Monografia de Mineria General

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UNIVERSIDAD NACIONAL JORGE

BASADRE GROHMANN
FACULTAD DE INGENIERIA

ESCUELA ACADÉMICO PROFESIONAL DE INGENIERIA DE


MINAS

LA MINERIA EN LA EPOCA
DEL INCANATO Y EN EL
VIRREINATO

DOCENTE: ING. JULIO VARGAS PANIAGUA

ALUMNO: FABRICIO ALEXANDER SANTANDER ALCALÁ

CODIGO: 2016-101022

CICLO: II CICLO

TACNA – PERÚ

2018
DEDICAT
ORIA

Este trabajo está dedicado a Dios quien me ayudo a llegar hasta este punto en mi
formación profesional, a mi madre quien me inculco todos los valores con los que
me forme como persona y que fue quien siempre me apoyo en todos los
momentos de mi vida en todos los éxitos y las dificultados y que en todo
momento me mostro siempre su cariño, a mi tío Carlos quien siempre está
preocupándose por mí y alentándome a ser mejor cada dia y a todos mis
compañeros de ingeniería de minas con quienes compartiré buenos y malos
momentos y que me acompañaran a lo largo de esta carrera.

Fabricio Alexander Santander


INTRODUCCIÓN

La labor de la minería en el Perú es una de las principales fuentes de ingreso para


la economía del país ya que aporta un 20% de los ingresos fiscales, contribuye
alrededor del 15% Producto Bruto Interno PBI nacional y el 60% de las
exportaciones ya que el Perú es un país rico en yacimientos minerales

La minería se desarrolla en el Perú desde épocas inmemoriales, muestra de ello


son las piezas de orfebrería y ornamenta que utilizaban las autoridades de las
distintas culturas preincaicas e incaicas ya que estos poseían un excelente dominio
en la extracción y el tratado de los minerales para su época, mostrándose desde
este entonces el gran conocimiento de la minería en la historia del Perú.

En la colonia durante los primeros años de dominación y hasta mediados del siglo
XVII, no hubo prácticamente trabajos mineros, salvo por el casual descubrimiento
de Potosí, luego de lo cual se intensificaron las labores mineras ya teniendo
conocimiento de la vasta riqueza que había en el Perú, explotando las habilidades
de los habitantes de estas zonas.

En la República, se inicia la explotación del guano y el salitre antes de la guerra


con Chile. Posteriormente, una pléyade de ingenieros egresados de la Escuela de
Ingenieros Civiles y de Minas de Lima, junto a un grupo de profesionales
peruanos y extranjeros, hicieron comprender la necesidad de la técnica para iniciar
una nueva etapa de la minería.
ÍNDICE
DEDICATORIA………………………………………………………………….1

INTRODUCCION…………………………………………………….…………..2

CAPITULO I: LA MINERIA EN EL INCANATO…………………………...4

LAS MINAS INCAICAS…………………………………………………………5

METALES Y MINERALES EMPLEADOS POR LOS INCAS………………....7

PROCESO DE EXPLOTACION DE LOS MINERALES……………………….9

TECNICA DE FUNDICION…………………………………………………….11

MINAS DEL TAHUANTINSUYO……………………………………………..13

CAPITULO II: LA MINERIA EN EL VIRREINATO………………………17

LA MINERIA EN LA EPOCA COLONIAL Y REPUBLICANA…………...…18

FIN DE LOS BUSCADORES DE TESOROS……………………………….…20

PRINCIPALES MINERALES EXPLOTADOS………………………………...21

YACIMIENTOS MINEROS………………………………………………….…23

EL AZOGUE Y EL MÉTODO MEDINA………………………………….……24

LA RUTA DEL AZOGUE Y PRINCIPALES YACIMIENTOS……………..…25

CAMBIOS EN LA MINERÍA………………………………………………..…26

MITA MINERA…………………………………………………………………27

MITA DE FALTRIQUERA…………………………………………….….……27

EFECTOS DE LA MINERÍA……………………………………………………28

CRISIS MINERA………………………………………………………………...28

CONCLUSIONES…………………………………………………….…………29

ANEXOS…………………………………………………………………………30
CAPITULO I

LA MINERIA EN EL INCANATO
LAS MINAS INCAICAS

El Imperio Incaico era, desde el punto de vista industrial. antes que nada, agrícola;
algo más, como consecuencia de esta modalidad económica, su organización
social y su régimen político estaban grandemente influenciados y orientados hacia
aquel carácter. En comparación con el desarrollo de la agricultura, la minería
ocupaba un papel muy secundario en la vida económica del Estado; y se puede
afirmar que su rol era nulo, en este aspecto de las actividades incaicas, pues los
metales no eran empleados sino en la fabricación de objetos ornamentales,
principalmente; en la de armas, en segundo lugar; y en la de algunas herramientas
y útiles industriales, en mucho menor escala. La industria minera, que es usual
dividirla en los dos grandes capítulos de extracción de minerales y metalurgia, no
tenía por consiguiente, mayor importancia en el incanato. Emplazada así la
minería en el campo industrial de nuestros antepasados.

Luego de la conformación del Tahuantinsuyo, el Inca tomó el poder y se instauró


una administración minera de la cual se pueden mencionar los siguientes puntos:

 Fueron asignadas áreas de explotación.


 Se propuso el criterio de propiedad y usufructo de los recursos obtenidos.
 El trabajo minero y metalúrgico se dividió en categorías.
 Se vigiló la seguridad del producto resultante.

La producción de metales durante la época incaica se caracterizó principalmente


por el uso del cobre, la reducción del mercurio (descubrieron que era dañino para
la salud)[  y la aleación del bronce. Se estima que la mayor producción de oro
provenía de la explotación de las gravas auríferas en la Cordillera de los Andes y
de la llanura de la Selva. Gracias a la extracción del oro y las aleaciones hechas
con plata y cobre permitió que los Incas lograran obtener un producto muy similar
al platino.

El Tahuantinsuyo poseía una gran cantidad de minas de oro las cuales fueron
explotadas eventualmente.

La mita ayudó en gran escala al reclutamiento de hombres para la extracción de


minerales. Dichos mineros tenían nombres especiales: Mitimaes (en la Sierra) y
Cori (en la Costa).

Los Incas dedicaron mucho tiempo y esfuerzo a la extracción de minerales, para


lo cual tuvieron que desarrollar trabajos de ingeniería a nivel subterráneo, aunque
en muchos casos los minerales se extraían de una zona superficial.

Vamos a resumir en cortos párrafos lo que nos ha parecido más importante como
introducción a la enumeración de las minas pre-colombinas que es el principal
objeto de este estudio.
METALES Y MINERALES EMPLEADOS POR LOS INCAS

Los .metales principales, eran los usados en la fabricación de objetos


ornamentales, y entre estos, especialmente, el oro y la plata.

Debemos mencionar, que como una de las aplicaciones del oro metálico, la
circunstancia de que en ciertas regiones del Tahuantinsuyo se servían de aquel
metal para pagar sus tributos. Así, por ejemplo, es cosa aceptada por los
historiadores chilenos, y los mineros de la misma nacionalidad, que la región del
norte de su país, especialmente la de Copiapó, llamada en la época Copayapu,
tributaba al Inca, entre otros productos, oro metálico, y se asegura que cuando
Almagro se encaminaba hacia Chile encontró el convoy que llevaba dicha
tributación, formada por diversas piezas, objetos y trozos del codiciado metal.
También se empleaba el cobre en algunos artículos de adorno; pero el uso de este
metal se hacía, principalmente, en la fabricación de armas y herramientas. Para el
modelado de herramientas se agregaba al cobre un pequeño porcentaje de estaño,
que le daba un temple especial, cuyo secreto se ha perdido. La aleación así
constituida se ha llamado bronce peruano. Conocieron además el plomo, que
obtenían en la fundición de los minerales argentiferos que llamaban suruchecs;
pero no le hallaron mayor utilidad. Tuvieron conocimiento, igualmente del
azogue; pero este metal no tuvo, en sí, aplicación industrial alguna.
Esto en cuanto a los cuerpos mencionados en su estado metálico; pues los
antiguos peruanos conocieron y e~plearon los siguientes minerales. Como
ofrendas en los sacrificios se usaban los siguientes, segúr;¡ Tschudi ( 1891):
L'ah'sa, cardenillo en polvo fino. Paria, cinabrio obtenido en las minas de azogue.
Pinso, sulfuro de cobre, que se presentaba a menudo reducido a polvo; la
atacamita (óxido de cobre) se designaba también con este nombre. En la Colonia
se conocían con el nombre de ''piedras del Inca", a los trozos de pirita, y al
respecto el Abate Malina en su Historia y Geografía de Chile ( 1788) dice que se
afirmaba erróneamente, en su época, que estas piritas fueron tan raras que ya no se
les encontraba sino en los sepulcros de los aborígenes, lo que no era cierto para
Chile, pues en este país eran muy abundantes, especialmente sobre. un monte muy
elevado de la provincia de Quillota llamado Campana, y donde eran conocidas
igualmente. con el nombre de "piedra del Inca".
PROCESO DE EXPLOTACION DE LOS MINERALES

Fueron muy rudimentarios los procedimientos de explotación de las minas.


Consistieron, principalmente, en la perforación de socavones o túneles bastante
superficiales, pues no alcanzaron los incas a poner en práctica ningún sistema de
agotamiento o de evacuación de las aguas subterráneas. Realmente las
perforaciones no se profundizaron más allá del alcance de la luz natural.

Según la descripción de Pedro Sancho ( 1534), quien fué uno de los secretarios de
Francisco Pizarra:

"Están las minas en las cajas de un río a la mitad de la altura, hechas a modo de
cuevas, a cuya boca entran a escarvar la tierra y la escarvan con cuernos de ciervo
y la sacan fuera con ciertos cueros cocidos en forma de sacos o de odres de pieles
de ovejas". En algunas regiones peruanas, a estos cuernos les llaman parosgos, y
son los que se encuentran como herramientas en las labores antiguas; hallándose
también diferentes huesos y piedras usadas como martillos, denominadas collotas.
Todo esto como equipo minero.

Según el Padre Calancha ( 1638), se llamaban: chuqui a las minas de oro; coya, a
las de plata; y carpa, a las de cobre y demás metales. Nuestro filólogo Carranza
ofrece los siguientes términos característicos de la antigua minería peruana:
choque, mineral de oro y plata; huillca, sal de plata; champi mineral de cobre y
estaño, y también aleación de plata y oro; huari mineral de piedra brillante; llipta,
plata muy rica; yauli, mineral de cobre y plata.

Los aborígenes conocieron el medio de extraer el oro de las arenas •de los ríos y
depósitos de aluviones; usando para separar las partículas de oro metálico,
zarandas y bateas muy semejantes a las que se emplean en el día, y que llamaron
huayrachinas. En la toponimia de nuestro país figuran muchos lugares
denominados cori-huayrachina, que significa "lugar donde se avienta o aire~ el
oro", o. en otros términos, lugar donde se laborea el oro. Trascribimos, otra vez,
un párrafo de Pedro Sancho, en el cual nuestros mineros reconocerán
inmediatamente la descripción de un lavadero de oro: "el modo con que lavan, es
que sacan del mismo río una vena de agua, y en la orilla tienen puestas ciertas
losas muy lisas, sobre las cuales echan la tierra, y echada sacan por una canaleja el
agua de la vena que viene a caer encima y el agua se lleva poco a poco la tierra, y
se queda el oro en las mismas losas y de esta suerte lo recogen". En cuanto al
cinabrio, los indígenas lo extraían atacando las rocas menos duras, como las
areniscas, por medio de herramientas hechas de piedras mucho más duras.
Desgastaban las rocas calcáocas y conglomerados en los sitios que contenían
cinabrio, friccionándolas, pues se observa en algunas partes la roca del cerro
horadada a semejanza de morteros alargados. Digamos ahora cómo se explotaba
la brea, o alquitrán natural de petróleo.

Cerca de los depósitos naturales, todos ellos en las vecindades del mar, conocidos
por el afloramiento del producto a la superficie del terreno, se ejecutaban varias
excavaciones. algunas de ellas de cerca de cien metros de longitud, que se
profundizaban hasta alcanzar agua salada, sobre cuya superficie flotaba la brea
procedente de las exudaciones petrolíferas que en forma lenta y continua .manaba
de las paredes de esas fosas. de consistencia tan espesa que una piedra arrojada
sobre su superficie quedaba a flote. A esta masa, periódicamente se le espumaba y
separaba para espesarla aún más, calentándola a fuego lento dentro de unas vasijas
de barro cocido, con el fin de evaporar el aceite liviano. hasta que se obtuvi'era )a
consistencia deseada. permitiendo en seguida que se solidificara. En esta forma
era usada la brea por los indios. Como exponente de la gran actividad habida en la
preparación de este producto. se han conservado, hasta nuestros días, montículos,
que alcanzan a veces tres metros de altura, formados por los abundantes restos de
ollas empleadas en el calentamiento. Esta brea fué llamada cope o copey.
TECNICA DE FUNDICION

Los habitantes del antiguo Perú emplearon exclusivamente en su técnica


metalúrgica los métodos de fundición. Los minerales de plata eran tratados en
unos pequeños hornillos de barro, denominados huayras. Las huayras eran
portátiles, de sección circular, de forma parecida a la de nuestras macetas de
flores, o sea más anchos en la boca que en la base; tenían cerca de un metro de
alto, unos 30 cm. en la base y 50 cm. de diámetro en la boca. Como hemos dicho,
eran de barro, de unos dos a tres centímetros de grueso, y estaban perforados con
numerosos agujeros para la entrada del aire; delante de estos agujeros el hornito
tenía unas repisas u orejeras. en las que se colocaba carbón para que el aire que
ingresaba al horno fuera caliente. Llenaban las huayras con carbón de palo hasta
cierta altura, y encima ponían el mineral que al fundirse iba goteando en una
cazuela de barro crudo, donde se formaban los tejos, que después se refinaban.
Los hornitos eran portátiles para subirlos o bajarlos, en las laderas de los cerros,
de acuerdo con la intensidad del .viento. Los usaban en gran número, como
consecuencia de su pequeña capacidad; en los asientos metalúrgicos se contaban
por millares. Los españoles siguieron usando las huayras en los primeros años de
la Colonia y cuando el Virrey Toledo hizo su visita a Potosí (que no fue explotado
en época incaica), en 1571, ordenó contar las huayras del famoso mineral.
encontrándose que eran 6,600. Para la refinación de fa plata se usaban otros
hornitos que eran de forma un poco diferente, denominados tocochimbos o
toccochimpus, los cuales eran parecidos a los actuales hornos de panadería.
Tenían un metro de diámetro, aproximadamente, y dos puertas: una pequeña para
la entrada del aire, y en frente otra grande para introducir la mufla, la cual era en
forma de medio cilindro perforada con muchos agujeros.

Entre la pared de la mufla y la del horno quedaba un espacio de 20 a 30 cm. que


se llenaba con carbón, el cual se echaba por un hueco que tenía el horno en la
parte superior y que se cerraba con un tapón de barro cocido. Los minerales de
cobre se fundían en hoyos practicados en el suelo, o en crisoles de tierra ácida, en
los que las especies oxidadas eran reducidas por el carbón de palo alimentándose
el aire soplándolo con largos canutos de cobre. También, para esta metalurgia. se
empleaban huayras. Para sublimar el cinabrio empleaban unos tubos de barro
cocido, abiertos en uno de sus extremos y cerrados en el otro, que colocaban en
fila, varios de ellos, sobre un canal que servía de hornilla y que calentaban con
paja, después de poner el mineral dentro y de taparlos herméticamente con otros
tubos en los que ~e condensaba el azogue. Las escorias eran llamadas panti; y los
minerales eran molidos previamente sobre grandes piedras que los indios
llamaban maran y maraes, los españoles.

Huayras
MINAS DEL TAHUANTINSUYO

Aconquija

La Sierra de Aconquija es una cadena de montañas, del sistema de los Andes, que
forma casi el límite entre las actuales provincias de Catamarca y Tucumán, de la
República Argentina. El "clavillo de Aconquija" se encuentra aproximadamente a
27° de latitud S, y es notable, como lo dice Bueno, por sus nieves perpetuas;
aparece en todos los mapas regionales y textos geográficos contemporáneos.

Ananea

Nombre de unos cerros nevados al este de Azángaro, en el departamento de Puno,


y en cuyas faldas se han encontrado, en época contemporánea, muchas minas
derrumbadas, de oro, que fueron trabajadas por los antiguos peruanos.

Ancoripa

Cerro del distrito de Sancos, de la provincia de Lucanas del departamento de


Ayacucho, en el que se encuentran minerales de oro bajo. Tr11bajado a tajo
abierto en tiempo de los incas.

Antamina

Los siguientes datos son debidos, principalmente, a Raimondi ( 1873). Antamina


es el nombre de un mineral situado en las alturas del pueblo de San Marcos,
distrito de Chavín, provincia de Huarí del departamento de Ancash. En este
mineral, entre otras, se encuentra una mina llamada Taco, la cual fue trabajada por
los antiguos indios, en una época anterior a la Conquista. Esta mina fue explotada
por plata; pero anta significa, en quechua, cobre, y, efectivamente, en los
minerales extraídos de aquella se encuentra proporción apreciable de este metal.
Atacama

Créese que la provincia de Atacama fué el centro principal para la producción del
cobre, y que el .mineral beneficiado era la atacamita u óxido de cobre. En la
región se han localizado minas de cobre, con restos de huayras, en los que se han
hallado residuos de cobr.e y escorias. Hasta hace pocos años se podía ver el cerro
de Chuquicamata acribillado por pequeñas cavidades llamadas llamperas, donde
el hallazgo de herramientas de piedra condujo a caracterizar antiguas
explotaciones pre-hispánicas. Se asegura, también, que los incas buscaban
esmeraldas en el desierto de Atacama.

Calama

Según el profesor Latcham ( 1911). en las .minas trabajadas por los incas en
Calama se han hallado capachos de cuero de lobo de mar, con el pelo, tales como
se continúan usando en las minas, de la región, en la actualidad.Por Calama
pasaba el camino incaico que cruzaba Chile, por la costa. Hoy Calama. es un
pueblo chileno en las márgenes del río Loa.

Capacirca

Nombre de una reg10n y de unos cerros de la actual provincia Bustillo, del departamento
de Potosi, en Bolivia. donde existieron explotaciones, por oro, en tiempos incaicos.

Caqwaviri

En una antigua Relación sobre la Provincia de los Pacajes, de 1583, encontramos la


información de que en el pueblo de Caquiavire existían "minas de tierras de colores".

Caquiavire era un pueblo incaico que servía de cabecera o capital a la región que
los españoles llamaron provincia de los Pacajes. Estaba en el camino de
Hurcosuyo. que era uno de los que contorneaba el Lago Titicaca. Según Garcilaso,
que llama al pueblo Cac-yaviri. fué conquistado por el Inca Maita Cápac.
Cerro Azul

Se asegura que en tiempos incaicos, en el Cerro del Oro, cerca de Cerro Azul. se
extraía· oro metálico en escamas y en trozos del tamaño de munición.

Coñajagua

Es el nombre de una mina que se da como probablemente explotada en tiempos


pre-colombinos. Se encuentra a unos 6 km. al este de Santa Rosa en el
departamento de Tarapacá. Se cree que es a este mineral al que se refiere el
Cronista Herrera en sus Décadas (1726).

Oraro

En el acta de la fundación de la Villa se establece literalmente que las minas de


Oruro fueron trabajadas por los incas: pero éstos no solo explotaron las minas de
plata de la región sino, también, algunas vetas de oro.

Pariacaca

La opinión local señala la mina de este nombre como explotada en tiempo de los
incas. La mina se halla en la jurisdicción del distrito Huañec, de la provincia de
Yauyos del departamento de Lima.

Patinza

Se asegura que la mina del puente Patinza es de época incaica Se halla en la


jurisdicción del pueblo de Allauca. distrito de su nom· bre. provincia de Yauyos.

Pucará

Pueblo del distrito de su nombre, de la provincia de Lampa del departamento de


Puno, que presenta un gran peñasco que domina la población, y cerca del cual
existen algunas minas del tiempo de los incas, según Raimondi.
Salpa

La tradición asegura que de la mina El Sollamo, del distrito de Salpo, salió oro
para el rescate de Atahualpa, así como antes había producido oro para los chimús.

Taconi

Lugar boliviano en el que se asegura que existen todavía las huellas de los
trabajos pre-hispánicos de explotación de oro.

Tarapacá

En los primeros años de la Conquista se extraía plata de esta región,


conservándose el nombre de los españoles que explotaron los yacimientos
incaicos. Dice Cabeilo Balboa en su Historia del Perú ( 1586) que el Inca
Yupanqui, sucesor de Viracocha, fué quien descubrió las minas de Tarapacá.

Yanacancha

Se asegura que en la provincia de Canta, entre Santa Cruz y Santa Catalina, en las
minas de carbón que se encuentran cerca de Yanacancha, se han constatado
perforaciones de época pre~colombina.
CAPITULO II

LA MINERIA EN EL VIRREINATO
LA MINERIA EN LA EPOCA COLONIAL Y
REPUBLICANA

La minería fue la actividad económica que más impulso tuvo en la colonia, pues
cualquiera podía echar a andar una mina siempre y cuando entregase la quinta
parte de sus ganancias a la corona española. 
El comercio, la agricultura y la ganadería se vieron consolidados y fortalecidos
con la medida tomada por Bucareli, así como otras áreas como manufacturas y
artesanías. 
La topografía, el aislamiento y la pobreza de las tierras antioqueñas indujeron a
los españoles y a sus descendientes a dedicarse a la minería. Los españoles
obtuvieron concesiones reales de minas, las cuales se explotaron con los pocos
indígenas que sobrevivieron a la masacre de la conquista.

Los conquistadores españoles ocuparon el territorio habitado de la actual


Colombia y despojaron de su oro a los indígenas, a comienzos del siglo XVI.
Cuando terminó esta etapa, muchos de aquéllos se fueron a los ríos y quebradas
que los nativos les señalaron, a lavar sus arenas para obtener el preciado metal en
sus fuentes naturales. Así nació la minería en nuestro país. Los gobiernos de la
colonia trajeron la legislación minera que regía en España desde la Edad Media y
la impusieron, al menos formalmente, a la actividad minera de estos territorios.
Los ríos en Colombia, que nacen en las tres cordilleras, estaban entonces cargados
de oro y plata en gránulos dispersos en sus arenas rivereñas y en el limo de su
fondo. La "batea" o "cuna" era suficiente para que un español o un mestizo con
resistencia física, ambición y tesón suficientes dedicara años a este trabajo y para
que, eventualmente, llegara a enriquecerse, si es que un accidente, una
enfermedad o una víbora, no terminaba antes con su vida. En unos pocos sitios del
Nuevo Reino de Granada hubo minas de socavón, y ellas se explotaban de la
manera más rudimentaria. Durante tres siglos y algo más, la minería neogranadina
trabajó de esta forma simple y primitiva, en unos casos en "reales de minas" que
eran propiedades del lejano rey de España, y en otros casos en minas de
particulares, quienes debían entregar al gobierno virreinal un 20 % de su
producido (llamado "el quinto real") para ser enviado a la metrópoli.

Cuando la mano de obra indígena se agotó debido a la mortalidad, España


autorizó la traída de negros africanos que llegaban a Cartagena. Allí eran vendidos
a sus nuevos amos que los llevaban a las respectivas regiones mineras donde se
les requería: Antioquia, el Chocó, el alto Cauca y el valle del Patía. Otras áreas
mineras que funcionaron en esos siglos en otras regiones, como los actuales Huila,
Tolima y Santanderes, trabajaban con mano de obra indígena o mestiza por el
antiguo sistema de la mita. Durante tres siglos largos el actual territorio
colombiano produjo oro y lo envió a España a razón de tres, cuatro o más
toneladas métricas por año. A lo largo de ese tiempo no se realizó ninguna
innovación tecnológica en la minería neogranadina. Esta tecnología contaba
solamente con la mano de obra esclava, algunas herramientas de hierro y la
pólvora negra como medios de producción.
FIN DE LOS BUSCADORES DE TESOROS

A medida que se establecía la administración virreinal, la posibilidad de encontrar


y saquear tesoros fue llegando a su fin. Si bien fue cierto que se siguieron
organizando expediciones con el objetivo de hallar las míticas ciudades de oro,
estas nunca se encontraron. Lo que hallaron los viajeros fueron algunas minas
trabajadas en pequeña escala desde tiempos pre-hispánicos, donde los metales,
como la plata, se encontraban entremezclados con otros minerales. Esa situación
obligó a la organización de la actividad minera.
PRINCIPALES MINERALES EXPLOTADOS

La explotación minera colonial se estructuró fundamentalmente en torno a los tres


metales tradicionales: el oro, la plata y el cobre.

La plata fue el mineral más abundante y explotado durante en el virreinato,


mientras que la explotación de oro solo alcanzó niveles importantes hasta 1550,
aproximadamente. El mercurio, metal líquido conocido entonces como azogue,
cobró relevancia, pues era usado en la obtención de la plata. Los metales no
preciosos, como el cobre, fueron apenas aprovechados, mientras que el hierro,
abundante en nuestro territorio, no fue explotado. Esta situación promovió la
importación desde España de instrumentos de hierro como azadas, picos, barretas,
clavos y martillos.

Durante el siglo XVI, la producción de oro repuntó en el siglo XVIII,


reemplazando a los lavaderos por las minas de Andacollo, Chucumata, Copiapó,
Inca, Catemu y Petorca. Por su parte, la minería de la plata sólo adquirió
importancia durante el siglo XVIII, cuando comenzó la explotación de minas en
Copiapó, las que apoyadas por las de Uspallata y San Pedro Nolasco y las minas
de azogue de Punitaqui y Quillota, permitieron generar una pequeña producción
de plata. Por último, la minería del cobre comenzó a fines del siglo XVII, cuando
se trabajaron minas en pequeña escala en Coquimbo para enviar cobre al Perú
para la fabricación de cañones, luego se sumaron diversas minas en la zona de
Atacama y Aconcagua.

De esta manera, a fines del siglo XVIII, las ordenanzas mineras y el auge de la
plata y el cobre en Atacama y Aconcagua, permitieron el desarrollo de un gremio
minero, el cual era apoyado por el gobierno colonial a través del denominado Real
Tribunal de Minería.
Durante casi todo el siglo XIX el oro fué el principal producto de exportación y
permitió equilibrar nuestra exigua y vacilante balanza de comercio. Este metal,
además de la plata y el platino, atrajeron casi desde el comienzo de la República a
inversionistas extranjeros que trajeron capital y tecnología. Con ellos vinieron a lo
largo de los años el molino californiano, la amalgamación con mercurio, la
cianuración, la topografía de precisión, la química metalúrgica, la turbina pelton,
las bombas hidráulicas, la máquina de vapor, la dinamita, la draga de ríos, el
monitor hidráulico y muchas otras innovaciones tecnológicas que iban
apareciendo en el mundo. En Antioquia y en el Cauca surgieron también
empresarios mineros colombianos que aprendieron y lograron con éxito fundar
sus empresas y hacerlas crecer a medida que el mercado lo requería. Cuando el
general José Hilario López ordenó la libertad de los esclavos, en Antioquia ya casi
no existía esa condición, pero en el Cauca, Tolima y Santander tuvieron que ser
liberados y remplazados por mano de obra asalariada. Y en 1886, al expedir la
Constitución de ese año, el gobierno de Núñez adoptó para toda Colombia el ya
antiguo Código de Minas del Estado Soberano de Antioquia, que fué así el primer
estatuto minero de alcance nacional.
YACIMIENTOS MINEROS

La explotación organizada de minerales empezó en la década de 1540, y el


yacimiento de plata de Potosí (1545), Bolivia, fue uno de los más importantes. Se
calcula que de este lugar salieron las dos terceras partes de la plata peruana que se
produjo hasta 1776, año en que la mina pasó a pertenecer al virreinato del Río de
la plata.

El aprovechamiento de este enclave, se complementó con la extracción de plata de


otros centros mineros de menor relevancia ubicados en Puno, Cajamarca y
Huancavelica, a través del trabajo indígena conocido como sistema de mita,
procedimiento forzoso que fue empleado por los incas en siglos precedentes e
imitados por el Virreinato. Pero es necesario precisar que la mano de obra para
explotar dichas minas era insuficiente: el arribo de los españoles a tierras incaicas
se produjo de manera violenta y sangrienta. Muchas comunidades indígenas
desaparecieron por la acción destructiva de los invasores y por diversas
enfermedades que portaban éstos. El hombre blanco arrastraba en su organismo
enfermedades como viruela, sarampión y gripe, cepas virales que eran
desconocidas por el sistema inmunológico de los indígenas y al no poseer
resistencia ante estos males, fallecían rápidamente. Esta situación provocó una
catástrofe demográfica en la costa y la sierra peruana.

También fueron importantes productoras de plata las minas de Castrovirreyna


(1590) en Huancavelica, Oruro (1608) en el actual territorio boliviano, Caylloma
(1608) en Arequipa, Laicacota (1619) en Puno, Lucanas y Parinacochas en
Ayacucho y Canta en Lima, las tres últimas descubiertas hacia 1630. Si bien las
minas de Pasco empezaron a ser trabajadas desde 1567, su producción cobró
importancia recién en el siglo XVIII.
EL AZOGUE Y EL MÉTODO MEDINA

El sistema de la huayra fue descartado al iniciarse la purificación de la plata


utilizando el mercurio o azogue. Para este nuevo método, la plata debía estar en
estado polvo, al que se le aplicaba el mercurio, que tenía la propiedad de absorber
el metal precioso. El resultado era una amalgama llamada pella. Luego se
separaba el azogue de la pella, se recuperaba la plata en estado puro y podía
usarse el azogue nuevamente. Este método, patentado en México por el español
Bartolomé de Medina en 1555, lograba inclusive conseguir el beneficio de
minerales de ley más baja. Pedro Fernández de Velasco, después de varios
intentos, logró adaptar el sistema exitosamente en 1572 en Potosí.
A diferencia de México, el Perú tuvo la ventaja de contar con el azogue, que se
extraía de las minas de Santa Bárbara (Huancavelica), descubiertas en 1564.

LA RUTA DEL AZOGUE Y PRINCIPALES YACIMIENTOS


El azogue se empezó a extraer de la mina de Huancavelica en 1564, uno de los
centros mineros de mayor importancia en Hispanoamérica. En 1573 los
yacimientos fueron expropiados por la corona española. Diego de Holgado fiscal
de la Real Audiencia de Lima, se refería a la mina como la más preciosa joya de
Su Majestad en América. Y es que sin el precioso metal líquido, la producción de
plata se hubiese visto seriamente afectada. El azogue permitió el desarrollo de la
técnica de la amalgamación, que reemplazó a las huairas y permitió purificar
mayores cantidades de plata en menos tiempo. Los yacimientos de Huancavelica
se hallaban en el cerro Chacllatana.

CAMBIOS EN LA MINERÍA
La implantación del método Medina tuvo dos consecuencias
importantes: revolucionó la minería al triplicar la producción de plata en el Perú y
despojó a los indígenas del control técnico y social de la producción. En adelante
ellos solo contarían como mano de obra del sector minero.
Para obtener los beneficios del nuevo método, se requerían importantes
inversiones en infraestructura. Se montaron grandes ingenios de piedra para
triturar y moler los minerales hasta reducirlos a polvo. Estos ingenios eran
movidos por fuerza hidráulica, por lo que se requirió la construcción de represas.
En Potosí se erigió una veintena de ellas.
A veces, en lugar de la fuerza hidráulica, se utilizaron mulas en los
llamados molinos de sangre. También se necesitaron patios de loza o cajones de
madera de varios metros de diámetro, donde se mezclaban las sustancias, a las que
se añadía sal y otros reactivos como el hierro molido.
La adecuada mezcla de sustancias requería el uso de caballos y, luego, de tinas
impermeables donde se lavaba toda la masa.
La producción en mayor escala en esta nueva etapa demandaba la extracción de
más minerales de las minas, lo que llevó a la construcción de socavones para la
minería subterránea.

MITA MINERA
El trabajo minero a gran escala no solo requería infraestructura; también
demandaba cantidades de mano de obra muy superiores a las utilizadas en
la etapa de la huaira. Pero el colapso demográfico sufrido por la población
indígena tras la conquista significó una escasez generalizada de
trabajadores. Los indígenas disponían de pronto de abundantes tierra y no
se sentían atraídos por el prospecto de trabajar en las minas. Los españoles
tampoco querían desempeñar ese trabajo, pues en España se lo relacionaba
con un bajo estatus social. Se intentó utilizar esclavos para trabajaran en los
yacimientos, pero por razones de clima o costos, estos no ofrecieron una
solución.
Entonces el virrey Toledo organizó la mita minera, basada en una vieja
institución incaica. Se trataba de un sistema rotativo de trabajo forzado que
debian cumplir todos los varones indígenas entre los 18 y 50 años de las
provincias cercanas a los centros mineros. Las cuotas de mita se destinaban
solo a las minas de Potosí y Huancavelica. La mita minera no era una
obligación individual sino colectiva. Una séptima parte de los varones
tributarios debía concurrir cada año a las minas, donde trabajarían por todo
un año y recibirían un salario de tres pesos semanales.

MITA DE FALTRIQUERA
A pesar de la colaboración de los corregidores y autoridades indígenas para hacer
efectiva la mita minera, esta fue erosionada por la persistente caída demográfica
de la población indígena y por ciertas prácticas fraudulentas. Surgió la
llamada mita de faltriquera, que liberaba a un indígena de su obligación a cambio
de pagar una cantidad de dinero a la autoridad responsable, la que debía entregar
la suma al minero afectado para que contratara aun trabajador libre en lugar del
mitayo ausente. Sin embargo, el dinero no siempre llegaba a su destino.
EFECTOS DE LA MINERÍA

Extraídos de sus pueblos de origen, los indios que acudían a la mita minera
se vieron insertos en un nuevo contexto cultural al estar en contacto con
mestizos, españoles e indígenas de otras regiones. Además, ingresaron a la
práctica del trabajo asalariado, el uso de la moneda y la vida urbana. Los
indígenas que habían pasado por la mita minera fueron llamados ladinos.

CRISIS MINERA

En el siglo XVII la actividad minera llegó a un punto de crisis, pues decayó


la producción de plata y azogue, y el monopolio que el Estado tenía sobre
los insumos tambaleó ante el acaparamiento y las deudas impagas de los
mineros con la caja fiscal. Ante la presión estatal, estos amenazaron con
dejar de producir el metal. En realidad, ellos estaban más preocupados por
mantener los privilegios de créditos y subsidios concedidos por el rey que
en producir metales, lo que finalmente desencadenó guerras internas.
CONCLUSIONES

La minería a lo largo de la historia ha sido una de las principales actividades en


las diferentes comunidades en el incanato realizaban esta actividad principalmente
con el oro ya que lo consideraban un artefacto para la adoración de los Dioses
para hacer orfebrería y utilizarlos en los ritos y ceremonias de adoración al sapa
inca y a las deidades, gracias a esto desarrollaron métodos particulares con los que
se realizaba la extracción con cuernos de venados andinos y la fundición la
realizaban con hornos llamados Huayras.

Mientras que en la época de conquista y colonización si se valoró los minerales


extraídos por su valor monetario siendo la explotación minera la actividad más
resaltante de esta época ya que representaba el mayor ingreso para la corona
española gracias a esto se avanzó tecnológicamente en la forma de tratar los
minerales especialmente la plata que entro en auge gracias a la mina de Potosí
desarrollando el método del azogue que era purificar la plata usando mercurio.

En conclusión la actividad minera representa uno de los grandes pilares que


sostiene la economía de una comunidad ya que hace que esta avance y se
beneficie de esta. Demostrándonos cuan valiosa es la actividad minera en cada
sector en el cual se realiza.
ANEXOS

http://www.iimp.org.pe/mineria-en-el-peru/historia

https://historiaperuana.pe/periodo-colonial/virreinato/mineria-virreinato/

http://www.escolares.net/historia-de-peru/la-mineria-en-el-virreinato-del-peru/

http://www.banrepcultural.org/biblioteca-virtual/credencial-historia/numero-
151/la-mineria-colonial-y-republicana

http://mineriaenlahistoriadelperu.blogspot.com/2010/11/oro-para-el-inca.html

https://prezi.com/eszuga_n4fqh/la-mineria-en-el-virreinato/

http://metalurgiayorfebreria.blogspot.com/2017/07/mineria-inca.html

https://quizlet.com/146026/los-incas-agricultura-ganaderia-mineria-y-ceramica-
flash-cards/

http://ds-elperuincaico.blogspot.com/2010/11/organizacion-economica.html

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