8 Remedios Naturales, Separadores de Biblia.
8 Remedios Naturales, Separadores de Biblia.
8 Remedios Naturales, Separadores de Biblia.
Se han hecho estudios con algunos atletas, que han demostrado el efecto que
el agua tiene sobre el cuerpo en la resistencia física. Los atletas que bebieron
igual cantidad de agua que la que perdieron, no se fatigaron y la temperatura
de su cuerpo se mantuvo cerca de lo normal; mientras que los atletas que
bebieron agua sólo para calmar la sed no tuvieron la misma resistencia.
- Un breve baño de sol, varias veces al día, matará los gérmenes y estimulará
la curación de heridas.
5. El Aire Puro: El aire, esta preciosa bendición del cielo que todos podemos
disfrutar, nos beneficiará con su influencia bienhechora si tan sólo se lo
permitimos. Debemos darle la bienvenida al aire, cultivar un cariño por él, y nos
daremos cuenta que es un bálsamo precioso para los nervios.
El aire debe estar en constante circulación para mantenerse puro. La influencia
del aire puro y fresco permite que la sangre circule saludablemente a través
del sistema.
Para tener buena sangre, debemos respirar bien. Las inspiraciones hondas
y completas de aire puro, que llenan los pulmones de oxígeno, purifican la
sangre, le dan brillante coloración, y la impulsan, como corriente de vida, por
todas partes del cuerpo; debemos tener buena sangre, pues la sangre es la
corriente de la vida. Repara los desgastes y nutre el cuerpo.
Hoy, más y más personas están preocupadas por la calidad del aire que
respiran y con razón. Se ha demostrado que hasta las personas que no fuman
y que viven en zonas de alta contaminación ambiental, sufren los mismos
síntomas que los fumadores.
6. Nutrición: Para saber cuáles son los mejores comestibles tenemos que
estudiar el plan original de Dios para la alimentación del hombre. El que creó al
hombre y comprende sus necesidades indicó a Adán cuál era su alimento: “Os
doy toda planta que da semilla, que está sobre la tierra, y todo árbol que lleva
fruto y da semilla. Eso será vuestro alimento” (Gn. 1:29).
Dios es tan ciertamente el autor de las leyes físicas como lo es de la ley moral.
Su ley está Escrita con su propio dedo sobre cada nervio, cada músculo y
cada facultad que ha sido confiada al hombre.
Los cereales, las frutas carnosas, los frutos oleaginosos, las legumbres y
las hortalizas constituyen el alimento escogido para nosotros por el
Creador. Preparados del modo más sencillo y natural posible, son los
comestibles más sanos y nutritivos. Comunican una fuerza, una resistencia y
un vigor intelectual que no pueden obtenerse de un régimen alimenticio más
complejo y estimulante.
- Las frutas ácidas no deben consumirse con sal, pues matan los glóbulos rojos
y producir anemia aguda.
Los cereales tales como el trigo, arroz, millo, cebada, avena, sorgo, maíz,
centeno, son ricos en vitaminas, minerales, aminoácidos y fibra, pero deben
consumirse en forma integral, completos. Tienen muchas formas de
prepararlos, arepas, tortas, waffles, sopas, etc.
No olvide que la cena debe ser liviana, para que usted pueda descansar y tener
un sueño relajado, profundo y tranquilo.
Licor: Se están usando hoy día más bebidas embriagantes que en ninguna
época anterior. Cuando voluntariamente se complace el apetito por la
bebida embriagante, el hombre lleva a sus labios el trago que rebaja a aquel
que fue hecho a la imagen de Dios a un nivel inferior al de las bestias. Nueve
de cada diez personas que son llevadas a la cárcel, están relacionados con el
licor.
Trabajo: Es malo trabajar con exceso, pero los resultados de la flojera son
más temibles. La ociosidad conduce a la práctica de hábitos corrompidos
y degradados. Puede descansar del esfuerzo físico sin quedar en
ociosidad, haciendo una lectura edificante, entre otras. La intemperancia en el
comer postra más efectivamente las energías vitales que la intemperancia en el
trabajo.
Venga a Él y pídale perdón por sus pecados del pasado, recuerde “al que
sabe hacer lo bueno, y no lo hace, le es pecado” (Stg. 4: 17), incluso por los
malos hábitos que destruyen su salud.
¿Cómo lo hago?
Primero.- Orar es el acto de abrir nuestro corazón a Dios como a un amigo.
No es que se necesite esto para que Dios sepa lo que somos, sino a fin
de capacitarnos para recibirlo. La oración no baja a Dios hasta nosotros, antes
bien nos eleva a Él.
Dice Jesús: “Todo cuanto pidiereis en la oración, creed que lo recibisteis ya; y
lo tendréis” (Mr. 11: 24) Hay una condición en esta promesa: que pidamos
conforme a la voluntad de Dios. Pero es la voluntad de Dios limpiarnos de
pecado, hacernos hijos suyos y ponernos en actitud de vivir una vida santa. De
modo que podemos pedir a Dios estas bendiciones, creer que las recibimos y
agradecerle por haberlas recibido. Diga: “Lo creo; así es, no porque lo sienta,
sino porque Dios lo ha prometido”.
Conclusión:
Vivimos en un mundo dónde la ruina, la enfermedad y la pobreza nos
circunda. Es hora de tener salud gratuita, solamente cuidando nuestro cuerpo,
pues, somos creación de Dios, el único y verdadero Dios que desea tener
contacto personal con cada uno de nosotros, ya que Él es un ser personal igual
que nosotros somos seres personales.