Disfunciones Sexuales

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Disfunciones Sexuales – Deseo sexual hipoactivo –

 
 ¿Qué es una disfunción sexual?
 Deseo Sexual Hipoactivo
 Causas Físicas
 Causas Psicológicas
 Síntomas
 Signos y exámenes
 Tratamiento
 Expectativas (pronósticos)
 Complicaciones
 Prevención
 Novedades: Nuevo Tratamiento

 
¿Qué es una disfunción sexual?
Existe una disfunción sexual cuando se alteran una o más fases de la
respuesta sexual humana: deseo, excitación, orgasmo o resolución, impidiendo
la realización normal del acto sexual de modo satisfactorio para sus actores.
En la fase de deseo se produce a partir de una fantasía sexual el interés, las
ganas de llevar a cabo algún tipo de actividad relacionada con esa fantasía.
La fase de excitación es fundamentalmente vascular, ya que se congestiona la
zona pelviana llenándose de sangre y produciendo la erección en el varón y la
lubricación y dilatación vaginal en la mujer.
El orgasmo es la descarga de la tensión sexual que aumentaba
progresivamente en la fase de excitación, y consiste en una serie de
contracciones musculares coincidente con la expulsión de semen en el varón,
junto con una sensación muy placentera y gratificante.
La fase de resolución consiste en el retorno al estado inicial de todas aquellas
modificaciones que pudieron producirse en los órganos genitales y en el resto
del cuerpo.
Según estadísticas serias, aproximadamente una de cada tres personas y una
de cada dos parejas presenta algún tipo de disfunción sexual tomando como
criterio los estándares acordados por la comunidad científica. Si bien la
gravedad del trastorno varia en cada caso desde un grado leve hasta el grave,
pasando por diversos matices, generalmente se produce algún tipo de dificultad
en el individuo y en la pareja, que depende de diversos factores: el significado
que se le da al trastorno, las interpretaciones que se tejen alrededor del mismo,
el momento evolutivo de la pareja y el tipo de vinculo que se establece, la
calidad de la comunicación, la estima del individuo, las expectativas de solución
y fundamentalmente la información que se posea, entre otros factores.
Cada disfunción sexual puede ubicarse en una o más de las fases de la
respuesta sexual humana señaladas anteriormente.
Cuando el trastorno se da en la fase de deseo nos encontramos con el DESEO
SEXUAL INHIBIDO O HIPOACTIVO, tanto en el varón como en la mujer.
Un 60 por ciento de las parejas que consultan al especialista en sexualidad
humana lo hacen por este tema. Este cuadro consiste en la disminución o
ausencia de fantasías sexuales y de ganas de involucrarse en algún tipo de
actividad sexual.
 
Deseo Sexual Hipoactivo
El deseo sexual y la respuesta sexual del ser humano son procesos muy
complejos, que incluyen estímulos y reacciones tanto cerebrales como
mecánicas. En ellos interviene el organismo en su totalidad, en un proceso
psicosomático que incluye:
• La actividad cerebral
• La actividad hormonal
• La actividad cognitiva.
Ésta última es la que engloba tanto las experiencias sexuales o "aprendizaje"
del individuo como sus motivaciones e intereses en el momento de la respuesta
sexual.
Cuando un eslabón de esta complicada cadena se desincroniza del resto, tanto
el deseo como la respuesta o conducta sexual del hombre o la mujer se ven
afectados. Estos son los problemas de la primera fase de la respuesta sexual:
la fase del deseo. Una persona sana se interesa por la sexualidad, sobre todo
después de llegar a la pubertad. El deseo es más intenso en algunas épocas
que en otras. Disminuye cuando una persona está demasiado absorbida por su
trabajo u otras actividades y aumenta cuando la persona tiene una oportunidad
sexual excitante y cuando está en compañía de una persona que le atrae
mucho.
El deseo puede ser demasiado fuerte o demasiado débil. Se considera un
trastorno el hecho de que el deseo sexual de una persona sea tan intenso que
la sexualidad se convierta en una obsesión o preocupación constante. Este
estado se considera "ninfomanía" en las mujeres y "satiriasis" en los hombres.
En la realidad un instinto sexual excesivo es algo tan infrecuente que puede
considerarse una curiosidad médica.
Es mucho más habitual encontrarnos con personas que no sienten casi nunca
necesidades sexuales; no sienten deseos de salir con personas del sexo
opuesto, no se masturban, no tienen fantasías sexuales y no se excitan en
situaciones sexuales. Hablamos entonces del problema del BAJO DESEO
SEXUAL. Este proceso recibe la denominación de trastorno del deseo sexual
hipoactivo o inhibido. Son muchas las personas que lo padecen, aunque no
todas llegan a una consulta profesional para recibir el diagnóstico adecuado y
la ayuda médico–psicológica que requiera su trastorno. Siendo la esfera de la
sexualidad tan importante para la calidad de vida del ser humano, muchas de
estas personas vivirán insatisfechas e infelices. Debido a la mayor información
y apertura sexual de las últimas décadas, otros pueden acceder a la atención y
su problema es generalmente abordado con éxito.
 

Causas Físicas
Es frecuente el trastorno de del deseo sexual hipoactivo en personas que
sufren una dependencia, como el alcoholismo o los psicofármacos. Muchas
drogas pueden intervenir en el proceso funcional de la excitación y el orgasmo.
Otra de las causas frecuentes es un inadecuado perfil hormonal, en especial un
bajo nivel de andrógenos. La testosterona es necesaria para mantener el deseo
no sólo en el hombre, sino también en la mujer, aunque en ésta los niveles
normales son mucho más bajos.
 
Causas Psicológicas
Aunque a veces el problema puede estar motivado por alguna anomalía
orgánica (carencias hormonales, trastornos endocrinos, insuficiencia renal, etc.)
lo más normal es que el problema obedezca a causas psicológicas como un
bajo nivel de autoestima, estados depresivos, excesivo estrés o ansiedad, una
historia de abusos sexuales o mala relación de pareja por mencionar a algunas.
Esta disfunción requiere un programa de tratamiento más largo y más completo
que otras, aunque el terapeuta en este caso puede ayudarle a descubrir las
causas que motivan dicha inapetencia sexual y a proporcionarte recursos
necesarios para que dicho deseo se vea incrementado.
La pérdida del deseo sexual es considerada por el manual de trastornos
mentales DSM–IV dentro de los "trastornos sexuales y de la identidad sexual",
como "trastornos del deseo sexual". Se enumera así el trastorno llamado:
"Deseo sexual hipoactivo", considerado como la disminución o ausencia de
fantasías o deseos de actividad sexual de forma persistente o recurrente. El
trastorno provoca un malestar acusado o dificultades de relación interpersonal,
y no se explica mejor por la presencia de otro trastorno, ni se debe a los
efectos de una sustancia o a una enfermedad médica.
También podría enmarcarse la pérdida del deseo sexual en los "trastornos de
la excitación sexual".
Cuando siempre ha existido un bajo deseo sexual se lo considera un problema
"primario", y es "secundario" cuando no siempre ha ocurrido. Aún así, hay
permanentes variaciones, por ejemplo aquellas mujeres que experimentan una
falta total de interés en el sexo, pero responden a los estímulos de la pareja y
consiguen excitarse, hasta las que rechazan la relación sexual. En la mujer
aparece como la disfunción más común.
Existe un conocido dicho médico: La función hace al órgano. En este sentido
cabe señalar que cuando por algún motivo la actividad sexual no es estimulada
ni ejercitada, suele retrotraerse el deseo. En este sentido, la pérdida del deseo
sexual, suele aparejar una mayor pérdida, por lo que el circuito se fortalece.
Desde una perspectiva psicoanalítica, cabe la interrogación por los aspectos
singulares de esta pérdida del deseo, por ejemplo cuando una estructuración
subjetiva al modo de la histeria, permite suponer el deseo no en una linealidad
genital (hacer el amor o masturbarse) sino en torno a la generación del deseo
de desear (propio de la estructuración al modo histérico).
 
Síntomas
Es importante que sepamos los síntomas más frecuentes de este trastorno, a
fin de que podamos individualizarlo y llegar a una consulta profesional que nos
devuelva un estado de plena satisfacción.
Por lo general, la persona afectada por el trastorno de deseo sexual inhibido o
hipoactivo siente un marcado desinterés por la actividad sexual. Situaciones
con una alta carga erótica pueden no afectarle en lo más mínimo. En el plano
de la pareja esto puede tener consecuencias importantes. Aunque un buen
número de individuos no acusarán ante su partener esta situación, y seguirán
manteniendo relaciones sexuales que satisfagan a su pareja, ellos sentirán una
gran apatía. En otros casos, la ausencia de deseo y hasta las disfunciones que
pueden aparecer en carácter reactivo (impotencia, dispareunia, anorgasmia)
harán que la actividad sexual de la pareja mengüe y hasta desaparezca, lo cual
lleva generalmente a serios problemas de relación.
En los casos en que la falta de interés sexual se debe a la insatisfacción por la
actual pareja (variante situacional), el individuo podrá conservar deseo por
otros objetos sexuales que puede ser normal o hasta exageradamente intenso.
Cuando el individuo afectado no tiene una pareja estable, el problema puede
perdurar por años, e incluso perpetuarse. En todos los casos, lleva a una
situación de gran insatisfacción personal.
 
Signos y exámenes
Con frecuencia la evaluación médica y los exámenes de laboratorio no revelan
una causa física. Sin embargo, se recomienda verificar los niveles de
testosterona (la hormona responsable de originar el deseo sexual) tanto en los
hombres como en las mujeres, particularmente en aquellos hombres que
presentan deseo sexual inhibido. El examen se realiza mediante una muestra
de sangre que debe obtenerse antes de las 10:00 a.m., momento en el cual los
niveles de hormonas masculinas se encuentran en su punto más alto. Es
probable que la entrevista con un especialista en terapia sexual revele las
posibles causas.
 
Tratamiento
El tratamiento se debe orientar en forma individual hacia los factores que
pueden inhibir el interés sexual y con frecuencia pueden existir diversos
factores.
Algunas parejas necesitarán trabajo de mejoramiento de la relación o terapia
de pareja antes de centrarse directamente en el incremento de la actividad
sexual. Algunas parejas necesitarán un poco de instrucción sobre el desarrollo
de destrezas en la resolución de conflictos y requerirán ayuda para resolver las
diferencias en aquellas áreas no relacionadas con el sexo.
El entrenamiento en la comunicación para hablar a nivel de sentimientos,
mostrar comprensión, resolver las diferencias de tal forma que refleje
sensibilidad y respeto por los sentimientos de ambas partes, aprender cómo
expresar la ira de manera constructiva y reservar el tiempo para las actividades
de la pareja, el afecto y hablar tienden a estimular el deseo sexual.
Muchas parejas también necesitarán concentrarse directamente en la relación
sexual, donde a través de la educación y las tareas de pareja puedan expandir
la variedad y el tiempo dedicados a la actividad sexual. Es posible que algunas
parejas necesiten concentrarse en las formas de poder acercarse sexualmente
a la otra persona de una manera más interesante y conveniente y en cómo
rehusar una invitación sexual de una forma suave y discreta.
Cuando los problemas en la excitación sexual o en la realización del acto
sexual son factores que disminuyen la líbido, se deben tratar estas disfunciones
sexuales de manera directa.
 
Expectativas (pronóstico)
Los trastornos de deseo sexual son con frecuencia los problemas sexuales
más difíciles de tratar, en especial si se presentan en los hombres. Por lo tanto,
se debe buscar asesoría de un especialista en sexo y terapia marital.
 
Complicaciones
Cuando ambas personas presentan un bajo deseo sexual, el tema del nivel de
interés sexual no será problemático en la relación; sin embargo, el bajo deseo
sexual puede ser un barómetro de la salud emocional de la relación. En otros
casos en los que existe una relación excelente y amorosa, el bajo deseo sexual
puede hacer que una persona se sienta herida y rechazada de manera
repetida, lo que lleva finalmente a sentimientos de resentimiento y fomenta un
distanciamiento emocional final.
Para la mayoría de las parejas, el sexo es algo que estrecha los lazos de la
relación o se convierte en algo que separa la pareja en forma gradual. Cuando
una persona está menos interesada en el sexo que su pareja y tal problema se
ha convertido en una fuente de conflicto y desacuerdo, se recomienda buscar
ayuda profesional antes de que la relación se torne más tirante.
 
Prevención
Una buena forma de prevenir el deseo sexual inhibido es reservar tiempo para
la intimidad no sexual con la pareja, ya que las parejas que semanalmente
reservan tiempo para hablar, salir solos a alguna parte y sin los hijos,
mantendrán una relación más estrecha y es más probable que sientan interés
sexual.
Las parejas también deben separar el sexo del afecto, de tal manera que
ninguno sienta temor a ser cariñoso constantemente, temiendo que ello sea
interpretado como una invitación a tener un contacto sexual.
El hecho de leer libros, tomar cursos acerca de la comunicación de pareja o
leer libros sobre masajes también puede estimular los sentimientos de
acercamiento. Para algunas personas, la lectura de novelas o ver películas con
contenido sexual o romántico también les puede servir para estimular el deseo
sexual.
El reservar un "tiempo preferencial" de manera regular antes de sucumbir al
agotamiento, tanto para hablar como para la intimidad sexual, estimulará la
cercanía y el deseo sexual.
 
Novedades: Nuevo Tratamiento
Un estudio publicado en el Journal of Sex and Marital Therapy (2004) describe
que el antidepresivo Bupropion, utilizado en la adicción a la nicotina, puede ser
un efectivo tratamiento del deseo sexual hipoactivo en mujeres –una deficiencia
o ausencia de deseo sexual y de fantasías de mantener encuentros sexuales–.
El deseo sexual hipoactivo (DSH) o deseo sexual inhibido afecta al menos a un
20% de las mujeres y hasta ahora, salvo las Terapias Sexuales, pocos
recursos medicamentosos han resultado eficaces.
Los investigadores reportaron que, un tercio de las mujeres respondieron al
tratamiento, con aumento en la excitación sexual, las fantasías sexuales y el
interés en mantener encuentros eróticos. De acuerdo con el investigador líder,
R. Taylor Segraves, M. D., Ph. D., profesor de psiquiatría en el Case Western
Reserve University School of Medicine and Chair of the Department of
Psychiatry at MetroHealth Medical Center, la respuesta fue observada a las dos
semanas del tratamiento. Al final de las 8 semanas el índice de respuesta
observaba un aumento de la frecuencia de la actividad sexual, el doble de
frecuencia en la excitación sexual y más del doble de presencia de fantasías
sexuales.
Al final del tratamiento casi el 40% reportaron sentirse satisfechas con su
deseo sexual.
"Los resultados del estudio son esperanzadores, especialmente a la luz de la
necesidad de prestarle más atención a este tema" dice el Dr. Segraves. "La
baja libido es una de las más comunes quejas entre mujeres con disfunciones
sexuales. El DSH es una condición que puede causar malestar emocional y
problemas en las relaciones íntimas. Tenemos esperanzas que nuestro
conocimiento de cómo diagnosticar y tratar esta disfunción sexual femenina se
expandirá en la próxima década."
El DSH se caracteriza por una combinación de factores que incluyen la
persistente disminución o ausencia de fantasías sexuales o de deseo por
mantener actividad sexual y puede afectar tanto a varones como a mujeres.
Bupropion fue bien tolerado y no hubo cambios significativos en los signos
clínicos vitales ni aumento de peso durante el estudio que se hizo con mujeres
no deprimidas. Sólo en un 5% de los casos se reportaron insomnio, temblores,
reacciones alérgicas cutáneas.
El clorhidrato de Bupropion está aprobado para el tratamiento de la depresión y
la adicción al tabaco y no produce disfunciones sexuales como otros
antidepresivos y se podría atribuir su efecto favorable en la fase del deseo, en
ambos sexos, a la acción sobre ciertos neurotransmisores como la
norepinefrina y la dopamina.

Vamos a enumerar las disfunciones más comunes con el ánimo de estimular a


las personas a que hagan una reflexión acerca de su sexualidad y de concurrir
a la consulta. Esta debe ser hecha a un profesional psicoterapeuta que esté
especializado en psicoterapia de pareja y sexualidad.

DISFUNCIONES

 Deseo Sexual Inhibido (D.S.I.)


 Deseo Sexual Discordante (D.S.D.)*1
 Ausencia de lubricación
 Disfunción eréctil
o Primaria

o Secundaria

  Excitación discordante*2
 Orgasmo femenino fisiológico
 Anorgasmia
 Ausencia del control eyaculatorio
o Eyaculación precoz

o Eyaculación retardada

 Eyaculación sin orgasmo*3


 Orgasmo sin eyaculación*4
 Frigidez
o femenina

o masculina*5

 Vaginismo
 Dispareunia
 Dolor eyaculatorio
 Resolución displacentera*6
 Evitación de sentimientos, expresiones y actividades eróticas*7

*1 Deseo Sexual Discordante (D.S.D.) Muchas parejas se problematizan por un


deseo sexual diferente cuando lo más esperable son los distintos ritmos o más
actividad erótica en un momento o en otro del día. Sin embargo se puede
tornar en problema cuando esto no lo ven como normal y no saben dialogar y
negociar. Es realmente problemático cuando uno quiere siempre y el otro poco
o nada, en cuyo caso la discordancia del deseo se refuerza cada vez más.

*2 Excitación Sexual Discordante (E.S.D.): déficit de la adquisición del cuidado


propio y el cuidado del otro, se desconoce o hace caso omiso a los tiempos
particulares de la respuesta sexual del otro. La dificultad de un juego mutuo hay
que transformarla en capacidad de cambios personales para ir
acompasadamente con el otro.

*3  Eyaculación sin orgasmo: diferenciando los términos eyaculación y


orgasmo; dado que la eyaculación sería únicamente la emisión del semen, en
un nivel puramente fisiológico sin la sensación del placer orgásmico. Si bien
esto está descrito, muchos hombres que pasan por este "acabar" así no lo ven
como problema y hecha la "descarga" "todo bien", en este caso es un problema
o disfunción. Si pasa de vez en cuando por situaciones determinadas y el
hombre sabe y siente que no "descargó" en forma naturalmente es normal.

*4 Orgasmo sin eyaculación: es común por un sobreesfuerzo de control


eyaculatorio. No es para preocuparse a nivel de salud directamente, la consulta
en este caso es a fin de ver si en la pareja no hay otro tipo de problemática
sexual que está favoreciendo esta forma de orgasmar.

*5 Frigidez masculina: también los hombres padecen de total ausencia de


apetito sexual .

*6 Resolución displacentera: inexistencia de la relajación posterior, pronto


movimiento a la actividad, la persona no se puede quedar descansando en
conjunto.

*7 Evitación de sentimientos, expresiones y actividades eróticas: hay omisión


de componentes básicos del psiquismo y de la sexualidad. Este "enfriamiento"
se vuelve nocivo para la sexualidad, para la pareja y para la salud mental.

Cómo último dato de esta introducción damos dos porcentajes como para
estimular a la consulta, ya que esta es costosa porqué se piensan seres
extraños con una disfunción sexual.
75% de las parejas con problemas maritales presentan problemas sexuales.
Aproximadamente el 60% de las mujeres son anorgásmicas.

Causas
Causas básicas de las disfunciones sexuales
Previamente se tienen que descartar los factores orgánicos que puedan estar
determinando la disfunción sexual. A la vez hay que ir chequeando que otros
componentes inciden en la aparición y sostenimiento del síntoma; es el
momento de detectar, diagnosticar y resolver causalidades psicológicas y de la
relación de pareja.
Como en todo lo lo humano no hay una sola causa. Tanto en la salud como en
la enfermedad intervienen las distintas áreas: física, psicológica y social.
Es una policausalidad, ningún determinante actúa por sí solo.
Por ello una visión y tratamientos integradores son los que pueden resolver las
disfunciones sexuales.
La integración en las psicoterapias sexuales requiere asistir la pareja y sus
múltiples problemáticas; focalizar en la sexualidad y sus problemas teniendo a
mano las formas de resolverlos; detectar para solucionar las particularidades
psicológicas generales y sexuales de cada uno; así mismo es necesario tener
múltiples recursos para complementar distintas técnicas según las
particularidades de la pareja y de cada uno.

Causas psíquicas - vinculares


No hay una diferenciación neta entre ambas áreas. En la pareja y
especialmente en la sexualidad, tanto en lo positivo como en lo negativo, hay
responsabilidades mutuas. Ambos aportan sus características, unas benefician,
otras perjudican, aunque sea uno el que expresa el problema; ambos se
entrelazan, se conjugan, se complementan reforzando las dificultades.
Dificultades que juegan como causas y a veces son, también, consecuencias.
Pueden ser:

 Enfermedades psicológicas importantes, especialmente depresión,


melancolía, esquizofrenia, evitación fóbica, obsesiones, crisis de pánico,
como así también estados de ansiedad, angustia, estrés.
 Conflicto intra psíquico. Dilemas. Culpas.
 Astenia (estado de ánimo decaído) de causa biológica y/o psicológica.
 Intelectualización. La sexualidad se mueve en el campo de las vivencias,
los sentimientos y las sensaciones, estos son los móviles y el terreno en
donde está inmersa la vida sexual, en cuanto comienza a predominar el
razonamiento cualquier fase que esté en juego en ese momento (deseo,
excitación, orgasmo o resolución) queda desplazada y el placer sexual
desaparece o disminuye decisivamente.
 Miedo al “fracaso”. El tomar la sexualidad como un desafío a triunfar o
perder se pone en marcha la ansiedad anticipadora del fracaso. Es lo
más habitual, entonces cualquier una manifestación normal como ser no
controlar el orgasmo, anorgasmia, desaparición de la excitación, etc.,
comienza a poner en juego esta ansiedad e inicia la disfunción.
 Mitos, tabúes, errores cognitivos.
 Dependencia de la opinión ajena, por ejemplo de los ruidos de alcoba o
por hacerse mimos ante otros.
 Ocultamiento de la sensualidad y erotismo ante hijos. Permanencia de la
puerta de la habitación siempre abierta y/o no resguardad la intimidad
dentro de la misma donde nadie puede entrar sin el debido permiso.
 Rechazo del compañero (global o parcial). Hostilidad de uno o recíproca.
Deseo de cambiar radicalmente al otro. Lucha por el poder.
 Falta de confianza en si mismo o en el otro: miedo a no gustar, al
abandono o al ataque...
 Conductas evitativas: el sabotaje sexual.
 Crisis vitales o circunstanciales.
 Intolerancia de la disminución de la sexualidad, ya sea por crisis vitales
(ej. puerperio), crisis circunstanciales (ej. disminución o pérdida de
trabajo) o bien porque se está colocando las energías en otro tema
como ser un examen, un congreso, enfermedad de un familiar.
 Interferencias de terceros: hijos, padres, amigos, amantes, posibles o
supuestos otros, vecinos...
 Miedo al embarazo o enfermedades.
 Coito interrumpido (por anticoncepción u otros motivos).
 Sabotaje (inoportunidad, peleas, actitudes antieróticas, especulaciones).
 Disfuncionalidades en el vínculo.
 Estado de peleas constantes.
 Deudas no saldadas de aquellas cosas del otro que dañaron y que
nunca se terminan de hablar.
 Distorsión en la comunicación.

Causas sociales
Pueden ser:

 Persistencia del patriarcado.


 Tabúes, mitos y dogmas sostenidos desde los distintos grupos sociales
de pertenencia de cada uno.
 Invasión diaria de todos los medios de comunicación que atenta contra
el sostenimiento del erotismo en casa, contra la apetencia por otro o la
autovaloración.
 El culto al físico, la búsqueda de un cuerpo distinto del otro o de si
mismo impulsado desde los grupos de pertenencia, los medios de
difusión.
 La incentivación a poner la mirada en otra parte.
 Campañas que instauran el miedo a las enfermedades y en vez de
recurrir a la prevención desde la salud estimulan la inhibición de la
sexualidad.
 Constante bombardeo de imágenes sexuales de todo tipo.
 Ritmo de vida insano que no deja ni tiempo ni energías para el placer, la
dispersión. el encuentro íntimo, la comunicación larga y tendida.
 Ideologías del todo vale aunque moleste al otro, el vivir solo el hoy, la
egolatría y egocentrismo, las tendencias al éxito y eficacia total.
 Valoración del aspecto físico y la pose en detrimento de las
particularidades humanas y el contacto profundo con el otro.
 La disminución creciente y abrupta de los grupos de pertenencia, de la
comunicación, del poder hablar con amigos.
 Comercialización con la consiguiente propaganda e instauración de que
ello es necesario de distintos “afrodisíacos” o productos que en definitiva
van a mermar el deseo y crear dependencias.

Organicidad

 Tabaquismo

 Alcoholismo

 Ingesta de psicofármacos
 Uso de algunas medicaciones como ser las psicotrópicas, para la
hipertensión, antiulcerosas
 Trastornos de la lubricación, por medicamentos que la alteran o causas
hormonales.

 Drogadicción: desde la marihuana (aunque parezca afrodisíaco), hasta


las drogas mayores.

 Diabetes
 Obesidad

 Hipertensión - problemas vasculares


 Dolores pélvicos

 Esclerosis
 Consecuencias cirugías

 Dialización

 Vaginitis senil

 Patologías musculares, neurológicas, endocrinológicas, u otras que


afectan al pulmón, hígado, riñón, o sistema cardiovascular.
Antecedentes psicosociales (hasta 3 años)
Si bien no son necesarios también son algunos de los factores que
ocasionalmente van a sumarse a las otras causales. Es un parámetro para
visualizar cuan duradero puede ser el efecto de este tipo de acontecimientos en
la vida sexual. Es indicado que cuando suceden estos cambios se haga un
tramo de psicoterapia como para aminorar las consecuencias y poder
expresarlos por su vía afectiva directa.

 Viudez.
 Perdidas significativas.
 Divorcio / pérdida de pareja, separación de cualquier índole.
 Migraciones.
 Despido / miedo de, cambio de empleo.
 Síndromes depresivos.

Por último volvemos a insistir en el criterio de la integración biopsicosocial de


todo lo humano. De las posibles causas mencionadas se pueden dar una, dos
o más de cada área, siempre están presente las tres, hay que tenerlas en
cuenta en su conjunto para el logro de mayores gratificaciones y realizaciones,
para la prevención y para los tratamientos.

Anorgasmia femenina
No es frigidez, es ausencia de orgasmo. Para hablar de anorgasmia esta falta
tiene que ser recurrente, persistir en el tiempo sin modificaciones.

Valeria, 31 años: "comencé las relaciones sexuales con mi esposo (en ese
momento novio) a los 18, había mucha piel y me excitaba bastante, al no poder
alcanzar el orgasmo después de un tiempito lo empecé a fingir. Pensaba que
yo lo iba a solucionar. Ahora a 5 años de casada y con una hija ya ni siento
deseos."

Esta es la bola de nieve de la que hablamos siempre. Es bastante común que


en las primeras relaciones la mujer no tenga orgasmo. El camino del planteo y
ver cómo en conjunto se encuentra el placer compartido se ve trabado. Son
múltiples las causas, y tiene que ver con mitos sociales, con particularidades de
cada uno y con el estilo de relación de la pareja.
Y pasado el tiempo, la sexualidad, en vez de ser placentera es penosa: no
gozar, fingir, quedar mal, etc., por lo que se inhibe también el deseo. Será
cuestión de ver, si no se puede sola -con ayuda profesional- cómo se cambia a
fin de que ambos de la pareja  puedan resolver esta problemática que tiene que
ver con los dos y son los dos partícipes de haber llegado hasta esta situación.

La falta de orgasmo en la mujer se la suele tomar como frigidez y con una


calificación peyorativa de gran dimensión.
Anorgasmia primaria: nunca se ha sentido la sensación orgásmica, no ha
habido orgasmo hasta el momento.

Anorgasmia secundaria: se deja de tener orgasmo en un momento y esto


persiste en el tiempo. Se tuvo el placer orgásmico por cualquiera de los medios
existentes y se ha dejado de tenerlo.

No coincidimos con las demás definiciones de anorgasmia, como 


circunstanciales, absolutas, relativas.
Cuando se deja de tener orgasmo tiene que ver con múltiples factores que son
privativos de cada persona y cada pareja. Este problema solo puede resolverse
de fondo con  cambios integradores. No es adecuado seguir poniéndole más
clasificaciones a la anorgasmia secundaria ya que estas etiquetan de forma
parcializadora poniéndole escollos al cambio.

Si bien el gran porcentaje es de origen psíquico, hay que descartar cualquier


origen orgánico, ginecológicos, endocrinológicos, etc..

Cuando hablamos de origen psíquico nos referimos a los personales y de


pareja, siempre se conjugan ambos.
Causantes familiares y de orden hogareño también se acoplan a la pareja en
esta insatisfacción sexual.

Como toda problemática psíquica es multicausal. No podemos asignarle una


sola causa, la linealidad no es una característica de lo psicológico, y sus
causas están entrecruzadas.

Es posible el reacomodamiento y la solución sin acudir a consulta. Claro que


esto depende de los recursos con que cuente la persona y la pareja. Enfrentar
el problema y no "escabullir al bulto" es primordial.

Cada relación es continuada con culpas y descalificaciones, hacia ella que es


una fría o hacia él que no sabe hacerla feliz. Estos sentimientos pueden ser
dichos o no, pero están y van agravando el cuadro.
Se buscan "soluciones" como fingir el orgasmo, este hacer "como si" de ambas
partes (él tiene registro aunque sea inconsciente) es lo que torna un problema,
que puede ser pasajero, en crónico.
Los miedos de él de que ella busque en otra parte comienzan como una simple
fantasía y llegan a ser ideas atormentadoras.
Estas posiciones hacen que la pareja se vuelque a estériles y desgastadoras
peleas para resolver o bien ignore la cuestión atiborrándose de actividades
ajenas mientras el problema se hace cada vez más severo.
El tomar esta disfunción como una cuestión de la pareja, evita que uno solo
cargue con la responsabilidad y posibilita así que esto se dialogue para
encontrar las soluciones en conjunto.
Se ve como se cambia el sentimiento de culpas a responsabilidad, esto es lo
adecuado, y ambos son los responsables, se complementan con las
dificultades de cada uno, dificultades que se generaron en toda la historia
personal. Un dato importante es que muchísimas veces la anorgasmia
femenina está complementada con la ayaculación precoz o pronta y ninguno de
los dos se da cuenta.

Poder entender cualquier problema sexual como habitual en una sociedad que
la limita, desechar que el problema pasa por que el otro/a no atrae posibilita
que se dialogue para encontrar las soluciones en conjunto.

Eyaculación Precoz (E P)

Dificultades para el control de la eyaculación

Llamada comúnmente Eyaculación Precoz o Eyaculación Prematura, se trata


de una disfunción eyaculatoria que consiste en la dificultad total o parcial del
control de la eyaculación. El hombre no puede captar las sensaciones que le
indican que el orgasmo es inminente y por esto no puede retrasarlo, problema
que suele pasar desapercibido y en muchos de los casos adjudicado a una
gran potencia varonil.

Cuando se hace consciente el problema las consultas y testimonios son


numerosos, varones y mujeres acuden vía Internet o consultorio presencial
para definir de que se trata y que hacer con o bien argumentando varias
causas, en definitiva expresan una reiterada frustración en cada relación
sexual. Nervios y enojos, desesperación y desentendimientos, broncas y
ocultamientos, miedos y elucubraciones, incomprensión y acusaciones,...
... cantidad de sentimientos displacenteros oscurecen la vida sexual que por
naturaleza debería ser placer puro.

En cuanto al tiempo que se demora en eyacular hay variaciones que son


personales y/o de acuerdo a la situación, variaciones que van desde el
comienzo de la fase de excitación a un tiempo después de la penetración,
soliendo ser frecuente en el momento de la misma; la problemática es que al
no poder ser controlada deja a la mujer insatisfecha y el hombre no puede
disfrutar de su orgasmo plena o totalmente.
La Eyaculación Tardía es la otra disfunción de este problema de control
ayaculatorio, siendo su característica la opuesta a la EP.
Los orígenes son múltiples, hay que considerar lo personal y el estado de la
pareja en la sexualidad y en lo general.

Vamos a enumerar algunas sus Causas:

 Sociales
o Mitos y tabúes

o Miedos

o Concepciones patriarcales y machistas.

 Orgánicas
o Hormonales

o Ingestión de fármacos

o Otras

 Psíquicas
o Masturbación inadecuada

o Inicio sexual inadecuado

o Ansiedad, como componente de la personalidad o factores


situacionales
o Miedos

o Psicopatologías como ser depresión.

   Relacionales
o Ansiedades

o Exigencias

o Desvalorizaciones y denigraciones

o Juego sexual inadecuado

o Carencia de tranquilidad y/o intimidad

o Miedos

Las causas sociales pueden existir sin conocimiento de las personas, y aunque
conscientemente se nieguen determinadas ideas o preconceptos, están, se
aprenden desde la cuna, se graban en toda la historia personal y son de mucho
peso.
Por ejemplo, nuestra sociedad de dedica a formar en la idea de que el hombre
es más hombre, más masculino por su rapidez y eficacia en el plano sexual,
esto empobrece o imposibilita el placer mutuo y el placer individual en el juego
erótico.
Esta visión errada sobre rendimiento masculino se extiende también al
momento en que, dada la penetración, sólo pueden dedicarse al resultado final
de su excelente desempeño sexual. Y es así que se pierde la posibilidad de ir
conjunta, tranquila y placenteramente hacia el orgasmo, viviendo, sintiendo,
captando el juego erótico de las fases de excitación y meseta. En caso que se
llegue a la penetración se entra directamente bombeando, siempre “rindiendo a
lleno” sin poder determinar por sí mismo el ritmo llega a una eyaculación
muchas veces sin la sensación orgásmica.

Entre los factores personales cabe destacar la forma en que se ha realizado la


masturbación desde la pubertad. Cuando este importante aprendizaje de la
propia sexualidad se ha dado en forma apurada, con culpas y miedos a ser
encontrado, no se aprende a captar todo ese proceso hasta el orgasmo.

También pesan los comienzos de la sexualidad, realizados en forma


inadecuada, similares a la mastrubación.

Hay muchos factores que se enlazan como un encadenamiento, y el eje sigue


siendo siempre una equivocada formación de la personalidad, especialmente
en lo que respecta a la sexualidad y a la condición de ser hombre. Por lo cual
hay que revisar mas allá de las conductas sexuales.

La EP tiene las características de cualquier otro síntoma, y en este caso es en


la sexualidad donde la persona tiene un problema producido a través de toda
su historia y se expresa en determinadas condiciones personales. Así mismo,
generalmente, se "busca" la pareja que complemente con sus características
estas problemáticas. Aún cuando sea una pareja circunstancial.
Estas condiciones explican el porqué se sigue dando a pesar de cambios de
pareja y porqué se presenta siempre.

Consecuencias

La Eyaculación Precoz tiene varios efectos negativos aún cuando la pareja no


sepa que hay esta deficiencia en el control eyaculatorio. Pueden darse una u
otra, vemos reiteradamente que es un conjunto de consecuencias enlazadas
que interjuegan entre sí. Veamos algunas.

Disminución del placer y calidad del orgasmo en ambos.

Anorgasmia femenina.

Conflictos de pareja. En las parejas estables se complica más esta situación,


tensiones, problemas, desentendimientos, peleas por cualquier cosa generadas
por el displacer sexual hacen cada vez más espaciadas las relaciones y
contactos eróticos... y se cronifican la disfunción sexual en conjunto con la de
pareja y de familia.

Es de destacar por otra parte que ni bien aparece el problema genera cada vez
más ansiedad produciéndose una especie de bola de nieve, y a medida que se
implementan más recursos ineficaces para resolverlo, más se acrecienta el
síntoma.
Por otra parte en las parejas produce, con el correr del tiempo, inapetencia
sexual.

Tratamiento de la Eyaculación Precoz

El tratamiento debe estar a cargo de un profesional psicoterapeuta


especializado en pareja y sexualidad, es a quien le corresponde diagnosticar y
planificar el tratamiento adecuado.
La EP responde a causas psíquicas personales en combinación con
problemáticas de pareja. En un ínfimo porcentaje se acopla al problema alguna
disfunción orgánica, esto es visto rápidamente por el profesional psicoterapeuta
que se especializa en sexualidad y pareja quien en esos casos indica un
chequeo médico para el diagnóstico diferencia. Afirmar que es un profesional
médico el indicado para tratar al Eyaculación Precoz indica que se desconoce
que la sexualidad es una función psicológica, por lo cual los médicos no tienen
herramientas adecuadas para diagnosticar y tratar el grado de compromiso de
la personalidad y la pareja en el problema; en esta patología el médico solo
tiene que descartar, en caso de duda, que la misma esté o no alimentada,
también, por un problema orgánico.

La Eyaculación Precoz trasciende el área orgánica o física. Esto es aún así


cuando suceda con distintas parejas, ya que la pareja no se elige
arbitrariamente, se elige una persona que complementa desde alguna
característica personal las problemáticas propias. O bien se le trasmite a ella
los mismos mecanismos que están basando la EP, por ejemplo ansiedad o
miedo, por lo cual es el funcionamiento de ambos el que produce el problema.
Cualquier disfunción sexual es de a dos, es responsabilidad mutua, siempre y
cuando no responda una causa orgánica. Pues se necesita el aporte de los dos
para las vivencias gratificantes y para las displacenteras también.

Es tarea de un psicoterapeuta especializado en sexualidad y pareja


desentrañar esto conjuntamente con la persona y pareja, en psicoterapia de
pareja e individual. Individual solamente si no es posible la de pareja.

Los tratamientos más difundidos para esta disfunción son cortos o rápidos,
en pocas y contadas sesiones, dos por ejemplo, se logra el control de la
eyaculación, suelen estar sustentados en ejercicios y reflejos condicionados
estipulados pasa a paso por el profesional, la receta de psicofármacos pasó a
ser un complemento de estos tratamientos, lo cual agrava severamente estos
tipos de procedimientos profesionales que producen una y otra vez más de lo
mismo. Estos tratamientos de aspecto mágico son atrayentes, por la solución
fácil y además hace juego con las formas de prontitud, apuro, resolución
inmediata, el control de lo personal no lo puede manejar uno.
La prescripción de psicofármacos es inadecuada: primeramente son recetados
por profesionales foráneos a la psiquiatría, en segundo plano no corresponde a
un diagnóstico psíquico, por otra parte es una solución sintomática (solo
atiende al síntoma) que tapa y confunde la disfunción y por último produce un
cambio biopsicosocial injustificado y con gran posibilidad de que sea
desfavorable.

Actuar solamente sobre el efecto es como recetar analgésicos para dolores


persistentes y crónicos. Estas modalidades de tratamiento son las que llevan a
afirmaciones profesionales como "la eyaculación precoz se controla, no se
cura. Curar significa que el problema desaparece definitivamente y esto no es
posible, ya que la eyaculación es un reflejo y los reflejos no se pueden
suprimir, pero si controlar", es este un ejemplo de que controlada la
eyaculación en forma mecánica o medicamentosa el problema persiste. Si el
hombre y la pareja modifican las modalidades sexuales y las características
personales que llevan a la EP hay cura. Qué ningún hombre está exento a no
controlar en algún momento su orgasmo, haya pasado o no por esta disfunción,
esto es otra cuestión y no significa eyaculación precoz, como un dolor de
cabeza aislado no significa enfermedad.

Los tratamientos de la Eyaculación Precoz deben abordar las


problemáticas de la sexualidad personal y de la pareja.
En caso que sea correspondiente, también deben abordar las
disfunciones de la pareja que impiden la cura.

Los tratamientos adecuados son integradores de la situación general de la


persona y pareja, como así también de la historia que lleva al problema; esto
no indica que el tiempo de tratamiento lleve años. Con nuestras técnicas de
trabajo se va solucionando o aliviando el síntoma con bastante rapidez a
medida que se sigue resolviendo y afianzando los cambios, yendo más a fondo
(en sentido literal y metafórico) en las características y modificaciones.
 
Con un tratamiento apropiado, resolviendo el problema desde sus bases, se
evitan:
- Las soluciones que tapan ese síntoma y producen otro.
- Las soluciones pasajeras, con el consiguiente desaliente cuando reaparece
nuevamente el síntoma.
- Los riesgos de la medicación psicofarmacológica.
- Las dependencias a sustancias, profesionales u otros.
- El efecto decepción que lleva a la resignación.

No es que desechemos las técnicas conductuales. Como de todas formas se


ha formado determinada respuesta sexual mediante conductas erróneas,
también es necesario reaprender en forma conductual algunos pasos.

Al no poder percibir el momento previo al clímax, ese punto en el que  el


orgasmo es irreversible e inevitable una parte del tratamiento consiste en que
se logre ubicar las sensaciones previas de ese momento ya que esta
percepción es el que garantiza el dominio de la eyaculación, pudiendo
retrasarlo voluntariamente.
Por lo cual algunos ejercicios utilizados como complemento de una buena
psicoterapia orientada a resolver la EP son:

1- Lograr captar el punto de inevitavilidad del orgasmo. Hay un momento muy


pequeño en que el hombre siente que el orgasmo ya viene y es irreversible,
que no hay forma de detenerlo. Es una sensación muy particular y hay que
reconocerla.

2- Practicar retrasar este momento antes de que llegue deteniendo, pausando y


disminuyendo el ritmo del bombeo.

3- En las relaciones sexuales jugar penetrando y sacando el pene de la vagina.

4- Penetrar en la vagina con movimientos suaves y no directamente con


bombeo.

5- Orinar reteniendo algunas veces el orín y soltando nuevamente. Fijándose


qué músculos y como se ponen en juego en este ejercicio.

6- Hacer ejercicios con estos músculos en otros momentos.

1 y 2  son indicados especialmente masturbándose.

3 y 4 son técnicas del juego erótico más allá de la resolución de la EP, es decir,
son formas para incorporarlas definitivamente a la vida sexual.

Estos ejercicios deben ser programados terapéuticamente en conjunto con la


persona y/o la pareja, adaptados a las particularidades y equilibrados como
herramientas complementarias de la psicoterapia.
Cuando el himen se convierte en un todopoderoso trastorno

En noviembre de 1998 hemos implementado el término Virginismo definiéndolo


como:

"Perturbación de orden psicológico debida a la necesidad consciente o


inconsciente de mantener la virginidad hasta un momento determinado. Esta
necesidad se vuelve obsesiva, sufren de este padecimiento hombres y
mujeres. Es una obsesión que va más allá de toda explicación real y racional."

Investigaciones realizadas por Psicología Integradora a partir de consultas en


el foro de sexualidad y vía correo-e, más los datos obtenidos en terapias
psicológicas y sexuales nos dieron las pautas necesarias para tomar este
problema como una disfunción, considerándola altamente perjudicial para la
vida sexual, de pareja y para la salud en general. Genera y complementa
disfunciones sexuales como el vaginismo o la impotencia secundaria, refuerza
patologías personales como las fobias, la violencia y las depresiones y da paso
a cuadros de severas disfunciones de pareja.

En esta disfunción EL HIMEN es el dueño y SEÑOR TODOPODEROSO, se


produce un desplazamiento de las Necesidades Básicas de la Sexualidad a
una membranita intrascendente y sin función específica.

El himen es un delgado y frágil tejido que queda como resto del desarrollo de
los genitales femenino cuando se forma el canal vaginal, en el momento en que
las paredes de la vagina se separan queda este trazo como remanente de su
unión y sin funcionalidad alguna. Al ser un eventual comprobante de la
virginidad femenina pasó a cumplir la importante función social de ser un
elemento más de sometimiento a la mujer en una sociedad patriarcal que
necesita que este orden de esclavitud sea mantenido.  
Con el pasar de los siglos los cambios sociales flexibilizan la necesidad de
mantener a la mujer virgen y casta, cambiando este tipo de tradiciones
dogmáticas.
A partir de mediados del siglo XX esta asignación pasa a ser cada vez más
disonante con la evolución social, convirtiéndose en una característica
cualitativamente distinta, pasa a ser solamente patrimonio de comunidades
cada vez más restringidas, en este estado de las cosas el seguir manteniendo
estas posiciones acerca de la importancia de la virginidad se torna enfermizo y
enfermante.

Por su importancia al nivel de patología entendemos que el virginismo merece


su correspondiente diagnóstico y tratamiento.

Para quienes sufren de virginismo lo importante es la existencia o no del himen


y no la existencia del deseo y placer mutuo. Lo importante es el cuidado de que
el himen esté y esté bien sanito y no el cuidado mutuo como personas.
Quienes sufren de virginismo están expuestos a múltiples disfunciones
sexuales y a un estilo de pareja disfuncional y sufriente.
El hogar y la educación de sus hijos centrados en las apariencias y no en las
reales necesidades humanas de bienestar.

Se sufre por:

 haber tenido relaciones sexuales

 no haber tenido relaciones sexuales

 la posibilidad de que su pareja no sea virgen

 que su pareja aún es virgen

El momento adecuado para perder la virginidad es variable, se dice que puede


ser:
   en el casamiento por civil

   en el casamiento por iglesia

   cuando los padres de ella den alguna seña que es momento

   con amor

   con más amor

   con amor después de x edad

   cuando el amado pida una prueba

   cuando el otro amado lo reclame

   si hay temor a perderlo por no entregárselo

   con el anillo de compromiso

   si se tiene ganas

   si todas las amigas ya "lo han hecho"

   para ser la primera

   por ser libre


   por ser transgresora

 y mucho más . . .

Hombres y mujeres que padecen de virginismo tienen mezcladas varias de


estas ideas y mitos y se enredan en un gran lío interno y de pareja, sufriendo.
El Componente Básico de la Personalidad que es el Discernimiento no tiene un
desarrollo adecuado.

Contradicciones e incoherencias en el sentido de pareja son forzosas en el


virginismo. En estas parejas sobre las reglas del juego del dicho al hecho hay
mucho trecho, ellos dicen que sus bases son cooperación, cuidado mutuo,
apoyo para el crecimiento del otro, protección y sostén... sin embargo están
sustentando en la práctica diaria por:
 subordinación y dominio

 desconfianzas, celos y recelos

 violencias

 deshonestidades y estafas

 resolver la vida del otro a gusto propio        

 ...

Desde un sentido de vida y un sentido de pareja la gente sostiene que hay


amor, cooperación, etc. en el virginismo internamente estas afirmaciones son
falsas en tanto la importancia la tiene una membrana y no a una persona. Estos
hombres y mujeres centran en la virginidad la validez, la salud y el bienestar de
la pareja.

Discernimiento deficiente y Sentidos de Vida y de Pareja contradictorios no son


reconocidos como tales. Estas parejas se dramatizan la vida por una cuestión
de virginidad al comienzo y siguen dramatizándose con las reglas de pareja
vimos más arriba.

Llamamos a tomar muy en cuenta esta disfunción y superarla.


A quienes la sufren y a los profesionales de la salud que deben tener en cuenta
la presencia de ella en sus asistidos.
El camino terapéutico consiste en desechar mitos y tabúes, reconstituir el
discernimiento y el

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