Lectura Morir Humano 2020

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Ética y el Morir Humano

Morir
humano

Separata
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Alfredo Benavides
Ética y el Morir Humano

Ética, y el morir
humano
INTRODUCCION

Partiendo de una reflexión sobre los significados divergentes que se atribuyen hoy al
llamado "derecho a morir con dignidad",. Luego de revisar las estadísticas
actualmente disponibles en Holanda -primer país en despenalizar la eutanasia-, la
Medicina Paliativa a la problemática de la "muerte digna". Para comprender
adecuadamente esta respuesta, es necesario entender el acto de morir como un "acto
humano". En ese contexto, existen principios morales que considera especialmente
relevantes para resguardar la dimensión ética del morir. Ellos son: el principio de
veracidad, de proporcionalidad terapéutica, del doble efecto, de prevención y de no-
abandono.
Paulina Taboada

OBJETIVOS DEL APRENDIZAJE 1

▪ Analizar los conceptos actuales sobre el morir humano


▪ Discutir las diferentes clasificaciones sobre la eutanasia
▪ Identificar los criterios de Elizabeth Kübler-Ross
Concepciones sobre la muerte

La muerte es el término de la vida a causa de la imposibilidad orgánica de sostener el proceso


homeostático. Se trata del final del organismo vivo que se había creado a partir de un nacimiento.

La muerte, es un hecho inevitable en la existencia humana que genera, en


especial en los médicos, contar con conceptos filosóficos y pragmáticos
particulares que se han ido desarrollando a través de la historia de la humanidad.
El discurso se ha especializado y se ha abordado desde distintas disciplinas de la
ciencia: historia, antropología cultural, sociología, biología, psicología, filosofía,
y también la ética. La muerte clínica de una persona es la muerte del encéfalo.
(Tueba).

Dentro de la concepción de la muerte biológica, podemos encontrar que la muerte pasa por una serie
de etapas:

1. Muerte Relativa: Se presenta cuando las funciones superiores del sujeto se han suprimido, pero no
de manera irreversible, cabe la posibilidad de que vuelvan a funcionar, como es el caso de la
hibernación, el ahogamiento en agua congelada etc.

2. Muerte Intermedia: Se presenta cuando las funciones superiores -anteriormente citadas- son
suprimidas de manera irreversible sin posibilidad de restablecimiento. No obstante ello, se denomina

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intermedia pues existen aún un grupo tejidos que superviven biológicamente, esta se conoce como
“muerte clínica”

3. Muerte Absoluta: Se presenta cuando todas las células del organismo humano se extinguen. Es
aquí donde podemos hablar de una muerte biológica. No se encuentra ningún vestigio de vida celular.

Muerte clínica
En la Edad moderna. William Harvey en el siglo XVII, “muerte cese de los latidos del corazón y la
desaparición del pulso”, en los siglos XVIII y XIX salud pública mayor cuidado en determinación
de la muerte miedo a ser enterrado vivo. Javier Bichat (1771 – 1862), anatomista y neurólogo francés
elaboró la definición de muerte: “La detención funcional del sistema nervioso, de la circulación, de
la respiración y de la temperatura corporal”. Es realmente novedoso para la época, vincular el
sistema nervioso con la muerte y constituye el antecedente histórico más relacionado con los actuales
criterios de Harvard.

Finalmente en 1968 surge - como consecuencia de los prolongados estados de coma producto de la
creciente utilización de alta complejidad tecnológica en las unidades de terapia intensiva y los
problemas concernientes al trasplante de órganos - una nueva definición de muerte encefálica
propuesta por el Informe del Comité Ad Hoc de la Escuela de Medicina de la Universidad de
Harvard.

Sus cuatro puntos centrales han sido el fundamento de todos los criterios adoptados desde entonces
por la comunidad médica mundial. Ellos son:
1. Ausencia de respuesta y recepción (el paciente muestra nula respuesta a estímulos
externos y no responde a estímulos dolorosos)
2. Ausencia de movimientos respiratorios (incluyendo ausencia de respiración espontánea
con apnea mayor de tres minutos)
3. Ausencia de reflejos, electroencefalograma plano, pupilas fijas y dilatadas, falta de
movimiento ocular aun con golpe o giro o introducción de agua helada en el oído,
ausencia de reflejos osteotendinosos.

Situaciones Ética del Morir Humano


• Distanasia: incluyen situaciones en las que se prolonga inhumanamente la vida y no se
propicia así la posibilidad de tener una muerte digna.
• Ortotanasia: se refiere a la situación ideal en la que se respeta y se realiza los dos valores
indicados: respeto a la vida humana y el derecho a morir dignamente
• Eutanasia: abarcan todas las situaciones en las que no se respeta el valor de la vida humana,
y por lo tanto se impone la muerte a uno mismo a otro en la fase final de la vida. Suele
denominarse también “eutanasia activa”
El enfermo terminal

Existe coincidencia de varios autores acerca de las condicionantes para determinar la terminalidad de
una persona, (Sureda) se refiere a los pacientes con enfermedades graves que van más allá de la
ayuda de la ciencia actual pueda lograr para su recuperación y que tengan al menos las siguientes
características

1. Que sean portadores de enfermedad de evolución progresiva (Enfermedades consuntivas, cáncer,


SIDA, fase terminal de enfermedades degenerativas avanzadas, edad avanzada –ageismo-),

2. Pronóstico de supervivencia inferior a periodos no mayores de seis meses


3. Ineficacia comprobada de los tratamientos pérdida de la esperanza de recuperación

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Medios proporcionados y desproporcionados en el tratamiento de los pacientes terminales

En términos generales y como norma básica, se debe dejar


claro que “nadie está obligado a utilizar todas las
intervenciones médicas actualmente disponibles, sino sólo
aquellas que ofrecen una razonable probabilidad de beneficio
en términos de preservar y/o recuperar la salud”

A la hora de realizar un análisis de proporcionalidad habrá que


evaluar en conjunto algunos otros temas tales como
a) La precisión del pronóstico, es decir, que viene a definir en
parte el criterio de la utilidad de un determinado tratamiento; y
b) Calidad de Vida, tema que deberá necesariamente ser evaluado por el propio paciente o su familia.
Proporcionalidad

En cualquier acción médica respecto a un determinado enfermo están involucrados los conceptos de
proporcionalidad y no-proporcionalidad. Lo proporcionado o desproporcionado de una acción del
médico es un juicio que emitimos respecto a la conveniencia, inconveniencia o necesidad de una
determinada acción en conformidad con la condición de un paciente. Así, se espera que exista un
equilibrio entre los medios diagnósticos o terapéuticos que el médico aplica y el resultado esperado,
teniendo en cuenta las condiciones particulares del paciente y su entorno.

Medidas terapéuticas ordinarias o de uso habitual

Para la práctica médica cotidiana es útil distinguir los tratamientos ordinarios


de los métodos extraordinarios de tratamiento. Los tratamientos ordinarios
incluyen aquellos cuidados de carácter imprescindible, así como
medicamentos y procedimientos de uso habitual por cualquier médico.

Métodos extraordinarios de tratamiento

En las últimas décadas, el continuo avance del conocimiento y la aparición rápida y frecuente de
nuevas tecnologías han puesto a disposición del médico y de la humanidad métodos terapéuticos que
se utilizan, particularmente, cuando está en juego la vida del paciente y cuya omisión puede significar
su muerte.

Se acostumbra a rotularlos como métodos extraordinarios de


tratamiento, en contraste con los métodos ordinarios o de uso común por
todo médico. Estos métodos extraordinarios incluyen, en general,
técnicas o instrumentos complejos, escasos, invasivos, de alto costo y
cuyo uso expedito y sostenido requiere un entrenamiento especializado
del equipo médico. Es el caso, por ejemplo, del ventilador mecánico, de
los aparatos de hemodiálisis, del trasplante de órganos, etc.

La muerte y Elizabeth Kübler-Ross

La muerte del punto de vista médico genera en nuestros pacientes una serie de reacciones dentro del
terreno clínico, los mismos que deben ser reconocidos por los médicos tratantes. La psiquiatra suizo-
norteamericana Elizabeth Kúbler-Ross empezó como residente con pacientes a punto de morir y más
tarde en 1957 se licenció en medicina en la Universidad de Zúrich y el 58, se mudó a Nueva York,
donde continuó sus investigaciones. Graduada en psiquiatría en la Universidad de Colorado. Empezó
como residente con pacientes con enfermedades mentales y después empezó a cuidar a enfermos
terminales en el hospital universitario de Chicago, allí se sintió horrorizada por el trato que se daba en
los hospitales a los moribundos: Toda su obra versa sobre la muerte y el acto de morir y va

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describiendo diferentes fases del enfermo según va llegando su muerte. La Dra. Ross ayudó a muchos
familiares a manejar su pérdida, a saber, cómo enfrentarse a la muerte de un ser querido, les explicó
cómo apoyar a la persona en agonía, lo que debía hacerse en esos difíciles momentos y lo que debía
evitarse. Bajo su tutela se crearon fundaciones y movimientos ciudadanos que reclamaban el derecho
a una muerte digna. Y comenzaron a publicarse libros, realizó un estudio en más de 2000 pacientes
con el diagnostico de enfermedad terminal, que le permitió determinar que estos atraviesan varias
fases en el proceso de morir, que varían en cada individuo y que no necesariamente se presentan en
el mismo orden:

1. Primera Fase: La noticia de una próxima muerte, genera en los pacientes reacciones de extrañeza
e incredulidad. Esta fase puede durar poco tiempo hasta meses.
2. Segunda Fase: El paciente presenta una serie de sentimientos negativos como ira, enfado,
resentimiento, envidia; sentimientos dirigidos contra el medico que los atiende y contra su familia.
3. Tercera Fase: Negociación sobre una posible prolongación de la vida
4. Cuarta Fase: Depresión, abandono ante lo que se considera inevitable
5. Quinta Fase: La aceptación de lo inevitable, desarrolla capacidad de desprenderse de la vida,
confiándose con entrega y consuelo a su última realidad.

El reconocimiento de los médicos de estas fases en los pacientes


terminales, ayudan al paciente y a su familia a no contemplar en forma
externa el fenómeno de la muerte, debiendo el medico usar las
estrategias adecuadas para manejar los temores, depresiones, angustias o
cualquier otro tipo de sentimiento de los pacientes.

Morir con dignidad

Concepto que se refiere no sólo al hecho de que se debe procurar aliviar los dolores de un enfermo,
sino a un trato más humano posible más allá de una obligación de una contraprestación que debe
señalarse solo como un valor profesional, tratando de mantener un clima humano mediante un
diálogo hasta el final. La participación de los familiares y amigos juega un rol importante cuando el
tratamiento médico ya finalizó, tratando de mitigar el dolor físico y psicológico brindando cariño,
paciencia, y comprensión.

Cuestiones éticas sobre la muerte.

Se refieren, básicamente, a las alternativas que se deben tomar en cuenta en pacientes terminales que
además presentan condiciones precarias de vida, como es el hecho de pacientes muy deteriorados con
problemas dolorosos no controlables por los métodos habituales, pacientes en abandono social y
moral en contraposición del paciente o de los familiares que consideran preferible acortar su vida,
adelantando la muerte por diversos motivos como:

1 No privar de la opinión del paciente en su decisión desear morir

2. Liberar el ocultamiento del diagnóstico a los pacientes que se clasifiquen como pacientes
terminales

4 Preparar las actitudes de los miembros de la sociedad a aceptar la muerte como un evento de
la vida humana en lugares y condiciones que sean compatibles con la dignidad necesaria

5 Permitir el acceso a los cuidados y asistencia religiosa que los pacientes soliciten

6 Evitar la prolongación innecesaria de la vida incurriendo en el criterio del encarnizamiento


terapéutico o distanasia

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Los principios bioéticos, como en los casos del inicio de la vida han trazado un nuevo criterio que
pocos médicos creen en la actual pertinente

LA EUTANASIA

Etimológicamente proviene del griego: "eu", que significa "bueno" y "thánatos", que significa
"muerte". Literalmente "buena muerte". Posteriormente interpretada como muerte rápida y sin
tormentos", "bella muerte", "muerte misericordiosa", "muerte tranquila y fácil", "muerte piadosa",
etc. Eutanasia. La Organización Mundial de la Salud (OMS) define a la eutanasia como aquella
“acción del médico que provoca deliberadamente la muerte del paciente”. Muchos países reconocen
el derecho legal a rehusarse a recibir tratamiento médico. Sin embargo, solamente en Holanda,
Bélgica, Suiza y el estado estadounidense de Oregon se permite a los médicos ayudar a los pacientes
a poner fin a sus vidas por medios distintos que retirar un tratamiento de soporte vital.

En Holanda durante la ocupación nazi, orientada al exterminio judío propugnaron leyes “piadosas”
para legalizar la eutanasia. En 1985 ya se practicaba la eutanasia. En el 2001 se aprueba la Ley de
eutanasia activa y se promulga al año siguiente En el estado estadounidense de Oregon se permite a
los médicos ayudar a los pacientes a poner fin a sus vidas por medios distintos que retirar un
tratamiento de soporte vital. Actualmente no hay todavía una corriente permisiva a la eutanasia
activa abiertamente expresada ni admitida en el resto de países del mundo.

Eutanasia pasiva

Se denomina así a la actitud del médico para obviar futilidad terapéutica, es decir el fracaso de los
métodos convencionales para lograr el objetivo deseado, en el caso de la eutanasia pasiva la muerte
digna. Es la frontera final del encarnecimiento terapéutico. Consiste en el retiro de los
procedimientos extraordinarios o desproporcionados a los que son sometidos pacientes con escasas
posibilidades de recuperación en tiempo o en condiciones determinadas como es el caso de los
pacientes terminales, permitiendo a la enfermedad la muerte del sujeto.

La obligación del médico es suprimir la causa del dolor físico o, al menos, aliviar sus efectos; dar
consuelo moral y psicológico al enfermo que sufre. Pero no matar.

Principio de doble efecto:

El «principio de doble efecto» se llama así porque los efectos multidimensionales y simultáneos de
un mismo acto se pueden agrupar en dos clases: son útiles o deseados, o bien dañinos o no deseados.
El principio de doble efecto presupone que sólo los actos que permiten o causan algún daño pueden
ser moralmente malos; sin embargo, no todos los actos que permitan o causen un daño son de hecho
moralmente malos, porque en algunos casos interviene una «razón proporcionada» que hace que un
daño permitido o causado quede fuera del objetivo de la acción en función de un beneficio mayor.

El mal que se causa cuando se busca hacer un bien se considera justificado o permisible, si se
cumplen cuatro condiciones:

1) Que la acción de la que resulta el mal sea en sí misma buena o indiferente, es decir, no
moralmente mala
2) Que la intención del agente sea recta, es decir, que de verdad no se busque el efecto malo
3) Que el efecto malo proceda de la causa con la misma inmediatez que el efecto bueno
4) Que haya una razón proporcionalmente grave para permitir el efecto malo.

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La eutanasia una realidad latente

Sobre el tema de la eutanasia, podemos obtener algo muy en claro: No existe unanimidad de criterios
en el tema; las posiciones son totalmente adversas; por un lado, los que se pronuncian a favor de la
misma, aduciendo básicamente el principio de autonomía sobre la propia persona y de derecho a
"morir con dignidad" y por otro lado, los que la rechazan tajantemente, dentro de los cuales se
encuentra fundamentalmente, la Iglesia Católica, en base a que la vida es un don divino y debe ser
Dios el único que podrá determinar el momento de la muerte.

En 1983, una norteamericana, Karen Ann Quinlan quedo en un estado de coma


posterior a paro respiratorio por consumo de drogas Sus familiares solicitaron a
la Corte Suprema la autorización para que se interrumpiera el tratamiento que la
mantenía aún viva. La Corte Suprema decidió no otorgar la autorización por
alegar falta de evidencia clara y convincente sobre la voluntad de la paciente, la
Constitución norteamericana protege el derecho de los individuos a rechazar
tratamientos. La Suprema Corte accedió posteriormente al retiro del respirador,
sin embargo, la paciente pudo ser capaz de respirar espontáneamente y falleció
mucho después.

Ramón Sanpedro, fue un marino y escritor español. Tetrapléjico desde los 25 años, sufrió un
accidente, que le dejó postrado en una cama para el resto de su vida. Fue
el primer ciudadano en pedir en España la eutanasia. Escribió dos libros:
Cartas desde el Infierno (1996) donde agrupó sus escritos hasta ese
momento y el poemario Cuando yo caiga, publicado póstumamente.

Ramón murió en 1998 por envenenamiento con cianuro, ayudado por su


amiga Ramona Maneiro. Después de la muerte de Sampedro muchas
personas afirmaron haber sido los culpables.

Theresa Marie Schiavo, 1963-2005, más conocida como Terri Schiavo fue
una norteamericana en estado vegetativo que debido a un infarto cardiaco ,
sufrió daños cerebrales gravísimos que la dejaron en estado vegetativo,
manteniéndose con ésta gracias a una conexión a una máquina que le
suministraba alimentación endovenosa. Luego de permanecer desconectada
durante quince días de dicho aparato, cumpliendo una orden judicial, murió
en el hospital a causa de inanición

Eluana Englaro, italiana que estuvo en estado vegetativo debido a un accidente por
7 años. Ante la situación irreversible de la hija, su padre apoyó la posibilidad de
suspender el suministro de alimentos, dejándola morir, Sin embargo, el caso
generó gran controversia en el marco del habitual debate en torno a la eutanasia
hasta llegar al ámbito político y judicial. En el 2009 falleció por inanición en plena
polémica sobre el tema-

Situación legal de la eutanasia en el Perú

El Código Penal Peruano, en el título referido a los Delitos contra la vida, el cuerpo y la salud, tipifica
el delito de "Homicidio por piedad", en el artículo 112 del citado cuerpo normativo; no se utiliza pues
el término eutanasia. El artículo 112 del Código Penal señala lo siguiente:

"El que, por piedad, mata a un enfermo incurable que le solicita de manera expresa
y consciente para poner fin a sus intolerables dolores, será reprimido con pena
privativa de libertad no mayor de tres años".

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Tal como señala el Dr. Luis Alberto Bramont-Arias Torres , especialista en Derecho Penal, nuestra
legislación ha tipificado en el homicidio por piedad a la eutanasia activa, mas no a la pasiva (no
prolongar artificialmente la vida de quienes indefectiblemente están destinados a la muerte, en la
medida en que tal alargamiento sólo traiga efectos de sufrimientos), ni la indirecta (que supone el
adelantamiento de la muerte -que se conoce como cierta- mediante el suministro de medicamentos
que sirven para mitigar el dolor físico del enfermo).

Suicidio Asistido

Significa proporcionar en forma intencional y con conocimiento a una persona los medios o
procedimientos o ambos necesarios para suicidarse, incluidos el asesoramiento sobre dosis letales de
medicamentos, la prescripción de dichos medicamentos letales o su suministro. Se plantea como
deseo de extinción de muerte inminente, porque la vida ha perdido razón de ser
o se ha hecho dolorosamente desesperanzada. Cabe destacar, que en este caso
es el paciente el que voluntaria y activamente termina con su vida, de allí el
concepto de suicidio.
Jack Kevorkian se hizo tristemente célebre en los Estados Unidos por “asistir”
a pacientes enfermos en su esfuerzo por quitarse la vida (de allí el nombre de
“suicido asistido”). Patólogo forense de profesión (por lo que nunca había
tenido relación profesional directa con ningún paciente vivo), Kevorkian
utilizaba una máquina que él mismo instalaba, colocándole al paciente una
aguja en la vena y esperando a que éste se suicidara presionando un botón que
le inyectaba una dosis mortal de cloruro de potasio. Otra de sus
técnicas consistía en conectar a la persona a una máquina con
monóxido de carbono, que ella misma activaba. Antes de ser
encarcelado, Kevorkian colaboró en el suicidio de más de 40
personas, incluyendo no sólo a enfermos de cáncer —sin consultar
con ningún oncólogo
acerca del estado
“terminal” de los
pacientes, ni con ningún
psiquiatra acerca de su
capacidad de tomar tal decisión— sino también a personas
diagnosticadas con Alzheimer que consideraban que su vida
“ya no tenía sentido y habían perdido su dignidad de seres
humanos”, algunas de las cuales se encontraban en estados muy tempranos de la enfermedad y
estaban simplemente deprimidas. Incluso en tres casos los médicos forenses fueron incapaces de
encontrar evidencia alguna de que los “pacientes” estuvieran siquiera enfermos.

LIMITACION DEL ESFUERZO TERAPEUTICO

La limitación del esfuerzo terapéutico (LET) suele referirse a las decisiones que tendrían como
objetivo no instaurar o suprimir, en el caso de que ya se hubieran
instaurado, alguna o algunas actuaciones sanitarias de soporte vital en un
determinado enfermo. Según las bien conocidas Guidelines del Hastings
Center estadounidense, por actuaciones o medidas de soporte vital debe
entenderse cualquier intervención médica, procedimental o
farmacológica, realizada en un paciente con el objetivo de retrasar su
proceso de morir, con independencia de que dicha intervención se
efectúe en relación con la patología de base o con el proceso biológico causal, o no3.

Criterios de futilidad.

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Las hijas de Danaus, rey de Argos, fueron condenadas por los dioses, como eterno
castigo por haber asesinado a sus maridos, a quitar el agua contenida en grandes
recipientes, con agujeros que permitían la salida del líquido e impedían el llenado del
recipiente.

Un tratamiento fútil es aquel que no va a alcanzar las metas terapéuticas, ya que el fin
terapéutico en ese enfermo se ha tornado imposible. Esta futilidad terapéutica puede
entenderse de varias formas:
1. Fracaso para prolongar una vida en condiciones dignas (libre de síntomas).
2. Fracaso para satisfacer los deseos o los pedidos del paciente.
3. Fracaso para lograr que los medicamentos tengan los efectos fisiológicos esperables.
4. Fracaso para obtener resultados terapéuticos que sean racionalmente aceptables
Escalas de valoración pronostica

Así se han elaborado diferentes tipos de sistemas de valoración


pronostica y escalas evaluadoras del estado de gravedad del
paciente, aplicados en las unidades de cuidados intensivos, tanto en
el ámbito nacional como internacional, pueden citarse: el TISS
[Therapeutic Intervention Scoring System], el más notable de
todos, el sistema APACHE [Acute Physiology and Chronic Health
Evaluation], entre otros. Es oportuno recordar que ni el APACHE
ni ningún otro sistema de valoración pronóstica se estableció para
determinar pronósticos individuales de mortalidad, sino de grupos.
Estos solo han demostrado su utilidad en series de pacientes, no en casos individuales. Aunque muchos
de ellos son altamente predictivos, la información obtenible es aplicable a poblaciones y no tanto a
individuos, por lo que no deben ser utilizados para pronósticos individuales, ni tampoco constituyen
una solución para la toma de decisiones terapéuticas.

Cuidados paliativos

Definición de la OMS "Los Cuidados Paliativos son un modo de abordar la


enfermedad avanzada e incurable que pretende mejorar la calidad de vida tanto
de los pacientes que afrontan una enfermedad como de sus familias, mediante la
prevención y el alivio al sufrimiento a través de un diagnóstico precoz, una
evaluación adecuada y el oportuno tratamiento al dolor y de otros problemas
tanto físicos como psicosociales y espirituales. Los cuidados paliativos y por
extensión los equipos de cuidados paliativos

Objetivos de los programas de cuidados paliativos


Los objetivos de cualquier programa de cuidados paliativos son:

1. Control de síntomas; de forma particular el dolor. En un programa de cuidados


paliativos los síntomas son el primer objetivo en una estrategia terapéutica, pero
no el único, ni con frecuencia, el objetivo más difícil de conseguir..

2. Prestar a los pacientes una atención personalizada e integral que abarque todas
las esferas afectadas por la enfermedad: aspectos psico-emocionales, comunicación, información,
asistencia espiritual, con participación activa del enfermo).

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3. Servir de soporte a la familia y facilitar al paciente la relación y la comunicación dentro de su
medio familiar. El programa de paliativos debe contar con recursos suficientes para atender las
necesidades o problemas sociales del enfermo y la familia.

4. Mantener a los profesionales que realizan el trabajo de cuidar al moribundo en condiciones


óptimas, evitando el desgaste emocional y otras repercusiones psicológicas negativas.

Tipos de programas de cuidados paliativos


• Centros Monográficos u Hospices: centros dedicados exclusivamente al
cuidado de enfermos en situación terminal, tiene características peculiares
que le diferencian de otros hospitales: horarios ininterrumpidos de visitas,
tolerancia para permitir visitas de familiares de poca edad o incluso
animales domésticos, decoración cálida y distribución apropiada de las
habitaciones, etc. Los Hospices se han desarrollado principalmente en
Gran Bretaña:

• Unidades de Cuidados Paliativos en Hospitales. Puede tratarse de


equipos especializados en cuidados paliativos que, sin poseer camas
propias, actúan por todo el hospital.

• Equipos de Cuidados Domiciliarios o de Soporte de Atención Primaria: en muchos casos


suponen el complemento o continuación de los cuidados recibidos en un Hospice, un Hospital
General o una Unidad de Cuidados Paliativos. Estos equipos pueden ser específicos y atender
solo enfermos avanzados y terminales o atender también enfermos con patologías que les
permitan vivir en sus domicilios, como los pacientes ancianos con enfermedades crónicas o
pacientes encamados por diversos motivos.

Bibliografía

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