1 Mental Research Institute PDF
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debió aparecer como una locura a los ojos de sus hombres: hizo sacrificar
el último buey que le quedaba, rellenó su cavidad abdominal con la
cebada restante y ordenó arrojar el cuerpo del animal, monte abajo,
hasta un prado situado frente al campamento enemigo. Tras recibir tan
despectivo mensaje, la duquesa, presa del desánimo, abandonó el sitio
de la fortaleza y partió con sus tropas.
Dos monjas salieron del convento a vender galletas. Una era la hermana
Matemática (M) y otra la hermana Lógica (L)
M: está empezando a caer la noche y aún estamos muy lejos del convento.
L: Hermana, ¿se ha dado cuenta de que nos sigue un hombre hace media
hora?
M: Sí, y ¿qué será lo que quiere?
L: Es lógico. Nos querrá violar.
M: ¡Dios mío! Calculo que si continuamos caminando a este ritmo, nos
alcanzará dentro de 15 minutos. ¿Qué podemos hacer?.
L: ¡La única cosa lógica que podemos hacer es caminar más rápido!
M: ¡No está funcionando!.
L: ¡Claro que no! ¡El hizo la única cosa lógica que se podía hacer! ¡El
comenzó también a caminar más rápido!
M: Y ahora, ¿qué vamos a hacer?. ¡Calculo que nos alcanzará en un minuto!
L: La única cosa lógica que podemos hacer es separarnos. Usted vaya por
aquel lado, y yo para este otro. ¡No podrá seguirnos a las dos!.
Entonces el hombre decidió seguir a la hermana Lógica.
La hermana Matemática llegó al convento, preocupada de lo que pudiera
haberle ocurrido a la hermana Lógica. Al cabo de un rato, llegó la hermana
Lógica.
M: ¡Hermana Lógica! Gracias a Dios que llegó. Cuénteme qué ocurrió.
L: Ocurrió lo lógico. El hombre no podía seguir a las dos, por lo que optó por
seguirme a mí.
M: ¿Y qué ocurrió después?
L: ¡Lo lógico! Yo comencé a correr lo más rápido que pude, y él también.
M: ¿Y?
L: De nuevo, lo lógico. Me alcanzó.
M: ¡Dios mío! ¿Y qué hizo usted?
L: Hice lo lógico. ¡Me levanté el hábito!
M: ¡¡¡ Dios Mío, Hermana!!! ¿Y qué hizo el hombre?
L: El también hizo lo lógico. ¡Se bajó los pantalones!
M: ¡Oh, no! ¿qué ocurrió después?
L: ¿Acaso no es obvio, hermana? ¡Una monja con el hábito levantado corre
mucho más deprisa que un hombre con los pantalones bajados!
Pauta redundante
y otros tres que son relacionales, es decir que hacen falta al menos dos
personas, que se dan en la interacción entre los mismos. A continuación los
describiremos brevemente:
Estos serían los elementos necesarios, aquellos elementos sobre los que
necesitamos tener información para poder pedir tareas que los transformen,
tareas que hagan desaparecer los problemas, y para ello existe una manera
de hacer preguntas y de conducir la entrevista que es a la que vamos a
dedicar el próximo apartado, y dejaremos para el tercero y último la tareas.
TIPO DE ENTREVISTA
¿CÓMO EXPLORAR LAS SOLUCIONES INTENTADAS?
T: ¿Cuál es el problema?
P: soy profesor de música, de violín, y estoy tocando muy, muy, muy mal,
hasta el extremo de que me tiemblan las manos, me sudan cuando toco, cosa
que no me sucede en ningún otro momento. En resumen se trata de esto.
T: de acuerdo. Cuando dice que toca mal, ¿quiere decir que toca ante una
audiencia, en público?.
P: Sí
T: Cuando toca a solas o cuando da clases, ¿qué sucede entonces?
P: Cuando toco para una o dos personas no pasa nada. Cuando tengo que tocar
algo desde el principio al final, todo suele ir bien.
T: De acuerdo (pausa). Cuando habla de una o dos personas a lo más,
¿consiste en eso una ejecución pública?
P: Sí
T: Bien. ¿Es peor a partir de esa cifra ?, por ejemplo, ¿cuatro es dos veces peor
que dos, o ...?
P: No, no es así, no avanza en progresión geométrica.
(...)
T: ¿Hay algún otro elemento que empeore el asunto?
P: Sí, si hay alguien cuyo juicio con relación a mi ejecución yo respete de
veras, o alguien a quien desee de veras impresionar, entonces el asunto
empeora cada vez más.
(...)
T: ¿Cómo ha venido afrontando este problema hasta ahora, ya sea usted por
su cuenta, o con la ayuda de alguna otra persona?
P: Bueno, yo no me he dedicado a hacerle frente al problema hasta hace poco
tiempo. Lo he hecho durante los últimos dos años, pero en realidad no me
enfrentaba con el problema porque me he pasado diez años estudiando
arquitectura y en otras actividades. Por eso, no he atacado de veras el
problema hasta hace muy poco, y así ... Trataba de tocar cuando volví a ...
T: (interrumpiendo): de acuerdo. Esos diez años no los dedicó a ...
P: (interrumpiendo): eso es, no trabajé para nada en la música.
T: Ajá.
P: Ahora, cuando he vuelto a hacerlo, he tratado de tocar en varias ocasiones,
pero era horrible el recordar lo que sucedió cuando tenía dieciocho años, y tuve
que abandonarlo porque era muy malo. El tocar me producía una satisfacción
tan escasa que lo dejé todo. En aquel momento me aconsejaron diversos
profesores de música que hiciese más ejercicios, que ensayara más, pero yo no
lo hacía, y cuando tocaba, era un fracaso.
(...)
T: ¿qué ha hecho usted para enfrentarse con el problema?
(...)
T: ¿además de su terapeuta, hay alguna otra persona que de una u otra forma
esté trabajando en ayudarlo en esto?
Según O’Hanlon (2001, pág. 70) los tipos de intervenciones que se pueden
emplear para intervenir en la pauta son:
Modificar la frecuencia
Modificar el momento
Modificar la duración
Modificar el lugar
Modificar la sucesión de elementos
Cuando vamos a pedir una tarea, desde este modelo, una tarea de “giro de
180º”, conviene que tengamos en cuenta, que vamos a pedirle algo a
nuestros clientes, que va en contra de su lógica. Es decir, vamos a pedirles
que hagan lo contrario de lo que venían haciendo. Esto implica que
debemos “vender la tarea”, debemos ajustarla lo máximo posible a nuestros
clientes, y planteárselas de la mejor manera posible para que realicen la
misma.
Por ejemplo, con alguien muy competitivo, podemos planteársela como un
reto, o con alguien muy analítico, como un experimento, … lo importante es
ajustarlo a la persona, y a la visión que esta tiene del problema, o de la
vida.
es como una escalera, en la cual hay que ir ascendiendo paso a paso, pero
no sé muy bien porque, lo hacen subir sin barandilla, lo hacen ir avanzando
sin ustedes, y sin que ustedes le indiquen cuando se equivoca, y que se lo
indiquen de todas las formas posibles, a veces razonando, y a veces con
consecuencias ¿por qué le hacen más difícil la subida a su hijo?, creo que es
necesario que ustedes le indiquen por donde tiene que ir y como tiene que
hacerlo.
INTERVENCIONES GENERALES
1. No apresurarse:
Posiblemente sea la táctica que más se utilice, y a veces es la única
intervención, “pedirle al cliente que no haga nada”.
Se utiliza sobre todo con aquellos clientes cuya solución ensayada consiste
básicamente en esforzarse mucho, o a aquellos que hacen presión sobre el
terapeuta pidiéndole con urgencia una acción curativa en tanto que ellos se
limitan a permanecer pasivos o no colaboran ( Fisch, R., Weakland, J.H. y
Segal, L. 1982) También suele emplearse cuando siguiendo una
prescripción dada por el terapeuta, el cliente comunica una gran mejoría,
conviene que sea el terapeuta el que adopte una actitud no tan optimista, y
aunque no indique no avanzar, puede plantear el no apresurarse.
3. Un cambio de dirección:
Está intervención consiste en un cambio de postura por parte del terapeuta,
un cambio de estrategia y como decírselo al cliente. Destacaremos que se
suele hacer un cabio de dirección cuando, discutimos con el cliente, o el
cliente subestima o rechaza aquello que sugiere el terapeuta, o también
cuando el cliente, a pesar de hacer lo que le hemos indicado, nos señala
que “no vamos bien”, que estamos atascados, que no estamos avanzando.
Estas señales son las que deben indicarnos que tenemos que hacer algo
diferente.
Con respecto a cómo planteárselo a nuestros clientes, señalaremos varias
posibilidades:
Ah¡, ¡sí ya veo!, tienes razón, me alegro que me hayas indicado esto,
iba yo bastante desencaminado (adoptando una postura de inferioridad
por parte del terapeuta)
He estado pensando esta semana en ustedes, y me he dado cuenta
que había pasado por alto, o no le había dado importancia a … (cambio
de rumbo)
También podemos incorporar la visión du un experto: como me sentía
un poco perdido lo he consultado con alguien más experimentado que
yo, y me ha hecho ver algunas cosas que estaba pasando por alto sus
ideas son, … Según (Fisch, R., Weakland, J.H. y Segal, L. 1982) algo
muy eficaz es decir: “el experto aludió a un punto que yo no logro
entender, pero dijo que usted si lo entendería”. Esto ayuda que el
cliente acepte este elemento ya que le sitúa en coalición con un
experto por encima del terapeuta.
Jose Luis Rodríguez-Arias Palomo y María Venero Celis (2006) nos plantean
que una vez diseñada la prescripción y antes de transmitírsela a la familia
el/la terapeuta debe hacerse dos preguntas:
La idea general para vender la tarea es que el/la terapeuta anticipe las
dificultades que van a percibir los pacientes y las comente para invalidar los
argumentos aún antes de que los hayan expuesto (Rodríguez-Arias J.L.,
Venero M. 2006).