto juego
tico, o sea, fundamentalmente de las combinaciones posibles de
estable en lo que concierne la estos tres elementos físicos que
emisión y absorción de gases. la naturaleza legó a las socieda-
des que se implantaron en la selva
Se conoce como igapó a las zo- amazónica. Por un lado los pasos
nas inundables por ríos de naturales de conexión con las
“aguas negras”, es decir, por ríos sociedades andinas. Por otro, las
que se forman en la propia llanu- distinciones entre lugares situa-
ra amazónica y que no arrastran dos a mayor o menor altura en la
sedimentos desde las zonas al- Amazonía, con mayor o menor
tas. Las aguas se vuelven oscuras contacto con el resto de las
por la descomposición del mate- sociedades vecinas. Por último,
rial vegetal que se acumula en el las distinciones en la llanura en-
fondo y que forma el cauce de tre distintos sistemas ecológicos
los ríos. Sufren también, esta- que ofrecían distintas posibilida-
cionalmente, cambios en el nivel des de organizar sociedades den-
de las aguas. Son zonas muy po- samente pobladas, políticamente
co apropiadas para la agricultura centralizadas y económicamente
e incluso para la pesca. El mayor diversificadas.

36 UNA BREVE HISTORIA DEL ESPACIO ECUATORIANO

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