Socrates
Socrates
Socrates
Índice
1Biografía
o 1.1Primeros años
o 1.2Educación
o 1.3Matrimonio
o 1.4Vida política y militar
o 1.5Aspecto
2Legado
o 2.1Dialéctica
o 2.2Mayéutica
o 2.3Política
3Obras
4El juicio
o 4.1Muerte
5Fuentes
o 5.1Aristófanes (450 a.C. - 386 a.C.)
o 5.2Platón (424/3 a.C. - 347 a.C.)
o 5.3Jenofonte (425 a.C. - 386 a.C.)
6Sócrates en el arte
7Véase también
8Referencias
9Bibliografía
10Enlaces externos
Biografía[editar]
Primeros años[editar]
Nació en Atenas, donde vivió durante los dos últimos tercios del siglo V a. C.,123 la época más
espléndida en la historia de su ciudad natal, y de toda la antigua Grecia. Fue hijo
de Sofronisco, de profesión cantero, motivo por el que en su juventud lo llamaban Σωκράτης
Σωφρονίσκου (Sōkrátēs Sōfronískou, ‘Sócrates hijo de Sofronisco’), y de Fenáreta,
comadrona, emparentados con Arístides el Justo.678
Según Plutarco, cuando Sócrates nació, su padre recibió del oráculo el consejo de dejar
crecer a su hijo a su aire, sin oponerse a su voluntad ni reprimirle sus impulsos.910 No
obstante, ni Jenofonte ni Platón mencionan esta intervención del oráculo, lo que hace pensar
que pueda ser una tradición popular muy posterior.9
Educación[editar]
Recibió una educación tradicional: literatura, música y gimnasia. Más tarde se familiarizó con
la dialéctica y la retórica de los sofistas. Al principio, Sócrates siguió el trabajo de su padre;
realizó un conjunto de estatuas de las tres Gracias, que estuvieron en la entrada de
la Acrópolis hasta el siglo II a. C.11 Tuvo por maestro al filósofo Arquelao quien lo introdujo en
las reflexiones sobre la física y la moral.12
Matrimonio[editar]
Se casó con Xantipa (o Jantipa), que era de familia noble. Según una tradición antigua,
trataba muy mal al filósofo, aunque en realidad Platón muestra, al narrar la muerte de
Sócrates en el Fedón, una relación normal e incluso buena entre los dos.
Aspecto[editar]
Era de pequeña estatura, vientre prominente, ojos saltones y nariz exageradamente
respingona. Su figura era motivo de chanza. Alcibíades lo comparó con los silenos, los
seguidores ebrios y lascivos de Dioniso.
Platón consideraba digno de ser rememorado el día en que le lavó los pies y le puso
sandalias, y Antifón, el sofista, decía que ningún esclavo querría ser tratado como él se trataba
a sí mismo. Llevaba siempre la misma capa, y era tremendamente austero en cuanto a
comida y bebida.
Desde muy joven, llamó la atención de los que lo rodeaban por la agudeza de
sus razonamientos y su facilidad de palabra, además de la fina ironía con la que salpicaba sus
tertulias con los ciudadanos jóvenes aristocráticos de Atenas, a quienes les preguntaba sobre
su confianza en opiniones populares, aunque muy a menudo él no les ofrecía ninguna
enseñanza.
Legado[editar]
El principal legado de Sócrates es quizá su propia muerte: un filósofo condenado a muerte por
la democracia de Atenas, por introducir nuevos dioses.
La base de sus enseñanzas y lo que inculcó fue la creencia en una comprensión objetiva de
los conceptos de justicia, amor y virtud; y el conocimiento de uno mismo. Sócrates describió
el alma (psique) como aquello en virtud de lo cual se nos califica de sabios o de locos, buenos
o malos, una combinación de inteligencia y carácter.
Asumiendo una postura de ignorancia, interrogaba a la gente para luego poner en evidencia la
incongruencia de sus afirmaciones; a esto se le denominó «ironía socrática», la cual queda
expresada con su célebre frase «Solo sé que no sé nada» (Ἓν οἶδα ὅτι οὐδὲν οἶδα, hèn oîda
hóti oudèn oîda).
A la vez, fue capaz de llevar tal unidad al plano del conocimiento, al sostener que el
conocimiento es virtud y la ignorancia vicio. Su inconformismo lo impulsó a oponerse a la
ignorancia popular y al conocimiento de los que se decían sabios, aunque él mismo no se
consideraba un sabio, aun cuando uno de sus mejores amigos, Querefonte, le preguntó
al oráculo de Delfos si había alguien más sabio que Sócrates, y la Pitonisa le contestó que no
había ningún griego más sabio que él (Apología 21a). Al escuchar lo sucedido, Sócrates dudó
del oráculo, y comenzó a buscar alguien más sabio que él entre los personajes más
renombrados de su época, pero se dio cuenta de que en realidad creían saber más de lo que
realmente sabían.
Filósofos, poetas y artistas, todos creían tener una gran sabiduría, en cambio, Sócrates era
consciente tanto de la ignorancia que le rodeaba como de la suya propia. Esto lo llevó a tratar
de hacer pensar a la gente y hacerles ver el conocimiento real que tenían sobre las cosas.
Creía que todo vicio es el resultado de la ignorancia y que ninguna persona desea el mal; a su
vez, la virtud es conocimiento y aquellos que conocen el bien actuarán de manera justa. Su
lógica hizo hincapié en la discusión racional y la búsqueda de definiciones generales. En este
sentido influyó en su discípulo Platón y, a través de él, en Aristóteles.
Creía en la superioridad de la discusión sobre la escritura y, por lo tanto, pasó la mayor parte
de su vida de adulto en los mercados y plazas públicas de Atenas, iniciando diálogos y
discusiones con todo aquel que quisiera escucharle, a quienes solía responder mediante
preguntas.
La sabiduría de Sócrates no consiste en la simple acumulación de conocimientos, sino en
revisar los conocimientos que se tienen y a partir de ahí construir conocimientos más sólidos.
El poder de su oratoria y su facultad de expresión pública eran su fuerte para conseguir la
atención de las personas. Otro pensador y amigo influenciado por Sócrates fue Antístenes, el
fundador de la escuela cínica de filosofía. Sócrates también fue maestro de Aristipo, que fundó
la filosofía cirenaica de la experiencia y el placer, de la que surgió la filosofía más elevada
de Epicuro. Tanto para los estoicos como el filósofo griego Epicteto, Sócrates representó la
personificación y la guía para alcanzar una vida superior.
Tuvo gran influencia en el pensamiento occidental, a través de la obra de su discípulo Platón.
Aristóteles, discípulo de Platón, señala los dos grandes aportes de Sócrates:
Dos cosas hay que atribuir con justicia a Sócrates, por un lado el argumento inductivo (επακτικοί λόγοι)13
y por otro la definición general (ορίζεσθαι καθόλον) 14
Metafísica M, 4; 1078b 27
Fue el verdadero iniciador de la filosofía en cuanto que le dio su objetivo primordial de ser la
ciencia que busca en el interior del ser humano. El método de Sócrates era dialéctico:
después de plantear una proposición analizaba las preguntas y respuestas suscitadas por la
misma. Esto le convierte en una figura extraordinaria y decisiva; representa la reacción contra
el relativismo y subjetivismo sofista, y es un singular ejemplo de unidad entre teoría y
conducta, entre pensamiento y acción.
Mayéutica[editar]
Privilegió un método, al cual denominó (probablemente evocando a su madre
partera) mayéutica, es decir, lograr que el interlocutor descubra sus propias verdades. La
mayéutica fue su más grande mérito, método inductivo que le permitía llevar a sus alumnos a
la resolución de los problemas que se planteaban por medio de hábiles preguntas cuya lógica
iluminaba el entendimiento. Según pensaba, el conocimiento y el autodominio habrían de
permitir restaurar la relación entre el ser humano y la naturaleza
Política[editar]
Obras[editar]
Estatua de Sócrates en la Biblioteca del Trinity College
Sócrates no escribió ninguna obra porque creía que «cada uno debía desarrollar sus propias
ideas». Conocemos en parte sus ideas desde los testimonios de sus
discípulos: Platón, Jenofonte, Aristipo y Antístenes, sobre todo.
Tampoco fundó una escuela regular de filosofía. Todo lo que se sabe con certeza sobre sus
enseñanzas se extrae de la obra de Platón, que atribuyó sus propias ideas a su maestro, y
describió a Sócrates escondiéndose detrás de una irónica profesión de ignorancia, conocida
como ironía socrática, con gran ingenio y agudeza mental.
Además de los discípulos mencionados, tuvo otros discípulos y oyentes, entre los que pueden
recordarse a Euclides de Megara, Fedón de Elis y Esquines de Esfeto.
El juicio[editar]
Artículos principales: Juicio de Sócrates, Apología de Sócrates (Platón) y Apología de Sócrates
(Jenofonte).
Aunque la causa de fondo para llevar a un juicio a Sócrates, según Jenofonte, fue que este
abrió sus puertas como discípulo a Critias, quien integró el cuerpo político-militar espartano
denominado los Treinta Tiranos, quienes se hicieron con el poder en Atenas tras la guerra del
Peloponeso, y sometieron a la polis a una terrible matanza y vaciamiento económico (por el
lapso de un año). Posiblemente, esto haya sido imperdonable.
La Apología de Platón recoge lo esencial de la defensa de Sócrates en su propio juicio; una
valiente reivindicación de toda su vida. Fue condenado a muerte, aunque la sentencia sólo
logró una escasa mayoría. De acuerdo con la práctica legal de Atenas, Sócrates hizo una
réplica irónica a la sentencia de muerte del tribunal proponiendo pagar tan sólo una pequeña
multa dado el escaso valor que tenía para el Estado un hombre dotado de una misión
filosófica. También se hace mención que Sócrates pidió jocosamente que se lo podría
condenar sencillamente «invitándole a comer en los banquetes comunales», en alusión a que
estos eran deplorables. Tanto una como otra, enfadaron tanto al jurado que este volvió a votar
a favor de la pena de muerte por una abultada mayoría. Los amigos de Sócrates propusieron
pagar una fianza, e incluso planearon su huida de la prisión, pero prefirió acatar la ley y murió
por ello. Pasó sus últimos días con sus amigos y seguidores.
Muerte[editar]
El envenenamiento por cicuta era un método empleado habitualmente por los griegos para
ejecutar las sentencias de pena de muerte. Sócrates fue juzgado y, declarado culpable,
cumplió esta pena en el año 399 a. C.
Murió a los 70 años de edad, aceptando serenamente esta condena, método elegido por un
tribunal que le juzgó por no reconocer a los dioses atenienses y corromper a la juventud.
Según relata Platón en la Apología que dejó de su maestro, éste pudo haber eludido la
condena, gracias a los amigos que aún conservaba, pero prefirió acatarla y morir.
A su muerte surgieron varias escuelas socráticas, ya que sus doctrinas eran interpretadas de
manera diferente por sus discípulos. Así, junto a la Academia platónica, surgieron cuatro
escuelas socráticas menores: la cirenaica, la cínica, la de Elis y Eretria y la megárica.24
Platón no pudo asistir a los últimos instantes y estos fueron reconstituidos en el Fedón, según
la narración de varios discípulos. Aquí está el paso que describe los síntomas:
La muerte de Sócrates. Óleo de Jacques-Louis David de 1787.
Él paseó, y cuando dijo que le pesaban las piernas, se tendió boca arriba, pues así se lo había
aconsejado el individuo. Y al mismo tiempo el que le había dado el veneno lo examinaba cogiéndole de
rato en rato los pies y las piernas, y luego, apretándole con fuerza el pie, le preguntó si lo sentía, y él dijo
que no. Y después de esto hizo lo mismo con sus pantorrillas, y ascendiendo de este modo nos dijo que
se iba quedando frío y rígido. Mientras lo tanteaba nos dijo que, cuando eso le llegara al corazón,
entonces se extinguiría.
Ya estaba casi fría la zona del vientre, cuando descubriéndose, pues se había tapado, nos dijo, y fue lo
último que habló:
—Critón, le debemos un gallo a Asclepio. Así que págaselo y no lo descuides.
—Así se hará, dijo Critón. Mira si quieres algo más.
Pero a esta pregunta ya no respondió, sino que al poco rato tuvo un estremecimiento, y el hombre lo
descubrió, y él tenía rígida la mirada. Al verlo, Critón le cerró la boca y los ojos.
Este fue el fin, Equécrates, que tuvo nuestro amigo, el mejor hombre, podemos decir nosotros, de los
que entonces conocimos, y, en modo muy destacado, el más inteligente y el más justo.
Fedón 117e-118c.25
Fuentes[editar]
Dado que Sócrates no escribió ninguna obra, nos podemos acercar a su figura por medio de
cuatro fuentes: