Caso Claude Reyes y Otros Vs Chile

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Universidad Hispano-Guaraní

Facultad de Ciencias Sociales y Humanidades


Carrera de Derecho

Tema:
“Caso Claude Reyes y otros vs Chile”

Integrantes:

 Elizabeth Ortega
 Laura Achucarro
 Rolando Florentín
 Naila Barrios
 María E. Barreto

Profesora:

Ciudad del Este – Año 2020


INTRODUCCIÓN
En este trabajo veremos si el Derecho de Acceso a la Información es un
derecho humano, para lo cual se dan las definiciones de derechos humanos y
derecho de acceso a la información pública, y a la vez se toma en cuenta la
opinión de la Corte Interamericana de Derechos Humanos. El caso más
importante que se encontró es el de Claude Reyes vs Chile, parte central de
esta investigación, donde se estableció que el derecho de acceso a la
información es un derecho humano por sí solo. En consecuencia, la Corte
Interamericana fue el primer organismo internacional en reconocerlo en una
sentencia. A continuación, se especifica la ficha general del caso.

Ficha General
Víctimas(s): Marcel Claude Reyes, Sebastián Cox Urrejola y Arturo
Longton Guerrero
Representante(s): Juan Pablo Olmedo Bustos

Estado
Chile
Demandado:
Sumilla: El caso se refiere a la responsabilidad internacional del
Estado por la negativa de brindar información relacionada a
un proyecto de industrialización forestal al señor Marcel
Claude Reyes, así como a la falta de un recurso adecuado y
efectivo para cuestionar tal decisión.
Palabras Claves: Derechos económicos y políticos, Garantías judiciales y
procesales, Libertad de pensamiento y expresión, Protección
judicial
DESARROLLO
Derechos violados

Convención Artículo 1 (Obligación de respetar los derechos.) , Artículo 13


Americana: (Libertad de pensamiento y expresión) , Artículo 2 (Deber de
adoptar disposiciones de derecho interno) , Artículo 23 (Derechos
políticos) , Artículo 25 (Protección Judicial) , Artículo 8 (Garantías
Judiciales)

Otro(s) tratado(s)
Carta Democrática Interamericana, Declaración de Nuevo León
interamericano(s)

Otros Instrumentos: Convención de las Naciones Unidas contra la Corrupción,


Declaración de Rio sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo –
Naciones Unidas, Declaración sobre libertad de expresión e
información – Consejo de Europa, Declaración Universal de
Derechos Humanos – Naciones Unidas, Pacto Internacional de
Derechos Civiles y Políticos – Naciones Unidas

Hechos

- Los hechos del presente caso se iniciaron el 7 de mayo de 1998, cuando el señor Claude
Reyes, Director Ejecutivo de la Fundación Terram, solicitó al Comité de Inversiones
Extranjeras (CIE) información relacionada a un proyecto de industrialización forestal. Esta
solicitud fue denegada.

- En julio de 1998 los señores Marcel Claude Reyes, en representación de la Fundación


Terram, Sebastián Cox en representación de la ONG Forja, y Arturo Longton en calidad de
diputado de la República de Chile, presentaron un recurso de protección ante la Corte de
Apelaciones de Santiago. Dicho recurso se presentó debido a la negativa del CIE de brindar
información acerca del proyecto forestal. El recurso fue declarado inadmisible.
 

Procedimiento ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos

- Fecha de presentación de la petición (12.108): 17 de diciembre de 1998.

- Fecha de informe de admisibilidad (60/03): 10 de octubre de 2003.

- Fecha de informe de fondo (31/05): 7 de marzo de 2005.


 

Procedimiento ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos

- Fecha de remisión del caso a la Corte IDH: 8 de julio de 2005

- Petitorio de la CIDH: La CIDH solicitó al Tribunal que declare la responsabilidad


internacional del Estado de Chile por la presunta violación de los derechos reconocidos en
los artículos 13 y 25 de la Convención Americana, en relación con las obligaciones
establecidas en los artículos 1.1  y 2  del mismo instrumento, en perjuicio de los señores
Marcel Claude Reyes, Sebastián Cox Urrejola y Arturo Longton Guerrero.

- Petitorio de los representantes de las víctimas: Los representantes coincidieron, en


general, con las violaciones alegadas por la Comisión Interamericana. Adicionalmente
estimaron violado los artículos 8 y 23 de la Convención Americana.

- Fecha de audiencia ante la Corte IDH: 3 de abril de 2006


 
Competencia y Admisibilidad

5. La Corte es competente para conocer el presente caso, en los términos de los artículos
62 y 63.1 de la Convención, en razón de que Chile es Estado Parte en la Convención
Americana desde el 21 de agosto de 1990 y reconoció la competencia contenciosa de la
Corte ese mismo día.

Reconocimiento de Responsabilidad Internacional

No se consigna

Análisis de fondo

I.  Violación del artículo 13 de la Convención Americana en relación con los


artículos 1.1 y 2 de la misma (Libertad de pensamiento y de expresión)
 
73. El Tribunal encuentra claro que la información que no fue entregada por el Estado era
de interés público, ya que guardaba relación con un contrato de inversión extranjera
celebrado originalmente entre el Estado y dos empresas extranjeras y una empresa chilena
receptora, con el fin de desarrollar un proyecto de industrialización forestal, que por el
impacto ambiental que podía tener generó gran discusión pública. (…)
 
1.1. Derecho a la libertad de pensamiento y de expresión
 
77. (…) [L]a Corte estima que el artículo 13 de la Convención, al estipular expresamente
los derechos a “buscar” y a “recibir” “informaciones”, protege el derecho que tiene toda
persona a solicitar el acceso a la información bajo el control del Estado, con las salvedades
permitidas bajo el régimen de restricciones de la Convención (…). Dicha información debe
ser entregada sin necesidad de acreditar un interés directo para su obtención o una
afectación personal, salvo en los casos en que se aplique una legítima restricción.  Su
entrega a una persona puede permitir a su vez que ésta circule en la sociedad de manera
que pueda conocerla, acceder a ella y valorarla. (…)
 
86. (…) [E]l actuar del Estado debe encontrarse regido por los principios de publicidad y
transparencia en la gestión pública, lo que hace posible que las personas que se
encuentran bajo su jurisdicción ejerzan el control democrático de las gestiones
estatales, de forma tal que puedan cuestionar, indagar y considerar si se está dando un
adecuado cumplimiento de las funciones públicas (…).  
 
87. El control democrático, por parte de la sociedad a través de la opinión pública, fomenta
la transparencia de las actividades estatales y promueve la responsabilidad de los
funcionarios sobre su gestión pública. Por ello, para que las personas puedan ejercer el
control democrático es esencial que el Estado garantice el acceso a la información de
interés público bajo su control. Al permitir el ejercicio de ese control democrático se
fomenta una mayor participación de las personas en los intereses de la sociedad. (…)
 
1.2. Las restricciones al ejercicio del derecho de acceso a la información bajo el
control del Estado impuestas en este caso
 
88. El derecho de acceso a la información bajo el control del Estado admite restricciones
(…)
 
89. En cuanto a los requisitos que debe cumplir una restricción en esta materia, en primer
término, deben estar previamente fijadas por ley como medio para asegurar que no
queden al arbitrio del poder público.  Dichas leyes deben dictarse “por razones de interés
general y con el propósito para el cual han sido establecidas”. (…)
 
90. En segundo lugar, la restricción establecida por ley debe responder a un objetivo
permitido por la Convención Americana. Al respecto, el artículo 13.2 de la Convención
permite que se realicen restricciones necesarias para asegurar “el respeto a los derechos o
a la reputación de los demás” o “la protección de la seguridad nacional, el orden público o
la salud o la moral públicas”.
 
91. Finalmente, las restricciones que se impongan deben ser necesarias en una sociedad
democrática, lo que depende de que estén orientadas a satisfacer un interés público
imperativo.  Entre varias opciones para alcanzar ese objetivo, debe escogerse aquélla que
restrinja en menor escala el derecho protegido. (…)
 
92. La Corte observa que en una sociedad democrática es indispensable que las
autoridades estatales se rijan por el principio de máxima divulgación, el cual establece la
presunción de que toda información es accesible, sujeto a un sistema restringido de
excepciones.
 
94. En el presente caso, está probado que la restricción aplicada al acceso a la información
no se basó en una ley.  En esa época no existía en Chile legislación que regulara la materia
de restricciones al acceso a la información bajo el control del Estado.
 
95. Asimismo, el Estado no demostró que la restricción respondiera a un objetivo permitido
por la Convención Americana, ni que fuera necesaria en una sociedad democrática (…)
 
98. (…) [L]a Corte  entiende que el establecimiento de restricciones al derecho de acceso a
información  bajo el control del Estado a través de la práctica de sus autoridades, sin la
observancia de los límites convencionales, crea un campo fértil para la  actuación
discrecional y arbitraria del Estado en la clasificación de la  información como secreta,
reservada o confidencial, y se genera inseguridad  jurídica respecto al ejercicio de dicho
derecho y las facultades del Estado  para restringirlo.
 
101. (…) [L]a Corte considera necesario reiterar que, de conformidad con el deber
dispuesto en el artículo 2 de la Convención, el Estado tiene que adoptar las medidas
necesarias para garantizar los derechos protegidos en la Convención, lo cual implica la
supresión tanto de las normas y prácticas que entrañen violaciones a tales derechos, así
como la expedición de normas y el desarrollo de prácticas conducentes a la efectiva
observancia de dichas garantías.  En particular, ello implica que la normativa que regule
restricciones al acceso a la información bajo el control del Estado debe cumplir con los
parámetros convencionales y sólo pueden realizarse restricciones por las razones
permitidas por la Convención (lo cual es también aplicable a las decisiones que adopten los
órganos internos en dicha materia.  
 
103.  Con fundamento en las consideraciones   precedentes, la Corte concluye que el
Estado violó el derecho a la libertad de pensamiento y de expresión consagrado en el
artículo 13 de la Convención Americana en perjuicio de los señores Marcel Claude Reyes y
Arturo Longton Guerrero, y ha incumplido la obligación general de respetar y garantizar los
derechos y libertades dispuesta en el artículo 1.1 de dicho tratado. Asimismo, al no haber
adoptado las medidas necesarias y compatibles con la Convención para hacer efectivo el
derecho al acceso a la información bajo el control del Estado, Chile incumplió la obligación
general de adoptar disposiciones de derecho interno que emana del artículo 2 de la
Convención.
 
II.  Violación del artículo 23 de la Convención Americana en relación con los
artículos 1.1 y 2 de la misma (Derechos políticos)
 
107. Este Tribunal no examinará la alegada violación al artículo 23 de la Convención porque
ya ha tomado en cuenta los argumentos formulados por el representante al respecto, al
analizar la violación del artículo 13 de la Convención Americana.
 
III. Violación de los artículos 8 y 25 de la Convención Americana en relación con
el artículo 1.1 de la misma (Garantías judiciales y protección judicial)
 
3.1.  Aplicación del artículo 8.1 de la Convención respecto de la decisión del
órgano administrativo
 
116. El artículo 8 de la Convención Americana se aplica al conjunto de requisitos que deben
observarse en las instancias procesales, cualesquiera que ellas sean, a efecto de que las
personas puedan defenderse adecuadamente ante cualquier acto emanado del Estado que
pueda afectar sus derechos.
 
118. El artículo 8.1 de la Convención no se aplica solamente a jueces y tribunales
judiciales. Las garantías que establece esta norma deben ser observadas en los distintos
procedimientos en que los órganos estatales adoptan decisiones sobre la determinación de
los derechos de las personas, ya que el Estado también otorga a autoridades
administrativas, colegiadas o unipersonales, la función de adoptar decisiones que
determinan derechos.
 
120. La Corte ha establecido que las decisiones que adopten los órganos internos que
puedan afectar derechos humanos deben estar debidamente fundamentadas, pues de lo
contrario serían decisiones arbitrarias.  
 
122. En el presente caso la autoridad estatal administrativa encargada de resolver la
solicitud de información no adoptó una decisión escrita debidamente fundamentada, que
pudiera permitir conocer cuáles fueron los motivos y normas en que se basó para no
entregar parte de la información en el caso concreto y determinar si tal restricción era
compatible con los parámetros dispuestos en la Convención (…).
 
123. Por lo anteriormente indicado, la Corte concluye que la referida decisión de la
autoridad administrativa violó el derecho a las garantías judiciales consagrado en el artículo
8.1 de la Convención, en relación con el artículo 1.1 de dicho tratado, en perjuicio de los
señores Marcel Claude Reyes y Arturo Longton Guerrero.
 
1.2 Aplicación del artículo 8.1 de la Convención respecto de la decisión de la Corte
de Apelaciones de Santiago y Derecho a un recurso sencillo y rápido o a cualquier
otro recurso efectivo consagrado en el artículo 25.1 de la Convención
 
126. La Corte ha establecido que todos los órganos que ejerzan funciones de naturaleza
materialmente jurisdiccional tienen el deber de adoptar decisiones justas basadas en el
respeto pleno a las garantías del debido proceso establecidas en el artículo 8.1 de la
Convención Americana.
 
127. El Tribunal ha señalado que el recurso efectivo del artículo 25 de la Convención debe
tramitarse conforme a las normas del debido proceso establecidas en el artículo 8.1 de la
misma (…).   Por ello, el recurso de protección de garantías planteado ante la corte de
apelaciones de Santiago debió tramitarse respetando las garantías protegidas en el artículo
8.1 de la Convención.
 
129. La salvaguarda de la persona frente al ejercicio arbitrario del poder público es el
objetivo primordial de la protección internacional de los derechos humanos.  La inexistencia
de recursos internos efectivos coloca a las personas en estado de indefensión.  
 
131. Para que el estado cumpla lo dispuesto en el artículo 25 de la Convención no basta
con que los recursos existan formalmente, sino que los mismos deben tener efectividad, en
los términos de aquél precepto.  La existencia de esta garantía “constituye uno de los
pilares básicos, no sólo de la convención americana, sino del propio estado de derecho en
una sociedad democrática en el sentido de la Convención (…).
 
132. En el presente caso las presuntas víctimas interpusieron un recurso de protección ante
la Corte de Apelaciones de Santiago (…).
 
134. Al pronunciarse sobre dicho recurso, la Corte de Apelaciones de Santiago no resolvió
la controversia suscitada (…)  ya que la decisión judicial fue declarar inadmisible el recurso
de protección interpuesto.
 
135. En primer término, este tribunal encuentra que esa decisión judicial careció de
fundamentación adecuada.  (…)
 
137. El Estado debe garantizar que, ante la denegatoria de información bajo el control
estatal, exista un recurso judicial sencillo, rápido y efectivo que permita que se determine
si se produjo una vulneración del derecho del solicitante de información y, en su caso, se
ordene al órgano correspondiente la entrega de la información. En este ámbito,
dicho recurso debe ser sencillo y rápido, tomando en cuenta que la celeridad en la entrega
de la información es indispensable en esta materia. (…)
 
139.  La corte considera que en el presente caso Chile no cumplió con garantizar un
recurso judicial efectivo que fuera resuelto de conformidad con el artículo 8.1 de la
Convención y que permitiera que se resolviera el fondo de la controversia sobre la solicitud
de información bajo el control del Estado (…).
 
143. Asimismo, la Corte concluye que la referida decisión de la Corte de apelaciones de
Santiago que declaró inadmisible el recurso de protección no cumplió con la garantía de
encontrarse debidamente fundamentada, por lo que el estado violó el derecho a las
garantías judiciales consagrado en el artículo 8.1 de la Convención, en relación con el
artículo 1.1  de dicho tratado. (…)  

Reparaciones

La Corte decide que,

- La Sentencia de Fondo, Reparaciones y Costas constituye per se una forma de reparación

- El Estado debe, a través de la entidad correspondiente y en el plazo de seis meses,


entregar la información solicitada por las víctimas, en su caso, o adoptar una decisión
fundamentada al respecto.

-  El Estado debe publicar, en el plazo de seis meses, en el Diario Oficial y en otro diario de
amplia circulación nacional, por una sola vez, el capítulo relativo a los Hechos Probados de
la Sentencia de Fondo, Reparaciones y Costas.

- El Estado debe adoptar, en un plazo razonable, las medidas necesarias para garantizar el
derecho de acceso a la información bajo el control del Estado, de acuerdo al deber general
de adoptar disposiciones de derecho interno establecido en el artículo 2 de la Convención
Americana sobre Derechos Humanos.

- El Estado debe realizar, en un plazo razonable, la capacitación a los órganos, autoridades


y agentes públicos encargados de atender las solicitudes de acceso a información bajo el
control del Estado sobre la normativa que rige este derecho, que incorpore los parámetros
convencionales que deben respetarse en materia de restricciones al acceso a dicha
información.

- El Estado debe pagar a en el plazo de un año, por concepto de costas y gastos, la


cantidad fijada en el párrafo 167 de la Sentencia de Fondo, Reparaciones y Costas.

- Supervisará el cumplimiento íntegro de la Sentencia de Fondo, Reparaciones y Costas, y


dará por concluido el  presente caso una vez que el Estado haya dado cabal cumplimiento a
lo dispuesto en la misma. Dentro del plazo de un año, contado a partir de la notificación de
la Sentencia de Fondo, Reparaciones y Costas, el Estado deberá rendir a la Corte un
informe sobre las medidas adoptadas para darle  cumplimiento.

Puntos Resolutivos

La Corte declara que,

- El Estado violó el derecho a la libertad de pensamiento y de expresión consagrado en el


artículo 13 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos, en perjuicio de los
señores Marcel Claude Reyes y Arturo Longton Guerrero, en relación con las obligaciones
generales de respetar y garantizar los derechos y libertades y de adoptar disposiciones de
derecho interno establecidas en los artículos 1.1 y 2 de dicho tratado.

- El Estado violó el derecho a las garantías judiciales consagrado en el artículo 8.1 de la


Convención Americana sobre Derechos Humanos, en perjuicio de los señores Marcel Claude
Reyes y Arturo Longton Guerrero, con respecto a la decisión de la autoridad administrativa
de no entregar información, en relación con la obligación general de respetar y garantizar
los derechos y libertades establecida en el artículo 1.1 de dicho tratado.

- El Estado violó los derechos a las garantías judiciales y a la protección judicial


consagrados en los artículos 8.1 y 25 de la Convención Americana sobre Derechos
Humanos, en perjuicio de los señores Marcel Claude Reyes, Arturo Longton Guerrero y
Sebastián Cox Urrejola, con respecto a la decisión judicial del recurso de protección, en
relación con la obligación general de respetar y garantizar los derechos y libertades
establecida en el artículo 1.1  de dicho tratado.
 

Actuaciones posteriores a la(s) sentencia(s)

Sentencia de
No se consigna
interpretación:

- Fecha de última resolución: 24 de noviembre de 2008

- La Corte declara que,

(i) El Estado ha dado cumplimiento a los siguientes puntos


resolutivos de la Sentencia:

a) adoptar, en un plazo razonable, las medidas necesarias para


garantizar el derecho de acceso a la información bajo el control del
Estado, de acuerdo al deber general de adoptar disposiciones de
derecho interno establecido en el artículo 2 de la Convención
Americana sobre Derechos Humanos, en los términos de los
párrafos 161 a 163 y 168 de la Sentencia (punto resolutivo séptimo
de la Sentencia de 19 de septiembre de 2006); y

b) realizar, en un plazo razonable, la capacitación a los órganos,


autoridades y agentes públicos encargados de atender las
solicitudes de acceso a información bajo el control del Estado sobre
la normativa que rige este derecho, que incorpore los parámetros
convencionales que deben respetarse en materia de restricciones al
acceso a dicha información, en los términos de los párrafos 164,
165 y 168 de la Sentencia (punto resolutivo octavo de la Sentencia
de 19 de septiembre de 2006).
Supervisión de
ii) Que, en consecuencia, el Estado de Chile ha dado pleno
cumplimiento de
cumplimiento a la Sentencia de 19 de septiembre de 2006 en el
sentencia
caso Claude Reyes y otros, de conformidad con lo estipulado en el
artículo 68.1 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos
que impone a los Estados Partes en la Convención Americana sobre
Derechos Humanos la obligación de cumplir con las sentencias
dictadas por la Corte.

- La Corte resuelve,

(i) Dar por concluido el caso Claude Reyes y otros, en razón de que
el Estado de Chile ha dado cumplimiento íntegro a lo ordenado en la
Sentencia emitida por la Corte Interamericana de Derechos
Humanos el 19 de septiembre de 2006.

(ii) Archivar el expediente del presente caso.

(iii) Comunicar esta Resolución a la Asamblea General de la


Organización de los Estados Americanos en su próximo período
ordinario de sesiones por conducto del Informe Anual de la Corte
Interamericana de Derechos Humanos del año 2008.

(iv) Requerir a la Secretaría de la Corte Interamericana de Derechos


Humanos que notifique la presente Resolución al Estado de Chile, a
la Comisión Interamericana de Derechos Humanos y al
representante de las víctimas.
CONCLUSIÓN
En Paraguay desde el año 2014, el derecho de acceso a la información
es considerado ya como un derecho humano universal, indivisible,
imprescriptible e inalienable, susceptible de ser interpretado conforme a los
tratados internacionales de los que el Estado paraguayo sea parte, así como en
las resoluciones y sentencias vinculantes que emitan los órganos
internacionales especializados -caso Claude Reyes y otros vs. Chile, resuelto
por la Corte Interamericana de los Derechos Humanos (CoIDH) la cual
reconoció el derecho de acceso a la información en poder del estado como un
derecho humano- además de ser un criterio que, cuando un derecho humano
se encuentre reconocido en la constitución y por un tratado internacional del
que Paraguay forme parte, debe acudirse a ambas fuentes, con el fin de
favorecer en todo tiempo a las personas la protección más amplia de ese
derecho.

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