Las Cárceles en El Mundo Situación Actual

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REPUBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

UNIVERSIDAD BOLIVARIANA DE VENEZUELA


P.F.G- ESTUDIOS JURIDICOS
U.C. PENITENCIARIA
PROFESORA: ABOG. ILKA GUERRERO AZOCAR
SECCION: 3-2 01N

ENSAYO

LAS CÁRCELES EN EL MUNDO, SITUACIÓN ACTUAL,


LA ARQUITECTURA PENITENCIARIA, SITUACIÓN
PENITENCIARIA VENEZOLANA

ALUMNA:
HERNANDEZ SHIRLEY
C.I. V.- 22.016.864

CARACAS, MAYO 2020


LAS CÁRCELES EN EL MUNDO, SITUACIÓN ACTUAL, LA ARQUITECTURA
PENITENCIARIA, SITUACIÓN PENITENCIARIA VENEZOLANA.

En los diferentes Países del mundo, y en los momentos históricos, el término


campo de concentración ha sido empleado para denominar una gama de
instituciones que varía según el tipo de persona allí recluida, la forma en que estas
personas son llevadas hacia los establecimiento y los objetivos asignados al
mismo. Algunos han albergado a personas de un solo estatus y diferentes tipo;
otros han sido utilizados para una heterogeneidad de personas (como por ejemplo,
los criminales, los vagos. Y otros han sido centros de confinamiento de personas
de ambos sexos y variadas edades. Algunos internos en los campos de
concentración han llegado como resultado de grandes operativos de detención;
otros han llegado allí después de audiencias judiciales (normalmente muy breves).
Algunos campos de concentración han sido diseñados como simples depósitos de
seres humanos, otros como centros de explotación de mano de obra cautiva, y
otros como instrumentos de "re-educación". Quizás lo único que distingue el
campo de concentración de otros tipos de confinamiento es que no fue diseñado
para alojar principal y únicamente a delincuentes, ni representa una respuesta
específicamente enfocada, con mayor o menor grado de elaboración conceptual y
teórica, al problema de la criminalidad. Y si esta es la historia semántica y
materialización típica del "campo de concentración", difícilmente se puede emplear
el término para caracterizar a los establecimientos penales de América Latina,
porque, evidentemente, funcionan como parte del aparato de justicia penal.

No obstante lo anterior, las alusiones esporádicas al campo de concentración en la


literatura sobre los establecimientos penales de América Latina podría apuntar
hacia algo importante. Puede ser que los penales no sean campos de
concentración pero, posiblemente, tampoco sean prisiones o cárceles. Al
comparar las características de los establecimientos penales en América del Norte
y América Latina, encontramos algunas diferencias claramente observables. En el
Norte, los internos están sometidos a mayores niveles de vigilancia, control y
aislamiento, y participan mucho menos en la organización y conducción de la vida
al interior del penal. Los establecimientos penales norteamericanos están mucho
más abiertos a la mirada externa y sus burocracias son mucho más formalizadas.
En América Latina, el interno experimenta menores niveles de control, menor
vigilancia y menor aislamiento; a la vez, juega un mayor papel en la organización y
conducción de la vida al interior. Los establecimientos penales latinoamericanos
están menos expuestos a la mirada externa y sus burocracias están menos
formalizadas. Podría objetarse que la brecha entre lo pautado y lo que realmente
ocurre es común a todas las instituciones penales. Su vida, especialmente la del
"sub-mundo" de los internos, no transcurre conforme a lo prescrito por
reformadores, legisladores y administradores. Quizás hay pocas diferencias entre
los regímenes penales de América del Norte y América Latina: cada región cuenta
con un imaginario penal y cada una tiene una realidad penal distinta. En cierto
sentido, ese planteamiento es irrefutable porque destaca una semejanza evidente,
pero a la vez es trivial. Por lo demás, los datos presentados aquí sugieren que las
realidades penales son bastante distintas en América del Norte y América Latina, y
requieren mayor exploración y explicación. Las diferencias apuntadas podrían
provenir de varias fuentes. Una es la percepción de la delincuencia y la
criminalidad en cada región. ¿Cuáles son las imágenes del delincuente
típicamente construidas? ¿Cómo se entrelazan las creencias empíricas sobre las
causas del delito y las valoraciones morales del delito? Las respuestas a estas
interrogantes requerirían no solamente un estudio de las actitudes sociales, sino
también de la naturaleza y el contenido de la criminología. Quizás hay diferencias
apreciables entre las dos regiones en cuanto al nivel de atención enfocada hacia
las causas de la criminalidad (porque muchos proyectos que se orientan hacia la
transformación del delincuente se anclan en ideas sobre las causas del delito). En
cambio, podría haber diferencias considerables en el tipo de causa estudiada en
cada región (porque algunas causas son más susceptibles que otras a la
manipulación a través de la intervención). O posiblemente hay diferencias en la
imagen moral de los delincuentes y las respuestas ante el delito que se construyen
a partir de ellas.
Una segunda fuente de diferencia podría ubicarse en las concepciones de la
intervención organizada, sobre todo la de tipo gubernamental, en los asuntos
sociales e individuales, y el grado en que la ingeniería social del tipo insinuado por
la noción focaultiana de la transformación técnica haya echado raíces en cada
región. Los centros de internamiento en América Latina parecen reflejar un
desarrollo más débil de la posibilidad (y quizás la conveniencia) de una acción
racional y planificada que persigue la transformación de los internos. ¿Hasta qué
punto existe esa diferencia y cómo se relacionaría con concepciones distintas de
la acción gubernamental e individual y con las percepciones sobre la capacidad de
moldear las condiciones individuales y sociales? Finalmente, la diferencia entre el
encarcelamiento y el internamiento podría provenir de factores organizacionales,
especialmente la disposición (o no) del personal penal de traducir proyectos
institucionales abstractos en patrones específicos de comportamiento. La brecha
universal entre el proyecto penal y la realidad penal parece estar más ancha en
América Latina, por lo menos cuando se comparan las pautas legales y
administrativas con lo que sucede al interior de los establecimientos penales
(aunque el imaginario penal popular podría anclarse más en los hechos que en los
proyectos). Quizás esta situación sea el producto de un proceso de socialización
institucional más débil en América Latina, y un sentido más atenuado de la
institución como un sitio de organización colectiva para el logro de objetivos
universalistas. Se entiende a la arquitectura penitenciaria como una manifestación
y un resultado, como una respuesta en el plano material, al planteamiento
combinado de todas las disciplinas penitenciarias desde el Derecho Penal y
Procesal hasta el Derecho Penitenciario; concebido como un conjunto de normas
que rigen la vida del individuo desde el momento en que recobra su libertad
absoluta, cuya finalidad a su vez, es crear el marco físico adecuado para el
desarrollar la amplia serie de actividades que capaciten al individuo, para que sea
útil a la sociedad y se reintegre armónicamente a la misma. La funcionalidad de la
construcción, en cuanto a la organización de sus espacios interiores y exteriores,
deberá permitir que se reconozca en el interno a un ser humano, cuyas
necesidades deben ser satisfechas y a su vez facilitar el desarrollo de las
actividades que ahí se generen. Formalmente se deberá crear un clima de
seguridad en un ambiente similar a la vivencia en libertad en donde los espacios y
autoridades deberán contemplar en todo momento el respeto a la dignidad del ser
humano. El programa arquitectónico, como conjunto de requisitos en materia de
espacios y formas, instalaciones e interrelaciones funcionales entre los diferentes
servicios, constituyen el penal, una meta, un objetivo que no puede ni debe
entenderse ajeno a las necesidades que las áreas competentes y finalidades del
tratamiento penitenciario. La forma como marco físico del establecimiento
dependerá de la calidad de los ambientes susceptibles de crearse, calidad que
debe ser coherente con las características sociales psicológicas de quienes van a
habitarlo. Es decir, las formas deberán manejarse en base a conceptos para
finalidades ambientales, El establecimiento de reclusión, entonces deberá
responder a dos finalidades principales.

Asegurar que el proceso esté a disposición oportuna ante la autoridad judicial o


que el sentenciado compurgue efectivamente la pena impuesta.

Penología; Es el conjunto de disciplinas que tiene por finalidad la correcta


ejecución, la correcta aplicación de la pena impuesta por sentencia condenatoria
definitivamente firme.

La Arquitectura Penitenciaria: Cuya finalidad consiste en concebir, diseñar y


construir los locales penitenciarios, es decir los locales destinados al cumplimiento
de penas; fundamental y esencialmente las penas privativas de la libertad.

La higiene penitenciaria: Cuya finalidad es asegurar la salud tanto mental como


física del penado. Es obvio que la pena no puede, al menos no debe ser una
medina inhumana, que se debe garantizar al penado su salud física y mental, que
debe ser atendido en el seno del propio local penitenciario cuando la enfermedad
fuese de menor cuantía, e incluso en un establecimiento especial fuera de él
cuando la enfermedad fuere de tal gravedad que así lo exigiera. La higiene
penitenciaria más ampliamente, traza las normas a seguir para mantener y
asegurar esa higiene mental y física de la persona que está sometida al
cumplimiento de una pena

La pedagogía penitenciaria: Aun cuando la finalidad fundamental de la pena no es


la resocialización del delincuente, sino el castigo del mismo, sin embargo, el lapso
del cumplimiento de la pena puede y debe aprovecharse para lograr la
readaptación social del delincuente. Ahora bien, una gran mayoría de los
delincuentes lo son porque han carecido de instrucción hay una inmensa mayoría
de delincuentes que son analfabetos, que no saben leer ni escribir.

Luego la pedagogía penitenciaria trata de orientar al penado, trata de sumistrarle


la instrucción indispensable para que ya libre opte por otro tipo de conducta que
no sea la anterior, y así conforme con la ley de régimen penitenciario venezolana
vigente, en los establecimientos penitenciarios se deben suministrar a los reclusos
que no la tengan, al menos la instrucción primaria y en lo posible además la
educación secundaria.

La Arquitectura Penitenciaria, que es la que se encarga de concebir y construir


recintos penitenciarios.

Higiene Penitenciaria: Se ocupa de todo lo relacionado con enfermedades de los


penados, Art.245 del Código Orgánico Procesal Penal, no permite privaciones de
libertad en enfermedades terminales.

La pedagogía Penitenciaria: se encarga de todo lo relacionado con los


conocimientos de aprendizajes de educación formal y artesanal de los presos y de
aquellos que llegan con una profesión para que la ejerzan en la cárcel y de esta
manera obtener beneficios durante el cumplimiento de la pena.

La Sexología Penitenciaria, va a regular la formas como los penados pueden tener


relaciones sexuales dentro del recinto penitenciario, en este caso se excluyen a la
mujeres del goce de este beneficio.

La Administración Penitenciaria: que tiene que ver con todo lo relacionado con la
administración de la comida y demás insumos que entran a la cárcel (Economato).
El sistema penitenciario en Venezuela confronta innumerables problemas, tales
como el retardo procesal, el hacinamiento, el precario estado de los penales, la
ausencia de una clasificación de presos, la carencia de servicios básicos
indispensables y la presencia de armas y drogas, todo lo cual contribuye a la
excesiva violencia que caracteriza a las instituciones penitenciarias en Venezuela.
A esto se suma el escaso número de funcionarios penitenciarios, con escasa o
ninguna formación en el área. Todas estas características, ponen en tela de juicio
la función de “rehabilitación y reinserción social” que en teoría deberían lograr
estas instituciones, receptoras de la población delictiva del país y que resultan ser
el reflejo agravado de los males que afectan a nuestra sociedad, encontrándose
que la permanencia en estos centros de reclusión, lejos de rehabilitar, propicia
vicios y mayores problemas a un sistema penitenciario ya desgastado y obsoleto.
Diferimientos y suspensiones de audiencias por causa ajena a la población
reclusa: falta de una buena gerencia penitenciaria, imposibilidad de efectuar los
traslados a los tribunales por falta de medio de transporte, por falta de
combustible, por falta de las herramientas de seguridad (no hay esposas) o por no
existir personal de custodia disponible, el sistema penitenciario en Venezuela está
hundido en una gran crisis causado por el retraso procesal y el hacinamiento que
afecta las a más de 34 cárceles del país. Por otro lado los factores sociales,
políticos y económicos y criminógenos han incidido en aumento en la población
penitenciaria trayendo con eso el hacinamiento de las cárceles en Venezuela El
Estado ha venido empleando políticas en materia penitenciaria de manera
equivocada. 1.- Las Prisiones son hogares de criminales que solo controlan el
sistema carcelario. 2.- Hacinamiento, poco espacio físico, deterioro de las
estaciones, insalubridad. 3.- La falta de control de los funcionarios o autoridades,
guardia nacional, policías dentro del recinto penitenciario. 4.- El ingreso de armas
de fuego por falta de control por parte del estado a través de la guardia nacional o
custodia interna adscrita al sistema penitenciario. 5.- Control total de los o lideres
reconocidos por la población reclusa (pranes), y son controladores de la seguridad
del penal, no hay permanencia interna de las autoridades por parte del estado. El
pran (Preso Rematado Asesino Nato) es quien tiene el control total de la cárcel, es
el que tiene más poder.

6-La Prostitución, libertinaje 7.- Pernota de niños y familias. 8.- La imposibilidad


que el encierro los rehabilite o los reinserte a la sociedad. 9.- Ventas de armas,
venta libre narcóticos y de alcohol, venta libre de droga para los internos y la visita.
10.- Ausencia de agua potable. 11.- Contaminación ambiental. 12.- Graves
condiciones sanitarias. 13.- Deficiente atención médica: carencia de insumos
médicos, personal insuficiente y no permanente, retrasos para los traslados a
centros de salud. 14.- Situación Procesal.

1.- Los reclusos dentro de la cárcel desarrollan una política de selección de


aquellas personas que ellos consideran útiles y otras personas con cualidades
negativas cuales son desechadas tales como: Personas discapacidad, con
problemas mentales, y personas con problemas de consumo son aislados, en
otros sectores o pabellones no considerados útiles. 2.- Religión: Los reclusos
respetan las creencias religiosas dentro del recinto penitenciario. 3.- Respeto por
los días de visitas de familiares. 4.- Dentro del penal los reclusos se siente más
protegidos que en las calles.

Según el Profesor Tulio Chiossone, en su libro “ORGANIZACIÓN


PENITENCIARIA VENEZOLANA”, expone: • El problema penitenciario que se ha
presentado y que a los largo de los años ha existido en Venezuela, es de gran
preocupación, ya que, este ha sido fuerte y se ha incrementado con el pasar de
los años. • Nuestros establecimientos carcelarios sirven más como instrumentos
de destrucción física y moral, que para la enmienda reconstrucción espiritual del
procesado. • No tenemos cárceles, sólo tenemos horrorosos sitios de expiación,
los establecimientos penales venezolanos deben crearse y organizarse en
armonía con nuestra constitución o realidad social, es decir, de acuerdo con los
resultados que otorgue la observación del medio criminógeno y de la psicología de
nuestro sujeto delincuente.
• El delincuente es un ciudadano, es un sujeto que no ha perdido sus derechos
humanos. Las penas ciertamente les privan de algunos derechos relativos, en
relación a su capacidad civil y políticos, pero no significa que se les arrebaten
aquellos derechos inherentes al ser humano, que emanen de su propia condición
de hombre. • El individuo que infringió la ley, no sólo debe tener el castigo que,
como intimidador o transgresor asegura el orden público, sino que tiene el derecho
a la protección por parte del Estado, con el fin de conseguir su readaptación
social, • Actualmente los detenidos salen de las cárceles más corrompidos que
como entraron,. • La administración de justicia en lo criminal, deben funcionar sus
sedes en el mismo edificio donde se encuentren las cárceles.

Según expone Elio Gómez Grillo: “ No se aplicó, ni se ha aplicado jamás la Ley de


Régimen Penitenciario esperanzadora, ni se formaron los cuadros de funcionarios
prisiónales indispensables para el buen funcionamiento de los penales recién
creados y éstos, con una notable población reclusa, se fueron convirtiendo en
malolientes depósitos de seres humanos, envilecedores depósitos de hombres y
su régimen, divorciados de las bondades y virtudes que le ofrece la Ley
Penitenciaria vigente, devino de un verdadero sistema cloacal, en el que sus
directivos, desde entonces hasta ahora, antes que mejoradores, regeneradores,
reeducadores de seres arrastrados por el torrente del crimen, no han sido y no son
otra cosa que tristes almacenadores de hombres”.

Cuando el Estado priva de libertad a una persona asume el deber de cuidarla. Las
Reglas Mínimas para el Trato de Reclusos de las Naciones Unidas es un
instrumento muy útil para que los funcionarios públicos desempeñen
correctamente sus funciones en las cárceles. Es uno de los documentos
internacionales más antiguos referidos al trato de las personas en prisión y ha
logrado muy amplio reconocimiento por su valor e influencia en el desarrollo de la
política penitenciaria y en el derecho penal. En teoría, solo en teoría, Venezuela es
un buen ejemplo en materia penitenciaria. El artículo 272 de la Constitución de la
República Bolivariana de Venezuela señala que el Estado debe garantizar el
aseguramiento de la rehabilitación de los internos y el respeto a sus derechos
humanos. Son los principios fundamentales de la actuación del Estado en esta
materia. Sin embargo, el Informe Semestral del Observatorio Venezolano de
Prisiones, confirma que la situación es alarmante: “El balance de heridos y
fallecidos en las cárceles venezolanas durante el primer semestre de 2014
alcanzó la cifra de 110 heridos y 150 personas fallecidas. La mayoría de las
muertes y heridas fueron producidas por armas de fuego, siendo junio el mes en
que se registró la cifra más alta de fallecidos (32) y de heridos (35). El promedio
de edad de los muertos y heridos es de 27 años. Los penales más violentos son:
Tocuyito (30 muertos), PGV (20 muertos), Tocorón (15 muertos), Puente Ayala (11
muertos) y Santa Ana (10 muertos)”. Se deben basar en un conjunto de principios
orgánicos sobre los problemas que dieron origen a las reformas carcelarias.
Siguen como una reacción natural y lógica contra el estado de hacinamiento,
promiscuidad, falta de educación, trabajo, higiene y rehabilitación de los internos.
Tendríamos que aplicar Principio de corrección, Principio de clasificación, Principio
de modulación de la pena, Principio de la educación permanente, Principio del
control técnico o de instituciones. La Carta Magna en el artículo 272 da las
POSIBLES soluciones al grave problema que vivimos en nuestras cárceles
venezolanas y sólo considero serian el inicio para devolverle la dignidad a las
cárceles venezolanas y a los hombres y mujeres que allí se encuentran: La
descentralización penitenciaria, ahora con rango Constitucional, La ministra para
los Servicios Penitenciarios, IRIS VARELA, sostiene que la situación del sistema
carcelario es un problema social y político y que por lo tanto debe ser abordado de
esa manera, pues va mucho más allá de la reforma de una ley o código orgánico.
“Aplicando correctamente la Constitución no se termina el problema, hay que
generar las condiciones, porque nosotros estamos derrotando un modelo que se
instauró en Venezuela y que trata de sobrevivir”, dijo. Al consultar la opinión de
Carlos Nieto, director de Una Ventana por la Libertad, una ONG que promueve la
mejora de la situación carcelaria en el país, él explica que para hablar del sistema
carcelario en Venezuela, lo primero que se debe saber es que en el país existen
34 recintos carcelarios, de los cuales sólo una es de mujeres, igualmente hay 14
anexos femeninos en algunas de estas cárceles de hombres.
El Sistema penitenciario debería asegurar la rehabilitación del interno o interna,
Respeto a los derechos humanos, Espacios para el trabajo, el deporte y la
recreación. Dirigidas por autoridades profesionales con credenciales académicas
suficientes, Administración descentralizada a cargo de los gobiernos estatdales o
municipales, Pueden ser sometidas a modalidades de privatización, Se preferirá el
régimen abierto y el carácter de colonias agrícolas penitenciar, En general se
aplicaran las fórmulas de cumplimiento de pena con preferencia a las penas de
naturaleza reclusorio, Se crearán las instituciones indispensables para la
asistencia pos penitenciaria, Creación de un ente autónomo de carácter técnico
para regir las políticas penitenciarias del Estado, Sumado al texto constitucional
existe una gama de legislación en materia penitenciaria como: el Código Orgánico
Procesal Penal, la Ley de Régimen Penitenciario y su reglamento, el Reglamento
de Internados Judiciales, la Ley de Redención de la Pena por el Trabajo y el
Estudio, y las de carácter internacional con valor también en nuestro país, que si
bien es cierto que le urge una reforma para adaptarlo a la carta magna, también es
cierto que son de excelente factura, con la salvedad que no se cumplen.

Hoy día tenemos uno de los Sistemas Penitenciarios más peligroso de


Latinoamérica, con una infraestructura carcelaria en condiciones deplorables,
carencia de control interno por parte del Estado, ausencia de un régimen
disciplinario efectivo, ya que, son dominados por reclusos, bajo la figura de los
lideres negativo, mejor conocidos hoy en día como Pranes y no por el Estado,
insuficiencia de funcionarios responsables. honestos de la vigilancia y del servicio
administrativo, aunado a su poca capacitación por ejercer funciones, cambios
constantes del personal directivo, inasistencia de planes adecuados
ocupacionales, formativos o/y educativos, tales como: deportes, actividades
culturales para el recluso, personal docentes adscrito al Ministerios de Educación
Básica, Media y Diversificada, colocándolos en una situación del ocio. las
autoridades de las cárceles venezolanas le corresponden el control interno, estos
simplemente aguardan en la parte exterior de las cárceles, factor controlador de
las cárceles en Venezuela por partes de las autoridades es cuando se presentan
motines dentro del recinto penitenciario, y donde se les pueden incautar armas de
fuego, granadas narcóticos, entre otros. Las armas son usadas para enfrentarse
con las autoridades ya que según la población carcelaria es masacrada por ellos,
pero a su vez, son ellos los que los arma.
BIBLIOGRAFIA

AGUIRRE, Carlos. The Criminals of Lima and Their Worlds. The Prison
Experience, 1850-1935. Durham, NC: Duke University Press. 2005. [ Links ]

ALDANA, Juan Sebastián Retén de Catia. Caracas: Editorial Fuentes. 1972. [


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[ Links ] BROWN, W. Steven. Errores Fatales en que Incurren los Gerentes.
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BUJAN, Javier Alejandro, FERRANDO, Víctor Hugo. La Cárcel Argentina. Una


Perspectiva Crítica. Editorial Ad-Hoc. Buenos Aires- Argentina. 1.998.

CAPITULO CRIMINOLOGICO Nª 22, Instituto de Criminología, Universidad del


Zulia. Editorial Universidad del Zulia. 1.994.

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