El documento cuenta la historia de Antón, un hombre borracho que se cae y maldice, provocando la respuesta del eco. Antón se enoja con el eco y lo amenaza, pero no puede ver de dónde proviene la voz. Finalmente Antón se da cuenta que estaba hablando solo y se va a casa avergonzado.
0 calificaciones0% encontró este documento útil (0 votos)
1K vistas1 página
El documento cuenta la historia de Antón, un hombre borracho que se cae y maldice, provocando la respuesta del eco. Antón se enoja con el eco y lo amenaza, pero no puede ver de dónde proviene la voz. Finalmente Antón se da cuenta que estaba hablando solo y se va a casa avergonzado.
El documento cuenta la historia de Antón, un hombre borracho que se cae y maldice, provocando la respuesta del eco. Antón se enoja con el eco y lo amenaza, pero no puede ver de dónde proviene la voz. Finalmente Antón se da cuenta que estaba hablando solo y se va a casa avergonzado.
El documento cuenta la historia de Antón, un hombre borracho que se cae y maldice, provocando la respuesta del eco. Antón se enoja con el eco y lo amenaza, pero no puede ver de dónde proviene la voz. Finalmente Antón se da cuenta que estaba hablando solo y se va a casa avergonzado.
Descargue como PDF, TXT o lea en línea desde Scribd
Descargar como pdf o txt
Está en la página 1de 1
ANTÓN Y EL ECO (EL - Hablaré, por vida mía, - Loco.
hasta que tu lengua impía
BORRACHO Y EL con este acero taladre... - ¿Así te burlas de mi? ECO) - Ladre! ¿Quién eres, quién eres, dí? No me hagas perder la - ¿Ladrar? ¿Soy perro calma. En Noche Oscura y quizás? - Alma! brumosa ¿Dónde, villano do estás tan atontado iba Antón, que de esperarte me - Mas si eres un alma en que cayó de un tropezón aburro? pena, en la acera resbalosa. - Burro! ¿cómo no oigo tu cadena? Basta de bromas; concluye. Soltó un feo juramento - ¿Burro yo? Insulto extraño - Huye! diciendo: ¿quién se cayó? que vengaré a mi amaño. Y en la pared del convento El momento es oportuno... - No tal; no me iré de aquí repercutió el eco: "yo". - Tuno! sin saber quien me habla así. - Mientes! Fuí yo quien caí; - ¿Dónde está el majadero Dime siquiera tu nombre. y si el casco me rompí que me toma por carnero? - Hombre! tendré que gastar Responde. ¿Dónde se pelucas... encuentra? - ¿Pero estás vivo o difunto? - Lucas! - Entra! Aclara bien este punto, que a mi ya nada me - No soy Lucas, voto a Dios! - Sal tu, si no eres cobarde; asombra. Vamos a vernos los dos y apresúrate que es tarde. - Sombra! ahora mismo farfantón. A pie firme aquí te espero. - Antón! - Pero! - Una sombra y la insulté! Perdóname que tomé - Me conoces, eh! tunante? - No hay pero que valga, cuatro copas con Pues aguárdate un instante, flojo! bizcocho. conocerás mi navaja... Sal que ya estoy viendo rojo - Ocho! - Baja! y ansío tenerte en frente... - Ente! Marchóse Antón al - Bajaré con mucho gusto momento ¿Te figuras que me asusto? - ¿Pero dónde estás? Repito y en casa contó a su Al contrario, más exalto... que estoy oyendo tu grito esposa - Alto! y tu ausencia ya me que una sombra pavorosa, admira. en la acera del convento - ¿Alto yo? ¿Piensa el osado - Mira! le había hablado. ¡Y no era que en este pecho cuento! esforzado - Si, miro; pero qué diablo! el valor ya está marchito? No puedo ver con quien Francisco de Añón - Chito! hablo, pues no aparece ninguno. - ¿ Y pretende el insolente - Uno! mandar callar a un valiente? - Uno o cien, lo mismo da; ¿Que calle yo? Miserable! que salga, que salga ya. - Hable! Lo aguardo. Aquí me coloco!