0% encontró este documento útil (0 votos)
134 vistas4 páginas

GUIA DE CASO La Última Tentación de Cristo

Descargar como docx, pdf o txt
Descargar como docx, pdf o txt
Descargar como docx, pdf o txt
Está en la página 1/ 4

1

GUIA DE CASO La Última Tentación de Cristo (Olmedo Bustos y otros) Vs. Chile

Carátula y fecha: “La Última Tentación de Cristo” (Olmedo Bustos y otros) Vs. Chile
Sentencia de 5 de febrero de 2001

1.- HECHOS. - Los hechos del presente caso ocurrieron el 29 de noviembre de 1988 cuando el Consejo de
Calificación Cinematográfica rechazó la exhibición de la película “La Última Tentación de Cristo”. Esta decisión fue
posteriormente ratificada por la Corte Suprema de Justicia.
- El 17 de noviembre de 1999 la Cámara de Diputados aprobó un proyecto de reforma constitucional tendiente a
eliminar la censura previa en la exhibición y publicidad de la producción cinematográfica. Sin embargo, dos años
después, no se habían completado los trámites necesarios para su aprobación.
Clave: Libertad de conciencia y religión, Libertad de pensamiento y expresión
2.- DERECHOS VIOLADOS: Convención Americana artículos violados: Art. 1 Obligación de respetar los
derechos. Artículo 12 (Libertad de conciencia y de religión), Artículo 13 (Libertad de pensamiento y expresión),
Artículo 2 (Deber de adoptar disposiciones de derecho interno)

3.- NORMATIVA: Artículo 1.  Obligación de Respetar los Derechos


 1. Los Estados Partes en esta Convención se comprometen a respetar los derechos y libertades reconocidos en ella y
a garantizar su libre y pleno ejercicio a toda persona que esté sujeta a su jurisdicción, sin discriminación alguna por
motivos de raza, color, sexo, idioma, religión, opiniones políticas o de cualquier otra índole, origen nacional o social,
posición económica, nacimiento o cualquier otra condición social.
 2. Para los efectos de esta Convención, persona es todo ser humano.

 Artículo 2. Deber de Adoptar Disposiciones de Derecho Interno


 Si el ejercicio de los derechos y libertades mencionados en el artículo 1 no estuviere ya garantizado por
disposiciones legislativas o de otro carácter, los Estados Partes se comprometen a adoptar, con arreglo a sus
procedimientos constitucionales y a las disposiciones de esta Convención, las medidas legislativas o de otro carácter
que fueren necesarias para hacer efectivos tales derechos y libertades.

Artículo 12. Libertad de Conciencia y de Religión


1. Toda persona tiene derecho a la libertad de conciencia y de religión. Este derecho implica la libertad de conservar
su religión o sus creencias, o de cambiar de religión o de creencias, así como la libertad de profesar y divulgar su
religión o sus creencias, individual o colectivamente, tanto en público como en privado.

2. Nadie puede ser objeto de medidas restrictivas que puedan menoscabar la libertad de conservar su religión o sus
creencias o de cambiar de religión o de creencias.

3. La libertad de manifestar la propia religión y las propias creencias está sujeta únicamente a las limitaciones
prescritas por la ley y que sean necesarias para proteger la seguridad, el orden, la salud o la moral públicos o los
derechos o libertades de los demás.

4. Los padres, y en su caso los tutores, tienen derecho a que sus hijos o pupilos reciban la educación religiosa y moral
que esté de acuerdo con sus propias convicciones.

Artículo 13. Libertad de Pensamiento y de Expresión


1. Toda persona tiene derecho a la libertad de pensamiento y de expresión. Este derecho comprende la libertad de
buscar, recibir y difundir informaciones e ideas de toda índole, sin consideración de fronteras, ya sea oralmente, por
escrito o en forma impresa o artística, o por cualquier otro procedimiento de su elección.

2. El ejercicio del derecho previsto en el inciso precedente no puede estar sujeto a previa censura sino a
responsabilidades ulteriores, las que deben estar expresamente fijadas por la ley y ser necesarias para asegurar:
2

a) el respeto a los derechos o a la reputación de los demás, o

b) la protección de la seguridad nacional, el orden público o la salud o la moral públicas.

3. No se puede restringir el derecho de expresión por vías o medios indirectos, tales como el abuso de controles
oficiales o particulares de papel para periódicos, de frecuencias radioeléctricas, o de enseres y aparatos usados en la
difusión de información o por cualesquiera otros medios encaminados a impedir la comunicación y la circulación de
ideas y opiniones.

4. Los espectáculos públicos pueden ser sometidos por la ley a censura previa con el exclusivo objeto de regular el
acceso a ellos para la protección moral de la infancia y la adolescencia, sin perjuicio de lo establecido en el inciso 2.

5. Estará prohibida por la ley toda propaganda en favor de la guerra y toda apología del odio nacional, racial o
religioso que constituyan incitaciones a la violencia o cualquier otra acción ilegal similar contra cualquier persona o
grupo de personas, por ningún motivo, inclusive los de raza, color, religión, idioma u origen nacional.

4.- DOCTRINA DEL FALLO: I. Derecho a la libertad de pensamiento y de expresión.

64. (…) La libertad de expresión tiene una dimensión individual y una dimensión social.

65. Sobre la primera dimensión del derecho (…), la individual, la libertad de expresión no se agota en el
reconocimiento teórico del derecho a hablar o escribir, sino que comprende además, inseparablemente, el derecho a
utilizar cualquier medio apropiado para difundir el pensamiento y hacerlo llegar al mayor número de destinatarios. En
este sentido, la expresión y la difusión del pensamiento y de la información son indivisibles, de modo que una
restricción de las posibilidades de divulgación representa directamente, y en la misma medida, un límite al derecho de
expresarse libremente.

66. Con respecto a la segunda dimensión del derecho (…), la social, es menester señalar que la libertad de expresión
es un medio para el intercambio de ideas e informaciones entre las personas; comprende su derecho a tratar de
comunicar a otras sus puntos de vista, pero implica también el derecho de todas a conocer opiniones, relatos y
noticias. Para el ciudadano común tiene tanta importancia el conocimiento de la opinión ajena o de la información de
que disponen otros como el derecho a difundir la propia.

68. La libertad de expresión, como piedra angular de una sociedad democrática, es una condición esencial para que
ésta esté suficientemente informada.

70. Es importante mencionar que el artículo 13.4 de la Convención establece una excepción a la censura previa, ya
que la permite en el caso de los espectáculos públicos, pero únicamente con el fin de regular el acceso a ellos, para la
protección moral de la infancia y la adolescencia. En todos los demás casos, cualquier medida preventiva implica el
menoscabo a la libertad de pensamiento y de expresión.

72. Esta Corte entiende que la responsabilidad internacional del Estado puede generarse por actos u omisiones de
cualquier poder u órgano de éste, independientemente de su jerarquía, que violen la Convención Americana. Es decir,
todo acto u omisión, imputable al Estado, en violación de las normas del Derecho Internacional de los Derechos
Humanos, compromete la responsabilidad internacional del Estado. En el presente caso ésta se generó en virtud de
que el artículo 19 número 12 de la Constitución establece la censura previa en la producción cinematográfica y, por lo
tanto, determina los actos de los Poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial.

73. A la luz de todas las consideraciones precedentes, la Corte declara que el Estado violó el derecho a la libertad de
pensamiento y de expresión consagrado en el artículo 13 de la Convención Americana, en perjuicio de los señores
3

Juan Pablo Olmedo Bustos, Ciro Colombara López, Claudio Márquez Vidal, Alex Muñoz Wilson, Matías Insunza
Tagle y Hernán Aguirre Fuentes.

II. Derecho a la libertad de Conciencia y de Religión.

79. Según el artículo 12 de la Convención, el derecho a la libertad de conciencia y de religión permite que las
personas conserven, cambien, profesen y divulguen su religión o sus creencias. Este derecho es uno de los cimientos
de la sociedad democrática. En su dimensión religiosa, constituye un elemento trascendental en la protección de las
convicciones de los creyentes y en su forma de vida. En el presente caso, sin embargo, no existe prueba alguna que
acredite la violación de ninguna de las libertades consagradas en el artículo 12 de la Convención. En efecto, entiende
la Corte que la prohibición de la exhibición de la película “La Última Tentación de Cristo” no privó o menoscabó a
ninguna persona su derecho de conservar, cambiar, profesar o divulgar, con absoluta libertad, su religión o sus
creencias.

80. Por todo lo expuesto, la Corte concluye que el Estado no violó el derecho a la libertad de conciencia y de religión
consagrado en el artículo 12 de la Convención Americana.

III. Incumplimiento de la obligación de respetar los derechos y deber de adoptar disposiciones de derecho interno

85. La Corte ha señalado que el deber general del Estado, establecido en el artículo 2 de la Convención, incluye la
adopción de medidas para suprimir las normas y prácticas de cualquier naturaleza que impliquen una violación a las
garantías previstas en la Convención, así como la expedición de normas y el desarrollo de prácticas conducentes a la
observancia efectiva de dichas garantías.

86. La Corte advierte que, de acuerdo con lo establecido en la presente sentencia, el Estado violó el artículo 13 de la
Convención Americana en perjuicio de los señores Juan Pablo Olmedo Bustos, Ciro Colombara López, Claudio
Márquez Vidal, Alex Muñoz Wilson, Matías Insunza Tagle y Hernán Aguirre Fuentes, por lo que el mismo ha
incumplido el deber general de respetar los derechos y libertades reconocidos en aquélla y de garantizar su libre y
pleno ejercicio, como lo establece el artículo 1.1 de la Convención.

87. (…) La Convención Americana establece la obligación general de cada Estado Parte de adecuar su derecho
interno a las disposiciones de dicha Convención, para garantizar los derechos en ella consagrados. Este deber general
del Estado Parte implica que las medidas de derecho interno han de ser efectivas (principio del effet utile). Esto
significa que el Estado ha de adoptar todas las medidas para que lo establecido en la Convención sea efectivamente
cumplido en su ordenamiento jurídico interno, tal como lo requiere el artículo 2 de la Convención. Dichas medidas
sólo son efectivas cuando el Estado adapta su actuación a la normativa de protección de la Convención.

88. En el presente caso, al mantener la censura cinematográfica en el ordenamiento jurídico chileno (artículo 19
número 12 de la Constitución Política y Decreto Ley número 679) el Estado está incumpliendo con el deber de
adecuar su derecho interno a la Convención de modo a hacer efectivos los derechos consagrados en la misma, como lo
establecen los artículos 2 y 1.1 de la Convención.

89. (…). La Corte valora y destaca la importancia de la iniciativa del Gobierno de proponer la mencionada reforma
constitucional, porque puede conducir a adecuar el ordenamiento jurídico interno al contenido de la Convención
Americana en materia de libertad de pensamiento y de expresión. El Tribunal constata, sin embargo, que a pesar del
tiempo transcurrido a partir de la presentación del proyecto de reforma al Congreso no se han adoptado aún, conforme
a lo previsto en el artículo 2 de la Convención, las medidas necesarias para eliminar la censura cinematográfica y
permitir, así, la exhibición de la película “La Última Tentación de Cristo”.
4

90. En consecuencia, la Corte concluye que el Estado ha incumplido los deberes generales de respetar y garantizar los
derechos protegidos por la Convención y de adecuar el ordenamiento jurídico interno a las disposiciones de ésta,
consagrados en los artículos 1.1 y 2 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos.

5.- REPARACIONES: - El Estado debe modificar su ordenamiento jurídico interno, en un plazo razonable, con el
fin de suprimir la censura previa para permitir la exhibición de la película “La Última Tentación de Cristo”, y debe
rendir a la Corte Interamericana de Derechos Humanos, dentro de un plazo de seis meses a partir de la notificación de
la presente Sentencia, un informe sobre las medidas tomadas a ese respecto. 
- El Estado debe pagar la suma de US$ 4.290 (cuatro mil doscientos noventa dólares de los Estados Unidos de
América), como reintegro de gastos generados por las gestiones realizadas por las víctimas y sus representantes en los
procesos internos y en el proceso internacional ante el sistema interamericano de protección.  Esta suma se pagará por
conducto de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos. 
 
- Supervisará el cumplimiento de esta Sentencia y sólo después dará por concluido el caso.  
PUNTOS RESOLUTIVOS - El Estado violó el derecho a la libertad de pensamiento y de
expresión consagrado en el artículo 13 de la Convención Americana sobre Derechos
Humanos, en perjuicio de los señores Juan Pablo Olmedo Bustos, Ciro Colombara López,
Claudio Márquez Vidal, Alex Muñoz Wilson, Matías Insunza Tagle y Hernán Aguirre Fuentes. El
Estado no violó el derecho a la libertad de conciencia y de religión consagrado en el artículo
12
 
- El Estado no violó el derecho a la libertad de conciencia y de religión consagrado en el
artículo 12 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos, en perjuicio de los señores
Juan Pablo Olmedo Bustos, Ciro Colombara López, Claudio Márquez Vidal, Alex Muñoz Wilson,
Matías Insunza Tagle y Hernán Aguirre Fuentes.
 
- El Estado incumplió los deberes generales de los artículos 1.1 y 2 de la Convención
Americana sobre Derechos Humanos en conexión con la violación del derecho a la libertad de
pensamiento y de expresión.

También podría gustarte