Revolución Mexicana Y Cambio Arquitectónico

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CENTRO DE ESTUDIOS SUPERIORES DEL

ORIENTE DE MICHOACÁN
ARQUITECTURA EN MÉXICO DURANTE EL
SIGLO XIX
REVOLUCIÓN MEXICANA Y CAMBIO
ARQUITECTÓNICO
ARQ. BLANCA ELENA BRISEÑO CORREA
JAIRO GARCÍA GARCÍA
ARQUITECTURA
6 CUATRIMESTRE

18 DE JULIO DEL 2020


Revolución Mexicana Y Cambio Arquitectónico
La Revolución Mexicana no sólo dejó aires de libertad en el País, sino que también marcó
una etapa de transformación en la arquitectura. Al concluir la Revolución Mexicana, nuevos
edificios acompañaban al país en su búsqueda de progreso. Un cambio importante fue la
evolución de los materiales constructivos que fue contemporánea a la revuelta de 1910.
Cuando Francisco I. Madero, Pancho Villa y Emiliano Zapata se alzaron en armas,
probablemente no estaban pensando en cambiar el rostro arquitectónico de México; sin
embargo, esta transformación fue una consecuencia inevitable tras la Revolución Mexicana.
Los especialistas consultados coincidieron en que la arquitectura de la Revolución buscó su
propio estilo. En este proceso, los arquitectos volteaban la mirada a las revistas
estadounidenses y europeas, principalmente. Pero hubo quien también encontró su
inspiración en la Unión Soviética, la cual, entonces se perfilaba como potencia en el mundo.
Tras el lapso de parálisis, la arquitectura pedía ser otra y debía borrar, hasta donde fuera
posible, casi medio siglo de tendencias porfirianas y otros apegos al pasado aún
prevalecientes. Aquí presentamos cinco proyectos que lo lograron:
1. Centro Escolar Benito Juárez
Tocó a Carlos Obregón Santacilia proyectar un espacio escolar durante la presidencia de
Álvaro Obregón, quien confió a su secretario de Educación, José Vasconcelos, la
modernización del sistema de enseñanza que fue planteada desde los programas de
alfabetización hasta la reconcepción arquitectónica de las aulas.
Aunque el arquitecto Santacilia (bisnieto del presidente Benito Juárez) retomó elementos
coloniales y los hizo evidentes, trató de dotar a su mayúsculo encargo, el terreno abarca 1.5
hectáreas.
2. Parque México
Concluido en 1927, el Parque General San Martín (su verdadero nombre), fue designado por
el propio Plutarco Elías Calles, quien recibió aquel año una réplica del sable del libertador
José de San Martín, por lo que correspondió bautizando así al flamante espacio.
La participación de los arquitectos Ricardo Noriega, Javier Stávoli, Víctor Suárez y el
escultor y pintor Roberto Montenegro, definieron una estructura fotogénica con su alta
columnata sobre el estrado, vestidores coronados por cúpulas bizantinas, la fuente principal
de “los cántaros” (probablemente creación de José María Fernández Urbina) y arcos de
acceso lateral.
3. Edificio Ermita
Uno de los primeros edificios elevados construido en concreto armado debe su autoría a
Juan Segura, un arquitecto que estaba emparentado con Gregorio Mier y Terán, dueño de
«un terreno más grande que la Alameda Central» en la entonces Ciudad de Tacubaya de los
Martí, que en el último cuarto del siglo XIX estaba categorizada como tal.
4. Frontón México
De origen vasco, esta modalidad se había hecho muy popular a principios del siglo pasado y
consiste en proyectar una pelota dura contra un paredón (el frontón) con diferentes utensilios
como pueden ser raqueta, ‘pala’ o cesta punta, esta última la más popular. El masivo centro
deportivo, completamente techado, luce sus altos muros sólidos interrumpidos por pocas
ventanas. En el acceso principal, un segmento curvo rompe la línea recta excesiva del Decó
y muestra una cartela gris en la parte superior con un motivo prehispánico. Sus marquesinas
y herrería, así como sus letreros ya sean cincelados o forjados, se apegan a esa corriente.
5. Centro Escolar Revolución
Nada más adecuado que llamarle así a un complejo revolucionario en el sentido amplio, ya
que supuso una modernidad volumétrica, estructural y hasta urbana donde antes se erigía la
infame Cárcel de Belén.
Bajo el lema «Educar es redimir», mismo que puede encontrarse en el Monumento a la
Educación en su frente norte, la arquitectura de Muñoz se despojó de adornos y se volvió
sumamente práctica. Dejó una fachada a 45 grados de la que parte el eje largo del proyecto
y creó una plazuela como antesala, donde ahora se encuentra una de las entradas al metro
Balderas.
Nacionalismo Posrevolucionario en México
El Nacionalismo Mexicano es el movimiento social, político e ideológico que conformó
desde el siglo XIX lo que se considera identidad nacional de México. El nacionalismo
mexicano nace del patriotismo criollo del virreinato de la Nueva España, alimentado de una
corriente anti-españolista y pro-indigenista.
En la fecha de la independencia de México, solo el 40% de la población mexicana
hablaba castellano, el gobierno centralizado también generó disputas y se gestaron
movimientos separatistas o regionalistas que debilitaron a la joven nación; muchos
indígenas, los yucatecos peninsulares, los jaliscienses y los norteños mantuvieron y
mantienen una identidad particular (incluso en nuestros días) y muchas veces manifestaron
sentimientos anti-centralistas, y algunos pugnaban por una unión pro Iberoamérica, pero
preservando en gran medida usos y costumbres que actualmente siguen prevaleciendo a la
sombra incluso de las leyes.
Sin embargo, el nacionalismo mexicano es considerado como uno de los nacionalismos más
fuerte incluso chauvinista, que a pesar de las grandes diferencias ideológicas, raciales,
lingüísticas, económicas y políticas que coexisten y conviven en el México actual, la
federación del país se ha mantenido unida en un concepto propio de identidad nacional que
está matizada por el federalismo, la lengua española y la igualdad de derechos (negando la
esclavitud y todo título nobiliario); existen otros elementos que no son mencionados en la
constitución política del país que comparte la población mexicana, como la imagen
guadalupana de gran sincretismo religioso entre lo cristiano y las creencias prehispánicas
unidas en Tonantzin, la madre tierra, que originó peregrinaciones al cerro del Tepeyac mil
años antes de la llegada de los españoles, y además el culto a la patria a través de la
imagen de los héroes nacionales.
El México posrevolucionario es un periodo de la historia de México que comprende el
período entre 1917 y 1940, cuando habían concluido los enfrentamientos armados de
la Revolución mexicana. Este tenía la intención de iniciar y/o crear una revuelta que
cambiase lo que ya había sucedido durante la Revolución Mexicana.
Luego del asesinato de Álvaro Obregón, presidente reelecto, el Congreso designó a Emilio
Portes Gil como sucesor de Plutarco Elías Calles. En 1929 se celebraron elecciones bajo
sospecha de fraude electoral, donde triunfó Pascual Ortiz Rubio sobre José Vasconcelos.
Gobiernos posrevolucionarios:
*Obregón lanza el Plan de Agua Prieta.
*Asesinato de Carranza.
*Interinato de Adolfo de la Huerta.
*Rendición de Francisco Villa.
*Reconocimiento del gobierno por los zapatistas.
*Renegociación de la deuda (tratado de La Huerta – Lamont).
El Nacionalismo. Es la actitud y la voluntad de reconocernos como pertenecientes a la
unidad social, histórica, cultural y política que hemos venido construyendo a lo largo de
nuestra historia y que queremos seguir proyectando hacia el futuro de acuerdo con nuestras
propias determinaciones. El nacionalismo es una actitud, que se mantiene durante la vida
cotidiana, es una perspectiva donde el trabajo, la familia, la ética y moral, la estética, el
pensamiento racional, los avances científicos y tecnológicos, el emprendimiento empresarial
y las gestiones políticas, apuntan al bien de la nación como sociedad.
El nacionalismo es creación y no destrucción, es amor profundo por nuestra cultura y
"respeto sostenido por la otra", es valentía y coraje al enfrentar los problemas y encontrarles
una solución para todos, sin importar clases económicas, es estar orgulloso de hacer lo
correcto, es planificar y actuar conforme a las necesidades de la sociedad nacional con la
convicción de que éstas también son propias.
El nacionalismo mexicano, se consolida como consecuencia de la Revolución y las
constantes amenazas de invasión de Estados Unidos y otros países. La ideología
nacionalista se difundió como antídoto al caos por el grupo triunfante, se arraigó en las
historias del México prehispánico, en las memorias de mexicas, mayas, olmecas y toltecas, y
en la exaltación de la llamada raza de bronce.
También los medios de comunicación jugaron un papel primordial, es a través de periódicos,
gacetas, libros, murales y revistas en que el nacionalismo mexicano se legitima, el éxito fue
tal que México ha sido y es el país más nacionalista de toda Latinoamérica.
Art Decó
El art déco (también art decó o incluso art deco) fue un movimiento de diseño popular a
partir de 1920 hasta 1939 (cuya influencia se extiende hasta la década de 1950 en algunos
países) que influyó las artes decorativas mundiales tales como arquitectura, diseño interior, y
diseño gráfico e industrial, también a las artes visuales tales como la moda, pintura, grabado,
escultura y cinematografía. Este movimiento es, en un sentido, una amalgama de muchos
estilos y movimientos diversos de principios del siglo XX y, a diferencia del art nouveau, se
inspira en las Primeras Vanguardias. Las influencias provienen
del constructivismo, cubismo, futurismo, del propio art nouveau, del que evoluciona, y
también del estilo racionalista de la escuela Bauhaus. Los progresivos descubrimientos
arqueológicos en el Antiguo Egipto marcaron asimismo su impronta en ciertas líneas duras y
la solidez de las formas del art déco, afín a la monumentalidad y elementos de fuerte
presencia en sus composiciones.
Como estilo de la edad de las máquinas, utilizó las innovaciones de la época para sus
formas: las líneas aerodinámicas, producto de la aviación moderna, la iluminación eléctrica,
la radio, el revestimiento marino y los rascacielos. Estas influencias del diseño se expresaron
en formas fraccionadas, cristalinas, con presencia de bloques cubistas o rectángulos y el uso
de la simetría. Correspondiendo a sus influencias maquinistas, el art déco se caracteriza
también por los materiales que prefiere y utiliza, tales como aluminio, acero inoxidable, laca,
madera embutida, piel de tiburón y piel de cebra. El uso de tipografía en negrita, o palo seco,
el facetado y la línea recta, quebrada o greca (opuesto a las curvas sinuosas y naturalistas
del art nouveau), los patrones en compás y el adorno en forma de rayo de sol son típicos
del art déco. Ciertos patrones de ornamento se vieron en aplicaciones bien disímiles: desde
el diseño de zapatos para señora hasta las parrillas de radiadores, el diseño de interiores
para teatros y rascacielos como el Edificio Chrysler.

Características del Art Decó:


1.Las piezas, sean de pintura, escultura o arquitectura, cuentan con ornamentación
geométrica y estilizada.
2.El Art decó enaltece formas sencillas, como simples rectángulos y líneas paralelas, de
forma estilizada.
3.Los diseños contienen cierta reminiscencia a la cultura egipcia.
4.También se distingue influencia del cubismo, del futurismo, constructivismo y de la escuela
de Bauhaus.
5.El Art decó utiliza colores primarios brillantes, metálicos, dorados y cromados.
6.Los trazos cuentan con líneas muy definidas y contornos muy nítidos.
7.Enaltece elementos de la naturaleza por medio de formas y líneas geométricas estilizadas,
en una especie de naturaleza surrealista.
8.Es soberbiamente elegante y sofisticado.
9.El Art Decó surgió como respuesta ante el Arte Nouveau, que enaltecía también las formas
de la naturaleza, pero en un sentido más sinuoso.

Principales precursores
El arte, especialmente en sus expresiones de diseño y artesanía, se hicieron altamente
notables entre los años 20 y 30 –y su revival en algunas ciudades en los años 50–, vieron
nacer a una de las corrientes más sofisticadas que se pueden apreciar en las artes
decorativas y la arquitectura: el art déco. Las principales características de este subgénero
del arte provienen de otras corrientes como el cubismo de la pintura, el futurismo, que
derivó del anterior Art Nouveau (pero en contraposición a ésta apuntaba por líneas rectas o
grecas en vez de onduladas), el arte egipcio antiguo y más formalmente de
los experimentos “racionalistas” que se creaban en el laboratorio de la Bauhaus. El Art
Déco es uno de los estilos decorativos más lujosos y de trasfondo social. De algún modo
fue una forma de protesta contra la austeridad post guerra del siglo XX. Así que surge en
esos periodos de los años 20 después de la primera guerra mundial y se termina en los años
50 después de la 2da guerra.

Entre las características del Art Déco, están el uso de vegetales y formas geométricas
tanto en las artes visuales como en la arquitectura, la mezcla de estilos, como
el constructivismo, cubismo, fauvismo y hasta el estilo egipcio, gracias a los
descubrimientos que se llevaron a cabo durante esa época. El Art Déco tuvo mucho
impacto en la arquitectura en México, debido en gran parte a que aquí no tuvimos guerra
y porque en general, los mexicanos desde siempre hemos mezclado estilos, formas y
proyectado deseos. Algunas colonias de la Ciudad de México aún nos permiten admirar
estas hermosas construcciones que hoy día siguen dándole un sabor único a sus calles.
Los casos más notables están en la colonia Tabacalera y la colonia Hipódromo Condesa,
que estaban dirigidos a la clase media que empezaba a expandirse tras la Revolución. Los
creadores destacados de esta etapa fueron los arquitectos Juan Segura y Francisco J.
Serrano.

Edificios más representativos del Art Déco en la CDMX

Edificio El Moro
Paseo de la Reforma 1, Tabacalera.

 
 

Emblemático, imponente y vanguardista. Este edificio de acero, concreto y cristal es la


sede de la Lotería Nacional, además, fue el primer rascacielos de la capital y en 1946 fue
el edificio más alto de la Ciudad de México.

Monumento a la Revolución

Plaza de la República S/N, Tabacalera.

El Art Déco del monumento combina piedra volcánica con la piedra de cantera. El trazo
original pretendía la construcción de un Palacio Legislativo de estilo afrancesado; sin
embargo, la construcción tuvo que detenerse durante la Revolución. Durante la década de
los años 30 el arquitecto Carlos Obregón Santacilia retomó el proyecto, transformándolo
en el monumento a la Revolución.

Interior del Palacio de Bellas Artes


Av. Juárez, Centro Histórico.

 
53 metros hasta el espiral y 42,5 m hasta el techo, que forman parte de los 4 pisos y un
estacionamiento subterráneo. El palacio mezcla varios estilos arquitectónicos, donde
predomina el Art decó en el interior completado por Federico Mariscal. 

Frontón México

De La República 17, Tabacalera,  CDMX.

El Frontón es Art Déco en todo su esplendor. Diseñado por Joaquín Capilla y Teodoro


Kinhard en 1921, fue inaugurado en 1929 y fue uno de los puntos de encuentro social más
importantes de la élite mexicana durante el siglo XX. Sobriedad, geometría, remates
escalonados, puertas ochavadas, mármol, granito, acero, vidrio, concreto.

Edificio Picadilly
Celaya, Condesa, CDMX.

 
Es un edificio de 3 pisos y 6 departamentos diseñado por el arquitecto Ernesto J.G.
Buenrostro y construido en 1930. Su fachada posee una forma asimétrica y dos líneas
verticales que la recorren a lo largo.

Plaza Popocatépetl

Popocatépetl 41, Condesa.

Esta fuente de pabellón estilo Art Déco fue diseñada construida en concreto armado por
el arquitecto José Gómez Echevarría en 1926 y es conocida popularmente como la
Bomba. Es una especie de domo o cúpula sostenida por cuatro columnas blancas, toda
decorada con azulejos y en la parte superior un orificio que durante el cenit permite la
entrada de la luz del sol al interior de la estructura iluminándola por un momento.

Edificio de la Alianza Ferrocarrilera


Ponciano Arriaga 20, Tabacalera.

 
Este edificio fue realizado por Vicente Mendiola Quezada, Carlos Greenham y Luis
Alvarado en la década de los veintes. En su geometría predominan planos verticales que
generan una continuidad escalonada, los vanos de las ventanas y su composición exaltan el
volumen de cada elemento arquitectónico. Podemos apreciar una característica del Art
Déco en su entrada principal: el nombre del edificio grabado y la combinación de
elementos geométricos con motivos orgánicos que decora el cancel de ingreso.

Edificio Palacio de Hierro


Av. 20 de noviembre, Centro Histórico.

Icono del Centro Histórico de la Ciudad de México, y referencia de estilo y exclusividad


desde que fue inaugurado en 1891, es un ejemplo del art déco. Con motivo de las fiestas del
Bicentenario de la República, la obra arquitectónica tuvo en 2010 una restauración en
fachada, marquesinas, cúpulas y vitrales, mismos que experimentan una nueva
iluminación.

Marquis Reforma
Paseo de la Reforma 465, col. Cuauhtémoc.
 

El hotel está ubicado en una de las zonas más exclusivas de Ciudad de México. En esta
ubicación, rodeado de las tiendas de moda más prestigiosas, los espacios gourmet con más
detalles exclusivos y las mejores galerías de arte de la ciudad, se encuentra este edificio
diseñado por Ochoa arquitectos. Además, su cercanía al famoso Bosque de Chapultepec
hace que las vistas desde el hotel sean realmente impactantes y espectaculares. Cada una
de las habitaciones del hotel ha sido decorada siguiendo las tendencias Art Deco más
lujosas.

Edificio Basurto
Avenida México 187, Colonia Hipódromo.

Aunque el edificio se encuentra cerrado por las afectaciones que sufrió en el 19s, la
edificación de 14 niveles emplazada en lo que alguna vez fue el jardín de la casa del Sr.
Basurto merece ser mencionada. Debido a la irregularidad del terreno, el arquitecto Serrano
propuso una planta en forma de cruz y gracias a su geometría, el edificio tiene relación
directa con el noreste, suroeste y noroeste, lo que le garantiza la posibilidad de
asoleamiento durante todo el año.

Modernismo arquitectónico en México en sus primeras manifestaciones

Hay un renovado interés en la arquitectura moderna mexicana. Al menos eso parece


interpretarse con la aparición de Rastreando lo moderno: arquitectura en el Centro Histórico
de la Ciudad de México 1930-1960, libro coordinado por Christian Del Castillo y presentado
ayer en Casa Vecina, y la muestra El multifamiliar moderno, curada por Juan José Kochen,
que se inauguró hace unos días en el Museo de Arquitectura del Palacio de Bellas Artes y
de la cual se desprende una publicación que se dio a conocer hoy en la Fundación Miguel
Alemán. Es interesante, especialmente cuando se trata de un “estilo” arquitectónico
caracterizado, precisamente, por carecer de señas locales. Como ha escrito el arquitecto y
editor Miquel Adrià: “El Movimiento Moderno fue más allá de particularidades nacionales
irrumpiendo en los primeros treinta años y unificando en un único lenguaje –convertido en
estilo– las arquitecturas de los años cuarenta y cincuenta”. En México algunos de sus
representantes más célebres fueron Juan O’Gorman, Mario Pani o Augusto H. Álvarez.

Para Christian del Castillo, arquitecto e investigador, se trata de una arquitectura de


movimiento paralelo en todo el mundo, que tiene su origen en Le Corbusier, la Carta de
Atenas y los postulados para hacer arquitectura. Sobre la inclinación actual hacia el
modernismo dice que, si bien en años recientes se le ha vuelto a mirar de cerca, el tema da
para más. “Sólo son algunas de las zonas de la ciudad las que identificamos por sus
programas modernos (Ciudad Universitaria o Tlatelolco, por ejemplo), pero en el Centro
Histórico también hay edificaciones modernas, de Mario Pani, por ejemplo, o de José
Villagrán”, asegura.

Modernismo multifamiliar

La exposición El multifamiliar moderno sigue la estela de la arquitectura moderna a través de


planos, fotografías y videos. Ofrece un panorama de la historia de este programa de vivienda
social que, lamentablemente, cedió a otras formas menos inventivas para solucionar las
necesidades de la población en la Ciudad de México. La muestra también cuenta con una
publicación. El libro reúne textos de Bernardo Quintana Isaac, Miguel Alemán Velasco,
Alejandro Carrillo Castro, Ana María Ruiz Vilá, Fernanda Canales, Miquel Adrià, Juan José
Kochen, Enrique X. De Anda, Pablo Landa, Lousie Noelle, Graciela De Garay, Georgina
Cebey, Manuel Larrosa y Clara Porset. Aunque da un panorama de la tipología del
multifamiliar que alcanza el actual boom inmobiliario de la Ciudad de México, la muestra
hace énfasis en el Centro Urbano Presidente Alemán (CUPA), diseñado por Mario Pani y
construido por Ingenieros Civiles Asociados entre 1947 y 1949.

El modernismo en México es una corriente artística que surge a finales del siglo XIX y
principios del XX. Se suele asociar preferentemente a la literatura, aunque también influyó
en el resto de las artes: desde la pintura hasta la arquitectura. Aunque hay discrepancias
sobre dónde fue su origen, muchas fuentes consideran que fue en España y Latinoamérica.
Esto es muy visible en la literatura, con autores como Miguel de Unamuno (en el caso
español) o Rubén Darío (en América). En México hubo autores que comenzaron a
practicarlo en el s. XIX, pero su presencia es más fuerte durante las dos primeras décadas
del siglo siguiente, coincidiendo con la última etapa del Porfiriato y con su caída.

Características generales del modernismo en México


Búsqueda de identidad nacional

En las obras que se suelen identificar con el modernismo hay una búsqueda consciente de
su identidad nacional. Se trata de dejar atrás parte de la herencia cultural española y de
renovar las ideas de las primeras décadas como estado independiente, tan marcadas por las
guerras.

Deseo por cambiar de gobierno

A principios del siglo XX otro aspecto significativo es la constatación del deseo de cambio
tras mucho tiempo bajo el gobierno de Porfirio Díaz. Esos vientos renovadores se dan
también en el arte.

Gran importancia a las artes decorativa

A pesar de la identificación de esta corriente con la literatura, especialmente con la poesía,


el modernismo engloba todas las manifestaciones artísticas. Se produce una disminución de
la influencia del positivismo y del realismo. Como novedad frente a estilos anteriores se
puede señalar la gran importancia otorgada a las artes decorativas. También se nota la
influencia de la industrialización que se estaba produciendo en ese momento. No solo por
los edificios creados durante ese periodo, sino por los nuevos materiales que se incorporan
al mundo del arte.

Literatura

Si hay una manifestación artística por excelencia dentro del modernismo mexicano, esa es la
literatura. A pesar de que la mayoría de los expertos afirman que la primera figura dentro de
esa corriente es el nicaragüense Rubén Darío, México es de los países que ofrece mayor
variedad y calidad en sus autores.

Arquitectura
En otros países recibió nombres como Art Nouveau, Modern Style o Floreale. En líneas
generales se trata de un estilo rompedor con el clasicismo. Se empezaron a usar nuevos
materiales en la construcción, como el cristal o el hierro, y las construcciones se llenan de
asimetrías y curvas.

Su implantación en México es algo posterior a la de la literatura. Hubo que esperar hasta


casi 1910 para que empiecen a verse nuevos edificios con este estilo. Con la llegada de la
Revolución, estas construcciones tienen un marcado carácter nacionalista. Lo peculiar del
modernismo en el país es la forma de mezclar las referencia greco-latinas con los rasgos
nacionales, utilizando también parte de la herencia indígena.

Pintura

La manifestación más común dentro de la pintura modernista es el muralismo. Dentro de


esta modalidad, México puede presumir de contar con artistas como Diego Rivera o José
Clemente Orozco. Se caracterizaban por el uso del color y por una temática nacionalista. De
igual forma, es muy común que se represente la lucha del pueblo contra los más poderosos
o que se haga hincapié en el mundo indígena. Otra de las más populares creadoras fue
Frida Khalo, que contribuyó con sus obras a la importancia del modernismo en el país.

Música

Como en el resto de las manifestaciones artísticas, en la música se introduce una temática


eminentemente nacionalista, potenciando los estilos propios y mezclándolos con la herencia
cultural del país. Se produce también una importante investigación en busca de nuevos
sonidos. Como ejemplo se puede señalar la mezcla de las combinaciones poligonales y neo
modales, pero con instrumentos tradicionales.

Representantes principales

Manuel Gutiérrez Nájera


Es uno de los autores más importantes dentro del modernismo en México y es señalado
como su iniciador. Gutiérrez Nájera fue un destacado poeta y escritor, además de cirujano.
Este último trabajo lo obligó a usar seudónimos para publicar sus obras, ya que hubiera
estado mal visto en la época. El seudónimo más utilizado era Duque Job.

Algunas de sus obras más destacadas fueron Para un menú, Para entonces y La duquesa


Job.

Salvador Díaz Mirón

Junto con el anterior, es uno de los introductores del modernismo en México. Trabajó como
periodista, pero es su faceta como poeta la que le otorgó más reconocimiento. Algunos
autores consideran que escribió algunos de las líneas más complejas en español,
especialmente en su obra Lascas. Tuvo que exiliarse en España por sus críticas al gobierno
de Venustiano Carranza.

Diego Rivera

El muralista más famoso del país. Sus obras siempre destacan por su contenido social
debido a sus ideas comunistas. Algunos de sus murales se encuentran en Ciudad de
México, aunque también las hay en Buenos Aires o Nueva York.

Innovación tecnológica como expresión de la arquitectura moderna

Los avances tecnológicos de la era digital han cambiado por completo el escenario en el que
se mueve el mundo de la Arquitectura. Los procesos constructivos van venciendo
límites insospechados y los retos que presenta la revolución 4.0 se van cumpliendo.
 
Todo ello se traduce en un crecimiento en este campo y que a su vez viene derivado de las
nuevas tecnologías. O al menos así lo refleja el Barómetro del Observatorio Industrial de la
Construcción, que sigue registrando resultados positivos en el sector.

Novedades vanguardistas que están cambiando el escenario arquitectónico de la actualidad:


1. Impresión 3D en Arquitectura
El potencial de la impresión tridimensional no es cosa de ciencia ficción, sino que ha venido
para quedarse y revolucionar el sector de la Arquitectura.  Esta tecnología crea objetos y
elementos para maquetas de diferentes sectores. Sin embargo, en el mundo de la
Construcción y la Edificación ya forma parte de proyectos que no necesitan moldes y que
combinan diferentes materiales para completar las distintas partes de una estructura.
Así, a través de una macro impresora y un modelo introducido por ordenador se puede
ir colocando el material resultante en capas hasta conseguirlo.

2. Drones aplicados a la edificación

El uso profesional de drones también ha alcanzado a las tareas arquitectónicas.


La recreación del terreno con infografía 3D, la toma imágenes aéreas para supervisar la
evolución de las construcciones de forma precisa o la modificación de estructuras
construidas con elementos arquitectónicos de última generación son solo algunas de
sus aplicaciones dentro de este campo.

3. Arquitectura Robótica

Por el momento ya se utilizan robots para mecanizar las tareas peligrosas (demolición,


proyección de aislamientos, o aquellas que resulten más pesadas (colocación de
materiales, adaptación de espacios a distintos tamaños, labores de inspección, limpieza) con
el objetivo de agilizarlas y optimizar los tiempos. No obstante, el desarrollo que está
viviendo la robótica nos hace pensar que dentro de no tanto tiempo también le permitirá
realizar otras tareas de mayor responsabilidad arquitectónica.

4. Metodología BIM

No solo está suponiendo una revolución en sí misma para los ingenieros, sino que los
arquitectos también experimentan sus ventajas en las fases del diseño y el mantenimiento
de edificios. Ten en cuenta que esta metodología permite realizar proyectos inmersivos en
los que se puede pasear por su interior antes incluso de que estos se lleven a cabo
o detectar y combatir errores en su planificación.

5. Realidad Virtual aplicada a la Arquitectura

Las múltiples aplicaciones de la Realidad Virtual han convertido esta tecnología en un nuevo
nicho arquitectónico. Y entre todas ellas, cabe destacar que esta nueva forma de diseño 3D
en tiempo real permite a arquitectos, clientes u otros agentes del proyecto interactuar
con el entorno creado: desde modificar las texturas o el color de las paredes hasta cambiar
un exterior, consultar las medidas o actualizar los gastos.

6. Arquitectura sostenible

La necesidad de mejorar la sostenibilidad y lograr la eficiencia energética de los edificios y


de otras infraestructuras es hoy una realidad europea. Y es que, la Estrategia Europa exige
que todas las viviendas de nueva construcción en sus países miembro presenten
un consumo energético “casi nulo” para el año 2020.

Por ello, surgen distintas herramientas de simulación y diseño bioclimático (sensores y


materiales inteligentes, domótica, Realidad Virtual) con el objetivo de perseguir el cuidado
medioambiental. De esta forma se consigue proporcionar el máximo confort con el
mínimo gasto de energía.

Determinaciones económicas, ideológicas y políticas

La Revolución Mexicana es conocida como uno de los periodos negros en la historia


económica de México. Hay quienes afirman que una etapa revolucionaria en sí implica un
retroceso económico, mientras que otros no se atreven a opinar debido a la  falta información
estadística sobre esos años.

Gracida divide el periodo revolucionario mexicano en tres etapas. La primera va de 1910 a


1913, en un conflicto meramente postelectoral; entre 1913 y 1916 se entra en una etapa
violenta y de retroceso económico; mientras que, después de 1916, se entró en un periodo
de recuperación.

A partir de 1910 se empiezan a sentir en la economía los efectos del cambio de sistema,
aunque no podemos hablar de una crisis en la economía mexicana. Con la llegada de
Francisco I. Madero a la presidencia no se observan mayores cambios en las políticas
sociales y económicas, además de que las relaciones internacionales se mantuvieron sin
grandes cambios.

Etapa violenta

Es hasta 1913, al iniciar la lucha armada entre carrancistas y villistas, que se empieza a ver
una desarticulación del sistema económico estructurado durante el Porfiriato. Esto afectó a
todas las ramas de la economía hasta cierto punto, con excepción de la industria petrolera.

El uso de las líneas ferrocarrileras para transporte de tropas y su consecuente


destrucción fue la principal afectación para el sistema económico. Debido a esto, el traslado
de las mercancías se volvió muy costoso, lo que generó hambrunas entre 1915 y 1916, y
elevó la inflación por desabasto, y problemas en el sistema financiero y monetario.

Las monedas de oro y plata, así como los billetes de los bancos establecidos salieron de
circulación, privilegiando la existencia de monedas respaldadas por cacicazgos
revolucionarios; los llamados bilimbiques. Además, la zona norte del país que vio la mayor
parte del conflicto armado tuvo una baja en las inversiones que recibía del extranjero,
principalmente de Estados Unidos por su cercanía.

Tras el término de la época armada y el inicio de una relativa estabilidad en 1916, que


desembocó en la promulgación de la Constitución de 1917, el patrón oro regresó a ser
usado y los ferrocarriles volvieron a ser usados para el transporte de mercancías. Además,
la Primera Guerra Mundial ayudó a frenar la salida de capitales ante la incertidumbre global
y, una vez estabilizadas las industrias, la demanda por mercancías y materias primas a nivel
global permitió que la economía se recuperara un poco.

Las ideologías de la Revolución Mexicana

La ideología maderista
En el pensamiento de Francisco I. Madero siempre estuvo presente la miseria que sufrieron
los hombres y mujeres tanto del campo y de la ciudad, lo demuestra claramente en su
libro La sucesión presidencial de 1910. En algunas ocasiones, actuó de acuerdo con esa
concepción, forjada de un simple sentimentalismo, no de un compromiso social, era esa la
razón por la cual se desentendía del pueblo con facilidad. En una entrevista al Imparcial se
declaró creyente de la pequeña propiedad y negaba la posibilidad de despojar a los
terratenientes de alguna parte de su propiedad, así, cancelaba la posibilidad de la
distribución de la tierra como una forma de otorgar justicia social.

El errático pensamiento social de Madero, no se comparaba con su clara visión político del
mismo. Un concepto clave de Madero era el pueblo, para él ya no era una cuestión elitista
como en el porfiriato, donde sólo los pocos que integraban las “clases superiores” contaban,
los demás eran omitidos. En la concepción maderista los obreros y campesinos son
incorporados a la concepción del pueblo, en el cual todos somos iguales. El igualitarismo de
Madero no permitió destacar la desigualdad, donde la lucha de clases es una constante.

La ideología del villismo

Los fundamentos de la ideología del villismo procedieron de la historia del norte de México y
en particular del estado de Chihuahua. Donde la concentración de la tierra en unas pocas
manos alcanzó una situación escandalosa a finales del siglo XIX, al grado que sin mentir el
terrateniente Terrazas cuando se le preguntaba “¿eres de Chihuahua?” El respondía “no soy
de Chihuahua, Chihuahua es mía”. La contra cara de la concentración de la tierra era un
mundo de campesinos despojados de sus parcelas, que se convirtieron en la base social del
villismo, pues pensaban que poseer una pequeña parte de la tierra les daría de comer. 
La situación de ruptura social del norte del país fue donde se forjó la fuerza de la
personalidad de Pancho Villa, hombre que luchó por sobrevivir en ocasiones hasta como
bandido, esto le dio una esencia revolucionaria desde la base del pueblo. Su forma de ser
tan cercana a la gente provocó una infinidad de odios de quienes no deseaban perder su
posición social frente el levantamiento popular villista, estos sentimientos perduraron
después de la muerte de Pancho Villa, aunque no sólo se trató de un hombre, a su espalda,
a su lado y aún superándolo, está el mito de su División del Norte, un verdadero ejército
popular, que fue construido por los desarraigados del norte, su disciplina resultó impecable,
de temer hasta nuestros días por los poderosos y de admirar por todos aquellos que desean
hacer la revolución.  

La ideología del zapatismo

La ideología de los zapatistas se puede localizar desde lo más profundo de las comunidades
donde nació, pueblos que datan de los tiempos prehispánicos. Ocuparon una serie de tierras
de Morelos y de los estados aledaños, las cuales habían defendido de hacendados desde la
colonia. El despojo de las tierras se aceleró en el porfiriato por la creación de las
plantaciones azucareras, se estaba desintegrando a las comunidades indígenas, pues
buscaban que los hombres abandonaran sus pueblos para trabajar en las haciendas,
mientras perdían sus parcelas frente el avance de la agroindustria del azúcar, que
necesitaba más y más campos de cultivo.

El Ejército Libertador del Sur actuó principalmente como guerrilla, porque tuvo el mayor
arraigo de todos los grupos revolucionarios con la población y hoy en día inspira a otros
movimientos, por ejemplo, al Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN).
La ideología del carrancismo

La identidad del carrancismo correspondió sólo a los marcos políticos, no tuvo un verdadero
contenido social, le hubiera encantado poder realizar la revolución desde las élites, sin tomar
en cuenta al pueblo, aunque esto fue imposible por estar en un contexto movilización de las
masas (Córdova, 1989: 68). Su hombre fuerte fue Venustiano Carranza, un viejo político del
porfiristo, quien se unió al maderista, tras la Decena Trágica logró crear y colocarse al frente
del constitucionalismo.

Es de resaltar, la ideología del carrancismo es básicamente política, aunque su forma de


pensarla conforma la cara opuesta del maderismo. La democracia y las libertades políticas
fundamentales en el pensamiento y la acción de Madero fueron considerados por el
carrancismo como elementos de debilidad. Ahora lo importante era el autoritarismo, que se
usó para crear una organización política fuerte, los reclamos sociales de los soldados debían
ser silenciados y, sí era posible, olvidarlos.
La ideología del magonismo

El magonismo o estuvo presente desde antes de la Revolución en el Partido Liberal


Mexicano, aunque durante los años más conflictivos fue cuando tomó forma su pensamiento
anarquista. Sus principales representantes son los hermanos Enrique y Ricardo Flores
Mogón, quienes crecieron en la clase media y al mismo tiempo hicieron suyos los reclamos
de los campesinos y obreros.
Para 1906, el magonismo buscaba reivindicaciones en lo democrático, las libertades
políticas como el maderismo y, agregaba a sus demandas, dignidad en el trabajo, algunos
elementos comenzaban a figurar como anarquistas.

Sin duda resultaba una vanguardia revolucionaria, aunque desde un poco antes de 1910 y
en especial durante la Revolución, comenzó a plantear cambios radicales. Así, busca la
destrucción del capitalismo y, por consiguiente, de la aplicación de la noción de propiedad
privada que lo acompaña, pues ve en él la causa de todos los males de la humanidad. Los
Estado sirven al burgués, en consecuencia, mientras existiera el Estado un verdadero
cambio era imposible, por lo cual, proyectaron su destrucción.

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