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Manuel Torres HPS-17100264 / Psicología jurídica.
¿Cuál es el papel de la familia en la conducta delictiva?
Sin duda, la familia es uno de los pilares básicos en el desarrollo y crecimiento en una persona, constituye una parte importante en el ambiente psicológico del individuo, por ello no podemos dejar de obviarla al hablar de conducta delictiva, pues es, no sólo un foco de aprendizaje de normas y maneras de comportarse, sino que a su vez puede transmitir desestructuración y problemas que quedarán reflejados en quienes viven en ese ambiente. Aunque la delictividad ha existido siempre, no es sino en los últimos tiempos cuando ha tenido una mayor expansión, y no deja de ser interesante el observar cómo a su vez igualmente en los últimos tiempos se ha producido también una mayor desestructuración familiar. Marchiori (2002) recalca la importancia que tiene considerar la influencia del hogar, las relaciones con los padres, el clima afectivo y la situación económica y social del delincuente. Apunta que el grupo cultural en el que se ha criado el individuo así como las actitudes, tradiciones y costumbres que sobre él han influido inciden clarísimamente en la determinación de la conducta delictiva. Así, atendiendo a esto realiza una clasificación entre familia y delincuencia, señalando que existen dos tipos de familias en los delincuentes: las desintegradas y las integradas. Las familias desintegradas: la marginación, la desconfianza y la violencia son algunas de las características en las que crecen los niños en estos hogares. Esta desestructuración familiar puede ser motivada por muchas causas: la muerte de uno de los padres, las separaciones, el abandono del hogar, etc. La familia integrada: a pesar de estar presentes todos los miembros del núcleo familiar, el niño crece con una serie de carencias afectivas o víctima de una sobreprotección o indiferencia hacia él. No obstante, existen una serie de conexiones entre el tipo del delito y el tipo de familia. Drogadicto: muestra una acentuada inestabilidad familiar y educacional, con una clara oposición a su familia. Proviene de una madre es inestable e insegura. El comportamiento autodestructivo que lleva a cabo tiene relación directa con su familia, pues es él quién carga con las tensiones y agresiones dentro del intra- grupo. Sólo con la droga es capaz de refugiarse en un nuevo mundo o en su caso matar y robar.
Abordaje desde el punto de vista de la psicología
Es fundamental tener en cuenta a la hora de realizar la evaluación penitenciaria la concepción psicodiagnóstica que se ha de tomar, integrando en esta concepción tanto metodológica como aquellos procesos diagnósticos realizados. Dentro de las variables importantes que se van a evaluar, se debe tener especial atención al análisis de la conducta delictiva de cada caso, así como a las variables personales biográficas y sociales teóricamente relevantes en la vida delictiva del infante. Cuando desde el entorno familiar la transmisión de normas, valores, creencias, y actitudes, no se produce de manera adecuada se produce una distorsión del proceso de socialización y la aparición de las conductas inadaptadas. Por otro lado, es razonable pensar que una infancia caracterizada por conductas violentas en el ámbito familiar pueda derivar en una adolescencia problemática. Ovalles (2007) encontró también una relación entre el hecho criminal en la infancia y adolescencia, con la relación que se presenta cuando los grupos familiares no funcionan adecuadamente, esto basado en la falta de comunicación, de afecto, de actividades y de responsabilidades entre ellos, falta de pertenencia y de cohesión, como características de la disfuncionalidad familiar. En el caso de Felipe un niño de nacionalidad colombiana de 9 años de edad cronológica, sin educación, proveniente de una familia monoparental disfuncional con manifestaciones de violencia, abandono, carencia afectiva, normas y valores por parte de su madre, ha sido marginado por la sociedad, a su temprana edad a experimentado y vivenciado eventos traumáticos como violencia física y psicológica, asesinato de su hermana menor de meses, su hermano preso y la exclusión de su hogar, desde ese entonces se desarrolla de manera independiente con un fuerte rencor contra el mundo, solo en las calles sin nadie a su cargo volviéndose dependiente a las drogas, esta contribuyó a la conducta destructiva y autodestructiva convirtiéndolo en un delincuente por robo y sicario juvenil. Por lo observado en la entrevista el infante no muestra frialdad, se nota triste, confundido y arrepentido de sus actos, manifiesta que si tuviera otra oportunidad no actuaria de la manera que lo hace, con las respectivas atenciones todo fuera diferente. Al ya ser evaluarlo se remitiría el informe psicológico con las siguientes recomendaciones: el infante tiene una dependencia a las drogas debe ser rehabilitado para erradicar los altos niveles de ansiedad y la conducta autodestructiva, esto ayudara en la intervención psicológica calmando sus impulsos de robo y conducta homicida. La terapia lo ayudara a ser más operativo para así reincorporarlo en la sociedad.