Administ de Coop DIGITAL
Administ de Coop DIGITAL
Administ de Coop DIGITAL
de cooperativas
Índice de contenidos
Introducción
Unidad
Unidad
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2
ISBN 978-987-3706-32-5
ISBN: 978-987-3706-32-5
Íconos
LL
Leer con atención. Son afirmaciones, conceptos o definiciones destacadas
y sustanciales que aportan claves para la comprensión del tema que se
desarrolla.
PP
Para reflexionar. Propone un diálogo con el material a través de preguntas,
planteamiento de problemas, confrontaciones del tema con la realidad,
ejemplos o cuestionamientos que alienten la autorreflexión.
CC
Cita. Se diferencia de la palabra del autor de la Carpeta a través de la inser-
ción de comillas, para indicar claramente que se trata de otra voz que ingre-
sa al texto.
Ejemplo. Se utiliza para ilustrar una definición o una afirmación del texto
principal, con el objetivo de que se puedan fijar mejor los conceptos.
AA
Para ampliar. Extiende la explicación a distintos casos o textos como podrían
ser los periodísticos o de otras fuentes.
KK
Actividades. Son ejercicios, investigaciones, encuestas, elaboración de cua-
dros, gráficos, resolución de guías de estudio, etcétera.
SS
Audio. Fragmentos de discursos, entrevistas, registro oral del profesor expli-
cando algún tema, etcétera.
EE
Audiovisual. Videos, documentales, conferencias, fragmentos de películas,
entrevistas, grabaciones, etcétera.
II
Imagen. Gráficos, esquemas, cuadros, figuras, dibujos, fotografías, etcétera.
WW
Recurso web. Links a sitios o páginas web que resulten una referencia den-
tro del campo disciplinario.
OO
Lectura obligatoria. Textos completos, capítulos de libros, artículos y papers
que se encuentran digitalizados en el aula virtual.
RR
Lectura recomendada. Bibliografía que no se considera obligatoria y a la que
se puede recurrir para ampliar o profundizar algún tema.
Línea de tiempo. Se utiliza para comprender visualmente una sucesión cro-
nológica de hechos.
4
5
Índice
La autora................................................................................................ 9
Introducción.......................................................................................... 11
Problemática del campo........................................................................ 12
Reflexiones acerca del aprendizaje en un entorno virtual.......................... 12
Mapa conceptual.................................................................................. 15
Objetivos del curso................................................................................ 17
3. Gestión cooperativa.......................................................................... 69
Objetivos ............................................................................................. 69
3.1. Concepto de gestión cooperativa..................................................... 69
3.2. Gobierno y gestión cooperativa........................................................ 73
3.2.1. El Gobierno cooperativo........................................................ 75
3.2.2. Características especiales de la gestión cooperativa.............. 75
3.2.3. Los problemas de gestión cooperativa................................... 79
6
La autora
Introducción
nas. Dentro de este contexto, interesa formar un estudiante que pueda res-
ponder preguntas, pero que también pueda formularlas, que pueda pregun-
tarse, que establezca una relación de diálogo pragmático con los otros. No
solamente hay que resolver problemas, sino también proponer problemas en
forma conjunta. El modelo de profesor está basado en el aprendizaje y en el
trabajo colaborativo, entendiendo al aprendizaje como la construcción de cono-
cimiento socialmente compartido. La vía de comunicación asincrónica, al ser
diferida en el tiempo, permite un espacio de análisis y construcción del cono-
cimiento para los estudiantes y docentes. Hay un proceso de elaboración para
las preguntas y las respuestas permitiendo la reflexión y la modificación de los
mensajes antes de ser socializados (Casamayor, 2008).
Mapa conceptual
••
Objetivos
•• Conocer las distintas teorías que sustentan el origen y la evolución del
cooperativismo.
•• Describir los antecedentes, significados y alcances de la economía social.
•• Comprender el rol que desempeñan las cooperativas para la construcción
de otra economía.
•• Conocer el impacto de la forma cooperativa en la economía nacional y
mundial.
Las cooperativas constituyen una forma jurídica de larga data, hoy ampliamen-
te difundida en el mundo. Se han instalado y desarrollado en distintos secto-
res de la economía, así como en los distintos sistemas económicos, con base
en una forma diferente de administrar sus asuntos, de integrar su capital, de
distribuir sus resultados, en definitiva, con una concepción doctrinaria original.
Veremos que existen diversas posturas acerca de la interpretación del
origen y el rol que desde sus inicios estas cooperativas estaban llamadas a
cumplir en la economía. Cuestiones que continúan debatiéndose en la actua-
lidad, no solo en relación con su concepción sino también con las posibilida-
Los pioneros de Rochdale, funda-
des futuras para su expansión. dores de la primera cooperativa
moderna en 1844, fijaron reglas o
pautas de funcionamiento, amplia-
mente conocidas como principios,
1.1.1. Rochdale y la cooperativización de la economía que constan en su estatuto primi-
Aranzadi (1976) plantea la discrepancia que existe entre los tratadistas res- tivo y en las sucesivas reformas.
pecto a la interpretación de los postulados de los pioneros de Rochdale, que
conducirían a ratificar o rectificar su intención de cooperativizar la economía.
Para algunos, el fin principal de la reforma social se manifiesta en el artí-
culo 1 del estatuto de la cooperativa de los pioneros de Rochdale, al mencio-
nar el propósito de emprender, “en cuanto sea posible, la organización de las
fuerzas de producción, distribución, educación y gobierno” en el entendimien-
to de que ello implica una profunda transformación social.
Para otros, lo que aparece de modo explícito es la aspiración a formar una
colonia autónoma y no a cooperativizar toda la economía, dado que la cita del
artículo señalado continúa diciendo: “O, dicho en otras palabras, el estable-
cimiento de una colonia que se baste a sí misma y en la que se unirán los
CC
(…) los pioneros de la cooperación parecían no haber diferenciado, al comien-
zo, entre proyectos de gestión de empresas y programas de transformación so-
cial completa, o más exactamente han pensado que una evolución continua
les permitía pasar del primer término al segundo. Esta asimilación entre em-
presa y sistema económico es explicable dado que para los mismos economis-
tas clásicos la ‘mano invisible’ del mercado convertía automáticamente el inte-
rés individual en interés general…”. Esta ilusión no ha sido exclusiva de los
cooperadores; “la mayor parte de los movimientos socialistas obreros (…) han
fundado sobre la empresa construcciones o reivindicaciones que tomaban
prácticamente la forma de manifiestos para una reorganización social comple-
ta. (Aranzadi, 1976).
CC
Ateniéndonos a una visión positiva de la realidad, se ve claramente que ni la
cooperación de consumo, por sí sola, ni todo el conjunto de formas de la coo-
peración pueden invadir el campo todo de la economía. Es bastante con que
pretendan ocupar un sector, cuya extensión podrá de otro lado variar según la
naturaleza de las fuerzas económicas y políticas del medio circundante y las
cualidades de los cooperadores mismos. (Fauquet, 1962).
CC
Cuando la humanidad se cree todavía condenada a este dilema crucial: o el ré-
gimen individualista con su fecundidad técnica, pero su injusto reparto, o bien
el estatismo con su gestión improductiva y encima la desaparición de las liber-
tades privadas y públicas, pero con su equitativo reparto del ingreso, he aquí
que se presenta una tercera alternativa que a la fecundidad de la producción
capitalista asocia la equidad del reparto socialista de los ingresos: el coopera-
tivismo. (Aranzadi, 1976).
CC
La economía social no se desarrolla y funciona como una realidad autónoma,
extrapolada de las leyes generales que regulan el desenvolvimiento de la eco-
nomía, la sociedad y el Estado; está necesariamente condicionada por las re-
glas comunes del sistema vigente. (Vainstok, 1985).
Por su parte, Carello (1986) recuerda que Alexander Laidlaw, experto canadien-
se, manifestó que en los tiempos modernos los líderes del movimiento coope-
rativo tienen una visión más realista y son muy pocos los que se inclinan por la
idea de la “república cooperativa”. Las cooperativas coexisten con las empresas
públicas y privadas, de manera que las tres integran la economía total.
CC
En su origen se trataba esencialmente de un movimiento de resistencia a la
puesta en marcha de una economía de comerciantes que intentaba establecer
una división entre lo social y lo económico y de ofrecer una solución de recam-
bio a la hegemonía del modelo de un individuo racionalista y egoísta, movido
por sus estrictas necesidades. De un proyecto de sociedad, las comunidades
de vida y de producción de Owen y Fourier, el concepto de Economía Social evo-
lucionará hacia una especialización sectorial: cooperativas, sindicatos, mutua-
les (Girard, 2001).
CC
Concibe la economía al servicio del hombre y de la sociedad, armonizando las
dimensiones social e individual, y pretende conectar los problemas económi-
cos con el entorno natural-ecológico, ampliando la visión centrada en la proble-
mática de la asignación de recursos de la economía ortodoxa hacia los conflic-
tos relativos a la distribución, condiciones de producción, desempleo, pobreza
y calidad de vida. (Monzón, 1992).
1.2.1. Conceptualización
En Francia, la economía social comienza a gestarse en su forma actual en la
década de 1970, a partir de la constitución del Comité Nacional de Enlace de
las Actividades Mutualistas, Cooperativas y Asociativas (CNLAMCA). Producto
de esta iniciativa es la Carta de la Economía Social, donde las empresas de
la economía social son definidas de la siguiente manera:
CC
El conjunto de entidades no perteneciente al sector público que, con funciona-
miento y gestión democráticos e igualdad de derechos y deberes de los socios
practican un régimen especial de propiedad y distribución de las ganancias,
empleando los excedentes del ejercicio para el crecimiento de la entidad y la
mejora de los servicios a los socios y a la sociedad. (CNLAMCA, 1980).
CC
La economía social está constituida principalmente por cooperativas, mutuali-
dades y asociaciones que comparten entre sí cuatro notas características: fi-
nalidad de servicio a los miembros o a la colectividad, autonomía de gestión,
procesos de decisión democrática y primacía de las personas y del trabajo so-
bre el capital en el reparto de los beneficios. (Consejo Valón de la economía
social, 1990).
•• Cooperativas sociales: de acuerdo con la ley italiana n.° 381, del año 1991,
tienen por objeto procurar el interés general de la comunidad, la promoción
humana y la integración social de los ciudadanos por medio de la gestión
de los servicios sociosanitarios y educativos (tipo A), el desarrollo de acti-
vidades diversas (agrícolas, industriales, comerciales o de servicios) y la
inserción laboral de las personas desfavorecidas (tipo B).
•• Pequeñas cooperativas.
•• Organizaciones de trabajo voluntario.
•• Agencias eclesiásticas.
•• Friendly societies: tienen la finalidad de proveer a sus miembros de asig-
naciones en caso de enfermedad o de muerte, en contrapartida de los
aportes regulares. Se multiplican a partir del siglo XVIII en Inglaterra y se
expanden a otros países.
•• Fundaciones.
•• Instituciones de ayuda pública y obras benéficas (IPAB).
•• Corporaciones de ópera y musicales.
•• Asociaciones de promoción social.
1.
•• Primacía de las personas y del objeto social sobre el capital. Todas son
empresas de personas, excepto las fundaciones.
•• Adhesión voluntaria y abierta, y control democrático ejercido por sus miem-
bros desde la base.
•• Conjunción de los intereses de los miembros y usuarios y/o del interés
general.
•• Defensa y aplicación de los principios de solidaridad y responsabilidad.
•• Autonomía de gestión e independencia de los poderes públicos.
•• Aplicación de los excedentes al objeto social mediante su reinversión o dis-
tribución según los deseos de sus miembros (creación de empleo, servicios
para los miembros, actividades socioculturales, etcétera).
2.
Para este autor son integrantes de la economía social las cooperativas, las
mutuales y los sindicatos, que define del siguiente modo:
Estas empresas de la economía social son las que crean los hombres con
sacrificio cuando deciden abastecerse por sus propios medios de los bienes y
servicios necesarios para subsistir y promover la comunidad. Los basamentos
de dicha doctrina son los siguientes:
CC
No hay una doctrina unificada en la materia; pero hay que destacar que la eco-
nomía es una ciencia que estudia la forma en que la gente soluciona los pro-
blemas. A la economía social la ubicamos siempre al servicio del hombre.
(Ravina, 2004).
Este autor establece que, además una economía pública y una privada, hay
una economía social, cuyas características son:
•• Democracia institucional
•• Actividades de interés general
•• Inexistencia de fines de lucro
•• Distribución y justicia social
CC
Es aceptado que integran el campo de la Economía Social las estructuras coo-
perativas, las mutualidades, las organizaciones económicas de los sindicatos
obreros y las instituciones asociativas que realizan actividades económicas de
bien común. (Vainstok, 1985).
CC
(…) un sector integrado por empresas que son dirigidas por asociaciones de
personas que, movidas por el espíritu de solidaridad y a través de procedimien-
tos democráticos, se dedican a trabajar por la elevación del nivel económico,
social y cultural de sus integrantes, al mismo tiempo que a servir el interés ge-
neral, aplicando para realizar esos objetivos los excedentes económicos obte-
nidos en el desarrollo de su actividad y, cuando los distribuyen, no lo hacen en
función del aporte de cada persona al capital. (Carello y Cracogna, 1987).
Este tipo de empresas surge como solución a una dificultad impuesta por una
realidad económica que tiende a excluir, o a poner barreras de entrada en su
entorno, a ciertos grupos de personas que no encuentran respuesta a sus
necesidades en el ámbito público ni en el privado.
Respecto de los objetivos de la economía social, los autores citados com-
parten el criterio del especialista francés Thierry Jeantet, quien establece los
siguientes principios de la economía social:
La visión de los distintos autores citados, tanto a nivel nacional como inter-
nacional, así como el desarrollo y la presencia de diversos tipos de organi-
zaciones enmarcadas en la economía social, evidencian la discrepancia que
existe respecto a la concepción de la autoridad de aplicación de nuestro país,
el Inaes (Instituto Nacional de Asociativismo y Economía Social), en cuanto
a que solamente promociona y fiscaliza a las organizaciones cooperativas y
mutuales.
Finalmente, el concepto de economía social ha ido evolucionando a través
del tiempo por factores diversos, muchos de los cuales se han podido apreciar
en el presente desarrollo. Asimismo, queda claro en las nociones vertidas que
no existe consenso a nivel mundial respecto de los criterios como tampoco
de las organizaciones integrantes de este sector, situación que nos anima a
seguir de cerca no solo la evolución teórica de esta temática, sino más aún la
práctica, el impacto y la inserción en crecimiento que va teniendo este sector
dentro de la economía, tanto nacional como mundial.
LECTURA RECOMENDADA
RR
Salminis, J. A. Significados, alcances y perspectivas del sector de la economía Social [en
línea http://www.economiasolidaria.info/biblioteca-virtual/economia-social-solidaria-
popular.html?download=101:significados-alcances-y-perspectivas-del-sector-de-la-eco-
nomia-social&start=20 [Consulta: 5 agosto 2014].
CC
(…) es un enfoque de la actividad económica que tiene en cuenta a las perso-
nas, el medio ambiente y el desarrollo sostenible y sustentable, como referen-
cia prioritaria, por encima de otros intereses. (Carta Solidaria, 1995).
Esta es, como puede apreciarse, una definición muy amplia y ha llevado a
diversos investigadores a la búsqueda de un concepto más restringido por
medio de su caracterización.
Para Razeto Migliaro (1997), la definición de economía solidaria es supe-
radora de la definición de economía social, se vincula con un lenguaje ético.
Implica incorporar solidaridad en la economía, al mismo tiempo que se produ-
ce, se distribuye y se consume, y no en la etapa posterior, a modo de paliati-
vo para los que fueron desfavorecidos en ese proceso. Habrá economía de la
solidaridad en la medida en que, en las diferentes estructuras y organizacio-
nes de la economía global, la acción de los sujetos que las organizan genere
solidaridad y en la medida en que, de manera intensiva, esa solidaridad esté
presente en los procesos de producción, distribución, consumo y acumulación.
Se trata de poner más solidaridad en las empresas, el mercado, el sec-
tor público, las políticas económicas, el consumo, el gasto social y personal,
etcétera.
La economía solidaria engloba un conjunto de realidades, tales como el
cooperativismo, la autogestión, la economía de comunidades, la economía
de grupos étnicos tradicionales, la economía familiar, la economía campesi-
na, etcétera.
Coraggio (2013) sitúa el eje en la economía popular (EP) para la construc-
ción de un proyecto alternativo, la construcción de otra economía. Plantea la
tesis de que la EP es un sustrato imprescindible del sistema económico en
su conjunto, cumpliendo funciones vitales pero aún subordinadas a la lógi-
ca del sistema de mercado capitalista. En su alcance más amplio, la EP es
la economía de los trabajadores, sus familias y sus comunidades primarias,
cuya lógica no es la de la acumulación sin límites (economía capitalista), sino
la de obtención de medios para la reproducción de sus vidas en las mejores
condiciones posibles, en la búsqueda del buen vivir. De tal manera, esta otra
economía traspasa e interrelaciona los tres sectores (el público –de provisión
planificada–, el empresarial capitalista –orientado al mercado– y el popular) en
aras de un cambio social más profundo. En la misma línea se enrolan Catani
(2004) y Laville (2013).
Varios países de América han acuñado en su carta magna o en leyes recien-
tes tanto la terminología como la concepción señalada.
En Brasil es de uso frecuente el término “economía social”, junto con los
conceptos de “economía de la solidaridad” y “economía popular de la soli-
daridad”, y, en el mundo académico, el de “socioeconomía de la solidari-
dad”. Es utilizado desde los años noventa por un movimiento paralelo a la
Organización de las Cooperativas del Brasil (OCB), movimiento que incluye a
su vez al Movimiento de los Sin Tierra (MST), conformado por más de cuatro
millones de campesinos, y a la Confederación de Cooperativas por la Reforma
Agraria (Concrab).
Después del año 2002, con el gobierno del presidente Lula da Silva, se han
puesto en práctica políticas públicas de economía solidaria. Fruto del avan-
ce es la creación de la Secretaría Nacional de Economía Solidaria (Senaes),
adscrita al Ministerio de Trabajo y Empleo, bajo la responsabilidad de Paul
Singer, economista y profesor de la Universidad de São Paulo. El objetivo de
esta secretaría es promover el fortalecimiento y la divulgación de la economía
solidaria mediante políticas integradas, apuntando a una gerencia del trabajo
y la renta con inclusión social y la promoción del desarrollo justo y solidario.
CC
(…) sistema socioeconómico, cultural y ambiental conformado por el conjunto
de fuerzas sociales organizadas en formas asociativas identificadas por prácti-
cas autogestionarias solidarias, democráticas y humanistas, sin ánimo de lu-
cro para el desarrollo integral del ser humano como sujeto, actor y fin de la
economía. (Congreso de la República de Colombia, 1998).
LECTURA OBLIGATORIA
2.
KK a. Analice y sintetice el origen y la concepción de la economía solida-
ria en Latinoamérica estableciendo diferencias y similitudes con la
economía social.
b. Escriba una reflexión acerca de sus perspectivas futuras.
<https://www.youtube.com/watch?v=JytyVr8v0ZU>
La experiencia Mondragón
<https://www.youtube.com/watch?v=IexGW4P6VVQ>
3.
CC
El movimiento cooperativo argentino está conformado por empresas sólidas,
con probada eficiencia y trayectoria, la que ha sido demostrada en los más de
cien años de presencia en el país y que en la actualidad representa, en forma
conjunta con las otras entidades de carácter asociativo, aproximadamente el
10 % del producto bruto interno de nuestro país.
PARA AMPLIAR
PARA REFLEXIONAR
<https://www.youtube.com/watch?v=St32MqUGGW0>
TRABAJO 22.251
VIVIENDA 1787
PROVISIÓN 1562
AGROPECUARIA 1297
SERVICIOS PÚBLICOS 1167
CRÉDITO 290
CONSUMO 195
FEDERACIONES 120
SEGUROS 22
TOTAL 28.691
AÑO 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004
TOTAL 1246 750 948 1235 1272 970 675 897 760 1279 2233
TRABAJO 754 409 499 772 775 565 392 445 446 825 1821
AÑO 2005 2006 2007 2008 2009 2010 2011 2012 2013 2014
TOTAL 2428 1451 1650 1035 3159 1796 1778 6024 2005 922
TRABAJO 1962 994 1198 667 2824 1552 1555 5848 1870 897
WW <www.mondragon-corporation.com/>
Instituto Nacional de Asociativismo y Economía Social (Inaes):
<www.inaes.gov.ar/>
Referencias bibliográficas
Referencias web
Bertolini, G. ¿Cooperativas sin cooperativismo? [En línea]. Fundación Cieso.
Disponible en: <http://www.fundacioncieso.org.ar/downloads/
Cooperativas_sin_cooperativismo.pdf>. [Consulta: 16 agosto 2014].
Carta Solidaria. Disponible en: <www.economiasolidaria.org/carta.php>.
[Consulta: 25 de septiembre de 2014].
Coraggio, J. L. “La economía social y solidaria y el papel de la economía popular
en la estructura económica” [en línea]. (2013). Disponible en: <http://
www.coraggioeconomia.org/jlc_publicaciones_ep.htm>. [Consulta: 15
agosto 2014].
Guimenez, S. y Hopp, M. Programa Ingreso Social con Trabajo “Argentina
Trabaja”: una mirada reflexiva desde el corazón de su implementación [en
línea]. Disponible en: <http://trabajosocial.sociales.uba.ar/jornadas/
contenidos/27.pdf>. [Consulta 16 agosto 2014].
Laville, J. L. “La economía social y solidaria. Un marco teórico y plural” (texto
preliminar para la Conferencia de UNRISD, Ginebra, Suiza). (2013).
Disponible en: <http://www.socioeco.org/bdf_auteur-196_en.html>
[Consulta: 16 de agosto de 2014].
Objetivos
•• Comprender los valores y principios que sustentan a las empresas
cooperativas.
•• Conocer los inicios históricos del movimiento cooperativo.
•• Interpretar la legislación específica de las cooperativas en Argentina.
•• Describir los distintos tipos de cooperativas.
CC
Los valores y principios son elementos distintivos de las empresas cooperati-
vas. Desde 1844, los 28 pioneros de Rochdale articularon un sistema simple,
claro, pero contundente de principios que les aseguraron conducir la organiza-
ción y los negocios en beneficio de sus miembros. La observancia de esos
principios garantizó el éxito de más y más organizaciones en todos los conti-
nentes, transformando al cooperativismo en una de las mayores fuerzas eco-
nómicas y sociales a nivel mundial. (ACI, 1995)
En Inglaterra, en medio de una
prolongada huelga textil, se reu-
nieron en una modesta casa alqui- Vale la pena resaltar que el propósito de la declaración consistió en otorgar
lada de dos plantas, ubicada en a las cooperativas una herramienta que las posicionara de modo inconfundi-
Toad Lane, el Callejón del Sapo,
para fundar la Sociedad de los ble en el mundo, permitiéndoles enfrentar los rápidos cambios económicos,
Justos Pioneros de Rochdale. Lo sociales y políticos que en él suceden.
hicieron creyendo en la unión y
la solidaridad para la solución
de los problemas comunes que Video sobre la historia de los pioneros de Rochdale (duración 5 minutos)
los afectaban: la desocupación
y las condiciones de vida mise-
rables que padecían junto a sus
familias. Hoy, en todo el mundo,
se los considera como los visio-
narios trabajadores que iniciaron
el cooperativismo moderno.
<http://www.youtube.com/watch?v=_UrfTZneepI>
•• Integralidad
Como se mencionó, la declaración consta de tres partes: una definición de
cooperativa, un resumen de los valores cooperativos y los principios coo-
perativos, entendidos como las guías para poner en práctica los valores.
Este conjunto tiene por finalidad trasmitir qué es y qué hace una cooperativa.
•• Consulta mundial
Durante siete años, a partir del Congreso de Estocolmo en 1988, se rea-
lizaron discusiones y consultas a nivel mundial, y América Latina tuvo por
primera vez una importante participación, que se dio a través de tres puntos
clave: Costa Rica, San Pablo y Colombia.
CC
Una cooperativa es una asociación autónoma de personas que se han unido
voluntariamente para satisfacer sus necesidades y aspiraciones económicas,
sociales y culturales comunes, por medio de una empresa de propiedad con-
junta y democráticamente controlada. (ACI, 1995)
•• Honestidad: muchas de las primeras cooperativas del siglo XIX, entre las
cuales se destacó la de los pioneros de Rochdale, se sintieron muy compro-
metidas con la honestidad. Sus esfuerzos se distinguieron en el mercado
por su insistencia en la calidad y en los precios justos. Las cooperativas
financieras se ganaron una excelente reputación en el mundo por su hon-
radez en la conducción de sus negocios y en el cálculo en los pagos del
interés. Las cooperativas agrícolas prosperaron por su compromiso con la
alta calidad.
•• Transparencia: este valor se refiere a que las cooperativas son organiza-
ciones que regularmente les brindan a sus asociados, al público y a los
Gobiernos una amplia información sobre sus operaciones.
•• En la actualidad, las cooperativas de ahorro y crédito y los bancos coope-
rativos consiguen diferenciarse y obtener la preferencia de sus miembros
debido a que se los considera honestos y transparentes en el cálculo y el
pago de los intereses y de los excedentes que se distribuyen.
•• Responsabilidad social y preocupación por los demás: estos valores éticos
proceden de la relación especial que tienen las cooperativas con sus comu-
nidades, que se manifiesta en el hecho de estar abiertas para sus miem-
bros y en el compromiso de asistir a las personas que desean ayudarse a
sí mismas, preocupándose de este modo por el bienestar de la comunidad.
Se espera que las cooperativas se esfuercen por ser responsables ante la
sociedad en todas sus actividades.
PARA REFLEXIONAR
LECTURA OBLIGATORIA
OO Internacional:
<http://www.elhogarobrero1905.org.ar/sites/default/files/editores/
Los%20principios%20cooperativos%20para%20el%20Siglo%20
XXI.pdf>
1.
2.
CC
En monto de ventas llegó a ser la primera cooperativa obrera de consumo del
zó el mayor grado de desarrollo y
mundo. Por razones diversas fue el símbolo del cooperativismo argentino: 1)
popularidad.
Desde el 1 de noviembre de 1913 publicó, durante casi 80 años, el mensuario
La Cooperación Libre. 2) Desarrolló una intensa actividad educativa, cultural y
artística a través del Instituto de Educación Cooperativa (IEC). 3) Vendió pro-
ductos con sus propias marcas desde la década de 1920. 4) Facilitó la incor-
poración de las mujeres a la vida social admitiéndolas como asociadas en un
plano de igualdad cuando en el país no tenían derecho a votar en las eleccio-
nes nacionales ni provinciales… (Rodríguez Pérez, 2001)
PARA AMPLIAR
CC
a) Evita la potencialmente perjudicial aplicación de normas contenidas en la
Ley 19550, inadecuadas a la naturaleza y fines de las cooperativas […]; b) en
general, recepta con fidelidad los principios cooperativos fundamentales en
sus más recientes formulaciones, a salvo lo concerniente a la mutualidad, ma-
teria en la que abandona el rigor de la Ley 11388; c) emplea una técnica más
depurada que su predecesora y es más completa y reglamentista que esta; d)
utiliza una terminología precisa y cuidada […], incorporando el léxico de gene-
ral aceptación en la doctrina cooperativa […]: f) […] es también imprecisa, al
subordinar la aplicación de la normatividad supletoria a la no contradicción con
la naturaleza de las cooperativas […]; g) omite la regulación especial de los
distintos tipos de cooperativas, cuyas peculiaridades reclaman una normación
específica, sin perjuicio de una parte general común a todos ellos... (Althaus,
1977)
Del análisis del artículo 2 surge que la definición de una cooperativa sólo se
torna completa adicionando las características comentadas.
La prestación de servicios constituye la “causa” que da nacimiento a la
empresa cooperativa y que debe diferenciarse del “objeto social” contenido
en el estatuto y que tiene relación con la actividad económica de la coopera-
tiva; por ejemplo: la producción, la comercialización o el consumo de bienes
o servicios. La “causa” es el servicio mismo, es decir, brindar trabajo, faci-
litar la comercialización de la producción individual o el consumo de bienes
materiales o espirituales, entre otros. A modo de comparación, la causa que
determina la creación de una empresa lucrativa es la obtención de un lucro,
una ganancia sobre el capital invertido, es decir, no es tampoco la materia a
la cual se dedica.
Según Althaus, la gestión de servicio que debe realizar la cooperativa, y
eventualmente su preponderancia sobre un fin lucrativo accesorio y contingen-
te, es asegurada normativamente por tres medios:
1) El retorno de excedentes (art. 2, inc. 6, y art. 42), que consiste en la
distribución de los excedentes formados entre los asociados usuarios en pro-
porción al uso que hayan hecho de los servicios sociales (llamado principio
de Howarth). Produce una corrección a posteriori del precio cobrado en opor-
tunidad de la prestación del servicio, que deviene provisional, y, practicada la
distribución, coincidirá con el costo. Al equivaler matemáticamente precio y
costo, se anula todo beneficio.
2) La constitución de reservas irrepartibles (art. 2, inc. 12, y art. 42), que
acentúa el aspecto dinámico de la evolución de la cooperativa con la finalidad
de su desarrollo y expansión. Pone de manifiesto el carácter colectivo a tra-
vés de la formación de un patrimonio común sustraído a la propiedad privada
de los asociados.
3) El interés limitado al capital (art. 2, inc. 4, y art. 42), que restringe la
finalidad especulativa.
A modo de cierre, debemos mencionar que el artículo 2 recibe en su conte-
nido los principios cooperativos formulados por la ACI en el año 1966 (expli-
citados en el punto 2.1.4 de esta unidad).
CC
Se consideran excedentes repartibles solo aquellos que provengan de la dife-
rencia entre el costo y el precio del servicio prestado a los asociados.
Distribución
De los excedentes repartibles se destinará:
1. El cinco por ciento a reserva legal.
2. El cinco por ciento al fondo de acción asistencial y laboral o para estímulo
del personal.
3. El cinco por ciento al fondo de educación y capacitación cooperativas.
4. Una suma indeterminada para pagar un interés a las cuotas sociales si lo
autoriza el estatuto, el cual no puede exceder en más de un punto al que cobra
el Banco de la Nación Argentina en sus operaciones de descuento.
5. El resto para su distribución entre los asociados en concepto de retorno…
(Ley 20337/73)
LECTURA OBLIGATORIA
OO
PARA REFLEXIONAR
PP tas sociales, que otorga el artículo 42, cuando ello está supeditado a
la existencia de excedentes? ¿Cuál es la razón del destino a una cuen-
ta especial de reserva de los excedentes generados por la prestación
de servicios a no asociados?
•• Según su ubicación
-- Urbanas: actúan en las ciudades o grandes centros de población.
-- Rurales: actúan en el medio agrario.
LECTURA OBLIGATORIA
LECTURA OBLIGATORIA
Los sitios web más destacados en relación con esta temática son los
WW siguientes:
Alianza Cooperativa Internacional: < www.aciamericas.coop>
Instituto de Estudios Cooperativos:
<http://www.econo.unlp.edu.ar/estudios_cooperativos>
El Hogar Obrero: <http://www.elhogarobrero1905.org.ar>
Referencias bibliográficas
Referencias web
Bazán, R. C., “El Gigante Obrero”, [en línea]. En: Ecos. El Diario de la Región,
Resistencia, 20 de setiembre de 2013. Disponible en: <http://
www.elhogarobrero1905.org.ar/sites/default/files/editores/El%20
Gigante%20Obrero.pdf> [Consulta: 12 febrero 2014].
Etkin, J. y Scvarstein, L. “Rasgos de la cultura organizacional”, [en línea].
En: Antología básica. La gestión como quehacer escolar. México. UPN.
1992. Disponible en: <http://recursos.udgvirtual.udg.mx/biblioteca/
bitstream/20050101/1236/1/Lectura_3_Rasgos_de_la_cultura_
organizacional.pdf> [Consulta: 21 abril 2014].
Montes, V. y Ressel, A. “Presencia del Cooperativismo en Argentina”, [en línea].
En: UNIRCOOP. Editorial IRECUS. 2003. Disponible en: <http://www.
econo.unlp.edu.ar/uploads/docs/cooperativas_presencia.pdf> [Consulta:
14 febrero 2014].
Gestión cooperativa
Objetivos
•• Comprender el concepto de gestión cooperativa.
•• Resaltar la importancia de la doble dimensión (asociación-empresa).
•• Introducir el concepto de Gobierno cooperativo.
•• Conocer las características especiales de la gestión cooperativa y sus dife-
rentes modelos.
•• Reconocer la importancia del balance social cooperativo como herramienta
de gestión cooperativa.
•• Reflexionar sobre los diferentes paradigmas de la gestión y su impacto en
la cooperativa.
PARA REFLEXIONAR
¿La cooperativa realiza las mismas actividades que una empresa lucra-
PP tiva? ¿Lo hace del mismo modo? ¿Pueden surgir problemas en el desa-
rrollo de estas actividades? ¿Se resuelven de la misma forma en la coo-
perativa que en una empresa lucrativa?
Analice el fundamento de sus respuestas positivas o negativas
Rojas Molina (1980), también argentino, aborda el tema señalando que, según
el Diccionario de la Lengua Española, los términos administrar y gestionar son
sinónimos. Administrar significa ‘gobernar, regir’, mientras que gestionar se
define como ‘acción y efecto de administrar’. Si gestionar es gobernar, los
alcances estarán determinados por el objetivo del ente. La introducción del
autor al tema puede interpretarse en la línea de San Pedro.
La OIT (1974) realiza un aporte fundamental al conceptualizar la gestión
cuando expresa: “Regir dentro de una empresa cooperativa es hacer funcio-
nar las estructuras de acuerdo con el espíritu cooperativo”.
Si bien ya se ha señalado el concepto de espíritu cooperativo en el aparta-
do 2.2, resulta interesante retomarlo y completarlo con el enfoque de Drimer y
Kaplan de Drimer (1981) en cuanto a que, para que exista una cooperativa, no
basta que un conjunto de personas asocien su esfuerzo al de los demás con
el objeto de satisfacer sus necesidades o de solucionar sus problemas comu-
nes. Será preciso también organizar y poner en funcionamiento una empresa
económica propia, donde los asociados tendrán el carácter de copropietarios,
tomarán a su cargo la dirección, participarán de sus beneficios y asumirán los
riesgos empresarios. En definitiva, gestionarán, de manera directa o por repre-
sentación, una organización que comprenderá dos elementos: el elemento
social (es decir, la asociación de personas) y el elemento económico, que es
la empresa común. Así también, de acuerdo con la definición formulada por
la ACI, haremos referencia a dos dimensiones: la asociación de personas y la
empresa, que será el medio para satisfacer las necesidades y aspiraciones
económicas, sociales y culturales de los asociados.
La gestión de la cooperativa requiere, entonces, prestar atención a esos
dos elementos o dimensiones, interconectados entre sí por la aplicación prác-
tica de los principios cooperativos. Su inobservancia podría poner en peligro
la cooperativa.
Podríamos imaginar, para hacerlo más sencillo, una balanza, según se gra-
fica a continuación:
PARA REFLEXIONAR
PP situación ideal?
CC
(…) la sinergia de los procesos que el Gobierno Cooperativo pone en marcha
para hacer realidad la estrategia formulada; es un proceso continuo orientado
por la estrategia de la Asociación que por delegaciones continuas se proyecta
hacia la(s) empresa(s) de la cooperativa, estructurándola en unidades de eje-
cución ajustadas a los requerimientos de los objetivos y la estrategia misma,
por lo que se influyen mutuamente en permanente retroalimentación (Bastidas
Delgado, 2004).
CC
La gestión cooperativa debe permitir al individuo integrarse plena y voluntaria-
mente en una comunidad en desarrollo constante y participar en ella mediante
el esfuerzo personal (...) Verificar esta participación, observar hasta qué punto
es consciente y aceptada de buen grado, he aquí el nudo de la cuestión. Pues
la metodología de la gestión cooperativa es aún un terreno que debe ser explo-
rado. (OIT, 1974).
G.3.1.
LECTURA OBLIGATORIA
G.3.2.
CC
Alrededor de estos tres elementos puede actuar el buen gobierno cooperativo,
no para sustituir las normas de la ley, sino para facilitar su cumplimiento, de
manera especial para prevenir los conflictos que se puedan presentar entre los
integrantes de cada una de las fuerzas correspondientes (Cracogna, 2003).
LECTURA OBLIGATORIA
PARA REFLEXIONAR
Rasgo n.º 3. Desarrollan responsabilidad social sin buscar lucro. Las coope-
rativas tienen una responsabilidad social que se cumple en la medida en que
satisfacen las necesidades de sus asociados. Ellos contribuyen con sus recur-
sos y esfuerzos para conformarla, y estos no deberán ser mayores que los
que la entidad necesita para cubrir los gastos, continuar su marcha, generar
excedentes y crecer; si son mayores volverán por medio del reparto equitati-
vo a los asociados. Si bien, cuando la cooperativa opera con no asociados se
genera lucro, jamás los asociados se apropiarán de los excedentes, ya que,
si lo hicieran, estarían actuando como miembros de una empresa de capital.
En esos casos, la solución justa consiste en depositar esos excedentes en
una cuenta especial que los revierta a quienes los produjeron, lo que puede
hacerse mediante actividades educativas u otras de carácter social.
Rasgo n.º 4. Una fortaleza económica: los fondos irrepartibles. Se trata de
fondos que ni durante la existencia de la cooperativa ni en el caso de su diso-
lución serán apropiados por los asociados. Pertenecen al conjunto y le conce-
den perpetuidad en el tiempo, son la fortaleza de las distintas generaciones
de asociados y se enmarcan en el valor de la solidaridad.
Rasgo n.º 5. La cooperativa. Una misma unidad con la doble dimensión aso-
ciación/empresa. Surge de la definición de la ACI según la cual una condición
fundamental de la estructura y el funcionamiento de una cooperativa es su
doble carácter de (1) asociación autónoma de personas y (2) empresa de pro-
piedad conjunta y de gestión democrática.
Esa doble condición proporciona a los asociados la posibilidad de desarro-
llar una multiplicidad de roles en función de su movilidad en la organización:
asociados o dueños, directivos, trabajadores-asociados, trabajadores, y hasta
usuarios y proveedores de sus propias cooperativas.
Rasgo n.º 6. La participación en las cooperativas. Las cooperativas son orga-
nizaciones eminentemente participativas y deben tender a la autogestión. El
planteo consiste en determinar los espacios donde se participa y quiénes
son los que participan. Una organización que reúne todas las características
para desarrollar una gestión participativa puede tener tintes burocráticos.
Este punto se ampliará en el apartado 3.3, referido a los modelos de gestión
cooperativa.
Rasgo n.º 7. Integración e intercooperación como ejes de la autogestión coo-
perativa. La cooperación entre cooperativas es un proceso continuo y diná-
mico, mediante el cual, por propia naturaleza y razones de supervivencia, el
cooperativismo crece en el tiempo y el espacio. Existen formas “livianas” de
funcionamiento, por ejemplo, los acuerdos, las alianzas estratégicas y la con-
formación de redes organizacionales para actividades puntuales, como las
compras conjuntas o la educación, caso en el cual se estaría en presencia
de intercooperación. Por su alcance geográfico, la integración puede ser de
carácter local, regional, nacional e internacional. En cualquier caso constituye
una fortaleza del movimiento.
LECTURA OBLIGATORIA
1.
LECTURA OBLIGATORIA
2.
adoptar o tomar decisiones, que van desde cuando las personas no reciben
información anticipada hasta cuando tienen plena autonomía para tomar
decisiones (Heller y Wilpert, 1981).
LECTURA OBLIGATORIA
3.
KK Responda:
a. ¿Dónde y cómo podría observarse cada una de las ideologías para el
proceso de participación en cooperativas? Identifique casos y causas
extremas que podrían presentarse.
b. ¿Qué variables cree usted que influyen para que una cooperativa
presente un modelo burocrático, participativo o autogestionario?
El “modelo colectivo”
En este modelo, la movilidad interna es grande. Existe una rotación entre las
actividades, que se da cuando los asociados pasan de realizar su tarea a tomar
decisiones en las asambleas. Ese doble movimiento es característico de las
organizaciones autogestionarias: rotar en las actividades, rotar entre las activi-
dades y la toma de decisiones, rotar en las actividades, rotar entre las activida-
des y la toma de decisiones, y así sucesivamente. Es una modalidad que está
presente en los kibutz (Israel), donde los asociados se reúnen en asambleas
todos los sábados para tomar decisiones que ejecutarán ellos mismos al día
siguiente. Por lo tanto, dirigentes y dirigidos son las mismas personas.
“Kibutz” deriva de la palabra “kbutza”, que significa “grupo” en hebreo, y en sus comien-
zos, un siglo atrás, los kibutz fueron creados como pequeñas aldeas con cooperativas agrí-
colas en las que no se les permitía a los miembros ningún tipo de propiedad privada o
estatus social. En la actualidad aún perdura este tipo de organización.
El carácter único del kibutz se refleja en su naturaleza colectivista, que se hace particu-
larmente notable en cuatro esferas principales: la organización del trabajo y la producción,
la posesión de la propiedad, el consumo y la educación de los niños.
La agricultura y toda actividad económica del kibutz se administran como una unidad
de capital conjunto, de modo que no existen cuentas individuales. Todas sus necesidades
son satisfechas por una fuente central. No reciben ninguna remuneración, excepto un
fondo anual para gastos que deban realizar fuera del kibutz.
El kibutz es un instrumento para la realización del sionismo socialista y una forma de
vida independiente. Practica diariamente los valores de autogestión, trabajo productivo,
igualdad, democracia y ayuda mutua que, muy desarrollados en los kibutz, son de gran
significación para todas las fuerzas sionistas socialistas y para Israel.
(< http://jafi.org/JewishAgency/Spanish/Aliyah/Absorpton+Options/bait1/
What+is+a+kibboutz/>).
LECTURA RECOMENDADA
RR
Diferentes ejemplos prácticos de las modalidades reseñadas pueden encontrarse en la
siguiente lectura.
Bastidas Delgado, O. et al. (2005), “Participación y gestión democrática de las
cooperativas”, mimeografiado, Canadá, 110 páginas.
3.4.1. Introducción
La evolución del concepto de empresa ha estado ligada a las transformaciones
socioculturales que han ocurrido en el mundo, a los cambios en sus objetivos
o misiones, y a la responsabilidad que ella asume.
En el marco de la sociedad, toda organización, así como el hombre, debe
responder por las consecuencias de los actos que de manera libre realizan.
La libertad del empresario y de la empresa no son gratuitas y tienen un pre-
cio concreto: la responsabilidad. Si uno de los objetivos de la empresa es su
continuidad en el tiempo sin dejar de ser libre, entonces, debe asumir la res-
ponsabilidad social que le compete.
La cooperativa, como ya hemos visto, hace propia esa responsabilidad,
tanto en su concepción doctrinaria como en su inclusión en los valores y prin-
cipios que practica. Desde su dimensión empresarial, los resultados econó-
micos de sus operaciones se reflejan en el balance económico financiero, y
debería también informar sobre las consecuencias o impactos de sus accio-
nes sociales, aquellas vinculadas a la relación con sus asociados, con sus
empleados, con su entorno, con la sociedad en la que está inserta.
Ello está directamente vinculado a la concepción de empresa económi-
ca como fenómeno de intercambio social, donde tanto la empresa comercial
como la cooperativa constituyen hechos sociales y deben dimensionarse como
tales. Y es la misma sociedad la que actualmente reconoce a la empresa
como ente social y le demanda la mencionada información.
CC
La memoria anual del consejo de administración debe contener una descrip-
ción del estado de la cooperativa con mención de las diferentes secciones en
que opera, actividad registrada y los proyectos en curso de ejecución. Hará es-
pecial referencia a:
1.º Los gastos e ingresos cuando no estuvieran discriminados en el estado de
resultados u otros cuadros anexos
2.º La relación económico-social con la cooperativa de grado superior a que
estuviera asociada, con mención del porcentaje de operaciones en su caso.
3º Las sumas invertidas en educación y capacitación cooperativa, con indica-
ción de la labor desarrollada o mención de la cooperativa de grado superior o
institución especializada a la cual se remitieron los fondos respectivos para
tales fines.
LECTURA OBLIGATORIA
4.
CC
(…) el instrumento contable que sirve para el cierre de cuentas de la contabili-
dad social de la empresa. Los componentes de este Balance Social son: el
Balance Patrimonial, que recoge las “obligaciones” y es “exigible” frente a los
distintos grupos sociales, y el Balance de Resultados, que representaría los
“costos y utilidades sociales” de un período. (Echeverría, 1978).
CC
Es obvio que no se trata de un “balance” o estado de situación a una fecha da-
da… En él se expone el costo-beneficio social de la actividad del ente y el re-
sultado periódico –comúnmente anual– de aquella relación, y que será una uti-
lidad o una desutilidad social neta. (Chapman, 1988).
CC
(…) consiste básicamente en reunir y sistematizar la información del área so-
cial, en un documento público, donde se pueden cuantificar los datos median-
te el elemento básico del balance social, que son los indicadores sociales. Un
control periódico de esta información, lo más amplio, preciso y objetivo posible
constituye un balance social. (Campos Menéndez, 1978).
5.
Balance socioeconómico
Dentro de este enfoque existen varios modelos, pero en todos ellos se trata
de poder llegar a determinar el beneficio social neto de la empresa.
Las críticas a estos modelos se centran esencialmente en la dificultad,
cuando no en la imposibilidad, de cuantificar las variables sociales objetiva-
mente, sobre todo en términos monetarios, como el clima laboral o la satis-
facción con el empleo. Estas dificultades se hacen aún mayores al tratar de
cuantificar y determinar la relación entre costos y beneficios sociales.
Las dificultades que presentan los modelos contables de balance social
han contribuido a que en la práctica no se haya generalizado su uso exclusivo
y se presenten junto a otros modelos no contables.
Informes sociales
Son modelos técnicamente sencillos, que se plasman en documentos fun-
damentalmente literarios, aunque a veces incluyen gráficos, cuadros, datos
cuantitativos, entre otros. Se redactan en forma de memoria, en la que se
describe la acción social desarrollada por la empresa en un período deter-
minado, utilizando en algunos casos variadas unidades de medida. Pueden
denominarse también “inventarios” o “listas de insumos”.
Son muy recomendables por su flexibilidad y su simplicidad. A veces, se
los critica porque se tornan excesivamente narrativos y solo se describen en
ellos los aspectos positivos de la gestión social de la empresa. Es un método
no sistemático y dificulta la comparación.
Indicadores sociales
Una técnica de medición de los fenómenos económico-sociales muy difundi-
da es la de utilizar distintos indicadores sociales que, combinados entre sí,
definen modelos de balance social. Este movimiento surgió en la década de
1960 en Estados Unidos, aunque se extendió rápidamente a Europa. En un
comienzo se aplicó en el ámbito estatal y más tarde en empresas.
Vale destacar también la obra publicada en el año 1976 por Louis Raymond
experto de la Organización Internacional del Trabajo. El autor plantea que el
balance cooperativo puede concebirse como una serie de respuestas precisas
a preguntas relativas a la aplicación de los principios. Esta manera, además de
permitir una comparación válida entre cooperativas de diversos tipos, e incluso
de diferentes países, ofrece una serie de ventajas, entre las que considera
que permite la autoevaluación por parte de las cooperativas, mostrando cuáles
son eventualmente los obstáculos de la aplicación de los principios. También
propone desarrollar una contabilidad cooperativa.
Por su parte, la Alianza Cooperativa Internacional (ACI) concreta el inicio
del trabajo en el tema a partir del año 1997 mediante el Proyecto de Balance
Social, con el apoyo del Centro Cooperativo Sueco (SCC) y de la Asociación
Cooperativa Canadiense (CCA).
CC
… la formulación concreta por parte de las cooperativas del denominado
Intercooperativa Agropecuaria
Cooperativa Ltda.) y Cooperar Balance Social en el cual, entre otros importantes datos y conceptos, se efec-
(Confederación Cooperativa de túe una detallada evaluación de las realizaciones en el campo de la educación
la República Argentina Ltda.,) que cooperativa, como base del planteamiento de este tipo de actividades y del in-
agrupaban a 19 y 13 federacio-
forme final anual a remitir a las entidades cooperativas de grado superior
nes asociadas, respectivamente.
En este congreso se abordaron, (Congreso Argentino de la Cooperación, 1989).
además de los problemas y las
perspectivas del cooperativismo,
diferentes aspectos relativos a la
sociedad, el territorio, el Estado
Sucesivas investigaciones concluyeron con el diseño de un modelo tipo de
y la economía de nuestro país. balance social cooperativo, que se denominó “balance social cooperativo
integral”, un modelo argentino basado en la identidad cooperativa (Fernández
Lorenzo et al., 1998), presentado en la Conferencia Regional de la Alianza
Cooperativa Internacional (Américas), realizada en Montevideo en diciembre
del año 1998. Desde ese momento se continúan realizando distintas activi-
dades para su difusión, así como para crear conciencia de su importancia y
de la necesidad de su implementación en las cooperativas.
El modelo de balance social cooperativo integral reúne ciertas característi-
cas que permiten sistematizar la información y aumentar su credibilidad y su
aplicabilidad. Ofrece una imagen más acabada del perfil cooperativo al com-
plementar la información económica con la social. Incorpora el enfoque de la
contabilidad por objetivos (deben definirse en forma clara y precisa los objeti-
vos económico-sociales que las distintas áreas de la empresa deben lograr)
y cuantifica los datos a través de indicadores socioeconómicos, presentados
en forma de cantidades y porcentajes referidos al ejercicio actual y al anterior,
para facilitar su interpretación.
Tiene la doble finalidad de reflejar la identidad cooperativa (a través del
cumplimiento de los principios cooperativos) y el ejercicio de la responsabili-
dad social asumida por la empresa. Hace posible la comparación entre dis-
tintas cooperativas, puesto que los principios son comunes a todas ellas, y
la autoevaluación dentro de la propia cooperativa, al permitir fijar y medir el
cumplimiento de sus programas sociales.
Este modelo se denomina “balance social cooperativo integral” porque
combina información social y económica tanto para el área interna como para
el área externa de la cooperativa considerada como un todo. Consta de dos
informes básicos: el balance social cooperativo y el informe social interno,
acompañados de información complementaria y fundamentos y pautas para
su elaboración.
En ambos informes básicos, los datos se agrupan de acuerdo con los prin-
cipios cooperativos vigentes. Se considera cada principio por separado aten-
diendo a una necesidad metodológica, pero debe hacerse la salvedad de que
no son independientes unos de otros, y se debe evaluar a las cooperativas
por su adhesión a ellos como una totalidad.
Para concluir, diremos que el balance social es una herramienta que, incor-
porada a la gestión de la organización, logrará diagnosticar y mejorar el cum-
plimiento de las necesidades y aspiraciones socioeconómicas de la coopera-
tiva y redundará en el fortalecimiento del sector cooperativo en beneficio de
toda la comunidad.
PARA REFLEXIONAR
LECTURA OBLIGATORIA
6.
PARA AMPLIAR
CC
Los autores identifican como uno de los problemas del movimiento cooperati-
vista su incapacidad para relacionar de manera coherente “los valores con la
práctica del management… La observación es válida (Melmoth, 2005).
CC
Una cooperativa es una asociación voluntaria, democrática, autónoma de per-
sonas cuyo propósito es alentar a sus miembros para que crezcan en comuni-
dad y actúen en forma colectiva, tanto por el valor intrínseco de formar parte
de una comunidad como para superar sus problemas de dependencia y necesi-
dad económica, brindándoles el acceso y la propiedad de los medios de sub-
sistencia y bienestar. (Davis, 1995).
Estructura Monista
Estructura dualista
PARA REFLEXIONAR
LECTURA RECOMENDADA
RR
Castreje Suárez, J. La gestión en las entidades cooperativas: un desafío permanente [en
línea]. Buenos Aires. 2006. Disponible en: <http://www.econ.uba.ar/cesot/docs/docu-
mento%2055.pdf>. [Consulta: 20 junio 2014].
Referencias bibliográficas
Referencias web
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Comentarios y una entrevista sobre el programa y la visión de futuro de
la economía participativa. 2001. Disponible en: <http://www.zmag.org/
Spanish/indparec.htm> [Consulta: 30 06 2014].
Arnaez, Arzadun y Gómez. “Mondragón: integrando la RSE en su modelo de gestión
corporativo”. Congreso Rulescoop. (2013). Disponible en: <http://www.
congresorulescoop2012.es/wp-content/uploads/2013/05/47_Arnaez_
Arzadun_y_Gomez.pdf> [Consulta: 30 junio 2014]
Bastidas Delgado, O. “La especificidad cooperativa” [en línea]. En: El paradigma
cooperativo en la encrucijada del siglo XXI. Quebec. IRECUS. 2007.
Disponible en: <https://www.usherbrooke.ca/irecus/fileadmin/sites/
irecus/documents/livres_unircoop/el_paradigma_coop.pdf>
Bleger, I. “Gestión por valores”. Disponible en: <http://www.redelaldia.org/IMG/
pdf/0300.pdf>. [Consulta: 30 junio 2014].
Castreje Suárez, J. La gestión en las entidades cooperativas: un desafío permanente
[en línea]. Buenos Aires. 2006. Disponible en: <http://www.econ.uba.ar/
cesot/docs/documento%2055.pdf>. [Consulta: 20 junio 2014].]
Constitución de cooperativas
Objetivos
•• Interpretar la relevancia de la etapa preconstitutiva.
•• Desarrollar el proceso legal de constitución.
•• Comprender las características propias que reviste la formación de una
cooperativa.
•• Conocer los derechos y deberes de los asociados.
•• Describir el ejercicio del control y la fiscalización de la autoridad de aplica-
ción y de los órganos locales competentes.
•• Reflexionar sobre el rol que debe cumplir el control.
Conviene que aquí mismo se establezcan los plazos para cumplir con las
tareas asignadas. La promoción de la educación cooperativa y la participación
son cuestiones para tener en cuenta en todo este proceso.
San Pedro (1987) ofrece una minuciosa descripción del desarrollo de esta
reunión, que, de ser exitosa, concluirá con la conformación de la Comisión
Provisoria.
Es conveniente labrar un acta de la reunión y proceder a su firma por las
dos personas designadas al inicio.
Cabe resaltar que los distintos modelos provistos por la autoridad de apli-
cación contienen las disposiciones del artículo 8 de la Ley 20337/73, que
deberán respetarse en el caso de que los iniciadores decidan ellos mismos dar
forma al estatuto, es decir, sin utilizar los modelos previstos para cada tipo de
cooperativa. También será preciso advertir las restricciones existentes en la
normativa vigente respecto a la realización de determinado tipo de actividades,
como, por ejemplo, las limitaciones impuestas a las cooperativas de trabajo
por el Decreto 2015 del PEN y la Resolución N.º 1510 del INAC.
El citado artículo menciona los puntos siguientes:
actividad que ellos emprenderán y toda otra información que resulte perti-
nente para sustentar la viabilidad del proyecto.
LECTURA OBLIGATORIA
OO ciudadana.gba.gov.ar/pdfs/ejemplo-cooperativa-de-trabajo.pdf>.
[Consulta: 29 julio 2014].
PARA REFLEXIONAR
•• Enviar una invitación personalizada a domicilio, que incluya el orden del día
que se va a considerar.
•• Difundir por medio de periódicos, radios y canales locales, redes sociales,
etcétera.
•• Elaborar un modelo de reglamento para ordenar las deliberaciones de la
Asamblea Constitutiva.
•• Habilitar planillas para registrar el nombre, el domicilio, el número de docu-
mento y la firma de cada asistente. Es el método más simple para tener
los datos personales que deben constar en el acta.
•• Habilitar planillas con las columnas necesarias para hacer constar el nom-
bre y el apellido de cada suscriptor de cuotas sociales, el número de cuo-
tas sociales suscriptas, el valor nominal, la suma pagada al contado en
concepto de integración y la firma de los suscriptores.
•• Dar intervención en el uso de la palabra a los invitados protocolares, que
normalmente lo harán al inicio de la reunión.
LECTURA OBLIGATORIA
OO cionciudadana.gba.gov.ar/legislacion/DECRETO%202015-94.
pdf>. [Consulta: 28 julio 2014].
Resolución 1510/94 del INAC. Disponible en
<http://www.inaes.gob.ar/es/Normativas/buscar.asp>. [Consulta: 28
julio 2014]
1.
LECTURA OBLIGATORIA
Se dará comienzo al acto una vez reunido el número de personas que se esti-
me adecuado, momento en que el presidente de la Comisión Provisoria invi-
tará a los presentes a dar inicio a la Asamblea. Normalmente, se pronuncian
los discursos protocolares y a continuación el presidente propone designar
la Mesa Directiva, que suele estar integrada por un presidente y uno o dos
secretarios elegidos por aclamación.
•• Registro de asociados
•• Actas de asambleas
•• Actas de reuniones del Consejo de Administración
•• Informes de auditoría
LECTURA OBLIGATORIA
2.
3.
WW www.inaes.gov.ar/es/>.
Secretaría de Participación Ciudadana de la Provincia de Buenos Aires
(SPC). <http://www.participacionciudadana.gba.gov.ar/>.
4.
Una vez más, recordamos que todos los asociados son iguales; tienen los
mismos derechos y obligaciones, y un voto en las asambleas, cualquiera que
sea su antigüedad en la cooperativa, el número de cuotas sociales que hayan
suscripto e integrado, o el cargo o función que desempeñen en la cooperativa.
Es una de las importantes diferencias respecto de las empresas capitalis-
tas, donde sus socios o accionistas valen en función del capital que tengan
aportado o de los privilegios que se hayan reservado como iniciadores o fun-
dadores: las decisiones y conducción de estas empresas están en manos de
los socios que reúnen la mayor proporción de acciones o prerrogativas.
En otro tipo de entidades, como las mutuales o asociaciones civiles y
deportivas, existen varias categorías de asociados, en función de las diferen-
tes condiciones de uso de los servicios sociales, representación en las asam-
bleas y participación en los órganos de administración y fiscalización: vitali-
cios, honorarios, activos, adherentes, entre otros.
5.
KK Responda y fundamente
a. Las personas físicas menores mayores de 18 años, ¿pueden constituir
una cooperativa de trabajo?
b. ¿Puede una persona jurídica conformar una cooperativa de trabajo?
c. ¿Puede una persona jurídica conformar una cooperativa?
d. Una persona que tiene trabajo en relación de dependencia, ¿puede
asociarse a una cooperativa de trabajo?
6. Percibir el interés que devenguen las cuotas sociales, siempre que el esta-
tuto lo autorice.
7. Recibir el reembolso del valor nominal de las cuotas sociales suscriptas
por disolución de la cooperativa o extinción del vínculo asociativo.
8. Retirarse de la cooperativa voluntariamente, en la época establecida en el
estatuto.
9. Solicitar la convocatoria a asamblea ante la autoridad de aplicación si el
Consejo de Administración no lo hiciese.
10. Presentar propuestas ante el Consejo de Administración.
11. Impugnación: se trata del derecho a impugnar las decisiones tomadas
por cualquiera de los órganos si ve afectados sus derechos o intereses
legítimos, o si se toman decisiones violatorias de la ley, el estatuto o los
reglamentos de la cooperativa.
12. Receso: tiene lugar únicamente en el supuesto de que la Asamblea resuel-
va el cambio sustancial del objeto social.
6.
4. Disolución de la cooperativa.
5. Exclusión, que tiene lugar en los siguientes casos:
a) Incumplimiento debidamente comprobado de las disposiciones del esta-
tuto o de los reglamentos sociales.
b) Incumplimiento de las obligaciones contraídas con la cooperativa.
c) Comisión de cualquier acto que perjudique moral o materialmente a la
cooperativa.
PARA AMPLIAR
CC
El Ministerio de Agricultura tendrá a su cargo el control público de las socieda-
des cooperativas, revisará y certificará los balances que le sean sometidos por
ellas y establecerá un servicio de información para y sobre el movimiento coo-
perativo de la República (Ley 11388, 1926).
CC
(…) a) concentración en un organismo de casi todas las funciones estatales
relacionadas con las cooperativas, b) ampliación creciente de la órbita de sus Maestro mayor de obras, pro-
curador, escribano, abogado,
facultades, que exceden notoriamente de las que se arroga el Estado respecto doctor honoris causa. Ejerció
de otras entidades societarias o asociativas, c) centralización de un número su función de secretario desde
cada vez mayor de ellas en un organismo nacional, con parejo menoscabo de el 10/12/1987 hasta el
07/07/1989. Fue diputado
las atribuciones de las reparticiones provinciales, progresivamente reducidas,
nacional por el Partido Socialista
en lo sustancial, a las que aquel les delega. (Althaus, 1977). durante varios períodos. Ha reci-
bido innumerables reconocimien-
tos y premios por sus aportes al
cooperativismo, a la defensa de
En el año 1983, con el advenimiento del gobierno democrático del Dr. Raúl la democracia y a la lucha por
Alfonsín, se produjo un cambio significativo. El INAC fue elevado de catego- los derechos humanos. Se puede
ría institucional al convertirse en Secretaría de Acción Cooperativa (SAC), obtener más información sobre su
en la órbita del Ministerio de Economía (Decreto N.º 15 del Poder Ejecutivo trayectoria consultando <www.hec-
torpolino.com>.
Nacional), a cargo de una persona de destacada trayectoria en el movimiento
cooperativo argentino, el Dr. Héctor Polino.
En el año 1989 se volvió al nivel anterior con la denominación de INAC,
organismo dependiente de la Secretaría de Minería e Industria del Ministerio
de Economía y Obras y Servicios Públicos.
CC
(…) la unificación de responsabilidades permitirá ejecutar una política coheren-
te y eficiente tanto para la acción cooperativa como mutual, estableciéndose
una mejor asistencia a ambas actividades en el interior del país. Facilitando la
debida atención, fiscalización y control, seguimiento, asistencia técnica, capa-
citación y plena participación de vastos sectores sociales que en la actualidad
no disponen de la debida información ni de asesoramiento en la materia…
(Decreto N.º 420/1996 del Poder Ejecutivo Nacional).
Finalmente, el 25 de agosto del año 2000, el Decreto N.º 721 del PEN
creó, en la órbita del Ministerio de Desarrollo Social y Medio Ambiente, el
Instituto Nacional de Asociativismo y Economía Social (Inaes), considerando
lo siguiente:
CC
(…) que el sector de la economía social, cimentado en los principios de solida-
ridad, ayuda mutual y equidad social, ha alcanzado un notable nivel de creci-
miento que exige la presencia de un organismo del sector público cuya misión
primordial sea la de contribuir a su desarrollo... (Decreto N.º 721/2000 del
Según Domínico:
CC
La repartición nacional responsable de la aplicación del régimen legal de las
cooperativas tuvo titulares que, más allá de sus denominaciones, dependen-
cias y rango administrativo, la prestigiaron con su capacidad profesional, voca-
ción de servicio y franca adhesión a los valores y principios cooperativos: Dr.
Domingo Bórea, Dr. Federico Rodríguez Gomes, Dr. Armando Moirano, Dr.
Antonio J. Garibaldi, Lic. Blas J. Castelli, Ricardo J. Álvarez de Toledo, Dr.
Héctor Polino, Juan Ricci. Todos ellos, más allá de sus improntas personales,
ejercieron la función convencidos de que “el desarrollo y la personalidad que
ha alcanzado el movimiento cooperativo en la Argentina aconsejan reducir y no
ampliar la intervención del Estado con fines tutelares”. (Domínico, 2011).
Todas las provincias argentinas cuentan con reparticiones estatales que tienen
incumbencia en materia cooperativa (incluidos órganos locales competentes).
CC
Las cooperativas que tengan a su cargo concesiones de servicios públicos, o
permisos que signifiquen autorización exclusiva o preferencial, podrán ser fis-
calizadas por la autoridad respectiva. Esta fiscalización se limitará a vigilar el
cumplimiento de las condiciones de la concesión o el permiso y de las obliga-
ciones estipuladas a favor del público. Los fiscalizadores podrán asistir a las
reuniones del consejo de administración y a las asambleas y hacer constar en
acta sus observaciones, debiendo informar a la autoridad respectiva sobre
cualquier falta que advirtieran. Deben ejercer sus funciones cuidando de no en-
torpecer la regularidad de la administración y los servicios sociales. (Ley
20337/73).
1) Apercibimiento.
2) Multa.
3) Retiro de la autorización para funcionar.
Cabe aclarar que la ley no tipifica las infracciones, ya que solo se refie-
re a las sanciones de manera genérica, a excepción del uso indebido de la
palabra “cooperativa”, en cuyo caso igualmente debe practicarse idéntico
De acuerdo con la reforma intro-
ducida por la Ley 22816, esa procedimiento.
conducta será penada con multa Vale reiterar que las sanciones de los incisos 1.º y 2.º pueden ser mate-
y generará la clausura del esta- ria de competencia de los convenios previstos por el artículo 99 de la Ley
blecimiento, las oficinas, los loca-
20337/73, en tanto queda reservado exclusivamente a la autoridad de apli-
les y demás dependencias de la
infractora mientras no suprima el cación (Inaes) la sanción del 3.º, consistente en el retiro de la autorización
uso de la palabra “cooperativa”. para funcionar.
Se pretende proteger a los terce- El artículo citado también prevé que el destino de las multas será la pro-
ros de buena fe.
moción del cooperativismo y, además, según el domicilio de la cooperati-
va, ingresará al Inaes o al órgano local competente (Dirección Provincial de
Cooperativas o dependencia que haga sus veces).
LECTURA OBLIGATORIA
7.
Referencias bibliográficas
Referencias web
Levin, A. y Verbeke, G. El carácter de la fiscalización en las organizaciones
cooperativas, Publicación del Centro de Estudios de Sociología del
Trabajo. Nro 23 – Noviembre-Diciembre de 1999 [en línea]. Disponible
en: <http://www.econ.uba.ar/cesot/docs/documento%2023.pdf>].
[Consulta: 25 julio 2014].
Anexo
•• Resolución N.º 254/77 del INAC: modelo de estatuto para todo tipo de
cooperativas.
•• Resolución N.º 255/88 de la SAC: modelo de estatuto para cooperativas
de trabajo.
•• Resolución N.º 974/93 del INAC: trámite para la constitución. Inscripción
de modificaciones de estatutos y reglamentos.
•• Resolución N.º 1028/94 del INAC: norma a la que se ajustarán las coop-
erativas con fiscalización privada unipersonal.
•• Resolución N.º 750/94 del INAC: modelo de estatuto para cooperativas
de provisión de servicios para productores rurales y para cooperativas de
trabajo.
•• Resolución N.º 1139/94 del INAC: modelo de estatuto para cooperativas
de crédito.
•• Resolución N.º 324/94 del INAC: constitución de cooperativas de trabajo
con un número mínimo de seis (6) integrantes.
•• Resolución N.º 302/94 del INAC: constitución de cooperativas de provisión
de servicios para productores rurales con un número mínimo de seis (6)
integrantes.
•• Decreto N.º 2015/94 del PEN: establece un límite al otorgamiento de autor-
ización para funcionar a cooperativas de trabajo que prevean la contratación
de servicios cooperativos por terceras personas.
•• Resolución N.º 1510/94 del INAC: actividades comprendidas en el Decreto
2015/94. Esta norma detalla cuáles son las actividades que no pueden
formar parte del objeto social de las cooperativas de trabajo, interpretando
lo prescripto por el Decreto del PEN 2015/94.
•• Disposición N.º 54/94 del IPAC: establece cuáles son los requisitos que
se deben cumplir para proceder a la rúbrica de libros por parte de las
cooperativas.
•• Resolución 3/96: comunicación de realización de Asamblea Constituti-
va. Establece la obligatoriedad de comunicar al órgano local competente
(SPC), con al menos 15 días de anticipación, la realización de la Asamblea
Constitutiva.
•• Resolución N.º 2036/03 del Inaes: requisitos adicionales del trámite, artí-
culo 9.º de la Ley N.º 20337/73, para la constitución de una cooperativa
de crédito o de objetos diversos cuya futura operatoria incluya una sección
de crédito.
•• Resolución 2037/03 del Inaes: establece requisitos obligatorios dentro del
proceso constitutivo de cooperativas, referidos a la realización por parte
de los asociados fundadores de un curso de capacitación obligatorio y la
elaboración de un proyecto de viabilidad cooperativo.
Objetivos
•• Conocer la estructura legal de las cooperativas.
•• Distinguir las funciones de los diferentes órganos.
•• Comprender el rol de cada uno de ellos en la gestión cooperativa.
•• Reflexionar sobre el ejercicio de la democracia en las cooperativas.
5.2. La Asamblea
Según Althaus (1977) la Asamblea es el instrumento primario de manifesta-
ción de la voluntad de la cooperativa.
Es el ámbito propicio para el ejercicio de la democracia participativa, requi-
sito necesario, aunque no suficiente, para la concreción de la democracia eco-
nómica, objetivo perseguido por esta forma asociativa que pretende contribuir
al desarrollo de hábitos de responsabilidad solidaria entre los asociados que
se expresan a través del uso consciente y responsable de los derechos y obli-
gaciones que acuerda la calidad de asociado.
Desde un punto de vista formal, la Asamblea es un órgano con competen-
cia específica, en cuyo marco valen sus deliberaciones, subordinado a normas
legales y estatutarias.
Sustancialmente, es el ámbito donde se concreta la aplicación de uno de
los principios cooperativos distintivos de esta experiencia empresarial aso-
ciativa: la singularidad del voto. Cumple, por lo tanto, una función docente en
el sentido más amplio del término: aquella a través de la cual se procura la
capacitación de las personas en las prácticas democráticas, en el ejercicio y
la aceptación del disenso y de las resoluciones aprobadas por las mayorías,
previo debate en el que es ejercido el derecho del asociado a manifestar la
propia opinión.
Decimos, entonces, que el gobierno de la cooperativa se atribuye a un órga-
no específico, denominado Asamblea, que Cuesta define como:
CC
(…) la reunión de asociados que han sido convocados con arreglo a la ley y a
los estatutos, para considerar los asuntos incluidos en el orden del día, en
cumplimiento de su función de gobierno, la cual se concreta a través de la ma-
nifestación de una voluntad colectiva (Cuesta, 2000)
CC
Es de competencia exclusiva de la Asamblea, siempre que el asunto figure en
el orden del día, la consideración de:
1) Memoria, balance general, estado de resultados y demás cuadros anexos.
2) Informes del síndico y del auditor.
3) Distribución de excedentes.
4) Fusión e incorporación.
5) Disolución.
6) Cambio del objeto social.
7) Participación de personas jurídicas de carácter público, entes descentraliza-
dos y empresas del Estado en los términos del último párrafo del artículo 19.
8) Asociación con personas de otro carácter jurídico.
Según la Resolución N.º 371/75 del INAC, toda solicitud de apoyo económico-
financiero por parte de la cooperativa a la autoridad competente debe ema-
nar de una decisión previa de la Asamblea, la cual deberá resolver sobre el
importe que se solicitará y las garantías que se ofrecerán y se constituirán.
Esta resolución es de aplicación aun cuando el estatuto faculte al Consejo de
Administración a solicitar préstamos y ofrecer garantías.
La Resolución N.º 4664/13 del Inaes (que reemplaza la Resolución N.º
183/92), faculta a los asociados de las cooperativas de trabajo a optar en
asamblea por continuar cotizando en el régimen de trabajadores autónomos,
o bien dentro del régimen de trabajadores en relación de dependencia. Cabe
destacar que dicha resolución permite optar por el régimen previsional, pero
deja claramente expresado que la relación jurídica entre la cooperativa de tra-
bajo y sus asociados es de naturaleza asociativa, autónoma e incompatible
con las contrataciones de carácter laboral, civil o comercial.
Asamblea ordinaria
En el aspecto temporal, su realización es de carácter legalmente imperativo.
Debe realizarse obligatoriamente una vez al año, dentro de los cuatro meses
(plazo en que debe convocarse y realizarse) siguientes a la fecha de cierre del
ejercicio (LC, art. 47).
Althaus (1977) entiende que basta que se inicie en dicho plazo, y que este
puede excederse en cuanto a su clausura, por ejemplo, con motivo de que
pase a cuarto intermedio.
Se somete a su consideración: la gestión del Consejo de Administración,
para lo cual debe incluirse en el orden del día el tratamiento del balance gene-
ral, estado de resultados y cuadros anexos, memoria e informes del síndico y
del auditor (documentos mencionados en el artículo 41 de la LC); la elección
de consejeros y síndico, si corresponde por expiración del período o existencia
de vacantes; y los demás temas contenidos en el orden del día.
Asamblea extraordinaria
Se realiza en cualquier tiempo. Su convocatoria tiene lugar por disposición
del Consejo de Administración, por decisión del síndico o cuando lo solicite
un número de por lo menos el 10 % (o menor por disposición del estatuto) de
los asociados.
Puede realizarse en cualquier época del ejercicio; pero, si la iniciativa parte
de los asociados, no será obligatorio para el Consejo de Administración con-
vocarla especialmente si dentro de los noventa días se realiza la Asamblea
Ordinaria, a condición de incorporar en su orden del día los temas que moti-
van la petición.
Puede resolver válidamente sobre cualquier asunto incluido en el orden del
día, incluso la designación de consejeros y síndico, cuando ha sido convocada
a tal fin en virtud de una cesación anormal. La consideración de la memoria,
el balance y demás estados contables, documentos e informes anexos com-
pete exclusivamente a la Asamblea Ordinaria.
Asamblea de distrito
Como dijimos, cuando el número de asociados pasa de 5000, la asamblea no
se realiza con participación directa de aquellos, sino a través de delegados ele-
gidos en asambleas electorales de distrito. Igual procedimiento puede adoptar
el estatuto, aunque el número de asociados sea inferior, para la representa-
ción de los domiciliados o residentes en lugares distantes de la asamblea.
Su organización está concedida al estatuto y los reglamentos. Deberá regla-
mentarse la división en distritos y, eventualmente, en secciones; la constitu-
ción; la presidencia; la forma de emisión de votos; el número de delegados y
su proporción con el número de asociados existentes en cada distrito; el sis-
tema electoral, los plazos de conclusión, entre otros.
La ley 20337/73 limita el contenido de las asambleas de distrito al pura-
mente electoral. Los delegados no quedan vinculados a instrucciones o man-
datos. La duración del cargo, salvo limitación estatutaria, es hasta la próxima
asamblea ordinaria.
Si bien la ley no lo dice expresamente, por aplicación extensiva de análo-
go requisito pautado para los órganos de administración y fiscalización, los
delegados deberán ser asociados. En lo demás, y en tanto no sea materia de
El orden del día debe ser claro, preciso y completo. Su función es informar a
los asociados sobre las materias que estarán sometidas a deliberación para
que puedan tomar parte en la asamblea con conocimiento de causa, a fin de
opinar, deliberar y decidir.
La asamblea debe realizarse en la sede de la cooperativa o en un lugar
que corresponda a la jurisdicción del domicilio social. Esta disposición legal
(LC, art. 48) es idónea para resolver problemas concretos en cuanto a posi-
bilitar la efectiva participación de los asociados y facilitar la labor de fiscali-
zación pública.
Quórum
Se denomina quórum al número mínimo de asociados que deben encontrarse
presentes para que la asamblea pueda realizarse.
De acuerdo con lo estipulado en el artículo 49 de la LC, las asambleas se
realizan válidamente, sea cual fuere el número de asistentes, una hora des-
pués de la fijada en la convocatoria, si es que antes no se ha reunido la mitad
más uno de los asociados.
Mayoría
En todo cuerpo colegiado, las resoluciones no requieren unanimidad, sino que
basta el voto favorable de determinada mayoría. Por esta se entiende el núme-
ro de votos necesarios para la formación válida del acuerdo sobre determinada
materia sometida a la decisión de la Asamblea.
La regla general, salvo excepciones de la ley y el estatuto, es la mayoría
simple u opción más votada. Las mayorías se computan sobre el número de
asociados presentes en el momento de la votación.
Las excepciones impuestas por la ley requieren la aprobación de las dos
terceras partes para resolver sobre el cambio del objeto social, la fusión o la
incorporación, y la disolución.
El estatuto puede fijar mayorías superiores pero nunca inferiores a las esta-
blecidas por la ley.
Cuarto intermedio
Una vez constituida, la Asamblea debe considerar todos los asuntos incluidos
en el orden del día. Ello no impide que se pase a cuarto intermedio una o más
veces dentro de un plazo de treinta días a contar desde su iniciación. Este
período puede ser ampliado por la autoridad de aplicación cuando la circuns-
tancia lo aconseje, especificando día, hora y lugar de reanudación, no siendo
menester nueva convocatoria ni comunicación a los organismos administrati-
vos de contralor, por tratarse de la misma Asamblea.
El cuarto intermedio tiene fundamento con motivo de deliberaciones que
se dilatan en el tiempo, o por la necesidad de efectuar algún tipo de investiga-
ción, informes, etc., que deban ilustrar la decisión. Su limitación en el tiempo
se atribuye a garantizar la marcha de la cooperativa.
Actas
Las deliberaciones de las asambleas deben asentarse en un libro de actas
con las formalidades legales (artículos 55 y 38 de la LC). El acta debe resumir
las manifestaciones hechas en la deliberación, las formas de las votaciones y
sus resultados. En el caso de que se haya pasado a cuarto intermedio, deberá
labrarse un acta por cada reunión (artículo 57 de la LC).
El acta debe ser confeccionada y firmada dentro de los cinco días por las
autoridades que establezca el estatuto y dos asambleístas designados por la
Asamblea. El acta se perfecciona con su firma, dando constancia de plena fe
de expresión fiel a la verdad, en tanto su impugnante no demuestre efectiva-
mente lo contrario.
Cualquier asociado puede pedir copia del acta; el costo corre a su cargo
(artículo 55 de la LC). Una copia del acta también puede ser requerida judicial-
mente, por oficio, como prueba dentro de un juicio de nulidad de asamblea.
En un plazo de treinta días desde la celebración de la asamblea, debe remi-
tirse una copia del acta a la autoridad de aplicación y al órgano local compe-
tente (artículo 56 de la LC).
CC
Toda resolución de la asamblea que sea violatoria de la ley, el estatuto o el re-
glamento puede ser impugnada de nulidad por consejeros, síndicos, autoridad
de aplicación, órgano local competente y asociados ausentes o que no votaron
favorablemente. También podrán impugnarla quienes votaron favorablemente,
si su voto es anulable por vicios de la voluntad o la norma violada es de orden
público. (Ley 20337/73).
Cabe aclarar que se entiende por vicios, la alteración que afecta la voluntad
en cualquiera de los aspectos de formación de ella, ya sea, discernimiento,
elección, libertad, entre otros. Por ejemplo, pueden producirse por confusión,
engaño según la circunstancia del sujeto (fuerza, presiones psíquicas o físicas,
etcétera).
El ejercicio de la acción, conforme lo determina la norma, debe promover-
se ante el juez competente en un plazo de 90 días desde la clausura de la
asamblea.
LECTURA OBLIGATORIA
WW www.inaes.gov.ar/es/>
Secretaría de Participación Ciudadana de la Provincia de Buenos Aires
(SPC). <http://www.participacionciudadana.gba.gov.ar/>
5.3.3. Funcionamiento
El quórum será de más de la mitad de los consejeros por lo menos (artículo
69 de la LC). Las decisiones que se adopten sin contar con dicho quórum
serán ineficaces.
Este órgano debe reunirse al menos una vez al mes y cuando lo requiera
cualquiera de sus miembros (artículo 70 de la LC).
El trabajo personal realizado por los consejeros en el cumplimiento de su
tarea institucional puede ser retribuido, siempre que la Asamblea así lo haya
resuelto (la mera participación en las reuniones no se contempla como trabajo
personal). Los gastos que los consejeros efectúen en el ejercicio de su cargo
les serán reembolsados (artículo 67 de la LC).
La renuncia de un consejero debe presentarse al Consejo de Administración,
que la aceptará siempre que no afecte su regular funcionamiento. En caso con-
trario, el renunciante deberá continuar en funciones hasta que la Asamblea se
pronuncie (artículo 66 de la LC). Pese a lo dispuesto por la ley, Althaus consi-
dera que no se debe aguardar a dicha asamblea si se incorpora un consejero
suplente o el síndico hace uso de la facultad legal de designar reemplazante
hasta su reunión.
De acuerdo con el artículo 59 de la LC, los consejeros pueden ser remo-
vidos por resolución de la Asamblea en cualquier momento, aunque la cues-
tión no figure en el orden del día, si es directa consecuencia de los asuntos
incluidos en él. Esto significa que la designación de los consejeros puede ser
revocada en la oportunidad que la Asamblea considere pertinente, sin nece-
sidad de justa causa. Dicha revocabilidad no puede ser suprimida ni restrin-
gida por el estatuto. También puede proceder la remoción por vía judicial. La
acción compete a cualquier asociado, consejero o síndico cuando, existien-
do la incompatibilidad, la Asamblea rechaza el pedido. La remoción de los
consejeros debe comunicarse a la autoridad de aplicación y al órgano local
competente.
De cada reunión debe labrarse un acta, que será firmada por el presiden-
te y un consejero (artículo 69 de la LC). El síndico podrá asistir a estas reu-
niones, y es aconsejable que así lo haga. Debe tenerse en cuenta que sola-
mente puede participar con voz (artículo 79 de la LC), no integra este órgano.
LECTURA OBLIGATORIA
5.4.1. Sindicatura
Cuando la Sindicatura es singular debe también elegirse como mínimo un
suplente y debe fijarse el orden de las suplencias en el caso de que sean
más de una.
Cuando se trata de una Comisión Fiscalizadora, debe elegirse un núme-
ro impar de asociados y un número no menor del total de los síndicos como
suplentes.
En todos los casos, el estatuto debe reglar su constitución y su funcio-
namiento, así como la duración del cargo, que no puede exceder los tres
ejercicios.
Se trata de un órgano que actúa con independencia del Consejo de
Administración y tiene funciones internas de fiscalización y control referidas
principalmente a la administración y la gestión cooperativas; al respeto de los
derechos de los asociados; y al cumplimiento de la ley, el estatuto, los regla-
mentos y las resoluciones de las asambleas.
Bajo cualquiera de las formas que el estatuto adopte, Sindicatura uniper-
sonal o plural (Comisión Fiscalizadora), las funciones de control que se desa-
rrollan son de extraordinaria importancia en la actividad cooperativa.
El artículo 79 realiza una enumeración de las atribuciones del síndico, sin
perjuicio de las que, conforme a sus funciones, le confieren la ley y el estatu-
to. Entendemos por atribuciones los derechos y deberes para el ejercicio de
su rol.
LECTURA OBLIGATORIA
1.
2.
5.4.2. Auditoría
La auditoría es la actividad profesional de evaluación independiente, destina-
da a medir el grado de aceptabilidad de las salidas de los sistemas vigentes
en un ente.
La auditoría externa es un servicio técnico contable del que se vale la coo-
perativa para verificar la información contable tendiente a determinar la con-
fiabilidad de los estados contables.
En un único artículo, el 81, la Ley de Cooperativas determina el régimen
de la auditoría. En su primer párrafo expresa textualmente: “Las cooperativas
deben contar desde su constitución y hasta que finalice su liquidación con un
servicio de auditoría externa a cargo de un contador público nacional inscrip-
to en la matrícula respectiva…”.
Esta disposición es de carácter obligatorio y permanente. La exposición de
motivos de la citada ley menciona lo siguiente:
CC
El servicio de auditoría puede ser prestado por cooperativa de grado superior
o entidad especialmente constituida a ese fin. Cuando la cooperativa lo solici-
te y su condición económica lo justifique la auditoría será realizada por el ór-
gano local competente. En este caso el servicio será gratuito y la cooperativa
estará exenta de responsabilidad si no fuera prestado. La auditoría puede ser
desempeñada por el síndico cuando este tuviera la calidad profesional indica-
da (…).
Cabe aclarar que el servicio será siempre prestado por los profesionales que
determina la ley, ya sea que pertenezcan a una cooperativa de grado superior,
formen parte del órgano local competente o estén agrupados en una sociedad
o asociación profesional de contadores públicos, siempre matriculados. O,
finalmente, se tratará del síndico si reúne tal calidad profesional.
En cuanto a la exención de responsabilidad de la cooperativa para el caso
de que el servicio no sea prestado por el órgano local competente, la exposi-
ción de motivos de la ley manifiesta que la peticionante deberá acreditar los
extremos indicados y el órgano local competente resolverá en función ello y de
sus posibilidades de prestación. También alude a que esta tarea se compagi-
na con la labor de promoción y fomento que estos organismos desempeñan.
Las que están facultadas para la presentación de la solicitud son las coo-
perativas previstas en la Resolución 1029/94 del INAC, es decir, aquellas
cooperativas constituidas o que se constituyan con un número de integrantes
inferior al previsto por el art. 2 (inc. 5) de la Ley de Cooperativas, con arreglo
a las resoluciones del INAC n.º 302/94 (constitución de cooperativas de pro-
visión de servicios para productores rurales con el mínimo de 6 integrantes)
y n.º 324/94 del INAC (constitución de Cooperativas de trabajo con el míni-
mo de 6 integrantes).
“El que hiciere algún trabajo, o •• La celebración del contrato y su resolución competen al Consejo de
prestare algún servicio a otro,
puede demandar el precio, aun- Administración en tanto el estatuto no las asigne expresamente a la
que ningún precio se hubiese Asamblea (art. 68 in fine).
ajustado, siempre que tal servicio •• El locador del servicio debe ser alguno de los sujetos enumerados en
o trabajo sea de su profesión o
el artículo 81; el locatario es la cooperativa.
modo de vivir. En tal caso, entién-
dase que ajustaron el precio de •• El objeto del contrato será la prestación del servicio de auditoría, al
costumbre para ser determinado menos, contable o financiera.
por árbitros”. •• La cooperativa debe pagar honorarios (precio) por el servicio contrata-
do. El servicio se presupone oneroso, de acuerdo con el artículo 1627
del Código Civil
3.
4.
KK Análisis de caso:
Analice el planteo fundamentando cada una de sus respuestas.
El Consejo de Administración de la Cooperativa Comunicar Ltda. está
integrado por un presidente, un secretario, un tesorero, cuatro voca-
les titulares, cuatro vocales suplentes, un gerente general y un síndico,
todos elegidos por la Asamblea.
Los puntos que se tratarán según el orden del día son (1) remuneración
de los consejeros; (2) renuncia del síndico; (3) constitución de un comi-
té ejecutivo; (4) designación de un auditor externo.
Puesto en tratamiento el primer punto, no hubo objeciones a la pro-
puesta del vocal Pérez, que estimó en razonable la suma de $1500 como
retribución a cada uno de los 13 integrantes del consejo, motivo por el
cual todos votaron favorablemente. Respecto del segundo punto, obtu-
vo el voto favorable de los cuatro vocales titulares y del presidente, por
lo cual se desestimó. El tercer punto propuesto obedeció a la necesidad
de dar continuidad a la gestión diaria de la cooperativa, hasta ahora
bajo la responsabilidad de la totalidad del Consejo de Administración.
El presidente opinó que el comité ejecutivo liberará al Consejo de
Administración de su obligación de reunirse dos veces al mes, según
lo establecido legalmente. El único voto en contra fue el del gerente,
quien alegó que se perjudicará, ya que cobrará lo mismo ($1500) que el
resto de los consejeros, pero deberá trabajar más al integrar dicho comi-
té junto al presidente y al tesorero, y manifestó no entender el porqué
del voto a favor de aquellos.
Referencias bibliográficas
Objetivos
•• Desarrollar el concepto de marketing cooperativo.
•• Conocer las particularidades de la función de comercialización en las
cooperativas.
•• Describir las posibles fuentes de financiamiento con que cuentan las
cooperativas.
•• Entender el problema del financiamiento en las cooperativas.
•• Comprender la importancia que tiene la integración cooperativa en estos
procesos.
•• Interpretar la complejidad de las relaciones con las personas en las
cooperativas.
CC
(…) el proceso gerencial de crear y mantener una congruencia viable entre los
objetivos, habilidades y recursos de la organización y sus cambiantes oportuni-
dades de mercado. El propósito de la planeación estratégica es moldear los
negocios y los productos de la empresa de modo que produzcan mayores utili-
dades y crecimiento. (Kotler, 1990).
1.
Mezcla de marketing
Relaciones
Marca Descuentos Localización
públicas
Diseño Transporte
2.
LECTURA OBLIGATORIA
3.
CC
Integrarse, para todos aquellos que se identifican con el cooperativismo, signi-
fica no solo formar parte de un todo, en este caso de un grupo o sector, sino
que significa que a partir de desafíos comunes que representan mejoras en la
vida del conjunto, se estrechen vínculos, se tracen relaciones que en la mayo-
ría de los casos duran toda la vida, se encaren proyectos que no solo tengan
como objetivo dar solución a los propios problemas, sino que fundamentalmen-
te signifiquen una mejor calidad de vida para todos los habitantes de las comu-
nidades donde ellos están insertos. (Guarco, 2013).
Más allá de formar parte de su base doctrinaria, la integración entre las coo-
perativas, también por razones económicas, se ha convertido en una necesi-
dad para subsistir, enfrentar con eficiencia a la competencia y tener mayores
posibilidades de éxito en el mercado actual.
Pueden distinguirse básicamente dos tipos de integración cooperativa: la
integración vertical y la horizontal.
Integración vertical
También denominada, según Drimer y Kaplan de Drimer (1981), “organización
federativa”, resulta de la tendencia del cooperativismo de asociar entre sí a
las cooperativas de base (cooperativas de primer grado) en federaciones (coo-
perativas de segundo grado), que llevan a cabo determinadas actividades de
interés común a todas ellas, y luego asociar a las federaciones para constituir
confederaciones (cooperativas de tercer o cuarto grado), dentro de una línea
ascendente en la que las cooperativas mantienen su autonomía.
CC
El esquema de la organización integrada del cooperativismo de nuestro país
permite señalar una característica casi única en el cooperativismo de América
y con pocas similitudes en el orden mundial. En efecto, el cooperativismo ar-
gentino exhibe una organización netamente piramidal: tiene una ancha base
de sustento democrático y remata en entidades de cúspide estructuradas a
través de sucesivos eslabones intermedios. (Cracogna, 1990).
CC
Otro elemento favorable para estos entes Federativos, es tener actividad eco-
nómica y prestación de servicios a sus Cooperativas asociadas, que se autofi-
nancien, y por ende los fortalece e independiza de sus aportes sociales que re-
ciben mensualmente de sus asociadas, aún de las más importantes
económicamente, lo que permitirá desarrollar una democracia más participati-
va. (Cúparo y Sarmiento, 1988).
WW mos visitar:
Confederación Intercooperativa Argentina: <www.coninagro.org.ar>.
Confederación Cooperativa de la República Argentina:
<www.cooperar.coop>.
Confederación de Cooperativas de Trabajo de la Argentina:
<www.cnct.org.ar>.
Instituto Movilizador de Fondos Cooperativos (IMFC):
<www.imfc.coop>.
Federación de Cooperativas de Electricidad y Servicios Públicos de la
Provincia de Buenos Aires (Fedecoba): <www.fedecoba.com.ar>.
Asociación de Cooperativas Argentinas (ACA): <www.acacoop.com.ar>.
Federación de Cooperativas de Trabajo (Fecootra):
<www.fecootra.org.ar>.
Integración horizontal
Se trata de las relaciones entre cooperativas de un mismo grado, ya sean del
mismo tipo o de distinto tipo. También la horizontalidad puede darse a nivel
regional. Esta integración supone la interrelación tanto en los aspectos produc-
tivos como en la planificación y el delineamiento de políticas que posibiliten
mayor desarrollo del sistema. Se advierte principalmente en cooperativas de
base, las cuales amplían su esfera de actuación para evitar intermediaciones;
tal es el caso, por ejemplo, de la cooperativa de electricidad, que pasa de la
provisión de energía a la prestación del servicio telefónico, o la distribución
de gas, o la pavimentación de calles, etcétera.
Entre las entidades de grado superior, la falencia en este aspecto es muy
notoria y puede decirse que es prácticamente inexistente la integración entre
entidades componentes de los distintos sectores del cooperativismo argenti-
no. Así, las cooperativas agrarias no tienen un importante lazo con las coope-
rativas de consumo, trabajo, seguro, crédito, etc. Al respecto se puede con-
cluir que, en materia de integración horizontal, existe un marcado aislamiento
entre los subsectores del movimiento cooperativo.
PARA REFLEXIONAR
LECTURA OBLIGATORIA
Parte 1: <https://www.youtube.com/watch?v=SBFaYLOd7BQ>.
Parte 2: <https://www.youtube.com/watch?v=3OGKrlrI3yE>.
Parte 3: <https://www.youtube.com/watch?v=1uRI_Ik4UuU>.
4.
CC
Las estrategias de capitalización y financiamiento tienen mucho que ver con la
viabilidad de nuestro modelo empresarial solidario. La tarea se centra en la
forma de aumentar el capital sin perder la identidad cooperativa, porque mal
haríamos que ganara una parte de nuestra empresa si perdemos el corazón de
la misma, cómo hacer entonces esta ingeniería que tiene que tener en cuenta
los valores y la viabilidad empresarial. (Cardozo, 1996).
•• Voluntarios: son aquellos que superan a los obligatorios. Es difícil que los
asociados decidan aportar más de lo necesario para acceder al uso de los
servicios sociales, ya que no hay “otro atractivo” para hacerlo, teniendo en
cuenta que las cuotas sociales mantienen siempre su valor nominal y, en
caso de devengarse un interés, este es limitado.
•• Forzosos: como sería el caso si se decidiera la distribución de excedentes
o el pago de intereses en cuotas sociales.
Al menos una parte del capital que integran los asociados es de propiedad
común, de acuerdo con el principio de participación económica. Esa parte del
capital son las reservas, otra posible fuente de financiamiento. Se constituyen
con una parte de los excedentes que se generan anualmente. Existen reservas
establecidas por ley, como la reserva legal propiamente dicha y otras reservas
especiales, pero eso no quita que la cooperativa decida constituir otras reser-
vas para fines específicos. Más adelante se profundizará el tema.
La capitalización parcial o total de retornos e intereses es otra forma de
incrementar el capital. Sería el caso del aporte “forzoso”. Esta forma de capi-
talización está sujeta a la existencia de excedentes. El artículo 44 de la Ley
20337/73 hace referencia a ello.
Las cooperativas pueden establecer mecanismos de capitalización per-
manente. Como está previsto en el artículo 27 de la Ley de Cooperativas, se
puede establecer por estatuto un procedimiento para la formación o el incre-
mento del capital en proporción al uso real o potencial de los servicios socia-
les. Se denomina “capital proporcional” y se basa en el valor de equidad; cada
asociado se verá obligado a aportar en función del uso de los servicios socia-
les, el cual deberá medirse de manera objetiva.
Las fuentes de financiamiento externo son aquellas que exigen la obliga-
ción de reembolso. El principio de autonomía e independencia señala que
las cooperativas pueden realizar acuerdos con otras organizaciones, incluso
con los Gobiernos, u obtener capital de fuentes externas, siempre que no se
desnaturalice la esencia propia del cooperativismo, que se asegure el control
democrático por parte de sus asociados y que se conserve la autonomía de
la cooperativa.
Las cooperativas pueden financiarse mediante créditos comerciales (obte-
nidos de los proveedores) o bancarios. Esta posibilidad de financiamiento
dependerá de la capacidad que tengan para endeudarse. No siempre los ban-
cos cuentan con líneas de crédito específicas para cooperativas.
También los mismos asociados pueden financiar a sus cooperativas, más
allá de los aportes obligatorios que realizan para hacer uso de los servicios
sociales. Pueden hacerlo mediante préstamos personales, compra de bonos
cooperativos o fondos rotativos.
Una mención especial merecen los títulos cooperativos de capitalización
(TICOCA), que son bonos emitidos por las cooperativas. Fueron creados por
la Resolución N.º 349/95 del INAC en respuesta a la demanda, por parte del
sector cooperativo, de una nueva fuente de financiamiento que respetara sus
valores y principios cooperativos. Su emisión es decidida por la asamblea, y
requiere la mayoría calificada (aprobación de dos tercios de los asociados pre-
sentes). La asamblea también debe pronunciarse sobre (a) el monto total de la
emisión, (b) el sistema de reembolso (c) la tasa de interés y (d) la afectación
total o parcial de excedentes repartibles al rescate de los títulos.
Solo pueden acceder a la compra de TICOCA los asociados de la coopera-
tiva. Se pueden transmitir también solamente entre asociados, y se requiere
la comunicación fehaciente a la cooperativa. Se trata de un aporte comple-
mentario y voluntario.
Sus principales características son las siguientes:
CC
Los excedentes repartibles de la cooperativa son distribuidos anualmente en-
tre los socios: un 20 % en efectivo; un 40 % pasa a integrar un fondo rotativo
de mediano plazo; un 40 % pasa a integrar un fondo rotativo a largo plazo.
Supongamos, un productor que tenga en su cuenta todos los años excedentes
repartibles por $100. De estos recibe $20 en efectivo, $40 pasan a integrar el
fondo rotativo a 10 años y $40 a un fondo rotativo a 20 años. Los $40 que
aporta anualmente al fondo rotativo de mediano plazo los recupera a lo largo
de 10 años, a razón de $4 por año. Al finalizar el año 2 recibirá los primeros
$4 de los excedentes aportados en el año 1 y tendrá en el fondo rotativo un
monto de $76 (los 36 que restan del año 1 más los 40 del año 2). Así sucesi-
vamente hasta el año 11, a partir del cual recibe todos los años $40, mientras
que mantiene $220 en el fondo rotatorio. El mecanismo del fondo rotativo a
largo plazo es exactamente el mismo. (Basañes, 2001).
CC
(…) tendrán derecho al reembolso de 6,66 % [1/15] de su valor en cada uno
de los años siguientes, hasta completar el reintegro total. Este derecho a rein-
tegro estará condicionado al flujo de nuevos aportes, de manera que la suma
acumulada en el FRC durante los primeros quince años se mantenga estable.
Si el flujo de nuevos aportes fuese menor que lo requerido por todos los
Certificados de Aportes en condiciones de percibir reembolsos, los recursos
disponibles se aplicarán por orden de mayor antigüedad y, en caso de igual an-
tigüedad, a prorrata. (Estatuto Social de ACA, 2005).
CC
En caso de retiro, exclusión o disolución, los asociados solo tienen derecho a
que se les reembolse el valor nominal de sus cuotas sociales integradas, de-
ducidas las pérdidas que proporcionalmente les correspondiera soportar (Ley
20337/73).
CC
Contribuye al financiamiento interno, brinda un margen de seguridad frente a la
eventualidad de ejercicios que arrojen quebrantos y da una mayor protección a
los terceros acreedores compensando el riesgo que representa la variabilidad
del capital. (Althaus, 1977).
LECTURA OBLIGATORIA
5.
6.
De acuerdo con lo expuesto, en función del rol que adopten, los asociados ten-
drán intereses y objetivos diferentes, calificables de contrapuestos. En función
de la situación, un rol pesa más que otro en la mente del cooperativista, lo
que provoca una jerarquía de los roles que se desempeñan. En el caso de las
cooperativas agrarias, el rol de proveedor predomina sobre el resto. El interés
prioritario de este asociado será que el precio de los productos que entrega
en la cooperativa sea el máximo posible. Por esa razón, su conducta es poco
proclive a la autofinanciación, a realizar inversiones de futuro e incluso a la
generación de beneficios, pues piensa que se consiguen a costa del precio
que le aplican (Aragonés Signes, 1987).
PARA REFLEXIONAR
Mozas Moral et al. (1997) entienden que al menos una proporción significa-
tiva de cooperativas aún no son plenamente conscientes de los retos que tie-
nen que afrontar para ser totalmente competitivas en un ambiente tan destruc-
tivo para los débiles y consideran crucial que las cooperativas asuman como
propias las recomendaciones planteadas a las empresas de capital con vistas
a poder sobrevivir, adaptadas a las condiciones particulares de las cooperati-
vas. En esa línea, deben alejarse de la gestión puramente administrativa que
las caracteriza y asignar a la gestión de las personas una dirección efectiva.
Por su parte, San Pedro (1987) destaca la necesidad de una fluida relación
informativa recíproca entre la cooperativa y su personal a fin de lograr la parti-
cipación activa de este, así como su integración en la vida de la cooperativa,
cuestiones coherentes con su filosofía y sus principios.
A fin de maximizar los buenos resultados y minimizar los problemas y con-
flictos de las personas, deberá tenerse en cuenta, tanto al seleccionar las polí-
ticas que se van a implementar como en el momento de su aplicación, que las
personas son lo más importante dentro de la cooperativa.
Coincidimos con las expresiones de los autores citados y entendemos que
las cooperativas se deben diferenciar del resto de las organizaciones des-
tacando en las relaciones y en la dirección de su personal los principios de
control democrático por los asociados; membresía abierta y voluntaria; y edu-
cación, entrenamiento e información (se sugiere releer los contenidos de la
unidad 2).
En ese sentido, la legislación cooperativa argentina prevé disposiciones de
avanzada, que contribuyen a la puesta en práctica de los principios y afianzan
el sentido social de la organización. Tal es el caso del artículo 42 de la Ley
20337/73, que da participación a los empleados en el resultado que contri-
buyen a formar, de acuerdo con lo estipulado en su inciso segundo, relativo al
destino del 5 % de los excedentes repartibles al fondo de acción asistencial y
laboral o para estímulo del personal, y el 5 % destinado a educación y capacita-
ción cooperativa, lo cual ya se ha desarrollado detalladamente en esta unidad.
Las cuestiones comentadas debieran marcar el rumbo, tanto en el
momento del planeamiento como en el de definir las políticas que se van a
implementar.
CC
El planeamiento de los recursos humanos es el proceso encargado de proveer
la cantidad y calidad adecuada de gente, en el momento y lugar adecuados,
para concurrir con su trabajo al cumplimiento de los objetivos de la organiza-
ción, sin perjuicio de los de cada individuo. (Bozzo, 1984).
PARA REFLEXIONAR
CC
Una de las condiciones ideales para la integración y la eficiencia del personal
consiste en lograr que técnicos, funcionarios, empleados y obreros de las coo-
perativas, además de poseer los conocimientos y la práctica necesarios para
el buen desempeño de sus tareas, sean cooperativistas convencidos (San
Pedro, 1987).
LL mos pertinentes:
La solidaridad que caracteriza a las cooperativas debe trascender a su
personal.
No puede esperarse que los empleados actúen cooperativamente si
no se los educa en esa dirección.
No puede pretenderse que estén imbuidos de la filosofía cooperativa
si no se implementan políticas adecuadas a esa finalidad.
Los responsables de la gestión deben ser innovadores y creativos, y
mantener una atmósfera de formación y capacitación en todos los
niveles, para todos los miembros y de manera constante. Los esfuer-
zos esporádicos son insuficientes.
Finalmente, el control y la evaluación constituyen la etapa de balance
acerca de lo actuado. Un análisis crítico y objetivo sobre los resultados
obtenidos permitirá determinar las acciones correctivas necesarias.
El balance social se convierte en una herramienta de utilidad para el
proceso de administración del personal de las cooperativas.
7.
KK Responda:
a. ¿En qué instancia entiende que resulta de utilidad la aplicación del
balance social? Ejemplifique.
b. ¿Qué otras políticas de personal considera que deberían implemen-
tarse en las cooperativas? Fundamente.
Referencias bibliográficas
Referencias web
Moral Mozaz, A., et al. (1997), “La gestión de recursos rumanos en las
sociedades cooperativas agrarias: un estudio empírico” en: Revista de
Estudios Cooperativos REVESCO, n.º 63, Madrid. Disponible en: <dialnet.
unirioja.es/descarga/articulo/1148459.pdf> [Consulta: 25 agosto
2014].
Thomposon, I. “Definición de marketing”, octubre 2006. Disponible en:
<http://www.marketing-free.com/articulos/definicion-marketing.html>.
[Consulta: 29 julio 2014].
Inaes. Programas de ayuda financiera. Disponible en: <http://www.inaes.gob.
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