Efesios 5
Efesios 5
Efesios 5
“Porque en otro tiempo erais tinieblas, mas ahora sois luz en el Señor; andad como hijos
de luz (Ver 8)”
Como hijo de luz mis acciones debieran reflejar mi fe. Debo llevar una vida moral de modo
que refleje la bondad de Dios en favor de otros. En este segmento, el apóstol Pablo nos
de algunas implicaciones de lo que es vivir en la luz:
El vivir en la luz implica que debo imitar a Cristo y amar a los demás (ver 1-2). Así como los hijos
imitan a sus padres, también debo imitar a Cristo. Su gran amor lo condujo a sacrificarse
por mí de manera que pudiera vivir. Mi amor por otros debiera ser de la misma clase, un
amor que va más allá del afecto, a un servicio de auto sacrificio.
El vivir en la luz implica mantener limpio mi corazón y llevar una vida moral (ver 3), por lo
tanto, no debo permitir la inmoralidad sexual en mi vida, ni siquiera debo hablar de
pecados sexuales, impurezas o indecencias, ni siquiera avaricias o ambiciones exageradas.
El vivir en la luz implica tener un correcto y limpio vocabulario (ver 4). No aceptar las
obscenidades o las vulgaridades así estas sean tan comunes. La advertencia de Pablo,
indica que el vocabulario perverso no será parte del diálogo cristiano porque no refleja la
presencia de Dios en nosotros. ¿Cómo podemos alabar a Dios y recordarle a los demás
sus bondades cuando nos dedicamos a hablar en forma liviana?
El vivir en la luz implica no dejarme influir del mal proceder de los demás ni mucho menos
hacer lo que ellos hacen (ver 5-7). Pablo no prohíbe el contacto con los inconversos.
Jesús enseñó a sus seguidores a ser amigo de pecadores para conducirlos a Él. Más bien
Pablo se refiere a pasar por alto o adoptar la forma de vida de quienes se amparan en
excusas para conductas negativas y trasmitirlas a otros mientras están en la iglesia o
fuera de ella. Ese tipo de personas pueden contaminar con rapidez la iglesia y poner en
peligro su unidad y propósito. Debo ser amigos de los incrédulos si voy a guiarlos a Cristo,
pero debo actuar con cautela con los viciosos, inmorales o los que se oponen a todo lo
que el cristianismo postula. Esa clase de personas tienden más a influir en nosotros con lo
malo que lo que podamos hacer para influir en ellos con lo bueno.
Vivir en la luz implica defender lo bueno y denunciar lo malo (ver 10-13). Es importante
evitar "las obras infructuosas de las tinieblas" (todo placer o actividad que derive en
pecado), pero debo ir un poco más allá. Pablo nos instruye a reprenderlos y denunciarlos
ya que a menudo nuestro silencio puede interpretarse como aprobación. Dios necesita
personas que defiendan lo bueno. Dondequiera que esté, debo hablar con amabilidad de
lo que es bueno y verdadero.
Vivir en la luz implica estar despiertos (ver 14), es decir, tener una actitud activa y
diligente en las disciplinas espirituales y la obra de Dios. Pablo apela a los efesios a que
despierten y se den cuenta de la condición peligrosa en la que algunos duermen. Esto es
un llamado para mi también, a no entrar en el adormecimiento y letargo, sino a estar
despierto y vigilante.