Revista ADIPRI #V 2019
Revista ADIPRI #V 2019
Revista ADIPRI #V 2019
ISSN
ISSNN°
Nº0719-6261
0719-6261
Chilena de
Derecho
Internacional
Privado
Vol. II, Número 1
Año
Año V, Número 5
Diciembre
Marzo
Noviembre20152014
2019
Revista
ISSN Nº 0719-626
Chilena de
Derecho
Internacional
Privado
Año I, Número 1
Año V, Número 5
Marzo 2015
Noviembre 2019
Asociación Chilena de Derecho Internacional Privado - ADIPRI
2
Revista Chilena de Derecho Internacional Privado
Directorio
Presidente: Sr. Eduardo Picand Albónico
Vicepresidente: Sr. Ignacio García Pujol
Secretaria: Sra. Camila Quintana Castillo
Tesorera: Sra. Dione Meruane Osorio
Miembro de Honor
Mario Ramírez Necochea ()
Profesor Titular y Emérito de Derecho Internacional
Privado de la Universidad de Chile
Miembros Plenos
Aguilera Villalobos, Laura Leonor Candia, Isidora
Abogada Abogada
Universidad de Chile Canelo Figueroa, Carola Andrea
Aninat U}7rrejola, Francisco Profesora de Derecho Internacional Privado
Abogado Universidad de Chile
Barrera Iturra, Fernando Carreño Seaman, Héctor Guillermo
Ayudante de Derecho Internacional Privado Ministro de la Excma. Corte Suprema de Justicia
Universidad de Concepción Cerda Fernández, Carlos José
Baquero Herrera, Mauricio Ministro de la Excma. Corte Suprema de Justicia
Profesor de Derecho Comercial Cicci Salazar, Gilda Mirella
Universidad de Talca Profesora de Derecho Internacional Privado
Balmaceda Hoyos, Jorge Universidad de Las Américas
Profesor de Derecho Civil Conejero Roos, Cristián Andrés
Universidad Mayor Profesor de Derecho Internacional Privado
Barros Oehninger, Tomás Pontificia Universidad Católica de Chile
Ayudante de Derecho Internacional Privado Cortés Beltrán, Sergio
Pontificia Universidad Católica de Chile Profesor de Derecho Internacional Privado
Bellei Tagle, Carlos Universidad de Chile
Profesor de Derecho Internacional Privado Coulon Bauer, Sebastian
Universidad Alberto Hurtado Ayudante Ad-Honorem Departamento de Derecho
Bertrand-Galindo, Milenko Internacional
Profesor de Derecho Internacional Universidad de Chile
Pontificia Universidad Católica de Chile Chocair Lahsen, Jorge
Blanco Herrera, Ricardo Luis Profesor de Derecho Penal
Ministro de la Excma. Corte Suprema de Justicia Universidad Andrés Bello
Bofill Frías, Sofía Cornejo Aguilera, Pablo Andrés
Ayudante de Derecho Internacional Privado Profesor de Derecho Internacional Privado
Pontificia Universidad Católica de Chile Universidad Alberto Hurtado
Borbarán Ramos, Marcelo Francisco De la Puente, Mariana
Abogado Abogada
Universidad de Chile Diez Schwerter, José Luis
Bordachar, Rodrigo Profesor de Derecho Internacional Privado
Profesor de Arbitraje Internacional Universidad de Concepción
Pontificia Universidad Católica de Chile Dolmestch Urra, Hugo
Cabrera Orellana, Cristián Gonzalo Ministro de la Excma. Corte Suprema de Justicia
Profesor de Derecho Internacional Fernández Illanes, Samuel Gerardo
Universidad Central Profesor de Derecho Internacional Privado
Campusano Droguett, Raúl Fernando Universidad Central
Profesor de Derecho Internacional Privado Fernández Undurraga, Macarena
Universidad del Desarrollo Profesora de Derecho Internacional Privado y Decana
Universidad Internacional SEK
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Asociación Chilena de Derecho Internacional Privado - ADIPRI
Ferrante, Alfredo: Prieto Figelist, Constanza
Profesor de Derecho Civil Abogada
Universidad Alberto Hurtado Quintana Castillo, Camila Fernanda
Gallegos Zúñiga, Jaime Ramiro Ayudante ad-honorem Departamento de Derecho
Profesor de Derecho Económico Internacional
Universidad de Chile Universidad de Chile
García Pujol, Ignacio Reeves Becker, Cecilia
Profesor de Derecho Internacional Privado Abogada
Pontificia Universidad Católica de Chile Rivera Carmona, Daniela
González Cuellar, Luis Abogada
Profesor de Derecho Internacional Privado Ríos de Marimón, Hernán
Universidad Arcis Profesor de Derecho Internacional Privado
Hawa Arellano, Samy Pontificia Universidad Católica de Chile y Universidad
Profesor de Derecho Internacional Privado Central de Chile
Universidad de Talca Riveros Marín, Edgardo Sebastián
Inostroza Sáez, Mauricio Profesor de Derecho Internacional Público
Profesor de Derecho Internacional Privado Universidad de Chile
Universidad de Concepción Saavedra Garín, Constanza
Jorquiera Malschafsky, Carlos Abogada
Past President CAM Santiago Schäfer González, Victoria
Lagunas, Felipe Ayudante de Derecho Internacional Privado
Abogado Universidad de Concepción
Larenas, Francisco Schleyer Alt, Jorge
Abogado Ayudante Ad-Honorem Departamento de Derecho
López Vives, Raimundo Internacional
Ayudante de Derecho Internacional Privado Universidad de Chile
Universidad de Los Andes Silva Lavín, Josefina De los Ángeles
Loyola Novoa, Héctor Julio Abogada del CAM Santiago.
Profesor de Derecho Internacional Privado Verbeken Manríquez, Kristoffer
Universidad de Chile Profesor de Derecho Internacional Privado
Llanos Mansilla, Hugo Aníbal Pontificia Universidad Católica de Chile
Profesor de Derecho Internacional Público Vial Undurraga, María Ignacia
Universidad Central de Chile Profesora de Derecho Internacional Privado
Mahu Martínez, Pablo Andrés Pontificia Universidad Católica de Chile
Profesor Instructor de Derecho Internacional Privado Villarroel Barrientos, Carlos Eduardo
Universidad de Chile Profesor de Derecho Internacional Privado
Meruane Osorio, Dione Pontificia Universidad Católica de Chile
Ayudante Ad-Honorem Departamento de Derecho Villarroel Barrientos, Gabriel
Internacional Profesor de Derecho Internacional Privado
Universidad de Chile Pontificia Universidad Católica de Chile
Monsálvez Muller, Aldo Von Schakmann, Carolina
Profesor de Derecho Internacional Privado Abogada SENAME
Universidad Bolivariana, U. Finis Terrae, U. Santo Winter Igualt, Luis Carlos Fernando
Tomás, U. de Talca y U. SEK Profesor de Derecho Internacional
Morales Henríquez, Manuel Universidad de Los Andes
Profesor de Derecho Internacional Privado Würth Naveillan, María Elena
Universidad de La Frontera Ayudante de Derecho Internacional Privado
Moscoso Restovic, Pía Pontificia Universidad Católica de Chile
Profesora de Derecho Internacional Privado. Zamar Rabajille, Carolina
Universidad de Atacama Profesora de Derecho Internacional Privado
Muñoz Gajardo, Sergio Manuel Pontificia Universidad Católica de Chile
Ministro de la Excma. Corte Suprema de Justicia Universidad Gabriela Mistral
Ortúzar Meza, Pedro Zarricueta Baeza, Juan Francisco
Profesor de Derecho Internacional Privado Abogado
Universidad de Las Américas Zuvanich Hirmas, Sonia Joanna
Peña Torres, Marisol Profesora de Derecho Internacional Privado
Profesora de Derecho Internacional Público Universidad de Magallanes
Pontificia Universidad Católica de Chile
Picand Albónico, Eduardo
Profesor de Derecho Internacional Privado
Universidad de Chile
Presidente ADIPRI
4
Revista Chilena de Derecho Internacional Privado
Comité Científico
Andrea Bonomi (Suiza); Fernando Cantuarias (Perú);
Adriana Dreyzin de Klor (Argentina); José Carlos Fernández Rozas (España);
Francisco González de Cossio (México); Eugenio Hernández Bretón (Venezuela);
Pedro de Miguel Asensio (España); Leonel Pereznieto Castro (México);
Rubén Santos Belandro (Uruguay); Carlos Villarroel Barrientos (Chile).
David Stewart (USA); Ana Villalta (El Salvador).
Consejo de Dirección
Ignacio García Pujol; Eduardo Picand Albónico; Hernán Ríos de Marimón;
Ignacia Vial Undurraga; Gabriel Villarroel Barrientos;
Cristian Conejero Roos.
Consejo de Redacción
Sebastián Coulon Bauer; Camila Quintana Castillo;
Pablo Mahu Martínez; Marcela Prieto Bravo.
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Revista Chilena de Derecho Internacional Privado
INDICE
PRESENTACIÓN
ESTUDIOS
31 Reflexiones acerca del reconocimiento en chile de sentencias arbitrales
y ordinarias extranjeras. Excepción de cosa juzgada internacional y litis
pendencia internacional. Breve análisis de algunas sentencias de la Excma.
Corte Suprema.
Thoughts on the recognition of foreign arbitral and ordinary judgements in chile.
International res iudicata and litis pendentia. Brief analysis of some judgments
of the Supreme Court.
Florencio Bernales Romero
42 Propuestas para una ley de Derecho Internacional Privado chilena: pactos
de elección de foro.
Proposals for a chilean Private International Law bill: forum selection clauses.
Raúl F. Campusano Droguett
47 Competencia judicial internacional ¿cómo modernizar la normativa
chilena?
International judicial competence. How to modernize chilean regulation?
Pablo A. Cornejo Aguilera
53 Derecho aplicable a la persona, relaciones de familia y sucesiones.
Law applicable to person, family relations and inheritances.
Ignacio García Pujol
60 Bienes y derechos reales en el derecho internacional privado chileno: Una
propuesta de reforma.
Property and rights in rem within chilean international private law: a reform
proposal.
Dione Meruane Osorio
71 Ley aplicable a las obligaciones extracontractuales.
Applicable law to non-contractual obligations.
Pia Moscoso Restovic
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Asociación Chilena de Derecho Internacional Privado - ADIPRI
AUTORES NÓVELES
93 Influencia de Occidente en la evolución del Derecho en China.
The Western influence on the evolution of law in China.
Gloria Campos Jiménez
112 Criterios interpretativos para la determinación del contenido de una
compraventa internacional de mercaderías con un Incoterm modificado.
Interpretative criteria for the determination of the content of a contract of
international sale of goods with a modified Incoterm.
Ricardo Vergara Olmos
JURISPRUDENCIA
Comentarios
133 Christian Poulsen Pinochet. La Corte Suprema determina validez de la
supresión de apellido paterno bajo la ley N° 17.344.
SCS Rol N° 26.706-2018, de 13 de febrero de 2019, dictada por la Cuarta Sala
de la Excma. Corte Suprema de Justicia
139 Victoria Schäfer. Inadmisibilidad del recurso de queja en el arbitraje
comercial internacional.
SCA Santiago, Rol N° 613-2019, de 28 de enero de 2019, dictada por la Corte
de Apelaciones de Santiago.
141 Vicente Guiñez. Exequátur de laudo arbitral extranjero.
SCS Rol N° 47.947-2016, de 06 de junio de 2019, dictada por la Primera Sala
de la Excma. Corte Suprema de Justicia.
145 Vyctoria Elgueta Paredes. Exequátur de sentencia extranjera de divorcio.
SCS Rol N° 45110-2017, de 09 de julio de 2018, dictada por la Cuarta Sala de
la Excma. Corte Suprema de Justicia.
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Revista Chilena de Derecho Internacional Privado
Sentencias destacadas
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Asociación Chilena de Derecho Internacional Privado - ADIPRI
RECENSIÓN BIBLIOGRÁFICA
231 Balmaceda Hoyos, Jorge. La venta internacional de mercaderías. El sistema
continental, de Common Law y los movimientos de armonización entre
ambos, Editorial Thomson Reuters, 1° edición, 2018, 467 págs. Hernán
Corral Talciani.
235 Picand Albónico, Eduardo. Derecho Internacional Privado Chileno. Leyes,
Tratados y Jurisprudencia. Editorial Thomson Reuters, 1° edición, ctubre
de 2018, 721 pp. Samy Hawa.
NOTICIAS
241 Ministro de Justicia y Secretario General de UNIDROIT, inauguran
las V Jornadas de la Asociación Chilena de Derecho Internacional
Privado (ADIPRI). Universidad de Los Andes, Santiago de Chile, 16 de
noviembre de 2018.
246 Universidad de Chile, ADIPRI y AMEDIP organizan y transmiten por
videoconferencia exitoso Seminario de Derecho Internacional Privado de
Familia, marzo de 2019.
251 ICC publica INCOTERMS 2020.
252 Universidades chilenas participan en la XII versión de la Competencia
Internacional de Arbitraje, que se realizará en la ciudad de Asunción,
Paraguay, entre los días 17 y 23 de septiembre de 2019.
253 ADIPRI firma Convenio de Cooperación con la Academia Mexicana de
Derecho Internacional Privado y Comparado (AMEDIP).
254 ADIPRI firma Convenio de Cooperación Interinstitucional con el Centro
de Arbitraje y Mediación de la Cámara de Comercio de Santiago (CAM
Santiago).
255 ADIPRI firma Convenio de Cooperación Interinstitucional con el
Instituto para la Unificación del Derecho Privado (UNIDROIT) y con la
Asociación Americana de Derecho Internacional Privado (ASADIP).
CONVOCATORIA
259 Universidad Central de Chile, será sede para las VI Jornadas de la
Asociación Chilena de Derecho Internacional Privado. ADIPRI (22 de
noviembre de 2019).
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PRESENTACIÓN
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Asociación Chilena de Derecho Internacional Privado - ADIPRI
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PRESENTACIÓN
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Asociación Chilena de Derecho Internacional Privado - ADIPRI
PRESENTATION
The Chilean Association for Private International Law (ADIPRI) was created in
2014 by a group of professors and judges, its purpose is to renew and strengthen the
study of Private International Law in Chile.
Amongst its goals is encouraging the study, investigation and promotion of Private
International Law in Chile, and of the disciplines it relates to; fostering and honoring
its chairmanship and the renowned scholars that have taught this aspect of Law in
our country, as well as contributing to the advancement of knowledge, study and
solution of the common problems it is faced with.
ADIPRI gathers, without exclusion, all those scholars, lawyers, judges and students
whom, with unconditional respect to freedom, equality and cultural diversity, wish
to reflect upon, debate or exchange ideas on the matters that form this discipline.
It will be a annual electronic publication which will be forwarded through the
Associations - e-mailing list and in our website www.adipri.cl- to professors,
students, lawyers and judges who cultivate Private International Law, in Chile and
abroad.
The issue which we present today gathers the presentations of the Third Conference
of the Chilean Association of Private International Law, which took place at the
University of Los Andes in November 2018, where there was an intense debate on
topical issues for Chile.
We hope that this 5° issue of the Chilean Association of International Private Law
Journal can interest and generate debate since this is the only way of achieving the
changes we dearly aspire to.
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PRESENTATION
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INAUGURACIÓN DE LAS
V JORNADAS ADIPRI
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Sr . Eduardo Véscovi
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jurídicos. Esto, precisamente, es lo que hace una ley nacional de Dip como la que,
en buena hora, Chile está encarando.
Véase que ya gran parte de los estados del mundo tienen leyes de Dip nacionales. De
1962 al 2012 hubo 94 leyes de dip nacionales en 86 países (32 Europa, 19 Asia, 19
Africa y 16 América). Es claro que estas leyes no son todas iguales, el derecho, como
todo producto social, depende de las concepciones políticas, religiosas, filosóficas,
étnicas, sociológicas, etc. de cada estado nacional. Y Chile, obviamente, no será la
excepción, tendrá la ley que mejor acomode a sus intereses y con la calidad técnica
que los juristas que la elaboren le puedan dar. Pero es obvio que no parten de cero,
tienen leyes en las cuales inspirarse ya vigentes, en particular en los países americanos,
Argentina tiene una ley nueva (la última parte de su Código Civil y Comercial
en vigencia desde 2015, Uruguay tiene una ley en elaboración, Brasil modernizó
recientemente su derecho procesal internacional, existen las Convenciones de
CIDIP celebradas en al marco de la OEA durante 25 años, están todas las
Convenciones que emergieron de la Conferencia de La Haya, los estudios actuales
que este importantísimo centro del Dip mundial sigue realizando, las convenciones
de Uncitral, Unidroit, etc. Todo lo cual conforma un elenco sumamente interesante
y variado de normativa en la cual inspirarse.
Como internacionalista práctico que soy, y con cierto conocimiento de todos esos
modelos, siento la necesidad de reflexionar con ustedes sobre algunos aspectos que,
creo, deben ser tenidos en cuenta, cuando un país se dispone a elaborar una ley de
Dip nacional moderna.
El primero es el tema de las fuentes. Nuestro Derecho Internacional Privado no ha
tenido la suerte del Derecho Internacional Público, que en el art. 38 del Estatuto de
la Corte Internacional de Justicia, se establece cuáles son las fuentes de esa materia.
El Derecho Internacional Privado hoy tiene, según su proveniencia, fuentes
etáticas (ley nacional), interetáticas (tratados), supraetáticas (las de los sistemas
de integración, muchas veces, como la Unión Europea), y extraetáticas (soft law,
costumbre, principios, etc.).
Más allá de la opinión de consenso en el sentido de que es necesario y conveniente
el dialogo de fuentes (expresión de Erik Jayme que resume muy bien el tema actual),
es necesario saber que no todas esas fuentes tienen –o deben tener- el mismo grado
de imperatividad. Y que todas ellas de hecho interactúan y colaboran entre sí en la
realidad para la resolución de los casos pluri conectados. Por ello sería conveniente
regular, en una ley de Dip moderna, al menos de manera programática o de principio,
el tema de las fuentes y su consideración.
Vinculado con lo anterior, se debe tener en cuenta la influencia creciente de los
derechos humanos que transversalizan todas las ramas jurídicas, en especial en la
resolución de los casos reales, por imperio de la creciente jurisprudencia que, muchas
veces, a falta de otras normas, o por la contraposición de algunas de ellas, cada vez
más fundamenta sus resoluciones en las normas sobre derechos humanos.
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Asociación Chilena de Derecho Internacional Privado - ADIPRI
Otro tema importante y actual a tener en cuenta, es el tema del desarrollo de los
medios de comunicación, la red, internet. Durante al menos ocho siglos los privatistas
nos preocupamos de “territorializar” las relaciones jurídicas y también las normas.
Primero discurriendo el carácter territorial o extraterritorial de las mismas durante el
período de los llamados Estatutarios, luego, a partir de Savigny, tratando de encontrar
el “sitz” (asiento territorial) de la relación jurídica (situación de los bienes, domicilio
o residencia habitual de las personas, etc.), a efectos de encontrar tanto ley aplicable
como jurisdicción competente a la relación jurídica de que se trate.
Pero ahora tenemos otro espacio, que es el espacio cibernético, diferente al espacio
físico al cual estamos acostumbrados. Entonces nos hemos quedado sin “sitz” porque
se cometen delitos, se contrata, se difama, se trabaja, etc. todo desde una página web o
plataforma, que no se sabe dónde está físicamente. Esta “crisis del espacio físico”, está
haciendo colapsar a los sistemas de Dip clásicos, es un tema a tener muy en cuenta
–yo diría ineludible- en la elaboración de una ley nacional de Dip para el siglo XXI.
Existen otros temas, también muy difíciles, que pueden elegir legislar o no hacerlo,
pero que están y estarán pronto (si ya no están) ante vuestros tribunales. Por ejemplo
los temas de la TRHA y GS (Técnicas de Reproducción Humana Asistida y Gestación
por Subrogación o subrogada). Antes era madre quién aportaba los gametos, la que
gestaba y la que finalmente cuidaba al niño. O pueden ser todas diferentes. Este tema
está siendo tratado por la Conferencia de la Haya, y se registran pocos avances, sin
embargo los problemas de este tipo, muchas veces de manera dramática, se multiplican
ante los Tribunales de todos los países del mundo. El tema puede dar lugar, a visiones
diferentes, inclusive antagónicas, frente a un adelanto científico alguien puede decir
que la ciencia fue muy lejos …, pero otro u otra puede decir, pero me permitió tener
mi hijo … Se entremezclan temas éticos, bioéticos, filosóficos, religiosos, científicos,
y obviamente jurídicos.
Frente a este tipo de problemas: ¿hay que regular o hay que esperar? Les diría que
el derecho normalmente va jadeando atrás de los hechos, y el dip mucho más …
Hay muchas asimetrías entre estados más aún en este tipo de temas, y obviamente
también en otros, como la adopción internacional por ejemplo, sobre los que resulta
muy difícil legislar y ponerse de acuerdo.
Pero los problemas no esperan, la realidad es muy insistente en ocasiones y se impone
esté o no regulado el tema, y el Juez lo va a tener para decidir, quizás sin ninguna
normativa que lo auxilie.
Todo eso y mucho más hay que tener en cuenta en la difícil tarea de legislar. A veces
les digo a los alumnos, que legislar es como operar un cerebro, si uno se equivoca por
un milímetro (a veces por una coma), en lugar de sanar puede matar al enfermo.
En fin, sepan que les espera sin duda una ardua, pero a la vez imprescindible tarea,
tienen mucho material para inspirarse, y mucha certeza por aportar a la gente, porque
en definitiva el Dip es el derecho de las personas, al que deben acudir cuando tienen
un problema conectado con más de un orden jurídico, situación que es cada vez más
frecuente y lo será aún más en las próximas décadas.
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ESTUDIOS
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RESUMEN
Para que una sentencia extranjera tenga efecto en Chile siempre es necesario que la
Excma. Corte Suprema le otorgue reconocimiento, ello incluye la excepción de cosa juzgada
internacional. No es procedente en Chile oponer la excepción de litis pendencia internacional.
La Corte Suprema es, sin excepción, el único tribunal que puede otorgar reconocimiento en
Chile a sentencias extranjeras.
Palabras claves: Sentencias extranjeras, exequatur, cosa juzgada internacional, litis
pendencia internacional
ABSTRACT
In order to be enforceable in Chile, a foreign decision has to be always acknowledged by
the Chilean Supreme Court, which includes the international res judicata. A defense of
international litis pendentia is not admissible under Chilean law. The Chilean Supreme
Court is, with no exception, the only court entitled to acknowledge a foreign decision.
Key words: Foreign judgements, exequatur, international res judicata, international litis
pendentia
I. Introducción
Es normal que quienes son parte de un juicio tengan interés en que las decisiones
adoptadas por los tribunales de un determinado país, en especial aquellas que resultan
favorables a sus intereses, en caso de ser necesario, tengan efecto vinculante más
allá de sus fronteras; sin embargo, incluso en la época actual, donde las relaciones
internacionales alcanzan tan amplia repercusión jurídica, eso no puede ocurrir de
manera anárquica en desmedro de principios jurídicos fundamentales del respectivo
país en que se pretende hacer efectiva la sentencia.
Sabido es que el Artículo 242 del Código de Procedimiento Civil (C.P.C) dispone
que “Las resoluciones pronunciadas en país extranjero tendrán en Chile la fuerza que les
1 Abogado Pontificia Universidad Católica de Chile. Profesor de Derecho Procesal, Facultad de Derecho Universidad de
los Andes. Socio de la firma Cariola Diez Pérez-Cotapos & Cia. Ltda.
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concedan los tratados respectivos; y para su ejecución se seguirán los procedimientos que
establezca la ley chilena, en cuanto no aparezcan modificados por dichos tratados”
Desde ya hacemos notar que el artículo 242 del C.P.C, así como los siguientes
artículos del mismo Código, se refieren a la “fuerza” de la resolución extranjera en
Chile. Veremos la importancia de esto último.
En este trabajo se analiza la situación de la “excepción de cosa juzgada internacional”
y “la excepción de litis pendencia internacional”, concluyendo que respecto de
la primera es indispensable la previa obtención del reconocimiento de la Corte
Suprema en el marco de un exequatur; en tanto que, en el caso de la segunda, ella es
improcedente. Finalmente, se analizan brevemente tres fallos de la Corte Suprema
en materia de reconocimiento de sentencias extranjeras.
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tenga efecto en Chile, concretamente de enervar la acción del demandante, que ella
“muera”; en síntesis, que no prospere.
Sin duda que se trata de efectos fuertes y muy potentes que, por ejemplo, en el plano
patrimonial pueden llegar a destruir toda la pretensión del demandante, con las
graves consecuencias que en cada caso ello conlleva.
Limitarse entonces a revisar únicamente si la sentencia es de condena, constitutiva
o meramente declarativa importa, entonces, un análisis reduccionista y en extremo
limitado del verdadero alcance y dimensión de la excepción de cosa juzgada, que, por
lo demás, sabemos es la verdadera expresión de la res judicata.
Cuando se entiende la verdadera dimensión y alcance de los efectos de la excepción
de cosa juzgada se entiende necesariamente también que, de prosperar, ella implicará,
sin duda alguna, severos y definitivos efectos para la parte contra quien se opone.
El Artículo 242 del C.P.C contempla, sin distinciones, el proceso de exequátur para
toda sentencia extranjera firme cuya eficacia se pretenda hacer valer en Chile, lo que
se extiende tanto a la acción como a la excepción de cosa juzgada. “Donde el legislador
no distingue, no es lícito al intérprete distinguir”.
Asimismo, el artículo 431del Código de Derecho Internacional Privado conocido
como Código de Bustamante (C.B) dispone que: “las sentencias firmes dictadas por
un Estado contratante que por sus pronunciamientos no sean ejecutables, producirán en
los demás los efectos de cosa juzgada si reúnen las condiciones que a ese fin determina este
Código, salvo las relativas a su ejecución”. Norma que, en el mejor de los casos, nos
reconduce a los artículos 242 y siguientes del C.P.C, puesto que en caso alguno es
posible desprender que a partir de ella podamos prescindir del trámite del exequátur.
Por lo demás, el trámite del exequátur es la única oportunidad en que podrá analizarse
si esa sentencia extranjera atenta o no contra el orden público nacional, además de
comprobarse si ella reúne todos los requisitos que la ley exige para atribuirle efectos
en Chile.
Pero aún hay más, la necesidad de que la sentencia sea reconocida no emana tan
sólo de que se le pretenda otorgar efecto en Chile, sino que, además, es posible
afirmar que quien opone la excepción de cosa juzgada, en cierta forma está buscando
también la ejecución de la sentencia que invoca.
En tal caso, se trata de una ejecución que difiere del concepto tradicional de ejecución
compulsiva, claramente no está requiriendo el auxilio de la fuerza pública, pero
necesariamente está solicitando que el tribunal chileno la aplique, en otras palabras
que la ejecute en todo su alcance y contenido llegando incluso a destruir la demanda
deducida en Chile, inhibiendo la intervención de los tribunales nacionales.
B. No es posible acoger en Chile una excepción de litis pendencia internacional o
transfronteriza
Yendo incluso un paso más allá que la excepción de cosa juzgada, se ha planteado
discusión en orden a si es posible oponer, en un juicio seguido ante tribunales
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1. Artículo 242 del C.P.C es una norma de orden público y sólo permite
reconocimiento en Chile, por medio de un procedimiento de exequátur, seguido
ante la Corte Suprema, de sentencias firmes extranjeras, ni siquiera de resoluciones
que aún no se encuentran firmes, menos aún de procesos en actual curso.
2. Aceptar la procedencia de la excepción de litis pendencia internacional importaría
admitir que tengan efecto en Chile una serie de resoluciones extranjeras de muy
inferior categoría procesal a una sentencia definitiva, y que se han sido dictadas
tan sólo con el propósito de permitir la tramitación o sustanciación de ese litigio
extranjero.
3. Entonces, llegaríamos al absurdo de que un juez nacional de primera instancia
tendría incluso más facultades que la propia Corte Suprema, ya que ésta sólo
podría otorgar fuerza en Chile a sentencias que tienen categoría de definitivas.
En cambio el juez sí podría hacerlo respecto de litigios extranjeros pendientes, en
los cuales ni siquiera ha recaído sentencia.
4. Podría darse el absurdo y contradictorio evento en que, después de acogida la
excepción de litis pendencia internacional por el juez chileno de primera instancia,
se falle el juicio seguido en el extranjero y en razón ello el vencedor solicite el
exequátur ante la Corte Suprema, la que incluso podría denegarlo.
5. La excepción de litis pendencia internacional se traduce en la abdicación
anticipada de la jurisdicción nacional en favor de tribunales extranjeros y en el
incumplimiento de obligaciones que la Constitución impone al Poder Judicial:
particularmente Principio de Inexcusabilidad; Debido Proceso; y acceso a una
Tutela Jurisdiccional Efectiva.
6. Frente a lo anterior, es importante recordar que el Tribunal Constitucional ha
definido la jurisdicción como “el poder deber que tienen los tribunales para conocer
y resolver por medio del proceso y con efecto de cosa juzgada, los conflictos de relevancia
jurídica que se promuevan en el orden temporal dentro del territorio de la república y en
cuya solución les corresponde intervenir” (Colombo Campbell Juan “La Jurisdicción
en el Derecho Chileno. Ed. Jurídica de Chile, 1991, Pág.41).
7. Mal podría tener efecto en nuestro país la mera existencia de un proceso foráneo
en actual curso, el cual se encuentra en una etapa prematura, donde aún ni siquiera
ha recaído sentencia definitiva ¿En base a qué antecedentes concretos podría un
juez chileno aceptar una excepción de litis pendencia internacional?
8. Podría ocurrir también que el juicio seguido en el extranjero nunca llegue a
término por diferentes razones como podría ser, por ejemplo, un desistimiento.
¿En qué estado quedan las acciones que se habían iniciado en Chile?, ¿nunca
podrían reanudarse?
Conclusión: Nos parece que para hacer valer la acción como la excepción de cosa
juzgada, en base a una sentencia definitiva extranjera, es indispensable que la
Corte Suprema le otorgue su reconocimiento en el marco de un procedimiento de
exequatur. Asimismo, somos de opinión que es improcedente que un juez nacional
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Suprema señala que “lo anterior es distinto del hecho que el pronunciamiento y
fundamentos expresados por las autoridades judiciales estadounidenses, al rechazar
las pretensiones y medios de impugnación de la demandada, no sean compartidos o
aceptados por ésta, circunstancia que no configura la defensa sostenida ante esta Corte.”
Finalmente, la Corte Suprema constata que en el juicio seguido en E.E.U.U
la requerida dejó intencionalmente pasar tres meses sin actuar lo que llevó a
que la demandante solicitara la dictación de sentencia en su “rebeldía”, expresión
cuyo empleo obedeció a un tecnicismo jurídico derivado de la situación procesal,
pero que no equivale a indefensión. De hecho, la Corte Suprema expresamente
sostiene que las alegaciones de la requerida contradicen sus actos propios ya
que por un lado alega indefensión y por otro es claro que se defendió ante los
tribunales norteamericanos y contaba con asesoría permanente de abogados
norteamericanos.
5. Asimismo, la requerida alegó que su contraparte en el juicio seguido en los E.E.U.U
habría realizado un conjunto de acciones culpables en determinadas negociaciones
destinadas a pagar un crédito, acciones que, bajo derecho norteamericano, se
denominarían “interferencias tortuosas”. Frente a esta alegación la Corte Suprema
tuvo la oportunidad de delimitar el ámbito de su propia competencia dentro del
marco de una solicitud de exequátur estableciendo que esa alegación queda fuera
del análisis que le corresponde efectuar, toda vez que se trata de alegaciones de
fondo.
6. Sin embargo, el precedente razonamiento es, en cierta forma, contradictorio con
otro párrafo de la misma sentencia de la Corte Suprema, donde, a nuestro entender,
se pronuncia sobre un tema de fondo desechando una alegación de novación.
La situación es la siguiente: a propósito de que la requerida intentó fundar su
oposición alegando que la suscripción de ciertos pagarés produjo novación de las
obligaciones emanadas de los contratos materia de la sentencia, la Corte Suprema
señaló: “todo lo anterior, para efectos de resolver la presente acción de exequatur lleva
a desechar la posible novación que ha esgrimido la defensa”. Es decir, al desechar una
alegación de novación, la Corte Suprema opta, decididamente, por ir más allá
de lo que ella misma entiende constituye el marco de un procedimiento de esta
naturaleza.
7. La requerida sostuvo que la sentencia cuyo exequatur se solicita infringe el orden
público chileno, ya que, si bien en los respectivos contratos y pagarés aceptó
someterse a la ley del Estado de Nueva York, sus efectos deben regirse por la
ley chilena, ya que se afectan bienes sitos en Chile. La Corte Suprema, rechaza
esta alegación y señala que “las distintas garantías constituidas por las partes, […]
son cauciones personales, pues no afectan bienes específicos […]”, agregando que “por
tales circunstancias los bienes no han quedado directamente vinculados a la legislación
extranjera, por lo que no se contraría la regla del inciso primero del artículo 16 del
Código Civil”. Señala la Corte Suprema que “la sujeción a las leyes patrias de los
bienes situados en Chile, está relacionada con la vinculación directa por determinadas
cargas u obligaciones, pero no por vía consecuencial o de efectos ante el incumplimiento
40
Revista Chilena de Derecho Internacional Privado
de las obligaciones, por aplicación del derecho de garantía general de los acreedores, como
tampoco por las garantías o cauciones personales […]”. Además, la Corte Suprema
señala que “sin perjuicio de lo anterior el legislador no priva de validez a toda cláusula
contractual que disponga lo contrario, sino que directamente fija el criterio imperativo,
de que los bienes ‘sin perjuicio de lo que acuerden las partes’, quedan sujetos a la ley
chilena […]”. Agrega la Corte Suprema que el artículo 16 del C.C debe ser
entendido en coherencia con el artículo 311 (en realidad debió en realidad decir
113) del Código de Comercio que, si bien dispone que los contratos celebrados
en el extranjero que deban ser cumplidos en Chile, se sujetarán a la ley chilena,
ello no aparece contradicho por la sentencia cuyo exequátur se pretende ya que
precisamente ella ordena el pago de una deuda, lo que en Chile no es otra cosa
que la ejecución forzada de una obligación.
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RESUMEN
Los pactos de elección de foro son un elemento fundamental en las relaciones jurídicas
internacionales. Debido a ello, los Estados deben propender a generar una regulación que
proteja la autonomía de la voluntad manifestada en dichos pactos.
El presente artículo plantea una serie de alternativas relativas a los pactos de elección de foro
en el marco de una propuesta para una ley de derecho internacional privado chilena.
Para ello, se centra especialmente en el contenido e influencia de la Convención de La Haya
de 30 de junio de 2005 sobre Acuerdos de Elección de Foro, la cual es defendida como una de
las mejores vías posibles para ser implementada en Chile.
Palabras clave: Pactos de elección de foro, Convención de La Haya, competencia internacional,
ley de derecho internacional privado
ABSTRACT
Forum selection clauses are a fundamental element within international legal relations.
Because of that, every State should tend to generate regulation that protects party autonomy,
as manifested in such clauses.
This article suggests a series of alternatives regarding forum selection clauses in the context of
a proposal for a chilean private international law bill.
In order to achieve such objective, the article concentrates on the content and influence of The
Hague Convention on Forum Selection Clauses of the 30th of June 2005, which is considered
as one of the best possible ways of implementing an appropriate regulation in Chile.
Keywords: Forum selection clauses, The Hague Convention, international competence,
private international law bill
1 Profesor Titular Universidad del Desarrollo, Abogado Universidad de Chile, Master en Derecho, Universidad de Leiden,
Holanda, Master of Arts, Universidad de Notre Dame, USA, [email protected].
2 NOTA: este texto corresponde a apuntes informales de apoyo a la presentación oral realizada en las Jornada de Derecho
Internacional Privado, en la Universidad Los Andes, el año 2018 y no pueden ser entendidas como un artículo académico
o similar, ni en el fondo ni en la forma. Son solo algunas ideas de apoyo a la presentación oral señalada.
42
Revista Chilena de Derecho Internacional Privado
Quiero recordar también que hace unos pocos años estuvimos presentando un
número de la Revista de derecho internacional privado en la Universidad del
Desarrollo, y también que hace poco estuve en esta querida y cercana universidad
de Los Andes, debatiendo sobre el fallo de la Corte Internacional de Justicia en el
caso con Bolivia.
En los próximos minutos quisiera compartir algunas ideas preliminares sobre los
pactos de elección de foro y las formas en que esta institución del derecho internacional
privado podría incorporarse al derecho chileno y en especial a la posibilidad de
formar parte de una futura ley de derecho internacional privado chilena.
Como señala la profesora Marina Vargas, “las cláusulas de elección de foro adquieren
en el contrato internacional una relevancia de primer orden, siendo el régimen
jurídico de su protección (en evitación de futuras impugnaciones) un reto normativo
que ha preocupado extensamente a la doctrina internacional privatista.”
Como dice el profesor Pablo Cornejo: “En el actual contexto de desarrollo de la
contratación internacional, el reconocimiento de los acuerdos sobre elección de foro
constituye una condición indispensable que debe satisfacer todo ordenamiento de
cualquier país que quiera beneficiarse del comercio internacional, desde el momento
que solo por su intermedio las partes pueden asegurar cuestiones tan importantes
en el contexto de su relación, como son el acceso a una jurisdicción neutra o
especializada para conocer de su controversia o reducir las contingencias que genera
su determinación por parte de cada tribunal nacional, a través de su propia lex fori.”
El Convenio de La Haya del año 2005 sobre Acuerdos de Elección de Foro tiene
como objetivo asegurar la eficacia de los acuerdos de elección de foro (también
conocidos como “cláusulas de elección de foro” o “cláusulas de competencia”) entre
las partes en operaciones comerciales internacionales.3
“Con el objetivo de acotar los riesgos, las partes suelen acordar previamente el modo
en el que resolverán los conflictos que pudieran surgir de la relación jurídica entre
ellas. En algunos casos, las partes recurren al arbitraje para solucionar el conflicto.
En otros casos, designan a un tribunal que será el que conozca de su litigio.
Mientras que los acuerdos de arbitraje en causas internacionales son reconocidos
casi universalmente según las normas establecidas por la Convención de Nueva
York de 1958 sobre el Reconocimiento y la Ejecución de las Sentencias Arbitrales
Extranjeras, los acuerdos de elección de foro no siempre son respetados por los
diferentes ordenamientos nacionales, en particular cuando se inicia un proceso ante
un tribunal distinto al que las partes designaron de mutuo acuerdo.”4
El Convenio sobre Elección de Foro pretende remediar esta situación y, de esta
forma, proveer mayor seguridad jurídica en las operaciones transnacionales y
establecer un clima más favorable para el comercio y las inversiones internacionales.
3 Convenio de La Haya de 30 de junio de 2005 sobre Acuerdos de Elección de Foro. Reseña sobre el Convenio.
4 Convenio de La Haya de 30 de junio de 2005 sobre Acuerdos de Elección de Foro. Reseña sobre el Convenio.
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5 Convenio de La Haya de 30 de junio de 2005 sobre Acuerdos de Elección de Foro. Reseña sobre el Convenio.
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Revista Chilena de Derecho Internacional Privado
momento de legislar sobre esta materia. Básicamente, se debiera optar entre las
siguientes alternativas:
1. Legislación vigente. No innovar y construir el sistema sobre la base de la legislación
actualmente vigente en Chile, apoyada por la jurisprudencia y la práctica.
2. Convenio de La Haya. Incorporar el Convenio de La Haya en nuestro
ordenamiento jurídico.
3. Nueva Ley especial o general. Legislar autónomamente y así crear una ley que
establezca, reconozca y regué los pactos de elección de foro.
Cada una de estas alternativas tiene luces y sombras.
1. Legislación vigente.
Existe en Chile un número de cuerpos legales que, en su conjunto, pueden levantarse
ara construir una plataforma de reconocimiento de los pactos de elección de foro, ya
superado el debate sobre su validez. En primer lugar, el Decreto Ley de 1978 que
establece normas sobre contratos internacionales para el sector público. También la
Ley 19.971 sobre Arbitraje Comercial Internacional. También las convenciones sobre
arbitraje internacional. Y también casos de jurisprudencia, como el saso Inverraz.
Sin embargo, esta es una plataforma que se construye más con el entusiasmo que
con normas jurídicas sólidas.
2. Convenio de La Haya.
La opción de incorporar al orden amiento jurídico de Chile el Convenio sobre
Acuerdos de Elección de Foro de 2005 pareciera ser, prima fascie, la opción adecuada
y óptima. En efecto, se trata de un acuerdo dirigido precisamente a establecer,
consagrar y regular los acuerdos de elección de foro. Es un acuerdo moderno,
razonable, ponderado, dirigido a facilitar las relaciones económicas internacionales
y apunta en la dirección de los intereses de Chile. Incorporar el Convenio de La
Haya resolvería el problema de vacío e insuficiencia de la legislación nacional en esta
materia y pondría a Chile en sintonía con las tendencias más modernas y adecuadas.
Sin embargo, hay que tener presente que la incorporación del país a este sistema
presenta también algunas incertidumbres. Por ejemplo, hay que observar que solo
México, Singapur y la Unión Europea han adoptado el Convenio. Cabe recordar
el artículo 3 del Convenio, que señala que “A los efectos del presente Convenio: a)
“acuerdo exclusivo de elección de foro” significa un acuerdo celebrado por dos o más
partes que cumple con los requisitos establecidos por el apartado c) y que designa,
con el objeto de conocer de los litigios que hayan surgido o pudieran surgir respecto
a una relación jurídica concreta, a los tribunales de un Estado contratante o a uno o
más tribunales específicos de un Estado contratante, excluyendo la competencia de
cualquier otro tribunal.”6 Así, los acuerdos de elección de foro son reconocidos en el
evento que se entrega jurisdicción a los tribunales de un estado parte, excluyendo la
jurisdicción de todo otro tribunal. En la medida que las ratificaciones no prosperen,
6 El apartado c) dispone que un acuerdo exclusivo de elección de foro debe ser celebrado o documentado: i) por escrito; o
ii) por cualquier otro medio de comunicación que pueda hacer accesible la información para su ulterior consulta.
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Revista Chilena de Derecho Internacional Privado
RESUMEN
No cabe duda de la relevancia de la determinación del tribunal competente en el ámbito
internacional. Sin embargo, la normativa chilena ha demostrado estar rezagada en la
materia.
Lo anterior guarda particular relevancia para la litigación en el contexto internacional, en la
cual fenómenos como el fórum shopping dan cuenta de la consideración que tienen los litigantes
al momento de elegir el tribunal competente para el conocimiento de sus controversias.
Este artículo analiza cómo la Comisión para la elaboración de una Ley de Derecho
Internacional Privado en Chile, tomando en cuenta la autonomía de las partes en cuanto a
la determinación de la competencia judicial internacional, ha propuesto una serie de reformas
que apuntan a la modernización del derecho chileno en este punto, adentrándose en dichas
propuestas.
Palabras clave: Competencia judicial internacional, pactos de elección de foro, arbitraje,
forum shopping
ABSTRACT
There is no doubt on the relevance of the determination of the competent tribunal within
international relations. However, Chilean regulation has demonstrated to be lagging on this
matter.
This becomes important for international litigation, where phenomena like forum shopping
demonstrate the relevance that litigators give to the election of the competent tribunal in
order to resolve their disputes.
This article analyzes the way the Commission for the elaboration of a Chilean international
private law bill, in consideration of party autonomy regarding the determination of
international judicial competence, has proposed a series of reforms that aim to modernize
Chilean law in this subject, delving into these proposals.
Keywords: International judicial competence, forum selection clauses, arbitration, forum
shopping
1 Profesor de Derecho Internacional Privado de la Universidad Adolfo Ibáñez. Máster en Derecho Comparado e
Internacional en la Universidad de Lausanne, Suiza. Miembro Adipri.
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2 Reglas que, de conformidad a lo dispuesto en el artículo 77 de la Constitución, deberán ser aprobadas cumpliendo con el
quórum propio de las leyes orgánicas constitucionales, por tratarse de reglas que definen las atribuciones de los tribunales
de la república.
3 Virgós, Miguel y Garcimartín, Francisco, Derecho Procesal Civil Internacional. Litigación Internacional, Segunda
edición, Thomson Reuters, Cizur Menor, 2007, p. 71.
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Revista Chilena de Derecho Internacional Privado
ante qué tribunal podrán reclamar la tutela de sus derechos, donde la jurisdicción
pasa a ser concebida como una función y cuyo acento está en la tarea de suministrar
tutela judicial efectiva4.
Ahora bien, las definiciones que se adopten en torno a estas reglas presentan una
importancia especial en nuestro ordenamiento jurídico, sobre todo si consideramos la
situación actual, que se caracteriza por un déficit regulatorio. En efecto, si el sistema
en Chile ha funcionado hasta la fecha razonablemente bien, ha sido sólo gracias a
una jurisprudencia que ha evitado caer en la tentación que supone el imperialismo
jurisdiccional e interpretó desde mediados del siglo pasado que no cualquier
conexión con el foro chileno es suficiente para efectos de que una controversia
quede sometida al conocimiento de los tribunales nacionales. Sin embargo, más
allá de esa afirmación general, no existe un tratamiento sistemático que nos permita
definir con claridad cuándo un conflicto se promueve dentro del territorio de la
república —en los amplios términos usados por el artículo 5 del Código Orgánico
de Tribunales—, caracterizándose nuestro sistema por la existencia de soluciones
fragmentarias5, que muchas veces no resultan del todo coherentes pues obedecen
a la “internacionalización” de reglas pensadas originalmente para ser aplicadas
únicamente en el ámbito interno, entre tribunales que forman parte todos ellos del
foro nacional.
Como es fácil advertir, esta situación obliga a efectuar una cuidadosa revisión de
la materia, ponderando los diversos intereses que se encuentran comprometidos
dentro de la definición —el modelo de soberanía y el modelo de la resolución de
conflictos—, de una manera que resulte coherente además con los fines de armonía
en las soluciones internacionales que son propios al derecho internacional privado.
Finalmente, no podemos obviar en este punto que la definición de las reglas sobre
la competencia judicial internacional tiene una incidencia en la litigación, pues el
tribunal definirá las reglas sustantivas que rigen una determinada cuestión aplicando
su propio derecho, el derecho internacional privado del foro, de manera que una
definición excesivamente amplia de aquellas conexiones que permiten la intervención
de un foro no sólo atentan en contra de la cooperación y la comity internacional, sino
que además generan importantes riesgos de fórum shopping.
En un contexto como el nacional —dado que nuestro país no participa de instancias
internacionales que definan por medio de reglas supranacionales la extensión
de la competencia judicial6— se trata de una materia que queda entregada a la
determinación unilateral por parte del foro. En estos términos, el juez chileno fijará
su jurisdicción para conocer de una controversia según lo que defina exclusivamente
el derecho chileno, por medio de una regla de carácter atributivo. Sin embargo, el
que sea una regla de carácter unilateral no justifica que la misma pueda ser arbitraria,
4 Ibid., p. 71.
5 vg. dentro de las reglas que habitualmente se exponen para efectos de afirmar la jurisdicción de los tribunales chilenos,
los artículos 134, 142, 148 y 149 del Código Orgánico de Tribunales, y el artículo 16 del Código Civil.
6 Esta situación contrasta con aquella que experimentan los países que experimentaron procesos de integración. Es lo que
ocurre paradigmáticamente con los miembros de la Unión Europea, quienes resuelven de manera uniforme las cuestiones
en la materia en el Reglamento de Bruselas.
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Revista Chilena de Derecho Internacional Privado
7 Cuestión relevante, por cuanto dicha afirmación permitirá por una parte, excluir la procedencia de los acuerdos sobre
elección de foro, y por otra, definir la improcedencia del reconocimiento de una sentencia dictada por un tribunal
extranjero en sede de exequatur.
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que versen sobre (i) derechos reales y posesión sobre inmuebles situados en Chile;
(ii) la validez, nulidad o disolución de una persona jurídica constituida en Chile, o
que tenga el centro principal de sus negocios en el país; (iii) la validez o nulidad de
las inscripciones practicadas en registros públicos chilenos; (iv) y la validez de los
derechos de propiedad industrial registrados en Chile; sin perjuicio de aquellas otras
materias que se establezcan por la ley. Por otra parte, en materia de familia se afirma
que el tribunal chileno será competente para conocer de los asuntos relacionados con
la declaración de muerte presunta, cuando el desaparecido sea chileno o haya tenido
su residencia habitual en el país; para conocer de las cuestiones que se susciten entre
los cónyuges o convivientes civiles, cuando uno de ellos tenga su residencia habitual
en el país; de las acciones de filiación, cuando el demandante tenga su residencia
habitual en el país al momento de interponerse la acción; y de alimentos, cuando el
alimentado tenga su residencia habitual en el país.
Como bien se puede apreciar, el desarrollo efectuado por parte de la Comisión recoge
las principales orientaciones desarrolladas en el derecho comparado en materia de
competencia judicial internacional y proporciona soluciones que se encuentran en
línea con la construcción de un sistema racional, que pondere los elementos propios
de la mirada desde la soberanía y desde la solución de controversias que están
presentes en la materia. Desde esa perspectiva, se trata de un esfuerzo que constituye
un innegable avance en la modernización del derecho internacional privado chileno.
Sin embargo, para que la tarea esté completa, es necesario simplificar la aplicación
de muchas reglas —sobre todo de aquellas que confieren jurisdicción a los tribunales
chilenos por sobre la aplicación de la regla general—, y sobre esa base, evitar por una
parte los riesgos que supone el fórum shopping o la afirmación de un foro exorbitante,
y por otra conferir una protección más adecuada cuando se trata de partes débiles
en el contexto de relaciones internacionales, como ocurre paradigmáticamente en el
caso de los consumidores, de los asegurados y de los trabajadores.
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Revista Chilena de Derecho Internacional Privado
RESUMEN
El desarrollo histórico del estatuto personal en el mundo ha generado múltiples concepciones
del mismo y una importante variedad de criterios de extensión y determinación de ley
aplicable al respecto. Lo anterior lleva a la necesidad de definir qué materias cubre el estatuto
personal y qué normas deberían aplicarse.
En cuanto a la ley aplicable, este artículo realiza un análisis crítico de la nacionalidad y el
domicilio como factores de conexión del estatuto personal, decantando por una postura en
favor de la residencia habitual. Además, se pronuncia sobre los factores de conexión más
adecuados para efectos del matrimonio, las relaciones familiares y el derecho societario, dando
cuenta de la utilidad del uso de factores de conexión alternativos.
Palabras clave: Estatuto personal, residencia habitual, ley aplicable, factores de conexión
ABSTRACT
The historical development of personal status law has generated multiple conceptions and a
broad variety of criteria regarding the extension and the way in which applicable law should
be determined. This leads to the need for a definition regarding which subjects are covered by
personal status law and which rules should be applied.
Regarding the applicable law, this article criticizes nationality and domicile as connecting
factors for personal status law, opting for a position in favor of habitual residence. Further,
this article refers to the most adequate connecting factors for marriage, family relations, and
corporate law, demonstrating the usefulness of employing alternative connecting factors.
Keywords: Personal status law, habitual residence, applicable law, connecting factors
El propósito de la ponencia de hoy consiste en analizar algunos aspectos seleccionados
relativos al derecho aplicable al estatuto personal en su sentido más amplio, en
el marco de la discusión acerca del proyecto de ley sobre una reforma integral al
derecho internacional privado chileno, con el propósito de proponer alternativas de
soluciones a los distintos problemas que plantea esta área de la disciplina.
Como parte del contexto general de este tema, es importante destacar que la discusión
más reciente acerca del estatuto personal y su derecho aplicable han sido materia de
amplio debate y análisis, en particular alrededor de lo que se ha denominado la
“crisis del estatuto personal”. La crisis del estatuto personal es, en parte, un reflejo
de la crisis general que afecta a todo el derecho internacional privado, y también una
crisis de su propia naturaleza. Esta crisis se manifiesta en dos aspectos principales:
1 Profesor de Derecho Internacional Privado en la Pontificia Universidad Católica de Chile y Universidad de Los Andes.
Corresponsal de Chile en UNIDROIT.
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por una parte, el enfrentamiento entre quienes son partidarios de la ley nacional
y quienes lo son del derecho territorial o del domicilio y, más recientemente, de
nuevas conexiones como la de la residencia habitual. Por otra parte, la discusión
acerca del contenido del estatuto personal, entre quienes promueven una amplitud
del concepto, que abarcaría desde la ley personal hasta las relaciones patrimoniales
de familia, la capacidad en todas sus dimensiones e incluso la sucesión por causa
de muerte y aquellos que abogan por restringir su alcance exclusivamente a la
constitución y extinción del estado civil y quizás a algunos aspectos de la capacidad
de ejercicio de las personas físicas.
Se vislumbra un nuevo planteamiento del estatuto personal porque hay un nuevo
concepto de la persona, más humanizado, cuya relación con el derecho es distinta
y en la que se toma en cuenta el contexto de globalización que enfrenta el mundo
de hoy. De otro lado, las necesidades del comercio internacional de explorar nuevos
enfoques jurídicos que lo faciliten se han visto afectadas, de un lado, por las posturas
americanas, acérrimas defensoras de la autonomía de la voluntad, y de otro, por las
nuevas concepciones sociales, que buscan proteger a la persona frente a los peligros
que representa para ellas la economía de mercado.
Históricamente, la noción del estatuto personal traza su origen hasta los estatutos o
leyes particulares de que gozaban las ciudades del norte de Italia en la Edad Media2.
Los antiguos autores agrupaban estas leyes particulares en las que concurrían
elementos personales, entre los cuales los más relevantes son los relativos al estado
civil y la capacidad de las personas, bajo el término “estatutos”, y le asignaban un
tratamiento distinto al del resto de los factores de conexión, ya que estos “estatutos”
seguían a las personas donde quiera que estas fueran, con el propósito de proteger
aspectos fundamentales de su individualidad. Sin embargo, los estatutarios diluyeron
el sentido original del concepto hasta confundir “estatuto personal” con “estado y
capacidad de la persona”. Savigny criticaba la división entre estatutos personales,
reales y mixtos pero en definitiva aceptaba la existencia de un estatuto personal
relativamente restringido, sujeto a la ley del domicilio. Mancini por su parte es el
responsable del desbordamiento del estatuto personal, que incluiría no solo el estado
y capacidad de la persona, sino también los efectos personales y patrimoniales de
las relaciones de familia y la sucesión por causa de muerte. Story no contemplaba
el estatuto personal como tal, pero sujetaba la capacidad a la ley del domicilio. Hay
muchos autores para quienes el concepto es considerado anticuado y rebasado y
prescinden deliberadamente de él.3
El problema del estatuto personal se complica a partir de la dictación de varias
legislaciones civiles europeas durante el siglo XIX. El Código Civil francés de 1804,
el del Piamonte de 1865, el español de 1889 y el alemán de 1898 introducen el
principio de la nacionalidad en reemplazo del asentado principio de la ley domiciliar,
imperante hasta el momento en todo Europa. Sea por razones prácticas o porque
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Revista Chilena de Derecho Internacional Privado
4 Fernández Flores, J.L., El estatuto personal y su problemática, Anuario español de derecho internacional, Estudios I.
Derecho Internacional Privado, Vol. I, Universidad de Navarra, 1974
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Asociación Chilena de Derecho Internacional Privado - ADIPRI
y desconectado con los tiempos actuales, en los que muchos nacionales se domicilian
en otros países y adoptan completamente la manera de ser y las costumbres del país
anfitrión, no dejando por eso necesariamente de sentir afecto o apego o inclusive
conexiones familiares o patrimoniales concretas con sus países de origen. Queda
claro que todos estos argumentos son de índole práctica, pero ninguno tiene un
sustento jurídico de peso.
El principio de la ley nacional presenta, por el contrario, numerosos problemas.
Frente a quienes sostienen que la nacionalidad es de fácil demostración, se puede
también argumentar que esto no siempre es cierto, en particular en los casos de
doble nacionalidad o apatridia.
También la nacionalidad como factor de conexión presenta problemas en relación
con los conflictos positivos y negativos de nacionalidad, los casos de cambio de
nacionalidad o los de sistemas jurídicos multi jurisdiccionales, todos los cuales
producen problemas que no tienen soluciones unívocas. Presenta además dificultades
con instituciones como el reenvío, la excepción de orden público a la ley extranjera
reguladora de la capacidad y la excepción de fraude a la ley en ciertos supuestos,
entre otros.
El domicilio, por su parte, tiene también defensores y detractores como factor de
conexión del estatuto personal. La tradición del domicilio como punto de conexión
principal del estatuto personal es muy antigua, pero no es hasta el siglo XIX que
encuentra resistencia entre europeos y anglosajones que apoyan la ley nacional, aún
cuando incluso en muchos de esos países se aprecia, a principios del siglo XX, un
regreso gradual a la ley domiciliar.
La defensa de la ley domiciliar se basa principalmente en un favorecimiento del
interés individual, al tratarse de un factor de conexión que refleja de mejor manera
el interés particular de cada individuo, al encontrarse más cerca del centro de sus
negocios y actividad económica. También, en el interés familiar, al ser el domicilio
el lugar que habitualmente está próximo al centro familiar y al medio en que la
persona desarrolla su vida y sus afectos. Y finalmente, en el interés social, al favorecer
el crédito público, como dice Battifol, ya que quienes entran en relación con el
domiciliado se les asegura un contacto con todos los aspectos de la vida de ese
individuo y no solo de un punto esporádico de sus intereses. Se podría inclusive
agregar el interés jurídico, porque el domicilio tiende a coincidir más con la lex fori,
ya que las personas suelen preferir demandar en sus propios domicilios.
En términos prácticos, también es cierto que la elección de la ley domiciliar ha sido
preferida por los países de fuerte inmigración, ya que permite una mejor asimilación
de la población extranjera, mientras los países de fuerte emigración han preferido
la ley nacional, a fin de mantener a sus nacionales bajo su esfera de influencia y
eventual conexión para efectos patrimoniales, entre los que destacan los efectos
fiscales y sucesorios.
Pero el domicilio también presenta dificultades muy serias y muy difíciles de
resolver. El problema de calificación del domicilio es quizás el obstáculo más grande
56
Revista Chilena de Derecho Internacional Privado
que este concepto debe sortear, al encontrarse con muy distintas definiciones de
domicilio que dificultan su aplicación. No hay una regla universal que determine
sus elementos constitutivos, ni su extensión, por lo que nos encontramos en algunos
casos con definiciones que se confunden derechamente con la residencia habitual,
así como otras que incluyen elementos subjetivos como el ánimo de permanencia,
noción que también se interpreta de muy distinta manera alrededor del mundo. Solo
a manera de ejemplo, cabe mencionar por una parte el artículo 2613 del Código
Civil argentino, que define el domicilio como “el Estado en que una persona reside
con intención de establecerse en él”, y la residencia habitual, como “el Estado en
que vive y establece vínculos durables por un tiempo prolongado”. Por su parte, el
artículo 4 del Código de Derecho Internacional Privado belga define el domicilio
como “el lugar en donde una persona física está inscrita a título principal”, mientras
que residencia habitual sería “el lugar donde una persona física se establece a título
principal…para lo cual se tendrá en cuenta las circunstancias de naturaleza personal
o profesional que revelen vínculos duraderos en ese lugar o la voluntad de establecer
tales vínculos”. Como se podrá apreciar, la definición de residencia habitual belga
incluiría tanto la definición de domicilio como la de residencia habitual argentina, lo
que evidencia el nivel de confusión que estos términos pueden generar.
Por su parte, el concepto de domicile anglosajón es muy distinto del concepto
de domicilio continental. Además de una residencia habitual y de un ánimo de
permanencia, el domicile exige que se excluya la idea de volver al domicilio de origen.
La jurisprudencia inglesa exige para que se pierda del domicilio, una integración
personal, social y económica en el lugar de residencia habitual, de tal manera que
un inglés que viva en Chile, pero no hable castellano, no se relacione con chilenos y
que siga con pasión la Premier League inglesa pero no sepa si Chile clasificó o no
al próximo Mundial de Fútbol, no se considera integrado y mantiene por tanto su
domicile. Además el domicile se usa también para propósitos fiscales. En un clásico
caso, se trataba de si un irlandés mantenía o no su domicile en Inglaterra o lo había
perdido. Una cláusula de su testamento exigía ser enterrado en Irlanda al morir, por
lo que el fisco británico consideró que seguía teniendo domicile en el Reino Unido
porque seguía mentalmente atado a Irlanda.
El domicilio plantea muchos otros problemas, aparte de su determinación, como los
casos de cambio de domicilio, pluralidad o ausencia del mismo, los casos de domicilio
de dependencia o el requerimiento de una autoridad habilitante del domicilio, que
lo hacen un punto de conexión complejo, que ya no responde a la realidad de los
tiempos actuales.
No cabe duda que tanto el sistema de la ley nacional como el de la ley domiciliar se
encuentran amenazados. Mientras el de la ley nacional es considerado demasiado
rígido por los anglosajones, el de la ley domiciliar es considerado demasiado inestable
por los continentales, motivo por el cual prácticamente todas las legislaciones que
han modernizado su normativa de derecho internacional privado en los últimos
veinte años han abandonado tanto la ley nacional como la ley domiciliar como
punto de conexión principal en lo que respecta al estatuto personal, inclinándose en
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RESUMEN
Cuando hablamos de estatuto real en Chile, hablamos esencialmente del principio lex rei sitae
consagrado en el artículo 16 de nuestro Código Civil. En virtud de aquel principio, rige la ley
de la situación del bien. Solo algunas excepciones reciben un tratamiento particular, como es el
caso de la propiedad intelectual, la propiedad industrial y las naves y aeronaves.
Sin embargo, la falta de regulación de ciertos aspectos del derecho de bienes a propósito de
los bienes muebles ha sido problemática en materia de derecho internacional privado. Estas
dificultades nacen debido a la posibilidad de que, dado que los bienes muebles pueden verse
desplazados, la ley de su situación cambia. De este modo, podemos observar vacíos normativos
importantes a propósito de los bienes en tránsito, de los bienes del viajero y de los derechos
reales de garantía, entre otros temas.
Este artículo tiene por finalidad realizar un análisis de cada uno de estos problemas sobre la
ley aplicable a los bienes, explorando distintos criterios y proponiendo finalmente una serie
de reformas que apuntan hacia la mayor y mejor determinación del estatuto real en Chile.
Palabras clave: Estatuto real, lex rei sitae, bienes muebles, ley aplicable
ABSTRACT
When referring to the law applicable to property in Chile, we are essentially referring to
the lex rei sitae principle, consecrated within article 16 of our Civil Code. According to
such principle, we must apply the law of the location of the respective good. There are few
exceptions with a particular regulation, as in the case of intellectual property, industrial
property and ships and aircrafts.
However, the lack of regulation regarding certain aspects of property law respecting movable
objects has been problematic for private international law. These difficulties arise from the
possibility that, because movable property can change of place, the law of the location changes.
This way, we can observe important legal vacuums regarding goods in transit, the goods of
travelers, and rights in rem regarding warranties, among others.
This article pretends to analyze each of these problems regarding the law applicable to
property, exploring different criteria, and finally proposing a series of reforms which aims
towards a major and better determination of the law applicable to property in Chile.
Keywords: Law applicable to property, lex rei sitae, movable goods, applicable law.
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Revista Chilena de Derecho Internacional Privado
2 Ríos de Marimón, Hernán. Derecho Internacional Privado. Segunda Edición. Colección Guías de Clases N° 33 de la
Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales de la Universidad Central. Año 2004, p. 70.
3 Ríos de Marimón, Hernán. Ob. Cit. p. 70
4 Monsálvez Müller, Aldo. Derecho Internacional Privado. 5ª Edición. Editorial Metropolitana. p. 217
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hereditarios, cuya ley aplicable es la ley personal del causante, que según nuestro
derecho sería la del último domicilio del causante (Artículo 955 del Código Civil).
Ahora bien, el Artículo 16 es una norma unilateral, pues no determina el ordenamiento
que regirá los bienes que se encuentren fuera del país. A través de la bilateralización
de la norma, los bienes situados fuera de Chile quedan regidos, asimismo, por la ley
del país de su situación.
El Código de Derecho Internacional Privado (comúnmente conocido como
“Código de Bustamante”) ratificado por Chile en 1928, sigue el mismo sistema
en su Artículo 105 al señalar que “[l]os bienes, sea cual fuere su clase, están sometidos
a la ley de la situación”, y en sus artículos 106 y siguientes complementa al Artículo
16 del Código Civil al establecer normas sobre la situación de bienes incorporales,
empleando otras soluciones5.
A propósito del Artículo 16 del Código Civil, la Excelentísima Corte Suprema
ha señalado en ciertos casos que los bienes situados en Chile están sometidos a
la jurisdicción nacional, puesto que considera que se trata de una norma de orden
público, por lo que no podría cumplirse resoluciones de un país extranjero en
relación con los bienes situados en Chile. En la práctica esto se ha considerado una
negación de la justicia chilena a reconocer y ejecutar sentencias judiciales extranjeras
relativas a bienes situados en nuestro país6, como por ejemplo, el otorgamiento de
una medida precautoria en Chile7. Esta opinión ha sido criticada por la doctrina
que ha dicho que los tribunales chilenos se transforman en un “verdadero escudo
protector” para los deudores de mala fe que no desean cumplir con sus obligaciones,
desconociéndose el derecho de prenda general de los acreedores consagrado en el
art. 2465 del Código Civil8. Por otro lado, es curiosa esta interpretación de la Corte
Suprema sobre el Artículo 16 del Código Civil, ya que en realidad dicha norma es
una norma de fondo aplicable a los bienes y no una norma de carácter jurisdiccional.
Volviendo al tema, la aplicación de la ley de la situación a los bienes resulta lógica
y óptima para los bienes inmuebles que no cambian de situación, sin embargo,
5 Por ejemplo, de conformidad al Código de Bustamante, la situación de los créditos se determina por el lugar en que se
hacen efectivos, y si no estuviere precisado, por el domicilio del deudor (Art. 107). La propiedad industrial, se consideran
situadas donde se hayan registrado oficialmente (Art. 108). Las concesiones se reputan situadas donde se hayan obtenido
legalmente (Artículo 109).
6 Mereminskaya, Elina. Las Paradojas del Derecho Internacional Privado Chileno. Revista de Magíster y Doctorado en
Derecho de la Universidad de Chile. N° 1. Año 2007. P. 150.
7 A modo ejemplar, en causa Ingreso Corte N° 1419-2010, por resolución de fecha 11 de agosto de 2010, la Excma.
Corte Suprema conociendo sobre una solicitud de exequátur relativo a un embargo preventivo ordenado por un tribunal
argentino sobre unas acciones sociales de un chileno en sociedades chilenas, denegó la solicitud de exequatur en base
al siguiente razonamiento: “Séptimo. Que como lo ha sostenido anteriormente este tribunal, la circunstancia que la
decisión disponga respecto de un bien situado en Chile pues la invocada en la especie por la interesada resuelve
el embargo preventivo de parte de las acciones de una sociedad comercial chilena, domiciliada en Chile- deja de
manifiesto la inconcurrencia de los requisitos referidos, en particular el del numeral segundo, toda vez que aquélla
transgrede el precepto que regula la condición de dichos derechos por encontrarse en Chile, norma de orden público que
resulta vulnerada desde una doble perspectiva, sustantiva y adjetiva, como se destacó en el traslado evacuado a fojas 22.
Ello, por cuanto el artículo 16 de Código Civil previene que los bienes situados en Chile están sujetos a la jurisdicción
nacional, aunque sus dueños sean extranjeros y no residan en el país, siendo improcedente, entonces, pretender su
afectación sobre la base de normativa extraña a la interna. Tal regla también es recogida por el artículo 105 del Código
de B., al sujetar el destino del bien de que se trate a la legislación del lugar de situación del mismo”.
8 Ríos de Marimón, Hernán. Ob. Cit. p. 76
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9 El artículo 5 del Convenio de Berna para la Protección de las Obras Literarias y Artísticas de Derechos garantizados,
señala en la parte pertinente que:
“1) Los autores gozarán, en lo que concierne a las obras protegidas en virtud del presente Convenio, en los países de
la Unión que no sean el país de origen de la obra, de los derechos que las leyes respectivas conceden en la actualidad o
concedan en lo sucesivo a los nacionales, así como de los derechos especialmente establecidos por el presente Convenio.
2) El goce y el ejercicio de estos derechos no estarán subordinados a ninguna formalidad y ambos son independientes
de la existencia de protección en el país de origen de la obra. Por lo demás, sin perjuicio de las estipulaciones del
presente Convenio, la extensión de la protección así como los medios procesales acordados al autor para la defensa de
sus derechos se regirán exclusivamente por la legislación del país en que se reclama la protección.
3) La protección en el país de origen se regirá por la legislación nacional. Sin embargo, aun cuando el autor no sea
nacional del país de origen de la obra protegida por el presente Convenio, tendrá en ese país los mismos derechos que
los autores nacionales.
4) Se considera país de origen:
(a) para las obras publicadas por primera vez en alguno de los países de la Unión, este país; sin embargo, cuando se
trate de obras publicadas simultáneamente en varios países de la Unión que admitan términos de protección diferentes,
aquél de entre ellos que conceda el término de protección más corto;
(b) para las obras publicadas simultáneamente en un país que no pertenezca a la Unión y en un país de la Unión, este
último país;
(c) para las obras no publicadas o para las obras publicadas por primera vez en un país que no pertenezca a la Unión,
sin publicación simultánea en un país de la Unión, el país de la Unión a que pertenezca el autor; sin embargo,
(i) si se trata de obras cinematográficas cuyo productor tenga su sede o su residencia habitual en un país de la Unión,
éste será el país de origen, y
(ii) si se trata de obras arquitectónicas edificadas en un país de la Unión o de obras de artes gráficas y plásticas
incorporadas a un inmueble sito en un país de la Unión, éste será el país de origen”
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10 El artículo 2 de la Ley N° 17.336 establece que: “La presente ley ampara los derechos de todos los autores, artistas
intérpretes o ejecutantes, productores de fonogramas y organismos de radiodifusión chilenos y de los extranjeros
domiciliados en Chile. Los derechos de los autores, artistas intérpretes o ejecutantes, productores de fonogramas y
organismos de radiodifusión extranjeros no domiciliados en el país gozarán de la protección que les sea reconocida por
las convenciones internacionales que Chile suscriba y ratifique.
Para los efectos de esta ley, los autores apátridas o de nacionalidad indeterminada serán considerados como nacionales
del país donde tengan establecido su domicilio”.
11 El Art. 20 letra g) Ley 19.039 estipula que: “No podrán registrarse como marcas…. g) Las marcas iguales o que gráfica
o fonéticamente se asemejen, en forma de poder confundirse con otras registradas en el extranjero para distinguir los
mismos productos, servicios o establecimientos comerciales o industriales, siempre que ellas gocen de fama y notoriedad
en el sector pertinente del público que habitualmente consume esos productos, demanda esos servicios o tiene acceso a
esos establecimientos comerciales o industriales, en el país originario del registro”.
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naves, los actos jurídicos deberán constar, a lo menos, en instrumentos escritos cuyas
firmas estén autorizadas por un ministro de fe y, además, se inscribirán y anotarán
en los registros respectivos en Chile (artículo 832).
En cuanto a las aeronaves, el Código Aeronáutico establece que tienen la nacionalidad
del Estado en donde estuvieren matriculadas. Una aeronave inscrita en el Registro
Nacional de Aeronaves pierde la nacionalidad chilena al ser matriculada en un
Estado extranjero; y, para inscribir una aeronave matriculada en el extranjero, deberá
previamente acreditarse la cancelación de la matrícula anterior (artículos 35 y 36).
También, el mismo código señala que para inscribir el dominio de la aeronave se
acompañará copia de la escritura pública o del instrumento privado protocolizado
ante notario, que acredite su adquisición, y sin esta inscripción, la transferencia del
dominio no producirá efectos respecto de terceros (artículo 49).
Como se aprecia, el Estatuto Real de las naves y aeronaves es la ley de su matrícula o
registro, y no la ley de su situación, por lo que no hay problema de conflictos de leyes,
pues la ley del registro pasa a resolver un problema de factor de conexión móvil o
desplazamiento de la nave o aeronave a un territorio con otro ordenamiento jurídico.
12 Fernández Rozas, José Carlos y Sánchez Lorenzo, Sixto. Derecho Internacional Privado 10ª ed., Madrid, Civitas-
Thimson-Reuters, 218, pp. 741 ss
13 Fernández Rozas, José Carlos (coordinador). Armonización del Derecho Internacional Privado en el Caribe. Estudios y
materiales preparatorios y proyecto de ley modelo OHADAC de Derecho Internacional Privado de 2014. P. 554.
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El lugar de situación del bien no resulta un criterio aceptable para determinar la ley
aplicable a los bienes que se hallan en tránsito, pues su situación cambia a medida
que se traslada o está próxima a cambiar en el momento en que llegue a su destino.
En nuestro país no existe una regulación respecto de estos bienes.
¿Qué criterio ocupar para los bienes en tránsito? En los diversos sistemas de
Derecho Internacional Privado se han formulado reglas específicas con respecto a
la constitución, transmisión o extinción de derechos reales sobre bienes en tránsito,
que tienden a basarse bien en lugar de origen o en el lugar de destino de éstos14.
Así, en Rumania15 es aplicable a los bienes en tránsito el derecho del Estado emisor,
es decir, el lugar de origen del bien, salvo excepciones. Por otro lado, en Bélgica16,
Hungría17, Italia18, Suiza19, Polonia20, Uruguay21 y en la Ley Modelo OHADAC22,
se utiliza el criterio de la ley de destino.
Hay ordenamientos en los que no se tratan los bienes en tránsito, pero se ocupan
otros criterios generales respecto de los bienes que pueden servir para solucionar el
factor móvil. Así por ejemplo Argentina23, donde se distingue entre bienes muebles
de “situación permanente” y aquellos que carecen de ella. En dicho ordenamiento,
respecto de los bienes muebles de situación permanente, se aplica la ley de su
situación y su desplazamiento no influye en los derechos que hayan sido válidamente
constituidos bajo el imperio de la ley anterior. Por el contrario, aquellos bienes que
carecen de situación permanente, como aquellos que el propietario siempre lleva
consigo o que son de uso personal o aquellos que se tienen para ser vendidos o
trasportados a otro lugar, se rigen por la ley del domicilio del dueño. Esta distinción
entre bienes muebles de situación permanente y aquellos que carecen de ella, me
parece complicada, puesto que los bienes muebles por regla general pueden cambiar
de situación, por su propia naturaleza móvil, por lo que no recomendaría replicar en
nuestro país dicha distinción.
Podemos ver entonces, que es ampliamente aceptado en derecho comparado que
los bienes en tránsito deban regirse por la ley de su destino, lo que recomendaría
replicar en Chile, puesto que se trata de la ley donde el bien permanecerá finalmente
y generará vínculos más permanentes.
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24 Picand Albónico, Eduardo. Ob. Cit. Ley Rumana N° 105 sobre la Reglamentación de las Relaciones del Derecho
Internacional Privado, Artículo 53.
25 Meza Barros, Ramón. Manual de Derecho Civil, de las fuentes de las obligaciones. Editorial Jurídica de Chile. año 2010
[Recurso electrónico. VLEX]. p. 59
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26 Picand Albónico, Eduardo. Ob. Cit. Ley de la República Popular China sobre las Leyes Aplicables a las Relaciones
Civiles con Elementos de Extranjería, Artículo 40.
27 http://www.ohadac.com. Anteproyecto de la Ley de la Organización para la Armonización del Derecho Mercantil en el
Caribe relativa al Derecho Internacional Privado, Artículo 60.
28 Gormaz, Alejandra. Notas para una reinterpretación del concepto de dominio como garantía atípica desde la cláusula de
reserva de dominio. Revista de Derecho Universidad San Sebastián. Ciencias Sociales y Jurídicas. N° 25. Año 2019. p.
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Existen otros ordenamientos en los que la reserva de dominio tiene plena validez,
resultando entonces que, si se pactó una reserva de dominio sobre un bien mueble,
y dicho bien cambia de situación, resultaría injusto para el tradente que se reservó el
dominio que se privara de efectos a la reserva en el nuevo lugar de la situación del
bien.
La ley de Derecho Internacional Privado de Suiza establece en su art. 102.2 una
solución práctica y justa a este problema, otorgando un plazo de validez de tres
meses a la reserva de dominio constituida en el extranjero en caso de que ella no
reúna los requisitos del derecho suizo, y una vez vencido dicho plazo, la reserva de
dominio deberá cumplir con los requisitos legales de dicho país.
Ahora bien, en nuestro país pareciera ser más complejo establecer una norma como
la de Suiza, toda vez que ni siquiera a nivel interno se le reconoce eficacia a la reserva
de dominio por el choque normativo antes expuesto. Sin embargo, ello no obsta
a poder buscar una solución práctica que no deje en indefensión al tradente que
adquirió su derecho a reserva válidamente bajo el ordenamiento jurídico anterior.
e) Prescripción
Las diferencias entre los distintos sistemas jurídicos al establecer plazos de posesión
necesarios para la adquisición de un bien mueble por prescripción, puede llevar a
resultados perjudiciales para el poseedor si se aplica de forma radical la ley de la
situación del bien, puesto que el desplazamiento antes de completarse el plazo de
prescripción en el lugar de origen puede acarrear la pérdida de la posesión anterior.
Hay ordenamiento como Hungría que, en su Ley de Derecho Internacional Privado,
ha otorgado soluciones a esta problemática, al contemplar que “(1) La usucapión de
bienes estará regida por el Derecho del Estado en cuyo territorio se encuentra el bien para el
momento en el cual se complete el tiempo necesario para la usucapión. (2) El cambio de la
situación del bien no implica, en sí mismo, la interrupción de la usucapión”.
La regulación húngara pareciera ser adecuada desde el punto de vista de no
desconocer el período de posesión del bien en el otro ordenamiento, pero ¿qué pasa
si el plazo de prescripción es mayor en el nuevo ordenamiento? Bueno, en dicha
situación, la prescripción se regirá por la ley de la nueva situación del bien, por lo cual
deberá completarse el plazo para adquirir por prescripción. Ahora bien, puede pasar
al revés, que en el nuevo ordenamiento el plazo de posesión sea menor al establecido
en el ordenamiento anterior, en dicho caso el adquirente se verá beneficiado.
En mi opinión, en estricto rigor no sería necesario regular el resguardo de la posesión
anterior bajo el ordenamiento de la situación antigua del bien, puesto que el cambio
de ordenamiento jurídico no afecta la situación de hecho ocurrida y, finalmente, el
asunto radicaría en un tema probatorio sobre la posesión.
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RESUMEN
Hablamos de la ley aplicable a las obligaciones civiles no contractuales, para referirnos a las
reglas que buscan reducir la discrecionalidad en la determinación de los factores de conexión,
otorgando mayor certeza y previsibilidad al vínculo que determine el estatuto normativo
aplicable a un conflicto internacional.
La caracterización de los propósitos perseguidos por el Derecho Internacional Privado
permiten descubrir el sentido y alcance de un conjunto de disposiciones que se proponen para
el Proyecto de Ley chilena de Derecho Internacional Privado.
En base a un estudio de Derecho comparado, la ley aplicable emerge como una síntesis de los
criterios propuestos por la Conferencia de la Haya de Derecho Internacional Privado y su
consagración en diferentes cuerpos normativos internacionales. No se ha querido dejar de lado
la experiencia comparada en base a la normativa nacional de los países de la región. Tampoco
se han dejado de lado los criterios divergentes seguidos por algunos Estados según la materia
que se trata.
Los grandes temas, como la autonomía de la voluntad o la relación entre la ley del foro y la
ley aplicable al asunto, siguen siendo el eje conductor de este estudio.
Finalmente, usando una técnica normativa en cascada se formula una regla general a la
que le siguen normas especiales y clausulas de escape. El trabajo concluye con una propuesta
de normativa sectorial específica para ciertas materias: Daños por productos defectuosos,
Competencia desleal y actos que restrinjan la libre competencia, Daño medioambiental y
Derechos de propiedad intelectual.
Palabras clave: Obligaciones extracontractuales, daños, ley aplicable, lex loci damni
ABSTRACT
Applicable law to civil non-contractual obligations refer rules that seek to reduce discretion
in the determination of connection factors, granting greater certainty and predictability in
the international applicable statute in an international conflict.
The characterization of the purposes pursued allow us to discover the meaning and scope that
are proposed for the Chilean Bill of Private International Law.
Based on a comparative law study, the applicable law emerges as a synthesis of criteria
proposed by the Hague Conference of Private International Law and its consecration in
different international normative bodies. Comparative experience based on the national
regulations of the countries of the region has been studied. The divergent criteria followed by
some States have not been left aside either.
1 Abogada. Doctora en Derecho Internacional y Relaciones Internacionales. Magister en Derecho de Minería. Profesora de
Derecho Privado en Universidad de Atacama. Domicilio Postal: Vallejos 480, Copiapó. Mail: [email protected].
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The major issues, such as the autonomy or the relationship between law of the forum and
applicable law remain the driving force of this study.
Finally, using a cascade technique, a general rule is formulated followed by special rules
and escape clauses. The work concludes with specific sectorial regulation proposal for certain
subjects: Damages due to defective products, unfair competition and acts that restrict free
competition, environmental damage and intellectual property rights.
Key words: Non-contractual obligations, Torts, applicable law, lex loci damni.
I. Introducción
Se entiende por “daños” todos los efectos del hecho dañoso, siendo el hecho dañoso
el verdadero factor de conexión en esta clase de obligaciones. Dentro de los daños
deben agregarse aquellos derivados de productos defectuosos, los daños que se
deriven de un acto de competencia desleal o que restrinjan la libre competencia,
los daños medioambientales y los daños a derechos de la propiedad industrial o
intelectual. En el Derecho comparado los daños se extienden al enriquecimiento
injusto, la gestión de negocios ajenos y la culpa in contrahendo. Para este artículo,
dejaremos por ahora de lado los últimos tres. El modelo de Ley OHADAC no incluye
enriquecimiento injusto, la gestión de negocios ajenos ni la culpa in contrahendo,
como si lo hace el Reglamento No 864/2007 del Parlamento Europeo y del Consejo
de 11 de julio de 2007 relativo a la ley aplicable a las obligaciones extracontractuales
(«Roma II»)2. La Ley modelo OHADAC aplica en estos casos las reglas generales
en materia de hecho dañoso. Este estudio, propone la ley aplicable a las obligaciones
internacionales extracontractuales para Chile. Para lograr este objetivo sintético se
ha tomado como base la Ley Modelo OHADAC y se ha realizado un estudio de
Derecho comparado.
2 Ver artículos 10, 11 y 12 del Reglamento No 864/2007 del Parlamento Europeo y del Consejo de 11 de julio de 2007
relativo a la ley aplicable a las obligaciones extracontractuales («Roma II»)
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3 Private International Law (Miscellaneous Provisions) Act of 1995. Chapter 42. Part III. Choice of Law in tort and
Delict.
4 Ley australiana de elección de Derecho Aplicable.
5 UK Private International Law (Miscellaneous Provisions) Act of 1995. Purpose of Part III “The characterization for the
purposes of private international law of issues arising in a claim as issues relating to tort or delict is a matter for the courts
of the forum.”
6 Ver Artículos 132 y 133 de la Ley DIPr suiza.
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7 Artículo 132 de la Ley de DIPr suiza: “Les parties peuvent, après l’événement dommageable, convenir à tout moment de
l’application du droit du for”.
8 Artículo 99 del Código Belga de Derecho Internacional Privado.
9 Artículo 62 de la Ley italiana de DIPr.
10 Artículo 73 de Proyecto de Ley de DIPr boliviano.
11 Artículo 32 de Ley de DIPr venezolana. Gaceta Oficial No 36.511 de 6 de agosto de 1998.
12 Artículo 100 de Proyecto de Ley de DIPr, sobre obligaciones contractuales y extracontractuales.
13 Artículo 52.2 Ley Modela OHADAC.
14 Artículo 4 del Reglamento «Roma II».
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Este punto de conexión otorga una base objetiva precisando la ley aplicable en los
casos en los cuales existe disociación entre el lugar de origen o lugares donde se
localiza la conducta o actividad causal, por un lado y por otro lado el lugar donde
el daño se manifiesta, especialmente cuando junto al daño directo existan daños
indirectos, derivados, colaterales o por repercusión en otros Estados. En todos estos
casos la ley aplicable es la del lugar donde se manifiesta el daño directo15.
El Reglamento Roma II aplica la lex loci damni, considerando “un justo equilibrio
entre los intereses de la persona cuya responsabilidad se alega y la persona perjudicada,
y corresponde también a la concepción moderna del Derecho de responsabilidad
civil y al desarrollo de los regímenes de responsabilidad objetiva” (Considerando 16).
Esta regla tiene excepciones; por ejemplo en materia de ley aplicable a daños civiles
asociados a daños ambientales o daños asociados a derechos del consumidor, casos en
los cuales los daños pueden derivarse de un mismo hecho generador territorialmente
deslocalizado. En estos casos especiales la victima tendrá el derecho a elegir la ley
aplicable según el lugar del hecho generador o según el lugar donde se manifestaron
los daños directos. Esta regla es una aplicación del principio favor laesi16 en materia
de ley aplicable. Resulta interesante constatar que la “regla de ubicuidad” reconocida
por la jurisprudencia del Tribunal de Luxemburgo para determinar la competencia
judicial internacional, pueda aplicarse también a la determinación de la ley aplicable
en obligaciones extracontractuales internacionales. Nos encontramos en los albores
de un nuevo Derecho global, según el cual la responsabilidad civil internacional y
especialmente el daño civil internacional son categorías jurídicas cuyos elementos
están disociados territorialmente, no obstante obedezcan a una misma unidad de
acción.
En el Derecho comparado La Ley venezolana de Derecho Internacional Privado17
opta por la lex loci damni otorgando a la víctima la posibilidad de elegir la aplicación
del Derecho del Estado donde se localiza la causa generadora del hecho ilícito18.
Por otro lado en el Reino Unido, la regla general en materia de ley aplicable es la del
Estado donde los hechos constitutivos de daño o delito civil han ocurrido19. Esta regla
no distingue entre lugar del hecho generador del daño y lugar de manifestación del
daño propiamente tal. Deja abierta la posibilidad a que el juez competente determine
dónde se concentran la mayor cantidad de hechos constitutivos de responsabilidad,
15 Considerando 17 del Reglamento «Roma II»: “La legislación aplicable debe determinarse sobre la base del lugar en el
que se produzca el daño, independientemente del país o países en los que pudiera haber consecuencias indirectas. En
consecuencia, en casos de lesiones personales o daño a la propiedad, el país en el que se produce el daño debe ser el país
en el que se haya sufrido la lesión o se haya dañado la propiedad, respectivamente.”
16 Moscoso, Pia, Principio Favor Laesi y “Parte más Débil” en la Competencia Judicial Internacional por daño Ambiental
Boletín Mexicano de Derecho Comparado, Nueva serie, Año XLV, Núm. 134, mayo-agosto de 2012, pp. 571-594.
17 En el mismo sentido la Ley italiana de Derecho Internacional Privado (Gaceta Oficial de la República Italiana, de 03-
06-1995) artículo 62 y el Proyecto de Ley de Derecho Internacional Privado boliviano, artículo 73.
18 Ley venezolana de Derecho Internacional Privado. Artículo 32: “Los hechos ilícitos se rigen por el Derecho del lugar
donde se han producido sus efectos. Sin embargo, la víctima puede demandar la aplicación del Derecho del Estado donde
se produjo la causa generadora del hecho ilícito.”
19 UK Private International Law (Miscellaneous Provisions) Act of 1995. Part III. Num. 11. Choice of applicable law: the
general rule. “The general rule is that the applicable law is the law of the country in which the events constituting the tort
or delict in question occur.”
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20 Artículo 2622 Código Civil argentino: “Responsabilidad civil. Las pretensiones dirigidas a hacer efectiva una
responsabilidad civil se rigen por el derecho del Estado donde tanto el presunto responsable del daño como el damnificado
tienen su domicilio.
Si no tienen domicilio en un mismo Estado, estas pretensiones se rigen por el derecho del Estado en el cual el acto dañoso
ha sido cometido. No obstante, si el daño se produjese en otro Estado, el derecho de este Estado será aplicable si el autor
pudo prever que el resultado dañoso se produciría en él.
Después de producido el hecho daños y hasta el el momento de la traba de la litis, las partes puede convenir la aplicación del
derecho del foro.”
21 Este ha sido el criterio elegido por Reglamento «Roma II», artículo 23.
22 Artículo 2545 Código Civil argentino en relación con artículo 2622 del mismo Código.
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acreditar que el daño tuvo un principio de ejecución en otro país para excluir la
aplicación de la legislación argentina.
Con una perspectiva similar, el Proyecto de Ley de Derecho Internacional Privado
mexicano hace aplicable el Derecho del lugar donde aconteció el evento generador
de la obligación o responsabilidad extracontractual23. En relación con este criterio,
el proyecto mexicano si opta por referirse a la residencia habitual, en este caso de
la persna que causó el daño. En materia de daño internacional el lugar de la causa
puede estar localizado en otro Estado, como ocurre por ejemplo en los casos de
contaminación transfronteriza. Incluso para este caso, el proyecto de ley mexicano
opta por aplicar la ley del lugar donde se produjo el hecho generador24.
Finalmente en otras legislaciones, como la Ley australiana de Deerecho Internacional
Privado, la referencia a la residencia habitual sólo se aparece en estatutos especiales,
en los cuales la residencia se considera importante, como por ejemplo en materia
de accidentes de tánsito, en los cuales se toma en cuenta la residencia de las partes
involucradas al momento del accidente25.
3. Claúsula de escape.
Para la Ley chilena se propone establecer una cláusula de escape o de excepción que
otorge al juez la posibilidad de reconocer vínculos más estrechos con la ley de otro
Estado. En este último caso, se adverte coherencia con la ley del foro especialmente
en materia de medidas cautelares para protección de la extensión del daño.
Esta claúsula que fue establecida anteriormente por el Reglamento Roma II
introduce flexibilidad con base al vínculo de mayor proximidad. Es excepcional y
por tanto debe ser de interpretación restrictiva. Exige vínculos “manifiestamente”
estrechos, lo que implica que la conexión con otro ordenamiento debe ser evidente
y determinado caso a caso.
El mismo Reglamento Roma II otorga un ejemplo de “vínculo manifiestamente
más estrecho” como aquél basado en una relación preexistente entre las partes, por
ejemplo un contrato, estrechamente vinculado con el hecho dañoso en cuestión26.
En el Derecho comparado, el caso inglés demuestra que la regla general para
determinar la ley aplicable es precisamente que el caso tenga factores de conexión
significativos con un Estado. No podríamos hablar en este caso de interpretación
restrictiva, sino de cómo la jurisprudencia inglesa ha dotado de contenido a los
factores de conexión que se relacionan con las partes y con los hechos que constituyen
el delito civil27.
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30 Alto estándar de protección que se recoge también en el Tratado de la Unicón Europea, artículo 174 TCE.
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31 En este mismo sentido art. 110 apartado 2 Ley suiza de DIPr de 1987, art. 86 del Código Belga de DIPr.
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32 La regulación del ámbito de la ley aplicable a obligaciones extracontractuales ha sido propuesta en distintos cuerpos de
normas con el mismo sentido y extensión. Ver: a.) artículo 15 del Reglamento Roma II y b.) artículo 57 de la Ley Modelo
OHADAC, e.) artículo 15 del Reglamento Roma II. Asimismo, y en ámbitos sectoriales según sus materias, ver: a.)
artículo 8 del Convenio de la Haya sobre la ley aplicable en materia de accidentes de circulación por carretera de 4 de
mayo de 1971, b.) artículo 8 del Convenio de la Haya sobre la ley aplicable a la responsabilidad por productos de 2 de
octubre de 1973.
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RESUMEN
En Chile no existe estatuto personal. Y si bien ha habido múltiple intentos de construirlo
a partir de la normativa disponible, todos estos ensayos han sido en vano. Por este y otros
motivos, el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos junto a la Asociación Chilena de
Derecho Internacional Privado sugirieron una Comisión encargada de formular una Ley
General de Derecho Internacional Privado
En este artículo se analizan los motivos por los cuales dicha Comisión se decidió por la
residencia habitual como el factor de conexión más adecuado para esta materia. Para ello, se
explica la superación de la idea de nacionalidad o domicilio para estos efectos, sobre la base
de un principio sobre la base de un principio de carácter territorial que no tiene elemento
subjetivo, favorece la actualidad de la situación del sujeto y respeta la elección efectuada por
las personas.
Palabras clave: Estatuto personal, persona, ley de derecho internacional privado, residencia
habitual
ABSTRACT
There is no personal status law in Chile. And even if there have been multiple attempts to
build such a law by resorting to the available rules, each of these efforts have been in vain.
Because of this and other reasons, the Ministry of Justice and Human Rights in cooperation
with the Chilean Association of Private International Law have suggested the creation of a
Commission in order to formulate a General Private International Law.
This article discusses the reasons why the Commission decided that habitual residence should
be the connecting factor regarding personal status law. To achieve such an objective, the
article explains the overcoming of the ideas of nationality and domicile for these matters, on
the basis of a territorial principle that has no subjective element, favours the current situation
of the subject and respects the choice made by people..
Keywords: Personal status law, person, private international law bill, habitual residence
Quien se dirige a Uds. es miembro de la Comisión que surgió como iniciativa del
Ministerio de Justicia y Derechos Humanos y la Asociación Chilena de Derecho
Internacional Privado para formular una Ley General de Derecho Internacional
Privado.
1 Profesor de Derecho Internacional Privado de la Pontificia Universidad Católica de Chile. Miembro ADIPRI.
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Asociación Chilena de Derecho Internacional Privado - ADIPRI
Este es un anhelo muy caro para quienes nos hemos desempeñado por años como
profesores de Derecho Internacional Privado. En efecto, en Chile las normas que
constituyen esta disciplina se encuentran dispersas en muchos cuerpos normativos,
las más importantes de ellas son antiguas –vienen del siglo XIX- y el conjunto
de tales normas son insuficientes para cubrir todos los aspectos que exige nuestra
disciplina desde una perspectiva moderna.
En Chile la primera pregunta que surge, que en otras partes se da por sentado, es si
vamos a tener o no un estatuto personal que se aplique a todas las personas naturales
y jurídicas, sean chilenos o extranjeros y se encuentren en Chile o no. En Chile no
hay verdadero estatuto personal. Sólo existe un respeto limitado al estatuto personal
de los chilenos en el extranjero, fundado en la nacionalidad y al amparo del artículo
15 del Código Civil. Algunos especialistas de nuestra disciplina se han esforzado
por construir un estatuto personal a partir de la nacionalidad, del domicilio y aún
de la mera habitación. Tales esfuerzos han sido loables, pero no convincentes. La
Comisión ha resuelto que la Ley de Derecho Internacional Privado reconozca un
verdadero estatuto personal y que éste se estructure sobre la base de la residencia
habitual.
En el Derecho Comparado ha existido desde hace muchos años una discusión
sobre si debe ser la nacionalidad o el domicilio el factor de conexión que rija el
estatuto personal. El favor sobre la nacionalidad viene del Código Civil francés y
se sigue en Europa continental, entre otros países, en la propia Francia, en España,
en Alemania y en Italia. El domicilio arranca de una tradición antigua, anterior
a la nacionalidad, y se sigue, entre otros, en los países nórdicos de Europa y en el
Derecho anglosajón. La ventaja más evidente de la nacionalidad como factor de
conexión del estatuto personal es que es de fácil comprobación; también se resalta la
estabilidad que presenta y el hecho que evita el fraude porque supone una decisión
del Estado –no del individuo- otorgarla o no. Por otro lado, el domicilio tutela
mejor el interés individual porque permite –en teoría- a las personas regirse por la
ley de su elección. Sin embargo, el domicilio arrastra inevitablemente un problema
serio cual es el de determinar si el individuo tiene o no el ánimo de permanecer en
el lugar donde reside –animus manendi. En el Derecho Comparado se ha tratado
de sortear este último inconveniente del domicilio sobre la base de elegir un factor
de conexión que no contemple el ánimo como uno de sus elementos; así se arribó a
la residencia habitual. Hoy este factor de conexión está ampliamente extendido en
leyes y tratados.
La Comisión optó por proponer la residencia habitual como factor de conexión
del estatuto personal para Chile. Esto significa un tremendo avance respecto de
la solución actual. Por un lado se propone, lisa y llanamente, que nuestro país
reconozca un estatuto personal para todas las personas, sean que se encuentren o no
en Chile. Por otro se elige como factor de conexión la residencia habitual del sujeto.
El primer aspecto tiene gran relevancia porque hasta ahora en Chile se piensa que
las personas quedan sujetas en lo que se refiere a su estatuto personal por la ley del
lugar donde se encuentren, con excepción de los chilenos en el extranjero en los
84
Revista Chilena de Derecho Internacional Privado
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del lugar de donde quisieron salir, como ocurre si se opta por la nacionalidad. La
residencia habitual reconoce la libertad y, en este sentido, se asemeja a la ley de la
autonomía de la voluntad en los contratos. Optar por lo que es obvio, lo que es más
simple, es siempre lo mejor.
Finalmente, la Comisión tuvo en vista que Chile ha pasado en los últimos años
a ser un país de inmigración más que uno de emigración. Desde esta perspectiva
la residencia habitual resulta preferible porque acoge mejor a los extranjeros al
sujetarlos a la ley del lugar donde quieren estar y, por otra parte, unifica las leyes
aplicables a los individuos que residen en Chile por un tiempo, cualquiera que sea
su procedencia.
Vale la pena apuntar que la residencia habitual es un factor de conexión que se
emplea ordinariamente en el Derecho Comparado. A veces como conexión
subsidiaria cuando no se puede aplicar la principal. Algunos ejemplos. En Alemania
y Austria se usa como conexión subsidiaria de la nacionalidad para sujetos apátridas.
En Argentina se emplea como conexión subsidiaria del domicilio. También se usa
como factor de conexión preferido por los convenios surgidos en el marco de la
Conferencia de La Haya de Derecho Internacional Privado.
Creemos que tener un estatuto personal es un paso muy relevante para Chile.
Estructurarlo sobre la base de la residencia habitual parece lo más prudente y
aconsejable. Sin perjuicio de lo anterior debiera contemplarse también factores de
conexión alternativos o subsidiarios para regir la capacidad para celebrar ciertos actos
en beneficio de la validez de ellos. Tal podría ser el caso del matrimonio en el cual
la capacidad de los contrayentes para celebrarlo podría regirse alternativamente por
la ley nacional o por la ley del lugar de la celebración. Este sería un paso importante
en nuestra legislación, poco acostumbrada a los factores de conexión alternativos.
Como se ve, no se propone la residencia habitual como el único factor de conexión,
sino como el preponderante.
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Revista Chilena de Derecho Internacional Privado
RESUMEN
Los procesos migratorios han favorecido el surgimiento de preguntas sobre el derecho aplicable
al matrimonio. En este contexto, y atendida la necesidad de generar una regulación del
matrimonio que logre armonía con el estatuto personal, se propone la aplicación del principio
locus regit actum para regir la forma del matrimonio, con excepciones en favor de la ley
nacional de ambos contrayentes; en cuanto a la capacidad de los contrayentes se sugiere la ley
de la residencia habitual y la ley nacional.
Además, se propone el empleo de factores de conexión alternativos, con el fin de favorecer la
validez del acto del matrimonio.
Palabras clave: Matrimonio, locus regis actum, residencia habitual, factores de conexión
alternativos
ABSTRACT
The migration processes have favored the emergence of questions regarding the law applicable
to marriage. In this context and considering the need for generating a regulation for marriage
that works in harmony with the personal status law, the application of the locus regit actum
principle is proposed to govern the formalities of marriage, with exceptions in favour of the
law of the nationality of both and each parties; regarding the capacity of the parties, the law
of habitual residence and the law of the nationality are suggested.
In addition, the article proposes the use of alternative connecting factors, in order to favour
marriage.
Keywords: Marriage, locus regis actum, habitual residence, alternative connecting factors
1 Profesor de Derecho Internacional Privado de la Pontificia Universidad Católica de Chile. Miembro ADIPRI.
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de cada contrayente y la ley del lugar de la celebración del acto. Así, parece del todo
razonable que se considere como capaces para celebrar matrimonio a quienes lo
sean conforme a su ley nacional. Es más discutible en doctrina aceptar la validez
del matrimonio de dos contrayentes que sólo sean capaces conforme a la ley del
lugar de la celebración del acto porque se podría prestar para fraude. Sin embargo,
admitir esta posibilidad no es más que seguir con la tradición legislativa chilena de
muchos años. No parece razonable que con la nueva ley pasen a ser considerados
nulos matrimonios celebrados conforme a la ley del lugar de la celebración del acto,
los que antes se consideraban los únicos válidos.
Más relevante quizás que el factor de conexión que en definitiva se emplee como
alternativo a la ley de la residencia habitual es la circunstancia misma de tener uno
o más factores de conexión alternativos. Esta sería una gran novedad en nuestro
Derecho, en el que hasta el día de hoy es una técnica legislativa que se emplea en
muy pocos casos. Introducir factores de conexión alternativos tratándose del propio
matrimonio sería, además, paradojal, ya que actualmente se imponen requisitos
copulativos en vez de alternativos, circunstancia que, por su naturaleza, hace más
difícil la validez del acto.
Corresponde ahora decir algunas palabras sobre la posible ley aplicable a los efectos
del matrimonio.
En cuanto a la persona de los contrayentes parece lo más apropiado y coherente,
atendido que no se puede aceptar la ley de la autonomía de la voluntad, considerar
como primer factor de conexión a la residencia habitual común. En subsidio de tal
factor podría proponerse la ley nacional común de los contrayentes. A falta de ambas
habrá que considerar otras alternativas de manera que no queden casos sin resolver.
Podría pensarse en la ley de la residencia habitual del demandado o demandante o
la ley de sus respectivas nacionalidades. En fin, esta es una materia abierta que habrá
que discutir en profundidad.
En cuanto a los efectos patrimoniales del matrimonio la solución es claramente
distinta. En nuestra opinión debiera abrirse paso a la autonomía de la voluntad, lo
que es coherente con el régimen aplicable a los contratos. Obviamente, el campo
de elección de la ley será más limitado en el caso del matrimonio. Podría pensarse
en aceptar la elección, pero sólo entre ciertas leyes que aparezcan objetivamente
conectadas. Este criterio se empleó hace unos años en Francia, siguiendo a Batiffol
y Lagarde, para elegir la ley aplicable a los contratos. Así, en el caso del matrimonio
podría ser adecuado permitir la elección entre la ley de la residencia habitual común
y la ley nacional común. Obviamente, en los casos en que los cónyuges elijan la
ley deberán exigirse requisitos de publicidad para resguardar a los terceros. No hay
que olvidar que la ley aplicable, la lex caussae, cualquiera que ésta sea, determinará
el régimen patrimonial del matrimonio, comunidad de bienes, comunidad de
ganancias, separación de bienes u otro.
A falta de elección de ley, por razones de certeza, no puede aceptarse una voluntad
tácita por lo que la propia ley deberá establecer cuál será la ley aplicable. En este
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caso resulta coherente con el sistema que hemos propuesto atender a la ley de la
residencia habitual común, en subsidio de ésta a la ley nacional común y, en subsidio
de ambas, a la ley del lugar de la celebración del matrimonio. Inevitablemente, como
hemos dicho, deberán establecerse mecanismos que protejan adecuadamente a los
terceros que contraten con los cónyuges.
Como se aprecia de lo expuesto en esta breve síntesis de lo que se está discutiendo,
proponemos ser consistentes en aceptar la ley de la residencia habitual de los
contrayentes y la ley nacional común, en ese orden, como los factores más relevantes,
sin excluir la lex loci celebrationis. El uso de factores de conexión alternativos permite
ese juego que favorece a los contrayentes.
También debe agregarse que hay otros temas vinculados al matrimonio que no se
alcanzarán a tocar ahora por razones de tiempo. Por ejemplo, la ley aplicable a la
nulidad, que no presenta dificultades porque debe ser la misma ley que gobierna la
validez. Distinto es el caso de otras materias como el divorcio y el de los acuerdos de
vida en común, que deben ser objeto de un tratamiento especial.
Finalmente, imperioso es señalar que en materias como el matrimonio la calificación
del acto como tal y el orden público internacional del Estado tendrán un papel
relevante. Ambos temas son complejos y permiten anticipar interesantes discusiones
jurídicas en las que lo que se resuelva sobre las materias generales de Derecho
Internacional Privado tendrá importancia capital.
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AUTORES NÓVELES
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RESUMEN
La cultura China durante mucho tiempo se desarrolló en completo separatismo con el exterior,
lo que tuvo como consecuencia que su derecho se apartara del desarrollo científico llevado a
cabo en occidente. Recientemente, su política ha tomado un giro drástico y se ha propuesto
la meta de ser potencia mundial, adoptando leyes e instituciones foráneas como modelo, sin
olvidar sus tradiciones, lo que será objeto de análisis en el presente trabajo.
Palabras clave: China, Código Civil, Propiedad, Confucianismo, Occidentalización.
ABSTRACT
Chinese culture for a long time develop in complete separatism with the outside, in
consequence, its law turned apart from the scientific development carried out in the West.
Recently, its politics has taken a drastic change and go in for the aim of being a great power,
adopting foreign laws and institutions as a model, without forgetting its traditions, which
will be analyze in this work.
Key Words: China, Civil Code, Property, Confucianism, Occidentalization.
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2 Rosales, Osvaldo. (2019). El conflicto US-China: nueva fase de la globalización. Estudios internacionales (Santiago),
51(192). Disponible en: https://dx.doi.org/10.5354/0719-3769.2019.52820
3 Chesneaux, J.; Bastid, M., De las guerras del opio a las guerras franco-chinas, Editorial Vicens-Vives, Colección de
Historia Contemporánea, Barcelona, 1972, Primera Edición, p. 23-25.
4 Rosales, Osvaldo. (2019). El conflicto US-China: nueva fase de la globalización. Estudios internacionales (Santiago),
51(192). Disponible en: https://dx.doi.org/10.5354/0719-3769.2019.52820
5 Ibíd.
6 Bauer, Wolfgang, Historia de la Filosofía China, Editorial Herder, Barcelona, 2009, 34-35.
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7 David, René; Jauffret-Spinosi, Camille, Los Grandes Sistemas Jurídicos Contemporáneos, Instituto de Investigaciones
Jurídicas, México, 2010, 11° ed. Actualizada, 380.
8 Maillard, Chantal, La sabiduría como estética, Editorial Akal, España, 1995, 26.
9 Bauer, Wolfgang, Historia de la Filosofía China, Editorial Herder, Barcelona, 2009. 41.
10 Bueno, André, “La Comprensión del “nuevo confucianismo”: La reinvención del Confucianismo y el futuro de China”,
ÁmbitoS: Revista de Estudios de Ciencias Sociales y Humanidades, 2015, N° 33, 122.
11 Ibíd. 122.
12 Zhang, Lihong, “Comparative Law in China” en: Cheng, Tong Io; Mancuso, Salvatore (eds.), New Frontiers of
Comparative Law”, LexisNexis, China, 2013, 89.
13 Bauer, Wolfgang, Historia de la Filosofía China, Editorial Herder, Barcelona, 2009, 84-85.
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Asociación Chilena de Derecho Internacional Privado - ADIPRI
14 Soto Von Armin, Laura, “La historia del derecho internacional privado en China y sus fuentes”, Anuario Colombiano de
Derecho Internacional, 2013, vol 6, 138.
15 Ruiz Morato, Natalia, “El pasado para entender el futuro del Estado de Derecho chino: The past for understanding the
future of the chinese rule of law”. Disponible en: https://revistas.unal.edu.co/index.php/peju/article/view/36717/39505
16 Chesneaux, J.; Bastid, M., De las guerras del opio a las guerras franco-chinas, Editorial Vicens-Vives, Colección de
Historia Contemporánea, Barcelona, 1972, Primera Edición, 23-25.
17 Ibíd. 7.
18 Zhang, Xianxu, “The New Round of Civil Law Codification in China”, University of Bologna Law Review, 2016, Vol 1,
110.
19 Chen, Lei, “The historical development of the Civil Law tradition in China: A private Law perspective”, Martinus Nijhoff
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Revista Chilena de Derecho Internacional Privado
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Dicho cuerpo legal fue llevado hasta Taiwán con la expulsión de los nacionalistas,
durante el ascenso del partido Comunista en 1949, donde todavía se encuentra
vigente, aunque con modificaciones.27
Pero el nuevo régimen no se contentó con desterrar al Kuomintang (Partido
Nacionalista Chino) sino que también derogó todas las normas vigentes y con ello,
cualquier influencia de occidente contenida en ellas y se reemplazaron los ideales
confucianos de lealtad a la familia por los de lealtad al partido.28 China se convirtió
en un país sin ley, en el sentido más literal, y por lo tanto, era prioritario llenar ese
vacío.
El gobierno de Mao Zedong comenzó una nueva política de cierre con el exterior,
especialmente con occidente. La producción jurídica necesitaba un nuevo modelo a
seguir, y lo encontró en la Unión Soviética, pese a la contradicción de tolerar como
derecho extranjero el estudio del derecho romano bajo la óptica rusa.29
No obstante, bajo un régimen de estas características, el derecho civil estaba abocado
a cumplir con los objetivos del partido, así, los contratos servían para llevar a cabo
la planificación estatal, no existía libertad contractual como la entendemos en
occidente.
De todos modos, la codificación continuó siendo una idea atractiva, como
lo demuestran los dos intentos de código civil, en 1954 y 1962, los cuales no
pudieron concretarse debido al surgimiento de algunos movimientos políticos y el
fortalecimiento del llamado nihilismo jurídico30, que proclamaba la inaccesibilidad
del derecho.31
En general, la revolución cultural, constituyó un período de cierre y bajo desarrollo
jurídico, la profesión de jurista y la investigación jurídica cayó en el olvido, incluso
se clausuraron las escuelas de derecho, y los profesores fueron enviados a trabajar a
los campos.32
27 Schipani, Sandro, “Derecho romano en China”, Revista de Derecho Universidad de Concepción, 2011, N° 229-230, 107-
109.
28 Marín Fuentes, José Luis, “El nuevo derecho internacional privado chino: cercanía o lejanía con el derecho latinoamericano
sobre la materia”, Anuario Mexicano de derecho internacional, vol. 18, 2018, 523.
29 Schipani, Sandro, “Derecho romano en China”, Revista de Derecho Universidad de Concepción, 2011, N° 229-230, 110
– 111.
30 Zhang, Lihong, “Los últimos avances en la codificación del derecho civil chino”, Revista chilena de derecho, vol. 36, n.
3, 2009, 469.
31 Barcellona, Mario, “El Nihilismo jurídico, la forma del derecho moderno y el nuevo soberano”. Disponible en: https://
derechocritico.com/el-nihilismo-juridico-la-forma-del-derecho-moderno-y-el-nuevo-soberano/.
32 Marín Fuentes, José Luis, “El nuevo derecho internacional privado chino: cercanía o lejanía con el derecho latinoamericano
sobre la materia”, Anuario Mexicano de derecho internacional, vol. 18, 2018, 523
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Revista Chilena de Derecho Internacional Privado
blanco o negro, lo que importa es que atrape ratones, lo que deja de manifiesto el sentido
pragmático de su pensamiento. El foco principal se desarrolla en torno a cuatro
modernizaciones, a saber: agricultura, industria, defensa, y ciencia y tecnología. Su
modelo marca un paso fundamental, que deja de lado la extrema ideologización”.33
Por supuesto, para cumplir con sus objetivos había que llenar el vacío legislativo y
asentar las nuevas directrices en el ordenamiento positivo. Para esto, se parte por la
base, es decir, la Constitución de 1982 que recoge esta orientación en su articulado,
a modo ilustrativo, ratifica la rectoría del Estado (artículo 1), a la vez que reconoce
la economía individual de los trabajadores, como complemento del sector social de
la economía socialista (artículo 11). Agrega que, el Estado protege el derecho de
propiedad de los ciudadanos sobre sus ingresos legítimos, ahorros, casas de vivienda,
y otros bienes legítimos (artículo 13) e incorpora el reconocimiento de empresas
y otras organizaciones económicas o de individuos extranjeros a realizar distintas
formas de cooperación con empresas u organizaciones chinas (artículo 18).
Estas disposiciones grafican lo que se ha denominado el sistema libre mercado con
“características chinas” o “socialismo de libre mercado”, el cual continúa acentuándose
en sucesivas reformas constituciones. Así, en la enmienda de 1988 por primera vez
se reconoce la existencia de la propiedad privada34, o, la más significativa en 1999,
en que incorpora la noción de “país socialista de leyes”, siguiendo el modelo ya
trazado en el año 1997, cuando el Congreso incorpora al “Estado de Derecho” entre
sus principios básicos.35
De este modo, el objetivo que se estableció a finales del siglo XX fue “formar un
sistema jurídico socialista con características chinas para el 2010”,36 sin embargo el
camino sería mucho más largo de lo previsto.
33 Biblioteca del Congreso Nacional, “De Los Andes a la Gran Muralla: 40 años de relaciones entre Chile y China”.
Disponible en: https://www.bcn.cl/obtienearchivo?id=documentos/10221.1/22973/3/LibroEspanol.pdf”
34 Oropeza García, Arturo, “Modernización del derecho chino en el último siglo”, XXXIX Curso de Derecho Internacional:
El Derecho y las Relaciones Internacionales Actuales. Disponible en: http://www.oas.org/es/sla/ddi/docs/publicaciones_
digital_XXXIX_curso_derecho_internacional_2012_Arturo_Oropeza_Garcia.pdf.
35 Lin, Li, “Historia del derecho chino y su sistema jurídico contemporáneo”, en: Fix Fierro, H., Oropeza García, A. (eds.),
México–China. Cultura y sistemas jurídicos comparados, UNAM, Instituto de Investigaciones Jurídicas, Mexico, 2009,
53.
36 Ibíd. 55.
37 Zhang, Lihong, “Los últimos avances en la codificación del derecho civil chino”, Revista chilena de derecho, vol. 36, n.
3, 2009, 470.
38 Spósito Contreras, Emilio, “La persona natural y la libertad en las disposiciones generales del código civil de la República
Popular China”, Revista Venezolana de Legislación y Jurisprudencia, 2018, N°10, 716.
99
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39 David, René; Jauffret-Spinosi, Camille, Los Grandes Sistemas Jurídicos Contemporáneos, Instituto de Investigaciones
Jurídicas, México, 2010, 11° ed. Actualizada, 392.
40 Chen, Lei, “The historical development of the Civil Law tradition in China: A private Law perspective”, Martinus Nijhoff
Publishers, 2010, Vol 78, 176.
41 Marín Fuentes, José Luis, “El nuevo derecho internacional privado chino: cercanía o lejanía con el derecho latinoamericano
sobre la materia”, Anuario Mexicano de derecho internacional, vol. 18, 2018, 524.
42 Zhang, Xianxu, “The New Round of Civil Law Codification in China”, University of Bologna Law Review, 2016, Vol 1,
124.
43 Zhang, Lihong, “Los últimos avances en la codificación del derecho civil chino”, Revista chilena de derecho, vol. 36, n.
3, 2009, 474.
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44 Garot, Marie-José, “El poder judicial en China: ¿independiente y eficaz?”, Revista para el análisis del derecho, 2009, p.
7
45 SCHIPANI, Sandro, “Fundamentos romanísticos y derecho chino”, Revista de Derecho Privado, 2018, N° 35, p. 25
46 Zhang, Xianxu, “The New Round of Civil Law Codification in China”, University of Bologna Law Review, 2016, Vol 1,
126.
47 Zhang, Lihong, “Los últimos avances en la codificación del derecho civil chino”, Revista chilena de derecho, vol. 36, n.
3, 2009, 475.
48 Janssen, André; CHAU, Samuel C. K., “The Impact of the UNIDROT Principles of International Commercial Contracts
of Chinese Contract Law: Past, Present and Future”, en: DIMATTEO, Larry A.; CHEN, Lei (eds.), Chinese Contract
Law: Civil and Commom Law Perspectives, Cambridge University Press, United Kingdom, 2018, 449.
49 Ibíd. 452.
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Popular Nacional adoptó un plan para lograr la codificación del derecho civil chino
el año 2010 y se promulgó un gran número de leyes importantes, entre ellas los
Principios Generales del Código Civil de 1986, como ya comentamos, y que, por
cierto, inspiraron todo el proceso legislativo en adelante.50
Se promovió, por tanto, una serie de congresos, reformas a las mallas curriculares e
intercambio de estudiantes con el extranjero. Por ejemplo, se desarrolló en Pequín
el “Congreso de Derecho romano, derecho chino y codificación del derecho civil,
derechos reales y obligaciones de 1999”,51 lo que desde ya demuestra el interés de
ponerse en contacto con occidente, pero no solo con su sistema jurídico vigente, sino
también, sus orígenes.
La discusión en ese entonces versaba en torno a qué modelo de código civil sería el
indicado para satisfacer las necesidades del pueblo chino, la opinión que prevaleció,
contradictoriamente, se basó en el commom law, de la mano del profesor Jiang Ping,
quien postulaba que el modelo románico era demasiado rígido para su sociedad,
por lo que sugería la formulación pequeño código que regulase los principios e
instituciones más relevantes de manera abstracta y general, dejando el resto a las
leyes especiales y a la interpretación judicial, es decir, un sistema de precedentes. De
este modo nació el proyecto del año 2002, el cual fue duramente criticado, entre otras
razones, por la ausencia de una sección dedicada a las Obligaciones y, nuevamente,
la escasa técnica legislativa. 52
En conclusión, si China quería un código, debía aprender derecho. La pregunta es
cómo, y la respuesta es simple si recordamos quienes nos enseñaron a nosotros. En
otras palabras, China tenía que repasar sus apuntes de Derecho Romano.
Para 1979 las Facultades de derecho habían reiniciado sus cátedras de Derecho
Romano, y también se habían dado a conocer diversas obras doctrinarias, por
mencionar algunas, en 1982 se publicó el libro “Las Bases del Derecho Romano”
del profesor Ping Jiang, en 1994 se publicaron dos tomos bajo el título de “Los
principios de Derecho Romano” por Nan Zhou, pero era necesario ir mucho más
allá, analizando incluso los textos originales, de ser necesario.53 De este modo, se
tomó el corpus iuris civilis, y se realizó su traducción en distintos volúmenes que la
editorial de la Universidad de Ciencias Políticas de China imprimió desde 1995,
en adelante. En 2006 se publicó la traducción comentada sobre la “Ley de las XII
tablas” por C. Chaobi, y en 2010 se embarcaron en la traducción de la obra “Sistema
Actual del derecho romano” de Friedrich Karl von Savigny, extendiendo cada vez
más sus fuentes de estudio.54
50 Zhang, Lihong, “Los últimos avances en la codificación del derecho civil chino”, Revista chilena de derecho, vol. 36, n.
3, 2009, 475.
51 Schipani, Sandro, “Derecho romano en China”, Revista de Derecho Universidad de Concepción, 2011, N° 229-230, 116.
52 Zhang, Lihong, “Los últimos avances en la codificación del derecho civil chino”, Revista chilena de derecho, vol. 36, n.
3, 2009, 475-476.
53 Zhang, Lihon, “Estudio del derecho romano en China”, en: Associazione internazionale per la ricerca storico-giuridica e
comparatistica; Vacca, Letizia (eds.), Nel mondo del diritto romano, Napoli : Jovene, 2017, Roma, 2014, 317-318.
54 Ibid. 321-324
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Este es el tiempo de los juristas para el gran gigante asiático. China, hasta entonces,
era un puzzle entre commom law y civil law, con poca experiencia y bajo desarrollo
científico, pero el paradigma comienza a cambiar, y esto se refleja en su legislación.
55 Chen, Lei “The new chinese property code: A gigant step foward?”, Electronic Jounal of Comparative Law, 2007, Vol
11, N° 2, 13.
56 Zhang, Lihong, “Comparative Law in China” en: Cheng, Tong Io; Mancuso, Salvatore (eds.), New Frontiers of
Comparative Law”, LexisNexis, China, 2013, 97.
57 Chen, Lei “The new chinese property code: A gigant step foward?”, Electronic Jounal of Comparative Law, 2007, Vol
11, N° 2, 4.
58 Foncillas, Adrián “China decide proteger por ley la propiedad privada”. Disponible en: https://www.elperiodico.com/es/
internacional/20070312/china-decide-proteger-por-ley-la-propiedad-privada-5433487.
59 Tejeda Canobbio, Enrique “Marco general de la propiedad privada en China”, en: Oropeza García, A. (eds.), China-
Latinoamérica: una visión sobre el nuevo papel de China en la región, UNAM, Instituto de Investigaciones Jurídicas,
México, 2009, p. 496.
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10. Ley de la República Popular China sobre las leyes aplicables a las
Relaciones civiles relacionadas a extranjeros (2010)
Tal como su nombre lo indica, esta ley, promulgada en octubre del año 2010, está
dirigida a la determinación de la ley aplicable en materia civil para las relaciones
entre los ciudadanos chinos con ciudadanos de terceros estados (Artículo 1), lo que
60 Chen, Lei “The new chinese property code: A gigant step foward?”, Electronic Jounal of Comparative Law, 2007, Vol
11, N° 2, 5.
61 De Suso, Begoña, “La nueva ley sobre el derecho de propiedad en China”. Disponible en: https://www.casaasia.es/
iberoasia/garrigues/ley_propiedad_Cn_may07.pdf
62 Chen, Lei “The new chinese property code: A gigant step foward?”, Electronic Jounal of Comparative Law, 2007, Vol
11, N° 2, 2.
63 Ibíd. 11.
64 De Suso, Begoña, “La nueva ley sobre el derecho de propiedad en China”. Disponible en: https://www.casaasia.es/
iberoasia/garrigues/ley_propiedad_Cn_may07.pdf
65 Chen, Lei “The new chinese property code: A gigant step foward?”, Electronic Jounal of Comparative Law, 2007, Vol
11, N° 2, 21.
66 Ibíd. 20.
104
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67 Soto Von Armin, Laura, “La historia del derecho internacional privado en China y sus fuentes”, Anuario Colombiano de
Derecho Internacional, 2013, vol 6, 134.
68 Ibíd. 149.
69 Marín Fuentes, José Luis, “El nuevo derecho internacional privado chino: cercanía o lejanía con el derecho latinoamericano
sobre la materia”, Anuario Mexicano de derecho internacional, vol. 18, 2018, 530-531.
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70 Soto Von Armin, Laura, “La historia del derecho internacional privado en China y sus fuentes”, Anuario Colombiano de
Derecho Internacional, 2013, vol 6, 148-149.
71 Marín Fuentes, José Luis, “El nuevo derecho internacional privado chino: cercanía o lejanía con el derecho latinoamericano
sobre la materia”, Anuario Mexicano de derecho internacional, vol. 18, 2018, 532.
72 Ibíd. 541.
73 Marín Fuentes, José Luis, “El nuevo derecho internacional privado chino: cercanía o lejanía con el derecho latinoamericano
sobre la materia”, Anuario Mexicano de derecho internacional, vol. 18, 2018, 544-545.
74 Ibíd. 532.
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75 Xinhua Español, “China adopta Disposiciones Generales del Código Civil”. Disponible en: http://spanish.xinhuanet.
com/2017-03/15/c_136130246.htm.
76 Ibíd.
77 Spósito Contreras, Emilio, “La persona natural y la libertad en las disposiciones generales del código civil de la República
Popular China”, Revista Venezolana de Legislación y Jurisprudencia, 2018, N°10, 716
78 Ibíd. 721.
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En este título encontramos el innovador “principio verde”, que obliga a las partes,
dentro de sus relaciones privadas, en el ejercicio de actividades civiles (que incluyen
el ejercicio de derechos, el cumplimiento de obligaciones y en el ámbito de la
responsabilidad), deben contribuir a la conservación de los recursos y a la protección
del medio ambiente (artículo 9).
Es primera vez que el derecho privado chino regula la interacción de los particulares
con el medio ambiente,79 pero no es una invención de ellos, sino que toma nuevamente
el ejemplo internacional.80 Lo cual, por cierto, es sumamente importante a nivel
global, ya que sabemos que es uno de los países donde más contaminación se genera.
Por cierto, al establecer el principio solo en términos generales, es de esperar que se
dicte una ley especial que le otorgue mayor contenido.81
Siguiendo la tradición instaurada por el emperador Justiniano, otorga protección
concebido en vientre materno (artículo 16),82 en términos muy similares al de
nuestro artículo 77 en cuanto puede recibir herencias y donaciones, a través de la
presunción de personalidad, pero en caso de que el feto nazca muerto, se considera
que esos derechos no le fueron deferidos jamás.83
La nueva ley también clasifica a los menores entre los que tienen una capacidad
limitada y los que simplemente no tienen capacidad. Así, las personas de ocho años
o más pueden realizar transacciones apropiadas para su edad e intelecto. De modo que,
si el niño compra un reloj avaluado en un millón de pesos, no está acorde a su
edad e intelecto, por lo tanto los padres deben ratificar, o en su caso, extinguir el
contrato. En cambio, si se compra un dulce o un lápiz, estaría obrando conforme a
los requisitos legales. A los menores de ocho años no se les reconoce capacidad. En
ley de 1986, se hacía la misma distinción, pero la división se hacía a los diez.84
En el caso de las tutelas, se apega a la filosofía confuciana al preferir relaciones
paterno-filiales, pero permite que en último caso, la labor sea asumida por las
organizaciones que establece la ley.85 Los Principios Generales de 1986 solo
contemplaban los tutores para los menores o enfermos mentales sin capacidad
de obrar o con limitaciones a la misma, situación que se amplía en la nueva ley,
permitiendo que un adulto sin capacidad de obrar o con limitaciones a la misma
pueda serle designado un tutor.86 También admite la posibilidad de que, previa
79 Zhai, Tiantian; CHANG, Yen-Chiang, “The Contribution of China’s Civil Law to Sustainable Development: Progress
and Prospects”, Sustainability Open Access Journal, 2019, Vol. 11, no. 1: 294, 4-5.
80 Ibíd. 9.
81 Li, Mr Guang; Cui Yang, Wessing, Taylor, “Book One Of The Chinese Civil Code: China’s General Provisions Of Civil
Law Promulgated”, Disponible en: http://vlex.com/vid/book-one-of-the-672690337
82 Spósito Contreras, Emilio, “La persona natural y la libertad en las disposiciones generales del código civil de la República
Popular China”, Revista Venezolana de Legislación y Jurisprudencia, 2018, N°10, 722.
83 Raja & Tann Asia, “China passes the General Provisions of its civil law”. Disponible en: https://eoasis.rajahtann.com/
eoasis/lu/pdf/2017-04-China-Passes.pdf
84 Wen, Dr Wei, China’s New General Provisions of Civil Law: Changes and Advancements for the Better, LAWASIA
Journal, 2018, 14-15.
85 Spósito Contreras, Emilio, “La persona natural y la libertad en las disposiciones generales del código civil de la República
Popular China”, Revista Venezolana de Legislación y Jurisprudencia, 2018, N°10, 723.
86 XINHUA Español, “China adopta Disposiciones Generales del Código Civil”, http://spanish.xinhuanet.com/2017-
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consulta con sus parientes y demás involucrados, puedan estipular por escrito la
designación de su eventual tutor.87
Destaca la protección a los datos personales, los activos virtuales en línea y la
protección explícita a la información personal, en cualquier individuo que necesite
obtener información personal de otra persona debe hacerlo a través de los medios
legales y garantizar su seguridad, de manera que se prohíbe la venta, compra o
adquisión ilegal de información personal. El Tribunal Popular Supremo de la
República ejerciendo su facultad interpretativa ha establecido en qué escenarios estas
infracciones se consideran graves, amplió su definición y extendió la prohibición
a la publicación de información personal sin consentimiento, aunque haya sido
adquirida por medios legales.
Por otro lado, las disposiciones generales se hacen cargo de un problema que ha
estado en la conciencia pública durante mucho tiempo, la que ha sido llamada como
la de los “buenos samaritanos”. En antaño, estas personas podían verse expuestas a
multas y juicios producto de su buena voluntad.88
En esa línea, algunas provincias ya habían adoptado medidas para proteger a las
personas que ofrecían, de manera voluntaria, asistencia de emergencia a los heridos,
enfermos o en peligro de cualquier otra forma, no enfrentaran responsabilidad civil
en caso de lastimar a las víctimas.89
No obstante, en paralelo con las nuevas soluciones, tomadas a partir de la experiencia
extranjera, también existen ideas que parecen sacadas directamente de la mente de
Confucio, quien mantiene su influencia, regulando situaciones como la de los “nidos
vacíos”, ordenando que, los hijos de trabajadores jubilados deben apoyar, cuidar
y proteger a sus padres cuando se muden de casa,90 y sancionando civilmente a
aquellos que mancillen el nombre, la imagen, la reputación y honor de los héroes y
mártires, lo que constituye un menoscabo del interés público.91
Por último, el legislador tampoco olvida la primacía de la agricultura dentro de
los principios confucianos, de modo que si bien en la actualidad, la expansión y la
apertura son la prioridad, el campesinado ha ejercido su influencia en la economía
y la legislación desde mucho antes. Cabe mencionar que existe un gran contraste
entre las zonas rurales y urbanas, la migración es un problema en la actual China y
03/15/c_136130246.htm,
87 Spósito Contreras, Emilio, “La persona natural y la libertad en las disposiciones generales del código civil de la República
Popular China”, Revista Venezolana de Legislación y Jurisprudencia, 2018, N°10, 724.
88 Chon, Ik Wei; Yang, Samuel, “The General Provisions of Civil Law 2017 – a milestone in China’s legal history”.
Dispomible en: https://www.clydeco.com/insight/article/the-general-provisions-of-civil-law-2017-a-milestone-in-
chinas-legal-histor
89 Hong Kong Free Press. China acts to protect Good Samaritans, in a move that could help tackle ‘bystander effect’.
Disponible en: https://www.hongkongfp.com/2017/03/16/china-acts-protect-good-samaritans-move-help-tackle-
bystander-effect/
90 Sheperd, Christian; HOLMES, Sam, “Factbox: Legal issues addressed in China’s new civil code”, https://www.
reuters.com/article/us-china-parliament-civilliberties-factb/factbox-legal-issues-addressed-in-chinas-new-civil-code-
idUSKBN16E1DC, 5 de mayo de 2019.
91 XINHUA Español, “China adopta Disposiciones Generales del Código Civil”. Disponible en: http://spanish.xinhuanet.
com/2017-03/15/c_136130246.htm
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92 Wen, Dr Wei, China’s New General Provisions of Civil Law: Changes and Advancements for the Better, LAWASIA
Journal, 2018, 11
93 Zhai, Tiantian; CHANG, Yen-Chiang, “The Contribution of China’s Civil Law to Sustainable Development: Progress
and Prospects”, Sustainability Open Access Journal, 2019, Vol. 11, no. 1: 294, 3.
94 XINHUA Español, “Disposiciones generales del código civil de China entran en vigor”. Disponible en: http://spanish.
xinhuanet.com/2017-10/01/c_136652986.htm
95 Yang, Grace, “China Sexual Harassment Protections and Employer Obligations”. Disponible en: https://www.
chinalawblog.com/2018/11/china-sexual-harassment-protections-and-employer-obligations.html
96 XINHUA, “Over 100,000 people advise on China’s draft civil code”, Disponible en: http://www.chinadaily.com.
cn/a/201812/23/WS5c1ec82ba3107d4c3a002473.html
97 Zhicheng, Wang, “El Nuevo Código Civil chino apunta a terminar con el control de la natalidad”. Disponible en:
http://www.asianews.it/noticias-es/El-Nuevo-C%C3%B3digo-Civil-chino-apunta-a-terminar-con-el-control-de-la-
natalidad--44795.html
98 Una lectura recomendada para entender este tema es “Nacer Mujer en China”, de Xinran Xue.
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hacia otra persona por medio lenguaje o acciones sexuales o por avances sexuales
contra un subordinado.99
14.- Conclusiones
Llama la atención que el proceso legislativo en China se esté llevando de una
manera que podríamos catalogar “a la inversa”, puesto que mientras las aspiraciones
napoleónicas fueron en un comienzo, contener todo el sistema jurídico en un
mismo código y solo con el fenómeno de la decodificación se llegó a la conclusión
de que esto sería imposible, los chinos comenzaron su proceso de codificación a
través de leyes dispersas, leyes especiales, para luego intentar elaborar un código que
armonizara todo el sistema.
Nosotros somos un buen ejemplo de lo primero. No somos herederos de una
tradición tan milenaria, pero contamos con una tradición jurídica que despegó en
1855, con la promulgación de nuestro actual código civil, que fue una inspiración
para nuestros vecinos.
En el caso de China, es indiscutible que ha experimentado un cambio dramático,
desde su concepción inicial del derecho hasta la actualidad: El sueño de la codificación
de la República Popular China.
A pesar de las críticas por su inexperiencia que recibió en el pasado, hoy en día el
gigante asiático se encuentra más preparado que nunca. Ha examinado cada una de
las instituciones presentes en las legislaciones foráneas, de modo que, aunque quizás
el código chino no se destaque por su innovación o creatividad, es de esperarse que
recogerá todos los avances internacionales que se han desarrollado hasta el momento.
El derecho romano, sin duda, ha promovido la discusión legislativa y ha dado las
herramientas para la modernización, junto con los estudios de derecho comparado.
Atrás quedaron los tiempos en que China era un territorio aislado y autosuficiente,
con su apertura, se marca un hito en el derecho contemporáneo, que una cultura
tan lejana y distinta como la oriental esté mirando al sistema romanista como un
modelo a seguir nos indica que la ambición de un derecho común no es un mero
sueño del pasado o una ambición imposible, sino una necesidad de la globalización.
Como contrapunto, solo señalar que su apertura, por supuesto, no ha sido enteramente
pacífica, puesto que ha desencadenado una guerra comercial con Estados Unidos
cuyas consecuencias ya se están sintiendo a nivel económico y político.
99 Yang, Grace, “China Sexual Harassment Protections and Employer Obligations”. Disponible en: https://www.
chinalawblog.com/2018/11/china-sexual-harassment-protections-and-employer-obligations.html
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RESUMEN
Los Incoterms® buscan dar certeza sobre la repartición de los costos, riesgos, derechos y
obligaciones que corresponden a cada una de las partes de una compraventa internacional de
mercaderías. Sin embargo, dado que la autonomía privada rige la contratación internacional
y, de hecho, funda el valor normativo de los Incoterms®, dicha distribución puede ser modificada
por las partes, llevando a una derogación parcial del contenido del Incoterm en cuestión.
Este trabajo busca abordar los criterios empleados por la doctrina y la jurisprudencia en la
interpretación de contratos donde un Incoterm ha sido modificado. Además, propondremos
algunos otros criterios para entender cuándo se ha procedido a tal cambio, cuál es su verdadero
alcance y cómo debe ponderarse la seguridad jurídica que otorgan los Incoterms® frente a la
autonomía de las partes contratantes.
Palabras clave: Incoterms® – Modificación – Autonomía privada – Compraventa
internacional de mercaderías
ABSTRACT
The Incoterms® aim to provide legal certainty about the distribution of costs, risks, rights
and duties under an international sale of goods. However, given that party autonomy rules
international contracting and, in fact, gives rise to the normative value of Incoterms®, such
distribution may be modified by the parties, leading to a partial derogation of the chosen
Incoterm’s content. This article intends to analyze the criteria used both by doctrine and case
law for the interpretation of contracts with a modified Incoterm. Further, we will propose
some other criteria to determine when can we affirm that there is a modification, what is its
scope and how should we weigh the legal certainty provided by Incoterms® against party
autonomy.
Keywords: Incoterms® – Modification – Party autonomy – International sale of goods
1. Introducción.
La compraventa internacional de mercaderías presenta una serie de obstáculos. No
solo existe una barrera idiomática y una considerable dificultad logística, sino que
también la forma en que las partes entienden la distribución de los costos, riesgos,
112
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derechos y obligaciones varía según el contexto jurídico propio de cada uno de los
contratantes2.
Debido a estas múltiples y diversas regulaciones sobre la compraventa, se han hecho
variados intentos de facilitar el entendimiento de las partes por medio de regulación
internacional uniforme y otros mecanismos para proporcionar claridad en la materia.
Las principales herramientas jurídicas en este sentido son la Convención de las
Naciones Unidas sobre los Contratos de Compraventa Internacional de Mercaderías
(“CISG”), y junto a ella, los International Commercial Terms (“Incoterms®”) de la
Cámara de Comercio Internacional (“CCI”)3.
A través de estas herramientas, se ha logrado catalizar los procesos del comercio
internacional al proporcionar un lenguaje jurídico común por medio del cual
sortear gran parte de los obstáculos de las transacciones de carácter internacional.
Sin embargo, dada la prevalencia de la autonomía de la voluntad como pilar
informativo fundamental de la contratación internacional privada, el alcance de
estas herramientas se ve mermado en mayor o menor medida. Así, por ejemplo,
sucede con el artículo 6° de la CISG, que permite a las partes excluir su aplicación
o establecer excepciones a cualquiera de sus disposiciones o modificar sus efectos4;
o bien, con los Incoterms®, en la medida en que las partes no quedarían del todo
sometidas a su contenido cuando decidieran modificar su alcance.
En este artículo nos centraremos en los Incoterms®. Para ello, comenzaremos
por revisar cuál es el concepto, la finalidad y las funciones de los Incoterms® en el
comercio internacional. Luego, procederemos a analizar el eventual conflicto entre
la autonomía privada y los Incoterms®, centrándonos en el choque entre certeza
jurídica y libertad de contratación cuando estamos frente a un contrato poco claro y
que presenta dificultades interpretativas con respecto a su contenido. A continuación,
revisaremos los criterios doctrinarios y jurisprudenciales que se han propuesto para
entender las posibilidades de derogación parcial de un Incoterm por las partes y
el modo por el cual debe ser realizado. En esta parte nos dispondremos a analizar
críticamente dichos criterios y a proponer algunos otros, los cuales serán explicados
principalmente por medio de ejemplos. Finalmente, terminaremos con unas breves
conclusiones.
2 Coetzee, Juana, “Incoterms as a form of standardisation in international sales law: an analysis of the interplay between
mercantile custom and substantive sales law with specific reference to the passing of risk”, Tesis de doctorado en Derecho,
Universidad de Stellenbosch, Sudáfrica, no publicada, 2010, p. 2; Chuliá, Eduardo; Beltrán, Teresa, Aspectos jurídicos de los
contratos atípicos, J. M. Bosch Editor, Barcelona, 1995, T. 2, p. 16.
3 Esplugues, Carlos; Palao, Guillermo; Espinosa, Rosario; Fernández, Enrique, Derecho del comercio internacional, Tirant lo
Blanch, Valencia, 2006, 2° edición, p. 207.
4 Bridge, Michael, The International Sale of Goods, Oxford University Press, Oxford, 2013, 3° edición, p. 516.
113
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ofrecidas por dichas reglas, además de determinar quién estará a cargo del transporte
de los bienes y de los trámites de aduana, así como de los posibles seguros a contratar
por las partes5.
Los Incoterms® cumplen, al menos, tres funciones6. En primer lugar, una función
armonizadora, ya que otorgan un lenguaje común a los participantes del tráfico
comercial con el cual superar las barreras de la diversidad jurídica. En segundo lugar,
una función de eficiencia, al agilizar las negociaciones de las partes por medio del
otorgamiento de estructuras preconcebidas de repartición de costos, riesgos, derechos
y obligaciones contractuales. Finalmente, los Incoterms® cumplen la función de
otorgar certeza jurídica a las partes contratantes. Esta es la que más nos interesa,
puesto que marca el punto de partida para la solución a problemas interpretativos
en un contrato con un Incoterm modificado.
En efecto, al proveer una distribución preconcebida de derechos y obligaciones, los
Incoterms® evitan la multiplicidad de interpretaciones y encauzan el entendimiento
sobre la relación contractual de manera uniforme. En este sentido, señala O’Connor
que, en esencia, los Incoterms® son una forma de dejar saber al comprador qué viene
incluido en el precio de venta del contrato7.
Sin embargo, esta función de certeza de los Incoterms® encuentra sus límites en la
posibilidad de modificación de su contenido por las partes en virtud de la autonomía
privada. Así, su función clarificadora entra en conflicto con su fuente de poder
normativo: la voluntad de los contratantes.
5 O’ Connor, Emily, Incoterms 2010 Q & A. Questions and expert ICC guidance on the Incoterms 2010 rules, ICC
Publication, 2013, p. 4; Ramberg, Jan, ICC Guide to the Incoterms 2010, ICC Publication, 2011, p. 16.
6 Contreras Strauch, Osvaldo, Instituciones de derecho comercial, Thomson Reuters, Santiago, 2016, 4° edición, T. 2, p. 1078.
7 O’Connor, cit. (n. 4), p. 4.
8 Magnus, Ulrich; Piltz, Burghard, “Trade Terms and INCOTERMS”, en: DiMatteo, Larry; Janssen, André; Magnus,
Ulrich; Schulze, Reiner (eds.), International Sales Law, C.H.Beck-Hart-Nomos, Baden-Baden, 2016, p. 269; Boyeras
Schumann, Daniel, “La compraventa internacional de mercaderías la modalidad FOB”, Tesis de doctorado en Derecho,
Universitat Autònoma de Barcelona, España, no publicada, 2013, p. 123; Ramberg, cit. (n. 4), p. 41; Corte del distrito Este
de Virginia, 11 de agosto de 1969, “Minex v. International Trading Company of Virginia”, 303 F. Supp. 205 (E.D. Va.
1969), https://law.justia.com/cases/federal/district-courts/FSupp/303/205/1623668/; Corte Federal de Nueva York, 26
de marzo de 2002, “St. Paul Guardian Insurance Company et al. v. Neuromed Medical Systems & Support et al.”, http://
cisgw3.law.pace.edu/cases/020326u1.html).
9 Coetzee, cit. (n. 1), p. 4; Posner, Richard, El análisis económico del derecho, Fondo de Cultura Económica, Ciudad de
México, 1998, pp. 11 – 13.
114
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10 Coetzee, Juana, “Incoterms® variants: greater precision or more uncertainty?”, De Jure, 2013, vol. 46 n. 2, p. 583.
11 Coetzee, cit. (n. 9), p. 584.
12 Ramberg, cit. (n. 4), p. 42; O’Connor, cit. (n. 4), pp. 51 y 100.
13 Lazar, Anca, “The INCOTERMS rules and their importance”, Juridical Tribune, 2011, vol. 1 N° 1, p. 144; Delacollette,
Jean, Les contrats de commerce internationaux, Éditions Universitaires, París, 1991, 2° edición, p. 15.
14 La primera versión de los Incoterms® fue publicada el año 1936 y su última actualización data del año 2010. Los
Incoterms® 2020 serán publicados a fines del presente año (Cámara de Comercio Internacional, “ICC prepares to launch
Incoterms® 2020”, https://iccwbo.org/media-wall/news-speeches/icc-prepares-launch-incoterms-2020/, 13 de mayo de
2019).
15 Pérez Correa Camarena, Fernando, “Análisis comparativo de los Incoterms 2010 frente a los Incoterms 2000”, Revista de
la Facultad de Derecho de México, 2011, vol. 61 N° 256, p. 225.
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expresada en dicho sentido. Esto sucede, por ejemplo, cuando el lenguaje es vago o
insuficientemente claro, cuando no se han hecho adiciones como las que pueden
observarse en el primer conjunto o cuando los cambios son tales que, en principio,
pareciera que el Incoterm ha devenido en una mera etiqueta vacía, sin el contenido
que de ordinario se espera de él. Lo anterior deriva en que en estas situaciones
ni siquiera es posible observar una práctica, ya sea emergente o consolidada, que
tenga un carácter paralelo a los Incoterms®. Esto ocurre porque no hay punto
de comparación suficiente, sino solo casos particulares y autónomos que no se
relacionan entre ellos de forma tal que podamos hablar de una práctica común de
los comerciantes. Nos referiremos a este grupo como “variaciones particulares”.
Aquí la incertidumbre es patente y difícil de superar. Si bien las partes pueden creer
saber exactamente lo que quisieron decir, este grupo es un nicho de malos entendidos.
No existe un marco comparativo como en el primer grupo de casos, dado que las
regulaciones de los contratos de este segundo grupo son muy específicas y hallan su
sentido en la operación económica misma emprendida por las partes. De ahí que
el análisis de estos casos supone echar mano menos sobre la práctica generalizada y
más sobre el acuerdo mismo de los contratantes.
En ambos grupos antes mencionados surgen problemas tales como la falta de
determinación exhaustiva de los costos para cada una de las partes, la difusa o nula
distribución de riesgos entre las partes, la falta de coordinación para la contratación
de seguros, entre otras. Con todo, es en particular en el segundo grupo de casos
donde vemos una situación más crítica, con mayores probabilidades de dar lugar a
litigios complejos y difusos con resultados poco predecibles.
Por ello, resulta evidente la necesidad de explorar criterios que permitan el libre
desarrollo de la autonomía privada sin pasar a llevar la función de certidumbre de los
Incoterms® que, en principio, las mismas partes pretenden aprovechar al incluirlos
en sus contratos de compraventa internacional de mercaderías.
16 Discrepamos de la precisión de la palabra “anulación” para referirse a las modificaciones realizadas por las partes, dado que
la falta de eficacia de los efectos del Incoterm introducido por las partes se debe a la autonomía de los contratantes, no a
un problema de validez.
17 Chuliá/Beltrán, cit. (n. 1), p. 16.
116
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podemos ver que Magnus y Piltz simplemente mencionan la facultad de las partes
para modificar el Incoterm introducido en el contrato, agregando luego que es un
problema de construcción interpretativa si hay o no inconsistencia entre los términos
del contrato, sin otorgar mayores pautas al respecto18.
Una buena razón por la que probablemente la doctrina no ha profundizado en la
forma en que interactúan dichos acuerdos particulares y la elección de un Incoterm
es que, lógicamente, para saber cuál es el alcance de la derogación realizada por
las partes es necesario interpretar el contrato específico como un todo y ponderar
la voluntad de las partes19. Esta necesidad se sobrepone irónicamente con la
meta interpretativa propia de los Incoterms®, como ya fuera anunciado en su
introducción oficial hace ya varias décadas. En efecto, y como señala Eisemann,
uno de los principales objetivos de los Incoterms® es proveer reglas facultativas
para la interpretación de los términos utilizados por las partes en un contrato de
compraventa internacional de mercaderías20.
De este modo, cuando nos preguntamos por el alcance de la derogación de un Incoterm
por las partes de una compraventa internacional de mercaderías, podemos afirmar
que estamos ante un problema de interpretación jurídica, y más específicamente, de
interpretación contractual.
En relación a este problema de interpretación, la doctrina y la jurisprudencia han
presentado algunas posturas y recomendaciones que han pretendido orientar dicha
tarea pero que no han terminado por clarificar el panorama.
En lo que resta del trabajo nos dedicaremos a analizar los diversos aspectos
interpretativos que han sido tratados en la literatura y jurisprudencia pertinente de
forma crítica, tales como la interpretación objetiva de los Incoterms® y el respeto de
la esencia de estos.
Además, propondremos algunos otros criterios que permiten determinar el
contenido del contrato con respeto de la autonomía de las partes, tales como la
consideración del precio en la interpretación del reparto de derechos y obligaciones,
y el uso de las negociaciones precontractuales. En este último punto, trataremos
el momento en que se introduce el Incoterm y sus modificaciones al contrato, lo
relativo a aquello que ilustra sobre la finalidad y las circunstancias subjetivas de las
partes y la importancia de los acuerdos orales o las declaraciones no escritas de las
partes para la determinación del Incoterm aplicable.
i. Interpretación objetiva de los Incoterms®
Si bien los Incoterms® tienen una naturaleza facultativa y eminentemente
contractual, se ha entendido por la doctrina que su interpretación debe seguir una
lógica de carácter objetivo. De este modo, Magnus y Piltz han señalado que los
117
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Incoterms® deben ser interpretados más bien como si fueran disposiciones legales
que como si fueran términos contractuales ordinarios21.
Pero ¿por qué los Incoterms® suponen un análisis objetivo? Esto se debe a su función
clarificadora, a través de la cual se persigue la certidumbre y la seguridad jurídica
en el tráfico comercial internacional. Al otorgar una estructura preconcebida de
distribución de costos, riesgos, derechos y obligaciones, cuando las partes incluyen
un Incoterm proveen al contrato de una base interpretativa sobre la cual puede o
no haber modificaciones. De ahí que, a menos que logremos concluir que las partes
efectivamente realizaron un cambio al contenido de un Incoterm, por el mero hecho
de incluirlo correctamente al contrato las partes han proporcionado una regulación
estandarizada del contenido del mismo22.
Esto es relevante porque permite concluir que todo lo no regulado expresamente
por las partes será cubierto por el Incoterm incluido, en la medida en que dicha
materia se encuentre dentro del ámbito de aplicación de los Incoterms®: entrega,
trámites aduaneros, etcétera. Llamaremos a esto el “efecto de piscina normativa”,
por medio del cual se integra lo no regulado expresamente por las partes a través del
contenido presupuesto por el Incoterm ya incluido en el contrato.
A su vez, el efecto de piscina normativa es importante porque es la manera en que
eventualmente un juez o un árbitro debiera interpretar un contrato en el cual las
partes hayan introducido un Incoterm. En este sentido, Johnson explica que lo ideal
es que las partes logren repartir riesgos y responsabilidades de una forma en que
sea objetivamente determinable por cada una de ellas y, por supuesto, también por
terceros23.
Por último, el efecto de piscina normativa resulta relevante porque desde un punto
de vista lógico incluso si hay varias modificaciones a la estructura del Incoterm
introducido por las partes, debiera concluirse que al menos alguna porción de la
regulación de dicho Incoterm debiera gobernar el contrato. De lo contrario, al
menos en principio, no tiene sentido que haya sido incluido. Esto es, en definitiva,
una manifestación de la fuerza de objetivación de los Incoterms®, alimentada por la
voluntad de los contratantes.
Cabe advertir, en todo caso, que esta interpretación objetiva en ningún caso puede
significar una limitación a la libertad de contratación de las partes. La voluntad de
los contratantes sigue siendo el pilar informativo fundamental sobre cómo debemos
entender el contrato. Por ello, debemos tomar con precaución la idea de interpretación
objetiva de los Incoterms®, porque su alcance solo se limita al Incoterm en sí, no al
contrato. La regla de interpretación contractual no deja de ser subjetiva (a menos
que el derecho aplicable diga lo contrario), sino que la aproximación al Incoterm en
sí debe ser realizada de forma objetiva.
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Revista Chilena de Derecho Internacional Privado
24 Yeo, Tae Shig, “A Study on the Interpretation of Permuted CIF Contract”, SungKyunKwan Law Review, 2007, vol. 19
N° 2, p. 529; “Denbigh Cowan & Co v Atcherley” (1921) 90 LJKB 836; “Soon Hua Heng Co Ltd v Glencore” (1996) 1
Lloyd’s Rep 398.
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todo lo que sean incompatibles25, incluso si eso significa que el Incoterm se vuelva
una mera etiqueta vacía. Tanto el Incoterm como sus modificaciones expresan la
voluntad de las partes, es cierto, pero elegir un Incoterm supone traer toda una
estructura ya preparada dentro del contrato, una base para interpretar su contenido
(el efecto de piscina normativa), y hacer una declaración en contrario es accidental,
excepcional y, por tanto, la única justificación lógica para que una cláusula contraria
a lo dispuesto en el Incoterm esté ahí es porque viene a romper la regla base del
contrato, que podemos encontrar en el Incoterm introducido por las partes. Por esto
es por lo que podemos afirmar que incluso si las partes modifican profundamente el
Incoterm, su nombramiento no resulta irrelevante, dado que es en sí una importante
guía para determinar el contenido del contrato, a pesar de que no tenga un carácter
conclusivo26.
Ahora bien, dado que la esencia de un Incoterm muestra de todas formas cierta
utilidad interpretativa cuando estamos ante un contrato con modificaciones poco
claras, debemos hacernos una pregunta evidente: ¿cómo determinamos la esencia
de un Incoterm?
Algunos autores se han referido a la esencia de algunos de ellos. Así, por ejemplo,
Alsterberg ha identificado los elementos esenciales de un contrato Free on Board
(“FOB”) y de un Cost Insurance and Freight (“CIF”)27. Sin embargo, no existe un
consenso claro con respecto a cuál es el elemento esencial de cada Incoterm en
particular. No hemos podido encontrar ninguna obra en este sentido. Por lo demás,
las publicaciones de la CCI tampoco han pretendido dar respuesta a esta pregunta,
sino que en su mayoría se remiten a profundizar en todo el contenido de cada
Incoterm sin poner una jerarquía entre los distintos elementos28.
Si bien no pretendemos profundizar en este punto ya que la respuesta a esta
interrogante podría ser objeto de un extenso trabajo especialmente dedicado a
responderla, consideramos necesario tener presentes algunas cuestiones sobre la
búsqueda de la esencia de cada Incoterm.
Primero, no debemos caer en el error de creer que la esencia de cada Incoterm debe
estar definida por su diferencia con cualquier otro que hubieran tenido disponible o
en mente las partes al momento de contratar. La comparación no debe ser realizada
solo con respecto al siguiente de la lista, sino con todos los demás. Es decir, no
basta ver qué tienen de diferente dos o más Incoterms®, sino que resulta necesario
determinar qué es lo que hace a cada Incoterm único frente a todos los demás. Esto
es, su “esencia objetiva”.
Segundo, aunque no existiera algo así como la esencia objetiva de cada Incoterm,
podemos hablar de una “esencia subjetiva” determinable por medio de la finalidad que
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Revista Chilena de Derecho Internacional Privado
121
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Desde ya podemos observar y advertir que este criterio por sí solo no resulta muy útil,
porque más bien funciona como un criterio de prudencia y equilibrio que debe ser
complementado o que al menos sirve para reafirmar o corroborar una conclusión ya
alcanzada con respecto al alcance de las modificaciones que intentamos interpretar.
En el fondo, nos ayuda a resolver la pregunta, ¿pagó el comprador un monto
suficiente que justifique lo que pide al vendedor? O bien, desde el otro lado de la
vereda, ¿se ha hecho cargo el vendedor de los riesgos y obligaciones del contrato en
conformidad con el monto pagado por el comprador?
iv. La relevancia de las negociaciones precontractuales en la interpretación de los
Incoterms®
El proceso de formación de contratos complejos supone una serie de comunicaciones
e intercambios de propuestas y borradores de contrato. Dicho proceso toma tiempo
y las más de las veces se define no solo por lo que finalmente se decidió, sino también
por cómo se llegó a ese acuerdo, tomando en consideración lo que se dijo durante
las negociaciones del contrato. La interpretación de la voluntad de los contratantes
no se acaba en el sentido literal de lo que han suscrito: se encuentra en todas las
circunstancias que envuelven al contrato31. Esto incluye las negociaciones.
Esta idea cobra particular importancia en el ámbito donde se suelen encontrar los
Incoterms®, es decir, en la compraventa internacional de mercaderías. Ello se debe a
que en estos casos suele aplicar la CISG, que en su artículo 8° reconoce expresamente
la importancia de las negociaciones para determinar la intención de las partes32. Lo
mismo sucede bajo la aplicación de otros instrumentos de derecho uniforme que
suelen acompañar a los contratos que incluyen Incoterms®, como es el caso de los
Principios UNIDROIT sobre los contratos comerciales internacionales (“UPICC”),
que en su artículo 4.3(a) recoge la misma regla interpretativa. Por tanto, el cómo,
cuándo y por qué de la introducción de un Incoterm pasan a ser tan relevantes como
su contenido mismo en caso de controversia.
Con esto en mente, existen algunos aspectos de la contratación que nos parece
interesante explorar en el presente trabajo y que están relacionados con la relevancia
de las negociaciones precontractuales para la interpretación de los Incoterms®. A
continuación, procederemos a revisarlos.
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otra forma, ¿importa si el Incoterm fue introducido antes o después de las cláusulas
que modifican su alcance?
Cuando las cláusulas modificatorias del Incoterm son introducidas con posterioridad
a la inclusión del Incoterm en cuestión dentro del contrato, parece bastante claro
que dichas modificaciones prevalecen, en la medida en que su alcance sea claro.
Sin embargo, podría suceder que en un contrato específico el Incoterm sea introducido
luego de que las partes hayan alcanzado otros acuerdos relativos al ámbito regulatorio
del Incoterm y, por tanto, se argumente que el nuevo acuerdo viene a derogar los
alcanzados con anterioridad aunque éstos no hayan sido eliminados del borrador
final.
A nuestro parecer, la interpretación correcta dejaría en pie las cláusulas ya existentes
aunque contradijeran al Incoterm introducido con posterioridad, siempre que
estas fueran claras. Sostenemos esto por dos razones. Primero, porque las partes
no han eliminado dichas disposiciones pudiendo hacerlo y, por tanto, en principio
el Incoterm viene a regular solo aquello que corresponde a su ámbito de aplicación
y que las partes todavía no han podido zanjar. Y es que, de hecho, las regulaciones
anteriores al Incoterm que versan sobre temas del ámbito de aplicación de este último
constituyen acuerdos cristalizados que se mantienen hasta que sean derogados.
Segundo, porque existe tanto un conocimiento como una muy posible expectativa
de que lo acordado no ha sido derogado ya que no existió ni expresa mención de ello
ni eliminación de las disposiciones en conflicto.
De este modo, no importa si el Incoterm fue introducido antes o después de las
cláusulas que modifican su alcance. La diferencia temporal de introducción en las
cláusulas respectivas no afecta el hecho de que los acuerdos específicos diversos al
Incoterm priman por sobre su contenido predeterminado.
33 En palabras de Jocelyn-Holt, “Los moot court son procedimientos judiciales simulados practicados en muchas facultades
de Derecho del Common Law. En ellas se lleva a cabo un juicio, algunos alumnos cumpliendo el rol de demandantes, otros
de demandados” ( Jocelyn-Holt Correa, Emilia, Del caos al imperio del derecho. La Búsqueda de la Justicia en Shakespeare,
Rubicón Editores, Santiago, 2018, p. 38). De acuerdo a las Reglas del Vis Moot, “The Willem C. Vis International
Commercial Arbitration Moot (the “Moot”) is an annual competition of teams representing law schools throughout the world
(…) The Moot is intended to stimulate the study of international commercial law, especially the legal texts prepared by the United
Nations Commission on International Trade law (UNCITRAL), and the use of international commercial arbitration to resolve
international commercial disputes. The international nature of the Moot is intended to lead participants to interpret the texts of
international commercial law in the light of different legal systems and to develop an expertise in advocating a position before an
arbitral panel composed of arbitrators from different legal systems (…) The Moot consists of the preparation of a memorandum
for claimant, a memorandum for respondent and the oral hearings” (Association for the Organisation and Promotion of the
Willem C. Vis International Commercial Arbitration Moot, “The Rules”, https://vismoot.pace.edu/media/site/26th-vis-
moot/the-rules/rules.pdf, 13 de mayo de 2019).
34 Nos dispusimos a citar el caso del Vis Moot 2019 por referirse exactamente al tema que tratamos en la presente
investigación y por constituir el Vis Moot un referente pedagógico importante en cuanto a compraventa internacional de
mercaderías. El caso en cuestión puede encontrarse en https://vismoot.pace.edu/.
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35 En palabras de Huber y Mullis, “hardship means that performance may still be objectively possible but that the obligor (seller)
faces serious obstacles that he would have to overcome in order to make performance. The law will then have to decide under which
conditions these obstacles should be regarded as so important that it is justified to exempt the seller from his duty to perform” (Huber,
Peter; Mullis, Alastair, The CISG. A new textbook for students and practitioners, Sellier European Law Publishers, München,
2007, p. 193). En nuestro medio, resulta asimilable mas no idéntico a la teoría de la imprevisión, que también puede
compararse con el principio rebus sic stantibus, la eccesiva onerositá soppravenuta italiana o el Wegfall der Geschäftsgrundlage
alemán. Todas estas teorías tratan el tema del cambio de circunstancias en el derecho contractual (Girsberger, Daniel;
Zapoulskis, Paulius, “Fundamental alteration of the contractual equilibrium under hardship exemption”, Jurisprudence,
2012, 19(1), p. 122).
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Revista Chilena de Derecho Internacional Privado
caso del Vis Moot 2019, sino porque tienen amplia aplicación en las disputas del
comercio internacional36 37.
El artículo 4.3 de los UPICC menciona expresamente en sus letras (a) y (d) que
tanto las negociaciones como la naturaleza y la finalidad del contrato son relevantes
para determinar la intención de las partes.
En cuanto al artículo 8° de la CISG, si bien a diferencia de las negociaciones que están
expresamente mencionadas no incluye en su lista la finalidad del contrato como uno
de sus criterios, es aceptado por la doctrina que este artículo no es exhaustivo38 y,
por tanto, en la medida en que la finalidad del contrato pertenece a las circunstancias
que rodean al acuerdo y permite interpretar la intención de las partes, en nuestra
opinión resulta incluido.
Ahora bien, en las negociaciones del contrato se podían encontrar al menos tres
circunstancias que permitían concluir que el DDP introducido por las partes había
sido modificado considerablemente.
En primer lugar, con respecto a la finalidad de la elección de un contrato DDP, la
compradora declaró expresamente vía correo electrónico que, dada la urgencia del
envío y la considerablemente mayor experiencia de la vendedora en el transporte
de semen congelado, incluyendo la documentación de exportación e importación,
resultaba preferible que se introdujera una cláusula DDP39.
La expresión por parte de la compradora de la finalidad pretendida con la inclusión
de un Incoterm es orientadora por dos razones.
Primero, permite determinar qué aspecto del Incoterm en cuestión es aquel que
lo vuelve imprescindible para el contrato, y por tanto, sirve en cierto modo para
delinear aquella difusa “esencia” de la cual hablábamos con anterioridad. Si bien
pudiera no ser una esencia objetiva, a lo menos es lo esencial del Incoterm para las
36 Schwenzer, Ingeborg; Hachem, Pascal, “The CISG-Successes and Pitfalls”, The American Journal of Comparative Law,
2009, vol. 57 N° 2, p. 457; Mascareño, Aldo; Mereminskaya, Elina, “The making of world society through private
commercial law: the case of the UNIDROIT Principles”, Uniform Law Review, 2013, pp. 24-26.
37 Debemos advertir, de todos modos, que un dato no menor a tener en cuenta es que de acuerdo a las 2017 ICC Dispute
Resolution Statistics, “In 87% of the disputes referred to ICC Arbitration in 2017, parties included a choice-of-law clause in their
contracts. In 99% of cases the parties chose national laws, and their choices covered the laws of 104 different nations (…) Only 1%
of contracts provided for the application of rules or instruments other than national laws. These included the UN Convention on
contracts for the International Sale of Goods (five contracts), the UNIDROIT Principles of International Commercial Contracts
(one contract), lex mercatoria (one contract), ‘customary international law (one contract), ‘UNCITRAL Law’ (one contract) and
the ICC Incoterms (one contract)” (Cámara de Comercio Internacional, “2017 ICC Dispute Resolution Statistics”, https://
cdn.iccwbo.org/content/uploads/sites/3/2018/07/2017-icc-dispute-resolution-statistics.pdf, 13 de mayo de 2019). A
pesar de que esto podría llevar a la conclusión de que la CISG y los UPICC no son relevantes, es importante considerar
que la CISG es parte de la legislación de la mayoría de los países mencionados en las estadísticas y por tanto suele tener
amplia aplicación. Además, los UPICC suelen apoyar la interpretación y uso de la CISG de forma constante. De ahí que
mantengan su relevancia para el presente análisis.
38 Zuppi, Alberto, “Article 8”, en: Kröll, Stefan; Mistelis, Loukas; Perales Viscasillas, Pilar (eds.), UN Convention on Contracts
for the International Sale of Goods, C.H.Beck-Hart-Nomos, München, 2018, 2° edición, p. 157.
39 Específicamente, declaró: “given the urgency of the delivery and your much greater experience in the shipment of frozen
semen including the necessary export and import documentation we would insist for this contract on a delivery on the
basis of DDP” (Kröll, Stefan, “The 26th Willem C. Vis International Commercial Arbitration Moot Problem”, https://
vismoot.pace.edu/media/site/26th-vis-moot/the-problem/po2.pdf, 10 de abril de 2019).
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partes, lo que resulta igual o incluso más importante, pudiendo ser calificada como
la esencia subjetiva de la que hablábamos un poco más arriba.
Segundo, conocer la finalidad nos permite interpretar con mayor información si es
que las modificaciones alegadas por una de las partes son coherentes con la intención
de los contratantes, permitiéndonos satisfacer la necesidad de no contradicción
entre las declaraciones de las partes de forma más integral. Ello justifica echar mano
sobre las negociaciones precontractuales para terminar de definir el contenido del
contrato.
De este modo, podemos ver que lo esencial del DDP que buscaba la compradora era
que la vendedora estuviera a cargo del transporte, la exportación y la importación.
Sin embargo, a esta altura seguimos en las negociaciones, y la vendedora respondió
al correo mencionado poniendo algunos límites al Incoterm propuesto.
En efecto, y pasando a la segunda circunstancia relevante de las negociaciones del
caso, encontramos una declaración expresa de la vendedora vía correo electrónico
donde señala que no está dispuesta a correr con los riesgos asociados a un DDP,
en particular aquellos relacionados con regulación aduanera y restricciones a la
importación. Es por ello que la vendedora propone la inclusión de una cláusula
hardship que se refiera a dichos riesgos40.
Dicha solicitud se justificaba en gran medida en que, dada la mala situación financiera
de la vendedora, ésta no tenía intenciones de correr mayores riesgos por la inclusión
de un Incoterm donde la principal razón de su introducción era obtener un mejor
transporte y trato aduanero41.
Aquí entonces vemos aplicados ambos criterios: finalidad y circunstancias subjetivas
de las partes. La finalidad se observa en la razón de limitar el DDP, esto es, para
disminuir los riesgos de la vendedora. Por su parte, las circunstancias subjetivas
sirven al intérprete porque permiten entender la actitud sumamente conservadora
de la vendedora frente al contrato, tomando en cuenta que además había pedido
un aumento del precio42, y ayuda con respecto a la interpretación de la cláusula
hardship, como veremos a continuación.
Finalmente, la tercera circunstancia guarda relación con el alcance de la cláusula
hardship en tanto derogación parcial de las reglas contenidas en el DDP introducido
por las partes. En el caso de referencia, podemos observar que dicha cláusula libraba
de responsabilidad al vendedor por hardship causado por requerimientos adicionales
de salud y seguridad o por eventos comparables imprevistos que hicieran el contrato
más oneroso43.
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44 Lightburn, J.J.; Nienaber, G.M., “Out-turn clauses in cif contracts in the oil trade”, Lloyd’s Maritime and Commercial
Law Quarterly, 1987, N° 177, p. 179; Ramberg, cit. (n. 4), pp. 41-43; Alsterberg, cit. (n. 26), p. 10; Coetzee, Juana, “The
Interplay Between Incoterms® and the CISG”, Journal of Law & Commerce, 2013, vol. 32 N° 1, p. 5.
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Lo anterior nos deja sin orientación sobre qué hacer ante la falta de derogación
expresa. Y aunque de vez en cuando podamos sortear dichas dificultades apelando
a una derogación lógica por incompatibilidad entre algunas cláusulas y el Incoterm
introducido, debemos tener presente que, como hemos explicado más arriba, muchas
veces es en las negociaciones donde podremos encontrar ciertos acuerdos o posturas
que terminan por informar e incluso conformar el contrato y que afectan los efectos
del contenido del Incoterm respectivo. Por tanto, ante la pregunta “¿dónde podemos
encontrar la modificación del Incoterm que alega una de las partes?”, consideramos
posible responder que su hallazgo puede ocurrir tanto en lo expresamente dispuesto
en el acuerdo escriturado así como en los acuerdos de palabra que, dependiendo
del derecho aplicable, podrían llegar a ser considerados también al momento de
interpretar el contrato.
En efecto, mencionamos el derecho aplicable porque no todos los ordenamientos
jurídicos reconocen la posibilidad de recurrir a las negociaciones desde un principio.
Podría ocurrir que las partes elijan un derecho aplicable cuya tónica difiera de un
análisis con tinte más bien subjetivo.
Así, por ejemplo, si se elige el derecho de algún país anglosajón donde prime la
llamada “four corners rule”, el contrato deberá ser interpretado conforme a lo que
efectivamente contenga, sin tomar en cuenta ninguna evidencia extraña ni externa a
él45. Si ello no fuera posible dada la ambigüedad de sus términos, el tribunal podría
pasar a determinar la verdadera intención de las partes yendo más allá de las cuatro
esquinas del contrato, haciendo uso de evidencia extrínseca al mismo46.
Dado que el problema que estamos analizando supone en gran parte la ambigüedad
y falta de claridad de lo estipulado expresamente en el contrato, creemos que
perspectivas como la de la four corners rule no serían un mayor problema cuando
la ambigüedad sea superlativa. Sin embargo, es positivo advertir que esta es una
cuestión de grado y corresponderá al tribunal respectivo determinar si procede o
no la revisión excepcional, bajo ese tipo de derecho aplicable, de lo que las partes
se comunicaron entre sí durante las negociaciones del contrato o de lo que han
expresado de forma oral en algún otro momento de la contratación, sin dejar
constancia de ello en instrumento alguno.
Desde luego, una vez que nos enfocamos en las negociaciones o en conversaciones
entre las partes, el problema se torna sobre todo en principio uno de tipo probatorio,
correspondiendo a quien alega la modificación no escriturada del Incoterm la prueba
de dicha circunstancia. Una vez probado el hecho que puede ser interpretado como
modificación, pasamos a la temática de la presente investigación.
Ahora bien, otra dificultad con que podemos encontrarnos en la práctica es que
algunos cambios hayan sido realizados expresamente y otros no. En rigor, ello no
45 Corte Suprema de Mississippi, 28 de febrero de 1990, “Pursue Energy Corp. v. Perkins” 558 So. 2d 349; Corte Suprema
de Mississippi, 18 de Agosto de 1975, “Pfisterer v. Noble” 320 So. 2d 383.
46 Rowley, Keith, “Contract Construction and Interpretation: From the “Four Corners” to Parol Evidence (and Everything
in Between)”, Scholarly Works, 1999, Paper 554, p. 99.
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5. Conclusiones.
La relevancia y la profusa utilización de los Incoterms® en el comercio internacional
descansa en su capacidad para proveer de un lenguaje y de una interpretación común
sobre la distribución de los costos, riesgos, derechos y obligaciones del contrato de
compraventa internacional de mercaderías celebrado por las partes.
Si se pierde la claridad, se pierde el principal beneficio de los Incoterms®: la certeza
interpretativa acerca del contenido del contrato.
La principal razón por la que la claridad se ve afectada es por las modificaciones a
los Incoterms® que realizan las partes. Si bien existen variaciones generalizadas cuyo
apuro interpretativo es menor, también existen variaciones particulares en donde
se hace necesario emplear criterios que permitan abstraer el contenido efectivo del
acuerdo de las partes. Para ello, resulta necesario atender a todas las circunstancias
relevantes que envuelven la contratación, como bien sostienen los artículos 8° y 4.3
de la CISG y los UPICC, respectivamente.
Como pudimos ver en este trabajo, dichas circunstancias incluyen cuestiones
tales como i) el efecto de piscina normativa de la interpretación objetiva de los
Incoterms®, ii) la determinación de la esencia objetiva o subjetiva del Incoterm
pertinente, iii) la información contractual reflejada en el precio, y iv) las negociaciones
precontractuales, con especial recurso a la finalidad y las circunstancias subjetivas de
las partes, tomando también en cuenta los acuerdos escritos y orales de las partes y
priorizando la verdadera intención de los contratantes.
Bajo una correcta guía interpretativa y el uso de los criterios ya descritos, es posible
determinar un contenido contractual que funcione de forma efectiva como un
conjunto coherente de declaraciones de voluntad realizadas por las partes. No hay
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que olvidar que tanto el Incoterm como las modificaciones que hayan elegido las
partes constituyen manifestaciones de la libertad contractual de que gozan como
participantes del comercio internacional. La autonomía que informa dicha libertad
es el núcleo que todo intérprete debe proteger al querer determinar el contenido del
contrato.
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JURISPRUDENCIA
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COMENTARIOS
Antecedentes
El Juzgado de Familia Número Once de General Roca, localidad de la Segunda
Circunscripción Judicial de la Provincia de Rio Negro, República Argentina, por
medio de sentencia dictada con fecha 07/05/2018, acogió la petición de la solicitante
de suprimir el apellido paterno de esta, siendo dicha decisión reconocida como
valida por la Primera Sala (Civil) de la Corte Suprema por sentencia de 13/02/2019.
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2 Considerando 1° de la sentencia en cuestión, la cual se refiere a la letra del artículo 19 del Acuerdo de Cooperación y
Asistencia Jurisdiccional en Materia Civil, Comercial, Laboral y Administrativa entre los Estados Partes del Mercosur y
las Repúblicas de Chile y Bolivia: “El reconocimiento y ejecución de sentencias y laudos arbitrales solicitados por las
autoridades jurisdiccionales podrá tramitarse por vía de exhortos y transmitirse por intermedio de la Autoridad Central
o por conducto diplomático o consular, conforme al Derecho Interno. No obstante, lo señalado en el párrafo anterior,
la parte interesada podrá tramitar directamente el reconocimiento o ejecución de la sentencia. En tal caso, la sentencia
deberá estar legalizada de acuerdo con la legislación del estado en que se pretenda su eficacia, salvo que entre el estado
de origen del fallo y el estado donde es invocado, se hubiere suprimido el requisito de la legalización o se hubiere
reemplazado por otra formalidad.”
3 Articulo 20 del Acuerdo de Cooperación ya citado, el cual contempla los siguientes requisitos de forma y de fondo
respecto de la solicitud por medio del cual se pide el reconocimiento y ejecución en alguno de los Estados Parte del
Acuerdo: ”a) Que vengan revestidas de las formalidades externas necesarias para que sean consideradas autenticas en
el Estado de donde proceden; b) que estos y los documentos anexos que fueren necesarios, estén debidamente traducidos
al idioma oficial del Estado en el que se solicita su reconocimiento y ejecución; c) que estos emanen de un órgano
jurisdiccional o arbitral competente, según las normas del estado requerido sobre jurisdicción internacional; d) que la
parte contra la que se pretende ejecutar la decisión haya sido debidamente citada y se haya garantizado el ejercicio de
su derecho de defensa; e) que la decisión tenga fuerza de cosa juzgada y/o ejecutoria en el Estado en el que fue dictada;
f) que no contrarié manifiestamente los principios de orden publico del Estado en que se solicitare el reconocimiento y/o
ejecución”.
4 En la parte pertinente del Considerando 3° de la sentencia analizada, se estima que: “Concluye, en base a la prueba
testifical, que existen “justos motivos” para acoger la petición, al tenor de lo dispuesto en el artículo 69 del Código
Civil y de Comercio de la Nación Argentina, que deja supeditado al criterio judicial la evaluación sobre los motivos que
justifican el cambio o supresión de alguno de los elementos del nombre.”
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Comentario.
Consideramos que el análisis argumental de la Corte permite sostener coherentemente
la procedencia del reconocimiento de la sentencia dictada por el tribunal argentino,
toda vez que de la lectura de las disposiciones presentes en los artículos 242
y siguientes del Código de Procedimiento Civil6, se sigue como consecuencia
lógica la configuración de un sistema de reconocimiento y ejecución de decisiones
emanados de otros estados en base al denominado “sistema de cascadas”7, esto es,
bajo una lógica consecuencial o sucesiva, por lo que las disposiciones de “regularidad
internacional”8, dispuestas en el artículo 245 del Código de Procedimiento Civil,
serán únicamente aplicables en la medida que no exista un tratado o convención
internacional, o no se cumplan los requisitos contemplados en los artículos 243 y
244 del Código de Procedimiento Civil, esto es, se aplicaran subsidiariamente en la
forma y orden establecida en este Código.
En este sentido, bajo la aplicación preferente del articulo 242 del CPC, toda vez
que se verifica la existencia del referido Acuerdo, el cual tiene como Estados Parte a
Chile y Argentina, así como también el cumplimiento de los requisitos contemplados
en los artículos 19 y 20 de este convenio internacional para la procedencia de la
solicitud de reconocimiento y ejecución de la sentencia incoada por la peticionaria.
Ahora bien, consideramos pertinente analizar el alcance argumental del voto
disidente emitido por doña Gloria Ana Chevesich, con el fin de concluir si la
presente sentencia infringe o no las leyes de la republica de Chile. Primeramente,
habrá de tenerse en cuenta, que, en la actualidad, se entenderán infringidas las
leyes de Chile, en la medida que se verifique una vulneración de los principios mas
esenciales del ordenamiento jurídico chileno, conocido doctrinariamente como
5 Articulo 1° letra a) Ley 17.344, la cual modifica la Ley 4.808 sobre Registro Civil e Identificación.
6 RIOS DE MARIMON, Hernán. 2004. Derecho Internacional Privado. Facultad de Derecho Universidad Central,
Colección Guías de Clase N°33, 2° Edición, Santiago, Chile, Pp.177-179.
7 ESPLUGUES MOTA, Carlos. 2014. Aplicación en la práctica del modelo chileno de reconocimiento y ejecución
de resoluciones extranjeras y la necesidad de su reforma. Revista de Derecho la Pontificia Universidad Católica de
Valparaíso, XLIII, Valparaíso, Chile, pp. 316.
8 Ibid.
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9 FERNÁNDEZ ROZAS, Jose Carlos, SANCHEZ LORENZO, Sixto y CONCEPCION, Nathaniel. 2017. Derecho
Internacional Privado de la Republica Dominicana. Editorial Funglode, Santo Domingo, Republica Dominicana, p. 256.
10 ROMERO SEGUEL, Alejandro. 2009. Curso de Derecho Procesal Civil. Editorial Jurídica de Chile, Tomo II, Santiago,
Chile, p. 12.
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Conclusión
A modo de concluir el presente análisis, consideramos que el criterio sostenido
por la Corte Suprema respecto de la aplicación del sistema de reconocimiento
y ejecución de decisiones ha sido coherente con la tendencia seguida desde ya
largo tiempo, al otorgar primacía a las disposiciones pertinentes del Acuerdo de
Cooperación Jurisdiccional ya ampliamente comentado en este trabajo, del cual
es parte Chile y Argentina, en virtud del mandato dispuesto por el articulo 242
del Código de Procedimiento Civil, el cual ordena aplicar las disposiciones de los
tratados o convenciones internacionales que sean aplicables a la regulación de la
relación privada internacional.
De ahí que, la interpretación de la Corte Suprema respecto del sistema de
reconocimiento y ejecución de decisiones contemplado en la legislación chilena,
permite resguardar debidamente los intereses de los particulares inmersos en
relaciones privadas internacionales, así como también la tutela y respeto de los
derechos fundamentales y de los atributos de la personalidad de cada individuo,
dentro de los cuales se encuentra el derecho al nombre, reconocido expresamente por
el articulo 18 de la Convención Interamericana de Derechos Humanos11, derecho
que habrá de ser respetado y garantizado por cada uno de los Estados que suscriban
el Convenio, por medio de la dictación de leyes internas.
De la lectura atenta de la disposición en cuestión, se desprende que la Convención,
efectivamente autoriza que cada Estado garantice el cumplimiento del derecho al
nombre, el considerando el derecho al nombre propio y a contar con los apellidos
de ambos padres o solo de uno de ellos, por medio de la dictación de leyes internas.
A nuestro juicio, dado que la potestad legislativa estatal reconoce como limites los
Derechos Humanos de todo individuo, el ejercicio de esta será legitimo siempre bajo
el entendido de no restringir el alcance de la respectiva Convención, la cual como
puede leerse claramente establece como parte del contenido de dicho derecho contar
con el apellido de uno de sus padres, sin distinguir al respecto si dicha situación es
causada o motivada por la autonomía privada del sujeto, o si se debió a una situación
familiar preexistente.
11 Artículo 18 de la Pacto Interamericano de Derechos Humanos de San Jose de Costa Rica, estableciendo que: “Toda
persona tiene derecho a un nombre propio y al apellido de sus padres o al de uno de ellos. La ley reglamentara la forma
de asegurar este derecho para todos, mediante nombres supuestos, si fuere necesario.”
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12 SANCHEZ LORENZO, Sixto. 2010. Estado democrático, postmodernismo y Derecho Internacional Privado. Revista de
Estudios Jurídicos N°10, Universidad de Jaén, España, p.6.
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Revista Chilena de Derecho Internacional Privado
Victoria Schafer1
Las sociedad GyM Chile SpA -compradora- y la sociedad VyV SpA -vendedora-,
celebraron Contrato de Compraventa el 12 de mayo de 2016, mediante el cual VyV
SpA vendió a GyM Chile SpA, 12.825.278 acciones de la sociedad Vial y Vives
- DSD S.A. En dicho contrato se pactó cláusula arbitral (cláusula duodécima),
otorgándole competencia para resolver las posibles disputas a un árbitro mixto
acordado por las partes o, a falta de acuerdo entre ellas, designado por la Cámara de
Comercio de Santiago, A.G., con sede del arbitraje en la ciudad de Santiago y en
idioma castellano.
Las acciones de la sociedad Vial y Vives -DSD S.A. se vendieron divididas en dos
paquetes. El precio del primer paquete se pagó en su totalidad. El segundo paquete
se vendió sujeto a un plazo suspensivo pero, llegada la fecha del plazo, GyM no
cumplió con el pago. En atención a lo anterior, con fecha 25 de mayo de 2017, las
partes suscribieron una modificación del Contrato de Compraventa descrito, en la
que se dejó constancia que GyM adeudaba un monto de USD $6.406.240,67, que
comprendía el capital adeudado más los intereses devengados hasta la fecha, y se
acordó, además, que dicho monto sería pagado en 8 cuotas mensuales y sucesivas,
la primera de las cuales se pagó con anterioridad a la suscripción del pacto. Por lo
tanto, quedaban 7 cuotas pendientes.
En este contexto, VyV SpA demandó a GyM Chile SpA, sociedad chilena y a GyM
S.A, sociedad peruana, fiadora y codeudora solidaria de la primera, por el pago
de las 7 cuotas pendientes, por un total de USD $5.690.312,88, más los intereses
moratorios desde la fecha de vencimiento de la primera cuota.
Con fecha 4 de enero de 2019 el árbitro mixto, don Felipe Ossa Guzmán, acogió
la demanda intentada por VyV SpA, condenando a las demandadas a pagarle la
cantidad adeudada.
Ante esto, GyM Chile SpA y GyM S.A interpusieron recurso de queja en contra
del juez árbitro por las graves faltas y abusos que supuestamente habría cometido
en su fallo.
La Ilustrísima Corte de Apelaciones de Santiago, por sentencia de fecha 28 de
enero del presente año, señaló:
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“1°) Que, conforme los artículos 545 y siguientes del Código Orgánico de Tribunales, para
recurrir de queja, es necesario que se trate de una sentencia definitiva o interlocutoria que
ponga fin al juicio o haga imposible su continuación, no siendo estas susceptibles de algún
otro recurso.
2°) Que, en este caso, la resolución recurrida se refiere al laudo arbitral, debiendo estarse, en
materia recursiva, a las bases del arbitraje y cuyo título referente a los Recursos señala que,
respecto de la sentencia definitiva, ha de estarse a lo establecido en la cláusula duodécima
del Contrato de Compraventa, sin perjuicio de lo establecido en el artículo 34 de la Ley N°
19.971.
3°) Que, la anterior norma legal citada está referida al Arbitraje Comercial Internacional
y el artículo del caso apunta a la petición de nulidad como único recurso contra un laudo
arbitral, es decir, en este caso, existe un recurso ordinario que prevalece por sobre el recurso
de queja y que lleva consigo la declaración de inadmisibilidad del mismo”.
En base a estas consideraciones el Ilustrísimo Tribunal de alzada declaró inadmisible
el recurso interpuesto.
La norma que prima en esta materia, por su especialidad, es el artículo 34 de la
Ley 19.971, que establece expresamente que en contra del laudo procede el recurso
de nulidad, por lo que no se cumple el requisito de admisibilidad contenido en
el artículo 545 del Código Orgánico de Tribunales, razón por la cual el recurso
interpuesto no puede ser admitido a tramitación.
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4) Que estén ejecutoriadas en conformidad a las leyes del país en que hayan sido
pronunciadas.
Luego de ser debidamente notificada a través de un exhorto internacional, la
demandada solicitó que se declare el abandono del procedimiento, en los términos
contemplados en el artículo 248 del Código de Procedimiento Civil.
Luego, para el caso de que no se declare el abandono, se opone a la solicitud de
exequátur, considerando que no se cumplen los supuestos del artículo 245 del
Código de Procedimiento Civil.
Sobre lo anterior, esgrime una serie de argumentos centrados en la aplicación en el
caso de disposiciones contenidas en la Convención de Nueva York de 1958 y en la
Ley 19.971 sobre Arbitraje Comercial Internacional (en adelante “Ley de Arbitraje
Comercial Internacional), suponiendo que ambas resultaban aplicables a la materia.
Al respecto alega, entre otros:
1. Incumplimiento de los requisitos formales de la solicitud de reconocimiento;
2. Que el laudo contiene decisiones que exceden los términos del acuerdo de
arbitraje;
3. Que el reconocimiento o la ejecución del laudo serían contrarios al orden público
de Chile y;
4. Que la demandada no compareció ni tuvo oportunidad de defenderse.
Con fecha 14 de febrero de 2019 la Corte Suprema resuelve no dar lugar a solicitud
de abandono del procedimiento, interpuesta por la demandada.
En dicha resolución, se aportan elementos relativos a la naturaleza jurídica del
exequátur, al señalarse que “No constituye instancia ni permite revisar lo resuelto en dicho
pronunciamiento, y tampoco puede reconocérsele unidad procesal con el pronunciamiento
del que deviene la sentencia materia de la petición. Se trata, en consecuencia, de un
procedimiento autónomo e independiente (…)”.
En relación a la alegación de que se configuran incumplimientos de los requisitos
formales de la solicitud de reconocimiento, esta se funda en lo dispuesto en el
artículo 35 de la Ley de Arbitraje Comercial Internacional y en el artículo IV de la
Convención de Nueva York de 1958, al no acompañar el acuerdo arbitral. Por este
motivo, se incurriría en una omisión formal no subsanable con posterioridad.
Por otro lado, sobre que el laudo contiene decisiones que exceden los términos del
acuerdo de arbitraje, se argumenta que de acuerdo con lo dispuesto en el artículo
36 iii) de la Ley de Arbitraje Comercial Internacional, la ejecución del laudo puede
ser denegada por extenderse a una controversia no contemplada en el acuerdo de
arbitraje o contener decisiones que excedan los términos del acuerdo arbitral, lo que
a su juicio ocurriría, dado que la demandada nunca firmó el acuerdo arbitral.
En cualquier caso, esto último podría entenderse igualmente en relación con la letra
c) del artículo V de la Convención de Nueva York de 1958.
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mutuo acuerdo por cese de convivencia, en el primer inciso del articulo 55 de la ley
19.947.
Artículo 55.- Sin perjuicio de lo anterior, el divorcio será decretado por el juez
si ambos cónyuges lo solicitan de común acuerdo y acreditan que ha cesado su
convivencia durante un lapso mayor de un año.
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5.- Conclusiones.
A través de este fallo y el razonamiento que hemos seguido de la Corte, se logra
vislumbrar en primer lugar, la clara intención de apertura de los requisitos formales
en relación con el divorcio de mutuo acuerdo, lo que, en consecuencia, permitirá
acoger un mayor numero de solicitudes de exequatur sobre esta materia.
En segundo lugar, podemos entender que el plazo de un año en este tipo de divorcios
debería quedar obsoleto en nuestra legislación, al constatarse que pertenece a una
arista bifurcada del fondo del asunto, y que este podría constituir un punto de partida
para una modificación a la actual ley 19.947.
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SENTENCIAS DESTACADAS
Hechos:
Servicio de Registro Civil e Identificación se alza contra la sentencia de la Corte
de Apelaciones que hizo lugar al recurso de protección impetrado por ciudadana
dominicana contra la negativa a conceder hora para contraer matrimonio, por no
contar ella con cédula de identidad para extranjeros al haber ingresado ilegalmente
al país. La Corte Suprema revoca, con votos de disidencia, la resolución impugnada
y rechaza la acción constitucional deducida
Sumarios:
1.- En la especie, el Servicio de Registro Civil e Identificación ha impedido a la
ciudadana extranjera recurrente contraer matrimonio con ciudadano chileno,
justificando su actuar el órgano recurrido en la circunstancia que la mujer ha ingresado
en forma ilegal al país, sin contar con alguno de los documentos identificatorios
que lo habiliten para contraer válidamente matrimonio en Chile. Sin embargo, la
conducta del Servicio recurrido no resulta arbitraria, toda vez que por mandato
legal éste se encuentra obligado a denegar la solicitud de celebrar el contrato de
matrimonio en relación con solicitantes que no comprueben su residencia legal
y, en cambio, sí es posible acceder respecto de quienes cumplen ese presupuesto.
Al respecto, el artículo 76 de la Ley de Extranjería -norma respecto de la cual no
se solicitó su inaplicabilidad ante el Tribunal Constitucional- dispone que “los
servicios y organismos del Estado o Municipales deberán exigir a los extranjeros
que tramiten ante ellos asuntos de la competencia de esos servicios, que previamente
comprueben su residencia legal en el país y que están autorizados o habilitados
para realizar el correspondiente acto o contrato”; y el artículo 5° del Reglamento
de Extranjería establece que “Los extranjeros estarán obligados a presentar a las
autoridades correspondientes, cuando lo requieran, sus documentos de identidad o
de extranjería para acreditar su condición de residencia en Chile” (considerandos 2°
a 5° y 7° de la sentencia de la Corte Suprema)
2.- (Voto disidente) Las normas constitucionales y la convención internacional
disponen que toda persona que habita el Estado de Chile es titular del derecho a
contraer matrimonio y fundar una familia, en lo cual la autoridad tiene el deber de
ampararla y, por lo mismo, no puede ser turbado en el ejercicio se ese derecho. Por su
parte, el artículo 76 de la Ley de Extranjería, indirectamente y por vía interpretativa,
impide el ejercicio del derecho a contraer matrimonio al ciudadano extranjero por
quien se recurre, por carecer de residencia legal en Chile. Por tales razonamientos
se concluye que el referido artículo 76 se encuentra derogado por las diferentes
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Texto Completo:
Santiago, seis de agosto de dos mil dieciocho.
Al escrito folio N° 21.321 2018: estése a lo que se resolverá.
Vistos:
Se reproduce la sentencia en alzada con excepción de sus fundamentos tercero a
séptimo, que se eliminan.
Y se tiene en su lugar y, además, presente:
Primero: Que ha recurrido en estos autos Julio César Hinojosa Rojas a favor de Elba
Marleni Pérez en contra del Servicio de Registro Civil e Identificación, exponiendo
que Elba Marleni Pérez Peña, de nacionalidad dominicana, ha mantenido una
relación de convivencia desde aproximadamente 2 años con César Antonio
Quilodrán y que el día 9 de enero de 2018 concurrieron a la oficina del Servicio de
Registro Civil e Identificación ubicada en Vicuña Mackenna N° 1789, San Ramón
a solicitar hora para celebrar matrimonio, petición que les fue denegada debido a
que, según se les informó, sólo pueden contraer matrimonio las personas que poseen
cédula de identidad chilena y no los extranjeros con situación migratoria irregular.
Aduce que dicho acto es arbitrario e ilegal y que conculca la garantía de igualdad
ante la ley prevista en el número 2 del artículo 19 de la Constitución Política de la
República, por lo que pide ordenar al Servicio recurrido que permita la celebración
del matrimonio de Elba Pérez y César Quilodrán, o bien se disponga cualquier otra
medida que se estime pertinente para dar debida protección a los afectados, con
costas.
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Segundo: Que al informar el recurso el Servicio recurrido, reconoce que Elba Pérez
se presentó el día 9 de enero junto a su pareja a solicitar hora para celebración de
matrimonio, trámite que le fue denegado porque sólo pueden contraer matrimonio
las personas que poseen cédula de identidad chilena y no los extranjeros que tienen
situación migratoria irregular, toda vez que doña Elba Pérez no portaba cédula de
identidad para extranjeros o visa vigente, documentos que le fueron solicitados
para realizar el trámite. Añade que en la base de datos computacional del Servicio
recurrido no se registra persona con los nombres de Elba Marleni Pérez Peña, ni
inscripción de su nacimiento, matrimonio ni se asocia a dicha persona nacimiento
de hijos en Chile, y que su actuar se ajusta plenamente a lo que disponen los artículos
52, 53, 69 y 76 del Decreto Ley N° 1.094 de 1975 del Ministerio del Interior, que
Establece Normas sobre Extranjeros en Chile, los artículos 5 y 108 del Decreto
Supremo N° 597 de 1984, de la misma Cartera, que aprueba el Nuevo Reglamento
de Extranjería, los artículos 4, 5, 6, 7, 8, 80 y 81 de la Ley N° 19.947, de Matrimonio
Civil y los artículos 14 y 102 y siguientes del Código Civil. Por último, expresa que
no ha negado a ésta el derecho a contraer matrimonio, sino que sólo le ha exigido
que previamente cumpla con la legislación interna aplicable a los extranjeros, no
vulnerando con ello el principio de igualdad ante la ley por cuanto tal exigencia se
aplica a todas las personas que se encuentran en igual situación. Asimismo, indica
que al ser el matrimonio un contrato solemne, el Oficial Civil en su calidad de
ministro de fe, debe velar por que los contrayentes acrediten su identidad y el hecho
de carecer de impedimentos, y que en todo caso la recurrente no ha promovido ante
el tribunal competente la inaplicabilidad del artículo 76 del Decreto Ley N° 1094;
por todo lo cual pide el rechazo del recurso.
Tercero: Que, de esta manera, para resolver el presente recurso viene al caso considerar,
en primer lugar, que según se desprende del informe del Servicio recurrido, Elba
Marleni Pérez Peña, ciudadana dominicana, permanece en territorio nacional de
manera irregular.
Cuarto: Que el artículo 76 del Decreto Ley N° 1094 de 1975 dispone que “Los
servicios y organismos del Estado o Municipales deberán exigir a los extranjeros
que tramiten ante ellos asuntos de la competencia de esos servicios, que previamente
comprueben su residencia legal en el país y que están autorizados o habilitados para
realizar el correspondiente acto o contrato”, disposición que, entre otras, fundamenta
la actuación del Servicio recurrido.
Quinto: Que atendida la situación migratoria de la señora Pérez Peña y lo
preceptuado por el artículo 5° del Decreto Supremo N° 597, Reglamento de
Extranjería, que establece: “Los extranjeros estarán obligados a presentar a las
autoridades correspondientes, cuando lo requieran, sus documentos de identidad o
de extranjería para acreditar su condición de residencia en Chile”, la actuación del
Servicio de Registro Civil e Identificación no es ilegal ni arbitraria al conformarse a
la normativa vigente sobre la materia.
Sexto: Que el artículo 93 de la Constitución Política de la República otorga al
Tribunal Constitucional la atribución de “6°. Resolver, por la mayoría de sus
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2º. Que el artículo 76 del Decreto Ley N° 1094 de 1975 dispone que “Los servicios
y organismos del Estado o Municipales deberán exigir a los extranjeros que tramiten
ante ellos asuntos de la competencia de esos servicios, que previamente comprueben
su residencia legal en el país y que están autorizados o habilitados para realizar
el correspondiente acto o contrato”, disposición que, entre otras, fundamenta la
actuación del Servicio recurrido.
3º. Que atendida la situación migratoria de la recurrente y lo preceptuado por el
artículo 5° del Decreto Supremo N° 597, Reglamento de Extranjería, que establece:
“Los extranjeros estarán obligados a presentar a las autoridades correspondientes,
cuando lo requieran, sus documentos de identidad o de extranjería para acreditar
su condición de residencia en Chile”, la actuación del Servicio de Registro Civil e
Identificación no es ilegal ni arbitraria al conformarse a la normativa vigente sobre
la materia.
4º. Que el artículo 93 de la Constitución Política de la República otorga al Tribunal
Constitucional la atribución de “6°. Resolver, por la mayoría de sus miembros en
ejercicio, la inaplicabilidad de un precepto legal cuya aplicación en cualquier gestión
que se siga ante un tribunal ordinario o especial, resulte contraria a la Constitución”,
indicando al efecto que “En el caso del número 6º, la cuestión podrá ser planteada
por cualquiera de las partes o por el juez que conoce del asunto.
Corresponderá a cualquiera de las salas del Tribunal declarar, sin ulterior recurso,
la admisibilidad de la cuestión siempre que verifique la existencia de una gestión
pendiente ante el tribunal ordinario o especial, que la aplicación del precepto legal
impugnado pueda resultar decisivo en la resolución de un asunto, que la impugnación
esté fundada razonablemente y se cumplan los demás requisitos que establezca la
ley. A esta misma sala le corresponderá resolver la suspensión del procedimiento en
que se ha originado la acción de inaplicabilidad por inconstitucionalidad”.
En estos autos no consta que el recurrente haya planteado ante el Tribunal la
inaplicabilidad del artículo 76 del D.L. N° 1.094.
5º. Que, aduciendo el recurrente que ha sido víctima de una discriminación
arbitraria e ilegal que ha desprotegido su vida privada y la familia y la ha situado
en un escenario de desigualdad frente al resto de las personas que, por tener una
situación migratoria o de residencia distinta, pueden contraer matrimonio, invoca
como garantías constitucionales vulneradas las contenidas en los numerales 2 y 4 del
artículo 19 de la Carta Fundamental.
Al respecto cabe señalar que la circunstancia invocada para configurar la arbitrariedad
no es tal.
En efecto, por mandato legal el Servicio recurrido se encuentra obligado a denegar
la solicitud de celebrar contrato de matrimonio respecto de solicitantes que no
comprueben su residencia legal y, en cambio, sí le es posible acceder respecto de
quienes cumplen ese presupuesto.
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Hechos:
Ciudadano cubano nacionalizado en Francia solicita se conceda el exequátur
necesario para cumplir en Chile la sentencia dictada por el Tribunal de Apelación
de París, Francia, que regula relación directa y regular con su hijo menor de edad,
residente en Chile. La Corte Suprema concede el exequátur solicitado.
Sumarios:
1. Cuando entre Chile y el país en el cual se dictó la sentencia de divorcio cuyo
exequátur se solicita no existe tratado sobre cumplimiento de resoluciones
pronunciadas en los respectivos Estados, ni hay constancia sobre una posible situación
de reciprocidad, se concluye que no corresponde dar aplicación a los artículos 242
a 244 del Código de Procedimiento Civil, sino al artículo 245 del mismo texto
legal, que regula los trámites judiciales que han de cumplirse en Chile para que las
resoluciones pronunciadas por tribunales extranjeros puedan tener fuerza, ejecutarse
o cumplirse en nuestro país. El referido artículo 245 confiere a las resoluciones
dictadas por tribunales extranjeros la misma fuerza que si se hubieren dictado por
tribunales chilenos, con tal que: a) no contengan nada contrario a las leyes de la
República; b) no se opongan a la jurisdicción nacional; c) que la parte contra la cual
se invoca la sentencia haya sido notificada de la acción; y d) que estén ejecutoriadas
en conformidad a las leyes del país en que hayan sido pronunciadas (considerandos
1° y 2° de la sentencia de la Corte Suprema).
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Texto Completo:
Santiago, veintiocho de agosto de dos mil diecinueve.
Vistos: En estos autos compareció doña Viviane Lennon González, abogada, en
representación de don Nelson Fernández Peláez, cubano nacionalizado en Francia,
solicitando se conceda el exequatur para cumplir en Chile la sentencia dictada con
fecha 5 de diciembre de 2017 por el Tribunal de Apelación de París, Francia.
Acompañó a su solicitud copias autorizadas de sentencia de primera instancia y de la
definitiva de segunda instancia, y certificado de ejecutoria de la misma, debidamente
traducidas y apostilladas. Acompaña, también, certificado de nacimiento del
niño, y mandato judicial. Se dispuso poner los antecedentes en conocimiento de
la requerida, quien compareció, por intermedio de su abogado don Carlos Silva
Alliende, oponiéndose a la solicitud, porque la sentencia no reúne las circunstancias
previstas en el artículo 245 del Código de Procedimiento Civil, ya que sería contraria
a las leyes de la República, y porque, además, fue dictada por el tribunal que, a la
fecha de su dictación, ya no tenía jurisdicción, porque tanto el niño como su madre
tenían domicilio en Chile.
Asimismo, manifestó que la sentencia otorga autorización para que en el
cumplimiento de las visitas, el padre pueda desplazarse libremente con el niño,
incluyendo la posibilidad de sacarlo del país, sin la autorización de la madre, que
tiene el cuidado personal, o de un tribunal chileno, lo que contraviene lo dispuesto
en la Ley de Menores. Agrega, que al haber establecido el cese de la obligación de
alimentos en favor del niño, la sentencia también contraviene las normas del Código
Civil chileno. La Fiscala Judicial de esta Corte informó solicitando que se autorice
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desprende que al interponerse la acción tanto los padres como el niño tenían su
domicilio en Francia y la reclamante se hizo parte en dicho juicio.
Sin embargo, advirtió que la forma en que la sentencia autoriza el ejercicio del
régimen de relación directa y regular, en cuanto el padre puede sacar al niño del
país durante los períodos de tiempo estipulados, prescindiendo de la autorización
de la madre, quien tiene a su cargo el cuidado personal del niño y de la judicial,
contraviene legislación nacional, en los términos que expone, teniendo presente lo
dispuesto en el artículo 49 de la Ley N°16.618.
Cuarto: Que, de los antecedentes acompañados, es posible establecer lo siguiente:
1. El niño M.F.P.G. nació en París, Francia, el 13 de abril de 2008, del matrimonio
celebrado entre don Nelson Fernández Peláez y doña Mylene Isadora Guardia
Royer, y fue inscrito en el registro de nacimientos de la Circunscripción de Santiago
del Servicio de Registro Civil e Identificación, bajo el N° 5.951 del Registro X
correspondiente al año 2015. 2. El matrimonio fue disuelto por sentencia definitiva
de 17 de mayo de 2011, por el Juez de Asuntos Familiares del Tribunal de Gran
Instancia de París, que, además, estableció que la autoridad parental la ejercería la
madre, con quien también residiría el niño, fijó una pensión de alimentos que debía
pagarle el padre, y estableció una relación directa y regular en su favor.
3. Con posterioridad, en el año 2015, la madre requirió al juez competente la
autorización para residir con el niño en territorio chileno, además del establecimiento
de un régimen comunicacional respecto del padre con pernoctación libre, y no
solicitó contribución económica, ni pensión de alimentos, atendido a que el padre
debía costear los viajes para poder visitar a su hijo.
4. Por sentencia dictada por el Tribunal de Gran Instancia de Bobigny, el 5 de
mayo de 2015, se accedió a tales peticiones, señalando que la autoridad parental
será ejercida conjuntamente por ambos padres, que el niño mantiene residencia en
el domicilio de su madre, y que, en consecuencia, se la autoriza para que se mude a
Chile, se dispone el cese de la obligación alimenticia y que el padre mantendría un
régimen de relación directa y regular, libre, con derecho a alojamiento, siendo los
gastos del viaje de su cargo.
5. Dicha sentencia fue ejecutada provisoriamente y el niño mudó su residencia con
su madre a Chile.
6. Don Nelson Fernández Peláez dedujo recurso de apelación en contra de la sentencia
antes mencionada y el Tribunal de Apelación de París, Francia, por resolución
dictada con fecha 5 de diciembre de 2017, la revocó parcialmente, ya que modificó
el régimen libre de relación directa y regular, estableciendo un derecho de visita
y alojamiento para cada año, y señaló que el padre al ejercerlo puede, libremente,
desplazarse con el niño, en particular a Cuba, donde reside la familia paterna y, para
esto, debe de hacerse entrega del pasaporte francés del niño, confirmándoselo en
todo lo demás.
7. La sentencia se encuentra ejecutoriada, según consta en certificado de fecha 19
de julio de 2018.
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Hechos:
Se solicita exequátur de la sentencia, que decretó la conversión en divorcio, de la
separación y lo concerniente al régimen de convivencia familiar establecido en la
sentencia. Analizado lo expuesto, la Corte Suprema acoge el exequátur solicitado.
Sumarios:
1. Entre las República de Chile y de Venezuela no existe tratado bilateral o
multilateral sobre cumplimiento de resoluciones judiciales pronunciadas en los
respectivos países, y no existen antecedentes de reciprocidad sobre el trato otorgado
a los fallos nacionales en dicho país, de manera que corresponde aplicar lo dispuesto
en el artículo 245 del Código de Procedimiento Civil. A su vez, la norma citada
dispone que las resoluciones de tribunales extranjeros tendrán en Chile la misma
fuerza que si se hubieren dictado por tribunales nacionales, con tal que se reúnan
las siguientes circunstancias: “1a. Que no contengan nada contrario a las leyes de la
República.
Pero no se tomarán en consideración las leyes de procedimiento a que haya debido
sujetarse en Chile la substanciación del juicio; 2a. Que tampoco se opongan a la
jurisdicción nacional; 3a. Que la parte en contra de la cual se invoca la sentencia
haya sido debidamente notificada de la acción. Con todo, podrá ella probar que, por
otros motivos, estuvo impedida de hacer valer sus medios de defensa; 4a. Que estén
ejecutoriadas en conformidad a las leyes del país en que se hayan sido pronunciadas”
(considerandos 1° y 2° de la sentencia de la Corte Suprema).
2. El fallo que se trata de cumplir en Chile aprueba el régimen de convivencia
familiar, estableciendo el derecho del padre a mantener con sus hijos Emiliana, de
5 años de edad, y Mateo, 3 años de edad, una relación directa y regular, que ejercerá
con entera libertad, con la frecuencia y en la forma que se señala en la sentencia.
Lo resuelto se ajusta plenamente a lo dispuesto en el artículo 229 del Código Civil,
de modo que la sentencia cumple con el requisito 1° del artículo 245 del Código
de Procedimiento Civil. También se cumple con el requisito del número 2°, porque
los niños y sus padres estaban domiciliados en Venezuela, de modo que la causa
no se encontraba sujeta a la jurisdicción nacional. Asimismo, los progenitores
comparecieron en el proceso, y la sentencia se encuentra ejecutoriada, por lo que se
cumplen también las exigencias de los números 3° y 4° del artículo 245 (considerandos
5° y 6° de la sentencia de la Corte Suprema)
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Texto Completo:
Santiago, veinte de mayo de dos mil diecinueve. Al escrito folio 2163: téngase
presente.
Vistos: En estos autos compareció doña Alejandra Zully del Carmen Gómez Ruiz,
abogada, en representación de don Gregory José Contreras Pérez, venezolano, quien
solicita se conceda el exequátur necesario para cumplir en Chile la sentencia de
fecha 17 de junio de 2016, dictada por el Juzgado Décimo
Quinto de Primera Instancia de Mediación, Sustanciación y Ejecución del Circuito
Judicial de protección de niños, niñas y adolescentes de la Circunscripción Judicial
del Área Metropolitana de Caracas y Nacional de Adopción Internacional, de
Venezuela, que decretó la conversión en divorcio de la separación de cuerpos del
matrimonio celebrado entre su representado y doña Alejandra Marina Parilli Perera,
venezolana, con domicilio en Chile, y estableció el régimen de convivencia familiar.
Precisa que lo que motiva la petición de exequatur es el régimen de convivencia
familiar establecido en la sentencia, que la madre no ha cumplido.
Acompañó copia autorizada y apostillada de la sentencia, del certificado de ejecutoria,
del acta del matrimonio, de la partida de nacimiento de los menores, y mandato
judicial.
Se dispuso poner los antecedentes en conocimiento de la requerida, quien se opuso
a la petición, por cuanto, si bien, es efectivo que cuando se encontraban separados
de hecho suscribieron un acuerdo previo, y que al solicitar la conversión en divorcio
arribaron a los pactos que constan en la sentencia, en favor de sus hijos Emiliana y
Mateo, lo cierto es que en tales actos se expresó que, debido a que se trasladaría a vivir
a Chile con los niños, tendrían una vigencia de un año no prorrogable, a contar de la
aprobación por el Tribunal, es decir, si fueron aprobados el día 17 de junio de 2016,
su vigencia se mantenía hasta el 17 de junio de 2017, y que, en el último trimestre
del período, revisarían lo convenido. De manera que se pretende hacer cumplir un
acuerdo que, en lo que dice relación con las instituciones de familia respecto de sus
hijos, se encuentra absolutamente caducado. Además, se encuentra pendiente de
resolución la causa RIT C 1380 2018, sobre régimen de relación directa y regular,
iniciada por demanda interpuesta por el requirente ante el Juzgado de Familia de
Chillán. La Fiscal Judicial de esta Corte informó favorablemente la solicitud. Se
ordenó traer los autos en relación.
Considerando: Primero: Que entre las República de Chile y de Venezuela no
existe tratado bilateral o multilateral sobre cumplimiento de resoluciones judiciales
pronunciadas en los respectivos países, y no existen antecedentes de reciprocidad sobre
el trato otorgado a los fallos nacionales en dicho país, de manera que corresponde
aplicar lo dispuesto en el artículo 245 del Código de Procedimiento Civil. Segundo:
Que, a su vez, la norma citada dispone que las resoluciones de tribunales extranjeros
tendrán en Chile la misma fuerza que si
se hubieren dictado por tribunales nacionales, con tal que se reúnan las siguientes
circunstancias:
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“1a. Que no contengan nada contrario a las leyes de la República. Pero no se tomarán
en consideración las leyes de procedimiento a que haya debido sujetarse en Chile la
substanciación del juicio;
2a. Que tampoco se opongan a la jurisdicción nacional;
3a. Que la parte en contra de la cual se invoca la sentencia haya sido debidamente
notificada de la acción. Con todo, podrá ella probar que, por otros motivos, estuvo
impedida de hacer valer sus medios de defensa;
4a. Que estén ejecutoriadas en conformidad a las leyes del país en que se hayan sido
pronunciadas”.
Tercero: Que de los antecedentes acompañados es posible establecer los siguientes
hechos: 1. Doña Alejandra Marina Parilli Perera y don Gregory José Contreras
Pérez contrajeron matrimonio con fecha 5 de octubre de 2011, ante el Registro Civil
de la Parroquia Cacucaguita del Municipio Sucre, Estado de Miranda, Venezuela,
que fue inscrito bajo el N° 78, tomo 1, del año 2011, y no se registró en Chile; del
matrimonio nacieron dos hijos, Emiliana Contreras Parilli, nacida en Caracas el
6 de abril de 2011, y Mateo Contreras Parilli, nacido en Caracas el 22 de julio de
2012, de 5 y 3 años de edad, respectivamente.
2. Por sentencia dictada el 17 de junio de 2016, el Juzgado Décimo Quinto de
Primera Instancia de Mediación, Sustanciación y Ejecución del Circuito Judicial
de protección de niños, niñas y adolescentes de la Circunscripción Judicial del Área
Metropolitana de Caracas y Nacional de Adopción Internacional, de Venezuela,
declaró la conversión en divorcio de la separación de cuerpos y bienes decretada por
el mismo tribunal por resolución de 11 de febrero de 2015, y disuelto el matrimonio
de las partes. Además, respecto de las
instituciones familiares declaró que la patria potestad y responsabilidad de crianza
sería compartida entre ambos padres; que la custodia sería ejercida por la madre;
estableció la obligación del padre de pagar una pensión alimenticia en favor de los
hijos. En cuanto al régimen de convivencia familiar, de la lectura de las cláusulas
pertinentes del acuerdo transcrito en la sentencia que se solicita cumplir, se desprende
que las partes acordaron que la madre y los hijos se trasladarían a vivir a la ciudad
de Chillán, en Chile, otorgando el padre su autorización por el lapso de un año, no
prorrogable; sin perjuicio de lo cual, pactaron un régimen comunicacional amplio,
conforme al cual el padre podría estar con ellos en cualquier tiempo y lugar, y la
forma de compartir los tiempos de vacaciones y fiestas familiares.
3. La referida sentencia se encuentra firme y ejecutoriada.
Cuarto: Que al no encontrarse inscrito en este país el matrimonio celebrado entre las
partes, y conforme a lo solicitado por el compareciente, la petición debe restringirse
únicamente a la decisión contenida en la sentencia, referente las instituciones
familiares y al régimen de convivencia familiar, sin que exista obstáculo para dividir,
a estos efectos, la sentencia en cuestión y otorgar un exequátur parcial.
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Asociación Chilena de Derecho Internacional Privado - ADIPRI
Quinto: Que, como se indicó, el fallo que se trata de cumplir en Chile aprueba
el régimen de convivencia familiar, estableciendo el derecho del padre a mantener
con sus hijos Emiliana Contreras Parilli, de 5 años de edad, y Mateo Contreras
Parilli, 3 años de edad, una relación directa y regular, que ejercerá con entera libertad,
con la frecuencia y en la forma que se señala en la sentencia. Lo resuelto se ajusta
plenamente a lo dispuesto en el artículo 229 del Código Civil, de modo que la
sentencia cumple con el requisito 1° del artículo 245 del Código de Procedimiento
Civil. También se cumple con el requisito del número 2°, porque los niños y sus
padres estaban domiciliados en Venezuela, de modo que la causa no se encontraba
sujeta a la jurisdicción nacional. Asimismo, los progenitores Alejandra Marina Parilli
Perera y Gregory José Contreras Pérez comparecieron en el proceso, y la sentencia se
encuentra ejecutoriada, por lo que se cumplen también las exigencias de los números
3° y 4° del artículo 245.
Sexto: Que la requerida reconoce el acuerdo sobre las instituciones familiares a favor
de sus hijos Mateo y Emiliana, pero solicita el rechazo del exequátur, porque sólo
tenía vigencia por un año, no prorrogable, a contar de su aprobación por el tribunal el
día 17 de junio de 2016, de modo que venció el 17 de junio de 2017, encontrándose
caducado; sin embargo, dicha oposición no dice relación con los requisitos que debe
reunir la sentencia para conceder el exequatur, cuya concurrencia no discute, sino
con la forma de ejecutar en Chile lo decidido en ella, aspecto que, una vez acogida
la solicitud, podrá ser discutido ante la judicatura de familia.
Por estas consideraciones y de conformidad con las disposiciones legales citadas, se
acoge el exequátur solicitado para que se lleve a efecto en Chile la sentencia dictada
el 17 de junio de 2016, por el Juzgado Décimo Quinto de Primera Instancia de
Mediación, Sustanciación y Ejecución del Circuito Judicial de protección de niños,
niñas y adolescentes de la Circunscripción Judicial del Área Metropolitana de
Caracas y Nacional de Adopción Internacional, de Venezuela, en lo que se refiere a
las relaciones familiares y régimen de convivencia familiar de los progenitores doña
Alejandra Marina Parilli Perera y don Gregory José Contreras Pérez, respecto de
sus hijos menores de edad Mateo y Emiliana, ambos de apellidos Contreras Parilli.
El cumplimiento se pedirá al tribunal de familia correspondiente.
Pronunciado por la Cuarta Sala de la Corte Suprema integrada por los Ministros (as)
Ricardo Blanco H., Gloria Chevesich R., Andrea Maria Muñoz S. y los Abogados
(as) Integrantes Leonor Etcheberry C., Maria Gajardo H. Santiago, veinte de mayo
de dos mil diecinueve.
170
Revista Chilena de Derecho Internacional Privado
Hechos:
Ciudadana brasileña solicita se conceda el exequátur necesario para cumplir en
Chile la sentencia dictada por el Juzgado de Derecho de la Quinta Jurisdicción
Civil de la Comarca de Aracaju, que dictó y homologó una transacción celebrada
sobre separación judicial entre los cónyuges, declaración de bien, guarda, y pensión
de alimentos de sus hijos. La Corte Suprema concede el exequátur solicitado para
cumplir en Chile la sentencia dictada en el extranjero.
Sumarios:
1. Las Repúblicas de Chile y de Brasil son Estados partes del Acuerdo de
Cooperación y Asistencia Jurisdiccional en materia Civil, Comercial, Laboral y
Administrativa entre los Estados Partes del Mercosur, la República de Bolivia y
Chile. Dicho acuerdo en el capítulo V, y en particular los artículos 18 a 24, trata
sobre el reconocimiento y ejecución de sentencias y laudos arbitrales pronunciados
en las jurisdicciones de los Estados Partes. La solicitud de exequatur se encuentra
inserta en el artículo 19 inciso 2°, señalando que es la parte interesada quien debe
solicitar y tramitar directamente el reconocimiento de la sentencia, que debe cumplir
con los requisitos que el artículo 20 del mismo convenio señala, que son, a saber: a)
que venga revestida de las formalidades externas necesarias para que sea considerada
auténtica en el Estado de donde proceden; b) que esto y los documentos anexos
que fueren necesarios, estén debidamente traducidos al idioma oficial del Estado
en el que se solicita su reconocimiento y ejecución; c) que todos los documentos
emanen de un órgano jurisdiccional o arbitral competente, según las normas del
Estado requerido sobre jurisdicción internacional; d) que la parte contra la que se
pretende ejecutar la decisión haya sido debidamente citada y se haya garantizado el
ejercicio de su derecho de defensa; e) que la decisión tenga fuerza de cosa juzgada y/o
ejecutoria en el Estado en el que fue dictada; f ) que no contraríen manifiestamente
los principios de orden público del Estado en el que se solicitare el reconocimiento
y/o la ejecución. Indicándose que los requisitos de los literales a), c), d), e) y f ) deben
surgir del testimonio de la sentencia o del laudo arbitral (considerando 1° de la
sentencia de la Corte Suprema).
2. En la especie, la sentencia cuyo cumplimiento se solicita, no contiene nada
contrario a las leyes de la República y guarda perfecta armonía con las disposiciones
nacionales sobre la materia, toda vez que declara la obligación del padre de cumplir la
prestación alimenticia que establecen los artículos 321 N° 2 y 323 del Código Civil,
a favor de sus hijos menores de edad, ni se opone a la jurisdicción nacional, pues la
solicitud de aprobación del Convenio -sobre guarda, tenencia, visitas y pensión de
alimentos de los hijos- fue tramitada por
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las partes en Brasil, por estar domiciliados ambos a esa época en ese país (considerando
5° de la sentencia de la Corte Suprema).
Texto Completo:
Santiago, diez de enero de dos mil diecinueve.
Vistos:
En estos autos comparecen don Juan Francisco Zarricueta y don Jaime Alejandro
Soto Silva, abogados de la Oficina Internacional de la Corporación de Asistencia
Judicial de la Región Metropolitana, en representación de doña Sara Cuadros
Orellana, ciudadana brasileña, domiciliada en calle Doña Cecilia N° 500,
departamento N°1.204, Barrio Serra, Belo Horizonte /MG Brasil, solicitando se
conceda el exequátur para cumplir en Chile la sentencia dictada el 19 de marzo
de 2009, dictada por el Juzgado de Derecho de la Quinta Jurisdicción Civil de
la Comarca de Aracaju, que dictó y homologó una transacción celebrada por don
Cristián Orellana Pino y la solicitante, sobre separación judicial entre los cónyuges,
declaración de bien, guarda, y pensión de alimentos de sus hijos.
La sentencia y su correspondiente certificado de ejecutoria se encuentran
incorporados, en copias debidamente legalizadas y que da cuenta de su calidad de
firme y ejecutoriada, agregándose copia de los certificados de nacimiento de los dos
hijos, copia de la partida de matrimonio y acta de divorcio. El Fiscal Judicial (S) de
esta Corte informó favorablemente la referida solicitud. Se ordenó traer los autos
en relación.
Considerando:
Primero: Que las Repúblicas de Chile y de Brasil son Estados partes del Acuerdo
de Cooperación y Asistencia Jurisdiccional en materia Civil, Comercial, Laboral
y Administrativa entre los Estados Partes del Mercosur, la República de Bolivia
y Chile. Dicho acuerdo en el capítulo V, y en particular los artículos 18 a 24, trata
sobre el reconocimiento y ejecución de sentencias y laudos arbitrales pronunciados
en las jurisdicciones de los Estados Partes. Señala su artículo 19 inciso primero
que “El reconocimiento y ejecución de sentencias y laudos arbitrales solicitado por
las autoridades jurisdiccionales podrá tramitarse por vía de exhortos y transmitirse
por intermedio de la Autoridad Central o por conducto diplomático o consular,
conforme al derecho
interno”. Para continuar en su inciso segundo que: “No obstante lo señalado en el
párrafo anterior, la parte interesada podrá tramitar directamente el reconocimiento
o ejecución de la sentencia. En tal caso, la sentencia deberá estar debidamente
legalizada de acuerdo con la legislación del Estado en que se pretenda su eficacia,
salvo que entre el Estado de origen del fallo y el Estado donde es invocado, se
hubiere suprimido el requisito de la legalización o sustituido por otra formalidad”.
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mes, y que la guardia, quedara para la madre con derecho de visitas garantizado al
padre.
5. Actualmente el demandado tiene domicilio en la ciudad de Santiago, Chile.
Cuarto: Que con fecha 16 de octubre de 2018, el señor Orellana Pino fue notificado
personalmente de la solicitud de exequatur y de las demás resoluciones dictadas
en este procedimiento, certificándose el día 14 de noviembre de este año, que no
se registra ninguna presentación de éste y el término para hacerlo se encuentra
vencido. Quinto: Que del mérito de los antecedentes, se establece que la sentencia
en cuestión, no contiene nada contrario a las leyes de la República y guarda perfecta
armonía con las disposiciones nacionales sobre la materia, toda vez que declara la
obligación del padre de cumplir la prestación alimenticia que establecen los artículos
321 N° 2 y 323 del Código Civil, a favor de sus hijos menores de edad, ni se opone a
la jurisdicción nacional, pues la solicitud de aprobación del Convenio fue tramitada
por las partes en Brasil, por estar domiciliados ambos a esa época en ese país. Por
estas consideraciones y de conformidad con las disposiciones legales citadas, se acoge
el exequátur solicitado para que se lleve a efecto en Chile la sentencia dictada el 19
de marzo 19 de marzo de 2009, dictada por el Juzgado de Derecho de la Quinta
Jurisdicción Civil de la Comarca de Aracaju, que homologó la transacción suscrita
por las partes sobre guarda, tenencia, visitas y pensión de alimentos de los hijos.
El cumplimiento se pedirá al tribunal de familia correspondiente.
Regístrese, dése copia autorizada y, hecho lo anterior, archívese. Pronunciado por la
Cuarta Sala de la Corte Suprema integrada por los Ministros señoras Gloria Ana
Chevesich R., Andrea Muñoz S., Ministro Suplente señor Eduardo Meins O., y los
Abogados Integrantes señora Leonor Etcheberry C., y señor Diego Munita L.
Rol N° 3171 2013
En estos autos Rol 12.710 2018 compareci – ó el abogado Ricardo Reveco Urzúa,
en representación de Bose Corporation, solicitando se conceda autorización para
cumplir en Chile el laudo arbitral dictado en el Estado de Massachusetts, Estados
Unidos de América, el 9 de febrero de 2018 por el juez árbitro Jonathan W. Fitch,
que condenó a MusicWorld Audiovisión Ltda. al pago de las sumas que indica y a
la prohibición de utilizar el logo o marca de la solicitante.
Fundamentando su pretensión señala, en síntesis, que la relación contractual entre
las partes se remonta al año 2007 y que el 1 de febrero de 2016 celebraron un
contrato de distribución en cuya virtud MusicWorld se constituyó en distribuidor
no exclusivo de ciertos productos de la solicitante dentro del territorio de Chile y
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aparece que algún tribunal ordinario, ya sea de la Suprema Corte del Estado de
Massachusetts o la del Estado de Nueva York, haya dado reconocimiento oficial al
fallo cuyo cumplimiento se pretende en la República de Chile, lo que a su juicio da
cuenta de que carece de autoridad oficial, omisión que obsta a su reconocimiento
y ejecución en Chile por no cumplirse el requisito previsto en el artículo 246 del
Código de Procedimiento Civil, en relación a lo prevenido en el artículo 242 del
dicho Código y el artículo IV de la Convención de Nueva York.
Como octava excepción opone la “Injusticia Notoria de la Sentencia”, aseverando
que aún en la indeterminación del condenado y sea quien sea el contratante vencido,
el fallo da cuenta que la peticionaria puso término al “Contrato de Comercialización
Internacional Chile” celebrado el 1 de febrero de 2016 entre Bose Corporation y
Music World Limitada, mediante carta de fecha 14 de octubre de esa anualidad,
invocando lo previsto en la sección 15 (d)(ii) del acuerdo, que autorizaba a dicha
terminación anticipada en caso que “se cancele, termine, suspenda o revoque cualquier
propuesta, licencia, permiso, autorización consentimiento u otro documento requisito
(gubernamental u otro) necesario para que el Comercializador realice negocios de
manera legal de acuerdo con este contrato…”, y el fallo arbitral expresa, entre las
razones para acoger la demanda, el hecho de que en la audiencia de arbitraje el
demandante había entregado “una factura emitida por Music World a Pro-Tech de
fecha 12 de febrero de 2014”. Aclara la compareciente que esa factura fue emitida
por la sociedad “Music World Comercio Internacional Limitada” y no por su parte.
No obstante, el sentenciador ha estimado que la emisión de factura emitida por
Music World Comercio Internacional Limitada el 12 de febrero de 2014 constituye
una violación del contrato celebrado dos años después, el 1 de febrero de 2016, con
Music World Audivision Limitada. Además, la sentencia omite toda consideración
acerca de la causal de terminación invocada por Bose Corporatión en su carta de
14 octubre de 2016, inobservancia relevante porque la ley aplicable al caso era la de
la República de Chile, de acuerdo a la cual no existe ningún impedimento para que
Music World Audivision Limitada o cualquiera de las sociedades que comparten
esa denominación, pueda comercializar productos Bose, de acuerdo al tenor del
Contrato de Comercialización.
Con todo, estima la compareciente que no puede configurarse la causal invocada
en la carta de 14 de octubre de 2016 para dar por terminado el Contrato de
Comercialización de 1 de febrero de 2016, pues ya se encontraba terminado al
momento de iniciarse la tramitación del pretendido arbitraje, siendo improcedente
que se lo declarara terminado por una segunda vez, más aún por incumplimientos
anteriores a su existencia.
Por lo demás, la causal del N°15 (d)(ii) del contrato no da derecho a indemnización
de perjuicios, porque opera sin culpa y no se basa en un incumplimiento del
comercializador sino en un acto de autoridad, lo que constituye un caso de fuerza
mayor al tenor del artículo 45 del Código Civil, o una condición resolutoria ordinaria
casual, si es el acto de un individuo particular, al tenor del artículo 1477 del mismo
Código Civil, y en ambos casos no existe culpa y no procede indemnizar perjuicios.
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Manifiesta, en otras palabras, que lo ocurrido en el año 2014 debe evaluarse bajo
el estatuto de responsabilidad extracontractual y no respecto del contrato de 1 de
febrero de 2016, pues no se encuentra comprendido dentro de lo establecido en el
N°28 del Contrato de Comercialización, que constituye una cláusula compromisoria
del mismo, por lo que al pronunciarse al respecto el árbitro comete una exacción
irreparable, prevista en la causal de denegación establecida en el Art. V N°1 letra c)
de la Convención de Nueva York.
En su presentación de 28 de agosto de 2018 la solicitante hizo observaciones a las
defensas opuestas por la requerida, y en fecha 16 de enero de 2019 la Fiscalía Judicial
evacuó el informe que prevé el artículo 248 del Código de Procedimiento Civil.
Se trajeron los autos en relación.
CONSIDERANDO:
PRIMERO: Que toda sentencia pronunciada por tribunales extranjeros, incluyendo
las arbitrales, requieren de exequátur para poder ser cumplidas en territorio nacional.
La solicitud que en tal sentido impetre el interesado debe ser resuelta según lo
dispuesto en el párrafo II del Título XIX del Libro I, artículos 242 y siguientes del
Código de Procedimiento Civil y, especialmente, conforme lo estatuido en la Ley N°
19.971 sobre Arbitraje Comercial Internacional y las normas que se han establecido
en la Convención de las Naciones Unidas, de 1958, sobre Reconocimiento y
Ejecución de las Sentencias Arbitrales Extranjeras –Convención de Nueva York-,
promulgada como ley por el D.S. N° 664 del Ministerio de Relaciones Exteriores,
publicado en el Diario Oficial de 30 de octubre de 1975.
SEGUNDO: Que el artículo 1° de la Ley 19.971 precisa que el arbitraje es
internacional en las siguientes situaciones: 1) si las partes, al momento de la
celebración del compromiso tienen sus establecimientos en diversos Estados; 2) si el
lugar del arbitraje, habiéndose éste determinado en el compromiso o con arreglo al
mismo, está situado fuera del Estado en que las partes tienen sus establecimientos;
3) si el lugar del cumplimiento de una parte sustancial de las obligaciones de la
relación comercial o el lugar con el cual el objeto del litigio tenga una relación más
estrecha, está situado fuera del Estado en que las partes tienen sus establecimientos,
o 4) si las partes han convenido expresamente en que la cuestión objeto del acuerdo
de arbitraje está relacionada con más de un Estado.
Con el objeto de determinar el carácter internacional del arbitraje, indica el precepto
citado que: “4) A los efectos del numeral 3) de este artículo: a) Si alguna de las
partes tiene más de un establecimiento, el establecimiento será el que guarde una
relación más estrecha con el acuerdo de arbitraje. b) Si una parte no tiene ningún
establecimiento, se tomará en cuenta su residencia habitual. 5) Esta ley no afectará a
ninguna otra ley en virtud de la cual determinadas controversias no sean susceptibles
de arbitraje o se puedan someter a arbitraje nicamente ú de conformidad con
disposiciones que no sean las de la presente ley.”
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acuerdo, que no se han ajustado a la ley del país donde se efectuó el arbitraje, o v)
Que el laudo no es aún obligatorio para las partes o ha sido anulado o suspendido
por un tribunal del país en que, o conforme a cuyo derecho, ha sido dictado ese
laudo, o b) Cuando el tribunal compruebe: i) Que, según la ley chilena, el objeto
de la controversia no es susceptible de arbitraje, o ii) Que el reconocimiento o la
ejecución del laudo serían contrarios al orden público de Chile. 2) Si se ha pedido a
un tribunal de los previstos en el literal v) de la letra a) del numeral 1) de este artículo
la nulidad o la suspensión del laudo, el tribunal al que se pide el reconocimiento o
la ejecución podrá, si lo considera procedente, aplazar su decisión y, a instancia de la
parte que pida el reconocimiento o la ejecución del laudo, podrá también ordenar a
la otra parte que dé garantías apropiadas.
QUINTO: Que, de lo que se viene señalando, se concluye que solo es posible rehusar
el reconocimiento y ejecución de la sentencia cualquiera sea el país en que se haya
dictado, a instancia de la parte contra la cual se invoca, si ésta prueba ante el tribunal
competente del país en que se pide el reconocimiento y ejecución alguna de las
situaciones que el citado artículo 36 refiere, de modo que a esta Corte corresponde,
de acuerdo a los antecedentes allegados al proceso, examinar el cumplimiento
de los requisitos previstos para que sea reconocido y ejecutado en Chile el laudo
arbitral, según la Ley 19.971 sobre Arbitraje Comercial Internacional, en relación
con las normas pertinentes de la Convención sobre Reconocimiento y Ejecución
de Sentencias Arbitrales Extranjeras de 1958 y los artículos 242 y siguientes del
Código de Procedimiento Civil.
Cabe advertir, sin embargo, que este procedimiento no constituye una instancia, por
lo que no es dable promover ni resolver materias propias del mérito y de los hechos
o del derecho ventiladas en la causa en que se dictó la sentencia arbitral extranjera,
ni tampoco pueden ser resueltas alegaciones que puedan constituir defensas o
excepciones que deban ser opuestas en la ejecución correspondiente del fallo y ante
el tribunal que ha de conocerlas. Ello es así porque la finalidad del procedimiento
de exequátur, de acuerdo con el principio de la “regularidad internacional de los
fallos”, es verificar el cumplimiento de ciertos requisitos mínimos y no se encuentra
destinado a analizar la justicia o injusticia intrínseca de la sentencia, de modo que
no constituye un medio destinado a la revisión de lo allí resuelto.
SEXTO: Que, como fuera enunciado, la parte requerida invocó ocho causales para
justificar su oposición a la solicitud de reconocimiento y ejecución del fallo arbitral.
Como cuestión previa, valga aclarar que de la presentación efectuada por el oponente
es posible entender que no se ha referido al reconocimiento del fallo, sino más bien
se ha impugnado su fuerza ejecutiva.
Corresponde definir, pues, la pertinencia de tales alegaciones a la luz de las normas
precedentemente indicadas, examinando en cada caso si las cuestiones alegadas
se vinculan con los presupuestos de procedencia que permiten reconocer fuerza
obligatoria en Chile al dictamen extranjero contenidos en el artículo 35 de la Ley N°
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C.A. de Santiago
Santiago, veintiocho de enero de dos mil diecinueve.
Al folio N° 3, por cumplido lo ordenado.
Resolviendo el folio N° 1, a lo principal, segundo, tercer y cuarto otrosí: estese a
lo que se resolverá. Al primer otrosí, a sus antecedentes. Al quinto otrosí, téngase
presente.
Vistos y teniendo presente:
1°) Que, conforme los artículos 545 y siguientes del Código Orgánico de Tribunales,
para recurrir de queja, es necesario que se trate de una sentencia definitiva o
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VISTOS:
En estos autos, Rol N° 47947-16, los abogados Juan Miguel Rodríguez y Matías
Ignacio Rivadeneira Castro, en representación de Diamond Ridge Corporation,
persona jurídica de derecho privado constituida bajo las leyes del Estado de
California, Estados Unidos de América, solicitan se conceda el exequátur, declarando
que puede cumplirse en Chile la sentencia dictada con fecha 28 de enero de 2014
por el Juez Árbitro Sherman W. Smith, confirmada el 22 de junio de 2015 por la
Corte Superior del Estado de California, Distrito Este del Condado de Los Ángeles,
Estados Unidos de América, en caso N° KC065823, que condenó a los demandados
George y Esther Liberman a pagar a la empresa demandante la suma de USD $
225.000, más costas por USD $ 7.333,65, y USD $ 28.302,50 por concepto de
honorarios de abogados.
Sostienen que su representada interpuso demanda en contra de George y Esther
Liberman, individualmente y como administradores del fideicomiso de la familia
Liberman, precisando que Esther Liberman nació en Chile y figura inscrita en nuestro
país como Esther Patricia Schwartstein Schapiro. Añaden que el fundamento de la
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CUARTO: Que, en cuanto a la exigencia del Nº 1 del citado artículo 245 del Código
de Procedimiento Civil, esto es, que la sentencia no contenga elementos contrarios
a las leyes de la República, en principio no se observa en ella alguna contrariedad
con la normativa nacional, pues se trata de una acción de cumplimiento de contrato
basada en la contravención de la demandada respecto del pago de una comisión
pactada con ocasión de un contrato de corretaje, cuya procedencia fue declarada en
virtud de los antecedentes aportados al juez legislación nacional.
QUINTO: Que, en cuanto a la exigencia del Nº 2 del citado artículo 245, también
aparece cumplida.
En efecto, el referido requisito se ha entendido en el sentido de que la sentencia de que
se trate no verse sobre un conflicto que debió ser conocido y resuelto por un tribunal
chileno; es decir, que no se trate de un conflicto para cuya resolución era un tribunal
chileno el competente. Al efecto, en el proceso no consta ningún antecedente con
el que pudiere concluirse la competencia exclusiva de un tribunal nacional, toda vez
que la demanda se funda en una convención suscrita entre particulares, residentes
en los Estados Unidos de América, cuyo incumplimiento corresponde ser conocida
en dicho país.
SEXTO: Que, además, conforme a los antecedentes acompañados y tal como da
cuenta el señor Fiscal en su informe, la exigencia consignada en el Nº 3 del precepto
mencionado, de la notificación de la acción a la parte en contra de la cual se invoca
la sentencia, aparece cumplida. No obstante los reproches que sobre este punto hace
valer la defensa de Esther Schwartstein, del análisis de los antecedentes acompañados
se constata que la demandada fue debidamente notificada de la acción, compareció
durante el procedimiento representada por el abogado James T. Jackson, a quien se
le notificó el laudo dictado. Más aún, el fallo arbitral fue ratificado por el Tribunal
Superior del Estado de California, en audiencia de 22 de junio de 2015, a la que
concurrió personalmente Esther Liberman, quien no dedujo recurso de apelación en
contra de esta última decisión.
Otro tanto acontece con la del Nº 4 de ese texto, su ejecutoriedad, la que se acredita
el certificado debidamente traducido que se acompañó a la solicitud de exequátur,
en el que consta que no hubo apelación del fallo dictado por el Tribunal Superior
del Estado de California, Condado de Los Ángeles, Distrito Este, en el Caso N°
KC 065823.
SÉPTIMO: Que el oponente también basa su defensa en supuestos defectos formales
del exequátur, argumentando la inobservancia de requisitos legales para comparecer
en juicio. Sobre este punto, tal como lo observa el señor Fiscal, se acompañó el
respectivo mandato debidamente protocolizado, que acredita a los solicitantes como
representantes de Diamond Ridge Corporation.
Por último, se acusa el incumplimiento de requisitos formales de la solicitud de
reconocimiento, al no haberse acompañado el acuerdo de arbitraje como lo exige la
Ley N° 19.971 y la Convención de Nueva York.
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Sin embargo, esta Corte comparte lo informado por el señor Fiscal en el sentido
de que la Ley antes señalada es inaplicable en la especie, toda vez que no se está en
presencia de un arbitraje comercial internacional y, a mayor abundamiento, la acción
se interpuso en contra de Esther Liberman no sólo como persona natural, sino
también en su calidad de administradora del fideicomiso de la Familia Liberman
al que pertenece el inmueble objeto del contrato de corretaje, cuestión que no fue
controvertida en estos autos.
OCTAVO: Que los antecedentes y raciocinios expuestos permiten concluir
que no hay obstáculo para reconocer eficacia al fallo cuya autorización para su
cumplimiento se solicita, lo que será dispuesto, accediendo a lo pedido por los
abogados comparecientes, en representación de Diamond Ridge Corporation.
De conformidad a lo manifestado, disposiciones citadas y artículos 247 y 248 del
Código de Procedimiento Civil, se resuelve que se acoge el exequátur solicitado
en autos y, en consecuencia, se autoriza a que se cumpla en Chile la sentencia de
22 de junio de 2015, por el juez árbitro Sherman W. Smith, en los autos arbitrales
“Arbitraje Jams N° 1220046101”, que condenó a Esther Liberman (Esther Patricia
Schwartstein Schapiro) al pago de la suma total de USD $ 260.636,15.
El cumplimiento de la sentencia extranjera deberá Tribunal Civil que corresponda.
Regístrese y archívese.
Redacción a cargo del Ministro señor Juan Eduardo Fuentes B.
Rol N ° 47.947 - 2016. –
Pronunciado por la Primera Sala de la Corte Suprema por los Ministros Sr. Juan
Eduardo Fuentes B., Sr. Arturo Prado P., Ángela Vivanco M., y los Abogados
Integrantes Sra. María Cristina Gajardo H., y Sr. Antonio Barra R. No firman los
Abogados Integrantes Sra. Gajardo y Sr. Barra, no obstante haber concurrido ambos
a la vista del recurso y acuerdo del fallo, por encontrase ausentes. Santiago, seis de
junio de dos mil diecinueve.
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la ley les hubiere respectivamente asignado. Lo cual no impide que en los negocios de que
conocen puedan dictar providencias que hayan de llevarse a efecto en otro territorio.”
A su turno, el 134 del mismo Código señala: “En general, es juez competente para
conocer de una demanda civil o para intervenir en un acto no contencioso, el del domicilio
del demandado o interesado, sin perjuicio de las reglas establecidas en los artículos siguientes
y de las demás excepciones legales.”
Por su parte el artículo 147 del mismo texto, estable que: “Será juez competente para
conocer de las demandas de alimentos el del domicilio del alimentante o alimentario, a
elección de este último. Asimismo, ello se aplicará a las solicitudes de aumento de pensiones
alimenticias decretadas.
De las solicitudes de cese o rebaja de la pensión decretada conocerá el tribunal del domicilio
del alimentario. Asimismo, será juez competente para conocer de las acciones de reclamación
de filiación contempladas en el Párrafo 2° del Título. VIII del Libro I del Código Civil el
del domicilio del demandado o demandante, a elección de este último.”
CUARTO: Que tal como aparece de las normas citadas, es claro que los tribunales
Chilenos son competentes para resolver los conflictos que se susciten dentro de
su territorio, y como regla general, es competente el tribunal del domicilio del
demandado, con excepciones, como el caso de las demandas de alimentos, en que se
estará al domicilio que el alimentario elija, y en el caso de la reclamación de filiación,
en que la elección corresponde al demandante.
QUINTO: Que para el caso de marras, la ley de Matrimonio Civil, en su Capítulo
VIII, titulado “De la ley aplicable y del reconocimiento de las sentencias extranjeras”,
contempla expresamente la regla aplicable, estableciendo en el artículo 81, que “Los
efectos de los matrimonios celebrados en Chile se regirán por la ley chilena, aunque los
contrayentes sean extranjeros y no residan en Chile”, manteniendo de este modo, plena
vigencia, el artículo 87 de la misma ley, al establecer la regla general en materia
de competencia, en términos que “Será competente para conocer de las acciones de
separación, nulidad o divorcio, el juzgado con competencia en materias de familia, del
domicilio del demandado.”
SEXTO: Que, por su parte, el artículo 15 del Código Civil, dispone: “A las leyes
patrias que reglan las obligaciones y derechos civiles permanecerán sujetos los chilenos, no
obstante su residencia o domicilio en país extranjero.
1° En lo relativo al estado de las personas y a su capacidad para ejecutar ciertos actos, que
hayan de tener efecto en Chile;
2° En las obligaciones y derechos que nacen de las relaciones de familia; pero sólo respecto de
sus cónyuges y parientes chilenos.”
SEPTIMO: Que, en esta línea de razonamiento se pronuncia la Excma. Corte
Suprema, en causa Rol Nº1.967-10, señalando en lo pertinente que:
“Que tratándose -como sucede en el caso sub- lite- de un matrimonio celebrado en Chile,
éste debe disolverse con arreglo a la ley chilena, no pudiendo, impedirse o limitarse el derecho
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Revista Chilena de Derecho Internacional Privado
Vistos:
En estos autos RIT C-7167-2015 del Cuarto Juzgado de Familia de Santiago,
por sentencia de veinte de noviembre de dos mil diecisiete y complementaria de
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veintidós de noviembre de dos mil diecisiete, dictadas por la juez titular señora
Denise Sepúlveda Apse se acogió la solicitud de restitución internacional deducida
por el padre de la menor Valentina Loreto Chevalier Lobos quien está siendo
retenida ilícitamente en Chile por su madre Silvia Loreto Lobos Contreras.
En contra de este fallo la madre demandada dedujo recurso de casación en la forma
y apelación. Con fecha 7 de diciembre de 2017, se declaró inadmisible el recurso de
casación interpuesto por la abogado Mercedes Bulnes Núñez en representación de
Silvia Loreto Lobos Contreras.
Se ordenó traer los autos en relación para conocer del recurso de apelación.
Y teniendo, además, presente:
Primero: Que, el artículo 4 del Convenio de La Haya sobre Aspectos Civiles de
la Sustracción Internacional de Menores, señala: “El Convenio se aplicará a todo
menor que tuviera su residencia habitual en un Estado contratante inmediatamente
antes de la infracción de los derechos de custodia o visita”.
Segundo: Que, sobre la restitución inmediata de la menor, cabe señalar que el objetivo
principal del Convenio es lograr la devolución inmediata del menor ilícitamente
sustraído a su residencia habitual y tal finalidad se logrará, entre otras, limitando el
ámbito de competencia material de los jueces del Estado en el que el sustractor del
menor ha buscado refugio, al disponer que ninguna decisión, adoptada en el marco
del Convenio sobre la restitución del menor, afectará a la cuestión de fondo del
derecho de custodia, conforme lo dispuesto en el artículo 19. letra b) del Convenio.
Tercero: Que, sobre los derechos de custodia y visita, el retorno inmediato del
menor responde al propósito del Convenio de restablecer la situación fáctica y
unilateral provocada por el secuestrador, y el respeto de los derechos referidos como
herramienta preventiva del traslado indebido.
En otras palabras, al ser devuelto el menor de manera inmediata al lugar de su
residencia habitual, la custodia y otros derechos atingentes deben ser resueltos,
atendido el objetivo que persigue el Convenio, por los Tribunales de Justicia que m
s antecedentes á o información significativa tengan respecto del menor afectado, de
manera que esta Corte no puede pronunciarse sobre ninguna materia de fondo, toda
vez, que no ha sido el lugar de residencia habitual del menor de autos.
De lo expuesto, se desprende que la competencia de esta Corte se limita a determinar
si se cumplen los requisitos convencionales para que el menor sea devuelto a su
Estado de residencia habitual, y en caso que sea así, ordenar su retorno para que el
Juez competente del lugar de residencia del menor, pronuncie lo que en derecho
corresponda, conforme a las solicitudes de las partes sometidas a su conocimiento.
Cuarto: Que, en el caso de marras, la juez del fondo ha llegado a la conclusión de
que concurren los supuestos de retención ilegal conforme a las letras a) y b) del
artículo 3º de la Convención, a saber “a) Cuando se hayan producido con infracción
de un derecho de custodia atribuido, separada o conjuntamente, a una persona, a
una institución, o a cualquier otro organismo con arreglo al derecho vigente en el
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Revista Chilena de Derecho Internacional Privado
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SCS (4ta Sala), Rol 5857-2019, de 03 de septiembre de 2019 (recurso de queja acogido.
Revoca resolución de la I. Corte de Apelacione de Valparaíso y concede entrega de niño
a España).
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Señala que la decisión no es susceptible de ser impugnada por otros medios y precisa
que la falta o abuso se produjo en relación a la interpretación que se dio al convenio
que regla la materia al sostener que no regula la custodia del niño sino sólo su
restitución, y que, en consecuencia no procedía que se analizara su situación actual
para decidir con qué progenitor debe vivir, pues las materias referidas a su custodia
y patria potestad son de competencia de los tribunales de residencia habitual del
menos de edad, por lo que debía establecerse si el trabajo y/o la retención resultaban
lícitos o ilícitos, a fin de evitar la consolidación jurídica de situaciones inicialmente
ilícitas.
En cuanto al procedimiento que condujo a la decisión, destaca que la demanda no
fue proveída dentro de las 48 horas que ordena el Acta N° 205-2015, que modifica
y refunde texto del Auto Acordado sobre procedimiento aplicable al Convenio de
la Haya relativo a los efectos civiles de la sustracción internacional de niños y niñas,
que se citó a las partes a audiencia única para el día 28 de septiembre de 2018 y no
para el quinto día hábil desde la notificación de la demanda; que se obligó a viajar
desde España a fin de comparecer, no obstante estar eximido de hacerlo conforme
el artículo 6 del citado auto acordado; que la audiencia única se desarrolló en once
sesiones, vulnerando sus derechos en tanto part5e, así como el espíritu y texto expreso
de la ley, en beneficio de la demandada, que pudo sumar tiempo a su decisión de
no regresar al niño a su lugar de residencia habitual y a quien se le permitió rendir
una cantidad excesiva de prueba documental impertine4nte; y porque la sentencia
fue dictada transcurridos once días del término de la audiencia, excedido el plazo de
cinco días que impone el artículo 11 del auto acordado antes referido.
Afirma que mediant5e el procedimiento adoptado y la decisión emitida se infringieron
las obligaciones que el Estado de Chile asumió al aprobar el Convenio de la Haya,
de 1980, 0o Convención sobre los Aspectos Civiles del Secuestro Internacional de
Niños, mediante Decreto N° 386, de 1994, del Ministerio de Relaciones Exteriores,
que constituye Ley de la República, por lo que sus normas son de aplicación
obligatoria tanto para las partes, como para el Estado y sus órganos administrativos
y judiciales.
A continuación, analiza la sentencia del grado, que los jueces recurridos confirmaron
en virtud de sus propios fundamentos, cuestionando la determinación de las
convenciones probatoria y de los hechos controvertidos; la prueba que se admitió
a la demandada, que excedió del objeto del juicio e impidió que se desarrollara de
manera expedita y eficiente; y la opinión de la consejera técnica actuante, quien
manifiesta una clara simpatía con la causa de la madre y confunde el concepto de
residencia habitual con el de domicilio. Además, respecto a sus conclusiones fáticas,
destaca que se dio por establecido que el niño nació en Chile, donde residió junto a
sus padres hasta que debido al trabajo del actor, a mediados del año 2016, debieron
cambiar su domicilio a otro continente, sosteniendo que también en este punto se
confunden los conceptos de domicilio y residencia, sin considerar que la llegada de la
familia a Chile estuvo motivada por las labores del padre, por lo que no tuvo ánimo
de permanencia, y que el niño tenía sólo seis meses de edad cuando salió de Chile,
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interés superior del niño, cuya condición de salud hace desaconsejable alterar de
manera drástica y repentina su normalidad.
Conclusiones que, a su vez, se sustentan en los siguientes hechos que se dieron por
acreditados:
1.- Las partes contrajeron matrimonio en Chile, que luego inscribieron en España
y son progenitores del niño José Manuel Santamaría Rivera, nacido el 4 de enero
de 2016, en Chile; actualmente el padre tiene domicilio en la ciudad de la Rioja,
España, y la madre se mantiene junto al niño en lqa ciudad de Viña del Mar, Chile.
2.- Tras contraer matrimonio y del nacimiento del hijo, las partes permanecieron
en el país hasta mediados del año 2016, cuando debieron trasladarse dadas las
obligaciones laborales del padre, periodo en que concurrieron al Consulado General
de España, en Santiago de Chile, para obtener la nacionalidad española del niño.
Para esos efectos, con fecha 9 de mayo de 2016, el padre extendió una autorización
amplia para que el niño saliera de Chile en compañía de su madre, permitiendo que
viajara a cualquier país, por la vía que estimare más conveniente, cuantas veces lo
deseara, incluida la posibilidad de radicarse en el extranjero; documento que no fue
utilizado, dado que ambos salieron junto al aniño hacia España, pasando un periodo
en Israel y regresando a España.
3.- En julio de 2017, cuando la familia se encontraba en España, el padre otorgó una
nueva autorización, para que el niño viajara junto a la madre a Chile, entre el 9 de
agosto y el 7 de septiembre de ese año. Concretándose la salida del país, pero no así
el regreso, dado que la madre se mantuvo en el país y desplegó diversas acciones que
daban cuenta de su decisión de hacerlo por un periodo extenso. Al matricular al niño
en un jardín infantil y adquirir un automóvil, entre otras, lapso en que se comunicó
con el demandante, quien envió dinero para cubrir la educación y demás necesidades
del niño, y autorizó el uso de su tarjeta de crédito, sin perjuicio que, con fecha 5 de
septiembre de 018, interpuso la presente demanda.
4.- Antes de salir de España al niño le fue diagnosticado un trastorno del espectro
autista, condición conocida por el padre y por el que fue tratado en ese país entre
mayo y agosto de 2017; lo que luego continuó en Chile, financiado por el padre.
Quien también envió dinero para satisfacer sus restantes necesidades y viajó a
visitarlo, reuniéndose con las profesionales encargadas de la atención de su hijo e
interiorizándose acerca de la condición que lo afecta.
5.- A la fecha, el niño se ha integrado a su nuevo medio, tiene rutinas diarias, asiste
regularmente a un jardín infantil y a un centro terapéutico, y reconoce a la madre
como figura significativa y de apego, manteniendo escaso contacto con el padre.
6.- La madre no probó sus alegaciones relativas a que el padre fuera adicto al ciber
sexo, ni que incurriera en conductas de riesgo que expusieran al niño.
Sexto: Que el recurso de queja, contemplado en el Título XVI del Código Orgánico
de Tribunales, conforme lo dispone el artículo 545 de ese cuerpo legal, procede
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Décimo: Que tal error configura sin duda una falta grave, desde que impidió al
demandante obtener ola restitución de su hijo, ilícitamente retenido por la madre
en un país en que no tenía su residencia habitual, no obstante concurrir los
presupuestos conforme a los cuales el citado Conveni9o, suscrito y ratificado por
Chile, le garantizan tal derecho, decisión que aparece despojada de la razonabilidad
atinente a la materia. De este modo resulta procedente corregir por esta especial vía
al abuso descrito de entidad suficiente para acoger el presente recurso.
Y de conformidad, además, con lo dispuesto en el artículo 545 del Código Orgánico
de Tribunales, se acoge el recurso de queja y se deja sin efecto la sentencia de cinco
de marzo último, dictada por la Corte de Apelaciones de Valparaíso, en cuanto
confirmó la decisión por la cual el tribunal de primer grado rechazó la demanda de
restitución internacional de un niño, la que también se deja sin efecto, y se decide que
se hace lugar a la demanda y se ordena la inmediata restitución del niño José Manuel
Santamaría Rivera a España, que deberá cumplirse dentro del décimo quinta día
desde que la presente sentencia quede ejecutoriada.
No se dispone la remisión de estos antecedentes al tribunal pleno, por tratarse de un
asunto en que la inobservancia constatada no puede ser estimada como una falta o
abuso que amerite disponer tal medida.
Acordada contra el voto del ministro Sr. Silva, quien estuvo por rechazar el recurso
por estimar que el mérito de los antecedentes no permite concluir que los jueces
recurrido – al decidir como lo hicieron – hayan incurrido en alguna de las conductas
que la ley reprueba y que sea necesario reprimir y enmendar mediante el ejercicio
del as atribuciones disciplinarias de esta Corte, dado que en el recurso se impugna
la interpretación que hicieron de la normas contempladas en la Convención sobre
los aspectos Civiles del Secuestro Internacional de niños, en particular su artículo
13, y la Convención Internacional de los derechos del Niño, cuestión no susceptible
de ser atacada a través de esta vía, puesto que, como ha dicho reiteradamente este
tribunal, el proceso de interpretación de la ley que llevan a cabo los juzgadores del
fondo en cumplimiento de su cometido, no es susceptible de ser revisado por la vía
del recurso de queja.
Agréguese copia autorizada de esta resolución, a los autos en que incide.
Regístrese, comuníquese y archívese
N° 5.857-19
Pronunciado por la Cuarta Sala de la Corte Suprema integrada por los Ministros
señor Ricardo Blanco H., señora Gloria Ana Chevesich R., señor Mauricio Silva C.,
y los abogados integrantes señora Leonor Etcheberry C., y el señor Antonio Barra
R. No firma el Ministro señor Blanco, no obstante haber concurrido a la vista y al
acuerdo de la causa, por estar con feriado legal. Santiago, tres de septiembre de dos
mil diecinueve.
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VISTOS Y CONSIDERANDO:
PRIMERO: Que ante este Primer Juzgado de Letras de Puerto Varas, doña
Summer Tompinks deduce demanda de nulidad de testamento y en subsidio de
reforma de testamento; acción de petición de herencia, acción de inoponibilidad
por abuso del derecho y de la personalidad jurídica y acción de indemnización de
perjuicios.
SEGUNDO: Que con fecha 20 de febrero de 2018, la parte demandada opuso las
siguientes excepciones en carácter de dilatorias:
I.- Que funda su primera excepción en la Incompetencia del Tribunal consagrada
en el artículo 303 Nº 1 del Código de Procedimiento Civil, en contra de todas las
acciones deducidas por la demandante. Indica que en virtud del artículo 955 del
Código Civil y el artículo 148 del Código de Procedimiento Civil es esencial para
determinar la competencia y para establecer la ley aplicable a su sucesión la cuestión
del último domicilio del causante.
Que al respecto, señala al contrario de lo que sostiene la actora y lo que parece un
hecho general, Douglas Tompkins no tuvo su último domicilio en Chile, dado que
jamás constituyo domicilio en este país y jamás perdió su domicilio en California,
E.E.U.U.
Indica, que en la especie ha operado la sumisión o prórroga de competencia
internacional, dado que ha sido la propia demandante quien ha reconocido la
competencia de los tribunales norteamericanos, lo que deviene en la incompetencia
de este tribunal, incluso para conocer de la demanda de indemnización de perjuicios
opuesta por la actora, al no existir ningún factor o
elemento que vincule los supuestos delitos o cuasidelitos civiles con Chile,
contrariándose igualmente lo dispuesto en el artículo 134 del Código Orgánico de
Tribunales.
Expone, además, consideraciones sobre el concepto de domicilio en general y la
distinción entre domicilio político y civil en particular, citando el artículo 59 del
Código Civil y haciendo presente la conjunción esencial para configurarse un
domicilio, del elemento objetivo de residencia y uno inmaterial, sobre el ánimo
de permanecer en esa residencia. Que conforme la distinción del artículo 61 del
Código Civil, para determinar si una persona domiciliada en Chile hay que atender
al concepto de domicilio político, último que se regula por el Derecho Internacional,
siendo el instrumento más conocido a este respecto el Código de Bustamante, el
cual endosa a la ley chilena la regulación del domicilio político. Y que debido a
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procede sea que ambos juicios se sustancien en un mismo país o países distintos,
conforme principios de derecho internacional.
Analiza la concurrencia de cada uno de los elementos de la excepción en comento,
respecto de todas las demandas interpuestas por la actora, incluso las de inoponibilidad
e indemnización de perjuicios, concluyendo en definitiva que tanto en E.E.U.U
como en Chile, la actora ha pretendido lo mismo, esto es, la aplicación del derecho
sucesorio chileno, buscando que se le otorgue una mayor porción de la herencia de
su padre.
Agrega que de haberse presentado esta demanda en E.E.U.U., los tribunales de
dicho país la habrían desestimado, citando legislación de California.
Cita igualmente informes en Derecho, sosteniendo que la actora ha venido a Chile
a intentar hacer aquello que su propia conducta le impide hacer en E.E.U.U.
III.- Que funda su tercera y última excepción dilatoria, en la corrección del
procedimiento, consagrada en el artículo 303 Nº 6 del Código de Procedimiento
Civil, respecto de todas las acciones deducidas por la actora en su demanda.
Indica que la actora ha violado una serie de principios y normas fundamentales del
derecho procesal, todos derivados al principio de buena fe, lo cual impediría que se
de tramitación a un procedimiento vicioso. Presenta consideraciones sobre la buena
fe procesal, citando doctrina y jurisprudencia al efecto, señalando que la actora ha
incurrido en “fórum shopping” y violado la teoría de los actos propios o “estoppel”.
Define la primera como aquella conducta destinada a manipular los factores
atributivos de jurisdicción para intentar obtener, en un Estado determinado, una
sentencia favorable que pueda ser invocada en otro Estado donde el resultado del
juicio sobre la misma controversia sería negativo, constituyendo un fraude procesal.
Explica como la conducta de la actora configura la institución comentada, al
demandar en Chile después de haber perdido en primera instancia en California,
invocando un supuesto domicilio chileno de su padre.
Añade que la conducta de la actora contraviene sus conductas anteriores, lo cual
se conoce como la teoría de los actos propios o “estoppel”. Cita jurisprudencia y
doctrina al efecto, presentando los requisitos para que se configure una violación a
este principio, los cuales estima cumplidos en este caso, por haberse demandado en
E.E.U.U. para determinar la aplicación de la ley chilena a la sucesión del padre de
la actora, luego, una vez desestimada su demanda, decidirse que eran los tribunales
chilenos los competentes para determinar la aplicación de la ley chilena a la sucesión,
decisiones que perjudican a las demandadas por los gastos incurridos y al haber
amenazada la eficacia de la sentencia dictada en California.
Manifiesta que, conforme jurisprudencia que cita, la sanción procesal ante el ejercicio
de una acción que violenta el principio de buena fe, es la inadmisibilidad de la acción,
resultando en consideraciones de forma que no se
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refieren al fondo de las acciones formuladas por la actora, siendo procedente acoger
la excepción.
Indica que no se garantizan los derechos de las personas por la vía de admitir a
tramitación cualquier demanda, que el principio de inexcusabilidad no ampara
abusos o violaciones al principio y deber de actuar de buena fe.
Sostiene que la demanda de autos es un deliberado y flagrante aviso que no debe
generar un proceso, agregando que de haberse interpuesto esta demanda en E.E.U.U.,
no habría prosperado por contradecir sus actos propios.
Concluye solicitando se tenga por interpuestas las excepciones dilatorias que indica,
se acojan a tramitación, y se acojan todas o algunas de ellas, con costas.
SEGUNDO: Que con fecha 27 de febrero de 2018, la parte demandante evacuo el
traslado conferido, solicitando el rechazo de todas las excepciones interpuestas, con
costas, fundado en las consideraciones que indica.
En cuanto a la excepción de incompetencia del tribunal, señala que lo realmente
alegado es la falta de jurisdicción de todos los tribunales chilenos para conocer la
demanda de autos, además de ser un hecho público y notorio que el Sr. Tompkins
tenía su domicilio en Chile al momento de su fallecimiento, situación que se
arrastraba hace más de 20 años.
Manifiesta que lo realmente alegado por la contraria es que ningún tribunal chileno
podría conocer de las acciones interpuestas, sin ser lo mismo alegar la incompetencia
de un tribunal en particular, que la falta de jurisdicción de los tribunales de toda una
República, dado que la primera es una excepción dilatoria que busca la corrección
del procedimiento, en tanto la segunda, es una excepción perentoria o de fondo, que
busca impedir que la pretensión sea resuelta.
Añade que la contraria tampoco ha señalado el domicilio específico que el Sr.
Tompkins tendría en E.E.U.U., limitándose a señalar al Estado de California, sin
señalarse qué tribunal seria competente, situación que por sí sola amerita el rechazo
de la excepción.
Manifiestan que aun en el evento de estimarse estar en presencia de una excepción
de incompetencia, el domicilio del Sr. Tompkins fue en Chile, resultando aplicable
la regla del artículo 955 del Código Civil y 148 del Código Orgánico de Tribunales.
Que no existe duda que su último domicilio fue Klenner 299 de la comuna de Puerto
Varas, lo cual se corrobora con sus propias declaraciones efectuadas en vida junto
a su cónyuge, además de declaración jurada emitida por su abogado personal y las
propias demandadas en el proceso de “probate” seguido en E.E.U.U., evidenciando
que han sido las propias demandadas quienes han incurrido en conductas contrarias
a la teoría de los actos propios y la buena fe.
Relata afirmaciones expuestas por la demandada que demuestran sus contradicciones,
estimando que han confundido los conceptos de domicilio, nacionalidad, ciudadanía
y estatus migratorio, dado que las tres últimas requieren del cumplimiento de ciertos
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requisitos fijados por cada Estado, a diferencia del domicilio que solo requiere la
concurrencia de los elementos que lo componen.
En cuanto a la relación entre domicilio y estatus migratorio determinado, señala que
no puede confundirse el término residencia, como elemento del domicilio, con el de
residencia permanente o temporal, como estatus migratorio, siendo perfectamente
posible ingresar al país con visa de turista y tener domicilio en Chile, tal como lo
hizo el Sr. Tompkins y muchos inmigrantes.
Añade que la sola condición de estadounidense del Sr. Tompkins y las demandadas,
no las sustrae de la aplicación de la ley chilena, conforme los articulo 14 y 955 del
Código Civil.
En cuanto a la distinción entre domicilio político y civil efectuada por la parte
demandada, expresan que no existe una explicación para entender que el artículo
955 se refiere al domicilio político, que dicho artículo perdería su utilidad si
exclusivamente se refiriera a tal domicilio ya que sólo se podría determinar la ley
aplicable y no así la competencia especifica del tribunal, teoría que también haría
inaplicable al artículo 148 del Código Orgánico de Tribunales, como norma de
determinación de la competencia territorial, citando doctrina al efecto, resultando
en definitiva una teoría circular por parte de la demandada, al declarar que los
requisitos de ambos domicilios son los mismos.
Sostienen que en relación a la sumisión o prórroga de competencia internacional
alegada por la contraria, se está reconociendo que este tribunal es naturalmente
competente. Cita jurisprudencia y doctrina, relatando que la sumisión tácita requiere
que se trate de la misma demanda, sumado a que tal institución no tiene aplicación
en autos, dado que E.E.U.U. no es un país signatario del Código de Bustamante, y
que su aplicación como principio general de derecho internacional no implica que
todas las normas contenidas en el código sean aplicables a países no signatarios.
Agregan que la sumisión tampoco podría ser aplicada, desde que el artículo 148 del
Código Orgánico de Tribunales vincula a un tribunal con determinadas materias, lo
que determina la competencia absoluta del tribunal, la cual es improrrogable.
En cuanto a la demanda de indemnización de perjuicios, declara que también es
competente este tribunal ya que la demandada Kristine McDivitt tiene su domicilio
en Chile, además que importa una alegación de falta de jurisdicción y no una
excepción dilatoria de incompetencia. Que resultan aplicable los artículos 134 y 141
del Código Orgánico de Tribunales, mostrando antecedentes del proceso seguido en
E.E.U.U. que demuestran el domicilio de la Sra. McDivitt en Chile.
En cuanto a la segundo excepción, esto es, la litispendencia, sostiene que la regla
del Código de Bustamante no es aplicable al caso dado que E.E.U.U. no es un país
contratante, debiendo recurrirse a las reglas generales. Que el reconocimiento de
esta institución significa la abdicación a favor de tribunales extranjeros, de una serie
de obligaciones del Poder Judicial consagradas constitucionalmente.
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Fui responsable de tramitar los asuntos del difunto en Chile de modo tal que no se
requiriera ninguna legalización testamentaria o proceso judicial equivalente bajo la
ley local al momento de su muerte”
2.- Que conforme al documento traducido como “Notificación de los fideicomisarios
de conformidad a Código Testamentario de California § 16061.7” en inglés
“Notification by Trustees Pursuant to California probate code § 16061.7”, se acredita
que con fecha 19 de febrero de 2016, doña Debra B. Ryker y Kristine MaDivitt
Tompkins, en su calidad de co-fideicomisarias del Fideicomiso Revocable Douglas
R. Tompinks, solicitaron la notificación del fideicomiso en razón de lo exigido por
la ley de California, siendo una de las notificadas doña Summer Tompkins Walker,
domiciliada en 15 Arguello Blvd. San Francisco, CA 94118.
Dentro de las estipulaciones contenidas en la notificación, se encuentra la
siguiente cláusula 5°: “Usted no tendrá derecho a impugnar el fideicomiso luego de
transcurridos 120 días contados desde la fecha de esta notificación hecha por los co-
fideicomisarios a usted o 60 días desde la fecha en que una copia de las
condiciones del fideicomiso le sea enviada por correo o personalmente entregada a
usted en respuesta a su solicitud durante el periodo de 120 días, cualquiera sea el
último.”
3.- Que conforme al documento acompañado por el articulista y traducido como
“Petición para determinar legítimas forzosas en bienes del trust e imponer trust
implícito”, en inglés “Petition to determine forced heirship rights to trust property
and to impose constructive trust”, se acredita que con fecha 17 de junio
de 2016, doña Summer Tompkins Walker interpuso demanda en contra de Debra
B. Ryker y Kristine MaDivitt Tompkins, ante el Tribunal Superior del Estado de
California para el Condado de Los Angeles. En su numeral 8° declara que “Los
Administradores efectuaron la notificación en virtud de la sección 16061.7 del
Código Testamentario el o alrededor del 18 de febrero de 2016. La Demandante
entabla esta acción oportunamente dentro de 120 días de la fecha de entrega de esa
Notificación”, solicitando en su parte petitoria lo siguiente: 1. Que resuelva que la
legislación de legítimas forzosas del domicilio sudamericano del Difunto al momento
de su fallecimiento se aplica a la repartición de algunos o todos los activos del Trust;
2. Que resuelva que la legislación de legítimas forzosas del domicilio sudamericano
del Difunto al momento de su fallecimiento requiere que la Demandante herede una
proporción mayor de los activos del Trust de la que se le asigna bajo los términos de
la Modificación de 2012; 3. Que declare que las Demandadas mantengan los activos
del Trust en trust implícito para beneficio de las personas con derecho a la partición
de la masa hereditaria del Difunto y del Trust; 4. Sobre el pago de las costas de la
Demandante; y 5. Respecto de aquellos demás mandamientos que el Tribunal pueda
considerar justos y apropiados.” 4.- Que con conforme al documento acompañado
por el articulista y traducido como “Objeciones verificadas a la demanda para
determinar si bienes del trust están sujetos a las legítimas forzosas legales y para
imponer un trust implícito”, en inglés, “verified objections to petition to determine
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forced heirship rights to trust property and to impose constructive trust” se acredita
que con fecha 21 de diciembre de 2016, las demandadas Debra B. Ryker y Kristine
MaDivitt Tompkins contestaron la demanda opuesta en su contra por doña Summer
Tompkins Walker, solicitando su total rechazo, fundado en síntesis, en que la ley
aplicable al trust de Douglas Tompkins es la ley de California, tal como se expresó
en el mismo documento, siendo improcedente las legítimas forzosas pretendidas.
5.- Que con conforme al documento acompañado por el articulista y traducido como
“Notificación de solicitud y solicitud de fallo sumario; y memorándum sobre las
consideraciones judiciales y jurisprudencia de apoyo”, en inglés, “Notice of motion
and motion for summary judgment, and memorándum of point and authorities in
support thereof ”, se acredita que con fecha 25 de mayo de 2017, las demandadas
Debra B. Ryker y Kristine MaDivitt Tompkins solicitaron al Tribunal de California
el pronunciamiento de un fallo sumario, de acuerdo a la ley del mismo estado.
6.- Que con conforme al documento acompañado por el articulista y traducido
como “Memorándum sobre consideraciones judiciales y jurisprudencia de la
demandante en su oposición a la solicitud de fallo sumario de las demandadas”,
en inglés, “petitione´s memorándum of point and authorities in opposition to
respondent motions for summary judgment”, se acredita que con fecha 03 de agosto
de 2017, doña Summer Tompkins Walker presento su oposición a la solicitud de
fallo sumario ingresada por la parte demandada.
7.- Que conforme al documento acompañado por el articulista y traducido como
“Auto de notificación de fallo sumario”, en inglés, “order for entry of summary
judgment”, se acredita que con fecha 25 de agosto de 2017 se notificó el fallo sumario
dictado por la Corte Superior del Estado de California, por el cual éste
último accede a la solicitud de las demandadas, declarando “Que las Demandadas
han presentado pruebas suficientes a primera vista de que la Demandante no puede
probar elementos esenciales de la Demanda. La Demandante no presentó pruebas
que establezcan que existen en su demanda asuntos enjuiciables respecto de hechos
importantes controvertidos.”
Que es pertinente indicar en qué consiste el fallo sumario según la misma sentencia
“La Corte tienen la autoridad de resolver una petición de fallo sumario de acuerdo
con la Sección 437 c(a) del CPC, que dispone “Cualquier parte podrá peticionar por
un fallo sumario si se alega que la acción no tiene mérito”. Luego dicho fallo citando
precedente indica “ Al peticionar un fallo sumario, la demandada ha mostrado en
general que una causa de acción no tiene mérito si se ha comprobado que uno o
más de los elementos de la causa no se pueden establecer o que existe una defensa
completa contra dicha causa de acción”
8.- Que con conforme al documento acompañado por el articulista y traducido
como “Notificación de apelación”, en inglés, “notice of appeal”, se acredita que la
demandante doña Summer Tompkins Walker, interpuso recurso de apelación en
contra del fallo que aprueba solicitud de fallo sumario, sin que exista antecedentes
sobre el resultado de este recurso.
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9.- Que con conforme al documento acompañado por el articulista y traducido como
“Solicitud de legalización de Testamento (Posesión efectiva-bienes del difunto)” y en
inglés “Petition for probate”, se acredita que con fecha 08 de diciembre de 2017, doña
Debra B. Ryker y Kristine MaDivitt Tompkins ingresaron ante la Corte Superior
del Estado de California, una solicitud de legalización de testamento, respecto de
la sucesión de Douglas R. Tompkins, declarando que el difunto falleció el 08 de
diciembre de 2015 en Chile, que no fue residente de California y no dejo bienes
en el condado de Los Ángeles (numeral 3° letra a), que el difunto vivía una vida
nómada y no tenía residencia permanente. Las residencias indicadas a continuación
fueron sus últimas “residencias” más frecuentes: Estancia Valle Chacabuco, Chile;
departamento en el Fundo Amarillo, Chile; Estancia Socorro, Argentina; y Laguna
Blanca, Argentina. (Numeral 3° letra c), anexándose copia del testamento del difunto
de fecha 23 de marzo de 2012, declarándose en el anexo 3f (2) que “El original del
Testamento está en poder del Tribunal de Herencias del Condado de Dutchess de
Nueva York debido a que se ha iniciado en Nueva York un proceso de legalización
de testamento porque se creía originalmente que no se había transferido una
parcela al trust voluntario del Difunto al momento de su muerte. Después de más
investigación, se encontró la evidencia de dicha transferencia al trust del Difunto.
Por lo tanto, se puso término al proceso en Nueva York.”
10.- Que con conforme al documento acompañado por el articulista y traducido
como “Objeción de summer tompkins walker a la solicitud de legalización de
testamento y auto de autorización de albacea; declaración de Matthew P. Lewis en
apoyo de la misma”, en inglés, “Objection of Summer Tompkins Walker to petition
for probate of will and for letters testamentary; declaration of Matthew P. Lewis
in support thereof ” se acredita que con fecha 20 de enero de 2018, doña Summer
Tompkins Walker se opuso a la solicitud de legalización de testamento interpuesta
por Debra B. Ryker y Kristine MaDivitt Tompkins.
11.- Que con conforme al documento acompañado por el articulista y traducido
como “Replica a la objeción de Summer Tompkins Walker, recurrente, a la solicitud
de legalización de testamento y auto de autorización de albacea”, en inglés, “Reply
to respondent Summer Tompkins Walker´s objection to petition for probate of will
and for letters testamentary; and (2) declaration of Adam F. Streisand”, se acredita
que con fecha 30 de enero de 2018, doña Debra B. Ryker y Kristine MaDivitt
Tompkins rechazan la oposición presentada por Summer Tompkins a la solicitud de
legalización del testamento de Douglas Tompkins.
12.- Que con conforme al documento acompañado por el articulista y traducido
como “Dúplica de Summer Tompkins Walker a la réplica de la solicitante a las
objeciones a la solicitud de legalización de testamento y auto de autorización de
albacea”, en inglés, “Summer Tompkins Walker´s response to petitioner´s reply to
objection to petition for probate and for letters testamentary”, se acredita que con
fecha 08 de febrero de 2018 doña Summer Tompkins presento sus observaciones a la
réplica presentada por Debra B. Ryker y Kristine MaDivitt Tompkins, manteniendo
su objeción a la solicitud.
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2004. Segunda edición actualizada y aumentada. Pág. 45. Que a su turno, siguiendo
a Couture “la competencia es una medida de jurisdicción. Todos los jueces tienen
jurisdicción; pero no todos tienen competencia para conocer en un determinado
asunto. Un juez competente es, al mismo tiempo, juez con jurisdicción, pero un
juez incompetente es uno con jurisdicción y sin competencia. La competencia es
el fragmento de jurisdicción atribuido a un juez”, Colombo Campbell, Juan. La
Competencia. Ed. Jurídica de Chile, 2004, segunda edición actualizada y aumentada,
Pág. 86.
Que, así las cosas, no existe controversia en que la jurisdicción es un atributo de
la soberanía, es una función del Estado cuyo ejercicio privativo corresponde a los
tribunales de justicia, en tanto que la competencia es la parte de jurisdicción que
concierne a cada tribunal. En base a lo anterior, las normas de ambas instituciones
son de orden público y de derecho estricto, lo cual trae aparejado que no se pueden
aplicar por analogía ni utilizar teorías o doctrinas al efecto. Lo contrario significaría
permitir a cualquier tribunal avocarse al conocimiento de causas que la ley no ha
colocado explícitamente en la esfera de sus atribuciones.
DÉCIMO CUARTO: Que a su turno, la nacionalidad se concibe en nuestro
ordenamiento como un vínculo jurídico entre una persona y el Estado, del cual
fluyen derechos y obligaciones recíprocos, no considerándose relevante los elementos
culturales, raciales, religiosos u otros. Ribera Neumann, Teodoro. La nacionalidad
chilena ante la jurisprudencia y la práctica administrativa. Revista de Derecho y
Jurisprudencia y Gaceta de los Tribunales. Vol.101. Número 1, 2004, Pág.45292.
En cuanto al ámbito de resguardo del Estado a quienes las poseen, se ha dicho que
“Podemos expresar que el Estado debe a sus nacionales la protección de sus leyes y
de sus instituciones jurídicas, debe concederles derechos políticos, darles garantías
para el desarrollo de su personalidad y de sus actividades, asegurarles el acceso a
las funciones públicas en condiciones de absoluta igualdad y prestarles, aun en el
extranjero, el debido amparo. Por su
parte, el nacional debe acatar las leyes, respetar las instituciones nacionales, prestar
servicios al Estado cuando éste lo requiera y concurrir en su defensa en caso de
conflictos.”, Guzmán Latorre, Diego. Tratado de derecho internacional privado Ed.
Jurídica de Chile. 2003. Pág., 98 y 99. En cuanto a la diferencia entre nacionalidad y
ciudadanía siguiendo al mismo autor se señala que: “La nacionalidad, repetimos, es
el vínculo jurídico y político que une a una persona con un Estado determinado. La
ciudadanía, en cambio, es el conjunto de condiciones que el Derecho Público de un
Estado exige para que sus nacionales puedan ejercitar derechos políticos dentro de
él.” Guzmán Latorre, Diego. Tratado de derecho internacional privado. Ed. Jurídica
de Chile. 2003. Pág 101.
DÉCIMO QUINTO: Que, por otra parte, no es controvertido que el domicilio,
desde una perspectiva jurídica, forma parte del conjunto de los llamados derechos
o atributos de la personalidad, esto es, de aquellas propiedades o características que
son inherentes a toda persona como titulares con derechos y obligaciones. Y que
como concepto, se encuentra definido en el artículo 59 del Código Civil que reza:
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tomado en cuenta las declaraciones efectuadas por el causante y por sus abogados en
actuaciones en el extranjero, donde expresamente se reconoce
como domicilio del Sr. Tompkins en Chile, calle Klenner 299 Puerto Varas.
VIGESIMO: Que en cuanto a la segunda excepción, se opone la de litis pendencia,
consagrada en el artículo 303 Nº 3 del Código de Procedimiento Civil.
Que al respecto, desde el punto de vista de nuestra legislación procesal, la
jurisprudencia ha señalado que ella “tiene lugar cuando se promueve ante un tribunal
el mismo negocio ya ventilado ante él u otro y, por consiguiente, supone
que hay identidad de partes, de objeto y de causa de pedir entre la primera y la
segunda demanda; y su propósito es el de evitar que se dicten fallos contradictorios o
incompatibles en desmedro de la buena administración de justicia, como el prevenir
y resguardar la autoridad de la cosa juzgada” R.D.J., T. 78, sec. 2ª, pág. 184. Sus
requisitos son, por consiguiente, la existencia de dos pleitos en coetánea tramitación
-aun cuando sus respectivos estadios procesales no sean coincidentes- y, además, los
mismos presupuestos que nutren el instituto de la cosa juzgada: identidad legal de
partes, de objeto pedido y causa de pedir.
Incluso, en doctrina se suma a la anterior la denominada litis pendencia por conexidad,
asociada al caso en que, pese a no concurrir la referida triple identidad, existe entre
los juicios una relación tal que, siguiendo los términos reglados en el número 3
del artículo 92 del Código de Procedimiento Civil como hipótesis normativa del
incidente de acumulación de autos, el fallo que se pronuncie en uno deba producir
la excepción de cosa juzgada en otro.
Que en dicha virtud, se debe recordar los hechos establecidos en cuanto al contenido
de los procesos incoados en E.E.U.U relatados en el motivo 11°de esta resolución,
que se dan por reproducidos por economía procesal y que en Chile en la presente
causa se han deducido cinco acciones: nulidad del testamento del señor Tompkins,
reforma de ese testamento, petición de herencia, inoponibilidad de la estructura
jurídica creada por el señor Tompkins, compuesta por el Trust y diferentes sociedades
(levantamiento del velo) e indemnización de perjuicios.
Que, al efecto el tribunal no puede, dar por configurada la triple identidad aun
cuando el análisis que se realiza no es de una equivalencia o correspondencia
estricta, sino que deben tratarse a lo menos de acciones parecidas, puesto que lo
obrado en dicho país, se puede clasificar en dos tipos de procesos. Uno denominado
“solicitud de legalización de testamento” o “petition for probate”, que se asemeja
a la posesión efectiva en Chile por ende de naturaleza voluntaria, el cual no tiene
las características de un procedimiento declarativo, adversarial y contradictorio,
donde no se ve afectada la cosa juzgada. A su turno, cabe destacar como en motivo
11° se dijo, que la acción de la demandante de esta causa denominada “Petición
para determinar legítimas forzosas en bienes del trust e imponer trust implícito”,
es provocada por la notificación de los fideicomisarios de conformidad al Código
Testamentario de California, el cual establece un plazo para impugnar el fideicomiso,
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Que al respecto, lo primero que se dirá es que la buena fe procesal al igual que la civil,
se presume, haciendo extensivo lo descrito en el artículo 707 del Código Civil, por
lo que en el caso concreto la carga de prueba recae en el articulista, ya que sostiene
la existencia de conductas reñidas con ésta. Que entonces del análisis de la prueba
allegada al proceso, en especial de la historia relatada en forma cronológica de cómo
acaecieron y su tramitación los procesos incoados en Estados Unidos, ya indicados
en el motivo 11° de este fallo, habrá que indicar que es insuficiente acreditar la
existencia de actuaciones discordantes con la buena fe.
En cuanto a la doctrina del “fórum shopping”, entendiendo que esta figura “surge
en todas aquellas situaciones en que las partes proceden a situar la controversia en
un foro que consideran favorable, por motivos de fondo o procesales”. Si el fórum
shopping, solo busca una optimización de las posibilidades a disposición de las partes,
nadie cuestiona su licitud, como una manifestación de la autonomía de la voluntad.
Por el contrario, si la selección de un foro de conveniencia vulnera la justicia procesal
y crea una situación de desigualdad entre las partes, su licitud resulta cuestionable”
Romero Seguel, Alejandro “la Falta de Jurisdicción y su denuncia en el proceso: Las
excepciones procesales y materiales Revista Chilena de Derecho, año 2004 pág. 187.
Entonces, si se analiza al caso concreto, no guarda la debida correlación, desde que
no existe un pacto entre las partes donde la autonomía de voluntad sobrepasa los
límites de la buena fe y aun cuando se estimare aplicable, no se le pude calificar de
fraude ya que como se dijo no se configura fácticamente, puesto que los motivos
para demandar en Estados Unidos dicen relación con la “Notificación de los
fideicomisarios de conformidad a Código Testamentario de California § 16061.7”
en inglés “Notification by Trustees Pursuant to California probate code § 16061.7”,
se acredita que con fecha 19 de febrero de 2016, doña Debra B. Ryker y Kristine
MaDivitt Tompkins, en su calidad de co-fideicomisarias del Fideicomiso Revocable
Douglas R. Tompinks, solicitaron la notificación del fideicomiso en razón de
lo exigido por la ley de California, siendo una de las notificadas doña Summer
Tompkins Walker, domiciliada en 15 Arguello Blvd. San Francisco, CA 94118, en
la cual se le otorga explícitamente un derecho a impugnar el fideicomiso luego de
transcurridos 120 días contados desde la fecha de esta notificación hecha por los
co-fideicomisarios o 60 días desde la fecha en que una copia de las condiciones
del fideicomiso le sea enviada por correo o personalmente entregada a usted en
respuesta a su solicitud durante el periodo de 120 días, cualquiera sea el último.”,
por lo que la actora inicia una acción legal en base a ello y esta se resuelve por medio
de una especie de acción de admisibilidad denominada juicio sumario, por lo que no
se ha entrado al fondo del asunto. En dicha virtud, fácticamente es solo aproximado,
sostener que la actora demanda en Chile, después de haber optado y perdido en
primera instancia en California, invocado
un supuesto domicilio chileno de su padre y que ello constituya un fraude procesal.
Todo lo cual, resulta a su turno aplicable a la teoría de los actos propios o “estoppel”,
máxime, si es absolutamente discutible que ambas instituciones, en el caso
concreto constituyan en nuestro derecho una sanción procesal que permita declarar
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RECENSIÓN
BIBLIOGRÁFICA
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1 Doctor en Derecho Privado por la Universidad de la Sorbonne, Francia. LLM de Nottingham Law School, Inglaterra.
Profesor de Derecho Internacional Privado de la Universidad Mayor. Miembro ADIPRI.
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transcripción de los Principios Unidroit (versión 2016), de la Sale of Goods Act inglesa
de 1979, y de la Convención sobre el Contrato de Compraventa Internacional de
Mercaderías, la llamada Convención de Viena, de 1980, los que probablemente no
sean útiles para los académicos, pero sí para los abogados de ejercicio práctico.
Muy útil es la referencia de múltiples casos de jurisprudencia inglesa, francesa,
chilena y de otros países en los que se aplica la Convención de Viena, que el autor
con frecuencia no sólo cita sino que examina pormenorizadamente.
La obra se compone de dos grandes partes, una dedicada a la exposición del tratamiento
jurídico de la compraventa de mercaderías (nacional) en tres ordenamientos
jurídicos: uno de common law (el inglés) y dos de tradición codificada (el francés y
el chileno). Con este material de base, la segunda parte analiza los esfuerzos para la
armonización del derecho contractual en materia de compraventa internacional de
mercaderías, lo que hace con destreza y con un ingente acopio de fuentes.
La tesis que constituye el hilo central de la monografía es que en los esfuerzos de
armonización del Derecho contractual y concretamente en la Convención de Viena
han primado los elementos o instituciones propias del Derecho Civil codificado, de
modo que, contrariamente a lo que se cree, el common law o sistema angloamericano
ha influido en estos instrumentos de manera acotada y con menos impacto que su
sistema rival.
Jorge Balmaceda encuentra en el principio de buena fe una prueba que confirma
su tesis. Se trata de un principio propio del ius civile, y que es fuertemente resistido
en el common law. En cambio, tanto en los Principios Unidroit como en la
Convención de Viena (art. 7.1) ha sido ampliamente recepcionado, como también
en la jurisprudencia de las Cortes Internacionales que aplican estos instrumentos. Se
muestra igualmente que la ejecución forzada, que es mirada con recelo en el common
law ha ganado un espacio importante en el régimen de la compraventa internacional
de mercaderías.
Esto no quiere decir que no se encuentren también en estos instrumentos elementos
propios del Common Law como el deber del acreedor de mitigar el daño recibido
por el incumplimiento (mitigation), aunque –nota el autor– este deber bien podría se
considerado una forma de aplicación de la buena fe. Otros aportes angloamericanos
son la resolución anticipada (Convención de Viena art. 72), el incumplimiento
eficiente (Principios Unidroit 7.2.2), el derecho de stoppage del vendedor de
las mercaderías en tránsito (Convención de Viena art. 71.2º) y el principio de
continuidad (conservación) del contrato (favor contractus)
Sobre los “remedios” o medios de tutela de los intereses del acreedor ante el
incumplimiento, siempre se sostiene que la gran diferencia entre common law
y Derecho Civil codificado es que éste último prefiere el cumplimiento forzado
mientras que en el primero se da prioridad a la indemnización de perjuicios en
dinero. Balmaceda piensa que la importancia que se da al cumplimiento in natura en
la Convención de Viena es otra prueba de la prevalencia del Derecho Civil por sobre
los criterios anglosajones. Nuestra impresión es que la idea de la “pluralidad” de
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1 Presidente de la Asociación Chilena de Derecho Internacional Privado (ADIPRI). Profesor de Derecho Internacional
Privado de la Universidad de Chile. LLM Universidad de California, EE.UU..
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de la extensión de cada una; lo dicho , manifiesta una vez más, que se trata de una
trabajo de excepción.
Los capítulos de la 2ª parte se develan de la siguiente forma al lector, Capítulo
I Derecho Internacional Privado, Capítulo II Competencia Judicial internacional,
Capítulo III Arbitraje Comercial internacional, Capítulo IV Derecho Internacional
Privado de Familia, Capítulo V Contratos internacionales, Capítulo VI Títulos de
Crédito, Capítulo VII Reconocimiento internacional de Licencias de Conducir,
Capítulo VIII Derecho Extranjero, Capítulo IX Cooperación Jurídica Internacional
en Materia Civil y Mercantil (2 secciones), Capítulo X Proceso Civil Internacional
y Capítulo XI Reconocimiento Internacional de Títulos Profesionales, este último
es imperdible para el lector, porque debe ser la única recopilación en la materia que
existe en Chile.
En general la segunda parte del libro hace una entrega ordenada y sistemática de gran
cantidad de normativa internacional, ordenada por materias y de sencilla consulta,
transformando al libro en fuente inagotable de información de derecho positivo
nacional vinculado a tratados internacionales en materia de Derecho Internacional
Privado, y solo podemos reflexionar al constatar la gran cantidad de normativa,
que el alcance del trabajo del Profesor Picand Albónico no solo fue extenso en el
tiempo sino que además en las materias y sistemas jurídicos que abarcó. Creemos
que la obra, con toda propiedad puede constituirse en una pieza de valor allende
las fronteras de Chile, y si algún colega en el extranjero desea ver la situación del
Derecho Internacional Privado en Chile, no tiene que buscar mucho, este libro está
diseñado para ello, para dar al lector una carta sinóptica completa, fácil de entender,
y a la vez profunda cuando debe serlo, de la situación que vive esta rama del derecho
que apasiona y convoca a muchos abogados sin importar en qué lugar del mundo se
encuentren.
A modo de corolario compartimos con ustedes una pequeña reflexión: El
conocimiento es base importante de todo logro personal, profesional y docente,
nuestras mentes ávidas de ese brebaje, lo buscan con ahínco, pero muchas veces
no sabemos cómo aproximarnos a él, las fuentes son variadas y muchas veces
inadecuadas; pues bien, entre el variopinto cúmulo de libros, resulta obligatorio
hacer un lugar a éste, aseguramos que vuestro conocimiento será recompensado con
un elixir muy refinado y añejado como el mejor vino nacional.
Finalmente, deseamos buena mar y viento a un largo al Profesor Eduardo Picand
Albónico, esperamos que nos vuelva sorprender más temprano que tarde con un
nuevo trabajo en este hermoso periplo, llamado Derecho Internacional Privado.
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NOTICIAS
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Revista Chilena de Derecho Internacional Privado
Noviembre de 2018
PROGRAMA
V Jornadas de Derecho Internacional Privado
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13.10-15.00 Receso
16.10-16.20 Café
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Revista Chilena de Derecho Internacional Privado
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Asociación Chilena de Derecho Internacional Privado - ADIPRI
En la fotografía de izquierda a derecha: Ignacio Tirado (Secretario General UNIDROIT),
Eduardo Picand Albónico (Presidente ADIPRI), María Ignacia Undurraga (profesora investigadora de la
Universidad de los Andes) y Hernán Larraín (Ministro de Justicia).
En la fotografía de izquierda a derecha: Hernán Larraín (Ministro de Justicia), José Antonio Guzmán (Rector
de la Universidad de los Andes), José Ignacio Martínez (Decano Facultad de Derecho de la Universidad de
los Andes) y Eduardo Vescovi (Presidente ASADIP).
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Revista Chilena de Derecho Internacional Privado
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Asociación Chilena de Derecho Internacional Privado - ADIPRI
MARZO 2019
PROGRAMA
Seminario de Derecho Internacional Privado de Familia
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Asociación Chilena de Derecho Internacional Privado - ADIPRI
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Revista Chilena de Derecho Internacional Privado
INCOTERMS 2020
Septiembre de 2019
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ASUNCIÓN, PARAGUAY
SEPTIEMBRE 2019
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SANTIAGO DE CHILE
MARZO 2019
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SANTIAGO DE CHILE
JUNIO DE 2019
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SANTIAGO DE CHILE
NOVIEMBRE DE 2018
En la fotografía de izquierda a derecha: Eduardo Picand Albónico (Presidente ADIPRI), Ignacio Tirado
(Secretario General UNIDROIT) y Eduardo Vescovi (Presidente ASADIP).
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CONVOCATORIA
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INVITACIÓN
EMILIO OÑATE VERA, Decano de la Facultad de Derecho y Humanidades de la
Universidad Central de Chile y EDUARDO PICAND ALBÓNICO, Presidente
de la Asociación Chilena de Derecho Internacional Privado, saludan atentamente a
usted y tienen el agrado de invitarle a las “VI Jornadas de la Asociación Chilena de
Derecho Internacional Privado”, que tendrán lugar el día 22 de noviembre de 2019,
en el Salón Rojo del Campus Gonzalo Hernández Uribe (Lord Cochrane N° 417,
comuna de Santiago), entre 09:00 y 18:00 horas, y que tendrán como tema central
el Derecho Internacional Privado de Familia.
Esperamos contar con su presencia en esta importante actividad académica.
Noviembre de 2019
S.R.C.: Email: [email protected]
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