Capítu lo 9

TIPOS EDIFICATOR¡OS
Y FORMAS DE AGRUPACIÓru
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FORMA Y CIUDAD

LA INVESTIGACIÓN En la mayor parte de las ocasiones lo que identifica una ciudad junto a sus
TIPOLÓGICA COMO monumentos y sus espacios públicos más representativos son sus edificios
PROYECTO singulares; pero estos sólo existen porque existe la vivienda, y es la edifica-
ción residencial Ia que configura los tejidos. La elección del tipo edificatorio
se debe analizar desde una doble óptica: por una parte, el tipo debe satisfa-
cer unos requerimientos funcionales intrínsecos, desarrollar unos esquemas
distributivos racionales, unas condiciones satisfactorias de habitabilidad y
responder a unas necesidades acordes con el tiempo y el lugar en que se va
a ejecutar el proyecto; por otra, esa elección tiene una trascendencia urbana
y, por ello, es un campo de acción común de arquitectos y urbanistas.

En primer lugar, analizaremos los factores intrínsecos de la vivienda. Las ma-

yores exigencias de espacio y calidad, la composición familiar, las nuevas
formas de trabajo en el hogar y el acceso al mundo laboral de las mujeres
han alterado sustancialmente las formas de vida, y la rigidez de los modelos y
programas ofertados en el mercado hace que los usuarios reclamen una par-
ticipación más activa en la producción de los espacios en los que van a vivir.

Las posibilidades de investigación tipológica son muy abiertas y se refieren

preferentemente a los siguientes factores:

1.- La forma en que se producen los accesos a la vivienda. Puede ser indivi-
dual o colectiva, se puede producir directamente desde el espacio públi-
co o a través de espacios interpuestos, desde el exterior o el interior de Ia
parcela.

2.- La existencia de zonas comunes para la relación. Estas áreas y su ubica-

ción tienen una especial relevancia en la configuración volumétrica de las
edificaciones y en la proporción lleno/vacío, pero también en la forma de
establecer las conexiones con Ia ciudad; así, las localizaciones centrales
propician la introversión de las manzanasr mientras que las localizacio-
nes perimetrales o conectadas con el exterior favorecen las relaciones
dentro/fuera y, por tanto, la apertura.

3.- El cumplimiento de parte del programa fuera de las viviendas. La dispo-

nibilidad de espacios adicionales exteriores permite reducir la superficie
de la vivienda y su precio y fomentar las relaciones sociales y la convi-
vencia; así, los espacios comunitarios para el deporte, los "hobbies", Ias
fiestas, la infancia, Ia restauración o el propio trabajo pueden contribuir a
dotar de vida a las plantas bajas y los zócalos de los edificios.

4.- Las posibilidades de colonización de un espacio inmediato. Si uno de los

atractivos de la vivienda unifamiliar reside en la posible ampliación del
programa inicial en el patio o el jardín, ofrecer estas mismas opciones
en edificaciones corypactas puede abrir algunas de las líneas de experi-
mentación más innovadoras a través de la utilización de terrazas, áticos,
dobles alturas o sotabancos.
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FORMA Y CIUDAD

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[Fig. 2] Ocupación del suelo y tipos edificatorios

producen resultados formales de una enorme variedad y establecen una

dialéctica igualmente diversa entre ellos.

2.- La configurac¡ón volumétr¡ca en la manzana está cond¡cionada en mu-

chas ocasiones por la adjudicación parcelaria derivada del sistema de
gestión correspondiente. Es decir, la fragmentación de la manzana en
unidades menores y, en definitiva, el control sobre la gestión de las pro-
piedades pref¡guran los volúmenes resultantes; de ahí la conveniencia
de simultanear en el proceso de producción del suelo los momentos de
la definición volumétrica y la parcelación.

3.- Cualquier modificación de una ordenación preexistente debería decidir-

se considerando una visión de conjunto y contemplando tres niveles de
percepción: la relación con la unidad sobre la que se actúe, con el entor-
no inmediato y con el resto de la ciudad. lFis. t 12
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FORMA Y CIUDAD

TIPOS ED¡FICATORIOS
Y FORMAS DE AGRUPACIÓN
La elección del tipo edificatorio implica la del propio tejido y determina la
forma genérica de Ia ciudad, pues condiciona la sección abierta o cerrada
de la calle y la imagen de los espacios libres, por otra parte, Ia autono-
mía del tipo en relación con Ia manzana en Ia que se inscribe permite una
gran variedad en las propuestas; la edificación no tiene por qué mantener
ningún iipo de correspondencia con la alineación de Ia calle. pero esta
posibilidad no siempre se materializa y, con demasiada frecuencia en los
tiempos más recienies, una manzana cuadrada ha sido ocupada de forma
cuasi automática por una manzana cerrada o semicerrada.

Sin embargo, la articulación morfo-tipológica es fundamentar para ra con-

formación de la escena urbana; porque la volumetría, eljuego de llenos y
vacíos y la sección viaria que acompañan a una pieza edificatoria se de-
ciden en primera instancia cuando acordamos el tipo, y porque el trata-
miento del espacio comprendido entre la edificación y la acera es muy
relevante desde el punto de vista perceptivo.

Lamanzana cerrada es una forma urbana defensiva e introvertida que pri-

vatiza la vida de relación de sus habitantes. El bloque exento es una pieza
ostensible y abierta que difunde las relaciones humanas en los vacíos que
genera. Entre los dos extremos existe toda una gama de agrupaciones se-
miabiertas o semicerradas de edificación organizada en torno a espacios
libres que producen ámbitos de gran variedad formal y complejidad mor-
fológica La monotonía de las grandes extensiones de vivienda unifamiliar
o los ensanches más recientes no son el resultado fatal de la aplicación
de un tipo previamente seleccionado, sino la consecuencia de una falta
de elaboración del planeamiento y un automatismo en Ia apricación de
soluciones reductoras y elementales que simplif ican el plano parcelario y
resuelven con muy pocos modelos y, por tanto, a muy bajo coste, exten-
siones importantes de suelo, La combinación de tipos distintos en una
misma zona enriquece su morfología, diversifica la oferta y crea espacios
más complejos.

El tipo edificatorio se desenvuelve en un terreno común a la arquitectura

[F¡g,3]
y al urbanrsmo porque decide su forma última en el proyecto edificatorio,
pero requiere una ordenación parcelaria previa; y, si Ia decisión sobre la
ordenación de los espacios libres privados es una condición proyectual,
la relación del edificio con el espacio público inmediato es una condición
urbana.

si entendemos así el proceso de ordenación, el conocimiento de ros tipos

edificatorios no es tanto un inventario figurativo de esquemas distributivos
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NqlCVdnUeV 3O SVtllUOl SOIUOIVCIIIOI SOdII
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FORMA Y CIUDAD

Vivienda unifamiliar pareada, lFis. 5l

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[Fig.5] Casa Manzanares. Buenos Aires

C. Garberi y M. Fleischer

La vivienda unifamiliar pareada nace por reducción de la parcela en el tipo

aislado. Los edificios deben mantener unas distancias mínimas a todos
Ios linderos de la parcela excepto a uno por el que se adosan al edificio
colindante, habitualmente por las dependencias menos vulnerables de la
vivienda: garajes, cocinas, tendederos, etc. El tamaño de las parcelas osci-
la entre 300 y 1 ,000 m2 y tienen proporciones ancho-fondo comprendidas
entre 1 -1 ,5 y 1-2. La densidad oscila entre 10 y 17 viv/Ha. La edificación
se dispone generalmente en más de una planta.

Vivienda unifamiliar adosada. lFis. 6l

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[Fig. 6] Viviendas en hilera en la Siedlung Pilotengasse. Viena

J. Herzog y P. de Meuron

La vivienda unifamiliar adosada dispone de dos fachadas libres, la anterior

y la posterior, y se adosa por sus dos linderos laterales a Ia edificación
de las parcelas colindantes, Al menos en la fachada posterior los edif icios
deben mantener una distancia mínima a ese lindero de la parcela, mien-
tras que la fachada anterior puede coincidir con la alineación de la calle o
retranquearse en relación con la misma. El tamaño de las parcelas oscila
entre 1 25 y 800 m2. Las parcelas son estrechas y profundas, tienen pro-
porciones ancho-fondo comprendidas entre 1-2y 1-3. La densidad oscila
entre 1 0 y 30 viv/Ha, Entre todos los tipos de vivienda unifamiliar es Ia más
económica, pues consume menos suelo y reduce los costes de urbaniza-
ción y de mantenimiento (calefacción, conservación, etc ),
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ep leJluoc odn.l6 un e oulo] ue selsendsrp sepuetntn oJlenc ap auodutoc es
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salet3ossv ? stltpuec .e
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[¿ 6rr] 'orura¡ropuoc ua epBsope JEtltueltun epuatAtA
NqlJvdndgV 3O SVtllUOl SOldOIVCllloS SOdtI
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FORMA Y CIUDAD

FORMAS DE AGRUPACIÓN

Existen básicamente cuatro formas de agrupación:

1 - Disposiciones lineales. Surgen con las colonias centroeuropeas del

primer racionalismo,

- Disposiciones lineales rectas. Con igual orientación lFig. el

Con orientaciones opues'ias IFis 10]
- Disposiciones lineales curvas. Con igual orientación IFig. 1 1]
Con orientaciones opuestas [Fis. 12]
- Desplazamientos, lFig. 1sl
- Escalonamientos. [Fis. 1a]
- Retículas, [Fis. 15]
- Hileras con distintas orientaciones, lFig. 161

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Fig.9
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Fig. 13 Fig. 14

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Fig. 15 Fig. 16
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N9rCVdnU9V 3O SVTAUOI SOtUOIVSHtGf SOdtI
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FORMA Y CIUDAD

BLOQUE ABIERTO

Son viviendas agrupadas verticalmente en rég¡men de propiedad horizontal con

accesos, servicios y zonas comunes destinadas a la residencia de varias familias,
Es un modelo con el que se pueden alcanzar densidades muy elevadas.

TIPOS
Bloque lineal. IFis. 23]

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[Fig. 23] 53 VPo
junto a la M-30. Madrid
l, Ábalos y l. Herreros

Es el modelo más representativo del rac¡onalismo centroeuropeo. Dispone

dos viviendas por planta y tiene un fondo comprendido entre 1 0 y 1 2 m. El
acceso central a cada vivienda propicia distribuciones correctas. EI solea-
miento y laventilación son inmejorables, aunque la repercusión económica
de los núcleos de comunicación vertical es muy elevada. Resulta fácil su
extensión en composiciones lineales.

Bloque con galería. fFis.2al

LFig.241 Edificio
Bergpolder. Rotterdam
J. A. Brinkman y W. Van
Tijen & L. C. Van der Vlug

Es el modelo clásico de las "corralas", apto solo para pequeños apartamentos o

viviendas en dúplex. No admite viviendas de tamaño medio o grande. El número
de unidades por cada núcleo de comunicación vertical es variable y puede ser
superior a ocho, El fondo maximo está comprendido entre 12y 14 m, Dispo-
ne de ventilación pasante, aunque se realiza a través de la galería y provoca un
cierto sentido de comunrdad pero una intimidad escasa, La repercusión econó-
mica de los núcleos de comunicación veriical es baja, excepto en el caso de las
viviendas en dúplex, en cuyo caso hay que añadir a los costes de las escaleras
generales los de las escaleras de comunicación interior de las viv¡endas. Tienen
una elevada capacidad formal,
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-oLd aqep enb o¡ rod'eluesed ugtceltluo^ep euodsrp oN'rr r¿ A67,e4ue
oprpuerdLuoc glse otrtrxgtu opuo+ ll oL1co E -lol.iadns tes apend Á e¡qeuen se
lEc¡UaA ug¡JEOrunuloc ap oolcf u epec lod Epuotnrn ap sapeptun ep oJotutlu
lf 'opplrluo^ lELr glsa A orncso sa louolut Jopeltoc ¡3 'epuetD o otpotu oueul
-el op sepuer^r^ olrLUpB oN se^tlcoloc setcueptsei Á xa¡dnp ue sepuotnrn 'so]
-uauepede souenbad eted o¡os olde odrl un sl eLUStru El lep sopel sop sol
ua epuornrn ep sapeprun B o^ls elso elta¡e6 uor enbo¡q un ua opuenc e6tng
ralsnq.¡oC o-I .ellosrehl op ugtrelrqe¡1 ap pep¡u¡ [s6 .6lf]
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N9rCVdnU0V 3O SVñUOl ,/\ SOtUOIVCtJtOs SOdtI
FORMA Y CIUDAD

Bloque en "H" con patio central. lFig.27l

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IFig, 27] Edificio de

viviendas en la calle
Basílica en Madrid
J, Cano Lasso
Surge por la yuxtaposición de varios bloques en "H". La agrupación de los
núcleos de agua alrededor del patio central y una buena resolución de las
esqu¡nas pueden dar lugar a ejemplos brillantes en el ¡nterior de la cludad
constru ida.

Torres. lFig. 2Bl

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Entrevías. Madrid iE:-l
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R. Sánchez L:]
Lampreave

Se utilizaron con profusión entre 1970-80. Se caracterizan por el predo-

minro de la altura sobre las demás dimensiones, La planta suele ser cua-
drada o rectangular y puede asentarse sobre basamentos continuos de
una o dos plantas de usos ierciarios que determinan la cont¡nuidad de las
fachadas en el nivel de la calle. Habitualmente agrupan cuatro o seis vi-
viendas por planta, Las viviendas en esqu¡na disponen de dos fachadas, lo
que implica una buena ventilación y mejores condiciones de soleamiento,

Villas. lFig. 2el

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Berlin o¡if[ii] g[l--8. oEiLf,l flIA
Kolhoff & frrfll f r1r1'1 tilf ]l
Timmermann €

Las llamadas villas tienen plantas similares a las torres pero se disponen
en sólo tres o cuatro.alturas, El número de viviendas por planta oscila en-
tre dos y seis. Son compactas, muy caras de mantenimiento y generan
unas relaciones de vecindad y una forma de vida de altísima calidad.
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lte'or¡l sopEluorrrul 'ellec El e so¡e¡eled senbo¡q op souor3tsodslC -
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FORMA Y CIUDAD

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Fig. 34 Fig.35
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Fig.36
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II
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II

2 - N/odelo francés. A partir de 1 930 el modelo francés consagra y radica-

liza Ia ruptura de la manzana, introduce con los polígonos una escala
superior en alturas y volúmenes y simplif ica el viario que queda reduci-
do a las vías perimetrales estructurantes y algunas penetraciones para
facilrtar el acceso a las viviendas, Es un modelo económico de alta den-
sidad, con bloques y torres que superan a veces las veinte plantas. Le
Corbusier es su inspirador y máximo representante. Es el modelo que
se introduce y generaliza en España desde 1 960 hasta 1 975
IFig,3713!
A,- Formaciones de grecas, IFig.3=
B,- O rdenaciones topog ráf icas o paisajísticas.

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Fig.37 Fig. 38 Fis. 39

Existen, no obstante, otras formas de ordenación de utilización más re-

ciente, Son las ordenaciones perimetrales alrededor de un espacio común
central formando cuadrados o rectángulos abiertos o cerrados,

3,- Ordenaciones perimetrales,

Abiertas en uno de los lados. IFig. a-

Abrertas en las esquinas, Lrrg, 4

Con aperturas centrales. IFis, a:

En esvástica. IFig, 4:
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seperJooru.ros Á seperec seuezuelu 'opo] e;qos 'Á serer¡rure¡run sepuorArA
'se.r-ro]',,_1,, Á,,0,,',¡, op EuJJo+ uo senbo¡q ap sosianrp sodrl uoc uednco
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Fig.47 Fig.48

B.- Manzanas triangulares. IFis. 49 a 5a]

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II
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Fig,49 Fis.50 Fig,51

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Fig,52 Fig, 53 Fig. 54

C.- Manzanas trapezoidales. lFig. 55 a 581

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Fig, 55

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FORMA Y CIUDAD

F.- Ordenacrones flexibles o complelas. Son agrupaciones de bloques [Fig.61

configurados en el perímetro de la manzana que intentan compaginar a64l
Ias ventajas del bloque abierto y el orden más urbano del respeto a la
alineación.

Fig.61 Fig, 62

ñs
TAMAÑO DE LAS MANZANAS

El tamaño de las manzanas condiciona el tipo edificatorio que pueden so- IFis. 65]
portar, el número de plantas que permite un adecuado soleamiento de las
fachadas y las dimensiones de los espacios libres interiores que se gene-
ran. Las dimensiones inferiores a70x70 metros producen espacios inte-
riores con la calidad de patios, A partir de 1 00x1 00 metros se duplican las
crujías y se obtienen viviendas exteriores y viviendas con fachadas al patio
que permiten una mayor autonomía del recinto interior en relación con el
contorno, Las manzanas rectangulares mejoran el aprovechamiento y la
ordenación de los usos en el patio. La proporción ancho-alto de los patios
oscila entre a:h y a=4h.
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FORMA Y CIUDAD

a,- l\4anzanas de 70x70 metros y tipo básico de doble crujía, patios del
orden de 50x50 metros, seis plantas y viviendas exteriores,

b.- Manzanas de B0xB0 metros y tipo básico de doble crujía con un espa-
cio libre interior de 60x60 metros aproximadamente.

c,- Manzanas de 1 00x1 00 metros con cuatro o cinco crujías y un espacio

libre interior de 50x50 metros aproximadamente,

d,- Manzanas de 1 20x70 metros. EI tamaño y forma del espacio libre cen-
tral admite la implantación de algún tipo de equipamiento deportivo,

En cualquier caso, se debe enriquecer la oferta dentro de un mismo sec-

tor con viviendas unifamiliares y colectivas de diferentes tipos y tamaños,
atender a los requerimientos contextuales, combinar distintas tramas, di-
versificar los tipos edificatorios, el tamaño de las manzanas y la estructura
de los espacios libres. En definitiva, ampliar las formas de vida dentro de
un entorno próximo evitando la uniformidad que ha presidido la evolución
más reciente de la ciudad.

Notas (1) En este sentido las llamadas "viviendas unifamiliares adosadas en condominio" se entien-
den como un tipo de vivier¡da colectiva ordenada horizontalmente, si bien se incluyen en este
epÍgrafe pues sus características (densidad, formas de agrupación, etc.) son muy similares a
las viviendas uni lamiliares.
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